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Violencia estudiantil en las instituciones educativas (página 3)

Enviado por magaly castillo


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Mucho se habla sobre el tema de la conflictividad e incluso de la violencia escolar, más aun cuando todo alumno ha de estar en las aulas, por tanto se debe pensar que si tantas veces se ha dicho que la escuela no está al margen de la sociedad, entonces el ambiente escolar deberá formarse para superar las previsibles situaciones de conflictos, razón por la cual las instituciones habrán de establecer planes coordinados de actuación para preservar el clima escolar.

Sobre este particular dentro de los desafíos planteados a la escuela para resolver la violencia estudiantil se propone un cambio en los procedimientos actuales para resolver los problemas vinculados con esta situación. De allí que Sarramona (2000) señale como recomendable la educación intercultural, cambios en el rol del docente, fomento de la paz y la solidaridad, pluralismo social, fomento del diálogo, de la educación moral, oposición a las corrientes hedonista y preparación de los docentes para afrontar conflictos. Sin embargo, en cuanto al manejo y solución de los conflictos generadores de violencia estudiantil, todavía se sigue recurriendo a las sanciones, por cuanto el consejo de curso o el de profesores, bajo la dirección del gerente educativo son quienes tienen el poder para aplicarlas.

No obstante, Pérez (2002) señala que comprendiendo a los jóvenes se podrá cumplir como educadores. Para ello, es necesario abandonar miedos y perjuicios y acercarse a ellos con cariño, porque la mayor parte de las cosas solo se ven bien con los ojos del corazón. Lo expresado permite suponer que recurriendo a la comunicación se podrían resolver buena parte de los conflictos. Las sanciones y los castigos aún son aplicados en las instituciones escolares. Sobre este particular, Fernández (2001) explica que los castigos evitan el mal comportamiento a corto plazo, pero son ineficaces a largo plazo. Lo anterior es una muestra de la necesidad de encontrar nuevas alternativas que viabilicen la manera de resolver el problema de la violencia.

2.5.1 Medidas Disciplinarias por Conductas Inapropiadas en el Entorno Escolar

La convivencia constituye uno de los aspectos más importantes en las relaciones humanas. Como manifestación natural de estas relaciones pueden surgir desavenencias, desacuerdos, comunicación inadecuada, etc., que pueden dar lugar a conflictos interpersonales; por tanto, convivencia y conflicto se presentan en un mismo escenario. Pero no se puede obviar que se vive en una sociedad donde los conflictos, a veces, se resuelven violentamente y, aunque las situaciones violentas aparezcan de forma aislada, no se puede negar que existan.

Los centros educativos no escapan a esta realidad, señalan Acosta y Sánchez (2010), la conflictividad escolar se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de la sociedad, a pesar de que la mayor parte de las prácticas educativas son favorecedoras de una buena convivencia, y que las relaciones interpersonales que se dan este ámbito, habitualmente son de cooperación, ayuda, estima, aprecio, etc., casos concretos sobre agresiones o acoso/denigración a compañeros, hacen que también sea una de las principales preocupaciones de los docentes, y por tanto, éstos sean cada vez más conscientes de la importancia de abordar el tema.

La función de la institución educativa como cohesionadora de grupos y promotora de valores se ve resentida, en alguna ocasión, por la difícil convivencia manifiesta, especialmente en los centros de educación secundaria; no obstante, se debe contextualizar los hechos desde una perspectiva global para enjuiciar adecuadamente las circunstancias que se muestran a la opinión pública.

Para Lederach (2000), el conflicto es una paradoja, porque supone una interacción entre dos adversarios que compiten por sus intereses, pero que a la vez han de cooperar para llegar a acuerdos, estar interdependencia hace ver el conflicto como primordial y necesario para el crecimiento de la persona.

La escuela tradicional, poco compleja respecto a sus pretensiones y modos de relación, ha dado paso a otra escuela donde tienen cabida colectivos que antes no estaban presentes, como inmigrantes, niños y jóvenes. Éstos suponen nuevos retos educativos que requieren de nuevas estrategias docentes, señala Sánchez (2007). A estos nuevos cambios se suman los necesarios para abordar el nuevo enfoque del aprendizaje basado en competencias básicas entre las que se considera fundamental educar para la vida en sociedad.

Si la intención es educar al alumnado en determinados valores y prepararlos para ser ciudadanos en un mundo cada vez más complejo, donde se desenvuelvan con una adecuada competencia social, acota Sánchez (2007), se deben implementar un conjunto de medidas que probablemente podrían contribuir a minimizar las conductas inapropiadas en el entorno escolar, entre ellas: sanciones, amonestaciones, citaciones, retiro del alumno de la institución.

1. Sanciones: Sin duda, aplicar sanciones y castigos a la población estudiantil, tal vez genera mayor violencia, por cuanto estas situaciones conllevan a exacerbar el estado de ánimo del adolescente. Por cuanto, las sanciones son penas que se establecen para quien infringe la ley, con el fin de dar fuerza a la existencia de la misma. Generalmente, esta forma de enfrentar la agresividad estudiantil es utilizada con frecuencia en las organizaciones escolares.

Por su parte, Chiavenato (2004) refiere que las medidas disciplinarias generalmente conllevan hacia un ambiente de temor y desconfianza, porque las personas deben obedecer ciegamente las normas y reglamentos, los cuales en ocasiones son componentes simbólicos, fríos e interpersonales.

