Política interior y exterior en la Rumanía de Ceaucescu (página 2)
Enviado por Josep Maria Torrelles
Manescu2 definió en 1969 los principales objetivos de la política exterior rumana. Entre ellos constaban: mantener una vocación internacional (que residía en la herencia y el pasado del país); la relación con los países hermanos socialistas (compartían la ideología marxista) y también con países que tuvieran otros sistemas sociales. Siempre abriendo la puerta, por tanto, a relacionarse con la otra parte del Telón de Acero; la voluntad de ampliar las relaciones de todo tipo (tanto culturales, como diplomáticas y económicas) con otros países; el interés por el reconocimiento de la República Democrática Alemana y el mantenimiento de la paz en Europa y el respeto por las fronteras vigentes en el momento. Un punto que en vistas a lo que fue la política internacional es de vital importancia es la supresión de fuerzas militares supranacionales que limitasen la soberanía de los Estados, me refiero sin lugar a dudas al Tratado de Varsovia y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte; y por último el cumplimiento de las resoluciones de la ONU en relación al problema de Próximo Oriente3 y en el fin de la guerra de Vietnam.4
A lo largo de la evolución de la política internacional de Ceaucescu vemos como estos puntos son esenciales. Lo que no vemos en estos puntos y considero que será motor de las relaciones exteriores es la primacía del interés económico. Será el principal objetivo de Ceaucescu.
La relación que mantiene con los Estados Unidos será buena. En varias ocasiones Ceaucescu visita el país con su mujer Helena y es alabado por sus presidentes. En 1978, con motivo de una de estas visitas el presidente Carter afirmará que en relación al matrimonio que "su influencia internacional como dirigentes de Rumanía es excepcional alrededor del mundo". Los Estados Unidos de América guiñarán el ojo a Ceaucescu desde su llegada hasta 19855, aproximadamente.
En 19656 se negoció un "Acuerdo Consular entre Rumanía y EE.UU. en el que se establecieron patentes consulares y contactos entre autoridades y el auxilio judicial"7. En 1968 "el Presidente del Consejo Nacional de Investigación Científica, Alejandro Birladenau, al frente de una delegación de hombres de ciencias, visitó EE.UU. invitado por el Consejero especial para Ciencia y Tecnología, Donald Horning"8. Estos dos hechos como ejemplo de las buenas relaciones entre ambos países, no olvidemos que Rumanía es en esos momentos un país comunista bajo la influencia de la URSS.
Evidentemente tras estas buenas relaciones había intereses mutuos por parte de los dos países. Por un lado Rumanía estaba interesada en la tecnología occidental, en sus métodos de trabajo y en su dinero. Por su lado EE.UU. buscaba el debilitamiento de la URSS a toda costa y veía en Ceaucescu y en Rumanía un posible punto de fisura de la URSS. Por todo ello y sobre todo durante el período de gobierno del presidente Nixon Rumanía gozo durante varios años de la "cláusula de nación más favorecida" por parte de EE. UU. recibiendo de esta forma numerosas ayudas económicas. De hecho, Nixon fue el primer ocupante de la Casa Blanca que visitó un Estado comunista en 1969, un año después de su elección y para el cual Ceaucescu organizó una fastuosa bienvenida, pero como veremos más adelante, Nixon no fue el último dirigente que visitó al excéntrico matrimonio Ceaucescu.
Con la URSS la relación fue siempre delicada y se veía a Ceaucescu como un potencial desviacionista. Pero no siempre fue así. El antiguo dictador Gheorghiu Dej, colaboró en la represión de la URSS contra el Grupo Nagy, que había provocado una revuelta antisoviética en Hungría. Moscú devolvió esa fidelidad mediante la concesión de cierta autonomía a Rumanía, que no dejó nunca de utilizar y que a medida que pasó el tiempo fue ampliando. La URSS respetaría inicialmente las acciones de los dirigentes rumanos siempre y cuando esas decisiones no debilitasen al bloque soviético. Así pues Ceaucescu desafió de forma directa en varias ocasiones al Kremlin. Esta actitud provocó que los Estados Unidos de América fijasen su mirada en Rumanía y en Ceaucescu.
