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La Segunda Guerra Mundial (página 2)

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FACISMO Y NAZISMO, IDEOLOGÍAS ANTICOMUNISTAS.

Estas ideologías se impusieron en tres naciones europeas: Rusia, Italia y Alemania. Con profundas diferencias entre ellas, estos sistemas tuvieron como denominador común la supresión de la libertad política y el papel preponderante del Estado controlado por un solo partido.

Fascismo

Mussolini fundó en 1914 un periódico para incitar la entrada de Italia a la Primera Guerra. Al término del conflicto bélico, creó una unión de ex combatientes bautizada como "Fascio di combatimento". De este grupo nació el movimiento fascista, de carácter nacionalista y anticomunista. Los fascistas declararon la lucha al comunismo y al débil gobierno de la época, organizando expediciones a los pueblos italianos, donde obligaban a dimitir a los alcaldes socialistas.

Benito Mussolini estableció en Italia en 1922 la primera dictadura fascista. Su régimen fue nacionalista y totalitario. La economía se organizó en base a corporaciones gremiales que agrupaban a obreros y patrones. Una de las características que identificaron al fascismo es el cooperativismo y su objetivo era la preparación militar de la población.

Mussolini logró algunos éxitos económicos en cuanto a aumentos de producción y gobernó destruyendo a todos los partidos no fascistas y a sus adversarios políticos.

En 1937, Italia adhirió al pacto contra la propagación de los comunistas que ya habían firmado Alemania y Japón. Los bloques ya se perfilaban con nitidez.

Nazismo

Adolf Hitler postulaba que según las leyes naturales, los más fuertes debían imponerse a los más débiles. Consideraba que se debía mantener la homogeneidad de la raza germana eliminando cualquier otra descendencia que habitase en tierras alemanas.

Según Hitler, los germanos eran una raza privilegiada "forjadora de cultura". Los judíos, en cambio, representaban para él un pueblo destructor de esa cultura. Esto le llevó a desencadenar una implacable persecución, que comenzó por despojar a los judíos de sus bienes, continuó con su discriminación en todos los aspectos y culminó con cinco millones de víctimas en los campos de concentración.

El estado debía organizarse en base en manos de un líder, de especial capacidad, en el cual el pueblo depositaría su confianza y otorgaría la autoridad. Esto explica porque Hitler utilizó el título de Führer (líder) en el régimen totalitario que logró instaurar. Por último, es necesario mencionar que el Führer consideraba fundamental para el porvenir de Alemania la expansión de sus territorios en Europa.

En 1929, Alemania se vio afectada por una crisis que dejó a una población carente de trabajo y un ejército deseoso de revancha por la humillación sufrida en la Primera Guerra Mundial, además el temor de los capitalistas ante el avance comunista luego de la Revolución Rusa hizo posible la fácil aceptación de este nuevo régimen con el objeto de recuperar el orgullo nacional.

Japón no adoptó un régimen fascista de forma oficial, pero la influyente posición de las Fuerzas Armadas en el seno del gobierno les permitió imponer un totalitarismo de características similares. Los militares japoneses aprovecharon un pequeño enfrentamiento con tropas chinas en las proximidades de Mukden (actual Shenyang) en 1931 como pretexto para apoderarse de Manchuria, en donde constituyeron el Estado de Manchukuo en 1932. Asimismo, ocuparon entre 1937 y 1938 los principales puertos de China.

NACIONALISMOS QUE SE TRANSFORMARON EN IMPERIALISMOS.

En su deseo de expansión, Alemania invadió Polonia, lo cual significó el desencadenamiento de la guerra dos días después.

El conflicto entre Alemania y Polonia se hacía inevitable. Polonia era una traba para la expansión hacia el este soñada por Hitler que desde 1919, Alemania reclamaba como propia frontera, que comprendía una minoría germana entre 700 y 800 mil individuos. Además, la cuestión de Dantzig y el corredor polaco venían produciendo grandes fricciones entre Varsovia y Berlín. En 1919 Dantzig se convirtió en un estado libre bajo control de la Sociedad de Naciones, pero Alemania lo reivindicaba por estimar que su población era casi exclusivamente de lengua Alemana.

LA AGRESIÓN ALEMANA.

Hitler inició su propia campaña expansionista con anexión de Austria en 1938, para la cual no hubo ningún impedimento: Italia lo apoyó, y los británicos y franceses, intimidados por el rearme de Alemania, aceptaron que Hitler alegara que la situación de Austria concernía a la política interior alemana. Estados Unidos estaba limitado ya que había aprobado una ley de neutralidad que prohibía el envío de ayuda material a cualquiera de las partes implicadas en un conflicto internacional.

En septiembre de 1938, Hitler amenazó con declarar la guerra para obtener la zona de la frontera occidental de Checoslovaquia.

El primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain, consiguió establecer el Pacto de Munich, en el que los checoslovacos, instados por británicos y franceses, renunciaban a la frontera occidental de Checoslovaquia a cambio de que Hitler se comprometiera a no apoderarse de más territorios checos. Pero Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en marzo de 1939. El gobierno británico, enterado de estas nuevas agresiones y amenazas contra Polonia, se comprometió a ayudar a este país en el caso de que Alemania quisiera invadirlo. Francia también estableció un tratado de defensa mutua con Polonia.

LA CRISIS ECONÓMICA DE 1929.

Luego de la culminación de la Primera Guerra mundial siguió un período de reparación de los daños causados por la misma. En los inicios de la década de 1920 hubo gran prosperidad, por lo que la gente pensó que bonanza y paz eran dos términos que iban de la mano.

Muchos de los proyectos de reconstrucción contaban con el sistema de créditos para lograr financiamiento. Alemania realizaba el pago de las indemnizaciones establecido por el Tratado de Versalles gracias a los préstamos provenientes de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Estados Unidos era el gran soporte de bienestar pero el19 de octubre de 1929 los indicadores de cotizaciones de la Bolsa de Valores de Nueva York cayeron como una avalancha, creando pánico en el mundo de las finanzas. El año de 1929 está marcado en el calendario de la historia como el inicio de la crisis económica que sumió en la pobreza y la desesperación a millones de personas.

Los efectos de esta crisis se vieron en el resto del mundo, ya que Estados Unidos no estaba en condiciones de realizar préstamos ni inversiones en el extranjero. Inmediatamente se hicieron notables las consecuencias en la sociedad que se vio envuelta en miseria y corrientes totalitarias que prometían la recuperación material y empleo a corto plazo.

EL DÉBIL COMPORTAMIENTO DE LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES.

