- Introducción
- Insuficiencias
- Características de los niños y niñas de 3 a 6 años de edad
- Concepción educativa para el tratamiento de la Identidad Deportiva en niños y niñas de 3 a 6 años de edad, con énfasis en la literatura infantil
- Estrategia comunitaria para la formación inicial de la identidad deportiva en niños y niñas de 3 a 6 años de edad, sustentada en una concepción educativa
- Modelo de actividad de narración de historias infantiles relacionada con el deporte
- Conclusiones
- Recomendaciones
Introducción
Para comprender las funciones sociales del deporte infantil es importante un acercamiento a la definición de deporte. Es común la acepción que lo designa como: "toda aquella actividad física que involucra una serie de reglas o normas a desempeñar dentro de un espacio o área determinada" pero en realidad el deporte abarca mucho más que el componte técnico, es decir, las normas o reglas para su realización. Se trata, pues, de transmitir valores culturales como parte de la actividad deportiva que favorece la identidad deportiva y cultural en sentido general de los diversos grupos de la sociedad.
A partir de este primer acercamiento se consideró pertinente asumir el concepto de deporte, aplicable en términos generales a la población infantil, definido como: actividad histórico social singularizada por la acción física fatigable, competitiva y a veces agresiva, modelada por las necesidades, gustos y preferencias de los componentes personales activos y pasivos que participan, así como por los reglamentos de las especialidades deportivas o formas de organización más o menos espontáneas, en las que emergen ritos, valores, principios y rasgos identitarios que se expresan en las dimensiones de juego, trabajo y ocio, condicionada por los diversos contextos, circunstancias y escenarios socioculturales, así como por el complejo de influencias que intervienen en la formación integral de los seres humanos. (Montero Quesada, 2007)
Desde el surgimiento de la actividad deportiva, esta ha servido de entretenimiento tanto para quien lo realiza como para quien observa su práctica por esto es uno de los ámbitos de actividad que más involucra a las personas de todo el mundo, independientemente de la edad y origen social.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1989, promovió la "Declaración de los Derechos del Niño", estableciendo que representan un conjunto de normas acordadas que deben respetar todos los países que la firmaron y ratificaron.Esta Convención fue adoptada por la Asamblea General de la Naciones Unidas, en noviembre de 1989. Sus artículos proponen nuevos aportes a los contenidos en la "Declaración de los Derechos del Niño" de 1959.
La "Declaración de los Derechos de los Niños", plantea entre otras cosas, el derecho a la educación, a jugar, descansar y hacer deportes… derecho a participar en la vida cultural y artística. El artículo que esgrime el "Derecho a jugar, descansar y hacer deportes", fue refrendado por The National Association for Sport and Physical Education´s Youth Sports Tast Force, en 1996, con los siguientes artículos, aplicados a la actividad deportiva infantil, a fin de preservar los valores en salud y educativos de la práctica deportiva infantil, a saber:
Participar en las competiciones deportivas y en un nivel adecuado con la habilidad; tener un liderazgo adulto calificado, a jugar como un niño y no como un adulto, a compartir el liderazgo y toma de decisiones, a participar en un entorno seguro y saludable, a recibir una preparación adecuada para la competición, a una igualdad de oportunidades para tratar de conseguir el éxito, a ser tratado con dignidad y a divertirse en su participación deportiva.
Con esta manifestación de derechos, se reafirma el concepto que la iniciación deportiva implica el "desarrollo de las habilidades motrices, es decir, que hace referencia al aprendizaje motriz y es muy importante separar la iniciación deportiva con la especialización precoz" (del Río Martínez, P., 1989).
A través del deporte se transmiten disímiles valores como: cooperación, ayuda mutua, solidaridad, integración, etc.; este tipo de actividad es sinónimo de igualdad, tolerancia, respeto, disciplina, cultura, perseverancia entre otros atributos humanos.
De estas primeras ideas subyace la funcionalidad social del deporte en múltiples dimensiones: "puede que se haga deporte por motivos que nada tengan que ver con la salud: por placer, por amor al riesgo de la aventura, como válvula de escape o por amor a la competición." (Consejo de Europa, 1996. Pág. 57) Pero, de todas formas, "la actividad física es beneficiosa para todo el mundo, a todas las edades, desde la infancia a la vejez, para el individuo que goza de buena salud y para el aquejado por una enfermedad crónica o una minusvalía. (Consejo de Europa, 1996. Pág. 12)
Dentro de las funciones más importantes del deporte está la educativa, esta se relaciona con todas las demás en sus más disímiles formas, pues se trata de una disciplina muy rica y variada. Si desde la infancia se educa "deportivamente", puede ser posible que se eviten graves conflictos futuros en esta área y pueda enriquecerse más el humanismo.
