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Pensamiento Filosófico de José Martí

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  1. Resumen
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Bibliografía

Resumen

En el que hacer del maestro, de cualquier rama del conocimiento debe ser un referente ineludible la obra martiana. Los profesores de Filosofía Marxista Leninista en los centros de la Educación Superior, además de dominar la obra de los clásicos, están convocados a asumir el legado del maestro como parte inseparable de la Ideología de la Revolución Cubana. De Martí, como del Marxismo Leninismo asumimos el qué y el cómo queríamos ser: libres e independientes, sacrificándolo todo en la lucha por alcanzarlo. ¿Cómo decirle a nuestros estudiantes que la Ideología de la Revolución Cubana es marxista leninista y martiana sin hacer alusión al pensamiento filosófico del maestro?, ¿Qué decirles del pensamiento filosófico de José Martí, para que lo asuman como parte de esa ideología que defendemos en nuestras aulas y en todos los ámbitos de la vida? En esa dirección está el presente trabajo; en acercar a nuestros estudiantes de todas las carreras, desde el programa de Filosofía Marxista Leninista, al pensamiento filosófico de José Martí.

Palabras claves:

Pensamiento filosófico, José Martí, Educación Superior

Summary:

In the work of the teacher, of any branch of knowledge should be an unavoidable Marti's work. The Marxist-Leninist Philosophy teachers in schools of higher education, in addition to mastering the work of the classics, are invited to take the master's legacy as an inseparable part of the Ideology of the Cuban Revolution. Marti, of Marxism-Leninism as we assume the why and how we wanted to be: free and independent, sacrificing everything in the struggle to achieve it. How to tell our students that the Ideology of the Cuban Revolution is Marxist Leninist and Martí without referring to the teacher's philosophical thought, What to tell the philosophical thought of José Martí, to take it as part of that ideology to defend in our classrooms and in all areas of life? In this direction is the present work, in bringing our students of all races, from the Marxist-Leninist Philosophy program, the philosophical thinking of José Martí.

Keywords:

Pensamiento filosófico, José Martí, Educación Superior

Desarrollo

La obra martiana facilita el quehacer de cada maestro, sea de la especialidad que sea. Los profesores de Filosofía Marxista Leninista en los centros de la Educación Superior están convocados a asumir el legado del maestro como parte inseparable de la Ideología de la Revolución Cubana. De Martí, como del Marxismo Leninismo asumimos el qué y el cómo queríamos ser: libres e independientes, sacrificándolo todo en la lucha por alcanzarlo.

Les decimos a nuestros estudiantes que la Ideología de la Revolución Cubana es Marxista Leninista y Martiana, ¿pero sin hablar del pensamiento filosófico de José Martí? ¿Cómo asumir el pensamiento filosófico del apóstol, como parte de esa ideología que defendemos en nuestras aulas y en todos los ámbitos de la vida?

El programa de la disciplina Filosofía Marxista Leninista nos dice: El presente programa se concibe para la formación de profesores, con la aplicación de un enfoque humanista, humanístico e interdisciplinario, que toma en cuenta la especificidad de la integralidad de la ideología de la Revolución Cubana, en la que se articula el pensamiento martiano, como síntesis superior de la tradición del pensamiento cubano hasta el siglo XIX, con el pensamiento marxista-leninista, como resultado del desarrollo de la cultura universal. De esta articulación salen enriquecidas ambas corrientes de pensamiento, con el devenir de la teoría y la práctica revolucionarias hasta nuestros días. Ello exige destacar en cada parte del programa en que sea oportuno el enfoque martiano de los problemas analizados. Es indiscutible que estamos obligados a abordar el pensamiento filosófico martiano en las clases de Filosofía Marxista Leninista con los estudiantes de la Educación Superior.

Premisas teóricas que influyeron en el pensamiento filosófico del apóstol.

La ilustración europea: su asunción en estas teorías se produce a través de las ideas de Varela y Luz, en la obra martiana aparecen valoraciones sobre las concepciones de algunos de estos pensadores, que muestran coincidencias, críticas o superación de las mismas. Por ejemplo en el libro que traduce Nociones de Lógica de W. Stanley Jevons se hace análisis profundo de las concepciones de la filosofía y el método de Francis Bacon, hecho que le permite más adelante emitir juicios sobre el filósofo de la ilustración inglesa.

