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La utopía en marcha: educación para la vida


Partes: 1, 2, 3

  1. Visión holística
  2. Redescubriendo las potencialidades internas del ser humano
  3. Una tentativa de explicación del funcionamiento de las leyes universales
  4. Proyecto de vida personal
  5. El sentido y el significado de la vida humana
  6. Bibliografía

Visión holística

El significado esencial de la vision holística

  • Según esta visión, el Universo está organizado en base a dos principios fundamentales: el principio auto-afirmativo ("Yang", para los chinos) y el principio integrativo (o "Yin").

  • El paradigma cartesiano que hoy prevalece, está asentado en el principio auto-afirmativo, privilegiando así las partes, los fragmentos, las individualidades, la separatividad en todos los sentidos. Su orientación es reduccionista, analítica y mecanicista. Como consecuencia, lleva a percibir el mundo de una forma específica, que privilegia el egoísmo y el individualismo. Su fruto es la sociedad actual.

  • El paradigma holístico sugiere un nuevo modo de ver el mundo, a través de un modo de sentir, pensar y actuar, basado en un equilibrio entre ambos principios. En efecto, el estudio y análisis profundo de las partes, puede proporcionar excelente resultados para el progreso humano. Pero si esto es separado del contexto, del conjunto, de la Unidad, se transforma en un instrumento poderoso, pero simultáneamente peligroso, pues también podrán ser obtenidos resultados pavorosos. Uno de ellos es la bomba atómica.

  • En la práctica, el método científico puede ser considerado, como un instrumento objetivo, capaz de aplicar con elegancia, precisión y resultados concretos el principio auto-afirmativo. Pero es el equilibrio, a través del principio integrativo, que le proporcionará condiciones para definir un rumbo, una orientación que sea efectivamente favorable al bienestar social.

  • El enfoque holístico considera que el ser humano está integrado por cuatro componentes básicos: físico, mental, emocional y espiritual, siendo que los cuatro deben estar perfectamente equilibrados para que podamos desarrollar una vida sana y feliz.

  • La visión holística no rechaza el cartesianismo y sí lo enriquece. Cuando surge algún problema importante, en lugar do fraccionarlo inmediatamente, él es expandido de modo a entender mejor el contexto. Después que éste es comprendido, se puede volver a la "parte" o fragmento y someterlo a análisis científico.

La visión holística a lo largo de la historia

El nombre "Holismo" fue usado por primera vez en 1926 por el general sudafricano Smuts, contrario al "apartheid" prevaleciente. Arthur Koestler por vuelta de 1960 introdujo la palabra "Holística", que a partir de allí comenzó a ser difundida con cierta amplitud. Su embargo, por lo menos hace 5000 años que sus principios básicos son conocidos en Oriente y por lo menos 3000 en Occidente.

Algunos ejemplos históricos de visión holística son los siguientes:

  • Sabiduría tradicional china (3000 AC ? Yang e Yin).

  • Antiguo Testamento (Historias de Egipto e Israel; Salomón y la Reina de Saba, etc.).

  • Jesús el Cristo (Introduce el Principio del Amor, que corresponde al principio que la Holística denomina de integrativo).

  • Varios sabios del pasado con visión amplia. Un destaque: Leonardo da Vinci.

  • Varios sabios modernos. Un destaque: Einstein.

  • En la Biología: la visión de ecosistemas.

  • En Ecología: Preservación del medio ambiente.

  • Teoría General de los Sistemas.

  • Agricultura Biológica, sin agrotóxicos ni fertilizantes químicos (procurando preservar al medio ambiente y no contaminar los alimentos).

  • En la Administración: las organizaciones de aprendizaje, la importancia de la intuición; la Gestión de la Calidad (autentica); la Responsabilidad Social (autentica).

  • Física Subatómica; Teoría de la relatividad; teoría cuántica (los electrones son divisibles e indivisibles; los fotones son partículas y son ondas).

  • En la política: "Tenemos que endurecernos, pero sín perder la ternura jamás".

  • En la música, el regente tiene el papel del principio integrativo, ya los instrumentistas, representan el principio auto-afirmativo, equilibrado con el anterior.

  • El moderno enfoque transdisciplinario En resumen:

Cualquier estudio, investigación o trabajo que coloque como centro el ser humano en su completitud (aspectos físicos, mentales, afectivos y espirituales) y no apenas la atención a las necesidades del sistema económico prevaleciente(*), tiene algún matiz holístico. En esta dirección se destacan los movimientos ecológicos, de defensa del consumidor, de estímulo a la ciudadanía, pacifistas, etc.

En general, los enfoques interdisciplinarios tienden a seguir la visión holística, pero su plenitud solo es alcanzada a través de los enfoques transdisciplinarios.

