- Introducción
- Evolución histórica
- La lingüística
- Estudios interdisciplinarios de la lingüística
- Lenguas del mundo
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El presente trabajo tiene como objeto realizar un recorrido, desde sus orígenes hasta nuestros días, sobre la lingüística general y su aplicabilidad en el contexto social. Como es natural, todo tiene un origen y un desarrollo evolutivo, de acuerdo a las diferentes necesidades e inquietudes que se van desarrollando en las necesidades del hombre, para hacer más efectivo su proceso comunicativo, en los diferentes estadios del desarrollo humano.
La evolución de la lingüística viene desde el periodo clásico, el mundo griego y, ha estado desarrollándose, a medida que estos pasan. Cada periodo pasado, deja una documentación que en ese tiempo, dio solución a los diferentes problemas planteados por el lenguaje y; como es lógico, dudas e inquietudes que permitieron a los siguientes protagonistas de la humanidad, seguir desarrollando el lenguaje.
De esta manera, en el siguiente estadio se toman los conocimientos realizados por la anterior generación y se van actualizando. A raíz de que surgen nuevas necesidades que generan inquietudes o preguntas que a su vez, generan hipótesis que impulsan el trabajo investigativo en este campo que, finalizan dando las soluciones deseadas y, como es lógico, generando otras preguntas o dudas que conducen a otras hipótesis que quedan sin resolver. De esta manera, pasan de generación en generación; despejando y desglosando el quehacer de la lingüística y sus aplicaciones en el contexto social.
Razón por la cual, podemos afirmar que el estudio y desarrollo de la lingüística, es diacrónico, desde sus orígenes hasta nuestros días: inicia en el mundo clásico y se va desarrollando a través del mundo romano, la Europa medieval, el Renacimiento y la Ilustración; culminando en la lingüística comparada y la moderna en nuestros días.
Evolución histórica
La historia de la Lingüística se ha venido construyendo desde la antigüedad, por una tradición de ideas y tratados sobre el lenguaje: la retórica, la gramática, la filología, la morfología y la sintaxis. Para fundirse, más adelante, en la ciencia comprendida en la Semiología y, ésta a su vez, en la Psicología Social.
Los filósofos retóricos presocráticos iniciaron esta especulación lingüística, discutiendo dos cuestiones fundamentales: hasta qué punto el lenguaje era "natural" y hasta qué punto "convencional" y; hasta qué punto el lenguaje es anómalo (variable, irregular e impredecible). En los Diálogos de Platón ya aparecen cuestiones de lingüística, por ejemplo en "Crátilo", razón por la cual es probable que Sócrates se interesase por esas cuestiones. Más tarde, Aristóteles retomó el interés por el lenguaje, tratando cuestiones lingüísticas relacionadas con la retórica y la crítica literaria en sus obras "Retorica y Poética".
A pesar de todo lo anterior, fueron los filósofos del estoicismo los primeros en reconocer a la lingüística, como una rama separada de la filosofía. En la época helenística, era necesario el estudio de la lingüística por lo extenso del imperio de Alejandro Magno ya que dentro de él, se hablaban diferentes lenguas. Por ésta razón, se crearon institutos de enseñanza de la lengua griega; lengua oficial del imperio, como medio de cohesión y dominio de los pueblos bajo la influencia griega. Estos estudios intentaban preservar los niveles de gramática y estilo alcanzado por los grandes autores griegos. Algunos estudiosos del lenguaje, se orientaban hacia la literatura, como Dionisio de Tracia; otros hacían referencia a los principios lógicos y psicológicos que subyacen en el lenguaje.
Cuando Grecia entra en contacto con Roma, la lingüística estaba bastante desarrollada. Basándose en las gramáticas griegas, los estudiosos romanos intentaron concebir la gramática de la lengua latina, por las semejanzas existentes entre ambas lenguas; al punto que llegó a difundirse la idea errónea de que el latín descendía directamente del griego, con alguna mescolanza bárbara. Hubo un gramático que demostró originalidad en sus estudios: Marco Terencio Varrón (116 – 27 A.C). Éste realizó una larga disquisición acerca de la lengua latina, en la que investigó su gramática, su historia y su uso contemporáneo. De igual manera, trató cuestiones de Lingüística General, como la controversia entre analogía y anomalía, llegando a la conclusión de que el lenguaje era análogo, estaba gobernado por reglas y era tarea del lingüista descubrir y clasificar estas reglas. Existen anomalías pero, eran semánticas o gramaticales y que estas deben aceptarse y registrarse, pero que no es parte del trabajo del lingüista el tratar de mejorar la estructura de la lengua, desafiando el uso establecido. Idea bastante revolucionaria para esa época, enfrentadas a las de hoy en día. A comienzos de la era cristiana, aparecen un gran número de gramáticas latinas, sobresaliendo la de Donato y Prisciano.
