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Los estudios superiores en el período colonial

Enviado por diansoto


    1. Abstract
    2. Los estudios superiores en la colonia. 1580-1826

    ABSTRACT

    The studies in the colonial period.

    The research has an analysis of the studies in the colony. This period has been distinguished by two different stages formation: 1580-1736 and the Enlightenment: 1736-1826.

    The first stage belongs to the Real Audiencia (Real Audience) in order to organize the first universities which could grant academic degree. This colonial institution was oriented to educate the Creole and Spanish elite, it was regarding primacy to the lawyers and priests formation.

    Introducción:

    La síntesis que presentamos establece una visión general de la evolución de la universidad colombiana tomando como hilo conductor las grandes reformas educativas y políticas que marcaron rupturas en el desarrollo de esta institución en Colombia.

    A través de cinco grandes períodos daremos una caracterización de cada etapa de estudio en; concepción del Estado sobre la universidad; autonomía; fundaciones dentro del desarrollo cultural-político del país; reformas administrativas y de planes de estudio; profesores y estudiantes; financiación y educación superior femenina.

    Debido a la extensión del trabajo en este número de la Revista de Historia de la Educación Latinoamericana. presentaremos sólo el primer período de estudio que se refiere a "Los estudios superiores en la colonia".

    El trabajo se sustenta en documentos de los Archivo General de Indias, Archivo General de la Nación de Colombia, Archivo del Colegio Mayor del Rosario, entre otros.

    1. Los estudios superiores en la colonia. 1580-1826

    Este período lo caracterizamos en dos etapas diferentes. La primera la denominamos como el de formación: 1580-1736. La primera fecha indica los inicios de los estudios superiores en la actual República de Colombia. Finalizamos en 1736 por marcar la penetración del movimiento Ilustrado en el Virreinato de la Nueva Granda con la llegada de la expedición geodesica. Sin embargo, la enseñanza Ilustrada en la universidad santafereña se da a partir de 1757. El segundo sub-período lo enmarcamos hasta 1826 cuando se estructura la universidad republicana.

    Concepción en la organización de las Universidades

    La primera etapa que hemos denominado de la formación de los estudios superiores en este territorio americano los circunscribimos de 1580 a 1736. La concepción de estos estudios por parte del Estado está unido a la organización administrativa que en su momento se tenía en la península Ibérica.

    De acuerdo con lo anterior, y atendiendo a fuentes documentales, las universidades en América colonial se organizan por la iniciativa de las comunidades religiosas, obispos, altos funcionarios de la Corona, Cabildos Seculares e iniciativas de particulares. En cualquier caso para obtener el título de Universidad, que le garantizaba el otorgar grados, debía tener la Bula Papal ó Cédula Real ó la de ambos.

    Para entender la concepción que se tenía sobre estos estudios, debemos comentar que las universidades en la península Ibérica nacen por la iniciativa del monarca y de obispos que apoyados por el clero organizan "al menos una universidad en su reino". Entre las primeras fundaciones encontramos la que se organizó en la ciudad de Palencia en el reino de Castilla(1208). Esta universidad, nace de la escuela catedralicia palentina y de acuerdo con el obispo Tello se erige "Estudio General" dando prelación al estudio de la Teología como lo hacia la de París.. La universidad, como es de suponer, llevó la respectiva aprobación Real de Alfonso VIII(1221) y la Bula del Papa Honorio III(1220). Esta institución no logró consolidarse por problemas económicos.

    Pero, paralelamente, el rey leonés Alfonso IX(1188-1229) transforma la escuela catedralicia en "Estudio General", en la ciudad de Salamanca(1218), significando "diversidad en sus enseñanzas, su caracterísitica de no privada(abierto a todos) y la validez y aceptación de sus graduaciones". En todo caso, fue hasta 1254 cuando se le reglamenta y se le dota con las rentas que dio Alfonso X el Sabio y más tarde a través de una participación en los diezmos eclesiásticos del obispado de Salamanca. Según se establece, la institución se consolidó con once cátedras y al año siguiente recibe la Bula Papal que le da reconocimiento de sus grados en toda la cristiandad. El modelo de universidad se asemeja al de la universidad de Bolonia donde se daba mayor prelación al estudio de las leyes manifestándose en el mayor número de cátedras en esta área y en los más altos salarios para estos catedráticos. Ciertamente, hacia 1395 ya tenía ocho cátedras dotadas en Derecho y una amplia participación estudiantil en el "gobierno del estudio". Los estudiantes se agrupaban en naciones. El gobierno de la universidad se realizaba con un Rector que era un estudiante noble y elegido por los colegiales. Este rector era asesorado por ocho estudiantes procedentes de las naciones o cofradías. Igualmente, contó con claustros colegiales que se encargaron en organismos del gobierno administrativo, económico y académico. Los Colegios adscritos a la universidad inician su fundación a fines del siglo XIV. Entre los más importantes podemos señalar el de "Pan y Carbón"(1336) y el Mayor de San Bartolomé (1401). En definitiva, esta universidad fue creada por el Rey y con financiamiento Real que posteriormente recibe la acreditación Papal y económica eclesiástica y su modelo fue el de la Universidad de Bolonia. Finalmente, sólo nos resta decir que esta Institución es considerada como la modelo para las universidades que se organizaron en América colonial, principalmente, para aquellas que partieron de la iniciativa de la Corona.

    Otra universidad que va tener marcada influencia en la organización de las universidades americanas es la de Alcalá de Henares. Su fundador el arzobispo Francisco Jiménez de Cisneros(1436-1517) tomó como base para la fundación de la universidad los Estudios Generales que había fundado el arzobispo de Toledo Dn. Gonzalo García Gudiel y que habían obtenido la aprobación Real en 1293. El modelo que utilizó Cisneros fue el de la universidad de Singuenza que se fundamentó en un Colegio con tres cátedras: Artes, Teología y Derecho Canónico y que tenía la prelación de dar grados académicos. Cisneros prefirió el modelo del Colegio constituyendo el de San Ildenfonso de Alcalá y que tuvo "anexos un convento y un hospital de ancianos pobres, para ejercitar la oración y la caridad junto al estudio". El objetivo del fundador se centraba en llevar a cabo una reforma cultural y espiritual del clero.

    La universidad Cisneriana obtuvo la Bula Papal de Alejandro VI, el 13 de abril de 1499, para fundar el Colegio y otorgar grados en las facultades solicitadas. El modelo sería el del Colegio de San Bartolomé de Salamanca y para la enseñanza según la de Salamanca y Valladolid. Además, se le concedió los privilegios del Colegio de San Clemente de Bolonia. El reconocimiento real le llegó por parte de Fernando de Aragón en 1512. La universidad se financió con las vacantes del arzobispado y en el siglo XVI llegó a tener 42.000 ducados mientras la de Salamanca contaba sólo con 5.000 ó 6.000 ducados. La universidad funcionó inicialmente en el convento de los franciscanos, situado en las afueras de la villa pero en 1510 tenía su propio edificio, fecha en la cual se promulgaron las Constituciones de la que se denominó "Colegio Mayor y Universidad de San Ildefonso. Cisneros desde el comienzo dejo claro que su universidad tendría como prelación la enseñanza eclesiástica y que no entraría a competir con la Salmantina que enseñaba el derecho civil.

    El juego de la doble protección, pontificia y regia, va configurando las peculiaridades de estas corporaciones de amplia proyección, con autonomía económica, administrativa y jurídica. Exacta o no la caracterización, se va gestando la imagen de una Cristiandad de cultura superior unificada, con el latín como instrumento lingüístico de intercambio, planes de estudio semejantes en las universidades existentes, y una movilidad potencial de eruditos y estudiosos.

    Resulta, pues, clarificador, considerar a la universidad como una institución docente con otorgamiento de grados reconocidos por autoridad del Rey y del Pontífice (auctoritate regia et auctoritate pontificia). Si carecían de alguna de ellas quedaban en una categoría intermedia, como centros de estudios (studia) generales o particulares

    La primera reglamentación en España se da con las Siete Partidas de Alfonso el Sabio. Aunque, no se conocía el término universidad se emplea la de "Estudio". Es en esta legislación donde se establece el estudio general y particular. Los Estudios Generales correspondían a enseñar las siete artes liberales, leyes y decretos y los establecía el Papa o el Rey. El estudio particular lo creaba el prelado o el concejo. Lo significativo de esta institución era el hecho que otorgaba grados y tenían aceptación en el mundo occidental.

