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El Reto de un Bautista (página 2)

Enviado por jaimemontoya


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IX. EXPIACIÓN DEL PECADO (2 Corintios 5:21)

"…Creemos que Jesucristo, por su obediencia personal, honró la ley divina, y que por su muerte hizo una expiación completa y vicaria por nuestros pecados; creemos que su expiación consistió, no en dejarnos un ejemplo con su muerte como un mártir, sino que fue la sustitución voluntaria de Él mismo en el lugar del pecador, el justo muriendo por el injusto". Así dice la confesión de fe de muestra iglesia.

I. El Significado de la Palabra "Expiación"

A. En el sentido literal de la palabra "expiar" o hacer expiación quiere decir cubrir.

1. Así es usada la palabra muchas veces en el Antiguo Testamento en relación con los sacrificios de animales que ofrecieron. Ejemplo: (Lev. 16:5, 15).

2. Aquellos sacrificios no podían quitar el pecado. (Heb. 10:4). La sangre de los animales cubrían los pecados de los Israelitas delante de Dios hasta que vino Cristo a quitarlos por su muerte en la cruz. Dios aceptaba aquellos sacrificios como una muestra de fe en el Salvador que iba a venir.

3. El diccionario dice que expiar significa: "Borrar las culpas mediante un sacrificio". "Sufrir el delincuente la pena impuesta".

4. En círculos cristianos "expiar" o "expiación" es un termino que ha llegado a cubrir toda la obra sacrificadora y redentora de Cristo. Cristo hizo expiación por nuestros pecados por medio del sacrificio de si mismo en la cruz. Su muerte dejó satisfecho la justicia de Dios y lo permitió perdonar a los pecadores arrepentidos. Ya hemos estudiado acerca de la obra de Cristo en las lecciones acerca de Su muerte y resurrección. En esta lección pensaremos en el hecho de que Él fue nuestro sustituto voluntario, "el justo muriendo por el injusto".

II. La Necesidad de la Expiación.

A. Toda persona ha pecado contra Dios. (Ecl. 7:20; Rom. 5:12).

B. Por el pecado está condenado. (Rom. 3:23; 6:23: Apoc. 21:8). Dios es Santo y Justo y no puede dejar pasar por alto el pecado. El pecado tiene que ser castigado.

C. La única manera de escapar las terribles consecuencias del pecado es por medio de un sustituto que satisface las demandas de la justicia divina.

D. De eso se trata la expiación. Cristo es nuestro sustituto. Él es justo y murió por nosotros los injustos.

III. El Plan de Dios para la Expiación.

A. El plan profetizado. Los animales sacrificados en el Antiguo Testamento fueron símbolos de Cristo muriendo por nuestros pecados. Señalaban hacia el Salvador venidero. También en Isa. 53:10 tenemos una clara profecía: "…cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado".

B. Versículos que nos explican como fue realizado el plan:

1. Rom. 5:6-8.

2. II Cor. 5:21.

3. I Pedro 2:24 y 3:18.

En el uso común o vulgar de la palabra expiar, se oye del chivo expiatorio. Es cuando alguien, culpable de delito, echa la culpa a otro y queda libre. Pues, es precisamente lo que hace el pecador cuando acepta al Señor Jesucristo como Salvador. Él lleva la culpabilidad del pecador, y el pecador es libre, es considerado justo delante de Dios. (II Cor. 5:21).

X. EL NUEVO NACIMIENTO (2 Corintios 5:17; Juan 3:1-7)

  "Creemos que para ser salvo, el pecador debe nacer de nuevo; que el nacimiento es una nueva creación en Cristo Jesús; que tal nacimiento es instantáneo y no un proceso; que en el nuevo nacimiento el hombre, muerto en sus delitos y pecado, es hecho participe de la naturaleza divina y recibe vida eterna, el don gratuito de Dios". Así dice la confesión de fe de nuestra iglesia.

I. ¿Qué es el Nuevo Nacimiento?

A. Lo que No es.

1. No es una reforma. Hay quienes dicen: "Debes dar vuelta la hoja y comenzar de nuevo. Debes poner fin a tu mala vida y unirte a la iglesia". Pero, si fuera posible abandonar el pecado hoy y nunca cometer otro, aún quedaría la cuenta de los pecados pasados.

2. No es una creencia religiosa. (Juan 1:13) "Voluntad de hombre".

3. No es por descendencia. (Juan 1:13) "no de sangre".

4. No es come resultado de sus propios esfuerzos. (Juan 1:13) "Voluntad de carne".

B. Lo que Es.

1. Es un cambio Divino. Juan 1:13 "sino de Dios". Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y depositamos nuestra fe en Cristo, Dios envía el cambio a nuestra vida. Es la parte Divina de la salvación.

2. Es un cambio misterioso. (Juan 3:8-9) No podemos entenderlo completamente.

3. Es un cambio drástico. Aunque todavía tenemos la carne, el cambio que se efectúa en la regeneración es grande. Tenemos nuevas esperanzas, nuevos ideales, nuevos gozos, porque somos nuevas criaturas. (II Corintios 5:17).

II. La necesidad de la Nueva Creación

A. Es Necesario porque todos somos pecadores. (Rom. 5:12 y 3:23).

B. Es Necesario porque sin ella estamos perdidos. (Juan 3:3, 3:5, 3:18, 3:36).

III. ¿Cómo puede una persona nacer de nuevo? Notemos una ilustración del Señor: (Juan 3:14 y Números 21:4-9)

1. Números 21:5 – Israel pecó como todos han pecado.

2. Números 21:6 – El pecado trajo el juicio. (Rom. 6:23)

3. Números 21:7 – Israel reconoció, confesó y buscó el perdón de su pecado. Dios demanda el arrepentimiento del pecador.

4. Números 21:8 – Dios reveló el camino de salvación como lo ha revelado a nosotros. (Rom. 10:9-10)

5. Números 21:8-9 – Provisión. (La Cruz – Juan 3:14, Rom. 5:8)

6. Números 21:8 – Condición – "Cualquiera que miraré". El hecho que Cristo ha muerto por nuestros pecados – no ha de salvar a ningún pecador, amenos que éste personalmente crea en Cristo. (Juan 3:16)

7. Números 21:9 – Resultado – "Vivía". Tan pronto que un Israelita mordido miraba, recibía nueva vida. En un momento pasa de la muerte a la vida. No es un proceso, sino instantáneo.

La persona que solamente nace una vez (de la carne) morirá dos veces. (La muerte física y la muerte segunda. (Apoc. 21:8). La persona que nace dos veces (de la carne y del Espíritu) morirá solamente una vez (físicamente). ¿Ha nacido Ud. de Nuevo? (II Corintios 5:17).

XI. LIBERTAD DE LA SALVACIÓN (Efesios 2:8-9) 

"La Libertad de la Salvación" se trata del hecho que la salvación es gratis. Casi todo el mundo cree que uno tiene que hacer buenas obras, trabajar, pagar, vivir una vida buena, ser miembro de cierta religión, etc., para ser salvo. ¡La Biblia enseña al contrario!

I. Por La Gracia de Dios se salva el hombre.

A. Cuando se habla de la gracia de Dios, quiere decir "el favor inmerecido de Dios hacia los hombres."

B. Toda persona (hombres, mujeres, jóvenes, niños) ha pecado contra Dios y merece el infierno. (Rom. 3:23, 6:23). A pesar de eso, Dios les ofrece perdón de sus pecados y salvación de tal destino. ¡Esto es gracia! El perdón y la salvación son inmerecidos. "Por gracia sois salvos…" (Efesios 2:8).

II. La Gracia elimina las obras y la ley como medios de salvación.

A. Si una persona pudiera obtener la salvación haciendo buenas obras, entonces la salvación sería simplemente su justo salario. (Rom. 4:4-5; 11:6). Somos salvos por la obra redentora de Cristo, no por nuestras obras. Entonces viviendo una buena vida, siendo religiosos, haciendo obras (caridades, ayudas etc.), pues no le pueden salvar. (Efesios 2:9). Realmente uno no puede hacer obras buenas antes de ser salvo.

B. Si una persona pudiera salvarse cumpliendo la ley, entonces en vano murió Cristo, porque ya estaba la ley mucho antes de la venida de Cristo. La Ley revela y condena el pecado (Rom. 3:19), pero no perdona y salva. "Por gracia sois salvos…" (Efesios 2:8).

III. La Salvación por la gracia significa que es gratis.

A. La Salvación es un don de Dios. (Efesios 2:8-9).

B. La Salvación es una dádiva (regalo) de Dios. (Rom. 6:23)

C. La Salvación es gratuita. (Rom. 3:24)

D. La Salvación es sin precio. (Isaías 55:1)

E. Si es gratis, entonces no cuesta ni un centavo, ni una lágrima, ni un esfuerzo, pues, ¡nada! Jesucristo pagó el precio.

