Descargar

Implicancias filosóficas de la gestión educativa


Partes: 1, 2

  1. Toma de decisiones y filosofía
  2. Racionalidad de la praxis
  3. Implicancias filosóficas de la gestión
  4. Alcances de la filosofía
  5. Ontología de la gestión educativa
  6. Epistemología de la gestión
  7. Axiología de la gestión educativa
  8. Reflexiones finales
  9. Bibliografía

Toma de decisiones y filosofía

El determinismo es el postulado que dice que todo acontecimiento tiene una causa: un conjunto determinable de antecedentes causales que en conjunto son suficientes e individualmente necesarios para que se produzca. La negación del determinismo puede asumir varias formas distintas. La más conocida, es la idea de acontecimientos estadísticamente aleatorios, lo que supone la existencia de una distribución probabilística del rango de resultados posibles. En este sentido el azar objetivo no es totalmente indeterminado, puesto que la ley de los grandes números permite predicciones muy precisas cuando tratamos con conglomerados de acontecimientos. La distinción es parecida a la que se da entre riesgo e incertidumbre, con la diferencia de que en el caso presente el azar o carácter indeterminado del proceso se supone que tiene una base objetiva y no se debe a las deficiencias cognitivas del sujeto cognoscente. Más aún, esta comparación también indica la distinción entre incertidumbre en el rango de los resultados e incertidumbre dentro de un conjunto fijo de resultados. Los tres principios de causalidad son lógicamente independientes. Con determinismo sin causalidad local, apelamos al pasado para explicar el presente y predecir el futuro

Racionalidad de la praxis

La primera condición de la racionalidad en la praxis es tener conciencia de los fines o metas propias. Pero evidentemente no basta con el saber de lo que se quiere para comportarse racionalmente. Por ello, un segundo rasgo de esta racionalidad es el conocer, en la medida de lo posible, los medios necesarios para la obtención de los fines perseguidos. Pero, la conciencia de fines y la ciencia de medios no bastan para caracterizar este tipo de racionalidad. Además, se exige un factor esencialmente práctico que sólo se manifiesta en la acción. Por ello, otro rasgo es el poner en obra al menos en la medida de lo posible los medios necesarios para conseguir los fines perseguidos. Estos fines que perseguimos, con frecuencia, son de diferente orden. Existen, pues, fines intermedios y fines últimos o, cuanto menos, podemos hacer esta distinción.

Aportes Lucho Arista.

  Felizmente gracias al cambio tecnológico de mi computadora es que recién tengo la oportunidad de leer tu excelente ensayo. Creo que sobre este ámbito de la Gestión poco se ha investigado aún. Tu propuesta de una Epistemología de la Gestión es inédita y, por tanto, una veta a explorar. En la gestión empresarial  moderna se maneja 4 conceptos claves: planeamiento, eficacia, eficiencia y estrategia( esto es el núcleo de lo que Habermas llama "razón instrumental", que busca solo el éxito/beneficio, olvidándose de la intercomunicación humana). Toda Gestión busca teleológicamente el cumplimiento de fines(logros tangibles), mediante una "acción estratégica"(con arreglo a fines y ganancia). Habermas plantea- yo comparto esta filosofía – que la Razón tiene que Situarse en la Comunicación (en el paradigma del lenguaje, del cual tú hablas también), es decir, que lo más importante  es que toda la epistemología/tecnología de la gestión   tenga como fundamento una "Acción Comunicativa"(diálogo interpersonal/intersubjetivo) con vistas al Entendimiento. ¿Entendimiento para qué? : para crear consensos mínimos o máximos(políticos, empresariales, etc.); donde – añado yo -el disenso no debe desaparecer, puesto que la visión crítica vigila, sostiene y enriquece los consensos logrados. Sin disenso(  revisionismo, así dicen los empresarios) un consenso logrado se anquilosa y se puede tornar en autoritarismo arcaico.

 En Conga hubo(hay) ausencia de una buena y eficiente  acción comunicativa por parte de todos los actores; sobre todo por parte de Yanacocha que acostumbrada a una gestión de lo "práctico-inerte"( concepto de Sartre) su discurso y conducta empresarial cayo en un autoritarismo-arcaico(paternalista, benefactor, componedor, intimidador). Cajamarca fue un gran escenario teatral donde todos los actores manejaron una voluntaria comunicación distorsionadora. Escenificar una comedia, pero también una gran tragedia(porque hubo mucho muertos).