En 1935 Mussolini había atacado Etiopía y con gran despliegue de fuerzas no tardó en vencer a las desorganizadas tropas del Negus Fallé Selassie ocupando Addis Adeba. La Sociedad de Naciones aplicó unas sanciones económicas que ni siquiera impidieron la llegada del petróleo necesario para la guerra a los puertos italianos. Inglaterra permitió el paso de buques cargados de tropas por el Canal de Suez y con estos hechos la Sociedad de Naciones se desprestigió totalmente fortaleciéndose Italia y reforzándose el eje Roma-Berlín.

La Sociedad de las Naciones no pudo evitar el estallido de nuevos conflictos internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la que había sido concebida. No pudo imponer el cese al fuego cuando Japón, Italia y Alemania empezaron las agresiones. A pesar de que aplicó sanciones económicas y diplomáticas, los países culpables optaron por salirse de la organización en lugar de acatarlas.

EL PACTO DE ACERO.

Hitler y Mussolini firmaron en mayo de 1939 el "Pacto de Acero", temible alianza ofensiva, con la cual Alemania e Italia se comprometieron a prestarse ayuda militar en caso de guerra, lo que se convierte entonces en el objetivo primordial del nacionalismo. El Eje Berlín-Roma quedó así sellado definitivamente.

Los directores del vasto complejo siderúrgico Krupp fueron los principales responsables de suministrar el material necesario al esfuerzo de guerra alemán ya que estaban vinculados con los nazis.

LA FORMACIÓN DEL EJE.

Los tratados firmados por Alemania, Italia y Japón desde 1936 dieron como resultado la formación del Eje Roma-Berlín-Tokio.

EL PACTO GERMANO-SOVIÉTICO

Hitler logró, en 1939, que Stalin (de diferente ideología) firmara un pacto, en Moscú, donde acordaron no luchar entre sí Alemania y la Unión Soviética (URSS); además le concedía a Stalin libertad de acción en Finlandia, Estonia, Letonia, el este de Polonia y Rumania. Esto le permitía a Adolf atacar Polonia, sin intervención soviética en el frente oriental, teniendo así el camino libre.

Resumiendo podemos decir que los factores desencadenantes de la segunda guerra mundial son las disposiciones planteadas pro el tratado de Versalles con la culminación de la primera guerra mundial, las crisis socioeconómicas que sufrían los estados, las reacciones contra el avance comunista, las diversas alianzas selladas entre naciones, y el ambicioso deseo de expandir territorios.

EL CONFLICTO

El conflicto armado se puede resumir en siete puntos claves:

La campaña de Polonia: la maquinaria de guerra alemana entra en acción con fuerza arrolladora.

La caída de Francia: una potencia histórica se rinde a los pies de Hitler.

La guerra en la Unión Soviética: los alemanes sorprenden al mundo en un ataque sin retorno.        

El desastre italiano en Grecia: la  intervención italiana de consecuencias letales para el Eje.

El desembarco en Normandía: los aliados llegan a la Europa de Hitler.

El contraataque en las Ardenas:  Hitler lanza un último ataque para revertir la derrota.

La caída final del Tercer Reich: Alemania se rinde a los aliados.

ATAQUE A POLONIA

Las tropas alemanas invaden Polonia el 1 de septiembre de 1939 pero el 3 de septiembre Gran Bretaña y Francia le declaran la guerra al gobierno germano.

  En Italia, Mussolini, de acuerdo con Hitler, declara el estado de no-beligerancia; Estados Unidos proclama su neutralidad; la Unión Soviética y Japón firman un pacto de no-agresión; la Commonwealth se alinea al lado de Gran Bretaña.

En tres semanas la infantería y ejército blindados alemanes ponen fuera de combate a Polonia destruyendo su pequeña Fuerza Aérea, su sistema de transporte y ciudades como Cracovia el 6 de septiembre.   

De un millón de soldados polacos, 700 mil fueron prisioneros y 80 mil habían huido al exilio, mientras que de un millón y medio de soldados alemanes sólo se perdieron 45 mil.    

La Segunda Guerra involucró a todo el mundo. India contribuyó con 2 millones de soldados, Canadá también mandó hombres y su armada.

Stalin decidió apostar soldados en Finlandia para evitar que Hitler tratara de llegar a Stalingrado a través de ese país. Muchos soldados soviéticos murieron congelados. En febrero de 1940, Stalin lo intentó de nuevo. El 12 de marzo, Finlandia firmó un tratado de paz por el que cedía un décimo de su territorio a la URSS.

Alemania empezó la batalla del Atlántico, la campaña más amplia de la guerra. El 3 de septiembre de 1939 un submarino torpedeó al trasatlántico británico Athenia, matando a 112 pasajeros. La flota alemana aterrorizó a los aliados desde Islandia a Sudáfrica.

Mientras EEUU, en 1939, que proporcionaba armamento a Gran Bretaña y Francia, logró mantener al ejército fuera de la guerra hasta el ataque japonés a Pearl Harbor. Alemania estaba mejor preparada para la guerra que ningún otro país en el mundo. Hitler había encabezado un programa de rearme que duró 5 años. Multiplicó la producción y el empleo público, acabó el paro y ganó la gratitud de la gente. La invasión a Polonia fue revolucionaria y los aliados vieron que el enemigo era fuerte. Las fuerzas alemanas eran superiores en entrenamiento, disciplina y espíritu guerrero de soldados.

Durante la guerra, 400 mil refugiados se trasladaron a Suiza, que permaneció neutral, o la cruzaron. En 1939 los nazis reimplantaron los guetos, allí estaban confinados los judíos y fueron establecidos en Polonia. Las entradas eran vigiladas al igual que los movimientos. Las condiciones de vida eran denigrantes: Trece personas por habitación y era habitual morir lentamente de hambre. Las madres ocultaban la muerte de sus hijos para obtener la ración de comida que les tocaba. Los que sobrevivían eran enviados a los campos de la muerte: Auschwitz, Bergen Belsen, Treblinka y Majdanek.

El 7 de diciembre de 1941 Japón atacó Pearl Harbor y EEUU se unió a los aliados para combatir no sólo a Japón sino a las potencias del eje (Alemania e Italia). Dos años más tarde, el Tercer Reich era el imperio europeo más extenso desde los tiempos de Roma. Alemania tenía el sector industrial coordinado a la perfección, un arsenal de armamentos y aviones modernos, junto a grupos de generales con sentido de estrategia aprendido de la derrota.

Todo esto llevado a cabo por un hombre de ideas fanáticas, perspicacia política, y múltiples obsesiones. Le ofrecía, a una sociedad militarmente humillada, una visión de la vida como guerra basada en el racismo.

Los nazis exprimieron Europa hasta el hambre, organizaron los campos de la muerte. Su ideología era irracional, como su líder Adolf Hitler.

