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La historia de la pintura (página 2)

Enviado por Antonella anonimo


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La necesidad de expresar una emoción intensa por medio del arte une a pintores tan diferentes como el español El Greco, del siglo XVI, y los expresionistas alemanes del siglo XX. En el polo opuesto de los intentos de los expresionistas por revelar la realidad interior, siempre ha habido pintores empeñados en representar exactamente los aspectos exteriores. El realismo y el simbolismo, la contención clásica y la pasión romántica, se han ido alternando a lo largo de la historia de la pintura, revelando afinidades e influencias significativas.

Yoha:

La pintura por época

Pintura Prehistórica y Antigua:

Las pinturas más antiguas que se conocen fueron realizadas en las paredes de las cuevas que servían de abrigo a la especie humana hace treinta mil años, durante el periodo paleolítico. Hay muestras del arte paleolítico en emplazamientos de Europa occidental, del África sahariana y del sur, y en Australia. En algunas zonas, como el litoral mediterráneo, el desarrollo de la pintura siguió en el periodo neolítico.

Comprende las siguientes características:

  • En la pintura realista y naturalista, realista y abstracta, usó diferentes técnicas, as¡ los dedos o técnica digital, la crin del animal o técnica de la brocha y también la técnica del esfumado, que consistía en soplar por una caña o, hueso hueco la pintura.

  • La cueva francesa de Pech-Merle (Dordoña) presenta pinturas de singular objetividad; en ella el paisaje quiere ser ya resaltado, pero la mano es el símbolo que predomina en esta cueva, que tiene una antigüedad de unos 40 mil años.

  • El mamut fue también motivo de inspiración del pintor de Pech-Merle; está tratado con rasgos poderosos y rápidos.

  • También del periodo de Aurignac son las pinturas rupestres de la región francesa Cougnac; aquí la pintura está basada en el perfil. Los animales predilectos son el alce, el ciervo o la cabra y la figura humana apenas tiene importancia.

  • El magdaleniense es la cumbre de la pintura paleolítica y prueba de ello es la cueva de Lascaux que algunos historiadores clasifican como perteneciente al periodo peri gordiano del paleolítico superior.

  • El tema más frecuente en Lascaux es el toro; estas cuevas fueron descubiertas en 1940 y los animales son en su mayoría de grandes proporciones.

  • Otra cueva de gran importancia en el arte magdaleniense francés es la de Niaux. En ella predominan los fondos blancos y los rasgos negros. Estos colores como el rojo y el amarillo, fueron logrados con las mencionadas tierras colorantes con polvo de carbón.

* Las pinturas prehistóricas de las cuevas de Lascaux, Francia, datan aproximadamente del 13000 A.c. y fueron realizadas con pigmentos (rojo y ocre) soplados a través de huesos huecos sobre la roca, o aplicados con juncos o ramas aplastadas después de mezclarlos con grasa animal.

Pinturas Rupestres:

El término «rupestre» deriva del latín rupestris, y éste de rupes (roca), aunque también es sinónimo de primitivo. De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre los muros de cavernas, covachas, abrigos rocosos, etc. Desde este aspecto, es prácticamente imposible aislar las manifestaciones pictóricas de otras representaciones del arte prehistórico grabados sobre piedra por erosión. Al estar protegidas de la erosión por la naturaleza del soporte, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos.

Se trata de una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación. Por otra parte, aunque la pintura rupestre es esencialmente una expresión espiritual primitiva, ésta se puede ubicar en casi todas las épocas de la historia del ser humano y en todos los continentes exceptuando la Antártida. Las más antiguas manifestaciones y las de mayor relevancia se encuentran en España y Francia, se corresponden con el periodo de transición del Paleolítico al Neolítico. En ciertos casos las obras rupestres se dan en zonas recónditas de la cueva o en lugares difícilmente accesibles; hay otros, en cambio, en los que éstas están a la vista. Cuando la decoración está apartada de los sitios ocupados por el asentamiento se plantea que fue un santuario o algo con significado religioso o fuera de lo cotidiano. En los casos en los que la pintura aparece en contextos domésticos es necesario replantear esta idea y considerar la integración del arte, la religión y la vida cotidiana del ser humano primitivo.

Pintura Egipcia:

La pintura egipcia estuvo durante el Imperio Nuevo. Sin embargo, dado el carácter religioso de la misma, las técnicas pictóricas evolucionaron muy poco de un período al otro. Sus temas eran normalmente narraciones de la vida cotidiana y batallas, además de leyendas religiosas. Las típicas figuras de perfil con los brazos y el cuerpo de frente de los murales egipcios, son producto de la utilización de la perspectiva aspectiva. Los egipcios no representaron las partes del cuerpo humano según su ubicación real sino teniendo en cuenta la posición desde la que mejor se observara cada una de las partes. Esta práctica se mantuvo hasta mediados del Imperio Nuevo. Del Imperio Antiguo se conservan las famosas pinturas "Ocas de Meidun" y del Imperio nuevo merecen mencionarse los murales de la tumba de la reina Nefertari, en el Valle de las Reinas, en Tebas.