Lo afirmado por el autor permite confirmar que las normas y los reglamentos no son los únicos elementos que deben ser utilizados para modificar las conductas negativas, por cuanto éstos carecen de suficiente poder para convencer al individuo sobre la correcta manera de actuar, no le otorgan el carácter humano que poseen las comunicaciones verbales. No obstante, lo mencionado en las instituciones a veces continúa aplicándose, pero lejos de minimizar la violencia, tal vez la incrementa.

En el mismo orden de ideas, Fernández (2003) señala que las sanciones o castigos son correctores necesarios y, sobre todo, presentes en los centros escolares, ya que las investigaciones indican que evita el mal comportamiento a corto plazo; pero señalan que son ineficaces a largo plazo. Si se toma en cuenta la opinión de esta autora se observa que no rechaza totalmente la aplicación de la sanción, de allí que coincide con Materi (2000) al momento de señalarla como correctivo a corto plazo, pero también concuerda al afirmar que éstas son ineficaces como solución a largo plazo.

No obstante, la opinión de las autoras anteriores, Chiavenato (2004) se opone a la aplicación de las medidas correctivas, por cuanto conducen a la deformación de la personalidad, ya que puede promover la desconfianza el temor o la obediencia ciega. Aunado a la opinión del autor señalado también podría agregarse que la repetida aplicación de sanciones pudiese acostumbrar al alumno a demostrar poco respeto a los demás o acostumbrarse a romper los acuerdos y, por lo tanto, caen en la pérdida de valores.

Por otra parte, Olweus (2000) señala que tanto las investigaciones como las experiencias demuestran que se deben emplear las sanciones por comportamientos indeseables. Asimismo, Patterson y Walker, citados por Olweus (2000), afirman que los mejores resultados los proporciona la combinación con actividades positivas y sanciones coherentes con las conductas agresivas y contrarias a las normas". De acuerdo a lo afirmado las sanciones no deben omitirse.

Como se puede ver, la mayoría de los autores mencionados en este aparte, concuerdan con que la sanción debe ser aplicada, sin embargo, es importante recurrir a aquellas no relacionadas directamente con las actividades escolares a fin de que el alumno no quebrante su responsabilidad escolar, por esto se sugiere entre otras, hablar seriamente con él, privarles de algunos privilegios, ponerse en contacto con los padres para informarles de la situación e intentar que colabore en el objetivo de cambiar las conductas del alumno.

2. Amonestaciones: Con el propósito de aplicar medidas correctivas sobre las conductas y acciones de los alumnos que se enmarquen como falta leve, quizás debiera tomarse en cuenta el entorno geográfico y socio-cultural en el cual esté inmersa la institución educativa, pues según el Normativo para la Elaboración de los Reglamentos Internos en los Planteles Públicos y Privados, elaborado por la Zona Educativa Zulia (2004), estas faltas son cuando el alumno no cumple con los deberes escolares (evaluaciones, tareas, ejercicios y asignaciones), no asiste a la institución con los materiales y útiles necesarios, salvo razones justificadas y comprobadas, no use el traje escolar establecido, exceptuando los casos injustificados y comprobados, el uso de accesorios no regulados por la institución, el irrespeto a las normas contra la moral y buenas costumbres.

Asimismo, se considera falta leve al empleo de lenguaje inapropiado, la falta de colaboración, dentro de sus límites, en la limpieza, mantenimiento, conservación del mobiliario y especialmente del aula de clase, incumplir las normas de convivencia o cualquier otro hecho establecido como falta leve en el ordenamiento jurídico y reglamento interno del plantel. Según refiere el mencionado documento, los correctivos a las faltas leves implican una llamada de atención individual o colectiva para que los alumnos dejen de realizar el acto u omisión, esta falta debe quedar registrada por escrito.

También se soluciona a través de amonestación verbal de manera individual, racional y privada de una forma pedagógica o amonestación escrita y acta de compromiso, consistente en una llamada de atención personal, individualizada, racional con un escrito que incluya el compromiso de abstención firmado por el representante sin que esto implique condicionamiento o persecución.

Generalmente, dentro de las instituciones escolares cuando los alumnos cometen una falta leve se les hacen advertencias con el fin de reprenderlos, prevenirlos sobre sanciones posteriores o procurar que la misma situación se vuelva a repetir. Sin embargo, Olweus (2000) señala que las reuniones de la hora social puede ser un buen momento para analizar las normas que se han acordado a fin de que el alumno medite sobre dicha falta.

Lo expuesto por este autor es una manera de entender que se debe indicar a los alumnos cuáles son las conductas a las cuales se refieren las normas, otra posibilidad de reducir las amonestaciones podrían llevarse a cabo a través de la lectura de materiales que describan cuál es la necesidad de cumplir las normas para evitar las sanciones. Éstas pueden ser un punto de partida para un análisis general que conduzcan al alumno a contrarrestar la tendencia a la comisión de faltas leves.

Como se señaló anteriormente, hay que dejar bien claro a los alumnos el sentido de las normas, con el propósito de que paulatinamente vayan comprendiendo cómo se debe interpretar. El docente en primer lugar, debe indicar que el fin general de las normas de la institución es que la clase sea considerada provechosa y, en segundo lugar, contrarrestar las tendencias a la exclusión. Por otra parte, se debe hacer entender al alumno sobre el comportamiento en la institución, así como su actitud hacia el trabajo.

