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La influencia de la narcocultura en jóvenes de educación secundaria

Enviado por Saint Morales


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Narcotráfico en México
  4. Narcocultura en México
  5. Métodos y técnica
  6. Instrumentos
  7. Procedimiento
  8. Conclusión
  9. Bibliografía
  10. Anexos

"Más vale vivir cinco años como rey que cincuenta como güey"

Frase Narcotraficante

Resumen

En las últimas tres décadas se observó en México un alarmante incremento en los índices de violencia delictiva, principalmente la que es relacionada con el crimen organizado y el narcotráfico. El presente trabajo nos ofrece una visón del desarrollo histórico del narcotráfico en México, sus repercusiones sociales, la formación de una sub cultura denominada Narcocultura y su influencia a partir de la música, series de televisión, lenguaje, vestuario llamativo y ostentoso y todo un modus vivendi de personas que integran estos grupos delictivos y que sirven como ejemplo a seguir para una gran cantidad de niños y jóvenes que buscan obtener reconocimiento, dinero y una vida rodeada de lujos sin un mayor esfuerzo. Así mismo, se nos dan a conocer los resultados de un estudio realizado a jóvenes de nivel secundaria de Ciudad Nezahualcóyotl sobre la influencia de la narcocultura en su comunidad.

Palabras Clave

Narcotráfico, Narcocultura, Droga, Cártel.

Introducción

El Narcotráfico como concepto se define como una actividad ilegal que se encarga del cultivo, producción (en caso de las drogas sintéticas)[1] venta, distribución y control del mercado de las drogas. Como fenómeno social el narcotráfico denota una estructura jerárquica bien organizada donde cada uno de sus elementos cumplen una función establecida casi equiparables a la de una organización empresarial. Manuel Castells (1999), al referirse a la ampliación de las redes transgresoras, establece que las peculiaridades de funcionamiento y las ventajas de esas organizaciones para su expansión, comparadas con las corporaciones y empresas normales y legitimas, han sido la "flexibilidad" y la "versatilidad". Flexibilidad para negociar con grupos múltiples, y versatilidad para transmutar su fachada, su rostro o sus aspectos empresariales, a través del lavado de dinero. Dice que "la interconexión es su forma de operación", tanto en lo que compete a los mecanismos internos de cada instancia criminal (por ejemplo la mafia siciliana, el cártel de Cali, o el accionar grosso modo de los principales grupos mexicanos), como en la relación que tiene cada agrupación con otras organizaciones criminales.

Además se considera como fenómeno social por la confrontación, lucha y dominio de territorios entre grupos delincuenciales o con policías y soldados, por la corrupción en las altas esferas políticas y judiciales del gobierno, por las masacres contra la población desarmada y ajena a este tipo de actividad, por los delitos asociados al delito principal como pueden ser la extorción y el secuestro en cualquiera de sus modalidades, y por la influencia que puede ejercer este modus vivendi en la población mas vulnerable (niños, jóvenes y población marginada) y así, insertarse a este tipo de actividad.

La presencia del narcotráfico no es algo nuevo, se presenta en México a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX y encuentra en nuestro país el lugar idóneo para su desarrollo por la capacidad corruptora, su infiltración en el gobierno y la capacidad de producción de los cárteles de la droga. Durante las últimas tres décadas se intensifica su presencia por diversos acontecimientos políticos y sociales. El primero de ellos es que nuestro país durante mucho tiempo había servido de puente de traslado entre países sudamericanos y Estados Unidos, quien históricamente ha sido el principal consumidor de drogas, ahora México se convierte también en consumidor directo. Por otro lado el país atravesó por 3 crisis económicas durante los años 1982, 1987 y 1995 (Anexo 1) lo cual origino un aumento en el índice de pobreza, aumento en el registro de desempleo por el cierre masivo de fabricas e industrias (Anexo 2). En consecuencia aumenta el índice delictivo, se intensifica el narcotráfico y delitos asociados a este y la aparición de diversos grupos delincuenciales que se disputan territorios para el cultivo y venta de drogas. La respuesta del gobierno fue tratar de frenar y combatir el narcotráfico sin obtener grandes resultados.

Para Noam Chomsky "Lo que el gobierno mexicano está tratando de hacer, y que es un poco opaco. Se ve en cierta medida, como si estuvieran apoyando a uno de los carteles contra el otro. Si eso es lo que están tratando de hacer, entonces no hay ninguna justificación. Si quieren detener las drogas, las tramas de la droga, piensan que saben cómo proceder, y no es con la acción militar. Tienes que llegar al corazón del asunto. Parte de la respuesta fue dada por la declaración de los tres ex presidentes, Zedillo, Cardoso y Gaviria. Ellos salieron con un estudio de hace unos años en el que se limitó a decir que la penalización de las drogas acaba creando el problema, y ??que de alguna manera las drogas debe ser legalizado, como el alcohol, y se regula. Entonces no te dan los sindicatos del crimen. Eso es parte del problema, sino una parte más profunda es aquí, en los Estados Unidos.

