P O E S Í A 2 0 1 6
A todos los escritores, poetas y poetisas de Hispanoamérica
A Silvio Meza, El Pescador de Sueños en memoria
NOTA
Forman esta pequeña y humilde colección, treinta y un títulos (31) de poesías para cantarle a toda la obra de las generaciones que han hecho posible nuestra realidad contemporánea. Desde un lejano pueblo al pie de la Cordillera Andina de nombre Sanare (conocido también como "Jardín de Lara"), ubicado en el estado Lara, Venezuela; se han escrito con vehemencia este conjunto armonioso de palabras para simbolizar el entusiasmo por defender nuestros más nobles valores e ideales.
Pretender obsequiarles a los escritores, escribidores, poetisas y poetas, un elogio a la hermosura y hechura del Continente Americano es un honor a tanta grandeza reconocida y a tanto decoro creativo que vendrá reflejado en los proyectos de todos los emprendedores. Se asume pues, el reto de ser humanamente mejores; de una tierra preparada siempre para la hospitalidad y la paz.
EL AUTOR.
Sanare, Venezuela, 29 de agosto de 2016.
NAZCA, EN EL PROYECTO DEL SOL
Hilando, he visto en el vasto tejido
reflejarse el murmullo de los pueblos,
no sé y no sabemos cuánto transcurre entre el suave desplazamiento de las cosas
etéreas, dormidas o apaciguadas, ensimismadas y deprimidas
robustas o amarradas al carro de las indecisiones.
Nací o nacimos en la rueda de ángeles, astronómica y pulsante
calculada en la ecuación, proyectada en la mente asombrosa de los recuerdos
trabajados sobre líneas asombrosas divisadas desde el espacio;
arrugado, viejo y taciturno desde su libre creación
de tiempos generadores, espacio-tiempo
la luz deambulando, subiendo por todas las partículas
creando y alimentando formas materiales.
Nazca, corazón del Sol, sentir y palpitar de la unidad, binario el pensamiento
construcción y armonía de seres omnipresentes, materialmente trascendentes.
Nazca, más allá de ti, de tu forma presente de citar al pasado
está tu inefable presencia, tu gigantesca maravilla
con trazos de planetas esbozados y adheridos a tus manos
a tu piel, regada en el reflejo de los suspiros del sol naciente
concierto de flautas dulces y notas, de lo extraordinariamente nuevo
inscrito en lo propuesto, organizado y ejecutado.
A TRAVÈS DE UN ESTRECHO CUALQUIERA
El día enmudeció atravesando unas incomodas nubes
el mar rugió estruendosamente con un fuerte dolor de sus entrañas
y la huérfana niña fue raptada por unos gigantes vestidos de algodón
empapados de sol hirviente, plasma y estrellas que surgen apoteósicamente
nada más inestable al alma de los seres errantes y meditabundos
sobre la señal y al paso de la evolución sonora se acomodaron los insectos
aleteando las insípidas barcas como de cartón.
Por el estrecho aquel cuyo nombre se quedó impregnado de olvido
a orillas de un manantial de amores fueron pasando los enjutos pobladores
ensimismados como dolidos al paso del insigne y verdugo tiempo.
Puedo contar con los dedos de unos niños traviesos el destino
asumir el fracaso de los colores y cantos de los pájaros
revertir las nobles caricias de los vientos cansados y arrecostados a la costa
inmersos en la tibia arena carcomidos por arañas y tortugas.
El trote va consumiendo a los valientes y emprendedores, inventores de nuevas
vírgenes tierras, tan antiguas como su infinita creación, agua y sumergida de ellas
cuando los gigantes Andes se enamoraban del alba
y un pequeño hombre como de un pulgar sobrevenido de las tierras del fuego
remontaba la cuesta y las estrellas atravesando un laberinto oscuro
peldaño y construcción del sueño y del arca de los genes.
LA QUINTA SINFONÍA DE LAS ALMAS
Así transcurre este día de convulsionadas horas
el niño se aproxima a la ventana que rompe su mirada
y el vidrio salta por entre las paredes vivientes de la locura.
La noche está atragantada con la tarde ausente
la luna se eclipsa por el aparente cuento de una tierra áspera
cuando su sombra le acecha tras el recuerdo.
La mirada que vuelve sobre el misterioso mundo
cuando se inspira el suave respirar de las aves moribundas
la poesía da pasos entronizada en sus vivencias;
ha crecido el río corriendo por las hojas de los cantos.
