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La Capacitación Religiosa

Enviado por Enrique Bracamonte


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Características de la capacitación religiosa
  3. Elementos sectarios en los cursos bíblicos de las escuelas públicas
  4. Enseñando los Testamentos en Texas
  5. La elección de la Biblia en los cursos
  6. Promoción del americanismo cristiano
  7. Instrucción religiosa desde una perspectiva no sectaria
  8. Tratamiento e interpretación de la Biblia
  9. La discapacidad religiosa
  10. Cómo enseñar acerca de la religión
  11. Nostra Aetate, documento de la Iglesia Católica que promueve el diálogo interreligioso
  12. Conclusiones
  13. Bibliografía

Introducción

El tema de este documento trata sobre la capacitación, la educación o la instrucción religiosa que se imparte en los centros educativos escolares principalmente. La capacitación religiosa no solo abarca a la enseñanza de la religión impartida a los escolares y estudiantes, sino también a la capacitación que deben recibir las personas que se dedican a esta enseñanza, vale decir a los maestros. Este documento se enfoca en su mayor parte en los aspectos relacionados a la capacitación religiosa brindada en las escuelas de algunos Estados y Distritos de los EE. UU.; aspectos que pueden ser tratados respondiendo a las interrogantes que se dan a continuación: ¿Cuáles son las características de la capacitación religiosa? ¿Se encuentran elementos sectarios en esta capacitación? ¿Qué es la discapacidad religiosa? ¿Cómo enseñar acerca de la religión? ¿Qué documento ha aportado la Iglesia Católica sobre este tema?

Características de la capacitación religiosa

La capacitación religiosa es aquella que consiste en brindar al estudiante conocimientos acerca de lo que es la religión y de la trascendencia de ésta en la vida social, política y económica de un país. Esta instrucción debería estar más acentuada en el aspecto académico que en el aspecto de fe. Es decir no debería caracterizarse por el proselitismo de determinada fe religiosa, sino más bien orientarse a capacitar al estudiante en conocer las características de las diferentes religiones, o al menos de las consideradas las más grandes, como son el cristianismo, el judaísmo, el islamismo y el hinduismo.

A este respecto Moore (2006) sostiene que la instrucción religiosa es la capacidad de analizar las intersecciones fundamentales entre la religión y la vida social, cultural y política, a través de diferentes ópticas. Una persona instruida religiosamente poseerá: 1) Un entendimiento básico de los textos centrales de la historia, las creencias, las prácticas y las manifestaciones contemporáneas de varias de las tradiciones religiosas del mundo; 2) La capacidad de discernir y explorar las dimensiones religiosas de expresiones políticas, sociales y culturales a través del tiempo y del espacio (¶ 4).

Además, refiere que la religión es un fenómeno socio-cultural que está impregnado en la vida política, social y cultural, que forma y está formada por el contexto histórico y social, fuera de lo cual emergen particulares expresiones e influencias religiosas. Finalmente nos dice que hay diferencia entre la religión vista a través del lente de la devoción personal practicada y del estudio académico de la religión. Hay diferencia entre "aprender religión" a través de una óptica de devoción y "aprender acerca de la religión" desde una óptica académica (¶ 5).

En el análisis que Thibert (2008) hace del libro de Stephen Prothero, "Lo que todo americano necesita y no necesita saber", nos menciona que el punto más relevante de Prothero para revertir la discapacidad religiosa, es el que requiere del estudio de la religión en las escuelas secundarias de América. Este estudio debe requerir la lectura de la Biblia y un curso acerca de las religiones del mundo.

Estos cursos no deberían ahondar en directivas morales o en criticismo bíblico, sino que deben cubrir información acerca de la religión que necesitan saber los estudiantes para llegar a ser verdaderos ciudadanos y encontrar el sentido de los acontecimientos del mundo. Prothero anota que los profesores de religión en las escuelas deben tener una posición neutral en cuanto al tema, pero no menciona cómo se debe alcanzar dicha neutralidad. Parece ser que él opina que se puede alcanzar evitando las críticas a las religiones. Sin embargo, se pregunta, que si exponiendo lo básico y fundamental de las religiones a los alumnos, uno no los aleja de lo que en realidad se trata la religión.

Después de todo, la religión es más que solo la acumulación de conocimientos acerca de las diversas creencias y prácticas. Para los religiosos es más una experiencia vivida.

¿Debe ser el Cristianismo la base para la instrucción religiosa, como Prothero lo describe, o deben ser las religiones principales la base de esta instrucción, ya que vivimos en un mundo globalizado? Prothero señala que se necesitan de profesores calificados para impartir este tipo de instrucción en las escuelas.