Evidentemente, este tipo de reuniones tanto en el aula con el alumno como con los representantes buscan mejorar aspectos del clima social de la clase y de la institución en general propiciando un mejor orden, una mejor disciplina, unas relaciones sociales más favorables y una actitud más positiva hacia el trabajo académico en la escuela. Por otra parte, es deseable que tanto profesores como padres utilicen sus conocimientos y su imaginación para ayudar a los alumnos a comportarse y llevarse mejor dentro y fuera de la escuela.

Al comparar la propuesta de Olweus (2000) con la del Normativo para la Elaboración de los Reglamentos Internos de los Planteles Públicos y Privados del Estado Zulia (2004) se desprende que el primer autor nombrado asume en todo momento una posición humanista, formadora; mientras que el instrumento simplemente establece normas para sancionar. Esto conlleva a suponer que la institución escolar que desee construir el futuro del alumnado tiene el desafío de trabajar en la divulgación de valores con el objetivo de desarrollar eficaz y eficientemente el potencial encubierto en cada uno de los educandos.

En este mismo sentido, Vílchez (2006) refiere: "para la mayoría de las personas su proyecto de vida es asunto prioritario y tal proyecto implica comunicarse unos con los otros "(p.1). La opinión de esta autora guarda relación con lo indicado por Olweus (2000), pues aprender se logra en base a la comunicación entre el docente y el aprendiz, por tanto, al alumno no se le debería sancionar ni amonestar antes de que aprenda cuáles son las reglas y las normas que debe cumplir.

En relación con lo señalado, el docente debería emplear parte de su tiempo enseñando además de los valores, las normas y reglamentos que rigen el plantel, puesto que la prevención surte mejores efectos que la aplicación de castigos, mediante los primeros el alumno va formando una personalidad ajustada a las condiciones sociales, mientras que las acciones sancionatorias tiende a alejarlos de lo que la sociedad espera de él.

3. Citaciones: Éstos son procedimientos utilizados en caso de faltas graves, generalmente van acompañadas con suspensión de clases, pérdidas de evaluación, notas negativas, levantamiento de actas, bien sea por parte del profesor guía o por parte del subdirector.

Evidentemente, acota la investigadora, este conjunto de acciones pueden ser el producto de medidas que se hayan asignado por situaciones conscientes o inconscientes del educando; por tanto, es preferible concienciar al alumno mediante la formación de valores a fin de reducir al máximo su inclusión en actos que ameriten este tipo de castigo.

La citación consiste en una convocatoria escrita dirigida a los padres, con el propósito de exponer alguna conducta irregular que el alumno haya presentado, y determinar las sanciones a aplicar. Puede ser expedida por los directivos del plantel o por cualquiera de los docentes. Normalmente, supone corrección previa.

Si se observa este tipo de acción sancionatoria, es fácil evidenciar que la misma conlleva una serie de castigos que van desde el llamado al representante, la exposición de la conducta irregular y la aplicación de sanciones, lo cual podría constituir una advertencia a la que el alumno le otorgue poco valor. Por consiguiente, su efecto posiblemente no trascienda ni logre el propósito de mejorar la conducta, pues probablemente se ha establecido la reflexión suficiente sobre la situación. Evidentemente, que la citación del alumno amerita la presencia del padre o representante a fin de llegar a compromisos conjuntos para fortalecer el respeto de sus deberes y de los derechos de las demás personas.

En el caso de la violencia estudiantil, cuando se descubre que un joven intimida a otro, el docente debe ponerse en contacto con los padres pues, según Olweus (2000), aunque la escuela es quien tiene la responsabilidad de la solución de los problemas, los padres pueden hacer mucho para mejorar este tipo de situación. Es obvio suponer, que los padres deben tener algún tipo de ascendencia sobre los hijos; por tanto, éstos deben tener bien claro que si ellos no se toman las actitudes violentas en serio, posiblemente en un futuro, los alumnos no pueden llegar a situaciones donde las normas exijan una conducta normal. Este contacto, también brinda la oportunidad de intercambiar ideas entre docentes, padres o representantes y alumnos.

Cabe considerar que es conveniente elaborar un horario de atención a los padres, representantes o responsables permitiendo flexibilidad según la urgencia del caso, también es recomendable integrar a los padres o responsables a través de programas permanentes con el fin de lograr un mayor acercamiento entre la familia y la institución escolar. De tal manera que se pueda minimizar el hecho de tener que acudir a cualquier tipo de sanción grave.

En términos generales, se debe recordar que cuando se invite a los padres a celebrar una entrevista, éstos no deben pensar que el docente sólo va a mostrar necesariamente una actitud crítica, pues se debe recordar que el propósito principal de la citación es compartir ideas, información y planes a fin de beneficiar al alumno. En este sentido, la Enciclopedia Práctica del Docente (2002) señala que la entrevista debe considerarse una reunión amistosa, como una oportunidad para que dos o más adultos, que sienten interés por una misma persona se sienten y hablen sin formulismo pero con un fin constructivo.

Según lo afirmado en el texto, las entrevistas para atender una citación deben procurar ante todo, que el objeto principal de la misma sea dar información sobre el alumno, conocer las causas posibles de su comportamiento y planear con el representante su mejor desarrollo procurando que la entrevista se desenvuelve en un ambiente relativamente cómodo tratando de establecer una atmósfera amistosa antes de iniciar la entrevista propiamente dicha.