IV. La Salvación por la gracia es ofrecida a todos.

A. Tito 2:11, Mateo 11:28, Rom. 10:13.

B. Es la responsabilidad de cada persona aceptar la salvación por medio del arrepentimiento y fe en Cristo. (Isaías 55:5-7; Juan 3:18-19; Hechos 17:30-31).

C. El pecador peor de la tierra puede ser salvo gratuitamente. (I Tim. 1:15; I Corintios 15:9-10).

La salvación es un regalo de Dios. ¡Todos deben aceptarlo cuanto antes! (Efesios 2:8-9).

XII. LA JUSTIFICACIÓN (Romanos 5:1)

Hace cientos de años, Bildad, un amigo de Job (Job 25:4) preguntó, "¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? y ¿cómo será limpio el que nace de mujer?" Este problema ha inquietado a los hombres a través de los siglos. Gracias a Dios tenemos la respuesta en la Palabra de Dios.

I. La Necesidad de ser Justificado delante de Dios.

A. Todo el mundo, cada persona, tiene la necesidad de ser justificado, porque es injusto. (Romanos 3:10). Tendría que ser perfecto para ser justo. Ninguno ha sido justo en si mismo, menos al Señor Jesucristo.

B. David no quiso ser juzgado por Dios, porque sabía que no era perfecto. (Salmos 143:2). En un juicio la persona tendría que responder por sus pecados, y ser condenado al lago de fuego.

C. Para ser justo, la persona tendría que ser perfecto en sus relaciones con Dios, con el prójimo, y con si mismo desde su nacimiento hasta su muerte. Con razón la Biblia dice, "no hay justo, ni aún uno". Si usted piensa que es justo, lea Isaías 64:6.

II. ¿Qué es la Justificación?

A. La justificación es el acto mediante el cual Dios declara justo al injusto.

B. No significa hacer al pecador justo, sino declarar que es justo, Aun los justificados no son completamente justos en sus vidas.

C. Es mas que el perdón. El perdón libra de la condena del pecado, pero no de la culpabilidad. A veces los oficiales perdonan a un reo, pero esto no significa que es culpable.

D. En la justificación, Dios no solamente perdona al pecador, sino que también lo declara justo y libre de la culpabilidad de su pecado. Delante de Dios es como si nunca hubiera pecado–Entonces tiene paz para con Dios. (Romanos. 5:1).

III. ¿Cómo pueden ser justificados delante de Dios los hombres?

A. Leyendo las citas Bíblicas notadas aquí, podemos entender que la justificación no es de uno mismo, (Lucas 16:15) tampoco viene por tratar de guardar la ley, (Romanos. 3:20) ni por vivir bien. (Isaías. 64:6).

B. ¿Cómo pues, es justificado el pecador?

1. La gracia Dios es el origen de la justificación. (Romanos. 3:24). Recuerden que "gracia" significa "favor inmerecido".

2. La sangre de Cristo es la base de la justificación. (Romanos. 5:9). Dios mira al pecador que acepta a Cristo como si no tuviese pecado porque la sangre de Cristo lo limpia de toda maldad.

3. La fe es el medio de recibir la justificación. Se trata de fe en el Señor Jesucristo como Salvador. (Romanos 3:28; 4:5; 5:1). En el momento en que cree el pecador en Cristo, es justificado delante de Dios. Es un acto instantáneo, no progresivo.

La única manera de tener la paz verdadera es recibir a Jesucristo como su Salvador. Entonces se alcanza la justificación delante de Dios. (Romanos. 5:1).

La justificación es la completa absolución por gracia que Dios da a los pecadores, que creen en Cristo, de todo pecado, por medio de la satisfacción que Cristo ha hecho; no por cosa alguna que ellos hayan hecho o que haya sido logrado en ellos; sino por causa de la obediencia y satisfacción de Cristo, recibiendo ellos esta justificación pero descansando en El y en Su justicia por la fe.

XIII. EL ARREPENTIMIENTO (Hechos 17:30)

El Arrepentimiento es una gracia evangélica, dentro de una persona que por el Espíritu Santo, que le sensibiliza con respecto a su naturaleza impía y de su pecado, para que se humille por esta causa, con dolor genuino, aborrecimiento de ello, y auto-aversión, con un propósito y meta de caminar delante de Dios para agradarle en todas las cosas.

La regeneración y la justificación son las partes de la salvación que corresponden a Dios. Para experimentar la regeneración (el nuevo nacimiento) y la Justificación, corresponde al hombre arrepentirse y creer en Cristo. Ahora vamos a estudiar el arrepentimiento.

I. La Importancia del arrepentimiento.

A. La Biblia llama a los hombres al arrepentimiento. Es un tema importante en las Escrituras.

1. En el Antiguo Testamento. (II Crónicas 7:14; Proverbios 28:13; Isaías 55:7)

2. En el Nuevo Testamento. (Mateo 3:1-2; Marcos 1:14-15; Hechos 17:30)

B. Es la voluntad de Dios para todos. (Hechos 17:30; II Pedro 3:9)

C. Es parte del mensaje de la gran comisión. Lucas 24:45-47.

D. Es esencial para salvarse de la ira de Dios. (Romanos 2:5-6)

II. La Naturaleza del Arrepentimiento.

A. Lo que no es:

1. No es hacer penitencia. Hacer penitencia es tratar de limpiarse a si mismo del pecado. ¡Es imposible!

2. No es una reformación. Uno puede dejar unos pecados sin voltear hacia Dios.

3. No es solamente ser convencido de sus pecados (Hechos 24:25). Ciertamente la convicción de que ha pecado contra Dios es un paso hacia el arrepentimiento, y muchos, como Félix, hasta se espantan, pero no se arrepienten.

4. No es meramente la confesión que ha pecado. Muchos confiesan que han pecado, pero siguen en lo mismo. (Éxodo 9:27 y 34-35)

5. No solamente es sentir tristeza por el pecado.

B. Lo que es:

1. Es un cambio de pensamiento y actitud hacia Dios y hacia el pecado. Una ilustración: Mateo 21: 28-29.

2. Incluye sentir tristeza porque ha sido rebelde contra Dios. (II de Corintios 7:9:10)

3. Significa dar la espalda a la rebelión contra Dios y voltearse hacia Dios. El hijo pródigo es un ejemplo. (Lucas 15:17-20) (Proverbios 28:13)

III. Los resultados del arrepentimiento.

A. La fe y el arrepentimiento son inseparables. (Hechos 20:21) Un arrepentimiento sin fe que Dios le va a perdonar no es un arrepentimiento verdadero. Tampoco puede uno poner su fe en Cristo sin estar arrepentido de su rebelión contra Dios. Entonces el resultado más importante es la salvación. (II Corintios 7:10). Sin arrepentimiento no hay salvación.

B. Una vida cambiada es el resultado del arrepentimiento. (Lucas 3:5-8). "Frutos dignos de arrepentimiento" se trata de cambiar el modo de vivir.

C. El arrepentimiento también causa gozo en el cielo. (Lucas 15:7).

Recordemos que es un mandamiento de Dios que los hombres se arrepientan. (Hechos 17:30). Los cristianos cuando pecan, también deben arrepentirse.

XIV. LA FE (Hechos 20:21)

La fe que salva es el creer, en todo aquello que por la autoridad de Dios está revelado en Su Palabra concerniente a Cristo; aceptando y confiando solamente en El para la justificación y la vida eterna. Esta fe es forjada en el corazón por el Espíritu Santo, y viene acompañada por todas las otras gracias salvadoras, y lleva a una vida de santidad.

La Biblia dice en Hebreos 11:6 que "sin fe es imposible agradar a Dios". Entonces vemos la importancia de la fe en la vida humana. Sin ella no hay salvación. Tampoco puede el cristiano recibir contestaciones de sus oraciones. (Marcos 11:24). Las promesas de la Biblia quedan nulas y no hay victoria en la vida del cristiano si no hay fe. (I Juan 5:4). Todo lo que el hombre hace sin fe es pecado. (Romanos 14:23). Trataremos ahora especialmente de la fe que resulta en la salvación del pecador.

I. ¿Qué es la fe?

A. El arrepentimiento es dar la espalda al pecado y rebelión contra Dios, y voltearse hacia Cristo. La fe es la confianza personal puesta en Cristo como Salvador. No puede haber arrepentimiento sin fe, ni fe sin arrepentimiento. A veces oímos a alguien decir, "tengo fe en mi doctor." Quiere decir que a él le confía su caso, su enfermedad sin reserva. La fe que nos salva significa que confiamos en Cristo Jesús para salvar nuestra alma.