El problema de las drogas está en los Estados Unidos, no en México. Es un problema de demanda y que ha de ser tratado aquí, y no está siendo tratado. Se ha demostrado una y otra vez que la prevención y el tratamiento son mucho más rentable que la acción policial, fuera del país de acción, control de fronteras, y así sucesivamente. Pero el dinero va en la otra dirección y nunca tiene un impacto. Cuando los líderes llevan a cabo políticas de décadas que no tienen consecuencias para el objetivo declarado y son muy costosos, uno tiene que preguntarse si están diciendo la verdad o si las políticas son para un objetivo diferente, debido a que no están reduciendo el consumo de drogas" [2]

En la actualidad el trato y manejo de este tema es de lo mas normal y cotidiano en la población estudiantil y se aborda en la materia de Historia Universal I de 2º grado de secundaria en el 5º Bloque: "El narcotráfico, el comercio de armas y el terrorismo actual"[3]; y en la materia de Formación Cívica y Ética II de 3er grado de secundaria en el Tema 2.4 del Bloque I: "Situaciones que afectan la convivencia y ponen en riesgo la integridad personal: el tráfico y consumo de drogas, problemas que lesiona a las personas en sus derechos humanos, genera inseguridad, violencia y deteriora la calidad de vida de los integrantes de la sociedad"[4].

Es aquí, al abordar el primer de estos dos temas que menciono en un aula de clases ante un grupo de 40 adolescentes de 2o. grado que detecto y me enfrento ante una problemática derivada de este tema. Uno de los jóvenes se muestra renuente y molesto a participar junto con sus compañeros al desarrollo del tema. Al cuestionarlo solo se limita a responder que el en el futuro se dedicara a ser narcotraficante y que no le interesa estudiar ni culminar una carrera para obtener un titulo profesional. Junto con algunos de sus compañeros de grupo argumentamos las razones por las cuales no era conveniente dedicarse a esta profesión, uno de estos argumentos era en razón a la edad de las personas que se dedican al narcotráfico y que a cierta edad la persona se convertía en un obstáculo para la organización teniendo que deshacerse del individuo para ocupar ese lugar con alguien mas joven. El alumno con una gran seguridad respondió que ya sabia las implicaciones y riesgos que enfrentaría y menciono una frase que rompió con todos nuestros argumentos. "Conozco los riesgos y el peligro pero para mi es preferible vivir unos años bien, con lujos y comodidades a vivir toda mi vida jodido".

Es a partir de este hecho que ocurrió durante el ciclo escolar 2013-2014 que me he dado a la tarea de ahondar mas en este tipo de casos lo cual demanda una especial atención y cobra relevancia, dado que estos últimos años en la institución educativa donde laboro ha aumentado el número de casos detectados de jóvenes que ingieren algún tipo de droga dentro y fuera del plantel, de igual manera aumento el numero de casos en los que se ha sorprendido a jóvenes que distribuyen y venden dentro de la institución pequeñas dosis de droga. A la par de ello ha aumentado la cantidad de jóvenes que tienen predilección por el tipo de música de banda y corridos en especial los que en sus letras hablan de narcotraficantes, de sicarios o personas ligadas al tema, de igual manera tienen preferencia por ver series donde el tema principal es la vida de narcotraficantes y tienden a utilizar entre sus prendas de vestir (playeras, hebillas de cinturón, gorras) con algún elemento relacionado a la marihuana. A este fenómeno se le ha denominado con el nombre de narcocultura y junto con el narcotráfico representa un problema grave, que pone en jaque al gobierno, la seguridad nacional, la seguridad y la salud de la sociedad. Actualmente el gobierno libra una guerra contra el narcotráfico pero es una guerra que parece no tener fin y los costos son cada vez más altos. Los jóvenes están cada vez más ensimismados en la experiencia de las drogas, en una actitud apática ante su propia realidad. La pregunta es ¿De qué manera influye la narcocultura en los jóvenes para se integren al mundo del narcotráfico?

El objetivo principal de este trabajo es ofrecer un panorama general del fenómeno denominado como narcocultura, analizar si es el mismo efecto que causa en los jóvenes de nuestra comunidad con jóvenes de entidades del norte del país donde el problema del narcotráfico es mas agravado.

Esta fase introductoria estará dividida en dos partes, en un primer momento se hará un recuento de la evolución del narcotráfico en México desde su conformación hasta la aparición de los principales grupos delictivos denominados carteles. En una segunda parte hablaremos del concepto de narcocultura, así como la descripción de este fenómeno social y su impacto en la sociedad, los elementos que la constituyen y la influencia que origina en los jóvenes.

Hay que tener presente que el desarrollo del narcotráfico esta ligado al desarrollo de las sociedades globalizadas y con ello se da una mayor difusión de este fenómeno.

