- Introducción al libro de investigación científica
- Aspectos epistemológicos de la investigación científica
- Las categorías del diseño metodológico en la investigación científica
- ¿Cómo ha sido vista la investigación científica desde el punto de vista epistemológico?
- Los métodos de observación y experimento en el proceso de la investigación científica
- El método sistémico-estructural-funcional en la investigación científica
- El método holístico-configuracional en la investigación científica
- El método de expertos. El Delphi
- El método de triangulación metodológica
- A manera de conclusiones
- Anexo
- Bibliografía
Introducción al libro de investigación científica
Epistemología, Cienciología, Paradigmas… Son términos que se emplean como lenguaje cotidiano en el discurso científico. Se conocen y se enseñan en diferentes escuelas contribuyendo a la actualización, consolidación, sistematización y difusión del pensamiento científico. Este pensamiento es formado a lo largo del devenir del individuo dentro del mundo de las ciencias en un proceso en el que se nutre de los saberes acumulados en el fondo universal de conocimientos por la humanidad como cultura y al que le aporta nuevos conocimientos, revelándose que la ciencia que se estudia posee vacíos que deben ser llenados, porque los resultados de la sistematización y de la investigación científica así lo han puesto de manifiesto. En este proceso también se revelan vacíos dentro del propio conocimiento del individuo, lo que se constituye en una primera duda, en un punto de partida que se convierte en motivación para la indagación y la búsqueda de lo desconocido desde lo conocido.
Pero ¿cómo se revela este pensamiento científico en el investigador que se enfrenta a un problema cuya solución no es trivial? La respuesta a esta interrogante ha sido analizada por muchos investigadores dentro del campo de las más diversas ramas del saber humano, constituyéndose en los mosaicos de un aparataje teórico que orienta el pensamiento científico constituido por diferentes estratos del saber humano. Lo que se conoce hoy como Ciencia es la expresión de la maduración de las ideas sobre la Naturaleza, la Sociedad y el Pensamiento desde la reflexión, el análisis, la síntesis, la comparación, etc, que permite la toma de decisiones acertadas ante el planteamiento y solución de problemas.
En ello desempeña un papel fundamental, no sólo lo que se conoce acerca del objeto de investigación, sino también cómo han evolucionado en el tiempo los presupuestos teóricos que cualifican a ese objeto, como ha sido visto por las generaciones pasadas, cómo se las imagina en el futuro y como se han enfrentado a los problemas; los éxitos y fracasos que se han develado en los intentos de solución de los mismos.
El tratamiento de la necesidad de incorporar el lenguaje epistemológico a la investigación científica constituye el objetivo de este libro.
Aspectos epistemológicos de la investigación científica
La investigación es la actividad que realiza el hombre dirigida a la obtención de conocimiento científico sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, condicionada por la aplicación del método científico en relación con los saberes: el saber en el sentido gnoseológico, el saber hacer en el metodológico, el saber convivir en el axiológico y el saber ser en el ontológico.
La investigación científica es una actividad sistemática, holística, controlada, empírica y crítica.
Es sistemática porque tiene pautas de desarrollo que obedece a un sistema previamente planificado en el que se declaran las acciones a desarrollar de parte del investigador, por etapas y el nivel de participación de los sujetos intervinientes en la transformación del objeto de investigación (que pueden ser los propios sujetos).
Es controlada porque requiere de una disciplina científica en el hacer investigativo que se evalúa según el nivel de desarrollo alcanzado.
Es holística porque integra diferentes enfoques y métodos y porque considera los aspectos subjetivos y objetivos que inciden en su éxito o fracaso.
Es empírica porque se basa en fenómenos observables de la realidad y que pueden ser sometidos a experimentos.
Es crítica porque analiza sistemáticamente los resultados obtenidos a la luz de su confiabilidad y objetividad.
Se investiga sobre lo que es real y que puede ser transformado a partir de la definición de un objeto cuyas cualidades pueden describirse desde un cuerpo teórico que conforma su marco epistémico.
