Indice1. Introducción 2. Una breve reseña histórica 3. Efectos particulares de los componentes de las bebidas cola 4. "Alternativas" De Las Bebidas Cola 5. Pruebas gráficas de los efectos de las bebidas cola 6. Aspectos Destacables 7. Consideraciones Finales 8. Bibliografía y material consultado
Desde hace tiempo, las empresas internacionales productoras de bebidas cola colocan sus productos con facilidad por medio de grandes campañas publicitarias que llevan a cabo modelando el gusto de la gente desde la infancia e induciendo a la compra sin que medie un proceso reflexivo previo, sino generando una respuesta automática en el consumidor. Algunos de estos productos no tienen realizados -por los organismos de control– los debidos exámenes y análisis de los efectos adversos que puede originar su consumo. La mayoría de las veces, y aunque esas compañías productoras los conozcan debidamente, no están dispuestas a sacrificar sus cuantiosas ganancias en beneficio de la salud de los incautos consumidores. Así, miles y miles de estanterías en los mercados, negocios minoristas y kioscos de todo en mundo los ofrecen a la venta, pudiendo ser adquiridos -sin ninguna regulación ni preocupación oficial- por cualquier persona, aun niños de corta edad.
Este comportamiento se debe a la constante presión de estas empresas gigantes en un doble frente: actuando sobre impulsos primarios de los consumidores, asociando su consumo a situaciones de placer y, especialmente, sobre los organismos encargados de este control, a quienes silencian por un oscuro manejo de presiones y concesiones. Gran parte de estas compañías no han perdido nunca un juicio en su contra, y por las indemnizaciones conseguidas, al amparo de la ausencia de legislaciones adecuadas -o no aplicadas- y de una justicia complaciente, han ocasionado la quiebra o bancarrota de sus demandantes ocasionales, que actuaron la mayoría de las veces impulsados por el interés general y el beneficio común.
Gobiernos de todo el mundo, por temor a represalias de los países de origen de estas bebidas, que dan apoyo a la presión empresarial, no se atreven a considerar siquiera la posibilidad que dichos productos puedan ser prohibidos. Mientras tanto, estas compañías pueden seguir aumentando sus jugosas ganancias, sin importar que sean o no aptos para el consumo, o tengan, como tienen, enormes restricciones a su ingestión. Como resultado de esta actitud de indiferencia general, muy pocos quedan excluidos en la responsabilidad del deterioro sanitario poblacional. En una escala ascendente, son culpables los organismos de control bromatológico municipales, los cuales, pese a lo expresado en el Código Sanitario Nacional, hacen la vista gorda pese a la inclusión ex profeso en estas bebidas de sustancias tóxicas (algunas cancerígenas, otras neurotóxicas), sin que exista la mínima intención de hacer algo al respecto. Rosario, que fue la primera ciudad de la Argentina –y la segunda ciudad en el mundo- que contó con un Código y una Oficina de Control Bromatológico, prohibió expresamente la producción y consumo de Coca Cola en toda la ciudad, y esta sabia disposición sólo fue derogada por un oscuro acuerdo entre Concejo Municipal y el Poder Ejecutivo y la empresa productora realizado a comienzos de la década del 60. Naturalmente, no se sabe a ciencia cierta cuales han sido las consecuencias sanitarias de esta tremenda decisión, aunque, a estar por los resultados internacionales, ya son varias generaciones de individuos con patologías como: osteoporosis, cáncer de cerebro, Alzheimer, Parkinson, lesiones coronarias y cerebrales, avitaminosis diversas, y muchas otras enfermedades, que se enmascaran en las estadísticas oficiales con otras de diferente origen.
Son culpables, además, los Concejos Municipales y los Poderes Ejecutivos Municipales que, aun sin desconocer los innumerables efectos adversos de las bebidas cola, permanecen inmutables ante esta calamidad sanitaria, colocando como prioridades, en una absurda escala de valores, a los arreglos de plazas y espacios públicos, iluminaciones o pavimentaciones, sin desconocer la importancia que puedan tener, pero que no deberían jamás anteceder a la salud de sus habitantes. A los políticos de cualquier signo siempre les cuesta trabajo entender aquellas actividades para el bien común que se hallan desvinculadas del rédito electoral inmediato.
