Diseño de las titulaciones de grado de pedagogía y educación social (página 2)
Enviado por Ing.Licdo. Yunior Andrés Castillo Silverio
3. Este modelo dual existe en bastantes países europeos, aunque en ocasiones la división aparece no en dos sino en cuatro o más titulaciones. Por ejemplo:
a) Italia: Laurea en Scienze de l"Educazione
Laurea en Educattore Professionale,
b) Portugal : Licenciatura bietápica en Ciencias de la Educaçao
Licenciatura en Educaçao Social / Animaçao Cultural /
c) Francia: Licence – Maitrîse en Sciences de l"Education
Dipl. Educateur Splecialisé / Educateur Jeunes Enfants / DEFA
d) Bélgica : Licence en Sciences de l"Education / Pedagogische Weterschappen
Dipl. Educateur Spécialisé.
e) Luxemburgo : Bachelor en Sciences de l"Education
Bachelor en Educateur Gradué
f) Austria : Lic. En Ortopedagogía / Lic.en Ciencias Pedagógicas
Animador Social / Mediador Pedagógico
g) Eslovenia: Lic. Org.y gestión sistema educativo / Pedagogía / Educ.Especial
Lic.en Educación de adultos / Lic. Educación Social
h) Noruega: Tecnología y organiz. del aprend. / Didáctica / Pedagogía especial
Educación Social / Bienestar de la Infancia
i) Dinamarca: Bachelor in Education
Bachelor in Social Education ., etc.
4. Ese modelo dual responde mejor a la realidad histórico-académico europea donde las titulaciones relacionadas con la Pedagogía tienen una historia social y académica más antigua que las titulaciones del entorno social, que datan de los últimos 20-30 años. Mientras que desde las expectativas de mercado, el modelo dual tiene unas salidas profesionales claramente asentadas en el ámbito educativo social, pero mantiene expectativas para ambos títulos, al tiempo que en las titulaciones emergentes están apareciendo nuevos yacimientos de empleo en el ámbito pedagógico.
5. El modelo dual facilita también la investigación y el diseño de su curriculum, al circunscribir los ámbitos formativos de cada uno de ellos, sin plantear una especialización estricta que cuadraría mal con el mercado laboral español en esos ámbitos.
6. Responde también mejor a las realidades cientificas (Sociedad Española de Pedagogía, de Orientación Escolar, de Educación Comparada, y Sociedad Ibérica de Pedagogía Social), así como a los colectivos profesionales (Colegio Oficial de Pedagogos y Colegios Oficiales de Educadores Sociales).
7. Finalmente el modelo dual elegido responde mejor, y sin duda esa es una de las causas de que aparezca en nuestro entorno europeo (especialmente centro y sur) a diferentes planteamientos de la intervención educativa, tanto a nivel del proceso como de los instrumentos que esa intervención requiere.
Número de plazas ofertadas en las universidades para los títulos objeto de la propuesta
3.1.- Los estudios de "Pedagogía"
3.1.1. La titulación de "Pedagogía"
Los estudios de "Pedagogía" presentan una larga trayectoria en la Universidad española, expresión de ello es el centenario de esta titulación que celebramos durante este año 2004, lo que nos da una idea de su raigambre, a pesar de los lógicos cambios sufridos a lo largo de estas décadas, y de su capacidad de respuesta a demandas sociales. Si en un primer momento se dirigió a la formación de profesionales para el sistema escolar, poco a poco se ha ido abriendo a la prepación de profesionales de ámbitos tanto no formales como informales, demostrando así su capacidad de adaptarse a las necesidades que la sociedad está demandando en la nueva perspectiva de la educación a lo largo de la vida.
La titulación actual de "Pedagogía" (RD 915/1992, del 17 julio, BOE 27. 8. 1992) está concebida como una enseñanza de primer y segundo ciclo universitario con una carga lectiva de 300 créditos. Al ser una licenciaturta se exige para su acceso tener superado el Bachillerato LOGSE y la Selectividad[3]
A partir de la aprobación de esta normativa, en la que se establecen las enseñanzas mínimas de la titulación de "Pedagogía", las 24 Universidades que imparten esta licenciatura han elaborado sus planes de estudios, caracterizados por una gran heterogeneidad en cuanto a contenido, dada la alta proporción de créditos destinados a materias obligatorias de universidad, optativas y de libre configuración. En base a este alto índice de autonomía se han ofertado diferentes itinerarios, gracias a los cuales se han consolidado perfiles profesionales que consideramos propios de esta titulación, aunque también se han abierto otros, como es el caso "Pedagogía Social" y "Pedagogía Laboral". Ahora bien, esta misma diversidad tanto en contenidos como en asignación de créditos ha entorpecido seriamente la convalidación de planes de estudio entre las mismas universidades españolas. Entre esta diversidad, destaca también que en 15 de ellas se oferta como carrera de 5 años, en 6 instituciones está adaptada a 4 cursos, y 3 centros universitarios imparten únicamente el segundo ciclo.
3.1.2. Los itinerarios formativos de "Pedagogía"
Otro aspecto a destacar son los itinerarios, que, aunque no son de oferta obligatoria, en 13 de las 24 universidades se ofrecen de forma explícita y sistematizada en su diseño curricular, entre los que priman los ámbitos profesionales de lo escolar, lo social y lo laboral.
Universidades | Duración | Itinerarios | ||
Autónoma de Barcelona | 4 años | *Pedagogía Social *Organización y Gestión de Instituciones *Formación, Ocupación y Empresa | ||
Bárcelona | 4 años | – | ||
Burgos | 2º ciclo | *Pedagogía Social y Laboral *Pedagogía Escolar y Permanente | ||
Complutense | 5 años | *Pedagogía Escolar *Pedagogía Social *Pedagogía Laboral | ||
Deusto | 4 años | *Educación del Ocio *Pedagogía Social *Innovación y Gestión de la Formación | ||
Extremadura | 5 años | – | ||
Girona | 2º ciclo | – | ||
Granada | 5 años | *Organización y Gestión de Instituciones Educativas *Asesoramiento Curricular en las Disciplinas Escolares Básicas *Programas de Intervención Social y Educativa | ||
Illes Baleares | 5 años | *Pedagogía Escolar *Pedagogía Social | ||
La Laguna | 5 años | – | ||
Málaga | 4 años | – | ||
Murcia | 5 años | *Pedagogía Social y Laboral *Administración y Gestión de la Educación | ||
UNED | 5 años | *Pedagogía Socioprofesional *Pedagogía de las Instituciones Educativas | ||
Navarra | 5 años | – | ||
Oviedo | 5 años | *Pedagogía Escolar *Pedagogía Social | ||
País Vasco (San Sebastián) | 5 años | *Organización y Gestión *Investigación Evaluativa *Pedagogía Social *Pedagogía del Lenguaje | ||
Pontificia de Comillas | 2º ciclo | *Tecnología de la Información y la Comunicación *Pedagogía de las Organizaciones | ||
Pontificia de Salamanca | 5 años | – | ||
Ramón Llul | 4 años | – | ||
Rovira i Virgili | 5 años | *Pedagogía Social *Formación en la Empresa *Educación Formal *Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación e Investigación en Educación | ||
Salamanca | 4 años | – | ||
Santiago de Compostela | 5 años | *Pedagogía Escolar: Formación Docente y Dirección de Centros Educativos *Pedagogía Social y Laboral | ||
Sevilla | 5 años | – | ||
Valencia | 5 años | – |
Como se desprende de esta tabla, las propuestas de itinerarios abarcan diferentes temáticas, ahora bien sí que podemos destacar unas constantes significativas en la formación de estos titulados que se han mantenido a lo largo de los estudios de "Pedagogía" como ámbito profesional específico, a la vez que despuntan otros campos profesionales emergentes. Estos ámbitos se sintetizan en el siguiente cuadro:
Ámbitos profesionales | Frecuencia | |
Pedagogía Social | 11 | |
Pedagogía Escolar | 7 | |
Pedagogía Laboral | 7 | |
Organización de instituciones de formación | 7 | |
Tecnologías de la Información y la Comunicación | 2 | |
Educación del ocio | 1 |
