Resumen
Este trabajo se utilizó para caracterizar la vida y obra de José Martí en el contexto socio-histórico en que se desenvolvió, para lo cual se llevó a cabo una revisión bibliográfica de la labor desempeñada en el período en el que Martí viaja a los Estados Unidos y conoce el imperialismo, los rasgos que se mostraban en su época por ser Martí el primer gran luchador antimperialista de esta parte del mundo y el más avanzado radical de Nuestra América.
Resulta importante ya que proporciona una serie de hechos y criterios que permiten confirmar y vislumbrar el carácter antimperialista de José Martí.
Introducción
Llega a Nueva Cork un cubano que prepara un proceso de subversión anticolonial. Sus impresiones quedaban recogidas en crónicas que se convertirán en uno de los testimonios más importantes del cambio de siglo en la sociedad norteamericana, era José Martí en los Estados Unidos: La sociedad incipiente consumo ostentatorio, la que Martí analiza desde su postura radical revolucionaria y tercermundista.
En las décadas finales del siglo XIX, la sociedad norteamericana inicia un proceso de transformaciones que prepara el advenimiento de la denominada "Sociedad del consumo de masas". Los problemas característicos de estos cambios son los aspectos contenidos en el análisis de las "Escenas Norteamericanas" de José Martí. En este sentido, constituyen documento obligatorio de consulta sobre el fenómeno del origen de la sociedad, del consumo de masas y la cultura del consumo.
El análisis martiano es crítico y radical, determinado desde los intereses de los oprimidos y marginados, realizado desde el punto de vista de la periferia, por tanto, se constituye en crítica al sistema, que necesita transformarse en nuevas alternativas.
Las contradicciones del país, progreso y pobreza, discriminación racial, trusts, monopolios y la corrupción política, serían el escenario en que aparecería como favorecedor, la adopción de todo tipo de reformas progresivas en defensa de los derechos de los trabajadores, las mujeres y los negros, las libertades civiles y constitucionales, como también beneficios a la alimentación y control del poder de las grandes empresas para transformar la vida social y política, respaldado por el desarrollo económico del país y las posibilidades de movilidad social que este ofrecía para la dinamización de la sociedad civil.
De esta situación, lo que percibe Martí, son las asimetrías sociales, las contradicciones entre clases y grupos sociales, rectores, estratos y segmentos, las manifestaciones de protestas, las huelgas, los períodos de crisis, los desequilibrios económicos, incluso entre el desarrollo de los distintos Estados de la Unión.
Martí valora estas contradicciones teniendo en cuenta que señala, por una parte, el desarrollo de un país nuevo que parece ser un camino democrático y por otra, el hecho de que este desarrollo se manifiesta como conflictos entre poseedores y desposeídos.
Martí constata que estas condiciones se expresan en los nuevos mecanismos que tributan a la democratización, el aumento del desarrollo de la conciencia con que las masas enfrentan los procesos de elecciones y su preparación para enfrentarlos, coloca a la sociedad norteamericanas ante nuevas situaciones epocales, que en sus análisis, se señala reiteradamente, definirán aspectos de alcance no solo continental, sino mundial. Resulta relevante todos los datos encontrados sobre José Martí, quien se antecedió a su época, vislumbrando desde entonces el imperialismo por lo que se desarrollo el presente trabajo, el cual lleva por título: "José Martí, su carácter antimperialista".
Como objetivo general, en el mismo se ha trazado realizar una caracterización de la vida y obra de José Martí en el contexto socio-histórico en que se desenvolvió.
CAPÍTULO I.