Son culpables también los Ministerios de Salud Pública y los Poderes Ejecutivos provinciales, porque en su función específica deberían crear los principios normativos que regulen el consumo de alimentos y bebidas, o, al menos, interpretar correctamente las leyes o disposiciones que emanan del Poder Ejecutivo Nacional, y en el supuesto caso que no existan, ello no los exime de las responsabilidades inherentes, porque está dentro de sus capacidades el dictar las leyes ad hoc que se requieran. Es culpable, además, el Estado Nacional porque en cualquier circunstancia debe existir una correspondencia biunívoca entre los problemas emergentes de la sociedad en su conjunto y las normas y procedimientos que el Gobierno debe instrumentar para solucionar dichos problemas. No pueden desconocerse los problemas de la sociedad porque constituyen la esencia misma de la gestión del Gobierno. A este respecto, no cabe duda que los diversos gobiernos han mostrado una morosa, y más aún, claudicante actitud. Por último, somos culpables todos, porque muchos miembros de esta sociedad conocemos el peligroso arsenal tóxico que se oculta detrás de las imágenes placenteras del marketing instrumentado por las compañías productoras de bebidas gaseosas, y hemos hecho muy poco o nada al respecto. Médicos que miran con indiferencia el consumo de estas bebidas en bares y confiterías –y aún en sus propios hogares- por una población ignorante del peligro. Farmacéuticos y bioquímicos que también saben y que callan. Abogados que no litigan. Por omisión inconsciente o deliberada, por indiferencia o por miedo, a todos nos alcanza la responsabilidad que este estado de cosas se mantenga.
La finalidad de este informe es generar una concientización de los efectos adversos que ocasiona el consumo de bebidas cola. El título es una síntesis de dichos efectos, pues abarca desde la adicción progresiva que experimentan los bebedores de estos refrescos, como los graves trastornos al organismo ocasionados por las sustancias componentes. En sí, no es más que una somera recopilación de estudios y trabajos que han realizado personas y organizaciones de todo el mundo, aunque muchos de los datos indicados fueron corroborados personalmente mediante análisis en el laboratorio. Nada de lo que está señalado aquí es de carácter ficticio. Mi intervención ha sido la de recopilar toda la información, comprobarla en lo posible, y redactarla de manera sintética para favorecer su interpretación por parte de cualquier lector interesado en su propia salud y la de los suyos. Pese a que consumir estas bebidas siempre será una decisión personal, este informe aspira a esclarecer los mecanismos con los cuales actúan los componentes principales de la bebidas gaseosas cola, haciendo notar también los mecanismos publicitarios de los que se valen sus productores para enfatizar su consumo. Este hecho que permitirá formar una base conceptual para tomar decisiones acertadas acerca del cuidado de la salud.
A continuación se hará una reseña de la creación de la empresa Coca-Cola y de su conocido producto. Se abarcará sólo la historia de la Coca-Cola, ya que su bebida tiene antecedentes muy anteriores a las de las otras compañías. Puede considerarse a dicha marca como la precursora de las bebidas cola del mercado. La Coca-Cola, el refresco más conocido del mundo, fue creado el 5 de Mayo de 1886 por John Stith Pemberton. Éste era un farmacéutico e inventor nacido en Knoxville (Georgia) en 1831, que asistió a la Escuela de Medicina Botánica de ese mismo Estado. Ya había inventado varios productos que le proporcionaban una fuente de ingresos muy destacable. Entre ellos se encontraban el "Gran Vigorizante del Dr. Sandorf" o el "Eureka Oil", ambos patentados.
Pemberton, como farmacéutico, tenía acceso al mundo de las drogas, lo cual facilitaba el desarrollo de sus inventos. Entre las que utilizaba para la formulación habitual de sus productos se encontraban la cocaína, la morfina y la marihuana. Si bien fue Pemberton quien comenzó a trabajar en el proyecto de la Coca-Cola a los 54 años de edad y el que obtuvo la primera fórmula, fue Frank Robinson quien le dio el nombre de Coca-Cola, y el que diseñó el logotipo utilizando una caligrafía spenceriana, optando por la combinación de los dos ingredientes del compuesto. Además, fue Robinson el primer fabricante del producto final. Angelo Mariani, químico corso y comerciante, fue realmente el precursor de la Coca-Cola, ya que creó y lanzó al mercado en 1863 el "Vin Mariani", vino hecho a base de extractos de coca. En poco tiempo, esta bebida se convirtió en uno de los productos farmacéuticos de prescripción médica más populares de la época. Es muy probable que la Coca-Cola, en su origen, sea una mala imitación del vino Mariani, o una adaptación de esa bebida al gusto norteamericano. En 1885 Pemberton lanzó su bebida como medicamento contra el dolor de cabeza y como estimulante. Su "secreto" radicaba en que la nueva bebida contenía cocaína. En 1886 retiró de ella el alcohol y le añadió nuez de cola (que contiene cafeína) y ciertas esencias agrias. En 1888 sustituyó el agua ordinaria por agua gasificada. Fue en 1891 cuando Griggs Candler, otro farmacéutico, compró todos los derechos relacionados con la Coca-Cola y, al año siguiente, fundó la actual empresa multinacional. En 1906, la cocaína pasó a ser ilegal en los Estados Unidos y los administradores de la "Coca-Cola Co.", como buenos hombres de negocios, se apresuraron a retirarla de la fórmula secreta de la Coca-Cola y la reemplazaron por cafeína, aumentando la dosis ya existente. Sin embargo, en 1909 aún existían en el mercado 69 imitaciones de la Coca-Cola, conteniendo todas cocaína.