Reconoce con certeza que la duda de Descartes no es real sino convencional, que se vale de ella para llegar al conocimiento de las cosas y reconocer que el hombre piensa, y aunque dice Martí que existe la necesidad racional de dudar, más importante es creer. Cuando se refiere al sistema de Locke habla de sus impotentes sensaciones transformadas, o sea, reconoce en la base de su filosofía el sensualismo que le es inherente. A Rousseau lo considera un no aliado de la religión y por algo dice que Belinski fue el Voltaire ruso.

El liberalismo: Esta corriente de pensamiento, analizada en los marcos del cuadro dialéctico de la historia, es una verdad relativa que se ha impuesto su modificación a la luz de la praxis sociohistórica; no obstante, ello no agota el valor de sus presupuestos teóricos y lo que representó e influyó en el proceso de formación y desarrollo del pensamiento político, social y filosófico de José Martí.[1]

Krause[2]y el Krausismo español: El Krausismo español, que deviene filosofía social antropológica con fuerte base ética, impresiona a Martí y radicaliza aún más su pensamiento revolucionario formado en Cuba. Sin lugar a duda, Martí conoció la existencia del filósofo alemán, [3]a través de la divulgación que de su pensamiento hacían los krausistas españoles y quizás por eso le interesó más la coyuntural proyección política, ética y jurídica del krausismo, su liberalismo político, que la filosofía idealista y abstracta de Krause. Los conceptos de racionalismo armónico, dignidad humana, ciencia y conciencia, deber y deber-ser, libertad de pensamiento, el espíritu de armonía, equilibrio y justicia que preside la sociedad y se entroniza en el hombre, son asumidos críticamente y enriquecidos por Martí.

Con la filosofía de Ralph Waldo Emerson (1803-1882)[4] entró en contacto cuando ya su concepción del mundo estaba formada, por lo que descubrió grandes coincidencias entre ambas. La filosofía trascendental se caracteriza por exaltar el valor del alma, la libertad, la responsabilidad de las acciones, las obligaciones morales, la virtud desinteresada, la dignidad de la justicia, la belleza del bien, el mostrar a un Dios creador y arquetipo de la naturaleza y la humanidad. Se considera defensora de los valores morales, políticos, sociales, religiosos y tiene como preocupación constante la existencia del hombre.[5]

Entre las características del socialismo que conoció Martí, las siguientes: gran confusión teórica, eran llamados socialistas los seguidores de Marx, los partidarios de Lasalle, Bakunin, Proudhon, los integrantes de grupos obreros e intelectuales, hasta los reformistas y anarquistas. Además, las ideas que se difunden en América no son precisamente las de Marx y Engels, sino las del socialismo premarxista, unido a que las obras de los clásicos del marxismo que llegaron a este continente, traducidas por inmigrantes, las impregnaron de ideas socialistas utópicas y anarquistas. Tampoco se ha podido comprobar la existencia de vínculos entre Martí y los marxistas residentes en los Estados Unidos. Ni hasta el momento se ha podido afirmar que estudiara obra alguna de los clásicos que circulaban en inglés y francés, aunque no lo ponemos en duda. Junto a estas limitaciones teóricas, en el terreno práctico muchos partidos y organizaciones que se hacían llamar socialistas mostraban posiciones vacilantes y ambiguas, quizás por ello Martí incluye entre los socialistas a Marat, el millonario Plamer, Bakunin y, por supuesto, a Carlos Marx.[6]

Si bien es cierto que Martí no llegó a tener un conocimiento riguroso y completo sobre el ideal socialista en general y marxista en particular, es equivocado pensar en su desconocimiento absoluto o erróneo, por lo que se hace imprescindible el conocimiento de sus valoraciones sobre el particular.

Meditaciones profundas sobre el socialismo aparecen en su artículo sobre "La Futura Esclavitud" (1884) del filósofo Herbert Spencer y en carta a Fermín Valdés Domínguez.