Resistencias a las ideas nuevas

El ser humano no es apenas un cuerpo físico o una mente. Él tiene vivencias afectivas y espirituales. Descartes dijo: "Pienso, luego existo", pensamiento muy oportuno en su época, sumergida en tinieblas pseudo espirituales, pero que también nos ha llevado a la triste situación de la sociedad actual. Ahora para sobrepasar esta situación deberíamos decir: "Pienso, siento y soy un ser espiritual".

La fuente de la infelicidad humana está localizada en el desequilibrio entre las rama del principio auto-afirmativo (aspectos físicos y mentales), ahogando la rama del principio integrativo (aspectos emocionales y espirituales). Afortunadamente, existe un número suficiente de investigaciones neurobiológicas realizadas en los últimos 30 años que indican haberse iniciado un proceso de cambio radical en la conciencia humana, en dirección a un equilibrio entre ambos principios.

Personas comprometidas con la busca de una sociedad mejor, más justa, mas digna, mas humana y mas sana, encuentran en la visión holística la mayor base de sustentación disponible para caminar en aquella dirección.

Sin embargo, resistencias a nuevas ideas y a nuevos modos de vida siempre existieron: antes que el método científico se consolidase muchas personas fueron quemadas vivas hasta una época relativamente reciente (1600: Giordano Bruns). Veinte siglos atrás, el Maestro fue crucificado porque traía ideas nuevas, diferentes. También, en la época, muchos se preguntaron "¿que de bueno traen esas ideas para nuestra comunidad?"

Renombrados científicos, apoyándose en el prestigio de la Ciencia, se volvieron tan dogmáticos como la Inquisición, probando que ser científicos reconocidos no impide que tengan una visión estrecha, que sean arrogantes y a veces hasta infantiles. Veamos luego a seguir, apenas unos pocos casos:

  • "La Teoría de los Gérmenes de Pasteur es una ridícula ficción" (Profesor Pierre Poebet, profesor de Fisiología de la Universidad de Toulouse, Francia 1872).

  • "Es totalmente imposible que los nobles órganos del habla humana sean sustituidos por un insensible e innoble mental" (Profesor Jean Boillaud, de la Academia Francesa de Ciencias, con respecto al fonógrafo de Edison, 1878).

  • "Máquinas voladoras más pesadas que el aire son imposibles" (Lord Kelvin, Presidente de la Real Academia de Ciencias del Reino Unido, 1885).

  • "Los rayos X son una mistificación" (el mismo Lord Kelvin repitiendo su dosis de arrogancia, 1900).

  • En 2006 es posible que algunos profesores y científicos, famosos o no, crean que la visión holística es una "mistificación" o una "ridícula ficción".

En verdad, son pocos los que percibieron la importancia vital del nuevo enfoque. Sin embargo, la Realidad esta allí para los que tengan "ojos para ver y oídos para oír".

¿Cómo podemos caracterizar la visión holística?

La palabra "holística" viene de "holos", del idioma griego, que significa "totalidad". O sea, la visión holística se refiere a una comprensión de la realidad en función de totalidades integradas, cuyas propiedades no pueden ser reducidas a unidades menores, sin perder la esencia que las caracteriza. Por ejemplo, ver una empresa apenas como fuente generadora de lucros y en todo caso de empleos es un enfoque "analítico", por lo tanto parcial. Verla, en cambio, como un componente del ecosistema social, ya es una percepción holística. Del mismo modo, mirar un bosque y ver en él algunos árboles suficientemente interesantes como para derribarlos y lucrar con eso, es una percepción "analítica"; por otro lado mirar el bosque como un sistema ecológico equilibrado, integrado por millares de especies, es una visión holística.

Desde el punto de vista histórico, el método científico moderno sustituyó la antigua "inducción generalizadora", idealizada por Aristóteles, a partir – aproximadamente – de 1650 cuando el genio de Descartes Bacon y Galileo, contribuyendo de manera separada pero decisiva, consiguió levantar un nuevo edificio epistemológico, conocido como "inducción experimental".

Esta nueva metodología transformó la "inducción generalizadora" del sabio griego en apenas "hipótesis provisoria", agregando a continuación varios pasos relativos a la prueba de esta hipótesis, a través de la planificación y ejecución de experimentos, así como análisis final y conclusiones acerca de los datos obtenidos, lo que es hecho hoy en día, a través de métodos estadísticos, más o menos sofisticados.

El método científico así desarrollado se caracteriza por ser analítico, reduccionista, mecanicista(*) y enteramente apoyado en la lógica formal. Realmente este método, fue – y continúa siendo – extraordinariamente fecundo, proporcionado muchísimos conocimientos nuevos y posibilitando así el gran progreso material ocurrido en los últimos doscientos años.

Los siglos XVIII y XIX marcaran la época de esplendor del método científico, cuyo uso se extendió a todas las disciplinas. Nombres como Newton, Lavoisier o Darwin, hicieron contribuciones notables, Inventores, tecnólogos e industriales, llevaron los nuevos conocimientos científicos a su transformación en objetos concretos, de uso cotidiano, que condujeron la sociedad clásica tradicional a la actual sociedad moderna.