Siendo el conocimiento científico el resultado del desarrollo de un proceso investigativo que transcurre de forma no lineal, se hace necesario entender que cada una de las etapas de la investigación se desarrolla a partir de una reorganización en función de los resultados obtenidos en las etapas precedentes, es decir, la dinámica del proceso de investigación científica es flexible y adaptable al contexto en que se investiga, de manera tal que las categorías científicas pueden sufrir cambios en el desarrollo de la investigación en relación a las formulaciones iniciales, lo que implica que es un proceso que está sistemáticamente en desarrollo.
El proceso de investigación científica conduce a resolver la contradicción existente entre lo desconocido y lo conocido sobre alguna esfera de la realidad objetiva. Es un proceso de naturaleza compleja en el cual el investigador obtiene, como cualidad resultante, un nuevo conocimiento que se convierte en capital intelectual al enriquecer el fondo universal de conocimientos, el que se cualifica en:
Capital humano: Cuando se pone al servicio de la comunidad científica para su empleo en nuevas investigaciones.
Capital relacional: Cuando se difunde por medio de las diferentes redes de interfase de transmisión y difusión del conocimiento.
Capital estructural: Cuando se clasifica en dependencia de las posibilidades que tiene de garantizar la transformación de diferentes esferas de la realidad consideradas como objetos de investigación.
En los últimos tiempos se ha destacado el papel gregario del investigador y su influencia en la obtención de una adecuada calidad de vida del hombre, lo que significa que el verdadero significado y sentido de las investigaciones científicas se obtiene cuando sus resultados se ponen en función de satisfacer las necesidades fundamentales del hombre, por ejemplo: salud, educación, alimentación, trabajo y vivienda.
Sin entrar a valorar otros tipos de demandas que pueden hacerse desde la propia vida del hombre, se considera que la Investigación en Educación es un factor en torno al cual se agrupan otros y en la cual se manifiesta la integración de los saberes que garantizan la calidad de vida material y espiritual del hombre, premisa de su subsistencia como especie, de su participación como ser social y de su necesidad de creación de bienes y servicios materiales y culturales.
Este carácter humanista de la investigación educativa se manifiesta en momentos en que se produce el tránsito del Paradigma de Desarrollo Humano, centrado en la acumulación de riquezas materiales al Paradigma de Desarrollo Humano Sostenible, que tiene como fin el incremento del bienestar social y de la calidad de vida del individuo, la familia y la sociedad en general.
El hombre, al ser objeto y sujeto del proceso educativo, adquiere conocimientos, desarrolla capacidades y habilidades, perfecciona los hábitos y encuentra significado y sentido a la labor que realiza y con ello se halla en mejores condiciones para participar en el hecho social desde una nueva cultura de calidad humana, como la manifestación de la actividad del hombre en la sociedad que contribuye, sostenidamente, a su desarrollo.
Se manifiesta, en consecuencia, la contradicción esencial entre las aspiraciones y las necesidades del hombre como ser social, las que deben estar en correspondencia con las aspiraciones y las necesidades de la sociedad en su conjunto.
En este mismo orden de cosas se puede decir que las aspiraciones del investigador se ponen de manifiesto cuando el mismo resuelve las necesidades que motivaron su indagación científica al conjugarse las dos grandes propiedades de la ciencia: la predicción y la explicación, cuyos resultados los da a conocer en congresos, revistas, libros, etc, recibiendo la crítica a sus resultados de parte de la comunidad científica; pero ante todo, cuando se introducen los resultados en la práctica social contribuyendo al Desarrollo Humano Sostenible desde sus diferentes esferas.
Lo planteado obedece a la premisa de que toda nueva teoría sobre el desarrollo de la ciencia ha de tener en cuenta las condiciones históricas concretas en que se produce, tanto más cuanto no existe ni una ciencia ideal ni un método científico que pueda imponerse a priori; y, por el otro lado, que no ha de considerarse consustancial al progreso científico un desarrollo de la ciencia lineal y acumulativo, sino que éste ha de ser siempre el resultado de la crítica de teorías llevadas a cabo en el seno de la comunidad científica y en medio de la competencia mutua entre teorías (HERDER, 2000).
Estas condiciones histórico-concretas son determinantes en las llamadas Ciencias Sociales, entre las que se distinguen la sociología, la psicología social, la pedagogía, la economía, la ciencia política, etc, y más recientemente las ciencias médicas (Leticia Artiles et al, 2008).
