Mientras añoramos la sostenibilidad – Cultura Socioambiental y Universidad (página 2)
Enviado por Dianelkys Martinez Rodr�guez
Posteriormente en Tbilisi (1977) es ratificado el planteamiento de Estocolmo y expresado nuevamente en su Declaración: Como se proclamó en la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en 1972 en Estocolmo, la defensa y la mejora del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras constituyen un objetivo urgente de la humanidad.
Es entonces cuando para 1984, en el Informe da la Comisión mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo: "Nuestro futuro común", se define "…El Desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades…" Es importante mencionar que a partir de esta etapa el establecimiento de la condición sostenible para el inmediato y futuro desarrollo ha sido centro de los debates, conferencias, reuniones y demás eventos posteriores* ; así como elemento rector para las simultaneas propuestas de educación ambiental formal y no formal, la formación profesional y el saber ambiental como una nueva ética y epistemología, donde se funden conocimientos, se proyectan valores y se internalizan saberes. En fin, el desarrollo sostenible atraviesa como un eje transversal, las diferentes dimensiones de la relación sociedad–cultura en aras de una nueva aprehensión de la realidad.
Al generarse el concepto de desarrollo sostenible como una alternativa imprescindible para frenar el creciente deterioro ambiental, se dejó esclarecido que ante tal reto, había que repensar las nuevas maneras de apropiación del ambiente. Y esto significaba viabilizar cambios en la conciencia social de cada nación o lo que es decir, en la cultura de los pueblos.
II) Una dimensión dentro del campo de la cultura: lo socioambiental.
La cultura se puede definir, no solo como el conjunto de valores materiales y espirituales creados por el hombre en el transcurso de su desarrollo histórico, sino también, como conjunto de valores que el hombre conforma respecto a su relación con la naturaleza, respecto a sus relaciones con los demás hombres y respecto a sí mismo como ente individual en el contexto de una sociedad concreta, dada históricamente.
Otros autores a decir de Miranda. C. E (1997) expresan que: "La cultura es un fenómeno social: sólo existe por la relación organizada entre los miembros de una sociedad. Cada individuo tiene su cultura que puede diferir en ciertos aspectos de la cultura común de su sociedad, pero nunca al grado de llegar a ser una cultura diferente, porque entonces deja de existir la posibilidad de interactuar y convivir con los demás."
Atendiendo el criterio anterior, la autora también coincide con la existencia del carácter eminentemente social de la cultura, aún cuando esta tenga una expresión individual dentro del conjunto de relaciones humanas que la sustentan. Partiendo de ese aspecto, y de los fundamentos filosóficos marxistas-leninistas, la autora considera que la cultura puede ser entendida como el conjunto de nexos que se establecen en una formación económico-social, es decir, de correlaciones que tienen lugar tanto en la base económica como en la superestructura, las cuales ha su vez, han determinado los modos materiales y espirituales con los que el hombre se ha apropiado de su medio natural para dar lugar a un medio más complejo: el medio ambiente. De esta forma, el medio ambiente, es un producto de la vinculación de la sociedad con la naturaleza y de la cultura como elemento mediador.
A partir del análisis precedente, podría determinarse que la triada sociedad-cultura-naturaleza dan como resultante un medio ambiente que además está determinado por el desarrollo histórico de la sociedad. Este desarrollo, no debe ser confundido como crecimiento económico puesto que mientras este último se interesa en el proceso de transformaciones en las estructuras económicas que se reflejan en un incremento de las riquezas físicas; el otro término muestra las cambios pero en todas las estructuras de un país o región, siempre que se garanticen la distribución equitativa de las riquezas y la conservación de las variables ambientales para las generaciones venideras.
Teniendo en cuenta el razonamiento realizado hasta el momento, podría determinarse que las interacciones Sociedad-Desarrollo-Naturaleza, mediadas por la Cultura, conforman los elementos de lo ambiental en su totalidad, por lo que es desde esta visión holística donde se deben generar los cambios esenciales para el alcance de un desarrollo sostenible y por ende, un ambiente más sano para todos. Figura 1
Figura 1: Centralidad de la cultura como campo de acción social.
Elaboración propia.
