Consideraciones
Toda propuesta material, mental o filosófica debe estar basada en la Verdad y ésta en Principios fundamentales que no necesitan demostración, pero sí una construcción que al menos obedezca a una formulación lógica de acuerdo al método científico.
El método científico tiene menos de cuatrocientos años y con su lógica pretende demostrar la Creación Universal a la que atribuye millones de años y un tamaño del universo de miles de años luz, habida consideración que aún no conoce o no domina ni siquiera nuestro sistema solar en un conjunto de millones de sistemas solares.
Todas las religiones, mitos, leyendas, tradiciones, términos o costumbres de la antigüedad que han trascendido los milenios de memoria humana, aunque de relatos distorsionados por el tiempo, encierran un grado de realidad y verdades que observaron y vivieron nuestros antepasados, como la actividad en el universo de una luna y un sol que giran aparentemente alrededor de la tierra, o de una lluvia vital de la que suponemos siempre fue así, sin que nadie lo haya puesto en duda jamás, actividades que da cuenta el primer testimonio o escrito sagrado de nuestros antepasados.
Para entender estos escritos o documentos tan antiguos como el Génesis Bíblico, únicos en comparación a literatura similar, debemos situarnos en el contexto de los tiempos, del conocimiento de cada época en que fueron escritos, de las necesidades humanas del momento, las costumbres sociales, la naturaleza del planeta, del sistema solar y del universo;… tantas variables que influyeron y motivaron a los escritores a dejar constancia de las vivencias e inquietudes de un hombre primigenio libre, sin fronteras, sin prejuicios, sin intereses como los que agobian a la sociedad actual. En lenguaje de hoy sería un hombre sano y santo.
El escritor primitivo del Génesis no menciona ningún episodio sobre una humanidad nacida, criada y educada en alguna caverna, en algún glacial por milenios aislados, luchando por leña y fuego, migrando por una geografía agreste para salvarse de las inclemencias del tiempo o siguiendo manadas de animales para vestir a sus hijos con sus pieles o alimentarse de su carne, etc, etc. Todo para satisfacer necesidades básicas de sobrevivencia.
Los exégetas y/o eruditos de la actualidad tienen solucionadas las barreras del idioma desde hace más de dos mil años, de tal forma que para explicar el sentido de una expresión bíblica no necesitamos el tan concurrido análisis etimológico de cada palabra para "barnizar" de erudición un comentario como éste. Ya están definidas las traducciones en todos los idiomas modernos y quienes recurren a raíces de idiomas muertos no hacen otra cosa que asimilarse a fariseos y saduceos, que argumentaban con la letra de la palabra y no el espíritu de ella para contender con el mismo Señor Jesús.
Puesto que la esencia de la verdad debe coincidir necesariamente con el conocimiento y el universo de las cosas, incluida la vida y los universos invisibles del Multiverso, es menester considerar las teorías modernas sobre física cuántica y relatividad en la explicación de acontecimientos y fenómenos que nos parecen fantásticos y que algunos pueblos explicaban con cosmogonías que alejaban y/o distorsionaban el relato de las experiencias o vivencias de nuestros antepasados, expuestas en forma de Expresión Divina de un hombre creado para trascender al infinito.
Estas mitologías, o cosmogonías escritas, representadas por los pueblos de donde salió y emigró Abraham, el padre de Israel, son la base del conocimiento filosófico materialista y sensual de nuestros días, que, a través de las ciencias y descubrimientos modernos está expresando la base real de los relatos de la Biblia.
La mitología tomó su forma escrita en la Grecia antigua, cuyos sabios se negaron a aceptar la irracionalidad y paganismo de las masas, de donde derivó a la filosofía, base del pensamiento, ciencias y tecnología occidental. Sus últimas teorías para el entendimiento del universo y las cosas han tomado forma en la Física cuántica.
"La Física Cuántica es la ciencia que estudia los fenómenos desde el punto de vista de la totalidad de las posibilidades.
"Contempla aquello que no se ve y explica los fenómenos desde lo no visible. Contempla lo no medible, las tendencias, como por ejemplo la no localidad y el indeterminismo de las partículas".
"En ese campo de lo no medible estamos nosotros los seres humanos. El átomo es una realidad científica, que dio paso a la Teoría de la Relatividad y luego ésta, a la Física cuantica".
"Los espacios entre las partículas de los átomos se los considera "vacío". Es decir, la materia de la que se componen los átomos es casi inexistente. Dentro de los átomos y las moléculas las partículas que lo componen ocupan un lugar insignificante. El resto es vacío, "el valioso vacío del átomo".