B. La Biblia usa mucho la palabra creer, que es igual a tener fe. (Juan 3:16; 5:24).

1. Significa creer en una persona divina. Cristo es Dios, el Hijo.

2. Hay que creer que murió en su lugar recibiendo el castigo por sus pecados y que resucitó venciendo el pecado y la muerte. (I Corintios 15:1-4; Romanos 10:9-10).

C. La fe en Cristo significa recibirle. (Juan 1:11-12). De nada le sirve a un enfermo creer que una medicina le ayudará si no la toma. Recibir a Cristo es aceptarle, es confiar en él para el perdón de pecados y la salvación de su alma.

II. ¿Cuál es el objeto de nuestra fe?

A. Algunas cosas que no son objetos correctos de la fe.

1. La fe que salva no es fe en un libro, aunque sea la Biblia. Muchos dicen que creen la Biblia, pero no aceptan a Cristo.

2. La fe que salva no es fe en un credo.

3. La fe que salva no es fe en los santos (ídolos).

4. La fe que salva no es fe en una iglesia.

*El dicho: "cada cual por su oración se salva" no es cierto a menos que en su oración invoca el nombre del Señor. (Romanos 10:13).

5. Algunos dicen "La fe es lo que salva, aunque sea fe en un palo." Es una mentira fabricada por Satanás.

B. El objeto de la fe que salva es una persona. Es el Señor Jesucristo y únicamente Él. (Hechos 20:21; 16:30-31).

III. ¿De dónde viene la fe?

A. La fe es un don de Dios. (Efesios 2:8-9). Dios nos da la habilidad de creer en Cristo.

B. Esa habilidad viene después de escuchar la Palabra de Dios: (Romanos 10:13-17).

C. Si ha escuchado, y ha entendido el evangelio, debe aceptar a Cristo ahora, antes que se endurezca su corazón.

Jamás ha puesto alguien su fe en Cristo en vano. La persona que se arrepiente y cree en Cristo es salva (Hechos 20:21).

XV. LA IGLESIA (1 Corintios 12:27)

El Señor Jesús es la Cabeza de la Iglesia, la cual está compuesta de todos sus verdaderos discípulos, y en El hay supremo poder para su gobierno. De acuerdo con este mandamiento, los Cristianos deben asociarse en sociedades particulares o iglesias; y a cada una de estas iglesias El ha dado la autoridad necesaria para administrar este orden, disciplina y la adoración que El ha encomendado. Los oficiales regulares de una Iglesia son Obispos o Ancianos, y Diáconos.

I. ¿Qué es la iglesia?

A. La palabra "iglesia" es traducida de la palabra griega "ecclesia." El Nuevo Testamento fue escrito originalmente en el griego. Para los griegos, significaba una asamblea legislativa local. Los miembros del cuerpo legislativo (como un congreso) eran llamados de sus negocios y/o hogares a una asamblea, por un pregonero, para tratar asuntos de la ciudad cuando fuere necesario.

B. Entonces, es la palabra perfecta para describir a una congregación de Creyentes bautizados. Una iglesia es una asamblea de personas llamadas fuera del mundo (apartados del pecado y rebelión contra Dios) por la gracia de Dios; llamados a unirse en un cuerpo con Cristo como la cabeza por medio del bautismo. (Hechos 2:41 y I Corintios 12:27). La iglesia no es el edificio sino la congregación de miembros.

C. La palabra "iglesia" es usada en tres diferentes maneras en el Nuevo Testamento:

1. El Uso Abstracto: Mt. 16:18 – Es lo mismo como cuando hablamos del hogar o la escuela, sin fijarnos en ninguna persona en particular.

2. El Uso Particular: Se refiere a un grupo de creyentes bautizados y unidos bajo un pacto en cierto lugar. Por ejemplos: La iglesia en la América o la iglesia en el centro. Es el uso más común en la Biblia: Hechos 11:22; I Corintios 1:2. Se usa en el plural también: Gálatas 1:2; ITesalonicenses 2:14.

II. El Origen de la Iglesia: ¿Cuándo empezó la iglesia?

Hay dos pensamientos en cuanto al tiempo de la organización de la iglesia: (1) Que fue fundada por Cristo mismo en su ministerio aquí en la tierra. (2) Que fue organizada en el día de Pentecostés. Nosotros los Bautistas creemos que Jesucristo mismo organizó la iglesia. Aquí hay algunas razones por las cuales creemos así:

A. I Corintios 12:28: "Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles…" Los apóstoles fueron primeros en tiempo y autoridad en la iglesia. Fueron los primeros miembros. En Lucas. 6:12-16 leemos del tiempo cuando escogió a los doce.

B. Mt. 18:15-17: La iglesia ya existía porque recibió instrucciones en disciplina.

C. Hechos 1:15-26: La iglesia tuvo reuniones de negocios antes de Pentecostés.

D. Las ordenanzas de la iglesia (el Bautismo y la Santa Cena) fueron practicadas antes de Pentecostés. Solo la iglesia puede practicar estas ordenanzas.

E. Mt. 28:18-20: La gran comisión fue dada antes de Pentecostés. Esta es la obra de la iglesia. Si no fue dada a la iglesia, entonces ¿a quien? Un individuo no puede cumplir ese mandamiento.

F. Mt. 16:16-18: Explica que Cristo es la roca sobre la cual la iglesia está edificada. El hecho que se usa el verbo "edificaré", en tiempo futuro, no significa que la iglesia no existía en ese momento. Se puede decir en cuanto a cualquier iglesia Neo testamentaria que ya existe que Cristo la "edificará." Ejemplo: Cristo "edificará" la iglesia en la Col. América. Ya existe, pero sigue edificándose.

NOTA: En Pentecostés, la iglesia ya existente en Jerusalén, recibió el poder para llevar acabo su comisión. La iglesia fue organizada bajo el ministerio de Jesús.

1a Corintios 12:27 muestra que cada iglesia local es cuerpo de Cristo. Él es la cabeza.

Hemos visto lo que es la iglesia. Ahora vamos a estudiar como ser miembro de la iglesia y las responsabilidades y los privilegios de los miembros.

I. Los Requisitos Para Ser Miembros De Una iglesia:

A. El hecho que una persona asista regularmente a los cultos de una iglesia no quiere decir que es miembro de esa iglesia con todos sus derechos y responsabilidades. Las iglesias en el Nuevo Testamento tenían miembros y sabían quienes eran. En I Corintios 5:1-2, Pablo exhorta a la iglesia de Corinto a excluir o expulsar a un miembro pecaminoso. La membresía es un acuerdo entre la iglesia y el miembro que puede ser terminado por cualquiera de los dos.

B. Los requisitos para ser miembro de una iglesia:

1. Ser Salvo: Hechos 2:47 – La membresía en una iglesia no salva. Cristo es el único Salvador porque es el único que murió por nuestros pecados: Juan 14:6. Uno puede ser salvo sin unirse a una iglesia, pero no es obediente al Señor.

2. Ser Bautizado: Hechos 2:41- Se "añadieron" a la iglesia por el bautismo. El bautismo no salva. Cristo es el único salvador: Hechos 4:12. El bautismo es un paso de obediencia al Señor por la cual profesamos ser salvos, y nos unimos a la iglesia, el cuerpo de Cristo.

II. Los Privilegios y Las Responsabilidades Del Miembro De Una Iglesia:

A. Tiene el privilegio de tener un guía espiritual (Pastor, encargado etc.) Tiene la responsabilidad de seguirlo y obedecerlo: Hebreos 13:7 y 17.

B. Tiene el privilegio de la comunión con otros hermanos que son miembros. Tiene la responsabilidad de asistir fielmente a los cultos: Hebreos 10:23-25. Los que rehúsan asistir a los cultos realmente nunca formaron parte de la asamblea: I Juan 2:19.

C. Tiene el privilegio de tomar la Cena del Señor. Tiene la responsabilidad de examinarse a sí mismo antes de tomarla: I Corintios 11:27-30, y juzgar el pecado en su propia vida.

D. Tiene el privilegio de sostener a la iglesia materialmente. Tiene la responsabilidad de dar a lo menos el diezmo con este propósito: Malaquías 3:10.

E. Tiene el privilegio de recibir las enseñanzas y el alimento espiritual en los cultos. Tiene la responsabilidad de estudiar la Biblia diariamente por si mismo: II Timoteo 2:15. También tiene la responsabilidad de ser defensor de la fe, o sea de las doctrinas bíblicas enseñadas por la iglesia. (Judas 3). Hay que rechazar las doctrinas falsas.

F. Tiene el privilegio de ayudar en la obra más importante de todo el mundo: El llevar el evangelio a toda criatura – Mateo 28:19-20. Este mandamiento fue dado a la iglesia. Tiene la responsabilidad de testificar personalmente a otras personas para ganarlas a Cristo. Hay que orar por el pastor y los misioneros y sostenerlos con las ofrendas.

G. Tiene el privilegio de votar en las reuniones de negocios de la iglesia. Tiene la responsabilidad de orar y buscar la voluntad de Dios antes de votar: Hechos 1:21-26.