Las Ciencias Sociales, que no disponen de un método de investigación como el de las Ciencias Naturales, han sido sometidas a la crítica científica desde el Racionalismo Crítico de Karl Popper y la Teoría Crítica de la Escuela de Francfort hasta el modelo nomológico de W. Dray y las teorías de Ascombe y Von Wrigth, quienes sostienen que la investigación social tiene sus propios métodos. Debe destacarse en este sentido las contribuciones de enfoques investigativos como el Conductismo, el Funcionalismo y el Interaccionismo Simbólico, por sólo citar estos, con fuertes bases socio-antropológicas.
En el campo de la Pedagogía, como ciencia social, se destaca la influencia de paradigmas como el Positivismo, el Interpretativo y el Participativo, abordados ampliamente por la literatura científica.
En la década del 70 del siglo XX Thomas Kuhn introdujo el concepto de Paradigma en su obra "La estructura de las revoluciones científicas". Según él, una revolución científica se da cuando se produce un "cambio de paradigma".
Los paradigmas son realizaciones científicas universalmente reconocidas, que, durante cierto tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. Cada comunidad científica comparte un mismo paradigma. Cuando esta comunidad se replantea su paradigma, entra en crisis y esto provoca una revolución científica. Como consecuencia, la sociedad científica se reagrupa en torno a un nuevo paradigma, que sustituye al anterior.
El planteamiento paradigmático de Kuhn ha sido objeto de una larga polémica. Entre las críticas, destaca el hecho de que se basa en una definición poco precisa del concepto de paradigma. Además, muchos autores consideran un error de Kuhn el considerar a las ciencias sociales en un estado de retraso preparadigmático.
Para comprender esto es necesario distinguir entre Ciencia Revolucionaria y Ciencia Normal.
Fuente: Diccionario Filosófico HERDER, 2000.
La ciencia normal supone el mantenimiento y el amparo de un paradigma, mientras que la ciencia revolucionaria supone la existencia de una revolución científica. Kuhn llama «revolución» a un cambio de paradigma:
La ciencia revolucionaria es aquella, por tanto, que conduce a un cambio cualitativamente superior. Así, la ciencia normal, conservadora, intenta mantener los estatus alcanzados y, al aplicarse sus resultados a nuevos contextos, se produce una crisis que conduce al estancamiento, a una tendencia a la ruptura de lo viejo y su sustitución por lo nuevo.
En este proceso se manifiesta la incompatibilidad entre los paradigmas existentes para explicar fenómenos y procesos con nuevas cualidades y emerge un nuevo paradigma que los explica satisfactoriamente, con lo que se crean nuevos ciclos de desarrollo. Pero este nuevo paradigma no conduce a la supresión del viejo, sino que se complementa con este.
De esta forma para Lakatos (1974) los distintos paradigmas no compiten entre sí. Los paradigmas raramente son sustituidos debido a su falsificación. Se puede hablar, entonces, de multiplicidad de paradigmas (o pluriparadigmaticidad), concepción que está en contradicción con la tesis de Kuhn. Incluso se puede afirmar que en ciertos casos se camina hacia la integración de paradigmas.
Algunos autores prefieren sustituir el término de paradigma por el de programa de investigación, concepto introducido por Lakatos (1983). El concepto de programa de investigación se refiere a una descripción de los distintos géneros de investigación, según las decisiones del investigador.
Este aspecto, que está en plena correspondencia con las leyes de la Dialéctica (ley de la negación de la negación y desarrollo en espiral) ya se puso de manifiesto a finales del siglo XIX con la llamada Crisis de la Física, que trajo como resultado la aparición de la Física Cuántica. Más recientemente, la emergencia del Paradigma de la Complejidad ha sustituido al Paradigma de la Simplicidad, lo que tiene una expresión concreta en el campo de las Ciencias Sociales y Humanistas.
Las categorías del diseño metodológico en la investigación científica
En todo diseño metodológico se plantean un conjunto de categorías científicas que cualifican al tipo de investigación, al enfoque investigativo utilizado y a la formación de base del investigador. Las definiciones de estas categorías aparecen en todo manual de Metodología de la Investigación y por ello no se tratarán en este trabajo.
