En noviembre del año 2001, una de las salas de acceso fue instalada en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), ubicado en Los Teques-Estado Miranda, en coordinación conjunta entre el CNTI y la Fundación para el desarrollo integral del Servicio Penitenciario del Estado Miranda (Funsepem).
Regularmente este tipo de iniciativas se había venido desarrollando en Venezuela como alternativa de acceso compartido a la comunicación y servicios de información en escuelas y bibliotecas públicas, sobre todo en municipios y áreas rurales, para ofrecer a sus habitantes acceso gratuito a Internet. El Infocentro del INOF se convierte así en el primero en ser instalado en un centro penitenciario del país, con el fin de ofrecer sus servicios a las 281 reclusas de esa cárcel.
Esta experiencia atípica, única e innovadora plantea una realidad quizás no contemplada, la oportunidad de que personas aisladas de la sociedad por causas penales, puedan igualmente aprovechar los beneficios que brinda Internet para mejorar sus propias condiciones de vida y las de su entorno privativo.
Describir qué uso hacen de Internet las personas con pena privativa de libertad, principal objetivo de este estudio, puede convertirse en un paso adelante en el descubrimiento de las potencialidades de esta nueva herramienta tecnológica, comunicativa y consecuentemente social, en beneficio y desarrollo de la humanidad.
4. Fundamentos teóricos
Se pretende observar el objeto de estudio de la presente investigación siguiendo un estatuto epistemológico centrado en tres postulados: el paradigma de la complejidad (Morin, 1997), la interdisciplinariedad (Martínez, 1997) y la síntesis creativa (Sánchez, 1992).
Teóricamente se sustenta en la corriente crítica tanto de la comunicación como de la criminología. En cuanto a la comunicación, si bien se acepta que Internet, como un nuevo medio comunicativo, es parte esencial del proceso comunicacional, se considera a la comunicación como una actividad humana fundamental a través de la cual los seres humanos se relacionan entre sí y pasan de la existencia individual a la comunitaria (socialización), por lo cual se pone acento en el proceso de comunicación como un acontecimiento personal, cultural y social, y en el hombre como protagonista de éste.
En cuanto a la criminología, la teoría crítica se opone al fin resocializador como práctica de la pena privativa de libertad dentro de las instituciones carcelarias, ya que éstas traen como consecuencia la prisionización y estigmatización del interno, hasta el etiquetamiento por la sociedad; y porque le genera grandes daños desde todo punto de vista (psicológico, social, económico, familiar), convirtiéndose la cárcel en medio para la reincidencia y agravamiento del delito. Ante ello propone el concepto de "reintegración social", que requiere la apertura de un proceso de comunicación e interacción entre la cárcel y la sociedad, en el que los ciudadanos recluidos en la cárcel se reconozcan en la sociedad externa y la sociedad externa se reconozca en la cárcel.
Internet como factor socializante
Para reconocer a las Tecnologías de Información y la Comunicación, y en particular a Internet, como factor socializante se hace necesario precisar los rasgos socializadores de este nuevo medio, asumiéndolo, desde luego, como un agente de socialización.
Partiendo de una definición de socialización, Austin Millán (2000), desde una postura sistémica que sostiene la interdependencia entre socialización y cultura, la define como
"el proceso por el cual el individuo absorbe la cultura, se integra en la sociedad y conquista su propia personalidad. La socialización supone la internalización o interiorización de los contenidos culturales de la sociedad en que nace y vive. Por ello, supone también la adaptación a la sociedad y a la cultura".
De manera que a través de la socialización aprendemos a ser miembros de una comunidad humana y a interiorizar los valores y roles de la sociedad en que hemos nacido y habremos de vivir. Es decir, a través de la socialización aprendemos a vivir dentro de un grupo, a ser miembros competentes de la sociedad en que hemos nacido, y donde el factor cultura tiene un papel determinante.
La cultura es entendida como
"un proceso (o red, malla o entramado) de significación comunicativa, objetiva y subjetiva, entre los procesos mentales que crean los significados y un medio ambiente o contexto significativo y a la vez significante" (Austin Millán, 2000).