Narcotráfico en México

México comenzó sus esfuerzos para combatir el consumo, la producción y el tráfico de estupefacientes desde la Conferencia de Shangai en 1909 y la Convención Internacional del Opio de la Haya en 1911 y 1912. Como signatario, México se comprometió a imponer controles sobre el cultivo ilícito de opio en su territorio, con el fin de evitar su exportación clandestina. Para 1931, México había prohibido las exportaciones de mariguana y heroína. (Craig, 1989: 261) Durante toda esta etapa, Estados Unidos no estaba interesado en la cooperación internacional como medio efectivo para combatir el narcotráfico. Su aproximación era más bien imponer a los demás países sus propios intereses y reglas sobre cómo atacar el problema. (Toro, 1995:6).

Por su parte, el gobierno mexicano en la época de la revolución veía el tráfico de drogas como un factor más que podía desestabilizar la frontera entre México y Estados Unidos y a un país que se encontraba en guerra. El presidente de México, Venustiano Carranza estaba igualmente preocupado por esta situación e intentó prohibir el tráfico de opio en Baja California. En 1923 el presidente Álvaro Obregón prohibió la importación de cualquier narcótico y creó una base aérea en Ciudad Juárez para detener el contrabando de licor a lo largo de la frontera con Estados Unidos. En 1927 el presidente Calles firmó un decreto prohibiendo la exportación de heroína y mariguana (Toro, 1995, 8). La cooperación entre México y Estados Unidos durante estos años fue sumamente pobre. Mientras que al país del norte le preocupaba el ingreso a su territorio de drogas y alcohol de manera ilegal, México tenía problemas evitando el contrabando ilegal de armas.

En estos años, se hizo muy poco para detener la producción de mariguana y opio. México intentó firmar acuerdos bilaterales para luchar de manera más coordinada contra el narcotráfico, pero Estados Unidos no parecía estar interesado. (Toro, 1995: 11).

Durante la Segunda Guerra Mundial, la industria estadounidense se encontraba en un esfuerzo monumental para satisfacer las demandas de su ejército. Esta economía de guerra no le permitía proveer de muchos otros productos al país, y debía importarlos. Uno de estos era la morfina y diversos opiáceos para sus soldados. México se convirtió en su principal proveedor. (Inciardi, 1992: 41) Sin embargo, los factores que realmente contribuyeron al crecimiento de la producción de heroína y mariguana en México después de la guerra fueron la desarticulación de las rutas tradicionales de heroína (rutas que provenían de Europa y Asia) y el incremento del consumo en Estados Unidos de estas drogas.

Cuando la guerra terminó, el gobierno estadounidense decretó que la producción e importación de estupefacientes hacia Estados Unidos estaban prohibidos. Si bien México formó parte de tratados para internacionales para controlar las drogas, y prohibió el uso de mariguana y similares, el consumo de drogas era tan pequeño en aquel entonces y como no había mucho interés por respetar los tratados en este tema, el tema de las drogas fue muy secundario durante la primera mitad del siglo XX. (Lindau, 2000: 250). México, desde principios de siglo ya había mostrado esfuerzos por combatir la producción de estupefacientes, cuando inmigrantes chinos se establecieron en Sinaloa y Sonora y se convirtieron en los primeros productores de opio en el país. (Craig, 1989: 251) En 1948 se llevo a cabo en México la primera campaña de erradicación de cultivos de opiáceos. El ejército recorrió alrededor de 11,000 kilómetros, destruyendo casi 700 sembradíos a nivel nacional. (Toro, 1995: 13). La novedad de esta campaña fue que se extendió hacia otros estados además de aquellos productores por tradición: Sinaloa, Durango y Chihuahua, región que se llegó a conocer como el triángulo crítico o triangulo dorado.

No fue sino hasta la década de los 60"s y 70"s, cuando el consumo se extendió realmente en los Estados Unidos. El principal mercado se encontraba en los jóvenes universitarios. El movimiento "hippie", promotor de la paz, era también un movimiento que perseguía el hedonismo y la búsqueda de experiencias nuevas. Para 1967 alrededor del 13 por ciento de los adultos entre 18 y 25 años en Estados Unidos había probado la mariguana y el consumo de heroína había aumentado considerablemente (Toro, 1995, 15). Pocos años después, la famosa "Ruta del Caribe", que era el trayecto que seguían los cargamentos de droga desde Colombia y otras partes de Sudamérica hacia los Estados Unidos fue altamente militarizada por Estados Unidos por lo que era cada vez más difícil traficar droga con bajos riesgos. Estos factores permitieron que las únicas rutas disponibles para introducir la droga hacia los Estados Unidos fuesen las rutas mexicanas controladas por narcotraficantes de ese mismo país. En unos cuantos años, México ya representaba una competencia importante para las mafias colombianas.