Martí pensador de la historia
1.1. Nacimiento y pensamiento antimperialista de José Martí.
Al indagar los factores del pensamiento antimperialista de Martí debe darse relieve a su hondo y demorado conocimiento de la fisonomía, el gesto y la víscera de las dos porciones integradoras del continente y el sentido y alcance de ese conocimiento. En sus años mozos México, Guatemala, le nació el amor doloroso de las gentes indígenas mestizas de su América. En su isla natal y en el andar presuroso de sus días penúltimos, conoció la vida subalterna, cercada de prejuicios, exclusiones y desvíos, del negro antillano. Cuando en su rica madurez neoyorquina ofrece Martí el contorno y la entraña de la realidad estadounidense, la acompaña el recuerdo desvelado, la imagen de sus países agredidos con sus minorías rapaces y sus mayorías miserables. No fue marxista por supuesto, tampoco leninista, en cambio, si existen varias proximidades entre pensamientos del Héroe Nacional y los del fundador del poder soviético, solo coincidencias. Abunda Antonio Martínez Bello en una de sus citas: Martí no pudo profundizar en las cinco características fundamentales del imperialismo, entre otras causas porque en su tiempo no se había desarrollado, ni mostraba a toda luz sus perfiles mayores.
Martí se convierte en un antimperialista creando una ideología revolucionaria con teoría y prácticas, objetivas y realistas. Conoció del imperialismo los rasgos que se mostraban en su época, atisbó su desarrollo y sus consecuencias para los pueblos latinoamericanos. No hay dudas que Martí fue el primer y gran luchador antimperialista de esta parte del mundo, y el más avanzado y radical de América en su tiempo. Conoció objetiva y realistamente lo que el imperialismo podía ser conocido en su época de acuerdo con las condiciones objetivas que le franqueaba la realidad vivida por él. Vio y calibró con claridad y fidelidad algunos de los más importantes factores ya nacientes o desarrollado del imperialismo y que previó con insuperable visión de estadista las proclividades peligrosas para lo pueblos de América Latina. Fue antimperialista conciente y consecuente conocedor del imperialismo. Vio y previó con lucidez diversas características de este.
1.2. Martí, su lucha contra el racismo.
Martí combatió con energía los principios raciales entre otras razones porque estos dividían al pueblo cubano y debilitaban por consiguiente las fuerzas patrióticas que debían unirse en la lucha común contra el colonialismo español. Por supuesto, la actitud martiana adversa al racismo tenía también múltiple fundamentación científico, racional, moral, ideológica, además de práctica en el orden político y revolucionario. Según Antonio Martínez Bello impugna el racismo que amenaza la unidad del pueblo cubano y preconiza por consiguiente en tal sentido la igualdad social cuando expresa: "Si igualdad social quiere decir el trato respetuoso y equitativo sin limitaciones correspondientes de capacidad o de virtud de los hombres, de un color o de otro que pueden honrar y honran el linaje humano, la igualdad social no es más que el reconocimiento de la equidad visible de la naturaleza"[1]. En otro pensamiento expresa: "Eso de racista está siendo una palabra confusa, y hay que ponerla en claro. El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra, dígase hombre y ya se dicen todos los derechos… Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro"[2].
Asimismo, en su fundamental ensayo "Nuestra América", insiste magistralmente en refutar los prejuicios y odios racistas y propugnar la igualdad, la identidad universal del hombre: "No hay odio de razas porque no hay razas. Los pensadores canijos, los pensadores de lámparas, enhebran y recalientan las razas de librería, que el viajero justo y el observador cordial buscan en vano en la justicia de la naturaleza, donde resaltan en el amor victorioso y el apetito turbulento, la identidad universal del hombre. El alma emana igual y eterna, de los cuerpos diversos en forma y en color. Peca contra la humanidad que el que fomente y propague la oposición y el odio de las razas"[3].
1.3. Martí crítico de la explotación imperialista.
Los Estados Unidos gracias a las gigantes relaciones económicas con el extranjero crean las empresas multinacionales que por su desarrollo histórico Martí lo consideraba algo así como anticipar lo que habrían de ser dichas empresas europeas de su época.
En uno de los tomos de "Obras Completas" aparece este pasaje sobre La Conferencia Internacional de Washington:
"A la callada, como pulpas se están tendiendo grandes empresas de Europa sobre las tierras más feraces de Norteamérica. ¡Han de vigilar mucho los países que tienen tierras! Mientras más pronto las pongan a salvo, mejor:- anda inquieto en Europa el dinero sobrante y ocioso. Una compaña Holandesa posee 4 500 000 acres de lo más floreciente de nuevo México. Un sindicato inglés tiene 3 000 000 de acres en Texas. Una casa alemana 1 000 000", etcétera. "Pero el senado se ha puesto en pie, y sin un solo voto en desacuerdo, aprueba el proyecto de ley que prohíbe que en lo futuro adquiera tierra alguna en los Estados Unidos los extranjeros que no compran este privilegio en su declaración de someterse a las leyes del suelo que apetecen… Solo el extranjero que declare su intención de acogerse a la ciudadanía de la república podrá adquirir solo de ella"[4].