Atropella el cauce hacia el mar
lluvia que invade el olor de lo mojado, tierra absorbida por el poderoso aliento
y el calor se sumerge en la impávida arena
serena, humectante donde se estacionan los cuerpos atraídos por la gravedad
el sol avanza como un demoledor de tiempos
uniéndose al eco de sorprendentes campanitas de cristal;
el alma recuerda la quinta sinfonía, sonaditas de las manos
que se aproximan para festejar lo nuevo que vendrá.
Celebrar con el corazón despejado, filtrado de cosas menuditas
y el agua avanza hasta mojar los poros abiertos
cubiertos de anhelos, rocío y espera.
La tierra rellena de luna con bordes de sol
sol solecito al canto sinfónico de parpadear sobre este continente vivo
hermoso y vasto, repleto de aconteceres dinámicos
viviente evolutivo con grandeza de espiritualidad;
camina y se entrega al poniente crepuscular
para organizar un nueva jornada para un nuevo mundo.
UN DÍA DESPUÉS DEL GRITO DE "TIERRA"
Ruidoso, el hombre nuevo de la tierra inhóspita se volvió invasor
sobre suelos europeos
el hermoso y vistoso arco le ha servido para profanar imperios
sus trampas para cazar la humilde presa animal, la ha exhibido
en el escenario mundial junto a la hecatombe
nuclearmente inverosímil se ha portado el invasor netamente americano.
A veces cruje el paso del viento tras su norte, preguntándose a dónde va
duerme el tiempo a su bebé al igual que rendido en el regazo de la madre joven
se asusta el destino al despertarse con el aullido del perro
enormes cosas van y vienen revoloteando con alas de olas del mar,
gaviotas cual suspiros se meten sigilosas por las costas sudorosas
y los pechos se acumulan de sufrimientos como en la guerra atiborrada de armas
y uniformes camuflados de pestilencias
silenciosas y sigilosas transitan las cosas por el mundo ancho
de sus vericuetos sólo un ojo portentoso los capta.
Un día apresurado tras la llegada pautada para un disparatado navegante
no fue capaz de asistir porque la gran causa le colocó la barrera en Portugal
y presuroso en el aventurero mar fue aventajado y apresado;
del nuevo mundo tu nombre América tras el robo infame de tus cartas
y cuando el corazón se levanta, el sol también lo hace.
SENOS DE MAÍZ
A la danza muy adentro de Guatemala, México o en el corazón radiante
de un pueblo centroamericano, cazadores o rudimentarios
como volcán, y desde sus entrañas brotaban unos verdes dedos
que amasaban en los platos o recipientes, el barro original.
Grandes, voluptuosas moviéndose sobre los conucos mayas y el sol ardiente
abrazando el sudor que emanaba y tallando en rocas el quehacer de los sueños,
siderales, espirituales, materialmente inspirados
atornillados en las almas inquietantes en impresionante sencillez
contaban, sumaban y multiplicaban en la exponencialidad de un silbido
de algún duende tan abstracto y tecnológico residente o viviente en el presente.
Sobre la siembra y el olor, el humo recorría los espacios
avasallando los cuerpos danzantes de esta historia
la vara o la coa subía como el agua venciendo la gravedad;
ingrávida la mente que surca el acontecer y se debate en la cómoda ola
que respira sobre el naciente río
luego la espiga se convierte y asoma en su flor el dorado amor de las entrañas
bajo la escritura de ser autóctonos u originarios;
identidad vegetal e inteligencia
cuerpos con sabores del tierno maíz.
ROSAS IMPERIALES
Fluctuante, la historia que se dilata al compás de las fechas
seducen la ínfima ilusión de los cardos amontonados y la espina adormece
la leve sonrisa del tiempo, si te nombro te escucho elaborar la pregunta.
A lo largo, quizás a lo ancho de este supremo instante de contradicciones
nuestros más indómitos y selváticos territorios estaban abarrotados de pétalos,
el enorme crisol atraía diversos colores, cual gama realmente impresionante;
dibujos, trazos de grafitos inherentes a la huella del sometimiento.
La luz que se posa inesperada sobre la vertiente del cansado torrente,
la caravana que va desde la voluntad y asustadiza descubre el dominio;
las botas, los cascos, los uniformes, la raza que impone el color implacable
los ejércitos que cruzan los mares y tras la búsqueda una masa de tierra
de pueblos, un encuentro desigual, un ramo de flores sin pétalos
en la deslumbrante y sombría tierra de promesas.