Otro aspecto relevante a considerar es el "Practicum" de esta titulación, cuyo objetivo fundamental es complementar y enriquecer los aprendizajes y la preparación profesional de todos los estudiantes reforzando la conexión teoría – práctica. En este sentido, la propuesta del "Practicum" en la titulación de "Pedagogía" ha sido un factor esencial para definir los ámbitos profesionales propios de estos estudios. A raiz del desarrollo de esta materia troncal se ha podido verificar cuáles son los campos profesionales consolidados, a la vez que se posibilitan espacios emergentes que están reclamando las diferentes instituciones educativas y sociales. En este punto debemos destacar el gran dinamismo del área de la educación y la formación, en el que la demanda en todos los estadios vitales ha aumentado de forma significativa, asi como la necesidad de formación y orientación en otros contextos que no sea el específico de la enseñanza reglada. Para valorar esta idea, destacamos los contextos e instituciones en los que se está llevando a cabo las prácticas en nuestras instituciones universitarias[4]y que están fortaleciendo nuevos espacios de inserción profesional:
Contexto | Instituciones | ||
Educativo | – Escuelas Infantiles – Escuelas de Educación Primaria – Institutos de Educación Secundaria – Centros de Educación Especial – Aulas Hospitalarias – Gabinetes Psicopedagógicos – Centros de Formación, Innovación y Renovación Pedagógica – Centros de Elaboración de Materiales Educativos – Servicios de la Inspección | ||
Social | – Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos: Área de Educación, Servicios Sociales y Cultura – Centros Sociosanitarios de Personas Mayores – Centros para la Inserción Sociolaboral – Equipos de Atención a la Infancia y Adolescencia en Riesgo Social – Centros Residenciales para Niños en Riesgo Social – Asociaciones y Fundaciones de Atención a Inmigrantes y Población con Dificultades de Inserción Social – Asociaciones y Fundaciones de Atención a Personas con Minusvalías | ||
Comunitario | – Gestión Cultural y Centros Cívicos – Escuelas y/o Iniciativas de Educación Ambiental – Escuelas y/o Iniciativas de Educación para la Salud | ||
Empresarial | – Departamentos en Empresas – Centros de Formación de Postgrado | ||
Investigación | – Entidades de Investigación en Educación, Centros de Recursos – Universidad, ICEs, Fundaciones… |
Tal como se desprende, el abanico de posibilidades se abre de forma clara en cinco grandes contextos: educativo, social, comunitario, empresarial y el de la investigación, que reclaman funciones y tareas específicos, lo que conlleva que las posibilidades profesionalizantes del pedagogo se hayan abierto de forma significativa.
3.1.3. La matrícula en la licenciatura de "Pedagogía"
En cuanto a las plazas ofertadas en esta titulación, la evolución de la matrícula de primer curso en los últimos 10 años, según los datos aportados por la Secretaría General del Consejo de Coordinación Universitaria[5]ha sido la siguiente:
Como se desprende de esta información, a lo largo de estos diez años se ha mantenido una constante en la oferta de esta titulación, aunque se haya visto afectada, como comenta el Consejo de Coordinación Universitaria, por la irrupción de estudios de ciclo corto en su misma área, como es el caso de "Educación Social" y "Psicopedagogía", a la vez que "Magisterio" oferta 7 especialidades con categoría de diplomatura, con lo que nos encontramos con un área en el que se dan 10 titulaciones diferentes, siendo "Pedagogía" la única de ciclo largo. Ahora bien, a pesar de estos factores, y teniendo en cuenta también el descenso de natalidad, junto con el aumento significativo de la oferta universitaria, tanto en titulaciones como en centros, comprobamos que la demanda de matrícula se mantiene a lo largo de este periodo.
Estos mismos datos, atendiendo a la matrícula que se realiza en el primer curso de esta licenciatura[6]en cada institución universitaria, se recogen en la siguiente tabla:
Resalta, en primer lugar, la diferencia significativa entre Universidades. En segundo lugar, comprobamos el equilibrio de la matrícula con las plazas ofertadas, no siendo significativa en la mayoría de los casos la matrícula de segunda opción. Tampoco incide de forma significativa el que se trate de Universidades que oferten esta titulación en 4 años o solamente el segundo ciclo.
3.2.- Los estudios de "Educación Social"
3.2.1. La titulación de "Educación Social"
"Educación Social" es una titulación relativamente reciente, ya que esta Diplomatura fue aprobada en 1991 (RD 1420/91 de 30 de agosto, BOE 10 de octubre de 1991 ). Se trata de unos estudios que responden a un ámbito profesional definido, en el que se atiende de forma prioritaria la educación de adultos, tercera edad, inserción social de personas desadaptadas y minusválidos, acción socio-educativa, etc. Estos estudios corresponden a una enseñanza universitaria de primer ciclo (180 créditos), de acuerdo a lo que se destaca en los RD 1497/87 y 1267/94 sobre directrices generales comunes de los planes de estudios de los títulos universitarios[7]Los titulados en esta carrera pueden continuar sus estudios en un segundo ciclo universitario en titulaciones afines, ya sea con acceso directo o mediante la realización de complementos de formación. Aunque estamos ante una titulación joven, el colectivo de profesionales que trabajan en este ámbito presentan una intensa trayectoria laboral bajo la denominación de educadores especializados y, más tarde, como educadores sociales. Expresión de esta realidad son las asociaciones profesionales de educadores sociales, presentes en todas las Comunidades Autónomas y, tras la aprobación de la Diplomatura, la creación de Colegios Profesionales en Cataluña, Galicia, Islas Baleares, Murcia y Valencia.
A partir de la aprobación del RD 1420/1991 de 30 de agosto (BOE 10. 10. 91) en el que se establecen las enseñanzas mínimas de la titulación de "Educación Social", cada Universidad elaboró su propio plan de estudios. Como en el resto de las titulaciones, el resultado es unos estudios caracterizados por la heterogeneidad en cuanto a contenido, dada la alta proporción de créditos destinados a materias obligatorias de universidad, optativas y de libre configuración. Como elemento positivo destacamos la amplia diversidad de formación gracias a esa misma heterogeneidad. En cambio, como aspecto negativo esta misma diversidad, tanto en contenidos como en asignación de créditos, ha entorpecido seriamente las posibilidades de convalidación de planes de estudio entre las universidades españolas.
3.2.2. Los itinerarios formativos de "Educación Social"
"Educación Social" se está impartiendo en la actualidad en 36 instituciones universitarias, en todas ellas de tres años de duración. En ninguna se han definido unos itinerarios de estudio, salvo:
Autónoma de Barcelona con 2, Educación de Adultos y Animación Sociocultural;
CSEU La Salle (Autónoma de Madrid) con 4, Animación Sociocultural y Desarrollo Local; Educación de Adultos y 3ª Edad; Educación de Tiempo Libre y Educación Ambiental e Intervención Socioeducativa en Marginación y Conflicto;
Lleida que ofrece también 3, Vejez; Pedagogía del Ocio; Discapacidades y Situaciones de Riesgo;
Pablo de Olavide (Sevilla) que presenta 3 itinerarios específicos: Familia, infancia y juventud; Mediación intercultural; Educación de personas adultas[8]
Santiago de Compostela con 3: Educación de Adultos; Inadaptación y Marginación Social; Animación Sociocultural y Desarrollo Comunitario.
Por otro lado, debemos destacar el caso de la EU Pere Tarres (U. Ramón Llul) y la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) que ofrecen la doble titulación de Educación Social y Trabajo Social.
