- Resumen
- Introducción
- El problema
- Marco teórico
- Marco metodológico
- Conclusiones y recomendaciones
- Bibliografía
Resumen
El presente trabajo de investigación se ubicó en el área de la Gerencia Educativa, Línea de Investigación Sociedad Educadora y Estado Docente cuyo propósito fue analizar el problema de la violencia estudiantil a nivel de educación secundaria considerando los aportes de Kimmel y Weiner (2000) quienes refieren que los conflictos no tienen interés en formar amistades o son incapaces de ello sufren a menudo trastornos de la personalidad, asimismo los aportes de Mardomingo (2002) quien expresa que los comportamientos agresivos y violentos constituyen el paradigma de la implicación de factores individuales, familiares, y sociales en la génesis del comportamiento humano. La metodología fue de tipo documental porque analizó el problema mencionado desde un punto de vista teórico, basado en un diseño de carácter bibliográfico, el cual se fundamentó en una revisión sistemática de materiales impresos, utilizando para la recolección de información la técnica del fichaje. Se concluyó que entre las actitudes de violencia estudiantil se encuentra la presencia de conflictos en la escuela que se ha convertido en una situación cotidiana a la cual debe enfrentarse el gerente educativo, en donde se involucran alumnos, personal de la institución o integrantes de la comunidad siendo el gerente educativo el responsable de mediar o facilitar la resolución de los mismos. Es recomendable fomentar una cultura de respeto en el hogar, escuela y comunidad mediante la realización en las instituciones educativas de talleres de orientación dirigidos a mantener un nivel de comunicación favorable lleno de valores y hábitos de las buenas costumbres de la ética y moral.
Introducción
La presente investigación se inserta dentro del área de la Gerencia Educativa, está referida a la violencia estudiantil dentro de las instituciones educativas considerándola como una de las mayores problemáticas de las instituciones educativas, en las cuales se clama por la no violencia en todos sus niveles. Donde la gerencia educativa debe actuar como una herramienta fundamental para planificar, organizar y controlar a través del empleo de recursos para lograr los objetivos preestablecidos en contra de las agresiones que generan violencia en el aula de clase.
Por esa razón, este estudio se considera importante porque brinda la oportunidad de describir mediante un análisis teórico el ambiente educativo predominante a través del tiempo en los centros educativos, pudiendo servir de plataforma para emprender acciones en función de minimizar los actos violentos que se suceden dentro de los planteles educativos y contribuir a elevar la calidad educativa de los mismos. De acuerdo con lo antes expuesto, en la presente investigación se analizó el problema de la violencia estudiantil a nivel de educación secundaria
Asimismo, los resultados obtenidos del análisis teórico posibilitaron la elaboración de conclusiones concretas y recomendaciones pertinentes, dirigidas a ofrecer insumos para prevenir la violencia estudiantil en las organizaciones escolares. Teóricamente, se sustenta en los aportes de diversos autores quienes analizaron a profundidad las causas y efectos de la violencia estudiantil en distintos niveles educativos. Su desarrollo se sistematizó en un informe monográfico, de tipo documental con diseño bibliográfico, conformado por cuatro capítulos:
Capítulo I, El Problema, presenta la contextualización y delimitación del problema, interrogante y objetivos de la investigación, justificación y sistema de variables. Capítulo II, Marco Teórico, con los antecedentes relacionados con la investigación y los aspectos generales, así como el desarrollo de las variables. Capítulo III, Marco Metodológico, expone el tipo y diseño de la investigación, así como el procedimiento seguido para su desarrollo. Capítulo IV, Conclusiones y Recomendaciones. Además, la Bibliografía Consultada.
CAPÍTULO I
El problema
1.1 Contextualización y Delimitación del Problema
La naturaleza del ser humano es su vivencia en constante interacción con sus semejantes, la cual le permite crecer tanto personal como profesionalmente garantizándole su existencia material y espiritual. Se puede afirmar, señala Santoiani (2011), que el éxito de sus actividades depende de la aplicación de estrategias en forma sistemática a través de la motivación e interacción entre los miembros de su comunidad, a fin de satisfacer las necesidades, logrando de este modo, mejorar sustancialmente los aspectos imperiosos requeridos por el proceso educativo.
