Talla, edad, factores socioeconómicos y repitencia en escolares de 6 a 9 años (página 3)
Enviado por Claudia Luz Medrano
Un adecuado aporte de este macronutriente redundará en un ahorro proteico y lipidico, evitando la producción de cuerpos cetonicos.
Algunos autores recomiendan que los hidratos de carbono deben representar del 50 al 55% del total de calorías, mientras que otros, amplían el rango hasta el 60%.
Lo significativo es que el mínimo de carbohidratos que debe aportarse con la alimentación represente un 50% de las calorías totales. (70)
Con respecto a la distribución entre polisacáridos y azúcares simples, se recomienda para todas las edades, y en especial durante la infancia, que los monosacáridos no superen el 10% del total energético, a fin de evitar la cariogénesis infantil, la obesidad y prevenir la incidencia de las enfermedades del adulto. (71)
d) Lípidos:
Las grasas juegan un papel importante en la nutrición infantil. Los ácidos grasos esenciales cumplen una función estructural siendo fundamentales en el periodo de crecimiento.
Se recomienda que a partir de los 2 años de edad, no se sobrepase el consumo de grasa en más del 30% del Valor Calórico Total de la dieta. A partir de esta edad, se pretende que los ácidos saturados no superen el 10% de las grasa totales, y el colesterol consumido se encuentre por debajo de los 300 mg/día. (72)
e) Agua
El agua ha sido incluida recientemente en la relación de macronutrientes, como elemento imprescindible y vital del organismo, aunque no aporta energía.
El niño es especialmente susceptible a las pérdidas de líquido, por lo que sus necesidades de agua en relación con el peso corporal son muy elevadas. La necesidad diaria aproximada de agua para el escolar es de 60-80 cc/Kg/día.(73)
El agua como tal cubre la mayor parte de las recomendaciones, aunque también contribuyen los líquidos de la dieta y la oxidación de los alimentos.
7.1.2-Micronutrientes
Minerales
Los minerales son sustancias inorgánicas que contribuyen con el 3 y 4 % del peso corporal del organismo, desempeñando un importante papel en los procesos metabólicos y enzimáticos, en algunos casos actúan de agentes transportadores, siendo indispensables para el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños. Las necesidades de estos nutrientes varían en función del sexo, edad y estado fisiológicos, se clasifican en macro minerales (calcio, fósforo, magnesio, sodio, azufre, cloruro y potasio), y micro minerales u oligoelementos (hierro, zinc, cobre, selenio, cobalto, flúor, silicio, manganeso, cromo, yodo, arsénico, molibdeno y níquel).(74)
Los micronutrientes que de un modo más cuidadoso, deben controlarse durante la etapa escolar para prevenir el riesgo de carencias son los siguientes:
Calcio:
En la etapa escolar es importante un adecuado aporte de Calcio, ya que es necesario para lograr una mineralización óptima y mantener el crecimiento óseo.
Las necesidades reales de calcio van a depender de varios factores como es la tasa de absorción individual, el fósforo, vitamina D, las proteínas ingeridas, el tipo de dieta y las fuentes alimentarias de este mineral. Si la relación calcio/fósforo está próxima a 1:1-1:2 el aprovechamiento del calcio será máximo. Dado que la leche y los productos lácteos constituyen las fuentes primarias de calcio, los niños que toman cantidades insuficientes de estos alimentos corren el riesgo de sufrir deficiencias que se asocian a una perdida de la masa ósea en la edad adulta, facilitando los procesos de osteoporosis y pudiendo coexistir con osteomalacia.
Las recomendaciones de calcio para niños de ambos sexos, en edad escolar son las siguientes:
Cuadro Nº 3
Ingesta Recomendada de Calcio.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Fuentes: los principales alimentos apartadores de Ca en la dieta son la leche y productos lácteos, ya que son de muy buena biodisponibilidad. Entre los vegetales las leguminosas son las que tienen mayor aporte de Ca, pero son de baja biodisponibilidad. (75)
Magnesio:
Es constituyente de huesos y dientes, contribuye al mantenimiento del equilibrio ácido base, es necesario para la transmisión del impulso nervioso, para el mantenimiento y funcionamiento del músculo cardiaco e interviene en la relajación muscular.