En una carta escrita a Serafín Bello, Martí le manifiesta que todavía no ha empezado la campaña activa, la explicación es de gran evidencia y amargura para él, y de hecho es sabido hasta hoy mismo, según Cintio Vitier en su libro Vida y obra del Apóstol José Martí, únicamente Fina García Marruz ha relacionado el anuncio y desenvolvimiento de la Primera Conferencia Internacional Americana con la demora en llevar a cabo los trabajos preparatorios para fundación del Partido Revolucionario Cubano. En efecto no tenía ningún sentido esa campaña activa, si se tenía la convicción y probablemente la información confidencial de inminentes planes yanquis para comprar a Cuba. He aquí la prueba una vez más del razonamiento de Martí[5]
Tiene métodos muy sutiles la ambición poderosa, y sería preciso que estuviese Ud aquí, y aun estando no lo vería bien, para entender cuanto estrago hace, hasta en los más fieles, la esperanza funesta, y enteramente secundada por los mismos nuestros, por interés y fanatismo, de que a Cuba le ha de venir algún bien de un Congreso de naciones americanas donde, por grande o increíble desventura, son tal vez más las que se disponen a ayudar al gobierno de lo Estados Unidos a apoderarse de Cuba, que las que comprendan que les va su tranquilidad y acaso lo real de su independencia, en consentir que se quede la llave de la otra América en esas manos extrañas[6]
Acerca de estos manifiestos Martí pronunció un discurso en la velada artística literaria de la Sociedad Literaria Hispanoamericana el 19 de diciembre de 1889 en honor a los delegados a la Conferencia así como el prólogo a sus versos sencillos en el que pone de manifiesto su angustia durante la reunión de aquellos en Washington bajo el "águila temible".
Abundan tales advertencias y denuncias a lo largo de la predica martiana, en ellas el maestro muestra el peligro de que los pueblos de la América puedan ser dominados por el gigante nórdico y que este trate de explotar a aquellos mediante la venta de su colosal producción; y por otra parte alude al principio fundamental que se denomina autodeterminación y soberanía de los pueblos, la no intervención a unos en los asuntos internos de otros. Añade Martí más explícitamente.
No tiene el norte donde colocar la suma de productos que elabora, ni los puede elaborar al precio bajo y plazos cómodos de otros países; ni osa el dinero venir en auxilio de industrias repletas a cuyas labores no se ve salida… El hecho fatal y dominante del exceso de producción del país sobre sus ventas, es tan confuso y amenazador, que ha cesado justamente la confianza en él… "Aquí se amontonan los ricos de una parte y los desesperados de otra"… "El norte te ha sido injusto y codicioso: ha pensado más en asegurar a unos pocos la fortuna que en crear un pueblo para el bien de todos"[7].
Este pasaje es múltiplemente sugeridor. Reitera la observación respecto al fenómeno capitalista de la sobreproducción, así como en relación con la tendencia de la nación sobreprotectora a imponer sus ventas a otros países.
En su interpretación del fenómeno imperialista no se atreve a puntos de vista puramente personales ni individualistas, sino que toda su apasionada atención se orienta a los pueblos, a la sociedad, a las masas con cuyos sufrimientos e intereses se solidariza y tampoco en su lucha evoca a Dios, como es bien conocido no lo hacen en los documentos políticos fundamentales, en el Manifiesto de Montecristi ni en las Bases de Partido Revolucionario Cubano.
1.4. Periodismo de José Martí.
Martí dedicó su larga estancia en Nueva York como emigrado a estudiar a fondo el país, a su gente común, a sus personalidades, a los sucesos más variados, así como su vida cotidiana y costumbres.