En septiembre de 1969, el gobierno de Richard Nixon, preocupado por los altos índices de consumo de droga dentro de su país y como llamado de atención ante la insuficiencia de México para controlar el tráfico de drogas, decidió montar la Operación Intercepción. Duró apenas tres semanas en las que poco más de dos mil agentes del gobierno estadounidense inspeccionaron minuciosamente todos los vehículos provenientes de México. El objetivo final de esta operación era en realidad generar presión internacional hacia México, y lo lograron.

México respondió pocos años después con la Operación Cóndor. Washington ayudó a México a montar la operación Cóndor, con el fin de erradicar los cultivos de droga en territorio Mexicano. La producción de drogas para esos años había crecido de una manera alarmante. Las autoridades mexicanas se dieron cuenta de que necesitaban tomar medidas distintas. Métodos de erradicación anteriores sólo habían logrado una mayor proliferación de traficantes y campesinos armados. Algunas organizaciones relacionadas al narcotráfico habían ganado un poder considerable en ciertos estados del norte del país. (Toro, 1995: 17). Más aún, el narcotráfico comenzaba a presentar una amenaza real al poder del estado y su capacidad para mantener el orden e imponer la ley. México estaba preocupado de que el fracaso de sus políticas antidrogas pudiese poner en jaque la autonomía de futuras políticas ante Estados Unidos.

El éxito de las nuevas técnicas de cultivo en regiones inaccesibles, aunado a los efectos de la corrupción en todos los niveles del gobierno e instituciones mexicanas, los problemas económicos del país entre otros problemas, redujeron la eficacia de los esfuerzos del mismo gobierno para erradicar cosechas. A tal grado que a mediados de los ochenta, los sembradíos de mariguana eran mayores que antes de la Operación Condor. (Lindau, 2000, 251)

En estos años, las condiciones favorables en las que se encontraban los cárteles mexicanos y su astucia para negociar con los cárteles de Colombia, principalmente el cártel de Cali y de Medellín, les permitió un rápido ascenso económico. (Francois Boyer, Jean, 2001: 60)

Para la década de los 80s, aunque los cárteles colombianos se encontraban en su auge, se vieron en la necesidad de reorientar sus rutas hacia México. En este punto los nacientes cárteles mexicanos se vieron sumamente beneficiados por sus ventajas comparativas (que eran principalmente geopolíticas). "En cierto modo, la llegada de los mexicanos al gran mercado de la cocaína precipitó el desmantelamiento de la organización de Escobar." (Boyer, 2001: 70). En 1987 el tráfico de narcóticos fue declarado un problema de seguridad nacional por primera vez por el presidente De la Madrid y luego retomado por el presidente Salinas (Toro, 1995:32). Esta situación sólo se intensificó durante la década de los 90s. Organizaciones como el Cártel de Tijuana, el Cártel de Juárez, el Cártel de Sinaloa, el Cartel del Golfo, entre otras, operaban en la frontera norte del país con una infraestructura multimillonaria. La ventaja comercial de los cárteles mexicanos con respecto a los colombianos es su situación geográfica e histórica. Más de tres mil kilómetros de desierto prácticamente despoblado, es el tamaño de la frontera que une a México y Estados Unidos. Esto, aunado a que en 1993 se firmó el Tratado de Libre Comercio de Norte América (TLCAN), facilitará cada vez más la entrada de droga de México a Estados Unidos.

El narcotráfico, para las organizaciones colombianas, resulta cada vez menos rentable simplemente porque los mexicanos sacan más dinero que los colombianos por cada kilo de coca. Para fabricar la droga, construir y proteger los laboratorios, transportar la droga hasta México y sobornar a todas las personas necesarias para que esto pueda suceder de manera impune, las mafias colombianas gastan muchos recursos. Por otro lado los cárteles mexicanos venden la droga a Estados Unidos a un precio mucho mayor y, por si fuera poco, los colombianos deben entregar la mitad de su propia mercancía a los mexicanos por transportarla hasta Estados Unidos. Por estos motivos los cárteles mexicanos se enriquecen a un ritmo más rápido. "En 2000, para tener el derecho a utilizar el territorio mexicano, las mafias colombianas deben renunciar a comercializar en Estados Unidos entre 50% y 75% de la droga que ellas exportan" (Boyer, 2001:72).

