El nacimiento del euro que cotizó a 1,10 frente al peso argentino, no fue fácil: se dio en el marco de una puja entre Francia y Alemania por la designación del titular del nuevo Banco Central Europeo, a cargo del promisorio panorama financiero y económico.
El Banco Central Europeo, finalmente con sede en Frankfurt, tendrá por misión «el mantenimiento de la estabilidad de los precios» o sea controlar la inflación, para lo cual debe definir y poner en práctica la política monetaria única.
El euro es la moneda común que acordaron adoptar once países de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia, España, Bélgica, Holanda, Irlanda, Portugal, Austria, Finlandia y Luxemburgo. Todos ellos sujetos a cumplir estrictas metas en materia de déficit fiscal, inflación, tasas de interés y deuda pública.
Tendrá vigencia desde el 10 de enero de 1999 pero sólo para una serie de operaciones que no requieran la presencia física de monedas y billetes.
El reemplazo de las denominaciones en papel y metálico comenzará tres años después, al iniciarse el alío 2002, y durante seis meses coexistirán el euro y las monedas nacionales hasta su extinción el 10 de julio del 2002.
A partir de la creación del euro, la responsabilidad de la política monetaria de la Unión Europa corresponderá al Sistema Europeo de los Bancos Centrales, que comprende el principal organismo ejecutivo, el Banco Central Europeo y, como entidades operativas, a los distintos bancos centrales de los once países que participan en la moneda común.
Capítulo IV
Ventajas y Desventajas de la Integración Económica
1.- Ventajas derivadas de la Integración Económica.
1.1.-) Avances en el proceso de industrialización y obtención de economías de escala.
Durante mucho tiempo América Latina ha exportado al "mercado internacional productos primarios. Prácticamente sólo productos primarios, pues la teoría económica ortodoxa determinaba que esa era la especialización que correspondía a nuestra región, conforme a sus ventajas comparativas en la división internacional del trabajo. Pero la demanda mundial de productos primarios crece muy lentamente por varias razones: la inelasticidad al crecimiento de la demanda de esta categoría de productos, el crecimiento menos dinámico menos dinámico de los países industriales, las innovaciones tecnológicas que van sustituyendo algunos de los productos primarios clásicos, y últimamente, la protección de los países industriales de su propia producción primaria.
El resultado es un estancamiento de los ingresos por exportaciones, o en todo caso, un crecimiento más lento que los egresos por importaciones necesarias de productos industriales.
Era entonces necesario abrir el camino a una segunda etapa, en la cual el desarrollo del aparato productivo permitiera las exportaciones de bienes industriales y nuevas importaciones para mantener la producción sustitutiva en condiciones de eficiencia, y ampliar y mejorar el espectro industrial (bienes intermedios y de capital).
Aumentar las dimensiones de un mercado nacional reducido, significa obtener acuerdos con otros países que tienen similares limitaciones y proyectos, para lograr un solo espacio económico ampliado con el objeto de lograr las ventajas de una economía de escala.
Las ventajas cuantitativas de una economía de escala son evidentes: se amplía el número de los recursos y de consumidores dentro del espacio ampliado.
Más importantes aún son las ventajas cualitativas: las diferencias entre un mercado estrecho y otro ampliado en cuanto a las condiciones de producción, circulación, competencia y consumo. La demanda global del conjunto se modifica y permite que los costos medios se reduzcan. El incremento de la cantidad potencial de consumidores, permite obtener rendimientos crecientes, los cuales a su vez, posibilitan la recepción e introducción de innovaciones tecnológicas para mejorar la producción. Esta a su vez requerirá e inducirá una creciente calificación de obreros y empleados, como así también estimulará al perfeccionamiento de la producción ya no sólo por el progreso técnico, sino por la presión de una concurrencia más elevada en virtud de las nuevas oportunidades de inversión que se presentarían.
1.2.-) Atenúa tensiones de los países limítrofes.
Los procesos de integración anudan innumerables vínculos en la medida en que ganan en intensidad y extensión. Estos vínculos no son sólo económicos, sino también sociales, culturales y políticos. De tal modo se refuerzan las tendencias a la cooperación y la solidaridad, y se debilitan las conflictivas.
Además, en la medida en que se profundiza la integración, los terceros participantes del esquema, tienen más autoridad y más instrumentos para disuadir a quienes se apartan de las reglas básicas de convivencia.