La meta principal del libro de Prothero es la de convencer al lector de que la ciudadanía americana requiere de cierto nivel de instrucción religiosa y de la necesidad individual de comunicar esto en la sociedad americana, especialmente a través de las escuelas (pp. 80-82).

Es un hecho de que vivimos en un mundo cada vez más globalizado que, debido a los avances tecnológicos y de la comunicación, se puede conectar más fácil y rápidamente. Esto hace posible el contacto entre gente de diferentes ámbitos culturales y que profesan diferentes credos religiosos. Es por ello que es importante poder conocer acerca de la cultura del otro y poder tener así más comprensión y entendimiento del mundo en el que vivimos. Muchos inmigrantes llegan a los países desarrollados en busca de un futuro mejor y de mejores posibilidades de vida. Waggoner (2003), nos dice que, desde el Acta de Inmigración de 1965, una nueva ola de inmigrantes ha estado llegando a los EE.UU. A diferencia de los antiguos inmigrantes, muchos de los recién llegados han traído del Asia y del Medio Oriente tradiciones de fe no occidentales. Mezquitas y templos han alterado en muchos lugares el paisaje arquitectónico e ideológico. Durante los años 60 y 70 un creciente movimiento contracultural desafió a las autoridades a introducir nuevas fuentes de desarrollo espiritual en la, hasta ahora, predominante cultura cristiana. Sin embargo, la educación pública no ha mantenido el paso con estos cambios. Los libros de tienden a distorsionar o a ignorar a otras religiones tradicionales que no sean la cristiana (p. 75).

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Elementos sectarios en los cursos bíblicos de las escuelas públicas

La religión cristiana ha sido difundida en América por los colonos ingleses y en Sudamérica por los conquistadores españoles. En realidad la obra de evangelización fue realizada por los pioneros protestantes en el primer caso y los misioneros católicos en el segundo. Aunque los protestantes y católicos tienen diferencias, ambos profesan la fe cristiana. Es una realidad que en un mundo cristiano, al momento de impartir la educación religiosa en las escuelas, tenga que haber una infusión de la fe cristiana. Algo similar debe suceder en países donde se profesan otras religiones como el islamismo, el judaísmo o el hinduismo, donde se infunde la tradición que cada cual cree.

Waggoner, nos menciona que el parroquialismo (punto de vista estrecho) religioso en los EE. UU. tiene su origen en parte por la expansión de los privilegios cristianos. Hay una influencia en el orden social, sutil o directa, ejercida desde un punto de vista cristiano. El privilegio cristiano resulta en un entorno impregnado por las creencias cristianas que reconoce mínimamente otras perspectivas de diferentes tradiciones religiosas, y cuando este privilegio se desarrolla plenamente crea una jerarquía social de poder que favorece a la cristiandad. Tan expandido está el privilegio cristiano en EE. UU. que muchos de sus ciudadanos parecen estar inconscientes del crecimiento de la diversidad religiosa dentro de sus límites (p.75).

Por otro lado, Chancey (2007), en un artículo nos refiere que el número de cursos bíblicos impartidos en las escuelas públicas va en aumento. Hay dos organizaciones nacionales que están promoviendo el currículo de la Biblia diseñado para las escuelas públicas: el Consejo Nacional del Currículo Bíblico en Escuelas Públicas (NCBCPS) y el Proyecto de Instrucción Bíblica (BLP).

Los cursos bíblicos en las escuelas son legales si estos son impartidos desde una perspectiva no sectaria. En 1963 la Corte Suprema de Abington (en el caso Township vs. Shempp) prohibió la lectura de la Biblia promovida por el Estado en escuelas públicas, pero la permitió para su estudio académico: "Ciertamente se puede decir que la Biblia es digna de ser estudiada por sus cualidades históricas y educativas. Nada de lo dicho indica que tal estudio de la Biblia o de la religión, cuando se presenta objetivamente como parte de un programa secular de educación, no pueda ser coherente con la primera enmienda"[1].

Sin embargo, hay confusión acerca de lo que diferencia lo sectario de lo no sectario. Existe un folleto titulado: "La Biblia y las Escuelas Públicas: una guía de la Primera Enmienda", que proporciona un resumen de las pertinentes decisiones de la corte del distrito federal. Esta fuente tiene sus cualidades, pero hay dos elementos que se echan de menos en tales discusiones: una detallada información acerca de los cursos específicos y las opiniones de los académicos en los estudios bíblicos.

Un estudio hecho por el Pueblo para el Camino Americano (PFAW)[2], sobre el plan de estudios en Florida, documenta la naturaleza sectaria en catorce escuelas distritales en los noventas (pp. 720-721).