Implicancias filosóficas de la gestión

Aproximaciones conceptuales

Otoniel Alvarado Oyarce*

Resumen

El ensayo hace referencia a las posibles e inéditas aproximaciones filosóficas inherentes a la gestión educativa, sustentado básicamente en que la gestión educativa responde a la categoría epistemológica de técnica, pero que lleva implícita una serie de fundamentos teóricos, propios o de la ciencias de las cuales provienen, los mismos que le provean de mayor rigor conceptual y sobre todo de pertinencia en su correcta aplicación. Se asume como premisa que la deficiente calidad educativa en el país es producto de una deficiente gestión, la cual – a su vez- puede ser efecto de la aplicación mecánica de la técnica, es decir sin mayor trascendencia ni comprensión, es decir carente de un sustento filosófico..

Abstract

Palabras clave: Metafísica, epistemología, ontología, axiología, teoría, técnica, tecnócrata.

Hace un buen tiempo ya que venimos desarrollando, con resultados que considero no es el caso indicar, la cátedra de gestión educativa en diversos programas de posgrado de algunas universidades del país, y es precisamente esta dilatada experiencia la que nos posibilita y obliga a reflexionar un poco mas a fondo sobre los fundamentos metafísicos que sustentan esta disciplina.

En algunas sesiones de clase he tenido la oportunidad de compartir discusiones y reflexiones de alto nivel académico, de parte de mis discípulos, las cuales me han motivado aun mas a seguir incursionando en el fascinante mundo de la filosofía, un tanto lejano para los que somos legos en esta materia y ese es precisamente una de las fuerzas impulsoras que me impelen a incursionar por vez primera en este nivel de pensamiento, quien sabe si vedado o tal vez un tanto audaz, por lo mismo no exento de errores y deficiencias, por las cuales pido las indulgencias anteladamente.

Justificación:

Existen algunas razones académicas de peso, que ya están debidamente institucionalizadas, las que nos impulsan a un mayor esfuerzo intelectual para ir desentrañando tan apasionante tema.

1ª Como la gestión educativa implica básicamente conocimiento y aplicación técnica, quien sabe más la segunda que la primera, es decir es una técnica per-se y la sola aplicación burocrática conlleva el riesgo de actuar como simples tecnócratas, como se califican a veces – malintencionadamente – a los expertos en cualquier técnica, lo que a decir verdad no es malo ni peyorativo, lo malo es no conocer los sustentos teóricos, porque no hay técnica sin ciencia o conocimiento científico previo que son o deben ser de indispensable dominio.

2ª Los estudios de posgrado, sobre todo los del nivel doctoral, están orientados y esa es su razón de ser, a la creación del conocimiento, más allá de la profundización o especialización en algunas técnicas concretas, por tanto resulta indispensable que en ellos y con ellos se ensayen nuevas experiencias de reflexiones filosóficas sobre cada una de las cátedras establecidas en el respectivo plan de estudios.

Premisas.

La viabilidad del presente ensayo se ve facilitada por cuanto son los mismos filósofos, quienes con sus propias versiones nos alientan a incursionar en tan frondosa senda del conocimiento.

1º Fue Kant en su clásico libro "Crítica de la razón pura" (1) quien nos dice que la filosofía no existe por sí sola, lo que sí existe es la posibilidad de poder aprender a filosofar, es decir a reflexionar en profundidad sobre la naturaleza de hechos o personas, esto es, sobre diversos aspectos de la humanidad. En realidad se trata de una afirmación muy alentadora para quienes teníamos una visión un tanto lejana y ajena de tan trascendente actividad disciplinar; y también, porque siendo tan amplio el espectro del pensamiento filosófico nos permite discernir – metafísicamente – en relación a un tema tan importante como es el caso de la gestión educativa.

2º Desde otra perspectiva Feuerbach (2) alude al rol de los filósofos en el sentido de que solo han interpretado el mundo de distintas maneras, pero de lo que se trata en esencia es el de transformarlo; y de eso se trata en esencia cualquier inquietud académica seria, como es el presente caso, pues con el conocimiento profundo y entendimiento cabal del mas allá de la técnica ojala poder cambiar la calidad de la gestión educativa de nuestro país y así posibilitar el verdadero desarrollo educativo nacional.

