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Mercado de valores en México

Enviado por bernardo rodriguez


Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Macroeconomía
  2. Sistema financiero mexicano
  3. Mercado de Valores
  4. Mercado de Capitales
  5. Mercado de dinero
  6. Mercado de derivados
  7. Bibliografía

Macroeconomía

  • 1. CAUSAS DE LAS MAYORES CRISIS ECONOMICAS DE MEXICO.

LA CRISIS DE 1929-1932.-Esta crisis en principio fue un reflejo de lo sucedido en los Estados Unidos, en donde se dio la Gran Recesión que se prolongó desde 1929 hasta el año de 1935. En nuestro país, a la vez fue agravada por algunas de las medidas internas que fueron aplicadas, entre ellas la desmonetización del oro. En México la crisis inició en 1929 y se prolongó hasta 1932, es decir que duró 4 años y acumuló una pérdida en el PIB absoluto de 20.55% en el período. Por tal motivo podría considerarse la peor de toda nuestra historia."Desde 1929, la economía mexicana fue afectada por la Gran Depresión. El país vivió un proceso deflacionario, con reducciones muy significativas en el ingreso nacional y en el nivel general de precios. Una de las primeras reacciones de política económica fue la realización de una reforma monetaria mediante la expedición de una ley en julio de 1931, que se conoció como "Ley Calles", debido a que en esa época el general fungía como presidente del Consejo de Administración del Banco de México. Entre sus principales medidas la Ley Calles preveía desmonetizar el oro y limitar la circulación monetaria únicamente a piezas de plata… Si bien los objetivos de prudencia en el manejo de la oferta monetaria eran adecuados, la reforma fue demasiado drástica."

Como era de esperarse las medidas de Calles provocaron mayor recesión, provocando la caída anualizada del PIB más grande nuestra historia, que fue de 14.83% en el año de 1932. Paralelamente la reducción del circulante y del crédito, provocaron mayor deflación, llegando a niveles de 10.45% en 1931 y 9% en 1932. Por si esto fuera poco, la moneda se devaluó, pasando del promedio de $2.12 por dólar en 1930 a $3.53 por dólar en 1933 equivalente al 66%. Todo lo contrario de lo que la "Ley Calles" trataba de evitar.Es interesante reproducir algunos párrafos del Informe Anual del Banco de México correspondiente al año de 1931:

Si bien el pánico de los inversionistas debió consumir las exiguas reservas del Banco de México (no existen cifras para esos años), por otra parte, la reducción de los ingresos del sector público fue tan grande, que fue imposible cubrir los emolumentos de los burócratas durante muchas quincenas. Tan terrible situación provocó una crisis en el gabinete del presidente Ortiz Rubio, que llevó a la destitución del Secretario de Hacienda, Don Luis Montes de Oca, ocupando su sitio el Ing. Alberto J. Pani.Según narra don Antonio Ortiz Mena, el ingeniero Pani se adelantó a su época, quien al observar la caída generalizada de la demanda de bienes y servicios, implementó un plan de estímulo de la economía. Para ello, cuando Keynes aún no publicaba su Teoría General de 1936, el Ing. Pani propuso una reforma a la Ley Calles, que le permitió la acuñación de una importante cantidad de monedas de plata, mismas que fueron puestas en circulación en 1932. Esto reactivó la economía y le allegó recursos al gobierno, por la diferencia que obtuvo, entre el valor intrínseco y el valor nominal de las monedas emitidas. De esta forma logró pagar las nóminas y además reactivó la economía al recuperarse la confianza. Para el año de 1933, el crecimiento del PIB fue del 10.95% y como era de esperarse se revirtió la deflación, pero el porcentaje inflacionario subió hasta 6.23% en el período. De tal manera la crisis terminó antes que en Estados Unidos.

LA CRISIS DE 1948, AVILA CAMACHO – ALEMAN VALDES.-El Origen:A la salida de don Manuel Ávila Camacho, en 1947 llegó al poder el Lic. Miguel Alemán Valdés, quién fue el primer presidente civil electo después de la Revolución Mexicana

Este evento se dio el 22 de julio de 1948, y llevó al dólar que valía entonces $4.85 pesos, hasta niveles de $6.25 a $6.35 pesos, es decir se dio una devaluación del orden del 30%, entrando el tipo de cambio en una etapa de "flotación", al haberse retirado el Banco de México del mercado."El Banco de México, S. A., se retiró del mercado de cambios el día 22 de julio pasado, dejando que la oferta y la demanda fijasen el nuevo valor del peso mexicano frente a las divisas extranjeras, reservando su actuación únicamente con objeto de evitar fluctuaciones de carácter especulativo. Las autoridades mexicanas tienen la intención de fijar la nueva paridad legal del peso una vez transcurrido el tiempo suficiente para conocer las condiciones que rigen en el mercado de cambios."