Igualmente, acota el autor antes mencionado, es importante articular los saberes con los problemas, vivencias y dilemas reales a que se enfrenta cotidianamente, por lo cual se hace indispensable una reflexión profunda para generar propuestas de cambio. De estas evidencias, en el siglo XXI, la permanencia y trascendencia de las organizaciones educativas universalizándolas, vienen determinadas por la adaptabilidad y rápida capacidad de respuesta ante los cambios.
Desde la década de los ochenta hasta hoy, explica Roca (2010), en muchos países de Europa y América han sido notorios numerosos eventos violentos que ocurren dentro o en los alrededores de instituciones educativas, protagonizadas por estudiantes, donde inclusive se han presentado manifestaciones de violencia extrema; aunque en la mayoría de los casos las múltiples caracas de las acciones de agresividad estudiantil no han alcanzado cifras extremas de muertes, éstas no se presentan excluidas, lo cual por su intensidad las ha convertido en tema de honda preocupación para los líderes educativos.
Las escuelas secundarias públicas de Latinoamérica, continúa Roca (2010), han sido seriamente afectadas por el fenómeno del vandalismo, agresión grupal, disrupción en el aula, intimidación, entre otros eventos estudiantiles, resultando constante pérdida de bienes educativos, suspensión de clases que afecta el rendimiento estudiantil, daños físicos a actores escolares, y en fin, pérdida de la inversión del Estado.
Aunque son muchos los informes explicativos de las causas que crean la violencia en la escuela, señala Oviedo (2010), son escasos los estudios sistemáticos realizados en Venezuela sobre las manifestaciones de violencia estudiantil y menos aún sobre los factores inherentes tanto a la propia institución educativa que las provocan, siendo esto objeto de limitación de los argumentos necesarios para fundamentar las impresiones recibidas del entorno.
La creación y difusión de la violencia en los planteles educativos, continúa Oviedo (ob.cit.), tienen causas múltiples y entrelazadas, inherentes tanto a la personalidad, familia, contexto social, los medios de comunicación, las relaciones interpersonales escolares, entre otros, por lo que hace necesario el estudio individualizado a cada una de éstas.
A pesar de los avances de esta era globalizada, expresa Valenzuela (2008), la gerencia educativa en muchos países aún no se está logrando con el impulso esperado, por la falta de políticas destinadas a elevar las competencias basadas en las funciones y tareas a cumplir por los directivos de las instituciones así como el personal docente, lo cual conlleva a la creación de un clima organizacional negativo, caracterizándose muchas veces como autoritario e impidiendo cumplir con las expectativas de las personas quienes allí interactúan.
Dentro de las funciones y tareas, de los gerentes educativos y los docentes se señalan un conjunto de actividades propias del hacer académico y administrativo que determinan la convivencia ; pero de acuerdo con García (2006) se están orientando casos como son aquellos destinados al mejoramiento de la calidad de las relaciones interpersonales, comunicación y normas de convivencia que de alguna manera pueden contribuir a la creación de un ambiente adecuado en los planteles educativos en pro de la prevención de la violencia estudiantil.
En este sentido, Fernández (2009) plantea: "los procesos de orden, disciplina o control se han de apoyar en una organización escolar que favorezca su realidad y que se refleje en un clima de centro y de aula positivo" (p.63). Habida cuenta, éste debe basarse en objetivos o principios valorativos del ser humano, en su complejidad y hacer énfasis en el carácter educativo y de aprendizaje en los centros educativos. Esto favorecería en la creación de un ambiente de apoyo, de pertenencia, donde se atiende dentro de lo posible las necesidades individuales de sus miembros, con una ética de preocupación mutua, donde su filosofía guíe las relaciones interpersonales con el firma propósito de minimizar la violencia estudiantil.
La creación de un determinado ambiente educativo depende en gran medida de la agrupación de factores intervinientes, siendo de notoria significancia el constituido por las relaciones interpersonales, puesto que si son negativas, el ambiente escolar será hostil, donde los actores quienes allí conviven, reflejarán sus tensiones, configurando un estado de desmotivación el cual puede terminar en actuaciones agresivas, al constatar la no cristalización de sus metas. Esta realidad, posibilita el desencadenamiento de situaciones de malestar y frustración, creando conflictos y actitudes de rechazo de unos hacia otros, y hacia la institución misma, con mucha probabilidad de convertir estos problemas en escenarios de violencia estudiantil.