1.3.-) Incrementa la capacidad de negociación conjunta.
El sistema económico internacional está muy lejos de lo previsto por la teoría clásica del comercio internacional: oferentes y demandantes de bienes, servicios y factores productivos concurren a los mercados a través de la competencia, logrando como resultado la optimización del sistema, al hacer que cada uno de los factores obtenga un beneficio proporcional a su aporte al proceso productivo.
La realidad es que el mercado internacional está plagado de imperfecciones y contradicciones. Varios países industrializados han establecido altas barreras proteccionistas y subsidios a su producción y sus exportaciones en desmedro de las exportaciones de América Latina y Caribe.
Además de las medidas proteccionistas, aquellos países acuden cada vez con mayor frecuencia, al bilateralismo, a la adopción de prácticas comerciales, medidas unilaterales y discriminatorias contrarias a los compromisos contraídos, incluidas medidas económicas fundadas en motivaciones políticas.
La inestabilidad e incertidumbre imperantes en las relaciones comerciales, derivan en su mayor parte de las frecuentes violaciones de los compromisos y obligaciones multilaterales por parte de los países industrializados.
En tales condiciones las posibilidades de acceso individual a los mercados de los países industriales es cada vez más difícil, razón por la cual si bien cada país de la región desea participar en el comercio internacional, tratará de no incurrir en los costos derivados de abrir mercados unilateralmente.
Por lo demás, los ingentes esfuerzos para servir la deuda externa a través de políticas de ajuste, dejan la sensación de qué distinto hubiera sido el resultado de haberse avanzado en el proceso de integración.
Los esfuerzos por aumentar el poder de negociación son necesarios, no por ánimo de confrontación con los grandes países industriales, sino para resguardar los intereses legítimos de América Latina y Caribe.
La Comunidad Económica Europea, como organismo de integración de los países europeos, ha logrado una fuerza y poder de negociación que ninguno de ellos hubiera logrado por sí mismo; en cambio, los países de la región han actuado separados, y en distintos foros, con el resultado a la postre, de tener que acudir – con distinta suerte- a la buena voluntad de los poderosos.
Las negociaciones multilaterales, se han segmentado por producto, por grupos o subgrupos, impidiéndose así un enfoque global e integrado de los problemas monetarios, del comercio y las finanzas, de los productos básicos, las manufacturas, los bienes de capital, la tecnología y los servicios.
Solamente América Latina como un conjunto de países integrados, tendría el poder para lograr negociaciones globales exitosas.
1.4.-) Impulsa la tendencia a la unificación.
El mundo marcha hacia la constitución de espacios geopolíticos y económicos de gran dimensión y/o bloques de países: los europeos en la CEE (Comunidad Económica Europea), los países socialistas en el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), el Bloque Árabe, Estados Unidos, China y Japón. Esta tendencia sufre algunos altibajos pero la línea tendencial es clara.
América Latina y Caribe no pueden escapar a esa tendencia, en realidad no deben si quieren tener alguna presencia en el mundo. La viabilidad misma de muchos de los países de la región está puesta en duda.
La integración multiplica las relaciones comerciales, económicas, políticas y culturales, la cooperación, la interdependencia y aun la solidaridad, conformando así el hábitat de las tendencias hacia la unidad.
Además, en muchos de nuestros países regiones que están débilmente integradas al resto de su propio país y que en cambio tienen mejores posibilidades de hacerlo con alguna región próxima del país vecino por facilidades de transporte y comunicaciones o complementariedad de sus economías, o por mejores posibilidades de acceso a terceros mercados, etc.
1.5.-) Fortalece los procesos democráticos.
La integración, además de proveer resultados económicos, crea condiciones para el desarrollo y la participación. Más aún, es difícil concebir un estado avanzado de integración sin una participación intensa no sólo da los sectores económicos, sino también de los sociales, políticos y culturales.
Ningún país con régimen autoritario o totalitario podría formar parte de la Comunidad Económica Europea. Si no existieran otras razones para mantener la democracia, aquella condición sería de por sí una razón suficiente. Tendría mucho que perder un país que dejara de pertenecer a la CEE.
Cuando América Latina tenga un proceso de integración de tal grado de desarrollo que para los países miembros signifiquen oportunidades y beneficios esenciales, la democracia estaría fortalecida y tal vez consolidada.
2.- Logros de la Integración
2.1.-) Incremento cuantitativo y cualitativo del comercio, de las comunicaciones y el transporte.