Es decir como producto del comportamiento humano y de la vida social situados en un ambiente de tiempo, espacio y productividad material e intelectual. La importancia que tiene esta forma de definir la cultura radica en que permite verla como el mecanismo por el cual los seres humanos crean y recrean los significados y sentidos compartidos que se necesitan para entablar relaciones con otras personas. Naturalmente sólo pueden establecer una red de relaciones aquellas personas que comparten los mismos significados respecto de las cosas y actividades que les son comunes y al hacerlo forman una sociedad. Por el contrario no se pueden entablar relaciones de carácter social si no se comparten los significados, porque las partes no entienden lo que se hace o lo que se dice.
Durante la socialización se forma todo un complejo de destrezas, cualidades, capacidades y habilidades necesarias para vivir en sociedad, entre los cuales Austin Millán (2000) menciona:
El lenguaje de su grupo social Incorpora normas y valores, por un lado y la red de significados que conforman la cultura, por otro. Conciencia de su posición social y de la de los "otros". Habilidades para convivir e interrelacionarse con esos "otros". Una actitud creativa o repetitiva frente al conocimiento. Aprender a aprender. Desarrollo físico. Grado de uso de su voluntad y capacidad de logro. Confianza en sí mismo (autonomía y voluntad).Aptitudes, habilidades y conocimientos específicos de cada individuo.
Ahora bien, en el desarrollo de estas destrezas, cualidades, capacidades y habilidades, intervienen los agentes de socialización, que por excelencia son:
La familia, como el primer medio que actúa como socializador, acompañando al individuo por un largo período de su vida; el "grupo de pares", es decir, el grupo de amigos y de iguales con que un niño o joven comparte cotidianamente, el que no sólo le permite poner en práctica lo aprendido con los otros agentes socializadores sobre cómo mantenerse en interrelación o intercomunicación con otros, sino que también le comunica normas, valores y formas de actuar en el mundo; la escuela, que se constituye en un importantísimo formador/socializador, afectando también a todos los aspectos susceptibles de ser socializados en un individuo; el conjunto Deportes/Arte/Religión, los que pueden o no estar presentes, todos o algunos de ellos en la socialización del niño y el joven, y por último, los medios de comunicación (de masas, electrónicos e informáticos), los que transmiten conocimientos a la vez que son muy potentes en reforzar los valores y normas de acción social aprendidos con los otros agentes socializadores.
Es en este último agente donde está inserta Internet, como un nuevo medio que posibilita que el usuario se apropie de su entorno significante (en este caso tecnológico-virtual), para crear y recrear los significados y sentidos compartidos que se necesitan para entablar relaciones con otras personas. Y si Internet permite que el usuario absorba la cultura –por medio de la vida en la red-, y se integre en la sociedad –virtual o real, pues ambas integraciones son factibles-, entonces Internet es un factor socializante.
En cuanto a este nuevo medio, Castells (1999) apunta que Internet integra diferentes modos de comunicación humana (escrita, oral y audiovisual) en una red interactiva:
"La potencial integración de texto, imágenes y sonidos en el mismo sistema, interactuando desde múltiples puntos de una red mundial, en el tiempo elegido (real o diferido), en condiciones de acceso libre y accesible, cambia fundamentalmente el carácter de la comunicación. Y la comunicación es decisiva a la hora de dar forma a la cultura, porque como Postman escribe "no vemos…la realidad…como 'es', sino como nuestros lenguajes son. Y nuestros lenguajes son nuestros medios de comunicación. Nuestros medios de comunicación son nuestras metáforas. Nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura. Como la cultura es mediada y se realiza a través de la comunicación, las cultura -es decir, nuestros sistemas de creencias y códigos históricamente producidos- son transformadas sustancialmente, y lo serán aún más con el correr del tiempo, por el nuevo sistema tecnológico" .
Resumiendo, se trata de un nuevo sistema de comunicación digital caracterizado por su alcance mundial, su integración de todos los medios de comunicación y su interactividad potencial y que está cambiando y cambiará nuestra cultura.
Tal y como el mismo Castells (2001) señala, Internet nos convierte en partícipes de un nuevo modelo socio-cultural caracterizado por una diferenciación social y cultural (los interactuantes y los interactuados), por una experiencia digital, multimedia y por una nueva cultura: la cultura de la virtualidad real que borra las nociones de espacio y tiempo de la materialidad de lo real.
Asimismo, el nuevo medio, que incluye y abarca todas las expresiones culturales, intensifica la condición societaria del ser humano, colocando su acento en la cultura, lo cual se traduce en un abandono de la relación con la naturaleza. "Atrás quedó el dominio del hombre frente a la naturaleza; entramos en un mundo donde predomina lo social-digital" (Guanipa, 2001). Sin embargo, Castells (2001) menciona que en esta nuevo mundo social-digital se mantendrán los rasgos sociales asumidos como naturales, en particular los de género y estructura familiar.