Si se considera la posición del contenido de los textos consultados se observa que todos aquellos concuerdan en el hecho que las citaciones al representante supone un acuerdo con el propósito de buscar la corrección del alumno, y para ello, no hay nada mejor que el diálogo directo del docente con los padres donde se debe ser firme pero razonar. Estas charlas junto con posibles acuerdos entre la escuela y la familia, también se considera componentes básicos para la solución de problemas, al menos cuando éstos revisten cierta gravedad.

Como conclusión, se puede confiar en un conjunto de medidas que son eficaces para prevenir la violencia escolar sin estigmatizar al alumno, lo cual se traduce en una cuestión de voluntad y de implicación por parte de quienes los rodean, lo cual debería suponer un reto para los representantes y las autoridades educativas dejando claro que el problema de la violencia escolar no se puede abandonar, sino que se debe recurrir a métodos menos impositivos como medida para la posible solución o minimización del mismo.

En tal sentido, puede decirse que la problemática de la violencia y la intolerancia en las aulas es un fenómeno creciente que no distingue latitudes ni sectores sociales. Las transgresiones de los alumnos están cada vez más lejos de ser sólo esas conductas que, tradicionalmente, se sancionaban en el ámbito educativo.

4. Retiro del alumno de la institución: cuando ocurre faltas que lesionan gravemente los derechos de los distintos estamentos de la comunidad que comprometen al alumno y cuando no se aprecian cambios de conductas después de haber agotado todos los recursos disciplinarios previstos pueden ser aplicados el retiro parcial o definitivo del alumno en la institución. Sin duda, estas acciones serán aplicadas cuando la falta sea de tal magnitud que comprometa el buen funcionamiento de la institución.

Mientras que el retiro definitivo se otorga cuando las faltas lesionan gravemente los derechos de los distintos estamentos. Ésta se aplicará cuando pesen en el alumno retiros temporales en ocasiones anteriores, comentan faltas que atenten contra la moral individual o colectiva, o afecten gravemente a juicio de la dirección.

No parece razonable que ante la existencia de mecanismos para la atención de los jóvenes sea necesario acudir a este método, puesto que esta situación generalmente tiene lugar cuando el alumno ha perdido sus expectativas de satisfacer sus intereses personales, es decir, que su actitud ante la escuela no es la mejor alternativa que dispone para solucionar sus problemas. Las causas que pueden originarlo son diversas y los problemas potenciales son diferentes, pero casi siempre atienden a la voluntad del educando.

Cabe considerar que los retiros definitivos de la institución en su formulación teórica son hechos excepcionales. Sin embargo, Mc Manus, citado por Fernández (2003) señala que hay menos expulsiones y menos disciplina con la descentralización de la autoridad y la distribución del poder en el centro escolar. Vista de esta manera, lo expuesto por este autor conlleva a suponer que la descentralización de la autoridad en el centro escolar podría ser una solución para minimizar la aplicación de este tipo de medidas.

Es importante destacar que la descentralización de la autoridad conduce al otorgamiento de responsabilidades a un mayor número de personas, lo cual hace que actúen responsablemente y exige un mayor número de voluntades para enfrentarse a las dificultades que aparezcan. Sin caer en un vacío de autoridad y la distribución del poder en el centro escolar. Visto de esta manera, lo expuesto por este autor conlleva a suponer que la descentralización de la autoridad en el centro escolar podría ser una solución para minimizar la aplicación de este tipo de medidas. Es conveniente señalar que para proceder con cautela ante las expulsiones o retiros de la institución tanto los alumnos y profesores deben acordar normas y procedimientos de conveniencias.

De forma diferente, se plantea la situación de la expulsión en el Normativo para la Elaboración de Reglamentos Internos de los Planteles Públicos y Privados del Estado Zulia (2004), donde se admite la expulsión del plantel por uno o dos años: la primera, aplicada por el Consejo General de Docentes y la segunda por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Sin embargo, el Artículo 123 de la Ley Orgánica de Educación (2009) en concordancia con el Artículo 57 de la Ley Orgánica de Protección del Niño y Adolescente (2000) consideran que el alumno antes de ser expulsado tiene derecho a la defensa y a observar que el problema haya seguido los cauces regulares.

2.5.2 Acciones para Prevenir la Violencia Estudiantil

El problema de la violencia no se resuelve solamente aplicando medidas coercitivas, porque la verdadera moralización presupone un mejoramiento de las relaciones interpersonales, tanto en el aula como en la institución. En ese sentido, Brunet (2005) define las relaciones interpersonales como "el tipo de atmósfera social y de amistad que se observa dentro de la organización" (p.47). Asimismo, Zaldívar (2004) las concibe como "todo intercambio que establece el individuo con el entorno, son interacciones que se fundamentan en la calidad, cantidad y tipo de comunicación que las personas establecen entre sí" (p.37).

De acuerdo con las definiciones anteriores, las relaciones interpersonales al igual que la comunicación se desarrollan en todos los organismos sociales, particularmente en las instituciones educativas, en las cuales la comunicación es altamente pertinente. Estas se basan, de acuerdo con Zaldívar (2004) en la interacción "no sólo con la persona sino con sus propias experiencias, sentimientos, valores, conocimientos y formas de vida, totalmente diferentes unos de otros" (p.54).

Puede decirse que las relaciones interpersonales son las capacidades que los individuos poseen para desenvolverse y darse a conocer con otros individuos dentro de una sociedad, por ello, deben ser desarrollada para facilitar la convivencia con quienes forman parte del entorno escolar.