Pintura Minoica:

Los minoicos decoraron con pinturas realistas, de gran viveza, las paredes de sus palacios en Creta y también la cerámica. Los colores son planos y vivos, de gama reducida, conseguidos mediantes pigmentos minerales. Se considera que la función de la pintura minoica sería fundamentalmente religiosa.

En cuanto a la temática destacan las escenas de vida religiosa o cortesana, así como los paisajes. Las figuras humanas representan a jóvenes, con hombres atléticos con la piel rojo oscuro y mujeres pálidas vistiendo el traje típico de falda de volantes y corpiño que deja al aire los pechos. En los paisajes se representan plantas cretenses o, en ocasiones, egipcias. Los animales son representados en movimiento, con el llamado "galope minoico".

Las pinturas más conocidas son el fresco de los lirios; los portadores de ofrendas y las decoraciones del Megarón de la Reina o del salón del Trono de Cnosos.

Pintura Griega:

Con excepción de algunos fragmentos, no hay vestigios de los murales griegos. Sin embargo, las representaciones naturalistas de escenas mitológicas en la cerámica griega pueden arrojar alguna minima idea sobre cómo era esa pintura de gran formato. En la era helenística, las escenas y motivos representados en los mosaicos son también probablemente el eco de pinturas monumentales realizadas con otras técnicas que no han llegado hasta nosotros.

Con anterioridad a la formación del arte griego hubo en territorios de la antigua Grecia un arte que se ha llamado prehelénico, conservadas tan sólo en ruinas de edificios de la época y sobre estuco, representando paisajes, acciones guerreras y ceremonias cortesanas o religiosas cuyas figuras aunque imperfectas muestran expresión y vida. Su "fama" se debe casi por entero a los antiguos historiadores pues no se conserva de ella ni un solo cuadro ni se conoce obra alguna de Zeuxis, Parrasio y Apeles, considerados desde la antigüedad los pintores mas celebres. Las obras pictóricas griegas que al presente se conocen y conservan consisten únicamente en decoraciones y de otras elegantes vasijas salvo algunos mosaicos de pavimento y placas de arcilla pintadas y sin contar las obras de pintura romana en que intervino mano griega. Los asuntos representados en las pinturas, a juzgar por lo que se observa en las mencionadas vasijas, fueron escenas de la vida humana y tradiciones o leyendas mitológicas y heroicas.

Esta se divide en tres periodos (después del cretense y micénico ya nombrados):

  • El de formación y arcaico que dura hasta el siglo V A. c, el cual se distingue por las influencias asirias y egipcias que revela en sus dibujos. La pintura de las vasijas de el de formación suele ofrecer desde mediados del siglo VIII a. C las figuras de color negro sobre fondo amarillo o rojo

  • El de elegancia nacional, durante el siglo V a. C. y parte del IV a. C. en que se emancipó la pintura con Polignoto, seguido de Apolodoro, Zeuxis y Parrasio, muy correctos en el dibujo, atribuyéndose al primero la invención del claroscuro. Las vasijas de este periodo tienen las figuras rojas sobre fondo negro.

  • El alejandrino o de difusión desde mediados del siglo IV a. C. hasta dos siglos más tarde en que fue Grecia conquistada por los romanos. Las vasijas de este periodo que es la época de las grande ánforas decorativas o de lujo continúa casi en lo mismo que en el precedente pero con menor corrección y con cierto barroquismo en el dibujo hasta principios del siglo II a. C. en que terminan las figuras pintadas y se usan de relieve con color negro o rojo.

De todas las variaciones apuntadas, se guardan elegantes muestras en los grandes museos de Europa y en ellas puede verse que la tal pintura no pasa del simple género decorativo.

Pintura Romana:

Los romanos decoraban sus villas con suelos de mosaicos y murales representando rituales, mitos, paisajes, naturalezas muertas, y escenas cotidianas. Los artistas romanos conseguían crear la ilusión de realidad, utilizando la técnica conocida como perspectiva aérea, mediante la que se representan de forma más borrosa los colores y contornos de los objetos más distantes para conseguir efectos espaciales. En las excavaciones realizadas en las ciudades de Pompeya y Herculano, se ha recuperado una recopilación de pintura romana, tanto civil como religiosa.

Los orígenes de la pintura romana se confunden con los de su escultura y de tal modo se hallan en el arte helenista. Los romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y animaban a los artistas que trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas especialmente famosas o populares. Las pinturas, con figuras individuales, grupos o paneles enteros, se reproducían, se adaptaban, estropeaban o embellecían según el talento de los artistas y las exigencias del cliente.

Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y el fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.