CRONOLOGÍA

  • 1940

En 1940, siguiendo el ejemplo de Hitler, Mussolini llevó al pueblo italiano a la guerra contra Polonia y Francia. La URSS fue el más despreciado enemigo de Hitler, el país que más sufrió en la guerra.

Hitler había fijado su ambición en Rusia, pero a la hora de estrategia no supo establecer bien los factores que le jugarían en contra, ya que el vasto territorio ruso, la enorme población y los inviernos asesinos hacían muy difícil conquistarla. Los rusos resistieron heroicamente ya que muchos seguidores de Stalin estaban dispuestos a morir por la revolución.

Además el líder alemán guardaba cierto rencor a Estados Unidos, ya que la veía como una patria de mediocres, sin historia ni ideales de grandeza, pero este deprecio enfermizo hacia esta nación norteamericana le iba a costar muy caro, ya que significaría su caída.

Durante la Segunda Guerra los ingleses perdieron el dominio de su imperio, pero salvaron su honor. Lucharon solos, por meses, soportando bombardeos y penurias extremas, mientras Hitler consumía Europa.

Los soldados nazis invadieron a Francia y a los países bajos. Los ingleses rescataron a 300 mil soldados del puerto francés de Dunkerque. Hitler suspendió el ataque y el líder británico, Churchill, prometió no rendirse. En marzo de 1940 Mussolini quería la guerra pero su pueblo no. Se juntó con Hitler y prometió soldados para el ataque a Francia. El 10 de junio le declaró la guerra a los aliados.

El 9 de abril de 1940, Hitler llegó a Noruega, lo sometieron en dos meses. Luego cayó Dinamarca y así Alemania había ganado una fuente inagotable de minerales y bases desde donde atacar a Gran Bretaña.

Líderes franceses y británicos cayeron. Nacieron nuevos gobiernos, encabezados por Paúl Reynaud y Winston Churchill. Cuando los alemanes atacaron Francia, Reynaud fue enviado a los campos de concentración nazi. Churchill se convirtió en el máximo exponente británico de la intransigencia contra Hitler. Fue símbolo de la determinación británica. Alemania tomaba Luxemburgo, Bélgica y Holanda.

El 2 de mayo de 1940 tanques alemanes entraron a Francia. La organización de defensa era pésima y los alemanes tenían más aviones. El 3 de junio, 200 aviones bombardearon París. Once días después los nazis entraron a la capital sin resistencia. El 16 de junio, Reynaud fue sustituido por el mariscal Henri Petain. El 22 firmó un armisticio. Parte del norte y del oeste francés eran zonas ocupadas. Petain trasladó la capital a Vichy y rompió relaciones con los británicos. Convirtió a la Francia ocupada en una dictadura fascista. De Gaulle, que había huido a Londres, fundó el movimiento Francia Libre, con exiliados y habitantes de colonias francesas que ayudaron a los aliados.

La armada británica y la barrera natural del canal de la Mancha protegieron a Gran Bretaña de la guerra relámpago. Hitler sabía que tenía que destruir la RAF (Real Fuerza Aérea) antes de invadir por mar. La aviación alemana intensificó la campaña a principios de agosto con incursiones diarias. Desplegaron 1300 bombarderos y 1200 cazas, pero los aviones alemanes estaban poco armados y las modernas estaciones de radar británicas impedían que el enemigo atacara por sorpresa. 

El 28 de agosto, los británicos sorprendieron a los alemanes y atacaron Berlín. Era el primer ataque a la capital. Hitler contraatacó temerariamente bombardeando centros de población: Londres, Liverpool, Coventry, incluso fue alcanzado el Palacio de Buckingham.

En septiembre, Alemania había perdido muchos aviones y Hitler aplazó la invasión por mar. Pero intensificó los bombardeos con la esperanza de que Gran Bretaña se rindiera. Así continuaron hasta junio de 1941, cuando la fuerza aérea alemana fue necesaria en Rusia.

En agosto de 1940, la URSS se integró tres pequeñas naciones: Lituania, Estonia y Letonia. Desde mediados de ese año, los norteamericanos estaban dispuestos a ayudar a las víctimas de la agresión nazi. En septiembre, le prestó a Churchill cincuenta destructores antiguos a cambio del derecho a construir bases militares en posesiones británicas del hemisferio occidental.

Luego, estableció el servicio militar obligatorio como medida defensiva. Roosevelt salió reelegido

Tras la invasión de Hitler, más de veinte mil judíos que vivían en Bélgica, Francia y Holanda escaparon a Suiza, España y Portugal, con la ayuda de ciudadanos solidarios que les daban documentos falsos y protección para llegar a países neutrales.

  • 1941

En 1941, el 7 de diciembre, Estados Unidos fue atacado en Pearl Harbor por fuerzas navales y aéreas japonesas. Simultáneamente, los japoneses atacaron a los británicos en Malasia y Hong Kong e instalaciones americanas en Filipinas y Guam.

El 11 de diciembre, Hitler declaró la guerra a Estados Unidos. También lo hizo Italia. Gran Bretaña se la declaró a Japón.

La situación mejoró para los aliados con el ingreso a la lucha de EE.UU.

En abril los alemanes tomaron Grecia y Yugoslavia. Los defensores británicos no pudieron hacer nada. Roosevelt firmó en agosto el tratado del Atlántico con Churchill. Era un pacto de paz que prometía la destrucción de la tiranía nazi. En junio Roosevelt y Churchill le avisaron a Stalin que Hitler planificaba asaltar Rusia. Cuando comenzó el ataque, la relación británico-rusa cambió. Se comprometieron a no firmar la paz separadamente con Alemania. Además, juntos invadieron Irán. Británicos y americanos brindaron ayuda a Rusia.

El 22 de junio de 1941, tres millones de soldados alemanes atacaron la URSS. El ejército era el más grande del mundo con cuatro millones de hombres activos y tres millones en reserva. Hitler esperaba conquistar Rusia en dos meses, pero los soviéticos resistieron con tenacidad. Los invasores mataban sin piedad a judíos, escuadrones fusilaron a cientos de hombres, mujeres y niños.Pero comenzó el invierno más duro en diez años. La nieve y la temperatura inmovilizaron a los vehículos alemanes y se congelaron los soldados. En diciembre los rusos contraatacaron, obligando a los germanos a retroceder.

Todas las naciones latinoamericanas se unieron a los aliados y al finalizar la guerra, refugiados nazis se instalaron en varios de estos países.

  • 1942

En 1942 se libraron dos batallas entre las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Japón, que cambiaron el curso de la Segunda Guerra. Con victorias de los Estados Unidos que favoreció a los aliados del Pacífico. Los japoneses arrollaron el sudeste asiático y Gran Bretaña había fortalecido sus defensas aéreas.

