A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (por ejemplo un peso < 85% del esperable)
B. Miedo intenso a ganar peso, a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal
C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la auto evaluación o negación del peligro que reporta un bajo peso corporal.
D. En las mujeres post puberales: presencia de amenorrea, por ejemplo de al menos 3 ciclos menstruales consecutivos (se considera amenorrea cuando las menstruaciones aparecen con tratamientos hormonales como es el caso de la administración de Estrógenos).
Aspectos Psicopatológicos de los trastornos de alimentación
Estas pacientes tienen un déficit en la estructuración de su personalidad. En apariencia se desarrollan normalmente hasta la pubertad o comienzo de la adolescencia; y frente a los cambios físicos, psíquicos y sociales que ésta implica, sucumben ante la enfermedad. La desnutrición es responsable de algunos síntomas (irritabilidad, aislamiento social, depresión, disminución en la capacidad de concentración, insomnio, agudeza visual, sentido alterado del tiempo). También presentan dificultad para expresar sus sentimientos y afectos, alteraciones cognitivas, déficit en el pensamiento abstracto, disminución de la libido.
La Anorexia Nerviosa puede presentar comorbilidad con desórdenes afectivos, tales como Depresión Mayor y Distimia; y también con desórdenes por ansiedad como son el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y Ansiedad Generalizada. Es de suma importancia tratar la comorbilidad con Depresión Mayor porque lleva a una alta tasa de suicidios
TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA ANOREXIA PSICOGENA Y LA BULIMIA
Se establecen dos tipos de teorías explicativas, por una parte la teoría fisiológica, que se centraría en un posible déficit en el hipotálamo; por otro las teorías psicológicas. Entre las que cabe resaltar:
a) La consideración de la bulimia y la anorexia psicógena como una respuesta evocadora de ansiedad, causada a su vez por el miedo a ser obesos en esta teoría todas las estrategias utilizadas por el bulímico para no ganar peso como purgarse o vomitar, reducen la ansiedad y por tanto, el miedo a ser obesos. La alteración de la conducta alimenticia en el anoréxico, se produce cuando éste no puede controlar sus reacciones emocionales, esta incontrolabilidad, es producida por la incapacidad del estos sujetos para etiquetar sus estados emocionales y si aparecen ansiedad y depresión en situaciones no controladas, se darán con facilidad, episodios de anorexia.
b) La hipótesis de la dependencia externa. Supone que los bulímicos, y también los anoréxicos, no regulan su conducta de comer a partir de indicios internos de hambre o saciedad, sino a partir de claves externas.
En la actualidad se ha optado por un modelo pluricausal en el que interactúan diferentes tipos de variables biológicas, psicológicas y relacionales dando lugar a una serie de factores predisponentes precipitantes y de mantenimiento que permiten explicar la aparición y cronificación de los trastornos de la alimentación.
Los dos tipos más comunes de trastornos alimenticios son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como anorexia y bulimia). Estos dos trastornos son difíciles de separar ya que comparten ciertas características: tanto en la anorexia como en la bulimia, la persona tiene una imagen distorsionada de su propio cuerpo. Esta persona vive obsesionada con la comida.
La anorexia y la bulimia tienden a afectar con más frecuencia a niñas que a varones; pero el 10% de la gente con trastornos de este tipo son hombres. Como se tiende a pensar que los trastornos de la alimentación afectan solamente a las mujeres, no se presta atención al problema en los hombres. Los hombres que presentan trastornos alimenticios suelen concentrarse en la apariencia física o en el éxito deportivo más que en verse delgados.
La gente que sufre de anorexia tiene mucho miedo de engordar. Es por eso que apenas come y lo poco que ingiere se convierte en una obsesión. Es bastante común que una persona con anorexia pese la comida antes de ingerirla o cuente sus calorías. También es común que la persona haga ejercicio en exceso con el objetivo de bajar de peso.
Una característica particular de la anorexia es que la persona no solamente desea ser muy delgada sino que tiene una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Si bien bajan de peso a una velocidad alarmante, las personas con anorexia no se consideran delgadas. Una persona que sufre de este trastorno, se mira en el espejo y ve a una persona gorda.
La bulimia es algo diferente a la anorexia ya que la persona que la padece no evita comer. Todo lo contrario; esta persona ingiere grandes cantidades de alimentos que elimina vomitando. Este comportamiento se conoce como "atracones y vaciado". Como en el caso de la anorexia, la bulimia tiende a afectar a adolescentes y mujeres jóvenes más que a hombres. A diferencia de la anorexia, la bulimia es difícil de detectar. De hecho, una persona con bulimia puede tener un peso normal o un poco mayor que el peso normal.
Características de Anorexia y Bulimia
Anorexia:
v Baja de peso, hasta llegará a un 20% de lo normal;
v Niega tener hambre;
v Hace ejercicio de manera excesiva;
v Se siente gorda; y
v Se aísla socialmente
Bulimia:
v Inventa excusas para ir al baño inmediatamente después de terminar la comida;
v Come grandes cantidades de comida pero no aumenta de peso;
v Utiliza laxantes o diuréticos; y
v Se aísla socialmente
¿Cuáles son las causas de la Anorexia y la Bulimia?
Nadie está totalmente seguro sobre las causas de los trastornos de la alimentación; sin embargo, existen varias teorías sobre por qué la gente desarrolla estas patologías. La mayoría de la gente que desarrolla un trastorno alimenticio se encuentra entre los 14 y 18 años (aunque es posible que, en ciertas personas, comience a una edad más temprana). En ese momento de sus vidas, los adolescentes sienten que no pueden tener nada bajo control. Los cambios físicos y emocionales que ocurren en la pubertad pueden hacer que aun la persona más segura de sí misma se sienta un poco fuera de control. Al controlar su propio cuerpo, las personas con trastornos de la alimentación sienten que pueden recuperar parte del control -aunque lo logren de una manera no saludable.