Posiblemente por estas consideraciones es que ya desde los tiempos de Platón se planteaba que los filósofos deberían apartarse de la política (los operadores del "cambio"?), lo que significaba un alejamiento físico transitorio ("encerrarse en sus cuevas") para reflexionar, para luego después volver y enseñar a los hombres como (gobernar) vivir. Estas consideraciones nos traen a colación la coincidencia generalizada de que la política (que conduce la práctica) y la filosofía (que genera las ideas) van por caminos separados y hasta opuestos, como es el caso anecdótico que observé durante mis largos años de labor docente en una universidad capitalina, en la cual los rectores que la conducían siendo de procedencia docente fueron los encargados de liquidar un programa de formación de administradores de la educación.

3º Coincidentemente con estas reflexiones Hanna Arendt, en su libro "Entre el pasado y el futuro"(3), plantea que la filosofía se debe realizar en el mundo humano y consumarlo en el plano de la política. Seguramente basados en estas reflexiones muchos científicos sociales juzgan indispensable la necesidad de la presencia real de vigorosos partidos políticos, con mística y bien organizados, que se basen en principios ideológicos consistentes que orienten adecuadamente su camino al poder, tal como ya lo preconizaba en su tiempo el célebre Carlos Marx.

———

1. Kant, E. Crítica de la razón pura. Citado por Francois Valois en Porque leer filosofía hoy. PUCP. 19996. P88 2.Feuerbach.

3.-Arendt, Hannah. Entre el pasado y el futuro. Edit. Península. Barcelona. 1996. Pag 30 .

4º Finalmente, una premisa adicional que alienta nuestra osadía intelectiva de incursionar en campos académicos un tanto remotos, es la afirmación en el sentido de que la filosofía funda todo saber sin ser la totalidad del saber; y es que, no existe ninguna ciencia o teoría que estudie al hombre como un todo, por el contrario el entramado conceptual – y operacional – se va haciendo cada vez mas complicado, con muchas aristas e implicancias. Por tal razón cobra gran relevancia y vigencia la valiosa contribución de Edgar Morín (1) al tratar de desentrañar la complejidad del enmarañado conocimiento humano.

Génesis del pensar filosófico

Para efectos de aproximar las reflexiones filosóficas al tema de la gestión, educativa en particular, interesa conocer, a la luz del pensamiento de los propios filósofos, cual es su origen, de donde proviene, y cual es el camino que sigue, el acto del pensamiento metafísico.

De primera intención se atribuye a los griegos los orígenes de la filosofía, basados en el acto humano del asombro que seguramente en ellos causaban los hechos o fenómenos de entonces, asombro que indudablemente les impulsaba a indagar e incursionar en reflexiones que van mas allá de los aspectos físicos o formales, casi siempre evidentes. Por tal razón –estimo- se presenta la confusión o superposición conceptual entre los términos metafísica y filosofía que se nos presenta con relativa frecuencia.

Pero es a Descartes (2) a quien se le atribuye haber postulado por primera vez la concepción de la duda como el origen del pensamiento filosófico, es decir dudar de todo, de la naturaleza, de la existencia, de las cosas, etc. por tal razón plantea que a través de la duda se destruyen las seguridades del pensamiento, para lo cual usa como instrumento la razón, siempre y cuando se haga en ejercicio pleno de la libertad para llegar a la meta que es la verdad.

Precisamente esta afirmación cartesiana, en tiempos recientes, Karl Poper (3) la ha reafirmado y generalizado con su ya conocido postulado de la provisionalidad de las verdades, de las verdades científicas demostradas a través del método científico, generando una teoría válida y vigente, la denominada teoría de la falsación o de las verdades provisionalmente válidas.

En esta misma línea de pensamiento no podemos soslayar los aportes del célebre Nietzsche (4) quien recomendó nunca aceptar o rechazar nada a ojos cerrados…"desconfía de los pensamientos que surgen "sentados"- decía – pues su ímpetu debe provenir de la movilidad que caracteriza la vida". Es decir, la vida es dinámica y el dinamismo, que siempre será cambiante, hará que nada sea permanente, estático, ni único.

Pero ¿como (método) llegar a pensar filosóficamente?. Es el mismo Descartes (5) quien nos aclara en su "Discurso del Método" que las únicas herramientas para llegar a la verdad son la intuición y la deducción. Añade, son los únicos actos del entendimiento humano capaces de llevarnos a la verdad sin temor al error. A este respecto podría indicarse también los aportes de Hegel con la dialéctica, como método ideal para buscar la verdad.