De lo que se trata y que muchas veces no se publica es de la epistemología de estas categorías. Se ha planteado que toda investigación subyace en una idea inicial, en una duda del investigador que necesita ser resuelta. Con el transcurso del tiempo esta duda va cobrando forma y se van definiendo sus aspectos esenciales, necesarios y suficientes para ser formulada en términos de un problema científico.
Desde el punto de vista epistemológico todo problema científico es efecto de una causa que lo provoca, siendo una manifestación externa del objeto de investigación. Por lo tanto, antes de la formulación del problema se debe establecer esta causa, aunque no se ponga de forma explícita en el diseño metodológico.
En lo planteado se manifiesta una de las contradicciones de la Dialéctica, como método general de la investigación, la de la relación Causa-Efecto.
Si, como se ha planteado, todo efecto es consecuencia de una causa, entonces, en una investigación científica, para resolver el problema debe irse a la causa y no al efecto. La razón de ello es que, si no se elimina la causa, aunque temporalmente se elimine el efecto, la causa vuelve a provocarlo.
Esta es la llamada Causa Epistémica Inicial. De esta forma, una de las primeras contradicciones fundamentales en la investigación científica se da en esta relación:
El análisis posterior a este aspecto conduce a establecer que el problema científico, como manifestación externa del objeto de investigación, es particular mientras que la causa epistémica es general. En efecto, esto se entiende si se considera que una misma causa epistémica puede provocar diferentes problemas científicos (efectos).
Dicho de otro modo, un objeto de investigación, contentivo de diferentes campos de acción, manifiesta una relación sistémica y holística entre el problema científico y la causa que lo provoca, delimitado aquel por el interés del investigador y por el diagnóstico que cualifica el campo de acción, lo que da paso al planteamiento de lo que debe hacerse para resolver la contradicción dialéctica planteada entre causa y efecto, es decir, el objetivo de la investigación.
Entonces el problema científico es al objeto de investigación como el campo de acción es al objetivo. Siguiendo el pensamiento sistémico y holístico se tiene que:
Entonces, desde esta concepción, quien define el campo de acción no es el objeto (ya que existe en él) sino el objetivo.
Por ello se insiste en que, desde el punto de vista estructural, en el diseño metodológico se define el problema, el objeto, el objetivo y, luego, el campo de acción, en ese orden.
Una forma que se sugiere apara el establecimiento de la causa epistémica inicial es el empleo de la llamada Red Analítica.
La red analítica relaciona los problemas que se manifiestan en los espacios genoestructural, funcional y material con los planos general, particular y singular.
Espacios:
Genoestructural: Aquellos problemas que obedecen a políticas y estrategias generales de actuación que, en su manifestación introducen relaciones entrópicas en el proceso que se analiza.
Funcional: Aquellos que responden a la propia funcionalidad del sistema y que impiden el autodesarrollo del mismo así como el cumplimiento de los objetivos propuestos.
Material: Los relacionados con el soporte logístico para el desarrollo del proceso.
Planos:
General: Los que se relacionan con aspectos del sistema en el cual se enmarca el estudio realizado.
Particular: Los que se corresponden con aspectos específicos de este sistema.
Singular: Aquellos que implican una parte muy específica y puntual del objeto de investigación.
La red analítica tiene, entonces, la siguiente conformación:
Un ejemplo de ello se presenta a continuación, en el que se analiza la determinación de la causa epistémica inicial en una investigación que aborda problemáticas relacionadas con el trabajo comunitario y el enfoque intersectorial:
Debe notarse como algunos de los problemas se encuentran imbricados en más de un plano y de un espacio, lo que indica que el diseño de la red analítica debe hacerse pensando bien el sistema de relaciones que se establece entre las distintas situaciones problémicas que se analizan y de la que resulta, como síntesis, la referida causa epistémica.
El carácter sistémico se manifiesta en el sentido de recursividad de las situaciones problémicas analizadas, a partir de la jerarquización de las mismas y del nivel de dependencia que se establece entre ellas.
El carácter holístico que se da en que la síntesis de los problemas es una concepción integradora categorial de problemáticas que dinamizan el análisis y la síntesis del sistema en estudio como una totalidad.
Por otro lado, es conocido que existen investigaciones que tienen un nivel de complejidad mayor o menor que otras, por lo que la delimitación de la causa epistémica inicial puede ser más o menos compleja. En los casos más complejos se sugiere que se dividan las insuficiencias diagnosticadas en causas y efectos y se realice una votación de expertos para determinar la posible causa y el posible efecto final (problema científico).