    Es relevante señalar, que en América colonial española se fundaron 32 universidades que otorgaron grados académicos a eclesiásticos y civiles. En su gran mayoría, estas instituciones, obtuvieron las Cédulas Reales y Bulas Papales para su fundación con plena autonomía en el manejo financiero y educativo. Al iniciar el siglo XVIII las únicas "oficiales" eran las de Limay México que corresponden más al modelo salmantino. En el siglo XVIII se organizan otras reales por iniciativa de los Cabildos como la Universidad Real de San Felipe en Santiago de Chile, la pública de Quito, Real de Caracas y la de Guadalajara en México. Estas universidades estaban sometidas al Real Patronato y financiadas por la Corona. Al finalizar el siglo XVIII se habían clausurado 11, especialmente, las que pertenecían a los jesuitas.

    Según se establece, los antecedentes en las fundaciones universitarias, de la actual Colombia, se dieron desde la Real Audiencia en 1550. El origen de las universidades fue diverso y se debió a iniciativas de las diferentes comunidades, arzobispos y filántropos como Pedro Pinillos. La localización se concentró en las grandes ciudades contrario a lo que sucedió en Europa en los orígenes.

    El modelo de las universidades que se fundaron en este territorio americano fue tomado, principalmente, de la de Alcalá de Henares. Señala, Águeda Rodríguez que es un modelo híbrido: "convento-universidad; colegio-universidad; seminario-universidad, que implica la coexistencia y colaboración de dos instituciones, el convento, el colegio o seminario, base que acoge y da cimiento a la institución universitaria, institución con capacidad de otorgar grados académicos públicos". En la parte, de estructura, organización, legislación se siguieron por la de Salamanca. Los Reyes al fundar las Reales de Lima y México señalan en los requisitos que deben guiarse por las Constituciones de la Universidad de Salamanca. Por otra parte, hay que señalar que el rango de cada universidad era diferente según la naturaleza y características de la fundación. Estas era: Mayores, Menores, Oficiales, Generales, con financiación de comunidades religiosas, de particulares, Cabildos eclesiásticos, Real Hacienda, Temporalidades, y privilegios casi siempre equiparados a la de Salamanca que era la referencia..

    La primera universidad que se organizó en el actual territorio colombiano fue la que regentó la Orden Santo Tomás en Santafé de Bogotá (1580) que se creó por la iniciativa y bajo la dirección de la comunidad de Santo Domingo. Estos Estudios se organizaron desde el convento de Nuestra Señora del Rosario que desde 1571 habían establecido los estudios de Artes y Teología.. El objeto de estos estudios era la formación para la carrera eclesiástica bajo la enseñanza de "Aristóteles en Flosofía pero comentado por el de Aquino". La Institución representó la enseñanza del "tomismo rígido", los textos fundamentales fueron los de Santo Tomás, Antonio Goudin. Los estudios de Artes duraban en torno a tres años y los de Teología cuatro. Hay que decir, que el modelo fue el de pedir la licencia de otorgar grados a los estudios que se impartían en el convento. Destacamos, que esta institución fue la que otorgó, en el período colonial, los grados a los estudios impartidos en el Colegio Mayor del Rosario y después de la expulsión de los jesuitas lo hizó también a los del Colegio Mayor de San Bartolomé. Al iniciar el siglo XVIII sólo habían otorgado tres grados de doctor.

    Podríamos decir, que la Universidad de Santo Tomás fue una de las instituciones educativas con mayor poder político y económico en el virreinato de la Nueva Granada. Desde luego, defendieron sus privilegios y primacias sobre los demás colegios e instituciones educativas. Con los jesuitas sostuvieron dos polémicas: La primera por el legado de Gaspar Núñez, que la ganaron. La segunda por el privilegio exclusivo de otorgar grados, situación que finalmente les correspondió compartir por mandato de Real Cédula de 1704. Sin embargo, volvieron los dominicos al privilegio de exclusividad de otorgar grados con la expulsión de los jesuitas en 1767 pero con la reticencia del Fiscal Moreno y Escandón que comentaremos más adelante.

    Por su parte, en la capital del Nuevo Reino de Granada, la comunidad de San Ignacio de Loyola llega a la ciudad en 1604 y establece en el mismo año el Colegio Máximo. Señala el historiador Mario Herrán que "a Santafé llegaron cinco jesuitas el 23 de septiembre de 1604 y se ocuparon de inmediato en la tarea de abrir colegio que se inagura el 1 de enero de 1605 con 70 estudiantes y las clases de gramática latina, con la que comenzaba la segunda enseñanza, mientras el Padre Dadey fundaba la cátedra de lengua muisca". Este Colegio en 1608 abre el curso de Artes y Filosofía y los de Teología en 1611. Se debe indicar que es a este Colegio al que se le concede la Facultad de dar grados con la Bula Papal de 1621 y la Cédula Real de 1623. Reiteramos que en este caso, se les otorgó el poder de dar grados a los estudios impartidos en el Colegio Máximo. El título de universidad no se le da en ningún documento jurídico pero en el siglo XVIII se de denomina como Universidad Javeriana en los documentos oficiales de la época. Los estudios que se impartieron eran los de la Ratium Studiorum de la Orden Jesuita unificada y promulgada oficialmente por el Padre Acquaviva en 1599.

    Es imprescindible que clarifiquemos en este trabajo la confusión que se ha venido dando entre el Colegio Máximo, Universidad Javeriana y Colegio San Bartolomé. Ya hemos establecido que en el Colegio Máximo funcionaron los estudios y la Universidad Javeriana fue solamente el ente jurídico que tuvo la facultad de otorgar los grados.

    A este respecto debemos señalar que el Colegio Seminario de San Bartolomé fue iniciativa del arzobispo Lobo Guerrero para formar al clero secular. El Objeto del arzobispo era restaurar el antiguo Seminario de San Luis que había pertenecido al arzobispado y que había fundado fray Luis Zapata pero que para la fecha según Lobo de Guerrero "se encontraba en lamentable situación". Por lo tanto solicita en 1599 que vengan los padres jesuitas a regentar un Seminario que forme el clero secular. La situación era tal que se localiza declaraciones de curas de la época que indican que "sin saber lee lo habían ordenado" La ignorancia del clero la certifica el Padre Manuel Rodríguez, vice-provincial de la Compañía de Jesús cunado informa que "la igorancia estaba tan arraigada en el clero por no haber estudios ni curiosidad en los eclesiásticos, y así los curas eran a una mano tan idiotas que no habían tomado el arte de la lengua latina en sus manos"

    Hay que decir, que el Colegio Mayor de San Bartolomé tiene el Acta de fundación del 18 de octubre de 1605 y por lo tanto es diferente al Colegio Máximo. En la citada Acta de fundación se establece que la dirección del Colegio queda a cargo de la comunidad de San Ignacio de Loyola por ser "la mejor interpréte del Concilio de Trento". El patrón del Seminario era el Arzobispado y así queda registrado en las Constituciones en el capítulo Primero; "a nos y a nros. Sucesores pertenece in integrum el gobierno y administración de dicho colegio……. por ser como somos, el primer patrón y fundador de dicho Seminario". Con razón señala el historiador Mario Herrán que "el colegio Seminario no era propiedad de los jesuitas como no lo fue nunca en la época colonial. Su personería jurídica pertenecía al arzobispado". Se estableció, igualmente, la reglamentación del ingreso de los estudiantes: "mandamos que las personas que entraren en dicho seminario sean pobres, españoles y de legitimo matrimonio, y de edad de por lo menos do; y que sepan leer y escribir, de buenas costumbres y habilidad; y serán preferidos con iguales partes de las dichas, los descendientes de conquistadores". El gobierno de la institución fue nombrado de manera provisional por el arzobispo mientras el Superior provincial de los jesuitas realizaba los nombramientos en propiedad.

