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Estilo y métodos de dirección


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Los cambios en la concepción de dirección
  3. Proyectar el futuro
  4. El Estilo de Dirección
  5. Los cambios en el Estilo de Dirección en la etapa actual
  6. El Estilo de Dirección
  7. Dimensiones, Características o rasgos Organizativos del Estilo
  8. La organización del trabajo
  9. Consideraciones generales
  10. Bibliografía

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El Estilo de dirección y sus cambios

Introducción

El tema del Estilo de dirección se ha utilizado mucho en los últimos años, pero el significado que tiene para todos no es el mismo.

Como cualquier otra actividad humana la dirección cambia cuando la realidad cambia, cuando la sociedad o los hombres que la aplican o sobre las que la aplican cambia, pues de permanecer las concepciones de una etapa o momento en otro diferente no será posible que se alcancen los resultados esperados.

En la literatura de dirección, desde que la misma alcanzó su carácter de ciencia, se evidenció que una concepción de dirección cuando se mantiene sin modificaciones durante mucho tiempo agota sus posibilidades y potencialidades y deja de lograr resultados

Al respecto estudios realizados a inicios del siglo XX demostraron que en la empresas donde las concepciones de la Escuela Clásica (F.W Taylor y H. Farol) dejaron de tener resultados, la aplicación de otras, en que se daba participación a los trabajadores en las valoraciones de los problemas, en los resultados de la empresas y por otras vías permitieron que se alcanzaran indicadores de producción y de productividad superiores.[1]

Estos cambios hicieron comprender a los que dirigían que aunque mantuvieran sus objetivos, la forma, los métodos, los procedimientos y las vías para dirigir no podían permanecer estática y que estas debían renovarse constantemente y adecuarse a los cambios tanto del escenario en que desarrollaban su labor como de la propia dirección como ciencia.

La Revolución Socialista, como un gran cambio social radical en la historia de la humanidad, provocó modificaciones también en las concepciones de dirección pues en los países donde esta triunfó ya se dejó de ver el hombre como mercancía y al reconocerlo como un ser humano, se tuvieron en cuenta sus necesidades, intereses y criterios, lo que influyó en todas las naciones del mundo, en particular en las que el capitalismo alcanzaba su fase imperialista, que se vieron obligadas a darle más participación a los trabajadores, tanto en la propia actividad de los centros de producción y de servicios como a sus demandas sociales.

Como parte de estos cambios los países capitalistas comenzaron a estudiar cómo hacer frente al desafío de las sociedades socialistas y surgieron y se desarrollaron formas de actuar y de penetrar en las masas trabajadoras para promover su participación en la actividad de los centros en que trabajaban como fue la venta de acciones de las empresas a los trabajadores bajo las concepciones del capitalismo popular, crear grupos de distintas especialidades y profesiones para hacer estudios de temas, problemas o necesidades y hacer proyectos, realizar investigaciones sobre la mente humana que le permitieran influir más en ésta y otras.

La nuevas concepciones se han popularizado en el mundo de hoy y empresarios, gobiernos y dueños comprenden que las necesidades del mundo actual y los problemas tan diversos que hay que enfrentar requieren cada vez más un enfoque multilateral.

Si dirigir es guiar, conducir e impartir directivas para la actuación [2]y su materialización se expresa a través de principios, procesos y decisiones, es necesario determinar de qué forma, con qué métodos y procedimientos, y por qué vías se van a lograr los objetivos y metas planteados.

El estudio de la realidad en que cada cual actúa le permite determinar los principios que han de guiar su actividad, pues como sabemos estos los extrae el hombre de la realidad y los utiliza de forma intencional para actuar sobre ella. Los principios son el punto de partida pues en dependencia de las concepciones que tenga un organismo y los principios que defienda realizarán sus acciones de dirección.

Por tanto toda acción de dirección y los principios que la sustentan tiene un condicionamiento ideológico, pues son las concepciones, las ideas y las posiciones de una clase las que se asumen en la acción de dirección, por tal razón no es bueno ni provechoso tratar de aplicar en las condiciones de una Revolución Socialista como la nuestra los principios mellados del capitalismo, lo que algunos.

Se trata que las concepciones de dirección del Socialismo tienen que corresponderse con sus paradigmas y patrones sociales, con su visión y posición ante la realidad.

¿Cuáles son nuestros principios de dirección?

Nuestros principios de dirección son y están estrechamente ligados a lo que somos y pretendemos seguir siendo, una sociedad socialista, capaz de evaluar sus errores, deficiencias y dificultades y de adoptar las medidas para superarlos sin tener que recurrir a modelos o esquemas que no tiene nada que ver con el socialismo ni nuestra realidad.