En la edad media, estas dos últimas gramáticas, fueron esenciales para la enseñanza del latín, lengua oficial del imperio romano de occidente y, posteriormente de la iglesia; en ella se basaba toda la educación y los estudios lingüísticos. En el Renacimiento, en el periodo conocido como Carolingio, la obra de Prisciano cobró más importancia, hasta que se convirtió en la base erudita para la enseñanza de la gramática.
Alrededor del siglo XII, se produce un resurgimiento de la filosofía europea en cabeza de hombres como san Anselmo de Canterbury y Pedro Abelardo, dentro de la iglesia, único sostén de la educación. Con el contacto de Europa con la erudición griega del este, se retomo la lectura de los textos de Aristóteles, con lo que renace el estudio del griego. Gracias a este resurgimiento, cambio la concepción de la gramática latina, considerada más como una disciplina filosófica que didáctica y literaria.
Con los estudios gramaticales controlados por los filósofos, se empezó a considerarla como un medio de relacionar el lenguaje con la mente humana. La teoría del lenguaje con la que operaban los gramáticos especulativos, adoptaba tres niveles interrelacionados: realidad externa o formas en las que el mundo existe, sus propiedades reales (modi essendi), las capacidades de la mente para aprehender y comprender estas formas inteligibles y los medios a través de los cuales la humanidad puede comunicar esta comprensión (modi significandi).
El aporte más importante de la gramática especulativa, es la teoría de la gramática universal. Gracias al estudio de las lenguas vernáculas, los gramáticos llegaron a la conclusión de que todos los seres humanos tienen la capacidad de aprender un lenguaje y, que las diferencias, no son más que accidentes. Los estudios gramaticales se dejaron de lado, por considerarse de poco interés teórico. Algo por el estilo ocurrió con el estudio de los textos clásicos latinos; pero, no fueron desechados del todo y, en el Renacimiento, fueron definitivamente retomados.
La primera Gramática de la Lengua Española aparece en 1492, de Antonio de Nebrija, en la que esta lengua se eleva a la categoría de la Toscana, heredera privilegiada del latín.
En todo el siglo XVI aparecen gramáticas de lenguas vernáculas (español y francés), de las lenguas indígenas (quechua, náhuatl), lo que demuestra la necesidad que tiene el nacionalismo político, por un lado, la iglesia por el otro, de disponer de un instrumento de identificación y de divulgación respectivamente. A pesar de esto, no decae el estudio del latín vulgar como lengua franca; existe en el Renacimiento la imperiosa necesidad de rescatar el latín clásico como lengua de cultura. Del mismo modo, el interés que ha despertado el estudio de la lengua vulgar, hace posible los estudios comparativos, que buscan sus rasgos comunes y más generales.
Durante el Renacimiento, la eclosión de las lenguas vernáculas, da lugar a la revitalización de las investigaciones de la lengua perfecta o común. Aparece la Minerva de él Broncese o más conocida como la gramática de Port Royal, que actúa como eslabón entre las teorías racionalistas del siglo XVII y XVIII.
A raíz del lenguaje y su relación con el pensamiento, el siglo XVII se halla dividido entre las hipótesis racionalistas y empíricas. Muchos pensadores de la ilustración, están influenciados por los principios cartesianos que se habían expresado, a nivel semiótico, en la Grammaire (1660) y la Logigue (1692) de Port Royal. Autores como Nicolás Beauzée y Cesar Chesneau du Marsais intentan distinguir un perfecto isomorfismo entre lengua, pensamiento y realidad y, en esta línea discurrirán muchas de las discusiones sobre la racionalización de la gramática. Frente a ellos se encuentra la llamada Lingüística Ilustrada, representada por Condillac, para quien toda la actividad del alma, además de las percepciones, procede de los sentidos. Esta polémica llegará hasta nuestros días de la mano de Noam Chomsky y su Gramática Generativa.