Voz de trompetas, estruendoso despertar de los imperios europeos
burguesía y poder, esclavitud y crimen en el amor más inmenso
las rosas han aportado sus tallos para los injertos, noblezas y castas
detalle e ingenuidad, arrojo y valentía del germen americano
y como surgen las cenizas al levantarse las olas del mar
se impuso la fuerza y la dinámica capitalista europea
y el obsequio fue entregado tras la rosa de la tarde.
EL NUEVO MUNDO COMO EL AMANECER
Maíz, frijol, tomates en la tierra agradecida y perforada por la coa
aurora que se perfila tras la cumbre, copos de algodón ingrávidos
fuente respiratoria de todo impulso y arte.
Fantasía y magia, un caudal de abanicos que se mueven al soplar del viento
gigante, apostado frente a la fuerte suma de enanísimos presentimientos
finos atardeceres enamorados del crepúsculo
simbolismos de culturas milenarias y sabias
mayas, aztecas, incas, chibchas como confederaciones de inteligentes pueblos
sacerdotes y guerreros, castas y gente libre, creadores de dioses libertarios
fauna exótica, impetuosa necesidad de las colonias
y van surcando los tejedores y alfareros, la columna o el puntal
nazca o sol, técnica o amor rotatorio sobre el disco en la precesión
movilización y desplazamiento, surco y siembra, conuco y extensión
cosechas y animales, granero de nuestra estrella, astronomía y matemáticas
el esfuerzo supremo en la construcción
de palacios de piedra, jardines de aromas sobre la cumbre vieja
sistema de riego cercanos a la adoración al Sol
en el péndulo de la creación orgánica,
pirámides, rotación, cultivo y ciencia
mundo nuevo para el nuevo mundo, luz de amaneceres.
EL TRABAJO LABORIOSO
Arco y flecha sobre el abrazo de la tierra madre en la caza de la histona
de nuestro suelo, lo orgánico se hizo olor como abanico de lombrices
transformadoras, la multiplicación de los bondadosos seres
tejiendo y devolviendo alimentos frescos, una fauna vistosa entre matorrales
selva, estepa, sabana, armonía de la luz sobre lo inhóspito de lo concedido,
entregado con el esfuerzo de una lucha espiritual de siglos.
Madre y reverencia para otorgarte la libertad y la plenitud, verdades encontradas
adversidades superadas, manto de amores que cubren tiernamente el duro ascenso
tras la colina empinada y la mordida del serpentario, sufren y andan las manos
encallecidas rotando en los recuerdos del trabajo, la faena de la fatalidad que
llegará tras el mar, en el oleaje de los animales monstruosos de la madrugada
inspirada, absorbida por la espuma agitadas del ímpetu de la arrogancia.
Intensos nubarrones se apoderaron de la vida, fraguando la dispersión
nómadas, incursionando en fuerza, poderío y civilización
piedra, madera preciosa, arte y labor, aprendizaje, fuego en la resistencia
y del mar, los nutrientes tanto por el Atlántico o por el Pacífico
la recolección, la caza y la compartida pesca
vientre, alimento, cimentación, el ejemplo hecho obra de dioses prácticos
de guerreros y guerreras de carne, corazones sembrados en la esperanza
en la posibilidad de seguir existiendo más allá de sí mismo, en el encuentro.
LA LIBERTAD COMO MADRE DE CIMARRONES
Si desde allá partieron, a oscuras los navegantes cuando el mal presagio
acechaba, venían cometidos y desafiantes gente de historias denigrantes
cultos e incultos por lotes, obligados a incursionar en el mar, en la tierra nueva
desconocida, intrigante, misteriosa, indómita, encantada y de pasiones.
Oro, metales y ambiciones desmedidas, la palabra saqueada, la verdad plagiada
tergiversada, oscurantista y ácida; borrados los papiros, los cueros y suplantada
la escritura de profetas, de misioneros de la paz, de luces del espíritu.
Dolor, hambre, discordia al acecho de la danza de los demonios desatados
de la espada y la cruz, fulminantes, hirientes asesinas
bastardas, ignominiosas y en la rueda sin tangentes de las Carimbas
marca y fuego sobre la piel para favorecer al esclavista
terror implacable para destruir las razas, su color, su ancestral dimensión
el látigo endurecido sobre la mente o el alma, la cadena y el grillete
sobre los huesos, desaparecidos en el temblor de la muerte.