H. La iglesia tiene el derecho de excluir a un miembro que no se porta bien: I Corintios 5:1-2 y 11. El miembro tiene la responsabilidad delante de Dios, la iglesia y el mundo, de ser un testimonio bueno en conducta y palabra: Santiago 4:4 y Mateo 5:14.

Como bautistas, no debemos conformarnos a ser miembros de la iglesia, sino debemos tratar de ser buenos miembros de la iglesia (Hechos 2:41)

Ahora nos toca estudiar el gobierno de la iglesia y la misión de la iglesia.

I. El Gobierno de la Iglesia.

A. Cada iglesia es un cuerpo independiente. (Apocalipsis 1:11-13 y 20). En estos versículos cada una de las siete iglesias fue simbolizada por un candelero. Cada candelero (iglesia) fue responsable de obedecer solemnemente a Cristo. (Apocalipsis 2:1 y 5) Cristo es el que anda en medio de sus iglesias y es la cabeza de cada una. (Colosenses 1:18) Entonces no puede haber una persona (como el papa, un obispo o un misionero) afuera de la iglesia que le puede gobernar. Tampoco puede una convención, un congreso, o un compañerismo, etc.

B. El gobierno de cada iglesia reside en la congregación. La iglesia es el cuerpo de Cristo y guiado por Él, tiene la autoridad de llamar a su pastor, nombrar sus oficiales, recibir o rechazar miembros y llevar a cabo sus negocios sin influencia de afuera. Cada miembro que esté en plena comunión con la iglesia tiene voz y voto. La congregación es la autoridad y tiene la última palabra.

C. Una iglesia puede y debe cooperar con otras iglesias de la misma fe y orden en la obra del Señor. Ejemplos: Sostener misioneros, Escuelas Bíblicas, abrir nuevas obras, etc. Pero esa cooperación depende de la habilidad y el deseo de la iglesia. Nadie de afuera puede demandar que la iglesia coopere si no desea hacerlo. En II Corintios 8:23-24 encontramos un ejemplo de cooperación entre iglesias. Tito y los mensajeros de las iglesias anduvieron entre las iglesias recogiendo una ofrenda para los cristianos en Jerusalén que pasaban por tiempos difíciles.

II. La Misión de la Iglesia.

"Creemos que la misión exacta de la iglesia está en la Gran Comisión". Así dice la Confesión de Fe de nuestra iglesia. (Mateo 28:18-28).

A. "Id y haced discípulos"

1. "Id". ¿Dónde? "A todas las naciones". (Hechos 1:8) "Jerusalén" (nuestra casa, la ciudad donde vivimos), "Judea" (nuestro estado o país), "Samaria" (otros estados o países cercanos), "y hasta lo último de la tierra". (todas partes del mundo) Las naciones unidas se componen de unas 140 naciones, pero se hablan más de 3000 idiomas en el mundo. La comisión es de ir a todos ellos. El plan de Dios de hacerlo es por medio de las iglesias. (Romanos 10:14-15) Algunos en la iglesia deben dedicarse a Jerusalén y Judea, pero al mismo tiempo deben enviar a otros a predicar el Evangelio en otras partes. Lo podemos hacer sosteniéndoles con nuestras ofrendas misioneras y con nuestras oraciones.

2. "Haced discípulos". Un discípulo es una persona que acepta la disciplina y enseñanza de otra persona. El propósito de ir y predicar el Evangelio a toda criatura es de hacer discípulos para Cristo. Antes de poder ser discípulos tienen que escuchar de su obra redentora en la cruz y de su resurrección. (Romanos 10:13-14). Si se humillan y aceptan a Cristo como su Salvador, se convierten en discípulos de Cristo. 

B "Bautizándoles" Los que ponen su fe en Cristo deben ser bautizados. Es la misión de la iglesia de bautizarlos. Cuando se bautizan se unen a la iglesia, formando parte de ella, con todos los derechos y las responsabilidades. (Hechos 2:41).

C. "Enseñándolos" La iglesia es una escuela donde uno puede aprender a obedecer y a servir al Señor. Por medio de las predicaciones, las lecciones, las exhortaciones y viendo el ejemplo de otros, el cristiano aprende las doctrinas, a testificar, a orar, a estudiar, a diezmar y "todas las cosas que os he mandado". ¡Con razón es importante asistir puntualmente! (Hebreos 10:25).

¡Qué Dios reciba la gloria en la iglesia en Cristo Jesús! Debe ser nuestro deseo como miembros! (Efesios 3:21)

XVI. PROVIDENCIA

Dios desde la eternidad, decreta o permite todas las cosas que suceden, y sostiene, dirige, y gobierna perpetuamente todas las criaturas y todos los eventos; pero sin ser de modo alguno el autor o cómplice del pecado de modo que se destruyese la libre voluntad y la responsabilidad de las criaturas

inteligentes.

XVII. ELECCION

La Elección es la selección eterna que Dios hace de personas para vida eterna – no por causa de algún mérito que Dios haya visto de antemano en ellos, sino por causa de su misericordia en Cristo – como consecuencia de lo cual son llamados, justificados y glorificados.

XVIII. LA CAIDA DEL HOMBRE

Dios originalmente creó al hombre a Su propia imagen, y libre del pecado; pero, por la tentación de Satanás, el hombre transgredió el mandamiento de Dios, cayó de sus estado original de santidad y justicia; con el resultado que su posteridad heredó una naturaleza corrupta y completamente opuesta a Dios y a Su ley, bajo condenación, y tan pronto como tienen capacidad de acción moral, son transgresores.

XIX. EL MEDIADOR

Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, es el mediador divino designado entre Dios y el hombre. Habiendo tomado en Si mismo la naturaleza humana, pero sin pecado, El cumplió perfectamente la ley, sufrió y murió en la cruz por la salvación de los pecadores. Fue sepultado, y resucitó al tercer día, y ascendió a Su Padre, a cuya diestra está para interceder por los Suyos. El es el único Mediador, el Profeta, Sacerdote y Rey de la Iglesia y Soberano del Universo.

XXI. REGENERACION

La Regeneración es un cambio de corazón, producido por el Espíritu Santo, que da vida al que está muerto en delitos y pecados alumbrando sus mentes espiritualmente y salvíficamente para entender la Palabra de Dios, y renovando toda su naturaleza, de modo que pueden amar y practicar la santidad. Esto es obra únicamente de la libre y especial gracia de Dios.

XXII. SANTIFICACION

Aquellos que han sido regenerados también son santificados, por la palabra de Dios y el Espíritu que habita en ellos. Esta santificación es progresiva por medio de la fortaleza Divina, la cual todos los santos buscan obtener, esperando una vida celestial en cordial obediencia a todos los mandamientos de Cristo.

XXIII. PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS

Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y santificado por Su Espíritu, nunca caerán totalmente o finalmente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán hasta el fin; y aunque pueden caer en pecado, por negligencia y tentación, contristar al Espíritu y deteriorar sus gracias y consuelo, traer reproche a la Iglesia, y juicio temporal sobre sí mismos, serán traídos de nuevo al arrepentimiento, y mantenidos por el poder de Dios por medio de la fe para salvación.

XXIV. BAUTISMO

El Bautismo es una ordenanza del Señor Jesús, obligatoria para cada creyente, en la cual el creyente es inmerso en agua en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, como una señal de su participación en la muerte y resurrección de Cristo, de la remisión de pecados, y del ofrecimiento de su vida al Señor, para vivir y caminar en vida nueva. Es un prerrequisito para poder entrar en la comunión de la Iglesia y participar de la Cena del Señor.

XXV. LA CENA DEL SEÑOR

La Cena del Señor es una ordenanza de Jesucristo, para ser administrada con los elementos de pan y vino, y que debe ser observada por sus iglesias hasta el fin del mundo. No es de ningún modo un sacrificio, sino que está designada para conmemorar su muerte, para confirmar la fe y otras gracias de los Cristianos, y para ser un medio de unión y renovación de su comunión con El y también con su iglesia.

XXVI. EL DIA DEL SEÑOR

El día del Señor es una institución Cristiana de observancia regular, y debe ser empleada en la adoración y la devoción espiritual, tanto pública como privada, descansando de las actividades mundanas y diversiones, exceptuando las obras de misericordia y necesidad.

XXVII. LIBERTAD DE CONCIENCIA

Dios solamente es Señor de la conciencia, y El la ha dejado libre de las doctrinas y mandamientos de hombres, que sean de alguna forma contrarias a Su palabra, o que no estén contenidos en ella. Como los magistrados civiles son ordenados por Dios, se les debe sujeción en todo lo que sea legal, no solamente por ira sino por causa de la conciencia.