Entre otras cosas rechazó la presencia de tropas soviéticas en territorio rumano y redujo la participación rumana en el Pacto de Varsovia, negándose a aceptar el concepto de la integración militar en formaciones supranacionales (como hemos visto en los objetivos de Manescu).
También promovió el rechazo a la integración económica completa en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME o Comecon). Y lo hizo no solo haciendo un llamamiento a que Rumanía llevase a cabo el derecho a un desarrollo socialista multilateral (en contraposición al desarrollo unilateral que ofrecía la URSS) sino que lo hizo de la mejor forma posible: llevándolo a la práctica. Tal y como afirma Tony Judt en su libro Postguerra, el comercio con los países que formaban parte del Comecon descendió de un 70% de las exportaciones en 1960 a un 45% en 1970. María Dolores Ferrero Blanco da otro dato en su estudio: Rumanía incrementó sus exportaciones con Europa occidental de un 15 a un 40%.
Pero lo que verdaderamente le lanzó a la fama en occidente fue la condena directa y sin paliativos de la intervención soviética en Checoslovaquia en agosto de 1968 y proclamó "derecho de cada nación a construir el socialismo a su manera"."De esta forma se negaba visceralmente a aceptar la idea de "soberanía limitada" que se le atribuye a Brezhnev. Dicha doctrina afirma que los partidos Comunistas tenían una doble responsabilidad: con su pueblo y ante la Comunidad de países socialistas y que la soberanía de cualquiera de estos países está supeditada a los intereses del Comunismo mundial. De esta forma Ceaucescu demostraba una vez más su autonomía de la URSS y se acercaba más a Occidente, que no dudaría en mimar al país rumano. Obviamente a Brezhnev no le sentó demasiado bien este hecho, y como mantiene Demetrio Boersner9, Brezhnev amenazó a Rumanía con una invasión militar. Ceaucescu convocó una masiva manifestación nacional y puso el ejército en estado de alerta. Paul Niculescu Mizil10 en relación a este hecho explica: "Decidimos que Ceaucescu declarara públicamente que abriríamos fuego si ocupaban un solo kilómetro de territorio rumano. Y no siendo este enfrentamiento suficiente para Ceaucescu, el 16 de agosto de 1968, cuatro días antes de la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia, firmó un tratado de amistad con Alexander Dubcek.
En relación al conflicto chino-soviético11 Rumanía se mantuvo neutral. Desde mi punto de vista tenía más afinidad con China que con Moscú y Ceaucescu estaba mucho más cerca las ideas de Mao que no las de Jrhuschov. Los dirigentes rumanos no hicieron una declaración institucional, pero sí que mostraron su apoyo manteniendo a su embajador en Pekín y firmando un gran tratado comercial en 1964. En junio de 1966, el primer ministro chino, Chu-En-Lai visitó Rumanía con 15 de los más altos cargos del Partido Comunista Chino. Ceaucescu visitó China en 1971 mientras el Kremlin mostraba su desagrado.
Ceaucescu fue el primer líder comunista del Bloque que firmó cuatro acuerdos con la República Federal Alemana12: consular, cultural, de turismo y de coproducción cinematográfica. Y llevó mantuvo relaciones con la Francia de De Gaulle (especialmente), con Inglaterra, Irlanda, Suecia, Finlandia, Suiza, Bélgica, Holanda, Turquía, Latinoamérica13, África14, con el Próximo y Medio Oriente.
A principios de los años setenta Rumanía fue considerada un país socialista en vías de desarrollo y fue admitida en el GATT, en el Banco Mundial, en FMI, consiguiendo así preferencias en la CEE y siendo admitida en el grupo de los 77 países no alineados.
A pesar de todo lo dicho, Rumanía ha sido aislada progresivamente a medida que su población se empobrecía y que la propia dictadura ha ido aglutinando poder.
La política nacional y la economía
Comúnmente se acostumbra a dividir el régimen de Ceaucescu en dos etapas. La primera etapa alcanzaría hasta la crisis energética y la segunda hasta el final del régimen en 1989.