En abril de 1942, EEUU bombardeó Tokio en venganza por Pearl Harbor. Dieciséis aviones atacaron y ninguno volvió.

El 20 de enero de 1942, los altos mandos nazis se reunieron para debatir la culminación del problema judío. El exterminio o eliminación de los judíos por motivo de raza, de etnia, o de nacionalidad, no estaba bien organizado. Miles de victimas eran matadas en Polonia y la URSS y los que sobrevivían eran enviados a los guetos o campos de concentración. Resolvieron esclavizar a los sanos ya que se necesitaban obreros para la guerra.

En Mayo de 1942, combatientes checos atacaron Heydrich en Praga con una bomba. Como respuesta a estos ataques, los alemanes asesinaron judíos y allanaron hogares matando familias acusadas de colaboración con los asesinos. En junio los hombres mayores a 15 años de Lídice fueron ejecutados y mujeres y niños enviados a campos de concentración.

Mientras, en Francia, Petain construyó el régimen fascista de Vichy. En julio trece mil mujeres y niños judíos fueron reunidos en un estadio deportivo de París esperando su destino final.

  • 1943

En enero, cincuenta alemanes fueron asesinados en el gueto de Varsovia al intentar arrestar a los judíos para trasladarlos a los campos de concentración, y murieron mil de ellos. En abril se repitió la situación, dos mil soldados alemanes intentaban deportar a sesenta mil judíos que quedaban en el gueto, y murieron cientos de nazis y en mayo se rindieron las victimas y el gueto fue extinguido.

Hitler intentó una ofensiva que se emprende para contrarrestar la de Rusia, pero éstos resistieron; y el 17 de julio el líder alemán ordenó el alto al fuego, pero los soviéticos siguieron presionando. Y Hitler tuvo que mudar las tropas de guardia en África, en signo de rendición.

En julio, los aliados invadieron Italia y cien mil soldados del eje habían escapado. Mussolini acababa ser depuesto. Las tropas alemanas fueron al rescate y pusieron resistencia a los aliados en Italia. A finales del año, De Gaulle tomó el liderazgo de la resistencia francesa contra los alemanes. Gran Bretaña envió tropas a Birmania tras los japoneses, y Checoslovaquia y Rusia firman un pacto contra Alemania, convirtiéndose en aliados de post guerra pasando a ser el primer ladrillo de un muro que los soviéticos levantarían entre ellos y el occidente. El comandante de las fuerzas americanas en Europa, Einsehower, obtuvo triunfos en África, Sicilia e Italia, y comenzó a planear la invasión de Normandía.

Einsehower debía realizar una gran invasión, preparándola en Inglaterra, para llegar al corazón del Reich, Berlín. En 1942 no pudo ser el año ya que todavía no se contaba con la cantidad ideal de hombres ni el material necesario para llevar a cabo operaciones de tal magnitud. En 1943 tampoco ya que la atención principal la llevó el teatro de operaciones de Italia, pero 1944 era el año ideal, el ejército alemán había quedado reducido a una guerra de varios frentes, en Rusia la situación era desesperante, en Italia la lucha estaba perdida, aunque seguían peleando. Era el momento ideal para atacar.

  • 1944-1945

El plan dibujado minuciosamente entre Marshall y Einsehower, involucraba los ejércitos de Norteamérica, Gran Bretaña y Canadá para ingresar por las playas de Normandía luego de contundentes desembarcos. Previo a esto, los paracaidistas norteamericanos habían asegurado las zonas de la península de Contentin y el valle de Odon.

El desembarco estaba distribuido en 5 zonas de influencia, y solo se esperaba un día con clima adecuado para invadir. El día-D estaba previsto el 5 de junio, pero desórdenes climáticos hicieron postergar la operación al día siguiente.

Hitler sabía que se realizaría una invasión aliada en Francia, pero desconocía el momento y el lugar, por ello mandó a construir el muro formidable del atlántico priorizándose sobre Pas-des-Caláis, ya que los aliados aparentaban realizar la invasión en Caláis.

A las 3 de la mañana los transportes y planeadores comenzaron a desplazarse hacia sus respectivas zonas de demarcación, su misión era la de caer, reunirse y crear el pánico entre los defensores alemanes. Los paracaidistas ingleses pudieron tomar sus respectivos objetivos, y sostenerlos hasta el arribo de sus liberadores. En el agua los vehículos anfibios se dirigían hacia Normandía.

En los diferentes puntos se presentaron situaciones desiguales, ya que el ejército norteamericano no tuvo mucha suerte al invadir Utah porque se enfrentaron a una mayor resistencia de las tropas alemanas que, por casualidad, se encontraban allí. Los anglo-canadienses tuvieron mejor suerte, pero avanzaron poco, aunque el objetivo se había logrado: establecer cinco cabezas de punte para recibir el desembarco de 250 mil hombres y 50 mil vehículos.

Los alemanes realizaron varios contraataques rechazados por el fuego naval y los bombardeos, por lo que debían esconderse. Los británicos tardaron una eternidad en tomar la ciudad de Caen, pero el 30 de julio abrió fuego sobre la ciudad con 500 cañones, Hitler ordenó contraatacar con todas las fuerzas disponibles, pero ya era demasiado tarde. París fue liberado en agosto, y se recibieron desembarcos como refuerzo.

La situación alemana era desesperante, de todos los puntos cardinales de Europa, los aliados avanzaban hacia Berlín, capital y símbolo del Reich alemán.

Hitler aun tenía reservado la hecatombe final. Había planeado contraataques en el sector de las Ardenes. Tres ejércitos de más de 250 mil hombres debían abrirse paso por las Ardenes, cruzar el Mosa y dirigirse al norte para conquistar Amberes. Si conseguían alcanzar el mar, los aliados quedarían partidos en dos, atrapados sus ejércitos en Holanda y Bélgica sin posibilidad de escape.

Para facilitar el avance de los tanques y la infantería, se lanzaron paracaidistas, saboteadores y tropas que hablaban inglés con uniformes norteamericanos para atacar los puntos claves, crear la confusión en la retaguardia americana y apoderarse de los puentes del Mosa.

Los ejércitos de Hitler, pro la mañana, lanzaron un sorpresivo y feroz ataque entre Monschau y Echternach. La superioridad germana entró violentamente a través de las líneas americanas, avanzando hacia Mosa. Los aliados emprendieron la retirada, aunque divisiones norteamericanas se quedaban a resistir el ataque enemigo, retrasándolo.

El ejército germano continuó avanzando y atrapando soldados norteamericanos, pero a solo 48 kilómetros del Mosa, fueron frenados por una violenta reacción norteamericana.