El desarrollo sostenible, necesita entonces, la mediación de la cultura para introducir sus postulados sobre la sociedad presente y futura. Esto, visualiza una nueva dimensión dentro del campo de la cultura: lo socioambiental.
La dimensión socioambiental en los procesos socioculturales surge como un acto de construcción y deconstrucción, una matriz generadora de nuevos códigos de lenguaje, educativos, cognitivos, éticos, artísticos, filosóficos, políticos, científico-técnicos, etc.
La cultura socioambiental como cultura para el desarrollo sostenible entraña la revisión de visiones, percepciones, actitudes y relaciones sociales a partir de una ética que promueva valores de justicia, equidad y solidaridad humana; que promueva el aprovechamiento de fortalezas y el desarrollo de potencialidades; que incentive la apropiación de nuevas capacidades, vinculadas a la autoconducción de los propios procesos de desarrollo, a la identificación de necesidades de cambio y a la participación plena.
La cultura socioambiental es una visión integradora de la relación Sociedad-Desarrollo-Naturaleza = Medio ambiente, en aras de un desarrollo sostenible. La misma integra:
- Los conocimientos humanos acerca de la realidad que se dan tanto a nivel de lo cotidiano o conocimiento tradicional, como a nivel de conocimiento científico que deriva en ciencia.
- Las técnicas y tecnologías que median la relación sociedad naturaleza a través del proceso de trabajo y que se concreta en instrumentos de trabajo.
- Las creencias religiosas que influyen hasta en la valoración de los hombres sobre la realidad y los recursos satisfactorios de sus necesidades.
- El valor y las valoraciones que suscitan en el hombre elementos de la realidad.
III) El saber ambiental: epistemología de la cultura ambiental.
Como se ha demostrado, aprehender la complejidad ambiental implica una nueva comprensión del mundo, así como una revolución del pensamiento, para pensar lo aún no pensado, cambiar de mentalidad, desentrañar nuestros saberes, transformar el conocimiento y las prácticas educativas para construir un nuevo saber y una nueva racionalidad, entender las condiciones del ser y de las cosas que han llevado a instaurar las concepciones del mundo que han construido al mundo.
Producto a lo anteriormente mencionado, para aprender a aprender la complejidad ambiental es necesario desaprender de los conocimientos consabidos. Por lo que el saber ambiental es un cuestionamiento sobre las condiciones ecológicas de la sustentabilidad y las bases sociales de la democracia y la justicia; es una construcción y comunicación de saberes que pone en tela de juicio las estrategias de poder y los efectos de dominación que se generan a través de las formas de detención, apropiación y transmisión de conocimientos.
Sus bases están sustentadas en la premisa de que: La crisis ambiental es la primera crisis global generada por el desconocimiento del conocimiento. De esta forma, aparece como el conjunto de paradigmas de conocimiento, disciplinas científicas, formaciones ideológicas, sistemas de valores, creencias y conocimientos prácticos productivos sobre los diferentes procesos y elementos-naturales y sociales-que constituyen al ambiente, sus relaciones y sus potenciales.
También, se define por un conjunto de conceptos que son reformulados desde las demandas que les impone la problemática ambiental, y que de esta manera se abren a una articulación teórica para dar cuenta de la convergencia de procesos de diferente orden conceptual, espacial y temporal, para aprehender la complejidad del sistema ambiental tratado.
En fin, la epistemología ambiental no es un proyecto para aprehender un nuevo objeto de conocimiento –el ambiente– ni la reintegración del saber disperso en una retotalización del conocimiento. La epistemología ambiental es un trayecto para llegar a saber qué es el ambiente –ese extraño objeto del deseo de saber– que emerge del campo de exterminio al que fue expulsado por el logocentrismo de la teoría y el círculo de racionalidad de las ciencias. Trayecto y no proyecto epistemológico, pues si bien en las tendencias que se proyectan hacia el futuro lo real está ya trastocado por el conocimiento, la creatividad del lenguaje, la productividad del orden simbólico y la fecundidad del deseo no se anticipan por el pensamiento. Es una aventura epistemológica, pues el horizonte del saber se desdibuja en la lejanía de un futuro que la razón no alcanza a descifrar.