De lo que se trata es de hacer más científico el proceso de determinación del problema científico. En el ejemplo considerado, siendo la causa epistémica la planteada se tiene entonces, como problema científico: La insuficiente efectividad de las acciones de carácter comunitario con carácter intersectorial, problema que lo que le falta es la precisión del lugar en el que se manifiesta.
Por otro lado el objeto de investigación es lo que se pretende transformar, a saber: El trabajo comunitario en el lugar específico de su manifestación.
Entonces, con estos elementos el investigador, que ha realizado un estudio de trabajos e investigaciones previas sobre el objeto de investigación y ha aplicado instrumentos empíricos para precisar las insuficiencias (debilidades), las fortalezas, las amenazas y las oportunidades, diseña que va a hacer para mejorar el proceso, delimitando el objetivo dirigido a la causa epistémica inicial. Como esta se relaciona con la estructuración sistémica del trabajo comunitario, entonces se puede plantear como objetivo: el diseño e implementación de un sistema de acciones comunitarias de carácter sistémico sustentado en una metodología para el perfeccionamiento del trabajo comunitario con carácter intersectorial.
Queda claro entonces que el campo de acción se delimita en la estructuración sistémica de un sistema de acciones con carácter intersectorial.
Salvando las insuficiencias que puedan emerger de la ejemplificación a partir de una situación hipotética, los autores esperan que el ejemplo haya sido ilustrativo de la idea que se defiende en relación a estas categorías de la investigación científica.
No se trata, ni mucho menos, de un rompimiento con los esquemas tradicionales, sino de apoyar estos esquemas en preceptos que complementen al carácter científico del análisis que se realiza.
El siguiente paso es la delimitación de la hipótesis de la investigación. Se parte del criterio de que una investigación, independientemente del enfoque que se aplique (cualitativo o cuantitativo), debe tener hipótesis, y que esta debe responder al referido enfoque. Otros modelos recomiendan trabajar con preguntas científicas o ideas a defender. La posición de los autores al respecto es la siguiente:
Las preguntas científicas no son necesarias si se establece un sistema de tareas coherentes que dan cuenta de la estructura de la investigación.
La idea a defender es una hipótesis en la que no se declara la contradicción esencial de la investigación.
Siendo estos recursos aprobados por la comunidad científica, no se critica su empleo y sí se someten a análisis en base a los presupuestos teóricos de la investigación científica.
En este sentido la estructura de la hipótesis debe:
Exponer, de forma anticipada, lo que se espera lograr con el desarrollo de la investigación.
Manifestar la existencia de una contradicción esencial, en función de resolver la cual se debe desarrollar la dinámica de la investigación.
Darle respuesta al problema científico y a la validez del objetivo de la investigación desde el campo de acción considerado.
Para comprender estas ideas es necesario entender que toda investigación es contentiva de un sistema de contradicciones, que explican su carácter dialéctico. Estas contradicciones pueden ser:
Fundamental: Cuando se derivan de la causa epistémico inicial. En este caso es una contradicción de carácter externo que requiere, para su explicación de la solución de contradicciones internas.
Esencial: La que se manifiesta desde el problema científico, encontrándose en la frontera de separación del objeto (considerado como sistema) en relación a otros objetos y que requiere de la definición de un campo de acción para su solución.
Subordinada: Aquellas que se desprende de la esencial y que forman parte, estructural y funcionalmente, de momentos o fases del aporte teórico de forma particular.
Pero no siempre las contradicciones se determinan de forma adecuada. Una contradicción, para ser esencial, debe cumplir con las siguientes cualidades:
Ser recursivas, es decir, ser categorías de similar naturaleza.
Manifestar ser excluyentes bajo determinadas condiciones.
Complementarse bajo otras condiciones.
Desde el punto de vista del método sistémico-estructural-funcional el carácter de exclusión de las categorías se delimita al establecerse las relaciones entrópicas que afectan al objeto de investigación. Asimismo el carácter de complementariedad se establece al especificarse la homeoestasis del sistema.