3. Efectos particulares de los componentes de las bebidas cola
Las bebidas cola son productos perjudiciales para la salud, ya que en su composición intervienen sustancias que ocasionan considerables trastornos corporales, y pueden traer aparejadas gran cantidad de enfermedades. A continuación se destacan individualmente algunos de sus componentes principales, y los efectos que ocasiona individualmente cada uno de ellos.
Azúcar blanca Este ingrediente se encuentra en gran cantidad en las bebidas cola, y es un potencial generador de enfermedades. Los azúcares pertenecen a la familia de los carbohidratos. En particular, el azúcar blanco es un carbohidrato doble o disacárido, que en el organismo se descompone en glucosa y levulosa, constituyendo así dos carbohidratos simples. A diferencia de los carbohidratos complejos, como la fructuosa (contenidos en las frutas, vegetales, granos enteros, etc.), los carbohidratos simples se metabolizan rápido en el organismo, aumentando inmediatamente el nivel de glucosa, hecho que origina la liberación de grandes cantidades de insulina en el torrente sanguíneo. De esta forma, ocasionan una elevación repentina de los niveles de azúcar sanguíneo.
Los carbohidratos complejos como la fructuosa, en cambio, son de lenta eliminación, lo que le confiere a la persona que los ingiere una sensación de satisfacción más duradera. Los carbohidratos constituyen el "combustible" para el organismo. Una vez ingeridos, los mismos se convierten en glucosa. La glucosa es llevada a las células por la insulina, la cual es secretada por el páncreas. El organismo necesita glucosa para realizar todas sus las acciones que involucren gastos energéticos. Los carbohidratos simples muy refinados no aportan nutrientes significativos. Por el contrario, capturan vitaminas y minerales esenciales en el organismo. En particular sustraen vitaminas del grupo B, entre las cuales se encuentran las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B12 y el ácido fólico. Éstas son sustancias frágiles, solubles en agua, varias de las cuales son importantes para metabolizar los hidratos de carbono. El factor hidrosoluble B, en un principio considerado como una sola sustancia, demostró contener diferentes componentes con actividad vitamínica. A continuación se destacan la particularidades específicas de cada uno de los compuestos del complejo vitamínico B, enfatizando los mecanismos interrelacionados del organismo con las mismas, y los efectos congénitos de su carencia.
- VITAMINA B1
La vitamina B1 (tiamina, clorhidrato de aneurina), actúa como catalizador en el metabolismo de los hidratos de carbono, permitiendo metabolizar el ácido pirúvico y haciendo que los hidratos de carbono liberen su energía. La tiamina también participa en la síntesis de sustancias que regulan el sistema nervioso y se encuentra involucrada en la producción de neurotransmisores. La carencia de la vitamina B1 provoca trastornos psíquicos y trastornos en el metabolismo del sistema nervioso. El Dr. Wilder, investigador americano, hizo un estudio de con 1500 pacientes, enfermos mentales, a los en una dieta completa se les privó de vitamina B1. Al poco tiempo aparecieron trastornos psíquicos, que se suprimieron al volver a suministrarles la vitamina B1. Otros efectos de la falta de la vitamina B1 por la ingesta de alimentos muy ricos en azúcar son la deficiencia en la conducción en las excitaciones de los nervios, y la aparición de distintas formas clínicas del beriberi, que se caracteriza por debilidad muscular, inflamación del corazón y calambres en las piernas, e incluso en casos graves, accidentes cardíacos y muerte.
Si se reduce el aporte de tiamina, el cerebro tiene dificultades para procesar la glucosa. Por consiguiente, la carencia de este nutriente altera las facultades mentales. Un déficit grave de tiamina no sólo destruye la células cerebrales responsables de la memoria, sino que también aumenta el nivel de la proteína probable causante de la enfermedad de Alzheimer.