Esa violencia antes citado, según Marks (2002) se ha incrementado en instituciones educativas a nivel mundial, como consecuencia de actitudes y creencias de los educandos, influenciada por grupos de poder entre los alumnos. Para ilustrar tal situación se cita a Debarbieux (2001), estudioso de la conducta agresiva de los estudiantes franceses quien en uno de sus trabajos sostiene que la escuela cristaliza a través de su ambiente las tensiones de la sociedad y, a veces las exacerba. Admite la existencia de un foco tenaz de violencia la cual puede alcanzar el once por ciento (11%) de los escolares europeos.
En América Latina la situación no es distinta, diversos hechos han demostrado la creciente ola de violencia en los centros escolares. Al respecto, Espino (2004) reporto que en algunas naciones de América Latina los directivos de muchos Centros Educativos y la sociedad están alarmados por los distintos sucesos de violencia, en los cuales están involucrados estudiantes de secundaria de varias escuelas públicas. Recientemente, se ha dado el caso de homicidios de alumnos a manos de otros, procedentes de otras escuelas, que se arman de objetos cortantes.
Por su parte, Venezuela presenta una preocupante situación similar a la planteada anteriormente, a menudo se suscitan hechos violentos dentro de diversos planteles educativos especialmente los de Educación Media Diversificada. Según información presentada por el programa televisivo cien por ciento (100%) Venezuela transmitido en el mes de Junio del año 2004; en el año 2001 se desarrollaron ciento ochenta y dos (182) manifestaciones estudiantiles con allanamientos en distintos planteles de Caracas asociados en algunos casos a la existencia de factores internos de la escuela concerniente con el clima organizacional, tales como relaciones interpersonales fracturadas, mala comunicación y conflictos.
Al respecto, expresa Perche (2005) que entre los planteles donde ocurrieron hechos violentos se encuentran el Fermín Toro, Gran Colombia y la Escuela Técnica Luis Razetti, en todos hubo heridos y destrozos a la planta física, y la única forma de control fue la represión a través de los distintos cuerpos policiales de la región.
Cabe destacar que en instituciones de Educación Media y Diversificada, se presenta una situación similar a la antes descrita en cuanto a la violencia estudiantil, evidenciada según Yépez (1998) en manifestaciones de carácter político o disturbios, sobre los cuales en algunas oportunidades no se tienen institucionalmente medidas de control preventivo ante el resurgimiento de conflictos, danto lugar al allanamiento de distintos liceos en la capital de la república y otras regiones del país y a la represión por distintos cuerpos policiales.
Desde la década de los noventa (90) se vienen presentando con mayor frecuencia actos de violencia entre los estudiantes de muchos planteles educativos, riñas, enfrentamientos y agresiones a docentes están a la orden del día, donde la población estudiantil participa en manifestaciones violentas, observándose daños significativos.
Entre los diversos hechos de violencia suscitados en las instituciones educativas se han desarrollado diversas formas de participación involucrando diferentes actores, aunque oculta algunas veces, se gesta la violencia verbal entre los profesores, otras entre docentes y alumnos cuando se hace uso y abuso del poder, siendo la más visible y lamentable, cuando se agreden física y verbalmente los alumnos entre sí, causándose daño a sí mismos, a los que están a su alrededor y muy frecuentemente deteriorando la planta física de los centros educativos. De una forma u otra, estos actos de violencia ameritan de una efectiva atención puesto que interfieren negativamente en el rendimiento de muchos alumnos y alumnas.
Además de los hechos antes descritos, existe dentro de los plantes la violencia difusa, la cual según Angulo (2004) en Perche (2005) es aquella que se gesta verbalmente entre los estudiantes y no se detecta fácilmente, sirviendo por lo tanto de caldo de cultivo para los estallidos y agresiones violentas de carácter físico. Continúa expresando el autor que entre las expresiones más comunes de ese tipo de violencia se encuentran: juegos psicológicos, ofensas, intimidaciones, burlas y chantajes, pudiendo ser el resultado de la convivencia dentro de un clima organizacional negativo. En efecto, este tipo de violencia al igual que la física ha producido consecuencias negativas en los alumnos llenándolos de angustias y miedos que muchas veces afectan su rendimiento escolar.