La propuesta del "Practicum" en la titulación de "Educación Social" ha sido un factor esencial para definir los ámbitos profesionales propios de estos estudios. A raiz del desarrollo de esta materia troncal se ha podido verificar cuáles son sus campos profesionales, se han detectado nuevos espacios emergentes que están reclamando las diferentes instituciones sociales, y se ha demostrado la necesidad de estos profesionales. A la vez que, gracias a esta materia, se perfilan de forma implícita distintas líneas de formación, que podríamos equiparar a unos itinerarios formativos, entre los que sobresalen
ducación de personas adultas
tercera edad
toxicomanías
menores en situación de riesgo
necesidades educativas especiales
cooperación y desarrollo
mujer
minorías étnicas
inserción sociolaboral
En esta línea, resulta de gran ayuda sistematizar la oferta que se está llevando a cabo en nuestras instituciones universitarias[9]en las que se trabaja en tres grandes contextos:
Contextos | Instituciones | ||
Socio – Educativo | – Estado, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos: Área de Servicios Sociales – Centros Sociosanitarios para Personas Mayores – Centros para la inserción sociolaboral – Equipos de Atención a la Infancia y Adolescencia en Riesgo Social – Centros Residenciales para Niños en Riesgo Social – Asociaciones y Fundaciones de Atención a Inmigrantes y Población con Dificultades de Inserción Social – Asociaciones y Fundaciones de Atención a Personas con Minusvalías | ||
Laboral | – Centros de inserción sociolaboral | ||
Comunitario | – Gestión Cultural (Animación Sociocultural, Ocio, Museos, Ludotecas…), Escuelas de Animadores Juveniles – Área de Medio Ambiente – Educación para la Salud – Drogodependencias |
Como resulta evidente, muchas de estas instituciones son las mismas en las que trabajan -y realizan sus prácticas- los pedagogos. Ahora bien, las competencias y tareas que deben atender y desarrollar cada uno de estos titulados son diferentes.
3.2.3. La matrícula en la diplomatura de "Educación Social"
La evolución del número de plazas ofertadas para la matrícula en primer curso de "Educación Social", según los datos aportados por el informe elaborado por la Secretaría General del Consejo de Coordinación Universitaria[10]ha sido la siguiente:
Como se desprende, a lo largo de estos último 10 años se manifiesta una clara y fuerte ascensión en la oferta de esta titulación. Estamos, como comenta el Consejo de Coordinación Universitaria, ante una titulación de ciclo corto, con una orientación profesionalizante definida, lo que atrae mucho más alumnos que los estudios de ciclo largo. Estos mismos datos sobre la matrícula del primer curso, si atendemos a cada institución universitaria, se concretan de la siguiente forma[11]
La demanda de estos estudios supera en gran medida a la oferta de las instituciones universitarias. La diferencia entre la primera y la segunda opción en la matrícula no resulta significativa. Tampoco resaltan discrepacias relevantes entre Comunidades Autónomas, o entre las mismas Universidades, salvo el caso de la UNED.[12] Estamos, pues, ante una titulación que goza de gran aceptación, que está recogiendo un nuevo yacimiento de empleo, expresión clarta de necesidades específicas de la sociedad actual. Además, la mayoría de estas instituciones posibilitan a sus alumnos el acceso a un segundo ciclo en su misma Facultad o Centro Universitario.
3.3 .- La formación de postgrado en el área de Educación
Un aspecto que no debemos perder de vista es la oferta de cursos de postgrado, ya que nos indica, por un lado, las necesidades de formación de los titulados -que no han suficientemente contemplados a lo largo de sus estudios- y, por otro, los espacios profesionales emergentes. A la vez, este tipo de estudios nos informan de la alta demanda que tiene esta formación. Ninguna de las Universidades que imparten estos títulos ha permanecido ajena a este realidad, por lo que todas las instituciones han asumido entre sus propuestas educativas la oferta de cursos de postgrado, con una clara intención de formación permanente, entre otras. Al analizar esta acción formativa en las Facultades de Educación uno de los primeros aspectos que debemos tener en cuenta es que esta oferta no se lleva a cabo de forma diferenciada en cada titulación, sino que presenta a todos los titulados, como es lógico, sus propuestas formativas atendiendo necesidades profesionales específicas. De este modo complementan la formación que los alumnos reciben a lo largo de sus estudios en aspectos sociales y educativos concretos, a la vez que abren y forman a los profesionales de la educación en nuevos espacios profesionales. Un factor a considerar es el alto índice de variabilidad y complejidad de este campo de la formación permanente, ya que se dirige de forma inmediata a responder demandas profesionales específicas.
Aunque es dificil unificar la amplia oferta de estos estudios de postgrado en unas líneas de formación, aportamos, como un elemento más para este informe, los descriptores (cada uno, a su vez, engloba temas formativos distintos), con mayor frecuencia, cuestión que nos aporta una idea de los campos que más se demandan en la actualidad, y que, por ello, deberían ser atendidos de una u otra forma en el diseño de nuevas titulaciones.
Descriptores | Frecuencia | |
Tecnologías de la información y la comunicación | 22 | |
Gestión de servicios sociales | 17 | |
Tercera edad | 16 | |
Familia | 15 | |
Intervención en necesidades educativas especiales | 14 | |
Interculturalidad | 12 | |
Formación de formadores | 8 | |
Menores | 7 | |
Gestión de organizaciones formativas (formales y no formales) | 7 | |
Animación sociocultural | 7 | |
Infancia | 7 | |
Inserción laboral | 5 | |
Intervención en contextos sociocomunitarios | 5 | |
Lenguaje | 2 |
El número de alumnos que cursan Programas de Postgrado es significativo, lo que nos ayuda también a valorar la importancia que se concede a estos programas.
En este punto se presenta un resumen global de los datos de inserción laboral de los pedagogos y los educadores sociales, a partir de la información proporcionada por diversas universidades[13]y por organismos consultados [14]
Dado que las muestras utilizadas por los diferentes estudios de inserción consultados no son, en muchos casos, comparables, y dado también que los respectivos estudios analizan variables diferentes (si bien otras son perfectamente coincidentes), hemos optado, por rigor metodológico, por no presentar los datos en tablas o gráficos unificados. En su lugar, indicamos la "horquilla" en que se mueven los valores de la variable, en unos casos, y en otros, aquellos en los que la cuantificación es sumamente difícil, hacemos una descripción cualitativa de los resultados. Queremos advertir que precisamente, ya que presentamos "horquillas" de resultados, los porcentajes de algunos apartados no suman necesariamente 100.
4.1. La inserción laboral del pedagogo
Los titulados en "Pedagogía" se colocan con relativa facilidad una vez finalizados los estudios. Su tasa de inserción oscila entre un 65 y un 85%, observándose diferencias significativas entre Comunidades Autónomas (por ejemplo, presentan una tasa de inserción más elevada los pedagogos en Cataluña o el País Vasco que en Galicia). De ellos, entre un 20 y un 25% afirman trabajar en tareas no relacionadas con su actual titulación.
El tiempo necesario para la obtención del primer empleo es, en general, bastante corto. Entre el 60 y 50% encuentran trabajo en los 6 meses posteriores a la finalización de los estudios. Un significativo entre 30 y 40% encuentra trabajo antes de finalizar los estudios y, un porcentaje muy reducido, aproximadamente un 8%, tarda más de un año en encontrar el primer empleo. En cuanto a las vías de acceso al puesto de trabajo son muy diversas, destacando dos de ellas: la red de contactos personales y la convocatoria pública.
Los titulados que encuentran su primer trabajo gracias a la red de contactos personales oscilan entre un 30 y un 45%; ésta es, por lo tanto, la forma más común de colocación. Aproximadamente un 20-25% responde a una convocatoria pública aparecida en prensa, en el INEM, en boletines oficiales, etc.[15] Finalmente, un significativo 20% se coloca tras haber presentado su candidatura (autocandidatura) a alguna empresa. El porcentaje restante responde a formas de colocación como bolsas de trabajo, autoempleo, etc.