En el Egipto romano se descubrió una excelente colección de retratos sobre tabla, realizados para ser colocados sobre las momias. Entre los más famosos cuadros murales de este arte greco-romano se encuentran:

  • el de las bodas aldobrandinas (Museo Vaticano)

  • el de Paris juzgando a las tres Diosas

  • el de Io libertada por Hermes

  • el de Ceres en su trono (de Pompeya, hoy en el Museo de Nápoles)

Romanizada la pintura griega, tomó un carácter propio. Se distingue por la delicadeza, gracia y fantasía del dibujo, sobre todo, en vegetales estilizados, por la viveza del colorido por el realismo y la voluptuosidad en las figuras y por cierto contraste de colores y luces tal que aproxima el estilo al de la escuela impresionista moderna. Todo ello, aunque no sale del género decorativo, refleja el espíritu de una sociedad ruidosa, elegante, frívola y grande.

Pintura paleocristiana y bizantina:

Las muestras de pintura paleocristiana datan de los siglos III y IV y son los frescos de las tumbas, en los que se representan escenas del Nuevo Testamento, cuya característica son ciertas estilizaciones y convencionalismos artísticos procedentes del mundo clásico. Esta pintura no tiene la calidad realista de la pintura romana. Los trazos son rápidos, no muy precisos. Se observa en ella la influencia griega en el trazo de los pliegues de la ropa y la influencia oriental en el uso constante del simbolismo, pero lo que importa es la transmisión de la idea, del mensaje religioso.

Entre las obras más extraordinarias de este periodo paleocristiano se encuentran los mosaicos, del siglo VI, de las iglesias de Rávena, Italia, destacando los de San Vitale en los que están representados temas tanto espirituales como profanos. Las figuras estilizadas y alargadas que decoran las paredes de la iglesia, vistas casi de frente, miran al espectador con los ojos muy abiertos y parecen flotar.

Esta presentación poco terrenal pasó a ser característica del arte bizantino el cual perduró del año 330 al 1453. El estilo bizantino aparece también en los iconos, pinturas convencionales sobre tabla, destinadas al culto, que representan a Jesucristo, la Virgen y los santos.

Pintura prehispánica en América:

Expresan la visión de la creación del universo según los antiguos mesoamericanos que poblaron esa zona situada en el norte y el centro de América, entre los siglos II antes de Cristo y VII después de Cristo La descripción del viaje que emprende el alma a través de lo que en conceptos cristianos se llamaría cielo e infierno refleja la inquietud respecto a la trascendencia del ser humano que no se conforma con su existencia terrenal. Murales del el agua, la sangre, la vida, la serenidad, están reflejadas en los frescos dedicados a Tláloc, deidad de la lluvia, y al paraíso que ofrece cada vez que se prodiga.

Además de las escenas de la vida y la historia prehispánicas plasmadas en libros pintados, sobresalen las pinturas murales de Cacaxtla, en Tlaxcala, y de Bonampak, en Yucatán (México). En ellas quedaron plasmadas escenas bélicas y ceremoniales donde resalta el dramatismo del dolor y el orgullo del triunfo. El uso de los colores y del detalle, en los innumerables giros y atributos de las vestimentas de los personajes que lucen exuberantes peinados, armamentos, joyería, calzados, máscaras, sientan las bases de un pilar fundamental de la plástica americana. Es importante destacar el hecho de que pasarían unos siglos hasta que las culturas de América tuvieran contacto con las europeas y, por tanto, se desarrollaron sin ninguna influencia extracontinental.

Pintura Medieval:

A pesar de que pueden rastrearse algunos vagos recuerdos o elementos de continuidad de la pintura medieval con el arte clásico grecorromano, lo que predomina es una radical discontinuidad entre ambos, destacando la personalidad propia del periodo.

Esta es básicamente una pintura religiosa salvo excepciones, que se hacen más numerosas al final de la Edad Media. La representación de paisaje suele limitarse al fondo de las composiciones, que en muchas ocasiones se limita a un color plano o se llena con figuras de forma casi obsesiva que se juntan en el primer plano, se superponen en horizontal o incluso en vertical, sin buscar efectos de profundidad. No se utiliza la perspectiva geométrica hasta los periodos finales; y la perspectiva aérea está del todo ausente. Suele usarse la perspectiva jerárquica (representación a un mayor tamaño de la figura más importante, sin consideración de su ubicación en el espacio). Es muy importante la utilización de simbolismos y un complejo lenguaje iconológico.

Pintura Gótica:

La pintura en esta época era de temas seglares realizados en aquel periodo, sobre todo en Italia. En el Palazzo Pubblico de Siena, Ambrogio Lorenzetti pintó unos frescos, entre 1338 y 1339, que representan la vida ciudadana y campesina del siglo XIV, y en la sala del consejo del ayuntamiento, se conserva un retrato ecuestre, pintado por Simone Martini, en el que aparece un héroe militar local, con su campamento como telón de fondo.

La pintura gótica, implica un gran cambio respecto a la pintura románica, debido a la progresiva reducción de los muros y su sustitución por vidrieras, lo que supone la búsqueda de otros soportes, desarrollándose la pintura sobre la tabla.

Aunque en pintura gótica es más difícil hablar de características generales, se pueden destacar las siguientes:

-         Las técnicas empleadas son variadas según los soportes: temple y óleo, en pintura sobre tabla,  y el fresco en las pinturas murales.