El 22 de diciembre la aviación aliada bombardeó y ametralló el frente alemán. Al día siguiente, los tanques obligaron la retirada de las tropas germanas hacia el Este. A finales de enero de 1945 se terminaba la batalla de las Ardenas y las líneas aliadas volvían a ocupar las posiciones previas al ataque inicial. Los alemanes habían sufrido 90 mil bajas contra 77 mil bajas norteamericanas. Con este ataque, Hitler agotó sus últimos recursos y aceleró la caída de su Reich de los mil años.

La ofensiva final angloamericana contra el Reich se planteó en tres fases:

  1. destrucción de los ejércitos alemanes que Hitler había concentrado en Rin
  2. Cruce del Rin y envolvimiento del Ruhr
  3. Invasión del corazón de Alemania hasta encontrarse con el Ejército Rojo en el Este.

La única fuerza de lucha que motivaba a las divisiones alemanas era el fanatismo que Hitler producía en ellos. Ni siquiera los destructivos bombardeos nocturnos que provocaban hasta 100 mil muertes por noche, intimidó el espíritu de combate del pueblo alemán.

Las tropas aliadas se enfrentaban con las alemanas en Rin, haciendo retroceder al ejército germano. El 7 de marzo se conquistó Colonia, lo que significó un gran golpe para los alemanes ya que era la cuarta ciudad germana en orden de importancia.

Hitler ordeñó la destrucción de todos los puentes del Rin, pero, por error, quedó uno intacto permitiendo el paso hacia Alemania.

El 18 de abril, los aliados desbarataron la bolsa del Ruhr y 325 mil hombres fueron obligados a rendirse; su comandante, nazi leal hasta el fin, se suicidó. La pérdida del Ruhr dejaba a Alemania sin el control de las mayores zonas industriales. Además, en la bolsa del Ruhr quedaron destruidas casi todas las fuerzas restantes nazis, allanando el camino hacia Berlín. Cuando los ejércitos aliados avanzaban por tierras alemanas, no sólo se encontraron con las reservas de oro por un valor de 250 mil millones de dólares enterradas en una mina de sal, sino que encontraron los grandes campos de exterminio con escenas espantosas que ni el soldado más fuerte podía soportar de ver. Cuerpos fantasmales y cadavéricos deambulaban por los patios de los diversos campos entre montañas de cadáveres que los alemanes no habían hecho en tiempo para quemar antes de la llegada de los aliados. Muy pocos de esos seres todavía agonizantes pudieron sobrevivir a la liberación debido al estado terminal en que se hallaban. Los rusos, desde el Este también fueron descubriendo los tristemente célebres campos de Auschwitz y Treblinka, situados en territorio polaco.

Las tropas rusas se dirigieron hacia Austria y tras arduos combates callejeros, Viena cayó el día 13 de abril. A medida que los aliados avanzaban en ambos frentes, las disputas internas entre ellos se agudizaban. Stalin se apresuraba en su objetivo de dominar la Europa oriental al tiempo que los anglo-americanos corrían hacia Berlín para anticiparse a la destrucción de los soviéticos. A pesar de las protestas anglo-americanas, los rusos establecieron regímenes comunistas en Rumania, Bulgaria y Polonia, y gobiernos de coalición patrocinados por Rusia en Austria, Checoslovaquia y Hungría. Sólo Finlandia obtuvo su soberanía e independencia libre de trabas.

Finalmente el 30 de abril, la situación que se vivía, los rusos invadiendo Berlín, un Hitler devastado se suicidó pegándose un tiro y poniendo fin a su agitada vida.

El 2 de mayo se produce la caída de la capital del Reich de los mil años ante el Ejército Rojo soviético. Einsehower ordenó detener el avance anglo-americano para dar cumplimiento a sus acuerdos con los rusos.

El 9 de abril el Ejército aliado realizó su ofensiva final en Italia y cortaron la retirada alemana. La situación del pueblo nazi era desesperante, intentaron establecer una rendición separada con el Ejército anglo-americano para evitar la venganza del Ejército Rojo.

Finalmente el 7 de mayo, el gran almirante Karl Doenitz, sucesor de Hitler, firmó el documento de rendición incondicional ante todos los aliados, en Reims. El 8 de mayo tuvo lugar una segunda ceremonia en un Berlín arrasado por las bombas, frente al Ejército Rojo. A partir de entonces, Alemania quedaba dividida en dos partes; una occidental, bajo el dominio anglo-americano, y una Alemania oriental, bajo la órbita soviética.

Toda Europa Oriental quedaba una vez más bajo el poder totalitario: tras liberarse del dominio alemán pasó a ser esclava de la tiranía soviética.

HIROSHIMA Y NAGASAKI

En agosto de 1939, el sabio Albert Einstein había escrito al presidente de Estados Unidos, advirtiéndole de que la desintegración nuclear en cadena podía producir una bomba atómica más devastadora que cualquiera de las armas hasta entonces conocidas.

Se comenzó un trabajo de investigación secreto con Canadá y Gran Bretaña que acabaría con el lanzamiento de la bomba atómica sobre la población civil japonesa de Hiroshima.

El 26 de julio de 1945, el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman lanzó la proclama al pueblo japonés, conocida como la Declaración de Potsdam, pidiendo la rendición incondicional del Japón solo por la pena de sufrir una devastadora destrucción sin hacer mención de la bomba atómica.

Tal proclama establecía que: Japón sería desposeído de sus conquistas y su soberanía quedaría reducida a las islas niponas. Además los dirigentes militares del Japón serían procesados y condenados restableciéndose la libertad de expresión, de cultos y de pensamientos.

El Japón quedaba sujeto a pagar indemnizaciones, sus ejércitos serían desmantelados y el país tendría que soportar la ocupación aliada.

Los japoneses por efecto de su orgullo no se rendían, Suzuki rechazó la propuesta y el 3 de agosto y Truman pudo lanzar su anhelada bomba con el fin de intimidar a Stalin, ya que la derrota japonesa era casi un hecho.

Las posibles zonas destino de las bombas atómicas eran Hiroshima, Kokura, Niigata o Nagasaki. La suerte de miles de almas inocentes pereció no importarle a nadie.

El 6 de agosto despegaba la primera formación de bombarderos B-29 hacia Hiroshima, llevando la bomba atómica el Enola Gay, piloteado por el coronel Paúl Tibbets, acompañado pro dos aviones custodios.