En el tipo de contrato y duración un 50% de titulados en Pedagogía obtiene un contrato temporal. De estos, la gran mayoría presenta un contrato de entre 3 y 18 meses de duración, reduciéndose a un 20%, aproximadamente, los que consiguen un trabajo de más de 18 meses, y otro 20% aproximado los que consiguen un trabajo por menos de 3 meses. El contrato indefinido se reserva a un 30-40% de la población estudiada, siendo residuales otras categorías como interino, funcionario, contrato en prácticas o trabajo por cuenta propia.
Respecto a la titulación requerida para el puesto de trabajo, se pide la licenciatura en Pedagogía en aproximadamente el 40% de los casos. Entre un 20 y un 30% de los casos se pide otra titulación universitaria, generalmente Magisterio. Alrededor de un 10-15% requiere de algún ciclo formativo de grado medio o superior. Cabe decir en este punto que nos encontramos con un problema de sobrecualificación aparente para el puesto de trabajo, no real, ya que en su gran mayoría los pedagogos están realizando tareas propias de su titulación aunque el contrato requiera una titulación inferior o, simplemente, no requiera formación universitaria, presentándose esta disfunción entre las funciones que desempeña y el salario que percibe.
Al valorar el grado de satisfacción y cumplimiento de expectativas resulta difícil aportar resultados generalizables, ya que muy pocas universidades han estudiado esta variable. No obstante, podemos afirmar que, en general, el grado de satisfacción de los pedagogos en su puesto de trabajo parece ser bastante elevado, con lo cual podemos inferir que sus expectativas de trabajo al acabar los estudios se cumplen en su gran mayoría (aproximadamente un 60% afirma ésto). Asimismo, un muy alto (un 80%) porcentaje de pedagogos manifiestan que en sus planes a corto o medio plazo tienen como objetivo continuar en sus puestos de trabajo y sólo un 10% manifiesta su intención de promocionar dentro de la empresa actual.
En cuanto a las empresas en las que trabajan, alrededor de un 40% lo hace en la empresa pública. Los sectores de actividad mayoritarios en que se encuentran dichas empresas públicas son la enseñanza y la formación (formación permanente, formación en la empresa, formación de formadores).
En el ámbito de la empresa privada, la variedad es muy amplia: desde las secciones de Recursos Humanos y/o de Formación de empresas diversas (de producción de bienes, empresas de servicios a las personas, empresas de iniciativa social ) hasta las editoriales (producción de materiales educativos), pasando por los tradicionales gabinetes pedagógicos o psicopedagógicos, las consultorías o las más novedosas empresas relacionadas con las TIC, la educación ambiental, el ocio, el turismo, la gestión cultural, etc.
De los resultados presentados podemos concluir que la inserción laboral de los pedagogos es alta, si bien algunos índices de calidad de la inserción (tipo de contrato, temporalidad, titulación requerida, etc.) son claramente mejorables. Respecto al tema de la titulación requerida en los contratos queremos resaltar el hecho de que esa aparente sobrecualificación a la que aludíamos antes responde claramente a una estrategia de las empresas para abaratar costes de personal. La gran mayoría de pedagogos desempeña funciones propias de este profesional, lo cual nos indica que las empresas e instituciones necesitan del pedagogo y que sus ámbitos de proyección profesional tienen entidad propia.
Cabe destacar también la diversidad de perfiles profesionales y la consiguiente polivalencia del pedagogo, lo cual es un aspecto sumamente positivo ya que facilita su empleabilidad y su apertura a nuevos ámbitos profesionales donde cada vez se requieren más las funciones que le son propias.
Finalmente, se muestra una clara consolidación de esta figura profesional en sus ámbitos tradicionales, generalmente dentro del contexto educativo formal, pero también en otros más novedosos del contexto educativo no formal e informal (lo socioeducativo, lo empresarial ). Asimismo, se están previendo ya por donde se están abriendo campos nuevos (ocio, educación ambiental, mundo hospitalario, las TIC ), lo que aporta nuevas e importantes perspectivas de yacimiento de empleo a estos titulados.
4.2. La inserción laboral del educador social
En cuanto a los educadores sociales, y a partir de la información disponible, podemos establecer una "horquilla" entre el 50 y el 80% de colocados una vez finalizan los estudios. Cabe decir que existe una gran variabilidad al comparar diversas universidades procedentes de Comunidades Autónomas diferentes. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que los titulados que no se colocan no son técnicamente parados, ya que en su inmensa mayoría continúan otros estudios una vez finalizada la diplomatura, ya que acceden a un segundo ciclo ( "Pedagogía", "Psicopedagogía", "Antropología Social y Cultural", etc.). Pero, si tomamos como referencia el 80% de colocados, el 30% se considera mal ubicado en relación a su titulación; un 25% considera que están realizando trabajos que exigen un nivel formativo inferior al que tienen; y entre un 40 y un 50% afirma que su trabajo está muy o bastante relacionado con la formación recibida.
Un dato destacable en este colectivo es que aproximadamente un 60% de los colocados ha encontrado su primer trabajo antes de finalizar los estudios, incluso entre aquel colectivo que afirma trabajar en tareas propias de su titulación universitaria. Por ejemplo, se da el caso muy frecuente de que los alumnos empiezan a trabajar en el mismo lugar en que están realizando, o justo acaban de realizar, el Practicum. Y el resto de titulados se coloca igualmente con gran facilidad: de 3 a 4 meses es el promedio que tardan en encontrar su primer trabajo.
Las vías de acceso al puesto de trabajo presentan también gran variabilidad, siendo la red de contactos la que nuevamente tiene mayor peso como medio para encontrar trabajo: un 45%. Le siguen un 15% por anuncios en los medios de comunicación, otro 15% por INEM u otros servicios oficiales de colocación y un 5% por convocatoria pública de oposición. Queda un 20% que se reparte entre las situaciones más variadas: bolsas de trabajo, autocandidatura, presentación de proyectos, etc. En cuanto al tipo de contrato y duración, la inmensa mayoría de colocados tiene un contrato laboral, 80%-90%. La temporalidad del mismo varía enormemente en función de los servicios o instituciones en los que estén trabajando. La gran mayoría de los contratados laborales lo son por periodos inferiores a un año, aunque nos encontramos con alguna universidad que presenta datos relativos a sus titulados donde informan que el 62% de los mismos tienen un contrato laboral de tiempo indefinido. Resaltamos como dato muy significativo en este colectivo, el hecho de que aproximadamente un 50% trabaja a jornada parcial. Finalmente, los funcionarios de esta titulación representan únicamente un 5%; y nos encontramos también con categorías residuales como autónomos o titulados trabajando sin contrato.
Otro punto en el que encontramos gran variabilidad es en relación a la titulación requerida para el puesto de trabajo. Así, en las Comunidades Autónomas donde existe Colegio Profesional, se exige, aunque no siempre, a los educadores la titulación universitaria, o bien la habilitación profesional por el Colegio correspondiente. En cambio, en aquellas Autonomías que no tienen Colegio Profesional podemos encontrarnos desde contratos que requieren licenciatura ("Pedagogía" o "Psicología"), hasta aquellos que sólo requieren la ESO o el Bachiller, pasando por los módulos de Formación Profesional ("Animación Sociocultural", "Integración Social", "Educación Infantil") o por otras diplomaturas ("Trabajo Social" o "Magisterio").
En cuanto al grado de satisfacción y cumplimiento de expectativas los datos que disponemos indican una enorme variabilidad en este punto, no permitiéndonos hacer ninguna generalización. Hay universidades que informan de un 20% de cumplimiento de expectativas en sus titulados, mientras que otras universidades apuntan al 80%.