-         Importancia del modelado, desde tonos planos al juego de contraluces

-         La luz contribuye a destacar el volumen, pero en general no es una luz real y puede tener contenido simbólico

-         El interés por la perspectiva también evoluciona, aparece la preocupación por el espacio pictórico a partir del siglo XIV, con los pintores italianos y el gótico internacional

-         Las formas de expresión reflejan un nuevo ideal estético hacia un naturalismo idealizado individual  y expresivo, al igual que en la escultura.

-         La temática religiosa, y en menor escala también la profana.

La evolución de la pintura gótica se realiza en cuatro etapas que reflejan la evolución y la personalidad de los artistas:

  • Estilo franco gótico (mediados del siglo XII hasta mediados del siglo XIV)

  • Estilo italo-gótico (segunda mitad del siglo XIV) destacan: La escuela de Siena y La escuela de Florencia.

  • El estilo internacional (finales del siglo XIV y primera mitad del siglo XV)

  • La escuela de los Primitivos Flamencos (siglo XV y principios del siglo XVI)

Estilo Gótico Internacional

La fusión de las tradiciones artísticas del norte de Europa y de Italia que tuvieron lugar a principios del siglo XV, se conoce como estilo gótico internacional. Entre las muchas características que definen la pintura de este estilo, se encuentra el detalle realista, que denota una perspicaz observación de los seres humanos y de la naturaleza, por parte del pintor.

CECI:

Pintura Renacentista:

El término renacimiento describe la revolución cultural de los siglos XV y XVI originada en Italia por el despertar del interés hacia la cultura clásica y por una fuerte confianza en el individualismo. Se seguía rindiendo culto a los logros de la antigüedad, pero al mismo tiempo se producía una reactivación intelectual y cultural.

Las iglesias y edificios seglares de Italia y los museos de todo el mundo ofrecen una gran recopilación de la pintura renacentista italiana.

El desarrollo de los principios de la perspectiva lineal, llevado a cabo por varios arquitectos y escultores a principios del siglo XV, permitió a los pintores conseguir, por medio de la representación bidimensional, la ilusión del espacio tridimensional. Muchos de los artistas se valieron del empleo dramático de la perspectiva y del escorzo en su dibujo para producir la ilusión de la prolongación de un objeto o figura en el espacio. La exploración de la anatomía condujo a un mayor entendimiento de la representación de la forma humana. También se empezaba a utilizar la pintura al óleo, desafiando a la antigua supremacía del temple y del fresco. Los pintores que explotaban el potencial de la nueva técnica trabajaban superponiendo estratos de veladuras de óleo transparentes y los lienzos sustituyeron a las antiguas tablas. Algo más tarde, otros artistas, destacaron por los tonos cálidos de sus óleos.

Alto Renacimiento:

Los maestros del alto renacimiento fueron Leonardo da Vinci, Rafael, Miguel Ángel y Tiziano. Da Vinci Realizaba continuos experimentos con pigmentos oleosos sobre yeso seco, y a ello se debe el deterioro de los murales que han llegado hasta nuestros días "como es el caso de La última cena. Rafael perfeccionó los anteriores descubrimientos renacentistas en materia de color y de composición, creando tipos ideales en sus representaciones de la Virgen y del Niño y en sus estudios de retratos de sus coetáneos. Un estilo de pintura colorista alcanzó su clímax en Venecia con las obras de Tiziano, cuyos retratos denotan un profundo conocimiento de la naturaleza humana. Entre sus obras maestras se incluyen también representaciones de temas cristianos y mitológicos, así como numerosos desnudos femeninos, famosos en su género.

Estudio yo esta parte

Pintura Renacentista del Norte de Europa:

La influencia del renacimiento italiano alcanzó el norte de Europa a principios del siglo XV, pero esta renovación de la actividad artística y cultural no se basaba en la antigüa edad clásica, sino que estaba más bien marcada por un gran interés hacia los seres humanos y su entorno y a la meticulosa representación pictórica de los detalles naturales. Hablando en general, el interés por el arte antiguo y el conocimiento de la perspectiva lineal no se desarrollaron en el norte hasta el siglo XVI e, incluso entonces, no todos los artistas sacaban provecho de los descubrimientos hechos en Italia.

Pintura Barroca:

El arte barroco del siglo XVII se caracteriza por su aspecto dinámico, en contraste con el estilo clásico, relativamente estático, del renacimiento. Esta tendencia se distingue por las líneas compositivas diagonales, que proporcionan el sentido del movimiento, y por el empleo de un marcado claroscuro. Con ambas técnicas se consiguió un estilo dramático, grandioso, apropiado al espíritu fundamental de la contrarreforma. Muchos pintores de principios del siglo XVII empezaron también a desviarse de la artificialidad del manierismo en un intento por volver a un reflejo más exacto del mundo natural.

El arte barroco se caracteriza por el gran drama, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. En oposición al arte renacentista, el arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había sido apreciada durante el Renacimiento.La pintura barroca a menudo dramatiza las escenas usando los efectos lumínicos del claroscuro.