Reconoce que hay que buscar formas de auxiliar a los pobres en provecho del desarrollo social. Considera que el Estado debe de buscar las vías para socorrer a los pobres y no coincide con la negación absoluta del papel del Estado en la sociedad. Martí valora como necesaria la intervención del Estado ante determinados asuntos sociales por su función moralizadora, como puede ser la construcción de viviendas, el ser dueño de los ferrocarriles, etc.

No obstante coincide con Spencer, en las posibles consecuencias que traería el exceso de acumulación de funciones por parte del Estado, porque si los pobres se habitúan a pedirlo todo al Estado, no se esforzarían por lograr su subsistencia; esto conllevaría a que todo lo recibiría el ciudadano del Estado en recompensa por el trabajo que él hace para el Estado, por lo que las necesidades públicas recaerían sobre el Estado.

Otro aspecto que valora Martí de la obra de Spencer, es el derivado del análisis que hace de cómo en ese tipo de sociedad donde el ciudadano lo recibe todo del Estado ante cada nueva función que asuma el mismo, aumentaría de manera excesiva la cantidad de funcionarios públicos que reciben una alta remuneración por un trabajo relativamente escaso y refiere que en Inglaterra al igual que en casi todas partes, gusta el ocupar puestos públicos. Estos funcionarios adquirirían cada vez mayor poder y privilegios y en esa misma medida lo iría perdiendo el pueblo.

En carta a Fermín Valdés Domínguez de mayo de 1894, un año antes de morir señala:

Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados…[7]

Sobre el socialismo y Cuba, había escrito al Director de La Nación: "(…) Cada pueblo se cura conforme a su naturaleza, que pide diversos grados de la medicina, según falte este u otro factor en el mal, o medicina diferente. Ni Saint-Simon, ni Karl Marx, ni Marlo, ni Bakunin. Las reformas que nos vengan al cuerpo".[8]

Habla positivamente y reconoce los méritos del fundador del marxismo, Carlos Marx (1818-1883), pero critica su método basado en la lucha de clases como vía para emancipar a los pobres. No comprende aún Martí la necesidad de esta en determinadas condiciones históricas:

(…) Karl Marx es el llamado héroe más noble y el pensador más poderoso del mundo del trabajo. Suenan músicas; resuenan coros, pero se nota que no son los de paz…[9]

Oportuno es recordar que Martí fue un demócrata revolucionario impregnado de espíritu liberal del siglo XIX, comprendiendo por liberalismo aquella corriente de pensamiento filosófico, económico y de acción política que propugna, entre otras cosas, limitar al extremo el papel del Estado sobre los hombres y la sociedad, por lo que es lógico entender las posiciones que asume frente a la ideología socialista en este aspecto. Posiciones que además no están en extremo erradas por la práctica vivida a partir de la década del 90 del siglo XX.

Pero Martí no se quedó en la interpretación del legado espiritual de su época, sino que, debido a toda una serie de factores su pensamiento evoluciona y logra diseñar desde los presupuestos integrales de la cultura el primer proyecto latinoamericano, anticolonial, revolucionario, desde los intereses nacionales y de los más humildes, pero con todos y para el bien de todos.

La cosmovisión filosófica martiana se encauza como sistema armónico en torno a la naturaleza, la sociedad y al hombre concreto insertado en la cultura. Asume al hombre en su realidad natural, social e individual, como resultado de la actividad humana. En su intelección el vínculo hombre-naturaleza, es un proceso donde el hombre se naturaliza se humaniza. Su ensayo "Emerson" (1882), por solo citar un caso, es un ejemplo ilustrativo.

Martí no es pensador de escuela, líneas o dogmas, sino de ideas con un pensamiento complejo, integrador y dialéctico, que es muy difícil de ubicar dentro de una doctrina o reducir su rico pensamiento a una filiación filosófica determinada.