Enseñando los Testamentos en Texas

Entre el 2005 y el 2006 la Red de la Libertad de Texas (TFN)[3] realizó una investigación acerca de los cursos bíblicos en las escuelas públicas de 1,031 distritos en Texas, en donde se ofrecieron estos cursos en los últimos cinco años. Solicitaron, a los que respondieron afirmativamente, a que proporcionen los temarios, el plan de estudios, la lista de profesores, los exámenes y las calificaciones de los profesores. Se identificaron a 33 distritos escolares que ofrecieron cursos desde el 2001, con 25 cursos de instrucción en el 2005 y 2006. Se puede decir que en muy pocos distritos se ofrecieron cursos que se puedan describir razonablemente como no sectarios. En muchos distritos se enseñaron cursos desde las perspectivas de los círculos protestantes.

El bajo número de cursos en Texas no era atípico. Una encuesta a nivel nacional, en el mismo período, mostraba que solo el 4.51% de los distritos escolares ofrecían cursos bíblicos, aunque la frecuencia en el sur era el doble, el 9%.

Los parámetros básicos de la situación en Texas en el 2005 y el 2006 pueden ser rápidamente esbozados: todos los cursos eran enseñados como electivos, mayormente en los grados 11 y 12, pero a veces también en los grados 9 y 10. La mayoría de las escuelas dedicaba un semestre al Antiguo Testamento y uno al Nuevo Testamento, aunque algunas dedicaban ambos Testamentos a un solo semestre. Los cursos eran ofrecidos como Estudios Sociales (a veces como Historia) o Inglés. Los distritos que ofrecían los cursos variaban considerablemente en tamaño, desde pequeñas comunidades rurales hasta grandes ciudades, con una matrícula promedio de 3,626 estudiantes por distrito (Chancey, pp. 722-725).

La ley sostiene que las escuelas pueden enseñar acerca de la religión, pero no deben enseñar la religión en sí. Esto en concordancia con lo sostenido en la Primera Enmienda que protege los derechos a la libertad de religión y a la libertad de expresión sin interferencia del gobierno. Muchas escuelas cumplen con esta ley, aunque a menudo no reconocen que promueven cursos que inculcan determinadas creencias religiosas desestimando a otras. Chancey nos menciona, además, que en cuatro distritos (Amarillo, Coahoma, Forsan y Duncanville) ministros locales —en cada caso protestantes conservadores— enseñaban los cursos. El empleo de ministros como profesores puede ser entendido como un endoso de sus tradiciones religiosas. Esto demostró ser un peligro potencial debido a que la lectura de la Biblia se utilizaba como sermón para criticar a los modernos cristianos, quienes habían "distorsionado los Evangelios", y quienes habían "rechazado la autoridad de la palabra de Dios y la habían reemplazado con sus propios pensamientos, filosofías y sentimientos" (p. 727).

Es por esta razón que se puede considerar que gran parte de los cursos impartidos son sectarios. Existen, además, organizaciones sin fines de lucro, como alianzas ministeriales locales y "comités bíblicos", que proveen recursos financieros para los cursos. Ellos eligen a los profesores y elaboran el plan de estudios que está de acuerdo a sus creencias protestantes fundamentalistas ya que sostienen la infalibilidad de la Biblia y que el mundo fue creado en seis días.

La elección de la Biblia en los cursos

En un curso no sectario la elección de la Biblia puede ser un asunto complicado, pues la Biblia de los protestantes tiene 66 libros, mientras que la de los judíos tiene 24 y la de los católicos tiene 73 libros.

Un curso no sectario debe educar a los estudiantes acerca de la composición de las diferentes Biblias. Sin embargo, pocos cursos en Texas hacen esto. Muchos prestan poca atención al hecho de que los judíos no tienen el Nuevo Testamento y que ellos utilizan el término "Tanakh" en vez de Antiguo Testamento y que, además, el contenido del "Tanakh" está ordenado y numerado de manera diferente al Antiguo Testamento de los protestantes, con solo 24 libros y no 39. Los judíos también prestan poca atención a la presencia de los libros adicionales, llamados apócrifos, en los Antiguos Testamentos de los católicos romanos, los anglicanos y los ortodoxos de oriente y occidente.

