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Desarrollo en la Educación Cubana; una excepción que confirma (página 2)


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En este sentido, se hace necesario reflexionar entorno a la necesidad de cambios imperiosos en la educación de América Latina y el Caribe, demostrando el desarrollo en la Educación Cubana como ejemplo a seguir.

Desarrollo

La Educación en América Latina y el Caribe

Pese a los esfuerzos realizados por los países latinoamericanos y caribeños durante la década pasada para retomar ritmos deseables de desarrollo económico y revertir la exclusión social, no se han alcanzado los logros esperados.

El problema central es que el llamado libre comercio como punta de lanza del neoliberalismo, aspira a lograr con el concurso de los Estados, además de una fuerte gerencia económica, un nivel de control social, que le permita incrementar constantemente la cuota de ganancias de los capitalistas. Por voluntad del capital transnacional y del gobierno norteamericano la reforma educacional en América Latina y el Caribe se nutrió de los discursos de la globalización neoliberal, tal como la asume y entiende el Occidente desarrollado.

El deterioro de la educación en América Latina y el Caribe se demuestra al evaluarse los indicadores de retención escolar, repitencia y calidad de la enseñanza. El Estado se encarga de sustentar el derecho formal a ciertas libertades individuales, pero no garantiza que se cumpla el derecho fundamental de igualdad material para el acceso a la educación; solo quienes cuentan con los medios pueden acceder al sistema educativo en las instituciones más cualificadas, ya que matriculan en ellas quienes puedan pagar por un buen servicio prestado por los "particulares".

También se manifiesta un deterioro de la oferta pedagógica a través de los anacrónicos y desactualizados programas de estudios, sus contenidos, métodos y procedimientos. La falta de prioridad a la educación en la región respecto a los países desarrollados en la atención al cuerpo docente tiene una de sus más drásticas diferencias. Es notorio que los maestros de enseñanza pública sólo reciben una quinta parte del promedio del ingreso anual de sus colegas de Estados Unidos y Europa.

Los problemas e insuficiencias que tienen en su interior los sistemas educativos de la región, se articulan con el adverso entorno de sociedades donde en términos absolutos crece la pobreza y la exclusión social, cultural y política. En este contexto la tesis que considera la pobreza y la exclusión como principales actores de la problemática educativa en América Latina y el Caribe, es desde todos los puntos de vista incuestionable (Pérez, F. 2003).(3)

Es pronunciada la desigualdad en cuanto al acceso y a los logros educativos cuando se compara la población por niveles de ingresos. Las altísimas tasas de repetición y deserción coinciden con los estudiantes provenientes de hogares de bajos ingresos. En general la continuidad y el acceso a una educación de calidad en América Latina y el Caribe, es un privilegio para las minorías de mayores recursos y el sistema educacional esencialmente refuerza su condición de aparato de la hegemonía burguesa, de fuente reproductora de la diferenciación clasista y la polarización de la riqueza social.

En varios países de la región, más del 20% de los niños que ingresaron a la escuela no llegan al 6° grado. En general ningún país de la región ha logrado cumplir con el compromiso de obligatoriedad de la educación. Estos fenómenos no afectan de similar modo a todos los países, y a todos los sectores sociales.

El analfabetismo absoluto afecta a las personas de mayor edad, a los grupos de cultura originarias, y a los que habitan zonas rurales y aisladas. En los países latinoamericanos es mayor la proporción de mujeres analfabetas, mientras que en el Caribe no hispano parlante es mayor el porcentaje de varones.

Las personas que provienen de hogares con mayores recursos logran, dependiendo de los países, entre 2 y 6 veces más años de educación que aquellos de hogares más pobres, mientras que los sectores urbanos logran entre 2 y 14 veces más que los rurales. Esta situación se agrava por el hecho de que la oferta de educación inicial, secundaria y terciaria se encuentra concentrada en las zonas urbanas, lo que obliga a la población rural a emigrar para acceder a estos servicios educativos. La desigualdad también se refleja en que los mejores niveles de aprendizaje son sistemáticamente alcanzados por las escuelas urbanas y, dentro de éstas, por las escuelas privadas. De esta forma, los problemas de equidad no solo están vinculados al acceso de servicios educativos, sino también a la calidad de los servicios a los que se accede y a los resultados de aprendizaje que alcanzan los alumnos.