Es decir, si se define una hipótesis, entonces es necesario determinar (de forma cualitativa o cuantitativa, en dependencia del enfoque), cual es la variable dependiente y cuál es la independiente, siendo la dependiente aquella que se dinamiza en el proceso y que se manifiesta en el problema científico desde el objeto de investigación, mientras que la independiente es aquella que se manifiesta desde la causa epistémica inicial.
Se aclara que en una investigación pueden plantearse varias variables dependientes pero una sola independiente. Se recomienda definir el campo de acción de forma tal que en el mismo se declare una variable dependiente, pues el trabajo con más de una entraña la consideración de variables ajenas o extrañas, lo que significa prestar atención a los grados de libertad del objeto de investigación como sistema y, en este caso, pierde significación el campo de acción, desarrollándose la investigación a nivel de objeto, lo que se corresponde con investigaciones de post-doctorado o e doctorado de segundo nivel.
Lo planteado se modela a continuación:
Como se observa, la hipótesis se plantea desde el problema científico, el campo de acción y el objetivo; entonces se puede completar la idea formulada anteriormente: El problema es al objeto como el campo es a la objetivo; la hipótesis es al campo como el problema es a la causa epistémica inicial.
Para aquellos que duden en emplear hipótesis en sus investigaciones, aunque sean cualitativas, se recuerda que en la hipótesis se declaran variables y que estas pueden ser cualitativas o cuantitativas. Pensar que las hipótesis deben cuantificarse en todo momento es tener un pensamiento reduccionista y mecanicista que limita el análisis sistémico y holístico del proceso investigativo.
Un aspecto que debe enfatizarse en este sentido es la operacionalización de las variables, que muchas veces se deja al juicio del investigador, sin un criterio científicamente establecido y sin determinar la relación que existe entre ellas, los campos o dimensiones, los indicadores y los criterios de medición.
Las definiciones de estos términos están suficientemente difundidas en la bibliografía existente. Por ello no es objeto de análisis de este trabajo. Eso sí, se propone el siguiente esquema para la operacionalización de las variables, en aras de tener claridad de cuál es la dependiente y cuál es la independiente:
Variables | Dimensiones | Indicadores | Criterios de medida | |
Un ejemplo de lo planteado, en base a la situación ejemplificada, es el siguiente:
Variable: Comunicación
Dimensión: Psicológica
Indicadores:
1. Escucha a los demás sin interrumpir.
2. Establece relaciones de empatía en sus relaciones.
3. Socializa los objetivos del trabajo en colectivo.
4. Utiliza un timbre de voz agradable.
Criterios de medida:
Sí___ No___
Sí___ No___
Sí___ No___
Sí___ No___
Entonces se precisa especificar cada criterio de medición, lo que se hace sobre la base del análisis contextual de la manifestación de las variables. Un ejemplo de ello es:
En relación a si establece relaciones de empatía con los demás:
Sí: Siempre está de buen humor, no interrumpe a los demás en sus análisis, otorga juicios justos a sus definiciones, etc.
No: Interrumpe cuando no está de acuerdo, no es crítico en sus reflexiones, no valora objetivamente los resultados en colectivo, etc.
De todas formas, esta tarea se perfecciona sobre la marcha y, sobre todo, cuando se tiene una idea objetiva del Universo y de la Muestra que se emplea en la investigación.
Sobre estas categorías existen suficientes estudios realizados en las bibliografías especializadas. Por ello no se aborda en este trabajo. De lo que se trata poco es de la relación que existe entre ellas.
Al culminar una investigación-desarrollo se quiere generalizar los resultados obtenidos en una muestra, muchas veces por un criterio no fundamentado por el investigador o porque ya se ha hecho tradición que una de las recomendaciones sea esa.
Es poco probable que, en las condiciones actuales, se apruebe una tesis de este tipo que demuestre que las hipótesis (aunque puede investigarse con más de una) de la investigación no es correcta, lo que obliga a todo el mundo a comprobar su carácter veritativo, incluso falseando los resultados.
Esta falacia metodológica es propia del pensamiento positivista que aún prevalece en muchos comités académicos.
La población o universo existe independientemente del investigador y lo que él proponga en su tesis puede ser tenido en cuenta o no, sobre todo cuando la población es grande en cantidad y se hace difícil trabajarla.