Pero ya en la mitad del Siglo XIX se comenzó a percibir que las leyes de la Física, que parecían inmutables, universales y aplicables a todo tipo de cuerpos, comenzaban a tener excepciones, fenómenos a los cuales no eran aplicables, partículas que no encajaban en el esquema general, etc. Poco a poco, los espíritus más intrépidos(**) fueron comprendiendo que ni el Universo, ni la Tierra, ni la Naturaleza, ni los seres vivos individualmente considerados eran máquinas gigantescas, grandes o pequeñas.

Lo que comenzó a quedar cada vez mas claro para ellos es que el "método científico" – también llamado de "cartesiano" – era capaz de descubrir muchas cosas acerca de la Vida, pero no lo que ella es. Estas ideas eran desarrolladas por una minoría esclarecida, que nadaba contra la corriente (por eso el nombre de "herejes"), enfrentando una feroz resistencia de los detentores de la "autoridad científica".

En el siglo XX, la situación empeoró: ya se amontonaban las pruebas de que un enfoque mecanicista, reduccionista y apenas apoyado en la lógica formal, no podría abordar con suceso, nuevos campos de conocimiento, que estaban exigiendo una nueva forma de ver las cosas, un nuevo enfoque epistemológico.

En la ciencia más avanzada, la Física, en su nivel más profundo, el subatómico, la situación se volvió insustentable. El mundo de las partículas esa incomprensible y paradojal, sí analizado con los padrones vigentes. Pero, después de unos 20 años de tropiezos, sufrimientos y frustraciones de todo tipo, los más renombrados especialistas tuvieron que rendirse frente a la evidencia: la base referencial del método cartesiano es insuficiente para comprender los secretos que habitan en el interior del átomo.

A partir de este desarrollo de la Nueva Física es que se abrió camino para que el enfoque holístico fuese aplicado a otras áreas. Ahora bien, este enfoque no es patrimonio de científicos especializados con diplomas de Post-Doctorado; él puede ser aplicado a una infinidad de problemas y situaciones, muchos de ellos de naturaleza completamente práctica, como por ejemplo: asistencia a la salud, economía, tecnología, agricultura, educación, etc.

Así, en términos de energía, la concepción holística nos conduce a recursos naturales abundantes y descentralizados: la energía solar y la eólica, en lugar de la enorme centralización actual de las usinas termoeléctricas, hidroeléctricas o termonucleares, concentradoras de energía, pero también y sobre todo, de poder.

El enfoque holístico también no lleva a la agricultura ecológica sin agrotóxicos ni fertilizantes químicos solubles; del mismo modo nos conduce a otros tipos de medicina y de alimentación, y finalmente – en el conjunto, a una nueva forma de vivir, mas auténtica y más de acuerdo en la posición que el ser humano ocupa en la escala evolutiva.

Es necesario subrayar que este enfoque implica – antes de todo – en una nueva percepción de las cosas, una nueva forma de pensar, sentir y actuar. Él considera el hombre como un "holon", por lo tanto como una totalidad, como una unidad y bien sabemos que en esa unidad existen varios niveles: físico, mental, afectivo y espiritual. Esto significa dos cosas:

a) El enfoque holístico no tiene la pretensión de sustituir el método científico y sí de enriquecerlo, a través de una síntesis de ambos.

b) El enfoque holístico, pretende sí, sustituir el racionalismo falso, el "racionalismo irracional" que prevalece en nuestra sociedad.

En efecto, se dice que nuestra sociedad está basada en la racionalidad. Pero esto es falso. Para hablar con precisión, podemos decir que esta sociedad está gobernada por la macro-irracionalidad, salpicada de islas de micro-racionalidad. Por ejemplo: el método para fabricar un cierto producto industrial puede ser considerado racional en lo que tiene que ver con el aprovechamiento óptimo de las materias primas y mano de obra disponíbles (sería una buena demostración de micro-racionalidad).

¿Y dónde estaría la macro-irracionalidad? Si fuera el caso, en la posible devastación, y destrucción que pueden acompañar (y hacen con frecuencia) a aquel método racional; también puede ser encontrada en el uso del producto, muchas veces superfluo, innecesario o hasta dañino para la humanidad.

La micro-racionalidad de nuestra sociedad (oriunda del sistema económico que prevalece), puede también ser encontrada cuando contabiliza, por un lado, la cantidad de alimentos producidos, por otro los gastos con se los servicios de salud y por otro con la producción de armas de guerra, pero su macro-irracionalidad manifiesta cuando combina todo esto en un índice – el Producto Bruto Nacional – y se satisface con valores cada vez mas altos del mismo, sin interesarse si determinada contribución a ese Producto, digamos un millón de dólares, ¿corresponde a una parte de un tanque de guerra o a mil toneladas de pan?