Las fuentes principales son: cereales de grano entero, nueces, carne, leche, vegetales verdes, legumbres y chocolate. (76)
El aporte nutricional recomendado es el siguiente:
Cuadro Nº 4
Ingesta Recomendada de Magnesio.
Fuente: FAO/WHO, 2002. (77)
Hierro:
El hierro es un elemento esencial. El 60 a 70% del hierro del organismo se encuentra formando parte de la hemoglobina de la sangre, transportando así, oxigeno a todas las células de los tejidos. El hierro se encuentra también en la mioglobina, citocromos y enzimas.
Alrededor del 25% del hierro se almacena en forma de ferritina en los órganos de depósito, como el hígado, bazo y médula ósea, liberándose cuando es necesario.
En el niño la cantidad de hierro necesario para la regulación de los diferentes procesos metabólicos depende del contenido de hierro al nacer, de las pérdidas existentes y de la velocidad de crecimiento. La deficiencia de hierro es la patología nutricional más frecuente en países desarrollados y en desarrollo, y la causa más habitual de anemia en el niño. La tasa de crecimiento en los niños durante el primer año es elevada, por lo que las reservas de hierro al nacer se agotan fácilmente a los cuatro o cinco meses de vida.
Al llegar a la edad preescolar y escolar las necesidades disminuyen debido al descenso en la velocidad de crecimiento, para volver a aumentar en la adolescencia.
Los efectos principales de la deficiencia severa de hierro son sobre la actividad física y la inmunidad. En los niños más pequeños, la deficiencia de hierro, aún la más moderada, tiene efectos demostrables y duraderos sobre el desarrollo psicomotor. En los escolares, claramente afecta el aprendizaje, también afectaría el crecimiento de los primeros dos años de vida y del estirón puberal, porque en estos momentos aumenta el riesgo de anemia.
Por otra parte, cuando el hierro aportado en la dieta procede de hierro hemo la disponibilidad es mayor que si procede de hierro no hemo. A la vez, la absorción del hierro se ve favorecida por ciertos nutrientes como la vitamina C, ácido cítrico y fructosa. Hay que tener en cuenta que al retrasar la ingesta de alimentos ricos en hierro hemo durante la primera infancia aumentan las probabilidades de presentar anemia en la etapa escolar. (78)
El aporte nutricional recomendado, según una biodisponibilidad media (10%) es la siguiente:
Cuadro Nº 5
Ingesta Recomendada de Hierro.
Fuente: FAO/WHO, 2002. (79)
Zinc:
El zinc es esencial para el crecimiento, una deficiencia del mismo ocasiona un retraso en la talla del niño, alteraciones en la conducta, cuyas manifestaciones se evidencian a través de la apatía e indiferencia del niño. Otras funciones son: Estabilizador de membranas, participación en la maduración sexual, cicatrización, Inmunidad y organogénesis fetal.
Las fuentes por excelencia de zinc son: carnes, pescados, legumbres y granos de cereales.
Las recomendaciones de cinc para niños de ambos sexos, en edad escolar son las siguientes:
Cuadro N° 6
Ingesta Recomendada de Cinc.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Mangneso:
Interviene en el metabolismo de las grasas e hidratos de carbono formando parte de diversas enzimas, en la producción de hormonas sexuales y es necesario para la utilización de la vitamina E.
Fuentes: se encuentra en elevada proporción en los granos de cereales, en los frutos secos y en las verduras, mientras que las carnes y los lácteos son pobres en este mineral; también en el agua, te, café, espinaca, gelatina, cebollas y lechuga. Entre los efectos más marcados de la deficiencia del manganeso cabe destacar el retraso del crecimiento óseo.
La ingesta recomendada con respecto a este mineral es:( 80)
Cuadro N° 7
Ingesta Recomendada de Mangneso.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Yodo:
Resulta indispensable para la elaboración de las hormonas tiroideas; estas constituyen un elemento esencial para el desarrollo normal de las personas, provocando su deficiencia la disminución del desarrollo intelectual.
Fuentes: sal de mesa yodada, pescados y mariscos, agua y vegetales.
La ingesta recomendad es la siguiente:
Cuadro N° 8
Ingesta Recomendada de Yodo.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Cobre
Participa en la formación de hemoglobina, glóbulos rojos y diversas enzimas. Es cofactor de diversas enzimas que intervienen en la cadena respiratoria y favorece la utilización del hierro.