Muchos cursos en Texas parecen no haber tomado en cuenta los alcances de las traducciones de determinadas particulares y de determinados versos, y de las diferencias encontradas en las Biblias de los diferentes grupos religiosos. En el siglo XIX, durante las guerras de la Biblia, los católicos romanos protestaban por el intenso uso de la versión protestante de King James (KJV) en las escuelas públicas. De hecho, para algunos protestantes, la KJV es la única traducción aceptable al inglés. Cuando apareció la Versión Estándar Revisada (RSV), algunas iglesias evangélicas, en rechazo al reemplazo de sus lecturas tradicionales, por otras con palabras modernas, respondieron quemándola. Otros protestantes conservadores respondieron creando otra versión de la traducción moderna, siendo la más usada la Nueva Versión Internacional (NIV) (Chancey, pp. 731-732).

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Promoción del americanismo cristiano

Algunos cursos, como aquellos del plan de estudios del NCBCPS, reflejan premisas cristiano americanas. El video recomendado por el NCBCPS, "Cimientos del gobierno americano", producto del activista político David Barton, para combatir la separación entre Iglesia y Estado, muestra que los padres fundadores intentaron establecer una nación cristiana, y que el incremento de enfermedades sexuales, el embarazo de adolescentes, los divorcios y los crímenes violentos son debidos al caso de la Suprema Corte, en 1962, Engel vs. Vitale, sobre la oración escolar. Este caso fue llevado a la corte en Nueva York con apoyo de organizaciones judías que no estaban de acuerdo con que se recite la siguiente oración al comenzar el día escolar: "Dios Todopoderoso, reconocemos nuestra dependencia de Ti, y te pedimos Tus bendiciones sobre nosotros, nuestros padres, nuestros maestros y nuestro país, Amén". La corte rechazó el argumento de que la oración era voluntaria y sostuvo que la promoción de la misma era violatoria de la primera enmienda, así no sea una promoción coercitiva.

Instrucción religiosa desde una perspectiva no sectaria

Aprender acerca de la religión desde una perspectiva académica presupone legitimar a múltiples puntos de vista globales, lo cual es teológicamente problemático en algunos círculos. Por otro lado existe un temor por parte de aquellos identificados como religiosos o no religiosos, al pensar de que si se introduce la religión en las escuelas, algunos profesores van a hacer proselitismo con intención o sin ella, debido a una falta de información en la comprensión y distinción entre un enfoque académico y uno devoto.

Pero es importante notar que ya la religión se viene enseñando de manera intencionada y no intencionada. A menudo premisas inconscientes sobre la religión se transmiten a los estudiantes, quienes absorben estas premisas sin preguntar. Por ello es mejor darle a los profesores la formación que ellos necesitan para hacerlos más responsables de lo que ellos son capaces actualmente.

A una escala muy grande, muchas naciones han incluido en su propia historia los valores que ellos esperan inducir en sus ciudadanos a través de la educación en las escuelas. En algunos casos, estos valores articulados pueden conducir a la clara decisión de no incluir en el currículo al estudio de la religión, desde una perspectiva no sectaria. Esto puede ser cierto en algunas (pero no en todas) escuelas sesgadas cuyo propósito es promover una visión teológica particular. Sin embargo para muchas otras, las grandes metas de la educación son compatibles con el aprendizaje de la religión de esta manera. Esto es cierto en contextos donde el pluralismo y el cultivo por el respeto a la diversidad son valores explícitamente articulados. Por otro lado, la educación nunca es neutral y, además, todas las decisiones educativas (incluyendo el contenido, prácticas pedagógicas y evaluaciones estándares) necesitan justificarse a la luz de una gran visión educativa que está intencionalmente articulada y aceptada (Moore, ¶ 9-11).

Tratamiento e interpretación de la Biblia

Mientras algunos grupos religiosos evangelistas y judíos conservadores aceptan la tradicional atribución de la autoría de los libros bíblicos y datan su composición tan antigua como sea posible, otros círculos religiosos, sin embargo, creen que Moisés no fue el autor de los cinco primeros libros de la Biblia hebrea, el Pentateuco, ni que David haya escrito los salmos que se le atribuyen, ni tampoco que Pablo haya escrito la primera y segunda cartas a Timoteo y a Tito.

Chancey nos menciona, además, en su artículo, que quizá no haya un solo aspecto de la Biblia tan complicado como el histórico. Por ejemplo, la mayoría de judíos no considera los relatos del Nuevo Testamento, como la preexistencia de Jesús, el nacimiento virginal, la muerte redimida y la resurrección, como históricamente exactos. Sin embargo, en vez de investigar si algunas historias bíblicas son verdaderamente irreconciliables unas con otras, simplemente las armonizan, siendo esto una estrategia asociada a protestantes conservadores. La versión del plan de estudios de la NCBCPS usada por Brazosport anima a los estudiantes a aceptar la confiabilidad de la historia del arca de Noé, tratándola como un ejercicio matemático y preguntando a los alumnos "¿cuántos animales que estuvieron en el arca eran del tamaño de un mono?". Existen videos que sostienen que fuentes chinas confirman la exactitud de la historia de la Torre de Babel.