Sorpresivamente apareció sobre el cielo de Hiroshima el resplandor de una luz blanquecina rosada, acompañada de un temblor monstruoso que fue seguido inmediatamente por un viento abrasador que barría todo a su paso. Las personas quedaban calcinadas por una ola de calor abrasador, muriendo en el acto, otras yacían retorciéndose en el suelo, clamando en su agonía por el intolerable dolor de sus quemaduras. Quienes lograban escapar de las quemaduras producidas por una onda expansiva, mprían a los veinte o treinta días como consecuencia de los mortales rayos gamma. Generaciones de japoneses debieron soportar malformaciones en sus nacimientos por causa de la radiactividad. Unas cien mil personas murieron en el acto y un número no determinado de víctimas se fue sumando con el paso de los días y de los años por los efectos duraderos de la radiactividad.

Sin embargo tal desastre no significaba motivo para abandonar la lucha, hasta el último japonés batallaría para mantener su orgullo altivo. Por eso el 9 de agosto otra bomba, esta vez de plutonio, caía sobre los civiles de Nagasaki, con efectos menos devastadores por el relieve del terreno, pero con resultados igualmente alarmantes, el Consejo Supremo de Guerra japonés, presidio pro Hiro Hito, fue a los Estado Unidos pidiendo el cese de los ataques norteamericanos, aceptando la rendición incondicional exigida por los aliados.

Al día siguiente, el gobierno de Tokio se declaraba dispuesto a rendirse, con la condición de que el emperador continuara siendo soberano del país, a pesar de la rendición, porque era considerado una divinidad para los japoneses. Los aliados consistieron en que Hiro Hito debería estar disposición del gobernador militar de los vencedores. Simultáneamente, la URSS había declarado la guerra a los nipones en agosto, el 4 entraba en vigor el pacto entre los beligerantes que establecía la suspensión de cualquier agresión armada, y el 2 septiembre Douglas Mcarthur recibía solamente la capitulación formal del imperio nipón.

Aquel día marcaba la culminación de la Segunda Guerra Mundial, la cual había durado seis catorce años exactamente.

AUSCHWITZ

El complejo de campos de concentración de Auschwitz fue el más grande que creó el régimen nazi. Incluía tres campos principales; en todos ellos los prisioneros eran utilizados para realizar trabajos forzados. Uno de los campos también funcionó durante mucho tiempo como campo de exterminio. Los campos estaban ubicados aproximadamente 59 kilómetros al oeste de Cracovia, cerca de la frontera germano-polaca de antes de la guerra, en la Alta Silesia, un área anexada por la Alemania Nazi en 1939 después de invadir y conquistar Polonia. Las autoridades de la SS crearon tres grandes campos principales cerca de la ciudad polaca de Oswiecim: Auschwitz I en mayo de 1940, Auschwitz II (también denominado Auschwitz-Birkenau) a comienzos de 1942 y Auschwitz III (también llamado Auschwitz-Monowitz) en octubre de 1942.

MÉTODOS DE EXTERMINIO

Trabajo

En lo que más insistían las SS era en someter a los presos a esfuerzos sobrehumanos, obligándoles a trabajar en un tiempo récord, para "quebrarlos" y causarles una muerte tortuosa.

Los presos tenían que llevar a cabo diversos tipos de trabajo

  • Trabajos dentro del campo: por ejemplo, de escribiente o de médico, o bien realizando trabajos artesanales así como trabajos en el campo "Kanada" (almacén para aquellos objetos que les eran confiscados a los recién llegados), etc.
  • Comandos externos: Los trabajos más duros consistían en la construcción de edificios, carreteras y vías férreas, encauzamiento de los ríos, en la cantera, en campos de castigo, etc.
  • Trabajo en empresas privadas, estatales o de las SS (p. ej. IG- Farben): Las empresas podían "tomar prestados" a presos, por mediación del jefe del campo, disponiendo de la capacidad productiva de aquéllos con toda libertad. Como contrapartida las empresas tenían que abonar a las SS una reducida tasa diaria (entre 3 y 6 Reichsmark). Debido al trabajo de los presos, en muchas empresas industriales y armamentistas se desarrolló una amplia red de campos externos.

Normalmente cuando se trataba de asignar a los presos a los diferentes comandos de trabajo carecía de importancia su formación profesional o académica.

Hambre

Un preso que realizaba trabajos duros, por ejemplo, recibía alimentos con un contenido energético de 1700 calorías o menos en vez de las 2150 calorías prescritas.

Tras pocas semanas los presos se encontraban en un estado de total agotamiento debido a las raciones demasiado escasas y al agobio que significaba esperar por la comida en la cola. Puesto que un solo preso-funcionario estaba encargado de repartir la comida a cientos de presos, los que estaban al final de la cola, debilitados, muy a menudo no recibían comida alguna.

Estrés psíquico

Ya a su llegada al campo, las personas estaban expuestas al primer shock psíquico. Tras un largo y cansado viaje, lleno de todo tipo de privaciones, estaban agotadas. A todo eso se sumaba la inseguridad, pues muchas no sabían adónde serían llevadas ni lo que iba a ocurrir con ellos. La separación de las familias provocaba una gran inseguridad entre los presos. El ambiente triste, las prisas, el gran número de soldados y de perros pastores alemanes, el tono duro y alto de las órdenes por parte de los vigilantes de las SS, así como los golpes reforzaban más aún el gran miedo de los recién llegados. Aquéllos que no eran gaseados inmediatamente por las SS, sino que eran ingresados en el campo, tenían que someterse a los humillantes rituales de ingreso. Muchas personas morían a consecuencia de ese shock a la llegada. – La tasa de mortalidad se situaba entre el 70% y el 95%.

Nadie podía comprender esa irrealidad e inhumanidad. Aquéllos que habían sobrevivido las primeras semanas, muy a menudo caían en la apatía permaneciendo indiferentes ante su entorno, aunque tampoco esto les ayudaba. A pesar de toda esta indiferencia, el miedo a los golpes y a ser enviado a la cámara de gas, estaban siempre presentes. El hecho de que continuamente tenían que "procurar" para poder sobrevivir, la lucha permanente por la comida, descorazonaba a los presos en el campo.

Presenciar el asesinato de otras personas, o incluso el de la propia familia, les causaba un enorme estrés psíquico.

Las enfermedades

El shock psíquico y el terror físico, las jornadas demasiado duras y largas de trabajo junto a la desnutrición crónica y la carencia de higiene constituían las causas de la mayoría de las enfermedades en el campo.

Casi todas las enfermedades infecciosas se daban en Auschwitz: la disentería, la malaria, el tifus y la tuberculosis, e incluso el tifus exantemático; la caquexia (el total agotamiento de las energías vitales como consecuencia de un debilitamiento general y la anemia), los edemas provocadas por el hambre, la sarna y las úlceras de noma (que carcomían la boca ahuecando las mandíbulas y perforando las mejillas como un cáncer), pero también las heridas provocadas por cortes o fracturas, en la mayoría de los casos, tenían la muerte como consecuencia.