Al retiro de Banxico, el peso continuó su caída libre, al darse la clásica fuga de capitales, y el tipo de cambio terminó el año 1948 en niveles de $6.90 por dólar, lo que implicó una devaluación formal de 42.3% en el año. Al año siguiente, según relata Don Antonio Ortiz Mena en su libro*, las reservas internacionales se recuperaron y fue posible fijar una paridad fija de $8.65 por dólar, aún cuando el FMI recomendaba llevarla hasta $10.00 por dólar. Finalmente en esta crisis el peso se había devaluado un 78.4%.

El origen de esta crisis debe buscarse en el sexenio anterior, dado que la política vigente en aquel entonces, que privilegiaba mantener fija la paridad peso-dólar, se llevó a extremos insostenibles al no lograrse implementar de manera paralela, un adecuado control de la inflación.

Ávila Camacho mantuvo fijo el tipo de cambio durante todo su sexenio en $4.85 por dólar, pero la inflación creció un 131.7%, en el mismo lapso, con lo cual entregó la moneda sobrevaluada en exceso a su sucesor el presidente Miguel Alemán. Don Antonio Ortiz Mena confirma esta situación y nos relata:

"Por otro lado, el peso había experimentado una fuerte apreciación desde 1940. La liberación de precios en Estados Unidos implicó una reducción en la apreciación real de nuestra moneda; sin embargo, no fue suficiente para compensar los aumentos de precios que habían tenido lugar en México. Entre 1940 y 1947 el diferencial acumulado de inflación fue de 70.2%, mientras que la paridad permaneció fija en 4.85 pesos por dólar."

De esta manera desde el inicio del sexenio de Miguel Alemán y a pesar de sus esfuerzos por mantener la estabilidad, logrando una inflación de 2.2% durante 1947, las presiones se fueron acentuando en el primer semestre de 1948, dando lugar al inicio de fuertes fugas de capitales, al vislumbrar la inminencia de la devaluación de la moneda. Tan solo entre finales de 1945 y finales de 1948, las reservas internacionales se redujeron a la tercera parte, pasando de 372.70 a 122.60 millones de dólares de aquella época.LA CRISIS DE 1954, ADOLFO RUIZ CORTINES.-El Origen:La llegada de Don Adolfo Ruiz Cortines a la Presidencia, de acuerdo con las prácticas de aquella época, se dice que fue por discrepancias entre los "Notables" que reunidos solían decidir quién habría de suceder a Miguel Alemán en el poder.

El primer año de Don Adolfo, fue una año de estancamiento económico, muy bajo el crecimiento del Producto Interno Bruto, solo creció un 0.3% y la inflación dentro de niveles razonables del 2%. El tipo de cambio estaba firme en $ 8.65 pues se había fijado de acuerdo con el FMI en 1950, usualmente con un cierto rango de subvaluación. La inflación del período 1950-1953 previa a la devaluación fue del 18% en México y del 8% en USA. El gobierno en sí, no tenía ninguna presión devaluatoria, pero el gabinete económico y el presidente de la República, tuvieron la genial idea de modificar la paridad del peso, devaluar, de $8.65 a $12.50 pesos por dólar, pensando que de esa manera se daría un tremendo impulso a la economía. Lo que relata al respecto don Antonio Ortiz Mena, es lo siguiente:

"Las autoridades financieras decidieron adoptar una política que buscara promover la expansión económica. El elemento elegido fue el tipo de cambio. Por primera vez en nuestra historia se iba a llevar a cabo una devaluación no forzada por las presiones de los mercados, sino como medida de política económica para acelerar el crecimiento. El secretario de Hacienda de esa época, don Antonio Carrillo Flores, dijo que la devaluación iba a ser un "chicotazo" para la economía."

¡Y vaya que tuvo razón!, la fuga de capitales fue tremenda y las reservas del Banco de México se redujeron a la mitad en menos de 90 días transcurridos.La parte más triste de este asunto, fue que todo se planeó de manera secreta, e incluso al resto del gabinete se le hizo creer que la situación del país era muy buena. El 18 de febrero de 1954, reunido el gabinete presidencial en pleno, se presentó un panorama general con favorables perspectivas económicas, dando lugar a un boletín de prensa bastante optimista, que fue publicado por todos los diarios del país.Cuando todos pensaban (incluso el que esto escribe, pues recuerdo bien haberlo leído en el periódico) que el país marchaba por el camino correcto y había que tener confianza, el 17 de abril de 1954, en pleno "Sábado de Gloria", el gobierno anunció la devaluación de $8.65 a $12.50 por dólar.La supuesta ventaja de encarecer las importaciones y abaratar las exportaciones, nadie la entendió, creó más desconfianza y la gente siguió comprando dólares caros, haciendo bajar drásticamente las muy exiguas reservas de aquel entonces.El trauma del "Sábado de Gloria", quedaría marcado en la mente de todos los sectores de la población, aquel engaño, aquella mala fe con la que se actuó, perduró y causó desconfianza hasta nuestros días. Considero que fue un tremendo error de Don Adolfo, haber devaluado de manera brusca y sorpresiva.