Hasta los momentos se sigue repitiendo la historia, las únicas medidas de control utilizadas han sido la suspensión de clases y la expulsión de algunos alumnos, que han sido revocadas por no cumplir con los procedimientos administrativos establecidos en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA, 2000). Sin embargo, no se deben desestimar los esfuerzos que están haciendo los orientadores de los planteles, quienes han implementado algunos programas dirigidos al trabajo de la paz, aunque hasta el momento los resultados no han sido totalmente satisfactorios.
Cabe destacar que los liceos de dependencia pública no escapan en determinados momentos a diferentes conatos de violencia con otros planteles; estos incidentes provocan cuantiosos daños a la propiedad privada y a las estructuras de los planteles educativos de la región. En este sentido, los estudiantes de estas instituciones, presentan poco control de sus conductas, debido a que se agreden con palabras obscenas, hasta llegar a agresiones físicas que dañan su imagen y su autoestima. También se observan violaciones a las normas establecidas por las instituciones y a la integridad física de los compañeros, no conforme con esto, ofenden a los profesores y personas que laboran en los liceos. La violencia estudiantil aparece entonces en el proceso educativo a nivel del subsistema secundario, afectando el subsistema de educación primaria, generando conductas inapropiadas.
En la actualidad, las instituciones educativas sin violencia, parecieran ser utopías, sin embargo, las escuelas y liceos no pueden permanecer inertes y no contraponer esa imagen violenta, que cotidianamente experimentan, tampoco pueden resolverlas solas, por ello, demanda del esfuerzo de todos los entes educativos comprometidos en el quehacer escolar.
1.2 Interrogantes de la Investigación
¿Cómo es el problema de la violencia estudiantil a nivel de educación secundaria?
¿Cuáles actividades pueden aplicarse para la prevención de la violencia?
¿Cuáles son las actitudes de violencia estudiantil en el proceso educativo?
¿Cómo es la participación de la comunidad educativa en actividades en la prevención de la violencia estudiantil?
¿Cuáles son los procedimientos actuales para la resolución de los problemas de violencia estudiantil?
1.3 Objetivos de la Investigación
1.3.1 Objetivo General
Analizar el problema de la violencia estudiantil a nivel de educación secundaria
1.3.2 Objetivos Específicos
Describir las actividades para la prevención de la violencia en el alumno.
Caracterizar las actitudes de violencia estudiantil en el proceso educativo.
Identificar la participación de la comunidad educativa en actividades en la prevención de la violencia estudiantil.
Interpretar los procedimientos actuales para la resolución de los problemas de violencia estudiantil.
1.4 Justificación
La violencia es una situación de confrontación de dos o más protagonistas entre los cuales existe un antagonismo. En ocasiones algunos conflictos cursan con agresividad cuando faltan en alguna medida los instrumentos con los cuales pueden solucionarse los problemas, por esta razón, todo depende de los procedimientos y estrategias que se empleen para resolverlos.
Ahora bien, la investigación referida a la violencia estudiantil es importante porque brinda la oportunidad de describir mediante un análisis, el ambiente educativo predominante a través del tiempo en los centros educativos, para poder generar decisiones pertinentes a los cambios requeridos, pudiendo ser estos positivos o negativos dependiendo del tipo de gerencia que se desarrolle y así conducirse hacia la formación de los estudiantes deseada por el actual sistema educativo
Igualmente, el estudio puede servir de plataforma para emprender acciones en función de minimizar los actos violentos que se suceden dentro de los planteles educativos y contribuir a elevar la calidad educativa de los mismos. Este milenio demanda mayor efectividad en el hecho educativo, y desde esta investigación se pueden hacer aportes valiosos que de alguna manera incidirán en el progreso de la educación venezolana.
En el ámbito teórico, es relevante porque se documentan los tipos de violencia estudiantil, sus causas, además del papel del docente frente a este tipo de situaciones de agresividad en el entorno escolar, siendo aportes que le dan significancia al ambiente en el cual se desenvuelve una persona, considerando que el mismos puede influir de forma directa en la conducta del ser humano, y al mismo tiempo sostienen que la forma como una persona percibe ese entorno es tan influyente como el ambiente mismo.
Del mismo modo, el hecho de desarrollar actividades culturales como estrategias gerenciales para la prevención de la violencia estudiantil en las instituciones escolares podrían contribuir a consolidar en los alumnos la identidad cultural, lo cual a su vez, pudiese inducirlos a modificar su conducta y mantener patrones adecuados y disminuir así la violencia.