La macro-irracionalidad llega a su zenit, cuando miles de millones de personas pasan hambre y todo tipo de privaciones, mientras que algunas decenas de miles viven en un lujo y derroche indescriptible, hasta organizando desfiles de perros adornados en carísimas ropas y joyas.

Lo que el enfoque holístico procura es la racionalidad integral, la cual para poder mostrarse en toda su plenitud, precisa de otros niveles del "holon" humano, especialmente del afectivo y del espiritual.

El enfoque holístico no se satisface apenas con saber cómo se hacen las cosas (para lucrar más; su preocupación mayor es con: ¿Por qué hacer? ¿Para qué hacer? ¿Para quién hacer? Una vez que estas preguntas sean respondidas, nos llevará, con seguridad a otras respuestas, diferentes de las que hoy prevalecen: alimentación natural, tecnologías socialmente apropiadas, agricultura ecológica, paz entre los pueblos, solidaridad entre las personas, trabajo creativo y cosas de ese tipo.

Es extremadamente ilustrativo, resaltar que el enfoque holístico lleva al ramo más avanzado de la Ciencia Moderna, la Física subatómica (a través de sofisticadísimos experimentos conducidos en inmensos aceleradores de partículas, de kilómetros de largo) a percibir que el Universo en su esencia subyacente es una Unidad. Esto ya lo sabían los místicos auténticos hace varios milenios.

O sea, los caminos de la ciencia más avanzada y de la espiritualidad tradicional (diferente de religiosidad), aunque de naturaleza diferente, se muestran más y más convergentes y en la actualidad casi ya se tocan. Por esto, los físicos atómicos, principalmente los mayores como Einstein y Böhr, comprendieron claramente la necesidad de aplicarse al estudio del misticismo genuino.

Incluso, si analizamos con atención los Evangelios, se percibe en ellos un gran paralelismo con el enfoque holístico, tanto que nos atrevemos a sugerir que si el Maestro volviese a la Tierra en cuerpo físico en los días actuales y nos dirigiese sus parábolas inmortales o un nuevo sermón de la montaña en lenguaje moderno, Él lo haría en términos holísticos.

El enfoque holístico nos lleva a una nueva visión del mundo y como consecuencia, a una nueva visión de nosotros mismos. O sea: a través de una comprensión más ajustada de la realidad, el hombre llega a la conclusión de que el objetivo fundamental de su vida es transformarse en un Canal de la Energía Cósmica, en un obrero o un operador de aquellas energías. El nuevo enfoque tiene como ideal armonizar lo terreno con lo cósmico, equilibrando así los aspectos físicos, mentales, afectivos y espirituales, existentes en el hombre y en sus relaciones con la Naturaleza y el ambiente a su alrededor.

Se trata, pues, de una nueva forma de ver, de sentir de comprender las cosas. En resumen, la visión holística se interesa por el aspecto espiritual del hombre, reconoce la existencia de un Ser Supremo y de sus emanaciones, pero no se liga a interpretaciones específicas que puedan ser hechas a partir de los libros denominados sagrados, por corrientes religiosas específicas.

La visión holística y relación con aspectos prácticos

A La Ciencia clásica (cartesianismo) concentra sus esfuerzos de comprensión del mundo en función de variaciones y alteraciones en los cuerpos físicos, tanto animados como inanimados. La visión holística, por su parte, concentra sus esfuerzos en las interrelaciones entre esos dos tipos de cuerpos. La visión cartesiana llega a olvidar la noción de la diferencia – por ejemplo – entre una máquina y un organismo vivo (mecanicismo).

Veamos un ejemplo: una persona enferma del hígado. La ciencia médica, considerando el ser humano como una máquina, tenta localizar la "avería" y arreglarla a través de un tratamiento alopático específico, que conduciría a la "cura" del enfermo.

Ya la visión holística percibe una gran diferencia entre las máquinas y los organismos vivos. En efecto, una máquina es la suma de partes o piezas; ya un organismo es más que eso. El "todo" (o sea el organismo global) es mayor que la suma de las partes, existiendo actividades coordinadoras dirigidas por el "todo" u holon, que no encajan rígidamente las partes, dejando margen para variación, flexibilidad y adaptación, o sea posibilitando y tal vez hasta dirigiendo la evolución.

En el caso del enfermo del hígado, el enfoque holístico considera que quien, primordialmente, está enfermo es la persona, y que debido a ciertas circunstancias específicas, la enfermedad se manifiesta en aquel órgano, probablemente el eslabón más débil de su cadena física. De modo que si aviamos el hígado con alguna medicina y nada más es hecho, el problema – seguramente – volverá afectando ahora a otro órgano.

Esto no significa que la persona deberá ser dejada sin medicar. Esto sería absurdo. Sí existiese un remedio adecuado, nada impide – y todo indica que él debe ser administrado con las frecuencias y dosis recomendadas por las investigaciones médicas. El problema está en creer que, de aquella forma, la enfermedad fue eliminada, cuando realmente fue suprimida o eliminada solo una manifestación de ella.