    El hecho que esta en discusión es si en esta institución se impartieron estudios o si por el contrario sólo fue un lugar de residencia para los estudiantes. El historiador Herrán señala que era sólo un sitio de residencia mientras José Manuel Groot y Luis Bohórquez Casallas dan a entender que allí se otorgaban estudios. El hecho es que los estudiantes bartolinos se clasificaban en tres: Los primeros: los que estudiaban para sacerdotes y eran sostenidos por la Iglesia; Los segundos; los convictores, que eran alumnos seglares que pagaban su pensión; Los terceros: Los colegiales reales: eran alumnos nombrados por los vicepatronos y costeados por el erario real" . Por su parte, el historiador Herrán indica que los estudiantes del Colegio Máximo eran: "los bartolinos, eran los internos; los estudiantes jesuitas igualmente eran internos; los estudiantes externos que residían en Santafé. Al alumno externo se le denominaba manteista(por su atuendo). Todos los estudiantes acudían a una sola institución docente que era el Colegio Máximo, cuyo número durante el siglo XVII fluctúo entre 50 y 100 alumnos"

    La importancia de la discusión radica en el hecho para determinar el modelo de organización de la institución educativa. Nosotros nos inclinamos por la apreciación del Dr. Herrán con la apreciación que los externos podrían ser bartolinos o jesuitas. Nuestro interés se centra en el tipo de educación y de enseñanza que recibían. Consideramos que se impartía igual educación de estudios mayores para los bartolinos y jesuitas. Es decir, allí se accedía a las facultades mayores de Artes y filosofía. El Plan de estudios que se siguió fue similar al de Seminario de Nobles de Madrid. Es decir, se aplicó la Ratium Studiorum de las instituciones educativas jesuitas. El título como hemos indicado lo daba la Universidad Javeriana como ente jurídico. Por otra parte, hay que insitir que el modelo era de la Universidad de Alcalá d eHenares no tanto por la procedencia y administración desde un Colegio sino por la prelación hacia los estudios de Teología. Los grados que se otorgaron desde la Universidad Javeriana para los estudiantes bartolinos fueron los de: Bachiller en Artes, Maestro en Artes y Doctor en Filosofía.

    Sin embargo, debemos señalar que los estudios que se impartieron en esta Institución bajo la administración jesuita marco un avance en los contenidos de los estudios frente a los impartidos por la Universidad Santo Tomás. Consideramos un hecho relevante el tener religiosos extranjeros que permitieron la enseñanza de los avances teórico-científicos que se desarrollaban en Europa en ese momento. El método jesuítico lo permitía de enseñar para refutar las teorías del momento. El Padre Juan Manuel Pacheco llega a considerar que los circulos más avanzados d ela época estaban alreedor de la Universidad Javeriana"donde se había despertado el interés por las Ciencias Naturales" como lo dmuestra el libro del Padre José Gumilla "El Orinoco Ilustrado" y el curso de filosofía que se títula Physica specialis et curiosa" donde se enseño en 1757 las experiencias de filosofos modernos y se explica las teorías del universo como las de Tycho Brahe y Copérnico. A lo anterior debemos agregarle la voluminosa biblioteca que contaba con 4.182 volúmenes, de estos 83 eran de matemáticas y se encontraban además obras de Ilustrados como Feijoo.

    No podemos dejar pasar el álgido debate que se dio entre la comunidad de Santo Domingo y la de Jesuitas por la prelación de otorgar grados y que finalizó con la Cédula Real de 1704 que dio iguales prelaciones a las comunidades citadas. Un completo estudio se puede localizar en el libro "Polémicas universitarias en Santafé de Bogotá".

    Bajo el modelo de convento-universidad se organizó en Santafé la universidad de San Nicolás de Mira (1694) bajo la administración de los agustinos calzados. El modelo por lo tanto fue el de Alcalá en su organización y en la prelación de los estudios para Teología. La institución abogó para la fundación los derechos que le daba a al comunidad la Bula del 24 de abril de 1694, que le daba derecho para fundar universidad y otorgar grados a "los individuos de la corporación" y un Colegio Mayor. Además, del Pase Regio del 22 de abril de 1703 que reafirmaba estos privilegios. El hecho es que en Santafé esta comunidad en 1697 inició curso académico con la característica que fue sólo para el personal de su comunidad. Igualmente, tuvieron bajo su administración, en la etapa de 1739 a 1775, el Colegio de San Miguel que se suprime el 1 de junio de 1775, cediéndose al concilio provincial. La universidad siguió funcionando hasta 1861, siendo su último rector Felipe Bernal.

    Otra institución de estudios superiores que impartió estudios superiores sólo al personal de su Orden fue la de San Buenaventura y que fundó la Orden Franciscana conforme al "Decreto Especial" del Definitorio Provincial de los franciscanos de1688, por el cual se determinó " que en Santa Fe, se erigiese y formase un Colegio Mayor con título excelso doctor San Buenaventura" Su dirección y construcción estuvo a cargo de Fray Diego Barroso en 1708. Hay que decir que, la idea surgió del convento pero el modelo fue el de colegio-universidad. Se indica que "El claustro surgió de las legítimas aspiraciones de la Provincia Franciscana del Nuevo Reino de Granada de tener su propio centro de estudios superiores, en donde se profesan las enseñanzas de la escuela franciscana, centradas en el binomio de sus maestros más representativos: San Buenaventura y el Beato Juan Duns Escoto" .

    Esta Institución obtuvo el reconocimiento como institución plenamente constituida en el Capítulo General de la Orden Franciscana reunido en Valladolid, España en 1740 y fue aprobada por la Corona Española mediante Cédula Real de Fernando VI, en 1747, " por la cual debían reconocerse a los estudiantes seculares los cursos que legítimamente constare para la obtención de sus respectivos grados, en la Universidad de aquellos reinos". En Santafé de Bogotá funcionó ininterrumpidamente hasta el siglo XIX, cuando el gobierno nacional del General Tomás Cipriano de Mosquera dispuso la extinción de las comunidades religiosas por Decreto del 5 de noviembre de 1861.

    Mención especial merece la fundación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario(1651) por parte de fray Cristóbal de Torres de la Orden de los Predicadores quien, el 4 de julio de 1645, dona mediante escritura pública diez mil pesos para la creación de esta institución educativa para "los nobles" del Nuevo Reyno de Granada. No podemos dejar de lado el hecho que fray Cristóbal inicialmente, en 1645, deja el colegio bajo la dirección de los padres dominicos, nombrando como rector a Fray Tomás Navarro y poniendo bajo la disposición de esta comunidad el mayor presupuesto económico que ningún otro colegio tuvo en este Reyno.

    Su propósito educativo fue el de realizar "una réplica" del Colegio del Arzobispo de la ciudad de Salamanca. Reiteramos que su objetivo era el de fundar una institución donde se educara la población seglar , especialmente en aquellas ramas que más se necesiban, según él, en el Nuevo Reyno como eran: sacerdotes, abogados y médicos. En la solicitud de fundación indica: "Mi deseo es que los colegiales han de ser seglares …. y es mi deseo que llegue a tenr treinta colegiales; diez teólogos para seminaristas de curas, diez canonistas y legistas y diez médicos que son las dos cosas de suprema necesidad en este Reyno: para el trato político, los unos, y para la conservación de la vida humana, los otros"

    En efecto, el Rey expide la Real Cédula del 31 de diciembre de 1651, concediendo de esta manera al arzobispo la licencia y facultad de fundar el colegio con los mismos honores y privilegios de los que gozaba el "Colegio del Arzobispo" de Salamanca. El Colegio se inició, en 1653, con 13 colegiales que ingresaban a los estudios de: Artes(3 años); Teología según Santo Tomás (4 años); Canónes y Leyes y Medicina.