- VITAMINA B2
La vitamina B2 (riboflavina, lactoflavina), al igual que la vitamina B1, actúa como coenzima, es decir, debe combinarse con una porción de otra enzima para ser efectiva en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en el metabolismo de las proteínas que participan en el transporte de oxígeno. También actúa en el mantenimiento de las membranas mucosas. La disminución del contenido de la vitamina B2 provoca trastornos de la respiración celular, y, como consecuencia, alteraciones en el desarrollo y crecimiento, afecciones cutáneas de los labios, incurvación de las uñas, atrofilia de la lengua, enfermedades del estómago, etc. Esta vitamina es uno de los componentes esenciales que intervienen en la respiración celular.
La insuficiencia de riboflavina puede complicarse si hay carencia de otras vitaminas del grupo B.
- VITAMINA B3
El vitamina B3 (ácido pantoténico), vitamina del complejo B, cuya estructura responde a la amida del ácido nicotínico o niacina, funciona como coenzima para liberar la energía de los nutrientes. También se conoce como vitamina PP. La insuficiencia de vitamina B3 produce pelagra, cuyo primer síntoma es una erupción parecida a una quemadura solar en los lugares donde la piel queda expuesta a la luz del sol. Otros síntomas son lengua roja e hinchada, diarrea, confusión mental, irritabilidad y, cuando se ve afectado el sistema nervioso central, depresión y trastornos mentales. Administrada en grandes cantidades reduce los niveles de colesterol en la sangre, y ha sido muy utilizada en la prevención y tratamiento de la arterioesclerosis.
- VITAMINA B5
La vitamina B5 (niacina, ácido nicotínico) se presenta como cristales incoloros en forma de agujas. Es poco soluble en agua y alcohol e insoluble en solventes orgánicos. La niacina es imprescindible, ya que interviene en el metabolismo celular. Además, estudios recientes indican que limita la capacidad del hígado para producir colesterol.
- VITAMINA B6
La vitamina B6 (adermina, piridoxina) es fundamental para la descomposición de los aminoácidos. Esta vitamina cumple la importante función de asegurar los procesos biológicos que se llevan a cabo en el organismo, incluyendo el metabolismo de las grasas y las proteínas. En ausencia de piridoxina el metabolismo se altera. Un creciente número de investigaciones apoyan la teoría que la falta de vitamina B6, origina trastornos como el síndrome del túnel carpiano, la diabetes, la pérdida de memoria y el síndrome premenstrual. También es importante para el buen funcionamiento del cerebro, ya que es un nutriente fundamental para la formación de los neurotransmisores; es decir, las sustancias químicas que permiten que las células del cerebro se comuniquen entre sí y con otros órganos. Un déficit de esta vitamina afecta la memoria al reducir la capacidad de registrar, retener y recuperar información. Otros efectos de la carencia de la vitamina B6 son los estados de detención del desarrollo, la acrodinia, distrofias musculares y algunas formas de anemia. El doctor John Marion Ellis, médico de Mount Pleasant, EE.UU., ha dedicado más de 30 años de su vida al estudio de la vitamina B6. Ha realizado gran número de investigaciones y escrito monografías sobre el tema, además de reunir toda la bibliografía disponible sobre los últimos descubrimientos clínicos. El sostiene: -"La vitamina B6 es más importante para en cuerpo que el oxígeno y el agua"-.
- VITAMINA B7
La vitamina B7 (biotina) participa en la formación de ácidos grasos y en la liberación de energía procedente de los hidratos de carbono. Esta vitamina del complejo B es necesaria para que el cuerpo procese las grasas y proteínas ingeridas. En el hombre y en otras especies animales, la biotina es sintetizada por la flora microbiana intestinal, además de la incorporada en la ingesta. La magnitud de esta síntesis es tan importante que representa la principal fuente de biotina en el ser humano. La insuficiencia de la vitamina B7 trae aparejados serios trastornos, ya que es necesaria para el mantenimiento de la salud de la piel y el aparato circulatorio.
- VITAMINA B12
La vitamina B12 (cobalamina, cianocobalamina) cumple un papel fundamental, ya que interviene en la producción de mielina, sustancia grasa que recubre las fibras nerviosas, permitiendo la circulación de impulsos nerviosos en el cuerpo. Dada la importancia de este nutriente para proteger los nervios, los bajos niveles de vitamina B12 se han asociado con una amplia variedad de trastornos, como la pérdida de la memoria, confusión, delirios, fatiga, pérdida del equilibrio y los reflejos, entumecimiento y hormigueo en las extremidades, acufenos y pérdida de audición inducida por los ruidos. Asimismo, se ha encontrado una relación entre la carencia de la vitamina B12 y la demencia o la aparición de síntomas similares a los de la esclerosis múltiple. En caso de déficit severo, se produce una degeneración en la cubierta de mielina, que literalmente comienza a erosionarse.