Durante esos años Estados Unidos resuelve crear una nueva herramienta de política exterior en su estrategia de lucha contra el narcotráfico internacional. El Congreso de Estados Unidos y la Casa Blanca crean el proceso de certificación en 1986 como parte de una ley antidrogas más amplia que responda a las necesidades y preocupaciones de los votantes norteamericanos por la creciente violencia y la adicción que estaban generando algunas drogas como el crack. Dicha ley requiere que el presidente de los Estados Unidos envíe al Congreso una lista de países con producción y tráfico de narcóticos que no han cooperado lo suficiente en los esfuerzos de interdicción contra el narcotráfico. (Roett, 1997: 2) Si un país no recibe la certificación, la ley dice que se le debe imponer la suspensión de fondos de ayuda financiera de Estados Unidos, con la excepción de que el presidente crea necesario cancelar dicha medida por ser de interés para la seguridad nacional. Instituciones gubernamentales como el Banco de Importación y Exportación se ven obligadas a retener créditos, y directores estadounidenses de instituciones internacionales como el Banco de Mundial y el Fondo Monetario Internacional se ven obligados a votar en contra de cualquier préstamo multilateral a dicho país. (Roett, 1997:2)

El proceso de certificación, impulsado por el presidente Reagan, fue un intento del gobierno estadounidense por crear una medida efectiva para combatir a nivel internacional al narcotráfico, sin embargo como probarían las décadas siguientes, en realidad esta medida no sólo no reduciría el narcotráfico sino que causaría tensiones en la relación bilateral entre México y Estados Unidos dificultando la generación de un esquema integral para combatir el problema.

Desde 1997 la ruta del Pacífico se encuentra en manos de mexicanos. Es decir, las rutas de transporte marítimo de droga ya no son controlados por colombianos, sino por mafias mexicanas, ayudados por magnates mexicanos, vinculados a los altos dignatarios del régimen. En este contexto, se dio la conformación de los cárteles mexicanos más grandes que disputaban las principales rutas de la droga hacia los Estados Unidos. De acuerdo a un reporte preparado por la División Federal de Investigación del Congreso, entre 1999 y 2002, existían 13 organizaciones dedicadas al narcotráfico en México. En este trabajo menciono las más importantes.

Organización Arellano Félix o Cártel de Tijuana: Creado a principios de la década de los 80, en pocos años se convirtió en la red de narcotráfico más poderosa y agresiva en México. Desde Tijuana y Mexicali, la organización orquestaba la transportación, importación, y distribución de cocaína, marihuana, metanfetaminas y heroína en grandes cantidades hacia los Estados Unidos. A mediados de los 90, la OAF creó un sistema de tarifas mediante el cual otras organizaciones delictivas de Chihuahua, Sinaloa, Colima, Tamaulipas, Nayarit, Michoacán y Oaxaca podían operar en la frontera de Baja California. (Miró, 2003: 7).

De acuerdo al mismo documento, la esfera de influencia de esta organización se ha extendido hasta Colombia, Perú y algunos países de Centroamérica. También tienen conexiones con el crimen organizado de Rusia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La Organización Carrillo-Fuentes (OCF), o Cártel de Juárez es, de acuerdo al documento emitido por el Congreso, la organización de narcotráfico más poderosa y geográficamente extensa en México y probablemente de Latinoamérica. Es una organización que ha invertido cantidades multimillonarias alrededor del mundo y sus rastros de dinero llegan hasta Liechtenstein, Argentina, Chile y Estados Unidos. A pesar de la muerte de Amado Carrillo-Fuentes, alias "El señor de los cielos" en Julio de 1997, la OCF ha logrado expandir sus operaciones en México y Estados Unidos. La OCF emplea aproximadamente 3300 personas en unas 400 células distribuidas en 17 estados de la República mexicana. Mantiene un liderazgo de seis individuos y una red de lavado de dinero encabezada por 26 gerentes regionales en todo México. (Miró, 2003: 8)

La Organización Guzmán-Palma (OGP) tiene sus bases en los estados de Sinaloa y Jalisco. Fue por muchos años mermada por la guerra con la poderosa Organización Arellano-Félix, pero desde la muerte y captura de los líderes de esta segunda organización, le ha permitido a la OGP recuperarse. Tiene presencia en 12 estados de la república mexicana. El actual líder del cártel, Joaquín "El Chapo" Guzmán Loaera escapó de una prisión de máxima seguridad mexicana en enero de 2000, con la ayuda de guardias de la misma prisión. Guzmán se encontraba cumpliendo una sentencia de 40 años por tráfico de estupefacientes. A pesar de los esfuerzos de las administraciones de Fox y Calderón para recapturarlo, Guzmán sigue liderando el cártel de Sinaloa y es actualmente el narcotraficante más poderoso del país y probablemente del mundo.

La organización Zambada García, cuyo líder fue mencionado anteriormente, Ismael "El Mayo" Zambada García, ha operado por tres décadas con base en la ciudad de Mazatlán. Zambada es un granjero de casi 60 años con gran conocimiento acerca de cultivos y ha trabajado intensamente para incrementar su producción de heroína y para consolidarse como uno de los principales traficantes de cocaína colombiana. (Miró, 2003,10).

