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El cooperativismo y su relación con el desarrollo local


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Análisis teórico conceptual del cooperativismo y su relación con el desarrollo local
  4. ¿Qué se entiende por desarrollo local?
  5. Fundamentos teóricos metodológicos del proceso de desarrollo cooperativo
  6. La experiencia del cooperativismo internacional y su importancia en el perfeccionamiento del movimiento cooperativo en Cuba
  7. Síntesis de los principios generales básicos del cooperativismo
  8. El cooperativismo y su influencia en el desarrollo local
  9. Conclusiones
  10. Referencias Bibliográficas

Resumen

Cuba se encuentra en un momento crucial donde el movimiento cooperativo constituye uno de los principales protagonistas. Se ha abierto un espacio y se comienza a transformar el marco legal para la expansión del sector cooperativo. En este proceso se cuenta con la experiencia acumulada por el movimiento cooperativo internacional, expresada en un sistema de valores y principios; así como por el movimiento cooperativo cubano.

Durante la investigación se analiza la relación entre el cooperativismo y el desarrollo local. Actualmente no se puede hablar de desarrollo local sin tener presente al cooperativismo que a lo largo de su existencia ha propiciado beneficios económicos y sociales a sus miembros y a la sociedad, dada las características y estructura de nuestra economía, las cooperativas son sujetos omnipresentes en todas las localidades.

El rescate de las cooperativas agropecuarias es uno de los aspectos que se deben analizar para lograr un desarrollo económico sostenible a nivel local, teniendo en cuenta que son estas las que van a servir de pivote para dicho desarrollo.

Introducción

En la economía cubana se lleva a cabo un interesante proceso de transformaciones económicas, que abarcan la totalidad de los sectores, con implicaciones importantes en lo económico y lo social de la nación. Estas alternativas han quedado recogidas en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido. El objetivo central de los lineamientos es garantizar la continuidad e irreversibilidad del socialismo, el desarrollo económico y social de país.

En la investigación se trabajó principalmente con los lineamientos referidos a la gestión económica y la política agroindustrial. Dentro de estos se trabajó específicamente con las cooperativas (lineamientos 25 – 29), los territorios (lineamiento 37) y los lineamientos (179,180, 189, 200, 205 y 209).

En las condiciones económicas y sociales actuales no se puede hablar de desarrollo local sin tener presente al cooperativismo, que a lo largo de su existencia han propiciado beneficios económicos, sociales y culturales.

Las cooperativas representan un modelo de empresa en el que los objetivos económicos se integran con otros de carácter social, consiguiendo, de esta forma, un crecimiento económico basado en el empleo, la equidad social y la igualdad.

Busca, obtener rentabilidad por la actividad realizada, pero además ofrece una serie de ventajas derivadas de un modelo propio de organización interna así como de los principios y valores en los que basa su filosofía (Morales, 1996; Vargas, 2001; CICOPA, 2003).

Las sociedades cooperativas constituyen el eje vertebral de la economía social. Es una fórmula de empleo estable: los cooperativistas se unen para satisfacer sus necesidades de trabajo en las mejores condiciones posibles. Las personas y el valor del trabajo están por encima del capital aportado. La cooperativa es una organización democrática donde las decisiones se toman de manera igualitaria. Los trabajadores son, al mismo tiempo, propietarios y gestores de la cooperativa. Por eso existe mayor motivación e identificación con los medios de producción que poseen.

La promoción de cooperativas, puede considerarse clave para favorecer y potenciar el desarrollo local. En los siguientes apartados se analiza el impacto de las cooperativas en su entorno, conectando al desarrollo local a través de las dimensiones y los principios del cooperativismo: autonomía e independencia; educación, formación e información; cooperación entre cooperativas e interés por la comunidad. La relación se ha efectuado en base a los valores compartidos por los equipos promotores cooperativistas, cuya asunción repercute de manera directa en el entorno en el que actúan.

El desarrollo económico consiste en generar, dentro de una economía local o regional, la capacidad necesaria para hacer frente a los retos y oportunidades que pueden presentarse en una situación de continuo cambio económico, tecnológico y social. Este cambio provoca transformaciones estructurales que evolucionan hacia formas superiores de cooperativas (cooperativa de segundo grado).