En los inicios de la primera etapa, Ceaucescu tenía una base de popularidad real. Ion Iliescu15 afirma "en el año 1968 era la cima de su popularidad, todo el pueblo le daba su apoyo y un gran número de intelectuales ingresaron en el partido comunista para mostrar su apoyo tanto al partido como a Ceaucescu personalmente, fue un período positivo, en general, para el país". Empezó su mandato liberando a miles de presos de las cárceles rumanas, muchos intelectuales que luego le alabaron, parecía que iba a dar nuevos aires a la dictadura. De su predecesor Dej, aprendió que el nacionalismo daba resultado en el país, y como hemos visto en el anterior apartado, lo utilizó constantemente.
Como los orígenes del Partido Comunista Rumano no eran nacionales y el apoyo de la población a este partido siempre fue mínimo, resolvió envolverse bajo el manto del nacionalismo y el resultado fue muy positivo, adaptando la popular frase de Marx para el caso, el nacionalismo se convirtió en el opio del pueblo. Dan Zamfirescu (escritor Rumano de la época) dice: "Ceaucescu dio a los rumanos el sentimiento de que ya no eran una colonia soviética, que no eran esclavos de Moscú, que no eran un cero a la izquierda, nos hizo creer que volvíamos a ser importantes en el mundo". El nacionalismo no responde a la razón, sino a los sentimientos, la emotividad, y Ceaucescu recorría a ella para exacerbar los ánimos de la población, para que trabajasen por la patria. Los intelectuales nacionalistas apoyaron al dictador y traspasaron al papel sus conjeturas sobre el dictador, las alabanzas hacia su persona y a la de su mujer se hicieron constantes.
Pero este nacionalismo debe ser estrictamente controlado para que la población no se exacerbe más de lo necesario, para mantener la relación con la URSS, para que no se desarrollaran motines insurreccionales. Para todo ello desarrolló un régimen de terror de dimensiones monstruosas: la policía secreta o Securitate (similar a la KGB de la URSS). Sembró un clima de terror en Rumanía. Con una vasta red de agentes auxiliares de ese organismo: informantes o denunciantes. La más terrible desconfianza cundió entre los ciudadanos que se sentían constantemente observados. Puso micrófonos en los despachos de todos sus colaboradores de partido, en sus casas, una amplísima red de escuchas telefónicas que aumentaban, si cabe, todavía más el clima siniestro.
Ceaucescu quiso para Rumanía una modernización tecnológica a marchas forzadas, un proceso de industrialización estalinista que se basó en la compra de maquinaria a occidente. Una industrialización que durante sus inicios fue bien. Pero que causó a Rumanía una deuda externa de 13.000 millones de dólares en 1981 y a partir de 1975 tuvo que ser abastecido por la URSS16 Hizo grandes proyectos urbanísticos e infraestructurales. Ceaucescu le dio absoluta prioridad al sector industrial que a finales de los ochenta recibía el 60% del total de las inversiones del país. Estos proyectos económicos chocaron con las leyes del mercado y aunque el nivel de crecimiento económico a finales de los años ochenta fue el más elevado de Europa del Este, los desequilibrios económicos se hicieron evidentes. Las fábricas rumanas consumían cuatro veces más que las occidentales y Rumanía que antes era exportadora de energía neta, se convierte en importadora de energía neta. A inicios de los ochenta, para cubrir sus necesidades industriales requerían de quince millones de toneladas de petróleo, los cuales debían devolverse en divisas. El hecho del endeudamiento junto a la grave crisis energética que se produce a partir de los años ochenta hace empeorar enormemente la situación económica del país.
Ceaucescu puso en marcha un programa autárquico de suma austeridad (asesorado por el FMI) en 1982 y 1983. En este plan se contempla la devaluación de la moneda, el aumento de las tasas de interés y la limitación de la energía y la alimentación. Lo que pretendía este plan es eliminar la deuda exterior. En 1985 la deuda se redujo a 7.000 millones de dólares y en 1990 (tras la caída del régimen) a 250 millones de dólares. Casi redujeron la deuda externa a cero, pero, a qué precio.