XXVIII. LA RESURRECCION

Los cuerpos de los hombres después de la muerte vuelven al polvo, pero sus espíritus vuelven inmediatamente a Dios – los justos para descansar con El;

los impíos, para ser reservados en oscuridad para el juicio. En el día final, los cuerpos de los muertos, tanto justos como injustos, serán resucitados.

XXIX. EL JUICIO

Dios ha determinado un día, en el cual juzgará al mundo por Jesucristo,

cuando cada uno recibirá de acuerdo a sus obras: los impíos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna.

LOS BAUTISTAS TIENEN EL RETO Y EL LLAMADO HACIA EL EVANGELISMO MASIVO

El evangelismo masivo es un método de obediencia a Jesucristo en el área tan crucial de comunicar la gracia de Dios a los hombres. Como método no es sagrado ni perfecto, pero no hay métodos perfectos. El método es simplemente un vehículo. Sólo la persona del Señor Jesucristo, la verdad del mensaje del evangelio, el fundamento de la Escritura y la unción del Espíritu pueden hacer que un método sea eficaz.

En tanto el Señor siga inspirando en ciertos creyentes la pasión por las multitudes, el evangelismo masivo tiene gran futuro. Siervos de Dios como D. L. Moody, Juan Wesley y Billy Graham, todos practicaron evangelismo masivo—y sus vidas han tocado a millones. La influencia de cada uno puede sentirse aún hoy. Y por la gracia Dios otros siervos como ellos serán levantados por el Señor en el futuro.

  El evangelismo masivo continúa siendo una de las herramientas más poderosas que Dios ha puesto en nuestras manos–particularmente en esta generación. ¿Por qué? Porque hoy el evangelismo masivo significa no sólo multitudes en auditorios y estadios, sino también el uso de la televisión, la radio y todos los medios modernos para comunicar el evangelio de Jesucristo.

  Debemos creer enfáticamente en el futuro del evangelismo masivo como parte de nuestra misión como Bautistas por las siguientes razones:

RAZON 1

A través de cruzadas unidas, el evangelismo masivo comunica la verdad de Dios a millares y millares de personas. Nuestro objetivo es agradar a Dios, y el Nuevo Testamento declara claramente que el profundo deseo de Dios es que prediquemos el evangelio.

Dios se complace cuando anunciamos su mensaje de salvación a las multitudes. No podemos alegar que la responsabilidad no es nuestra. La salvación es de Dios, pero Él usa a personas como instrumentos para comunicar su verdad al mundo.

RAZON 2

A través del evangelismo masivo, ciudades enteras y a menudo naciones son conscientes de que Dios está obrando, y el mensaje del evangelio se convierte en tema del momento. Hay interés y expectación en las conciencias de millares. En hogares, oficinas y restaurantes la gente habla acerca de Dios y de la Biblia, lo cual se convierte en puente maravilloso para llegar a las almas de los hombres. Los creyentes de pronto descubren que abundan las oportunidades para testificar.

RAZON 3

El evangelismo masivo capta la atención de líderes nacionales y llega a segmentos de la sociedad de otra manera inaccesibles. Cuando los líderes se dan cuenta de que se reúnen multitudes o hay gran impacto en los medios de comunicación, a menudo están dispuestos a escuchar.

Del mismo modo que gobernadores (Hechos 13) y reyes (Hechos 26) prestaron oídos al apóstol Pablo, hoy también los líderes de naciones deben oír la Palabra de Dios.

RAZON 4

Las cruzadas de evangelismo masivo pueden alcanzar a personas con hambre espiritual, perdidas en nuestras vastas áreas metropolitanas. Como Cornelio en Hechos 10, están esperando las Buenas Nuevas de Dios. El evangelismo masivo atrae a esta gente a la cruzada, donde a menudo responden al evangelio y son transformados por el poder de Cristo.

RAZON 5

La explosión demográfica demanda cruzadas de evangelismo porque constantemente hay nuevas generaciones que tienen que escuchar. Incluso en ciudades ya evangelizadas, cada nueva generación debe tener la oportunidad de responder al evangelio.

El evangelismo masivo es evangelismo personal multiplicado por mil, complementa los esfuerzos de la iglesia local y satisface las necesidades a una escala que la iglesia local no puede lograr.

Nuestro mandamiento es evangelizar a toda criatura. Jesús dijo en Lucas 14:23 "Fuérzalos a entrar". El evangelismo masivo no sólo llega a millares en forma directa, sino que también estimula a los creyentes a testificar de Cristo diariamente.

RAZON 6

Cada día mueren 200.000 personas en el mundo, y un alto porcentaje se enfrenta a una eternidad sin Cristo. No hay justificación para permanecer pasivo e indiferente. Quienes se dirigen a la muerte y al infierno deben saber que la salvación por fe en Jesucristo se ofrece a todo aquel que cree.

  Mi Equipo y yo no podemos hacerlo todo—pero hacemos nuestra parte. Lo mismo puede hacer cada cristiano. Y cuanto más hagamos, mejor.

RAZON 7

El deber que ha sido descuidado en el pasado requiere medidas extraordinarias en el presente. No nos engañemos. Aunque el ideal es que a través del testimonio diario el Cuerpo de Cristo sature la tierra con las Buenas Nuevas de Dios, no es lo que sucede.

Porque hemos descuidado nuestra responsabilidad evangelística cotidiana, debemos entonces sembrar la semilla y echar la red en forma agresiva. Esta generación se ha comportado como si tuviéramos toda la eternidad para evangelizar al mundo, pero el tiempo se está acabando. Millones están muriendo. ¿Cuánto tiempo más esperaremos para empezar a ganar almas para Cristo?

RAZON 8

El evangelimo masivo tiene una atracción especial para la juventud. A pesar de que a menudo los jóvenes parecieran indiferentes al cristianismo, en cruzada tras cruzada son quienes más responden. En vista de que más de la mitad de la población mundial tiene menos de 25 años de edad, debemos hacer énfasis en un método que atraiga a la juventud a Jesucristo.

RAZON 9

Una de las funciones del evangelismo masivo es probar el terreno y revelar cuáles son los segmentos de la población que responden al mensaje. Esto ayuda a plantar iglesias locales. El evangelismo masivo indica dónde hay puertas abiertas para un continuo crecimiento de la iglesia.

RAZON 10

El evangelismo masivo—practicado en el poder del Espíritu Santo y basado en la Palabra de Dios—ayuda a los creyentes a presentar al mundo un frente unido. El escándalo de divisiones dentro del cristianismo requiere que se realicen cruzadas unidas. Digamos al mundo que nos amamos y tenemos las mismas verdades fundamentales. Cuando se rompen barreras y se dejan atrás animosidades, los creyentes experimentan como nunca antes "el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo" (Romanos 5:5).

Cuando Dios obra a través del evangelismo masivo unido, hay sanidad espiritual en el Cuerpo de Cristo. Los creyentes descubren la realidad de las palabras de Jesús: "para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17:21).

La presencia de Dios y la bendición de los esfuerzos unidos de evangelismo pocas veces se experimentan en otras circunstancias. La promesa de Dios del Salmo 133 de pronto cobra vida: "Cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía… allí envía Jehová bendición y vida eterna."

Las cruzadas masivas unidas dicen al mundo que tenemos una fe en común que nos une en el amor de Jesucristo y en amor entre nosotros. "En esto conocerán todos que sois mis discípulos," dijo Jesús, "si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 13:35).

RAZON 11

El evangelismo masivo permite llegar a "los intocables" con la Palabra de Dios. Por intocables me refiero a las clases altas, los profesionales, los académicos, los escritores, los artistas y gente del espectáculo, a quienes en muchas naciones no se alcanza con el mensaje de Dios. El evangelismo masivo que utiliza todos los medios de comunicación tiene un increíble poder de penetración.

RAZON 12

El evangelismo masivo provee una plataforma histórica para que la voz de Dios sea proclamada a una nación a través de su pueblo.

Al proclamar la Palabra de Dios a una escala que no puede ser ignorada, una cruzada masiva unida obliga a una ciudad a confrontarse con el Dios viviente. De esa manera el evangelio puede sacudir a toda una ciudad—incluso a una con millones de personas. Y esa ciudad nunca volverá a ser la misma porque todos sus habitantes habrán escuchado el mensaje de Dios.

RAZON 13

En el poder del Espíritu Santo, el evangelismo masivo echa fuera los poderes de las tinieblas que dominan ciudades y naciones enteras. El poder de las fuerzas de la oscuridad se rompe cuando el Cuerpo de Cristo—en obediencia al mandamiento del Salvador—se mueve en una ciudad o un país a nivel masivo con la proclamación del evangelio.

Un esfuerzo unido fuerza a los creyentes a batallar en una lucha espiritual que desafía el poder de Satanás. Esa guerra espiritual hace que la iglesia se afirme en la fe para caminar en santidad, para pensar espiritual y estratégicamente y para proclamar el poder de la sangre de Cristo.