Hay que tener en cuenta que el deporte, como institución social, influye en la interacción de la persona con la sociedad y con el resto de las personas (Consejo de Europa, 1996, pag. 124). Esta es la razón por la cual en la educación básica de las escuelas debe cuidarse este aspecto. En estas primeras edades los seres humanos son más vulnerables, razón por la cual se debe tomar conciencia de que el deporte es algo más que un gusto, una afición, una herramienta…, es una forma de vida. De este modo se abre el camino hacia la continuidad de la práctica; se le crea costumbres a los más pequeños. Es por todo esto que el ideal de sociedad deportiva es aquel en el que cualquier individuo que practique deporte lo haga de una manera educada, es decir, que pueda contrarrestar los problemas derivados de la carencia de educación deportiva como: la violencia, la competitividad prematura y mal enfocada, la ignorancia de la práctica más adecuada para cada persona, etc.
En las Escuelas de Educación Inicial es donde se tiene el primer contacto con el mundo de la educación física. Es a través del método lúdico que los profesores de esta disciplina organizan para enseñar gran cantidad de contenidos; pero, aún existen numerosos lastres en la Educación Física que deben ser corregidos para que el deporte tenga una función realmente educativa en la infancia y extenderlas en el resto del contexto comunitario.
Una buena educación tiene mucho de educación física, y de educación a través de lo físico: "el deporte encierra un interés muy grande desde un punto de vista pedagógico, sobre todo cuando sabemos que (…) los deportes organizados (clubes) -además de la escuela (…)- constituyen el principal ambiente de socialización "pública"…." (Consejo de Europa, 1996. Pag. 124); en otro sentido, "Existe una correlación tenue, aunque repetida, entre el ejercicio repetido con regularidad durante un periodo largo y la mejora de las funciones cognitivas." (Consejo de Europa, 1996. Pag. 55). "La aptitud física adecuada que se deriva de la práctica regular de una actividad física se traduce en la mejora de la forma, el reforzamiento de la autonomía funcional y la independencia psicológica, contribuyendo así a una mejor calidad de vida." (Consejo de Europa, 1996. Pag 12)
"Para algunos, el deporte y el ejercicio pueden, hipotéticamente, forjar la personalidad. Para Furnham (1990), el deporte y las actividades de ocio pueden tener el efecto de favorecer el modo de vida, en relación, por ejemplo, con los hábitos alimenticios (…) el sueño y el descanso." (Consejo de Europa, 1996. Pag 108). "Para mucha gente, la práctica de una actividad física es un modo sencillo de adquirir y conservar una mejor higiene de vida. De ahí a decir que el ejercicio y el deporte pueden tener una influencia positiva concreta en los comportamientos en general solo hay un paso que habría que franquear con mucha prudencia. Quizá, para el individuo, la actividad física sea un estímulo que le lleve a modificar el resto de sus costumbres para proteger mejor su salud." (Consejo de Europa, 1996. Pag 57)
Educar a través del deporte no es cosa fácil, no se trata de hacer deporte solo porque se sabe que es bueno para la salud; es necesario tener dominio pedagógico de este tipo de actividad, pues "la educación físico-deportiva puede: integrar y excluir; crear un sentimiento de identidad hacia un grupo, o un sentimiento de rechazo a todo grupo que no sea el propio; democratizar o fomentar la tiranía y la cultura de la imposición; armonizar o provocar la agresión; proteger el medio ambiente, o degradarlo (Consejo de Europa, 1996. Pag. 100).
Parlebas (1987) realizó una interesante investigación (…): sus resultados le permiten concluir que, cuando la estructura es favorable, la actividad física produce cambios en las relaciones interindividuales que mejoran sensiblemente la estructura socioafectiva del grupo. El comportamiento motor puede modificar, evidentemente, las relaciones interpersonales, pero esos cambios no son sistemáticos ni se producen necesariamente. (Consejo de Europa, 1996.Pag 115)
Por eso el deporte es tan importante en la educación, ya no solo en las primeras edades, sino en todas. Porque "el deporte constituye teóricamente (…) el modelo ideal de aprendizaje del comportamiento social." (Consejo de Europa, 1996. Pag 130); y porque "los cambios en los progresos de socialización de los individuos que practican una actividad física solo pueden tener lugar gracias al aprendizaje social. Es una dimensión del aprendizaje que (…) se apoya en la interacción con otros participantes, interacción verbal y no verbal." (Consejo de Europa, 1996. Pag 109)
Es sabido que el aprendizaje en las primeras edades se basa en el aprendizaje motor, pues el desarrollo cognitivo e intelectual va íntimamente ligado al desarrollo motor. Por supuesto, también sabido es que el mejor desarrollo motor para un niño es el que proviene del juego: "la importancia del movimiento para el proceso de socialización es particularmente innegable en los niños. El juego es indisociable del desarrollo cognitivo y moral del ser humano; por medio de él, el niño, desde el principio de su vida, se entrena en papeles diferentes y aprende a percibirse a la vez como igual a los otros y diferente de ellos.