En el caso de las mujeres, aunque es completamente normal (y necesario) aumentar un poco de peso durante la pubertad, algunas reaccionan al cambio teniendo mucho miedo de su nuevo peso y sienten que deben hacer algo para eliminarlo. Es fácil darse cuenta por qué a algunas personas les da miedo aumentar de peso, aun cuando saben que es saludable y temporal. Estamos rodeados de imágenes de gente famosa muy delgada -gente que pesa mucho menos que el peso saludable que deberían tener. Cuando se combina la presión por ser como estos modelos con el cambio físico normal por la edad, no es difícil entender por qué algunos adolescentes tienen una imagen distorsionada de sus cuerpos.
Algunas personas que adquieren este trastorno alimenticio pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad. Los especialistas creen que la gente que tiene trastornos de la alimentación también sufre del trastorno obsesivo-compulsivo. Su anorexia o bulimia son una herramienta para controlar el estrés y la ansiedad que surge en la adolescencia y les permite tomar el control y establecer un orden en sus vidas.
También existe evidencia de que los trastornos de la alimentación son un problema que ya otros miembros de la familia tienen o han tenido. Nuestros padres ejercen una influencia en nuestros valores, prioridades y, por supuesto, en nuestra manera de comer. Es por ello que el trastorno está relacionado con el ambiente y la influencia familiar. Pero también se ha sugerido que hay un componente genético en ciertos comportamientos. Y los trastornos de la alimentación pueden ser uno de ellos.
BULIMIA:
El cuadro se inicia habitualmente a partir de los 20 años, los bulímicos refieren que sus mentes están casi constantemente ocupadas en pensamientos referentes a la comida, dificultando incluso la concentración. Los excesos de comida se dan normalmente en solitario y en secreto. Muchas veces ritualizan la compra de comida y este hecho suele producirles al mismo tiempo excitación y ansiedad. La cantidad de comida que se ingiere en un episodio bulímico puede llegar hasta 20.000 calorías.
Para impedir ganar peso pueden utilizar mecanismos diversos como provocarse vómitos, utilizar frecuentemente purgantes y diuréticos, hacer mucho ejercicio, tomar anfetaminas, etc.. Todos estos excesos pueden llegar a tener complicaciones de salud siendo uno de los más peligrosos la provocación de vómitos que puede dar lugar a deplección de los niveles de potasio, infecciones urinarias y problemas renales, ataques epilépticos, tétanos, y pérdida importante de peso. Los rasgos psicopatológicos más importantes, se refieren a la preocupación relacionada con la comida, el peso y los síntomas depresivos. Los bulímicos, son personas depresivas, acomplejadas, que se sienten ineficaces e indefensas, carentes de autoestima y elevada ansiedad, carentes de asertividad y con una deficiente imagen corporal y pobres relaciones sexuales.
El curso habitual de este trastorno es crónico durante un período de varios años, alternándose con frecuencia períodos de bulimia con fases de ingesta normal. No suele ser un trastorno incapacitante salvo en personas con muchos ataques recurrentes durante el día que se provocan vómitos. Suele presentar oscilaciones de peso debido a la alternancia de episodios bulímicos con períodos de ayuno.
Parece que este trastorno aparece de forma mayoritaria entre el sexo femenino, existiendo poca información respecto a la prevalencia y los factores predisponentes del mismo.
La bulimia aparecía después de un período de tiempo en el que la persona había estado muy preocupada por el peso, llegando incluso a hacer dieta, los intentos por reducir peso, habían sido infructuosos y en este caso, eran seguidos de períodos de ingesta desmesurada y de ayuno. Otros pacientes se convirtieron en bulímicos después de haber hecho dieta durante mucho tiempo, y de haber perdido, incluso, mucho peso.
Diagnóstico y evaluación de la bulimia:
Criterios para el diagnóstico de F50.2 Bulimia nerviosa [307.51]
A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por:
(1) ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias.
(2) sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo).
B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.
C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.
D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.
E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.
Especificar tipo:
Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso
Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
Además de estos criterios diagnósticos y como complementario a ellos podemos utilizar autorregistros, autoinformes específicos de la conducta alimentaria como el Test de Actitud hacia la Comida (EAT), Garner y Garfinkel
-1979-; así como autoinformes en general para valorar aquellas áreas problemáticas del sujeto (depresión, ansiedad, asertividad, etc.). También podemos utilizar pruebas psicométricas como el MMPI y el EPI de Eysenck para valorar las patologías asociadas.
Diagnóstico diferencial:
-El diagnóstico de bulimia no puede formularse si existe una anorexia nerviosa.
-En la esquizofrenia puede haber una conducta alimenticia poco corriente, pero en este trastorno raras veces se da el síndrome completo de bulimia y cuando lo hay deben hacerse los dos diagnósticos.
-Descartar enfermedades neurológicas como los equivalentes epilépticos, tumores del sistema nervioso central o síndromes del tipo Klüver-Bucy y Kleine-Levin.
Tratamiento de la bulimia:
Una aproximación cognitivo-conductual tiene que combinar diferentes estrategias entre las que cabe destacar:
-Refuerzo positivo de una ingesta adecuada.
–Técnicas de autocontrol hacia las conductas de comer.
-Desensibilización o exposición en vivo para controlar la ansiedad que el paciente experimenta antes de comer.
-Terapia cognitiva
–Contrato conductual.
ANOREXIA:
En los anoréxicos hay una idea sobrevalorada de la imagen corporal, que puede tomar proporciones delirantes. Los pacientes ven algunas partes de su cuerpo muy gruesas, incluso a pesar de la perdida de peso, por lo cual deben continuar sin comer. Generalmente manifiestan fuertes sentimientos de asco y desagrado ante su propio cuerpo. No reconocen adecuadamente, los signos de hambre y saciedad. Se sienten hinchados, tienen Náuseas, después de haber comido poquísimo. A pesar de su gran inanición, no se sientes cansados ni fatigados.
El estado de ánimo de los anoréxicos, es bastante variable. Son comunes, los sentimientos de desamparo, la depresión y la labilidad emocional. Pierden todo interés en el sexo y evitan los contactos con personas del sexo opuesto. En el caso de actividad sexual no disfrutan de ella.