En relación a dónde trabajan los educadores sociales encontramos de nuevo mucha dispersión de datos: en la empresa pública de ámbito estatal, autonómico o municipal encontramos entre el 50% y el 25 % de titulados. Alguna universidad en concreto, sitúa al 75% de sus titulados en el sector privado, refiriéndose especialmente al tercer sector o de iniciativa social.
Estaríamos de acuerdo en afirmar que todas estas instituciones, empresas, etc. se dedican a la intervención socioeducativa y que, en la mayoría de ellas el educador social comparte espacio profesional y funciones con otros profesionales (el pedagogo, el trabajador social, el psicólogo o el maestro) como un miembro más de equipos multidisciplinares.
Es evidente que la situación actual de la profesión de educador social refleja su propia historia. Como sector profesional tiene una larga trayectoria o, mejor dicho, trayectorias, ya que como es sabido la actual figura profesional es el resultado de la convergencia de tres figuras bien diferenciadas: el educador especializado, el animador sociocultural y el educador de adultos. Ello explicaría la gran variabilidad de ámbitos de intervención propios de este profesional, aspecto que, en principio, cabe valorar como positivo ya que hace del educador social actual un profesional muy polivalente, lo cual redunda en mayores facilidades de inserción laboral.
Por otra parte, esta profesión no está regularizada y, además, como titulación universitaria es aún bastante nueva. Todo ello produce el resultado que hemos descrito: la gran variabilidad y escasa homogeneidad en los datos, desde los niveles de ocupación -que varían enormemente entre Comunidades Autónomas-, la tipología de convenios laborales por los que se rigen los educadores, hasta el nivel de exigencia de la titulación universitaria para trabajar como educador.
Dicho esto, lo que sí podemos afirmar es que existe una gran demanda social de los servicios de este profesional y que, en consecuencia, el nivel de inserción laboral es, en general, alto o muy alto. No obstante existen algunos elementos que pueden ir en detrimento de la calidad de dicha inserción, y de los cuales los Colegios Profesionales han dado la voz de alarma, como es, por ejemplo, la gran proliferación de empresas del tercer sector que dan empleo a los Educadores Sociales es vista, en general, como un peligro o un riesgo de precariedad laboral, por la necesidad de competir que tienen dichas empresas y la consiguiente reducción de costes económicos que practican.
Los principales perfiles profesionales de los titulados en el área de educación
5.1. Presupuestos para la definición de los perfiles profesionales del pedagogo y del educador social
Según el Real Decreto 915/1992, (B.O.E., 24 julio 1992), el perfil formativo del pedagogo, según se recoge en el plan de estudios de esta titulación, queda recogido de la siguiente manera:
"Los estudios de Pedagogía conducentes a la obtención de esta titulación habrán de proporcionar la formación teórica y práctica necesaria para el análisis, la intervención y el desarrollo de sistemas y procesos educativos en la organización y la administración del sistema educativo, en las prácticas de las instituciones escolares y en las diversas agencias de educación no formal".
Por lo tanto, cabe decir que el pedagogo es un experto en sistemas y procesos educativos cuya formación le capacita para el desarrollo de las siguientes funciones generales:
a. Analizar aspectos que conforman situaciones educativas en contextos formales y no formales.
b. Diseñar programas, acciones y proyectos adaptados a los contextos analizados.
c. Realizar un seguimiento y evaluación a los programas, acciones y proyectos diseñados e implementados para cada contexto educativo (formal/no formal).
Estas funciones generales se complementan con otras de carácter mas específico:[16]
A) Función de análisis:
Investigadora, propia de su estatus de formación científica superior.
Exploración y diagnóstico de los diferentes elementos que intervienen en un sistema o proceso educativo.
Planificación, diseño, seguimiento y evaluación de sistemas y subsistemas educativos y formativos, y de procesos educativos.
B) Función organizativa:
Administración y gestión de la acción educativa.
Dirección y diseño organizativo.
Innovación de la intervención educativa, de los sistemas y subsistemas educativos y formativos, de proyectos, de programas, de centros, de servicios, de recursos y de técnicas socioeducativas.
Identificación y relación con servicios, programas y recursos del contexto sociocultural.
Colaboración y asesoramiento en el despliegue y la normativa legislativos.
Dirección en ámbitos educativos formales y no formales.
Diseño organizativo de las funciones de recursos humanos.
C) Función de desarrollo:
Desarrollo organizativo, institucional, profesional y personal.
Orientación.
Asesoramiento educativo global y específico a personas, familias, grupos, y de los profesionales que intervienen en el centro, los servicios, el equipo, etc.
Educación, instrucción y formación global y específica de los ámbitos propios de especialización del pedagogo, dirigida a personas, familias, grupos, instituciones, comunidades y a profesionales del mismo entorno educativo.
Todas estas funciones son desarrolladas por el pedagogo en dos grandes campos: la educación formal y la educación no formal (empresa, editoriales, tecnologías de la información y la comunicación, medios de comunicación, salud, medio ambiente, gestión de servicios públicos, servicios sociales, sociocultural y sociocomunitario).
Debemos resaltar que muchos de estos ámbitos profesionales reclaman una intervención interdisciplinar. La función pedagógica, actualmente, alcanza una especial relevancia desde una óptica de trabajo en equipo y, en este sentido, se desdibujan algunos planteamientos de exclusividad que intentan delimitar fronteras impermeables entre unos ámbitos de trabajo y otros. Por otro lado, se configuran nuevos campos laborales que adoptan una posición decidida a favor de la complementariedad y la interdependencia. La función pedagógica se integra, con estos nuevos enfoques, en equipos muy diversos, con el denominador común de trabajar al servicio del progreso y del desarrollo humano, y especializados en la función de elementos catalizadores o precipitantes de procesos de cambio y transformación de personas, grupos, organizaciones y comunidades.
El educador se define como un agente de cambio social, dinamizador de grupos sociales a través de estrategias educativas que ayudan a los sujetos a comprender su entorno social, político, económico y cultural y a integrarse adecuadamente. De esta definición se perfilan los siguientes objetivos de la Educación Social:
Prevenir y compensar dificultades de estructuración de la personalidad e inadaptaciones sociales.
Favorecer la autonomía de las personas.
Desarrollar actividades con una finalidad educativa, cultural, lúdica…
Potenciar la búsqueda de la información y comprensión en y del entorno social.
Desarrollar el espíritu crítico y la capacidad de compresión y análisis de la realidad sociopolítica.
Favorecer la participación de los grupos e individuos.
Favorecer la mejora de las competencias y aptitudes de los individuos.
Favorecer el cambio y transformación social.
Favorecer el desarrollo sociocultural, sociolaboral, institucional y comunitario.
Contribuir a la creación y consolidación del tejido social y asociativo.
De ello se desprende que el campo de proyección profesional del educador social -la educación no formal- es muy amplio, que dirige su acción a colectivos de población muy diversificados, que desarrolla numerosas funciones y que requiere competencias muy variadas. Ahora, si atendemos al campo profesional al que se dirige, se concretan fundamentalmente tres grandes ámbitos de intervención:
Educación social especializada, su función es favorecer la inserción social de personas y colectivos de población en situación de marginación, desadaptación, conflicto social y exclusión social, así como prevenir tales situaciones en colectivos calificados de riesgo social.
Animación sociocultural, se caracteriza por prestar atención a las necesidades socioculturales y de desarrollo comunitario de una determinada comunidad, población o territorio.
Educación de personas adultas, atiende a las necesidades formativas de la población adulta vinculadas a su desarrollo personal y a su adaptación sociolaboral.
En relación a los colectivos de población a los que se dirige, nos encontramos clasificaciones distintas en función de si atendemos a la edad del colectivo o al tipo de situación, podríamos también hablar de problemática o necesidades, en la que se encuentra; según la edad el educador social se dirige a la infancia, juventud, adultos, mayores o tercera edad, y según la problemática podemos diferenciar entre:
Población en riesgo social, situaciones de abandono, negligencia y maltrato; colectivos de población que, por sus características o circunstancias, se encuentran con especiales dificultades para su inserción social, laboral, etc.