Esto nos hace concluir que estamos frente a un nuevo modelo puramente cultural de interacción y organización sociales, donde la información es el ingrediente clave, y donde el proceso socializador es inevitable.
En cuanto a los factores socializadores de Internet, Castells (1999) indica que aunque aún no está claro cuánta sociabilidad tiene lugar en las redes electrónicas y cuáles son los efectos culturales de esta nueva forma de sociabilidad, por sobre todas las cosas, a la hora de medir los impactos sociales y culturales de la comunicación mediada por computadoras (CMC) se debe tener en cuenta la investigación sociológica acumulada que trata sobre los usos sociales de la tecnología.
De lo anteriormente expuesto, se identifican entonces los factores socializadores de Internet, que se asocian directamente al uso de la tecnología:
- La Comunicación (oral, escrita, audiovisual gracias a su condición hipermediática).
- La Interacción social (con el otro u otros) por medio de la CMC, para establecer relaciones sociales en la realidad virtual (Ciberespacio).
- Poder de organización e integración a un grupo social-digital.
- Apropiación de significados y significantes del contexto virtual, objetiva o subjetivamente, y creación y recreación en los procesos mentales del usuario de significados compartidos, necesarios para socializarse gracias a su condición interactiva.
El fin es la reintegración social. ¿Puede Internet contribuir con ello?.
En un contexto signado por transformaciones sociales gracias a las nuevas tecnologías de información y comunicación, no es excluyente la idea de describir cómo el nuevo entorno tecnológico puede incidir sobre la acción de los sistemas penitenciarios en la consecución de su fin resocializador.
El propósito de la readaptación social del condenado que persigue la ejecución de las penas privativas de libertad está contenido en las modernas orientaciones de la criminología, en el Conjunto de Reglas mínimas para el Tratamiento de los Reclusos aprobado por las Naciones Unidas, y en Venezuela, en la Carta Constitucional de 1999 (Art. 272) y en la Ley de Régimen Penitenciario (2000, Art. 2).
En la teoría criminológica, la pena resocializadora ha sido estudiada desde la corriente clásica positivista, y más recientemente, en contraposición a ésta, por la corriente crítica o radical.
La criminología tradicional trabaja con la criminalidad aparente, con el tratamiento penitenciario, con la relatividad del crimen, y desconoce el costo social del delito.
Para Zambrano (1986), uno de los problemas sin solución de la criminología clásica es su postura conformista, que da como verdad axiomática la legalidad del sistema y de los medios de control que utiliza. Se toma como verdad la división de la sociedad en buenos y malos, en delincuentes y no delincuentes. Esto da origen a que el proceso resocializador se convierta en un mito, al considerar al delincuente como incorregible.
A ello responde que la actividad científica de la criminología clásica pretenda estudiar al sujeto delincuente extrayéndolo del mundo social en que vive y del contexto general en que subyace el medio en el que desenvuelve sus actividades.
Pero qué resocialización puede pretenderse alejando a un hombre del seno social por mucho tiempo. Bergalli (1976), al referir un ejemplo, apunta que en lugar de considerar la comunicación del interno con sus familias o allegados la base del objeto resocializador, la criminología clásica la entiende como un derecho, y como tal sufre limitaciones.
La comunicación, desde esta perspectiva, se constituye entonces en una de las bases fundamentales en el proceso de resocialización.
Por otra parte, el tratamiento de la pena es otro factor fragmentario de la criminología positivista, porque no cumple ninguna función social "preventiva" sino que opera como condicionante de futuros delitos, esto es que la llamada prevención especial negativa se convierte en una acondicionamiento "especial" para el delito al que la sociedad somete a quienes son condenados. Es por esto que "en no pocos casos la llamada pena "resocializadora" se transforma en un proceso de desocialización" (Zambrano, 1986:53).
Mucho de los factores antes descritos han provocado que los expertos hayan perdido casi del todo la confianza en la posibilidad de ver a la cárcel como lugar y medio de resocialización. Principalmente debido a los escasos resultados que la institución carcelaria presenta respecto a dicho objetivo, bajo el esquema positivista. Pareciera que existiera una renuncia explícita a los objetivos de resocialización; por el contrario, una reafirmación de la función que la cárcel siempre ha ejercido y continúa ejerciendo: la de depósito de individuos aislados del resto de la sociedad y por esto neutralizados en su capacidad de hacerle daño a ella.