Características de anorexia
Cambios cognitivos: distorsiones cognitivas sobre el peso y la ingesta, alteración de la imagen corporal (sigue encontrándose gorda a pesar de haber perdido peso)
Cambios conductuales: dieta restrictiva autoimpuesta, frecuente provocación de vómitos, uso abusivo de laxantes (estas conductas son más frecuentes si la anorexia cursa con episodios de bulimia); elevado interés por la gastronomía, hiperactividad, relaciones familiares gravemente alteradas, importante retraimiento social.
Cambios biológicos: alteración del sistema hipotalámico y endocrino que tiene como consecuencia la aparición de la amenorrea. Desaparecen las curvas típicas femeninas, piel seca, pérdida de pelo, bradicardia, hipotensión, baja temperatura, deshidratación.
Etiología de la Anorexia Nerviosa
Se encuentran involucrados tanto factores biológicos, sociales como psicodinámicos.
Factores biológicos: los distintos hallazgos en pacientes con Anorexia Nerviosa sugieren la existencia de una disfunción hipotalámica. Es posible que en algunas personas vulnerables, el stress psicológico produzca cambios bioquímicos reversibles en el hipotálamo que provoquen esta alteración y que se perpetúe con la pérdida sucesiva de peso. Los opiodes endógenos pueden contribuir a la negación del hambre. También estarían afectados los neurotransmisores cerebrales, los ejes gonadotrófico, tiroideo, adrenal, somatotrófico y prolactínico; además de verse involucrados la melatonina, hormona antidiurética, insulina y leptina. Finalmente como consecuencia de la desnutrición se altera el metabolismo fosfocálcico.
Factores sociales: estas pacientes ven reforzadas sus conductas debido al énfasis que pone la sociedad a la delgadez y al ejercicio. Las personas que presentan trastornos de la conducta (principalmente de tipo compulsivo/purgativo) tienen familias con altos niveles de hostilidad, caos y aislamiento, como así también niveles bajos de cuidados y empatía.
Factores psicodinámicos: son personas con poco sentido de autonomía y auto confianza. Sólo a través de actos de autodisciplina pueden desarrollar el sentido de las mismas. Generalmente se trata de jóvenes que han sido incapaces de separarse psicológicamente de sus madres. Las familias suelen ser prejuiciosas, con dificultad para verbalizar los afectos, sobre protectoras, ambiciosas, perfeccionistas, que valorizan el éxito académico. También se observa una relación conflictiva de la madre con su propia madre.
Diagnóstico de la anorexia nerviosa según el DSM IV
Criterios para el diagnóstico de F50.0 Anorexia nerviosa [307.1]
A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).
B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos.).
Especificar el tipo:
Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).
Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas)
Además de estos criterios vale todo lo dicho sobre el diagnóstico para la bulimia, pero utilizando autoinformes específicos para la anorexia como puede ser la Escala de Actitud Anoréxica (GAAS) de Goldberg y cols. (1980).
Desde una perspectiva cognitivo-conductual Calvo (1983) propone el siguiente esquema de análisis funcional:
a) antecedentes (factores o situaciones que elicitan la conducta problema).
b) Conductas desadaptadas, definidas operativamente y según criterios de intensidad, frecuencia y duración.
c) Las conductas que mantienen o incrementan dichas conductas.
d) Las variables del sujeto (creencias, estilo cognitivo…). Además de todas las variables adicionales que pueden facilitar o entorpecer el tratamiento (medio sociocultural, motivación al cambio…).
Tratamiento de la anorexia:
En el tratamiento de la anorexia hay que tener en cuenta en nivel de pérdida de peso del sujeto y si hay una gran pérdida, con posible riesgo para la vida, se impone una hospitalización del sujeto. Desde la perspectiva médica el tratamiento consisten en la administración de fármacos básicamente antianoréxicos, ansiolíticos y antidepresivos.
Desde el modelo psicodinámico se opta por la psicoterapia cuyo objetivo es resolver los conflictos internos que se suponen a la base del trastorno.
Desde una perspectiva cognitivo conductual el tratamiento debe ir dirigido a cubrir los siguientes objetivos:
1. Establecimiento o incremento de la cooperación por parte del paciente (eje., contrato de conducta).
2. Establecimiento de hábitos de comida y peso adecuados (mediante refuerzo diferencial – medio hospitalario o familiar-).
3. Modificar las actitudes hacia la apariencia corporal, la comida y el peso (técnicas de inundación o desensibilización).
4. Hacer desaparecer los episodios de bulimia (técnicas de exposición o prevención de respuesta).
5. Modificar el factor sumisión-dependencia (técnicas cognitivas -eje., Terapia Racional Emotiva de Ellis-).
6. Eliminar el miedo al contacto corporal, a las relaciones sexuales (Exposición, desensibilización sistemática).
7. Modificar las relaciones familiares.
8. Mantenimiento de los resultados a largo plazo (seguimiento de 1 ó 2 años).
LA OBESIDAD
La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa que se traduce en un aumento de peso por encima de unos límites adecuados.
La obesidad se ha clasificado en tres categorías según el peso del individuo en relación con el peso ideal:
a) leve, que se sitúa entre el 120 por 100 y el 140 por 100 del peso ideal;
b) moderada que va del 141 por 100 al 200 por 100 del peso ideal y,
c) grave o severa, cuando el peso excede el 200 por 100 del peso ideal.
Según la distribución corporal de la grasa, se distinguen dos tipos:
a) obesidad androide, con predomino de la grasa en la mitad superior, más característica en hombres,
b) obesidad ginoide, con predominio de la grasa en la mitad inferior, más característica en mujeres.
El eje central de la evaluación y tratamiento de la obesidad consiste en analizar las características sociodemográficas del sujeto, estilo de comer, hábitos de actividad física, variables cognitivas, consecuencias positivas y negativas. Toda esta información podemos obtenerla mediante la entrevista, autorregistros etc.
