Dos caminos divergentes: riqueza y pobreza
II.Riqueza, pobreza y degradación ambiental
III. La internacionalización del capital
IV.Nuevas estrategias para el desarrollo rural sostenible
Conclusiones y recomendaciones
No se puede hacer distinción entre pobreza, empobrecimiento y marginalidad debido a que, naturalmente la pobreza como tal, no es situación tan extrema como coloquialmente se conoce, lo grave de la situación está cuando por causa de otros factores se llega al empobrecimiento que es distinto a ser pobre, porque se pasaría de ser pobre a ser empobrecido. La marginalidad por su parte es un ámbito totalmente distinto porque la persona cuando llega a ese nivel, incluso ya ha perdido su dignidad.
En el caso de riqueza se entiende que es un hecho socio-económico que refleja la abundancia de recursos valorables, posesiones materiales o el control de tales activos, asociado al hecho de que ciertos individuos posean mayor cantidad que otros; por lo tanto, la riqueza está relacionada con el modo y calidad de vida de las personas ricas. Por otra parte la pobreza es vista como una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y/o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un deterioro del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el acceso al agua potable, entre otros.
No es casualidad, que en los ambientes rurales las personas emigren, pero ¿Por qué la emigración? Las personas buscan una mejor calidad de vida, para sobrevivir puesto que no son pobres, sino empobrecidos; El desarrollo social se refiere al desarrollo del capital humano y capital social en una sociedad. Implica una evolución o cambio positivo en las relaciones de individuos, grupos e instituciones en una sociedad.
El tema sobre riqueza, pobreza y desarrollo sostenible será desarrollado siguiendo la siguiente estructura:
I. Dos caminos divergentes: uno hacia la riqueza, el otro hacia la pobreza.
II. Riqueza, pobreza y degradación ambiental.
III. La internacionalización del capital.
IV. Nuevas estrategias para el desarrollo rural sostenible: participación popular, autosuficiencia alimentaria y regeneración ambiental.
Dos caminos divergentes: riqueza y pobreza
Las sociedades rurales del tercer mundo padecen de empobrecimiento, desintegración social, emigración en gran escala y devastación ambiental. Aun hoy día existen debates para asignar responsabilidades pero sin embargo, la mayor parte de los pobres continúan viviendo en zonas rurales y luchando contra todo para sobrevivir. Para muchos, la pobreza y la marginalidad aún son obstáculos difíciles de superar. El debate moderno alrededor del desarrollo rural, inspirado en parte por la búsqueda de la sostenibilidad, refleja la profunda polarización que abarca todas las dimensiones de la vida en estos países.
La modernización en América Latina describe la marcha del progreso en términos exageradamente benévolos. El análisis convencional del desarrollo agrícola premia a los pocos productores que tienen los recursos y conocimientos para utilizar paquetes innovadores destinados a modernizar la producción rural. Por lo contrario, de los productores pobres se dice que en tanto son circunscritos por su herencia étnica y social, y por una carencia de conocimiento y capital, destruyen y desperdician el potencial productivo de su legado natural; siguen cultivando productos tradicionales en lugares inadecuados, con técnicas y semillas obsoletas.
Alrededor del mundo, la gente pobre es acusada de destruir sus entornos. Estas acusaciones, justifican las políticas que después amenazan la propia existencia de los grupos sociales tradicionales y de sus sistemas productivos.
El debate convencional lamenta el destino de los pobres y la incapacidad de asignar recursos suficientes para atacar los síntomas de la privación que persisten en medio de la abundancia de estas mismas sociedades. Por el contrario, nos referimos en la acumulación de riqueza, lo cual ha polarizada a la sociedad y propagada la pobreza. La reorganización del control y de la utilización del espacio y los recursos, engendrada por la intensificación de la producción rural, está violando los principios básicos de la naturaleza y amenazando la viabilidad de las comunidades rurales. La diferencia en los sistemas sociales y productivos prevalecientes en toda Latinoamérica está conduciendo al desastre. Con el creciente desempleo y la discriminación contra los productores rurales de pequeña escala, la degradación ambiental está procediendo aceleradamente.
El sistema mundial incrementa a diario la polarización entre pobreza y riqueza entre naciones, regiones, comunidades e individuos. Ahora, un grupo pequeño de naciones domina la estructura global de poder, guía la producción y determina quién puede progresar. Las demás compiten entre ellas para seducir a los poderes corporativos y financieros para que inviertan dentro de sus fronteras.