RAZON 14

Aunque el evangelismo masivo tiene como propósito primordial la salvación de inconversos, una cruzada también trae regocijo a los cristianos que se juntan por millares para oír la proclamación de la Palabra de Dios.

Los inconversos se salvan y los cristianos se gozan. De pronto pueden llegar a imaginar en parte lo que será la celebración en el cielo, según se describe en Apocalipsis 7:9-10, "Una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero… y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero."

RAZON 15

Al tiempo que los creyentes son entrenados para discipular a los nuevos creyentes de la futura cruzada, la comunidad cristiana toda recibe consejo y dirección de parte de pastores. Los cristianos se alistan a ayudar a los nuevos convertidos, y encuentran respuestas a preguntas que solían hacerse.

El entrenamiento de los obreros de la cruzada une a los creyentes de los varios segmentos del Cuerpo, haciendo que las debilidades de un segmento se equilibren con los puntos fuertes de otro.

De esta manera se aboga por el objetivo expresado en Efesios 4:12, "a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo" (BA)

RAZON 16

Una y otra vez el hecho de estar involucrados en evangelismo masivo produce resultados muy positivos en cada cristiano. Los creyentes son sacudidos, reavivados y transformados. Quienes antes se sentían desanimados y solos, de pronto están entusiasmados en cuanto al evangelio y a la parte que les toca en la proclamación. Hay un sentido de unidad en todo el Cuerpo de Cristo.

RAZON 17

El evangelismo masivo realza la imagen de la cristiandad bíblica. En muchas naciones la gente cree que los cristianos en su mayoría son ignorantes, anticuados y tontos. Una cruzada exitosa deja una profunda impresión que honra a Dios y resulta en nuevas oportunidades para compartir el evangelio de Cristo.

RAZON 18

El evangelismo masivo pone en uso todos los dones del Espíritu Santo para gloria de Dios. Una cruzada a nivel de toda una ciudad es un trabajo gigantesco, pero cuando los cristianos de esa ciudad comparten la responsabilidad de la cruzada, se ponen en funcionamiento los dones espirituales. Los creyentes sienten el llamado del Señor de que ahora es tiempo de servir al Salvador con sus dones.

RAZON 19

En cada cruzada muchos creyentes por primera vez guían a Cristo a otra persona.

El evangelismo masivo provee oportunidades para que todo creyente crezca y se desarrolle en evangelismo.

Aun los cristianos tímidos son motivados en virtud del estímulo provisto por la atmósfera de trabajo de la campaña. Muchos creyentes que experimentan el evangelismo a través de una cruzada, deciden luego dedicarse al ministerio de evangelización.

Algunos cristianos—incluso pastores y líderes—nunca han tratado de guiar a otro a Cristo. ¿Por qué no evangelizan? No porque no quieran sino porque no saben hacerlo. El evangelismo masivo supera los obstáculos enseñando con el ejemplo.

RAZON 20

El evangelismo masivo pone los medios de comunicación al servicio del Creador soberano. Creo que Dios permitió la invención de la moderna tecnología de comunicación para que la utilicemos proclamando su evangelio. De esta manera, cuando la televisión, la radio, películas y publicaciones se convierten en instrumentos de Dios, cumplen su santo propósito de redimir y bendecir a la humanidad.

Dios puede usar a todos y todo para glorificar su nombre. Toda la creación fue hecha para gloria de Dios, y por lo tanto debe ser puesta a su servicio. Los medios masivos pueden captar la atención de un público indiferente y dirigirla hacia la predicación de la salvación eterna en Jesucristo–el mejor mensaje que puedan recibir.

RAZON 21

El evangelismo masivo resulta en crecimiento de iglesias y en el comienzo de nuevas. En nuestros años de ministerio, luego de cruzadas masivas hemos visto centenares de nuevas congregaciones y gran cantidad de iglesias experimentando crecimiento sólido.

   La cantidad de nuevos convertidos a través de la acción soberana del Espíritu Santo, es la razón más obvia para este gran esfuerzo. Pero además las campañas masivas también pueden aumentar la visión de los líderes de las iglesias para el crecimiento e iniciación de nuevas congregaciones.

RAZON 22

Como resultado de campañas evangelísticas masivas, muchos reciben llamados a ministerios de tiempo completo. Esto a menudo sucede con jóvenes quienes después de probar el gozo del trabajo en una cruzada, no se conforman con nada menos que servicio completo al evangelio de Jesús.

  Incluso muchos de los líderes cristianos de hoy en todo el mundo respondieron al llamado de Cristo durante campañas masivas en el pasado.

Dios mediante, esos mismos puestos de liderazgo en el siglo XXI serán ocupados por aquellos que hoy están respondiendo a la voz de Dios en las cruzadas masivas.

RAZON 23

El evangelismo masivo actúa como catalizador para otras formas de evangelismo y enseñanza bíblica. Las cruzadas abren puertas para distintos ministerios, puertas que de otra manera tal vez no se abrirían.

Durante las cruzadas masivas los creyentes están más dispuestos a iniciar nuevos métodos de ministerio y evangelismo.

RAZON 24

La confesión pública de la fe en Cristo refuerza en la mente de un individuo su decisión para con Cristo.

Una campaña masiva de evangelización da como resultado millares de personas que hacen confesión pública de su fe en Jesucristo, y nosotros a veces olvidamos qué experiencia tan profunda es esto para cada individuo. Al tomar este paso en presencia de una multitud, la decisión interior se afianza.

Los vecinos, amigos y parientes observan cuando la persona entrega su vida al Señor Jesús y abre su alma no sólo a Dios sino también a todo el Cuerpo de Cristo. Un bien planeado ministerio de consolidación reafirma y refuerza esa decisión una vez más.

   De la misma manera que los apóstoles pedían de los creyentes bautismo público y visible, en el evangelismo masivo la respuesta pública al evangelio habla de resultados cuantiosos y duraderos.

RAZON 25

El evangelismo masivo crea un clima de justicia y honestidad en todos los aspectos de la vida nacional. Tal atmósfera abre las puertas para que el Cuerpo de Cristo tenga influencia en la sociedad como sal de la tierra y luz del mundo.

Millares se convierten y sus vidas se transforman. La ciudad y la nación entera podrán ser afectadas en el aspecto económico, político y social. Sucede hoy en muchos países. Mientras más gente se convierte, tanto más se ve el efecto en la sociedad. De manera que la proclamación del evangelio lleva a un positivo avance social.

RAZON 26

El evangelismo masivo conduce a una renovación espiritual dentro de la iglesia. En la historia muy pocos avivamientos surgieron sin que también haya habido grandes movimientos de evangelización.

Los testimonios de grandes cruzadas es suficiente evidencia de que el evangelismo activo produce avivamiento en la iglesia. Los apartados regresan, los inmaduros crecen, los creyentes se animan y los pastores se fortalecen.

RAZON 27

Por último, el evangelismo masivo glorifica a Dios y es agradable a sus ojos.

Glorifica a Dios porque proclama la santidad de su nombre y exalta la persona y la obra de su Hijo. El evangelismo comunica la gracia de Dios al proveer salvación a través de la muerte sustitutoria de Cristo y su poderosa resurrección de entre los muertos.

El evangelismo advierte del juicio venidero y anuncia nuestra esperanza de vivir eternamente con Dios en el cielo. Y todo se hace ante multitudes como testigos.

El corazón de Dios se alegra cuando la fragancia de su conocimiento se esparce por doquier. Aun cuando nadie se convirtiera–aunque por supuesto millares lo hacen—el evangelismo masivo debiera ser nuestro propósito porque exalta a Dios ante las multitudes. ¡Qué experiencia maravillosa!

 ¿Tiene futuro el evangelismo masivo? Podemos creer categóricamente que SÍ. ¿Por qué? Porque Dios bendice aquello que trae gloria a su nombre.

Desde nuestra perspectiva humana, esto es todo lo que cuenta. Lo hacemos para Él. Y creo que quienes practican el evangelismo masivo ahora y en el futuro, serán movidos a exclamar con el apóstol Pablo: "Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén" (1 Timoteo 1:17).

SIGNIFICADO DE LA PALABRA EVANGELIZAR

Evangelizar significa predicar las buenas nuevas de que Cristo murió por nuestros pecados, y que se levantó de entre los muertos conforme a las escrituras. 

También es anunciar que el Señor ahora ofrece el perdón de pecados y el don del Espíritu santo a todos aquellos que se arrepienten y creen en Él. 

Debe ser entendido que predicar el evangelio no es sólo evangelizar al pueblo vecino, sino cada nación, cada pueblo, cada lengua, pero sin abandonar la vecindad. 

La iglesia ha dado testimonio "en Jerusalén", es decir en su propia localidad, pero falta  llegar y testificarles a los que están en lo último de la tierra.