"Entonces si la materia está formada por átomos y en éstos la porción particular es menor que la porción de vacío… ¿por que no atravesamos la materia? El vacío es un concepto, una idea. El vacío en sí no existe. La materia no es estática, tampoco es predecible. El átomo no es una realidad terminada y permanente; es mucho más maleable de lo que el ser humano cree. El átomo no es una cosa. Son tendencias. En lugar de pensar en los átomos como cosas lo tenemos que pensar como posibilidades. "El vacío" es meramente conceptual y representa todas las posibilidades".
"Los seres humanos somos parte de esa cuántica. Pertenecemos al universo. Estamos hechos de polvo de estrellas. De esos mismos átomos con sus posibilidades. El pensamiento que nosotros emitimos vuela como moléculas que van al aire. Una de ellas se hace realidad creada por nosotros mismos. La materia no es estática. Es predecible. Dentro de los átomos y las moléculas la materia ocupa un lugar insignificante. Hay que pensar en el átomo no como una realidad determinada sino como una tendencia. La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado." (Tomado de Internet: Licenciado Roberto Ávila)
De los autores.- Génesis es el primer libro de la Biblia recopilado o escrito por Moisés unos mil quinientos años antes de N. S. Jesucristo. Su relato abarca toda la Creación más un "tiempo humano" de 2370 años, desde la creación de Adán, humanidad, hasta la muerte de José en Egipto.
Este tiempo no debe considerarse fundamental, definitivo o de mucha importancia, por cuanto el registro y su objetivo son relativos en la humanidad. El Génesis abarca toda una prehistoria narrada en tiempos remotos que el creyente considera revelación de Dios.
Cuando nació Moisés la revelación de Dios que conocía el pueblo elegido era el Génesis. El resto de los pueblos debió conocer algunos episodios relevantes, como el relato de la Creación hasta el Diluvio y probablemente el relato de la Torre de Babel, cuando aún la humanidad "tenía un sólo idioma". (Gen 11: 1)
Por ello la mitología de los pueblos vecinos a Israel se refiere solamente a esos hechos, fundamentalmente hasta el Diluvio y a Noé, relatos comunes a todas las civilizaciones antiguas
Los primeros 34 versículos del Génesis corresponden claramente a un primer libro si consideramos la escritura, los conocimientos de la época y la forma en que se traspasaron de generación en generación.
Estos 34 versículos debieron ser escritos cuando recién el hombre inventó la escritura. Probablemente se escribió en piedra, en arcilla o madera que eran los materiales que se usaban para escribir.
De por sí nos está indicando un período especial de la humanidad, quizás revolucionario en el "progreso de las comunicaciones". Es destacable la inquietud de un hombre dedicado al relato de la Creación y no a las aventuras en las cavernas, a luchas con las fieras, problemas causados por hambre, glaciaciones o sequías. Y si se considera que este relato fue oral de generación en generación, guardando su perfección y síntesis, es una gran proeza como visión de futuro y de amor por la humanidad de sus autores.
Si los Diez mandamientos – fundamentales como Ley de Dios y base moral hasta hoy – que fueron escritos en piedra por el "dedo de Dios" y la escritura "era escritura de Dios grabada sobre las tablas" (Ex 32:1-16) es muy probable que el primer capítulo del Génesis haya sido escrito directamente por Dios.
Todos los teólogos están de acuerdo en que la síntesis contenida en los primeros 34 versículos de la Biblia son lo más sabio, perfecto y preciso que se haya escrito sobre la tierra juntamente con los Diez Mandamientos. Esta parte de la Biblia es el fundamento de la palabra de Dios, tanto o mas importante que el fundamento moral de los Diez Mandamientos; están redactados y escritos en tiempos que aún ni siquiera el lenguaje estaba definido. Es muy probable que esta primera y más grande revelación Divina haya sido escrita directamente por Dios. Y si hablamos de un Dios sabio y poderoso. ¿Porqué no podría ser su Autor( Si pudo crear el Universo y la Vida. ¿Porqué no podría escribirnos la versión oficial(
Después del relato de la Creación viene el relato de la vida del ser humano en el "Huerto del Edén", huerto que es como "laboratorio y vivero" en el cual Dios puso a su principal criatura terrenal como ser hecho a imagen y semejanza de su Creador; junto al relato de los primeros siglos de vida. Todo lo cual debe corresponder a otros libros escritos por cualquiera de los hombres que el Génesis destaca, como Enos, Enoc (Gen4:26) o por Noé. Si Noé sabía construir barcos… ¿Porqué no podría escribir( Noé pudo escribir perfectamente desde el capítulo 5 en adelante hasta el capítulo 9, porque son vivencias propias en una etapa especial del hombre, de la humanidad y de la tierra.
Para "opinólogos" modernos, amantes de las fantasías extraterrenales y dentro de las posibilidades que nos brinda el Multiverso de la existencia, ¿Porqué no podría dar cabida a otros escritos antiguos desechados por la exégesis como el Libro de Enoc citado por algunos escritores bíblicos?