IV) El reto de las Universidades frente a la cultura socioambiental para el desarrollo sostenible.
La dinámica de las sociedades actuales, nos plantea el reto del cambio a corto plazo, tanto en el plano individual como en el social. El actual siglo, es una era de muchos retos teniendo en cuenta que las características actuales de la organización económica imperante, impone a través de los medios de comunicación, de sus teorías globalizadoras y de desarrollo, una vida caótica disfrazada de satisfacción y poder ilimitado del hombre sobre cualquier campo u objeto sobre la tierra y fuera de esta (el cosmos por ejemplo). A raíz de esto, son cada vez más altas las cifras que demandan un personal altamente calificado y cualificado para enfrentarse a los retos de la posmodernidad.
La complejidad ambiental y su obligación de interpretarla desde novedosos enfoques y metodologías que implicarán una visión más integradora del ambiente, resultó la demanda principal para incorporar a las sociedades humanas una nueva dimensión que viabilizara los propósitos emergidos de la crisis nacida de la relación sociedad-naturaleza, la cual se desarrolló con una particularidad que exige pensarla y repensarla sistemáticamente: la evolución de un desconocimiento sobre cómo utilizar nuestro propio entorno.
La Universidad, en su significación más general, se ha visto obligada a operar serias transformaciones en cuanto al proceso formativo que tiene lugar en ella. Y esto se debe entre otras cuestiones a su alta misión social: la formación de los futuros profesionales que tendrán la meta de, a partir de una alta calificación en la ciencia y la técnica, dar soluciones a "problemas sociales con fines altamente humanos y productivos, por lo que este nivel educativo tiene la misión de formar individuos capaces de mantener una actitud de cambio y transformación permanente en beneficio de la humanidad."
El desarrollo sostenible impone el reto de introducir en el ámbito social, las nuevas concepciones que lo engloban o lo que sería igual, la cultura socioambiental gracias a la cual puede ser internalizado; por lo que a la Universidad le compete una autogestión comunitaria dentro de sus propias instancias que se reviertan positivamente a las comunidades del territorio en que se encuentra enclavada.
Para Domínguez. D. T (2002): "La Universidad como institución social, tiene la misión de ayudar a transformar la sociedad, pero a partir de mantener una actitud permanente de cambio y de transformación, lográndolo a través del mejoramiento de la calidad y competitividad de los productos finales de los procesos de docencia, extensión e investigación, pues esto constituye condición indispensable para la supervivencia y desarrollo sostenible de estas instituciones."
Atendiendo los postulados anteriores, es posible vislumbrar, que a nivel mundial, el proceso formativo en la Educación Superior ante el desarrollo sostenible, es muestra de un proceso de enseñanza que debe estar basado en ofrecer métodos que permitan al estudiante manejar e interpretar la información humanista y técnico- científica y hacer uso productivo de los mensajes recibidos, mientras que el aprendizaje sea significativo para el estudiante y le permita buscar mecanismos de autoformación con base en invariantes del conocimiento y de las habilidades. Además, se considera que en el debe reforzarse el sistema de aprendizaje abierto, de manera tal que sea capaz de:
- Estimular al participante.
- Retar el talento.
- Lograr la integración de conocimientos.
- Desarrollar capacidades y habilidades variadas.
Relacionado con lo antes expuesto, el Documento de Política para el Cambio y Desarrollo de la Educación Superior de la UNESCO plantea que: "El espectacular desarrollo de los conocimientos ha llevado a un aumento considerable del número de programas propuestos por los centros de educación superior. Una de las características de ese desarrollo es la interdependencia entre las distintas disciplinas científicas, y hay consenso en que es preciso fomentar la interdisciplinariedad y la multidisciplinariedad en los estudios e incrementar la eficacia de los métodos pedagógicos. Las iniciativas encaminadas a la renovación del aprendizaje y la enseñanza deberán reflejar esta evolución."