"En el caso de los niños pequeños, la importancia del movimiento para la socialización es prácticamente indiscutible. Piaget (1970) puso de manifiesto la relación entre el juego y el desarrollo cognitivo y Kohlberg supo relacionar el desarrollo cognitivo con el desarrollo moral. Cada forma lúdica permite a los niños participar en distintos papeles sociales y aprender funciones preciosas del contexto social general. Mead señaló que, en el niño, el juego puede servir de poderoso agente de socialización. En la fase siguiente, cuando comienza a participar en juegos organizados, el niño aprende a percibir los papeles que desempeñan los otros, es decir a percibir lo que hacen los otros para inspirarse en ello y hacerlo él mismo. Y, por supuesto, todo ello se desarrolla en relación con la finalidad común, que consiste en que el niño se convierta en miembro de la colectividad. De este modo, el niño aprende a comprender los papeles del adulto, a preocuparse por los demás y a cooperar con ellos. Asimismo, empieza a descubrir qué actitud adoptar ante los adversarios." (Consejo de Europa, 1996. Pag. 114)
La práctica ha demostrado que a muchos profesores de las Escuelas de Educación Inicial se les agota el caudal de iniciativas para mantener la motivación de los niños durante la educación Física, es por ello que se requiere conocer y aplicar nuevas estrategias, métodos y contenidos a través de las cuales puedan ampliarse las influencias educativas hacia los niños mediante el vínculo con el trabajo del promotor deportivo que labora en condiciones del contexto comunitario integrado.
Cada niño que practica deportes experimenta motivaciones distintas. Normalmente, según los grupos de edad suelen repetirse algunas. Los estudios de los que nos habla el Consejo de Europa (1996, pag. 136) "ponen de manifiesto que los niños tienen razones diferentes para iniciar la práctica de un deporte, pero mencionan de forma más especial algunas como el aprendizaje y el perfeccionamiento de sus aptitudes, el gusto por la competición, el hecho de estar entre amigos, el placer, la búsqueda de una buena salud física, el gusto por los desafíos y la experiencia del éxito. (…) Hay que señalar que el placer por la diversión, en los niños más pequeños, es el principal móvil de la práctica deportiva en los mismos, a veces participan en los juegos deportivos para agradar a otras personas pero sigue primando el primero.
Las actividades deportivas en los niños más pequeños favorecen por regla general sus estados de ánimo y sus pulsiones, afectos y emociones fluyan con más libertad en un espacio imaginario especialmente creado por estas actividades, el cual en cierto modo trae a la memoria aspectos de la realidad no recreativa. (…) Las actividades recreativas están diseñadas para invocar directamente a los sentimientos de las personas y para excitarlos, si bien en diferentes maneras y con diferente intensidad. (Elias, 1992. Pag 57)
Este tipo de actividad suscita sentimientos y provocan excitación. El peligro imaginario, el miedo y el placer, la tristeza y la alegría miméticas son desencadenados y quizá disipados por la puesta en escena de los pasatiempos. Éstos evocan estados de ánimo diferentes y quizá contrapuestos, como los de dolor y júbilo, agitación y paz espiritual. Así pues, los sentimientos que puede despertar la situación imaginaria de una actividad recreativa son de la misma naturaleza que los que se suscitan en las situaciones de la vida real -es lo que la palabra "mimético" significa-. (Elias, 1992. Pag. 57)
El deporte sin excepción de edad y sexo tiene una función preventiva, porque de ser bien dirigido, es bueno para la salud. Las actividades físicas previenen de muchas insuficiencias, patologías y problemas de salud en general, la inexistencia o la insuficiencia de esas actividades físicas derivan en las insuficiencias, patologías y problemas de salud en general mencionadas. Por ejemplo, si haces ejercicio, quemas grasas y es mucho más difícil ponerse gordo, y mucho menos, acabar siendo obeso; pero si no se hace ejercicio, lo normal es engordar, y es muy posible acabar siendo obeso, con todas las dificultades que ello acarrea.