Abraham es otro hombre clave en la revelación de Dios. Perfectamente puede ser el autor de los capítulos 10 al 24 correspondientes a un período de 525 años postdiluvianos, de los cuales vivió 175 años (Gen 25:7)
Un quinto libro del Génesis podría incluir desde el capítulo 25 hasta el capítulo 35 y abarca un período de 105 años hasta la muerte de Isaac.
Un sexto libro podría incluir el capítulo 36 al 50, cuyo tema principal es la vida de José y el nacimiento del pueblo de Israel en Egipto. Abarca un período de 80 años. Su más probable autor es el mismo José como gran dirigente político y gobernador de Egipto.
En esta parte de la historia, los únicos interesados en registrar y conservar los eventos como parte de un futuro trascendente de la humanidad fueron los sabios impregnados de inquietudes e ideales de un hombre espiritual, que no pudo convivir con el sensualismo y materialismo de las mayorías; obligado a dejar su lugar de origen a tierras desconocidas. Su representante más importante es Abraham, conocido como el Padre de la Fe, que debió dejar Ur de los caldeos para vivir en tierras apartadas, lejos del paganismo, superstición y violencia de su país. (Gen 11: 26-32 y 12: 1-9)
Cada uno de los relatos del Génesis corresponde a una época especial de la humanidad, obedecen a una causa que los impulsa y motiva, comparada con lo que hoy podría ser lo que los cristianos llaman una época de "avivamiento" que se caracteriza por una situación social de crisis catalizadora de cambios, donde por naturaleza aparecen y se destacan líderes u hombres especiales.
Después de cada período viene un tiempo de calma o de silencio, en que se ignora los detalles de la historia de la Revelación, tal cual ocurre desde la muerte de José hasta el nacimiento de Moisés en Egipto el año 1571 A de C y 81 años después de la muerte de José.
Desde la muerte de José, hijo de Jacob y líder del pueblo de Dios en tierra extraña, hasta la revelación de Dios a Moisés en la zarza ardiente transcurrieron 144 años (Ex: 3:2), a partir del cual Dios se revela a la humanidad con los milagros mas portentosos realizados a la vista de los hombres.
Como Moisés no ha habido ningún hombre en la tierra antes ni después de él que hablara cara a cara con Jehová, excepto nuestro Señor Jesús (Deut 34:10)
El paralelismo y la semejanza entre el nacimiento de Moisés, su vida, sus obras y sus milagros con el Señor Jesús como libertador de la humanidad son muchos, y los judíos lo consideran el fundador de su Nación y las leyes de Dios contenidas en el Pentateuco se conocen como "Ley de Moisés". (Hch 13:39)
Moisés nació en Egipto y se crió en la corte de Faraón, sede de la cultura más grande de la antigüedad histórica, cuyos sabios eran poseedores de grandes conocimientos revelados al hombre por Dios. Quizás, pudieron ser los depositarios de los primeros libros del Génesis y de los ritos primitivos trasmitidos a través de Noé y Sem. Lamentablemente el hombre, una vez más había interpretado mal la revelación Divina distorsionando sus enseñanzas.
Cuando Moisés se presentó a Faraón solicitándole dejara ir a su pueblo, éste le contestó. ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel( Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel (Ex 5:2).
Habían transcurrido 857 años después del Diluvio y menos de 150 años después que José había sido Gobernador de Egipto y Faraón y su Corte ya se habían olvidado de Dios y de todo, seguramente no tenían necesidad de estas cosas, estaban deslumbrados con sus magos y la magia oficial, o bien estaban sumidos en el poder y su orgullo que desconocieron al verdadero Creador y Su mensajero.
Cuando Moisés transformó la vara de Aarón en culebra, los sacerdotes y los magos de Egipto hicieron lo mismo, con la diferencia que la culebra de la vara de Aarón se comió a la de los magos egipcios. A cada milagro que hacía Moisés, los magos le replicaban con otro igual. Convirtieron las aguas de los ríos en sangre (7:22); hicieron venir una plaga de ranas (8:7) y también una plaga de piojos (8:18). A medida que Faraón se negaba a obedecer, el tipo de plaga era más terrible, a tal punto que ya afectaba a los propios magos de la Corte (Ex:9-11) Los milagros de Dios eran en el propio campo de los dioses falsos, delante de los magos y religiosos oficiales y delante del poder terrenal mismo.
La civilización egipcia
La historia nos dice que los egipcios eran un pueblo semita descendientes de Sem, hijo de Noé, que en tiempos de Moisés formaban un gran imperio con su organización política, administrativa y militar.
Se conocen grandes avances que hasta esa época tenía la civilización de los faraones en la técnica, en la geometría, matemáticas o la construcción. Esto y mucho mas era la cultura donde se crió Moisés, quién como noble egipcio tuvo acceso a todos estos conocimientos y seguramente a los archivos y registros de sus palacios y bibliotecas, que Dios usó para hacerlo instrumento Suyo; no sólo para liberar al pueblo elegido, sino también para complementar su sabiduría terrena con los conocimientos de la Verdad Divina.