En más de 300 crónicas para diversos periódicos de Hispanoamérica, llamadas por él a "Escenas Norteamericanas", entregó sus criterios y análisis animado por ofrecer a sus lecturas un panorama abarcador de esa sociedad desde de perspectiva de los intereses de la región y animado por el deseo de mostrar a diferencia de cómo muchos pensaban, que Estados Unidos no podía ser un modelo a seguir por América. En dichas crónicas Martí publica la compleja realidad del país, traza retratos admirables y sobre todo advierte a los pueblos sobre la nueva y grave amenaza que la evolución de Estados Unidos significa para ellos.
Estos textos periodísticos muchas veces con la riqueza analítica del ensayo, constituyen quizás el cuerpo más coherente y acabado que se halla escrito entonces acerca de esa nación que emergía aceleradamente como potencia en el cambiante mundo moderno de la época hacia la fase imperialista. En ellos se desenvuelve el singular proceso del conocimiento martiano de ese fenómeno, a la vez que se alerta sistemáticamente acerca de sus peligros para Latinoamérica.
El periodismo fue el principal vehículo del pensamiento martiano: un periodismo convertido por él en análisis, advertencia, poesía, visión, en el que pudo convenir su palabra totalizadora en la madurez, en su condición de "veedor" de las conquistas y los peligros de la modernidad. Se trocó el periodismo bajo su pluma, en método de conocimiento de lo real y lo posible.
1.5. Vigencia de la lucha antimperialista de Martí.
El documento epistolar del maestro manifiesta en la decisión de enfrentarse a la desbordada expansión del imperialismo al cual llamó por su nombre en la II Declaración de La Habana, vísperas de su muerte, en carta inconclusa porque una bala española le atravesó el corazón el 19 de mayo de 1895, le escribe a su amigo mexicano Manuel Mercado: "Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber – puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo – de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extienda por las antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré es para eso. En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin"[8].
Y con su propia sangre vertida por Cuba y por América rubricó las póstumas palabras que en homenaje a su recuerdo el pueblo de Cuba subscribe hoy a la cabeza de esta declaración. Martí fue incansable luchador y el primero de nuestra América que luchó contra el imperialismo, supo unir el pensamiento con la acción. Previó el peligro que el imperialismo significaba para nuestros pueblos hermanos, de ahí el ideario antimperialista de Martí se mantiene vigente y sirve de guía a los pueblos no fue solo anticolonialista, ni antinorteamericano fue más radical: fue antimperialista, supo establecer la diferencia entre el peligro imperialista de Estados Unidos y los aspectos positivos del pueblo norteamericano su análisis del fenómeno imperialista, su visión, previsión objetiva y realista lo vinculan a los revolucionarios de hoy. Fue hombre de su tiempo, pero también del momento histórico. Fue hombre de todos los tiempos pero más del futuro que del pasado por ello es el maestro por excelencia.
Martí actuó con todos y para el bien de todos, sus obras resplandecen en todos los tiempos, es el esperar de quien se dispongan a buscar letras que aclaren, estimulen y replanteen cuestiones vinculadas al palpitante presente. Fue ejemplo y guía y sigue siendo para toda América.
Él es y sigue siendo el contemporáneo y compañero como ha dicho Carlos Rafael Rodríguez precisamente por la vigencia de mucho de su ideario incluso antimperialista, lo que no pudo ver con toda su magnitud dentro del monstruo, lo previo con magistral visión anticipada de genuino estadista. No fue un profeta al modo bíblico desde luego, si no guía que pensó y actúo con objetividad y realismo gracias a su información riquísima y de primera mano y no por haber seguido con los ojos el vuelo de las aves como los augures ni el parpadeante "mentir de las estrellas".
Por la agudeza con que Martí ha postuló el imprescindible antimperialismo de la revolución cubana, por su comprensión de los problemas reales del país, más allá de la mera lucha contra España, problemas que permanecían sin cambios esenciales y por las dinámicas soluciones aportadas es natural que el ideario martiano, en especiales de su madurez conservara profunda virtualidad revolucionaria, y que a el se remitiera.