Mediante la práctica deportiva se aumenta y mejoran las capacidades funcionales: aptitud muscular (fuerza, potencia y resistencia de los músculos), tono muscular, agilidad, equilibrio, coordinación neuromuscular, función cardiorrespiratoria (capacidad aeróbica y resistencia); mejora las estructuras: densidad y composición óseas, estructura y función de las articulaciones, flexibilidad, eliminación de grasas; mejora aspectos psicosociales: bienestar general psicológico y social, función cognitiva, buenas costumbres (hábitos alimentarios, cuidar el sueño etc.), imagen de uno mismo (a cualquier edad), socialización, optimismo, categoría social, en la actividad doméstica, en el trabajo, en la vida cotidiana; reduce en el plano psicológico de: la ansiedad, la angustia, el aislamiento, depresiones, trastornos psicológicos.
Hay que tener en cuenta que el deporte puede ser bueno o malo. Solo es cuestión de cómo, cuándo y por qué se practica.
Es cierto que el deporte se puede practicar sin tener a nadie detrás que oriente cómo se hace y que dirija. Pero también es muy importante que para lograr una práctica que reporte beneficios, es necesario que desde la infancia se eduquen correctamente para lograr la autonomía necesaria y adquirir conciencia de que es saludable. Pues de no funcionar de la manera correcta, se corre el riesgo de practicar una actividad física inadecuada que derive en lesiones, enfermedades, etc. "Según Balz (1989) es más importante la experiencia concreta y la evaluación que el razonamiento verbal. Pero establecer que la influencia del deporte produce resultados positivos plantea numerosas dificultades: se trata, en efecto, de un factor de socialización incierto y ambivalente, y su forma de difusión a otros campos de la vida es, a veces, contradictoria y está cargada de afectividad. Por eso, Balz recurre a la enseñanza: el deporte y la actividad física pueden favorecer la socialización si están bien dirigidos." (Consejo de Europa, 1996. Pág. 109)
"Grossarth, Maticek, Eysenk et al. (1990), cuando hablan de la formación de actitudes son, en gran parte, producto de la reacción del individuo ante otras personas investidas de un valor importante para él (por ejemplo su entrenador, su director deportivo, otros deportistas, el público, etc.). Estos autores subrayan que "es posible moderar las actitudes negativas y reforzar las positivas mediante un entrenamiento de la autonomía, consistente en hacer que el deportista tenga más seguridad en sí mismo y sea más independiente de las nefastas presiones ejercidas por otras personas, ya sean presiones reales o imaginarias". (Consejo de Europa, 1996. Pág. 109)
Lamentablemente existe el mito entre la gente de que el deporte es: violencia, maltrato, dureza, aspereza en los modos, etc., y este esquema se transmite de cierto modo a los más pequeños. Ocurre que la violencia, los gestos maleducados, los insultos, es lo que llama la atención de los espectadores y por tanto de esto es a veces de lo que más se habla en los diversos círculos de debate.
Desgraciadamente, en los clubes y equipos, y aún en muchas escuelas de deporte infantil el entrenador sigue adoptando el rol de persona dura y siempre cabreada para que le tengan respeto. Es muy triste ver a una persona que se enfada con un niño porque no es capaz de llevar a cabo una actividad. Resulta vergonzoso ver cómo un chico no puede, y el entrenador le exige más, con el único fin de ganar. Ese es el problema, que lo único que se les exige es ganar. Se les puede exigir aprender, respetar, esforzarse, etc. (todas las que sean pedagógicamente aceptables), pero no ganar, porque va a crecer pensando que éxito y victoria son sinónimos. "Solo bajo la presión de los adultos, los niños comprenden con bastante rapidez de qué se trata y adoptan progresivamente la actitud de la competición. Tratan cada vez más de jugar bien y de ganar, se interesan menos por el juego limpio y por el simple placer de jugar (Volkwein, 1993). (Consejo de Europa, 1996. Pág. 116)
En relación con la moral, el deporte pregona la famosa exigencia de "juego limpio". El problema consiste en saber si un deportista "adquiere una tendencia a comportarse de acuerdo con sus esquemas de moral teórica más maduros, aunque los imperativos y estrategias convencionales de la victoria empujen a adoptar otro comportamiento" (M. R. Weiss, 1986)." (Consejo de Europa, 1996. Pág., 111)
Todo responsable de educar a niños debe conocer las consecuencias de sus acciones con ellos. El grado de influencia de los monitores y profesores deportivos en las primeras edades (sobre todo) es elevadísimo. Evidentemente, todos los responsables en educarles deberían no mostrarles nunca algunos de estos caminos, como pueden ser la violencia, la irrespetuosidad, el avanzar pisando a los demás, etc. La manera de comportarse y de actuar.