Ya desde 1940 había establecido Martínez, en Ideas sociales y económicas de José Martí, que nada de lo expuesto en ambos libros implicó ni implica la pretensión de afiliarlo al materialismo, aunque sí trató de mostrar, como ahora, su visible evolución hacia él. Se hace acompañar de todos aquellos autores[10]que como Juan Mier Febles, igualmente consideró que el pensamiento filosófico de José Martí se identifica progresivamente con los postulados básicos de la doctrina marxista-leninista; de Gaspar M. Jorge García Galló quien planteó que "Martí fue materialista histórico"; y de un grupo de autores de la desaparecida URSS, como Oleg Ternevoi para quien "Martí expresó sus simpatías hacia las concepciones auténticamente materialistas", asimismo de un grupo de eminentes historiadores para quienes las opiniones de Martí sobre la naturaleza y la sociedad y sobre la esencia del desarrollo histórico de la humanidad son profundamente materialistas. Débil tendencia valorativa ésta frente a la tendencia contraria de afiliar a Martí a las posiciones del idealismo, el subjetivismo, etc.

Sin embargo, es necesario distinguir que entre aquellos autores de la tendencia mayoritaria de afiliarlo al idealismo, se encuentran quienes como Adalberto Ronda Varona, observa una importante tendencia a la comprensión materialista de diversos fenómenos de la naturaleza y la sociedad, sin que por esto se produzca una ruptura con el idealismo filosófico…[11], y particularmente con el idealismo objetivo. Para dicha conclusión se hizo acompañar de las valoraciones hechas por Noel Salomón y Juan Marinello.

En el 2003, Armando Hart Dávalos[12]llama la atención sobre la necesidad de establecer una relación entre el pensar de Martí y el de Marx, por dos razones, la primera, porque en el siglo XX ambas corrientes de pensamiento se articularon en la Revolución Cubana y ello reviste una gran importancia para la formación política y cultural de las nuevas generaciones[13]y la segunda, porque la necesidad de alcanzar la síntesis de diferentes corrientes del pensamiento socialista es una exigencia para la evolución intelectual y moral de la humanidad; apunta Hart que para los cubanos, Carlos Marx y José Martí representan los planos más altos del saber filosófico y humanista de la cultura europea y latinoamericana del siglo XIX, respectivamente.

Tal relación entre el pensamiento de Marx y Martí reclama continuar indagando sobre la filiación filosófica de Martí, y para ello reviste especial importancia, la indagación virgen y nunca agotada sobre la interpretación que hiciera del problema fundamental de la filosofía teniendo en cuenta la lógica de su pensamiento, y que le permitió llegar a la conclusión de que la filosofía materialista, que no es más que la vehemente expresión del ser humano a la verdad, y un levantamiento saludable del espíritu de análisis contra la pretensión y soberbia de los que pretenden dar leyes sobre un sujeto que desconocen, la filosofía materialista al extremar, sus sistemas, viene a establecer la indispensabilidad de estudiar las leyes del espíritu. De negar el espíritu –la cual negación fue provocada en estos tiempos, como ha sido en todos, por la afirmación excesiva del espíritu- viene a parar que el espíritu está sujeto a leyes y se mueve por ellas, aceleradas o detenidas en su cumplimiento por las cusas mecánicas y circunstancias rodeantes que influyen y suelen ser tan poderosas que las truecan o determinan. No hay contradicción entre reconocer las leyes generales que se deducen de la observación de los hechos de los hombres, y la hermosa majestad, originalidad fructífera y fuerza propia y personal que hace interesante renovadora y sorprendente la persona humana[14]esta valoración de Martí permite comprender que existe una estrecha relación entre el pensamiento martiano[15]y marxista.

También asumir a Elena Rivas Toll (2008) que: solo una filosofía es capaz, para Martí, de asumir la realidad tal como se nos presenta, en estrecha relación con el hombre y sus amplias posibilidades de trascender: la filosofía de la Relación, que integra el amplio espectro de los sistemas filosóficos, pero que tiene de trascendente el ser una filosofía intermedia de espíritu conciliatorio que no tiene pretensiones de supremacía e infalibilidad, porque no puede haber una única filosofía. So lo pretende con ella buscar, en este caso su verdad, porque tampoco acepta que existan las verdades absolutas.[16]

El punto de partida para el análisis de su filosofía se ubica en la concepción sobre el armonismo cósmico (armonía), según Rivas Toll, (2008)