EVOLUCION DE LA PARIDAD, LA INFLACION, EL SALARIO MÍNIMO Y SU PODER ADQUISITIVO

EL MILAGRO MEXICANO 1953 – 1970

edu.red

La columna más importante de la tabla anterior es la penúltima, en la cual se muestra el ascenso continuo del salario mínimo previamente deflactado (descontado el componente inflacionario), reflejando un crecimiento promedio del poder adquisitivo del mismo del 5.13% anual. Lo anterior demuestra que en este período, el crecimiento económico se reflejó en todos los sectores, incluyendo a los de menores ingresos.

LA CRISIS DE 1976, LUIS ECHEVERRIA.-El Origen:La llegada a la presidencia de la República de Luis Echeverría Álvarez en 1971, debe ser considerado (además de muchos otros) como el error más grave que cometió el presidente Díaz Ordaz. Error que él mismo reconoció en alguna ocasión.Echeverría descalificó la política económica que había prevalecido durante los 12 años anteriores, aduciendo un inequitativo reparto de la riqueza, que él denominó "excesiva concentración del ingreso" y que por lo tanto, enarbolando la supuesta bandera de la "justicia social" iba a reivindicar a los trabajadores. Lo único que propició fue un gobierno populista y demagógico, con un terrible despilfarro en el gasto público y el inicio de la carrera ascendente del endeudamiento y la inflación. El modelo económico que se proponía llevar a efecto en su sexenio llevó el nombre de Desarrollo Compartido y el lema que se fijó desde el inicio de su campaña electoral fue: Arriba y Adelante.

En 1971, y como respuesta a la política populista de Echeverría nació el Consejo Coordinador Empresarial, que aglutinó a las principales asociaciones de empresarios y que servía como un escudo de defensa de la iniciativa privada contra las acciones del gobierno.

El primer año de gobierno se caracterizó por su falta de definición en la política económica y se habló con frecuencia de "atonía", en virtud del bajo crecimiento del PIB, mismo que se redujo del 6.5% en 1970 al 3.7% en 1971. Aún así, la inflación se mantuvo en niveles cercanos al 5%, mientras que la de Estados Unidos se redujo al 3.27%

A partir de 1972 las cosas cambiaron y se optó por incrementar la participación del Estado en el desarrollo económico nacional, invirtiendo no solamente en la construcción de obras de infraestructura, sino también en el desarrollo industrial, al crear o comprar nuevas empresas que fueron afiliadas al rango de paraestatales.

Una de las múltiples frases que tuvo a bien, o mal, pronunciar el presidente Echeverría, fue ésta:"Las finanzas públicas se manejan desde Los Pinos" y como era de esperarse dio lugar a un absoluto desorden en el gasto y las inversiones públicas.Para ese entonces, 1973, y a raíz de un intento fallido de reforma fiscal que le diera más recursos, tomó la decisión de despedir al Secretario de Hacienda Hugo B. Margain.La creciente expansión del gasto gubernamental, sin el respaldo de los correspondientes ingresos tributarios, dio lugar a un incremento del déficit público, el cual fue financiado primero, mediante incrementos sucesivos del encaje legal del Banco de México, que pasó de 34.8% en 1971 a 51.1% en 1976. Al agotarse esta vía, se continuó con deuda externa y con el aumento del dinero en circulación, emitido sin respaldo por la Casa de Moneda.

La inflación fue desbocándose año tras año y para 1973 ya estaba fuera de control al llegar a 21.37%, estableciéndose así en niveles de dos dígitos no vistos desde el año de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. Si alguien nos hubiera dicho, que a partir de ese momento tendríamos que esperar ¡20 años! para volver a ver inflaciones de un dígito, nunca lo habríamos creído, pero aún menos imaginar que en los años 80 llegaríamos a ver inflaciones de tres dígitos. Aquello era ya el principio del fin.Entre 1959 y 1971 durante la época del D.E los salarios mínimos, y por lo tanto todos los demás, se ajustaban cada dos años, dado que el crecimiento de los precios era imperceptible. El período de 1972-1973 fue el último, pero la inflación de 1973 obligó a realizar el primer incremento de emergencia de los salarios del 18%, que tan solo estuvo vigente entre septiembre y diciembre de ese año. El desorden continuó y los salarios aumentaron 6 veces en forma irregular entre 1973 y 1976. La espiral inflacionaria había comenzado, sin que pudiésemos imaginar cuantos años habría de durar. Hoy sabemos que la inflación permaneció sin control durante 27 años y aún así, es frecuente escuchar quien pregunta por qué razón, después de aquello, dejamos de crecer.