Con la llegada del Romanticismo, se produce un importante resurgir de todo lo que tenga que ver con la cultura de los pueblos y de las naciones, con sus particularidades y, en consecuencia, con lo que pudiera significar el alma del pueblo. En este contexto, uno de los aspectos más apreciados será el de las lenguas nacionales como principal expresión del alma de los pueblos; de ahí el resurgimiento en esa época de abundantes estudios comparativos, etnográficos y comparativos relacionados con la lengua. Estas tienen vida, se quiere saber cómo son, por qué cambian, para qué se usan realmente, cuál es su origen. Se busca el parentesco entre las distintas lenguas, las leyes que expliquen las analogías, los elementos comunes y diferenciales, etc.
El descubrimiento del sánscrito significa un empujón en este sentido. En 1786 William Jones establece el parentesco del sánscrito con el latín, el griego y las lenguas germánicas. Posteriormente, en 1816, en una obra titulada "Sistema de Conjugación del Sánscrito", Franz Bopp comprendió que la relación entre lenguas parientes, podían convertirse en una ciencia autónoma. Pero, esta escuela, con haber tenido el merito indisputable de abrir un campo nuevo y fecundo, no llego a constituir la verdadera ciencia lingüística. Nunca se preocupó por determinar la naturaleza de su objeto de estudio; sin tal operación elemental, una ciencia es incapaz de procurarse un método.
El primer error, que contiene en germen todos los otros, es que en sus investigaciones, limitadas para las demás lenguas indoeuropeas, nunca se preguntó a qué conducían las comparaciones que establecía, qué significaban estas relaciones que iba descubriendo. Fue exclusivamente comparativa en vez de histórica; pero, por sí sola, no permite llegar a conclusiones. Estas se les escapaban a los comparatistas, tanto más cuanto se consideraba el desarrollo de dos lenguas como un naturalista con el cruzamiento de dos vegetales.
Hasta 1870 no se llegó a plantear la cuestión de cuáles son las condiciones de la vida de las lenguas. Entonces se advirtió que las correspondencias que las unen, no son más que uno de los aspectos del fenómeno lingüístico, que la comparación no es más que un medio, un método para construir los hechos.
La lingüística propiamente dicha, que dio a la comparación el lugar que le corresponde exactamente, nació de los estudios de las Lenguas Romances y de las Lenguas Germánicas. Los estudios románicos inaugurados por Friedrich Diez, en su Gramática de las Lenguas Romance (1836-1838) contribuyeron a acercar la lingüística a su objeto verdadero. Los romanistas se hallaban en condiciones privilegiadas, desconocida de los indoeuropeístas; se conocía el latín, prototipo de las lenguas romances y, luego, la abundancia de los documentos, permitía seguir la evolución de los idiomas en detalles.
Estas dos circunstancias limitaban el campo de las conjeturas y daban a toda la investigación, una fisonomía particularmente concreta. Los germanistas estaban en situación análoga; sin duda el protogermánico no se conoce directamente, pero la historia de las lenguas de él derivadas, se puede seguir con la ayuda de numerosos documentos, a través de una larga serie de siglos.
También los germanistas, más apegados a la realidad, llegaron a concepciones diferentes a la de los primeros indoeuropeístas.
William D. Whitney, autor de La vida del lenguaje (1875), americano, le da el primer impulso. Poco después se formó una escuela nueva, la de los neogramáticos, liderada por alemanes. Su merito consistió en colocar en perspectiva histórica todos los resultados de las comparaciones y, encadenar así, los hechos en su orden natural. Gracias a los neogramáticos ya no se vio en la lengua, un organismo que se desarrolla por sí mismo, sino un producto del espíritu colectivo de los grupos lingüísticos. Al mismo tiempo, se comprendió cuan erróneas e insuficientes, eran las ideas de la filosofía y de la gramática comparada.
La lingüística moderna tiene sus orígenes en el siglo XIX, con las actividades de los conocidos como neogramáticos, que gracias al descubrimiento del sánscrito, pudieron comparar las lenguas y construir una supuesta lengua original, el protoindoueropeo (que no es una lengua real, sino una construcción teórica).