Una corte prohibió una lección que se enfocaba en la resurrección de Jesús, dictaminando que "el relato de la resurrección forma el argumento central de la fe de la religión cristiana. Su única razonable interpretación es su religiosa interpretación. Su único mensaje razonable es su mensaje religioso. Es difícil de concebir cómo se puede enseñar este relato como literatura o historia secular". Se puede leer, estudiar y enseñar acerca de aquellas historias sin defender su exactitud histórica.

La mayoría de los cursos presentan interpretaciones teológicas cristianas del Antiguo Testamento y no exponen interpretaciones judaicas o de otra índole. Por ello, estos cursos identifican a la serpiente del jardín del Edén como a Satanás y citan versos para dar apoyo a la creencia en el Dios trinitario (creencias que son cristianas pero no judías).

Por otro lado, el video recomendado por el NCBCPS, "el milagro de la Pascua", interpreta la Pascua judía como un símbolo del sacrificio de Cristo y de la Trinidad. También se enseña que algunos salmos son mesiánicos y que predicen eventos de la vida de Jesús.

El supersesionismo cristiano, que argumenta que la actual relación de Dios con los cristianos reemplaza la relación que anteriormente tenía con los judíos, es un componente común en los cursos de religión en Texas. Describe a los judíos como a una nación desobediente con necesidad de un Salvador y al judaísmo como una religión inadecuada. Muchos cursos se basan en el Nuevo Testamento para información acerca del judaísmo temprano, caracterizando a los fariseos como hipócritas y a los sacerdotes del templo como traidores (pp. 736-738).

La discapacidad religiosa

En la introducción de su libro, Prothero, invita a reflexionar acerca de la inclusión de los cursos de religión en el plan de estudios de las escuelas públicas (Thibert, p. 79).

En su artículo Thibert nos refiere, además, que un concepto central que Prothero enarbola, es la noción de la "instrucción cultural" de E.D. Hirsch, quien sostiene que "mucho de nuestra moneda cultural (como americanos) ha sido drásticamente devaluada", lo cual es el resultado de educadores progresistas, "que renunciaron, a principios del siglo XX, a una instrucción basada en contenido, en favor de una estrategia basada en habilidades". Esto condujo a la "ignorancia cultural", sostiene Hirsch, en una democracia que "asume una ciudadanía informada".

Para Prothero "la discapacidad religiosa está, por lo menos, más extendida que la discapacidad cultural". Y continúa: "la discapacidad religiosa es más peligrosa porque la religión es el componente más volátil de la cultura; porque la religión ha sido, en adición a una de las grandes fuerzas del bien en la historia del mundo, una de las más grandes fuerzas para el mal".

¿Por qué debemos combatir la discapacidad religiosa? Porque la religión funciona como una "cadena de la memoria" que une a los creyentes con sus tradiciones. Porque la discapacidad religiosa "hace difícil a los americanos encontrar el sentido en un mundo donde la gente mata y hace la paz en nombre de Cristo y Alá". Porque "uno no puede participar en la vida pública sin conocer algo del cristianismo y de las religiones del mundo".

Como el cristianismo juega el papel más importante en las conversaciones sobre religión en América, "la comprensión de la Cristiandad y de la Biblia deben permanecer como las tareas fundamentales de la instrucción religiosa", aunque también otras religiones debieran participar. Prothero cree que al intensificar la instrucción religiosa los ciudadanos estarán mejor preparados "para participar plenamente en la vida política, social y económica en una nación y en un mundo donde la religión cuenta" (pp. 79-80).

Moore nos afirma que La discapacidad religiosa es la falta de comprensión acerca de: 1) Los dogmas básicos de las tradiciones religiosas del mundo; 2) La diversidad de expresiones y creencias dentro de las tradiciones, que emerge y se desenvuelve en relación a los diferentes contextos histórico sociales; y 3) El profundo papel que la religión juega en la vida humana, cultural, social y política, tanto en contextos contemporáneos como históricos (¶ 2).