En ese sentido, se debe considerar que según el nivel donde se produzca la buena o mala interacción con otras personas, se hará más fácil o difícil vivir en armonía. Estas relaciones se logran a través de una buena comunicación, así como de la madurez humana de cada individuo. Por ello, en el ámbito escolar, es fundamental enseñar a los alumnos a defender los propios derechos sin agredir ni ser agredido, lo cual constituye una estrategia útil para lograr unas relaciones interpersonales más relajadas, positivas para realizar las labores cotidianas con una conducta social acertada hacia los compañeros de clase o colegio.

Asimismo, para autores como Musgrave (2008) las relaciones interpersonales son producto de la interacción que se origina entre dos personas quienes intercambian experiencias a través de varias etapas de la comunicación, entre ellas se incluyen:

1. Comunicación abierta; es la que ocurre a menudo cuando dos personas se comunican o interactúan. Es la más común de las etapas en las relaciones interpersonales.

2. Relaciones subrepticias e inconscientes; ocurre cuando en la comunicación se pueden captar significados inconscientes que las personas envían.

3. Confidencia o revelación; es la tercera etapa de la comunicación, ocurre cuando las personas se dicen deliberadamente un secreto, por lo general, una persona influya sobre la otra.

4. Contagio emocional; es la cuarta fase del proceso comunicacional interpersonal y en ella se produce el involucramiento de sentimientos, emociones que pueden influir en los sentimientos de la otra persona.

Según Adler y Elmoshost (2005) las relaciones interpersonales implican "trabajar con otras personas, resolver problemas, negociar diferencias y manejar conflictos de tal forma que se puedan desempeñar las actividades con eficacia" (p.135). En las instituciones educativas son esenciales pues durante sus actividades se produce un proceso recíproco mediante el cual los alumnos se ponen en contacto, valoran el comportamiento de otros, formándose opiniones acerca de ellos, lo cual en algunas oportunidades presentan sentimientos que influyen en el tipo de relaciones existentes.

Por su parte, Gardner (2005) define las relaciones interpersonales como contactos profundos o superficiales existentes entre las personas durante la realización de cualquier actividad, además, es la interacción por medio de la comunicación que se desarrolla o se entabla entre una persona y el grupo al cual pertenece. Ahora bien, para promover las relaciones interpersonales en las instituciones educativas, el gerente debe centrarse en las necesidades, sensibilidades e idiosincrasias personales de los alumnos, trabajando para mantener los conflictos bajo control, así como un nivel alto de colaboración entre ellos.

En ese sentido, se considera indispensable que el gerente educativo propicie las relaciones interpersonales en su institución con la finalidad de obtener resultados positivos y satisfactorios en el desarrollo de las actividades escolares. Por ello, Chiavenato (2004) expresa: "las relaciones interpersonales dan origen a un determinado clima", entendiendo como clima "la atmósfera psicológica, características que existen en cada organización y que la distinguen de otra e influye a su vez en el comportamiento de las personas" (p.50).

Por lo anteriormente expresado, se infiere que el gerente educativo debe conocer en profundidad a los alumnos, pensamientos, acciones, capacidades, pues esto le permitirá utilizar métodos y estrategias las cuales fomenten las relaciones interpersonales en la institución, por lo cual tiene la responsabilidad de motivar, así como propiciar un ambiente escolar propicio para su desarrollo.

En ese marco de pensamiento, Castro y Moreno (2006) definen las relaciones interpersonales como "trabajar con otras personas, resolver problemas, negociar diferencias y manejar conflictos de tal forma que se puedan desempeñar con eficacia" (p.23). De acuerdo con esta definición, éstas tienen como objetivo propiciar la convivencia armónica, respetuosa entre los alumnos de una institución, previniendo la aparición de violencia estudiantil.

CAPÍTULO III

Marco metodológico

El presente capítulo se corresponde con el aspecto metodológico que sirvió de guía para este estudio conformado por el tipo y diseño de investigación, así como el procedimiento que siguió el proceso investigativo.

3.1 Tipo y Diseño de la Investigación

Este estudio fue de tipo documental ya que se sustentó en una revisión sistemática del estado del conocimiento relacionado con la violencia estudiantil en las instituciones educativas con base en la definición de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2011) la cual expresa: "Se entiende por Investigación Documental, el estudio de problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su naturaleza, con apoyo, principalmente, en trabajos previos, información y datos divulgados por medios impresos, audiovisuales o electrónicos" (p.20).

De acuerdo con lo anterior, la presente investigación se refiere a una revisión crítica del estado del conocimiento sobre la violencia estudiantil, focalizando en el análisis de las teorías y conceptualizaciones existentes para señalar su progreso, así como su relevancia en el contexto seleccionado. De igual forma, Chávez (2007) expresa:

Los estudios documentales son aquellos que se realizan sobre la base de documentos o revisión bibliográfica. En esta categoría se incluyen, entre otros, los diseños de modelos o propuestas.

Esas investigaciones se efectúan en función de documentos escritos, imágenes sonidos, entre otros… La finalidad de los estudios documentales es recolectar información a partir de documentos escritos y no escritos susceptibles de ser analizados (p.137)

En ese sentido, se realizó un diseño bibliográfico, el cual se utiliza, según señala Tamayo (2009) cuando el investigador "recurre a la utilización de datos secundarios, es decir, aquellos que han sido obtenidos por otros y nos llegan elaborados y procesados de acuerdo con los fines de quienes inicialmente los elaboran y manejan…". (p.109).