Según el enfoque holístico, la idea comúnmente aceptada de que salud y enfermedad son extremos opuestos de un continuo unidimensional, como si fuese una línea recta, es errada. En lugar de eso, se sugiere la salud como un fenómeno multidimensional que involucra un notable conjunto de elementos, todos correlacionados e interdependientes, principalmente de naturaleza física, psicológica y social.

En efecto, personas poseedoras de enfermedades o defectos físicos hasta graves, debido a actitudes psicológicas y sociales, positivas y constructivas, consiguen contrabalancear aquellas deficiencias en un grado relativamente alto, lo suficiente para sentirse en un estado general de bienestar. Por otro lado, es bien conocida (principalmente en nuestra sociedad regida por la Mente Colectiva) la existencia de personas en buen estado físico que se transforman en "enfermos imaginarios" debido a problemas emocionales de las más diversas índoles o a dificultades de convivencia social.

Otra interesante área de actividades prácticas es la agropecuaria, en la cual la visión holística tiene significado bien concreto y es capaz de dar respuesta a los problemas causados por el modo prevaleciente (agricultura agroquímica) de desarrollar aquella actividad.

Este enfoque prevaleciente es mecanicista, considerando las plantas, los animales, el suelo, en fin, la Naturaleza toda como una máquina y no como lo que realmente son: seres vivos, individuales o agrupados.

Ya el enfoque holístico sobre agropecuaria es completamente diferente, considerando la tierra, las plantas, los animales y otros elementos naturales como sistemas (o subsistemas) vivos, integrantes del complejo biológico que la Naturaleza, como gran fuerza integradora (como Gran Holon) ha colocado a disposición del ser humano para su uso correcto, a través de la aplicación sabia de las leyes universales y no de las mezquinas directrices forjadas por avidez de lucros.

Dentro de esas aplicaciones sabias se destacan dos: el reconocimiento del papel fundamental que cumplen los microorganismos del suelo, por un lado; y por otro, la importancia vital de la materia orgánica sobre el desarrollo natural de las plantas.

El enfoque mecanicista de la agricultura nos lleva a la agroquímica, que se caracteriza por el uso de fertilizantes químicos solubles y agrotóxicos, los que acaban haciendo desaparecer los microorganismos del suelo, interfieren considerablemente en la renovación de la materia orgánica, y aún acumulan residuos tóxicos en los alimentos. Es claro que esto da lucros elevados para grandes productores, industrias agroquímicas y agro mecánicas, así como otros coligados. Paralelamente, las tierras son devastadas, la contaminación se extiende por los suelos, las aguas, el aíre y los alimentos, la desertificación avanza aceleradamente, etc. Es el triunfo del "operacionalismo", del mecanicismo cartesiano, de la globalización "caníbal".

El enfoque holístico, por su parte, rescata otro tipo de agricultura llamada ecológica(*). Ella propone una vía tecnológica diferente, a través de prácticas agronómicas más baratas, más funcionales, más simples, más humanas y más harmoniosas, correspondiendo a las llamadas tecnologías "blandas" o "leves", sustituyendo la sofisticación (generalmente innecesaria y cuyo objetivo real es apenas aumentar los lucros), por la simplicidad.

La agricultura ecológica nos conduce a alimentos sin residuos tóxicos, sin alteración de su composición natural y con uso mucho menor de combustibles fósiles y de insumos importados. En la realidad esos alimentos son mucho más saludables por varios motivos técnicos sobre los que no nos podemos extender en este libro (Para el lector interesado, ver Bonilla, 1).

Otro aspecto práctico del enfoque holístico es el relacionado con Ecología y Medio Ambiente. Ecología significa el estudio de las relaciones entre los seres vivos y el medio ambiente en el cual viven. Por el hecho de dar énfasis a las relaciones y no a las partes, o sea los cuerpos físicos, la Ecología no puede avanzar mucho sin un enfoque holístico. En realidad ella está impregnada de holismo.

Sin embargo, esto no impide que algunos estudien Ecología a través – apenas – de las influencias físicas ambientales (temperatura, humedad, presión, etc.) sobre los seres vivos, como se estudiaría esos efectos sobre el funcionamiento de las máquinas. La población en general – aunque, insuficientemente informada por los órganos públicos que deberían hacerlo – han mostrado en el mundo todo, una sensibilidad aguda para los problemas ecológicos, lo que nos da una esperanza renovada de que acciones importantes sean desarrolladas a corto plazo.

El enfoque holístico – por su vez – permite ampliar la visión ecológica, ya que según los descubrimientos de la Física subatómica, la concepción holística puede ser aplicada no solo en la escala usual de la vida humana y sí también a lo infinitamente grande y a lo infinitamente pequeño.