Las cooperativas, favorecen el desarrollo local al estar particularmente ligadas al territorio, vinculadas directamente a las personas que la integran, y éstas lo están al territorio. Así puede justificarse la cooperativa como una fórmula idónea para el desarrollo del potencial endógeno de una zona. La clara orientación de las cooperativas hacia los mercados regionales, locales, incluso dentro del ámbito de la producción industrial, contribuye a ofrecer una alternativa directa al cubrir determinados servicios y productos que las empresas no pueden satisfacer, o que los proporcionan a un mayor precio y menor calidad.

El cooperativismo, como instrumento ha contribuido positivamente dentro de las comunidades locales, dirigiéndose en múltiples ocasiones hacia la integración social del trabajo.

Análisis teórico conceptual del cooperativismo y su relación con el desarrollo local

Para comprender en su totalidad la contradicción entre el cooperativismo de hecho y de derecho y el beneficio que traerá consigo la solución de esta contradicción al desarrollo local del municipio Río Cauto, es preciso una descripción de los fundamentos teóricos y metodológicos del desarrollo local y del cooperativismo.

El desarrollo ha sido un tema que ha ocupado espacios y pensamientos. Toda sociedad se ha preocupado por su desarrollo en las diferentes aristas de este, por lo que muchas personas se han dedicado a estudiarlo.

La concepción sobre el desarrollo dirigido a lo local, tiene su origen en una estrategia que propusieron Friedman y Douglas para países asiáticos, basada en la integración del desarrollo rural con el urbano. Con tal propósito, ellos advirtieron la necesidad de crear economías locales en las zonas rurales, con un mercado local propio, que estuvieran orientados a la satisfacción de las necesidades básicas de las comunidades, y que funcionaran en paralelo con la economía de exportación. La creación de los distritos agropolitanos iría aparejada con la descentralización del poder político y del sistema de finanzas públicas, la realización de programas de reforma agraria, así como el apoyo de los gobiernos centrales en materia financiera y técnica.

A consecuencias de una serie de dificultades que han enfrentado los espacios territoriales se comienza a hablar de desarrollo local. La cuestión del desarrollo a nivel de la localidad es abordado por diversos autores que han tratado de darle soluciones a estas dificultades aunque no siempre los resultados son positivos, aquí no solo influyen los aspectos económicos sino sociales, políticos, medio ambientales, culturales, etc.

El desarrollo local aparece para dar soluciones a los problemas que existen en la localidad, para ello es necesario tener en cuenta las características específicas del territorio que son imprescindibles y enfocar el desarrollo hacia la comunidad.

Se ofrecen alternativas para que se pueda fomentar el desarrollo local a través del cooperativismo, que es una de las potencialidades endógenas con que cuenta el municipio Río Cauto en el sistema productivo.

Las cooperativas cubanas se vinculan al desarrollo local a través de sus dimensiones, la económica, socio – cultural, medio ambiental y político – institucional.

¿Qué se entiende por desarrollo local?

Los debates en torno al significado de desarrollo local han sido variados. Según Arocena (1995), citado por Guzón (2006), el desarrollo local se define como trayectorias específicas de desarrollo que se configuran en elementos históricos, geográficos y en mentalidades.

La conceptualización y práctica del desarrollo local plantea el reto de su sistematización acorde a las nuevas características de la realidad nacional y del escenario internacional en el que está inscripta.

La referencia a lo local adquiere diferentes acepciones y se usa indistintamente. "Referirse a lo "local" no está exento de ambigüedad, de imprecisiones, de dificultades de definición. Surge frecuentemente una pregunta que no logra respuestas convincentes: ¿qué es lo local? ¿Se trata de una escala que habría que precisar en número de habitantes o en kilómetros cuadrados? ¿Supone un sistema de interacciones con una cierta autonomía? ¿Se refiere a una unidad político-administrativa?" (Arocena, José 1995).

En el caso de Cuba, es un espacio, cuyos límites están dados por las escalas municipal y provincial donde ocurren procesos que promueven el desarrollo en las dimensiones política, económica y sociocultural, consolidando la localidad como un tejido social a lo que diferentes autores denominan redes, entonces, el desarrollo local podría conceptualizarse como la realización del potencial de cambios cualitativos que se dan en estos escenarios y donde el factor conciencia, en el uso eficiente de los recursos endógenos, puede favorecer el mejoramiento de la calidad de la vida de un país.