Para la USM (2002) el diseño bibliográfico es básico de las investigaciones documentales ya que a través de la revisión del material documental de manera sistemática, rigurosa y profunda se llega al análisis de diferentes fenómenos o a la determinación de la relación entre las variables.

Asimismo, Palella y Martins (2009) definen el diseño bibliográfico como aquel que:

Se fundamenta en la revisión sistemática, rigurosa y profunda de material documental de cualquier clase. Se procura el análisis de los fenómenos o el establecimiento de la relación entre dos o más variables. Cuando opta por este tipo de estudio, el investigador utiliza documentos: los recolecta, selecciona, analiza y presunta resultados coherentes (p.96)

Al respecto, la investigadora utilizó procedimientos propios de la investigación: análisis, síntesis, efectuando un proceso de abstracción que le permitió generalizar sobre la base fundamental del tema, la cual se obtuvo a través de una recopilación adecuada de información.

3.2 Procedimientos

El procedimiento constituye una fase complementaria, mecánica, la cual puede llevarse a cabo en forma manual o computarizada. Iniciándose con la revisión de fuentes de información del material bibliográfico relacionado con la investigación y estudios anteriores. . Luego de realizar la identificación y descripción del objeto de estudio seleccionado para desarrollar la presente investigación, la cual por ser documental estuvo conformada por una (1) etapa, desglosada en tres (3) fases:

1. Ubicación, Selección y Extracción de la Información: Se ubicó, discriminó, seleccionó las fuentes de información, tanto documentales como bibliográficas. Al respecto, Hernández, Fernández y Baptista (2010) señalan "la revisión de la literatura consiste en detectar, obtener y consultar la bibliografía y otros materiales que pueden ser útiles para los propósitos del estudio" (p.23).

Ahora bien, para el desarrollo de la investigación se consideró el uso de fuentes secundarias, definidas por Bellorín y Rivas (2004) como "aquellas que contienen datos que han sido reelaborados, analizados, sintetizados por otros, proporcionando indirectamente información sobre los hechos, tales como las obras de referencia, compendios, revistas de resúmenes, traducciones, etc." (p.126)

Estas fuentes también se denominan de segunda mano, dado que la información ha pasado por un proceso de reelaboración a través de intermediarios. Al respecto, Arias (2012) las fuentes o datos secundarios son "los obtenidos y registrados por otros investigadores en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas". (p.27)

De acuerdo con lo anterior, puede decirse que las fuentes utilizadas para el desarrollo de esta investigación se ubican dentro de las secundarias impresas, por cuanto se consultaron investigaciones, libros, compendios referidos tanto a la gerencia educativa como a las variables propuestas.

De igual forma, Méndez (2009) define las fuentes secundarias como toda "información escrita que ha sido recopilada y transcrita por personas que han recibido tal información a través de otras fuentes escritas o por un participante en un suceso o acontecimiento" (p.248). En ese sentido, la presente investigación se sustentó en fuentes secundarias tomadas de textos, revistas, documentos y otras investigaciones relacionadas con las variables propuestas.

2. Procesamiento de datos: en la cual se realiza el planteamiento del problema detectado mediante la sistematización de la información obtenida de la realidad, para el posterior desarrollo de los objetivos de la investigación.

3. Estructuración y elaboración del marco teórico: comprende el análisis de estudios previos, a fin de desarrollar los antecedentes que sirvieran de orientación, para los fines del presente estudio, la revisión de las conceptualizaciones de los diferentes autores seleccionados en el área de la Gerencia Educativa, para analizar sus enfoques teóricos, que explican y sustentar las variables en estudio.

Posteriormente, se continuó con el proceso investigativo para determinar los aspectos inherentes al tipo documental y al diseño bibliográfico, así como la técnica del fichaje, el cual permitió acumular datos, recoger ideas para, posteriormente, organizarlos de acuerdo con las diversas temáticas tratadas.

En el Manual USM (2002) se explica que es conveniente especificar los métodos y técnicas aplicados a la investigación, pues estos recursos dan viabilidad al proceso investigativo. Asimismo, define el método como "el camino a seguir mediante una serie de operaciones fijadas de manera voluntaria, reflexiva y planificada para alcanzar un determinado fin que puede ser material conceptual" (p.46).

En relación al método se utilizó el analítico, el cual según el Manual USM (2002) sirvió como guía para la ejecución del trabajo. Es decir, son aquellos métodos que se emplean cuando los datos han sido recolectados en otras investigaciones y son conocidos mediante los informes correspondientes a datos secundarios obtenidos por otros, elaborados y procesados de acuerdo con los fines de quienes los manejaron.

En ese sentido, Palella y Martins (2009) define el método analítico como aquel que "se emplea para definir las clases y tipos de medición u observaciones para analizar los datos de una investigación" (p.90). Es decir, se utilizó el método analítico, pues se seleccionaron los aportes teóricos obtenidos de diversos autores e investigaciones previas, y, con base en ellos, se elaboró el marco teórico del estudio.

Desde esa perspectiva, Balestrini (2009) señala con relación al método analítico:

Son los que centran su atención en…el análisis de la diversidad de fuentes documentales existentes, donde los hechos han dejado huellas; y demandan la incorporación de una serie de técnicas y protocolos instrumentales muy específicos… es un área básica donde se ha de coincidir, independientemente del tipo de investigación que se realice y de la implicación que ésta tenga con una rama de conocimiento específica. (p.146)

De acuerdo con la definición anterior, esta investigación se consideró analítica porque constituyó un análisis de diversas fuentes secundarias existentes sobre la temática de la misma, al cual la autora aportó su percepción personal sobre la misma, conformando un corpus teórico que ofreció elementos teóricos ubicados dentro del campo de la gerencia educativa.