Sin embargo, es en este seno de desconfianza que surge otra postura, constituida por la nueva criminología identificada también como criminología crítica o radical.
Uno de los principales exponentes de esta nueva corriente es el criminólogo-sociólogo Alessandro Baratta (s/f). Para este teórico, el reconocimiento científico de que la cárcel no puede resocializar sino únicamente neutralizar, debe ser afrontado con una norma contrafáctica según la cual "la cárcel, no obstante, debe ser considerada el sitio y medio de resocialización" (Baratta, s/f: 2).
Es cierto, afirma este autor, que se debe mantener como base realista el hecho de que la cárcel no puede producir efectos útiles para la resocialización del condenado y que por el contrario, impone condiciones negativas en relación con esta finalidad. A pesar de esto, apunta que la finalidad de una reintegración del condenado en la sociedad no debe ser abandonada, sino que debe ser reinterpretada y reconstruida sobre una base diferente: "la reintegración social del condenado no puede perseguirse a través de la pena carcelaria, sino que debe perseguirse a pesar de ella, o sea, buscando hacer menos negativas las condiciones que la vida en la cárcel comporta en relación con esta finalidad" (Baratta, s/f: 3). Sin embargo, para que pueda darse el proceso de reintegración social, el objetivo no es solamente un cárcel "mejor", sino también y sobre todo menos cárcel.
Para lograr este objetivo, se debe insistir, según Baratta (s/f), en el principio político de la apertura de la cárcel hacia la sociedad y, recíprocamente, de la apertura de la sociedad hacia la cárcel.
"Uno de los elementos más negativos de la institución carcelaria lo representa, en efecto, el aislamiento del microcosmos carcelario en relación con el macrocosmos social, aislamiento simbolizado por los muros de la cárcel. Hasta que ellos no sean por lo menos simbólicamente derribados, las oportunidades de resocialización del condenado seguirán siendo mínimas" (Baratta, s/f: 4).
Sin embargo, "resocialización" presupone también el concepto de tratamiento, utilizado por la criminología clásica, donde el detenido tiene un papel pasivo y la institución carcelaria uno activo. En cambio, el concepto de "reintegración social" que propone Baratta, requiere la apertura de un proceso de comunicación e interacción entre la cárcel y la sociedad, en el que "los ciudadanos recluidos en la cárcel se reconozcan en la sociedad externa y la sociedad externa se reconozca en la cárcel" (Baratta, s/f: 5).
La reintegración no "por medio de", sino "no obstante" la cárcel significa entonces reconstruir integralmente, como derechos del detenido, los contenidos posibles de toda actividad que pueda ser ejercida, aún en las condiciones negativas de la cárcel, a su favor. Por tanto, "el concepto de tratamiento debe ser redefinido como servicio" (Baratta, s/f: 6).
Bajo esta concepción criminológica, se considera que Internet podría ser un factor determinante en el proceso de reintegración social del condenado, por constituirse en la herramienta comunicativa que posibilitaría, como medio alternativo, la apertura de la cárcel hacia la sociedad y viceversa; además de responder al concepto de servicio y no al de tratamiento del condenado, considerado por la criminología positivista.
Como parte de la Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, Internet ha sido considerado por muchos autores como un verdadero factor de cambio, sobretodo en lo que a comunicación e interacción humana se refiere.
Castells (1999) refiere que Internet ha permitido la integración potencial de varios elementos como el texto, la imagen y el sonido en un mismo sistema, donde el usuario puede interactuar desde puntos múltiples de conexión, en un tiempo elegido a lo largo de esta red que es global, con un acceso abierto y asequible. Estos aspectos distintivos de Internet cambian, fundamentalmente, el carácter de la comunicación, sobretodo por constituirse Internet en una nueva red de interacción social basada en la comunicación.
Este nuevo medio le abre al usuario mayores posibilidades de interactuar con otros en tiempo real, es decir de manera sincronizada, al igual que una conversación telefónica, sólo que aquí la comunicación está mediada por computadora, y puede incluir la variante de la imagen.