    Ahora bien, en las circunstancias de estar el Colegio bajo la admistración de los dominicos se presentó una dura polémica con fray Cristóbal Torres porque la Orden de Santo Domingo, creyó que era suyo el Colegio y empezó a disponer con otra orientación de los bienes económicos de la Institución. De inmediato fray Cristóbal cambia el rector y solicita la entrega del Colegio. Sin embargo, la citada entrega demoró 11 años y 3 meses, tiempo durante el cual los dominicos despojaron de los bienes económicos al Colegio. Si bien es cierto que los dominicos entregaron el Colegio se debe decir que ellos se aseguraron de continuar con el control ideológico y académico en la institución por medio de la enseñanza de Santo Tomás, que se indicaba desde las Constituciones, y por otra se obligaba a los estudiantes a recibir los grados en la Universidad Santo Tomás.

    Cae por su peso que si los dominicos entregaron sin mayores fondos económicos el colegio, era de esperar, como así sucedió, que entró el Instituto en una larga y penosa crisis económica, que se agudiza en 1669 cuando los colegiales descienden de 15 a 11. Además, se debe indicar la reducción en las cátedras, dejando sólo cuatro: una de gramática, una de filosofía y dos de Teología. Preciso es señalar que el Colegio gozaba del apoyo Real que se demuestra además por la real Cédula de Felipe IV de 1663 reafirmando el carácter secular de la Institución. Ante la crisis económica se recurre al Rey para la respectiva financiación por parte de solicitudes de la Real Audiencia. Esta ayuda sólo llega hacia 1715 pero no logra salir de la crisi financiewra el Colegio. En todo caso llo que nos interesa reseñar aquí, es el carácter secular de la institución y el apoyo real, que más que económico se manifiesta en elevarlo de categoría, ascendiéndolo al mismo nivel que los de España. LO anterior ayuda a explicar, junto con su carácter secular el por qué se toma este Colegio junto con el de San Bartolomé para la aplicación de la reforma de estudios del Fiscal Moreo y Escandón.

    Fuera de la ciudad de Santa fé se organizaron dos instituciones que impartieron estudios superiores en el Nuevo Reyno de Granada: el Colegio-seminario de Popayán, bajo la administración de los jesuitas y el Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol (1806), localizado en la villa de Mompox y que quedo bajo la administración del Cabildo Civil.

    En cuanto al primero El Colegio Seminario de Popayán recibe las respectivas aprobaciones de: Real Audiencia (15 de noviembre de 1640); Real Provisión (28 noviembre de 1640). El Colegio se abrió con las cátedras de: gramática, filosofía y Teología. Esta institución se cerró en 1767 con la expulsión de los jesuitas. Después d e diez años, el rey dispuso que se tomará este local para casa de estudios denominándolo "Colegio Real Seminario". El Colegio lo tomaron los dominicos pero a los pocos años lo dejaron por tener pocos alumnos. Es así, que el Obispo tomó el Colegio y en 1784 se reabre con las cátedras de : lengua latina, filosofía, teología dogmática y moral. Debe indicarse que el Cabildo de Popayán en 1793 solicitó ante el Rey la prerrogativa de dar grados en el Colegio real y establecer las cátedras de Derecho Civil y Canónico. La solicitud fue denegada porque el centralismo de la capital, parece ser que lo impidió. Sin embargo, hacia esta fecha se encontraba de profesor en este Colegio José Felix de Restrepo que enseño la filosofía Ilustrada que había aprendido en Santafé durante la aplicación del Plan de Estudios de Moreno y Escandón.

    El segundo colegio que se fundó fuera de Santafé, con la categoría de Universidad, fue el Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol (1806), en Mompox.

    Autonomía

    La autonomía hace parte del concepto de universidad desde sus orígenes. La autonomía se manifiesta en "la academia que significa que cada universidad puede aplicar los planes y programas de trabajo que considere apropiados para el cumplimiento de su misión". En este sentido, debemos indicar que la universidad colonial, hasta 1767, se daba sus propios planes y programas que correspondían a la Ratium Studiurun de la comunidad fundadora de la institución.

    Por otra parte, la autonomía administrativa por medio de la cual la comunidad universitaria elige su propio gobierno. Esta se daba de diferente manera en las instituciones. Por ejemplo, a partir de 1774 los claustros de colegiales del Rosario y San Bartolomé realizaban las oposiciones de los catedráticos, y enviaban los nombres para su nombramiento al virrey. Los colegiales eran seleccionados por el mismo claustro.

    La autonomía financiera según la cual cada universidad organiza y administra su patrimonio sin el control Estatal. Esta modalidad se dio completamente en el período colonial.

    Planes de Estudios y reformas administrativas

    "Este cielo azul que todos vemos

    ni es cielo, ni es azul; lástima grande

    que no sea verdad tanta belleza"

    Las universidades estaban administradas totalmente por el clero, predominando en la enseñanza y en el método la filosofía escolástica. Estas instituciones tenían como función otorgar los grados. En los casos de Santo Tomás y la Javeriana les otorgaban los grados a los civiles que recibían los estudios en los Colegios Mayores del Rosario y San Bartolomé respectivamente. Las áreas de estudio, se centraban en la trivium: gramática, retórica y súmulas; el y cuatrivium: arimética, geometría, música, y astronomía. Los planes de estudio de: gramática latina, filosofía, teología y jurisprudencia se impartían bajo el método de enseñanza escolástico con el dictatio y la disputatio y la lengua académica, como hemos indicado era el latín. Sólo a comienzos del Siglo XIX se restituyó la enseñanza de la medicina en el Colegio Mayor del Rosario. Los niveles de enseñanza eran: Primeras letras y Gramática. Los estudios superiores se concebían desde el grado de Bachiller en Artes o Filosofía (3 años). Este título era indispensable para acceder a los estudios de Bachiller en Cánones y leyes(3 años) y Doctor(2 o 3 cursos).

    En el período colonial, en concreto en el siglo XVIII, con el ingreso del movimiento cultural de la Ilustración se presentaron grandes transformaciones en la educación de los estudios superiores. Hay que decir, que la universidad Javeriana desde 1757 se localiza que el profesor de filosofía enseñaba a Isacc Newton(1642-1727) y a Nicolás Copérnico. Pero lo significativo que se debe tener en cuenta es que en cuanto hace a la educación superior, se optó por dos clases de soluciones, con el objeto de disminuir la influencia absorbente de la escolástica. En primer lugar, y con el objeto de evitar la modificación de los planes de estudio, se empezó a dictar la cátedra de matemáticas, acontecimiento que en Santafé tuvo lugar en un acto solemne celebrado el 13 de marzo de 1762, en la capilla de la Bordadita del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario a cargo del médico de cámara del virrey Pedro Messía de la Zerda, José Celestino Mutis( 1732-1808).

    En el virreinato de la Nueva Granada, con la expulsión de los jesuitas se da un vuelco en la educación. Fue significativo que las propuestas de reforma educativa provinieron de la élite criolla, de funcionarios reales y en algunos casos se implementó por Orden Real como fue el caso de la universidad de Caracas. De otra parte, las reformas se orientaron a la administración; al método, para cambiar el escolástico por el experimental; en los estudios, con nuevas disciplinas donde se relevaba la "Summa de Santo Tomás" por autores basados en el pensamiento Ilustrado.

    Reiteramos que el aspecto relevante a tener en cuenta es que las reformas se inician a partir de la expulsión de los jesuitas y se propone la creación de universidades públicas financiadas con el dinero de los expatriados. Planteadas así las cosas y para entender las diferentes propuestas que se dieron en el virreinato de la Nueva Granada

    Ciertamente, la expulsión de los jesuitas contribuyó para que el grupo de ilustrados entrará a la palestra con reformas educativas para los estudios superiores en el virreinato. En primera instancia, a partir de 1767, el sector civil abogó, a través del Fiscal Moreno y 3Escandón(1736-1792) la dirección de los estudios superiores y se presentó la propuesta de la primera universidad Pública para este virreinato. Esta propuesta de universidad se caracterizó porque por primera vez el Estado tendría el control sobre la educación superior en la administración y supervisión de los estudios que se impartieran. Hay que indicar que la propuesta contó con el apoyo del virrey Manuel Guirior y del Cabildo Secular y Junta de Temporalidades que la aprobó y ordenó su aplicación de inmediato mientras se seguía el trámite reglamentario ante el Consejo de Indias.