La magnitud y composición del comercio entre los países miembros de un proceso de integración constituye uno de los indicadores más evidentes respecto al estado del proyecto que lo vincula. Un comercio intenso y diversificado, con una participación similar de todos los miembros resulta auspiciosa y permite ganar en extensión y profundidad en otras áreas del proceso; en cambio, cuando el comercio interregional no es significativo cuantitativa ni cualitativamente, las perspectivas de la integración se ponen en duda.
2.2.-) Incremento de la capacidad de negociación.
Las condiciones insoportables derivadas de la imposición de políticas de ajuste recesivas y del contexto de la crisis internacional, provocó la realización de la Primera Conferencia Económica Latinoamericana, celebrada en Quito en enero de 1984. De esta Conferencia surgen la Declaración de Quito y el Plan de Acción. Este comprende definiciones y acciones programáticas en los temas de financiamiento, comercio, cooperación energética, servicios y seguridad alimentaria.
Mediante esta acción, los países de la región han tratad de definir en forma colectiva, un marco más equitativo para la negociación de la deuda externa, que tomara en cuenta las particularidades de cada uno, y permitiera al mismo tiempo, una respuesta general a un problema común de la región.
Después del mensaje conjunto, en Londres, en junio de 1984, de los Presidentes de siete países latinoamericanos a los lideres de los siete países industriales (Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), se reunieron en Cartagena los cancilleres y ministros responsables del área financiera de once países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
En esta reunión, conocida como el Consenso de Cartagena, se formularon una serie de preguntas relativas al tratamiento político de la deuda y a las renegociaciones, las relaciones comerciales, la actitud de la banca acreedora y el papel de los organismos financieros internacionales.
El resultado fue que en la tercera ronda de reprogramaciones se lograron varias mejoras:
La banca privada internacional no mantuvo en todos los casos su insistencia de condicionar el acuerdo de reprogramación a la firma previa, por parte del país deudor, de un programa de ajuste convenido con el Fondo Monetario Internacional, requisito éste que había exigido en todas las refinanciaciones anteriores (salvo Cuba y Nicaragua)
Un considerable aumento de los montos de las amortizaciones reprogramadas.
Reprogramación en algunos casos de las amortizaciones correspondientes a períodos mucho más largos que en las rondas anteriores.
Condiciones más favorables en materia de plazos, tasas de interés y comisiones.
Aunque estos logros indudables sean aún insuficientes, indican que la acción conjunta de América Latina es el más importante medio de presión para mejorar la capacidad de negociación hasta lograr soluciones realmente satisfactorias y viables.
2.3.-) Avances en la creación de mecanismos e instituciones de integración y cooperación.
A lo largo del desarrollo de los procesos de integración y cooperación de América Latina y Caribe, se han puesto en funcionamiento una gran cantidad de mecanismos e instituciones de las más variadas áreas.
Se ha adquirido una amplia experiencia en los esquemas de integración intentadas y en curso, creándose significativos vínculos entre los países y se han desarrollado múltiples acciones de cooperación que han ayudado a resolver problemas concretos y a generar una trama cada vez más extensa e intensa de nexos e intereses comunes.
A título enunciativo deben mencionarse:
a. Instituciones financieras regionales y subregionales.
BID (Banco Interamericano de Desarrollo); BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica); FELABAN (Federación Latinoamericana de Bancos); ALIDE (Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras de Desarrollo); BDC (Banco de Desarrollo del Caribe); CAF (Corporación Andina de Fomento); FONPLATA (Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata); FAR (Fondo Andino de Reservas) BLADEX (Banco Latinoamericano de Exportaciones) y Corporación de Inversiones del Caribe.
b. Sistemas de compensación de pagos.
El Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la ALADI, Cámara de Compensación Centroamericana y Sistema Compensatorio Multilateral de Pagos del Caribe.
c. Mecanismo de financiamiento y seguro de crédito a las exportaciones.
Además del BLADEX ya mencionado, operan el Sistema Andino de Financiamiento del Comercio y la Asociación Latinoamericana de Organismos de Seguro de Crédito a las Exportación.
d. Algunas instituciones de la ALADI.
El Consejo de Ministros de relaciones Exteriores, la Conferencia de Evaluación y Convergencia, el Comité de Representantes y la Secretaría General.