Pero quizás la característica más relevante de la comunicación mediada por computadoras es su condición virtual, capaz de crear una realidad paralela, que incluso puede superar la real. Internet es un sistema de comunicación que genera virtualidad real.
"Es un sistema en el que la misma realidad (esto es, la existencia material/simbólica de la gente) es capturada por completo, sumergida de lleno en un escenario de imágenes virtuales, en el mundo de hacer creer, en el que las apariencias no están solo en la pantalla a través de la cual se comunica la experiencia, sino que se convierten en la experiencia" (Castells, 1999: 406).
Esta nueva realidad puede incluir y abarcar todas las expresiones culturales del hombre, pues se habla de que el usuario vive igualmente en la red experiencias donde puede intercambiar referentes simbólicos al igual que lo hace en la realidad. Y es principalmente este intercambio la base de toda creación-adopción cultural de significados. El resultado es una realidad –llamada ciberespacio- igualmente social, social-digital, donde el usuario establece relaciones, aprende, desarrolla destrezas y finalmente se socializa.
La posibilidad de introducir a Internet en las instituciones carcelarias contribuiría con el objetivo de la criminología crítica de abrir la cárcel hacia la sociedad y la sociedad hacia la cárcel a través de un medio comunicativo, donde el condenado pueda ser partícipe de una nueva realidad sin aislamientos y en pleno contacto con otros individuos, fuera de su entorno privativo.
5. Metodología
La investigación es de tipo exploratorio-descriptivo (Hernández et al., 2003). Es exploratoria porque con ella se busca descubrir, ya que no existe ningún estudio como este en el país. Es descriptiva, pues se pretenden especificar las características del Infocentro, de las reclusas usuarias y el perfil de uso de Internet de las mismas, para luego describirlas. En cuanto a su diseño, responde al enfoque no experimental; y de acuerdo con su dimensión temporal, es de tipo transeccional o transversal.
Para efectos de la presente investigación la población se define operacionalmente como: a) para el Objetivo General Nº1: el Infocentro instalado al interior del INOF y en funcionamiento durante el 2003; b) para el Objetivo General Nº2: todas las reclusas del INOF que en 2003 son usuarias activas de Internet en el Infocentro de esta institución.
En cuanto a la muestra, cuya determinación aplica sólo para la segunda población, es de tipo probabilística ya que todas las reclusas usuarias tienen las misma probabilidad de ser escogidas. El tamaño se estimará al momento de la medición final, ya que el número de reclusas usuarias puede variar.
Para el momento en el cual se realizó la prueba piloto el Infocentro del INOF registró un número total de reclusas usuarias de 150, considerándose para la prueba un 6% del total de la población, es decir, 10 reclusas usuarias del total de 150 registradas al momento. Se seleccionaron las reclusas usuarias de forma aleatoria simple, para asegurar que todas tuvieran la misma probabilidad de ser elegidas.
El procedimiento de selección fue la Tómbola. De las siete estaciones de trabajo existentes, se escogieron dos por cada turno de una hora de navegación, y se entrevistó a las reclusas que navegaron en dichas estaciones. La selección comprendió los turnos de las 9, 10 y 11 de la mañana; y el de la 1, 2 y 3 de la tarde.
En cuanto a las técnicas de investigación y los instrumentos de medición se utilizó: a) la observación directa, a través de una Ficha de observación semiestructurada, para precisar los datos concernientes a la variable "Oferta del Infocentro", y b) la encuesta por muestreo, a través de un Cuestionario, para obtener los datos relacionados con la variable "Uso de Internet".
6. Resultados arrojados por la prueba piloto
4.1. Ficha de observación semiestructurada:
1. En cuanto a las características físicas y técnicas del Infocentro: La mayoría de las condiciones físicas y técnicas de la sala están totalmente adaptadas a las exigencias del Centro Nacional de Tecnología de Información (CNTI) contempladas en el proyecto Infocentros.
En cuanto a las condiciones técnicas, la sala cuenta con 1 servidor, y además existe un Proxi controlador, cuyas características técnicas son: Procesador: Pentium III, Memoria RAM: 130Mb, Memoria Cache: 256Kb, Disco Duro: 2 de 9Gb c/u, Sistema Operativo: Windows 2000. El Proxi: Procesador: Pentium III, Memoria RAM: 64Mb, Memoria Cache: 256Kb, Disco Duro: 1 de 20Gb, Sistema Operativo: Windows 2000.