Otras de las formas en que la Magna casa de altos estudios ha trabajado en favor de propiciar y desarrollar la cultura socioambiental, ha sido a través de la introducción de la dimensión ambiental en los planes de estudio, lo cual se define en la Estrategia de Educación Ambiental cubana como la incorporación de un sistema de conocimientos, habilidades, actitudes, aptitudes y valores, conscientemente diseñado y contextualizado, que atraviese todo el plan y que parta de los objetivos generales (modelo de profesional); que se derive de un objetivo específico y se conecte en los contenidos de todas las disciplinas , de manera que quede bien establecido como cada área del conocimiento tributa al sistema en su conjunto, y que de como resultado una formación que se exprese en el sujeto por su actuación respecto a su entorno, y la problemática ambiental y del desarrollo.
En la época actual se le confiere a las instituciones de la Educación Superior a nivel de la sociedad los siguientes retos:
- Lograr a través de los procesos que en estas instituciones se ejecutan (docencia, investigación, extensión) una importante contribución a la organización social actual y futura participando activamente en tareas que permitan fortalecer la sociedad civil, incrementar los niveles alimentarios, proteger el medio ambiente y crear otros niveles y formas de educación.
- Desarrollar su actividad en función de lograr incidir en cambios económicos y sociales dirigidos a promover el desarrollo humano y sostenible.
- Adaptarse a los cambios en el mundo del trabajo y de la cultura política que se necesita para estar a la altura de estos problemas.
Las metas expuestas, exigen en aras de una cultura socioambiental para el desarrollo sostenible, el perfeccionamiento de las concepciones que hasta ahora han caracterizado las instituciones universitarias y por tanto un cambio de visión en el proceso de formación de profesionales y en general en todo el proceso pedagógico de la Universidad.
V) La Educación Superior cubana y la cultura socioambiental para el desarrollo sostenible.
El Organismo rector de la Educación Superior cubana, el Ministerio de Educación Superior (MES), ha venido brindando un gran apoyo para el logro de una sociedad basada en los principios del desarrollo sostenible. En el mismo, para dar solución a los principales problemas ambientales que posee la nación, se han empleado disímiles medios para lograr una cultura socioambiental en sus Centros educacionales y que la misma sea revertida y manifestada socialmente, perdurando de generación en generación.
Dentro de las líneas estratégicas del MES se hallan:
- Superación y formación de las generaciones presentes y futuras con una cultura ambiental, que permita a los graduados, tanto de pregrado y postgrado, ser profesionales revolucionarios preocupados y ocupados en el mejor destino de su Patria y la Humanidad.
- Obtención de resultados científicos y técnicos que integran de forma adecuada la dimensión ambiental y hacen una contribución decisiva a mejorar la calidad de vida y a la eficiencia económica.
- Influencia positiva en la comunidad intra y extramuros mediante un trabajo de extensión dinámico y efectivo.
- Eliminación o disminución a un mínimo de las barreras que impiden que las universidades sean un ejemplo de lo que se aspira ambientalmente de estas por la Dirección de la Revolución.
Ante la eminente relación Universidad-Problemas de Desarrollo social, el MES, junto al Organismo central, las Empresas, los Centros de Educación Superior y la Unidades de Ciencia y Técnica, identificaron 7 problemas ambientales que impiden que uno de los mayores propósitos de la Sociedad (el desarrollo sostenible que tanto se ha mencionado) en pos de un mundo mejor:
- Limitaciones en la formación de una cultura ambiental en los profesores y trabajadores en general, en la solución de las cuales se avanza pero no con la suficiente celeridad, lo que unido a falta de literatura especializada, ha influido negativamente en la formación medio ambiental del alumnado y en la creación del entorno adecuado en muchos de los Centros.
- Insuficiente dominio de la temática medio ambiental del personal dirigente en muchos Organismos, incluido el MES.
- Limitada influencia en la formación y gestión ambiental de las personas y Comunidades en las áreas de influencia de los Centros adscriptos.
- Obtención limitada de resultados científico-técnicos orientados a la preservación y mejoramiento del medio ambiente nacional, pese a los esfuerzos y deseos de lograrlos de un grupo apreciable de profesores e investigadores. En la inmensa mayoría de los casos, incluyendo los proyectos incluidos en varios PNCT, la mayor limitante al avance de la investigación es la gran dificultad para utilizar adecuadamente el potencial académico, por carecer del financiamiento nacional e internacional mínimo necesario.