Con estos precedentes y el impulso de la corriente estructuralista que se adueña de la metodología aplicada a las ciencias sociales y etnográficas, surge la figura del suizo Ferdinand de Saussure; quien señala las insuficiencias del comparatismo, al mismo tiempo que acota claramente el objeto de estudio de la lingüística como ciencia (a la que integra en una disciplina más amplia, la Semiología, que a su vez forma parte de la Psicología Social); a saber, el funcionamiento de los signos en la vida social, en su "Curso de Lingüística General", una edición póstuma de sus lecciones universitarias realizadas por sus alumnos.
Como padre de la nueva ciencia, el aporte fundamental de Saussure fueron la distinción entre lengua (sistema) y habla (realización) y la definición de signo lingüístico (significado y significante). Sin embargo, su enfoque (conocido como estructuralista y que podemos calificar, por oposición a corrientes posteriores, como de corte empirista, será puesto en cuestión en el momento en que ya se había dado la mayor parte de sus frutos y, por lo tanto, sus limitaciones quedaban más de relieve.
En el siglo XX, surge el lingüista estadounidense Noam Chomsky, con la corriente conocida como generativismo. Con la aparición de esta escuela de éxito fulgurante, puesto que las limitaciones explicativas del enfoque estructuralista eran evidentes, hay un desplazamiento del foco de atención que pasa de ser la lengua como sistema (el lenguaje saussuriano), a la lengua como producto de la mente del hablante; la capacidad innata para aprender y usar una lengua (la competencia chomskiana). Según Chomsky, la capacidad de aprender una lengua es genética. Plantea una cuestión fundamental: el argumento de Platón: ¿Cómo es posible que el ser humano aprenda un sistema tan complejo (basado en las jerarquías) a partir de estímulos tan pobres e incompletos? Es decir, la persona que ha aprendido una lengua, es capaz de formular enunciados que nunca antes ha escuchado, porque conoce las reglas según las cuales los enunciados deben formarse. Este conocimiento no es adquirido mediante el hábito (sería imposible) sino que es una capacidad innata. Todo ser humano que nace, ya lleva consigo esta capacidad, que es la Gramática Universal, reglas gramaticales que rigen a todas las lenguas por igual.
Toda propuesta de modelo lingüístico debe, (según la escuela generativista), adecuarse al problema global del estudio de la mente humana; lo que lleva a buscar siempre el realismo mental de lo que se propone; por eso al generativismo se le ha descrito como una escuela mentalista o racionalista.
La escuela chomskiana y la saussureana, se plantean como objetivo la descripción y explicación de la lengua como un sistema autónomo, aislado.
Chocando ambas con una escuela que toma fuerza a finales del siglo XX y que es conocida como funcionalista. Por oposición a ella, las escuelas tradicionales chomskiana y saussuriana reciben conjuntamente el calificativo de formalistas. Los autores funcionalistas (algunos de los cuales proceden de la antropología o la sociología) consideran que el lenguaje no puede ser estudiado sin tener en cuenta su principal función: la comunicación humana.
La figura más relevante de esta corriente, tal vez sea el lingüista holandés Simon C. Dik, autor del libro "Functional Grammer". Esta posición funcionalista, acerca la lingüística al ámbito de lo social, dando importancia a la pragmática, al cambio y a la variación lingüística.
La lingüística
Es el estudio científico de una lengua natural, tanto de la estructura como del conocimiento que los hablantes poseen de ella. Su campo puede dividirse en la práctica, en tres dicotomías:
Lingüística sincrónica versus lingüística diacrónica.
Lingüística teórica versus lingüística aplicada.
Microlingüística versus macrolinguística.
Lingüística sincrónica & lingüística diacrónica.
La descripción sincrónica de una lengua, la describe tal y como es, en un momento dado; la descripción diacrónica se ocupa del desarrollo histórico de esa lengua y, de los cambios estructurales que esta ha tenido; es decir, desde sus inicios hasta la actualidad.
Aunque en sus inicios científicos, la lingüística del siglo XIX se interesó ante todo del cambio lingüístico y, la evolución de las lenguas a través del tiempo, el enfoque moderno se centra en explicar cómo funcionan las lenguas en un punto dado en el tiempo y, cómo los hablantes, son capaces de entenderlas y procesarlas mentalmente.