Las limitaciones en cuanto a la equidad plantean preguntas significativas acerca de en qué medida la educación en la región está actuando favorablemente en la creación de igualdad de oportunidades.

La gestión educativa siendo mayormente centralizada no brinda suficientes espacios para que los actores del proceso educativo puedan participar y, consiguientemente, contribuir a que la oferta educativa se aproxime de mejor manera a sus necesidades. Por ejemplo, los calendarios escolares no suelen adaptarse a las peculiaridades de la vida rural, o los planes de estudio carecen de referentes culturales locales que hacen que la educación ofrecida pierda en relevancia y significado. La descentralización de algunas responsabilidades no ha estado acompañada de una asignación de recursos y un apoyo técnico, administrativo y pedagógico que permita crear escuelas autónomas y efectivas.

Por su parte, la asignación de recursos públicos al financiamiento de la educación aparece seriamente limitada por las restricciones derivadas de la presión de la deuda externa. Esto lleva a niveles de gasto por alumno que difícilmente pueden garantizar una provisión de servicios de calidad para todos. Al mismo tiempo, la ineficiencia del sistema reforzada, en algunos casos, por altos costos administrativos, conlleva al desperdicio de importantes recursos. La repetición en la educación primaria, significa un costo adicional para la región de aproximadamente 12 mil millones de dólares americanos al año.

Asimismo, la tendencia a la privatización en varios países de la región, está ampliando la brecha entre la educación pública y privada; la creciente separación de escuelas en función del nivel de ingresos afecta a las bases de la convivencia, y de la integración y cohesión social de un país. A pesar de la existencia de un número creciente de acciones de compensación desarrolladas de modo focalizado, el grueso del gasto público en educación se realiza de modo homogéneo, es decir, sin prestar mayor atención a las peculiaridades de la población que se atiende.

Los docentes son el factor más importante en la organización y entrega de los servicios educativos; sin embargo, la región carecen de políticas integrales que articulen la formación inicial y en servicio; los requisitos de ingreso, permanencia y desarrollo en la carrera docente con su desempeño, la responsabilidad por resultados y sus remuneraciones. Los esfuerzos de las reformas educativas han tendido a considerar al docente como un ejecutor de políticas que usualmente son definidas sin su opinión o conocimiento lo que, evidentemente, también ha limitado las posibilidades de que las políticas educacionales se conviertan en prácticas efectivamente desarrolladas en las escuelas y las aulas.

El tiempo efectivo dedicado al aprendizaje continúa siendo insuficiente, aunque en algunos países se ha aumentado el calendario y/o la jornada oficial de labores. Sin embargo, no solo estos calendarios y jornadas no necesariamente se verifican en la práctica-especialmente en zonas más deprimidas-, sino que las horas de trabajo suelen ser organizadas a partir de métodos de instrucción tradicional que no logran fomentar el desarrollo integral de los estudiantes ni, consiguientemente, contribuir al desarrollo cognitivo, afectivo, aptitudinal y axiológico para la vida.

La introducción de nuevas tecnologías de la información y la comunicación es aún muy limitada, siendo que éstas pueden ofrecer oportunidades muy importantes para garantizar acceso, circular información y usar nuevas herramientas complejas para apoyar los procesos de aprendizaje.

La formación científica y tecnológica de calidad para todos es un desafío pendiente, ya que aún no ha sido incorporada de modo adecuado en todos los niveles educativos. Ese desafío es de primera importancia dada la necesidad de contribuir a la formación de ciudadanos competentes que actúen reflexivamente en una sociedad marcada por los crecientes cambios en ciencia y tecnología.

La realidad educativa de la región muestra que aún queda un largo camino por recorrer para conseguir una plena participación e igualdad de oportunidades en educación, que afecta especialmente a las personas con discapacidad, a las que viven en zonas rurales y en condiciones de pobreza y, a las poblaciones originarias. Esta desigualdad educativa legitima y acentúa la desigualdad de oportunidades sociales creándose un círculo vicioso de romper. A tal fin, es imprescindible que las políticas educativas se orienten al fortalecimiento de la escuela pública, ya que ésta puede favorecer una mayor igualdad y la construcción de sociedades más inclusivas y equitativas. Este fortalecimiento de la escuela pública requiere crear las condiciones para mejorar su calidad y adoptar medida que eviten su competencia desigual con las escuelas privadas.