—–

(1 ) Morín. El pensamiento complejo. Editorial Derrama Magisterial. Lima. 2008 (2 ) Descartes. Meditaciones metafísicas. Citado por Francois Valois. Op. Cit (3) Popper K. Scienciales. Revista de Epistemología Social. UNE La Cantuta. EPG. Lima año22 Nº 02 2006

(4). Nietzsche. Asi hablaba Zaratrustra. Pag 69 (5) Descartes. El discurso del método. Francois Valois. Op. Cit.

Alcances de la filosofía

La revisión bibliográfica sobre este rubro nos lleva a la conclusión que para los filósofos hay dos preocupaciones académicas principales o ejes en los cuales centra su razón de ser, lo que se dice y lo que se quiere y dentro las cuales el aporte de algunas disciplinas para dilucidarlo y precisarlo resulta indispensable, a saber:

edu.red

El Lenguaje: Que duda cabe para los legos que ingresamos con alguna seriedad e intención en las profundidades del pensamiento filosófico que una de sus exigencias y preocupaciones notorias es el uso sui generis del lenguaje que emplea, en todas sus manifestaciones sobre todo en las elaboraciones lógicas que conlleva la formulación de sus postulados, cuanto en el significado real que implica cada término, lo que ha devenido en un nueva especialidad, la semiótica, como disciplina lingüística con ribetes de rama filosófica.

Indudablemente el problema de la claridad u oscuridad del lenguaje filosófico nos lleva a interrogarnos sobre el propósito de la filosofía, es decir, ¿la oscuridad presupone profundidad? o ¿la claridad presupone acaso superficialidad del pensamiento?; he ahí el dilema para quienes nos atrevemos a leer textos filosóficos, tal vez algunos con relativo deleite, quizás será por eso que Ortega y Gasset (1) decía que "la claridad es la cortesía de todo escritor auténtico". Lo cierto es que en cualquier caso habrá que leer con cautela, porque claro u oscuro el filósofo es un creador de ideas, mejor aun de un sistema de ideas, por ello nuestra lectura no puede ser ingenua ni gratuita.

La Antropología filosófica, sin duda alguna, es el eje de todo saber y actuar humano puesto que todo lo que se sabe o se hace responde a las trascendentales interrogantes de siempre acerca del hombre, la vida, la muerte, de donde venimos y hacia donde vamos, porque y para que estamos sobre la tierra, etc. y es que es el ser humano es el inicio, el centro y el fin de nuestras reflexiones y de nuestras actividades, recurrentes o permanentes. Por tal consideración cobra sentido la afirmación de Kant y tantos otros filósofos cuando afirman que el hombre siempre es el fin y no el medio.

Sin restringir un ápice la pertinencia y validez de los dos factores precedentes, los demás elementos – Ontología, Epistemología y Axiología – han sido siempre los factores constitutivos indispensables en los diversos análisis filosóficos, afirmación que nos posibilita la facultad de detenernos en ellos para inferir su incidencia en la gestión educativa. Veamos:

————

(*) Citado por Arista M Luis en José Ortega y Gasset: El pensador de la crisis. Orellana & Orellana Editores.1991. pág. 8.

edu.red

Ontología de la gestión educativa

Como siempre se ha conocido, la Ontología, como parte de la metafísica, trata del SER en general y de sus propiedades trascendentes. Según Parménides se ocupa de las categorías generales del SER, entendidas en forma abstracta, de las que participa el Ser en concreto.

Para complementar este concepto podemos añadir la formulación conceptual de Martin Heidegger (*) acerca de lo que él llamó la "Diferencia Ontológica" entre el SER en cuanto ES lo que ES, en sus dimensiones inmanentes, esto es lo Óntico, y el ENTE que lo hace que SEA trascendente, esto es lo Ontológico. Como se podrá inferir fácilmente es en esta segunda dimensión donde la educación y por ende su gestión donde cumple su real sentido, es decir un papel ontológico de primer orden.

Para el análisis del presente tópico cabría formularnos dos líneas de pensamiento en cuanto a la gestión:

1ª Que o quien es el SER que hace posible y da sentido a la gestión educativa.

2ª Que ES en sí la gestión en general y la educativa particular.

Con relación a la primera, fácilmente fluyen algunas interrogantes cuyas respuestas podrían explicar de alguna manera dicha inquietud, por ejemplo:

  • ¿Qué es el SER que está detrás – o más allá – de la gestión educativa?

  • ¿Quien ES el alumno – o estudiante – para el que existe la entidad educativa?