Martí se ocupó del problema fundamental de la filosofía partiendo de su crítica al materialismo y al idealismo. Consideró que al estudio del mundo tangible, se ha llamado física; y, al estudio del mundo intangible, metafísica. La exageración de aquella escuela se llama materialismo; y corre con el nombre de espiritualismo, aunque no debe llamarse así, la exageración de la segunda. Todas las escuelas filosóficas pueden concretarse en estas dos[17]Es necesario apreciar que Martí esta utilizando el término metafísica, en el sentido que se usaba en la época, como lo usó también Marx, como lo que va después de la física, y, la física entendida como la ciencia de la naturaleza, nunca en el sentido que le atribuyó posteriormente el marxismo como método antidialéctico ni como una parte especial de la filosofía. No obstante, Martí asume una posición monista a partir de querer encontrar una lógica respecto al objeto de estudio de la filosofía, o sea, comprender su problema fundamental.

En su crítica al materialismo, entre otros argumentos[18]reclamando por el monismo filosófico y dialéctico en el materialismo, decía que: no nos dice en que nervio reside el honor de los hombres, el pudor de las mujeres, el amor de la madre, el amor patrio, rechazamos por falta de pruebas a esa filosofía que no ha sabido probar lo que pretende[19]Esta criticando un tipo de materialismo, el mismo materialismo vulgar que igualmente criticó Engels.

También decía, criticando al idealismo y reclamando por un monismo filosófico y dialéctico, que: el espíritu es el señor del cuerpo, y como con nuestros ojos vemos que, si bien es verdad que un dolor como fenómeno espiritual perturba a veces el cuerpo, también es verdad que, un veneno, un dolor de cuerpo, una maldad, perturba a veces la razón, rechazamos esta segunda escuela, como la otra, por exclusivista, teorizante y pretenciosa[20]y rechazaba así al idealismo de esta y otras muchas maneras.[21]

No sería desacertado establecer la analogía de que al igual que Marx y Engels, Martí quiso lograr una síntesis de la historia de la filosofía, al criticar a ambas escuelas filosóficas y proponer una nueva, y a la cual dio incluso el nombre de "Filosofía de relación" y un conjunto de definiciones como las siguientes: la filosofía es la ciencia de las causas, de la causalidad[22]Filosofía es el conocimiento de las causas de los seres, de sus distinciones, de sus analogías y de sus relaciones[23]La filosofía no es más que el secreto de la relación de varias formas de existencia[24]la filosofía como el animado seno en que palpita, como objeto inmediato y presente, la posible acomodación de lo real de lo que el alma guarda como ideal anterior, posterior y perpetuo[25]Como cuestiones importantes que caracterizan a dicha filosofía y que son muestra de su lógica de pensamiento, se encuentran, el considerar que la religión es parte de la filosofía, exactamente dijo: (…) la filosofía y la religión que es una parte de ella (…)[26]; otra cuestión importante lo constituyó su rechazo a la filosofía sin historia examinadora y concienzuda[27]y su convicción de que "la certeza, pues, existe. –y- El trabajo de la filosofía consiste en investigar sus fundamentos, y la manera de adquirirla[28]etc.

En su "Filosofía de relación" decía que la misma no debía de fundamentarse unilateralmente ni sobre el ser (mundo físico), ni sobre el pensar (mundo metafísico), sino justamente sobre su relación y con un tipo de solución materialista como la que citábamos al inicio. El potencial de esta lógica de pensamiento no puede ser subvalorado si tomamos en consideración que Martí tuvo una formación filosófica, a partir de estudios específicos al respecto; dio clases de filosofía en la cátedra de Guatemala entre 1877-1878, y por supuesto, es necesario considerar su vida y obra, que lo llevó a ser considerado por Fidel Castro Ruz como "el autor intelectual del ataque al cuartel Moncada", hecho que permitió el triunfo de la primera revolución socialista en América Latina, la más humana que haya conocido la historia de la humanidad y la que ha resistido al más grande imperio que ha conocido la misma, y, resistido y desarrollado a pesar de la caída del campo socialista y la desaparición de la URSS hace casi 15 años.