Cuba, un ejemplo a seguir

"La revolución le ha dado una importancia extraordinaria y especial a la formación de maestros y profesores (.) porque en la base de todo el esfuerzo revolucionario ha de estar la educación ya que la función más importante de la revolución es educar" pues "Educar es sembrar valores, es desarrollar una ética, una actitud ante la vida. Educar es sembrar sentimientos". (Castro Ruz, F. 2001). (4)

Todo ello es expresión de la política educativa del país, plasmando lo logrado y lo que se logra cotidianamente en los programas de la revolución en que se incorpora cada sujeto en atención a sus condiciones y se prepara para la vida.

A pesar del bloqueo económico por más de cuatro décadas impuesto a nuestro pueblo y los daños directos ocasionados a objetivos económicos y sociales del país por los sabotajes y acciones terroristas estimulados, organizados y financiados desde los Estados Unidos se ha logrado, sin embargo, impulsar los programas educacionales que consolidan la sociedad en este aspecto en atención al cumplimiento de su política educacional.

El Estado cubano, con la participación y respaldo de las organizaciones políticas y de masas es el encargado de la estructuración y funcionamiento de un Sistema Nacional de Educación orientado al desarrollo y formación de las nuevas generaciones en proceso docente educativo integral, sistemático, participativo y en constante desarrollo.

Nuestra educación tiene un carácter masivo y con equidad, se alcanza de forma masiva, con equidad y calidad, el objetivo de la universalización de la enseñanza, comienza en la escuela primaria y posteriormente la Secundaria Básica, así como en todos los tipos y niveles de educación, incluyendo a aquellos con limitaciones físicas o mentales.

En el sistema educacional cubano la vinculación del estudio con el trabajo, variante fundamental del principio de vincular la teoría con la práctica, tiene profundas raíces en las concepciones de José Martí sobre la educación, quien resumió lo más progresista del ideario pedagógico cubano. Esta vinculación aúna dos objetivos fundamentales para la educación, uno formativo y el otro económico. El formativo busca desarrollar una conciencia de productor de bienes sociales y fomentar el interés por el mundo circundante. El económico se propone integrar a la producción y al trabajo social la capacidad que tienen los estudiantes de dosificar el tiempo de estudio y el aporte a su propia subsistencia alimentaria, y a la producción de bienes materiales para la sociedad. (5)

Nuestra sociedad es como una gran escuela, el carácter democrático y popular de la educación cubana, se extiende a las diferentes zonas y regiones del país y a todas las capas de la población, además el pueblo participa en la realización y control de la educación y en la garantía de su desarrollo exitoso. Esto se manifiesta en el diseño de las estratégicas educativas, de su control y en la toma de decisiones, que alcanza todos los niveles de la sociedad y con la familia.

El enfoque de género en la educación cubana, se considera un derecho elemental conquistado desde hace cuatro décadas, las niñas y las mujeres tienen acceso a la educación en Cuba, además se considera que el nivel escolar de la madre actúa como una variable directamente asociada a los niveles de aprendizaje de los hijos y las hijas, importante razón para que se le preste una atención especial a las mismas.

La cultura, resultado de la actividad humana, constituye medida del desarrollo del hombre e implica la comprensión de los valores y de la identidad como expresiones y componentes de la ideología; consolida las conquistas logradas de independencias y defensa de la tradición nacional de nuestro pueblo así como el desarrollo humano en términos de cultura general integral como demandan las condiciones actuales de desarrollo social.

La educación cubana trabaja, a partir de un diagnóstico profundo del niño o niña, de su familia y entorno y de cómo interactúa con él, por la atención diferenciada a los escolares, de acuerdo con sus necesidades y posibilidades, promoviendo su máximo desarrollo y nunca la exclusión en la atención educativa. En la escuela cubana, se promueve el tratamiento a los niños con necesidades educativas especiales; en el caso particular de aquellos con discapacidades, se trabaja de manera que estos se eduquen en el contexto natural de la escuela primaria y que sólo estén en instituciones educativas especiales por el período de tiempo requerido para su integración a otro centro común.