No hay una receta para definir lo local, pero si hay factores que son comunes en todos los criterios, por lo que se ha discutido mucho sobre la replicabilidad de los modelos de desarrollo, sobre todo de aquellos que parten de iniciativas a nivel local prevaleciendo la opinión de que un área no puede imitar al detalle modelos desarrollados en otra. Sin embargo, existe un principio básico que unifica esta problemática y es que los actores locales tienen el conocimiento de las características del área, representan la dinámica social, institucional y económica y pueden determinar las prioridades y las acciones más oportunas; por lo tanto, tienen que ser involucrados en primera instancia, de manera que puedan concertar y conducir la promoción de su propio desarrollo. Los procesos de desarrollo a nivel local, difícilmente pueden dejarse a mecanismos espontáneos de crecimiento, más bien tienen que ser sustentados en elementos claves.

Todo ello necesita un esfuerzo organizado y coordinado, para que el conocimiento de la realidad y de las necesidades locales se transforme en valorización económica, en capacidad técnica para promover empresas y oportunidades de ingreso y empleo y en la constitución de mecanismos de desarrollo que se basen sobre el consenso democrático y que sean la respuesta sin exclusiones a las necesidades de la población.

El desarrollo local implica, principalmente:

  • La descentralización de recursos, funciones, atributos y poderes en la toma de decisiones desde el nivel central a los ámbitos provinciales y locales.

  • La articulación de diversos actores gubernamentales, empresariales, organizaciones sociales, entre otros en el proceso de toma de decisiones sobre el ámbito local.

  • Una clara definición de los roles y atribuciones de los distintos actores.

  • El fomento de un espacio público local democrático: una ciudadanía activa, un gobierno provincial o local transparente y legalmente responsable.

  • El impulso a la participación a través de mecanismos e instancias formales e informales.

Algunos autores estiman, que el problema no está tanto en la concepción teórica, y en la anticipación de las posibilidades que ofrece el desarrollo local, sino en las prácticas, porque esas ideas tan claras analizadas se incorporan al discurso universal, pero no se traducen en una práctica que se transforme de una manera visible. Tal vez la brecha entre teoría y práctica está provocada por el generalizado escepticismo sobre la posibilidad de revertir las tendencias negativas que hoy marcan el presente y se proyectan hacia el futuro de nuestras sociedades.

Cada comunidad dispone de un conjunto de recursos (económicos, humanos, culturales e institucionales) que constituyen su potencial de desarrollo endógeno.

No se puede afirmar que la interpretación de lo local sea común a todos los que utilizan el término. Pero sí hay coincidencia en la identificación de dos elementos que forman parte de esa noción: identidad local y territorio, la primera como provisión de sistema de normas y valores para la comunidad y el segundo como base del sentido de pertenencia a su lugar.

Éste es el espacio de la realidad, de las interrelaciones directas, de la cotidianeidad y la cohabitación más cercana con la diversidad "[…] lo "local" no es sinónimo de retorno a formas comunitarias utópicas más o menos fusionadas sino que, por el contrario, es afirmación de la diferencia, de la especificidad, de la individualidad, de lo que define a cada grupo humano particular" (Arocena, José, 1996 )

El valor de la escala local es precisamente su singularidad, la posibilidad que brinda de recrear las relaciones horizontales, pactar y articular. "Concebimos lo local como la dimensión en la cual es posible reconocer u organizar de mejor manera las necesidades y recursos disponibles. Se considera que es allí donde es más viable concertar y resolver de manera integral y mancomunada los problemas" (Arocena, José 1996 )

Aquí es donde la voluntad de cooperación de los actores que comparten intereses relacionados con el lugar que cohabitan y sus propias condiciones de vida se puede integrar de manera más eficiente y efectiva, cosa que no se alcanza de igual forma en otras escalas menos detalladas.

Otro interesante criterio expresa que "podemos confrontar diversas concepciones de las virtudes de lo local: como idealización de una vida superior, como ámbito más eficiente de la organización de ciertas relaciones: la de representación política, de la comunidad, la de la convivencia, como escala más eficaz para actuar y operar ciertos efectos. Menos valorativamente, lo local puede ser visto como un ámbito territorial, delimitado por el alcance de ciertos procesos. En especial, podemos destacar lo local como ámbito de posibilidad de la interacción cotidiana cara a cara entre distintos actores.