  • ¿Quien(es) SON las personas que hacen la gestión de la entidad educativa?

——-

(*) Heidegger y la esencia del nihilismo. Citado por Patrick Wagner en Consensus. Revista de la Unife Nº 16 Vol 1. Ene-Dic 2011. Pag 36

Para el efecto bastaría con un par de opiniones autorizadas de destacados intelectuales que dan respuesta a estas interrogantes, no sin antes reiterar el aforismo universalmente aceptado de que:

  • El ser humano es el inicio, centro y fin de toda actividad –

en el presente caso la gestión educativa existe para que se haga posible la educación de la población, en especial de los niños y jóvenes.

El filósofo peruano Antenor Orrego (1) decía que: "El hombre es un ser en tránsito, no es una realidad acabada. Por tanto educar no es reproducir un MODELO, sino hacer un nuevo hombre en el progreso genético de su destino evolutivo…" con lo cual nos da a entender que la escuela, la cual se gestiona, es un tránsito obligado en el camino de la evolución y desarrollo individual y social de la persona en cuanto ser humano.

Complementariamente el sociólogo argentino Juan Carlos Tedesco (2) afirma que: "Los alumnos y servidores son seres que tienen valores, modelos de comportamiento abiertos y configurables afectados por los medios de comunicación encargados de la socialización primaria" y añadiríamos por otros factores de diversa índole que inciden significativamente en el comportamiento y desempeño institucional.

Con relación a la segunda línea de reflexión, cabría también formularse algunas interrogantes al respecto:

  • ¿ES la gestión teoría o práctica?

  • ¿ES la gestión ciencia o técnica?

  • ¿ES la gestión un servicio o una función?

Dado que las extensas y autorizadas discusiones académico-filosóficas sobre estas interrogantes, que son siempre vigentes e inconclusas dada la complejidad del hombre, bastaría con añadir un par de ideas al respecto para centrar alguna noción preliminar sobre las mismas, porque un análisis mas exhaustivo sobre las mismas ameritaría obligadamente un mayor desarrollo conceptual, que bien podría quedar como un reto académico para futuras investigaciones.

Como se sabe, la teoría es una categoría epistemológica que nos permite explicar o predecir algo, por tanto nos ofrece una serie de sugestiones e iniciativas en torno al objeto de estudio; en tanto que la práctica permite confirmar o refutar la teoría, por ello ofrece más críticas o pruebas en torno a la validez o utilidad de la teoría. Por esta consideración Kant (3) afirmaba que "En teoría puede tener razón pero en la práctica no funciona". Los ejemplos que convaliden dicha afirmación surgen a cada instante y circunstancias del quehacer cotidiano individual e institucional.

Por nuestra parte, mas allá de reiteradas disquisiciones teóricas acerca de la gestión, lo que se puede afirmar es que la teoría de la gestión educativa cobra vigencia y sentido en la práctica respectiva porque ambas se complementan dialécticamente, por eso se dice que:

  • La teoría sin práctica es ilusión y la práctica sin teoría es vacía

——— (1) Orrego, Antenor. Meditaciones sobre la universidad. Trujillo. Trilce Editores 2003. (2) Tedesco, Juan Carlos. Educar en la sociedad del conocimiento. FCE. México. 2000

(3) Kant. Citado por Francois Valois en Porque leer filosofía hoy. PUC. 2008. Pag 14.

Sería tremendamente satisfactorio que en nuestro sistema educativo entre ambas categorías se correlacionen positivamente en los perfiles profesionales y ocupacionales de los encargados de gestionar las instituciones educativas, porque solo así lograremos la ansiada calidad educativa que todos anhelamos y en la cual nos encontramos empeñados.

Sobre si es ciencia o técnica, bien valdrían hacer extensivos los alcances de los comentarios precedentes, haciendo la salvedad que dado el objeto de estudio las teorías pueden ser científicas o no y que es la técnica la que todo caso aplica la teoría; por eso Junger (1932) afirmaba que "La técnica es la manera en que la figura del trabajador moviliza al mundo"; contextualizando diríamos que es el conjunto de técnicas de la gestión la forma como los responsables (gestores) dinamizan el desarrollo educativo de la sociedad.