El 19 de Septiembre de 2009, el Universal publicó un artículo en el que expone de manera acertada la geografía actual del narcotráfico en México de acuerdo a informes de la Agencia Antidrogas en Estados Unidos (DEA), el Reporte Nacional de la Droga 2009, informes del departamento de Justicia de los Estados Unidos e investigaciones en México, Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia y África. De acuerdo a la información expuesta por el periódico actualmente los cárteles mexicanos han cambiado sus estructuras y se han consolidado más bien como empresas transnacionales, asegurando la continuidad de sus operaciones en el país y el resto del mundo. Cuentan con Directores Ejecutivos, cuadros operativos, equipos tecnológicos, ciclos de financiamiento y alianzas estratégicas con otras organizaciones. También se menciona que los cárteles de la droga cuentan con programas de expansión, actividades de reclutamiento, contraloría interna, áreas de impuestos, lavado de dinero, control de calidad, entre otros mecanismos propios de una gran corporación o empresa internacional. (El Universal: 2009)

Los ataques del 11 de septiembre de 2001 cimbraron a la nación más poderosa del mundo hasta sus cimientos y revivieron la noción de que la seguridad nacional puede estar afectada por lo que sucede en el exterior. Como consecuencia, las problemáticas relacionadas a la vecindad y la porosidad de la frontera se volvieron una preocupación fundamental para los Estados Unidos. Surgieron las doctrinas de guerra preventiva y de "homeland security", en las que la prioridad es el combate al terrorismo fuera y dentro del país.

En marzo de ese mismo año, se suscribió un acuerdo bilateral entre los gobiernos de México y Estados Unidos en el que se establece un nuevo marco en materia de seguridad. Se le llamó primero "Plan México", luego tomó forma concreta y se le catalogó como iniciativa Mérida. El objetivo de la Iniciativa Mérida es sanear las instituciones débiles, atrasadas o infiltradas por el narcotráfico y la corrupción, así como el fortalecimiento de algunos programas de la Procuraduría General de la República, como OASIS, un programa informático, y el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia Organizada (CENAPI). (Benítez, 2008: 5) Por su parte, en 2008 el ejército mexicano, apoyado por la Marina y la Policía Federal, tomó el control de las calles de las principales ciudades fronterizas del país, sustituyendo temporalmente a las policías locales en sus tareas de seguridad pública. Los operativos fueron un intento del gobierno de Calderón por detener la violencia en estas ciudades y retomar el control territorial vulnerado por las bandas del narcotráfico.

2008 fue el año más cruento en la historia de la lucha contra el narcotráfico en México, con un total de 6,756 ejecuciones vinculadas al crimen organizado, 880 de ellas en Tijuana (Martínez, 2009). Las causas principales de esta violencia resultaron ser, por una parte, la creciente presión del gobierno mexicano en contra de los cárteles de las drogas por un lado, y por otro lado la disputa entre diferentes células de narcotraficantes por el control de las zonas de operación y las rutas de distribución.

Otro factor de preocupación es que durante los últimos años la demanda de drogas por parte de la sociedad Mexicana, que por muchas décadas fue mínima, se comienza a consolidar a partir del nuevo milenio como un mercado de gran importancia para los cárteles de la droga. Un ejemplo de esto es la ciudad de Tijuana que siempre ha estado ligada a la demanda de alcohol, drogas y servicios sexuales por parte del mercado al norte de la frontera, pero que actualmente cuenta con una creciente demanda interna de drogas psicotrópicas. (INCO, 2009).

Los cárteles mexicanos han asumido completamente el mando del tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, y durante los últimos años se convirtieron también en productores de metanfetaminas. Esto produjo el crecimiento del consumo en el propio país, especialmente en la forma de crystal. En 2008, El Universal publicó una nota sobre un narcotraficante hasta entonces poco conocido. Se trataba de Ignacio Coronel Villareal, conocido como "Nacho Coronel", o el "Rey de las drogas sintéticas" y considerado por el gobierno estadounidense como el capo más poderoso de México. Nacho Coronel comenzó su imperio trabajando para Amado Carrillo en Zacatecas, luego se convirtió en el operador logístico del cártel de Juárez. (Velediaz, 2008).

Nacho Coronel es tan sólo la "punta del iceberg" en el mercado de los sintéticos. De acuerdo con estimaciones de la DEA, los narcotraficantes en México controlan actualmente entre el 70% y el 90% de la producción y distribución de la metanfetamina que se consume en los Estados Unidos; los principales centros de producción están localizados en Baja California, Jalisco, Guerrero y Michoacán (Finckenauer, et. al. 2001). Solo en 2007, las autoridades mexicanas desmantelaron 26 laboratorios de metanfetaminas, de los cuales 9 fueron clasificados como "súper laboratorios" (INCO, 2009).

De acuerdo un estudio realizado en 2008 hay tres aspectos fundamentales en relación con la tendencia al incremento del consumo de drogas en México: a) El consumo de marihuana, cocaína (sobre todo en forma de crack) y metanfetaminas se han incrementado considerablemente en los últimos años; b) la edad de inicio en el consumo ha disminuido sustancialmente, y c) ha disminuido la diferencia entre hombres y mujeres en el consumo de estas drogas (INCB, 2009). A pesar de estos números impactantes, para los carteles de la droga en México, el mercado más importante sigue siendo el de Estados Unidos. Tan solo en 2007 se estima que un total de 35.7 millones de personas mayores de 12 años consumieron alguna droga ilícita en ese país, lo cual representa el 14.4% de la población en ese grupo de edad (INCB, 2009). Se estima que el mercado actual de las drogas oscila entre los 6 mil millones (Chabat, 2002) hasta los 25 mil millones de dólares anuales (González-Ruíz, 2001).