No en muchos lugares se habla de deporte y cultura como términos interrelacionados. Pero lo cierto es que el deporte también es cultura. El deporte actualmente, y sobre todo si se mira desde la política y los dirigentes, es un objeto comercial, y es un error intentar explicarlo como otra cosa. Como tal, ha perdido la parte que le toca en la educación (como ya se ha explicado), en la salud, en el ocio, en la transmisión de valores, en la cultura, etc. Y como tal, su estructura ha cambiado con respecto a lo que era hace unas décadas.
"Ciertos factores son determinantes con respecto a la socialización: el grado de cooperación entre los individuos, la calidad del liderazgo, el espíritu de competición, la importancia concedida a la victoria, la parte que se deja a la actividad individual espontánea y la libertad de elección y de decisión, el peso de las estructuras formales. Otros factores favorecen la socialización armoniosa de los niños: primacía de la tarea sobre el resultado, conciencia de la finalidad del entrenamiento y visión a largo plazo." (Consejo de Europa, 1996. Pág. 102-103). "La alegría, la falta de angustia y de sentimientos negativos dependerán, no obstante, de las ambiciones con respecto al éxito, de los móviles que empujan al deportista y del clima en el que se practique el deporte." (Consejo de Europa, 1996. Pág. 102)
¿Qué se quiere decir con esto? Pues que, dependiendo de la motivación que les demos a los niños, ellos van a disfrutar de unas cosas o de otras. Se les puede enseñar que solo se es feliz si se gana, o se les puede enseñar que solo el hecho de participar en un grupo es del todo satisfactorio.
Con respecto a la pura competición, ésta no es mala en sí. "Las competiciones deportivas permiten que los seres humanos venzan a otros en un combate físico sin dañarlos físicamente. La resolución de la tensión y del esfuerzo de la batalla en la victoria puede producir un efecto vigorizante y purificador. La persona puede sentir con gozo y sin mala conciencia la confirmación de la propia valía, un acrecimiento justificado de su autoestima en la seguridad de que fue una lucha limpia. En ese sentido, el deporte proporciona amor a uno mismo sin remordimiento." (Norbert Elias, 1992. Pág. 65)
Pero este amor deviene en egoísmo, envidia y no aceptación deportiva de la derrota (todos los cuales derivan en otros problemas a corto y a largo plazo) cuando la única meta es ganar. Es el viejo lema de "hay que saber perder, pero es más importante saber ganar". Solo así se consigue que dos grupos de personas que se enfrenten acaben unidos amistosamente. "La noción de juego limpio es esencial: solo puede concebirse la socialización a través del deporte si adquiere dimensiones morales. Pero la tiranía del éxito provoca desviaciones cada vez más numerosas, no solo en el deporte profesional, sino también allí donde el deporte tiene la función de modelo (…) " (Consejo de Europa, 1996. Pág. 101)
Como parte del deporte infantil se observa, el deseo de los niños de conseguir el triunfo y ya se notan los esfuerzos por no quedarse atrás en los actos de competición. Cratty da la siguiente explicación: "En la acción motriz influyen habitualmente las incidencias sociales relacionadas con la situación inmediata y el contexto cultural general en el que se desarrolla la acción. A medida que el individuo adquiere un saber técnico, no solo se preocupa por los detalles de la tarea que efectúa, sino también por la actuación que la cultura ambiente espera de él."
La idea del deporte es que es un medio estupendo para enseñar y para aprender. El deporte, en un altísimo porcentaje, gusta, y es una fuente de gozo. Entonces, la cuestión es utilizar ese placer para educar. El deporte tiene esa facultad que quizá solo las artes tienen, y que consiste en sentir algo inefable cuando lo practicas. Es ese que tenemos el gusto de practicar cuando todo el contexto que lo rodea es idóneo.