Esto no sucede así con las investigaciones de corte cualitativo en las que se puede trabajar con pequeños grupos de individuos, incluso con uno sólo, que refleje, en el estudio, las cualidades de un grupo mayor.
En cualquiera de los casos, por lo general se emplea métodos de selección muestral de los que los positivistas han hecho una ciencia, al vincularlo con la Probabilidad y la Estadística Matemática. Pero una cosa es trabajar con números y otra trabajar con individuos.
Lo que sí está claro es que la muestra debe ser representativa de la población, pero no estrictamente hablando en sentido probabilístico.
Se aboga porque los resultados de la investigación puedan ser generalizados a una población, para que tenga significación social y resuelva un verdadero problema.
Desde el punto de vista estadístico esta representación se da cuando la muestra es de, aproximadamente, un 30% de la población, que es cuando la curva de Gauss se normaliza, es decir, que es simétrica, lo que significa que los niveles de significación en el proceso de medición de la variable dependiente se encuentra en la proporción que se exige (95% por ejemplo), en dependencia del estadígrafo empleado.
Pero esto es un pensamiento netamente positivista ¿Qué ocurre en el caso de las variables cualitativas cuando se trabaja, por ejemplo con un individuo y se formula una hipótesis cualitativa?
En este caso no hay forma de saber que lo que se propone es adecuado a toda la población, pero, si se caracteriza adecuadamente la misma y se determinan las regularidades y tendencias que la cualifican y se comparan con las de la muestra, entonces es posible predecir que los resultados pueden o no ser generalizados, en dependencia de la coincidencia o no de la referida caracterización.
Los estudios cualitativos indican que es posible generalizar estudios de este tipo a poblaciones, incluso con características heterogéneas.
La definición de la hipótesis y de las variables (que por lo general son las categorías de la contradicción esencial) da paso a la formulación de las tareas científicas.
Las tareas se configuran en el proceso de investigación y dependen del tipo de esta. Pero, independientemente del criterio que se utilice, deben responder a una estructura epistemológica, metodológica y de desarrollo o aplicación.
Tareas epistemológicas:
La determinación de la evolución histórico-tendencial del objeto de estudio:
Esta tarea implica que el investigador, en su proceso indagativo, busca argumentos expuestos en trabajos previos, en la bibliografía consultada y en la experiencia del investigador, de la forma en que el referido objeto se ha manifestado. Esto determina lo causal y tiene mucho que ver con la causa epistémica inicial.
Muchas veces el investigador se confunde en la evolución histórico-tendencial porque no tiene claridad de ello. Ya que lo que se busca es eliminar la causa, debe partir del comportamiento histórico-tendencial de esta en el objeto (y sólo en el objeto) destacando sus diferentes períodos de desarrollo histórico de acuerdo a variables definidas de periodización así como las tendencias de desarrollo, las que se manifiestan en el tránsito de un período a otro.
Es necesario precisar que, lo que se manifiesta en un mismo período puede entenderse como regularidad, mientras que lo que sucede en el tránsito de un período a otro, que marca un cambio epistemológico, es tendencia.
De esta forma, al plantearse la contradicción esencial de la investigación desde el enfoque externo del proceso, es decir, el que se corresponde con el objeto de estudio o de investigación, se definen tres categorías importantes:
La fisura epistemológica: Que se manifiesta en la ciencia de base de la investigación.
La brecha epistemológica: Que se manifiesta en el investigador.
El punto de inflexión epistemológico: Que marca la situación de cambio en que se resuelve la brecha y la fisura epistemológica, como expresión de la relación: tesis, antítesis y síntesis:
Estas categorías se manifiestan, no sólo en la primera tarea, sino a lo largo de toda la investigación. El punto de inflexión epistemológico se alcanza cuando se ha cumplido con el objetivo general de la investigación, lográndose un nexo de lo causal con lo fáctico. Pero también se manifiesta cuando se cumple que el investigador, basado en la sistematización del conocimiento cultural existente sobre el objeto que investiga, ha definido y estudiado los campos desde los cuales va a realizar el abordaje teórico del problema que investiga.
Es decir, en el desarrollo de la investigación, el análisis fáctico y causal pone al investigador en situación de aprendizaje al obligarlo a revisar lo que se ha hecho sobre el objeto de investigación: publicaciones, investigaciones realizadas y criterios de expertos.