Población en situación de desadaptación social, situaciones de delincuencia, marginación, exclusión, quw pueden ir asociadas a problemáticas de drogadicción, disminución, salud mental, etc.
Población general, que atiende la atención a adultos, tercera edad, desarrollo local, animación sociocultural, etc.
En estos ámbitos de intervención el educador social desempeña las siguientes funciones y tareas:
Educativa.
Docente en determinados ámbitos.
Informativa, de asesoramiento, orientadora y de soporte a individuos, grupos, familias…
De animación y de dinamización de grupos y colectivos.
Organizadora, de planificación, programación, desarrollo y evaluación de su intervención.
De gestión y administración de distintos servicios.
De observación y detección de las necesidades y características del entorno de los grupos e individuos.
De relación con instituciones, grupos y personal.
De reeducación.
De elaboración, ejecución, seguimiento y evaluación de proyectos, programas, prestaciones, campañas, intervención comunitaria…
5.2. Definición de los perfiles profesionales del pedagogo y del educador social
Con estos presupuestos y para la elaboración de propuesta de perfiles para los títulos de Pedagogía y Educación Social se ha realizado un estudio a partir de los datos que se han obtenido de los informes parciales elaborados por los grupos de trabajo de la Red que han sido facilitados por diferentes Universidades, Colegios y Asociaciones Profesionales[17]
A partir del análisis de dichos datos se delimitaron y ordenaron una serie de ámbitos profesionales. Se realizó un análisis en profundidad de cada uno de los ámbitos atendiendo a su justificación histórica, teórica, a la definición de puestos de trabajo relacionados con el perfil, a la relación del ámbito con sus homólogos en el estudio sobre las titulaciones en Europa, etc. En cada ámbito se llevó a cabo una delimitación de los perfiles profesionales más característicos que entendemos como elementos rectores del diseño de los contenidos de la futura titulación tanto en sus componentes generales y obligatorios como en los específicos. Cada perfil fue desarrollado mediante los siguientes aspectos:
Una descripción de competencias generales con las que se describe el "hacer" más común en dichas profesiones
Una descripción de los conocimientos y competencias académico-profesionales transversales y específicas[18]
El diseño de las tablas de valoración de competencias en las que se cruzan perfiles y conocimientos y competencias con la intención de que en el futuro sirvan para realizar su valoración .
En esta propuesta entendemos las competencias como el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes aplicadas en el desempeño de una profesión. Implica el "ser", el "saber", y el "saber hacer" en contextos y situaciones profesionales determinadas. La selección y ordenación de los ámbitos profesionales en los que trabajan habitualmente los egresados de las titulaciones de Pedagogía y Educación Social se ha realizado definiendo en cada uno de estos ámbitos los perfiles profesionales más característicos en el campo de la Pedagogía y de la Educación Social, teniendo en cuenta de manera simultánea los perfiles existentes para ambas titulaciones (lo cual nos llevó a no perder de vista los ámbitos tradicionales de la Pedagogía y la Educación Social ) y procurando no ignorar o dejar fuera los perfiles emergentes o futuros (lo cual nos obligó a estar atentos a ámbitos con menos tradición pero de gran interés estratégico).
Los perfiles profesionales y las competencias que desde ellos se han definido se entienden como el referente para el diseño de la formación tanto en sus componentes comunes (destinados a la formación generalista) como a los específicos ( a la formación en cada uno de los ámbitos y perfiles profesionales) y prácticos ( el diseño del practicum debería tener como referencia esos perfiles). Los perfiles no se corresponden en ningún caso con especialidades o áreas de conocimiento y tal como los hemos definido son generales y la clasificación que hemos realizado pretende ser lo más exahustiva posible. Hay que resaltar que hemos adoptado una forma de diseñar del curriculum universitario que pretende definirse desde las realidades profesionales hacia las que se dirigen los egresados de los estudios y no desde las lógicas de la disciplinas, partiendo de la idea de unos estudios con contenidos generales y específicos que permitan formar un profesional polivalente competente para el desempeño de sus funciones en los diferentes ámbitos y perfiles existentes.
La idea de un diseño curricular que parta de los ámbitos profesionales ha sido concretada, en ocasiones, de forma reduccionista en propuestas formativas consistentes en catálogos de competencias conductuales observables y medibles. Nosotros consideramos que es imposible traducir todo lo que un profesional desarrolla en un determinado puesto de trabajo a competencias observables o demostrables ya que las tareas a las que se enfrentan los profesionales de la educación raras veces son tareas claras y sencillas. En la mayoría de las ocasiones las tareas educativas, se presentan como problemas complejos, desordenados, poco definidos y difíciles de resolver con una "respuesta correcta", siendo precisa la integración y contextualización de competencias y no la simple agregación de las mismas para resolver situaciones. La reflexión sobre la práctica se presenta, así, como una estrategia metodológica de gran potencia para la formación de profesionales cualificados en el ámbito de la educación[19]Cabe señalar que una gran parte de la literatura sobre competencias enfatiza, precisamente, el carácter simultáneamente teórico y práctico de las competencias, su estrecha relación con la acción en un determinado puesto de trabajo y en un determinado contexto, la movilización de saberes técnicos y académicos que implica su puesta en práctica, etc [20]
En el sentido explicado se ha intentado realizar un diseño curricular para los estudios de Pedagogía y Educación social basado en los perfiles y competencias profesionales que permita dar una respuesta a la realidad de un mercado laboral como el que afrontan nuestros egresados caracterizado por la flexibilidad, el cambio y la proliferación de empleos emergentes sobre todo en el "tercer sector". Por lo tanto la selección de perfiles se ha realizado atendiendo no solo a lo que parece que el mercado de trabajo demanda sino también a posibles perfiles que aún no se han abierto en el mercado y el conocimiento pedagógico avala como deseables. Profesionalizar en las titulaciones de Educación no debería consistir en entrenar a alguien en un catálogo de competencias estandarizadas y seleccionadas solo en función de lo que el mercado laboral demanda. Muy a menudo, lo que el mercado exige no es lo mejor, lo deseable, ni tan siquiera lo posible en un momento dado. Algunos análisis recientes sobre la relación entre el mercado laboral y las exigencias formativas han aportado orientaciones sobre el particular que conviene no perder de vista[21]
Todos estos datos nos ayudan a perfilar la delimitación de los ámbitos profesionales tanto de los pedagogos como de los educadores sociales. Tras su análisis, concretamos la necesidad de reordenar los ámbitos citados en un escenario de dos titulaciones de grado diferenciadas: Pedagogía y Educación Social. Este escenario corresponde a una propuesta dual de titulaciones de grado que tiene su reflejo en Europa y que, desde nuestra perspectiva, es la que mejor se adapta a la situación en nuestro país. Por ello hemos ido a una delimitación de ámbitos y perfiles profesionales diferenciados para ambas titulaciones en aproximadamente un 80% de la propuesta: de los diez ámbitos que hemos delimitado cuatro se adscriben a Pedagogía, cuatro a Educación Social y dos a ambas, tal y como se refleja en el siguiente cuadro:
Lógicamente, cada uno de estos ámbitos se despliegan de forma significativa en varios perfiles profesionales que abarcan la amplia dinámica profesional de cada sector.