Otra área importante que es necesario comentar, aunque solo sea ligeramente es la Economía. Ella está basada – generalmente – en modelos simplistas e irreales, aunque altamente sofisticados. Pero el problema es que en la busca mal orientada de rigor científico, se acaba sepultando lo esencial: el sistema de valores que deberían formar la base de los modelos.

En efecto, el sistema de valores que se incorpora al análisis, como un hecho implícito e inmutable, como una realidad monolítica que nació con el mundo, como una verdad revelada y por ello eterna, no es otra cosa que una construcción interesada, útil y lucrativa para una pequeña minoría, pero causadora de profundos desequilibrios en el conjunto.

Precisamente, aquel sistema de valores, implícito en los modelos económicos es lo que nos ha llevado a la actual sociedad de consumo, a la devastación de los recursos naturales, a la destrucción del suelo, al énfasis exagerado por la tecnología pesada, percibiendo el crecimiento (por el crecimiento), no ya como un objetivo razonable y sí como una verdadera obsesión.

En efecto, ese crecimiento es considerado como un magnífico síntoma de "salud" social y económica, aun que esto implique en la otra cara de la moneda – que no se quiere ver – representada por las negatividades que ya han sido hartamente descriptas por diversos autores.

Un ejemplo concreto de inadecuación es que los textos todavía enseñan Economía partiendo de teorías arcaicas como las de Adam Smith, con más de doscientos años, las cuales nos hablan de cosas fantasiosas como "mercados libres", "concurrencia perfecta", "mano invisible", que serían los reguladores del bienestar y de la armonía social, etc. Por otro lado, no aparecen en los modelos, el poder y la fuerza de ciertos grupos generalmente multinacionales, imprimiendo significativos desequilibrios en los mercados, arrasando muchas veces con los concurrentes de menor porte.

Algunos aspectos básicos relacionados con la visión holística

Retomando el tema "salud", obviamente su conceptuación depende de la idea que se tenga acerca de los organismos vivos y de su relación con el medio ambiente. Así, por ejemplo Weiss (2) dice: "las formas vivas deben ser vistas, esencialmente como indicadores manifiestos, o sea, pistas para comprender la dinámica de los procesos subyacentes".

Esta afirmación tiene un claro significado holístico. Weiss está queriendo decir que las estructuras físicas no son aleatorias en número, tamaño, forma o distribución, pues ellas corresponden a una cierta organización Mejor aún: las formas vivas son la cristalización material de padrones subyacentes, de naturaleza energética. Esto es radicalmente diferente de ver – como lo hace el cartesianismo – un organismo vivo como una pila de ladrillos formando una pared (o de moléculas formando células, o de células formando tejidos).

La diferencia fundamental entre el enfoque clásico (mecanicista) y el moderno (holístico) es que el segundo reconoce una distinción básica entre máquina y organismo. Las primeras son construidas por el hombre, los segundos involucran procesos vitales. Para hablar con más rigor, el enfoque clásico no ignora esa diferencia; simplemente la 'olvida" en el momento de estudiar e interpretar los fenómenos:

A partir de aquella diferencia esencial, se deduce que la compresión de los organismos debe ser focalizada más en los procesos de que en las estructuras (tangibles). En efecto, las máquinas funcionan linealmente, de acuerdo con una cadena perfectamente determinada de causas y efectos; cuando ellas comienzan a funcionar mal, generalmente hay una única causa principal responsable. Ya en los organismos, las cosas funcionan de una forma completamente diferente, comenzando por el hecho de que ellos son auto-organizativos según los dos principios universales ya discutidos: el integrativo (procurando la coherencia, la unificación del todo) y el auto-afirmativo (procurando la autonomía de las partes).

El funcionamiento de estos principios en los organismos es de tal naturaleza que la integración no impide la flexibilidad, dejando así amplio espacio para variaciones y adaptaciones, atendiendo así las necesidades autónomas, individuales, de las partes. Así es que se genera lo que técnicamente se llama homeostasis, palabra que representa el equilibrio ecológico.

Por otro lado, las máquinas son sistemas cerrados, que pueden ser hechas casi de cualquier tamaño y dimensión; ellas precisan energía para funcionar… y nada más. También ellas paralizaran si su procedimiento general de uso no es aplicado (por ejemplo no podremos tener luz, si la bombita está quemada, el enchufe fuera de lugar o el cable cortado).

Los organismos, por su lado, son sistemas abiertos, gracias al atributo de la auto-organización, que incluye:

a) Auto-renovación (Capacidad de renovación continua de sus partes, manteniendo la integridad de su estructura global).

b) Auto-transcendencia (Capacidad de conducir procesos de aprendizaje, desarrollo y evolución).

Por otro lado, aquellos necesitan de un intercambio permanente con el medio ambiente; de lo contrario acaban muriendo. Ese intercambio se realiza a través de los procesos de respiración, nutrición y excreción, entre otros. O sea, ellos están en un equilibrio dinámico permanente, inimaginable para una máquina u objeto físico (sería como cambiar un neumático pinchado con el auto en funcionamiento).