Pero otro de los indicadores macroeconómicos sin control fue la Deuda Pública, tanto interna vía encaje legal, como la Deuda Externa, la cual se cubre en dólares y mediante el pago de altas tasas de interés. La Deuda Externa que recibió Echeverría al inicio de su gobierno fue de de 4,263 millones de dólares y para fines de 1976 dicha deuda había llegado a 19,600 millones de dólares, equivalente a 4.6 veces la inicial y al 28.6% del PIB corriente. En verdad inconcebible la forma en que se manejaron las finanzas nacionales desde Los Pinos.

La bomba de tiempo había quedado finalmente preparada y para mediados del año de 1976 el diferencial de inflaciones entre México y los Estados Unidos era muy considerable y por lo tanto nuestro peso estaba sobrevaluado por arriba de un 35%. El resultado era previsible y por lo mismo en los tres primeros trimestres de 1976, se calcula una fuga de capitales de 1,800 millones de dólares, medida de acuerdo con el renglón de Errores y Omisiones de la Balanza de Pagos. La devaluación era inminente y para el 31 de agosto de 1976 el Banco de México se retiró del mercado de cambios y nuestra moneda quedó en flotación, determinando su valor por la oferta y la demanda. En el primer día el tipo de cambió pasó de 12.50 a 20.60 pesos por dólar. 64.8% de devaluación en un solo día.

La "justicia social" prometida por Luis Echeverría, jamás la vimos y en 6 años de política económica expansiva, en base al endeudamiento, no solamente disminuyó el ritmo de crecimiento, también la inflación quedó fuera de control. Al final de cuentas ese fue el peor impuesto que se impuso al pueblo, pues lo empobreció en grado superlativo, aunque su efecto no fue visible varios años después. La inflación en 1976, último año de gobierno, llegó al 27.2% y el tipo de cambio se incrementó en 60%.

En el sexenio de Luis Echeverría sucedió algo similar a lo que hizo Miguel Alemán y fue el hecho de haber realizado un incremento del salario mínimo del 23%, pero precisamente en octubre de 1976 apenas 2 meses antes del final de su gobierno. Esta situación le permitió mostrar mejores resultados sexenales, obteniendo así, 202% de aumento en el salario sexenal, con una inflación acumulada de 129.70% y un incremento del poder adquisitivo del salario al final de su mandato del 31.62%.

Las grandes consecuencias de esta crisis podrían resumirse en lo siguiente:

  • El grave endeudamiento público que casi quintuplicó la Deuda Externa en dólares y magnificó la Deuda Interna, vía encaje legal y el aumento de circulante sin respaldo.

  • La espiral inflacionaria sin control que heredó a la siguiente administración y que sería a futuro la causante de la pérdida del poder adquisitivo en el salario.

  • Una devaluación del 60% del peso mexicano, después de más de 20 años de estabilidad.

  • Una política económica expansionista e intervencionista de tinte socialista, que enfrentó a los empresarios con el Gobierno y a la vez con sus trabajadores.

  • Una enorme fuga de capitales, causada por la desconfianza y ante la inminencia de la devaluación que se percibía del diferencial de inflaciones entre México y Estados Unidos, que llegaba a mediados de 1976 a más del 35%

  • Una ola de rumores, que se propagó ante la falta de información fidedigna de los medios de comunicación sin libertad de expresión, y por el largo período en que conviven dos presidentes, el constitucional y el electo.

Así las cosas, ante la desconfianza y la duda, esperamos la llegada del siguiente mandatario.

LA CRISIS DE 1982, JOSE LOPEZ PORTILLO – MIGUEL DE LA MADRID.-El Origen:Como dijimos antes López Portillo llegó al poder a raíz de las elecciones del 4 de julio de 1976, algo que todos sabíamos por anticipado. Fueron solamente para cumplir el requisito legal, pues el dedazo de Echeverría lo convertía de manera automática en el futuro presidente de México. En esa ocasión el PAN de plano no propuso candidato y López Portillo "ganó" el 93.49% de los votos del PRI, PARM y PPS, que se aliaron para competir juntos en las elecciones. La única oposición que tuvo fue del Partido Comunista, no registrado, que ganó el 5.29% de los votos. Como el mismo JLP reconoció pública y cínicamente al final de su vida, pudo haber ganado con el solo voto de su señora madre.No hubo maximato ni golpe de Estado, Echeverría se fue a formar su Centro de Estudios Económicos del Tercer Mundo, (vaya forma de tirar el dinero), pero eso sí, López Portillo fue una versión corregida y aumentada del predecesor.