Además, existen grupos de trabajo intergubernamentales y consejos de las más variadas áreas.
e. Algunas instituciones y organismos de cooperación del MCCA
El Consejo Económico Centroamericano, el Consejo Ejecutivo (luego el Foro de Ministros Responsables de la Integración Económica Centroamericana) y la Secretaría Permanente de Tratado General de Integración Económica Centroamericana (SIECA); el Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), el Fondo Centroamericano del Mercado Común, el Instituto Centroamericano del Mercado Común, el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP), el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI), el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC), el Consejo Superior de Universidades de Centroamérica (FUPAC) y el Parlamento Centroamericano que es una reciente creación.
f. Algunas instituciones y organismos de cooperación del Grupo Andino.
La Comisión y la Junta del Acuerdo de Cartagena (JUNAC); la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Fondo Andino de Reservas (FAR) ya mencionados; los Convenios Sociales: Andrés Bello, Hipólito Unanue y Simón Rodríguez y el Sistema José Celestino Mutis; la Asociación de Empresas Estatales Andinas de Telecomunicaciones (ASETA); el Consejo Andino, el Parlamento Andino; el Tribunal de Justicia y el Sistema Andino de Información Tecnológica (SAIT).
g. Algunas instituciones y organismos de cooperación de la CARICOM y la OECO.
La Conferencia de Jefes de Gobierno, el Consejo del Mercado Común, la Conferencia de Ministros de Salud, y los Comités Permanentes de Ministros de Relaciones Exteriores, Educación, Trabajo, Agricultura, etc.
La CARICOM es rica en órganos y actividades comunitarias tales como el Instituto de investigación y Desarrollo Agrícola del caribe, la Corporación Alimentaria del Caribe, el Instituto de Alimentación y Nutrición del Caribe, el Centro de Epidemiología del Caribe, el Instituto de Capacitación Aeronáutica del Caribe, el Centro de Investigación, y Desarrollo de Turismo del Caribe Oriental.
3.- Desventajas, Retrasos y Problemas derivados de la Integración.
3.1-) Decaimiento del comercio e incumplimiento de compromisos.
Como se verá al examinar cada esquema de integración en particular, el comercio interregional cayó fuertemente a partir de 1982.
Esto ha sido resultado fundamentalmente, de la crisis del sector externo. En efecto, la necesidad de logar saldos favorables en la balanza comercial para servir a la deuda externa, llevó a los países de la región a tratar de incrementar las exportaciones, y a comprimir intensamente las importaciones.
Esta, que sería una decisión de políticas económica factible cuando la practica un país por un lapso razonable, deja de serlo cuando la toman todos los países al mismo tiempo. Qué es lo que ocurrió en la región: las importaciones totales se redujeron en más de un 40% entre 1981 y 1983- manteniéndose guarismos análogos en los años siguientes, y las exportaciones totales recuperaron su nivel de 1981 recién en 1984, para decaer nuevamente en 1985.
En este contexto, los países de la región han limitado las importaciones desde el interior de la misma, acudiendo inclusive a restricciones no arancelarias de los programas de integración.
3.2-) Heterogeneidad de las estructuras económicas de los países de la región y falta de equidad en la distribución de costos y beneficios.
Los países de América Latina y Caribe tienen una gran diversidad en cuanto a la población, dimensión geográfica, dotación de recursos naturales y grado de diversificación de sus estructuras productivas.
Esta heterogeneidad dificulta el inicio, y sobre todo el avance de la integración por las diferencias de capacidad potencial y real para aprovechar las oportunidades que proporciona el mercado ampliado.
Todos los países que ingresen a un esquema de integración o deciden constituirlo, esperan que obtendrán beneficios de él para lo cual tratan que la orientación y funcionamiento del esquema responda a sus necesidades o conveniencias.
De tal modo, si consideramos un continuo que abarque grados de desarrollo industrial y de comercio, aquellos miembros de mayor diversificación industrial tratarán de que el esquema se encamine a constituir una zona de libre comercio o unión aduanera con el objeto de contar con un gran mercado cautivo para colocar sus manufacturas y bienes de capital.
En cambio, los países de menor desarrollo relativo, con una industria insignificante o incipiente, tratarán de obtener el establecimiento de nuevas industrias de integración en su territorio, o saldos favorables en su balance comercial, u otras compensaciones que les permiten avanzar en el proceso de industrialización.