Sin embargo, también es cierto que la técnica sola o pura resulta poco trascendente puesto que priva del pensamiento crítico que subyace en toda reflexión filosófica. En este sentido la educación (o gestión) puramente técnica solo puede llegar a hacer estar de acuerdo, a aplicar procedimientos sin pensar en lo que se está o porque se está haciendo lo que se hace, incluso puede llegar a situaciones de sumisión irreflexiva frente a la autoridad. Lamentablemente esta situación – actualmente- alcanza a muchísimas universidades que enfatizan solo en la formación (en serie) de "expertos" o especialistas, de manera autónoma, parcial y divorciada de la realidad compleja del mundo circundante y a la cual alude el estudio de las humanidades; situación crónica que ya en su debido tiempo fue muy criticada tanto por Ortega y Gasset como por el maestro Luis Alberto Sánchez.

Esta aseveración actualmente cobra mayor si se tiene en cuenta que la gestión se preocupa o se centra mas en la tecnología, la estructura, los procedimientos, los costos, antes que en las personas a quienes se les trata mas como un recurso antes que como sujetos con dignidad. Peor aun sucede en el proceso formativo (educativo) donde la revolución tecnológica vigente (TICs) está llevando a pasos acelerados hacia la virtualización y a la perdida del sentido de la realidad, sobre todo de la afectividad hacia el ser humano que le es inherente. A este paso no sabemos cual será el destino emocional de las generaciones venideras.

Epistemología de la gestión

La epistemología es tal vez la categoría filosófica mas polisémica, pus se la conoce con diversas denominaciones: Gnoseología, Filosofía de la ciencia, Teoría del conocimiento, Metodología de la ciencia, pero en cualquiera de estas acepciones se trata de la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico para llegar a la veracidad de los hechos y fenómenos.

Es entonces en este contexto que podríamos entender a la epistemología de la gestión como en estudio acerca del origen, características y aplicaciones de una serie de elementos o categorías epistémicas que conlleva o contiene y con los cuales funciona. Elementos como: los conceptos, teorías, principios, tecnologías, sistemas, estructuras, recursos, etc. son los que constituyen su marco teórico y con cuya aplicación se dinamizan las instituciones educativas, pero sobre todos ellos el factor fundamental lo constituyen las personas que la integran y muy en especial aquel – el gestor, gerente o directivo – que hace posible que la institución funcione.

—-

(*) Junger, Ernst…El trabajador . Domino y figura.

Desde otra perspectiva, la epistemología en tanto teoría del conocimiento tiene que ver también con la naturaleza de los mismos: Intuitivos – Empíricos y Formales – así como con las diversas formas del conocer y pensar: Popular – Científico y Filosófico, así como con las condiciones que transforman el "creer" en el "saber". En este contexto consideramos que los conocimientos inherentes a la gestión se ubicarían básicamente como empíricos, en algunos aspectos como formales y básicamente de tipo científico, en tanto provienen o derivan de otras ciencias (*) aunque para nuestra realidad no sería nada raro que solo podamos quedarnos en el nivel popular e intuitivo, más aun si la técnica, a la que adhiere la gestión, siempre ha sido desdeñada y menospreciada social y académicamente. Quizás esta disquisición haga la diferencia en relación con la formación técnica de otros países desarrollados en los cuales alcanza niveles de dominio mucho más trascendentes y significativos.

La epistemología, en tanto filosofía de la gestión, se preocupa principalmente de:

  • Determinar la naturaleza de los conceptos científicos

  • Investigar la forma y naturaleza de las teorías científicas

  • Analizar el método científico

  • Determinar el concepto de la explicación y sus diversos tipos

  • Analizar los conceptos de realidad y de verdad y su relación con la ciencia

  • Discutir el problema del progreso científico.

  • Reflexionar sobre el rol práctico, social y político de la ciencia.

Pautas para construir la epistemología de la gestión educativa

Para la elaboración del presente ensayo se ha tomado como base dos ideas orientadoras que subyacen en el texto:

1ª La gestión educativa considerada como una técnica, y

2ª La gestión educativa, en cuanto técnica, se basa en los conocimientos teóricos provenientes de otras ciencias, las que sincréticamente dan lugar o configuran la teoría administrativa de la cual proviene.

En este escenario teórico, para formular la teoría de la gestión se requiere:

1.- Amplia documentación acerca de la historia de las ciencias para determinar el devenir de los diversos hallazgos científicos y sus aplicaciones.

2.- Amplio dominio de la Teoría del conocimiento y del desarrollo del conocimiento en base a principios, leyes y teorías.