La gran duda era saber de qué manera afrontaría la terrible crisis que estaba viviendo nuestro país y cuál sería el mensaje que enviaría a la ciudadanía en su discurso de toma de posesión del 1o. de diciembre de 1976. Para sorpresa de la mayoría de los mexicanos, el histórico discurso de López Portillo fue extraordinariamente conciliador, esperanzador y además expresado en tono muy emotivo, aprovechando las grandes dotes de orador que poseía.

En el primer año de gobierno, 1977, el manejo de las finanzas gubernamentales se mantuvo dentro de las formas ortodoxas y la inflación bajó ligeramente a niveles del 20%, la confianza recuperada evitó la fuga de capitales y las exportaciones crecieron 27.2% obteniéndose una balanza comercial positiva y una disminución del 50% en el déficit de la cuenta corriente. El tipo de cambio se ubicó al final de 1977 en 22.74 pesos por dólar.Todo lo anterior de acuerdo a los lineamientos fijados por el FMI para el otorgamiento de los cuantiosos créditos que se requerían para el pago del capital y los intereses de la enorme deuda externa heredada. Sin embargo, dentro del mismo gabinete existían puntos de vista divergentes; la Secretaría de Hacienda que encabezaba Julio Moctezuma Cid se inclinaba por una política conservadora y de contracción, mientras que en la recién creada Secretaria de Programación y Presupuesto, a cargo de Carlos Tello Macías, había la percepción de continuar con la política expansionista del sexenio anterior. El conflicto fue tan grande que ambos fueron cesados de sus cargos en noviembre de 1977.

Rudesindo Cantarell, con su descubrimiento le otorgó a México uno de sus mayores tesoros, el sexto yacimiento petrolero más grande del mundo, sin pedirle nada a cambio. Fue al inicio del sexenio de Echeverría, 1971, cuando finalmente PEMEX prestó atención a las palabras de Rudesindo y pusieron manos a la obra para determinar de manera fehaciente la magnitud del descubrimiento. Para 1974 ya era del conocimiento de los norteamericanos la existencia de grandes reservas petroleras en aguas poco profundas del Golfo de México y se encontraba en proceso de perforación el primer pozo denominado Chac 1; pero aparte de ello la visita del presidente Gerald Ford a la frontera mexicana para entrevistarse con Luis Echeverría el 21 de octubre de 1974, propició que unos días antes, el 12 de octubre de 1974, el diario Washington Post hiciera del conocimiento público las gigantescas reservas petroleras de México, estimadas en 20,000 millones de barriles y la posibilidad de exportar hasta 2,000 millones de barriles diarios en los años 80.

La realidad era que ese año de 1974, resultaba de muy especial trascendencia para México, por primera vez y después de 53 años, se lograba superar la marca de producción petrolera que habían dejado las empresas extranjeras en 1921, que había sido de 193.4 millones de barriles anuales, llegando al nivel de 209.85 millones de barriles anuales. Para 1974 el desarrollo petrolero en los estados de Tabasco y Chiapas, basado en la producción de los recientes campos de Cactus, Samaria, Cunduacán, Sitio Grande y otros, cubría ya el 50% de la producción nacional. Durante 1975 y 1976 la producción siguió creciendo para llegar a fines de 1976 a la impresionante cifra de 293.12 millones de barriles anuales, aún sin la aportación de pozos en aguas someras. Precisamente en ese mismo año se dio conclusión exitosa del pozo Chac-1 en la Sonda de Campeche, que vino a confirmar la existencia del gigantesco manto petrolero de Cantarell, sexto más grande en el Mundo, a 75 Km. al noroeste de Ciudad del Carmen." … En la época actual los países pueden dividirse entre los que tienen y los que no tienen petróleo. ¡Nosotros lo tenemos!"

El Ing. Jorge Díaz Serrano fue nombrado director de PEMEX en virtud de tener amplia experiencia en la perforación de pozos en aguas someras y ser un experto en el conocimiento de los negocios del petróleo. Por tal razón Díaz Serrano hizo la descripción de las reservas y los planes de desarrollo a través de dos comparecencias en la Cámara de Diputados, los días 26 y 27 de octubre de 1977.

Como puede apreciarse, el futuro parecía en extremo promisorio, pues se hacía pública la cifra actualizada de las reservas probadas, que como dijimos antes, rebasaban ya los 14,000 millones de barriles y la posibilidad de continuar creciendo en el futuro. En la comparecencia del día 27, el tema se centró en la necesidad de construir un gasoducto troncal desde Chiapas a Tamaulipas, con sus correspondientes ramales para el abastecimiento de gas natural a la industria nacional, pero a la vez con la mira de exportar al estado de Texas. Evidentemente el descubrimiento de las grandes reservas petroleras cambiaba totalmente el panorama y modificaba de manera radical las expectativas futuras. Habría grandes ofertas de créditos para el desarrollo, pero se olvidaría la promesa de controlar la espiral inflacionaria y regular el incremento de la deuda externa.