Nuestros principios de dirección son los principios socialistas, los de hacer una sociedad más justa y humana, los expuestos por Fidel en múltiples ocasiones.

Diversidad de puntos de vistas existen sobre el tema y cada autor asume los suyos que fundamenta y desarrolla, pero como no es el tema a tratar en este material no pretendo ampliarlo.

Los cambios en la concepción de dirección

Generalmente una organización hace cambios en sus concepciones de dirección cuando los resultados que alcanza no satisfacen a los que la dirigen y la integran o sea que sus resultados no se corresponden con las necesidades del momento. Por tanto, el inicio del cambio se produce al evaluar la correspondencia entre lo alcanzado y lo previsto y esperado, y determinar las causas que han incidido en la situación existente. De hecho los cambios son por tanto un fruto de la reflexión, la valoración, la investigación o el estudio y no fruto de la improvisación.

Fidel nos ha enseñado mucho en todos los campos, pero sobre todo nos ha enseñado a pensar con cabeza propia, lo que ha sido objeto de tratamiento en muchas reflexiones, aunque solo citaremos una:

"Los cuadros del Partido, el Estado, el Gobierno y las organizaciones de masas se enfrentan a nuevos problemas, en su trato con el pueblo inteligente, observador y culto, que detesta trabas burocráticas y explicaciones mecánicas. En el fondo cada ciudadano libra su propia batalla contra la tendencia innata del ser humano a seguir el instinto de supervivencia, una ley natural que rige la vida.

Todos nacemos signados por ese instinto que la ciencia define como algo elemental. Chocar con él es bueno porque nos lleva a la dialéctica y a la lucha constante y desinteresada; nos hace más martianos y verdaderamente comunistas[3]

Estas ideas de Fidel son una profunda reflexión de base marxista, pues como señalará Engels

"La gran idea fundamental de que el mundo no se compone de un conjunto de objetos terminados y acabados, sino que representa en sí un conjunto de procesos, en el que las cosas que parecen inmutables, al igual que sus imágenes mentales en nuestro cerebro, es decir, los conceptos, se hallan sujetos a un continuo cambio, a un proceso de nacimiento y muerte; esta gran idea fundamental se encuentra ya tan arraigada desde Hegel en la conciencia común, que apenas habrá alguien que la discuta en su forma general. Pero una cosa es reconocerla de palabra y otra aplicarla en cada caso particular y en cada campo de investigación." "Para la filosofía dialéctica no existe nada establecido de una vez para siempre, nada absoluto, consagrado en todo ve lo que hay de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del aparecer y desaparecer, del infinito movimiento ascensional de lo inferior a lo superior. Y esta misma filosofía es un mero reflejo de ese proceso en el cerebro pensante." Así, pues, la dialéctica es, según Marx, "la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano" [4]

Como vemos en estas citas hay que partir del conocimiento por tanto hay que tener en cuenta: que la Teoría del Conocimiento Marxista Leninista o Gnoseología se basa en el dominio teórico del materialismo y se apoya en la teoría del reflejo. Su objetivo es la explicación materialista de cómo se manifiestan las leyes dialécticas generales del desarrollo de la actividad cognoscitiva del hombre. Su superioridad teórica viene ligada a la concepción científica del mundo y con su función práctica única en la lucha por la transformación de la sociedad y el propio hombre.

Esta concepción del conocimiento y la transformación de la actividad real objetiva existente se aplica a cualquier ciencia concreta como estudio de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Su tarea fundamental está en relación con el problema de la verdad, de las vías y medios para alcanzar conocimientos verdaderos, esto es lo que determina su objeto y contenido.

En la teoría del conocimiento se da la unidad sensorial y la racional. Lo sensorial está representado por el conjunto de sensaciones, percepciones, representaciones y emociones, la que constituye una compleja unidad sintética. Lo racional está representado por las formas lógicas del pensamiento, el concepto, el juicio y el razonamiento. Mediante el concepto expresamos las propiedades esenciales de los objetos y fenómenos, lo cual es producto de la experiencia histórica de comunidades de personas, clases y grupos sociales.

Los conceptos unidos entre sí constituyen los juicios mediante los cuales, al cumplir las reglas de la deducción y la inducción llegamos al razonamiento.

En estas formas lógicas, conceptos, juicios y razonamientos abordamos al objeto de estudio, analizando y sintetizando sus propiedades.[5]

Por lo anterior para hacer una cambio hay que tener presente que los implicados lo comprendan y lo asuman o sea que los conceptos o razonamientos que le damos lo convenzan para cambiar y actuar en correspondencia con lo que pretendemos.

Los cambios surgen cuando una organización cambia su contenido, sus funciones, sus atribuciones o su forma de llevar éstas a la práctica.