Fuentes principales: hígado, mariscos, granos enteros, cerezas, legumbres, pollo, chocolates y nueces.
La ingesta recomendada es la siguiente:(81)
Cuadro N° 9
Ingesta Recomendada de Cobre.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Cromo:
Sus principales funciones son las siguientes: Interviene en el metabolismo de hidratos de carbono y lípidos y mantiene los niveles de glucosa en sangre, favoreciendo la acción de la insulina.
La ingesta recomendada con respecto a este mineral es:
Cuadro Nº 10
Ingesta Recomendada de Cromo.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Fuentes: aceite de maíz, almejas, cereales de grano entero, carnes y agua potable.
Selenio:
Este mineral previene la degeneración del páncreas. Forma parte de la enzima glutatión peroxidasa, la misma es esencial en el control de reacciones inducidas por radicales libres y actúa sinérgicamente con las vitaminas C y E como antioxidante. La ingesta recomendada con respecto a este mineral es:
Cuadro Nº 11
Ingesta Recomendada de Selenio.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Fuentes: granos, cebolla, carnes, leches, varía en vegetales con el contenido de selenio del suelo.
Molibdeno:
Participa en el metabolismo del ácido úrico y es constituyente de flavoproteinas y de una enzima llamada oxidasa de xantina.
La ingesta recomendada con respecto a este mineral es:
Cuadro N° 12
Ingesta Recomendada de Molibdeno.
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Fuentes: legumbres, cereales de grano, vegetales de hojas verde oscuro, hígado, riñón, ostras, almejas, pollo y leche. (82)
Vitaminas
Las vitaminas son sustancias orgánicas, de
naturaleza y composición variada. Imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. No aportan energía, ya que no se utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación. Su efecto consiste en ayudar a convertir los alimentos en energía. Las necesidades vitamínicas varían según la edad y la actividad física.
Las vitaminas se clasifican en vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y vitaminas hidrosolubles (B1, B2, B6, B12, C, Niacina, Biotina, Ácido fólico, Ácido pantotenico). (83)
Vitamina A
La vitamina A, es esencial para la percepción visual, formación y mantenimiento de la piel, membranas mucosas, dientes y huesos, para el adecuado crecimiento y para la diferenciación celular, también interviene en la respuesta inmunitaria y en la hematopoyesis.
La ingesta recomendada de vitamina A es la cantidad que debe consumirse diariamente para asegurar que el individuo absorba los niveles requeridos, pero sin experimentar los efectos tóxicos perjudiciales.
La deficiencia de vitamina A, es la deficiencia más generalizada en los países subdesarrollados y es la más seria en los niños. Es la principal causa de ceguera en los niños y en combinación con otros factores, tales como desnutrición calórica –proteica o incidencia aumentada de infecciones, se asocia con altas tasas de mortalidad infantil y enfermedades infecciosas.
La ingesta recomendada con respecto a esta vitamina es:
Cuadro N° 13
Ingesta Recomendada de Vitamina A.
Fuentes: la vitamina A preformada solo se encuentra en alimentos de origen animal como leche, manteca, crema de leche, queso, hígado, pescados grasos, carne, aceite de hígado de bacalao, yema de huevo. Mientras que los carotenoides se encuentran en alimentos de origen vegetal, principalmente en la zanahoria, zapallo, vegetales de hoja verde, tomate, batata y frutas amarillas y rojas.
Vitamina D
La vitamina D, da la energía suficiente al intestino para la absorción de nutrientes como el calcio y las proteínas. Es necesaria para estimular el crecimiento, la formación normal y protección de los huesos y dientes contra los efectos del bajo consumo de calcio. Esta vitamina se obtiene a través de provitaminas de origen animal que se activan en la piel por la acción de los rayos ultravioleta. La carencia de vitamina D produce en los niños malformaciones óseas, caries dentales y hasta raquitismo. En los adultos puede presentarse osteoporosis, reblandecimiento óseo u osteomalacia.
La ingesta recomendada es:
Cuadro N° 14
Ingesta Recomendada de Vitamina D.
Fuente: La vitamina D se ingiere principalmente a través de productos animales, como carne bovina, huevos, mantequilla y pescados marinos
Vitamina K
La vitamina K, participa en diferentes reacciones en el metabolismo como coenzima, y también forma parte de una proteína muy importante llamada protrombina que es la proteína que participa en la coagulación de la
sangre.