    La idea era tener universidad pública como las existentes en Lima, México y Santiago de Chile. Insistimos que estas instituciones eran para educar a los blancos de la nobleza. La característica de pública correspondía al control por parte de la Corona y financiadas por ésta.

    La propuesta se caracteriza por apoyarse en la política del "Patronato Real". Es decir, el Estado controlaría la educación y no, como hasta ahora, las comunidades religiosas o el sector eclesiástico. Lo anterior significaba que el sector civil adquiría el derecho a dirigir la educación reduciendo de esta manera la influencia de las comunidades religiosas. La propuesta de Moreno de concretaba en la creación de universidad pública que sería financiada con el dinero de los expatriados y que él entraba a controlar desde la Junta de Temporalidades.

    Se debe recordar que el rey para controlar que los antiguos bienes de los jesuitas "no se perdiesen en manos diferentes a las del Estado, ordena la formación de 10 Juntas de Temporalidades en todo el reino de España, incluyendo las colonias. Una de estas le correspondió, como lo hemos indicado, al Virreinato del Nuevo Reino de Granada".

    En efecto, las Juntas se reglamentaron y su objetivo fue el de "formar nómina o lista de los colegios, casas de residencia, misiones o doctrinas y cualesquiera otro establecimiento que hubiesen tenido los regulares de la Compañía en su respectivo territorio". Es más, se señalo que la aplicación de estos bienes se destinará a la educación y bien público.

    Es por ello, que el fiscal Moreno sustenta la base económica de la propuesta, de "Universidad pública" para Santafé, en la Temporalidades de los Jesuitas, los novenos del arzobispado, siguiendo el ejemplo de la Universidad de Lima.

    Es imprescindible conocer que la comunidad de Santo Domingo también aspiraba al monopolio educativo en Santafé. Las polémicas habían sido fuertes con los jesuitas en el siglo XVIII y al final les correspondió compartir los privilegios de otorgar grados. No cabe duda que pensó que la oportunidad les llegaba. Y, por supuesto manifestaron al Rey, por intermedio del padre fray Jacinto Antonio Buenaventura, que "por la estrechez del colegio y pobreza para adquirir libros de ciencia solicitaban se les otorgará los bienes de los jesuitas". Pero hay todavía otro aspecto que conviene señalar: los dominicos no sólo pedían "para sí los bienes de los jesuitas, el Colegio Máximo con todas sus pertenencias, y los derechos y privilegios que tenía la antigua universidad de los jesuitas, sino además, todas las prerrogativas que el fiscal Moreno pedía para la universidad pública"

    Por otra parte, otro aspecto que salta a la palestra es el de los grados académicos. De hecho al instaurarse la universidad pública propuesta por Moreno, cesarían de inmediato los privilegios de otorgar grados para la universidad Santo Tomás y ciertamente se cuestionaría su misma razón de ser.

    La tesis que sostenemos para Santafé es que los dominicos previeron el panorama terrible que se les venía. No era difícil imaginar que la propuesta los desplazaba del control educativo. Ciertamente, el plan que presentó el Fiscal, el 9 de mayo de 1768 ante la Real Audiencia de Santa Fe, señalaba el problema de fondo: el sector civil estaba relegado de los cargos en el campo de la educación. En efecto, señala que: "Los religiosos han empuñado el cetro de las ciencias, han dominado en los empleos de rectores, regentes de estudios, examinadores en los grados y árbitros en conferirlos, quedando los seculares sujetos con la dura servidumbre, a vivir siempre inferiores sin esperanza de sacudir tan pesado yugo"

    De acuerdo con este planteamiento de Moreno, hay que subrayar que en Santafé las universidades y colegios mayores que impartieron estudios al sector civil estuvieron bajo el control de las comunidades religiosas: jesuitas, dominicos y Agustinos calzados con la excepción de uno de los casos atípicos en América colonial como fue el caso del Colegio Mayor del Rosario con patronato Real y eclesiástico.

    Pero hay otro aspecto que se debe destacar en esta rivalidad de poderes: el tipo de educación que se impartía y Moreno estaba dispuesto a afrontar esta reforma demostrando que " los religiosos tenían una obsesiva enemistad hacia los avances de la ciencia y la filosofía útil".

    Aunque a lo largo de este periodo se pueden analizar diversos casos sólo compararemos con la reforma que llevó a cabo al peruano Olavide. En efecto, los dominicos llevan el liderazgo en la contrarreforma en Sevilla y le inician a Olavide un proceso en la Inquisición. En este caso la nobleza andaluza no iba a permitir las reformas de este ilustrado en la provincia de Andalucía. En Santafé, asimismo al fiscal Moreno no le perdonarían que hubiese osado quitarle los privilegios y monopolio que ejercía esta comunidad de Santo Domingo. Hay que subrayar que aquí lo envían a Chile lejos de su familia y de su tierra en un cargo secundario de funcionario público.

    En el proceso peculiar que nos ocupamos de Santafé, los ataques fueron radicales y a pesar que la Junta de Temporalidades y la Audiencia apoyaron al Fiscal, hay que decir, que el poder de los dominicos fue más fuerte en la Corte tal como se vio en Sevilla con Pablo de Olavide.

    Pero no cabe duda, que en Santafé, el sector civil consiguió sus objetivos aunque por un corto periodo de tiempo. En este proceso fue significativo el apoyo que el Cabildo le otorgó a Moreno. En efecto, el 23 de noviembre de 1769 le indicaba el Cabildo al Rey la necesidad de establecer universidad pública con el criterio que "era tan urgente como son notorios los daños que ocasiona su defecto en una capital que abunda la lúcida e ingeniosa juventud aplicada por inclinación al estudio de las letras". Es bien sabido que la reforma de Moreno se presentó el 12 de septiembre de 1774 y lo aprobó la Junta Superior de Aplicaciones el 22 de septiembre del mismo mes y año.

    La propuesta de Moreno se aplicó por escasos cinco años en los Colegios Mayores del Rosario y de San Bartolomé, de Santafé, entre 1774 a 1779. Así pues, los contenidos y método escolástico se reformaron con el nuevo Plan de Estudios. Lo significativo del Plan que se aplicó es que contempló modificaciones en la enseñanza de las cátedras de filosofía, introduciendo la enseñanza en la lógica de Fortunato de Brecia; en las matemáticas ciñéndose al texto del alemán Christian Wolff; en la teología, restringiendo la influencia de Santo Tomás; en cuanto hace al derecho, se subrayó la importancia de estudiar las leyes reales.

    Pero la propuesta del Fiscal se enfrentó a una formación universitaria que giraba en torno de una concepción teocéntrica del conocimiento que en una sociedad como la neogranadina constituía, no sólo el eje de la mentalidad, como era obvio, sino que también condicionaba la educación de quienes, en un momento dado, debían engrosar las filas de la vanguardia intelectual.

    Así, a pesar de que el arzobispo Fray Cristóbal de Torres había creado, con la fundación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en 1653, un centro educativo destinado a la formación del sector secular, donde se educaran no sólo miembros del sector eclesiástico, sino también médicos y abogados, varias décadas después, en 1693, tan sólo habían salido de sus aulas tres abogados y dos de ellos en derecho canónico.

    Por otra parte, en San Bartolomé¸ el otro colegio mayor donde se educaba la juventud santafereña, los estudios de derecho sólo fueron implementados a principios del siglo XVIII. En apariencia, no sólo se trataba de que el mercado laboral únicamente era apto para absorber elementos pertenecientes al sector eclesiástico, sino que en Santafé el ambiente intelectual, ya en la mitad del siglo XVIII, aún estaba influenciado casi totalmente por la escolástica. Además, se presentaba una grave situación denunciada por Moreno: escaseaban los libros y el sector secular estaba muy poco comprometido con las nuevas ideas que manejaba la intelectualidad europea e inclusive española.