LOS BAUTISTAS, LLAMADOS AL EVANGELISMO MUNDIAL

I. ¿Por qué vamos?

Porque los que no reciben a Jesucristo como su Salvador personal morirán y pasarán la eternidad en el infierno. Jn. 3:1-7

1. Aún los paganos saben que hay un Dios. Rom. 1:18-21

2. Saben que han pecado contra Dios. Rom. 1:22-25

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3. Saben que tendrán que enfrentarse con el juicio por sus pecados. Rom. 1:32; Filp. 2:9-11

4. Como no saben que Jesucristo murió por sus pecados, es nuestra responsabilidad ir y contarles. Rom. 1:14-16; 10:13-17

II. ¿Quién debe ir?

Cada creyente nacido de nuevo es mandado ir a proclamar el evangelio a los pecadores perdidos. La palabra de Dios lo clarifica:

1. Somos mandados a ir y compartir el evangelio a los pecadores perdidos. Mat. 28:18-20; Marcos 16:15

2. Todos somos mandados a ir Mat. 28:19; Juan 20:21; Hch. 1:8

3. Dios llama algunos para servicio de tiempo completo Mat. 4:18-22; Mar. 2:14; Hch. 13:1

*Dios no llama a todos a servirle de tiempo completo, pero todos debemos servirle de todo corazón Mar. 5:18-20

III. ¿Dónde debemos ir?

1. Debemos empezar donde estamos Hch. 1:8

* Los discípulos fueron mandados a empezar en Jerusalén. Allí es donde vivían. Debemos darnos cuenta que la gente donde vivimos irán al infierno si no conocen a Cristo, al igual que los paganos alrededor del mundo.

2. Debemos ir a todo el mundo. Mar. 16:15; Luc. 24:46-47; Hch. 1:8

IV. ¿Cuándo debemos ir?

Dios ha abierto las puertas para el evangelio en muchos lugares alrededor del mundo donde antes estaban cerradas. Debemos ir ahora, mientras las puertas están abiertas:

1. Muchos mueren sin Cristo cada día. Heb. 9:27

2. La gente está en busca de la verdad. Hch. 8:26-40; Jn. 14:6

3. Hay muchos que tienen un corazón tierno para el evangelio. Jn. 9:4; Ef. 5:16

4. Los campos están listo para la cosecha. Jn. 4:35

5. Cristo viene pronto. 1 Cor. 15:51-53; 1 Tes. 4:13-18

V. ¿Qué podemos hacer?

1. Obedecer a Dios por empezar a hablar a otros de Cristo aquí donde estamos. San. 4:17

2. Rendirnos a la voluntad de Dios para nuestra vida. Rom. 12:1-2; Ef. 6:6

3. Confíe que Dios sabe lo que es mejor para tu vida. Prov. 3:5-6

4. Si Dios te llama a servirle por tiempo completo, respóndele diciendo "Sí". 1 Reyes 19:19-21; Rom. 11:29

5. Ore por los que han ido. Luc. 18:1; 1 Tes. 5:17, 25

6. Envíe a los que van. Rom. 10:14-15 (Ayude con sus diezmos y ofrendas de fe para misioneros alrededor del mundo).

LOS BAUTISTAS COMO TESTIGOS DE CRISTO

El resultado de una vida llena del Espíritu Santo es el buen testimonio.  El creyente que se apropia del poder del Espíritu Santo mediante la fe, se siente motivado a hablarle de Jesucristo a los demás, y lo hace en forma natural y con poder de lo alto.

El creyente lleno del Espíritu Santo, producirá el fruto que se reflejará en sus actitudes, y su vida servirá de estímulo para que otros sigan a Jesús (Gálatas 5:22-23).

Jesucristo nos llama a ser sus testigos.  ¿Quién es un testigo?  Es una persona que ve un acontecimiento y lo cuenta tal como sucedió.  Jesucristo quiere que seamos testigos de lo que Él hizo por nosotros y lo que está haciendo.  Ser testigo no es un don del Espíritu, es una consecuencia lógica de lo que uno ha experimentado.

Dios nos ordena por medio de su Palabra que seamos testigos de las bendiciones que Él nos da.  Estas bendiciones son las muestras para que el mundo crea en Él (Salmo 67:1-3).  "Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros, para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación.  Te alaben los pueblos oh Dios, todos los pueblos te alaben".

Mientras estemos vivos debemos ser testigos de Cristo.  Dios quiere usar nuestras vidas como testimonio para que otros reciban a Cristo.

EL DESAFÍO DE LAS MISIONES

El Texto de Hechos 1:8 es el fundamento del mensaje que nos desafía para realizar la tarea del evangelismo mundial.  El poder que se nos promete en este versículo está disponible para cada creyente que integra la iglesia.  Lo que se necesita para obtenerlo es una consagración total: espíritu, alma y cuerpo.  Si buscamos la experiencia de la entera consagración, entonces experimentaremos el poder del Espíritu Santo.

Las misiones comienzan con el poder del Espíritu Santo.  El Espíritu Santo es quien dirige, motiva, impulsa y lleva a la iglesia a cumplir su tarea misionera (Hechos 1:4; 2:1-2; 5:12-15).

Es imposible realizar la tarea misionera sin el poder del Espíritu Santo.  Si nos fijamos en la historia de la iglesia, vemos que todas las veces en las que el Espíritu Santo actúa sobre las vidas de los creyentes, se produce un gran movimiento misionero.  El derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue la salvación de tres mil personas (Hechos 2:41). 

En Hechos 4:4 se dice que fueron cerca de cinco mil los que se convirtieron; y después de esto hubo un gran movimiento misionero.

Si queremos ver a nuestra iglesia creciendo, que el reino de Dios sea establecido y el evangelio sea predicado a todas las naciones, necesitamos el poder del Espíritu Santo.  No podemos tener éxito de otra manera. Jesucristo conoce nuestra incapacidad para cumplir su orden; por eso cuando Él nos ordena ir por todo el mundo predicando el evangelio a toda criatura, nos da también la promesa de que Espíritu Santo va con nosotros. Eso garantizará el éxito en el trabajo misionero.

LOS BAUTISTAS Y EL LLAMADO A LAS MISIONES

Somos hijos de Dios y por tanto es nuestra responsabilidad actuar como agentes de Dios para llevar el Evangelio a todas las naciones del mundo y que la Palabra de Dios sea conocida por más personas.

Primeramente necesitamos comprender nuestro papel como agentes de Dios para llevar la Palabra a otros.

Las misiones son una responsabilidad de la iglesia. El ejemplo más grande que tenemos respecto a las misiones aparece en el libro de Hechos, pues registra lo que Dios hizo a través del poder de su Espíritu y por medio de la iglesia en el transcurso del primer siglo. Sus personajes principales son los apóstoles; su tema es el rápido crecimiento de la iglesia en Jerusalén, Judea, Samaria y los lugares más remotos del mundo conocido de aquel entonces.

La venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés demostró la importancia de las misiones. Todas las naciones representadas en aquel lugar oían hablar del evangelio en su propio idioma (Hechos 2:6-11).  El deseo de Dios es ahora también que todos oigan de sus maravillas en su propio idioma (Lucas 24:46-49).

Con el poder del Espíritu Santo, la iglesia en Jerusalén, comenzó a crecer (Hechos 2 – 7), permitiendo que más personas reconocieran el poder y mensaje del evangelio.

Felipe, Pedro y Juan son usados por Dios para evangelizar a los samaritanos (Hechos 8:14-17). Eso es un maravilloso ejemplo del propósito de Dios de que el Evangelio sea predicado a todos sin distinción de raza, sexo, condición social, etc.

En Hechos 10, Pedro fue usado para llevar el evangelio a los gentiles. De igual forma ahora el reto es llevar la Palabra a todo el mundo, para que judíos y gentiles conozcan a Jesús.

En Hechos 11:18, se ve claramente que el evangelio podía ser llevado a todas las naciones. Dios se mantuvo siempre respaldando la obra misionera y muchísimas personas siguieron escuchando de Cristo.

Hechos 13, Pablo y Bernabé fueron enviados como misioneros a los confines de la tierra.  Fueron llamados y enviados por el Espíritu Santo (Hechos 13:2,4).  La iglesia hizo su parte en apoyarles y enviarlos, tal como lo había indicado el Espíritu Santo (Hechos 13:3). Eso es precisamente lo que debemos hacer igualmente ahora, por lo cual encontramos en el libro de Hechos el más hermoso ejemplo del ministerio misionero.

Sin embargo, como bautistas debemos entender que no es suficiente con sólo saber que tenemos una responsabilidad.  Debemos dar los primeros pasos para que la orden del Señor sea cumplida.  Hechos 13 narra como la iglesia obedeció enviando a otros a la tarea.