Pero aclarar este término no representa que directamente se resuelva el problema del desarrollo local, pues la médula estaría centrada en el sentido del desarrollo. Hoy día es necesario "[…] apelar a la noción de desarrollo y cuestionarse sobre los modos de desarrollo. Ya no se acepta fácilmente la idea de un camino único y progresivo en el marco de un horizonte sin límites (Arocena, José, 1995)". Los procesos de desarrollo son lo suficientemente complejos y particulares como para que desborden "las recetas simples y globales" (Arocena, José, 1995): a las que, como resultados lineales, los han querido constreñir.

Por ello, definir el desarrollo local sería introducir el carácter de proceso complejo a esa escala. "El desarrollo local se define como un proceso orientado, es decir, es el resultado de una acción de los actores o agentes que inciden (con sus decisiones) en el desarrollo de un territorio determinado. Estas decisiones no solamente se toman a una escala local, sino que existen decisiones que tomadas en otra escala (por ejemplo, a nivel nacional o internacional) tienen incidencia en el desarrollo de un territorio dado. La preeminencia de las decisiones de los actores locales, por sobre otras decisiones que no responden a los intereses locales, es lo que define un proceso de desarrollo local" (Arocena, José, 1995).

El desarrollo local, por lo tanto, es el proceso que orientan los actores locales mediante acciones de transformación del territorio en una dirección deseada y es de naturaleza continua, aun cuando se trace metas parciales a modo de escalonamiento en espiral. "Cabe definir el desarrollo local como trayectorias específicas de desarrollo que se configuran en elementos históricos, geográficos y en mentalidades, pero que no están totalmente predeterminadas sino que se transforman y evolucionan a partir de las prácticas de los propios actores, combinada con circunstancias y coyunturas que lo favorecen." Pero no se puede analizar aisladamente un proceso de esta naturaleza sin relacionarlo con la corporación global, de la cual forma parte indisoluble.

En este sentido, tampoco es posible considerar de manera indeterminada el desarrollo local. Siempre estará referido a un marco territorial, el cual "no puede reducirse a simple espacio abstracto e indiferenciado. En su lugar hay que considerarlo [al territorio] como un actor fundamental de desarrollo.

Pero para que ocurra un auténtico proceso de desarrollo local, que utilice todas las potencialidades que brinda dicha escala, será necesaria la activa participación de todos los actores naturalmente involucrados.

El desarrollo local "…es proceso participativo para abordar y resolver diversos problemas socioeconómicos en un territorio determinado por medio de la formación de alianza entre la sociedad civil, los gobiernos locales y el sector privado que conduzcan al desarrollo sostenible, al mejoramiento de la calidad de vida de los grupos de bajos ingresos y al fortalecimiento de la democratización en toda la región".

Mucho se ha abordado sobre la definición de desarrollo local la Dra. Luisa de los A. Rodríguez en su trabajo: "La influencia de la ciencia y la tecnología dentro de los procesos claves para alcanzar el desarrollo sostenible de la localidad" plantea lo siguiente:

"El desarrollo local se define como el proceso de organización del futuro de un territorio, y resulta del esfuerzo de concertación y planificación emprendido por el conjunto de actores locales, con el fin de valorizar los recursos humanos y materiales de un territorio dado, manteniendo una negociación o diálogo con

los centros de decisión económicos, sociales y políticos en donde se integran y de los que dependen". (Rodríguez Domínguez, Luisa de los A, 2002)

En la tesis expuesta por Gutiérrez Sánchez (2006), puede entenderse por desarrollo local un proceso socio ambiental –territorial que debe ser pensado, planeado, promovido y gestionado, con el objetivo de alcanzar:

  • Una mejora de la calidad y del nivel de vida de los ciudadanos.

  • Reducción de la dependencia del exterior.

  • Refuerzo del espíritu colectivo

  • Crecimiento y generación de empleo

  • Conservación del medio natural.

  • Desarrollo cultural de la comunidad.

El desarrollo a nivel local es el proceso en que los pobladores de pequeñas comunidades crean sus propios medios de subsistencia y sustentabilidad que creen convenientes para lograr los beneficios sociales y económicos realmente necesiten y disfruten (Sen, Amartya, 1999).

Está idea es reforzada por (Strassoldo, R, 1992) quien comenta la posibilidad de crear islas económicas, que son regiones basadas en el crecimiento autónomo, aprovechando condiciones locales, como, recursos naturales, tradiciones, formas de trabajo comunal e identidad cultural.