    Precisamente, el virrey Guirior, en su relación de mando de 1776, valora la aplicación del Plan en los siguientes términos: "Con tan feliz suceso, que en sólo un año que se ha observado este acertado método, se han reconocido por experiencia los progresos que hacen los jóvenes en la aritmética, álgebra, geometría y trigonometría, en la jurisprudencia y teología".

    Sin embargo, la comunidad de los Dominicos a quienes se les eliminó la prelación de dar grados iniciaron un pleito ante la Corte que ganaron al conseguir nuevamente el monopolio educativo en la capital. Ciertamente, la contrarreforma llegó en 1779 e impusieron nuevamente un plan de corte escolástico. Hay que decir, que el proceso de revocación del Plan de Moreno se realizó de una manera muy peculiar. Según se establece documentalmente el 13 de octubre de 1779 el señor Gutiérrez de Piñerez, asumiendo las funciones de virrey Flórez citó a la Junta de estudios donde los dominicos tenían el control. Un hecho significativo es que no asistió el arzobispo Caballero y Góngora quien manifestará que esta Junta "fue demasiado ampliada" y "no era nada apta para resolver sobre estudios".

    Quizá, resultó inevitable la ley de vida y consecuencias para quienes son pioneros en los cambios socio-políticos. En realidad, se alcanzan los objetivos con grandes sacrificios personales y al final la oposición nunca perdona que le hayan realizado los cambios y contraatacan al pionero con el arma más fuerte como es la de desmeritarlo, quitarle todo poder político y al final la estocada mortal. En este caso el visitador Gutiérrez de Piñerez consiguió quitar del camino a Moreno y Escandón. Es difícil imaginar la salida de Moreno para Lima en abril de 1780 a donde se desplazó con el cargo de Fiscal del Crimen dejando en su tierra natal una "carga de sinsabores y con la derrota a cuestas de un proyecto al que le había dedicado su vida y que para desventura del virreinato, no logró institucionalizarse. Así pues, nuestro reformador de los estudios nunca regresa a su patria y muere como funcionario público en Santiago de Chile en 1791.

    Sin embargo, el grupo del fiscal Moreno que lideraba el gaditano José Celestino Mutis vuelve con un nuevo Plan de Estudios a través, en esta ocasión, del Virrey Caballero y Góngora (1723-1796) quien pertenecía al sector de clérigos ilustrados y regalistas. Caballero retomó la bandera de Moreno con todas las implicaciones que esto significó de enfrentamiento a la comunidad de Santo Domingo. La arremetida fue fuerte e inició por quitarle las prerrogativas de otorgar grados a la universidad Santo Tomás el 21 de enero de 1780 y lo ratifica el 29 de julio del mismo año. En su cargo de virrey aprueba la Expedición Botánica de Mutis en 1783 y en 1786 restablece la cátedra de matemática y luego, retoma la bandera de una universidad pública con la propuesta de la "Universidad Real Mayor de San Carlos" que presenta el 13 de julio de 1787. Como es de suponer, la propuesta no pasó en la Corte el virrey termina su mandato en 1789, en el mismo año que muere Carlos III y con él una época de avance cultural, en medio de polémicas por la secularización de los estudios superiores en el virreinato de la Nueva Granada.

    El Plan de Estudios del arzobispo-virrey contemplaba algunas innovaciones con respecto al plan de Moreno y Escandón. El Plan se dirigió a "a sustituir las útiles ciencias en lugar de las meramente especulativas en que hasta ahora se ha perdido el tiempo". Aparte de la cátedra de filosofía tradicional, contempló la apertura de otras, como la de matemáticas, la de botánica, la de química, la de medicina y la de algunas otras cátedras para la enseñanza de la teología. Por razones de orden burocrático, sin embargo, el plan de Caballero y Góngora no llegó a aplicarse. Es importante subrayar que se trató de un Plan de estudios ilustrado cuyo autor fue un virrey. Sin embargo, bajo su gobierno se reabrió la cátedra de matemáticas(1776) y se puso en funcionamiento la de derecho público. En cuanto a la cátedra de matemáticas, Mutis la dictó durante cortos período, entre 1762 y 1767 y después de 1770 a 1774. Por otra parte, es bien sabido que se inicia la Expedición Botánica bajo la dirección de José Celestino Mutis en 1783. Es allí donde se concentró la formación ilustrada de un grupo de la élite criolla neograndina.

    Queda por explicar que el hecho de la no aprobación, por cuestiones de tipo burocrático, revela hasta qué punto en la implantación de esos planes influyeron asuntos de orden económico y político, aspectos que se hallaban profundamente entrelazados y que evidencian la distancia a veces sumamente profunda entre la presencia de un discurso abierto a toda suerte de innovaciones y la falta de interés real en llevarlo a cabo.

    Innovación importante en los estudios superiores fue la de la cátedra de derecho público, cuya apertura había sido dispuesta por el Plan de Estudios de 1779, y que sólo fue abierta en 1787 . A pesar de que en esta cátedra se apoyó el despotismo ilustrado, permitió el manejo de la razón como elemento para el estudio del derecho. Suprimida en 1794, fue reemplazada por la de derecho real.

    Es sorprendente la actitud de los virreyes y, en general de la ilustración española. Por una parte, por ejemplo, Antonio Nariño traduce los derechos del hombre de un libro que se encontraba en poder del virrey José de Ezpeleta. Por la otra, bajo la gestión de este mismo mandatario se prohibe una cátedra que era una especie de caballo de Troya a través de la cual no solamente se justificaba el despotismo ilustrado sino que el texto utlizado también contenía el germen para poner en tela de juicio la legitimidad de ese mismo despotismo.

    Por ello la cátedra de derecho público debió ser suprimida, y reemplazada por la de derecho real. A pesar de que el método elegido para dictar la nueva asignatura era el tradicional, de toda maneras la enseñanza de las instituciones jurídicas españolas en la universidad significó un avance considerable en relación con la enseñanza del derecho tal como se llevaba a cabo hasta ese momento, basada generalmente en el derecho romano y en el uso del latín.

    En todo caso los virreyes continuaron señalando en sus informes en la necesidad de una universidad pública para este virreinato. Sin embargo, Don José de Ezpeleta(1789-1796) inició la represión contra quienes divulgaron las ideas de la revolución francesa en los claustros de los estudios superiores. Por el contrario, la orden dominicana recibió la ratificación de la facultad para otorgar grados. Pero hay que decir que, fuera de estos claustros, este virrey, apoyó las ideas ilustradas que se divulgaron a través de Papel Periódico de Santafé de Bogotá y en 1793 la Expedición Botánica recibió un nuevo impulso.

    No podemos de dejar de mencionar que durante la gestión de Pedro Mendinueta y Musquiz ( 1797-1803) se empezó la construcción del Observatorio Astronómico de Santafé, se realizó el cuarto censo de población, estableció la Sociedad Económicas de Amigos del País en 1801. Un plan que sí llegó a aplicarse y que significó la reorganización de los estudios de medicina en el virreinato fue el de medicina, debido a la iniciativa de José Celestino Mutis, mediante un plan redactado en 1803 que significó el distanciamiento de la teoría hipocrático- galénica, común en los estudios de medicina. Previamente el científico Mutis, por encargo del virrey, había elaborado el informe "Estado de la medicina y la cirugía en el Nuevo Reino de Granada en el siglo XVIII y medios para remediar su lamentable atraso";

    La adopción de este Plan de medicina no encontró las dificultades con las cuales debieron tropezar los otros planes, ya que hasta ese momento se hallaba abandonada la enseñanza de la medicina en Santafé, y los defensores de la escolástica, que habían llevado al traste hasta ese momento con la aplicación de las ideas ilustradas en la enseñanza universitaria, no se opusieron a él. Es interesante puntualizar la manera como se produjo el nombramiento de quien debía ser el catedrático de medicina que debía poner en funcionamiento el plan, el sacerdote Miguel de Isla, y que culminó con su designación como catedrático provisional de medicina en 1801. Mientras que, por una parte, funcionarios de la Real Audiencia como Mariano Blaya y Sebastián López Ruiz se opusieron vehemente al nombramiento, argumentando que el Padre Isla carecía del título de médico que lo acreditara para enseñar medicina, por otra parte José Celestino Mutis y el virrey defendieron la posición opuesta, y argumentaron que no valía la pena traer catedráticos desde España, y que en Santafé la persona más autorizada para encargarse de la asignatura era el Padre Isla, cuya idoneidad en cuanto a conocimientos médicos conocía bien Mutis. Prevaleció la posición ilustrada, y el sacerdote fue el encargado de poner en funcionamiento el Plan propuesto por Mutis para la reapertura de la facultad de medicina en el Colegio del Rosario.