Se propuso exportar cualquier materia prima que se generase en el país. Los rumanos solo podían usar una bombilla de cuarenta vatios por habitación. Para reducir el consumo de petróleo se propuso un programa de cría de caballos. Los que preferían utilizar el coche debían esperar hasta 48 horas para llenar el depósito. Los carruajes se coinvirtieron en el principal medio de transporte y para la cosecha se volvió a las herramientas rudimentarias del pasado. Ceaucescu dijo que los rumanos comían demasiado y estableció un menú ideal. Las tiendas se hallaban bacías y la gente pasaba hambre, se pasó de la pobreza a la indigencia. Sin pan, leche, carne, calefacción, gasolina y sin medicinas, la población rumana sufrió durante los años ochenta la peor situación jamás vivida por un pueblo europeo en tiempos de paz.
Los hospitales no tenían el material necesario y se reutilizaba lo que podía. De ahí que el SIDA incrementase muchísimo durante estos últimos años de la dictadura. Durante el frío invierno rumano las casas no podían estar a más de 14 grados centígrados. La gente moría de frío mientras el matrimonio Ceaucescu dormía en el portentoso palacio que habían hecho construir: el Palacio del Pueblo.
El manto del nacionalismo ya no cubría las necesidades de la pasiva población rumana y en 1989 se revelaron en manifestaciones espontáneas. El matrimonio Ceucescu huyó en helicóptero y pocos días después de la revuelta fueron encontrados y ejecutados.
Demetrio Boersner, citado anteriormente, expone que Gorvachov podía haber encargado a su embajador en Rumanía ir creando una corriente renovadora que eventualmente arrebatara el mando del partido y del Estado de Ceaucescu y su camarilla, y estableciera una nueva dirección colectiva y democratizadora. Sea como fuere no se pudo evitar el baño de sangre entre el ejército (que se unió a la revuelta), los manifestantes y la Securitate. La ejecución de Ceaucescu, dicen los ejecutores, se llevó a cabo para que los que estaban luchando con la esperanza de liberarlo, se dieran cuenta que era una causa perdida.
Consideraciones finales
Tony Judt afirma en su libro: "Bajo el régimen de Ceaucescu, el comunismo había dejado de ser un leninismo nacional para convertirse en una especie de satrapía neoestalinista, donde un complejo entramado de nepotismo y de ineficiencia se sustentaba en las actividades de una omnímoda policía secreta"
Y tiene razón. Tras lo visto podemos afirmar que la política de Ceaucescu se basó siempre en el interés, en el hecho de poder mantenerse en el poder y en la estratégica medición de todos los movimientos con tal de poder mantener la difícil situación en la que se encontraba Rumanía.
Por un lado la aparente apertura hacia occidente con tal de poder conseguir todo lo que necesitaba para su proceso industrializador. Por otro lado mantenerse dentro del marco de la URSS evitando un conflicto bélico. Por ello necesitaba evitar que en su país surgieran corrientes democratizadoras. Si mantenía el control de la situación, la URSS permitiría las medidas económicas de Ceaucescu.
Para conseguir el control de su pueblo se valió del manto del nacionalismo, presentando su independencia sobre cualquier fuerza supranacional. Y por otro lado poseía la Securitate, que aseguraba el mantenimiento del orden y del clima de terror.
La situación se le fue de las manos. La crisis económica por un lado y la subida de Gorvachov propiciaron su final. Ceaucescu se negaba a tomar medidas liberalizadoras en su país (Gorvachov intentó convencerle) y Estados Unidos ya no necesitaba de Rumanía ya que la URSS tenía a un líder dispuesto a dialogar sobre el fin de la política de bloques. Ceaucescu como estadista internacional fue un genio, midiendo milimétricamente cada movimiento, lo que no supo medir fue su caída, quizás debido a su megalomanía, eso nunca lo sabremos.
Anexo. Biografía
Ceaucescu nació en 1918, en la villa de Scornicesti, en Oltenia, en el seno de una familia humilde, de campesinos. A los once años, para huir en parte de un padre alcohólico, se va a Bucarest, allí conoce a Elena Petrescu que será la mujer de su vida. Fue miembro del ilegal Partido Comunista en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial, en la que el partido contaba con unos pocos afiliados. De los cuales la mayoría estaban o en la Oficina Rumana (en Moscú) o en prisión. Entre 1936 y 1940 Ceaucescu tuvo que cumplir ciertas penas en prisión. Elena, irá a visitarlo cada semana. Durante la Guerra Mundial estuvo retenido y se hizo íntimo amigo de Georghiu Dej, futuro líder comunista de Rumanía. Tras la entrada de las Tropas del Ejército Rojo en Rumanía, él y Elena se casan.