Su deficiencia produce alteraciones en la coagulación de la sangre y hemorragias difíciles de detener.
La ingesta recomendada es:
Cuadro N° 15
Ingesta Recomendada de Vitamina K.
Fuentes: Las principales fuentes de vitamina K son: legumbres, hígado de pescado, aceite de soja, yema de huevo y verduras de hojas verdes.
Vitamina E
La vitamina E (Tocoferol), participa en la formación de glóbulos rojos, músculos y otros tejidos. Se necesita para la formación de las células sexuales masculinas. Tiene como función principal participar como antioxidante celular, es de suma importancia en la prevención de enfermedades en las cuales existe una destrucción de células importantes, protege al pulmón contra la contaminación, proporciona oxígeno al organismo y retarda el envejecimiento celular, por lo que mantiene joven el cuerpo.
La ingesta recomendada con respecto a esta vitamina es:
Fuentes: aceites vegetales de girasol, maíz, algodón, oliva, soja. Cereales enteros (trigo, maíz, cebada, centeno, arroz, maíz, tapioca) y en menor cantidad en carnes, margarina, nueces y leche humana.
Ácido Fólico:
Se le llama ácido fólico por encontrarse principalmente en las hojas de los vegetales.
Junto con la vitamina B12 participa en la síntesis del ADN, la proteína que compone los cromosomas y que recoge el código genético que gobierna el metabolismo de las células y por lo tanto es vital durante los procesos de división y multiplicación celular y por este motivo las necesidades aumentan durante el embarazo (desarrollo del feto) y el crecimiento. También previene la aparición de úlceras bucales, ayuda a aumentar la leche materna, protege contra los parásitos intestinales y es un factor antianémico, por lo es necesaria para la formación de las células sanguíneas, concretamente, de los glóbulos rojos.
La ingesta recomendada con respecto a esta vitamina es:
La deficiencia de esta vitamina produce: Anemia megaloblastica, glositis y alteraciones gastrointestinales. Las fuentes principales de ácido fólico son: carne, hígado, vegetales verdes (espinaca, lechuga, brócoli), legumbres (porotos, lentejas, arvejas secas), trigo, maní, almendras y levadura. (84)
Vitamina C (Ácido Ascórbico)
La vitamina C, es importante para el crecimiento de los niños porque entre una de sus funciones está la formación de colágeno que es una proteína necesaria para la cicatrización de heridas. Es importante en el crecimiento y reparación de las encías, vasos, huesos y dientes, y para la metabolización de las grasas, por lo que se le atribuye el poder de reducir el colesterol.
Las necesidades de vitamina C no son iguales para todos, durante el crecimiento, el embarazo y las heridas hay requerimientos aumentados de este nutriente.
La deficiencia de vitamina C, provoca escorbuto, hiperqueratosis folicular, tumefacción e inflamación gingival, aflojamiento de los dientes, resequedad de la boca y los ojos, perdida de pelo y piel seca pruriginosa, poco frecuente en niños en edad escolar.(85)
La ingesta recomendada de vitamina C para niños de ambos sexos es la siguiente:
Fuentes importante de vitamina C son: naranja, frutilla, pomelo, limón, mandarina, ají, mango, melón, frambuesa, kiwi, grosellas, tomate, pimiento verde y verduras verdes (brócoli, repollo, repollito de Bruselas).
Vitamina B1 (Tiamina)
La vitamina B1, desempeña un papel fundamental en el crecimiento y metabolismo de los glúcidos y lípidos, es decir, en la producción de energía.
Regula las funciones nerviosas y cardiacas. Su deficiencia puede causar una enfermedad llamada beri -beri que se caracteriza por debilidad muscular, inflamación del
corazón y calambres en las piernas y, en casos graves, incluso ataque al corazón y
La ingesta recomendada es la siguiente:
Fuentes: vísceras (hígado, corazón y riñones), levadura de cerveza, vegetales de hojas verdes, germen de trigo, legumbres, cereales, carne y frutas.
Vitamina B2 (Riboflavina)
La vitamina B2 al igual que la tiamina, actúa como coenzima, es decir, debe combinarse con una porción de otra enzima para ser efectiva en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en el metabolismo de las
proteínas que participan en el transporte de oxígeno y actúa en el mantenimiento de las membranas mucosas.
El nivel recomendado para esta vitamina es:
Fuentes: leche, huevo, hígado vacuno, carne de cerdo, pescado, vegetales verdes y legumbres.
Niacina B5 (Ácido Nicotínico)
Esta vitamina se absorbe en intestino y se almacena muy poco en el cuerpo. Sus funciones son: reduce los niveles de colesterol, interviene en el metabolismo de hidratos de carbono, grasas y proteínas, reducción de hormonas sexuales y en la síntesis de glucógeno.
La ingesta recomendada es la siguiente:
Fuente: FAO/WHO, 2002.
Fuentes: carne de vaca, pescado, huevo, ave, legumbres, semillas, trigo y levaduras. Vitamina B6 (Pirodixina):
La vitamina B6, participa en la formación de anticuerpos y hemoglobina, síntesis de ADN y ARN, metabolismo de grasas y proteínas, en el balance de electrolitos y en el mantenimiento del funcionamiento de las células nerviosas.
La ingesta recomendada es la siguiente:
Fuente: carne vacuna, porcina, hígado, pollo. En menor cantidad en el huevo, pescado, levadura, leche materna, cereales enteros (trigo, avena, cebada, centeno, tapioca, maíz, arroz) y sus derivados como las harinas.
Ácido Pantotenico:
Es constituyente de la coenzima A, participa en la liberación de energía de los hidratos de carbono, en la degradación y metabolismo de ácidos grasos, formación de anticuerpos y estimula el crecimiento.
El nivel recomendado de esta vitamina es:
Fuentes: en alimentos de origen animal como yema de huevo, hígado y riñón, en cereales enteros (trigo, avena, cebada, centeno, arroz, maíz, tapioca), legumbres (porotos, lentejas, habas), levadura, jalea real.
Vitamina B8 (Biotina):
Es una coenzima que interviene en la formación de la glucosa a partir de los carbohidratos y de las grasas. Es necesaria para el crecimiento y el buen funcionamiento de la piel y sus órganos anexos (pelo, glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas) así como para el desarrollo de las glándulas sexuales. La ingesta recomendada es:
Vitamina B12 (Cianocobalamina):
Esta vitamina interviene en la síntesis de
ADN y ARN. Es necesaria para la formación de nucleoproteínas, proteínas, glóbulos rojos y para el funcionamiento del sistema nervioso, para la movilización (oxidación) de las grasas y para mantener la reserva energética de los músculos. Es la única vitamina que no se encuentra en productos vegetales.
El nivel recomendado de vitamina B12 es la siguiente:
Fuentes: solamente en alimentos de origen animal: carne principalmente, queso, leche, huevo, mariscos, leche en polvo descremada, hígado. (87)
8. EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede definirse la evaluación del estado nutricional como "la interpretación de la información obtenida de estudios alimentarios, bioquímicos, antropométricos, y /o clínicos, que se utilizan básicamente para determinar la situación nutricional de individuos o de poblaciones en forma de encuestas o vigilancias". (88)
La valoración del crecimiento constituye el eje alrededor del cual gira la consulta del niño, precisamente, por ser un sujeto que debe crecer constantemente. Si se constata que lo hace bien, es porque su salud general es buena, y se pueden descartar noxas ocultas. Si se toman medidas para preservar la salud o recuperarla, la mejor manera de comprobar su deficiencia es verificando que el sujeto sigue creciendo.
La evaluación nutricional tiene fines diagnósticos y como tal es una herramienta imprescindible para la detección temprana y el tratamiento de las deficiencias o excesos nutricionales, ya sea a nivel individual o poblacional.
Es por eso que, el conocimiento de la situación nutricional de los escolares posibilita realizar intervenciones oportunas que eviten secuelas ulteriores.
Para valorar el estado de nutrición en una comunidad es necesario considerar:(89)
a) Un indicador (es decir, que medida objetiva y representativa de la situación nutricional se obtiene).
b) Una población de referencia (con qué valores de normalidad se compara).
c) Un limite de inclusión o de corte (que valor se considera límite entre la normalidad y la malnutrición).
El estado de nutrición puede evaluarse a través de diferentes métodos:
Clínicos.
Bioquímicos.
Antropométricos.