Fidel Castro como inspirador de los asaltos del 26 de Julio de 1953, el propio Fidel explicó: José Martí guía apóstol de nuestra guerra de independencia contra España, nos enseñó ese espíritu internacionalista que Marx, Engels y Lenin confirmaron en la conciencia de nuestro pueblo. Martí pensaba que "Patria es Humanidad" y nos hizo la imagen de una América Latina unida, frente a la otra América imperialista y soberbia, revuelta y brutal como el decía que nos desprecia.
Quiere decir que el pensamiento de Martí ha sido incorporado, asimilado a la nueva conciencia. No poco de lo que dejó en el orden político, en el educacional, en el artístico, en el terreno cultural, en general sigue teniendo impresionante vigencia. Su preocupación política mayor que lo llevaba a Cuba a Nuestra América y los Estados Unidos sigue siendo en esencia nuestra.
Su obra se sitúa en los albores de la articulación de Cuba con el mundo. Esa articulación hoy manifestada es la que permite ver en su soberana grandeza a José Martí el más genial y el más universal de los políticos cubanos.
Cuba para inmenso orgullo nuestro está hoy situada, gracias a la revolución triunfante, a la cabeza de la lucha antimperialista en el mundo entero. Ella la ultima en librarse del yugo colonial español en América, ha sido la primera en librarse del dominio imperialista de los Estados Unidos, una de las más pequeñas y próximas al territorio latinoamericano, es la que por haber vencido en ella las fuerzas populares a la oligarquías nativas vendidas al extranjero, se ha enfrentado, la primera al coloso del norte, y hasta aquí solo ha logrado virtudes en su gallarda lucha. Por eso es justo proclamar que nuestra patria en la hora actual es antorcha y ejemplo no solo para nuestra América si no para el mundo entero.
Para Martí que hizo de la lucha antimperialista el empeño de toda una vida, por saberla preliminar indispensable para la realización de una patria justa y próspera, esta Cuba nueva erguida y triunfante contra el imperialismo es realidad que colma todas nuestras aspiraciones y supera todos nuestros sueños. De ahí que, el ideario antimperialista de Martí se mantiene en vigencia y sirve de guía a los pueblos.
Su luz no se extingue, si no que se reaviva con los años.
Conclusiones
– La vida y obra de José Martí se caracterizó por mostrar su visión antiimperialista en el contexto socio-histórico en que se desenvolvió.
-El análisis de sus obras y crónicas permitieron afirmar el carácter antimperialista de José Martí.
Recomendaciones
Este trabajo sirve de consulta para profundizar en el estudio de la visión antimperialista de José Martí, se carece de un fondo bibliográfico con los materiales suficientes para su preparación.
Bibliografía
DE LEUCHSENRING ROI, EMILIO. (1961) Martí, Antimperialista. –Segunda Edición
Donativa. –La Habana.
MARRUZ GARCÍA, FINA. (1990) Textos Antimperialista de José Martí.—Centro de Estudios Martianos.
MARTÍNEZ BELLO, A. (1986) Martí Antimperialista y conocedor del imperialismo.
–La Habana: Ed. Ciencias Sociales,.
MARTÍ PEREZ, JOSÉ. Obras Completas. Tomo X. Ed. Consejo Nacional de Universidades. –La Habana, 1963-1965.
MARTÍ PEREZ, JOSÉ. Obras Completas. Tomo XI. Ed. Nacional de Cuba.–La Habana, 1963.
RETAMAR FERNÁNDEZ, R.( 1990). Semblanza Biográfica y Cronología Mínima/
Roberto Retamar Fernández, Ibrahín Paz Hidalgo. Centro de Estudios Martianos.
Ed. Pueblo y Educación.
Autor:
MSc. Mabel.
MSc. Ana Elvira Quesada Sotolongo.
MSc. Pablo González Corredeguas.
Lic. Rodolfo
[1] Antonio Martínez Bello. Martí antimperialista y conocedor del imperialismo, en su artículo: “Nuestras Ideas” pp. 99-100.
[2] Idem.
[3] Idem.
[4] Idem. Pp. 25-26
[5] Cintio Vitier. Vida y obra del Apóstol José Martí. Pp. 285.
[6] Idem.
[7] Antonio Martínez Bello. Martí antimperialista y conocedor del imperialismo. Pp. 73.
[8] Idem. Pp. 92-93.