Esto ha producido que a lo largo de la vida de los procesos, se fueran acumulando saldos negativos en su comercio interregional, sin contrapartidas de radicaciones de nuevas industrias ni de compensaciones adecuadas. No puede extrañar entonces la decepción de algunos países y su desinterés por los esquemas vigentes.
Este tal vez sea uno de los problemas más relevantes de los procesos de integración, el cual requiere abordarlo con clara visión política de solidaridad y con instrumentos técnico-económicos adecuados.
No se trata de obtener igualdades matemáticas, pero si América Latina y Caribe están pidiendo un trato equitativo con los países industrializados, no puede en su interior dejar de organizar un sistema que resulte equitativo para todos los países, especialmente para aquellos de menor desarrollo relativo.
3.3.-) Heterogeneidad de los regímenes políticos durante los procesos y falta de estabilidad en las políticas económicas.
En el origen de los procesos de integración había regimenes políticos con ciertas orientaciones que no se mantuvieron a lo largo de las mismas. Además, también fueron cambiando las políticas económicas, razón por la cual carecieron del mínimo de estabilidad requerida para proyectos de inversión y de desarrollo de los procesos de integración. Inclusive los proyectos nacionales quedaron afectados.
Particularmente nociva en la región ha sido la irrupción neoliberal. Los esquemas de integración tienen un sentido industrialista, en algunos casos, expreso y en otros implícito. Esto implica un cierto nivel de protección y el empleo de la planificación como un instrumento relevante de política económica. La corriente neoliberal, dominante en aquellos de cuño dictatorial, se pronunció por la integración directa en el mercado mundial, eliminando protecciones y confiriendo al mercado la misión de ser el único instrumento para la asignación de recursos.
De tal modo las incompatibilidades de objetivos y políticas económicas se expresaron por dos vías: rompimiento con algún esquema de integración (caso de la salida de Chile del Grupo Andino), o el mantenimiento en otros esquemas, pero sometiéndolos a negociaciones paralizantes o estériles.
3.4.-) Falta de suficiente apoyo político.
La breve historia de los procesos de integración de América Latina y Caribe, está llena de declaraciones de algunos gobernantes y funcionarios de gran contenido integracionista y latinoamericana. Sin embargo, la comparación entre la profusión de discursos promisorios y la puesta en práctica en hechos concretos, ha dado resultados magros para la integración.
Esto hay que tenerlo en cuenta, porque una nueva etapa de la integración, debe saber que las iniciativas deberán lidiar también contra cierto escepticismo acumulado.
No se ignora que en algunos casos los instrumentos no son los más adecuados o tal vez son insuficientes para fortalecer los procesos de integración, pero cuando se alude a la falta de voluntad política se expresa precisamente la falta de decisión política ante los problemas cruciales de la integración o a la falta de consecuencia entre la expresión verbal de voluntad y la voluntad de seguimiento y de cumplimiento de los objetivos o decisiones expresadas.
3.5.-) resistencia a entregar atribuciones a entes supranacionales de integración.
A los procesos de integración les ha faltado contar con entes supranacionales con atribuciones directas en cada uno de los países miembros, con el objeto de influir en forma determinante en los casos de conductas disfuncionales o incumplimiento de normas de los esquemas.
Esta resistencia de los países a entregar atribuciones supranacionales, llega a congelar durante años cualquier diferencia que se presente, o lo que es peor, cualquier incumplimiento unilateral tiene sólo como respuesta otro incumplimiento que puede a su vez provocar otros en cadena.
3.6.-) Insuficiente participación de la población en la integración y falta de consideraciones en los planes nacionales.
Los esquemas de integración se han gestado y desarrollado con muy poca participación del mundo de la cultura, del sistema educativo formal y de los trabajadores organizados.
Solamente algunos empresarios han tenido cierta participación. La consecuencia ha sido un insuficiente interés y motivación de gran parte de la población en general y de los sectores sociales organizados en particular, unido al desconocimiento de las realidades de la integración y de su enorme potencial.
Otra insuficiencia de gravitación en todos los esquemas, ha sido la disociación de éstos con relación a las principales políticas económicas y planes de desarrollo nacionales, los cuales en general no consideraron la integración o sólo era mencionada en forma incidental.
En tal virtud, los funcionarios gubernamentales con responsabilidad en el área económica o financiera y los agentes económicos privados, se desinteresaron de la integración puesto que ésta no era considerada una variable de importancia en la definición y aplicación de políticas o planes de desarrollo nacionales.