Ceaucescu no sabía escribir correctamente en rumano, dominaba muy poco la teoría marxista y no se había leído ni El Capital de Lenin ni a Engels, pero se sabía de memoria El problema del leninismo escrito por Stalin. Tenía problemas de comunicación, tenía dificultades de pronunciación, balbuceaba, tenía un complejo de inferioridad que supo superar y se convirtió en un orador de masas excepcional. Eso demuestra su voluntad de hierro.
Ceaucescu ejerció como secretario de la Unión de Juventudes Comunistas (1944). Tras la guerra Rumanía tuvo que pagar 300 millones de dólares para pagar los daños. En 1947 los comunistas forman gobierno y éste es presidido por Georghiu Dej. Ceaucescu asumió el cargo de ministro de Agricultura y después sirvió como ministro subrogante de las Fuerzas Armadas en el gobierno leninista de Gheorghiu-Dej. El todopoderoso presidente le otorga el cargo de general. Ceaucescu cumple fielmente con el encargo de su líder. Dej le ascendió hasta la segunda posición en la jerarquía del Partido por su buen trabajo.
Con la muerte de cáncer de Gheorghiu-Dej en marzo de 1965, Ceaucescu se convirtió en líder del PCR (Secretario General) y acusa a los rusos de haber provocado la muerte de Dej sometiéndolo a radiaciones. En 1967 llegó a la presidencia del Consejo del Estado. Rápidamente se convirtió en una figura popular, gracias a su política independiente, que desafiaba la supremacía de la Unión Soviética en el país. Acumula el poder en sus manos: es Presidente de la República, Primer Secretario del Partido Comunista, Comandante General de los ejércitos, Presidente del Consejo Superior de desarrollo económico y social, Presidente del Consejo de los Trabajadores, Presidente del Frente por la democracia y la unidad socialista.
Ceaucescu hace saber que no se alineará con las posiciones de Moscú y cierra acuerdos económicos con importantes países capitalistas. Tras su condena a la invasión de Checoslovaquia es adulado muchos líderes occidentales. Viajará por toda Europa y será bien recibido allí donde vaya. A Elena Ceaucescu le otorgarán títulos académicos, tanto en EE. UU. como en Inglaterra.
Tras el viaje a Pekín (1971) se queda sorprendido por la figura de Mao y por el culto a su personalidad y por la Revolución Cultural china. A partir de ese momento se iniciará en Rumania un culto a la personalidad de Ceaucescu y Elena de unas dimensiones desconocidas hasta el momento. Los estadios que hará construir serán su espectáculo político que convinaba las artes escénicas con las manifestaciones de masas. Todo tenía que ser hermoso y con mensaje político, todo se expresaba con coreografía. Representaba a la clase obrera, mineros del carbón o los obreros de las fábricas. Otros vestían de militares. Hacían mosaicos con las caras del matrimonio Ceaucescu y con mensajes que ensalzaban al pueblo. Una gran labor de coordinación que recuerda a los desfiles nazis en Núremberg.
Pero la escenificación no solo formaba parte de los estadios, también llegó al periodismo. Los periódicos estaban totalmente censurados y solo debían poner las noticias que interesasen al régimen. Los titulares eran del tipo "logros majestuosos, la era de Nicolae Ceaucescu, la era más importante de los logros de la historia de Rumania. Había unos catorce correctores trabajando por turnos, debían comprobar que todas las palabras estuvieran bien escritas y que los nombres llevasen el tratamiento y los adjetivos adecuados. Los apelativos aprobados eran: el Arquitecto, el
Forjador del Credo, el Sabio Timonel, el Mástil más Alto, el Nimbo de la Victoria, el Visionario, el Titán, el Hijo del Sol, el Danubio Mental y el Genio de los Cárpatos.
En televisión solo se podría mostrar su lado derecho de la cara. Solo se le podía mostrar aplaudiendo o sonriendo y por supuesto había que mostrar a los niños trayéndole flores. Todo era un gran aparato de propaganda para el matrimonio.