INTERVENCIÓN EN PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN Y OBESIDAD
Aunque la obesidad, la bulimia y la anorexia psicógena han sido consideradas como trastornos claramente separados, hay razones de peso en la práctica clínica y en la investigación para descartar este punto de vista. Así autores como Bruch (1976) han indicado que los procesos psicológicos subyacentes a los trastornos de la alimentación son similares, ya que en todos ellos, la ingesta y el aspecto corporal son manipulados en un esfuerzo inútil por camuflar o resolver el estrés interno, y de ajustarse a las dificultades del ambiente. La obesidad, la bulimia y la anorexia se tienden a conceptualizar como un continuo en el que las conductas anoréxicas y las bulímicas constituyen los extremos de un mismo trastorno y son condiciones alternantes en la misma persona a lo largo de diferentes períodos de su vida (Ochoa, 1990)
Según L. Sánchez y Planell (1993) la conducta alimentaria normal y sus desviaciones patológicas sólo pueden entenderse si se estudian bajo el enfoque de los tres niveles organizativos de la personalidad: neurobiológico, psicológico y relacional.
La intervención en los trastornos de la alimentación debe de ajustarse a las características de cada caso en particular y en función del tipo de trastorno de la ingesta que el sujeto presente. en general las estrategias a utilizar serán por un lado la evaluación cuyo objetivo será el confeccionar un Análisis Funcional de la conducta de ingesta, dar información general sobre el problema, seleccionar las conductas que se han de modificar y elegir las técnicas adecuadas. Las técnicas de evaluación a utilizar pueden ser, además de todo lo expuesto en otros apartados del tema, la entrevista clínica, la entrevista con familiares, los autoinformes y los autorregistros.
El tratamiento tiene como objetivos la reducción/aumento de peso, la modificación de la conducta específica de la ingesta y la modificación de cogniciones y sentimientos mediante las técnicas de autorregistro, relajación terapia cognitiva, control de estímulos, dieta (reducción/aumento de calorías), modificación de los hábitos alimenticios, autorrefuerzo y control de consecuencias, control de la actividad física y retroinformación informativa. En el seguimiento se pretende el mantenimiento de los objetivos marcados mediante autoinformes, técnicas cognitivas, autorrefuerzos, sesiones de apoyo, etc.
TRASTORNO POR ATRACÓN
Muchas personas realizan un atracón alimentario de vez en cuando pero esta conducta se transforma en un Trastorno de la Alimentación cuando se da una pérdida de control y cuando ocurre periódicamente.
El Binge Eating o Trastorno por Atracón es un Trastorno de la Alimentación que se caracteriza por atracones recurrentes en los que no existe conducta compensatoria inapropiada típica de la Bulimia Nerviosa (p.ej. autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo).
Para que podamos realizar un diagnóstico de Trastorno por atracón deben darse los siguientes criterios (según la clasificación internacional DSM IV)
Un episodio de atracón se caracteriza por las dos condiciones siguientes:
1. Ingesta, en un corto período de tiempo, de una cantidad de comida definitivamente superior a la que la mayoría de las personas podría consumir en el mismo tiempo y bajo circunstancias similares.
2. Sensación de pérdida del control sobre la ingesta durante el episodio (p.ej. sensación de que uno no puede parar de comer o controlar qué o cuánto está comiendo).
Los episodios de atracón se asocian a tres o más de los siguientes síntomas:
1. Ingesta mucho más rápida de lo normal. 2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno. 3. Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre. 4. Comer a solas para esconder su voracidad. 5. Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran culpabilidad después del atracón. Profundo malestar al recordar el atracón.
Los atracones tienen lugar al menos dos días a la semana durante seis meses.
El atracón no se asocia a estrategias compensatorias inadecuadas (purgas, ayuno, ejercicio físico excesivo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de una Anorexia Nerviosa o una Bulimia Nerviosa.
Muchas personas comentan que comen más o que comen demasiado cuando tienen problemas psicológicos, por ejemplo: cuando se sienten solas, tristes o estresadas.
Algunas personas manifiestan que su trastorno por atracón está desencadenado por estados de animo disfóricos, como depresión o ansiedad. Otros sujetos no se ven capaces de identificar desencadenantes concretos, pero sí pueden manifestar una sensación inespecífica de tensión, que el atracón consigue aliviar. Otro grupo de personas otorga una cualidad disociativa al atracón que experimenta como una sensación de embotamiento o de estar drogado. Pero también hay muchos individuos que pasan todo el día comiendo sin horarios ni desencadenantes definidos.
Frecuentemente, las personas con este trastorno por atracón utilizan el atracón como una forma de huir de sus emociones, para llenar un vacío interno o para evadir el estrés, la angustia y el dolor.
También hay casos en que el trastorno por atracón se intenta inconscientemente poner una separación entre la persona afectada misma y los demás ("como soy gordo/a, no les gusto a los demás y nadie se me acercará"). Sin embargo, al mismo tiempo suelen ser personas necesitadas de cariño y, como en el caso de la Bulimia Nerviosa, el atracón puede ser utilizado como un "autocastigo" por no estar satisfechas consigo mismas.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.
TRASTORNO POR ORTOREXIA
La Ortorexia es una "enfermedad" relacionada con los trastornos de la alimentación. La diferencia de la ortorexia con los otros trastornos de la alimentación está en que, mientras que en la anorexia y la bulimia el problema gira en torno a la cantidad de comida, en la ortorexia gira en torno a la calidad.
Se entiende por ortorexia la obsesión patológica por la comida biológicamente pura. Las víctimas de esta enfermedad sufren una preocupación excesiva por la comida sana, convirtiéndose en el principal objetivo de su vida. Podría decirse que es un comportamiento obsesivo-compulsivo caracterizado por la preocupación de qué comer y la transferencia de los principales valores de la vida hacia el acto de comer, lo cual hace que los afectados tengan "un menú en vez de una vida".