Los investigadores han descubierto que la deficiencia de vitamina B12, aumenta la concentración sanguínea de homocisteína, sustancia que en dosis elevadas, además de ser tóxica para la células cerebrales (por lo que se cree que podría estar involucrada en la enfermedad de Alzheimer), es una de las causas principales de las enfermedades cardíacas. Se ha demostrado que la homocisteína activa la coagulación, haciendo que la células sanguíneas se vuelvan más adhesivas a las paredes arteriales.
Es efectiva en el tratamiento de la anemia perniciosa, en la cual aparecen los mismos signos clínicos que cuando existe anemia por deficiencia de hierro, como es la falta de color en la piel y cansancio. Esta vitamina es necesaria en cantidades ínfimas para la formación de nucleoproteínas, proteínas y glóbulos rojos, y para el funcionamiento del sistema nervioso. Interviene en la formación de glóbulos rojos por parte de la médula ósea. El organismo humano tiene una reserva muy importante de vitamina B12, la cual está almacenada en el hígado y en riñón. Los requerimientos de vitamina B12 se ven incrementados durante el crecimiento de los niños, en el embarazo, en la lactancia y en la ancianidad.
- ÁCIDO FÓLICO
El ácido fólico (folacina, ácido pteroilglutámico) se encuentra catalogado como perteneciente al grupo B. El ácido fólico es una coenzima necesaria para la formación de proteínas estructurales y hemoglobina. Trabaja en combinación con 20 enzimas diferentes para la producción del ADN (ácido desoxi-ribonucleico), material que contiene el código genético del organismo. Es, además, esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias y la psilosis. Además, parece prevenir los ataques cardíacos al reducir el nivel de homocisteína, agente químico que ataca las arterias y se acumula en la sangre de las personas que consumen carne. El ácido fólico protege contra el cáncer de pulmón, colon y cuello del útero. También previene en el feto la aparición de alteraciones en el cerebro (anencefalia) y en la médula espinal (espina bífida), así como anemia megaloblástica, potencialmente mortales. A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, el ácido fólico se almacena en el hígado y la necesidad de ingesta es mínima pero sumamente importante. Esta sustracción de vitaminas y de minerales por parte del azúcar tiene consecuencias directas, además, sobre el aumento de la caries dental. La desmineralización a la que se ve sometido el organismo conlleva la aparición, además, de trastornos orgánicos, entre los que se encuentran la diabetes, colagenosis, estreñimiento, enfermedades circulatorias, trastornos metabólicos, obesidad, etc.
En el Instituto Patológico de la Academia de Medicina de Osaka, tras diez años de estudios con conejos jóvenes a los que se les añadió a la dieta una mínima cantidad de azúcar refinada, se observó cambios en su sistema óseo en forma de fracturas espontáneas, doblamiento de huesos, los que se podían cortar con un cuchillo. Al microscopio se observó cómo los huesos habían perdido una considerable cantidad de calcio, siendo más alargados de lo normal. Lo mismo puede observarse en el desmesurado crecimiento óseo de gran parte de nuestros adolescentes. Se ha realizado estudios sobre la relación del azúcar con la pérdida de calcio. En el Instituto Científico para la Nutrición de la Universidad de Londres, el Profesor Dr. Yudkin, tras largas investigaciones, asegura acerca de la importancia de las causas del infarto de miocardio, el sobre-consumo de azúcar ocupa el primer lugar, antes incluso que el sobre-consumo de grasas. El premio Nobel danés de Medicina, Profesor Dr. Dam, en sus famosos experimentos consiguió producir cálculos de colesterina en la vesícula de hamsters, alimentándolos con un suplemento de harinas refinadas y azúcar. Estos sedimentos en la vesícula biliar, son del mismo tipo que los que tienen lugar en las arterias de nuestro aparato circulatorio. Numerosas investigaciones realizadas demuestran la estrecha relación entre la ingesta de azúcar refinada y predisposición a la parálisis infantil, enfermedades víricas y ciertas epidemias. Es sabido que tanto la sacarosa como la glucosa tomadas como tales poseen una acción irritante sobre las mucosas, entre otras, la mucosa del aparato digestivo. Lancet demostró estadísticamente que los pacientes con úlcera de estómago consumían mucho más productos dulces que el resto de las personas testigo. El Dr. Leupold logró producir tumores espontáneos en conejos modificando el sistema: colesterina/azúcar/fósforo. Un importante complemento a todo lo expresado lo aportaron los estudios epidemiológicos realizados por los investigadores ingleses Cleave y Cambell. Basándose en un amplísimo material estadístico, llegaron a la conclusión que tanto la diabetes, infarto de miocardio, obesidad, várices, infecciones por E. Coli, la caries, las úlceras de estómago y duodeno y una larga serie de llamadas enfermedades de la civilización no son más que diferentes formas de aparición de una enfermedad: el consumo de sacáridos: el azúcar industrial blanca, extractos azucarados y productos de la harina refinada.