La idea de desarrollo local implica autonomía y libre determinación. Involucrar a los habitantes de las regiones locales para que desarrollen sus programas productivos no debería ser una moda o parte de la retórica política. Este hecho significa fundamentalmente el reconocimiento del extenso conocimiento histórico, cultural, étnico y económico que poseen los habitantes de pequeñas localidades (Flores – Crespo, Pedro, 2000)

Para esta investigación se asumió la siguiente definición de gestión del desarrollo local que plantea ser: la acción integrada de las funciones directivas, de manera que se logre un proceder coordinado del gobierno local, encaminado a armonizar la utilización más amplia posible de las fuentes naturales del desarrollo local. (González, Ramón, 2002.)

Este concepto permite establecer pautas que deben tenerse en cuenta para la utilización eficiente y racional de los recursos del territorio con el fin de poder satisfacer las necesidades de los pobladores no solo a corto plazo sino también a largo plazo, dentro de estas potencialidades se encuentran las cooperativas agropecuarias y las de servicios, que por un mal manejo de los principios de las mismas pueden desaparecer, institución de importancia para un desarrollo local sustentable y eficiente.

En relación con lo anterior, el desarrollo local necesita recursos para cumplir su trayectoria. Esos recursos en principio existen allí (suelos, vegetación, infraestructuras, instituciones, organizaciones, empresas y establecimientos económicos, cuadros profesionales y capacidad para pensar y hacer), todos al alcance de la propia comunidad. Pero usualmente no se observan ni se utilizan como aquellos que servirán para este objetivo.

El pensamiento generalizado se concentra en buena medida en la atracción de inversiones del capital global.

Se plantea de manera generalizada que las políticas locales de fomento económico deben dirigirse a la animación de las "ventajas competitivas" de las municipalidades, como forma de atracción de nuevas empresas y al aprovechamiento de los recursos locales (humanos, sociales, institucionales y territoriales).

Entiéndase por ventajas competitivas, las potencialidades endógenas, que podrían generar recursos para reinvertir en el proceso de desarrollo o representarían fuerzas para impulsar dicho proceso. Las municipalidades cubanas presentan un grupo de potencialidades que favorecen el desarrollo local, entre las cuales se destacan la suficiencia de la institucionalidad, la cultura de participación y las redes, la existencia de recursos humanos con nivel de instrucción adecuado, la conexión viable con centros de investigación y universidades como portadores de innovación tecnológica, la implementación de programas nacionales que garantizaron la infraestructura básica con que se cuenta hoy día en esos territorios y las reservas productivas capaces de generar empleos y recursos para reinvertir.

Dentro de estas reservas productivas se encuentran las cooperativas agropecuarias existentes en el municipio, con el desarrollo eficiente de las mismas Río Cauto fortalecería el desarrollo local. El desarrollo económico es uno de los componentes fundamentales del desarrollo local y sitúan su objetivo principal en la "generación de mayor bienestar a la población del municipio por medio de la dinamización de la economía local" (Grajeda, Flora y López, Oscar)

Fundamentos teóricos metodológicos del proceso de desarrollo cooperativo

Las cooperativas surgidas con el desarrollo del capitalismo como organizaciones independientes de la clase obrera, sin apoyo del Estado y a pesar de éste, para la defensa económica de los intereses de los trabajadores frente a la explotación por la burguesía industrial y comercial son, según definición de Carlos Marx y Federico Engels, la primera brecha en las relaciones de producción capitalista.

El más importante principio metodológico de la investigación marxista de las cooperativas consiste en apreciar la naturaleza de ellas, su papel social, en ligazón con otros aspectos de la vida social examinándolas como fenómeno surgido y vigente en el sistema del modo de producción capitalista. Sobre la base del análisis económico de la cooperativización demostraron que representa un tipo de relaciones de producción generado por el capitalismo y existente en el sistema de relaciones de producción capitalista. Este análisis económico lo hizo Carlos Marx en El Capital. Examina la evolución de las cooperativas desde sus formas más simples hasta las más desarrolladas, tales como las asociaciones obreras de producción que pueden existir como forma de iniciativa obrera en condiciones del capitalismo. Muestra que la cooperación es una forma específica de trabajo en el proceso de la producción capitalista.

Carlos Marx y Federico Engels formularon tesis de importancia básica en cuanto al destino de las cooperativas a las posibilidades, en inconmensurable incremento, de su empleo particularmente en la agricultura de países donde, pese al desarrollo del capitalismo en el campo, se conservan numerosas cantidades de haciendas campesinas pequeñas y medianas.