Para que podamos realizar un diagnóstico de Ortorexia deben darse los siguientes criterios,
v Quien sufre un trastorno por Ortorexia pasa más de 3 horas al dia pensando en su dieta sana.
v Quien sufre un trastorno por Ortorexia se preocupa mas de la calidad de la comida que del placer que supone el comer los alimentos.
v Quien sufre un trastorno por Ortorexia conforme aumenta la pseudocalidad de su alimentación disminuye su calidad de vida.
v Quien sufre un trastorno por Ortorexia se siente culpable cuando se salta sus convicciones dietéticas.
v Quien sufre un trastorno por Ortorexia planifica hoy lo que va a comer mañana.
v Quien sufre un trastorno por Ortorexia se va aislando socialmente por su manera de comer.
Estos son algunos de los criterios para diagnosticar al paciente que sufre de ortorexia. Los síntomas de la enfermedad van desde depresión, ansiedad, hipocondrías, hipervitaminosis o en su defecto hipovitaminosis y en fases avanzadas trastornos obsesivos compulsivos respecto a la alimentación.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.
TRASTORNO POR VIGOREXIA
El paciente que padece vigorexia persigue un cuerpo musculado, para ello, dedica su tiempo libre al ejercicio físico anaeróbico (de gimnasio) utiliza fármacos y hormonas y reduce la variedad alimentaria, normalmente empleando dietas ricas en proteínas.
Quien sufre de vigorexia pasa la mayor parte del tiempo pensando y actuando para mantener la forma física y la musculatura máxima, comprueba su peso y medidas, se mira en el espejo reiteradamente, etc…, de esta manera, se ve deteriorada su calidad de vida, sus relaciones sociales y familiares e incluso su rendimiento académico o laboral.
Se entiende por vigorexia la obsesión patológica por un cuerpo perfecto y musculado. Las víctimas de esta enfermedad sufren una preocupación excesiva por su cuerpo, convirtiéndose en el principal objetivo de su vida. Podría decirse que es un comportamiento obsesivo-compulsivo caracterizado por la preocupación de acudir al gimnasio y la transferencia de los principales valores de la vida hacia el acto de entrenar o muscular su cuerpo.
La vigorexia afecta mayoritariamente a hombres, aunque también puede darse en mujeres. La práctica de deporte moderado resulta muy saludable para nuestro organismo. Sin embargo, los afectados por la vigorexia muestran una preocupación excesiva por su aspecto físico que conlleva que la musculación a través de una actividad física pase de ser un objetivo saludable a un desorden emocional elevado a la categoría de obsesión. Este ansía por adquirir a toda costa una apariencia atlética puede llevar al consumo de sustancias perjudiciales para el organismo.
Las consecuencias de este trastorno tienen su reflejo en la salud y en la conducta social de quienes lo padecen.
En ocasiones quienes sufren de vigorexia también recurren a una práctica más peligrosa para la salud, como es el dopaje para obtener un incremento de la masa muscular y disminuir la fatiga.
Los productos dopantes más utilizados son los anabolizantes, derivados sintéticos de la testosterona (hormona sexual masculina). Son sustancias que pueden provocar efectos adversos: problemas de impotencia, crecimiento desproporcionado de las glándulas mamarias, acné, caída del cabello, depresión, euforia, irritabilidad… y, en los casos más extremos, problemas de corazón y de hígado.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.
TRASTORNO DE ALIMENTACIÓN EN LA LACTANCIA Y EN LA PRIMERA INFANCIA
Definición
Es la incapacidad de un niño pequeño para obtener la nutrición adecuada, lo cual se refleja en pérdida de peso o en la incapacidad para aumentar de peso de manera apropiada para su desarrollo.
Causas, incidencia y factores de riesgo
Los trastornos de alimentación se diagnostican cuando el bebé o el niño aparece desnutrido y el problema no es causado por una afección médica (como paladar hendido, cardiopatía congénita o enfermedad pulmonar crónica) o por un trastorno que cause retardo mental.
La causa de estos trastornos a menudo se desconoce, pero se pueden dar por diversos factores, como pobreza, interacciones disfuncionales niño/tutor o desinformación de los padres acerca de la dieta apropiada para satisfacer las necesidades del niño.
Síntomas
v Estreñimiento
v Llanto excesivo
v Somnolencia excesiva (letargo)
v Irritabilidad
v Aumento de peso insuficiente
v Pérdida de peso
Signos y exámenes
Se evalúa al niño en búsqueda de cualquier enfermedad que pudiera causar o contribuir con este problema. La evaluación de las curvas del desarrollo para peso, talla y perímetro cefálico es importante en cualquier evaluación de problemas de alimentación o de peso.
Se pueden utilizar pruebas de laboratorio y estudios imagenológicos para completar la evaluación médica, pero con frecuencia son normales en niños con problemas de crecimiento.
Tratamiento
Dependiendo de la gravedad de la afección, se pueden tomar las siguientes medidas:
v Aumentar el nivel de calorías y la cantidad de líquidos consumidos por el bebé
v Corregir cualquier deficiencia de vitaminas o minerales
v Identificar y corregir los problemas psicosociales o enfermedades físicas subyacentes
Para lograr estos objetivos, se puede requerir un período corto de hospitalización.
Expectativas (pronóstico)
No existe una cura rápida para la mayoría de los bebés y niños con trastornos de alimentación. En lugar de esto, se requiere un enfoque multidisciplinario con pediatras, enfermeras especializadas, dietistas, trabajadores sociales, especialistas en conducta y padres de familia que trabajen conjuntamente para mejorar el bienestar y estado nutricional del niño.
Complicaciones: La desnutrición en la niñez puede impedir el desarrollo físico y mental en caso de ser severa y prolongada, pero con el tratamiento oportuno se pueden prevenir tales complicaciones.
En situaciones que requieren asistencia médica se debe consultar con el pediatra si se tiene alguna preocupación con respecto al apetito, comportamiento, desarrollo o crecimiento del niño.
Prevención
Seguir las pautas recomendadas para la nutrición puede ayudar a garantizar una ingesta adecuada de líquidos y de calorías para un bebé. Las visitas regulares de control del niño sano con el pediatra pueden ayudar a detectar a tiempo problemas de desarrollo y de alimentación y prevenir un daño permanente relacionado con la desnutrición.