Pintura Rococó:

El rococó es un estilo más ligero y festivo, muy adecuado para la decoración de las residencias parisinas. Eran muy populares las escenas mitológicas y pastorales, en las que aparecían mujeres en papel de madre y de ama de casa. Como parangón a la tradición rococó del continente, se encuentran las obras de tres destacados artistas ingleses del siglo XVIII. William Hogarth era conocido por sus cuadros y grabados de tono moralizante, en los que ironizaban los disturbios sociales de su época. Thomas Gainsborough y Sir Joshua Reynolds, siguiendo la tradición establecida por van Dyck, se centraron en retratar a la aristocracia inglesa. El vigor y la gracia de estos retratos, y su penetrante interpretación psicológica, los elevan del simple retrato social a un incomparable registro de las modas y costumbres de las clases adineradas de la época.

Pintura Neoclásica:

En la segunda mitad del siglo XVIII la pintura experimentó una revolución, cuando el neoclasicismo vino a sustituir al exuberante estilo rococó. Este resurgimiento clásico en las artes se debió a diferentes acontecimientos. En primer lugar, a mediados del siglo XVIII, se iniciaron muchas excavaciones arqueológicas en Italia y en Grecia y se publicaron libros con dibujos de antiguas construcciones que los arquitectos ingleses y franceses copiaron. En segundo lugar, en 1755, el historiador del arte alemán Johann Joachim Winckelmann publicó su ensayo pensamientos sobre la imitación de las obras griegas en la pintura y la escultura, ensalzando la escultura griega. Fue Jacques-Louis David el principal defensor del neoclasicismo. El estaba imbuido de las influencias clásicas recibidas durante su estancia en Roma, y con anterioridad, de las obras del clasicista francés del siglo XVII, Poussin. El sobrio estilo de David armonizaba con los ideales de la Revolución Francesa. David no sólo utilizaba la historia antigua y el mito clásico como fuentes para sus temas, sino que basaba la forma de sus figuras en la escultura antigua. Su gran sucesor fue Jean Auguste Dominique Ingres, a quien se llegó a identificar con la tradición académica en Francia por la fría serenidad de sus líneas y tonos, y por su esmerado interés por el detalle, como en su sorprendente retrato de La condesa de Haussonville (1845, colección Frick, Nueva York). David ejerció su influencia sobre muchos otros pintores, entre los que se encontraban varias mujeres que destacaban como seguidoras suyas. La pintura neoclásica participa del resto de características del Neoclasicismo. Se trata de volver a los ideales clásicos tras los excesos del barroco y del rococó.

El problema principal que se planteaba a los pintores neoclásicos, a diferencia de lo que ocurría con los arquitectos o escultores de este estilo, era la escasez de las pinturas clásicas. Se tomaron modelos de la antigüedad adaptándolos a las necesidades de renovación política, social, ética y cultural de la época. En consonancia con el racionalismo del momento, el predominio del dibujo es patente, mientras que la importancia del color queda relegada. A ello también contribuye la escasez de pintura clásica, por lo que los pintores han de basarse en la escultura griega y romana. El resultado es que las obras resultan, además de sobrias, algo fríos.

Sin duda el máximo auge de la pintura neoclásica se produce durante la Revolución Francesa y su máximo exponente será el pintor francés Jacques-Louis David. Francia se convierte así en el centro artístico de esta época.

Pintura Romántica:

Sucediendo muy de cerca al neoclasicismo, el movimiento romántico introdujo el gusto por lo medieval y lo misterioso, así como el amor por lo pintoresco y lo sublime de la naturaleza. Se dio rienda suelta a la imaginación individual y a la expresión de la emoción y del estado de ánimo, desbancando al enfoque intelectual razonado de los neoclasicistas. En general, los pintores románticos preferían las técnicas coloristas y pictoricistas al estilo neoclásico, lineal y frío.

En el siglo XIX se producen dos movimientos opuestos en la pintura:

  • Pintura neoclásica: se basa en la razón.

  • Pintura romántica: se basa en los sentimientos.

Los primeros años del siglo XIX estuvieron dominados por el neoclasicismo. El cambio se produjo cuando los filósofos alemanes, empezaron a hablar de lo subjetivo y del sentimiento.

No hay una filosofía del romanticismo definida, ni tampoco cronología exacta. Es una consecuencia de una nueva sensibilidad y una nueva forma de ver la sociedad donde se aspira a nuevas formas de expresión y ya se han liberado las estructuras sociales en la que ese nuevo hombre que surge se asienta.

Por tanto, el arte romántico surge a consecuencia del giro y del cambio. Nace como un arte revolucionario, que aspira a conseguir cambios sociales, culturales, políticos, etc.