La capacidad de las especies para adaptarse a los cambios ambientales es detalladamente estudiada por la Genética, a través del fenómeno de las mutaciones.

Las mutaciones explicarían la evolución de las especies, a través de influencias exteriores (calor, sustancias radioactivas, rayos ultravioletas, etc.) modificando el genotipo de algunos individuos dentro de la especie, que al reproducirse, pasaría los nuevos caracteres para las nuevas generaciones.

Existen muchas pruebas acerca del papel evolutivo de las mutaciones, lo que no impide la existencia del potencial auto-transcendente, el cual siendo inherente a los organismos vivos, es de naturaleza interna y por lo tanto, independiente para su funcionamiento, de cualquier presión ambiental.

Este potencial auto-trascendente implica en el desarrollo creativo de nuevas estructuras y funciones, que por lo tanto no tendrán origen aleatorio, debiendo responder al esquema arquetípico correspondiente. Esto nos lleva a un aspecto fundamental de la visión holística: la conceptuación teleológica, o sea la existencia de propósitos definidos, por las fuerzas evolutivas. Incluso las propias mutaciones no tienen por qué responder a acontecimientos ciegos, aleatorios, sin dirección; ellas también pueden ser producidas por aquellas fuerzas que trabajan con propósitos definidos.

¿Y qué fuerzas son esas? Para la Ciencia clásica ellas no existen, engloblándolas en un comodín que sirve para cualquier juego: la Naturaleza. Pero todo lo que fue descripto anteriormente demanda la existencia de inteligencia, de elevada inteligencia, capaz de modelar seres vivos, planetas y sistemas solares, algo inimaginable para la más sofisticada tecnología humana. ¿Y cómo aceptar inteligencias superiores al Homo sapiens, actualmente representado por su mutante, el Homo economicus?

Con todo, el enfoque holístico, a través de la percepción de la Unidad que todo liga, es capaz de llevarnos – incluso por la vía racional – y con ayuda de la Ciencia mas avanzada a comprender un Plan Mayor, aunque apenas lo sea en sus líneas generales; para recorrerlo con detalles, será necesario un enfoque más introspectivo, lo que ya es campo del área espiritual.

En otras palabras, la comprensión holística es el camino que nos lleva a abordar la espiritualidad en forma auténtica, o sea, sín dogmas, sin restricciones y sin sentimientos de culpa por un "pecado original" inexistente. Esa comprensión holística es el nutriente que hace florecer la espiritualidad espontáneamente, naturalmente, a su tiempo y a su ritmo, propios.

La planta somos cada uno de nosotros; la flor surgirá con su aroma y su calor fascinantes, en la medida que tengamos cuidado y protegido aquella, a través de un sentimiento de amor y esperanza por el futuro de la Humanidad.

En resumen: el enfoque holístico es una forma de pensar y trata especialmente de la selección de problemas y fijación de objetivos, según una nueva óptica, en la cual lo que interesa es el sistema como un todo y no cada componente aislado. Este enfoque pretende superar la visión del mundo que nos legaron Descartes y Newton, entre otras cosas, caracterizada por:

  • Reduccionismo (reducción de los fenómenos a sus partes o componentes básicos).

  • Mecanicismo (todos los fenómenos pueden ser explicados mecánicamente).

  • Aleatoriedad (los acontecimientos ocurren sin una causa ni propósito definido; al única fuerza operante es el azar).

La visión del mundo que nos trae la visión holística está asentada en tres pilares:

  • Expansionismo (dar énfasis al todo, al conjunto, al contexto, sin descuidar las partes).

  • Abordaje teleológico(*) (existen propósitos definidos por detrás de los fenómenos y no apenas la fuerza ciega del azar.

  • Síntesis (reelaboración del todo, completándolo a través del conocimiento de las partes).

Aspectos filosóficos y espirituales de la visión holística

El enfoque holístico propone una nueva ética, una nueva escala de valores, una nueva forma de ver el mundo, en las cuales se destaca nítidamente el concepto de calidad de vida, sustituyendo el concepto más obsoleto de nivel de vida, o sea cantidad de bienes materiales a disposición de las personas. Por su vez, una sociedad basada en la calidad de vida es aquella cuya prioridad fundamental, está representada por las necesidades humanas auténticas.

Deben ser entendidas como tales, no solo aquellas de importancia vital para la propia sobrevivencia del individuo, como es el caso de alimentos, vestuario, habitación y salud, y sí por las otras – las grandes olvidadas – como la afectividad, el trabajo creativo, la solidaridad, la armonización con la Naturaleza y el desarrollo espiritual.