    Hay todavía otro aspecto que conviene señalar, en este apartado, y es el de las Constituciones y Plan de Estudios que elaboró el ilustrado criollo Eloy Valenzuela(1756-1834) ( para el Colegio–Universidad de San Pedro Apóstol en la villa de Mompox. Ciertamente, consideramos que los dos documentos señalados, inspirados en el pensamiento Ilustrado, constituyeron junto con el Plan de Moreno el inicio de la modernidad en la universidad colombiana.

    Hay que decir, que el Eloy Valenzuela que llega de la mano de Mutis en 1770 al Colegio Mayor del Rosario del que se hace catedrático de Filosofía en 1777 para explicar bajo la Reforma de Moreno y Escandón la nueva filosofía Ilustrada. Una vez más, es posible que Mutis influyera en la carrera académica de Valenzuela al ser designado por Dn. Pedro Martínez de Pinillos(1748-1809) para que elaborara las Constituciones y el Plan de Estudios de Filosofía para el Colegio de San Pedro Apóstol para la Villa de Mompox, en 1806.

    El comerciante Pedro Martínez Pinillos, fundador del colegio, en 1802 destinó 176.500 pesos para la creación de dos escuelas de primeras letras y el citado colegio-universidad con seis becas. Esta institución tenía como objetivo formar a la población civil y además se estableció que el patronato fuera real administrado a través del Ayuntamiento de la Villa. Desde luego una vez aprobado, el real Colegio-universidad, el virrey procedió a nombrar los profesores previa oposición que hicieron a los cargos. La administración de los dineros quedó en la compañía mercantil "Pinillos y sobrinos" con un capital permanente de 120.000 pesos.

    Da la impresión que el trámite de la solicitud de fundación del colegio-universidad tenía sus apoyos en la Corte porque no deja de ser significativa la rapidez con la que se expide la Real Cédula si se tiene en cuenta la lentitud administrativa de la época. La Real Cédula le concedió al Colegio el privilegio de otorgar grados al establecerla como universidad. Decía la Real Cédula: "Visto todo lo referido a mi Consejo de Indias con lo que informó su contaduría general… he venido en acoger bajo mi soberana protección y aprobar las dichas fundaciones y en mandar se eriga en universidad el referido colegio, con las mismas facultades y prerrogativas que el de esa capital, vistiendo sus colegiales igual beca con el escudo de su titular San Pedro y facultad de conferir en ella los grados en las facultades que se cursen en la misma universidad".

    La Universidad se instaló con las normas de rigor el 29 de agosto de 1809. Interinamente, hasta que Valenzuela ocupara el cargo de rector y catedrático, se nombró al abogado de la Real Audiencia José María Gutiérrez y Cabiedes quien a su vez desempeñó el cargo de vice-rector y catedrático de filosofía y por lo tanto le correspondió la lección inaugural del curso académico. Gutiérrez y Cabiedes se había distinguido en su época de estudiante por la exposición que realizó en las conclusiones públicas. También, es de resaltar su participación en la tertulia del Buen Gusto en la ciudad de Santafé. Su nombramiento se reseñó en la época de la independencia, en el Correo del Orinoco, de la siguiente manera: "Gutiérrez fue recibido por la Audiencia en el número de abogados, y el Virrey le confirió luego una comisión muy importante para la villa de Mompox, nada menos que para poner en planta el Colegio Universidad que allí se había erigido por Cédula Real á espensas del filántropo español Dn. Pedro Pinillos, hombre bien hechor de aquel país…". De todas maneras es importante apuntar que desde el 29 de julio de 1806 el virrey había dictado el edicto del nombramiento de todos los catedráticos, rector y vice-rector.

    La Universidad funcionó en el antiguo colegio de los Jesuitas. Sus labores duraron poco tiempo debido a que se clausuró en 1811 y sólo se reabre en 1823 bajo la rectoría del Pbro. Luis José Serrano Díaz. Otro plan fue el concebido en 1808 para el Colegio de Medellín y que fue analizado por el payanés Camilo Torres( 1766-1816)

    No se puede dejar de mencionar la influencia que ejerció sobre la universidad el grupo de la Expedición Botánica liderada por el gaditano José Celestino Mutis. Este "sabio" estuvo en la palestra asesorando a la élite criolla neogranadina y a los virreyes. En efecto, se enfrentó en dura polémica con los dominicos al tratar de introducir en el Colegio Mayor del Rosario la enseñanza de Copérnico y Newton.

    Los estudios para la formación de abogados y sacerdotes continuaron dentro del método escolástico con la variante que se dio en la formación de los médicos al estar Mutis y el Padre Isla en la propuesta de estos estudios a comienzos del siglo XIX y la transformación de una nueva concepción de universidad que señalo Valenzuela para el Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol de la Villa de Mompox.

    Por otra parte, finalmente, los virreyes terminaron desentendiéndose, por así decirlo, de la evolución de la educación superior en la medida en que la posición de ésta no conllevara problemas de orden público. Prueba de lo anterior consiste en que el texto de Goudin, escolástico a ultranza, fue retirado y substituido por el de Christian Wolff, que había sido propuesto por Moreno y Escandón en su Plan de Estudios. "En 1804, dice el padre Pacheco, el texto de filosofía en los colegios de Santafé ya no era el P. Goudin". Ya por ejemplo, en San Bartolomé Joaquín Moya explicaba en castellano principios de aerostática y aerometría bajo la dirección de Custodio García Rovira

    En definitiva, la universidad colonial del virreinato de la Nueva Granada no logró institucionalizar la universidad pública ni las reformas ilustradas. Sin embargo, si alcanzó, a través de los profesores ilustrados, junto con la Expedición Botánica y las Tertulias una nueva mentalidad de la necesidad de los estudios "útiles y prácticos" que repercutió en la élite criolla neogranadina en el proceso de independencia. Hay que tener en cuenta el aporte en la difusión del pensamiento Ilustrado, de "Papel Periódico" y el "Semanario de la Nueva Granada".

    Destacamos que en América colonial, fue el único virreinato que logró aprobación local, por la Junta de Temporalidades, para la aplicación de una reforma Ilustrada y con esta el control del Estado en los estudios superiores y la dirección por parte del sector civil. De lo que se ha localizado, documentalmente, hasta el momento la reforma más avanzada, para su época, se localiza en el Colegio-universidad de la villa de Mompox. Así mismo, a finales del siglo XVIII se inicia enseñanza y conclusiones públicas en español frente al idioma predominante de la universidad que era el latín.

    Sin embargo, un examen más profundo del fracaso de las iniciativas virreinales en materia de educación superior puede revelar, por ejemplo, que para llevar a cabo esos proyectos no se contaron con medios económicos suficientes- con los cuales, por ejemplo, sí contó José Celestino Mutis para adelantar los propósitos de la Expedición Botánica- Ello no solamente evidencia la ausencia de fondos oficiales suficientes con destino a la educación , sino también una falta de voluntad política, defectos que, no es necesario subrayarlo, se prolongan hasta nuestra época.

    A comienzos del siglo XIX sólo se tenían tres universidades con derecho a otorgar grados. De estas dos otorgaban grados al sector civil: Santo Tomás(Santafé) y San Pedro Apóstol (Mompox). La de Mira(Santafé) sólo lo realizaba para los clérigos de su orden. Se debe indicar que la de Santo Tomás no impartía estudios al sector civil, allí sólo iban a graduarse los de San Bartolomé y del Rosario.