Otro problema aunado al crecimiento del consumo local de drogas, es la distribución al menudeo en las ciudades fronterizas de México que ha dejado de ser un negocio a pequeña escala. En la actualidad la distribución al menudeo en casi todas las ciudades fronterizas de lado mexicano está también en manos de redes controladas por los principales cárteles, a quienes hay que pagar protección. Los pilares de estas redes se encuentran en las bases del tejido social, en las colonias populares de la ciudad, protegidas por diferentes bandas y por las policías locales (Garduño, 2009).

Las noticias que tratan el tema del narcotráfico son cada vez más comunes y los medios y la gente comienzan a ver con ojos de normalidad, incluso ya con cierto desdén, la ola de violencia que por más de una década ha asolado al país y que seguirá sucediendo si el gobierno no adopta una estrategia distinta a la que históricamente ha implementado. Los resultados para la sociedad y para el mismo gobierno no podrían ser peores.

Narcocultura en México

Según explica el doctor Guillermo Alonso, antropólogo e investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), "La narcocultutra es el conjunto de rasgos que caracterizan la vida de los narcotraficantes y sus acciones, aclara que fenómenos como el narco lenguaje no son nuevos, pues el hampa desde siempre ha tenido su argot, es decir, su forma particular de hablar".[5]

Los medios de comunicación son quienes se han encargado de popularizar expresiones derivadas al crimen organizado, en la actualidad la palabra 'narco' surge como un nuevo prefijo utilizado por autoridades y prensa para nombrar a lo que tiene relación con el narcotráfico, surgiendo así conceptos como narcofiesta, narcobautizo, narcotúnel, narcomensaje, entre otros.

Respecto al término narcocultura, "el antropólogo observa que es común confundir el concepto 'cultura' con el de 'alta cultura', o sea, con la actividad artística o con las bellas artes, pero ante ello explica que cultura es aquello que diferencia al humano del animal y es aprendido por el entorno familiar y social, como una lengua para comunicarse, valores, hábitos y costumbres".[6]

La narcocultura es un tipo de comportamiento característico de personas que comparten ciertos elementos asociados con el narcotráfico. Por ejemplo, las hojas de marihuana dibujadas en diversos artículos de uso personal «sombreros, cinturones y escapularios, entre otros». Ello ha derivado en otras expresiones y manifestaciones: la vestimenta, el tipo de transporte, la violencia, la corrupción y en especial, la música. (Mondaca, 2004: 20)

A partir de la música y la ficción televisiva se genera en los jóvenes percepciones de aprobación a lo que nosotros vemos como un crimen, pero muchos de ellos ven una forma de vida.

Para el investigador y especialista del Colegio de la Frontera Norte, Ernesto Guevara, "los jóvenes se están volviendo más imitativos debido a la influencia de la televisión, la música y el aumento de la desintegración familiar. Se le está dando a la juventud diversos esquemas más imitativos que en ocasiones son muy complicados de erradicar desde la escuela o la familia. En muchas ocasiones, a partir de la música y la ficción televisiva se genera en los jóvenes percepciones de aprobación a lo que nosotros vemos como un crimen, pero muchos de ellos ven una forma de vida",[7] indicó el experto.

Métodos y técnica

Para el desarrollo de esta investigación se utilizó el método inductivo dado que el problema de investigación es descriptivo con un enfoque mixto ya que los resultados que arrojo fueron de tipo cualitativo y cuantitativo.

La técnica empleada fue la encuesta en la cual participaron 41 jóvenes de edades que oscilan entre los 13 a 15 años de edad, de las cuales 38 fueron culminadas y 3 abandonadas completando un total de 92.68% de las encuestas.

Instrumentos

Después de una búsqueda bibliográfica sobre el origen de la narcocultura en México se optó por elaborar una encuesta de los problemas relacionados con el narcotrafico mediante la plataforma de encuestas en línea "QuestionPro" la cual se eligió por ser de manera gratuita y por contar con un generador de informes gráficos y estadísticos.

La encuesta consistió de 11 ítems de los cuales 8 de ellos eran de respuesta simple (Si o No), 2 de los ítems consistían en elegir una de las 6 opciones múltiples y solo 1 de ellos fue de respuesta abierta.

Procedimiento

Con la finalidad de obtener una mayor cantidad de encuestas se hace la invitación por la red social Facebook a jóvenes del segundo grado de secundaria de una institución ubicada en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México. Obteniendo una cantidad de 41 encuestas de las cuales 38 fueron culminadas y 3 abandonadas completando un total de 92.68% de las encuestas.