Vladimir Ilich Lenin desarrolló en todos los aspectos la doctrina de Carlos Marx y Federico Engels sobre el papel y el significado de las cooperativas.

Lenin veía en la utilización de las distintas formas de cooperativas, primero de los tipos elementales, y luego del superior –la cooperativa de producción-, el paso más accesible, sencillo y comprensible, de la pequeña hacienda individual, a la gran agricultura socialista colectiva.

En las cooperativas se combinaban felizmente los intereses personales y sociales de los campesinos, se presentaba amplia posibilidad para vencer las reminiscencias pequeño-burguesas, introducir los principios de la planificación en la agricultura y crear nuevas relaciones de producción en el campo. Participando al comienzo en el trabajo de las formas elementales de las cooperativas -las de consumo, abastecimiento y venta, de crédito, etc., los campesinos trabajadores se convencen en la práctica, gradualmente, de las ventajas de la administración colectiva, toman conciencia de la necesidad de unirse en cooperativas de producción. Esto respondía a sus intereses cardinales, por cuanto las pequeñas haciendas campesinas no estaban en condiciones de terminar con la miseria y la ruina en la agricultura.

Lenin estimaba que uno de los principios más importantes de la cooperativización es el de la voluntariedad, el cual excluye forzar a los campesinos a integrarse a las formas cooperativas inferiores o a las superiores (Koljoses). Era adversario resuelto de los métodos de administración burocrática para cooperativizar a los campesinos.

Los clásicos del Marxismo después de analizar ampliamente la situación del campesinado en el capitalismo, demostrando las formas en que los pequeños agricultores son explotados por los grandes terratenientes y argumentando la necesidad de la alianza obrero-campesina nos legaron los fundamentos teóricos metodológicos para encaminar el proceso cooperativo en aquellos países que comenzaron a desarrollar la construcción del socialismo.

Tomando en cuenta que el campesinado como aliado natural del proletariado y de la necesidad de que este último no se afecte con la regulación socialista, sino por el contrario que se beneficie con todas las bondades del socialismo y al mismo tiempo contribuya al mejor desarrollo de las nuevas relaciones socialistas de producción. Federico Engels aclaró: "Ni ahora ni nunca, podemos prometer a los campesinos la conservación de la propiedad individual y la explotación individual de la tierra (…). "Y destacó que" (…) cuando estemos en posesión del poder del estado, no podemos pensar en expropiar violentamente a los pequeños campesinos (sea con indemnización o sin ella) como nos veremos obligados a hacerlo con los grandes terratenientes.

Nuestra misión respecto a los pequeños campesinos consistirá ante todo en encauzar su producción individual y su propiedad privada hacia un régimen cooperativo, no por las fuerzas, sino por el ejemplo, y brindando la ayuda social para este fin". (Lenin, V, 1980)

VI. Lenin como gran estudioso de la socialización socialista argumentó sobre una base teórica importante la vía, la necesidad, y la forma por la que debían transitar los campesinos individuales para socializar su producción, pero para llevar a la práctica esta nueva forma de producción y tener el éxito asegurado no se debían dejar solas las cooperativas, por el contrario, hay que conceder una serie de privilegios económicos, financieros y bancarios a la cooperación. En esto debe consistir el apoyo prestado por nuestro estado socialista al nuevo principio de organización de la población (…), (Ver Villegas Chádez, Rubén, 1997), es decir, el estado socialista debe darle una ayuda material a las cooperativas, fundamentalmente en los primeros años de formadas.

La experiencia del cooperativismo internacional y su importancia en el perfeccionamiento del movimiento cooperativo en Cuba

El cooperativismo internacional, está liderado por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y dicha alianza declara como identidad cooperativa lo siguiente:

"Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido de forma voluntaria para satisfacer sus necesidades y sus aspiraciones económicas, sociales y culturales en común mediante una empresa de propiedad conjunta y de gestión democrática."

Es importante destacar que la teoría marxista leninista del cooperativismo valora el alcance de la cooperación, su profundidad en la medida que se cooperativizan, el trabajo, los medios de producción y la tierra, y que dicha teoría se ajusta perfectamente a las condiciones de nuestro país.

Síntesis de los principios generales básicos del cooperativismo

La definición de los principios del Cooperativismo ha pasado por cuatro momentos:

  • 1. Pioneros de Rochdale, 1844.