- Pobre participación de la mayoría de los Centros adscriptos al MES en actividades de Consultoría Ambiental, que son una vía expedita para coadyuvar a la preservación del medio ambiente y lograr el desarrollo sostenible; así como para obtener financiamiento para la investigación.
- Condiciones físicas medio ambientales poco adecuadas en la mayoría de los Centros debido entre otras razones a la falta de financiamiento para crear o mejorar algunas instalaciones y servicios. Aunque hay otras causas como la creación innecesaria de residuales o el manejo inadecuado de estos, el ineficiente uso de la limitada energía disponible, la inadecuada atención a las áreas verdes, falta de árboles y la poca recuperación y reciclaje de materiales sólidos, que pueden evitarse y resolverse sin grandes inversiones.
- Las Universidades, especialmente las ubicadas fuera de la Habana, tienen pocos o a veces no tienen proyectos internacionales importantes de medio ambiente, lo que le resta posibilidades científicas y técnicas y por supuesto el tan necesitado y mencionado financiamiento en moneda convertible. Esto último, pese a la buena disponibilidad mundial de financiamientos para proyectos medio ambientales, incluidas los de energía renovable.
De esta forma, la misión ambiental del MES se halla en la formación de un profesional comprometido con su nación de manera general y con su comunidad o provincia o localidad a la que pertenezca siendo capaz de dar muestras fehacientes de una cultura ambiental, así como científica, técnica y humanística en las que siempre se evidencie la presencia de la primera como pruebas de una visión holística de su ambiente y su complejidad. Además, de contribuir a que los futuros gestores y tomadores de decisiones contribuyan en la nueva aprehensión de la realidad en aras de satisfacer las necesidades siempre cambiantes de la sociedad y así contribuir a alcanzar elevados niveles de desarrollo sostenible en el país.
En fin, hay que reconocer que tanto las Universidades en el orden internacional, como las nacionales, están llamadas a ocupar un lugar central en la capacitación de los futuros tomadores de decisiones, gestores sociales, políticos, económicos y contadores o investigadores socioculturales, etc., acorde con las exigencias de la cultura socioambiental para el desarrollo sostenible, puesto que en ellas existe un gran potencial para:
- Orientar a los pueblos en las tomas de decisiones.
- Aportar conocimientos en el proceso de desarrollo sostenible.
- Incidir en las políticas socioculturales de las localidades, regiones, municipios o provincias.
- Ofrecer para la internalización de la cultura socioambiental, el amplio diapasón de profesionales de alta calificación.
- Servir de enlace entre instituciones socioculturales, gubernamentales, entre otras.
La autora es del criterio de que la incorporación de la cultura socioambiental para el desarrollo sostenible en la Universidad, consiste en un proceso dialéctico donde se integra y sistematiza en los currículos, actividades investigativas y extensionistas, disímiles habilidades, aptitudes y actitudes demandadas por el nuevo saber ambiental emergente que, a partir de la interdisciplinariedad, permita en los docentes y educandos la aprehensión de la complejidad y racionalidad ambiental en pos de resolver los problemas de orden teórico-prácticos que exige el camino hacia un desarrollo sostenible.
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Licenciada Dianelkys Martinez Rodriguez,
Estudios realizados: Licenciatura en Estudios Socioculturales en la Universidad de Pinar del Río "Hnos. Saíz Montes de Oca".
Profesión: Profesora adiestrada.
Centro de Trabajo: Departamento de Estudios Socioculturales. Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas. Universidad de Pinar del Río "Hnos. Saíz Montes de Oca".
Especialidad: Licenciatura en Estudios Socioculturales.
Cursos de superación realizados.
- Taller Provincial de formación de promotores juveniles integrales en ITS/SIDA/DROGAS. Centro Provincial de Promoción y Educación para la Salud, Pinar del Río, 18 de octubre de 2004.
- Curso: "Cuba, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible". Ciudad Universitaria "José Antonio Echeverría", La Habana, 19 de abril de 2005.
Publicaciones.
- La Naturaleza en los Versos sencillos de José Martí. Memorias en: CD-ROM Congreso Internacional Estudiantil Universitario de Investigación Científica. Joven Ciencia 2005 "Por un futuro de hombres de ciencia." La Habana, 2005.
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