Pero en el pensamiento martiano al igual que en el marxista, no solo hay un rechazo a las exageradas interpretaciones del materialismo y del idealismo, sino que la solución al problema fundamental de la filosofía situado justamente como problema gnoseológico, es un plano de análisis fundamental en Martí, cuando aborda los problemas relativos al sujeto del conocimiento, al objeto y su relación. Especial tratamiento brindó a las cuestiones referidas al sujeto del conocimiento (al hombre) a diferencia de Marx y el marxismo que lo han hecho respecto al objeto (la realidad objetiva).

Conclusiones

– En relación con el Problema Fundamental de la Filosofía se aprecia que el pensamiento de Martí y el de Marx, se identifican y se diferencian complementándose. En Marx y Engels hubo más hincapié en lo material, que en lo ideal; en las cuestiones referidas al ser, al ser social, a la base económica en su relación con la superestructura; mientras que en Martí, hay más hincapié en los aspectos referidos al pensar, al espíritu, la superestructura, en su relación con el ser, el ser social, el individuo social; pero desde las misma posiciones humanistas, que toman al hombre, como individuo, grupo, clase, sociedad, como la base de la relación materialista entre lo objetivo y lo subjetivo.

– Tanto el pensamiento marxista como el martiano coinciden en considerar al Problema Fundamental de la Filosofía como problema gnoseológico, cuya existencia real se da: en el conocimiento como fenómeno espiritual individual (expresión de la contraposición absoluta entre el pensar y el ser), y, en la práctica a partir del doble carácter de las relaciones sociales que establecen los individuos desde su pertenencia a un grupo, clase o sociedad histórico-concreta de que se trate.

Bibliografía

CANTÓN-NAVARRO, JOSÉ. Algunas ideas de José Martí en relación con la clase obrera y el socialismo.

HART DÁVALOS, ARMANDO. "Martí y Marx, raíces de la Revolución Socialista de Cuba" en Revista Cuba Socialista, tercera época, número 28-2003.

MARTÍNEZ BELLO, ANTONIO. Introducción a Las ideas filosóficas de José Martí. Ediciones Política, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1989.

JOSÉ MARTÍ. Obras Completas Tomo 15, p. 395. Editorial Nacional de Cuba. La Habana, 1964.

RIVAS TOLL, ELENA: Pensamiento filosófico de José Martí. Un estudio desde las mediaciones político-axiológicas. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 2008, pp.72-73.

RONDA VARONA, ADALBERTO. "Acerca de la filiación filosófica de José Martí" en Anuario del Centro de Estudios Martianos, 6, p. 80, 1983.

VITIER, MEDARDO. Las ideas en Cuba. La Filosofía en Cuba, p. 68.

 

 

Autor:

MSc: Miriam Echevarría Sánchez

MSc: José Antonio Ramírez Jiménez

MSc: Luis Miguel Ojeda Mas

Universidad de Ciencias Pedagógicas. "Conrado Benítez García", Cienfuegos.

Curso. 2012- 2013, "Año 55 de la Revolución"

[1] M. Vitier: Las ideas en Cuba. La Filosofía en Cuba, p. 68.

[2] Christian Friedrich Krause (1781-1832) centró todos sus esfuerzos en intentar construir un sistema filosófico propio. Su pensamiento apenas tuvo éxito en Alemania, tal vez por utilizar una terminología complicada y abstractas construcciones. Sin embargo, tuvo fieles seguidores en Bélgica, los Países Bajos y, muy especialmente, en España en la segunda mitad del siglo XIX.

[3] En las Obras Completas de Martí, encontramos que hace referencia a Krause en siete oportunidades.

[4] Ensayista y poeta estadounidense, primer autor angloamericano que influyó en el pensamiento europeo, podemos decir que sus discursos, sobre temas como filosofía de la historia, cultura humana, vida humana, estaban basados en material de sus Diarios, observaciones y notas que empezó a escribir cuando fue estudiante en Harvard. El trascendentalismo estadounidense, encabezado por Emerson, nació con la fundación del Club Trascendental en Boston en 1836. Consultar a Nicolás Abbagnano: Historia de la Filosofía, t. 2.

[5] Nicolás Abbagnano: Ob. Cit., pp. 372-377.

[6] J. Cantón-Navarro: Algunas ideas de José Martí en relación con la clase obrera y el socialismo.