DESNUTRICIÓN
Desnutrición Calórico-Proteica. Se produce por una nutrición deficiente crónica, donde predomina especialmente el déficit calórico y cantidad insuficiente de todos los nutrientes. Se caracteriza por un consumo progresivo de las masas musculares y tejido adiposo, sin alteraciones importantes a nivel de vísceras excepto la disminución del número y tamaño de las células, y compromiso de la velocidad de crecimiento. Se compromete principalmente la inmunidad celular. En su grado extremo, el "marasmo", aparece como una gran emaciación, piel de "viejo", deficiente capacidad de concentración renal, problemas con la homeostasis hidroelectrolítica y ácido-base, lo que favorece la deshidratación frente a cualquier aumento de las pérdidas (especialmente diarrea y vómitos). El marasmo nutricional no se asocia en forma importante a anemia ni a otras carencias, excepto en su periodo de recuperación, en que pueden manifestarse carencias de hierro, zinc, vitamina D, etc. La desnutricióncalórico-proteica grave prolongada durante los primeros dos años de vida puede alterar el desarrollo neurológico del individuo, aunque en realidad es la deprivación socio-afectiva, que se le asocia con gran frecuencia, tiene el impacto mayor en este aspecto.
Desnutrición Proteica La desnutrición proteica en países del tercer mundo se produce en relación al destete durante el segundo y tercer año de vida, en situaciones de extrema miseria. En un paciente menor de dos años que ingresa con desnutrición proteica debe sospecharse siempre una enfermedad celíaca descompensada, aún si no hay claros antecedentes de diarrea crónica. A éste se le debe considerar un paciente de alto riesgo, y no susceptible de manejo ambulatorio en esta fase.
La desnutrición de predominio proteico se produce en corto plazo (semanas), frente a las siguientes situaciones:
v Dieta carente de proteínas, pobre en lípidos y calorías, y compuesta casi exclusivamente de hidratos de carbono
v Aportes restringidos en paciente hipercatabólico
v Mala absorción intestinal por diarrea prolongada o enfermedad celíaca
v Infección severa en paciente con desnutrición calórico-proteica previa
v Paciente crítico con reacción inflamatoria sistémica
v Ayuno mayor a 7 días con suero glucósido como único aporte (en paciente quirúrgico, por ejemplo)
La desnutrición de predominio proteico se caracteriza por una relativa conservación del tejido adiposo, moderado compromiso muscular, y compromiso importante de las proteínas viscerales, en especial la albúmina, y las proteínas transportadoras, anemia, hipocalcemia, hipofosfemia, hipomagnesemia, hipocalemia, hipoprotrombinemia, déficit de zinc y hierro, carencias vitamínicas y folato. Existe un grave compromiso de la inmunidad humoral y celular, y puede deteriorarse la capacidad absortiva intestinal. Si la albúmina plasmática desciende a 2.5 mg./dl o menos, se agrega una alteración importante de la osmolaridad plasmática que lleva a producir un síndrome edematoso agudo, o "Kwashiorkor". A causa de los trastornos electrolíticos y las pérdidas renales y digestivas aumentadas, el paciente puede estar hipovolémico a pesar del edema importante; al reponer volumen o albúmina, debe considerarse que el paciente puede tener una contractibilidad cardíaca deficiente, secundaria al déficit de proteínas y de algunos electrólitos. Frente a infecciones graves, puede evolucionar fácilmente a una falla multiorgánica, con trastornos de la coagulación, función hepática, etc…
Estudio Etiológico. La correlación de la desnutrición infantil con factores socioeconómicos y ambientales adversos se debe no sólo a falta de aportes de nutrientes esenciales, sino a la interacción de factores como la contaminación del medio y saneamiento ambiental, deprivación afectiva, acceso a la salud y educación, condiciones de vivienda, etc. El destete precoz y la introducción inadecuada de alimentación artificial en el lactante es el principal factor que lleva a su desnutrición en los primeros dos años de vida. Por lo tanto una buena anamnesis debe considerar estos antecedentes, así como la evolución de la curva ponderoestatural en cada período de vida, y su relación con infecciones intercurrentes. Sin embargo, aún en presencia de los factores anteriores, debe descartarse una patología subyacente corno causa de la desnutrición.
TRATAMIENTO
La recuperación del desnutrido crónico requiere de un enfrentamiento multiprofesional, ya que es importante considerar los factores sociales, psicológicos y ambientales asociados. En principio, debe recuperarse al niño en su hogar, pero si el deterioro es muy severo o la situación del hogar muy crítica, puede ser necesario sacar al niño transitoriamente de su medio a un centro especializado o ambiente protegido. Se ha estimado requerimientos para recuperación nutricional de 0.22 gr. de proteínas y 5 Kcal. por gramo de tejido depositado, y recomendaciones de nutrientes en general del orden de 150 a 200% de los requerimientos normales por kg de peso.
La velocidad con que se llegue a estos aportes depende del estado inicial del paciente, debiendo corregirse primero los trastornos hidroelectrolíticos y ácido base. Es recomendable en un paciente muy depletado iniciar aportes cercanos a los requerimientos basales, y aumentarlos progresivamente de acuerdo a la tolerancia del paciente en base a fórmulas de fácil digestión, cuidando de suplementar simultáneamente vitaminas y minerales. Debe evitarse el "síndrome de realimentación" en los casos de desnutrición severa; esta condición es provocada principalmente por un descenso brusco de los niveles plasmáticos de potasio y fosfato, al ingresar éstos al compartimento intracelular.