Dios entregó y reveló a Moisés lo que en síntesis es la Creación de todo el universo, de la tierra y del hombre en libros y períodos claves para la humanidad que el patriarca recopiló. Muchas cosas, sin embargo, nos corresponden a nosotros averiguar para tener una visión clara de la revelación de Dios y defenderla de la prescindencia que el racionalismo y los magos oficiales pretenden aplicar en la mente y en la vida de los hombres.
En una sociedad primitiva, sobrada de tierras vírgenes y recursos, sus únicos problemas surgieron por el aumento de población y las necesidades inducidas por ello. El encasillamiento social se daba entre "hijos de Dios" y el resto de los hombres. Caín y su descendencia manchadas por la violencia contra sus hermanos tendían claramente hacia un "progresismo" actual: El remordimiento por la muerte de Abel y el temor a la venganza les llevó a crear las armas, que junto a los instrumentos musicales, configuran el modelo de sociedad de nuestros días. (Gen. 4: 20-22)
Del relato primitivo se desprende que las necesidades básicas del humano son las mismas hoy que en la antigüedad, consideración que nos lleva a resolver la ecuación. Así, las interrogantes e incógnitas que todo lector bíblico encuentra están al principio, en lo más importante, en lo que el racionalismo utiliza como contra argumentos para ignorar la palabra de Dios.
Leamos por ejemplo:
"Dijo Caín a Abel: salgamos al campo" (Gen 4:8)
En tiempos de Caín y Abel sólo había campos, donde literalmente vivían cuatro personas. ¿Qué puede significar entonces(
Con el conocimiento de hoy, de la relatividad del tiempo y de una tierra nueva, pura y exuberante en el origen; con un hombre sano, fuerte, natural y libre, obviamente prolífero; con necesidad de vivir en comunidades, surgieron pronto las ciudades y por ende la manifestación de problemas sociales y lucha de clases de acuerdo a Carlos Marx.
"Y dijo Caín a Jehová: y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare me matará". "Entonces Jehová puso señal a Caín, para que no lo matase cualquiera que lo hallare"; "…Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio luz a Enoc" (Gen 4:13-17)
¿Qué mujer conoció Caín si fue expulsado del lado de su grupo social(. ¿Quién lo matará( Había, ya, mucha gente en ese lapso.
"Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas".
Hoy han proliferado las teorías fantásticas de extraterrestres y terrícolas que se sustentan en este pasaje, que a raíz del aumento de la población de un hombre históricamente terrenal y humano con nuevas necesidades resulta en una mezcla entre la descendencia de Abel y Caín.
Un simple cálculo matemático y estadístico nos muestra que la población de un país hoy se duplica en menos de cincuenta años (Maltus)
Los problemas en un planeta virgen como en tiempos de Noé (= Consolación) solo vienen por exceso de población como causa del mal y de injusticia social. La sobrepoblación corresponde a las causas que provocaron un evento como el Diluvio, narrado desde el capitulo seis en adelante. Dos capítulos llenos de interrogantes que involucran la Creación toda por causa del pecado del hombre. (Gen 6: 1-12)
El escritor pre diluviano observa el pecado del hombre, pero lo que está ocurriendo es un cambio en el sistema solar y el universo de acuerdo a la teoría de la expansión de los cuerpos celestes en el espacio. La tierra se estaba alejando del sol desde el big bung. Sin embargo y conforme a física cuántica es probable la incidencia de sus leyes en la mente de los hombres y su conducta.
Los teólogos no explican estos pasajes desde un punto de vista científico y prefieren que la gente crea que Dios miente, pero en estas interrogantes está el fundamento de toda la revelación de Dios al hombre.
Las interrogantes, sin embargo, ya están resueltas a nivel de teólogos y científicos en un silencio que a veces resulta dudoso porque sigue siendo provechoso esconder la Verdad al pueblo. Para la política y ciencias como la Sociología y la Economía conviene tener al pueblo con pan y circo para controlarlo fácilmente. Así como se hizo por 1200 años cuando era mejor esconder la palabra de Dios antes de darla a conocer al pueblo, y de hecho cuando se conoció, cambió el curso de la Historia, después de Martin Lutero.
Se sabe que el Vaticano, en estrechas relaciones con Europa y Estados Unidos ahora, detentores del poder del mundo, son poseedores de grandes secretos, por cuanto son depositarios de todos los tesoros y escritos del mundo y de Jerusalén que el Imperio Romano saqueó y transportó a Roma el año 70 de nuestra era junto a la nobleza judía.
Roma conquistó todas las capitales del mundo conocido de la época, de pueblos que durante la historia habían acumulado riquezas, conocimientos y tesoros de todos los países e imperios del mundo.