Determinación de los presupuestos teóricos de partida.
La determinación de los presupuestos teóricos de partida constituye la base del aporte que realizará.
El investigador incursiona en el mundo de la cultura existente sobre el objeto, sistematizando, analizando, sintetizando y delimitando las ciencias que dominarán sus presupuestos de partida. A estos presupuestos les hará una crítica y expondrá con claridad su posición epistemológica, desde la cual asume sus planteamientos.
Caracterización fáctica y causal del objeto de investigación desde el campo de acción.
La tercera tarea es la caracterización del objeto de investigación, pero desde el campo de acción y esto es importante.
Existen investigaciones realizadas que han caracterizado todo un objeto y sólo han trabajado, epistemológicamente hablando con una parte de él, por lo que la caracterización no ha sido objetiva.
La caracterización del objeto desde el campo de acción o diagnóstico del problema científico es la concreción de la fase fáctica de la investigación, en la que el investigador, luego de tener conocimiento de cómo ha evolucionado el objeto históricamente, determinando regularidades por etapas y tendencias así como lo que la ciencia dice al respecto, contextualiza en tiempo y en espacio el estado actual del objeto desde el campo de acción, precisando regularidades actuales en el contexto que investiga y, sobre todo, demostrando la necesidad y la importancia de realizar la investigación. En esta tarea aplica métodos teóricos y empíricos. Las regularidades del diagnóstico deben corresponderse con las regularidades del estudio histórico-tendencial, ya que el investigador analiza, a nivel factual, lo que se ha manifestado a nivel causal e histórico, comparando su comportamiento (el de las variables). Una vez concluida la investigación, este diagnóstico pasa a ser de tipo histórico-tendencial.
Un aspecto que no queda claro en la literatura científica está relacionado con la lógica de la investigación, la del informe escrito del aspirante y la de presentación de los resultados ante un tribunal.
Sin querer abundar en este aspecto debe decirse que, cuando se realiza el informe, ya la investigación está hecha, entonces la fundamentación del problema, que comienza a realizarse desde la introducción, utiliza elementos del diagnóstico que se corresponden con la tercera tarea, a modo de síntesis y para poder formular el problema científico. Los aspectos a tener en cuenta en una exposición queda como material de otro trabajo.
Fundamentación, diseño y validación de las transformaciones que se proponen en el objeto.
Aquí ya se tiene claridad del aspecto epistemológico del objeto de investigación y se hace una caracterización funcional del campo de acción, al plantearse las modificaciones que el investigador propone se realicen en el mismo para resolver la situación problémica investigada. Es decir, se fundamenta el aporte teórico de la investigación.
En este punto no existe un consenso aún de la estructura del capítulo II ya que, algunos plantean que el aporte debe ir en este capítulo y otros dicen que también debe estar el aporte práctico (no sus resultados). Los autores consideran que tanto el práctico como el teórico deben estar en este capítulo ya que, metodológicamente hablando, es donde ocurre la transformación del objeto, considerado en el campo de acción, desde lo abstracto-pensado a lo práctico valorativo, si se tiene en cuenta la teoría leninista del conocimiento.
Este capítulo tiene, por lo tanto, tres tareas:
La fundamentación del aporte teórico y del práctico.
El aporte teórico.
El aporte práctico.
De manera que se tienen, hasta el momento, seis tareas, tres por cada capítulo.
El capítulo III, como se planteó anteriormente, es de desarrollo. Aquí se muestra la forma en que se aplicó el aporte práctico, se muestran los resultados obtenidos y se prueba el carácter veritativo de la hipótesis por algún criterio, lo que da cuenta de tres tareas más. En total son nueve tareas que organizan desde el punto de vista lógico, epistemológico y metodológico la presentación de los resultados de la investigación.
Una vez considerado este aspecto, el esquema con el que se trabaja sugiere que, a las tareas le siga la forma en que se van a desarrollar, es decir, los métodos. De los métodos existe una amplia clasificación en la literatura científica, difundida en todo el mundo. Ahora bien, el Método es lo abstracto-pensado y el procedimiento o la técnica (en sentido investigativo) es lo práctico-valorativo.
Los métodos de investigación son, en general, dos, históricamente condicionados:
La observación.
El experimento.
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