Si los presos no morían enseguida como consecuencia de sus enfermedades, eran seleccionados para ser enviados a las cámaras de gas, dado que ya no estaban capacitados para trabajar. Esas selecciones se llevaban a cabo o en los bloques de los presos o en la enfermería.

Experimentos médicos

Para proteger la pureza de la raza alemana, Heinrich Himmler ordenó la esterilización en masa de aquellos presos que pertenecían a razas clasificadas de inferiores, conforme a la ideología nazi. El ginecólogo Prof. Dr. Carl Clauberg y el médico Dr. Horst Schumann llevaban a cabo sus experimentos de esterilización en el bloque 10 de Auschwitz I.

El médico DDr. Josef Mengele utilizaba a gemelos, enanos y minusválidos para estudiar su especial estructura de genes. El fin último de sus investigaciones era aumentar la capacidad reproductora de la población alemana.

Inyección letal

"La inyección letal" significaba ser asesinado con una inyección de fenol de 10 ccm, inyectada directamente en el corazón. Las víctimas morían en el acto. Con ese método de asesinato se empezó en agosto de 1941. Las inyecciones de fenol en la mayoría de los casos las administraban los sanitarios Josef Klehr y Herbert Scherpe así como los presos iniciados Alfred Stössel y Mieczyslaw Panszcyk. Los presos al igual que los niños seleccionados para la inyección letal tenían que presentarse en el bloque 20 del campo central. Allí se les llamaba de uno en uno y se les mandaba sentarse en una silla del ambulatorio. Dos presos sujetaban las manos de las víctimas, un tercero les vendaba los ojos. Acto seguido, Klehr introducía la aguja en el corazón y vaciaba la jeringuilla. Así morían entre 30 y 60 personas a diario.

Castigos

En el campo, cualquier pretexto era bueno para castigar a los presos. Además de las prohibiciones oficiales existía un sinfín de normas extraoficiales. Muchas de las prohibiciones eran intencionadamente de una gran vaguedad, de forma que los vigilantes las interpretaban a su libre albedrío. Otro método de castigo consistía en dar órdenes imposibles de ser llevadas a cabo por los presos: por ejemplo era imposible, al hacer la cama, alisar por completo la funda del saco de paja. Otra crueldad de las SS consistía en dictar dos normas contradictorias en sí, de manera que todo lo que hacía la víctima podía ser interpretado en su contra. Por ejemplo, se sancionaban los zapatos sucios, porque incurrían contra la norma de la limpieza. Por otro lado, los zapatos limpios eran un indicio de que un preso se había escaqueado del trabajo y que había incurrido contra esta norma.

Los castigos, ejecutados de manera tan atroz, más bien representaban una condena a muerte encubierta. Los castigos oficiales eran los siguientes: la Compañía Penitenciaria (los presos eran obligados a realizar los trabajos extremadamente duros a paso ligero, incluso después de la jornada y en las tardes de domingo, se les privaba de comida, eran sometidos a los maltratos más graves por parte de los kapos y las SS), celdas de castigo en las que sólo se podía permanecer de pie o a oscuras, permanecer de pie durante horas o días junto a la puerta de entrada al campo o en la plaza de las revistas, el potro o la estaca.

El castigo en el potro se realizaba de la siguiente manera: las piernas de la víctima eran inmovilizadas, dos presos agarraban al delincuente por los brazos, un hombre de las SS o un capo golpeaban al preso con un garrote o un látigo obligándole a contar en alto el número de golpes.

El castigo en la estaca consistía en atar al preso con las manos a la espalda a la estaca, de forma que sus pies no tocaban el suelo.

Patíbulo

En la plaza de revistas en Auschwitz I se encontraba un patíbulo, en el que se llevaban a cabo ejecuciones en presencia de todos los presos. En la mayoría de los casos, en el patíbulo eran ejecutados aquellos presos que habían intentado fugarse.

El condenado, atado, era conducido al patíbulo; allí pronunciaban su sentencia, primero en alemán y después en polaco, allí también le daban las indicaciones a otro preso que tenía que hacer las funciones de verdugo. La víctima tenía que subirse a una caja, el verdugo le colocaba la soga, mediante una palanca la tapa de la caja se bajaba, de forma que el condenado caía – sólo unos centímetros – al vacío.

Era una muerte dolorosa, que no sobrevenía en el acto. En la mayoría de los casos, debido a la cuerda demasiado corta al igual que a la altura reducida de la caída, los presos no morían por una fractura de nuca, sino por asfixia o por estrangulamiento.

Durante las ejecuciones, en las que también estaban presentes todos los oficiales de las SS, la vigilancia de las SS se encontraba siempre en estado de alerta.

Las ejecuciones públicas tenían como objetivo intimidar a los presos para impedir todo intento de fuga, a la vez que representaba un castigo ejemplar para la desobediencia de los presos.

Fusilamientos

El lugar de ejecuciones en Auschwitz I era un patio protegido por dos muros, situado entre los bloques 10 y 11, en cuyo fondo se encontraba un paredón pintado de negro. Delante del paredón habían echado arena, que servía para absorber la sangre de los fusilados, que debían comparecer desnudos y descalzos.

Los cadáveres, chorreando sangre, eran transportados en un camión hasta el crematorio. Estos camiones siempre dejaban tras de sí un rastro de sangre en las calles del campo.

Sin embargo los fusilamientos no sólo se llevaban a cabo en el paredón negro. Cualquier pretexto era válido para fusilar a los presos: si un preso no trabajaba lo suficientemente rápido, o si un hombre de las SS interpretaba la mirada de un preso como rebelde, o incluso si un vigilante o un oficial de las SS se aburría. Cuando no se cumplía con la cuota prevista de muertes, recurrían a los fusilamientos. La versión oficial era que estos presos habían sido fusilados por "intento de fuga".

Cámara de gas

El método más eficiente en el exterminio de seres humanos fue la muerte por gaseamiento. Las SS se sirvieron del ácido cianhídrico, Zyklon B, el cual, en un espacio herméticamente cerrado, se evaporaba a la temperatura del cuerpo, provocando en muy poco tiempo la muerte por asfixia.

Los primeros intentos de gaseamiento tuvieron lugar en septiembre de 1941 en las celdas de arresto del bloque 11 en el campo principal de Auschwitz. Más tarde, el depósito de cadáveres junto al Crematorio I se utilizó como cámara de gas. Debido al rendimiento limitado del Crematorio I y a la imposibilidad de mantenerlo totalmente en secreto, las SS se trasladaron en 1942 a Birkenau, donde transformaron dos granjas situadas en un bosque en cámaras de gas. Los cadáveres eran transportados en ferrocarriles de vía estrecha a las fosas, que se encontraban a unos cuantos cientos de metros. Allí eran soterrados; sin embargo en otoño de 1942 los cadáveres fueron desenterrados y quemados.