Varias son las excentricidades del dictador. Cuando visitó Estados Unidos durante el mandato del presidente Carter (1978), mostró su desagrado porque la banda que tocó el himno nacional de Rumania no había actualizado la letra, una estrofa que añadió el propio Ceaucescu de su puño y letra. Cuando hacía un viaje diplomático debía mostrar la fastuosidad de su país. Por ello en un viaje realizado a Suecia por los ministros Maurer y Manescu fueron con un séquito de treinta personas, que incluían cocinero, médico y dos asistentes. Además se pidió que en el Palacio de Haya se habilitaran tres comedores: uno para el Primer Ministro, otro para el Ministro de Exteriores y otro para el resto de dignatarios. Formaba parte del aparato de propaganda.
Su única afición conocida era la caza. Era capaz de cazar a cientos de osos en una sola mañana. Antes de que Ceaucescu fuera a cazar sedaban a los animales y así la caza era perfecta.
De entre todas las relaciones internacionales que tubo, dejando de lado la de EE. UU., una de las más importantes fue con la Francia de De Gaulle. En una visita a Bucarest realizada en mayo de 1968 el presidente francés dijo: "Para ustedes, un régimen así resulta útil, hace que la gente se mueva y haga cosas". Es decir, que consideraba un buen sistema el comunismo de Ceaucescu. Durante muchos años fue llamado "el comunista bueno". En relación a los comunistas malos (URSS), el primero en llamarle así fue el senador Kennedy.
Sus proyectos urbanísticos eran incansables y aunque no sabía leer los planos que hacían los arquitectos, hacía gestos con las manos y los arquitectos trazaban las líneas y hacían las modificaciones oportunas. Hace construir seis comedores gigantes capaces de servir 80.000 comidas diarias, nunca entrarían en funcionamiento. Quería construir una nueva ciudad, su ciudad. Con el objetivo de construir un salón de congresos hizo arrasar un barrio entero de la periferia, 2.000 hectáreas. Quiso destruir más de una decena de iglesias de esta región, algunas de ellas patrimonio de la humanidad. Varios intelectuales protestaron y consiguieron que se moviera 30 metros en vez de ser derruida, y como venganza la rodeó de altos edificios de hormigón para que pasase desapercibida.
Hizo construir el Palacio del Pueblo. En su construcción trabajaron más de cien mil personas y se construyó en cinco años. Contiene la tercera alfombra más grande del mundo, el recibidor es como un estadio de fútbol y tiene salas que ocupan tres pisos de altura. No había límite de presupuesto. No se podía importar nada, así que si había algo que no se fabricase en el país, y tenía que formar parte del Palacio, se abría una fábrica para realizarlo. Las escaleras de mármol compiten con las de San Pedro del Vaticano. Cuando se acabó la piedra hizo acabar las paredes con piedra falsa. Además hizo construir veinticinco palacios a lo largo de Rumanía, a la mayoría de ellos solo iría para su inauguración.
Mientras tanto destruía aldeas para crear barrios prefabricados los "centros agroindustriales", donde albergar a los obreros que habían sido expulsados anteriormente del campo.
Ceaucescu, sobre todo durante los años finales de su régimen se identificaba con los predecesores históricos de la patria rumana: Bogdan el Fundador, Esteban el Grande, Miguel el Viejo…Admiraba su despotismo, dureza y violencia y se consideraba continuador de su obra. Se publicó propaganda con los rostros de estos personajes y finalmente con el de Ceaucescu, como si fuera el último de la dinastía.
El gobierno se convierte en mixto se convierte en una dictadura bicéfala, la influencia de Elena será enorme. Influirá en muchas de las decisiones de Ceaucescu. Elena era una mujer muy ambiciosa, cuando quería conseguir algo, amenazaba a su marido con que revelaría a los rusos su postura real en relación a la URSS. Como dice el ex ministro de exteriores Manescu: "Ceaucescu era la cara oficial del régimen, pero Elena se había organizado sus propias redes de influencia. Juntos conseguían su objetivo, trabajando en paralelo, de tener sus propios instrumentos de poder".
La camarilla de aduladores que rodeaba a Ceaucescu exacerbó la megalomanía del caudillo y le convencieron definitivamente de su infalibilidad. Todo lo que le envolvía era un escenario montado para protegerse de su propia enfermedad. Muchas de las informaciones que le proporcionaban sus colaboradores ya estaban filtradas. Le daban solo la información que le contentaría. Ceaucescu cada vez se alejaba más de la realidad y su mujer, también enferma, no le ayudaba.