3. Buen manejo de las técnicas de investigación– para validad, actualizar y desarrollar el conocimiento respectivo

4.- Aplicar estos conocimientos al desarrollo de las instituciones (empresas) educativas y aun de los gobiernos (macro empresas) para determinar y explicar los estímulos y obstáculos para su evolución cualitativa.

.—–

(*) Por tal razón a la Administración o gestión solamente se le asigna la categoría de ciencia de segundo nivel (aplicada), o ciencia sincrética a decir de Juan Ignacio Jiménez Nieto.

La realidad es que el estado de la situación sobre este tópico, lo que los anglosajones llaman el estado del arte, en los países – eufemísticamente llamados – emergentes dista mucho de ser aun una realidad concreta; por el contrario como no hay Investigación y Desarrollo, autónomos y consistentes, no es posible lograr teorías y técnicas propias acorde con nuestras realidades nacionales. Por tal consideración – asumimos – que en nuestras latitudes las técnicas se apliquen mecánicamente, sin cuestionarlas, adaptarlas o darlas el sentido social al cual deberían estar orientadas, limitando así que el conocimiento se convierta en el recurso mas valiosos de la economía para convertirla en una real "Ventaja competitiva "tal como lo preconizó Porter en su muy comentada exposición del CADE 2008.

Axiología de la gestión educativa

Como se sabe la axiología, según Max Scheller,(1) es la disciplina que estudia el DEBER SER del comportamiento humano, es decir lo bueno (valor) y lo malo (antivalor) de la conducta humana en el mundo laboral, en nuestro caso en el seno de las diversas instituciones educativas, sin distingo alguno, por cuanto todas están constituidas por seres humanos, los trabajadores, docentes o no.

Parafraseando a Platón (2 ) quien decía que "el bien es la causa de todo lo recto y lo bello" y que por lo mismo la axiología tiene como fundamento lo ético y lo estético, podemos inferir que una buena educación, consecuencia de una correcta gestión, ha de concurrir a uno de los bienes mas trascendentales de nuestra población estudiosa y de la sociedad en general para hacer que la vida sea correcta y virtuosa, dignamente humana.

Por lo tanto, la ética en la gestión educativa supone el desarrollo de la práctica de diversos valores, los cuales ha sido clasificados por diversos autores, entre ellos Eduardo Spranger, quien estableció la primera jerarquía de los mismos, como:

Teórico: que busca la verdad a través del conocimiento y su bien es la ciencia

Estético: que busca la belleza a través del arte

Político: busca el poder y a través de él el bien colectivo y por ende el reconocimiento social

Social: su preocupación es por los demás y su meta el amor al prójimo.

Económico: orientado a la búsqueda de los bienes materiales. Su meta es el éxito

Religioso: El valor supremo es la espiritualidad y la meta es Dios.

——–

(1) Max Scheller. El puesto del hombre en el cosmos. Editorial Lozada 5ª edición. Buenos Aires. 1964 (2) Platón. Citado por Raúl Gutiérrez en Por que leer filosofía hoy. Fondo Editorial PUCP. 2008. P17.

Por otro lado, según el cumplimiento de los valores en la práctica cotidiana, también se encuentra la categorización de los valores como:

  • Valores terminales o de resultados deseables, que a su vez pueden ser:

  • personales: el éxito, felicidad, trabajo, realización, y

  • sociales: como la justicia social, supervivencia del planeta, etc.

  • Valores conductuales o instrumentales, entre estos

  • los morales: responsabilidad, honestidad, solidaridad, confianza, cooperación, y

  • los de competencia: lógica, flexibilidad, iniciativa, cultura, excelencia en el servicio, motivación.

Finalmente debemos señalar que todas las organizaciones internamente diseñan e implementan mecanismos diversos a efectos de cautelar la moral laboral que conduzcan al éxito institucional, así por ejemplo se observan como Instrumentos los siguientes:

  • Código de ética, contenidos principalmente en los Reglamentos Internos o Manuales de políticas.

  • Comité de ética, o comités disciplinarios

  • Promoción de la ética a través de diversos estímulos.

  • Círculos de ética paralelos a los círculos de calidad.

  • La Gestión de la ética encargada no solo de cumplir las acciones anteriores sino también para resguardar la ética y la disciplina, conceptos y acciones diferentes pero complementarias, entre todos y cada uno de los integrantes de una organización.