3.7.-) Situaciones fronterizas o subregionales conflictivas.
La guerra entre Honduras y El Salvador, el enfrentamiento bélico entre Perú y Ecuador, el proceso de conflicto prebélico entre los gobiernos militares de Argentina y Chile, la situación de Bolivia-Chile con recurrentes tensiones, el enfrentamiento entre varios países centroamericanos, fueron (algunas lo son aún) conflictos que afectaron con distinto grado de intensidad a los esquemas de integración
Es muy difícil mantener conflictos o situaciones conflictivas entre países y al mismo tiempo las acciones de cooperación o la voluntad para mantener el esquema de integración al que pertenecen.
Sin embargo, el espíritu amplio con que últimamente Honduras y El Salvador han resuelto avanzar hacia la terminación de sus diferencias y el Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, abren nuevos marcos de cooperación entre pares de países que en su momento constituyeron graves problemas para la comunidad latinoamericana.
3.8.-) La crisis de la deuda.
Aunque éste es un factor principalísimo en cualquier listado de problemas de la integración que se intente, en realidad no ha sido el problema de la deuda el causante de las otras, sino más bien un actor acumulativo de problemas preexistentes.
Cuando se exterioriza la crisis económica global ya el esquema ALALC se había agotado, razón por la cual fue suplantado por el de ALADI; ya se habían producido notorios incumplimientos en el Grupo Andino y en el MCCA; ya se habían dado la heterogeneidad de las estructuras económicas y la falta de equidad en la distribución de costos y beneficios; la falta de equidad en la distribución de costos y beneficios; la falta de estabilidad en las políticas económicas y de suficiente apoyo político a los procesos; ya se había constatado la resistencia a entregar atribuciones a entes supranacionales de integración; ya habían ocurrido o se estaban dando situaciones fronterizas o subregionales conflictivas.
Lo que sí debe destacarse, es que la magnitud de la deuda y de sus servicios, al obligar a los países de América Latina y Caribe a restringir sus importaciones para producir saldos favorables en sus balanzas comerciales, afectó en sumo grado al comercio intrarregional.
El servicio de la deuda externa se incrementó en general en proporción de los ingresos en divisas percibidas de las exportaciones mientras los bancos internacionales privados continúan restringiendo nuevos financiamientos a la región.
Vale decir que nuevamente- quinto año consecutivo- existe una transferencia neta de recursos desde América Latina hacia los países industriales.
Conclusión
Luego de finalizado el presente trabajo y una vez profundizado en el concepto de Integración Económica como objeto de estudio del mismo, podemos afirmar, en teoría, que los procesos de integración debieran seguir una lógica bastante clara, partiendo desde lo que denominamos como una zona de libre comercio, hasta llegar a lo que se conoce como una unión económica y monetaria, para posteriormente dar un paso bastante mas difícil hacia lo que sería la unión política, lo que implica entre otras cosas la creación de instituciones supranacionales, es decir, con la atribución de dictar normas obligatorias para los Estados y cuya aplicación sea inmediata y prevalente, producto de una voluntad de ceder grados de soberanía, siendo esto ultimo una de los aspectos polémicos y que hace difícil el avanzar en la integración.
Es necesario reconocer que la integración es posible gracias a una voluntad manifiesta o explícita por parte del poder político de cada uno de los Estados que se hacen partícipes de un proceso de integración. Lo anterior nos lleva a afirmar que la integración es un proceso esencialmente político -por tanto una de sus características es la presencia del conflicto-, siendo este último un elemento que está presente durante todo el proceso integrativo independientemente del grado al que se llegue o se quiera llegar.
Si bien el elemento político es de gran importancia, no es posible considerarlo como una variable aislada, ya que, de manera obligada debemos considerar otros factores que complementan lo que hasta ahora hemos dicho.
Complementario a la voluntad política, creemos necesario el surgimiento de un sentido de identidad que emane desde la sociedad -desde el ciudadano común hasta las cúpulas de poder- para con el proceso y las nuevas estructuras que éste vaya creando -recordemos que a medida que se avanza en la integración, se debieran crear órganos supranacionales encargados de la coordinación de las políticas comunes de la comunidad que se ha formado-; esta identidad o en cierta medida traspaso de lealtades, produce que los grupos opositores al esquema de integración, estén menos dispuestos a atacar de manera frontal la evolución del proceso, permitiendo que éste sea más dinámico.