Lingüística teórica & lingüística aplicada.
EL objeto de la lingüística teórica, es la construcción de una teoría general de la estructura de la lengua o, de un sistema teórico general para la descripción de las lenguas; el objetivo de la lingüística aplicada, es la aplicación de los descubrimientos y técnicas del estudio científico de la lengua, a una variedad de tareas básicas, como la elaboración de métodos mejorados de enseñanza de idiomas.
Microlingüística & macrolinguística.
Los términos microlingüística y macrolingüística aún no están bien establecidos. El primero, hace referencia a un más estrecho y, el segundo, a un más amplio punto de vista, en el ámbito de la lingüística. Desde el punto de vista microlingüístico, las lenguas deben analizarse en provecho propio y sin referencia a su función social; ni a la manera en que son adquiridas por los niños; ni a los mecanismos psicológicos que subyacen en la producción y en la recepción del habla; ni en la función estética o comunicativa del lenguaje, etc.
Pero, al contrario, la macrolinguística abarca todos estos aspectos de la lengua. Varias áreas de la macrolingüística han tenido un reconocimiento terminológico, por ejemplo: la psicolingüística, sociolingüística, lingüística antropológica, dialectología, lingüística matemática, lingüística computacional y la estilística.
La escuela generativista y la funcionalista han configurado el panorama de la lingüística actual: de ellas y de sus mezclas, arrancan prácticamente todas las corrientes de la lingüística contemporánea. Tanto el generativismo como el funcionalismo, persiguen explicar la naturaleza del lenguaje; no sólo la descripción de las estructuras lingüísticas.
Niveles de estudio.
Nos podemos aproximar al estudio de la lengua en sus diferentes niveles; por un lado como sistema, atendiendo a las reglas que la configuran como código lingüístico; es decir, lo que tradicionalmente se conoce como gramática y; por otro lado, como instrumento para la interacción comunicativa, desde disciplinas como la pragmática y la lingüística textual.
Desde el punto de vista de la lengua como sistema, los niveles de indagación y formalización lingüísticas que convencionalmente se distinguen son:
Nivel fonético-fonológico, que comprende:
Fonología: estudio de los fonemas de una lengua.
Fonética: estudio de la realización alofónica individual de dichos fonemas. Los alófonos son sonidos del habla, realizaciones diferenciadas de un mismo fonema.
Aunque no son campos estrictamente lingüísticos, ya que intervienen factores culturales e históricos, también se suele considerar dentro de este nivel el estudio de la Grafémica, la Ortología y la Ortografía.
Nivel morfosintáctico, que comprende:
Morfología: estudio de la mínima unidad con significado (el morfema), la palabra y los mecanismos de formación y creación de palabras.
Sintaxis: estudio de la combinatoria sintagmática, en dos niveles: el suboracional, que corresponde al propio de los llamados sintagmas, y el oracional que estudia las relaciones específicas sintagmáticas de los signos lingüísticos que conforman, a su vez, el signo lingüístico gramatical superior del sistema de la lengua.
Nivel léxico, que comprende:
Lexicología: estudio de las palabras de una lengua, su organización y sus significados.
Lexicografía: se ocupa de los principios teóricos en que se basa la composición de diccionarios.
Nivel semántico, que, aun no siendo propiamente un nivel, puesto que afecta a todos, excepto al fonético-fonológico, (en realidad el fonológico si tiene contenido semántico) comprende:
Semántica: estudio del significado de los signos lingüísticos.
Desde el punto de vista del habla, como acción, se destaca:
Texto: unidad superior de comunicación.
Pragmática: estudia la enunciación y el enunciado, la deixis, las modalidades, los actos de habla, la presuposición, la estructura informativa del enunciado, el análisis del discurso, el diálogo y la lingüística textual.
Dependiendo del enfoque, el método y los componentes de análisis, varían siendo distintos; por ejemplo, para la escuela generativista y para la escuela funcionalista; por tanto, no todos estos componentes son estudiados por ambas corrientes, sino que una se centra en algunos de ellos, y la otra en otros. Del estudio teórico del lenguaje se encarga la Lingüística general o teoría de la lingüística, que se ocupa de métodos de investigación y de cuestiones comunes a las diversas lenguas.