Cafeína Las bebidas cola presentan contenidos de cafeína considerables, lo que produce una serie de trastornos corporales, y a la formación de una adicción progresiva en las personas consumidoras de productos que tienen a la cafeína como partícipe. La cafeína (Metilxantina) se extrae normalmente de la Coffea arabica. Esta sustancia es uno de los más poderosos psicoestimulantes. Se encuentra dentro del grupo de los alcaloides xánticos, junto con la nicotina, la teína, la cocaína, la teobromina, la faloidina, y la amanitina. La cafeína es muy potente y crea una rápida adicción, incluso más que otras drogas. En un primer momento, la cafeína estimula la corteza cerebral, para actuar luego sobre el bulbo raquídeo y, por último, sobre la médula espinal. Actúa como estimulante del sistema nervioso central, uniéndose a los receptores cerebrales adenosínicos. Aumenta el estado de vigilia y tiene un efecto ergogénico (aumenta la capacidad de realizar esfuerzos físicos). Produce aumento del ritmo cardíaco o estimulación cardíaca (efecto inotropo positivo), vasodilatación periférica y vasoconstricción a nivel craneal. Estimula la musculatura esquelética y el centro de la respiración. Además, aumenta la secreción ácida gástrica y la diuresis. Puede provocar náuseas y vómitos, intranquilidad, ansiedad, depresión, temblores, dificultad para dormir y confusión mental.
Al ingerir dosis excesivas produce trastornos gástricos, jaquecas, insomnio, excitación, depresión con sacudidas musculares, doble visión, zumbidos en los oídos, disnea, dolores testiculares, prostatitis y hasta una psicosis con delirios, vértigos y convulsiones. En otros casos más graves incluye problemas estomacales (alta secreción de ácidos estomacales favoreciendo el desarrollo de úlceras pépticas), jaquecas, hipocondría, debilidad de memoria, defectos de visión y, eventualmente, cirrosis atrófica. El consumo de cafeína en un niño puede afectar negativamente su nutrición. En ciertas conductas desaprensivas de alimentación, las bebidas cola conteniendo cafeína pueden estar reemplazando alimentos altamente nutritivos e imprescindibles, tales como los jugos de fruta y la leche. Además, un niño puede comer menos debido a que la cafeína actúa como un supresor del apetito, de forma que puede producir retardos en su crecimiento. La cafeína debe necesariamente eliminarse por completo en la dieta del niño, ya que no existen requerimientos nutricionales para que ello no suceda. En el mismo sentido, esta restricción es imprescindible en un niño hiperactivo, debido a que es un estimulante del sistema nervioso central. El médico debe aconsejar a las mujeres embarazadas y a las personas con cardiopatías coronarias o úlceras pépticas para que eviten el consumo de cafeína. La cafeína puede igualmente interferir el desarrollo normal del feto. En experimentos con animales de laboratorio ha demostrado poseer capacidad de desarrollar defectos congénitos como malformaciones del paladar, ausencia de dedos (en manos y pies), deformidades del cráneo. Un excesivo consumo de cafeína, resulta en "cafeinismo" con síntomas que van desde el insomnio al nerviosismo. Estos problemas afectan mayormente a los niños que consumen de 2 a 7 gaseosas por día. El síndrome más característico de abstinencia de cafeína es la cefalea. Dejar la cafeína en forma abrupta puede causar dolores de cabeza, somnolencia, irritabilidad, náusea, vómito y otros síntomas, por su condición de adictiva. Se debe reducir gradualmente el consumo de bebidas cola para prevenir cualquier síntoma del síndrome de abstinencia y siempre bajo vigilancia médica.
Nuez De Cola La Nuez de Cola (Cola acuminata Schott et Endl.) es un ingrediente más de las bebidas cola, y al contener cafeína aumenta aún más el contenido de alcaloides en la mezcla total. Son semillas sin tejido nutricio, que se obtienen de la Cola acuminata y se utiliza por sus propiedades estimulantes, para mitigar el hambre y la fatiga. En África, donde se origina la Nuez de Cola, es utilizada por la población indígena como estimulante para vencer la fatiga.