Luego, continúa Moore, en el trabajo con educadores de África Oriental, Pakistán, Indonesia y los Estados Unidos se encontró que, a pesar de las grandes diferencias entre estas comunidades, hay similitudes en su acercamiento y comprensión de la religión, marcadas por las siguientes prácticas: 1) Las tradiciones religiosas a menudo no se representan de forma exacta por aquellos que se definen ellos mismos como "religiosos", así como por aquellos que lo hacen como "no religiosos". Para aquellos que se definen como "religiosos", esta imprecisión se manifiesta en la relación con su propia tradición así como con la fe tradicional de los otros; 2) Las tradiciones religiosas se representan a menudo tanto internamente uniformes y estáticas como opuestas a lo divino y a la evolución; 3) La religión está profundamente y casi equiparada con el sectarismo, de manera que su estudio se vuelve un concepto difícil de controlar y de aplicar; 4) Los practicantes de una tradición religiosa son considerados como la mayor fuente de información de la tradición y son vistos a menudo como expertos. Esto es una equivocación en reconocer la diferencia entre un estudio académico de la religión y la expresión devocional de la misma. 5) En algunos contextos la religión es interpretada como un asunto "privado" distinto de la esfera "pública" de la vida política, social y económica.

Estas prácticas comunes expresadas por los educadores acerca de la religión están ampliamente difundidas. Dado de que las fuentes principales de información acerca de la religión vienen de la formación de la propia tradición religiosa (o no) y de los medios, no es sorpresa de que esta y otras formas de discapacidad religiosa estén difundidas. De un modo apropiado individuos crecidos o convertidos a una fe religiosa, aprenderán de religión dentro de sus comunidades de fe, o a través de formas sectarias de educación religiosa que promueven valores religiosos consonantes con su fe. Individuos que no son religiosos aprenden valores particulares de la familia y de los miembros de la comunidad. En relación con la religión estos valores son a menudo irreligiosos o antirreligiosos. La otra fuente de información acerca de la religión son los medios de comunicación, cuya cobertura acerca de esta es notoriamente inconsistente y no es confiable por cuanto no representa las tradiciones religiosas y sus diversas manifestaciones. El estudio de la religión requiere de un acercamiento académico y pocos ciudadanos del mundo tienen la oportunidad de participar en este tipo de investigación.

Ciertamente no se sugiere que la discapacidad religiosa sea la primera causa de las desgarradoras historias de violencia que dominan las noticias globales y locales. Sino que la discapacidad religiosa fomenta la intolerancia que justifica la violencia y la marginación. Un ejemplo muy estudiado de las consecuencias de la discapacidad religiosa, han sido las formas cristianas de antisemitismo que deliberadamente, o no, han contribuido a incontables atrocidades en contra del pueblo judío por siglos, incluyendo el holocausto. Otro ejemplo está en la extendida asociación de los musulmanes —en países donde estos son minoría— con el terrorismo, justificando crímenes de odio contra ellos mediante actos promocionados por los Estados. Un tercer ejemplo está en el antagonismo incitado entre diferentes expresiones de la misma tradición (por ejemplo cristianos católicos y protestantes; y, musulmanes sunni y shi"i). Un cuarto y final ejemplo está cuando se desestima a la religión por obsoleta, irracional u opresiva, ofendiendo la dignidad y sensibilidad de las personas de fe. Preparar en la instrucción religiosa nos da ciudadanos con un buen entendimiento de lo que es la religión y sus alcances sociales, históricos y culturales. Aprender acerca de la religión como un fenómeno socio cultural ayuda a la gente a reconocer, comprender y analizar como la religión ha sido y continua siendo usada para justificar toda la variedad de la entidad humana, desde lo aborrecible hasta lo heroico. Finalmente, aquellos preparados en instrucción religiosa aprenden a cuestionar afirmaciones como "el Islam es una religión de paz" o "el judaísmo y el Islam son incompatibles". Aprender sobre religión no garantiza que cese la intolerancia y fanatismo religiosos, pero harán más difícil la inconsciente reproducción y promoción del fanatismo y chovinismo (¶ 5-8).

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Sunni

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Shi"i

Cómo enseñar acerca de la religión

Como se ha mencionado líneas arriba la capacitación religiosa debe ser más un asunto académico que un asunto de fe y debe ser hecha desde una perspectiva no sectaria. Además, tenemos conocimiento de lo que dice la primera enmienda en los EE. UU.

Nienhaus (2013, p. 70) nos dice que en su obra titulada "Instrucción Religiosa: lo que un Americano necesita saber y no", Stephen Prothero (2007) se refiere a la instrucción religiosa como:

La habilidad de comprender y usar en la vida diaria los fundamentos básicos de las tradiciones religiosas (sus términos clave, sus símbolos, sus doctrinas, sus prácticas, sus características, sus metáforas y narrativas)… La instrucción religiosa puede estar dividida en una variedad de capacidades; por ejemplo, la instrucción ritual (conociendo como persignarse en la Misa Católica o como llevar a cabo la ablución antes de las oraciones musulmanas); la instrucción confesional (conociendo lo que los cristianos afirman en el Credo de los Apóstoles o lo que los musulmanes afirman en el "Shahadah"); la instrucción denominacional (conociendo las notorias diferencias entre episcopalianos y católicos o entre los judíos reformadores y conservadores); y la instrucción narrativa (conociendo lo que Adán y Eva hicieron en el jardín del Edén o como Buda abandonó su palacio para vivir una vida ascética) (pp. 14-15).