El número de estaciones para el acceso a Internet es siete (7) más el proxi, que es utilizado sólo por las anfitrionas. El tipo de sistema de conexión a Internet es por discado; y no hay cableado en la sala, la conexión es inalámbrica. El sistema posee un bloqueo configurado que permite administrar el uso de las estaciones por turnos de una hora. En cuanto a las normas y reglamentos de uso de la sala, se respetan las que establece el CNTI para el uso de Infocentros en general.
2. En cuanto a Asistencia Técnica: La institución que la ofrece es el CNTI. No cuenta con soporte técnico en sitio. El número de técnicos a disposición del INOF es tres (3), que se acercan hasta el instituto para hacer el mantenimiento preventivo y para solucionar fallas. La periodicidad del mantenimiento preventivo es mensual; y el tiempo de respuesta para el mantenimiento correctivo es de un (1) día, y en ocasiones horas. Puede presentarse el caso de que una asesoría telefónica basta, o que el Técnico Superior Universitario (T.S.U) encargado resuelva el problema.
3. En cuanto a Asesoría y atención al usuario: El Infocentro posee un módulo de atención y asesoría al usuario, tal como establece el CNTI. Cuatro (4) personas se encargan de ofrecer la atención y asesoría a las usuarias: una (1) coordinadora de cabina, una (1) encargada principal -suplente de la coordinadora-, y dos (2) anfitrionas. El número de personas supera al del personal que opera en las salas de acceso públicas (dos encargados regularmente). En cuanto al nivel de capacitación del personal, una (1) es T.S.U, y tres (3) son bachilleres. Dos (2) hablan español e inglés, y dos (2) sólo español.
4. En cuanto a Adiestramiento y Capacitación: Sólo se dictan cursos sobre Internet. Se dicta todos los sábados para entrenar a las nuevas usuarias y su duración es de ocho (8) horas. Los requisitos para realizarlo son saber leer y escribir. Tres (3) instructoras se encargan de dictar el curso, todas son bachilleres y ninguna tiene entrenamiento especializado previo. Son entrenadas por la Coordinadora de cabina, que es T.S.U. en Informática, para realizar sus funciones de instructoras del curso ofrecido y anfitrionas de cabina. Todas las instructoras están adscritas a Funsepem, que les paga por ello. El promedio de participantes por curso es siete (7). En su mayoría todas aprueban.
5. En cuanto a Servicios relacionados: los servicios de impresión, fotocopiado y digitalización de imágenes y documentos no se ofrecen, pues los equipos están dañados y la demanda no es alta. Sólo se venden disquetes 3 y1/2.
4.2. Cuestionario:
1. En cuanto a las Características de las reclusas usuarias: de la muestra tomada para la prueba piloto, el 70% de las entrevistadas es venezolana, el rango de edad que predomina es entre los 18 y 25 años, y el 80% de las reclusas usuarias es soltera. En cuanto al nivel educativo, se observa que el 50% culminó la secundaria y el resto alcanzó grados superiores como técnico y universitario. Las ocupaciones son diversas y se corresponden con el nivel educativo alcanzado, que les permite desempeñar cada una de ellas. Destaca la ocupación estudiante y T.S.U en Administración y Contaduría. El 100% de las entrevistadas habla español, y de ellas un 30% habla, además del español, inglés y alemán.
En referencia al tiempo de reclusión, la mayoría de las reclusas usuarias lleva meses en el INOF, seguidas por un 40% que tiene años de estar recluida. Este tiempo prolongado de permanencia en el instituto, que es para procesadas, refleja el tiempo que tarda el sistema penal venezolano en su decisión sobre los casos; y que se podría traducir en una de las razones que motiva el uso del Infocentro.
El 70% de las reclusas usuarias respondió haber usado Internet antes de llegar al INOF. Esta experiencia previa garantiza el rápido manejo del medio en el Infocentro de esa institución penitenciaria. De este 70%, un 40% dijo haberlo utilizado desde la casa, el trabajo y cibercafés. Las razones que abogan las 3 reclusas usuarias que afirmaron no haber utilizado Internet previamente, oscilan entre no haber tenido necesidad, oportunidad, o no haberlo considerado. Evidentemente ha habido un cambio en la decisión, en la que influyen posiblemente el ambiente con factores de prisionización en el que se encuentran.