Asimismo, Méndez (2009) señala que el método analítico consiste en obtener el conocimiento de la realidad a partir de la identificación de las partes de las partes que conforman un todo o como resultado de ir aumentando el conocimiento de la realidad.

De igual forma, se utilizó como técnica el fichaje, definida por Bellorín y Rivas (2004) como aquella que "consiste en un conjunto de procedimientos metodológicos para la recolección, de manera organizada, de los materiales necesarios para el desarrollo del tema que nos hemos planteado". (p.140)

De acuerdo con la definición anterior, la técnica del fichaje consiste en un procedimiento basado en la toma de notas a través de la elaboración de fichas de investigación. Al respecto, Montero y Hochman (s/f) explican: "El fichaje constituye una técnica que permite acumular datos, recoger ideas y organizarlo todo en un fichero" (p.22)

En otras palabras, la técnica del fichaje se utiliza en todas las investigaciones como elemento fundamental para la recolección y organización de los elementos teóricos que posteriormente permitirán el desarrollo del tema planteado en la investigación

CAPÍTULO IV

Conclusiones y recomendaciones

4.1 Conclusiones

Luego de concluida esta investigación se pueden emitir consideraciones capaces de explicar lo expuesto en el texto y cuerpo de ésta. Es así como se formulan las siguientes conclusiones en función del logro de cada uno de los objetivos específicos, redactados como soporte para identificar y describir el nivel de violencia estudiantil en las instituciones educativas.

En relación a las actividades para la prevención de la violencia en el alumno se menciona en primer lugar el fortalecimiento de su autoestima considerada como un punto importante en su personalidad, pues el tipo de autoestima que posean ya sea en relación a su valía personal o, en mayor medida, tiene impacto en su comportamiento, la clave para desarrollar la autoestima en los niños está en cómo se sienten los profesores con respecto a sí mismos, ya que la buena autoestima de los niños requiere de adultos que también tengan una alta autoestima como es el caso de profesores y padres.

En segundo lugar se plantea la práctica pedagógica integral u holística pues con este nuevo enfoque es posible la recuperación de los valores sociales de convivencia, lo cual deberá gestarse hacia el interior de la sociedad y quizá en el centro de los programas escolares, contemplando el nacimiento de una nueva generación, donde se fomente una cultura de transparencia, de desarrollo de valores y prácticas democráticas entre los ciudadanos.

En cuanto a las actitudes de violencia estudiantil en el proceso educativo se determinó entre ellas la presencia de conflictos en la escuela que se ha convertido en una situación cotidiana a la cual debe enfrentarse el gerente educativo, en donde se involucran alumnos, personal de la institución o integrantes de la comunidad siendo el gerente educativo el responsable de mediar o facilitar la resolución de los mismos. Por tanto, es necesario que el gerente se prepare para identificar el tipo de conflicto que se presenta y a utilizar las técnicas gerenciales que se estilan para resolverlos.

Asimismo, se consideró el conflicto en un centro educativo como una relación antagónica entre uno o más estudiantes dentro de un mismo grupo. Un estado natural mediante el cual los alumnos sienten la necesidad de negociar, reestablecer nuevas reglas de convivencia, así como reorganización del poder y la autoridad. Esos conflictos pueden identificarse como: agresiones verbales, agresiones físicas, falta de respeto al grupo, falta de tolerancia, problemas de convivencia.

Por ello, los directivos deben ser capaces de utilizar cualquiera de los estilos previstos para el manejo de conflictos, sin embargo, existe una tendencia a usar con más frecuencia uno de ellos en función de las características personales, la propia concepción que tengan sobre el conflicto y de las habilidades con las cuales cuente. Entre ellas: asertividad, negociación.

En relación a la participación de la comunidad educativa en actividades en la prevención de la violencia estudiantil se concluye que ésta se promueve mediante la realización actividades tales como talleres, obras de teatro, fiestas, actividades deportivas, donde se incorporen organizaciones escolares, docentes en la planificación de actividades de prevención de la violencia estudiantil.

En cuanto los procedimientos actuales para la resolución de los problemas de violencia estudiantil se concluyó que en Venezuela se han aplicado entre otros: las sanciones, como medida correctiva a corto plazo, pero es importante recurrir a aquellas no relacionadas directamente con las actividades escolares a fin de que el alumno no quebrante su responsabilidad escolar; las amonestaciones que implican una llamada de atención individual o colectiva para que los alumnos dejen de realizar el acto u omisión, esta falta debe quedar registrada por escrito; las citaciones que son procedimientos utilizados en caso de faltas graves, generalmente van acompañadas con suspensión de clases, pérdidas de evaluación, notas negativas, levantamiento de actas, bien sea por parte del profesor guía o por parte del subdirector.

Asimismo, se considera como procedimiento el retiro del alumno de la institución cuando ocurre faltas que lesionan gravemente los derechos de los distintos estamentos de la comunidad que comprometen al alumno y cuando no se aprecian cambios de conductas después de haber agotado todos los recursos disciplinarios previstos pueden ser aplicados el retiro parcial o definitivo del alumno en la institución. Sin duda, estas acciones serán aplicadas cuando la falta sea de tal magnitud que comprometa el buen funcionamiento de la institución, pero que, según la normativa legal consideran que el alumno antes de ser expulsado tiene derecho a la defensa y a observar que el problema haya seguido los cauces regulares.