Su composición es la siguiente: Bases xánticas: Cafeína (1,5-2,5%) y Teobromina (0,05-0,1%) Otros componentes son: catequinas (hasta un 6%, (+)-catequina, (-)-epicatequina), que muchas veces forman complejos con la cafeína, así como proantocianidinas (0,3%). Contiene almidón (30-40%) como sustancia de reserva. Posee, además, en pequeña proporción, aminas (dimetilamina, metilamina, etilamina y isopentilamina). También presenta algunos azúcares, aceites esenciales y potasio. La Nuez de Cola tiene efectos estimulantes debidos a la cafeína, disminuyendo la sensación de fatiga. En animales de experimentación ha mostrado un aumento de la actividad locomotora así como la secreción gástrica. En la nuez de cola, los efectos de la cafeína se ven modulados por la presencia de los complejos formados con las catequinas que liberan la cafeína lentamente, prolongando su efecto. Sus contraindicaciones son las mismas que de la cafeína.
Ácido Fosfórico El ácido ortofosfórico o fosfórico es un ácido altamente corrosivo que tiene capacidad de disolver sales de calcio, magnesio y sodio, entre otras. Se encuentra como ingrediente activo en las bebidas cola originando trastornos de desmineralización en las personas que las ingieren. Su nomenclatura comercial (según la U.E.) es Acid 338, y es la forma en que aparece en la lista de ingredientes de las bebidas cola. Este, junto con otros ácidos inorgánicos, es utilizado como alternativa de otros ácidos orgánicos, mucho menos tóxicos, por su menor costo. Se incorpora en productos envasados, ya que la disminución del pH reduce la capacidad de multiplicación de bacterias y hongos, lo que favorece la conservación de los ingredientes.
Las bebidas cola utilizan este ácido para estabilizar el sabor, junto a gran parte del dióxido de carbono agregado en la gasificación. La particularidad positiva, si así pudiera decirse, seria que la acción acidificante ayuda a controlar el desarrollo de la flora enteropatógenea digestiva sin detrimento apreciable de la flora láctica. El ácido ortofosfórico reduce el pH estomacal y la capacidad tampón o buffer de ciertos productos, mejorando la digestión de las proteínas vegetales, al convertir el pepsinógeno, producido en el estomago, a pepsina (esta reacción necesita un pH inferior a 5). Sin embargo, el ácido ortofosfórico es el mayor responsable de la desmineralización del organismo (especialmente es un importante secuestrador de Calcio, Magnesio, Sodio y Hierro), incluso más que el azúcar blanca. Haciendo un resumen de sus acciones negativas más remarcables sobre los diferentes minerales del cuerpo, podemos mencionar:
Calcio Desde el momento de ser ingerido, el ácido ortofosfórico comienza a afectar el organismo, pues al estar en contacto con los dientes "ataca" el calcio contenido en los mismos, especialmente el esmalte dental. Los dientes parcial o totalmente descalcificados se transforman en frágiles y vulnerables a la caries dental. El proceso de desmineralización continua y se acentúa en gran magnitud en el interior del organismo. El ácido ortofosfórico que llega a la sangre aumenta la acidez de la misma, alterando todo el equilibrio iónico, ya que desencadena el proceso que para neutralizarla y lograr el equilibrio deseado, el cuerpo deba utilizar las sales disueltas en la sangre (mayoritariamente de calcio, magnesio, sodio y hierro; en particular los carbonatos y los silicatos). Esta acción de "secuestro" de dichos iones se produce mediante la formación de fosfatos insolubles. La sangre luego debe recuperar su concentración mineral, lo que logra sustrayendo los minerales de los huesos y de los tejidos cartilaginosos. Este mecanismo de autodefensa recibe el nombre de tampón o buffer orgánico.
Es importante mantener el nivel estable de calcio en la sangre para garantizar el correcto funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos, así como la adecuada coagulación de la sangre. Las células requieren calcio para actuar como mensajeras y responder de forma eficaz a las hormonas y a los neurotransmisores. El ácido ortofosfórico, al capturar el calcio de la sangre ocasiona trastornos prolongados en el organismo, ya que la recuperación de los niveles necesarios de este mineral en el torrente sanguíneo no se desarrolla instantáneamente, sino que lleva un cierto período la recuperación del equilibrio. Durante este lapso las células del cuerpo no se encuentran en capacidad de dar una respuesta eficaz a los mensajeros químicos, originando problemas hormonales y nerviosos (a nivel de la sinapsis).
La desmineralización de los huesos se produce en mayor medida en el sector cavernoso (diáfisis) antes que el tejido macizo (epífisis). Es en la diáfisis donde las agujas de tejido óseo, constituidas por sustancias cálcicas responsables de la absorción de los esfuerzos, van desapareciendo paulatinamente, lo que puede llegar a desencadenar facturas espontáneas sin necesidad de que exista golpe alguno.