Durante los últimos años de vida de Ceaucescu comía poco, estaba obsesionado con los microbios. Todo lo que come lo hace probar primeramente y luego se recoge una pequeña muestra que se envía al laboratorio para analizar. Cuando va al extranjero se lleva su comida y hasta las sabanas. Los mismos cámaras filman al dictador y a su mujer durante toda la semana. Una vez Ceaucescu se enfadó con uno de ellos porque le había sacado un plano americano. Ceaucescu le pidió explicación y el periodista le dijo que le había hecho un plano americano. Ceaucescu le contestó que no quería planos americanos, que quería planos rumanos. No permite que nadie le cuide, cada vez está más solo. Ni siquiera el pueblo cree en él.
El 17 de diciembre de 1989 se inician protestas en Timisoara. La rebelión se extiende por todo el país y llega a Bucarest el 22 de diciembre. El ejército se une a la revuelta y a la huelga de los obreros que se dirigían a la plaza de la Victoria. Esa mañana el matrimonio huye de la capital en helicóptero. Serán detenidos por las fuerzas armadas en un control en la carretera. El día de navidad fueron ejecutados tras ser juzgados.
Bibliografía
1. Le libre noir du communisme. Crimes, terreur, repression, Éditions Robert Laffont S. A., París, 1997 ISBN: 84-239-8628-4
2. Historia contemporánea, coord. Javier Paredes, Ed Actas, Madrid, 1990, ISBN: 84-404-7166-1
3. El mundo actual. De la II Guerra Mundial a nuestros días, Rafael Aracil, Joan Oliver y Antoni Segura, Edicions Universitat de Barcelona, 1998 ISBN: 84-8338- 006-4
4. Postguerra: Una historia actual desde 1945, Tony Judt, ed. Taurus, Madrid, 2005, ISBN:84-306-0610-6
5. La construcción del presente, coord. Jordi Casassas, ed. Ariel, Barcelona, 2005, ISBN:84-344-6788-7
6. Revista: Papeles del Este, transiciones postcomunistas, Universidad Complutense de Madrid ISSN: 1576-6500
7. Revista: Afers internacionals, nº 3, Primavera 1984, "La política exterior del Partido Comunista Rumano (1965-1983)", Rosario de Mateo.
8. Las contradicciones entre las políticas interior y exterior en la Rumanía de la Guerra Fría (núm. 9 de la revista Haol), María Dolores Ferrero Blanco
9. Dios ha nacido en el exilio, Vintila Horia
Filmografía
1. Programa historiográfico: Camarada Ceaucescu, Libertad Digital Televisión, moderado por el Historiador César Vidal con la participación de Roberto Villa García y Viktor Cheretski
2. Documental Canal Historia, Ceaucescu el rey del comunismo
3. Programa Canal 33 Segle XX (dirigido por el historiador Joan B. Culla), documental francés Ceucesu, La follia del poder (1999).
4. Película 12:08 Al este de Bucarest, dirigida y producida por Corneliu Porumboiu, año 2006.
Hemeroteca de diarios:
El PAIS:
• http://www.elpais.com/articulo/internacional/CEAUSESCU/_NICOLAE/RUMANI A/Ceaucescu/afianza/poder/purga/liberales/elpepiint/19780422elpepiint_19/T es
• http://www.elpais.com/articulo/internacional/CEAUSESCU/_NICOLAE/RUMANI A/Nepotismo/culto/personalidad/elpepiint/19780423elpepiint_3/Tes/
•http://www.elpais.com/articulo/internacional/CEAUSESCU/_NICOLAE/ESPANA/RUMANIA/UNION_SOVIETICA/RUMANIA/Ceaucescu/intenta/recoger/herencia/tercermundista/Tito/elpepiint/19780426elpepiint_1/Tes
• http://www.elpais.com/articulo/internacional/RUMANIA/Mercado/negro/corr upcion/economia/desfalleciente/elpepiint/19780427elpepiint_3/Tes
Autor:
Josep Maria Torrelles i Gallego
2008
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