Y por encima de la piel las ansias de libertad de cimarrones
quienes se constituyeron en Las Cumbes, hacha y resistencia
asentamientos y conspiración de libertarios
camino y selvas, conuco e ilusiones
intimidades y profundidad de los seres en el tejer constante
de las redes humanas, hilando las cosas y las fuerzas del porvenir.
LOS GUERREROS DEL TRABAJO
La sociedad mercantilista tocó suelo por la costa, el mal se ha tragado las sirenas
que abundan en las costas, en la imaginación exuberante
de los escritores y poetas.
Las venas se han abierto depositando la sangre en la tierra originaria
de sus entrañas sólo el desastre que queda y lo que vale, que se va
a las grandes metrópolis de la vida de los imperios.
Capital sobre lo amasado en la explotación, monopolio de todos los órdenes
sufrimiento y labor, la decadencia en la opulencia
El estado, la hacienda y el impuesto, la mercancía hecha barro y carne
Mercantilismo europeo en suelo de la gran Patria, la patria integra y sana
originaria de soberanía sin imposiciones ideológicas
piratería y presunta legalidad en todas las actividades humanas
producción, relaciones de trabajo, renacimiento y barbarie
soledad y tristeza, tambor con alegría, dispersión en el canto
colonias, salvajismo, saqueos y suelo arrasado
mientras las embarcaciones están abarrotadas de ganancias
oro, perlas, cacao, la minería y las actividades agropecuarias
cultivo y crisol; indio, negro y europeo;
negra belleza, lindo talento indígena
la flor lograda en el trabajo productivo.
UN MOSAICO PARA UN CONTINENTE
Razas, credos, múltiples ideas y colores de piel, del alma,
de las riquezas del espíritu, hispanidad y confluencia, violencia y amor
sometimiento y sufrimiento, tonalidades del sol naciente, nacimiento y ocaso.
Mestizos, mulatos, zambos, pardos, blancos y negros la pirámide se formó
rocas y diamantes, fortaleza de sangre y estirpe, genética de tierras buscadas
prometidas, ansiadas, edificadas sobre lo original; culto y labrado,
siembras de tiempos, de torbellinos y de siglos.
Paraíso e infierno, el Edén de Eva en su cuerpo de América
pintura, escultura, arte que se muestra en la hechura natural del trópico
abundancia temerosa, pisadas de duendes, voces, espíritus del agua
sombreros grandes, colosales encantos de almas traviesas
perdidas en las faldas de las bellas americanas
tiernas, hermosas, selváticas, amorosas, el silvestre fuego del destino
invertido en el supremo proyecto de la tierra prometida
del siguiente suelo patrio
de todas las repúblicas surgidas, de todas las cosas pensadas
materializadas, hechas obras en el plan de Santiago
de los misioneros auténticos, de los que vigilan la magna labor
desde la creación misma, del maíz, en las manos callosas de la anciana madre
que lo adorna para el dulce pan.
DIFICULTADES Y TERRITORIOS
El trompo está ebrio al final del precipicio
sobre la precesión o el bamboleo de la esfera
se sumerge el espantado pájaro en el ala sensible estropeada
maltratada, aniquilada suspendida con los hilos manejados por el muñeco
de trapo, imperialista, fantoche de plástico en el desperdicio de las ideas.
Así se desmonta la verdad en el quehacer de los minutos
trazados a punta del lápiz ignominioso del detalle
cada punto se une al papel y los ríos tejen programados, los mapas,
sujetos al capricho de la ambición y la tentación.
La represión colonial se hizo identidad, patrón de la forma de vida
vistosos animales y plantas cubrieron con nuevos cantos los bríos americanos
explotados y arrasados los corazones del suelo, extraída su savia
su formidable potencial en la inmensidad imperiosa de sus recursos,
diversidad, variedad apoteósica, colorida, riqueza interminable.
Grupos, empresas, intrusos, la dinámica mercantil
plantaciones, agotamiento de suelos, máquinas infernales y demonios
demacrados, fantasmas y procesos
trabajo y desigualdad, manos y sudor por millones
los dedos mutilados de la naciente civilización
injusta, inhumana, de toda la periferia, de toda la inmensa región subyugada.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA VIEJA CASA
Las fronteras aparecieron en la magia de los chipilines encantadores
de serpientes, faquires montados sobre un fugaz proyecto
las hojas expelidas por un frío viento encontrado entre el norte y el sur
se acumularon doradas por el amarillo sol asustadizo entre el crujiente rojo
de la tarde, del amoroso crepúsculo traído inesperadamente al recuerdo.