De manera similar, muchas comunidades se pelean entre sí sacrificando el bienestar de su población y la calidad de su propia infraestructura. Esta dinámica no conduce a la promoción del desarrollo sostenible. En su lucha por sobrevivir dentro del mercado global, muchas de las poblaciones rurales del mundo están condenadas a la marginalidad y a la pobreza permanente. La teoría convencional del desarrollo busca soluciones a la pobreza en los cambios estructurales producidos por el mercado. Los expertos en desarrollo internacional, y sus aliados entre los ambientalistas, se unen en un esfuerzo por arrancar a los pobres y a las indígenas de sus regiones; justifican su desalojo con argumentos que mezclan la búsqueda de la eficiencia económica con la acusación de que estos grupos propagan la destrucción de la naturaleza.
Tanto el creciente número de pobres como los problemas ambientales en aumento requieren soluciones que sean menos dependientes de los del mercado; que tomen en cuenta lo redundante que resulta para grandes porciones de la población su participación en la estructura actual de la producción y del crecimiento económico y, que en consecuencia, fortalezcan a esta gente, creando un sistema en el cual las comunidades puedan sobrevivir sin una integración completa al mercado global.
Un modelo de desarrollo alternativo requiere de nuevas formas de participación directa de las comunidades campesinas e indígenas dentro de un programa de creación de empleos en las áreas rurales, que incrementen los ingresos y mejoren los estándares de vida. Al recomendar políticas que fomenten y salvaguarden a los productores rurales en sus esfuerzos para llegar a ser nuevamente una fuerza social y productiva, esto contribuye al conocimiento de los pasos requeridos para promover la sostenibilidad.
Los enfoques y modelos convencionales heredados del "norte" no han resuelto los problemas de la vasta mayoría de la población del mundo, la cual vive hoy en las condiciones de mayor pobreza de la historia reciente de la humanidad.
La creciente brecha entre ricos y pobres, al interior de las naciones o en una escala internacional, ofrece un testimonio inobjetable de lo inadecuado del actual modelo de desarrollo económico.
La sostenibilidad no es posible en las áreas rurales de Latinoamérica mientras la expansión del capital aumente los rangos de pobreza e impida el acceso de los pobres a los recursos necesarios para la sobrevivencia. El capitalismo no necesita ya de ejércitos crecientes de desempleados para asegurar salarios bajos, ni necesita controlar grandes áreas para asegurar el acceso regular a las materias primas y a los productos primarios requeridos por su maquinaria productiva. Más bien, el capital ha asumido control del Estado, modificando las estructuras social y productiva para deprimir los salarios y adquirir sus productos a bajos precios. Sin embargo, el mercado sigue desplazando a la gente a abandonar sus comunidades, empobreciéndola y sus entornos. Se requieren, por lo tanto, cambios para facilitar una estrategia de desarrollo sostenible.
II.Riqueza, pobreza y degradación ambiental
2.1. CONTEXTO DE LA CRISIS ACTUAL.
La pobreza rural hunde sus raíces en las desigualdades profundas que caracterizan a nuestras sociedades: una estructura social que desdeña lo rural. El poder económico y político se apropia de los bienes de otras personas y aun de sus derechos para disfrutar de un ingreso mínimo decente. A todo lo largo y lo ancho de Latinoamérica, las comunidades agrarias han sido desplazadas de tierras valiosas y arrinconadas en zonas inapropiadas, confinadas en regiones de acceso cada vez más difícil, con las tierras más pobres o más inadecuadas y con la más precaria disponibilidad de agua. Engañados o entrampados en regiones y empleos insostenibles, ellos encuentran difícil o prohibitivo continuar las tareas importantes de conservación del suelo y el agua y los manejos que fueron parte integral de la práctica normal de sus ancestros. Aun cuando los agricultores pobres poseen tierras de cultivo, por lo común se encuentran atascados en la marisma de restricciones burocráticas, sin posibilidades de cultivar productos comerciales valiosos o variedades modernas de sus cultivos tradicionales.
Paradójicamente, la gente del campo ingresa al ejército de reserva de trabajadores en momentos en que los salarios reales y los ingresos rurales se vienen abajo. Conforme los logros tecnológicos y científicos se integran a los establecimientos industriales y empresariales, una proporción cada vez menor de esta vasta y creciente clase trabajadora debería convertirse en productora de los bienes ahora consumidos por una sociedad dominada por el mercado.
Aún más: la yuxtaposición perniciosa de los grupos sociales impuesta por el funcionamiento normal de la economía de mercado, no sólo limita severamente las oportunidades de las masas de trabajadores y campesinos en cuanto al avance material y la participación política, sino que convierte a muchos de estos grupos en olas migratorias que buscan nuevos lugares para sobrevivir, frecuentemente en áreas inadecuadas debido a la fragilidad de sus ecosistemas.
La expansión acelerada del segmento moderno de la sociedad rural está, en consecuencia, ocasionando mayores y más severos problemas ambientales observados en las décadas recientes. Los trabajadores son envenenados en los campos, mientras que sus familias sufren por los efectos de la contaminación química y orgánica en sus comunidades. Los campesinos soportan condiciones de trabajo intolerables como trabajadores, o enfrentan a estados militarizados en su lucha por un poco de dignidad. Los estragos ambientales, acumulados por décadas, han acelerado su ritmo e intensidad a tal grado que ahora representan una gran amenaza para la viabilidad de incontables especies de flora y fauna, así como para la misma sociedad humana. El clamor de grupos de ciudadanos y ambientalistas organizados es testimonio de este fenómeno.
2.2. POLÍTICAS QUE PROMUEVEN LA DESTRUCCIÓN AMBIENTAL Y LA POBREZA RURAL.
Los sistemas modernos de producción continúan su expansión, disputando los derechos de los campesinos e indígenas sobre sus tierras más productivas y sus recursos más valiosos. Las instituciones oficiales, nacionales e internacionales, impulsaron nuevas estrategias para premiar a los agricultores comerciales por sus aportaciones al desarrollo nacional, asegurándoles continuamente el acceso privilegiado a los recursos más valiosos de la sociedad en proceso de modernización: la tierra y los recursos naturales, la tecnología, el crédito y los canales del mercado. La pobreza es acentuada por esta expansión, la cual frecuentemente condena a la devastación a las regiones y a la gente que ahí vive. En la nueva arena política, la lucha de los pobres es cada vez más difícil. En el mejor de los casos, los grupos marginados pueden intentar reclamar una pequeña proporción de los presupuestos oficiales para sus esfuerzos; ahora reclaman a la comunidad mundial para que les entienda y apoye o recurren a nuevas formas de resistencia para insistir en sus demandas. Aun cuando las reformas agrarias forzaron una redistribución de la tierra entre los grupos campesinos e indígenas, como en México, Bolivia y Nicaragua, los recursos financieros y técnicos complementarios requeridos para aprovechar las nuevas oportunidades fueron invariablemente colocados al servicio de otros.
2.3. LA DINÁMICA DE LA POBREZA RURAL.
Se encuentra el hecho de que la pobreza rural es la consecuencia histórica de los sistemas existentes de organización económica, los cuales continúan discriminando a los productores directos. Cuando se les compara con productores de otros sectores, se descubre que no están dotados de cantidades comparables de equipo que les permita elevar la productividad de la tierra y el trabajo. Sin embargo, es cada vez más preocupante que la organización de la producción en el agro del tercer mundo no sólo coloca a dichos productores en una desventaja con respecto a los de otros sectores, sino también en su lucha por competir contra los productores en otras partes del planeta. En el tercer mundo, carecen de acceso al apoyo técnico, financiero e institucional protector con que contaban los agricultores de otros países para enfrentar la competencia en periodos anteriores.
Estos problemas fundamentales pueden ser examinados más fácilmente identificando algunas de las causas principales de la pobreza rural, las cuales nos permiten elaborar los lineamentos para una estrategia alternativa del desarrollo rural sostenible.
a) Políticas macroeconómicas y sectoriales discriminatorias Como en los regímenes coloniales del pasado, los impuestos a la producción y a la exportación, los sistemas complejos de control de cambios y comercio con el extranjero (tipos de cambio sobrevaluados y tarifas protegidas para productos industriales) y los controles de precios sobre diversos bienes, son herramientas utilizadas para extraer plusvalía de los productores rurales.
b) Sistemas de tenencia inadecuados y polarizados. La desigualdad de acceso a la tierra y la inseguridad en la tenencia de la tierra son los principales obstáculos para mantener y mejorar la calidad del ambiente. Los sistemas inadecuados de tenencia dificultan las iniciativas locales comprometidas con las tareas de conservación de agua y suelo. También estorban la distribución del crédito, impidiendo la inversión y otras acciones para aumentar la productividad. Estos problemas se vuelven más serios por el desconocimiento oficial de la propiedad comunal de importantes extensiones ("comunes") y los conflictos respecto a su uso.
c) Sesgo anti-campesino en las instituciones de desarrollo. Es preocupante que los recursos son sistemáticamente negados para apoyar a los enfoques "campesinos" que buscan resolver sus problemas y fortalecer su organización social. Los campesinos son considerados retrógrados e incapaces de incorporar innovaciones a sus sistemas productivos. Los efectos económicos de esta perspectiva son especialmente problemáticos: la mano de obra se abarata y los recursos naturales son devaluados por las presiones competitivas de otros productores quienes disfrutan de crédito e insumos baratos. Esto es evidente en la manera diferencial en la que los precios de los productos campesinos y comerciales son manipulados por las agencias reguladoras; y en las decisiones acerca de la importación de bienes básicos que impactan negativamente a las zonas agrícolas de pequeña escala y de temporal con mayor frecuencia que a los prósperos sectores de agricultura de riego.
d) Distribución desigual del ingreso y del poder político En relación con los puntos anteriores, el sistema de caciques regionales o provinciales es frecuentemente uno de los obstáculos principales para el progreso de la gente pobre de las áreas rurales. En casos excepcionales, un líder patriarcal poderoso puede retener el control en una región pobre asegurando que los recursos sean distribuidos de manera equitativa y que los problemas sociales y políticos sean resueltos con los recursos locales, cuando es posible.
e) Políticas inadecuadas de empleo. La apertura de las economías a la competencia internacional complica los problemas de dos formas: primero, las actividades productivas tradicionales están dejando de ser rentables, conforme los bienes de consumo importados desplazan a los producidos localmente; los mismos vendedores encuentran mayor ganancia en importar que en comprar productos nacionales. Segundo, la inversión extranjera trae nuevas tecnologías y aumenta la escala de producción, reduciendo la tasa de creación de empleo por debajo de las necesidades sociales.
f) Presiones contra las instituciones culturales locales. La autoridad de la comunidad tradicional está siendo erosionada y desplazada por nuevas formas de imposición autoritaria.
El largo proceso de expulsión de los grupos indígenas hacia las tierras cada vez más marginales es uno de los factores más importantes que contribuye a la pérdida de la identidad cultural en el tercer mundo. En muchos casos, los nuevos colonizadores no tienen acceso o ignoran la información heredada sobre cómo manejar los ecosistemas que han ocupado. Esto se intensifica con los compromisos oficiales para implantar los sistemas tecnológicos de las zonas templadas, los cuales raramente son adecuados para las nuevas áreas ocupadas, con frecuencia en las bajas planicies de los trópicos.
g) La migración y la feminización de la pobreza. Conforme el ambiente es degradado, la vida en el sector rural se ha hecho más difícil, complicando las tareas de las mujeres. Con la deforestación, la búsqueda de combustible requiere viajes más largos y con frecuencia sacrificar los árboles más jóvenes en laderas de mayor pendiente; de modo similar, la tarea de asegurar la disponibilidad de agua también se está haciendo más ardua. Tal carga afecta la nutrición familiar, ya que los huertos donde se cultivaban frutas y vegetales y se criaban pequeños animales de traspatio a través de desperdicios y esquilmos agrícolas, con frecuencia ya no pueden producirse por la presión de realizar otras actividades.
h) El factor urbano y la pobreza rural. En este complejo telón que relaciona lo rural con lo urbano, las dicotomías de épocas pasadas no son útiles ya para el campesinado y el proletariado. El ingreso proveniente de fuentes externas a la comunidad es ahora una parte integral de los ingresos rurales, mientras que las múltiples habilidades adquiridas en estos empleos podrían contribuir a diversificar la base económica de las áreas rurales. De manera inversa, las poblaciones rurales y su experiencia también tienen un gran potencial para contribuir al mejoramiento de la vida nacional. En todo el tercer mundo, las importantes diferencias en la productividad y los ingresos entre la industria y la agricultura han creado una barrera para la integración de un desarrollo urbano más equilibrado, que incluiría un patrón diversificado de uso del suelo. Por ejemplo, la posibilidad de producir alimentos en áreas urbanas como parte de una respuesta al creciente desempleo podría bajar los costos de transporte y las tasas de crecimiento urbano.
III. La internacionalización del capital
La expansión internacional ha transformado la economía dual en fenómeno global logrando la creación de estructuras que polarizan la sociedad que además aceleran procesos que amenazan el bienestar social y ambiental; mientras que la creciente influencia de la economía internacional en las comunidades rurales que parecen ser independientes.
La gran mayoría de aquellos comerciantes y productores que se atrevieron a brindarles a los productores existentes nuevos mercados con la aparición de nuevos cultivos, probando así la riqueza. Motivados por la promesa de tener un mejor estilo de vida y grandes mercados, iniciaron plantando algodón, granos, frutas, tropicales, café y grandes cantidades de otros productos, sin embargo se hizo en menor escala y menos recursos. "A escala global, Raúl Prebisch identificó este problema en el periodo posbélico de la II Guerra Mundial, y expresó las preocupaciones de un grupo importante de latinoamericanos que observaron el declive secular de sus términos de intercambio de materias primas y cultivos alimenticios en relación con los productos industrializados".
Se pudo notar la caída sistemática de los precios relativos de bienes producidos a largo plazo, sobre todo de los productos provenientes de los más pobres. En cuanto a los agricultores, las presiones externas y las políticas domésticas evitan que estos siembren productos en las comunidades pobres para satisfacer sus necesidades alimentarias. Lo cual deja como consecuencia que la baja productividad y las condiciones de deterioro del ambiente obstaculiza la competencia con los productores del exterior, los cuales cuentan con un mejor financiamiento, mayor soporte institucional para la capacitación de su mano de obra, tienen rápido acceso a la innovación tecnológica y pueden depender de los sistemas integrados de comercialización para distribuir su mercancía.
En consecuencia, se produjo la importación de los productos básicos en el mundo en desarrollo lo cual contribuye aún más con el empobrecimiento de las familias rurales. (Barkin, Batt y DeWalt 1991) "La pérdida de la autosuficiencia alimentaria magnifica el impacto de la competencia internacional, forzando a un número significativo de gente a migrar en busca de un ingreso con el cual comprar comida". La tarea de mantener los ecosistemas crecientemente frágiles a los que han sido relegados, se hace agobiante, complicada con el acceso restringido al crédito, la asistencia técnica y los insumos productivos, para aquellos que continúan en el campo.
Asimismo los negocios agroindustriales han usado las mejores tierras transformando amplias regiones de pastizales y cultivando productos de importación. Las instituciones multilaterales de financiamiento e investigación neoliberales tienden a celebrar estas tendencias ya que representa el éxito de su persuasión a los gobiernos para la reestructuración la producción, y además tomar ventaja de los logros de la especialización dentro del comercio internacional. La expansión hacia el Sur de las corporaciones transnacionales forma parte de una estrategia global para un mejor aprovechamiento de las la oferta de materia prima garantizando su acceso a los mercados emergentes y a más bajo costo de producción; a pesar de que logran generar más empleos, no es suficiente para lograr la enfrentar el desplazamiento de las industrias y las labores rurales.
El ajuste económico nacional ha reducido el empleo o movido a la gente a trabajos de tiempo parcial y de bajo ingreso con una caída generalizada de los niveles de vida y de los indicadores de bienestar social en la mayor parte de Latinoamérica. Generando una rápida transformación de las sociedades de los países del sur en maquiladoras con sistemas especializados de producción. Los productores se transforman en comerciantes, encontrando más fácil y beneficioso importar bienes de consumo básico del mercado global, en vez de luchar con los diversos obstáculos para llevar a cabo la moderna instalación industrial competitiva, en un rango que va desde la información y asistencia tecnológica inadecuada, hasta el crédito caro, limitado y las serias trabas burocráticas.
El ritmo de la internalización de la comunidad financiera se vio impulsado por la crisis de los ochenta Los programas de ajuste estructural (SAPs) no sólo desmantelaron la compleja estructura de la regulación gubernamental y la intervención directa del sector público en la economía, sino que también bajaron los salarios reales de los trabajadores y limitaron la autonomía de los campesinos y otros trabajadores independientes; mientras que su función era corregir los excesos del pasado. Fue desperdiciada su contribución con el desarrollo nacional con respecto a los diferentes gobiernos a nivel mundial.
El Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, bancos de desarrollo regional son instituciones multilaterales de desarrollo que se unieron se unieron con la comunidad financiera privada internacional y algunas agencias nacionales de desarrollo para reforzar estos programas de "choque". Desde su punto de vista, los costosos programas de subsidio e intervención gubernamental directa, muchos en beneficio de grupos de menores ingresos, habían producido estructuras económicas enfermas, demasiadas costosas para las realidades de estos países. En todo el tercer mundo, la iniciativa privada se encontraba obstaculizada por una marisma regulatoria y por sistemas inadecuados que limitaron sus ganancias.
Los mecanismos del mercado reemplazaron a los consejos burocráticos, guiando las decisiones de inversión de los grupos empresariales y permitiendo mayor libertad para el capital. La competencia entre los grupos financieros surgió conforme tomaron ventaja de las oportunidades ofrecidas por la economía internacional para crear nuevas industrias y modernizar las viejas, para traer tecnología reciente en un intento por superar los antiguos problemas y para agilizar la tarea de confrontar los retos de la competencia internacional. Las instituciones multilaterales de desarrollo comenzaron a financiar los cambios institucionales y productivos necesarios para impulsar a docenas de países de todo el mundo al mercado mundial.
Con el nuevo entorno de manejo económico nacional fueron creadas las condiciones para que los productores privados con frecuencia corporaciones transnacionales, tuvieran la oportunidad de beneficiarse, pudiendo cubrir las demandas del mercado internacional y de un grupo próspero de consumidores locales, quienes son los principales beneficiarios locales de la nueva estrategia. Mediante el fortalecimiento de los mercados locales de capital, especialmente las bolsas de valores, la internacionalización también dio pasa a otra debilidad de manera que las decisiones productivas ahora serían más influenciadas por los movimientos especulativos; los efectos de desestabilización de los movimientos se hicieron sentir rápidamente en Latinoamérica.
3.1 EL COMERCIO Y EL AMBIENTE: LOS FRACASOS DEL ESTADO.
Para tratar de acabar con las iniciativas de las negociaciones del NAFTA y GATT–OMC, las cuales daban por hecho que generaban graves efectos en el ambiente y la sociedad, se unieron diferentes grupos populares y sectoriales opositores; sus debates predijeron que el comercio internacional y la integración regional tendrían un muy elevado costo ambiental.
La estrecha relación entre esta polarización social y la degradación del medio desató un acalorado debate. Los grupos populares recalcaron los altos costos ocasionados por la distribución tan sesgada de los beneficios de la integración económica y la liberación del comercio exterior; insistieron en sus temores de una caída generalizada de los niveles de vida de los trabajadores y campesinos quienes no podrían encontrar trabajo productivo en la nueva economía. Mientras tanto el programa político de integración se ha visto apoyado por un pequeño grupo de industriales y financieros, teniendo acceso hasta los recursos financieros, para garantizar beneficios a todos los involucrados a causa de los incrementos del comercio y la inversión.
Los críticos argumentaban que problemas como el incremento de la pobreza y deterioro del medio ambiente se acelerarían, a causa de que los gobiernos nacionales son incapaces de obligar a los beneficiarios de esta apertura a invertir cantidades suficientes para asegurar procesos de producción limpios, seguros y al mismo tiempo compensar a los afectados por los sacrificios que han estado obligados a hacer. La creciente actividad económica está llegando en un momento en que los gobiernos nacionales son forzados a deshacerse de sus funciones tradicionales y a sacrificar partes de su base de ingresos públicos para atraer nuevas inversiones.
3.2 LOS FRACASOS DEL MERCADO.
La dificultad que tiene la sociedad para obligar a las empresas a incluir en el diseño y operación de sus proyectos de inversión los efectos ambientales y sociales en la comunidad es una de las mayores fallas del mercado; hasta la fecha no ha sido posible que las compañías integren este tipo de externalidades, con la finalidad de que sus planes de producción y expansión no contribuyan con el deterioro del entorno que operan. El poder económico y político que poseen las corporaciones, generalmente les permiten negociar subsidios o descargos de varios tipos de cuotas por servicios públicos, incluyendo impuestos locales, cargos por servicios de infraestructura municipal y tarifas de energía, que conducen a la elección de tecnologías que no están entre los mejores intereses del país o del planeta entero en términos de su impacto en el medio ambiente.
Los programas públicos para atraer inversiones privadas a menudo fomentan un incremento del empleo de maquinaria, desplazando a la mano de obra, y aumentan el uso de energía; a la vez, exentan a las nuevas empresas de aportar fondos para financiar las inversiones en servicios públicos requeridas para asegurar la producción. Como resultado, las nuevas instalaciones para la producción privada llegan con frecuencia a expensas del deterioro en la calidad de los servicios disponibles para la población local, incluyendo a muchos obreros que han migrado en busca de trabajo; así, se observa un aumento importante de producción con una merma sensible en la calidad de la vida para todos los que habitan en la zona.
Las estructuras de precios presentan distorsiones que no sólo son fallas del mercado. Muchos convenios de producción son realizados a corto plazo, con una visión de tiempo limitado al período requerido para saldar la inversión. Los inversionistas tienen un fuerte incentivo para elevar la intensidad de la extracción de valor un problema que se está agudizando en las áreas de plantación forestal y de monocultivo agrícola del tercer mundo.
3.3 LA SEPARACIÓN DEL CONSUMO Y LA PRODUCCIÓN.
Hay diversos factores como la acumulación de capital, la desigualdad y la abundancia son representaciones de una amenaza para la sostenibilidad del sistema global; los patrones de consumo de los países más ricos están conformados por un aparato productivo que sólo prospera generando nuevas demandas de bienes para continuar incrementando. En la actualidad las energías creativas se encuentran en vías de desarrollo del volumen de bienes con una elevación compatible asociada al uso de dichas energías, entre otros recursos naturales, teniendo que frecuentemente sacrifican la capacidad de la sociedad para alcanzar sus mayores metas sociales.
Efectivamente, la urbanización contribuye con la separación entre el consumo y la producción; en las áreas urbanas, la gente olvida la relación entre los procesos de producción y consumo, la creciente complejidad de los procesos productivos y las características del consumo urbano conducen a perder contacto con la relación intrínseca entre el bienestar ambiental y el humano. Las nuevas guías de implantación y los considerables flujos migratorios desarraigan a la gente de sus comunidades; brindan una amplia certeza de la dificultad de estos mecanismos que se usaron para asegurar una base productiva diversificada que hiciera frente a las necesidades sociales, a la vez que creara sistemas que protegían el ambiente de la degradación incontrolable.
Es necesario, ahora más que nunca tener en cuenta los aportes que las adecuación de las antiguas tecnologías y las nuevas pueden hacer para mejorar los paisajes y los sistemas productivos deteriorados; conforme avance nuestra comprensión de los sistemas tradicionales de conocimiento, para proteger el medio y mejorar la calidad de vida en otras es necesario hacer uso de los enfoques de manejo ambiental proveniente de algunas sociedades.
3.4 EL ANÁLISIS ECONÓMICO DEL PROBLEMA.
los retos de la sostenibilidad es relacionada por ciertas instituciones militares adoptando las herramientas de la economía regular y la estructura analítica, para contribuir con el diseño de nuevas políticas, como paseen el mismo campo de la teoría del desarrollo; por este motivo se ha buscado cuantificar problemas de la degradación ambiental y a formalizar la búsqueda de soluciones en modelos económicos que ofrecen métodos para fijar precios a los recursos y asignar costos a los contaminantes y a los procesos de deterioro, para lo cual se ha hecho necesario invertir un gran esfuerzo y un gran gasto.
De acuerdo con lo que los economistas sostienen, bajo las circunstancias de pobreza y escasez de capital, esperan que la gente con poder económico y político asigne los recursos para promover la inversión, incrementando la tasa de crecimiento de corto plazo de modo que después se tengan más recursos disponibles para enfrentar las muchas demandas de soluciones pospuestas a los problemas colectivos e individuales del bienestar social. Algunas investigaciones han reconocido una tendencia de las naciones más ricas para designar una proporción creciente de su ingreso nacional al mejoramiento ambiental.
Por querer enfrentar sus necesidades de sobrevivencia los pobres tienden a contribuir con la degradación del ambiente. Los economistas aseguran que estas prioridades cambiarán con el crecimiento económico, no sólo porque los mismos productores tendrán más recursos y porque una mayor disponibilidad de capital contribuiría a reducir la tasa de descuento social, sino también porque sus gobiernos estarán mejor equipados para enfrentar los problemas.15 En consecuencia "sólo después de que los productores pobres incrementen sus ingresos pueden volver su atención a la reducción de la erosión del suelo y otros problemas ambientales de largo plazo."16 (Leonard 1984:4)
El crecimiento de la población es otro culpable de la degradación ambiental, de acuerdo con aquellos que utilizan modelos de comportamiento de elección racional. El crecimiento de la población frecuentemente es un síntoma del fracaso por incorporar a la gente pobre en actividades mejor remuneradas, estos analistas califican a los grupos sociales que eligen tener más hijos como irracionales, gente que tiene que ser más responsable, interviniendo con programas de planificación familiar, alfabetización femenina, estrategias de control social o medidas más autoritarias, si el primer enfoque falla. En general, los economistas enfrentan estos asuntos insistiendo en que el mercado es el mejor mecanismo que la sociedad tiene para la asignación de recursos. La tarea de cómo identificar y asignar precios a muchos recursos y flujos de desperdicios, ha llegado a ser una prioridad para los economistas. Ellos también participan en la arena política, diseñando políticas alternativas para traducir sus teorías en cargos reales para ser sufragados por los productores y consumidores.
La captación de parte de este valor puede ser una fuente de ingresos para ayudar al financiamiento de los enormes gastos necesarios para corregir el daño infligido por una larga historia de maltrato de la naturaleza; el dinero puede ser también utilizado para compensar a las comunidades por la explotación de sus recursos, un mecanismo para pagar por las inversiones requeridas para sustituir esos recursos con nuevas actividades productivas que garantizarán un empleo lucrativo en el futuro. Las reformas institucionales requeridas por este enfoque implican un reordenamiento importante de las prioridades sociales y políticas, un tema al cual debemos retornar con frecuencia.
3.5 UNA RESPUESTA POPULAR.
Frente a la defensa oficial de la necesidad de acelerar la internacionalización del capital, las organizaciones no gubernamentales, representando los diversos intereses de la "sociedad civil" en todo el mundo, han comenzado a jugar un papel crucial, ofreciendo modelos alternativos de desarrollo sostenible. El Grupo de Trabajo de las ONG reúne una amplia gama de organizaciones nacionales y locales que han intentado coordinar sus esfuerzos; a partir de 1992 (con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río CNUAD, 1992), han sido más exitosas.
La organización sistemática de los grupos de base de todo el mundo, junto con el reconocimiento creciente del fracaso de las soluciones ofrecidas por el mercado para proporcionar respuestas a todos los problemas, está creando una nueva estructura en la que los defensores de la participación popular no sólo toman un lugar importante en los debates sobre la promoción del desarrollo sostenible, sino que también pueden participar en el diseño e instrumentación de programas de desarrollo nacional.
IV.Nuevas estrategias para el desarrollo rural sostenible
PARTICIPACIÓN POPULAR, AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA Y REGENERACIÓN AMBIENTAL
El termino de economía dual usado en la actualidad está equivocado, pues mientras que la globalización ofrece un enriquecimiento mayor a algunos países, este aumento de ganancia afecta las condiciones de vida de las demás personas fuera de dicho grupo, sean pertenecientes a áreas urbanas o rurales, causando empobrecimiento y la desolación en varias regiones, como también, la deforestación de muchas áreas, afectando a la actividad del cultivo.
LA SOSTENIBILIDAD
No solo se trata solamente de un asunto del ambiente, de justicia social y de desarrollo. También se trata de la gente y de su sobrevivencia como individuos y culturas.
El desarrollo sostenible es un tema muy controversial entre muchos políticos y funcionarios dentro de las instituciones del desarrollo. Cada una de estas personas formula una propuesta que permita una contribución a la sostenibilidad. Sin embargo, actualmente, los patrones de desarrollo son arbitrarios y antidemocráticos, dando como resultado a la desintegración de los sistemas actuales, tanto social, político, productivo y de riqueza personal. Es decir, que enriquecen y estimulan el crecimiento en economías y sectores "modernos", pero no abarca todas las necesidades de la mayoría de las personas, como también, estos enfoques contribuyen a la disminución de las reservas naturales y al deterioro de la calidad del ambiente.
Así que, en presentes condiciones, la acumulación de riqueza crea pobreza. En muchos países, las personas sobreviven en condiciones infrahumanas y no pueden proponer sus propias soluciones. Por ello, la búsqueda de la sostenibilidad implica una estrategia dual moderna: por una parte, debe facilitar a la gente el fortalecimiento de sus propias organizaciones, o la creación de nuevas. Por otra parte, una estrategia de desarrollo sostenible debe contribuir al surgimiento de un nuevo pacto social, cimentado en el reconocimiento de la importancia de la erradicación de la pobreza y la incorporación democrática de los desamparados dentro de una estructura productiva más diversificada.
Entonces, la sostenibilidad es una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones. Las campañas internacionales para proteger las especies en peligro de extinción y crear reservas de la biosfera están multiplicándose; pero las comunidades y sus miembros se encuentran en una lucha contra fuerzas externas para defender su individualidad, sus derechos y sus habilidades para sobrevivir, mientras tratan de satisfacer sus necesidades.
REVISIÓN DE LA LITERATURA
En contraste con las teorías generalizadas sobre el proceso de desarrollo o los modelos sofisticados de crecimiento económico, la literatura sobre el desarrollo sostenible ofrece una mezcla de loables principios éticos, manuales de organización e instrumentación, prácticas y estudios muy concretos de éxitos y fracasos.
Más que un conjunto de metas, la sostenibilidad es un proceso que implica la modificación de un proceso en la naturaleza, la economía y la sociedad. Este término se va popularizando cuando la persona descubre que el crecimiento de la producción o de la riqueza nacional no garantiza la mejora de los niveles y la calidad de vida; pero los retos de la protección ambiental son quizá la fuerza más inmediata que hace tan importante la discusión.
Para promover la sostenibilidad, una estrategia es enfocarse en la importancia de la participación local y en la revisión de la forma en que la gente vive y trabaja. Tomando en consideración que el asunto de la autonomía y la independencia locales o regionales es una parte importante de cualquier discusión sobre la integración nacional o internacional.
- a) AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA: LA RELACIÓN ENTRE PRODUCCIÓN Y CONSUMO
Un tema que debe ser manejado es la autosuficiencia versus la integración. El sistema actual de comercio global promueve la especialización basada en los sistemas de monocultivo. La autosuficiencia alimentaria surgió como una necesidad de muchas sociedades debido a la precariedad de sus sistemas internacionales de comercio; las tradiciones culinarias específicas surgieron de un conocimiento local altamente sofisticado de frutas y vegetales, hierbas y especies.
La autosuficiencia alimentaria hace surgir la cuestión fundamental de la autonomía. Existe un acuerdo general sobre dos factores contradictorios en el debate:
1. La producción local de los bienes básicos que pueden ser producidos de manera más eficiente en otro lugar, es un lujo que pocas sociedades pueden sostener, si y solo si los recursos humanos y naturales no dedicados a la producción de estos bienes comerciables pueden encontrar empleo productivo dondequiera.
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