La enseñanza es gratuita en todos los niveles. El Estado mantiene un amplio sistema de becas para todos los estudiantes y proporciona múltiples prioridades de estudio a los trabajadores a fin de alcanzar la universalización de la enseñanza.

A pesar de los resultados positivos alcanzados, la política educativa de la Revolución Cubana hace frente a problemáticas educativas que difieren, debido a su sistema social y a su propia política educacional. Algunas de estas problemáticas son:

  • Atención a la diversidad: El mundo de hoy impone retos a la educación para la diversidad humana, uno de esos retos está precisamente en enriquecer la teoría pedagógica y mejorar su práctica a partir de una posición metodológica lo más sólida y coherente posible. La escuela y sus docentes deben tener plena conciencia de que aunque la educación tiene propósitos generales para todos, cada uno de los individuos humanos tiene necesidad, en última instancia, de una educación específica, especialmente dirigida a solucionar sus demandas propias, particulares. Tener un conocimiento exhaustivo de los alumnos, de su entorno, es condición básica indispensable para poder diseñar estrategias educativas dirigidas a la solución de las necesidades del grupo y específicas de sus integrantes, es paso previo, precondición para una concepción científica del proceso educativo. (6)

  • Formación de valores: El examen del proceso de formación de valores propiamente exige considerar innumerables factores y aspectos que lo condicionan, intervienen y se manifiestan en su decursar. Ello sólo se logra desde un enfoque que lo aborde en su integralidad y en su carácter multifacético.

Desde este punto de vista, hay que considerar ante todo, como premisas esenciales que:

1.- forma parte de un proceso más complejo y más amplio: la formación de la personalidad y por tanto de la educación al constituirse aquella en la finalidad esencial de esta.

2.- en consecuencia, es susceptible de ser pensado, proyectado y diseñado desde la escuela, como sistema de interinfluencias especialmente, desde la labor del maestro.

Nos ayuda en nuestra labor tener en cuenta determinados presupuestos, tanto los históricos-culturales (cultura, historia, tradiciones), los contextuales (momento histórico concreto), como los individuales (familia, experiencia, trayectoria). Esto ayuda a ubicarnos y a hacer terrenal nuestra labor. Esto, entre otros, deviene presupuestos insoslayables en el proceso de formación de valores, constituyendo en consecuencia exigencias a atender en su desarrollo. (7)

  • Desarrollo de la creatividad: En la escuela ha cobrado gran importancia en los últimos tiempos por lo que representa para el logro de la personalidad que requiere el mundo contemporáneo. Existen muchas interrogantes acerca de cómo lograr el desarrollo de la creatividad en el proceso educativo; primeramente el maestro debe conocer a sus alumnos, amarlos, perfeccionar constantemente su trabajo, estar al día en qué es lo nuevo en su ciencia, propiciar las condiciones necesarias y dar libertad de acción aunque la regule. Lo logra cuando no da las verdades como conocimientos perfectos y acabados, sino cuando despierta curiosidad en el estudiante y lo conduce a niveles diferentes por su propia actividad, cuando les muestra las contradicciones de la vida y que la solución está allí mismo; pero hay que encontrarla. (8)

  • Concepción interdisciplinar en el enfoque de las asignaturas: Es una de las vías para incrementar la calidad de la educación que se requiere en las actuales condiciones de desarrollo social. La formación integral de nuestros estudiantes (conocimientos, habilidades, valores, actitudes y sentimientos) necesita de la interdisciplinariedad, la misma está presente cuando existe cooperación entre varias disciplinas e interacciones que provocan enriquecimientos mutuos, es un proceso y una filosofía de trabajo, es una forma de pensar y proceder para conocer la complejidad de la realidad objetiva y resolver cualesquiera de los complejos problemas que esta plantea. (9)

  • Educación ambiental: En lo relativo a los problemas del medio ambiente mundial, el desarrollo sostenible y la necesidad de la educación ambiental se debe precisar que la humanidad tiene que trabajar sostenidamente por resolver los problemas de carácter global, de cuya solución depende, objetivamente, la existencia de la especie humana, entre ellos: los problemas del medio ambiente mundial. La educación ambiental como proceso educativo, no puede por sí sola, lograr la protección del medio ambiente, requiere y necesita de una voluntad y acciones políticas, económicas y sociales para lograrlo. Es necesario continuar poniendo en práctica una instrucción, una enseñanza, y una educación productiva, desarrolladora, creativa que potencie la formación integral de los alumnos sobre las causas, efectos, posibles soluciones y prevención de los problemas ambientales con una concepción científica del mundo y con pensamiento creador. A todo ello colabora la integración del estudio con el trabajo, variante fundamental del principio de vincular la teoría con la práctica. (10)