Este proceso de descalcificación de los huesos recibe el nombre de osteoporosis y origina un reblandecimiento óseo general, con énfasis en los sectores cavernosos. Si esta patología se presenta en edades prematuras, seguramente dificultará el crecimiento físico de la persona afectada (involucra en mayor medida el crecimiento longitudinal óseo). El individuo puede padecer de inflamaciones en la médula ósea (osteomielitis, tuberculosis, afecciones articulares infecciosas) y trastornos nerviosos en los procesos de la médula espinal (tabes dorsal, siringomielia).
Además, puede comprobarse que este ácido produce incisiones a nivel de la malla colágena. Es de hacer notar que existe, desde principios del siglo XX, un incremento exponencial de las patologías relacionadas con la descalcificación, hasta adquirir características de endemia. Aunque no existen estadísticas que relacionen los fenómenos de osteoporosis y el consumo de bebidas cola, no puede dejar de sorprender la simultaneidad de ambos fenómenos.
Hierro Otro efecto de desmineralización que presenta este ácido es la sustracción del Hierro, formando fosfatos de hierro insolubles, que luego son excretados y eliminados del organismo. Es por ello que la ingestión de ácido fosfórico puede ocasionar anemia por la carencia de Hierro. Este proceso se extiende a gran cantidad de metales que son indispensables para el cuerpo. Así, el Cromo, el Vanadio, el Germanio, el Zinc, el Cobalto, etc. son eliminados total o parcialmente por la acción del ácido fosfórico, obstaculizando multitud de reacciones enzimáticas, de formación de vitaminas y de control de los radicales libres (u antioxidación) en las que participan estos metales.
La falta de Hierro produce una reducción del nivel de hemoglobina, una proteína que permite que el grupo hemo de los glóbulos rojos se una al oxígeno en los alvéolos pulmonares y lo transporten a todos los órganos. En consecuencia, estas células son incapaces de transportar el oxígeno necesario. Otro de los principales problemas que origina el déficit de Hierro, es la alteración del sistema inmunológico (disminución de las defensas corporales) facilitando la aparición de enfermedades. En los niños, la carencia de hierro puede provocar, entre otras patologías, detención del crecimiento y dificultades en el aprendizaje.
Magnesio Entre los minerales que captura el ácido fosfórico se encuentra también el Magnesio. En el organismo, el Magnesio cumple varias funciones importantísimas, como contribuir a la transformación de los alimentos en energía y la transmisión de los impulsos eléctricos a través de los nervios y músculos. Dichos impulsos generan la denominada contracción neuromuscular, que permite la flexión de los músculos. Sin una cantidad suficiente de Magnesio, los músculos (incluso el músculo liso presente en la pared de los vasos sanguíneos) sufrirían calambres, debilidad y anormalidades en su desempeño motriz. El Magnesio es también esencial para administrar el metabolismo correcto del Calcio.
Sodio El Sodio es uno de los minerales esenciales en el organismo. También él es alterado por el consumo de ácido fosfórico. Entre otras funciones, regula la cantidad de líquido en el cuerpo, facilita los impulsos nerviosos y musculares, y, junto con el Potasio, mantiene la permeabilidad de las paredes celulares. Ésta es una función vital para que los nutrientes y otras sustancias involucradas en la vida celular puedan entrar y salir de las células siempre que sea necesario. Sin duda, los principales atributos nefastos del ácido ortofosfórico es ser uno de los principales retardadores del crecimiento y responsable de atrofias originadas por la desmineralización ósea y corporal.
Colorante Col 150d (Caramelo de sulfito amónico) El colorante Col 150d (nomenclatura de la U.E.) ó Caramelo de sulfito amónico, es utilizado en las bebidas cola. Además de aumentos en la dosis global de glúcidos, este producto sintético, al contener sulfitos, es muy dañino para la salud. Los sulfitos son sustancias generalmente utilizadas –en muy pocos países- en la conservación de frutas o verduras, pero su uso también se extiende a otros productos como es el caso habitual de las bebidas cola. Antiguamente, hasta la década del 80’, fueron considerados sustancias inocuas, pero el C.S.P.I. con el FDA han identificado a los sulfitos (contenidos en los colorantes de las bebidas cola) como agentes causales de por lo menos una docena de casos fatales en los EE.UU. En 1985 el Congreso de los EE.UU. obligó al FDA a prohibir su uso en los vegetales y en los vinos, por su sustantivo carácter tóxico. Otros de los principales efectos de los sulfitos son los ataques asmáticos.
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