El deporte socializa por el movimiento mismo, y por la naturaleza de los contactos sociales que acompañan las distintas actividades deportivas. Favorece el aprendizaje de los papeles del individuo y de las reglas de la sociedad y la solidaridad. Es básico en la adquisición de valores culturales, actitudes individuales y colectivas. (Consejo de Europa, 1996. Pág. 101)
En relación al plano psicológico y a la personalidad, los estudios realizados han demostrado que el ejercicio físico y el deporte pueden favorecer la autoimagen, la autoestima, la ansiedad, la depresión, las tensiones, el estrés, la autoconfianza, la energía, la eficacia, el bienestar, la cólera, la fatiga y la transparencia de espíritu (Consejo de Europa, 1996. Pp. 111 y 120)
El mensaje que se quiere transmitir ya está dicho. Pero, resumiendo: "Debe promoverse un cambio cultural que lleve a los participantes a aceptar la actividad física como un elemento fundamental de la vida cotidiana. El éxito, en este aspecto, se traducirá en una mejora de la salud individual y pública, contribuyendo a mejorar la calidad del medio ambiente." (Consejo de Europa, 1996. Pág. 17)
Hay que entender que, si dejamos que un niño se eduque con los juegos de videoconsola, con la tele y con los juguetes cada vez más inútiles que salen al mercado, las consecuencias pueden ser (y, de hecho, en muchos casos, ya lo son) terribles.
Los valores que un niño asimila son muchos y muy variados, y sus influencias educacionales contienen gran cantidad de variantes. Estamos seguros de que, entre los valores que un niño aprende de la televisión y todo lo anterior, está la violencia, la competitividad y la adoración a ídolos falsos.
En cuanto a la competitividad, hay que señalar que, si no se educa ni se dirigen las actividades físicas, el niño que se vea inferior, se desmotivará. Es común insultar al gordito y reírse de él porque no es capaz de saltar como los otros. Es precisamente contra eso contra una de las cosas que un profesional debe luchar. Si no, en el deporte infantil se repite el modelo profesional que ya se ha explicado: la autoselección, o la selección natural: los que disponen de mejores condiciones, seguirán haciendo deporte, (Consejo de Europa, 1996. Pág. 30) los que no, se retirarán pronto. Un educador (ya sea el profesor como el promotor deportivo) deben plantearse como objetivo principal el que a todo el mundo le guste el deporte. Y para ello debe evitar las exclusiones fomentando el espíritu de grupo, la cohesión, la confianza, las ayudas desinteresadas y el aspecto socializador del deporte.
Dos de las actividades humanas, y por consecuencia podríamos considerarlas como de carácter social, son la actividad física y el deporte, que representan prácticas de los individuos que constituyen una aportación importante no sólo a la cohesión e identidad social, sino a la salud de las personas.
M. José Cayuela Maldonado, en su libro Los Efectos Sociales del Deporte, comenta que "el deporte es uno de los fenómenos más populares de nuestro tiempo. Es en él donde se producen y expresan algunos de los grandes valores de la sociedad contemporánea". Dice además que, desde el punto de vista social, la práctica deportiva facilita las relaciones, canaliza la agresividad y la necesidad de confrontación, despierta la sensibilidad y la creatividad y contribuye al mejoramiento del clima social.
El deporte no es educativo si nos limitamos a enseñar aspectos técnicos y tácticos con el objetivo de crear "campeones" y ganar el mayor número de competiciones posibles; o al menos, no es tan educativo como podría ser ya que el aprendizaje y desarrollo de patrones motores o estratégicos es sólo una parte de lo que debería implicar la práctica deportiva en las edades tempranas. La función educativa del deporte debería implicar además la transmisión de hábitos, valores y actitudes; los educadores deben favorecer el desarrollo de las habilidades sociales que posibiliten relaciones entre los participantes, fundamentalmente propiciando acciones de solidaridad y tolerancia. Todo esto en un contexto educativo donde prime la formación integral del niño y no otros aspectos que pueden desarrollarse en etapas posteriores.
En este sentido hay que enmendar el deporte como un instrumento relacionado con la formación, que alcanza su esencia educativa cuando forma a ciudadanos responsables, personas libres de elegir su propio destino. Por ello se ha de contribuir a integrar la diversidad social sin valores prefijados y preestablecidos, independientemente de la procedencia masculina o femenina del valor o del sujeto (Buñuel, 1992). Así, en la medida en que la sociedad destruya mitos y supere desigualdades, el deporte se convertirá en algo más justo.
Insuficiencias
1. La mayoría de los niños (as) de 3 a 6 años que transitan por la fase preescolar, no practican deportes infantiles adecuados a sus necesidades e intereses culturales, debido a carencias de tecnologías educativas, además de la falta de iniciativas y de recursos materiales para su desarrollo.
2. Los niños (as) practicantes de algún deporte no tienen claramente definidos un sentido de pertenencia, ni objetivos metas relacionados con este tipo de práctica, desconociendo sus potencialidades en este sentido.