Dentro de las múltiples frases pronunciadas por JLP que causaron gran impacto, las relacionadas con la abundancia de petróleo quedaron muy grabadas en la mente de muchos mexicanos, fundamentalmente por los pésimos resultados obtenidos al final de su gestión. De los párrafos que siguen, el primero corresponde al III Informe de Gobierno pronunciado en septiembre de 1979 y el segundo al V Informe de Gobierno pronunciado en 1981:

" … Tener abundancia de petróleo en un mundo ávido de energéticos y económicamente desordenado, nos coloca en posición prominente para impulsar nuestro crecimiento económico y social independiente y auto sostenido y, por primera vez y quizá la única en nuestra historia, nos permite delinear un modelo de país factible y a la altura de nuestra más ambiciosa filosofía política …"

" … Pero sabemos y siempre lo hemos dicho, que ese recurso con tanto valor y esfuerzo nacionalizado por nuestros próceres, nos da oportunidad de progreso si sabemos administrar su abundancia, si organizamos el trabajo, No vamos a ser grandes vía especulación. Sólo el trabajo nos da esa oportunidad. Sigamos trabajando y dejémonos de cuentos, ilusiones, terrorismo conceptual, calumnias y bilis …"

Aquel tono, en extremo optimista y de cierta forma ostentosa, se basaba en el crecimiento de las reservas de petróleo probadas que pasaron de 11,000 millones de barriles en 1976, hasta 72,000 millones de barriles reportadas en el último Informe Presidencial de 1982.

Como era de esperarse, ante el auge petrolero el nuevo Gobierno optó por continuar la política económica expansionista y así vimos crecer las exportaciones petroleras que eran de 556.97 MDls. en 1976, a casi el doble en 1977 con 1,029.4 MDls., mientras que las importaciones de petrolíferos apenas fueron de126.53 MDls.De allí en adelante el crecimiento de las exportaciones sería impresionante, llegando en 1982 a 16,447 MDls, contra 140.48 MDls. de importaciones de petrolíferos.De igual manera, ante la oferta masiva de crédito, el Gobierno continuó el endeudamiento sin control, ni medida, llegando a triplicar la deuda que al inicio del período ya era exorbitante, pasando de 19,600 MDls en 1976 a 58,874 MDls en 1982, de acuerdo con cifras oficiales. Si en 1976 ya representaba el 28.59% del PIB, para 1982 llegó al 91.57% del PIB.El desorden en el gasto público fue monumental y como nos prestaban en especie, nos llegaban equipos, materiales y maquinaria que se amontonaban y se echaban a perder en los muelles de nuestros puertos.Para entonces López Portillo era casi un rey, todas las decisiones se tomaban en la presidencia. … y con el estómago, no con la razón. Algún periodista de la época escribió que López Portillo convirtió a su gobierno en: "una corte palaciega, aristocratizante y rumbosa empeñada en un afán de enriquecerse hasta proporciones de escándalo". Sus principales características fueron la corrupción, la frivolidad y el nepotismo.No todo había quedado allí, la fiebre estatizante de López Portillo lo había llevado a comprar una gran cantidad de empresas quebradas, que ahora sumadas a las 272 que le entregó Echeverría, daban la increíble cantidad de ¡1155 empresas estatales y paraestatales! Por la importancia de las cifras que aporta, me permito reproducir un párrafo del libro Deuda, Inflación y Déficit que fue publicado en 1997 por la UAM, Campus Iztapalapa, bajo la dirección del Maestro en Economía Alcides José Lasa Crespo, en el que se muestra la crítica situación que alcanzaba el déficit en cuenta corriente para fines de 1981:

" … Si la balanza comercial mostró signos desalentadores, los pagos a factores del exterior y la balanza en cuenta corriente tuvieron un desarrollo alarmante. Los intereses por la deuda externa que habían representado alrededor de 2000 millones de dólares en 1977 se elevaron sostenidamente hasta alcanzar los 9500 millones en 1981, y los pagos netos a factores del exterior pasaron de 1875 millones de dólares en 1977 a 12,160 millones en 1981; mientras que el déficit en cuenta corriente, que había sido de 1600 millones en 1977, se multiplicó por diez en sólo cuatro años, superando los 16000 millones en 1981 …"

Fue una lástima que aquella gigantesca abundancia de petróleo tuviera que ser extraída, no solamente para el consumo nacional cada vez mayor, lo que era razonable, sino para incrementar las exportaciones y pagar con sus divisas tanto la deuda externa como el servicio de la misma.

Pasemos a ver cuáles fueron los efectos del desorden económico-financiero acumulado hasta 1981.