Los marchantes, quiero decir los navegantes divisaron un faro
cual visión un poco dantesca mostraba una luz mortecina
atenuada por los ojos cansados del trabajo extenuante del mar.
El mecanismo se fundió al estrellarse con la roca endurecida
abortada al principio por los ríos desembocantes;
la fracción y la división está en el cerebro de los actuantes
en el baile de los imperios acorralados por la avaricia
por la pasión; fue entonces que la dominación se hizo cultura
arraigada en la herencia nefasta del sometimiento
por la fuerza, por la cantada decadencia no verificada
fortalecida en la genuflexión de los siglos
de los seres hambrientos, desterrados, amarillentos
de la peste cerebral del conformismo permanente
hecho verbo y religión desde el poder
usurpante, hecho tradición en la memoria colectiva de los pueblos.
PERCUSIÓN DE LAS RAZAS
Rasgos trasladados, sorpresas de la fatalidad
en el porvenir una sombra se acercará a romper el enigma
que como flores cromáticas de un aromático jardín
se fueron acrisoladas extendiéndose en el vasto territorio
bajo lo inclemente, lo selvático y adverso de una cultura imperante.
Ilustrados en valijas adosados a los migrantes de generaciones
manos abundantes, sufrimiento, rencores, miedos, triunfos y fracasos
identidad y apariencia experimentada, la soledad en el recuerdo fulgurante
aparecido tras la antorcha del vencedor imbuido en el relámpago del Catatumbo
luz propagada, velocidad inalcanzable, navío fletado de quimeras;
utópicamente alistados los seres humanos de la patria grande, pequeño el corazón
de los guerreros asustados, ensimismados ante el susto de perder la gloria
y la vida, azarosa y atroz en toda la guerra infructuosa e imperial
contra los desvalidos, los indefensos claveles apostados en la novedosa tierra
de bronceadas amapolas y cabellos de ángeles despiertos
lo majestuoso del escenario se escenifica y desmontan los lujosos caballeros
apadrinados, suprema fuerza de la audacia
tambores, bailes, música en el sendero preparado para la libertad
mosaica irreverencia, el niño salvado de las aguas ha nacido
entre el maíz de América como en la cosecha de la copiosa libertad,
de la irreverente libertad acumulada en la plaza pública
sumada en todas las revueltas, en todos los anhelos solidarios
de múltiples épocas y bañadas en sublimes cataratas
Niágara, Iguazú, Salto Ángel y la confluencia material y espiritual más entregada.
IDEAS ILUSTRADAS
Al levantase el sol que soñaba una mañana fresca llena de olivos
se oía el respirar de los pájaros lejanos en bandadas volantonas
que surcaban los espacios tragándose el aire puro, envuelto en bombitas
florecientes, cantos hermosos de emancipación.
Desde la Europa llegaban viajantes las ideas más revolucionarias
ondeaban banderas y sembraban las semillas los segadores
libertad como una tierna muñeca de trapo, ojos saltones
igualdad, como la almohada mostrada por la princesita de los cuentos
fraternidad, corazón de la humanidad toda, el regalo de la eternidad.
El mago burgués exhibió sus tarantines, la magia delirada comenzó
a elevarse en inventos y descubrimientos, el encantamiento de la máquina
sonora, productiva, innovadora; la rapidez de la mecánica
la industrialización del pensamiento va discurriendo por el mar
intranquila, avanza y llega con las ideas innovadoras;
solidaridad e independencia, preludio a la luz de luces, al soberano siglo,
la aceleración del plan de la creación,
movimientos ondulantes, fuerzas desplegadas
acciones de grandes colectivos, la Gran Comuna de Paris
las mujeres y hombres libertarios de América
firma y sello del contrato antiguo, del compromiso de la causa más noble.
CIUDADES COLONIALES
Una ciudad es un cúmulo de gente, una multiplicación de bienes y servicios
pobladas, encerradas, calles y casas; al lado de la costa muy cerca del agitado mar
pueblos rurales, campesinos; pueblos urbanos, españoles, portugueses y criollos
paisaje y diversidad en la distribución.