Pero siempre los cambios se inician por determinar lo que se pretende lograr en el futuro y ya sea aplicando uno u otro enfoque de dirección se elabora una estrategia, se definen objetivos, ideas y concepciones del cambio a realizar.

Proyectar el futuro

Dado que en la dirección existen y son reconocidas un grupo de funciones generales, que desde inicios del siglo XX cuando Fayol[6]las describió han servido para definir las diferentes fases del proceso de dirección y que en la actualidad definimos como Planificación, Organización, Ejecución y Control, es necesario determinar dónde y en qué cambiar.

En las concepciones de la Planificación hay diferencias que están estrechamente relacionadas con los enfoques de dirección que se apliquen: Se proyectan Objetivos, se hacen estrategias, y se definen políticas para cumplir la misión, se determinan valores nucleares para cohesionar los colectivos, se establecen prioridades y otros.

La Dirección por Prioridades que comienza a potenciarse cada vez más en Cuba parte de un grupo de premisas para establecerse:

Los dirigentes deben tener capacidad específica para adaptar y reorientar la dirección de la organización en función de los ámbitos externos, sin renunciar a involucrar a las personas que en ella trabajan en los procesos de cambio que sean necesarios, mantener la coherencia organizativa, la firmeza y solidez de la totalidad de parámetros y variables que configuran la propia organización; establecer valores y principios éticos; desarrollar una cultura y un sistema de gestión que logre eficacia y eficiencia; dotar de "identidad" a la organización y promover desde la lealtad, selectiva y prioritaria, las alianzas, ya sean estratégicas o coyunturales e Impulsar la innovación y el aprendizaje.[7]

La "Dirección por Prioridades" exige una capacidad específica para saber hacia dónde deben impulsarse los factores que pueden llevar a la organización a alcanzar resultados superiores.

El dirigente debe conocer la organización y sus capacidades porque si esto no fuera así la determinación de las prioridades se haría imposible

Al definir las prioridades hay que tener en cuenta:

  • La situación de la Organización y su capacidad para enfrentar los retos

  • La situación del escenario en que va a realizar su acción.

  • Las prioridades que va a seleccionar y las posibilidades de abarcarlas todas o la necesidad de reducirlas al mínimo.

  • El tiempo de vigencia de estas prioridades

Concebir el futuro de una manera u otra impone también determinar la formas que se van a utilizar para lograr lo propuesto y es por tanto durante la fase de Organización en que se determinan las estructuras, el estilo, los métodos, las formas y las vías que se van a utilizar para hacerlo, es el momento en que se determina que delegar y como delegarlo, con quien coordinar o cooperar y cómo hacerlo.

Por tanto cuando el contenido de una organización no cambia, y su papel en la sociedad se mantiene lo que se pretende cambiar es la forma de actuar y esta se determina con el cambio de las concepciones al organizar su labor.

El Estilo de Dirección

La utilización indistinta de los conceptos de estilo de trabajo y de estilo de dirección crea muchas veces confusiones, pues el Concepto de Estilo de trabajo es muy amplio y abarca la acción de los hombres en todos los campos de la actividad humana, por tal razón se puede hablar de estilo lingüístico, estilo arquitectónico, estilo musical, estilo de dirección, y otros por lo que tratamos en este trabajo de delimitar que el estilo de dirección es un concepto más estrecho, pues se refiere a la acción que realizan los que dirigen.

Por lo anterior el concepto estilo de trabajo abarca una gran diversidad de campos, mientras el estilo de dirección es más concreto, y se refiere a la acción de dirigir, de guiar, de conducir, de impartir directivas para la actuación.

El Estilo de dirección es la aplicación concreta del estilo de trabajo al campo de la acción de los que realizan funciones de dirección.

.Dado lo anterior es que el estilo de dirección es uno de los temas más abordados en la literatura relacionada con la actividad que desenvuelven las personas que ocupan cargos de dirección, ya sea en la actividad administrativa, como política o social.

El concepto de Estilo de dirección

El concepto de estilo de dirección y su aplicación ha tenido a lo largo de los años diferentes acepciones, para algunos constituye la manera de hacer o la manera de comportarse, para otros es el patrón total de acciones que utilizan los que dirigen, o el conjunto de métodos estables que utiliza el dirigente para solucionar las tareas y problemas que se presentan en el proceso de realización de sus actividades de dirección o el método que sigue y la actitud hacia el trabajo al enfrentarse a las tareas.

En general según el artículo de Casales para Sherif y Séller y para Wilpert "El estilo constituye una técnica o procedimiento para obtener un resultado, que puede aplicarse indistintamente en dependencia de coyunturas situacionales o de la tarea que se realiza. Puede aprenderse y variarse según las circunstancias"[8].