  • 2. Congreso de la Alianza Cooperativa Internacional A.C.I., París 1937.

  • 3. Congreso de la A.C.I, Viena 1966.

  • 4. Congreso de la A.C.I. Manchester 1995.

Los principios básicos que fueron suscritos, como lineamientos para las cooperativas y por medio de los cuales ponen en práctica sus valores, son los siguientes:

  • 1. Adhesión voluntaria y abierta.

Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para todas aquellas personas dispuestas a utilizar sus servicios y aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religiosa.

  • 2. Gestión democrática por parte de los socios.

Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, quienes participan activamente en la definición de las políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar a su cooperativa responden ante los miembros. En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho de voto (un miembro un voto), mientras las cooperativas de otros niveles también se organizan con procedimientos democráticos.

  • 3. Participación económica de los socios.

Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática el capital de la cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa. Los miembros asignan excedentes para cualquiera de los siguientes propósitos: el desarrollo de la cooperativa mediante la posible creación de reservas, de la cual al menos una parte debe ser invisible; los beneficios para los miembros en proporción con sus transacciones con la cooperativa y el apoyo a otras actividades según lo apruebe la membresía.

  • 4. Autonomía e independencia.

Las cooperativas son organizaciones autónomas de ayuda mutua, controladas por sus miembros. Si entran en acuerdos con otras organizaciones (incluyendo gobierno) o tienen capital de fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren el control democrático por parte de sus miembros y mantengan la autonomía de la cooperativa.

  • 5. Educación, formación e información.

Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes electos, gerentes empleados, de tal forma que contribuyan eficazmente con sus cooperativas. Las cooperativas informan al público en general – particularmente a jóvenes y creadores de opinión – acerca de la naturaleza y beneficios del cooperativismo.

  • 6. Cooperación entre cooperativas.

Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.

  • 7. Interés por la comunidad.

La cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus miembros.

Cada uno de los principios anteriormente expuestos se lleva en gran medida en las cooperativas a nivel nacional, lo que cada una ajusta estos principios al contexto en que se desarrollan.

Las Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) y las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) adoptaron los siguientes principios:

  • 1. Voluntariedad

  • 2. Cooperación y ayuda mutua

  • 3. Contribución al desarrollo de la economía nacional

  • 4. Disciplina cooperativa

  • 5. Decisión colectiva

  • 6. Territorialidad

  • 7. Bienestar de los cooperativistas y sus familiares

  • 8. Colaboración entre cooperativas.

  • 9. Solidaridad humana.

  • 10. Interés social.

Realizando un análisis de los principios del cooperativismo antes expuestos en las CPA y CCS, la mayoría se incumplen. La voluntariedad en la CCS se violentó al plantear en el decreto ley– 259 que todo usufructuario debía pertenecer a la CCS más cercana, obligándolo de esta manera a pertenecer a una cooperativa, que reiteradas veces se oponían a ello, incumpliendo a demás con la decisión colectiva pues esto lo aprobaba el presidente de la cooperativa sin llevarlo antes a la asamblea, la cooperación y ayuda mutua, quedo olvidada para darle paso al individualismo, a un mero interés económico individual, restándole importancia a la solidaridad humana.

La cooperación entre cooperativas quedo mancillado, principalmente en las CCS que los medios de producción son propiedad individual de los socios de la cooperativa.

Las UBPC cuentan con sus propios principios del cooperativismo que son cuatro:

  • 1. La vinculación del hombre al área.

  • 2. El autoabastecimiento del colectivo de obreros y sus familiares con esfuerzo cooperado y mejoramiento de sus condiciones de vida.

  • 3. Los ingresos de los trabajadores estarán asociados rigurosamente a la producción alcanzada.

  • 4. Desarrollar ampliamente la autonomía de gestión y administra sus recursos haciéndose autosuficientes en el orden productivo.

Desde su nacimiento con los Pioneros de Rochdale, el movimiento cooperativo no ha cesado de crecer en todo el mundo. Abarca más de 900 millones de asociados, la mitad de la población mundial se vincula de una forma u otras formas asociativas, en las que la cooperación se erige como la base de este proceso. En 1994 la ONU estimó que el sustento diario de más de 3.000 millones de personas (la mitad de la población mundial) era asegurado o facilitado por empresas cooperativas. Estos datos demuestran como las cooperativas incrementan el nivel de vida de las comunidades garantizando empleo permanente, lo cual incrementa el desarrollo local de la región.