Dispersión, selva adentro, acecho e inmensidad
tentativas y reconocimientos, arboledas y esclavos
la emancipación condicionada, la cultura incendiada, profanada, intervenida
asediada por el fuete imperialista, dinámico el hecho, excepcional convergencia.
Costumbres de ciudad imperial, moldeada, copiada, traída al mundo aparecido
saqueado, explotado y exportado, arraigado y expoliado
expresiones culturales transmitidas, obligadas, cantadas, pintadas, hechas verbo
dibujadas en la mentalidad sembrada, cultivada, servida en la dominación
esparcida con la espada y la cruz, insertada, incrustada en los tuétanos
en la mente, en el delirio remanente de los sufridos seres
atiborrados de engaños y por los siglos en adelante
futuros, sumidos en el prometido porvenir a oscuras.
Leyendas, cultura popular, el silbido de los llanos
el llanto de las urbes, el mito; el cuento,
lo poético de las cosas inventadas, atragantadas en el corazón
de las generaciones de las ciudades eternas y desafiantes.
ROSAS LIBERTARIAS
En la visión apresurada al despertar de la conciencia
y desde las churuatas ancladas en los territorios dominados
desasistidos, olvidados, en el dolor y el olor de la servidumbre
apareció la canción esparcida como el eco y las sombras
sonora, tan vibrante, ruido de estrelladas caídas durante su larga formación
mitos abrumados y espíritus dispersos a la orilla de la escala del retorno.
Amaneció un día de estos apresurados tan oscuros como precipitados
con personas simbológicamente pintadas, engalanadas con la geometría
onoto, celebración y autonomía; gritos de libertad en el baile universal.
Así es la tonada que aflora de las almas en su eterna y prolongada reconciliación
la búsqueda permanente de lo colectivo, tecnológico o progresista
la rima de la música que brota acelerada y se contrapone a lo inerte y mudo.
Edificante y próspero, esperanza obsequiada de los dioses naturales
y de su encuentro victorioso, enigma y causalidad, viento agitado
en la vaguada y la tormenta, torbellino y huracán que asechan la artesanía
del tejido de lo finamente bordado, plasmado en la tela seleccionada
succionada desde la madre y amamantada en la ubre de la virgen tierra.
Han sido capaces de romper el cerco impuesto, el chamán ha salido a danzar
en la roca con jeroglíficos de unas extrañas rosas
con olores inscritos y pétalos grabados en la fuerza de la ley.
HAITÌ, CUNA DE AMÉRICA
Llora tu aliento en el cantado mar, serena está la historia
en su rebeldía, acomodada y tardía se ha puesto la luna
en el lecho del marinero, suave se inclina
al soñar en las oscuras noches de navegantes.
Se mece el libre viento a través de las hojas caídas
esparcidas en el largo vendaval, saturadas del polen adherido de los siglos
escritos en duros papiros inspirados de palabras
dichas, oídas pero aprendidas en las odiseas de los héroes
victorias verdaderas que remecen y arrullan la existencia.
Así se despliegan las insignes tareas
acordadas, esforzadas y cumplidas cual misión
de rebeliones para lo justo en el progreso de los seres,
papel que venía dentro de las botellas arrojadas al mar
millones de combatientes de a caballo seguidos de polvorines
y toda forma rudimentaria instrumental, al eco del tambor
y al grito regado entre el querer y la libertad.
¿Y por qué se llamará así esta sublime causa?
debería ser por el mestizaje impreso, por la decisión de ser diferentes
apostando a la integridad y la hermandad de los seres
canela y flor, negrura y color, pasión y vergüenza, entrega y suma total.
REVUELTAS, REVOLUCIONES Y REPÚBLICAS
Largo y jadeante ha sido el apretado camino que impulsa las ruedas del progreso,
mariposas que se fueron cayendo como una lluvia incendiaria
de cometas y risas, estuvimos por allí en la lontananza de los recuerdos
merodeando con la presencia el intenso respirar de los combatientes.
Nada es posible al remontar la cuesta de la montaña perdida, extraviada
asolada, degradada en la fina tormenta polvorienta de los ingrávidos tiempos
andados, pisoteados, forzados en el carrusel del circo histórico.
Desde el arco y la flecha en la sofisticación de los juguetes
bélicos, arcabuces y trompetas han recorrido alzando o enarbolando
el terror y la muerte, la soledad y la traición; la monstruosidad más ingeniosa
se ha trucado para alzarse y reinar con todos los dioses de la guerra.