El reto de construir una sociedad justa basada en el conocimiento

Posiblemente el desafío que más englobe a nuestras universidades en el siglo XXI sea el de contribuir significativamente a construir una sociedad basada en el conocimiento, que afronte con eficacia y equidad los grandes problemas de la región.

Por otra parte, el hecho más característico de la sociedad contemporánea es que cada vez más depende del conocimiento. No sólo la producción y el uso de aparatos complejos, como computadoras, instrumentos de telecomunicación, herramientas de laboratorio y maquinaria industrial implican ahora un considerable grado de conocimiento, sino también los procesos productivos de todo lo que consumimos y empleamos día a día. Lo mismo ocurre con nuevos conceptos que son ahora claves para la competitividad en los mercados internacionales, tales como calidad total, entrega a tiempo, automatización, producción flexible y productos hechos a la medida de las necesidades de cada usuario. Estos conceptos no pueden hacerse realidad de forma competitiva sin tecnologías sofisticadas, cuyo soporte fundamental es el conocimiento científico.

Equidad y conocimiento son, entonces, las dos grandes asignaturas pendientes de nuestra región, que deberían fundirse indisolublemente en el quehacer universitario latinoamericano.

Prolongar la educación durante toda la vida

Si uno observa las tendencias de mediano y largo plazo, como debe hacerse cuando se trata de los sistemas educativos, es evidente que el desarrollo tecnológico continuamente hace obsoletas las anteriores formas de trabajar, exige adaptarse a nuevas técnicas y valora la capacidad de aprender muy por encima de las destrezas específicas para el manejo de determinadas máquinas, especialmente las destrezas manuales que pueden ser sustituidas por nuevas máquinas.

Lo anterior enfatiza la necesidad de la educación continua, o bien, si se prefiere, la conveniencia de un sistema insistente de formación y capacitación para toda la vida. Este sistema dividiría la educación a que toda persona tendría derecho y obligación en dos períodos: uno inicial, de educación general, que pusiera las bases de todo lo que viene después, y otro posterior que la persona podría elegir de diversas maneras según su conveniencia, fragmentándolo en varios lapsos breves a lo largo de la vida, o estudiando por más tiempo en un plan de mayor contenido, u otro posiblemente vinculado a cambios drásticos en la ocupación. Para todo esto tiene particular importancia lo antes dicho sobre los sistemas de acreditación, es decir, la evaluación y certificación confiables de calidad.

Lo más interesante de esta y de otras posibilidades alternativas es que romperían con la idea de que hay un tiempo para estudiar, otro para trabajar y otro para esperar la muerte; y sustituirían esas secuencias por una sola vida de estudio y praxis continuamente alternados. Sin duda que ello es también más cercano a las exigencias del desarrollo tecnológico contemporáneo. Aportar constructivamente a tal sistema del futuro es uno de los grandes retos de la educación superior en el siglo XXI en todo el mundo.

Contribuir a la integración de América Latina.

Aunque antiguo y usado, sigue siendo cierto el dicho de que la unión hace la fuerza. Es demostrable en teoría económica del comercio internacional que los espacios económicos amplios no sólo permiten aprovechar economías de escala que no están al alcance de países pequeños y aislados, sino que pueden conducir a un mayor grado de especialización y eficiencia productiva que las que son posibles en economías reducidas y cerradas. Estos han sido los argumentos tradicionales a favor de la integración económica latinoamericana, reforzados en las últimas décadas por el éxito de los esfuerzos integracionistas de otras regiones, particularmente la europea, y la integración a vastos mercados internacionales de los países del sureste de Asia.

Es evidente también que el poder negociador para cualquier transacción o logro de condiciones adecuadas en la escena internacional es proporcional a las fuerzas que respalden determinada posición, y que esta consideración se hace cada vez más importante al constituirse en el mundo grandes bloques de poder económico, ante los cuales cualquier país latinoamericano resulta demasiado débil.