La vía oral siempre es de elección, pero debe recurrirse a la alimentación enteral continua cuando la tolerancia oral o la digestiva son malas; la vía nasoyeyunal se justifica solo en caso de vómitos o intolerancia gástrica. La alimentación parenteral está indicada si no es posible utilizar la vía digestiva, o los aportes por esta vía no son suficientes. Es importante suplementar la nutrición con multivitamínicos, folato, hierro y zinc durante la recuperación nutricional, ya que los requerimientos de estos nutrientes aumentan, y hay deficiencias preexistentes de ellos. Puede requerirse también suplementos de cobre, carnitina, calcio, fosfato y magnesio
FACTORES CONTRIBUYENTES A LOS TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN:
a) Un aumento o disminución marcada de peso que no están relacionados a una condición médica. b) El desarrollo de hábitos alimenticios anormales tales como el seguir dietas rígidas, preferencia por alimentos extraños, conducta ritualizada al momento de comer o atasques secretos. c) Una intensa preocupación por el peso y la figura. d) Ejercicio excesivo o compulsivo. e) Vómito auto-inducido, períodos de ayuno, uso de laxantes, pastillas de dieta, o abuso de diuréticos. f) Sentimientos de aislamiento, depresión o irritabilidad.
LOS EFECTOS DE LOS TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
Cualquiera sea la causa de los trastornos de la alimentación, es claro que los efectos pueden ser dañinos -y hasta devastadores y peligrosos para la vida de quien sufre esta patología. Las personas cuyo peso es, por lo menos, un 15% menor que el estándar normal correspondiente a su altura, seguramente no cuenten con la grasa corporal suficiente para mantener sus órganos y otras partes del cuerpo sanos.
Una persona que sufre de anorexia puede tener problemas de corazón, hígado y riñones ya que no come lo suficiente. El cuerpo funciona lentamente, como si se estuviera muriendo de hambre, causando una baja en la presión sanguínea, el pulso y el ritmo respiratorio. (En el caso de las mujeres, esta inanición (o falta de alimentos) conduce a la desaparición de la menstruación).
La falta de energía puede llevar a las personas que sufren de anorexia a sentirse mareadas y con poca capacidad de concentración. La anemia (falta de glóbulos rojos), la hinchazón de las articulaciones y la fragilidad ósea son afecciones comunes entre la gente con anorexia. La anorexia puede hacer que el cabello se caiga, que las uñas se rompan con facilidad y que la piel se recubra de un vello fino y suave llamado "lanugo". En casos extremos, los trastornos de la alimentación pueden desembocar en una desnutrición severa y hasta provocar la muerte.
La gente con bulimia sufre constantemente de dolor estomacal. De hecho, la bulimia puede dañar el estómago y los riñones como resultado del vómito constante. La bulimia es capaz de deteriorar el estado de los dientes ya que al vomitar la boca se llena de ácidos que arruinan la dentadura. También es posible que la zona de la cara donde se encuentran las glándulas salivales se hinche a causa de la expansión permanente de éstas por el vómito continuo. Como en el caso de las mujeres con anorexia, a las que sufren de bulimia también les desaparece la menstruación. Y, lo más peligroso es que el vómito continuo que practican puede llevar a una disminución del potasio en el organismo, lo cual contribuye a la formación de problemas cardíacos y puede, incluso, ser causa de muerte.
Los trastornos de la alimentación también pueden crear problemas emocionales. Cuando una persona vive obsesionada con el peso, es difícil que logre concentrarse en otra cosa. Muchas veces, la gente con trastornos de la alimentación se aísla y se vuelve menos sociable. Los adolescentes que sufren de anorexia no son capaces de disfrutar de comidas con amigos y familiares y, por lo general, no están dispuestos a interrumpir su rutina de ejercicio para divertirse un poco. Los individuos con bulimia invierten mucho tiempo y energía planeando su próximo atracón, gastan mucho dinero en alimentos y se esconden por largo rato en el baño al finalizar la comida.
Los trastornos de la alimentación no son divertidos. Tanto la anorexia como la bulimia pueden provocar depresión y sentimientos de culpabilidad. Algunas personas con trastornos de la alimentación comienzan a usar drogas, u otras sustancias, con el objetivo de ocultar su sufrimiento; lo cual empeora las cosas.
El deporte y los trastornos de la alimentación
Hay ciertos deportes donde las mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación. La gimnasia artística, el patinaje sobre hielo o las danzas clásicas, por lo general, operan dentro de una cultura donde tener poco peso es importante. Hasta quienes se ven empujados a hacer dieta. Pero, con la intención de perfeccionar sus cuerpos y satisfacer el deseo de quienes los rodean, estos atletas pueden terminar sufriendo de trastornos de la alimentación.
Si bien es inusual que un hombre sufra de anorexia o bulimia, esto puede ocurrir; especialmente a causa de las exigencias de ciertos deportes. Hay deportes, como la lucha libre, que tienen categorías por peso, lo cual inclina a ciertos hombres a sufrir trastornos de la alimentación. En ciertos casos, los atletas hombres son alentados -de manera no intencional- a entrar en este mundo de trastornos alimenticios; se les inculca que ganar es lo más importante.
Pero la verdad es que un trastorno alimenticio daña más de lo que beneficia. Los atletas con trastornos de la alimentación, ya sean hombres o mujeres, verán que, a causa de la falta de energía y nutrientes, su rendimiento físico se deteriora y las lesiones son más frecuentes.
EL TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
Afortunadamente, la gente que sufre de estos trastornos puede mejorar y volver, gradualmente, a comer de una manera normal. Dado que la anorexia y la bulimia afectan tanto al cuerpo como a la mente, el tratamiento y la recuperación estarán a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o psiquiatras) y dietistas.
Las terapias son una parte crítica para el tratamiento del trastorno. En muchos casos, la terapia familiar es la clave para la recuperación de hábitos saludables de nutrición. Los padres, y otros miembros de la familia, cumplen un rol importante en hacerle ver a quien padece del trastorno que tiene un cuerpo perfectamente normal y que ser delgada no hace a una persona feliz.
Lo más importante en el tratamiento de los trastornos de la alimentación es identificar y atacar el problema lo antes posible. Como todo mal hábito, las malas costumbres alimenticias son más difíciles de cortar cuanto más tiempo se las haya puesto en práctica. La anorexia y la bulimia pueden hacerle mucho daño al cuerpo y a la mente si de deja sin tratar. El peor daño que puede hacer es matar; el daño menor es sentirse y verse de lo peor.