El cooperativismo y su influencia en el desarrollo local

"El establecimiento de la propiedad social sobre los medios de producción fundamentales como premisa para iniciar la transición al socialismo, pronto se encuentra con el problema de la realización económica de la propiedad formalmente declarada, es decir de la socialización efectiva, lo cual se manifiesta en las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, cuestión que se consideraba resuelta por el mero hecho de instaurar la propiedad social, estas contradicciones conllevan a una crisis en la realización de la propiedad social, para esto se perfecciona el mecanismo de funcionamiento de la economía socialista". (Villegas, R, 1999)

Realizar la propiedad social significa perfeccionar el mecanismo económico para estimular el desarrollo acelerado, intensivo de las fuerzas productivas, incrementando la productividad del trabajo social, para el logro de las amplias metas que la propiedad social declara a través de la ley económica fundamental, a la par que se ajustan las formas de la propiedad a su contenido material (fuerzas productivas) (Villegas R, 1999)

La propiedad social es, en el aspecto socioeconómico, un punto de referencia y con relación a ella el resultado más significativo de un proceso de producción que se declara, es legitimar su existencia a través de los resultados económicos y sociales superiores y su distribución más equitativa. En ello está su realización.

En medio de la crisis originada a partir de la década del 90, se comienzan a realizar transformaciones a fondo en las relaciones de producción, lo que significa transformaciones en las relaciones de propiedad. En el sentido socioeconómico la crisis se expresa sintéticamente como crisis en la realización de la propiedad social.

En la tesis doctoral de Villegas (1999) se expone que las personas con mayor disponibilidad de recursos no suelen participar en cooperativas, sino en sociedades por acciones u otros tipos de empresas. A menudo estas empresas o sociedades se autodenominan cooperativas para disfrutar la protección estatal y evadir determinadas obligaciones fiscales. Esto ha dado pie a estudios acerca de las cooperativas de hecho y de derecho.

Las cooperativas constituyen una organización económica con personalidad jurídica y patrimonio propio, integradas por personas que se asocian aportando bienes o trabajo, con la finalidad de producir y prestar servicios útiles a la sociedad y asumen todos sus gastos con sus ingresos. Son empresas de participación, donde teóricamente, el vínculo natural con sus socios es más intenso que en otros tipos de organización económica. Esto incentivaría a los socios a intervenir en las cooperativas (a comprometerse con ellas, a dirigirlas) con mayor énfasis que en una empresa convencional. Este concepto ha sido recogido por algunos autores bajo el denominado principio de identidad, cuya aplicación no se restringe a las sociedades cooperativas de derecho (hay muchas empresas bajo otras formas jurídicas que son cooperativas de hecho por funcionar participativamente).

Los principios en las cooperativas agropecuarias del municipio Río Cauto se incumplen, principalmente el de adhesión voluntaria: a partir de la aprobación del decreto ley 300 los usufructuarios que se acogen a esta ley deben de pertenecer a una cooperativa, violentando el principio de voluntariedad.

El usufructuario no escoge pertenecer a la cooperativa por las ventajas que esta organización representa para él, sino que se ve obligado hacerlo y en ocasiones ve a la cooperativa como una limitación para su desarrollo económico.

La gestión democrática entre los socios es el principio que pone en alto la democracia dentro de la cooperativa, principio que por desconocimiento no se le otorga toda la importancia requerida, cada cooperativista tiene derecho al voto y de ser elegido como presidente o administrador de la misma y el derecho de emitir criterios y tomar decisiones.

Las cooperativas tienen limitada su autonomía principalmente las UBPC, se le impide la compra y venta con determinadas empresas por no contar con la divisa requerida sirviendo de intermediara la empresa, cuestión está que trae sus prejuicios pues no siempre compran los insumos con la calidad requerida y en las ventas no obtienen todos los beneficios sino una parte.

La realización de los contratos es otro de los problemas que presentan las cooperativas a veces por desconocimiento de las leyes y normas establecidas.

El principio de educación, formación e información es el más fortalecido en la actualidad, pero queda por hacer, ya que la actualización de los conocimientos es un reto en estas organizaciones.

La cooperación entre cooperativas es uno de los principios que menos se ponen de manifiesto en las cooperativas del municipio, olvidándose de los valores esenciales como la solidaridad y ayuda mutua. Este principio sirve de partida para la creación de cooperativas de grados superiores.

Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales

Partes: 1, 2
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