Sentimientos, patria adentro, sobrevivencia y supervivencia; liberación
y la voz ondulada que se vuelve torbellino entre las llamas
planteamientos, presentimientos, puños alzados, memorias y victorias
reveses, guerrillas y gobiernos, banderas y colores
matices, andes, valles llanuras, plenitud
maravillas creadas por el espíritu universal
por la fuerza del amor en la obra de las generaciones.
Gratitud plasmada en memorias frescas
en los navegantes y constructores de repúblicas soberanas.
EN EL UMBRAL DE LOS LIBERTADORES
Pan, del padre nuestro, sol difundido
amasado en las amorosas manos, en las tiernas mujeres americanas
fundido en el horno formado de levaduras
reacciones que aceleran su sabor;
pan, de valores cultivados en utensilios de arcilla
alfarería, anatomía de las luchas emprendidas.
Sintonía de pedazos de sonajero que despertaron al humilde fulgor
convocando sonidos inmersos en los pechos de doncellas
sirenas que van asustadizas al mar,
de donde salieron caracoles cuando el agua se había dilatado buscando más costa.
Nunca más retornaron a sus antiguas casas los atrevidos
brotes que consumieron las flores de la independencia,
ya para entonces se vistieron los campos con guirnaldas
tomadas de finos tornasoles para festejar la llegada de las ideas más nobles.
Surgieron los nombres de muchas y muchos;
cuántas cosas no son propiamente de ellos, de los valientes
y en todas las ciudades de este vasto conglomerado de pueblos
habrá un recuerdo, una rememoración que va unida a la grandeza
de libertadores y emprendedores de sociedades modernas
de dignos representantes de la amistad más sencilla y diáfana.
JUVENTUDES LIBERTARIAS
Te vi nacer juventud rebelde
como vertiente indomable que rompe montañas
que labra caminos
eras un torbellino incontenible
una ráfaga social
una máquina llena de virtudes transformando la tierra en la dulce miel
convirtiendo el trabajo en la flor del pan.
Eras un credo de mil formas
la alegría desorbitada
un canto de dimensiones
la sonrisa del sol que extiende su adiós a la tarde.
Eras el sentimiento puro de una doncella
semilla y polen de mariposas
gaviota de horizontes infinitos
y una red de primaveras invernales
donde se une mi alma con la tuya.
Eras el cultivo alternado de los jardines sanareños
de los cafetos a las rosas
de las patatas a los claveles
el viento acariciando los sauces y ondulando el crepúsculo.
No eras el rocío envenenado ni el aire impuro
eras el verde olivo de la esperanza y el mar de las serranías; eras la estepa dormida
el frailejón merideño
eras el Yacambú irreductible transformando realidades, eras la mano del dios vivo
en el vientre vivo y despierto de la naturaleza
como un grito de amor en la guerra.
eso y mucho más fuiste
ahora, qué eres
un llanto desesperado que corre por las calles vacías y truncadas
una madre soñolienta en el tiempo aletargado
vistiendo caminos de un destino incierto
un niño que ya no comparte las ilusiones viejas que caminan muertas.
Ya no se ven las flores visitando los jardines
ni la lluvia perenne pintando arrecifes
ni las tardes perfumadas con poesías en el elixir de musas, poetisas y poetas,
sólo se palpan los cardos
en el intenso rasguño de los vientos
la soledad de los suelos
la marchitez del mundo, el vicio y la corrupción de muchos
quienes sembrando el odio
esperan cosechas.
Juventud rebelde dónde está tu fuerza
Hacia dónde se fue tu misión creadora
Despierta con un dolor intenso
con un amor renovador
y derriba al tirano y al opresor.
CULTIVO HUMANO
Amigo Renato, ciudadano del mundo
Hoy estamos solidarizándonos con el verso sublime de tus sueños
con las mil rosas sonrientes de tu música reinante
que vuela intermitente
por las sólidas esperanzas de una tierra cambiante
renacer del manantial de tus cuentos y alegría de los niños
fuego de la vida misma
como antorcha de vencedores.
Cómo no recordar que naciste en el canto estrellado de los pájaros
en la semilla húmeda y germinada de los campos
en el polen etéreo de las estrellas nuevas
transportado por mariposas gigantes con plumajes de ilusiones
con pies de lunas errantes.