ÁMBITOS | PERFILES | |
Administración y gestión educativa | Gestor de centros educativos Inspector y supervisor de la administración educativa Evaluador de sistemas e instituciones educativas | |
Orientación e intervención psicopedagógica | Orientador personal, académico y profesional Orientador familiar | |
Diseño, desarrollo y evaluación de procesos y medios educativos | Diseñador y evaluador de recursos curriculares, didácticos y tecnológicos Diseñador y evaluador de procesos de enseñanza-aprendizaje Formador pedagógico de la función docente | |
Formación y desarrollo en organizaciones | Consultor y gestor de formación en las organizaciones Formador de formadores | |
Educación familiar y desarrollo comunitario | Educador de familia Agente socioeducativo de desarrollo comunitario | |
Educación y mediación para la integración social | Educador y mediador en procesos de integración social Diseñador y evaluador de procesos de integración social | |
Educación del ocio, animación y gestión sociocultural | Educacdor en tiempo libre y ocio Animador sociocultural Gestor de programas y recursos socioculturales | |
Intervención socioeducativa en infancia y juventud | Educador en instituciones de atención e inserción social Mediador en procesos de acogida y adopción | |
Educación de personas adultas y mayores | Orientador socio-laboral Educador de personas adultas y de mayores | |
Atención socioeducativa a la diversidad | Pedagogo especialista en atención a la diversidad educativa Dinamizador para la inserción sociolaboral |
5.3. Ámbitos y perfiles profesionales en el campo de la "Pedagogía"
Dada la importancia de este punto y con el fin de poder valorar la propuesta que hace esta Red, procede explicar de forma somera el contenido de cada uno de estos ámbitos y perfiles profesionales, de tal manera que se pueda valorar su alcance y necesidad en el campo prpofesional de nuestros titulados. Como Anexo se incluye a fundamentación de cada uno de estos ámbitos profesionales.
1.- Administración y gestión educativa
El campo de la administración y gestión educativa, en sus diferentes modalidades y niveles, es uno de los ámbitos tradicionales de trabajo pedagógico. En el panorama europeo, el informe Tuning Educational Structures in Europe, y en el estudio Análisis comparado de los estudios superiores de educación en Europa (excepto formación del profesorado) se evidencia como uno de los principales perfiles profesionales en los que confluyen los estudios superiores de educación de numerosos países.
Por otro lado, la complejidad creciente de los sistemas educativos, la necesidad de atender a realidades cambiantes y fluidas, a nuevas configuraciones del espacio social, que vuelcan demandas crecientes sobre los sistemas de educación, exige una preparación adecuada de quienes van a desempeñar puestos de planificación técnica y asesoría en los servicios educativos de las diferentes Administraciones Públicas. Este ámbito incluye los siguientes perfiles profesionales:
Gestor de centros educativos
Profesional de la educación capaz de servir de impulsor de procesos de innovación y de mediador en la comunidad educativa y de ésta con el entorno. Deberá conocer y saber aplicar sistemas y técnicas de gestión, disponer de competencia en habilidades sociales, destrezas en la adopción de decisiones y la resolución de conflictos, capacidad de trabajo en equipo, una visión amplia del sistema educativo y la normativa que lo regula, conocimiento de los procesos de aprendizaje, los modelos curriculares, las metodologías didácticas y los sistemas de organización.
Inspector y Supervisor de la administración educativa
Profesional que realizará tareas de carácter administrativo de nivel superior, relativas al asesoramiento en la toma de decisiones y la planificación, organización, supervisión y control de los sistemas de educación y formación. Junto con un profundo conocimiento de la realidad educativa, de carácter histórico, sociológico, político y administrativo, el manejo de técnicas de planificación y supervisión, dominio de la legislación en sus diferentes niveles normativos, etc., este profesional deberá poseer una cimentada preparación pedagógica y capacidad de juicio que le permita convertirse en auténtico dinamizador educativo de estos sistemas.
Evaluador de sistemas e instituciones educativas
Precisa una visión fundamentada de su función, basada en el conocimiento preciso de las variables que afectan al funcionamiento de los centros y sistemas, las diferentes posturas en torno a la justificación de los indicadores de calidad, las principales tendencias y experiencias internacionales de evaluación, el dominio de técnicas y procedimientos cuantitativos y cualitativos, etc.
2. Orientación e Intervención psicopedagógica
La orientación personal en España supone el conjunto de competencias profesionales más novedoso, que se dirige a todos los alumnos y se aplican de forma grupal a través de programas de orientación en los diferentes niveles educativos. Entre las actividades de orientación remedial merecen destacarse programas que se dirigen a la capacitación de habilidades sociales, la resolución de problemas familiares, los dirigidos a cuestiones de disciplina, a la mejora de las actitudes hacia la escuela, el manejo del estrés o el desarrollo de actitudes positivas ante los problemas de la salud. En la actualidad, la orientación educativa se aborda desde un enfoque ecológico-social o colaborador de los contextos. El objetivo es mejorar tanto los servicios que se prestan a los alumnos y a su entorno más cercano, padres y el resto de la comunidad educativa.
La Orientación Familiar, como respuesta las necesidades de las familias para el apoyo en los procesos evolutivos y la situación compleja de ésta en nuestra sociedad, es un campo específico de la orientación educativa que ha sido institucionalizada ya en numerosos países de Europa y América.
Orientador personal, académico y profesional
Profesional que, partiendo del diagnóstico del sujeto en su contexto, contribuye, mediante el diseño, aplicación y evaluación de intervenciones psicopedagógicas, al desarrollo académico, profesional, personal y social del individuo a lo largo de su vida.
Orientador Familiar
Desarrolla estrategias de asesoramiento y apoyo a personas y colectivos implicados en procesos de formación de adultos con responsabilidades educativas en la familia, que permitan resolver cuestiones referentes a la educación de los menores y de los propios adultos desde una perspectiva fundamentalmente preventiva, teniendo en cuenta las características de la persona y la diversidad familiar, haciendo uso de técnicas de investigación, diagnóstico y evaluación científica, así como de conocimientos teóricos que permitan comprender las necesidades de las distintas familias, y proceder a la planificación, seguimiento y evaluación de las actuaciones así como de los resultados obtenidos.
3. Diseño, desarrollo y evaluación de procesos y medios educativos
El ámbito del diseño y desarrollo de procesos, medios didácticos y materiales curriculares es un ámbito del trabajo pedagógico que se ha desarrollado en nuestro país vinculado tanto a las instituciones públicas, como a las empresas y organizaciones privadas. Este ámbito incluye también lo referido a los procesos de innovación educativa y los relativos a la capacitación didáctica del profesorado de secundaria y enseñanza superior y en la actualidad de forma especial todo lo relativo a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sobre todo en empresas y entidades dirigidas a la elaboración y producción de software educativo, materiales en soporte multimedia, materiales para teleformación, enseñanza a distancia, etc. También atiende la enseñanza virtual, que está sufriendo un proceso de expansión constante.
Diseñador de recursos curriculares, didácticos y tecnológicos
Los profesionales de este ámbito tienen que participar y/o coordinar equipos de diseño y producción de medios y materiales didácticos en diferentes soportes y lenguajes (textuales, audiovisuales, multimedia, internet, etc..) garantizando su adecuación a los usuarios y contextos en los que dichos recursos se utilizarán. Para ello deben estar al día en las cuestiones básicas de organización y funcionamiento de los diferentes niveles educativos y áreas del currículo prestando atención no sólo al sistema de enseñanza reglada sino también a los diferentes campos de la formación para el trabajo y la educación social. También desarrollan tareas de evaluación tanto de los materiales y recursos a producir como de los existentes de similares características, así como de los resultados de la implementación de los materiales producidos.
Diseñador y evaluador de procesos de enseñanza-aprendizaje
Este profesional se encarga del diseño de procesos de enseñanza-aprendizaje vinculados a proyectos por encargo de instituciones públicas o privadas y para ello utiliza los principios de la programación educativa, del diseño curricular, de la tecnología educativa, etc. Sus tareas suelen implicar procesos de innovación y mejora educativa.
En una de sus vertientes más actuales, los profesionales con este perfil se encargan de diseñar, planificar, formar, organizar, coordinar y evaluar el conjunto de elementos previstos para desarrollar con eficacia pedagógica el proceso de formación utilizando para ello procedimientos de enseñanza-aprendizaje y herramientas virtualizadoras de carácter electrónico (e-learning).