Otros autores, señala Casales, entre ellos él, consideran que "el estilo constituye una variable que se encuentra estrechamente relacionada con las características de la personalidad, que depende, deriva y es una expresión de ésta, por lo que tiene relativa estabilidad."

Para Ashin, se expone en el artículo "El sistema social en que actúa la persona define el Estilo a aplicar pero cada persona posee diferentes grados de libertad para materializarlo y al moverse dentro de estos límites despliega su propio estilo de dirigir".

Para Lomov, según Casales, "el estilo es la expresión de un conjunto de rasgos, de una estructura que se expresa en la manera de realizar las actividades. El estilo se desarrolla a lo largo de la actividad que el individuo realiza principalmente en las labores de dirección, bajo la influencia de pautas y normas sociales que lo han condicionado."[9]

En Cuba, en 1977 se publicó para las Escuelas del PCC el Texto de A. M. Omarov,[10] en que se exponen algunas ideas que consideramos importantes destacar:

"El contenido del concepto se entiende por determinado sistema de métodos y procedimientos de realización de las funciones de dirección, en el que se pueden diferenciar su base general que comprende el espíritu partidista, la responsabilidad, el sentido de lo nuevo, la objetividad, la operatividad y la diligencia" [11]

Sobre este tema, en el capítulo VI[12]se expone "El estilo de trabajo del Dirigente puede definirse como el conjunto de métodos estables que emplea para solucionar las tareas y problemas que se presentan en el proceso de realización de sus actividades de dirección. Por tanto, el estilo comprende los métodos de solución de las tareas, el orden y cumplimiento de dichas tareas, las relaciones con las personas que le rodean, la conducta en el trabajo, etc.[13]

"En el estilo de trabajo se evidencia la posición y el comportamiento del dirigente en la realización de sus actividades, así como su enfoque y madurez para solucionar los problemas en el proceso de dirección del colectivo laboral."[14]

Otro texto, publicado en Cuba, que trata el tema, El Dirigente, el Colectivo y la Personalidad[15]señala que "Por estilo de trabajo del dirigente se entiende el método que sigue y la actitud hacia el trabajo, al enfrentarse a las tareas que le son asignadas"[16]

En el texto citado anteriormente se exponen un grupo de factores que influyen en el Estilo de Trabajo del Dirigente, tanto desde el ángulo positivo como negativo, y brindan un esquema de los elementos a tener en cuenta desde el ángulo individual para mejorar el estilo[17]

Como se puede apreciar El estilo es un concepto complejo y para cada autor, en dependencia de la especialidad del que lo trate, del enfoque o concepción que utilice tiene una significación diferente.

Partiendo de los elemento valorados y de los asumidos en este trabajo el estilo de dirección está condicionado por la influencia en primer lugar de la sociedad en que actúa el dirigente, y por, las concepciones y por los intereses que defienden estas organizaciones o dirigentes. Por lo anterior en cada sistema social el estilo tiene componentes y motivaciones que están estrechamente vinculadas a la realidad y por tanto, en nuestro caso el contenido de la acción de dirección de nuestras organizaciones y cuadros está dado por el sistema político socialista que propicia que los intereses sociales estén por encima de cualquier otro.

La acción de dirección no es igual ni tiene los mismos fines en nuestras condiciones concretas que en un país capitalista. Aquí se trabaja y se lucha por alcanzar más eficiencia en beneficio de todos, allá opera el enriquecimiento de un pequeño grupo, que ha provocado en la época actual que la riqueza se concentre cada vez en menos manos y países lo que equivale a que un pequeño grupo de personas tenga ingresos superiores a miles de millones.

Nuestra ideología, la que refleja los intereses de la clase obrera, campesinos, intelectuales, estudiantes y en general nuestro pueblo revolucionario nos une plenamente pues todos luchamos por una sociedad en que el hombre sea hermano del hombre y no lobo del hombre.

Las acciones que realiza un empresario burgués o su representante busca aumentar sus ganancias y por tanto el estilo que emplee sea autocrático, cooperativo o participativo se corresponde con sus fines.

El capitalismo de hoy, aunque utilizando nuevas concepciones en algunos casos participativas para encubrir su carácter, lo que busca es el enriquecimiento cada vez mayor de los burgueses, cuya propiedad privada, sobre los medios de producción y el capital, le permite alcanzar sus fines.

Dado lo anterior no es posible hablar de estilo sin tener en cuenta las concepciones filosóficas, políticas e ideológicas que tiene una organización o dirigente.

Al respecto, en el Texto Elementos básicos de la dirección científica de la sociedad, se plantea "El estilo representa un fenómeno social por cuanto en él, primero se manifiesta la concepción del mundo y las convicciones del dirigente y, segundo, el estilo predetermina en gran medida el éxito de la actividad del sistema"[18]

Otro aspecto del estilo es la diferencia que este tiene en las diferentes áreas de acción de las organizaciones o dirigentes, lo que Omarov exponía señalando:" El estilo de dirección en cada esfera de la vida social_ económica, sociopolítica e ideo espiritual_- no puede ser idéntico y tiene ciertas diferencias. La destinación funcional de algunas esferas impone determinados requisitos específicos al nivel y orientación de su educación y genera las tradiciones y modos de trato propios exclusivamente a ellos, determinando con ello la peculiaridad del estilo de su trabajo, pero no cabe dudas que estas diferencias existen dentro de los marcos de las concepciones del estilo de dirección, únicas para todos los sistemas sociales[19]

Valorando las concepciones anteriores hemos arribado al criterio de que el concepto de Estilo de dirección o estilo de trabajo del dirigente puede definirse como: el conjunto de métodos y acciones que utiliza de forma estable una organización o dirigente para alcanzar sus objetivos y cumplir su misión, en determinadas condiciones histórico sociales concretas

Incorporamos al concepto de estilo de dirección los métodos partiendo de que en la bibliografía se reconoce que el método, que proviene de las voces griegas "junto a" y "camino", es el medio para llegar a un fin, el modo de hacer algo ordenadamente, de obrar y de proceder de manera sistemática, racional y estratégica para cumplir un objetivo específico; es una concepción intelectual que coordina un conjunto de acciones y operaciones por parte del sujeto

A lo anterior hay que agregar que cada persona impone un sello distintivo al Estilo dadas sus características: personalidad, ética, nivel escolar, especialidad de graduado, comunicación, y otros elementos

El Estilo de Dirección y la personalidad.

El tema de la personalidad ocupa un lugar importante en los estudios de la Psicología, y dentro de ella reciben particular atención lo que se refiere al liderazgo en la actividad de los hombres que dirigen, pues no cabe dudas que cada persona lleva su sello personal a las actividades que realiza.

Desde el ángulo de la actividad de dirección empresarial hay sobre el tema de los líderes múltiples trabajos que tratan de establecer una metodología para convertir a los que dirigen en, líderes pero ¿Es esto posible? El Líder nace o se hace?

Algunos autores consideran que ambas cosas son posibles por ejemplo vemos la siguiente cita:

El liderazgo depende de las habilidades de dirección también, pero más de cualidades como integridad, honestidad, humildad, valentía, compromiso, sinceridad, pasión, confianza, positividad, genio, determinación, compasión y sensibilidad. Algunas personas nacen con mayor naturaleza de líder que otras. La mayoría de las personas no buscan ser líderes. Aquellos que quieren serlo, pueden desarrollar sus habilidades de liderazgo.

El liderazgo se puede ejercer con estilos diferentes. Algunos líderes tienen un estilo que es el correcto para ciertas situaciones, pero el incorrecto para otras. Algunos líderes se pueden adaptar y usar diferentes estilos para situaciones dadas.[20]

Lo expuesto es solo uno de los puntos de vista al respecto, que sería evaluable partiendo de otras concepciones y paradigmas, aunque está claro que para ser reconocido como líder hay que tener valores, cualidades, virtudes que sean reconocidos por los subordinados.

Sobre el tema Fidel señalaba:

"Ha habido líderes religiosos, líderes políticos. Creo que la historia del hombre está llena de líderes, dondequiera que ha habido una comunidad humana siempre surgió un líder, ahora depende de la época lo que se requiere de ellos, las cualidades que se necesitan en una época y las que se necesitan en otra. En la época de Napoleón parece que eran cualidades militares las que se requerían del líder, las batallas, el prestigio, las glorias; la propia revolución francesa está llena de notables líderes.

En unas circunstancias la habilidad de la guerra; en otras la capacidad para expresarse, para pronunciar discursos, persuadir a los demás; en otras, la acción, la capacidad de acción, en otras la capacidad de organización. En fin no se puede hablar de condiciones prototipo de un líder"

"…Cualidades de un líder…Pienso que hace falta una gran dosis de convicción, de pasión en lo que se está haciendo; yo creo que hace falta también una gran confianza en el pueblo; me parece que hace falta tenacidad: hace falta serenidad también. Incluso, un sentido de responsabilidad, identificación con lo que se está haciendo y con el pueblo: Yo creo que se necesita también un poquito de preparación, de ideas claras…

Yo creo que hay que tener un sentido de la solidaridad humana grande, hay que tener un gran respeto por el pueblo, no ver al pueblo como un instrumento, sino al pueblo como un actor, verdaderamente como el protagonista, el objetivo y el héroe de esta lucha.[21]

En Cuba tres figuras podemos tomar como ejemplos del estilo de dirección más acertado, que los han convertido en líderes: Fidel, Raúl y el Che.

FIDEL CASTRO RÚZ

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Fidel nos enseñó, desde la organización del Asalto al Cuartel Moncada, en su defensa durante el juicio, en el tiempo que permaneció detenido, en el exilio, en el desembarco del Granma y en la lucha en la Sierra Maestra y sobre todo a partir del triunfo del 1ro. de enero de 1959, cómo debe actuar un dirigente revolucionario, cómo debe actuar un líder, qué debe hacer, y sobre todo, como debe hacerlo.

El estilo de dirección de Fidel, su presencia en el lugar de mayor importancia o peligro, su confianza y vínculo con las masas, su forma de argumentar y de convencer, de educar a las masas, de guiar a sus compañeros, de profundizar en las causas de los problemas, su firmeza de principios, su optimismo y en general su actuación se convierten en el paradigma del estilo que necesita el Partido, la Revolución, sus organizaciones y cuadros.

La evolución de la realidad mundial y de Cuba en la etapa actual ha demostrado nuevamente su visión objetiva del escenario en que la Revolución tiene que concebir y desarrollar su acción y ha definido qué hacer para seguir adelante. En todos los años de construcción socialista en Cuba, Fidel ha contribuido de forma decisiva a evaluar los cambios producidos, a determinar las tendencias existentes y definir cómo actuar ante estos cambios.

Fidel nos ha enseñado, nos ha hecho actores y protagonistas de la obra que él junto a un pequeño grupo inició.

RAÚL CASTRO RUZ

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Un papel importante también en el estilo de trabajo del PCC lo ha jugado el Segundo Secretario del Partido, Raúl Castro el cual en diferentes momentos históricos ha sido el que ha alertado y actuado para producir cambios decisivos en la actividad del PCC y en general de la Revolución.

Por sólo destacar algunos momentos recordamos su intervención sobre el Diversionismo ideológico en 1972, que llamó al combate contra la penetración, la subversión y la desestabilización, ( concepción retomada de nuevo con fuerza en 1992 por los Estados Unidos con el llamado Carril II de la Ley Torricelli.) ante los funcionarios del CC del PCC en 1973, su intervención ante los cuadros del aparato auxiliar del Comité Central en 1973 en lo que definió el papel, lugar y estilo de trabajo del PCC en la sociedad cubana, su llamado al SI SE PUEDE en los años más duros del período especial, su intervención a nombre del Buró Político ante el V Pleno del Comité Central y sus orientaciones de la necesidad de un cambio de estilo en 1998 y 1999, su labor y consagración durante todos estos años de Revolución al Frente del MINFAR, organismo que se ha convertido en una importante Escuela de Cuadros para todo nuestro país y su importante papel durante los últimos años al frente del Grupo de Trabajo del Buró Político que ha propiciado una acción más eficaz del PCC en todos los frentes de la actividad revolucionaria y de la Comisión Central de Cuadros del Estado, en que ha promovido cambios que propician una selección más adecuada de los que realizan estas funciones y una acción más activa de las masas en ella.

Sus intervenciones el 26 de julio del 2007 en Camagüey y en la Asamblea Nacional del 2007 pusieron de manifiesto la claridad con que interpreta y materializa las concepciones que guían nuestra Revolución

Su accionar pone de relieve rasgos como la capacidad organizativa, la exigencia, la profundidad en los análisis, el alto nivel de exigencia a los subordinados, el reconocimiento y estímulo a los que se destacan, el uso de la crítica y la autocrítica como instrumento de educación y la lucha contra todas las manifestaciones de privilegio

En relación con el tema de este trabajo, el estilo de dirección y sobre todo uno de sus rasgos fundamentales en su intervención ante los cuadros y funcionarios del CC del PCC señaló:

"El PCC dirige los órganos del Estado mediante la elaboración de directivas generales sobre las cuestiones fundamentales del desarrollo económico, político, cultural y social del país y sobre las vías para resolver dichas cuestiones. Los órganos del aparato estatal deberán guiarse y encauzar sus actividades por tales directivas y no deberán resolver ninguna cuestión importante sin tenerlas en cuenta, las cuales son dadas por los organismos superiores del Partido: Congreso, Comité Central y Buró Político"[22]

Su labor al frente del Partido y el Estado cubano han garantizado la continuidad de la obra de la Revolución en la lucha por un sociedad más justa y humana con igualdad de oportunidades para todos y por un socialismo próspero y sustentable

ERNESTO "CHE" GUEVARA

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Una de las figuras más paradigmáticas de la Revolución Cubana ha sido Ernesto "Che" Guevara cuya actitud, actuación y forma de enfrentar la vida lo han convertido en el hombre cuyas ideas, expuestas en la década del 60 del pasado siglo, siguen hoy movilizando a miles de personas en el mundo.