Los romanos conquistaron Egipto, Grecia, Asíria, Persia, Babilonia, Siria, Israel, Tiro, Fenicia, Cartago, Alejandría, etc. Roma acumuló y protegió todas las riquezas y botines de guerra; quedando bajo el poder de la Iglesia Católica, que eran los únicos que sabían leer, ni siquiera la nobleza, y que jamás nadie ha podido dominar y violar estos secretos.
Son estos tres poderes ahora, Roma, Europa y Estados Unidos los que dirigen lo que se les debe enseñar a los pueblos, los que interpretan la Verdad al mundo conforme a ellos les convenga. Los papas y los emperadores no se declararon infalibles ni divinidades porque sí. Fue por razones poderosísimas que con el tiempo escaparon a su control porque no pudieron conquistar a todas las mentes. El poder no es cuestión de conquistar países y riquezas, sino conquistar esencialmente personas y sus mentes. No es una "lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Ef 6:12) Satanás no se encuentra preocupado del borrachito o prostituta pobre y humilde sino en las grandes instituciones y los gobiernos de los pueblos que producen los borrachitos y las prostitutas.
El Creacionismo
El Creacionismo es una de las teorías actuales sobre el origen de las cosas contrapuesta a las teorías fundadas en la evolución materialista del racionalismo enunciada por Carlos Darwin, pensamiento predominante desde el siglo XIX.
El Creacionismo niega la teoría de la evolución humana y las explicaciones científicas sobre el origen de la vida, cuyas pruebas científicas basadas en fósiles, huellas geológicas y genéticas; que en sí tienen menos soporte lógico que el Diluvio Universal basado en un universo que se expande. El Creacionismo está basado en los "principios" expuestos en los escritos de la Biblia, que no es lo mismo que los dogmas de las religiones, con fundamentos en el Génesis o primer libro de la Biblia.
De una forma más moderna lo han llamado "Diseño Inteligente" a fin de acomodarlo al racionalismo moderno que pretende imponer en las actividades e instituciones públicas, cualquier alusión a lo que sea Dios, a fin de limpiar las ciencias o la enseñanza oficial de cualquier atisbo religioso. En el mundo han logrado imponer en algunos países la denominación de los tiempos "Después de Cristo" o "Antes de Cristo" como Era Común. Vivimos en el año 2014 de la Era Común (E. C.), antes del año cero se denomina "Antes de la Era Común" (AEC)
El diseño inteligente propugna que como en toda obra humana, un reloj por ejemplo, existe una inteligencia que lo pensó, lo diseñó y lo construyó; así en la naturaleza todo aquello que cumple una función para el desarrollo o funcionamiento de un órgano vital para su existencia, tiene tras de sí un diseñador y una inteligencia.
Valga la oportunidad para dejar constancia que "el final de los tiempos" asignados a la vida natural en nuestro planeta en el desarrollo del universo, está contemplado una etapa racionalista "anti dios" en que se combata todo lo que se asemeje a Cristianismo.
Sobre el Génesis o el principio de la Creación hay muchas interpretaciones, dirigidas principalmente a dos criterios:
Primero: Tratar de negar los dogmas religiosos al respecto para quitar autoridad e importancia a la Revelación Divina o explicación Bíblica de la Verdad. Negando la Biblia, negamos a Dios y negamos la moral que nos somete a ciertas reglas de convivencia social, restrictivas para muchos.
Si hay algo que fortalece el poder de Occidente es la creencia mayoritaria en un Dios vivo y amante de sus seguidores por el cual conquistó Europa D de C y antes de terminar el siglo XX venció el poder del materialismo marxista que amenazaba la humanidad. Hoy el enemigo no es una ideología humana como el marxismo, sino un poder religioso que perdió su influencia para la Segunda Guerra Mundial con la caída del Imperio Turco, que justamente después de un siglo, está renaciendo en el Medio Oriente, en las tierras donde se escribió el Génesis.
Segundo: Dar forma lógica, racional y científica a las teorías sobre el Universo y la Creación como definitivas, junto a otros aspectos alejados de la revelación espiritual de Dios, revelación que a la luz de la modernidad aparece obsoleta. No se considera la inmaterialidad de teorías modernas como la física cuántica o la existencia de múltiples universos por sobre la velocidad de la luz, teorías difíciles de demostrar en un mundo material, por cuanto se carece de los elementos que exige una verdad para ser tal.
El conocimiento predominante en nuestros días tiene apenas 400 años, sin embargo el Génesis, por si sólo ha traspasado los siglos y la Historia junto al resto de la Biblia y ha vencido cualquier obstáculo para llegar a nosotros. La historia se ha encargado de purificar lo que sirve al hombre, formado de los elementos que componen la tierra y el universo, hecho para captar lo invisible de la Creación.