Pero más allá de las ventajas económicas, de las semejanzas de lengua, religión, costumbres y visiones de la vida, la identificación con un todo que los latinoamericanos sentimos diferente al resto del mundo, las viejas utopías de su historia que conforman las aspiraciones de sus pueblos y la misma unidad geográfica de la región, apuntan todas a constituir una gran patria latinoamericana, cuyo anhelo han expresado siempre los grandes ciudadanos y los poetas visionarios de nuestros respectivos suelos: Bolívar, Morazán, San Martín, Darío, Neruda y Martí, entre tantos.

Esta vez sí es posible porque la fuerza devendría de la unión de los países latinoamericanos: sus intereses desinteresados con los del mundo globalizado, la nueva semejanza de sus modelos económicos y de sus regímenes políticos, las tendencias y ejemplos de otras regiones del mundo, y el enorme desarrollo del transporte, las comunicaciones y la vida de relación entre los pueblos.

Las universidades pueden y deberían contribuir a la integración de América Latina en el siglo XXI en una doble vertiente: la de su propia colaboración pragmática y fraternal, tan necesaria para hacer más eficaz su labor científica necesitada de masas críticas significativas, y la integración de sus países mediante investigaciones que faciliten la tarea, la formación de profesionales imbuidos de espíritu internacionalistas, y el refuerzo de la conciencia colectiva que se requiere para hacer realidad esas viejas y truncadas aspiraciones de la historia latinoamericana.

Conclusiones

La educación es una necesidad tanto de las personas para acceder a los beneficios del progreso, como de las economías nacionales para garantizar un desarrollo sostenido al futuro mediante una competitividad basada en el uso más intensivo del conocimiento. Pero también, es un derecho social y cultural consagrado en el sistema internacional y suscrito por los gobiernos nacionales. Tener educación permite acceder a trabajos de calidad, participar en las redes por las que circula el conocimiento e integrarse a la revolución de la información. Por lo tanto, la educación es crucial para superar la reproducción entre las generaciones de la pobreza y de la desigualdad.

Ante esta realidad es necesario que cada pueblo, por si mismo o en coordinación horizontal y solidaria con otros países, elabore y desarrolle desde su propia concepción, realidad y experiencia tanto a nivel general como en el campo educativo en particular, proyectos y acciones de resistencia y lucha.

Se concluye con el deseo de que los pueblos latinoamericanos y caribeños tengan la oportunidad de seguir nuestro ejemplo, logrando una educación para el desarrollo y que construyan las bases para un desarrollo más humano y sostenible en el futuro.

Bibliografía

  • 1. Martí, José. (1963): Obras Completas, t.8 p.428, Editorial Nacional de Cuba.

  • 2. Medina Fernández, U; Pérez Rodríguez, F y Franch Fernández, N, (s.a) "La autopreparación en la universalización" (www.monografías.com)

  • 3. Pérez Cruz, Felipe. (2003):"Pobreza y exclusión: principales actores de la problemática educativa latinoamericana y caribeña", en Cuadernos de Nuestra América, La Habana, Vol. XVI, No. 31.

  • 4. Castro Ruz, F. (2001). Selección de discursos.

  • 5. Addine Fernández, Fátima y Gilberto García Batista. (2004): El principio de la integración del estudio con el trabajo: fundamento de la pedagogía cubana revolucionaria.

  • 6. Guerra Iglesias, Sonia. (2004): Las categorías unidad y diversidad en la educación.

  • 7. Mendoza Portales, Lissette. (2000): La formación de valores, un proceso complejo.

  • 8. Martínez Llantada, Marta. (2003): Maestro y creatividad ante el siglo XXI, en Inteligencia, creatividad y talento. Debate actual, Editorial Pueblo y Educación.

  • 9. Fiallo Rodríguez, Jorge. (2001): La interdisciplinariedad en la escuela. Un reto para la calidad de la educación, Ciudad de La Habana.

  • 10. Valdés Valdés, Orestes. (2004): La educación ambiental y educación en desastres para la reducción de riesgos y desastres mediante el currículo escolar: concepción, resultados y proyecciones desde las escuelas y hacia las comunidades en Cuba.