Al mismo tiempo, la existencia de otras investigaciones sobre este tópico indican la necesidad del estudio sobre el tema de violencia estudiantil, que hoy de día se torna cada vez más interesante contar con diversas fuentes de información relacionadas con el problema planteado, puesto que los mismos servirán sin duda de plataforma para futuras investigaciones, como ha ocurrido en el caso presente, suministrando así al lector nuevas informaciones sobre los hechos agresivos estudiantiles en cuestión, en pro de la calidad educativa y búsqueda de la paz estudiantil.
1.5 Sistema de Variables
1.5.1 Definición Conceptual
La definición conceptual según Bernal (2009) implica clarificar qué se entiende por ella. Es decir, bajo que descriptores se conciben en el estudio; para ello, es recomendable asumir la posición teórica de un autor o varios, tomando en consideración los basamentos teóricos desarrollados previamente.
De acuerdo con la definición anterior, definir conceptualmente una variable significa, fijar posición con respecto a un autor bajo el cual se conducirá la variable dentro del estudio, es decir, es la definición que permitirá desarrollar dicha variable y de la cual partirán los indicadores a desarrollar en el trabajo.
Asimismo, Arias (2012) señala que "la definición nominal, conceptual o constitutiva de la variable consiste en establecer el significado de la variable, con base en la teoría y mediante el uso de otros términos" (p.63). Esta definición se refiere al establecimiento de un concepto según un autor específico, de la cual se desprenden los indicadores relevantes para el estudio.
De acuerdo con los autores anteriores, la conceptualización de las variables es un elemento relevante que se debe incluir en todo estudio. En ese sentido, se refiere a cómo desea la autora que se interprete la (s) variable (s) que investiga. Ahora bien, independientemente del tipo de investigación que se realice, debe efectuarse debidamente, sustentada científicamente y en estrecha relación con el instrumento que la medirá.
Dentro de ese contexto, la Universidad Santa María (USM, 2002) la definición conceptual de la variable "es la expresión del significado que el investigador le atribuye y con ese sentido debe entenderse durante todo el trabajo" (p.36). Esta definición difiere de las anteriores, por cuanto indica que la variable es definida conceptualmente por el investigador quien aporta significado propio a la misma, mediante el cual se rige todo el trabajo.
Al respecto, Palella y Martins (2009), señalan:
La definición conceptual o nominal se limita a explicar el significado de la variable utilizando palabras conocidas. Cuando se trata de una definición que requiere tomar en cuenta la etimología o connotación semántica de la palabra, debe hacerlo a partir del origen etimológico del término con el cual ha identificado la variable (p.78)
De acuerdo con los planteamientos anteriores, la definición conceptual parte de la percepción que tenga el investigador sobre la variable quien otorga significado a la misma de acuerdo con el propósito trazado para su estudio. Asimismo, Tamayo (2009), explica "inicialmente, se definen las variables en forma teórica…" (p.169).
El autor antes mencionado, no hace referencia, si la definición debe ser por teóricos o por el investigador, sin embargo en este trabajo se asume la posición expresada por USM la cual plantea la definición conceptual como propia de la investigadora quien la define de acuerdo al propósito del trabajo.
En ese marco de referencia, la definición conceptual designa el fenómeno mediante un enunciado general sin hacer afirmaciones sobre el mismo, pero considerando las expectativas del investigador, quien considera que la misma guarda relación con el propósito de la investigación.
Desde esa perspectiva, las variables de la presente investigación se definieron conceptualmente, considerando la presencia de varios indicadores de los cuales se derivaron los ítems del instrumento de recolección de datos, siendo entendidas como variables cuantitativas.
Cuadro 1
Identificación y Definición de las Variables
OBJETIVOS ESPECÍFICOS | VARIABLES | DEFINICIÓN CONCEPTUAL | |
Describir las actividades para la prevención de la violencia en el alumno. | Actividades para la prevención de la violencia en el alumno. | Son las diversas acciones que realiza la escuela para prevenir la violencia en el alumno, bien sea pedagógicas, culturales, o deportivas | |
Caracterizar las actitudes de violencia estudiantil en el proceso educativo | Actitudes de violencia estudiantil en el proceso educativo | Son aquellos comportamientos agresivos que desarrollan los alumnos durante su estancia en la institución educativa | |
Identificar la participación de la comunidad educativa en actividades en la prevención de la violencia estudiantil | Participación de la comunidad educativa en actividades en la prevención de la violencia estudiantil | Se refiere al involucramiento de la comunidad educativa en las actividades planificadas por la institución educativa con el propósito de prevenir la violencia estudiantil | |
Interpretar los procedimientos actuales para la resolución de los problemas de violencia estudiantil | Procedimientos actuales para la resolución de los problemas de violencia estudiantil | Son todas aquellas acciones diseñadas por especialistas en orientación y psicología destinadas a dar solución a los problemas de violencia estudiantil |
Fuente: Elaborado por la autora según el Manual USM (2002)
1.5.2. Definición Operacional
La definición operacional de la variable, según Arias (2012), "establece los indicadores para cada dimensión, así como los instrumentos y procedimientos de medición". (p.63). De acuerdo con la definición anterior, se define operacionalmente una variable cuando se hace mención a los indicadores de los cuales se desprenderán los ítems del instrumento de recolección de datos.
En ese sentido, Méndez (2009), señala que operacionalizar las variables "implica desglosarla en indicadores por medio de un proceso de deducción lógica, los cuales se refieren a situaciones específicas de las variables" (p.218). Esta definición expresa una forma de operacionalizar las variables, similar a la que se siguió en esta investigación, por cuanto se definió operacionalmente a través de los indicadores desprendidos del esquema general.
Desde esa perspectiva, Hernández, Fernández y Baptista (2010) exponen que una definición operacional constituye:
Un conjunto de procedimientos que describe las actividades que un observador debe realizar para recibir las impresiones sensoriales, las cuales indican la existencia de un concepto teórico en mayor o menor grado. En otras palabras, especifica qué actividades u operaciones deben realizarse para medir una variable (p.79)
Los aportes realizados por los autores precitados, indican explícitamente como debe realizarse la operacionalización de la variable, señalando que en ella debe explicarse las actividades que se realizarán para medir la misma. Sin embargo, Bernal (2009) expresa "operacionalizar la variable significa traducirla a indicadores, es decir, traducir los conceptos hipotéticos a unidades de medición" (p.135)
La definición de Bernal (ob.cit.) es más precisa en relación a la definición operacional de las variables, por cuanto explica que ésta significa desglosarla en los indicadores, los cuales no sólo servirán para elaborar el instrumento sino para el desarrollo de la estructura general de la variable. Dentro de ese contexto, el Manual USM (2002) señala que:
La definición operacional de la variable representa el desglosamiento de la misma en aspectos cada vez más sencillos que permiten la máxima aproximación para poder medirla, estos aspectos se agrupan bajo las denominaciones de dimensiones, indicadores y de ser necesarios subindicadores (pp. 36-37)
La definición anterior explicita la forma adecuada de definir operacionalmente las variables de este trabajo, cuyos parámetros fueron adoptados para la realización de las mismas, por cuanto se desglosaron las mismas en indicadores medibles cuantitativamente. Al respecto, Tamayo (2009) expresa: "En el proceso de operacionalización de unas variables es necesario determinar los parámetros de medición a partir de los cuales se establecerá la relación de variables enunciadas…" (p.169).
La definición anterior especifica que la operacionalización de las variables es un proceso mediante el cual las variables se transforman en términos concretos, observables y medibles, tales como los indicadores de los cuales se desprenden los ítems de las escalas.
En otras palabras, operacionalizar la variable implica desfragmentarla en enunciados más pequeños denominados indicadores o subindicadores en caso de ser necesario, los cuales permiten a la investigadora, analizar con mayor facilidad la variable, así como obtener los elementos teóricos que posibilitarán elaborar los ítems que conforman el instrumento de medición con el cual se recabarán los datos necesarios para verificar la realidad detectada durante el planteamiento del problema.
Es decir, la definición operacional se refiere a un esquema detallado del desarrollo de las variables propuestas, cuyos elementos requieren ser especificados ampliamente dentro del marco teórico de la investigación.