Hay que recordar que los trastornos de la alimentación son muy comunes entre los adolescentes y que hay tratamientos disponibles para ayudar a superar el problema.
El tratamiento típico para los trastornos de alimentación se basa en el paciente pero también incluyen terapias individuales, de grupo y de familia. Medicamentos psiquiátricos, grupos de apoyo, o terapias informativas sobre nutrición son tratamientos adjuntos que pueden ser beneficiosos para algunos pacientes.
La hospitalización se recomienda cuando los trastornos de alimentación han causado problemas físicos que pueden poner en peligro la vida de la persona o cuando son trastornos de alimentación asociados a severas disfunciones psicológicas o de la conducta.
ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA PREVENIR PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN
La mejor manera de prevenir los problemas alimentarios son:
v Saber cómo alimentarte correctamente, y para eso lo mejor es consultar a un profesional.
v Aprende acerca de la buena nutrición. Conocer de qué porciones de los distintos grupos de alimentos necesitas consumir diariamente.
v Estabiliza tus hábitos alimentarios: come despacio y en un horario regular y escoge alimentos saludables, y preferente-mente hazlo acompañado/a.
v Conocer cuál es el peso saludable para ti, y cómo alcanzarlo y mantenerlo.
v Si estás preocupado por ti o por un amigo, no dudes en acudir a un profesional
CONCLUSIÓN
Los trastornos de la alimentación como la anorexia o la bulimia cada día son más frecuentes y preocupantes en nuestra sociedad. También están apareciendo nuevos trastornos como el Trastorno por Atracón, en el que se dan atracones bulímicos pero no van acompañados de vómitos, purgas o ejercicio excesivo como en la bulimia, la Ortorexia en la que se va reduciendo la ingesta a determinados alimentos pretendiendo una alimentación saludable que por supuesto no lo es, o la Vigorexia en la que se persigue un cuerpo musculado, para lo cual se utilizan fármacos y hormonas y se reduce la variedad alimentaria.
Estos pueden desarrollarse por la combinación de condiciones psicológicas, interpersonales y sociales. Sentimientos inadecuados, depresión, ansiedad, soledad, así como problemas familiares y de relaciones personales pueden contribuir al desarrollo de estos desórdenes. Nuestra cultura con su obsesiva idealización por la delgadez y el "cuerpo perfecto".
Los trastornos de alimentación requieren ser atendidos por un grupo de profesionales preferiblemente con experiencia. El tratamiento más duradero y efectivo para los trastornos de alimentación es alguna forma de psicoterapia con atención médica nutricional. Idealmente este tratamiento debe ser individualizado y variar de acuerdo a la severidad del desorden y de los problemas particulares, necesidades y capacidades del paciente y su familia.
La psicoterapia debe incluir los síntomas de los trastornos de alimentación y condiciones psicológicas tanto como las condiciones interpersonales e influencias sociales.
La desnutrición también tiene consecuencias en el sistema nervioso, el sistema digestivo, etc. Entre las manifestaciones conductuales que se describen como consecuencia de estos trastornos se encuentran: pérdida de la memoria inmediata, falta de concentración y atención, irritabilidad, depresión y alteraciones en la percepción corporal.
Es muy importante un apoyo y tratamiento que de atención a todos estos aspectos e incluya una parte psicológica y otra fisiológica. Una visión integral en donde un médico, un nutriólogo y un terapeuta colaboren con el paciente para enfrentar cualquier tipo de trastorno de la alimentación.
BIBLIOGRAFÍA
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- psicologiaonline.com/formacion/online/clinica/talimentacion/talimentacion.htm
- www.cbp-psicologos.com/trastornos-de-la-alimentacion.htm
- kidshealth.org/teen/en_espanol/enfermedades/eat_disorder_esp.html
- www.ugr.es/~ve/pdf/alimentacion.pdf –
- Manual De Diagnostico Y Tratamiento De Los Trastornos Mentales DSM-IV
ANEXOS
PIRÁMIDE DE ALIMENTOS
OBESIDAD
ANOREXIA- BULIMIA
Test de autodiagnóstico – Anorexia y Bulimia.
Elija en cada una de las afirmaciones siguientes la opción correspondiente.
- Me da mucho miedo pesar demasiado Sí No
- Siento que la comida controla mi vida Sí No
- He intentado perder peso ayunando o haciendo dietas intensivas Sí No
- A veces me he dado "atracones" de comida sintiendo que soy incapaz de parar Sí No
- Tengo el impulso de vomitar después de comer Sí No
- He vomitado después de comer Sí No
- He usado diuréticos o laxantes para bajar de peso Sí No
- Evito comer aunque tenga hambre Sí No
- Los demás piensan que estoy demasiado delgada(o) Sí No
- Me controlo en las comidas Sí No
- Los demás me presionan para que coma Sí No
- Estoy pendiente de las calorías que tienen los alimentos que como Sí No
- Evito especialmente comer alimentos con hidratos de carbono Sí No
- Me siento culpable después de comer Sí No
- Me pongo nerviosa(o)cuando se acerca la hora de las comidas Sí No
- Hago mucho ejercicio para quemar calorías Sí No
- Me preocupa la idea de tener grasa en el cuerpo Sí No
- Procuro no comer alimentos con azúcar Sí No
- Como alimentos dietéticos Sí No
- Me gusta sentir el estómago vacío Sí No
- Paso mucho tiempo pensando y preocupándome de la comida Sí No
Autor:
Jessica Beatriz Blanco Padilla
María de los Ángeles Cortez González
Ivonne Lamabeth Gochez Rodríguez
CICLO II /2008
ASIGNATURA:
DIAGNOSTICO Y PSICOTERAPIA DEL ESCOLAR II
DOCENTE:
LICDA. ANA MIRIAN MANCIA DE MANCIA.
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES, FILOSOFÍA Y LETRAS
SECCIÓN DE PSICOLOGÍA
SANTA ANA, 17 DE NOVIEMBRE DEL 2008
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