Los Efectos:¿Que pensaba en 1981 un pequeño empresario, un ciudadano común como tantos, de aquel desordenado crecimiento económico?. Al final de las cuentas éramos los más. Las pequeñas industrias definitivamente eran, y han sido, las mayores generadoras de mano de obra formal, pero a la vez las que menos información reciben.Sí había mucho trabajo, pues el "boom" petrolero había detonado el crecimiento económico, pero para entonces surgían muchas complicaciones a las que no estábamos acostumbrados. Una de ellas era la inflación de dos dígitos que hacía imposible hacer planes a futuro. Después de 1981 nuestra pequeña empresa prefirió no volver a contratar ningún trabajo con el Gobierno, pues el riesgo que se corría era muy alto. Para entonces dichos trabajos que se otorgaban por concurso incluían las famosas cláusulas de ajuste de precios, pero no funcionaban adecuadamente y por lo tanto actualizar precios era una verdadera odisea. Decidimos entonces trabajar solo para la iniciativa privada. No había mano de obra calificada, todo mundo tenía trabajo lo cual era bueno, pero hacía muy difícil cumplir con los compromisos contraídos.Pero sobre todo el ambiente que se vivía era de terrible desconcierto y temor por lo que podría suceder. Ante la falta de información, las expectativas futuras eran en verdad impredecibles.

Finalmente las malas noticias comenzaron a llegar en 1981:

  • La sobreoferta de petróleo a nivel internacional propició que los precios comenzaron a bajar. El precio de la mezcla mexicana que en enero de 1981 era de 36.31 Dls por barril, para finales de año había llegado a niveles de 31.0 Dls por barril. Esta situación propició una crisis en la dirección de PEMEX, pues el Ing. Díaz Serrano de manera unilateral y sin consulta previa, redujo el precio del barril en 4.00 Dls. Esta decisión al final le costó el puesto, pero era evidente que él había realizado el ajuste correcto, de acuerdo con los precios vigentes, a la baja, en el mercado internacional. Esta situación disminuía los ingresos petroleros, tanto por la reducción en el precio, como por la falta de demanda en el mercado

  • La tasa Libor, que servía de base para determinar los intereses de los excesivos préstamos contratados hasta esa fecha, se fue moviendo paulatinamente desde un nivel del 7.6% a fines de 1977, hasta los niveles del 19 al 20 % observados en 1981. Esta situación se reflejaba drásticamente en el monto de los pagos por concepto del servicio de la deuda externa contratada en el período y de la que fue heredada del sexenio anterior.

  • La percepción a nivel internacional de que la evolución del déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, aunado a los dos factores descritos arriba y al crecimiento desorbitado de la deuda, hacían insostenible continuar financiando el desequilibrio con nuevos préstamos.

  • Los sectores privilegiados de la política y la economía nacional al observar lo anterior, iniciaron la fuga de capitales ante la inminencia de una nueva crisis económica y la devaluación de la moneda. La cuenta de errores y omisiones de la balanza de pagos de 1981, refleja una fuga de 8,373 millones de dólares en el período.

Así se llegaba al último año de gobierno y los presagios de una nueva crisis impulsaron a López portillo a transmitir, el 5 de febrero de 1982, un mensaje en red nacional de radio y televisión. En este mensaje en él que informaba de la grave situación económica, lo concluyó con su muy famosa frase:

¡Defenderé la paridad del peso como un perro!

Como era de esperarse, dicho mensaje solamente sirvió para agudizar la fuga de capitales, que fue de 6,579 millones de dólares en el año de1982., mismos que sumados a la fuga de 1981 ascendían a 14,952 millones de dólares.Ante la difícil situación, el 18 de febrero del mismo año, el Banco de México se retiró del mercado y dejó el tipo de cambio peso-dólar en flotación, el cual pasó de 26.81 a 37.55 pesos por dólar en ese mismo día. El peso continuó su caída y para los primeros días del mes de agosto había llegado a 48.79 pesos por dólar, lo cual representaba una primera devaluación del 81.98%.

Para esa fecha Miguel de la Madrid ya era presidente electo y tendría que tomar posesión el 1o. de diciembre de 1982, sin embargo el caos era terrible. El torbellino inflacionario, que prometió evitar JLP en su toma de posesión, era ya incontenible en virtud de los incrementos salariales de emergencia que fueron decretados sin sustento. Al inicio del año aumentaron oficialmente en 34%, pero apenas en marzo ya se recomendaba aumentarlos un 30% más y finalmente en el mes de noviembre se oficializó dicho incremento del 30%. Aún así los salarios jamás alcanzarían a la inflación, que cerró 1982 apenas a unas décimas del 100%.