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Ablución

Moore, en su artículo, nos presenta algunos desafíos que trae consigo esta capacitación religiosa: el primer desafío está en que pocos profesores son entrenados en los métodos de contenidos requeridos para enseñar acerca de la religión responsablemente. Los profesores deben adquirir las competencias básicas requeridas.

Un segundo reto está en que muchos profesores y estudiantes albergan sus posiciones sobre la religión; algunas de las cuales son conscientes, y dispuestas a ser cuestionadas abiertamente, pero muchas son inconscientes y difíciles de discernir. En cierto punto, los profesores y estudiantes a menudo se sienten confiados acerca de su consciente suposición sobre la religión, cuando muchas de estas suposiciones son profundamente problemáticas. Por ejemplo, no es raro para los profesores y estudiantes, hacer afirmaciones generales sobre alguna particular tradición religiosa, que ellos presumen que reflejan una verdad evidente (por ejemplo, "todas las religiones son fundamentalmente lo mismo", "los musulmanes odian a América", "la homosexualidad es un pecado", "la religión y la ciencia son incompatibles", etc.).

Un tercer desafío está en que los esfuerzos por instruir en religión pueden ser bien interpretados por los padres, los administradores educativos y los líderes de la comunidad, como instruir en religión o el proselitismo, así el profesor no lo esté haciendo abiertamente. Esta es otra manera de cómo se manifiesta la asociación de la religión con la práctica sectaria.

Un cuarto desafío consiste en que las dimensione pedagógicas concernientes al "cómo" uno enseña religión son tan significantes como el "qué" uno enseña concerniente al contenido. En este sentido, el método y el contenido están profundamente interrelacionados (¶ 13-16).

Además, nos señala Moore, que los profesores requieren de más entrenamiento en el contenido y métodos relacionados a la instrucción religiosa. El entrenamiento por grupos puede ser beneficioso, es decir, se pueden organizar seminarios de entrenamiento para grupos de profesores interesados en ello. Los profesores pueden ser expertos en diferentes asignaturas y pueden estar activos dando clases o en el área administrativa de la escuela. Lo importante es elaborar un plan de estudios que los incentive a investigar sobre el tema e intercambiar opiniones entre ellos y el conductor del entrenamiento. Además, el entrenamiento debe ser constante y frecuente (¶ 37).

Nostra Aetate, documento de la Iglesia Católica que promueve el diálogo interreligioso

Nostra Aetate (en nuestra época) es una declaración que se hizo en el Concilio Vaticano II, en 1965. Este documento promueve el acercamiento de la Iglesia hacia otras tradiciones religiosas y promueve un diálogo con ellas en una búsqueda de la comprensión y conocimiento de las mismas.

En su tarea de promover la unidad y el amor entre los hombres, así como entre las naciones, la Iglesia considera sobre todo en su declaración, lo que los hombres tienen en común y lo que los agrupa en fraternidad. El Nostra Aetate es una expresión del "aggiornamento", término usado por el papa Juan XXIII (1962) en su discurso "Gaudet Mater Ecclesia" (Regocijo de la Madre Iglesia), con el cual inauguró el concilio, y con el que expresa el llamado de actualizar a la Iglesia. El "aggiornamento" es la adaptación de los principios católicos al mundo actual (Nienhaus, 2013, p. 67).

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Concilio Vaticano II

En una reflexión sobre la pregunta de lo que significa ser una persona religiosa, el Nostra Aetate nos señala el siguiente pasaje:

El hombre expresa respuestas de las diferentes religiones a los enigmas no resueltos sobre la condición humana: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el significado, el propósito de nuestra vida? ¿Qué es el bien moral, qué el pecado? ¿De dónde el sufrimiento y a que propósito sirve? ¿Cuál es la ruta a la verdadera felicidad? ¿Qué son la muerte, el juicio y la retribución después de la muerte? ¿Qué es, finalmente, aquel indescriptible misterio que abrasa nuestra existencia: de dónde venimos y a dónde vamos? (Vaticano II, 1965, 1.3)