Cuadro 2
Operacionalización de las Variables
VARIABLE | DIMENSIÓN | INDICADOR | |
Actividades para la prevención de la violencia en el alumno. | Social Educativa | Fortalecimiento de la Autoestima del Alumno Práctica Pedagógica Integral u Holística | |
Actitudes de violencia estudiantil en el proceso educativo | Social Educativa | Presencia de Conflictos en la Escuela Técnicas para la Resolución de Conflictos en la Escuela | |
Participación de la comunidad educativa en actividades en la prevención de la violencia estudiantil | Social educativa | Incorporación de las Organizaciones Escolares para prevenir la Violencia Estudiantil Participación de Docentes en actividades de Orientación ante Situaciones Conflictivas Participación de Docentes en la Formación de Valores Escuela de Padres y Familia Actividades para incrementar la Identidad y Pertenencia con la Institución | |
Procedimientos actuales para la resolución de los problemas de violencia estudiantil | Social educativa | Medidas Disciplinarias por Conductas Inapropiadas en el Entorno Escolar Acciones para prevenir la Violencia Estudiantil |
Fuente: Elaborado por la autora según el Manual USM (2002)
CAPÍTULO II
Marco teórico
2.1 Antecedentes Relacionados con la Investigación
La revisión bibliográfica y documental realizada dio como resultado un conjunto de hallazgos referidos a algunas investigaciones realizadas con anterioridad, las cuales guardan relación con las variables propuestas, entre ellas cabe mencionar: el estudio de Gómez (2009) denominado El Modelo de Gerencia, Generados de la Calidad Institucional, cuyo objetivo fue determinar la aplicabilidad al modelo educativo de gerencia estratégica como generador de la calidad institucional. Como resultado se obtuvo que los gerentes de Educación Básica no aplican el modelo de gerencia estratégica y por ende la calidad institucional de estas escuelas se ve afectada.
Este estudio se relaciona con la presente investigación porque ofrece un modelo educativo de gerencia estratégica para mejorar la calidad institucional, el cual fue previamente validado, lo cual permite su aplicabilidad en cualquier contexto de características similares, indicando además elementos que permiten identificar aquellos factores que deben desarrollar los directivos para ejercer su función directiva, entre los cuales se ubica el adecuado control de la disciplina escolar.
Del mismo modo, Miquelena (2009) investigó sobre la Función Directiva y la Formación Gerencial en las Escuelas Públicas Nacionales de la Parroquia Escolar Nº 3 del Municipio Maracaibo. El trabajo se orientó a caracterizar la función directiva en la Escuela Básica atendiendo a las exigencias de la formación gerencial moderna. Los resultados de la investigación permitieron determinar que los directores no cumplen con el desempeño de sus funciones directivas según las exigencias de la formación gerencial moderna, además no poseen estudios de especialización, ni realizan investigaciones en el área de gerencia.
Por otra parte, encontró que existen confrontaciones entre los señalamientos de supervisores y docentes ante lo ofrecido por los directores, puesto que los primeros señalan que la función no es efectiva mientras que los segundos indican que se desempeña efectivamente.
Este estudio es de significativa importancia para la investigación que se realizó por cuanto propone al estudio la necesidad de mejorar la función gerencial mediante la adquisición de conocimientos adaptados a la gerencia moderna.
En el mismo orden de ideas, se encontró que Oviedo (2010) realizó un estudio denominado Programa de Acción Gerencial para el Manejo de Conflictos de la Escuela Técnica Industrial Laudelino Mejías del Municipio Escolar Trujillo, Estado Trujillo, el cual tuvo como propósito diseñar una propuesta de acción gerencial para el manejo de conflictos en la institución mencionada.
Los resultados demuestran que la acción gerencial ejecutada en la Escuela Técnica Industrial Laudelino Mejías tiene una tendencia a la acción pasional con ciertos aspectos proclives al modelo de acción limitado, el estilo de manejo de conflicto presenta una tendencia autocrática basada en la amenaza.
Este estudio constituye un valioso aporte para la investigación realizada por cuanto recomienda estrategias para el manejo de la violencia en las instituciones educativas; así mismo, es importante porque refleja que la carencia de este tipo de herramientas podría conducir al director a una tendencia a la acción pasional, lo que concede un carácter autocrático al gerente educativo al momento de solucionar problemas de esta naturaleza.
También, Romero (2011) propuso Estrategias de Docentes y Padres en el Manejo de Conductas Agresivas en los Niños en Edad Preescolar. El propósito de este estudio fue identificar las estrategias que utilizan docentes y padres en el manejo de las conductas agresivas de los niños de seis años del jardín de infantes Angelitos Negros del Municipio Escolar Nº 2 de Maracaibo.