Estudios interdisciplinarios de la lingüística
Adquisición del lenguaje.- Se llama desarrollo del lenguaje o adquisición de la lengua materna, al proceso cognitivo por el cual los seres humanos, adquieren la capacidad de comunicarse verbalmente, usando una lengua natural. Este desarrollo se produce en un período crítico, que se extiende desde los primeros meses de vida, hasta el inicio de la adolescencia. En la mayoría de seres humanos, el proceso se da principalmente durante los primeros cinco años; especialmente en lo que se refiere a la adquisición de las formas lingüísticas y los contenidos. Durante estos primeros años, tiene lugar a mayor velocidad el aprendizaje y se adquieren los elementos básicos y sus significados y, hasta la preadolescencia se consolida el uso, la inferencia pragmática y la capacidad para entender enunciados no-literales (irónicos, sarcásticos, etc.). Los primeros años, constituyen el período fundamental, aunque el desarrollo del lenguaje se prolonga mucho más allá de los primeros años.
Análisis crítico del discurso.- (ACD) es un enfoque interdisciplinario al estudio del discurso, que considera el "lenguaje como una forma de práctica social" (Fairclough 1989: 20) y, analiza cómo la dominación se reproduce y se resiste con los discursos. El ACD se desarrolló alrededor de 1980, desde la lingüística crítica (Fowler, et al., 1979).
Antropología Lingüística.- Es una disciplina de la antropología, que se ocupa del estudio de la diversidad de lenguas habladas por las sociedades humanas y como se relacionan el léxico y los usos lingüísticos con las características culturales básicas de dichas sociedades. Duranti (2003) identificó tres estadios diferentes en el desarrollo de esta disciplina.
Criptoanálisis.- (del griego kryptós, "escondido" y analýein, "desatar") es el estudio de los métodos para obtener el sentido de una información cifrada, sin acceso a la información secreta requerida para obtener este sentido normalmente; normalmente, esto se traduce en conseguir la clave secreta. En el lenguaje no técnico, se conoce esta práctica como romper o forzar el código, aunque esta expresión tiene un significado específico dentro del argot técnico.
Desciframiento.- Es un conjunto de técnicas de análisis de códigos, que permite conocer e interpretar todo o parte de la información expresada mediante un código desconocido (es decir, un código cuyas reglas de codificación convencionales, son desconocidas). El proceso es diferente al de decodificación, ya que en este caso, generalmente existe un conjunto de reglas explícitas o implícitas, que permiten interpretar el código. El desciframiento incluiría el descubrimiento de dichas reglas de decodificación para obtener mensajes con sentido, a partir de códigos desconocidos. El caso más común de desciframiento se refiere a códigos lingüísticos, que se conoce como desciframiento lingüístico.
Endolingüística.- La exactitud de la información de este artículo está discutida. La endolingüística es la ciencia del "lenguaje interior". Etimológicamente la palabra proviene del griego endo, que significa interior y lingüística, ciencia del lenguaje. Esta teoría sostiene que existe un lenguaje interno, subconsciente, en todos los hablantes de una lengua; lo cual implica ciertas consecuencias para la morfología lingüística. Se basa, la endolingüística, en el desarrollo de la capacidad de aprendizaje de las lenguas, a través de la estimulación del "punto de Meulemans", el cual se dispondría simétrico al área de Broca; pero, en el hemisferio derecho del cerebro. El Dr. Roger W. Sperry recibió el Premio Nobel de Medicina en el año de 1981 por la descripción de las funciones en los dos hemisferios cerebrales, lo cual complementaba los trabajos realizados por el Dr. Josef Meulemans hasta la década de 1960.
Escritura.- Es un sistema de representación gráfica de una lengua, por medio de signos grabados o dibujados sobre un soporte plano. Como medio de representación, la escritura se diferencia de los pictogramas, en que es una codificación sistemática; que permite registrar con toda precisión, el lenguaje hablado por medio de signos visuales, regularmente dispuestos. Además, los pictogramas no tienen generalmente una estructura secuencial lineal; como sí tienen el habla o la escritura.
Estilística.- Es un campo de la lingüística que estudia el uso artístico o estético del lenguaje, en las obras literarias y en la lengua común, en sus formas individuales y colectivas.