Asimismo, importante también es destacar que un proceso de integración, ya sea en sus aspectos tanto políticos como económicos, se hace mucho mas difícil en presencia de factores como la asimetría económica entre las partes del proceso -el ejemplo más cercano es el caso de América Latina con el MERCOSUR-, el subdesarrollo como complemento de lo anterior y por tanto la inestabilidad producto entre otras cosas del descontento social que se manifiesta en forma de violencia, la escasa capacidad de adaptación a los cambios y la incapacidad de las élites de llevar a cabo un proyecto común de integración. Lo anterior visto desde una perspectiva funcionalista, se constituye en un obstáculo al proceso de derrame que supone la integración funcionalista. En este sentido nos es fácil entender el porqué del éxito en el proceso de integración de Europa, ya que precisamente los Estados que iniciaron el proceso y los que posteriormente se fueron integrando, en su mayoría se caracterizan por ser países industrializados, con economías más o menos simétricas, con una alta capacidad de adaptación por su condición de países desarrollados y por último con una élite que es capaz de complementarse y alcanzar acuerdos.
Ahora, no deja asimismo de ser cierto que el desarrollo del derecho de integración en América Latina no ha tenido el éxito de la integración europea, la cual está examinando temas más profunda que las temas considerados en las regiones interamericanas. Estas temas son una moneda unitaria para Europa, la armonización de la fiscalización, y otras programas del mercado común de Europa, además de una estructura superestatal ya establecida. América Latina carece de esta organización y unificación.
Las razones por el cual América Latina carece del desarrollo del derecho de integración como lo hemos estudiado en Europa son abundantes. Europa tiene una evolución histórica distinto a América Latina, la cual ha resultado en una filosofía desigual de los Estados y particulares en Europa. En las últimas tres décadas, la integración regional nunca ha tenido una ubicación como prioridad para la independencia nacional. No ha funcionado como guía para la macroeconomía de los países americanos, a despecho de las promesas oficiales y las manifestaciones a su favor. Condiciones especificas, tanto políticas como económicas, siempre prevalecen sobre las experiencias de construir una comunidad común en América Latina. Los intereses nacionales, como las protecciones, subsidios, y reservas, han dominado la política internacional en la región. Los éxitos en América Latina para el derecho de integración se han limitado a tratados bilaterales o multilaterales, como el MERCOSUR.
Sin embargo y ya por terminado este trabajo, el grupo considera que efectivamente son distintos los factores que pueden influir en cuanto a que los procesos de integración entre los diversos países puedan ser alcanzados de la mejor manera posible con miras a que cada uno de los Estados miembros puedan alcanzar ventajas reciprocas y comunes, creemos asimismo, que estas aspiraciones se pueden tornar entorpecidas cuando tras la firma de un tratado o acuerdo -en este caso económico-, se esconden aspiraciones que impliquen desequilibrios o alcance de beneficios que aprovechen sólo a una parte de los contratantes. De manera y con sujeción a lo que establece nuestra Constitución en materia de acuerdos y tratados internacionales, el fin que debería de perseguir estos no debería ser otros que, como su propia texto lo indica: "La República podrá suscribir tratados internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para promover el desarrollo común de nuestras naciones, y que garanticen el bienestar de los pueblos y la seguridad colectiva de sus habitantes".
Bibliografía
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Kuznetsov, V. (1975): "La integración económica: Dos modos de abordar el problema". Moscú; Editorial: Progreso.
Tucker, Irvin B. (2002): "Fundamentos de Economía". 3era Edición. México, DF.; Thomson Learning.
Tugores, Juan. (1994): Economía Internacional e Integración Económica". Universidad de Barcelona; Editorial: Mc Graw Hill.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Nº 5.453 (Extraordinario), Marzo 24, 2000.
À Páginas Web consultadas:
Gray, Beth anne. (1998): "Derecho de Integración". (Documento en Línea) Disponible:
Wikipedia, la enciclopedia libre. (2002): "Integración Económica". (Documento en Línea) Disponible:http://www.eswikipedia.org/wiki/integraci%C3%B3n_econ%C3%B3mica
"La Integración Económica y la globalización". (Documento en Línea) Disponible: http://www.portalplanetasedna.com.ar/integracion.htm
Autora:
Astrid A. León Field
Estudiante de 3er año de derecho de la Universidad José María Vargas
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