Los pintores del Romanticismo más importantes son Teodoro Gericault y Delacroix

Realismo:

Hacia mediados del siglo XIX, el pintor francés Gustave Courbet rechazaba tanto el neoclasicismo como el romanticismo y proclamaba un movimiento individual llamado realismo. No le interesaba la pintura histórica, ni los retratos de los gobernantes, ni los temas exóticos, pues creía que el artista debía ser realista y pintar los acontecimientos cotidianos de la gente común. El entorno elegido para muchos de sus lienzos fue Ornan, su villa natal en el levante francés; allí retrató a obreros construyendo una carretera, a ciudadanos asistiendo a un funeral, o a hombres sentados alrededor de la mesa escuchando música y fumando. Aunque no existía ningún movimiento artístico realista formal, la obra de algunos pintores del siglo XIX presenta tendencias que pudieran ser identificadas como tales. Honoré Daumier, pintó pequeños lienzos realistas sobre la vida en las calles de París.

La pintura realista no introdujo grandes novedades en técnicas. Se revalorizaron los grandes maestros naturalistas del Barroco, especialmente los españoles e italianos. Su mayor innovación fue en los temas: el mundo del trabajo de los obreros y campesinos. La aparición de la fotografía en 1839 influyó poderosamente en el arte, haciendo ver de otra manera la realidad.

Desarrollo del Impresionismo:

Al volver sus ojos hacia los temas cotidianos, los artistas de mediados del siglo XIX sentaron un precedente para la siguiente generación de la vanguardia francesa. Edouard Manet fue el principal innovador de la década de 1860 y su estilo fue precursor del impresionismo. Al igual que Courbet, Manet encontró muchos de sus temas en la vida que le rodeaba (los parisinos solazándose en restaurantes, en parques, o paseando en barco). Estas y otras innovaciones, como su pincelada libre e imprecisa y sus amplios parches de color superpuestos sin transición, hacen que se considere a Manet el primer pintor moderno.

Movimientos Post-Impresionistas

En la década de 1880, y durante un breve periodo, Pissarro se desvió hacia una nueva técnica, una ramificación del impresionismo desarrollada por Georges Seurat y conocida como puntillismo. Seurat y sus seguidores neoimpresionistas transformaron la pincelada suelta, típica del impresionismo, en puntitos de pigmento puro, superponiendo sobre el lienzo zonas diminutas de colores complementarios. Las obras tempranas de tres importantes artistas de finales del siglo XIX, Vincent van Gogh, Paul Gauguin y Henri Toulouse-Lautrec, denotaban la influencia del impresionismo, pero acabaron por desarrollar estilos postimpresionistas claramente definidos. Tanto van Gogh como Pissarro hicieron breves experimentos con la división del color. Sin embargo, en el estilo desarrollado por van Gogh era típico el empleo del color puro, aplicado muy denso en pinceladas vacilantes que dotaban a la obra de intensa expresión emocional. Muchos de sus lienzos, en especial los de cipreses azotados por el viento y los de campos de trigo bajo cielos tormentosos, expresan su propio estado de ánimo, tal como lo reflejan las fuerzas de la naturaleza. El estilo de van Gogh ejerció gran influencia sobre los pintores del norte de Europa que, a principios del siglo XX, desarrollaron el expresionismo.

La obra de su colega Gauguin refleja también distorsiones de línea y de color pero difiere de la suya en que es más simbólica que expresionista. Las zonas de colores mates fuertes forman motivos decorativos, con los contornos muy marcados. Gauguin fue la figura central de un nuevo movimiento conocido como sintetismo o simbolismo, activo durante la década de 1890, cuyos inmediatos seguidores formaban el grupo de los Nabis.

Otro camino tomó Toulouse-Lautrec, pintor de personas, que elegía a sus modelos entre las cantantes y bailarinas de cabaret y las prostitutas; estas figuras eran la expresión de la decadencia social del París de los llamados "Alegres Noventa".

Fauvismo

A principios de siglo, los artistas, tanto franceses como alemanes, mostraron su interés por el arte de las sociedades no-occidentales. Después de investigar las llamadas tradiciones artísticas primitivas en Bretaña, Gauguin trasladó su búsqueda a los mares del sur. Su modelo de color decorativo y sus teorías influyeron sobre un grupo posterior de pintores, conocidos como los "fauves" (fieras), a la cabeza de los cuales estaba Henri Matisse. La utilización subjetiva del color y la simplificación del dibujo el desinterés por el acabado y sus colores chillones le trajo el desprecio de la crítica cuando expuso sus paisajes, pintados en Colliure, en el Salón de Otoño de 1906. Allí también se expuso el Retrato de la Sra. Matisse de Matisse, que fue interpretado como una caricatura de la feminidad y como una excentricidad. El repudio de la crítica convirtió a los fovistas en el grupo más avanzado de París en ese entonces.

Aunque concebían la actividad artística como un impulso vital, el punto de partida fue la resolución de problemas puramente plásticos, como el uso del color en una función plástica y constructiva al mismo tiempo. Para los fauvistas el cuadro debía ser expresión, no composición y orden.

ANTO

Expresionismo

La obra de los artistas más preocupados por plasmar sentimientos y respuestas subjetivos, por medio de la distorsión de la línea y del color, que por representar fielmente la realidad externa, se fundió en un movimiento conocido como expresionismo. Fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición del fauvismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las llamadas "vanguardias históricas".

Suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939).