Finalmente, como acción preventiva se plantea el mejoramiento de las relaciones interpersonales enseñando a los alumnos a defender los propios derechos sin agredir ni ser agredido, lo cual constituye una estrategia útil para lograr unas relaciones interpersonales más relajadas, positivas para realizar las labores cotidianas con una conducta social acertada hacia los compañeros de clase o colegio

4.2 Recomendaciones

Se plantean las siguientes recomendaciones que pueden ser tomadas por todas las instituciones educativas relacionadas con la problemática de la violencia estudiantil a nivel de secundaria con la finalidad de minimizar el problema.

Dada la explicación y la identificación del nivel de violencia estudiantil es pertinente dedicar más tiempo a actividades dentro y fuera del ámbito educativo donde el objetivo es socializar a los padres y representantes, al estudiante y al docente.

Fomentar una cultura de respeto en el hogar, escuela y comunidad mediante la realización en las instituciones educativas de talleres de orientación dirigidos a mantener un nivel de comunicación favorable lleno de valores y hábitos de las buenas costumbres de la ética y moral.

Solicitar a la institución educativa aplicar los reglamentos internos y de las leyes que amparan al niño, niña y adolescente, con medidas de sanciones por conductas fuera de orden del contexto educativo.

Prevenir imitaciones de conductas, producto de los medios de comunicación, específicamente la televisión donde los niños, niñas y adolescentes son inducidos a la violencia por imágenes que están llenos de odio, rencor, estableciendo un control en los horarios de las programaciones.

Fortalecer la personalidad de los estudiantes con principios de derechos a la vida, ocupar un espacio para no caer en intimidaciones verbales (insultos, apodos, hablar mal de alguien, sembrar rumores) intimidaciones psicológicas (amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente obligan a la víctima a hacer cosas).

Desarrollar la empatía entre estudiantes, basada en la comprensión, entendimiento de los problemas de otros, solidarizándose con ellos.

El docente debe retomar el liderazgo en las instituciones y en el aula, no ser un simple espectador que deja pasar las situaciones por no comprometerse en su solución.

Aplicar teorías adecuadas para la solución de problemas de conductas generadoras de violencia como la negociación, el diálogo constructivo, la asertividad.

Motivar a la comunidad educativa a realizar talleres y estudios sobre la prevención de la violencia estudiantil para contribuir con la escuela en esta tarea enorme que tiene planteada.

Mantener una cultura de valores a través de las normas, deberes y derechos del personal directivo, docente y alumnado, así lograr un clima de paz, armonía en la institución educativa.

Incrementar y estimular acciones que ayuden a solucionar o minimizar la violencia, facilitando la interacción de la gestión educativa en la institución.

Fortalecer las relaciones interpersonales de los estudiantes mediante el establecimiento de un proceso comunicacional adecuado.

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DEDICATORIA

Hay un ser sobrenatural que desde el principio de esta idea le dije: "Dedico esto a ti; que eres la fuente de mi existir…y así como entregué mi vida a Ti, entrego toda la labor que mis manos y mi hacen". Ese ser maravilloso eres Tu Padre, mi Papá Jesucristo, mi maestro, la luz que guía mis pasos. A ti mi señor, dedico todo este proyecto.

A mi abuela Juana, que con sus consejos y amor es valor principal para concluir mi Trabajo.

A mi esposo Gaudi Oropeza quien es y será mi más grande amor, apoyo, ayuda y comprensión, quien me ha impulsado a alcanzar mis metas.

A mis hijos Michelle, Geremí y Giselle mis más grandes tesoros e inspiración para lograr mis sueños.

A mis padres Gerber Bastidas y Eloisa Villega, por ser instrumento que Dios usó para traerme al mundo y vivir en la voluntad de Cristo.

A Fenatev-Zulia por el convenio con la Universidad Santa María; haber traído el Postgrado al Municipio.

RECONOCIMIENTO

Agradezco primeramente al creador de la vida y todo lo que había en lo visible y lo no visible. A mi Señor Dios y Padre Jesucristo, por darme Sabiduría, Fe, Esperanza y Amor, y de creer que todo lo puedo en él, que me fortalece…Gracias Señor.

A mi abuela, a quien le debo lo que soy por sus hermosas enseñanzas, apoyo incondicional a ustedes.

A mi esposo, Gracias por tu comprensión, tolerancia y paciencia. Doy gracias al Padre porque estás a mi lado durante toda mi vida ¡Te Amo!

A mis hijos Michelle, Geremi y Giselle porque han sabido entender el tiempo que le dediqué a este esfuerzo, que ha sido para ustedes ¡Mis Amores!

A la Profesora Magaly por asesorarme en la elaboración de este trabajo de investigación.

Al Profesor Darío Morles, Presidente de Fenatev-Zulia por traer el Convenio dela Universidad Santa María.

A todas aquellas personas que colaboraron por hacer posible esta fascinante y excelente meta. De Corazón mil Gracias!

 

 

Autor:

Bastidas Lizbett

Enviado por:

Magaly castillo

UNIVERSIDAD SANTA MARÍA

DECANATO DE POSTGRADO Y EXTENSIÓN

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA EDUCATIVA

edu.red

Zulia, Junio 2014

Trabajo Especial de Grado presentado como requisito para optar al Título de Especialista en Gerencia Educativa

Partes: 1, 2, 3
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