Una sociedad centrada en la calidad de vida, involucra un proceso gradual de sensibilización, concientización y acción, frente a los grandes problemas que afectan el ser humano: esto implica en un refuerzo creciente de los sentimientos relacionados con la Vida (Eros), en detrimento de aquellos que se vinculan con agresividad, explotación y dominio sobre los otros (Tánatos). En este proceso evolutivo, la conciencia humana se liberaría, poco a poco de aquellas cadenas traumatizantes y se capacitaría para impulsar una Ciencia y una Tecnología impregnadas por el paradigma holístico.

De este modo, la Ciencia y la Tecnología, no se ocuparían – como ahora – en proporcionar nuevos conocimientos, procesos y aplicaciones para controlar los seres humanos y destruir la Naturaleza; en lugar de ello, ellas serían libres para descubrir nuevos principios y desarrollar nuevos inventos, con el objetivo fundamental de mejorar la existencia humana.

En relación con el Medio Ambiente, la visión holística va mucho más allá de un simple ambientalismo, conduciendo a lo que se llama ecología profunda.

El objetivo del ambientalismo es básicamente, controlar y administrar de la forma mas eficiente posible, el medio natural en beneficio del ser humano. La forma más recomendable para alcanzar aquella meta es a través del desarrollo sostenible. Ya la comprensión de la ecología profunda exige una percepción totalmente diferente de la que prevalece actualmente acerca del papel que nosotros, seres humanos, tenemos en el ecosistema planetario. Y esto exige una nueva plataforma filosófica, fuertemente apoyada en la vida espiritual.

Esos fundamentos filosóficos y espirituales de la ecología profunda no son nada nuevos, Capra (3) nos recuerda que ellos fueron expuestos repetidamente a lo largo de la historia humana, como ocurrió con el taoísmo, las enseñanzas de Heráclito en la antigua Grecia y también eran conocidos en las Escuelas de Misterios egipcias en el seno oculto de las pirámides, de los labios de los altos sacerdotes que sucedieron al gran faraón Aquenaton (Amenothep IV), a partir del Siglo XIV AC.

Aquellas bases brillaron en forma especial en los Evangelios, cuyos mensajes luminosos nos trajeron la bendición del principio integrativo, bautizado por el Maestro con el nombre de Amor.

En épocas más modernas, la luz manifiesta en San Francisco de Assis, cuya ética, profundamente ecológica se presentaba como absolutamente incomprensible y totalmente desafiante para la estrechísima mentalidad escolástica. Eso ocurrió porque "los tiempos" aún no habían llegado resultando su mensaje prematuro para una sociedad poco concientizada. De cualquier forma, detectado como un peligro, fue considerado un "santo", de ese modo el peligroso virus fue aislado.

A través de la Historia, hay registros de numerosos pensadores, poetas o artistas que compartieron este ideal, entre ellos: Heidegger y Spinoza; Dante Alighieri y Walt Whitman; Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Del mismo modo ocurrió con la pléyade de físicos subatómicos, con Einstein al frente, Niels Böhr, Heisenberger y otros grandes.

En el Brasil, se debe mencionar especialmente la Universidad Holística Internacional. Para quien quiera consultar un enfoque bien más profundo sobre holística que el expuesto en este texto, puede consultar Weil (4).

En realidad, ninguna persona que tenga una formación mística auténtica, puede estar fuera de la corriente de la ecología profunda, ya que el supremo ideal del místico es armonizarse con la Conciencia Cósmica, con el Ser Supremo, con el Dios de todas las religiones. En ese momento crucial, él se vuelve capaz de vivenciar interiormente aquello que los físicos modernos llegaron a través del cálculo, la abstracción y la experimentación: el Universo es un gigantesco tejido cósmico, un Todo, un Océano Cósmico. Somos parte de Él en un cierto nivel y somos Él en otro nivel. Una vez más se nos presenta el sorprendente principio de los opuestos complementarios.

Por lo tanto, el enfoque holístico, propio de la ecología profunda no es una novedad, excepto en la terminología. Realmente, apenas se está reviviendo con expresiones adecuadas al lenguaje moderno, una conciencia que es parte integrante de nuestra herencia cultural, pronta para manifestarse en todo su esplendor durante el presente Milenio.

Antes de continuar con esta temática, es necesario reconocer que entre los grupos y tendencias "que dicen" tener una visión holística, humanística y/o ecológica, han aparecido varios que muestran señales muy claras de falsificación, tales como explotación de la ingenuidad popular, fraude, sexismo y cosas de ese tipo. Pero estas aberraciones deben ser considerados como lo que realmente son: manifestaciones transitorias de las sombras que se intercalan en el proceso de transformación cultural y espiritual, pero que carecen de consistencia y poder como para obstaculizar seriamente el avance genuino del profundo cambio de valores que se está procesando.

Roszak (5) afirma: "Debemos diferenciar entre la autenticidad de las necesidades de las personas y la inadecuación de ciertos abordajes que pueden ser ofrecidos para satisfacer esas necesidades". El Maestro, simplemente, dijo: "Por sus frutos los conoceréis" (Mateo 7:16).

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