Cubismo

El Cubismo es un arte mental, se desliga completamente de la interpretación o semejanza con la naturaleza, la obra de arte tiene valor en sí misma, como medio de expresión de ideas. La desvinculación con la naturaleza se consigue a través de la descomposición de la figura en sus partes mínimas, en planos, que serán estudiados en sí mismos y no en la visión global de volumen. Así un objeto puede ser visto desde diferentes puntos de vista, rompiendo con la perspectiva convencional y con la línea de contorno. Desaparecerán las gradaciones de luz y sombra y no se utilizarán los colores de la realidad, apareciendo en las representaciones el blanco y negro. Las formas geométricas invaden las composiciones. Las formas que se observan en la naturaleza se traducirán al lienzo de forma simplificada, en cubos, cilindros, esferas. Nunca cruzaron el umbral de lo abstracto, la forma siempre fue respetada. Los principales temas serán los retratos y las naturalezas muertas urbanas.

Cubismo AnalíticoCaracterizado por la descomposición de la forma y de las figuras en múltiples partes, todas ellas geométricas. El objetivo es examinarlas y ordenarlas por separado. Es el cubismo más puro y el de más difícil comprensión.

Cubismo SintéticoAl Cubismo Analítico le sucede el cubismo sintético, que es la libre reconstitución de la imagen del objeto disuelto. El objeto ya no es analizado y desmembrado en todas sus partes, sino que se resume su fisonomía esencial. La síntesis se realiza resaltando en el lienzo las partes más significativas de la figura que serán vistas por todos sus lados.

Algo fundamental en esta etapa es la técnica del collage, la inserción en el cuadro de elementos de la vida cotidiana como papeles, telas y objetos diversos. El primero en practicarlo fue Braque. El collage nos ayuda a recuperar el referente concreto, a partir de aquí ya no interesa el análisis minucioso, sino la imagen global.

Pintura Abstracta:

El arte abstracto, que abarca varios estilos bien definidos, empezó a desarrollarse en Alemania, Estados Unidos, Rusia y los Países Bajos durante la segunda década del siglo XX. Sus pinturas de cuadrículas, poniendo de relieve la bidimensionalidad del plano pictórico, y sus teorías estéticas fueron la base del desarrollo de la abstracción geométrica en Estados Unidos en la década de 1930. En esta última tendencia destaca en América Latina el italo-brasileño Alfredo Volpi, cuyo trabajo desemboca en una geometría sensible, con trazos menos exactos y más imaginativos. Se enfatiza los aspectos cromáticos, formales y estructurales, acentuándolos, resaltando su valor y fuerza expresiva, sin tratar de imitar modelos o formas naturales. El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones. El arte abstracto usa un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real.

Dadaísmo:

Surgió en Europa y en Norteamérica. Fue una oposición al pasado violento de la Primera Guerra Mundial. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción.

Caracterizado por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando un anti-arte. Sus orígenes se localizan cuando una serie de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en Zúrich durante la Primera Guerra Mundial. Se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general.

Surrealismo

En 1924 André Bretón presentó un manifiesto dando el nombre de surrealismo al movimiento que proclamaba la superioridad del inconsciente y el papel de los sueños en la creación artística. Los surrealistas más importantes fueron Ernst, Salvador Dalí, Joan Miró, René Magritte, Jean Arp y André Masson. En América Latina destaca el chileno Roberto Matta, que combina el surrealismo con la abstracción.

Por otra parte, se podría incluir a la mexicana Frida Kahlo dentro de una corriente surrealista influida por el arte popular.

A partir de la II Guerra Mundial, los artistas de todo el mundo han desempeñado un importantísimo papel en la creación de nuevos estilos o en el desarrollo de los ya existentes. Entre ellos se encuentran el expresionismo abstracto, el Op Art y el Pop Art, el foto realismo y el minimalismo.

El surrealismo penetró la actividad de muchos artistas europeos y americanos en distintas épocas. Pablo Picasso se alió con el movimiento surrealista en 1925. Se consideran surrealistas las obras del período Dinard (1928-1930), en que Picasso combina lo monstruoso y lo sublime en la composición de figuras medio máquinas medio monstruos de aspecto gigantesco y a veces terrorífico.

Expresionismo Abstracto:

La presencia en Estados Unidos de muchos surrealistas europeos refugiados, fue sin duda el "empujón" en la creación del expresionismo abstracto, movimiento centrado en Nueva York entre las décadas de 1940 y 1950. La técnica pictórica implicaba gotear colores sobre lienzos de gran formato para crear al azar motivos enérgicos. Otras técnicas expresionistas abstractas implicaban, aplicar sobre el lienzo grandes extensiones de color sutilmente modulado.

Generalmente son abstractos en el sentido de que eliminan la figuración. No obstante, hay excepciones y algunos emplean trazos figurativos, apareciendo figuras reconocibles. Las telas presentan un aspecto geométrico que las hace diferentes de movimientos precedentes, como el surrealismo.