    Profesores y estudiantes

    Ahora bien, la universidad colonial se orientaba a la formación de los jóvenes de la élite criolla y española quienes ingresaban bajo riguroso "proceso de informaciones".Los catedráticos en los inicios eran nombrados por el Padre Director de la Universidad pero es a partir de la reforma de Moreno y Escandón que se inician las oposiciones para optar al cargo docente. Al respecto señala Moreno que "deberían proveerse las cátedras por oposición, votándose la aprobación por los examinadores y proponiéndose terna al superior gobierno para la elección". De esta manera, el nombramiento, se daría a"los más beneméritos e idóneos por su aplicación, habilidad y literatura".

    La cátedra se convirtió en un medio para que la élite criolla accedería a los cargos en la administración virreinal. Los salarios anuales oscilaban entre ciento cincuenta a cuatrocientos pesos anuales variando según la cátedra.

    Por otra parte, debemos indicar que los estudios se centraron en la formación de abogados y sacerdotes. Aproximadamente, la población estudiantil hacia 1810, incluyendo los colegios mayores de Rosario, San Bartolomé en Santafé, San Francisco en Popayán y las universidades de Mira en Santafé y San Pedro Apóstol en Mompox era de aproximadamente 200 alumnos.

    Financiación

    Las universidades se financiaron por las donaciones de los particulares y por las comunidades religiosas. Con la pretendida y frustrada universidad pública se intentó que se financiaran las cátedras con el capital de las Temporalidades . En Santafé no funcionó el "privilegio universitario de participar en el diezmo eclesiástico"

    Educación superior femenina.

    Documentalmente no hemos localizado el nombre de alguna mujer que hubiese ingresado a los estudios superiores en el virreinato de la Nueva Granada.

    En el virreinato, a la mujer le era vetado el ingreso a estas instituciones al igual que a los mestizos, mulatos, indios y negros. En definitiva, la educación superior estaba reservada, bajo escritos requisitos de ingreso en raza, religión y nobleza, sólo para los españoles y criollos.

    Lo anterior es explicable si se revisa la legislación de la época donde la mujer criolla no tenía "ninguna capacidad jurídica". La mujer siempre dependía de alguien: su padre, esposo, convento o tutor. No disponía de sus bienes y sólo lo lograba a través de intermediarios. No comentaremos la situación de la india y la negra que era peor jurídicamente que la de la blanca.

    Como se dice con razón que la educación obedece a funciones sociales y a las exigencias de la división del trabajo. Ciertamente, la educación que se le otorgaba a las criollas estaba reservada a la familiar y la que recibía en los conventos para desarrollar la función social de esposa o de monja. Es por ello que las comunidades religiosas que llegaron a América se dieron a la tarea de organizar el respectivo convento para la formación de las monjas. En el siglo XVIII con el padrón de 1776 se localizaron 470 monjas sobre una población femenina de 658.411 mujeres. Hay que decir varios monasterios fueron fundados por mujeres laicas. Parece ser que el único convento de este virreinato fundado por monjas clarisas, provenientes de España, fue el de Cartagena en 1617. Pero en general, no se impartía una educación "pedagógica de carácter formal".

    En este virreinato, se cataloga de pionero en la enseñanza el monasterio de las monjas agustinas en Popayán (1591). En el censo de 1807 se hace constar del gran número de educandas. Es más, cuando en 1863 se les obligó a exclaustrarse se señala que de allí han "salído excelentes esposas y madres de familia". En el siglo XVIII, Francisco José de Caldas(1738-1816) señala para Popayán, en 1793, la existencia de dos monasterios. Uno donde sólo se recibían a las mujeres que se dedicaban a la vida religiosa y otro que si admitía a jóvenes cuyo objeto era el instruirse. En el citado informe Caldas, dentro de la mentalidad Ilustrada, aboga por acabar con la ociosidad. Hecho que ya se manifestaba en la metrópoli en los escritos de Benito Feijoo y de Campomanes. Estos escritos y apoyos en la Corte dieron origen en el siglo XVIII a las primeras disposiciones oficiales sobre "escuelas de niñas". La Real Cédula de 11 de mayo de 1793 ordenaba el establecimiento de Escuelas gratuitas de niñas en los barrios de Madrid.

    Es imprescindible, conocer la presencia de la mujer en las esferas políticas-culturales que son las que van a permitir con posterioridad su ingreso a la universidad. En la metrópoli las mujeres trabajaron en las Sociedades Económicas y fundaron en Madrid la "Junta de Señoras". Destacamos a Josefa Amar y Borbón con proyectos muy puntuales y no generalizados. Se encuentra el caso peculiar de María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda(1768-1803) que recibió en junio de 1785 el grado de doctora en Filosofía y Letras Humanas en la Universidad de Alcalá de Henares. Un año antes se le había admitido en la Real Academia de la Lengua y además de la cultura y educación que demostraba se encuentra el hecho relevante de ser hija de los Marqueses de Montealegre y Condes de Oñate. Lo anterior explica porque Carlos III expide la Orden del 20 de abril de 1785 donde permite a la Universidad otorgarle el citado titulo de doctora.

    En América colonial, también se oyeron las voces de mujeres Ilustres. Lo peculiar en estas mujeres es que su único medio de formación fueron los libros. Ellas, si bien no lograron el ingreso a la universidad si abogaron por lo mínimo: colegios-escuelas para las mujeres de América.

    La mujer a finales del siglo XVIII fue tomando una figura pública en el campo de las tertulias. Quizá las esposas de los virreyes dieron la pauta de un nuevo comportamiento burgués a imitación de las mujeres que se destacaban en la Corte francesa y española. Por ejemplo, doña Juana María de Pereyra, esposa del virrey Flórez se le catalogaba de "poetisa y bailarina". La esposa del virrey Ezpeleta doña María de la Paz Enrile a la que se considera precursora de las Tertulias en Santafé. Pero, una de las más conocidas fue la del "Buen gusto" que se reunía en la casa de la criolla Manuela Santamaría de Manrique. Se indica que doña Manuela "estudiaba el latín y el francés para poder leer a Virgilio y la Enciclopedia". A esta Tertulia asistía Camilo Torres con su esposa María Francisca Prieto..

    Por otra parte, la organización de centros educativos para la mujer encontramos en Santafé a Doña Clemencia de Caicedo(1710-1779) quien pertenecía a lo más selecto de la sociedad neogranadina. Formada de manera auto-didacta con los libros que luego donaría al Colegio de la Enseñanza. Se había casado en segundas nupcias con Joaquín de Aróstegui, peninsular, residente en Nueva Granda desde 1740 y Oidor Decano de la Real Audiencia. Doña Clemencia apoyada por su esposo propuso ante el Consejo de Indias, en 1766, la fundación de un centro educativo para mujeres con la comunidad de La Enseñanza pero sin monjas peninsulares.

    Luego de un largo proceso el arzobispo virrey Antonio Caballero y Góngora, que gobernó el virreinato de 1782 a 1787, decreta el 17 de marzo de 1783 la apertura del Colegio-escuela de La Enseñanza. Hay que decir, que doña Clemencia murió en 1779 sin haber visto coronado su esfuerzo. Sin embargo, dejó la organización y los criterios definidos. Entre otros, se organizaría con jóvenes criollas; las Constituciones y Reglas obedecerían a la Compañía de María; el Patrono sería el virrey; la educación se centraría en formarlas para el magisterio. . y para tal efecto se funda la Compañía de María de la Enseñanza bajo el patronato del Virrey. Lo significativo fue que por primera vez las educandas tienen una organización, con horario y actividades concretas. Además, de un traje especial y con reglas de conducta muy definidas.

    Elaborado por

    Diana Soto Arango

    Directora Proyecto "Historia y prospectiva de la universidad Latinoamericana". Dirección de Investigaciones. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Código: 9005-092. El estudio recoge información del sub-proyecto: "Historia de la universidad colombiana.1774-1992"que presentamos a COLCIENCIAS en el año 1996 y que dio origen a la linea de formación en el Doctorado Ciencias de la Educación. de RUDECOLOMBIA. El presente período lleva aportes de los trabajos que hemos elaborado en conjunto con Jorge Tomás Uribe sobre la Ilustración.