Qué decir de tu fuerza redentora
que ha hecho creación de las formas creadas
fecundando orquídeas indomables
lilas aromáticas y transmutables en el recio acontecer de la selva indígena.
Tú que has abierto los corazones rojos
con la bondad azul de esa voluntad creadora
y que guardas en tus labradas manos la violeta encendida y la huella de la virtud
de los incansables caminantes
concibiendo la existencia como esa odisea interminable
la búsqueda intranquila desde la pequeñez de un día,
hasta que aparezca muy pronto, la grandeza infinita de un segundo.
Sólo podemos dedicarte un eco de palabras en esta charla muda
de la llanura insondable, en el transitar de los perfiles
el alba y el rocío estaban contigo en una mañana eterna
de profunda poesía,
y cuando la tarde declinó su rostro en la vieja Europa
un remolino profético te trajo hasta nosotros
en las hojas vivas del otoño de oro
cuando el suave declinar de las cosas puramente gravitatorias
le tomaron la inspiración al dueño del tiempo,
grandeza pura y diáfana de Natura.
Ahora estás aquí como el sándalo hindú
perfumando las letras de verdad y de razón,
siembras e imprimes en cada corazón que cultivas.
Sin ser cultistas ni idólatras
cuando por convicción comulgamos con los pueblos verdaderamente unidos
verdaderamente rebeldes y revolucionarios
anhelamos para ti Amigo Renato, ciudadano digno del mundo nuevo
la fuerza que te mantenga mil años entre nosotros
para vencer por siempre
a la oscura intención que nos quiere destruir.
EL TORBELLINO DE LOS CAMINANTES
Los incansables caminantes de la eterna vida
aquella libre y dedicada, abnegada y simple
regresaron victoriosos arriesgándose por vericuetos
de muchas y ensordecedoras existencias
junto a ellos figuraban estrellitas de algodón de suave caminar;
el cosmos se ha vuelto un papelucho arrugado sobre el que está pegado el mar
y un pedazo de tierra, el aire puja como espantado por una presión irresistible
cuando el agua apetitosa apaga la sed de las gigantes bocas de fuego.
De pronto me arrebataron el silencio de las cosas inertes
un torbellino de luz se hizo rosca
apoderándose de la razón de los cuatro elementos,
mientras el tiempo aplastaba con su lapidante minuto un quinto elemento
sembrado en el jardín áspero de las orquídeas trepidantes
sonaban así las esferas al crecer las plantas
cuando los pueblos avanzaban brazo a brazo
como miedo a miedo, devorándose los espacios y las sombras.
Del Sanare pueblo antiguo, un poco de "casas y naturaleza muertas"
majestuosos arbustos como el Taro, raramente una sentimental Margarita
brota por los solares de alguien
entretanto una dulce Guayaba es transportada por un atrevido Azulejo.
Han crecido los niños caminantes y de sus interesantes historias
tras los espantos no se recuerda casi nadie
sino una inquietante familia quienes no han dejado la noble tarea
de aprovechar el calorcito intrínseco del tierno recinto de la cocina
en una noche lluviosa y de truenos,
a veces mientras el humo impacta, las sonrisas se quedan
en la oscura noche húmeda y delirante,
en la princesa engalanada o asustada
atrapada en los hilos de seda, tela o filigrana
en la anécdota o el cuento.
ACONTECER DEL INSOMNIO
Se terminó el angustioso día
y el poderoso insomnio avanzó sigiloso y opaco por el entramado del cerebro,
la azul frase se enquistó en la almohada humedecida de los sueños
anhelante las sábanas se habían puesto un poco marchitas
tras la dureza de los inoportunos días.
Avanza el regurgitar de los espasmosos instantes
que no concilia la más mínima paz,
y el verso se instala en el mismo miedo del amanecer siguiente
ya han rodado los trasnochos como bloques por empinadas laderas
en el precipicio sin fin de una extremidad empujada por la otra.
Al alba la secunda una poderosa bruma sonora del espumoso sudor del sol
avasallante, impetuoso e imponente sobre el poniente americano;
las manos se desencadenan unas a millones en la tierra aprisionada con la sangre
fluye el agua acelerada por el aprisionamiento del rocoso sentimiento
en la cordillera se nota la gota del rocío esparcida
y dilatada por el golpe del abismo,
del occidente al oriente donde circunda una explosión de actividad humana
y en contra de la luz diaria se aproxima la tormenta
que invade los pueblos y sus islas
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