Si bien estos tres componentes están implícitos en todos y cada uno de los elementos (procesos, recursos, enfoques, modelos) que configuran la gestión educativa, un análisis muy detallado rebasaría los alcances del presente artículo, por ahora bastaría sólo con referir algunas ideas en torno a como la filosofía está inserta en la planificación.

Ontología de la Planeación

Es a través de la planificación que se procura y posibilita que:

  • Jefes y directivos busquen el bien común

  • Lograr un hombre (trabajador) feliz con necesidades satisfechas

  • Cumplir con el deber, realizar labor de planear

  • Asegurar la vida y la de sus congéneres

  • Mejorar la competencia institucional y por ende la calidad educativa

Epistemología de la Planeación

  • Dar sentido, coherencia y racionalidad a un plan

  • Justificar o criticar un plan

  • Contextualizar el proceso y el plan

  • Verificar el desarrollo de los planes

  • Observar, explorar, recordar y comparar experiencias

  • Registrar, clasificar, abstraer, formalizar, deducir

  • Aplicar la duda metódica al resolver problemas durante el proceso planificador

  • Usar racionalmente los recursos escasos para satisfacer necesidades

  • Evaluar resultados contrastando con otros conocimientos

Axiología de la planeación

  • Respeto a las ideas de los demás

  • Colaboración en la ejecución del plan

  • Compartir impresiones del proceso

  • Orden y coherencia en el plan

  • Igualdad de condiciones a la hora de dar ideas

Aunque un plan epistemológicamente puede ser válido, la axiología con la moral (valores) y creencias puede invalidarlo.

Reflexiones finales

Es posible construir la relación filosofía – gestión desde los tres componentes básicos los mismos que interactúan y se interrelacionan intencionalmente en los propósitos y prácticas pedagógicas que solo logran hacerse posibles a través de la dinámica de la gestión, siendo ésta uno de los pre requisitos fundamentales para cautelar la calidad educativa.

En este sentido las premisas de: Que enseñar- Como enseñar – Para que enseñar que subyacen en todo acto educativo, también tienen perfecta aplicación en el acto administrativo o de la gestión a fin de darle sentido, trascendencia y eficiencia que son indispensables.

Finalmente aludiendo el proverbio castellano "Cuando enseñes enseña a la vez a dudar de lo que enseñas" podemos parafrasear que cuando se gestiona se debe dudar de lo que se gestiona por que el ser humano, no exento de limitaciones, siempre estará sujeto a cometer faltas y errores –a veces – irrecuperables, sobre todo cuando van en contra de los usuarios y de la sociedad a la cual sirve.

Bibliografía

  • Aguilera, Juan Carlos. (2004) La Gestión Educativa Desde Una Perspectiva Humanista, Chile

  •  Alvarado Bernales, Manuel. (2005) Filosofía, Educación y Sociedad Global, Ediciones Signo, Argentina

  • Arista Montoya, Luis (1991)José Ortega y Gasset: El pensador de la crisis. Orellana & Orellana Editores.

  • Giusti, Miguel y Elvis Mejía. ( 2008) ¿Por qué leer filosofía hoy?. Segunda edición. Fondo Editorial PUCP. Lima.

  • Etkin, J, noviembre (2001). La Gestión de la Complejidad:¿Desafío o Condena?. Buenos Aires, Revista Enfoques.pág.59.

  • Junge, Ernst. El trabajador. Dominio y figura.

  • LA PIERRE, Laurent., Gerenciar es Crear. Cátedra sobre liderazgo Pierre-Péladeau en HEC Montréal

  • Orrego, Antenor. (2003). Meditaciones sobre la universidad. Trujillo. Trilce Editores

  • ROBBINS, Stephen P. (2009) Administración. Quinta Edición. Editorial Prentice Hall.

  • Schvarstein, L, (1998). Diseño de Organizaciones, Buenos Aires, Paidós.

  • Sèrieyx, H. (1994), El Bio Bang de las Organizaciones, , Buenos Aires, Granica

  • Scheller, Max (1964). El puesto del hombre en el cosmos. Editorial Lozada. 5ª edición. Buenos Aires.

  • Tedesco, Juan Carlos (2000). Educar en la sociedad del conocimiento. FCE. México.

  • Wagner, Patrick. Heidegger y la esencia del nihilismo. En Consensus. Revista de la Unife Nº 16 Vol 1. Ene-Dic 2011. Pag 36

  • http://www.dad.uncu.edu.ar/upload/02_Otros_modos_de_pensar_la_gestion_educativa.pdf

  • Partes: 1, 2
Página siguiente