2. En cuanto a Recursos y servicios del Infocentro que usan las reclusas: el 100% de las reclusas usuarias entrevistadas afirma utilizar el servicio de Internet que ofrece el Infocentro del INOF. En el caso de los cursos de capacitación, las 10 entrevistadas afirman realizarlos, pero se refieren al único curso que ofrece el Infocentro, que trata sobre Internet, y que además es obligatorio para poder utilizar la sala. Con respecto al resto de los servicios ofrecidos por el Infocentro se observa, en el caso de impresión y digitalización, la tendencia marcada hacia la no utilización: Esto tiene explicación ya que la ficha de observación reflejó que ninguno de estos equipos funciona y por ende no pueden utilizarse. En cuanto a la venta de materiales, se observa que el 60% compra los disquetes 31/2 que se venden.
3. En cuanto a Acceso a Internet: se observa que la mayoría de las reclusas usuarias tienen entre 3 y 12 meses utilizando Internet en el Infocentro del INOF, esto concuerda con el tiempo de reclusión presentado anteriormente, donde la mayoría lleva meses recluida. Utilizan Internet varias veces a la semana y cuando se conectan lo hacen durante toda la hora permitida, lo que indica el aprovechamiento del máximo uso posible según las normas establecidas de uso interdiario y turnos de una hora.
4. En cuanto a Recursos y servicios de Internet que usan las reclusas: la mayoría de las reclusas usuarias (un 60%) utiliza motores de búsqueda de información siendo los más demandados Yahoo y Google. Cada una de las reclusas usuarias visita sus sitios preferidos. Repiten con recurrencia los portales con servicios de cuentas gratuitas de correo electrónico como Hotmail y Yahoo. Dos de las usuarias se interesa mucho en visitar el sitio del Tribunal Supremo de Justicia, donde puede informarse sobre el seguimiento de su caso judicial. En cuanto a la frecuencia de visita y el tiempo de navegación en los sitios más visitados, la mayoría lo hace varias veces a la semana y navega en ellos la hora completa permitida.
En el caso del archivo de información, un 70% dice no hacerlo, argumentando como la principal razón que no le interesa. Del 30% que sí archiva información, la mayoría archiva texto e imagen y el uso que la da tiene fines personales, en particular, reenviar dicha información a sus abogados.
El chat es uno de los recursos de comunicación y mensajería de Internet más utilizado por las reclusas usuarias (el 90% lo usa). Así lo confirman la frecuencia y el tiempo de navegación dedicado (la mayoría lo utiliza varias veces al día y durante toda la hora de conexión permitida). En cuanto a los elementos utilizados en la construcción del mensaje, predominan el texto y los emoticones. El promedio de personas conocidas a través del chat oscila entre 1 y 10, y en su mayoría mantienen con ellas relaciones de tipo familiar y amistosa. Un resultado a destacar es que un 60% de las usuarias revela su condición de reclusa a las personas con quienes chatea. Es importante acotar que el chat es un recurso que está prohibido por el CNTI en los Infocentros. Sin embargo, dada la condición de "reclusa" de todas las usuarias, se permitió su uso únicamente en el Infocentro del INOF.
Otro de los recursos de comunicación y mensajería de Internet más utilizado por las reclusas usuarias es el correo electrónico. Todas lo utilizan, pero debemos recordar que a toda nueva reclusa usuaria del Infocentro se le apertura una cuenta en el portal de Hotmail. Sin embargo, ellas pueden posteriormente abrir otras como es el caso, pues se observa que la mayoría (70%) tiene más de una cuenta. En lo referido a la frecuencia de uso, un 50% utiliza el correo varias veces a la semana y un 30% varias veces al día. Este dato nos permite observar una clara transgresión de la norma que establece una sola visita diaria al Infocentro, y por otro lado, el interés manifiesto en utilizar sus servicios tantas veces sea posible. Los elementos más utilizados en la construcción del mensaje son el texto, la imagen y los emoticones. Por último, se evidencia que, en general, las reclusas usuarias se comunican con familiares y amigos a través del correo electrónico.
Otro recurso que es muy utilizado es el relleno de formularios que están en la red y que solicitan los datos personales de los usuarios. Una justificación de la demanda de este recurso es que para abrir una cuenta de correo debe llenarse un formulario de este tipo.
Al igual que en los foros y las listas, hay muy poca participación en comunidades virtuales (apenas un 20% participa).