Una de las características principales de los expresionistas abstractos es la concepción de la superficie de la pintura como all over (cobertura de la superficie), para significar un campo abierto sin límites en la superficie del cuadro: el espacio pictórico se trata con frontalidad y no hay jerarquía entre las distintas partes de la tela. El cromatismo suele ser muy limitado: blanco y negro, así como los colores primarios: magenta, amarillo y cian. Los pintores expresionistas que redujeron la obra a prácticamente un solo color estaban ya anticipando el arte minimal.

Este tipo de cuadros, con violentos trazos de color en grandes formatos, presenta como rasgos distintivos la angustia y el conflicto, lo que actualmente se considera que refleja la sociedad en la que surgieron estas obras.

Op Art y Pop Art

En la década de 1960 se iniciaron nuevos estilos y movimientos. Algunos pintores siguieron en la senda de la abstracción, como muestra el Op Art. Este se basa en producir ilusiones ópticas generalmente abstractas, el Pop Art es figurativo, como se aprecia en las divertidas obras de su creador, el artista inglés Richard Hamilton. Los artistas Pop tomaban sus imágenes de los anuncios, de las películas, de las tiras cómicas y de los objetos cotidianos.

El Arte Pop fue un movimiento artístico surgido a mediados de los años 1950 en el Reino unido y finales de los años 1950 en los Estados Unidos. El arte pop desafió la tradición afirmando que el empleo de imágenes de la cultura popular tomadas de los medios de comunicación es contiguo con la perspectiva de las Bellas artes dado que el Pop remueve el material de su contexto y aísla al objeto o lo combina con otros elementos para su contemplación. El concepto del Arte Pop no hace tanto énfasis al arte en sí, sino a las actitudes que lo conducen.

La mayoría de las obras de este estilo son consideradas incongruentes debido a que las prácticas conceptuales que generalmente son utilizadas hacen que sean de una difícil comprensión.

Nuevo Realismo:

Las irónicas imágenes del Pop Art ayudaron a despejar el camino para un renacimiento de la pintura realista. El realismo es un estilo continuo, pero muy individualista, en el arte de América. Los realistas que se destacaron en las décadas de 1970 y 1980 fueron aquellos que habían asumido algunos de los conceptos estéticos del arte abstracto. La foto realismo se basaba en la fotografía para conseguir una variedad de pintura realista impersonal, con detalles precisos.

Nuevas Tendencias Abstractas:

Después de la intensa subjetividad del expresionismo abstracto, la pintura abstracta se inclinó hacia una pureza formal más rigurosa e impersonal. La culminación de esta tendencia fue el minimalismo, en el cual la pintura se reducía a simples formas geométricas, motivos rítmicos o colores lisos. Fue un movimiento relacionado con el anterior, que evolucionó hacia composiciones abstractas más complejas y dinámicas.

Bajo la influencia de la máxima de Duchamp, según la cual la pintura debía estar "al servicio de la mente", el arte conceptual solía consistir en una sola palabra o en una afirmación teórica.

La Pintura Europea de la Posguerra:

En Inglaterra las agónicas figuras de Francis Bacon y los cuadros urbanos, llenos de lirismo, de David Hockney dan fe de la vitalidad de la pintura figurativa inglesa. En América Latina, el dibujante, pintor, moralista y escultor colombiano Fernando Botero empieza e exponer desde principios de la década de 1950. La factura ingeniosa de sus personajes obesos deja ver la influencia de los pintores italianos del quattrocento.

Neo-expresionismo

En la década de 1980 varios artistas jóvenes, europeos y americanos, se rebelaron contra la pureza formalista, impersonal y austera, de gran parte del arte abstracto. El resultado fue un resurgimiento de la pintura figurativa y narrativa llamado neo-expresionismo. Muchos de los seguidores de este movimiento evitaron la representación realista, empleando en su lugar pinceladas toscas y colores fuertes para plasmar sus visiones subjetivas, por lo general ambiguas y enigmáticas.

Algunos de los exponentes más importantes de este movimiento son: Georg Baselitz, Anselm Kiefer, Markus Lüpertz, Karl Horst Hödicke, Jörg Immendorff, Dieter Krieg, Sigmar Polke, Antonius Höckelmann, Volker Tannert, A. R. Penck y Peter Brötzmann, si bien este último más reconocido en el ámbito de su carrera musical, su trabajo como artista plástico lo destaca en el nacimiento del movimiento Fluxus, en estrecha relación con Nam June Paik, Joshep Beuys. Estos grupos destacan por su agresividad temática y cromática, con colores fluorescentes y temáticos frecuentemente sexual.

Entre los artistas norteamericanos destacan Basquiat y Haring, que combinaban la agresividad con el humor y la ironía. Utilizaban generalmente colores básicos muy saturados, formando manchas planas o, en el caso de Haring, líneas y contornos muy definidos.

Aunque fue un movimiento de corta duración, éste gozó de una gran popularidad en su momento, en parte gracias a la fuerte promoción que recibió por parte de gente importante dentro del medio artístico de la época.

 

 

 

 

Autor:

Rocío

Yohana

Cecilia

Antonella

Partes: 1, 2
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