Dado que esas instalaciones provisionales tampoco eran suficientes, se empezaron a construir en julio de 1942 las cuatro grandes "fábricas de la muerte" que fueron puestas en funcionamiento entre marzo y junio de 1943. Los propios presos fueron obligados a construir esos lugares de exterminio.

Allí todas las fases del proceso de exterminio se encontraban centralizadas disponiendo de todos los medios técnicos necesarios. Cada unidad estaba equipada de cuartos en los que los presos debían desnudarse, de cámaras de gas, así como de hornos crematorios para incinerar a los muertos.

Técnicamente era posible quemar diariamente en los crematorios a 4.756 cadáveres. Sin embargo sólo se trataba de una cifra teórica, en la que también se incluía el tiempo necesario para el mantenimiento y la limpieza de los hornos. De hecho, en los Crematorios II y III fueron quemados hasta 5000 cadáveres, en los Crematorios IV y V hasta 3000 cadáveres a diario. Cuando se sobrepasaba la capacidad de los crematorios, los cadáveres eran quemados en hogueras al aire libre. En el verano de 1944, durante la deportación de los judíos húngaros, las SS volvieron a poner en funcionamiento el búnker II. En aquella época era posible asesinar y quemar hasta 24.000 personas a diario.

Las cenizas de los muertos servían de abono para los campos, para el drenaje de pantanos o simplemente eran vertidas en los ríos o estanques de las cercanías.

CONCLUSIONES

El siguiente trabajo se realizó con el fin de concienciar a las personas que ignoran por completo estos verdaderos y horrorosos atentados a la vida y dignidad humana. Se informó de las causas que llevaron a tales hechos y se pudo comprobar la hipótesis planteada inicialmente, se narró el conflicto bélico y todas las ingeniosas estrategias que realizaron los comandantes a cargo de la guerra, además un anexo centrado en las actividades que se realizaban en los campos de concentración objetivándolas específicamente a Auschwitz. El mismo contiene imágenes que ayudan a la conciencia visual, ya que, muchas de ellas, son desgarradoras y expresivas del dolor que se vivía esos últimos meses antes de la culminación de la vida luego de 6 ó 9 meses habitando allí, rostros que demuestran sufrimiento, indiferencia a la vida y aún peor, el deseo de muerte como única escapatoria.

Resulta muy difícil describir el dolor que causó esta atroz y absurda contienda, imposible de explicar con cifras cuantas pérdidas en vida humana se produjeron, la miseria que los pueblos afectados pasaron, ni hablar del sufrimiento y destrucciones que padecieron, almas inocentes, o culpables de nacer en tierras gobernadas por la carencia total de raciocinio, de espíritu, de humildad. Aquel conflicto significó el cambio radical de la historia de la humanidad, ya que perduran heridas económicas, políticas, sociales, de honor y hasta biológicas que ni el tiempo puede curar. Lo más sorprendente es cómo el hombre puede usar algo tan productivo como lo es el ingenio, el conocimiento para lograr destruir todo; cómo es que el hombre pasa a sentirse poseedor de un rol que no le corresponde como lo es el la divinidad; por qué utilizar una característica tan importante, como lo es el liderazgo, para introducir en toda una población una ideología de carácter racista totalmente ilógica, conduciendo un pueblo inconsciente hacia la guerra, el odio, la destrucción, el fanatismo y la locura.

Son preguntas a las que jamás conseguiremos respuesta, solo se puede decir que desde que el hombre pobló la tierra existió el sentido contrario a todo lo moralmente bueno. Tenemos ejemplos bíblicos, como el de los hermanos Caín y Abel: "Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató por envidia y odio" (GN 4, 8). Con esto no quiero explicar las raíces religiosas del odio, sino dar un ejemplo concreto de un relato relativamente antiguo, como la Biblia, para exponer al odio, al deseo de muerte, a la ambición y a la envidia como sentimientos que surgen por contraposición a los buenos, es decir, desde que existe la luz existe la oscuridad, desde que nace la libertad surge la esclavitud, cuando se origina el amor aparece en contraposición el odio. No hay explicación lógica de estos sentimientos, por eso jamás podremos entender el por qué las autoridades que tenían en sus manos el poder y la responsabilidad de mantener bien una nación, un Reich, varios estados pueden optar elegir el camino de la destrucción masiva, no sólo de vidas humanas y daños materiales, sino la destrucción de ideologías político-religiosas y del honor y dignidad de las diferentes etnias, solamente motivados por el deseo de venganza, ambición de poder y prestigio personal o lo que fuere.

Pensar que hay personas que fueron capaces de llevar a cabo tales torturas, inimaginables de tanto horror, daños psicológicos y biológicos imposibles de sanar. Torturas tan fuertes que llevaban al hombre a sentir deseo de muerte.

Si cuantificamos el número de victimas y lo comparamos con el de la Primera Guerra mundial, notamos gran diferencia, ya que en el primer conflicto bélico a nivel mundial "solo" se llevó 10 millones de victimas, mientras que el segundo 60 millones.

¿Por que esta diferencia? el segundo conflicto mundial duro casi dos años mas que el primero, abarcando territorios mucho más extensos. Además, la población civil quedó también mucho más castigada con relación a la de 1914 – 1918 la aviación había logrado tales progresos, que bien podemos atribuirle el papel principal en la hecatombe. De todos modos, la mayor cifra de muertos, no combatientes, se debe una gran medida a la matanza hitleriana de judíos: el nazismo "liquidó" sistemáticamente, en una "solución final", de 5.5 a 6 millones de judíos alemanes u originarios de los países ocupados por el Reich.

BIBLIOGRAFÍA

El siguiente informe fue realizado en base a las siguientes fuentes de información:

Internet

www.exordio.com

www.monografias.com

www.portalplanetasedna.com.ar

Libros

Auschwitz, Los nazis y la "solución final", Lawrence Rees, Planeta, 2005

La Segunda Guerra Mundial, Winston S. Churchill, Planeta, 2004.

Las imágenes que ilustran el texto fueron extraídas de las siguientes fuentes:

Internet

sgm.casposidad.com

www.ajzanier.com.ar

 

 

 

Autor:

Nahuel Alberto Porcel De Peralta

MATERIA: Historia

PROFESOR/A:

CURSO: 5º año

FECHA DE ENTREGA: Segunda semana de Noviembre

Partes: 1, 2
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