Filosofía del lenguaje.- Es una rama de la filosofía que estudia el lenguaje. Es decir, es la filosofía que estudia fenómenos tales como el significado, la verdad, el uso del lenguaje (también llamado "pragmática"), el aprendizaje y la creación del lenguaje; el entendimiento del lenguaje, el pensamiento, la experiencia, la comunicación, la interpretación y la traducción; desde un punto de vista lingüístico. Los lingüistas se han centrado, casi siempre, en el análisis del sistema lingüístico; con sus formas, niveles y funciones; mientras que la preocupación de los "filósofos del lenguaje", fue más profunda o abstracta; interesándose por cuestiones tales como las relaciones entre el lenguaje y el mundo; esto es, entre lo lingüístico y lo extralingüístico, o entre el lenguaje y el pensamiento. De los temas preferidos por la filosofía del lenguaje, merecen ser destacados el estudio del origen del lenguaje, la simbolización del lenguaje (lenguaje artificial) y, sobre todo, la actividad lingüística en su globalidad y, la semántica en particular, la cual en la "filosofía del lenguaje", aborda las designaciones y la llamada semántica veritativa.
Lingüística antropológica.- Es el estudio del lenguaje a través de la genética humana y del desarrollo humano. Esta disciplina, cubre significativamente el campo de la Antropología lingüística; que es la rama de la antropología que estudia el ser humano a través del lenguaje con el que se comunica. Sea cual sea su denominación, esta disciplina ha tenido un importante impacto en los estudios de la percepción visual (especialmente el color) y la democracia bioregional; ambos estudios tienen en cuenta la distinción, que distintas lenguas, hacen de la percepción del medio ambiente. La antropología lingüística convencional, también tiene implicaciones en la sociología y en la auto-organización de comunidades humanas.
Lingüística aplicada.- Es un área interdisciplinaria de la lingüística, que se centra en el estudio de problemas sociales, que tienen que ver con el lenguaje. El desarrollo de la lingüística aplicada, se dio especialmente durante el siglo XX: en Norteamérica, Gran Bretaña, Europa y Australia, en el mundo anglosajón. En Estados Unidos y Gran Bretaña, se centró en la enseñanza del idioma inglés; mientras en Australia, la preocupación fue por los estudios de las lenguas aborígenes y cómo enseñar inglés, al inmenso número de inmigrantes que el país recibió en ese siglo. A partir de la década de los 50, esta se preocupó de otros problemas del lenguaje, que tenían que ver con la educación, la lingüística, la psicología, la antropología y la sociología. La disciplina bien pronto alcanzó otros contextos por fuera del mundo inglés y, en la actualidad, tiene un amplio panorama internacional e intercultural.
Lingüística computacional.- Es un campo multidisciplinar de la lingüística y la informática, la cual utiliza para estudiar y tratar el lenguaje humano. Para lograrlo, intenta modelar de forma lógica, el lenguaje natural desde un punto de vista computacional. Dicho modelado, no se centra en ninguna de las áreas de la lingüística en particular, sino que es un campo interdisciplinar; en el que participan lingüistas, informáticos especializados en inteligencia artificial, psicólogos cognoscitivos y expertos en lógica, entre otros. Algunas de las áreas de estudio de la lingüística computacional son:
Corpus lingüístico asistido por ordenador.
Diseño de analizadores sintácticos (en inglés: parser), para lenguajes naturales.
Diseño de etiquetadores o lematizadores (en inglés: tagger), tales como el POS-tagger.
Definición de lógicas especializadas que sirvan como fuente para el Procesamiento de Lenguajes Naturales.
Estudio de la posible relación entre lenguajes formales y naturales.
Traducción automática.- (TA), también llamada MT (del inglés Machine Translation), es un área de la lingüística computacional, que investiga el uso de software para traducir texto o habla de un lenguaje natural a otro. En un nivel básico, la traducción por computadora, realiza una sustitución simple de las palabras atómicas de un lenguaje natural, por las de otro. Por medio del uso de corpora lingüísticos, se pueden intentar traducciones más complejas; lo que permite un manejo más apropiado de las diferencias en la tipología linguística; el reconocimiento de frases, la traducción de expresiones idiomáticas y el aislamiento de anomalías.