La fuga de capitales y los depósitos bancarios en cuentas de dólares que eran permitidos, continuaron su acelerada carrera. Todo mundo quería protegerse de una inminente segunda devaluación. Por tal razón el 6 de agosto se implanta una nueva modalidad, un mercado de cambios dual, con una cotización preferencial de 49.13 pesos por dólar que se aplicaría a la importación de bienes prioritarios y al pago de los intereses de la deuda externa pública y privada, Por otra parte habría una cotización libre sujeta a la oferta y la demanda que en su primer día se ubicó en 75.33 pesos por dólar y continuaría su aumento hasta llegar a 104 pesos por dólar un día antes del último Informe presidencial

Por si fuera poco, el 13 de agosto, se decreta que todos los depósitos bancarios denominados en moneda extranjera deberían convertirse de manera obligatoria a moneda nacional, mediante la entrega del equivalente en base al tipo de cambio general vigente al momento de realizarse el pago, que entonces era de 49.13 pesos por dólar. Al convertirlos a moneda nacional se conocieron como Mexdólares y represento una considerable pérdida para todos los poseedores. En esta fecha también se cerró temporalmente el mercado cambiario.

En un "dramático" último informe de gobierno, quizá más por llamar la atención, pues para esos días nadie lo tomaba en cuenta, López Portillo tuvo a bien decretar la estatización de la Banca Nacional y establecer además un régimen de control de cambios. Eso era lo único que nos faltaba para acabar de arruinar la economía del país.Mediante excepcional pieza oratoria, hizo gala de sus grandes dotes de primer ACTOR y derramando lágrimas ante el micrófono haciéndonos creer que en verdad había sido una víctima de los banqueros "vende patrias", saqueadores del país, tomó una más de sus arrebatadas decisiones de muy graves consecuencias en los años subsiguientes y actuales.Nunca he apoyado a los banqueros, pero pienso que lo sucedido en 1982, fue más por errores acumulados del Gobierno, al haber permitido que la economía llegara hasta ese extremo de inestabilidad, sin haber hecho los ajustes del tipo de cambio de acuerdo al diferencial de las inflaciones México-USA, desde mucho tiempo atrás. Debió realizar el ajuste desde mediados de 1980.Por lo tanto, la sobrevaluación del peso propició la fuga masiva de capitales con destino a los bancos del extranjero, encabezada por políticos y personajes influyentes con información privilegiada. Hasta donde entiendo, para entonces las arcas nacionales habían quedado vacías, la reservas de divisas en moneda extranjera estaba prácticamente agotadas y por lo tanto el país estaba a punto de declarar la "moratoria" de pagos al extranjero.

Durante 26 meses, más de 2 años, México no recibió un solo crédito internacional. Nadie creía en nosotros.El Secretario de Hacienda, don Jesús Silva Herzog, se convirtió en una especie de embajador itinerante, que recorrió gran parte del mundo para negociar con los bancos privados, a quienes se les debían miles de millones de dólares. ¡Era en verdad una vergüenza!

EVOLUCION DE LA PARIDAD, LA INFLACION, EL SALARIO MÍNIMO Y SU PODER ADQUISITIVO

LA DOCENA TRAGICA Y EL SEXENIO GRIS 1971 – 1988

edu.red

La columna más importante de la tabla anterior es la penúltima, en la cual se muestra el descenso continuo del salario mínimo, previamente deflactado (descontado el componente inflacionario), en los sexenios de López Portillo y de Miguel de la Madrid, reflejando un decremento promedio del poder adquisitivo del 2.24% anual. Lo anterior demuestra que en este período, el crecimiento económico no se reflejó en todos los sectores, afectando de manera brutal los ingresos de los trabajadores de menores salarios. Todo lo anterior demuestra que el desarrollo compartido y la justicia social jamás existieron. Obsérvese que el incremento ficticio de 31.62% del poder adquisitivo del salario en el período de Echeverría, se perdió en el siguiente sexenio y para el final del período de Miguel de la Madrid había caído un 49%. De un salario real de $32.00 por día en 1970, pasamos a un equivalente de $16.36 por día en 1988.

Pero eso no fue todo, varios acontecimientos ensombrecieron aún más el período de MMH

  • El 19 de septiembre de 1985, un terrible sismo sacudió la capital de la República, derrumbando cientos de edificios y matando a miles de personas. Era lo único que faltaba para terminar de desmoralizar a nuestro primer mandatario, pues al contrario de lo que el pueblo habría esperado, Miguel de la Madrid se mantuvo ausente de los sitios afectados.

  • En 1986 los precios del petróleo bajaron de manera importante ubicándose en un precio promedio de 11.86 dls./barril. Esta situación con precios por abajo de los 20 dls./barril afectó el valor de las exportaciones y se prolongó durante muchos años.

  • Su gobierno dio las facilidades para crear una especie de "banca paralela", pues dejó que la iniciativa privada conservara y administrara las Casas de Bolsa y la gente mostró más confianza para invertir su dinero con ellos.

  • Partes: 1, 2, 3, 4
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