Resultados

1. Conocimiento sobre el término Narcocultura.

edu.redComo podemos observar el 52.5 % de los jóvenes no había escuchado o tiene conocimiento de este termino mientras que el 47.5% si tenia conocimiento de él.

2. Por qué cree que muchas personas están dispuestas a entrar al mundo del narcotráfico.

39.02% de los jóvenes considera que los hacen para incrementar su ingreso personal, 34.15% cree que es por la falta de empleos y 9.76% piensa que es para elevar su status social.

edu.red

3. Principal causa de la reciente proliferación de los carteles de las drogas en México.

El 29.27% de los jóvenes considera que es por la desfavorable situación económica, el 24.39% valora que es por el deterioro de valores en la sociedad y con la misma cifra se cree que es por la corrupción en nuestro país.

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4. Has sido afectado directa o indirectamente por la violencia relacionada con los carteles de la droga.

Solo el 23.08% ha sufrido de manera directa o indirecta por los cárteles de la droga mientras que el 76.92% no ha tenido mayor problema.

La mayor parte de los encuestados, el 76.92% no ha sido afectado y solo el 23.08% si. edu.red

5. Personas que tienen conocimiento de alguien que estuvo vinculado con la venta de drogas en el pasado.

De manera sobresaliente la mayor parte de los encuestados 67.5% conoce a personas que estuvieron involucradas en el narcotráfico, mientras que solo un 32.5% no. Mas de la mitad de los encuestados conoce a alguien que actualmente esta involucrado con la venta de drogas en su mayoría jóvenes.

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6. Número de personas que conoce a alguien que ha estado tentado a ingresar al mundo del narcotráfico para aumentar su ingreso personal.

La mayor parte de los encuestados 55% no conoce a alguien que sienta curiosidad por involucrarse a este tipo de actividades. Pero de manera alarmante un 45% de las personas encuestadas si conoce a alguien que ha sido tentado a ingresar al narcotráfico para mejorar económicamente.

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7. Personas que les ha llamado la atención la forma de vida, la solvencia económica y los recursos materiales (autos, joyas, casas y vestimenta) de los narcotraficantes.

De manera impresionante podemos distinguir que el 15% le ha llamado la atención la forma de vida de los narcotraficantes, mientras que el 35% de los jóvenes en ocasiones ha sentido esa curiosidad dando un total del 50% de la muestra. El otro 50% no le ha llamado la atención.

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9. Admiración de los carteles y narcotraficantes en la comunidad.

La mayor parte de la población encuestada 74.36% considera que no existe ningún tipo de admiración por las personas que están involucradas en el narcotráfico, mientras que solo el 25.64% piensa que si existe.

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Discusión

A pesar de que la mayor parte de la población tiene conocimiento de lo que implica el problema del narcotráfico, menos de la mitad de la población encuestada señala que conoce el termino "Narcocultura" 47.5%; aun y cuando en el lenguaje de la población se han incluido expresiones propias de este fenómeno, palabras como Narco, Sicario, Narcotunel, Narcomensaje, etc. son de uso cotidiano ya que son escuchadas en la música, en películas, series televisivas y en el argot popular.

En nuestro estudio encontramos que un amplio sector de jóvenes considera que el problema del narcotráfico ha ganado adeptos logrando que una gran cantidad de personas opten por integrarse a sus filas. 39.02% señala que lo hacen para incrementar su ingreso personal, 34.15% cree que es por la falta de empleos, 9.76% piensa que es para elevar su status social, 7.32% por adicción a las drogas, 4.88% por presión de los amigos y otras razones. Con ello nos damos cuenta que la mayor parte de la población tiene la concepción de que el narcotráfico representa un medio para obtener un ingreso económico principalmente para la gente joven, quienes ven una oportunidad de ascender en su status social de una manera fácil y sin esfuerzo.

El 29.27% de los entrevistados considera que es por la desfavorable situación económica, es la causante del desarrollo de los cárteles de la droga, el 24.39% señala que es por el deterioro de valores en la sociedad y con la misma cifra se cree que es por la corrupción en nuestro país, el 9.76% indica que es por la falta de educación, otras razones obtiene un 7.32% y por último el 4.88% cree que es por el desempleo. La mayor parte de la población atribuye a que el gobierno es el principal responsable debido a la situación económica que atraviesa el país pero otro sector mayoritario considera que la crisis de valores que hoy en día tiene nuestra sociedad también es uno de los principales causantes. Ambas razones tienen una estrecha relación, ya que a partir de las crisis económicas y devaluaciones por las que atravesó nuestro país obligaron a ambas figuras de autoridad en la familia (Padre y Madre) se emplearan en algún oficio para llevar el sustento económico a los hogares y con ello se descuidara la atención a los niños y jóvenes.

Partes: 1, 2
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