Lingüística de corpus.- Un Corpus lingüístico es un conjunto, normalmente muy amplio, de ejemplos reales de uso de una lengua. Estos ejemplos pueden ser textos (típicamente), o muestras orales (normalmente transcritas). Se llama lingüística de corpus a la subdisciplina de la lingüística, que estudia la lengua a través de estas muestras. Este tipo de aproximación choca con el enfoque chomskiano, que tiende a estudiar la lengua a través de la intuición lingüística del hablante. Esta subdisciplina, dado el volumen de datos que se maneja, normalmente se asocia con la lingüística computacional; según esta última, se acerca a las aplicaciones de procesamiento de lenguaje natural. Esta disciplina se inició en 1967, cuando Henry Kucera y Nelson Francis, publicaron el clásico Computational Analysis of Present-Day American English; basándose en el corpus Brown, una compilación de inglés estadounidense de aproximadamente un millón de palabras, seleccionadas de una amplia variedad de fuentes.
Lingüística forense.- Se puede definir de forma general, como la interfaz entre lenguaje y derecho. Dos de sus características definitorias son: a) que se trata de una disciplina multifacética y, b) que su estudio revela una naturaleza compleja, al incluir toda una serie de áreas de investigación que están relacionadas con el lenguaje administrativo, jurídico y judicial; por un lado, y con el uso forense de la prueba pericial lingüística en distintos ámbitos, por otro. En este sentido, en la actualidad se considera que las tres grandes áreas de actuación de un lingüista forense son: el lenguaje jurídico y legal (Language of the Law), el lenguaje del procedimiento legal (Language of the Legal Process) y el lenguaje evidencial o probatorio (Language as Evidence).
Lingüística histórica o comparada.- La lingüística histórica (o lingüística diacrónica y, a veces, lingüística comparativa) es la disciplina lingüística que estudia el cambio de las lenguas con el tiempo y el proceso de cambio lingüístico. Por tanto, la lingüística histórica ocupa un lugar destacado en el estudio de la evolución diacrónica de las lenguas y su relación o parentesco genético. Los resultados de la lingüística histórica, pueden ser frecuentemente comparados con los de otras disciplinas como la historia, la arqueología o la genética. En los estudios interdisciplinares de este tipo, lo que se pretende es reconstruir la cronología relativa de contactos entre pueblos; rutas de expansión e influencias culturales mutuas. El nombre lingüística comparada o gramática comparada, se refiere propiamente a una de las técnicas principales de la antigua lingüística histórica sincrónica.
Neurolingüística.- La neurolingüística estudia los mecanismos del cerebro humano, que posibilitan la comprensión, producción y conocimiento del lenguaje; ya sea hablado, escrito o con signos establecidos, a partir de su experiencia o de su propia programación. Busca integrar a la persona, en un todo y, permite influir en ella de manera sutil; manteniendo la visión de donde se encuentra la negociación con el otro individuo y, hacia donde se pretende llegar.
Pragmática.- La pragmática o pragmalingüística es un subcampo de la lingüística; también estudiado por la filosofía del lenguaje y la psicolingüística o psicología del lenguaje, que se interesa por el modo en que el contexto influye en la interpretación del significado. El contexto debe entenderse como situación, ya que puede incluir cualquier aspecto extralingüístico: situación comunicativa, conocimiento compartido por los hablantes, relaciones interpersonales, etc. La pragmática toma en consideración los factores extralingüísticos que condicionan el uso del lenguaje; esto es, todos aquellos factores a los que no se hace referencia en un estudio puramente formal.
Psicolingüística.- Es una rama de la psicología interesada en cómo se adquiere, se usa, resulta y funcionan para la especie humana, el lenguaje. Para ello, estudia los factores psicológicos y neurológicos que capacitan a los humanos para la adquisición y deterioro del mismo; uso, comprensión, producción del lenguaje y sus funciones cognitivas y comunicativas. La psicolingüística nace de los estudios del lingüista francés Gustave Guillaume; motivo por el cual también se la conoció a principios del siglo XX, como guillaumismo. Guillaume llamó a su teoría del psicosistema y en ella vinculó los elementos lingüísticos con los psicológicos.
Sociolingüística.- Es un campo científico de la lingüística y la sociología, que se define como el estudio de la influencia de la sociedad en el lenguaje; estos incluyen las normas culturales y el contexto en que se mueven los hablantes.
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