Sus palabras, pero sobre todo su acción y actuación demostraron lo que debe ser un revolucionario: internacionalista dispuesto a luchar en cualquier lugar del mundo por los pobres y los humildes, humano, serio y responsable, cumplidor al máximo con la palabra empeñada, exigente y educador de sus subordinados, dispuesto a dar el frente en cada tarea difícil.

Que nuestro máximo líder planteara, ante la pregunta cómo queremos que sean nuestro jóvenes y niños, que sean como el Che y que nuestras organizaciones juveniles asumieran el Lema "Seremos como el Che" pone de manifiesto sus cualidades de líder, sus capacidades de dirigentes y sus posiciones y concepciones como revolucionario.

Sus ideas de cómo debe ser un joven comunista, de cómo debe ser el hombre nuevo, han guiado la acción de todos los que comprenden la importancia de estas, pues ellas definen todas las características de este nuevo tipo de hombre, las que por su importancia actual citaremos:

"Quiero plantear ahora, compañeros, cuál es mi opinión, la visión de un dirigente nacional de las ORI, de lo que debe ser un joven comunista, a ver si estamos de acuerdo todos.

"Yo creo que lo primero que debe caracterizar a un joven comunista es el honor que siente por ser joven comunista. Ese honor que le lleva a mostrar ante todo el mundo su condición de joven comunista, que no lo vuelca en la clandestinidad, que no lo reduce a fórmulas, sino que lo expresa en cada momento, que le sale del espíritu, que tiene interés en demostrarlo porque es su símbolo de orgullo.."[23]

Como se puede apreciar las características que expone el Che sobre el Joven Comunista, definen el modelo que el planteaba para el hombre nuevo de la sociedad nueva que se iniciaba y que hoy muchos años después se valora como lo hemos cumplido y se lucha por avanzar hacia ese objetivo.

Rasgos comunes

En general de las tres figuras de nuestra máxima dirección que hemos escogido para exponer las características del Estilo de Dirección, aunque difieren en sus características físicas, y como oradores y en otros elementos tienen un grupo de rasgos comunes que podemos tener en cuenta:

Su firmeza de principios, su optimismo, su fe en el pueblo, su vínculo con las masas, su ejemplaridad, su ética, su apego a la verdad, su combatividad, su solidaridad, su humanismo, su modestia, su confianza en la victoria, destacan como rasgos comunes que los caracterizan.

Un factor clave común en su estilo ha sido la búsqueda de la unidad, concibiendo esta como Fidel señalaba::

"Unidad significa compartir el combate, los riesgos, los sacrificios, los objetivos, ideas, conceptos y estrategias, a los que se llega mediante debates y análisis. Unidad significa la lucha común contra anexionistas, vende patrias y corruptos que no tienen nada que ver con un militante revolucionario"[24]

Pero también puede señalarse como comunes rasgos que hacen que tengan un estilo similar:

Una organización del trabajo que le permite abarcar una gran cantidad de tareas, de priorizar en cada momento lo más importante y de atender lo más urgente

Una gran competencia puesta de manifiesto en el dominio de los temas o problemas que tratan, de las actividades que dirigen, de los problemas que solucionan.

Una sistematicidad que le permite mantener el control y atención a las diferentes actividades, que se manifiesta en comprobar el cumplimiento de lo acordado, en exigir la solución de los problemas planteados..

Un alta diligencia que se pone de manifiesto en la rapidez con que solucionan los diferentes problemas, por la interrelación en su tratamiento, por la búsqueda de causas

Una gran capacidad de ejecutar tareas, de analizar las posibles alternativas de solución, de búsqueda de la máxima información antes de adoptar una decisión.

Una creatividad que han demostrado en la utilización constante de vías y formas diferentes, nuevas, para enfrentar y solucionar los problemas y concebir nuevas tareas y actividades..

En resumen se puede señalar que el estilo de dirección está estrechamente ligado a las concepciones y principios revolucionarios que tiene nuestra Revolución, a sus métodos de masas y a su accionar en beneficio del pueblo y junto a esto al ejemplo y enseñanzas de la dirección del Partido, en particular de Fidel, Raúl y el Che, que nos han legado con su actuación ejemplos de cómo deben actuar los hombres que guían una sociedad nueva, como deben actuar los cuadros que necesita la Revolución..

Los cambios en el Estilo de Dirección en la etapa actual

A cada momento histórico que ha vivido la Revolución ha correspondido un estilo de dirección diferente: en los primeros años, en que se luchaba por cumplir el Programa del Moncada, en que todavía no existía un partido único, la dirección y las decisiones, la educación de las masas recaían en los hombres que habían llevado la Revolución al poder al frente del Movimiento 26 de Julio, el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, posteriormente integrados en las ORI y unidos en el PURS.