Formador pedagógico de la función docente
Es un profesional que ejerce su trabajo en Facultades o Centros de Formación del Profesorado y que tiene a su cargo la formación y/o actualización pedagógico-didáctica del profesorado especialmente el perteneciente a los niveles de enseñanza secundaria y superior. Sus funciones tienen que ver con diseñar y poner en marcha procesos formativos que desarrollen las competencias didácticas y pedagógicas del profesorado en sus materias o niveles. Para ello pone en juego conocimientos teórico-prácticos referidos al diseño y planificación de procesos de enseñanza y aprendizaje en lo que tiene que ver con la selección y organización del contenido de enseñanza, las finalidades y objetivos de la misma, el diseño de actividades y el uso de metodologías docentes, la implementación de materiales, medios y nuevas tecnologías en la enseñanza, las diferetes modalidades de valuación del aprendizaje, el desarrollo de procesos de investigación, evaluación y mejora sobre su propia práctica, etc..
4. Formación y desarrollo en organizaciones
Entender la formación en las organizaciones laborales como una cuestión pedagógica supone asumir cuatro tipos de propósitos formativos: desarrollo de la competencia, perfeccionamiento, adaptación al puesto de trabajo y la promoción y el reciclaje de los trabajadores. De igual forma, puede entenderse que la definición de un plan formativo en la empresa, con la delimitación de necesidades, objetivos, contenidos, modalidades y estrategias de actuación, y evaluación de procesos y resultados, responde, en sentido estricto, a los cometidos del quehacer pedagógico, todo ello porque lo que cambia es el marco de actividad, del contexto educativo al laboral, al tiempo que el referente esencial puede variar del individuo a la organización.
Consultor y Gestor de Formación en las organizaciones
Evalua el contexto organizacional y a los empleados, conociendo las variables que condicionan el desarrollo de la carrera laboral, así como asesora y aplica programas para el desenvolvimiento profesional. Asimismo, ha de organizar y coordinar los recursos de formación, utilizando técnicas de planificación, asignación de objetivos y control; garantizando la consonancia de las actividades de formación con la estrategia global y la política de formación de la empresa. Estando al día en los progresos y evolución del mercado de trabajo, manteniéndose en contacto con organizaciones y entidades externas y negociando con proveedores y usuarios de la información para aclarar e integrar el servicio de formación de la entidad a la evolución, cambios y demandas del entorno. Analizar los resultados de la gestión de los recursos y actividades de formación para optimizar la oferta formativa.
Formador de Formadores
Analizar las necesidades de aprendizaje, diseñar en equipo programas formativos, preparar o planificar e impartir acciones de formación, gestionar los recursos necesarios, evaluar los niveles alcanzados por los alumnos y el grado de transferencia de los aprendizajes, y establecer recomendaciones de mejora, con el fin de colaborar en la calidad del sistema formativo.
5. 4. Ámbitos y perfiles profesionales en el campo de la "Educación Social"
1. Educación familiar y desarrollo comunitario
La educación familiar y el desarrollo comunitario son ámbitos tradicionales de actuación de los educadores sociales en España. Bajo este epígrafe se tratan dos niveles de intervención distintos: la individualizada desde los servicios de atención primaria y la comunitaria.
Educador de familia
Profesional cuyos principales cometidos son favorecer y colaborar en la creación de situaciones que propicien la toma de conciencia familiar sobre las propias capacidades y recursos desencadenantes de cambios en su vida cotidiana, para superar las dificultades diversas por las que atraviesan y para responder a las necesidades básicas de sus miembros; y colaborar, desde la educación, en los diferentes procesos de integración, desarrollo y mejora de la calidad de vida y relación de los distintos miembros del grupo familiar.
Agente socioeducativo de desarrollo comunitario
Profesional especialista en potenciar, desde la intervención educativa, la mejora comunitaria, dando especial relevancia a los propios destinatarios y procurando asimismo la mejora de las personas que integran la comunidad en progreso, la dinamización social, la participación activa de la población en sus responsabilidades sociales, el asociacionismo, la resolución de problemáticas comunes, la adquisición de capacidades, destrezas y conocimientos para la innovación, la modernización y reciclaje profesional, el desempeño de habilidades sociales y la asunción de responsabilidades civiles.
2. Educación y mediación para la integración social
En la actualidad, los nuevos problemas y programas, como son: la exclusión asociada a la inmigración, las reformas en el código penal y la nueva ley del menor, el desarrollo de los programas de prevención en drogodependencias, la intervención con drogodependientes… han provocado una ampliación y consolidación de los ámbitos y espacios de intervención socioeducativa con programas de intervención en drogodependecias; tratamiento y reinserción, exclusión social; personas en riesgo de exclusión social; minorías étnicas; programas de atención a la inmigración e interculturalidad, que exigen perfiles profesionales que atiendan de forma directa esta realidad social.
Educador y mediador en procesos de integración social
Actúa en los programas dirigidos a los diferentes campos conducentes a procesos de integración social destinados a personas en situación de marginación, drogodependencias o exclusión social, individualmente o formando parte de un equipo multiprofesional. Su quehacer principal consiste en el desarrollo de las acciones previstas en los programas de intervención, tendentes a la mejora de las condiciones de vida de los destinatarios, la organización y supervisión de las actividades de atención a unidades de convivencia, la enseñanza y entrenamiento a los usuarios en la adquisición de habilidades de autonomía personal y social y la coordinación con los distintos servicios para propiciar el acceso de los usuarios a aquéllos que puedan mejorar sus condiciones de vida y su integración social. Las instituciones en las que trabajan son variadas y van desde entornos escolares (colegios e institutos), pasando por prisiones, programas de reinserción y de sustitutivos en asociaciones y servicios sociales de ayuntamientos y comunidades autónomas, tribunales de menores, hasta empresas de inserción.
Diseñador y evaluador de procesos de integración social
Es un perfil técnico de apoyo a los educadores, mediadores y coordinadores de programas de integración social. Su labor ha de consistir fundamentalmente en la programación, organización y evaluación de los programas dirigidos a la integración social de las personas pertenecientes a los distintos colectivos. Esta labor profesional se desarrolla tanto en entidades dependientes de las distintas administraciones públicas, locales o autonómicas, como en instituciones pertenecientes al tercer sector, o en empresas privadas contratantes de servicios con las administraciones.
3. Educación del ocio, animación y gestión sociocultural
El ámbito de la animación sociocultural es uno de los grandes pilares de la educación social, no sólo desde el punto de vista histórico, sino también desde su implantación en la realidad profesional del educador actual. Hoy en día pone su acento en el desarrollo de programas de intervención social, haciendo hincapié en los aspectos de creación y vivencia cultural, así como de participación ciudadana, sin olvidar los de la educación en el tiempo libre y el ocio.
Animador Sociocultural
Profesional que, utilizando una tecnología social basada en una pedagogía participativa, facilita el acceso a una vida más creadora y más activa con mayor participación y comunicación con la colectividad de la que se forma parte, potenciando, en consecuencia, la autonomía personal y grupal, la relación interactiva con otras personas, la integración en un entorno sociocultural y la correspondiente capacidad para transformar ese entorno.
Gestor de programas y recursos socioculturales
Este perfil resulta de la especialización de la animación sociocultural y del desarrollo cultural. En la medida en que en los municipios y en los barrios han ido construyéndose equipamientos culturales (salas de audición, teatro, exposiciones, museos, etc) se ha hecho más palpable la necesidad de contar con profesionales que dirigieran la gestión de ese equipamiento, a fin de que cumpliera los objetivos de acercar la cultura a los grupos sociales y de recoger los aspectos culturales que esos mismos grupos van definiendo.
Educador en tiempo libre y ocio
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |