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Exploración del discurso en usuarias en situación de calle con trastorno de personalidad limítrofe

Enviado por vianny Barrera


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Formulación de problema
  4. Relevancia de la investigación
  5. Marco teórico
  6. Marco metodológico
  7. Análisis y discusión de los resultados
  8. Conclusiones
  9. Sugerencias
  10. Bibliografía
  11. Anexos

Resumen

La presente Investigación tiene por objetivo explorar en el discurso de las usuarias con Trastorno Limítrofe de la Personalidad que habitan en la Hospedería Diferenciada Mental del Hogar de Cristo, en relación a su conciencia y noción de enfermedad y sus experiencias de vida.

La Metodología utilizada para este estudio es Cualitativa, de tipo Transversal; donde se realizó análisis del Contenido del Discurso de entrevistas semi-estructuradas en profundidad aplicadas un grupo de usuarias de dicha Hospedería.

Desde los datos obtenidos de la exploración del discurso, se puede inferir que las usuarias entrevistadas presentarían discursos relacionados a la situación de calle e historia de vida personal en la que se encuentran cada una de éstas, las que validarían de manera subjetiva con mayor intensidad que el discurso acerca de la noción y conciencia del Trastorno de Personalidad a la base que tienen diagnosticados, lo que las llevaría a una complejización en un intento de reinserción social. Esto debido, a que no presentarían una clara conciencia y noción de sus trastornos, llevándolas a vivenciar experiencias, a las que muchas veces no les adjudicarían explicaciones desde sus discursos basados en sus experiencias de vida.

Con lo anterior, se sugiere realizar una psicoeducación como primera instancia en relación al Trastorno de Personalidad que tienen a la base, para posteriormente realizar un trabajo de reinserción social de éstas, desde un discurso integrado y resignificado desde un colectivo Psiquiátrico – Psico – Social.

SUMMARY

This aim has as objective to explore in the narratives of the users with Borderline Disorder, that they live in the "Hospedería Diferenciada Mental of the Hogar de Cristo", about of their conscience and notion of their psychiatric diseases and their experiences of life.

From the information obtained in this investigation of the speech, it is possible to show that those users would have a narrated speech explained of the street´ s situation and their Personal history of life in relation with each one of these, that is even more important than their Disorder of Personality that they have diagnosed, this would make them to a difficulty in an attempt of social rehabilitation. This, because of that it is possible to estimate some conscience and notion of their Disorder of Personality, they wouldn"t have a clear conception of this one, making them to explore in experiences, to which often wouldn"t explain from their speeches based on their life experiences.

From the results in this investigation, it is suggested to educate with a psychological workshop as the first instance, about of the Medical Psychopathology that the users have as a main, so then, to create a workshop in a social rehabilitation of those, from an integrated speech and re-meant from a Psychiatric group – Psycho – Socially

Introducción

El factor pobreza ha estado presente en el mundo desde siempre en las diferentes culturas. Hoy en día, en los países más desarrollados la pobreza no ha desaparecido; existe en el tercer mundo, de igual forma en el segundo y en el primero. Se trata de un problema general y ubicuo, en el que poco progreso se ha alcanzado (Whittaker J., 2002).

Los enfermos mentales, de igual modo han existido siempre, siendo fruto de sociedades enfermas, desigualdades sociales, pobreza y explotación humana, además de innumerables procesos ideológicos que instauran el vacío, el despojo y la falta de significado de la vida (Moreira, V.; 2005, p.64).

A fines del siglo XIX, en vastos sectores de la sociedad chilena, las condiciones de vida en situaciones de pobreza se perpetuaban a través de distintas generaciones. Las precarias situaciones de vivienda, la dureza de las condiciones de trabajo constituyeron una realidad de exclusión social. Es por esto que en Octubre de 1944, el Padre Alberto Hurtado, en su preocupación por la pobreza en Chile, lanza la idea del Hogar de Cristo: "Crear un Hogar para los que no tienen techo", inaugurándose en 1946 el gran edificio en la comuna de Estación Central, quedando jurídicamente El Hogar de Cristo como fundación de beneficencia.

Hoy en día, esta institución busca acoger a los más pobres entre los pobres, teniendo que abarcar variadas necesidades en el área social, como la discapacidad física y mental, reinserción de jóvenes en riesgo social o la desintegración familiar. Para ello se ha visto en la necesidad de crear organizaciones propias para cada materia. Una de estas organizaciones son las Unidades o Áreas Hospederías, en la que miles de personas pasan anualmente, con las que se desarrolla un trabajo de acción social (http://www.hogardecristo.com/hacemos/hosp_smental.htm).

Dentro de estas áreas se encuentra el área de Hospedería Diferenciada Mental, cuyo objetivo es brindar un sistema de alojamiento de carácter transitorio para aquellas mujeres que presentan como condición mórbida primaria discapacidad psíquica y/o mental, en situación de calle o en riesgo de estarlo, mayores de 18 años, favoreciendo la inserción en redes sociales comunitarias. (http://www.hogardecristo.com/hacemos/hosp_smental.htm)

El sistema de ingreso hacia esta hospedería, es mediante la derivación directa desde la unidad de Hospedería de Mujeres del Hogar de Cristo u otra Institución pública, generándose un trabajo coordinado de acuerdo a las necesidades que se generan. El motivo de esta derivación es principalmente, el trastorno psiquiátrico que presentan (Retraso Mental, Daño Orgánico, Psicosis, o Trastorno de Personalidad), además de la situación de calle.

Con lo anterior, se lleva a la constitución de un fenómeno importante, ya que se asume que los procesos ideológicos de las culturas son también constitutivos de la enfermedad mental, llevando a todo tratamiento psicopatológico a un desarrollo más complejo de lo que tradicionalmente se cree en el ámbito de Psiquiatría o de la Psicología Clínica, ya que en este caso, se deben priorizar procesos políticos, culturales y comunitarios que posibiliten y preserven la salud mental. (Moreira, V., 2003)

La presente investigación tiene por objetivo explorar las vivencias, mediante el discurso de las usuarias con Trastorno de Personalidad Limítrofe diagnosticada que habitan actualmente en la Hospedería Diferenciada Mental.

Con esto, se desea indagar en las vivencias narradas por las usuarias, para comprender la conciencia y noción de enfermedad que poseen, describir el modo en que éstas construyen su realidad, como la significan e interpretan, a partir de sus propias referencias acerca de su trastorno de personalidad, la importancia que tiene para éstas en el diario vivenciar y la significancia que le asignan a sus historias de vida en la actualidad.

Desde esto, se podrá desarrollar un plan de intervención psicosocial, focalizado principalmente desde sus construcciones de vida, para que logren resignificar a través de sus propios discursos una nueva manera de verse insertas en la sociedad en la que se desenvuelven. Logrando con esto, visualizar a las usuarias tanto dentro como fuera del Hogar de Cristo, como sujetos capaces con limitaciones, en vez del concepto actual de discapacidad mental.

Formulación de problema

La unidad de Hospedería Diferenciada Mental cuenta actualmente con 42 usuarias que no han podido ser insertas en un programa de reubicación formal que permita un proceso de rehabilitación psicosocial, hogar protegido o reinserción a su hogar de origen, lo que imposibilita brindar una adecuada respuesta a las diversas demandas de estos grupos debido a sus patologías psiquiátricas. Esto ha generado una complejización en el desarrollo de los programas de reinserción psicosocial establecidos por las áreas de hospederías de la Institución, para usuarios en situación de calle o en riesgo de estarlo.

Es en este marco, desde donde el Hogar de Cristo plantea una inquietud laboral en dicha unidad, abriendo la posibilidad a la problemática de la presente investigación.

La labor psicosocial que se brinda en esta Unidad lleva a una complejización en su desarrollo con dichas usuarias para su reinserción social, ya que además del trabajo que se emplea por su condición de calle, presentan trastornos psiquiátricos, que debido a la gravedad de los mismos, da como resultado en éstas inseguridad frente a la sociedad, estigmatización, vulnerabilidad, falta de elecciones personales, carencias familiares, incapacidad de planificaciones futuras, entre otras (Moreira, V., 2005).

Para alcanzar una reinserción o integración social, deben estas usuarias ser primeramente, aceptadas por la sociedad en la que se encuentran, sin prejuicios por sus enfermedades mentales (además de su situación de calle) ya que, están sujetas a un proceso de mayor estigmatización social que usuarios de otras unidades del Hogar de Cristo (Gobierno de Chile, 2005), debido a las condiciones en que se encuentran, mencionadas anteriormente.

Dentro de las temáticas propuestas por esta Unidad, para generar un trabajo de reinserción social satisfactoria, se plantea que se debe generar entre otras cosas, una visión personal de las mismas usuarias diferentes de la que tienen arraigada, es decir, desde la construcción de nuevos significados en sus vidas, que ya están estigmatizadas por ser pacientes con diferentes trastornos psiquiátricos. Según Capponi (1987) "La mayor parte de las enfermedades mentales son síndromes, o sea una constelación de síntomas relacionados entre sí, y con un pronóstico determinado" (Capponi citado por Capponi R., 2005, pág. 33), desde estos postulados se aprecia el arraigamiento en la significación de las experiencias personales de cada usuaria, desde un grupo de referencia con un trasfondo cultural periferizado por un discurso médico-psiquiátrico, más que por la situación de calle en la que se encuentran actualmente (Gobierno de Chile, 2005).

Lo anterior, les impide optar a otro tipo de resignificación de sus vidas, ya que los programas de redes de apoyo en los que se encuentran insertas (Cosam, Casa de Mujer, Hogar de Cristo, Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz, Hospital Salvador, Hospital Padre Hurtado, entre otras) parten de la base de sus trastornos psiquiátricos, donde son tratadas primeramente como enfermas mentales, en vez de sujetos capaces, pero con limitaciones.

Entonces, para lograr una reinserción de estas usuarias en la sociedad, es necesario preocuparse preferentemente de la experiencia subjetiva de éstas, debido a que cualquier tratamiento psicosocial implementado en éstas, debe partir desde sus propias visiones de los problemas que les son significativos, para que logren una resignificación desde una visión de "Sujetos Capaces", en vez de Discapacitados y sea el comienzo de los objetivos replanteados por la Fundación, los cuales desean ser implementados en las diferentes Unidades del Hogar de Cristo. Sin embargo, esto es complicado, debido a que es abordable sólo a través de dos vías: la expresión corporal y el lenguaje. "A través del lenguaje el paciente nos autodescribe su subjetividad, a través de su expresión corporal nos muestra con significantes lo que sucede en su vivenciar" (Capponi, R., 1987, citado por Capponi R., 2005, pág.45). La indagación en el discurso, y más específicamente en el contenido de éste, que refieren las usuarias de dicha unidad, se acerca a la experiencia de cada una en particular y por lo tanto, de sus vivencias; implicando una demanda de mayor necesidad, aceptación y comprensión por parte de la sociedad y de ellas mismas, además del esfuerzo en obtener resultados satisfactorios, donde se parte de la base del pronóstico de sus trastornos.

Según Gergen, K. (1996), el proceso por el cual las personas se vuelven sujetos es la autonarración, concepto que hace referencia al cómo éstas construyen explicaciones sobre sí mismas, las que responderían al lugar en el que históricamente y socioculturalmente son posicionadas en determinadas prácticas. Por medio de la autonarración, las personas se vuelven sujetos sociales, generan explicaciones del si mismo, de hechos y acontecimientos generados conjuntamente con otros. La autonarración sería entonces un discurso sobre el Yo, una construcción basada en las posibilidades generadas desde lo público.

Este marco de referencia, hace hincapié en la problemática de las usuarias que habitan la Hospedería Diferenciada Mental, puesto que el que puedan construir nuevos significados respecto de las ocupaciones que desarrollan, dependerá de la construcción de sentido que desarrollen de sus propias vivencias y enfermedad psiquiátrica, ejercicio que debe ser llevado a cabo contra un trasfondo cultural y social que permita explicar los significados asociados a sus prácticas particulares.

Por consiguiente, al tener esta periferización psiquiátrica mencionada anteriormente, el abandono social que presentan en un intento por el ejercicio, se refiere más a abandono familiar producto del significado social asociado a las patologías psiquiátricas , resultando más dificultoso desarrollar una ocupación en torno al cuidado personal, pues se carece de un reconocimiento como otro validado socialmente para vivir de forma independiente, tomar decisiones, asumir cuidado de los hijos, trabajar, etc. (Gobierno de Chile, 2005).

La problemática se aborda al discurso en sí de las usuarias, donde se plantea el reconocimiento de ellas mismas, a pesar de su condición de calle, de la escasa o nula red de apoyo familiar en la que se encuentran, la estigmatización en la que la sociedad las tiene caracterizadas y sus trastornos psiquiátricos diagnosticados.

El grupo de participantes escogido, son usuarias con Trastornos de Personalidad Limítrofe (TLP), debido a que desde un enfoque referencial psicológico, el TLP es un trastorno relativamente común que genera un deterioro considerable en la vida de todo individuo, encontrándose en el límite de la neurosis y la psicosis, es decir, un paciente casi psicótico, a pesar de la falta de apoyo empírico para la concepción de este trastorno (Beck, A.; Freeman, A; y otros, 1995). Como características principales en este tipo de pacientes se encuentran: el que puedan actuar sin problema si se sienten tranquilos, es decir, no amenazados; son de mejor pronósticos que los demás trastornos, debido a las características estructurales de la organización de su personalidad ya que, la calidad de las relaciones interpersonales (objetales), el grado de integración de las normas sociales, la prueba de realidad y los sentimientos de realidad son alterados en éstos, sin que se pierda la capacidad de realidad, como ocurre en otros trastornos. Estos criterios pueden complementar las descripciones de conductas en éstos y, por lo tanto, aumentar la precisión de análisis en una intervención (Kernberg, O.; 1999).

La elección de este perfil de trastorno psiquiátrico, en vez de otros diagnósticos, como psicosis, daño orgánico u otro, es debido a que las usuarias con trastorno de Personalidad Limítrofe presentar juicio de realidad. "En los Trastornos de Personalidad se mantiene el juicio de realidad, es decir, la capacidad de diferenciar el si mismo, el yo, de lo que es no yo, lo que no es uno mismo, diferenciar el origen intrapsíquico del externo de los estímulos, mantener empatía con criterios sociales comunes de realidad a diferencia de las estructuras psicóticas y otros trastornos, donde esta capacidad se encuentra ausente" (Gomberoff, L.; 1999; pág. 58), lo que llevaría a un desarrollo de sus discursos más coherentes en tiempo y espacio, objetivos más claros y constantes, desde una visión autorreferencial de éstas más estable, pudiendo compartirlas en una discusión de mejor proyección psicoterapéutica, que si se indaga en primera instancia con usuarias que presentan otro tipo de trastornos.

Se pretende desde lo mencionado anteriormente, indagar dentro de un marco de referencia construccionista, el contenido del discurso de las usuarias respecto de sus propias vivencias, en relación a la concepción que manifiestan de sus trastornos mentales y situación de calle; conocer y comprender el significado que cada una de éstas le otorga a sus experiencias de vida, observar mediante el discurso narrado como viven la estigmatización social de sus enfermedades psiquiátricas y la conciencia y noción de enfermedad que presentan, concerniente con aspectos de sus vidas relevantes para ellas, los que consideren perjudicial para su reinserción social.

Al plantear la problemática, surge entonces la interrogante:

  • ¿Es posible, por medio del discurso, explorar en las vivencias de las usuarias de la Unidad de Hospedería Diferenciada Mental, en relación a sus vivencias y conciencia de enfermedad?

Relevancia de la investigación

El Hogar de Cristo se encuentra actualmente en un momento de planificación estratégica, dentro su plan, se incluye a las áreas de Hospedería, en el caso del área de Hospedería Diferenciada Mental, el equipo técnico plantea objetivos para este cambio a implementar. Dentro de éstos se encuentran la creación de programas que fomenten la reinserción social de las usuarias, adoptar paulatinamente el concepto de persona capaz pero con limitaciones, en vez de discapacitado mental y tener a la base la noción de sujeto de derecho. 

Desde lo anterior, al explorar en el contenido del discurso de usuarias con Trastorno Limítrofe de Personalidad se podrá recopilar información acerca de cómo éstas introyectan sus vivencias dentro de la Hospdería Diferenciada Mental y cómo describen sus vivencias antes de residir en esta Hospedería, a la vez entender la conciencia y noción de enfermedad, para posteriormente desarrollar un taller psicosocial que les brinde psicoeducación respecto del Trastorno Psiquiátrico a la base, permitiéndoles comprender el nuevo significado que será el resultado de sus propios discursos negociados colectivamente desde una visión psicopatológica de sus trastornos, el cual les permitirá poder dar cuenta de sus vivencias, desde una visión de posibilidad de cambio y de sentido de nuevos relatos explicados desde sus situaciones de calle y desde sus Trastornos Psiquiátricos, lo que permitirá realizar el primer acercamiento a una re-vinculación social (Gergen, 1996).

OBJETIVOS

3.1. Objetivo General

  • Explorar las vivencias de las usuarias con trastornos de Personalidad Límite, que habitan en la Hospedería Diferenciada del Hogar de Cristo, a través del discurso de éstas.

3.2. Objetivos Específicos:

  • Entender la conciencia y noción de enfermedad que presentan las usuarias.

  • Describir los relatos de las usuarias, en relación a sus experiencias antes de habitar la Hospedería Diferenciada Mental

  • Comprender las construcciones de las experiencias de las usuarias, basadas en la interpretación que hacen de ésta, respecto de su situación en el Hogar de Cristo.

Marco teórico

4.1.- Psicología y Discurso

Desde una perspectiva tradicional, las ciencias sociales han utilizado el lenguaje como una herramienta útil, ya sea para transmitir información o analizable como objeto de estudio. Específicamente en Psicología, este enfoque ha venido a definir, explicar y analizar la realidad, sea esta social o psicológica; en que un rasgo característico de esta realidad es la existencia externa e independiente, donde no se puede negar un sustrato natural que resulte real, pero las formas en las cuales esa realidad es entendida a partir de relaciones sociales no pueden ser definidas externamente como preexistentes a las interacciones, más aún, desde una perspectiva desde la cual la realidad es un efecto del lenguaje, todo acceso a ella se ve, de igual modo, cruzado por el lenguaje (Echeverría, R.; 2002). Es en este contexto donde la práctica de la Psicología se ha venido desarrollando, como refiere Ibáñez (1994) "la Psicología pretende constituir un conocimiento tan científico como esto sea posible acerca de la compleja realidad psicológica que solicita su atención" (pág. 261). Con esto, el que la Psicología trabaje bajo supuestos de realidad externa e independiente, resulta poco claro desde una tradición de trabajo discursivo, ya que un enfoque discursivo del análisis de la realidad social, pretende entregar elementos de investigación que permitan formar articulaciones y comprensiones teórico-prácticas dentro de la Psicología.

Esta perspectiva implica que las construcciones que se realizan de constructos como sujeto, respondan a una nueva dimensión dialéctica (Echeverría, R.; 2002), con esto se postula que la persona es un principio explicativo, un principio que otorga coherencia a las acciones que realiza. Estas acciones se toman, por lo tanto, como manifestaciones del ser, el que es el factor determinante para comprender el modo de actuar de los sujetos. "El discurso no es más que la reverberación de una verdad naciendo ante sus propios ojos; y cuando todo puede finalmente tomar la forma del discurso (…) pueden volverse a la interioridad silenciosa de la conciencia en si" (Foucault, M.; 1991; pág. 41). Dentro de esta perspectiva, se plantea que la persona es una explicación basada en las acciones que emprende el individuo, y que a su vez se constituye como la suma de sus relaciones con los demás; donde las individualidades serán diferentes, dependiendo del sistema en que el sujeto se encuentre inserto en un determinado momento.

4.2.- Construccionismo Social y Conocimiento Individual

El Construccionismo Social resalta la importancia de lo social en la comprensión de las personas, y aunque se tiende a comprender al individuo y a la sociedad como dos entidades separadas que se influencian mutuamente, se entiende que lo individual y lo social son inseparables. Desde esta visión, las personas se comportan en función del significado que la realidad tiene para ellas, generándose una interacción colectiva entre personas de diferentes situaciones de vida social. Es justamente en este énfasis de la interacción de la relación lo que permite entender que la comprensión construccionista del trastorno de personalidad no olvida al sujeto, sino que lo considera participante activo del significado en construcción, cuyos significados se generan colectivamente mediante el lenguaje, que es específico en un momento histórico y de una cultura determinada (Gergen, K.; 1996).

Se considera en esta investigación, la construcción psicopatológica de los trastornos de personalidad como el imaginario social a la base, para continuar con la construcción del propio discurso de las usuarias, ya que desde el enfoque construccionista "se considera al autoconcepto, más que una estructura cognitiva privada y personal del individuo, como un discurso acerca del Yo" (Gergen, K; 1996; pág. 231); el que sería la representación de los lenguajes disponibles en la esfera pública, donde el Yo es una narración que se hace inteligible en el seno de las relaciones vigentes; por consiguiente, es un relato acerca de relatos, y más en particular, acerca de relatos del Yo (Gergen, K.; 1996).

A causa de la familiaridad del discurso, los relatos sirven como medios críticos a través de los cuales las personas se hacen inteligibles en el seno del mundo social, utilizando la forma del relato para identificarse con otros y con ellos mismos (Gergen, K.; 1996). No sólo los sujetos relatan sus vidas como simples relatos, existe también un sentido importante en el que las relaciones con otros sujetos se viven de una forma narrativa. Para White y Epston (1990; pág. 13) "Las personas conceden significado a sus vidas y relaciones relatando su experiencia de vida" (Citado por Gergen, K; 1996; pág. 232). Con esto, se plantea que los relatos son, al fin y al cabo, formas de dar cuenta dentro de una acción social, permitiendo que los acontecimientos sean socialmente visibles y establecen característicamente expectativas para acontecimientos futuros, dado que los acontecimientos de la vida cotidiana están inmersos en la narración.

Para el objetivo de esta investigación, se considera relevante este marco teórico, ya que las usuarias, en la elaboración del discurso de sus propias vivencias, irán construyendo su realidad personal, donde se identificarán con sus pares, tanto dentro y fuera de la Hospedería y por ende, con ellas mismas, tomando como base teórica su diagnóstico psiquiátrico y la construcción cognoscitiva de éstas. En definitiva es "ser un Yo con un pasado, un presente y un futuro potencial no es ser un agente independiente, único y autónomo, sino estar inmerso en la interdependencia" (Gergen, K; 1996; pág. 232). Desde esto se pretende, en un sentido significativo, dar forma al relato de estas usuarias, como se van construyendo sus narraciones de su Yo dentro de sus vidas sociales y los usos a los que se presentan.

4.3.- Prácticas Discursivas: Construcción de Realidades

Los objetos, incluso los sujetos, se constituyen en tales por medio de la comunicación humana, situándose en la esfera de los signos, instituyendo con ello su significado en la interacción, situándose necesariamente en una comunidad determinada. Los términos con los que el sujeto da cuenta de su realidad y de él mismo, resulta ser un producto del intercambio social de significados, los que están situados histórica y culturalmente (Foucault, M.; sin año de publicación).

Vayreda (1995), refiere respecto de las prácticas discursivas, que éstas producen significados en función de la relación que establece entre distintos elementos. Estos elementos son los participantes de la interacción (narradores para Vayreda) y la relación que se entabla con el texto y el contexto; en otras palabras, la forma por la cual preferentemente se explica la "realidad" en condiciones de tiempo y espacio determinadas. Como resultado de estas relaciones se posibilita el surgimiento de ciertas subjetividades, a la vez que una particular manera de negociar con el aspecto formativo de ellas.

Con lo anterior, se hace referencia a las realidades construidas desde estas prácticas, mas aún, a la construcción de subjetividades desde estas racionalidades y a la especial forma de negociación de significados que surgen desde ellas. La forma en la cual este proceso se genera, da cuenta de estructuras enunciativas, pues el discurso entendido como enunciado, establece sus propias coordenadas, construyendo un espacio, un tiempo y actores; cada discurso se presenta a sí mismo de determinada manera, orienta su propia lectura o interpretación (Vayreda, A.; 1995).

Este mismo autor, refiere que para conocer el significado de un enunciado, debe ser insertado en un contexto determinado, sin el cual no pasa de ser una entidad abstracta. Por lo anterior, ese contexto no puede ser considerado extra lingüístico o extra discursivo, sino que debe ser un elemento integrante de la significación del enunciado.

Por otro lado, el surgimiento del sujeto se encuentra dentro de este entramado, sin embargo, surge la pregunta por la construcción común del significado a partir de lo antes expuesto. Para Gergen (1996) el problema lo configuran "Los orígenes comunes del significado", para este autor la definición de significado comúnmente se realiza en términos de significado individual, como un tema de simbolización interna del mundo externo; pero no se la define como un problema de surgimiento del significado en relación a otros, es decir, como es que un significado circula y se vuelve inteligible para una sociedad, más aún, para un grupo determinado.

El que un grupo comparta significados se relaciona principalmente, con las reglas de interpretación, las cuales se encuentran incrustadas en el seno de las comunidades, estas reglas determinan el cómo son leídos los significados en un grupo determinado, de este modo cada comunidad comparte el conjunto de reglas de interpretación por medio de las cuales cada persona se apropia del significado.

Para Gergen (1996) comúnmente los sujetos acostumbran a relacionarse entre ellos mismos como si los otros se presentaran en lenguaje hablado o escrito (significantes), lo que asegura la información acerca del estado del emisor (lo significado), sin embargo, al explorarse el dominio de los significantes para encontrar el significado, se encuentra que cada significante es en sí mismo vacío, su significado está desplazado. Constantemente se conduce a otros significantes, los cuales informan de la naturaleza precisa del significante en cuestión. Pero este aplazamiento del significado resulta también temporal, pues los significados que intentan dar cuenta de lo "significado", se encuentran vacíos también, con lo cual el significado no puede fijarse, cada elección se vuelve sobre otra interrogante. Con ello el significado asociado a significante no se deriva de la relación con un proceso efectivo de intercambio, sino de su relación con otros significantes.

Desde este punto entonces, el juego de significantes resulta tal en función de su relación al lenguaje, ello porque es solo posible dentro de él, por otra parte, este juego se incrusta en el accionar humano, de tal manera que el proceso por el cual la relación se torna dialógica y operativa, genera un mundo de realidades.

4.4.- Sujeto y Discurso

Un supuesto básico para esta investigación es que el discurso resulta ser el lugar desde el cual se construye sujeto, más aún, resulta en un proceso dinámico por el cual el sujeto produce su realidad, pero a la vez se produce a sí mismo. Ahora bien, este sujeto como producto y productor discursivo, resulta sujeto social y sujeto individual, distinción que es importante de recordar, pues el análisis se mueve en estos dos niveles, un sujeto que resulta teórico, un lugar de posibilidad y otro que es creativo en el proceso de producción discursiva, un sujeto "sujetado", pero que es dinámico (Gergen, K.;1995).

La Práctica Discursiva sería constituyente de la individualidad, en cuanto la Conciencia individual (el psiquismo), se conforma como tal al ser llenada de signos en el proceso de interacción social. Por tanto, los sujetos (individuales) son funciones derivadas de los enunciados con lo cual, el "Yo" sería una realidad individual, producto de las relaciones sociales, que siempre son relaciones de poder. Desde este postulado se entiende que la racionalidad de la acción y el comportamiento no surgen desde procesos ubicados en el interior de los sujetos individuales, sino que desde un tipo de vida cultural, y formas de acción, producto de la participación en un sistema que está previamente constituido en las formas del lenguaje; donde el sujeto es concebido como producto de sus relaciones y realización particular de las estructuras y configuraciones sociales en que habita, no en un sentido determinista, que asigna mecánicamente su constitución a las circunstancias externas.

Más bien, se concibe al sujeto como una posición (posición-sujeto) o función (función-sujeto) de relaciones de fuerza, donde este no se encuentra completamente disuelto en lo social, sino mediante el pliegue de estas fuerzas sociales sobre si mismas, se posibilita la capacidad de afectarlas y afectarse a sí mismo (Gergen, K.;1996).

Por tanto, desde este enfoque, la capacidad reflexiva tiene un papel de relevancia en el proceso de constitución y cambio del sujeto. Por medio de este proceso, la conciencia se vuelve sobre sí misma y permite que se hagan visibles los presupuestos y las premisas que organizan las prácticas, las relaciones, acciones y las formas de pensarse (Gergen, K.; 1996).

4.5.- El Sujeto como función del Lenguaje

Para Abril (Lozano, J.; Peña-Marín, C. y Abril, G.; 1993) es importante señalar la duplicidad en la noción de sujeto, pues será considerado tanto productor como producto del discurso, al tiempo que su existencia se presenta como una realidad empírica, esto es como autor del texto o emisor del discurso situado histórica y biográficamente. Para este autor, el discurso es el lugar de construcción del sujeto, por medio de éste, el sujeto construye al mundo como objeto y se construye a sí mismo, resulta ser un sujeto que podemos conocer por su discurso, por cómo se presenta a sí mismo y como responsable del conjunto de operaciones puestas en marcha a lo largo de un texto, este sujeto (teórico) es el sujeto de la enunciación, el cual no debe ser confundido con el sujeto (empírico) emisor o autor, el autor el cual produce el texto.

Las personas son seres lingüísticos, en tanto individuo, son un tipo de ser vivo que como condición de su propia existencia, vive constreñido a su capacidad de generarle un sentido a su vida, siempre interpretándose a si mismo y al mundo al que pertenece. "Nuestra identidad está directamente asociada a nuestra capacidad de generar sentido a través de nuestros relatos. Al modificar el relato de quienes somos, modificamos nuestra identidad" (Echeverría, R., 1996, citado por Echeverría, R., 2006, p.56). El individuo como tal, no puede ser separado de su relato, ya que ese relato es constitutivo de lo que el individuo es, puesto que es en los relatos que realiza acerca de él mismo y de los otros, donde genera lo que es. (Echeverría, R., 2006)

La concepción de identidad con la cual trabaja Gergen (1996), no niega la existencia del sustrato individual que configura el sí mismo, entendido como el sustrato de lo individual que configura identidad; pero según este autor, en la conformación de la identidad confluyen elementos sociales y culturales, los cuales permitirían dar cuenta de su producción, mantención y cambio. "El desarrollo humano puede ser considerado de un modo fructífero como un rasgo constitutivo de un proceso social más amplio" (Gergen, 1996, p. 330).

En términos discursivos, tal producción de identidad está siendo constantemente negociada y posicionada histórica y socio-culturalmente, de tal modo que su estructura se conforma sobre la base de las posibilidades que entregan las prácticas en las cuales cada individuo está inmerso. La posibilidad de cambio se encuentra en la negociación colectiva de significados, el significado de la experiencia de identidad puede ser expresado sólo a través de categorías útiles de los discursos que la generaron. (Gergen, 1996)

4.6.- El sujeto desde la Psicopatología

En la práctica clínica, en el encuentro interpersonal con otro ser humano, se detectan cuatro condiciones clínicas reflejadas en el vivenciar de la persona con la cual se está interactuando. Son el vivenciar normal, neurótico, psicopático y psicótico. Para hacer tal distinción se recurre a la psicopatología, disciplina en parte científica, en parte práctica que trata de las anormalidades psíquicas, dando especial importancia a las que constituyen síntomas de enfermedad mental (Mira y López, E., 1993).

Entonces, se puede definir a la personalidad como "La organización dinámica de los aspectos psico-físicos de cada persona que determina el modo de relacionarse con el mundo que lo rodea, incluyendo a los otros individuos" (Gomberoff, L. y Olivos, P.; 1993; pág. 155). En suma, sería el "estilo" que tiene cada sujeto y que obviamente es particular para cada uno de éstos, lo que lo distingue de las demás personas por ciertos rasgos o características propias solamente de éste por ser individuo único. Se plantea entonces, que la estructura de la personalidad para cada individuo se forma a partir de una base genética (temperamento) y otra muy significativa, que serían las experiencias de vida, que de un modo u otro afectan al individuo, dejando "ciertas huellas" que adopta como pautas o modos de conducta (Gomberoff, L. y Olivos, P.; 1993).

Desde lo anterior, en términos muy generales, se recalca que las neurosis son reacciones a situaciones cuyo síntoma fundamental es la angustia; lo psicopático se refiere a alteraciones en la manera de ser, que se desarrolla o despliega en la biografía de la persona y finalmente, las psicosis son situaciones clínicas en las que el sujeto pierde el juicio de realidad, producto de un proceso cerebral que significa un daño orgánico del cerebro, que puede ser reversible, muy ocasionalmente. (Mira y López, E., 1993).

Desde la psicopatología se exploran las siguientes funciones de la mente: conciencia, orientación, percepción, memoria, curso y contenido del pensamiento, inteligencia, afectividad, instintos y psicomotilidad. Del estudio de estas funciones, depende la pesquisa de síntomas que orienta al profesional de la salud hacia la patología que presenta un presunto enfermo (Mira y López, E., 1993).

En el caso del diagnóstico de un trastorno de personalidad, se torna complejo en el campo de la Psicología y Psicopatología, y ha sido definida de distintos modos por diversos autores, dependiendo de los modelos teóricos a la base (Florenzano, R., Carvajal, C., y Weil, K.; 2003). La definición sugerida por la OMS es la siguiente:

"Un patrón enraizado de modos de pensar, sentir, y comportarse que caracterizan el estilo de vida y modo de adaptarse único de un individuo los que representan las resultantes de factores constitucionales, evolutivos y sociales. Estos patrones comportamentales tienden a ser estables y a afectar a múltiples dominios conductuales. Se asocian frecuentemente, pero no siempre, con grados variables de malestar subjetivo y de alteraciones del funcionamiento social". (Florenzano, R., Carvajal, C., y Weil, K.; 2003; pág. 161)

En este grupo de trastornos psiquiátricos, se agrupan aquellos individuos que poseen rasgos de personalidad alterados de tal modo que entran en conflicto, en mayor o menor grado, con su medio ambiente interpersonal, además constituye al mismo tiempo una categoría diagnóstica controvertida, ya que esta secuencia de interacciones tiene especial relevancia en la niñez y adolescencia, llevan a la formación de una estructura progresivamente estable, que en el adulto joven alcanza una definición más clara y perdurable. (Florenzano, R., Carvajal, C., y Weil, K.; 2003)

4.6.1.- Organización de Personalidad del Sujeto

Dentro de la psicología, el Yo puede ser conceptuado como estructuras lentamente cambiantes, o configuraciones, que determinan la canalización de los procesos mentales, los procesos o funciones mentales en sí y los umbrales de activación de estas funciones y configuraciones. (Kernberg, O., 1984, citado en Kernberg, O., 1999).

"La Organización estructural de Personalidad desarrolla la función de estabilizar el aparato mental, mediando entre los factores etiológicos y las manifestaciones conductuales directas de la enfermedad. Sin considerar los factores genéticos, de constitución, bioquímicos, familiares, psicodinámicos o psicosociales que contribuyen a la etiología de la enfermedad, los efectos de todos ellos, se reflejan con el tiempo, en la estructura psíquica del individuo, la cual se vuelve entonces la matriz subyacente de la que se desarrollan los síntomas de la conducta". (Kernberg, O., 1999; pág. 3)

Desde esta definición, se plantea la existencia de tres tipos de organización de personalidad: Neurótica, Límite y Psicótica. En las cuales, la estructura neurótica de la personalidad presenta una organización defensiva que se centra en la represión y otras operaciones defensivas avanzadas o de alto nivel, la limítrofe y psicótica se encontraría en sujetos que muestran una predominancia de operaciones defensivas primitivas que se centran en el mecanismo de escisión. El juicio de realidad se conservaría en la organización neurótica o límite, pero estaría gravemente deteriorada en la psicótica. (Kernberg, O., 1984; citado en Kernberg, O, 1999)

Por otro lado, tomando como referencia los postulados de Beck (1995), los sujetos se organizan por medio de estructuras o esquemas más o menos estables en el tiempo, los cuales serían las estructuras básicas de la que dependen los esquemas cognitivos, afectivos y motivacionales. Los sujetos, al asignarle significados a los acontecimientos, las estructuras cognitivas inician una reacción en cadena que culmina en los tipos de conductas que se atribuyen a los rasgos de personalidad. "Las pautas conductuales que comúnmente adscribimos a los rasgos o disposiciones de personalidad…(…)…representan en consecuencias estrategias interpersonales desarrolladas a partir de la interacción entre las disposiciones innatas y las influencias ambientales" (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995, pág. 55). La concepción que se adquiere de organización de personalidad desde esta teoría, tiene en cuenta el papel desempeñado por la historia del sujeto, en la conformación de sus pautas de pensamientos, sentimientos y acción.

Desde lo anterior, se postula que cada individuo tiene un perfil único de personalidad, que consiste en los diversos grados de una situación particular, que es posible comprender mejor las estructuras, funciones y procesos de la personalidad si se examinan las actitudes, los sentimientos y la conducta del sujeto (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995).

4.6.2.- Organización de Personalidad Limítrofe del Sujeto

Continuando con los postulados de Beck (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995), los programas cognitivo – afectivo – motivacionales, serían los que deciden la conducta del individuo y lo hacen distinto de las otras personas. En el caso de los sujetos con trastorno de personalidad, presentan desviaciones respecto de las otras personas, en el sentido de cómo procesan los datos sobre sí mismas y sobre los demás a un nivel de organización cognitiva. Estos sujetos, presentan las mismas conductas repetitivas en muchas más situaciones que las otras personas, lo que los lleva a funcionar desde esquemas inadaptados de la organización de la personalidad.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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