[7] José Martí: “Carta a Fermín Valdés Domínguez”, Nueva York, mayo de 1894. Obras Completas, t. 3, p. 166.

[8] José Martí: La Nación, Buenos Aires, 20 de febrero de 1890. Obras Completas, t. 12, p. 378.

[9] José Martí: La Nación, Buenos Aires, 13 y 16 de mayo de 1883. Obras Completas, t. 9, pp. 388 y 389.

[10] Ibídem.

[11] Adalberto Ronda Varona. “Acerca de la filiación filosófica de José Martí” en Anuario del Centro de Estudios Martianos, 6, p. 80, 1983.

[12] Armando Hart Dávalos. “Martí y Marx, raíces de la Revolución Socialista de Cuba” en Revista Cuba Socialista, tercera época, número 28-2003.

[13] Fidel Castro Ruz señalaba al respecto que: “no podrá haber verdadera formación ideológica y política del pueblo, verdadera conciencia comunista, sin el conocimiento de los admirables aportes de José Martí a la Revolución Cubana”, referido por Antonio Martínez Bello en obra citada, p.52.

[14] José Martí. Obras Completas Tomo 15, p. 395. Editorial Nacional de Cuba. La Habana, 1964.

[15] José Martí rechazaba al idealismo cuando decía que “se me confunde con idealismo metafísico; teorías antropocéntricas, ¡cotejo de los que oponen a la ciencia la personalidad humana”, en Obras Completas Tomo 19, p. 420. Editora Política. La Habana, 1965, (se citará esta edición a continuación).

[16] Rivas Toll, Elena: Pensamiento filosófico de José Martí. Un estudio desde las mediaciones político-axiológicas. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 2008, pp.72-73.

[17] José Martí. Ob, cit. Tomo 19. p.361.

[18] Entre otros argumentos pueden mencionarse los siguientes: “un argumento contra los materialistas. Y ¿la impresión que hacen en nosotros una palabra insultante o dolorosa, que no es materia, y subleva la dignidad y el dolor, que no se encuentra al disecar el cadáver, sin golpe alguno material” en Ob, cit. Tomo 21, p. 47. “…Materialismo. Teología de la razón” Íbidem, p.67. “…no es el cerebro el que hace crecer la inteligencia” Ibídem, p. 67. Etc.

[19] José Martí. Ob, cit. Tomo 19. p.364.

[20] Ibidem.

[21] Respecto a la presuntuosidad del idealismo decía “la teoría antropocéntrica concepción presuntuosa de la sistemática escuela espiritualista”. José Martí Ob, cit. Tomo 15. p. 194. En otro momento señaló: “No sé si soy un loco, puesto que soy un idealista tan completo. El realismo, santo maravilloso, milagroso, es la lógica de la naturaleza” en Ob, cit. Tomo 19, p.429. Criticó el subjetivismo de la filosofía india “…Y es que aquella filosofía india embriaga, como bosque de azahares, y acontece con ella como con ver volar aves, que enciende ansias de volar. Se siente el hombre, cuando penetra en ella, dulcemente aniquilado, y como mecido; camino de lo alto, en llamas azules. Y se pregunta entonces sino es fantasmagoría la naturaleza, y el hombre fantaseador y todo el Universo una idea, y Dios la idea pura, y el ser humano la idea aspiradora que irá a parar al cabo, como perla en su concha y flecha en tronco de árbol, en el seno de Dios. Y empieza a andamiar, y a edificar el Universo. Pero al punto echa abajo los andamios, avergonzado de la ruindad de su edificio, y de la pobreza de la mente, que parece, cuando se da a construir mundos, hormiga que arrastra a su espalda una cadena de montañas.” En Ob, cit. Tomo 13, p. 27.

[22] José Martí. Ob, cit. Tomo 21, p. 42.

[23] José Martí. Ob, cit. Tomo 19, p. 259.

[24] José Martí. Ob, cit. Tomo 7, p. 232.

[25] José Martí. Ob, cit. Tomo 19, p. 365.

[26] José Martí. Ob, cit. Tomo 13, p. 33.

[27] José Martí. Ob, cit Tomo 21, p. 75.

[28] José Martí. Ob, cit. Tomo 19, p. 359.