A partir de 1965 en que se constituye el Partido Comunista de Cuba, correspondió a éste y en particular a su dirección definir la política a seguir y trabajar por cumplirla.

Desde 1975, en que se celebró el Primer Congreso del Partido, han sido los Congresos los que han definido el rumbo de la Revolución y la dirección elegida en estos ha actuado para materializarla.

No cabe dudas que desde 1959 hasta 1975 la Revolución se había concentrado sobre todo en la materialización en el país de las medidas que hicieran posible el triunfo del socialismo tanto en lo económico como en lo social y lo político ideológico y por otra parte enfrentar las acciones del enemigo.

Fue una etapa en la que los cuadros en los niveles intermedios, sobre todo de municipios y regiones adoptaban muchas decisiones que correspondían a la administración, no había una adecuada delimitación de funciones y es por eso que Raúl Castro, Segundo Secretario del PCC ante los cuadros y funcionarios del CC [25]expone las nuevas concepciones, el cambio que hay que realizar, el papel que le corresponde al PCC y cómo debe cumplirlo.

Dentro de esta etapa, tanto la preparación como la realización de la Zafra del 70, fue una de las tareas donde los cuadros más se destacaron en la lucha por cumplir los objetivos planteados.

La preparación del Primer Congreso tuvo una gran significación en el cambio que se proponía realizar pues la discusión de los documentos por todos los delegados, de forma previa propició conocer la situación existente y las concepciones que se iban a plantear y por tanto se logró una reflexión más profunda y colectiva durante el evento..

En la etapa de 1976 a 1986 las concepciones del sistema de dirección de la economía fueron debilitando el trabajo del Partido, sobre todo en la actividad económica, concentrándose su labor en el funcionamiento interno y en otros campos (ideológico, social, exterior.) La acción del PCC se pretendió sustituirla por mecanismos económicos, lo que Fidel alertó al plantear la Batalla por la Rectificación de errores y tendencias negativas[26]

Al respecto exponía: "Es en la conciencia de esos valores, de esos principios que defendemos; es en esa confianza en el hombre, en el pueblo, en nuestro Partido, en nuestros militantes, donde radica la esencia y el sostén de esa satisfacción que todos hemos experimentado a lo largo de estos días, cuando hablaban los representantes de nuestros militantes y de nuestros excelentes trabajadores.

Y no es que hayan cambiado los hombres, es que han cambiado los conceptos, ha cambiado el estilo de trabajo"[27]

Y más adelante señalaba: "Hoy contamos con lo que no contábamos al principio de la Revolución, ni en ningún otro tiempo; la fuerza del partido, el nuevo estilo de trabajo del partido, la impresionante capacidad de movilización del partido, a través de sus comités municipales, de sus núcleos en estrecha e indestructible relación con las organizaciones de masas." [28]

Entre 1987 y 1990 el Partido va asumiendo nuevamente su papel en las actividades económicas y sociales, proceso en que va logrando avances positivos en un estilo de masas y de trabajo con las masas para enfrentar las manifestaciones negativas que se habían desarrollado.

El derrumbe del socialismo en los países europeos y la desaparición de la URSS provocaron una crisis económica que se recrudece con la aplicación de medidas norteamericanas para destruir la Revolución. El PCC se ve obligado a asumir funciones administrativas: había que controlar bien lo poco que teníamos y lograr su mejor distribución.

El Partido en su IV Congreso, a partir de la estrategia establecida para "Salvar la Patria, la Revolución y las conquistas del Socialismo", definió la política a seguir tanto en el plano económico social, como en lo exterior y también en lo interno. En lo económico ratificó y amplió las concepciones planteadas en las Directivas del Comandante en Jefe para el Periodo Especial, aprobó la Resolución sobre los Estatutos en que se abrió las puertas del PCC a los revolucionarios creyentes y posteriormente se autorizaron las relaciones con familiares en el exterior e incluso en casos donde priman razones humanas autorizó la visita de militantes a los países donde residen y también recibirlos en Cuba.

Con el proceso de recuperación seguido y en particular con las nuevas concepciones del perfeccionamiento empresarial surge una nueva situación, hay que volver a cambiar, hay que lograr un estilo en que el PCC dirija, oriente, controle y exija pero teniendo claro que el Estado y los Empresarios son los que administran y responden por los recursos que tienen en sus manos.

De hecho se trata de delimitar adecuadamente las funciones, que cada cual ejecute el contenido y las funciones que le corresponden y que el PCC concentre su atención en lo que a él le toca y que ningún otro organismo u organización puede asumir.

Partes: 1, 2
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