Cuando los estudiantes se comprometen al diálogo religioso unos a otros y, además, con los judíos en la sinagoga, se abren a la gracia de la "conversión". Pero esta "conversión" no debe ser entendida como la de ganar al otro a la propia tradición religiosa, sino más bien debe entenderse como un compromiso más pleno con la propia tradición religiosa y un compromiso para crecer más en las distintas relaciones con Dios. Todo esto se encuentra en "Dominus Iesus" (Ratzinger, 2000) como parte de la actividad misionera de la Iglesia. Nienhaus nos refiere que a todo esto Jacques Dupuis (2001), un teólogo del pluralismo religioso, recomienda que:

Ninguno de un lado, ni de otro, tienda a la "conversión" del prójimo a la religión del otro. Más bien tienda a una más profunda conversión de cada quien a Dios. El mismo Dios habla al corazón de ambos; el mismo Espíritu trabaja en todo. En el camino de sus recíprocos testimonios, es el mismo Dios quien llama y desafía a los compañeros a través de cada cual. Por ello, ellos llegan a ser para cada uno, y viceversa, un símbolo que conduce a Dios (p. 383).

En cuanto a la instrucción religiosa menciona que esta atrae a la gente hacia el compañerismo y asume la existencia de un solo Dios, gracias a lo cual "la gente debe percatarse de aquellas condiciones sociales que favorecen el pleno desarrollo de la personalidad humana" (Papa Juan XXIII, 1961, p. 65).

La Nostra Aetate y el documento "Dominus Iesus" del entonces Cardenal Ratzinger, han ayudado a los católicos a ser más instruidos en la religión mediante la enseñanza del valor del diálogo interreligioso. Sin embargo, la instrucción religiosa, es más que la tolerancia de otras religiones, es un compromiso a entrar en diálogo reconociendo las diferencias, para descubrir qué es lo que se tiene en común y trabajar para el bienestar común. Requiere saber y conocer lo que la propia religión enseña acerca de un concepto particular (tal como la Alianza, la Salvación, Jesús e Israel) de manera que se evite quitar importancia a la religión de los otros y entrar en debates de separación.

En el Nostra Aetate, la Iglesia reconoce a otras religiones y venera el trabajo de Dios en las grandes tradiciones religiosas como el judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam, aunque mantiene que la salvación viene de Cristo y de que todo lo necesario para la salvación subsiste en la Iglesia Católica. Rechaza el cargo de que todos los judíos son culpables de deicidio (el asesinato de Jesús) y denuncia el supersesionismo (el manifiesto de que la nueva alianza expresada en Jesucristo, reemplaza a la antigua alianza con Israel) y el antisemitismo (la creencia en la inferioridad teológica o racial de los judíos). Igualmente, el documento implica que el islam es una religión de inspiración divina y muchos musulmanes afirmarían lo mismo del cristianismo. También exhorta a reeducar a los católicos para eliminar prejuicios y estereotipos y compartir la herencia espiritual entre católicos (y otros cristianos) y judíos. En 1979, el Papa Juan Pablo II visitó el campo de concentración polaco en Auschwitz. En el 2000 hizo un histórico viaje a Israel, donde encendió la llama eterna en Yad Vashem[4]y lamentó los abusos cometidos por los cristianos a los judíos en el muro occidental (muro de las lamentaciones). El papa Benedicto XVI siguió los pasos de Juan Pablo II. Visitó Auschwitz en el 2006 y en el 2009 oró en el muro de las lamentaciones y fue a Yad Vashem (Nienhaus, pp. 73-76).

Para facilitar encuentros con el pueblo y practicantes de otras religiones el Nostra Aetate se refiere a la "herencia común" de los pueblos de las tradiciones de Abraham. Una posibilidad, para que los estudiantes católicos adquieran fundamento en la comprensión de estas tradiciones, es visitar la sinagoga local donde los estudiantes puedan aprender más acerca de la propia trayectoria religiosa judía de Jesús y acerca del significado del Seder de Pesaj[5]como parte de la preparación para recibir la primera Eucaristía. Otra posibilidad está en la de participar en proyectos de servicio con aquellos que profesan el judaísmo o el islamismo, como parte de la preparación para el sacramento de la Confirmación.

La Iglesia institucional y sus miembros deben servir como modelos para ir de la sola tolerancia a la real colaboración con los miembros de otras religiones. En temas sobre moral sexual y moral ecológica los líderes católicos pueden colaborar con sus similares judíos y musulmanes en unificar criterios. Además, se puede utilizar la tecnología moderna de comunicación para monitorear acontecimientos internacionales y tomar una posición activa en contra de las injusticias cometidas debido a una discapacidad religiosa, como el tomar textos bíblicos como pretexto fundamentalista para justificar la violencia (Nienhaus, p. 78).

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