3. Los profesores de Educación Física no aplican variantes educativas que favorezcan la identidad deportiva como parte del desarrollo identitario que caracterizan a los niños de estas edades, ponderando la dimensión física del hecho deportivo.
4. La estrategia educativa del centro no revela una marcada intencionalidad educativa que favorezca el tratamiento de la identidad deportiva a través de las actividades deportivas de la Educación Física, así como sus vínculos con otros campos del universo cultural.
5. La práctica deportiva infantil no explota las potencialidades educativas desde la diversidad de los niños (as) de esta fase preescolar para el tratamiento de la conducta de los mismos.
6. Las actividades deportivas que se desarrollan carecen de un enfoque que favorezca la identidad deportiva desde la Educación Física.
7. En el enfoque integral físico-educativo vigente para la fase preescolar, no queda lo suficientemente claro la concepción para el tratamiento de la identidad física y deportiva.
Problema científico
¿Cómo cultivar la formación inicial de la Identidad Deportiva en los niños (as) de la comunidad Los Próceres de ciudad Bolívar?
Objetivo general
Elaborar una estrategia comunitaria para el fortalecimiento de la Identidad Deportiva en niños (as) de la comunidad Los Próceres de ciudad Bolívar, sustentada en una concepción educativa.
Objeto de Estudio
Proceso de formación de la Identidad Deportiva.
Campo de Acción
Formación inicial de la Identidad Deportiva en la población infantil
Idea a defender
Una estrategia comunitaria para la formación de la identidad física y deportiva de la población de niños y niñas de 3 a 6 años de edad en el contexto comunitario vinculado al escolar, sustentada en una concepción educativa con énfasis en los efectos de la literatura infantil, constituyen una vía factible para la formación integral de esta población.
Tareas científicas
1. Determinar los fundamentos teóricos para la formación inicial de la Identidad Deportiva mediante estrategias comunitarias vinculadas al deporte y la literatura infantil en el contexto comunitario integrado.
2. Caracterizar la población de niños 3 a 6 años de edad y el ambiente deportivo ideal para ellos, en el contexto comunitario objeto de estudio.
3. Elaborar una concepción educativa para el tratamiento inicial de la Identidad Deportiva en comunidades de niños y niñas de 3 a 6 años de edad, vinculada con la literatura infantil.
4. Diseñar una estrategia comunitaria para la formación inicial de la Identidad Deportiva en la comunidad de niños y niñas de 3 a 6 años de edad sustentada en la concepción propuesta
5. Valorar los resultados de la efectividad de la estrategia.
Métodos de Nivel Teórico
Histórico – lógico
Análisis y Síntesis
Inducción – Deducción
Enfoque sistémico
Métodos de Nivel Empírico
Observación participante
Encuestas
Entrevistas
Población y muestra
De una población de 180 niños (as) de la comunidad Los Próceres, del municipio Heres, Estado Bolívar, se trabajó con una muestra de 54 lo que representa el 30% de ellas 30 niñas y 24 niños. Esta muestra fue seleccionada al azar.
Aporte teórico: La tesis consta de una introducción, dos capítulos, conclusiones, recomendaciones, bibliografía y anexos que incluye tablas. En el Capítulo I, se tratan los fundamentos generales sobre la formación inicial de la Identidad Deportiva y sus nexos con el deporte y la literatura infantil, relacionada con este tipo de actividad en el contexto comunitario integrado, en el que se particulariza la función social del deporte infantil como formadores iniciales de identidad; se hace una caracterización de la población de niños 3 a 6 años de edad y el ambiente deportivo ideal para ellos, en un contexto comunitario objeto de estudio. En el Capítulo II se hace una propuesta de Estrategia para la formación inicial de la Identidad Deportiva en los niños de referencia, sustentada en una concepción educativa, para lo cual se parte de la caracterización de la comunidad "Los Próceres" de ciudad Bolívar; finalmente, se valoran los resultados de la estrategia propuesta.
Si bien, es un concepto ampliamente definido en la bibliografía especializada (Sánchez Bañuelos, 1986; Blazquez, 1986; Hernández Moreno, 1986) y en el que el común denominador lo constituye aceptar que es un proceso cronológico en el transcurso del cual un sujeto toma contacto con nuevas experiencias regladas sobre una actividad físico deportiva, "tradicionalmente, se conoce con el nombre de iniciación deportiva el período en el que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes." (Blázquez, 1986).
Funciones hacia las que se puede orientar la iniciación deportiva
a) El deporte recreativo
b) El deporte competitivo.
c) El deporte educativo.
d) El deporte salud.
Identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Si este concepto lo aplicamos a la persona, llegamos a la definición de que IDENTIDAD PERSONAL es la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás. Implica una conciencia de la permanencia del yo. La identidad personal evalúa, coordina e integra las percepciones, que son análisis interpretativos de un conjunto de datos, a partir de los cuales obtenemos información.
Se entiende la Identidad Deportiva como un proceso histórico-cultural, regido por una imagen propia del deporte, que a partir de hechos y personalidades que se distinguen a escala internacional, nacional y local, conducen a una transformación en el modo de actuación del individuo en la sociedad.(concepto de Silva, Las Tunas).
López (2006) clasifica los hechos en la Educación Física en tres grupos: cotidianos, físico-motrices e histórico-sociales. Clasificaciones que se asumen para el tratamiento de la Identidad Deportiva desde el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Física.
Características de los niños y niñas de 3 a 6 años de edad
La etapa de 3 a 6 años de edad es muy gratificante, ellos quieren agradar y complacer a sus padres y demás personas, esta inclinación por establecer relaciones hay que aprovechar educativamente esta necesidad para crear las bases de su incipiente identidad y su pertenencia a la familia.
En cuanto a su desarrollo psicomotor, los niños de 3 años empiezan a dejar de ser "psicomotrizmente patosos", son mucho más ágiles. Es la edad de la monopedestación, pueden controlar un hemicuerpo en relación al otro, por lo que pueden sostenerse sobre un solo pie, deambular y correr decusadamente en forma correcta y pedalear un triciclo.
Las reacciones motrices de los niños de 3 a 6 años de edad obedecen al contenido del lenguaje, reaccionando cada vez según el significado de las palabras. Los movimientos provocados van limitándose a las señales orales exclusivamente impulsivas.
Concepción educativa para el tratamiento de la Identidad Deportiva en niños y niñas de 3 a 6 años de edad, con énfasis en la literatura infantil
La práctica deportiva en niños y niñas debe sustentarse en una concepción que propenda un tratamiento acorde con las exigencias de los deportes con las características de la edad de los practicantes. Aspecto que debe ser del dominio de los maestros, entrenadores y la familia; de modo que la actividad deportiva contribuya más a su educación y no educar para el deporte.
Para estimular la identidad personal de los niños y niñas mediante la actividad deportiva, los profesores de educación física deben desarrollar actividades que estimulen el desarrollo social y emocional saludable.
Favorecer la socialización en niñas y niños implica desarrollar trabajo cooperado e integrado. La cooperación mediante el trabajo en grupo favorece la ejecución de tareas en un plano de interés común. En este sentido, la práctica deportiva es un acto de libertad que estimula y desarrolla la entrega individual para la consecución de metas colectivas. La integración ocurre cuando los sujetos participan e impulsan la dinámica del equipo, actuando como protagonistas voluntarios y comprometidos.
Estrategia comunitaria para la formación inicial de la identidad deportiva en niños y niñas de 3 a 6 años de edad, sustentada en una concepción educativa
En el caso que nos ocupa la estrategia comunitaria se refiere al proceso de dirección de actividades para la transformación de un objeto desde su estado real hasta un estado deseado. Presupone por tanto partir de una base contextual desde el punto de vista teórico y empírico y de un diagnóstico que evidencie el nivel de dificultades y necesidades para poder planificar estrategias específicas que serán instrumentadas mediante actividades para darle cumplimiento a los objetivos que se propongan en cada estrategia.
El proceso estratégico se estructurada en cuatro grandes etapas compuestas por procedimientos u operaciones que los gestores (promotores, profesores, etc) deben asumir para hacerla cumplir en el escario comunitario cuyo centro de coordinación y concertación es la escuela. Las etapas son:
1. Etapa de contextualización
2. Etapa de Diagnóstico
3. Etapa de planificación de estrategias específicas
4. Etapa de intervención comunitaria
Determinación de estrategias específicas para la formación de la identidad deportiva, con énfasis en el vínculo literatura infantil – deporte
Las siguientes estrategias contienen atributos de la identidad deportiva y aspectos que contribuyen a la formación integral de los niños y niñas practicantes de deporte en un nivel básico de su desarrollo; estos constituyen base esencial donde se forman los primeros rudimentos de los futuros talentos deportivos. Es por eso que en el contexto deportivo escolar vinculado al comunitario, se sugiere trabajar las nociones básicas de la educación en valores, para estimular en ellos las primeras nociones de identidad deportiva.
Estrategias
Página siguiente |