  • 11. Eichelmaun de Bobini, Ana María. Investigación, La Extensión y Distribución de la Educación Latinoamericana.

Biografía de los autores

Analia Hernández Pino

Máster en Educación Superior, graduada de Licenciatura en Educación en la especialidad Matemática en el ISP "Juan Marinello" de Matanzas, Cuba, en el año 1986. Categoría docente: Instructor con 22 años de experiencia docente y de ellos 4 años en la Educación Superior. Actualmente laboro en la Filial de Ciencias Médicas "Gabriela Arias" de Cárdenas, como Metodóloga del Movimiento "Mario Muñoz Monroy" en la SUM y profesora en las carreras de Tecnología de la Salud.

He cursado 18 cursos de pos-grados incluyendo los módulos de la Maestría en Ciencias de la Educación Superior, de estos, 14 en los últimos 5 años.

Me he desempeñado como tutor y Tribunal en los FORUM estudiantiles realizados en la Filial, de 5 trabajos tutorado 3 han sido premiados.

En los diferentes eventos científicos he participado como ponente, tales como: Fórum de Ciencia y Técnica, Jornada Territorial de Enfermería, Jornada Pedagógica Provincial Yumurí 2007, Jornada Pedagógica SUM "Aida Pelayo Pelayo", I Congreso Internacional de Tecnología de la Salud, II Congreso Provincial de Enfermería y en la Jornada Pedagógica Nacional de Tecnología en Santiago de Cuba.

Tengo 6 trabajos científicos publicados con temas referentes a las Estrategias dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje en las carreras de Licenciatura en Enfermería y Tecnología de la Salud.

Tengo un total de 70 créditos académicos como resultado de la Maestría en Ciencias de la Educación Superior, de la cual me gradué con excelentes resultados.

Obtuve la condición seguidores del Che en la ANIR.

Violeta Robles Mirabal

Máster en Educación Superior, graduada de Licenciada en Enfermería en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas, Cuba, en el año 1997, con categoría docente principal de Asistente y se encuentra en Proceso de categorización como Aspirante a Investigador para la categoría científica, tiene 11 años de experiencia docente y de ellos, 4 años en la Educación Superior,. Labora en la Filial de Ciencias Médicas "Gabriela Arias" de Cárdenas, desempeñándose como Secretaria Docente de la Sede Universitaria Municipal de Ciencias Médicas y profesora en la Carrera de Licenciatura en Tecnología de la Salud en el perfil de Traumatología, es evaluada satisfactoriamente en cada curso escolar. Ha mantenido la condición seguidores del Che (ANIR) y Vanguardia Provincial por 2 años consecutivos respectivamente, es Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería.

Desde su graduación hasta la fecha ha cursado más de 44 cursos de superación, de ellos 28 en los últimos 5 años, en los que se encuentran: curso básico de Pedagogía, curso básico y Diplomado de Medicina Natural y tradicional, Estrés en Enfermería, Familia y Comunidad, cursos de Computación, entre otros, en estos momentos cursa la maestría en Enfermedades Infecciosas. Ha obteniendo más de 80 créditos académicos en los cursos de posgrado.

Ha impartido cursos de pos-grado y diplomado de Atención Primaria de Salud.

Ha participado como tribunal y ponente en más de 22 eventos científicos de diferentes actividades, tales como: FORUM de Ciencia y Técnica, Jornada Territorial de Enfermería, Jornadas Pedagógicas Provincial en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas y Filial Tecnológica Provincial, además de la Jornada pedagógica en la Sede Universitaria Municipal" Aida Pelayo Pelayo" y en el Taller Social" La Revolución soy yo". Participó en el I Congreso Internacional de Tecnología de la salud, II Congreso Provincial de Enfermería y en la Jornada Pedagógica Nacional de Tecnología de la Salud en Santiago de Cuba. Se ha desempeñado como cotutor y asesora de tesis de maestría en Ciencias de la Educación Superior.

Ha publicado 6 trabajos científicos con temas referentes al trabajo del tutor en las carreras de Licenciatura en Enfermería y Tecnología de la salud. Presentó 2 propuestas para la convocatoria de Proyecto Ramal.

 

Autoras:

Analía Hernández Pino

Violeta Robles Mirabal

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