Los hombres apartados por Dios se aprendían de memoria los relatos bíblicos de generación en generación aparte de escribirlos, copiarlos y protegerlos por cualquier medio. Si los enemigos descubrían algún escrito y lo destruían, el hombre se podía salvar huyendo, escondiéndose o salvando su vida como esclavo si fuere necesario, desde donde reconstruía nuevamente la versión para sus descendientes.
Cuando se habla de Creación Universal se olvida que este término abarca todo, lo material y lo inmaterial, la Vida y la Muerte, lo bueno y lo malo, junto a las leyes universales que lo rigen todo. Si tenemos una razón que nos permite formar juicios y fijar valores a éstos y a las cosas; si decimos que creó lo bueno es porque debe haber algo que es contrario a lo que nosotros calificamos de bueno, el MAL.
No podemos separar ningún aspecto de la Creación para que obedezca a leyes finitas enunciadas por el hombre, que rigen a lo más, dentro del sistema solar. Tampoco podemos partir de supuestos que rechaza una ciencia para ser tal, por cuanto éstas y el racionalismo son los que expusieron las reglas del juego en el método científico.
Considerando lo anterior podemos decir que las ciencias ni el relato bíblico del Génesis de Moisés están errados. Si superponemos ambas proposiciones coinciden en forma maravillosa, porque las ciencias refuerzan la veracidad y la posición del escritor bíblico, su sabiduría, su autoridad, su actualidad, base para el desarrollo, para la moral y como regla de convivencia para la raza humana entera.
Los dos criterios expuestos se complementan para acercar la lógica de las ciencias con la dogmática de la religión, si se considera la Relatividad del Tiempo, la materia y el universo. La ciencia oficial, la ciencia material es la "Ciencia del Bien y del Mal". La ciencia que salva vidas y la que produce armas para destruirla.
Según estas teorías científicas, el tiempo es válido solo dentro de nuestro planeta a causa del Reino Vegetal y Animal que lo habita, dependiente del tiempo. Fuera del sistema solar nuestro tiempo no corre o no es válido, aunque existiese otro sistema solar con vida u otras civilizaciones.
La ciencia del Bien y del Mal afecta solamente al hombre por ser el único ser viviente que tiene pensamiento y está dotado de una conciencia, de un discernimiento o libre albedrío.
Como ser consciente, el hombre es el único individuo que pretende explicarse su paso por este planeta. Es el único que se ha preocupado del porqué vivimos; qué estamos haciendo en este universo infinito; preguntas que nacieron en una cabeza de carne y huesos como la de todos los demás animales. Preguntas sin respuesta que nacieron de un organismo carnal dotado de pensamiento que se dirige al infinito del espacio como si de allá viniésemos. Miramos la luz de las estrellas como si ellas fueron nuestro origen y quién sabe si al morir, cual las aguas se evaporan de la superficie del mar, nos reuniremos en la atmósfera Divina para volver a la tierra, a nuestra base, desde la cual exploraremos el universo algún día junto a nuestro Maestro. Sin el hombre este universo no tiene razón de ser o de existir.
Si le sacáramos la especie humana a este planeta, éste sigue recibiendo la energía solar y captando la energía del movimiento terrestre; la vegetación sería cada vez y mas y mas exuberante y el reino animal más abundante, todo en un equilibrio perfecto de vida y muerte por la eternidad. ¿Para que(
Todas estas inquietudes sobre el universo no son patrimonio del hombre moderno e intelectual, sino desde que la humanidad existe. Cada individuo en cada generación de todos los tiempos se ha hecho tales preguntas y se han dedicado vidas y pueblos enteros a responderse tanta interrogante. Desde que se tiene memoria de la humanidad y mientras más se busca y excava en las profundidades de la tierra donde han quedado las huellas del ser humano en el tiempo, se han encontrado, cual tarea para la actualidad, las mismas inquietudes que nuestros antepasados no lograron responderse.
Como ser consciente llevamos dentro de sí el instinto y el deseo de vivir mejor, de conocer, de amar y de proyectarnos al futuro como parte del concepto de felicidad. La conciencia del entorno inmediato en relación al infinito, el aspirar a remontar el universo, el no querer dejar este mundo y aferrarnos a la vida aunque la estemos pasando terriblemente mal, junto con la capacidad de crear y de hacer cosas que nos permitan alcanzar metas y llegar cada vez más lejos, a lugares inalcanzables como el fondo del mar, a las profundidades de la tierra, o pretender alcanzar una estrella; nos mueve a investigar, estudiar y perfeccionarnos y a compartir nuestros descubrimientos y nuestras inquietudes. La solución a los obstáculos que la naturaleza y el universo nos pone, son el capital del conocimiento que hemos adquirido como especie. Son la revelación al hombre.
Los principios fundamentales que expusieron nuestros antepasados, que nos trasmitieron oralmente de generación en generación hasta que pudieron ser registradas sus experiencias, sus vivencias y sus inquietudes están expuestas y ordenadas en un único compendio, seleccionado y apartado como el más sabio libro conocido y llamado "revelación de Dios al Hombre", la Biblia Santa.
Definitivamente es único y no hay otro que impulse al hombre a entregar su vida por defenderlo, difundirlo y aplicarlo desde siglos de historia humana porque en él está el agua de la vida, o quizás sea el árbol de la vida a que se refiere la misma palabra de Dios (Gen 3:22)
En él tenemos la Creación del universo y del hombre como una sola obra, proyectada y materializada por un gran Creador. En él tenemos la historia pasada, la historia presente y futura de la humanidad. En él tenemos las reglas del juego para satisfacer nuestras necesidades como sociedad de individuos en general, nuestro pasado y nuestro futuro; todo lo positivo y lo negativo acorde con el universo y la Naturaleza.
Si hubiere otro libro o documento semejante, que reúna tales características, nadie se ha atrevido a hacer lo mismo, a entregar su vida por él en servicio de sus semejantes, simplemente porque no contiene las motivaciones de vida y objetivos divinos de la Biblia.
El Corán de los árabes promueve la violencia y el dominio por la guerra, no contiene reglas ciertas sobre el universo, sobre el hombre y su futuro que sean universales, es decir que satisfagan a todos los hombres y el saber. No llegan por nuestras tierras encargados de difundirlo como es la práctica y motivación de todos los Cristianos, independientemente de su denominación.
Ni los sumerios, ni los egipcios, ni los asirios, ni los babilonios, ni los griegos, ni los romanos, etc. grandes civilizaciones del pasado ofrendaron su vida y sus pueblos en bien de la humanidad o por un ideal; por dejarnos sus conocimientos o sus inquietudes o sus proyectos de futuro en un libro semejante. Más aún, son estas mismas civilizaciones nombradas las que están mencionadas en la Biblia como anti ejemplo de lo que debemos ser.
Grandes civilizaciones del Lejano Oriente como los chinos, los hindúes o los japoneses, tampoco nos ofrecen algo semejante, por cuanto, aparte de no tener proyectos universales, consideran al hombre incompleto y, por lo tanto, los frutos que de ellos han salido para la humanidad son perniciosos para los pueblos y la sociedad.
Cualquier libro de sabiduría que sea elitista y/o difunda en secreto sus métodos, es porque no reúne las condiciones de perfección que contiene la Biblia. El contenido de la Biblia es vida, cambia las personas y a la sociedad; es la receta para todo el mundo y para todos los tiempos.
Es precisamente el comienzo de la Biblia el más controvertido porque nos sumerge de inmediato en lo más remoto de los tiempos, desde antes que existiese nada. Es aquí donde tenemos que aplicar tres mil quinientos años de conocimientos adquiridos y donde el tiempo, la materia, la energía, la velocidad, desde Platón, pasando por Ptolomeo, Copérnico o Einstein, hasta nuestros días no logran desvirtuar el relato de Moisés.
En unas cinco mil palabras, unos siete capítulos de la Biblia, menos de lo que abarca el cuento de la Caperucita Roja, para contarnos y explicarnos lo que ocurrió hace del orden de cinco mil millones de años, de cómo fue el origen del universo, la tierra y el hombre.
Miles de libros se han escrito a favor o en contra de estas cuantas páginas y no hay biblioteca en el mundo donde no exista un ejemplar de la Biblia y muchos más que hablan de ella procurando explicar su misterioso contenido.
Tanto sabios como analfabetos y humildes que sólo saben leer pueden conocer en cualquier idioma del mundo la primera afirmación y respuesta a una de las más grandes inquietudes del ser humano y sobre la cual no da ninguna explicación o justificación. Sólo nos responde la pregunta que todos alguna vez nos hemos planteado durante nuestra existencia:
"En el principio creó Dios los cielos y la tierra"
Eso es todo. Así de taxativo. Seguro. Se supone que Ud., alguna vez, se hizo esta pregunta o tiene la inquietud de saber la respuesta. Si quiere la acepta o la rechaza; es cuestión suya, pero le está diciendo:.
Que el universo y la tierra en que vivimos tienen un principio
Todo lo que tiene un principio significa que es limitado o finito.
Nos dice que el universo y la tierra fueron creados, es decir, no se hicieron solos; no se auto formaron o no se auto generaron.
Al ser creados el universo y la tierra es porque tienen un Autor.
Quién crea es porque tiene inteligencia y no es simplemente materia.
Nos dice de inmediato que este Creador es Dios.
Si Dios creó algo que nuestros ojos están viendo, tan grande, tan maravilloso, tan imponente, es porque el Creador es infinitamente más poderoso o extremadamente más poderoso y sin igual.
Dios hizo los cielos y la tierra:
Los cielos es lo que está sobre nuestras cabezas y se extiende hasta el infinito. Es el término que ya usamos, es el universo con todos sus astros y elementos.
La tierra es lo que está bajo nuestros pies. Es lo que nos sustenta, lo que nos cobija, lo que nos alimenta; donde nacemos, donde morimos, lo que nuestros sentidos palpan, lo que nuestros ojos ven; donde se manifiesta la vida, donde convivimos con nuestros semejantes.
De cada palabra de la Biblia, de cada afirmación, de cada uno de los sentidos que aplicamos podemos hacer un tratado; y de hecho han transcurrido ya unos 3500 años, analizando, investigando, pensando, discutiendo y escribiendo sobre esta primera frase, y aún lo hacemos, para hacer entender a la gente que la única salida que tenemos para la problemática social e individual es recurriendo al autor del que nos hizo, cualquier salida está en las instrucciones del Creador, en la Palabra de Dios, en la Biblia.
La primera frase del Génesis nos afirma sin ninguna duda, con toda la autoridad de la certeza y de la Verdad que "en el Principio creó Dios los cielos y la tierra". Este es un "Dogma" que no necesita explicación, o por lo menos no necesitaba cuando se escribió, y que debemos aceptar, no porque no tenga, sino porque no era necesario para los planes de Dios y quizás, una carga demás para los hombres por su complejidad.
Quizás previendo nuestras inquietudes y nuestras dudas, se nos dan más adelante algunos detalles necesarios para deshacer las obras del mal que pretende, también desde el principio, desmentir las afirmaciones y dogmas divinos.
Para los propósitos del Creador esta afirmación o dogma es suficiente. De qué sirve ponerle tiempo al Origen. La misma ciencia no tiene forma de dimensionar el infinito y hasta hoy las teorías no satisfacen completamente la física o la matemática conocida, o mejor dicho, los resultados de las fórmulas aún tienen que someterse a ciertos dogmas científicos, como que la velocidad de la luz es un límite al cual no se puede llegar. Así como la astrofísica necesitó del éter, necesita que la velocidad de la luz sea un límite o una constante para que se cumplan las fórmulas matemáticas y la fenomenología sideral. La misma teoría de la relatividad se fundamenta, en un dogma científico, es decir, en algo que debemos aceptar sin poder explicarlo o demostrarlo conforme a método.
Las obras de Dios son inconmensurables y no hay mente humana, ni tecnología, ni computadores que puedan resolver la cuestión del Principio y la semejanza entre la teoría de la Gran Explosión con el Génesis, solamente significa que el conocimiento humano no ha sobrepasado la Revelación a Moisés y la Palabra de Dios sigue igual.
Si el principio fuese explicado con fórmulas matemáticas y físicas nadie habría entendido. Si sólo un idioma muerto como el latín sirvió para engañar a los pueblos por más de un milenio, cuánto más habría sido con fórmulas matemáticas en poder de mentes asesinas como Hitler. Los mismos científicos tienen las manos manchadas con sangre inocente porque pasaron los conocimientos, las fórmulas y la tecnología a los dictadores. Los mismos que sustentaron el poder tecnológico de Hitler se fueron a Rusia y Estados Unidos con el consecuente sufrimiento para la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial.
¿Para qué quieren saber el cómo y cuándo se creó el universo(. ¿O cómo se creó la Vida( La única respuesta es para negar la Biblia y negar a Dios exaltando al genio humano y poder engañar al hombre. Y ésta no es una inquietud humana; éste es el propósito del príncipe del mal, llamado Satanás. Satanás es anterior al hombre y es una de las criaturas del universo que procura conquistar almas para sus propósitos. Quizás la gente no acredite en Satanás, pero acredita en imágenes de hombres gorditos, sonrientes como Buda, confeccionadas en yeso o madera bien pintaditas, a veces con cara de mártir, a quienes les hablan, se encomiendan a ellas y se inclinan a ellas como si pensaran, como si les escucharan, hablaran o tuvieran algún poder.
Si alguna vez le hiciera algún milagro, o le sangrara la cara o le hablara, téngalo por seguro que es Satanás o sus servidores, que al igual que a Eva en el Edén, la engañó haciendo hablar a una ridícula serpiente. Lo trágico es que el poder de todos los tiempos ha usado a la religión para dominar y explotar en paz a las mayorías ignorantes.
Es una vergüenza que hombres que se creen racionales e inteligentes hayan demorado cinco mil años para lograr una cultura como la de hoy, que apenas tiene a lo mas doscientos años, donde gran parte de la humanidad está sumida en el paganismo de las imágenes, el fetichismo, el hedonismo o el sensualismo. Es inconcebible que el único ser dotado de razón haya quemado en la hoguera a sus semejantes en el nombre de Dios en la Edad Media. No hay razones para eventos como los de Hiroshima, Vietnam o Irak.
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