En cuanto a los últimos servicios de Internet presentados que abarcan el llenado de encuestas, la publicación de artículos, la creación de sitios web, la movilización de cuentas bancarias, la búsqueda de trabajo y el teletrabajo, la compra y venta de productos, los estudios a distancia a través de Internet, la participación en concursos de temas de interés y la participación en sitios sobre movimientos sociales y política, predomina la tendencia hacia la no utilización de los mismos. En los casos de la movilización de cuentas bancarias y de la compra y venta de productos, la no utilización responde a que todas las reclusas usuarias tienen sus cuentas bancarias congeladas y no pueden utilizar las tarjetas de crédito, debido a su condición legal.
Una vez observados los ítems correspondientes a la dimensión recursos y servicios de Internet que usan las reclusas, se determinó que el nivel de interactividad alcanzado por la muestra es el conversacional -el usuario puede generar contenido (Jensen, 1999)-.
7. Conclusiones preliminares
Las siguientes conclusiones preliminares están basadas en los resultados de la prueba piloto:
· El Infocentro del INOF garantiza la conectividad a los beneficios de Internet a las reclusas usuarias, en una sala con condiciones óptimas físicas y tecnológicas. Ciertamente, se trata de una sala con excelentes condiciones, apegadas a los parámetros establecidos por el CNTI, y que incluso superan las de cualquier Infocentro en el resto del país. Sin embargo, brindar la conectividad a Internet no garantiza el goce de todos sus beneficios, ya que conectividad no significa un verdadero acceso. Esto lo demuestra la escasa utilización de los servicios, quedando reducido su uso a los de comunicación y mensajería. En muchos casos, la no utilización de muchos de ellos se debe a su desconocimiento, lo que revela la falta de capacitación y adiestramiento que tiene las reclusas usuarias. De hecho, los resultados arrojados por la Ficha de observación indican que sólo se dicta un curso sobre navegación de Internet, y que quienes tienen a cargo el entrenamiento y la asesoría no poseen una capacitación especializada en el área de la informática o TIC. Esto, aunado a la inexistencia de un programa formativo, hace que el Infocentro no contribuya con el desarrollo de las capacidades técnicas y metodológicas para el uso efectivo de las potencialidades que ofrece este medio tecnológico y comunicativo como lo es Internet.
· El principal recurso de Internet que usan las reclusas usuarias del Infocentro del INOF es el de información y comunicación (identificado principalmente en las herramientas chat y correo electrónico), alcanzando con ello un nivel de interactividad conversacional. El nivel conversacional establece que el usuario puede generar contenido, pero dado que la producción se orienta básicamente a mensajes de texto, tanto en el chat como en el correo, sólo se puede hablar de un nivel básico, muy alejado de alcanzar la producción de conocimiento, y que refleja solo la satisfacción de sus necesidades reales inmediatas, entre ellas la comunicación con familiares y amigos.
· La utilización de este medio tecnológico y comunicativo se presenta como una oportunidad para minimizar los factores de prisionización en el entorno privativo de la cárcel, gracias a las relaciones de comunicación que establecen las usuarias con el entorno exterior. Los resultados evidencian que las reclusas usuarias están en constante y continua comunicación con el entorno exterior. Esta posibilidad se materializa sólo gracias a las características de este nuevo medio de interacción social que es Internet. Tener la posibilidad de comunicarse con familiares, amigos o desconocidos, y en ese acto de comunicación asumir la condición de reclusa y lograr mantener las relaciones establecidas, indican un claro acercamiento de la sociedad hacia la cárcel y viceversa. Este acercamiento, tal y como la propone la teoría crítica criminológica, es a través de la comunicación.
8. Bibliografía
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Notas
[1] – De fecha 22 de mayo de 2000, publicado en la Gaceta Oficial N° 36.955.
[2] – Un Infocentro es un centro local de conectividad que proporciona acceso a servicios de información, diversas posibilidades de comunicaciones, educación y capacitación a distancia, insumos y mercados, fortalecimiento empresarial, etc. Los servicios más comunes que ofrece son: teléfono, fax, correo electrónico, acceso al Internet y fotocopiado. También puede llegar a ofrecer capacitación, espacio para reuniones, videoconferencias, y la producción de contenidos y herramientas de información.
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"Este artículo es obra original de Fabiola Martinez De Salvo y su publicación inicial procede del II Congreso Online del Observatorio para la CiberSociedad: http://www.cibersociedad.net/congres2004/index_es.html"
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