Los resultados confirmaron que los padres y docentes utilizan estrategias para minimizar la agresividad en los niños pero a pesar de esto se observan estas conductas dentro del aula, de allí que sea necesario aplicar estrategias estableciendo alternativas para manejar el problema de orden social.
El aporte de esta investigación está relacionado con el hecho de señalar que se deben establecer alternativas de tipo social para manejar el problema de la violencia en el aula; asimismo es importante porque muestra que el factor parental debe ser tomado en cuenta al momento de trazar líneas estratégicas para reducir la conducta violenta del educando, por cuanto éste contribuye de manera significativa a la socialización y afecto del alumno.
Por otra parte, Bracho (2010) realizó una investigación que se denominó Estrategia Educativa Integral Adoptada a la Dinámica Familiar. El objetivo fue estudiar la dinámica familiar de los alumnos atendidos por los Centros Comunitarios de Protección y Desarrollo Estudiantil Olegario Villalobos I, con miras a proponer una estrategia educativa integral que permita abordarlas.
La investigación reveló que las funciones de la familia potencian el individualismo, en donde la relación entre los miembros se da de acuerdo a la convivencia y necesidades personales más no grupales, donde se fortalece la identificación y la conciencia del individuo único pero no integrante del sistema familia. También se encontró que los modelos parentales no son significativos, ya que las normas, reglas y principios impuestos son incongruentes al momento de actuar dentro y fuera de la familia, produciendo un intercambio o abandono de roles lo que conllevó al abandono familiar.
Este estudio ofrece valiosos aportes a la presente investigación, pues tipifica las características provenientes del medio familiar que son generadoras de violencias en los educandos, entre ellas la existencia de familias extendidas, la presencia de sustitutos paternos, el individualismo, la actuación por conveniencias y necesidades personales, la insistencia de actitudes grupales, la gestión familiar ineficaz, la carencia de modelos parentales significativos y desajuste familiar, los cuales pueden ser tomados en cuenta para investigar sobre la realidad familiar de los alumnos.
Finalmente, se encontró y revisó el estudio desarrollado por Sánchez (2011) denominado La Violencia Estudiantil como Problema del Gerente Educativo, cuyo objetivo fue medir la prevalencia e incidencia de los factores escolares sobre la conducta violenta de los estudiantes de las instituciones públicas de la III Etapa de Educación Media.
Los datos obtenidos revelaron como facilitadores de violencia estudiantil la acción estudiantil ante conflictos, codificada de deficiente en un sesenta por ciento (60%); la actividad personal de los docentes y la actuación del equipo directivo con un cincuenta y cinco por ciento (55%); la calidad de servicios escolares, en un cuarenta y dos por ciento (42%), entre otros.
En cuanto al aporte producido por esta investigación, el mismo se considera de significativo valor por cuanto califica y especifica la inadecuada actividad personal de los docentes, la deficiente actuación, calidad de los servicios escolares, el estado de los recursos institucionales y la seguridad interna del liceo como posibles causas generadoras de violencia estudiantil.
2.2 Actividades para la Prevención de la Violencia en el Alumno
Actualmente, el ser humano vive en un mundo donde la sociedad se desarrolla entre lo periférico y lo superficial, donde hay un permanente vacío de valores en las relaciones humanas, lo cual a su vez margina los valores de la convivencia, razón por la cual es urgente pensar, reflexionar, analizar y comprender la vida para conducir al individuo a plenitud hacia la formación de valores tanto a nivel personal como social para conseguir la auténtica autorrealización personal.
En efecto, Pérez (2007) refiere la apariencia se ha convertido en un poderosos eje de la cultura social que se arraiga con fuerza en la juventud por el atractivo de los estímulos que utiliza. Sin duda, tal actitud influye en la personalidad del joven afectando su crecimiento interior, por lo tanto, el adolecente requiere del reconocimiento de los valores que le ayuden a convalidar una persona sencilla, veraz, auténtica y cordial; por esa razón, la misión de la educación queda plasmada en la adquisición de valores del educando para reafirmar su crecimiento, su relación y comunicación con los demás.
En este sentido, intentar paliar los estados de conflictividad en el ámbito educativo, abordar el incidente, la problemática, el clima de aula o centro desde diferentes ámbitos de actuación es un asunto que amerita derivarse actividades para la prevención de los rasgos violentos en el alumno.
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