Estos primeros misioneros tenían que reportarse a la iglesia que los enviaba (Hechos 14:26-27). Entendemos que al enviar a estos misioneros no fue sólo hacerles un culto de despedida con abrazos, lágrimas y una refacción.  La iglesia de Antioquía participó proveyendo ofrendas para sostenerles y estuvo orando por el ministerio de los misioneros.  Por eso Pablo una y otra vez regresó a reportar los resultados de su trabajo a la iglesia que lo sostenía. De la misma manera, la iglesia debe brindar el apoyo a los misioneros que dedican su tiempo y su vida a esta vocación espiritual y llamado de Dios.

EL LLAMADO DEL APÓSTOL PABLO A LAS MISIONES (HECHOS 26:15-19)

Los misioneros deben ser llamados por el Señor a fin de que puedan ir.  Además, deben ser apoyados por la iglesia local. 

La iglesia de Antioquia reconoció que Dios estaba escogiendo a Pablo y a Bernabé para la obra (Hechos 13.1-2; Romanos 1:14-15). 

El esfuerzo misionero de una iglesia se puede ver frustrado si no envía a los que el Señor ha llamado.

LA PREPARACIÓN DEL MINISTERIO DE PABLO

Cristo comisionó al apóstol Pablo durante su conversión, pero se considera que su conversión para ser misionero demoró entre 7 a 17 años. 

Es necesario reconocer que el desarrollo de las habilidades de un líder eficaz se da a través de un largo tiempo.  A menudo el progreso incluye un período de muchas pruebas y tiempos difíciles (Romanos 5:3-15; Santiago 1:2-4).

Cualquier obrero que va, tiene que comenzar su capacitación en la iglesia local; es allí donde se tiene que probar sus dones, talentos y su llamado a la obra.

UN MISIONERO TAMBIÉN DEBE TENER SUFICIENTE PREPARACIÓN TEOLÓGICA

Deben existir seminarios teológicos que ofrezcan una preparación teológica para que los hermanos puedan prepararse. 

Finalmente el candidato debe ser capacitado transculturalmente; debe recibir una capacitación especial que le permita conocer la cultura, el idioma del pueblo para poder introducir el evangelio sin chocar con la cultura de la gente.  Además, debe ser bien preparado doctrinalmente, para poder enseñar sin titubeos la verdad de la Palabra.

EL EQUIPO MISIONERO DEL APÓSTOL PABLO

El trabajo en grupo es muy importante.  El apóstol no estuvo sólo en la obra (Hechos 13:2,5,13; 15:36,40; 18:2-5; Filipenses 4:3).

Las estrategias misioneras no son para una sola persona o una sola familia.  Se habla hoy de equipos misioneros, es decir grupos de familias misioneras que se unen para la evangelización de un pueblo no alcanzado.

LA VISIÓN MISIONERA DEL APÓSTOL PABLO

Para el apóstol Pablo el trabajo de las misiones significaba ir a lugares remotos.  Las fronteras eran su enfoque (Romanos 15:20). 

El apóstol establecía y cuidaba a las iglesias nuevas, pero posteriormente se iba a los lugares lejanos (Romanos 15:15-25).  Muchos misioneros modernos, nunca dejan su iglesia de una manera definitiva.  El apóstol Pablo nunca perdía su visión de las misiones e ir a los lugares remotos.  Los resultados fueron más positivos que si el se hubiera quedado en un solo lugar.  El evangelio llegó a todas partes de la tierra.  Las iglesias que se establecieron eran fuertes y no dependientes.

EL OBJETIVO DE LAS MISIONES

Un pueblo se ha alcanzado hasta que se establece una iglesia con las siguientes características:

1. Que tenga un liderazgo propio.

2. Que sean líderes del mismo lugar, donde se predica el evangelio.

3. Que tenga la capacidad de sostenerse por sí misma.  No debe ser dependiente de los misioneros.

4. Que tenga la capacidad de establecer y reproducirse en otras iglesias y que alcance a otros pueblos.

5. Que tenga buena fortaleza doctrinal, para que no se desvíe y caiga en errores teológicos.

Mientras estas características no se den, un pueblo no está todavía alcanzado.

Debemos también conocer el objetivo de las misiones, los cuales veremos a continuación:

A. Fundar iglesias locales a través de la evangelización, constituye el objetivo prioritario de toda obra misionera.  De lo contrario, no existe ningún método satisfactorio para conservar los esfuerzos evangelísticos.

B. La iglesia es el cuerpo de Cristo, es un organismo vivo cuya función natural es nutrir a los creyentes para que puedan reproducirse.

C. La iglesia está comisionada específicamente para actuar como agente del plan redentor de Dios.

D. A la iglesia se le ha confiado la preciosa semilla del evangelio.  Es la iglesia en sus muchas y variados expresiones, la que debe llevar a cabo el gran trabajo de la evangelización del mundo.

E. Dios le ha otorgado dones a la iglesia según su capacidad.

TRES ELEMENTOS INDISPENSABLES EN LAS MISIONES

A. IR

Como creyentes tenemos la responsabilidad de ir y predicar el evangelio.  Este ir tiene dos connotaciones: algunos tienen el llamado de Dios para quedarse en su ciudad; serán ellos los que estarán obedeciendo en su Jerusalén, hablando de Cristo en su trabajo, en la escuela, en el vecindario, en el hogar, en el autobús, en la calle, donde quiera que estén haciendo de este modo la obra misionera.

Otros reciben un llamado especial para el ministerio de misiones transculturales, es decir, en otra cultura.  Ellos están dispuestos a ir a cualquier parte del mundo para predicar el evangelio.  Ambos lugares deben estar siendo alcanzados al mismo tiempo.  No es por fases, sino al mismo tiempo.  Así que se debe obedecer el mandato aquí y a la vez en el resto del mundo.  La iglesia de hoy se divide en dos equipos misioneros: Los que van, y los que envían.  Si no vamos entonces enviamos y sostenemos a los que Dios llama para ir.

B. ORAR

Mediante la oración podemos realizar la tarea de las misiones mundiales.  La oración mueve el corazón de Dios (Mateo 9:38).  De esta manera podemos ser testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y en todo el mundo.  Cada iglesia debe tener un gran movimiento de oración a favor de la obra misionera.  La oración es un arma poderosa para la obra misionera.

El desafío es para que comencemos a orar individualmente y en grupos de oración en nuestra casa, o en el templo.

C. CONTRIBUIR FINANCIERAMENTE

Mediante nuestras ofrendas podemos contribuir en predicar el evangelio en nuestro departamento, país y hasta lo último de la tierra, ya que éstas se usarán para el sostenimiento económico de los obreros.

Si amamos a Dios y obedecemos a Cristo, y si amamos a las almas perdidas, debemos contribuir para el sostenimiento de las misiones.

LOS BAUTISTAS Y LA SANTIDAD

La santidad práctica es vivir en este mundo como es digno del Señor cada día, cultivando esta vida de tal modo que abunde más y más, siendo fieles en lo que ya hemos aprendido antes.

La santidad incluye los siguientes aspectos:

1. Recordar las enseñanzas que se han recibido.

2. Conducirse como conviene delante del único Dios, quien es un Dios santo.

3. Vivir para agradar a Dios solamente y no a los hombres.

4. Creer que la santidad es la voluntad de Dios.

5. Aceptar que la santidad debe ser practicada principalmente en el hogar y también con los de afuera.

6. Reconocer que el llamado de Dios es siempre a la santidad y que desechar la santidad es desechar a Dios mismo.

7. Creer que la santidad tiene como fruto el amor fraternal, la tranquilidad y el trabajo efectivo.

CONCLUSIÓN

Al finalizar este trabajo podemos darnos cuenta que el reto de los bautistas no es nada fácil ni tampoco es algo que deba hacerse a la ligera ni presentar indiferencia.

El llamado de Dios a Su iglesia y de forma particular a nosotros los bausitas es algo muy especial y un desafío grande pero que tiene grandes bendiciones para cada ministro o siervo de Dios así como para la iglesia en general.

Al realizar este trabajo también fue fácil el ver cómo los bautistas tenemos de manera particular el deber de conservar fielmente la sana doctrina y a la vez predicarla y compartirla con quienes todavía no la conocen.

Es necesario que la iglesia sea conciente de su labor en estos tiempos en los que Cristo muy pronto vendrá.

Espero que este recurso o investigación resulte de mucho provecho y sea también útil para cada person que lo utilice en el futuro.

BIBLIOGRAFÍA

 

Jaime Oswaldo Montoya Guzmán

Lugar y fecha de nacimiento: San Salvador, 16 de julio de 1986

Centro de Estudios Teológicos: Colegio de Teología de El Salvador

Fecha de envío de trabajo: 10 de mayo de 2006

Sitio web: http://jaimemontoya.googlepages.com

Partes: 1, 2
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