Alimentarios.(90)
8-1 Método Antropométrico
La antropometría es un método incruento y poco costoso aplicable en todo el mundo, para evaluar el tamaño, las proporciones y la composición del cuerpo humano. Es uno de los ejes de la vigilancia nutricional para focalizar intervenciones alimentarias o de salud. (91)
La antropometría utiliza técnicas sencillas que brindan información confiable y comparable. Sus métodos pueden ser utilizados por personas de bajo nivel de formación, pueden ser enseñados y aprendidos por todo el equipo de salud. Sirve para evaluar tanto individuos en situaciones clínicas como grupos de población, también para programas de tamizados y para la selección rápida en una población de individuos en riesgos.
Existen dos formas básicas para evaluar el crecimiento y nutrición: una transversal y otra longitudinal. La evaluación transversal es estática y, refleja el tamaño alcanzado a una edad determinada. Se obtiene al comparar una medición (peso, talla) tomada a la edad del niño, con la variación normal a esa edad. Esta forma de evaluación es útil a nivel poblacional. La forma longitudinal es dinámica y refleja el crecimiento del niño, por lo tanto es la más empleada en la valoración individual.
Para valorar el crecimiento del niño, las medidas más comúnmente usadas son: peso, talla o longitud. (92)
Peso Corporal:
Es una medición global, evalúa toda la masa corporal del niño, tanto magra como tejido graso. Los cambios de peso a lo largo del tiempo y, aún en periodos cortos ya sea de días o semanas, son muy sensibles a los cambios cotidianos de ingesta calórica, de agua, de actividad física o de enfermedades corrientes (virosis, enfermedades febriles pasajeras, etc.).
El peso se debe medir con el paciente desnudo o con la menor ropa posible, en una báscula de precisión previamente equilibrada. El niño debe estar de pie sin tocar nada e inmóvil. (93)
Longitud- Estatura:
Es una medición lineal, solamente mide la longitud de los huesos, prácticamente no hay otro tejido involucrado en esta medición. Sin embargo los cambios de estatura se relacionan muy bien con los cambios en la masa magra.
Los cambios de estatura, no pueden ser detectados en cortos periodos de tiempo (días o semanas), la estatura alcanzada a una edad determinada es como un corte transversal de toda la vida previa de un niño, refleja las experiencias nutricionales y de salud en una sola medición final.
La estatura se afecta más lentamente que el peso, por ende más tardíamente ante una situación de déficit nutricional, y puede afectarse definitivamente, si el déficit nutricional ha sido prolongado, severo y temprano. No refleja la situación actual en el momento que se toma la medición.
El peso y la talla constituyen las medidas antropométricas más fáciles de obtener y más empleadas en la valoración del estado nutricional. Al combinarlas con la edad o entre ellas, permiten construir indicadores que al compararlos con los estándares de normalidad, proporcionan una información útil para emitir juicios de valor respecto del estado de nutrición o de crecimiento. (94)
En los niños tres son los indicadores antropométricos más utilizados en la valoración: peso para la edad (P/E), talla para la edad (T/E) y peso para la talla (P/T). (95)
Índice Peso /Edad
Indica el estado nutricional global (actual y /o pasada). Refleja la masa corporal en relación con la edad cronológica. Permite hacer una evaluación nutricional en función de la gravedad del déficit o del exceso de peso respecto a los estándares correspondientes de peso /edad. El peso para la edad es, probablemente el parámetro antropométrico nutricional más utilizado. (96)
Índice Talla /Edad
Refleja el crecimiento lineal alcanzado y sus deficiencias indican las deficiencias acumulativas de la salud o la nutrición a largo plazo. Una talla o altura baja para la edad implica retardo de crecimiento.
La talla para la edad es un indicador valido del crecimiento lineal y, refleja su pasado nutricional en zonas de prevalencia de malnutrición energética – proteica. A los seis o siete años la talla refleja los factores socioeconómicos y ambientales que han acompañado al niño durante su crecimiento, es decir que es el indicador que permite medir el retraso longitudinal de crecimiento (desnutrición crónica).
Índice Peso /Talla
Refleja el estado nutricional actual. Es un índice utilizado para seleccionar niños emaciados, y se utiliza para la clasificación de niños desnutridos entre emaciados y acortados. Esta es una clasificación que mide el riesgo de enfermar y morir y, en cierto sentido, la duración de la desnutrición y la composición corporal. (97)
La obtención de los datos antropométricos requiere de una metodología estricta y de la comparación con patrones de referencia o estándares, que permitan determinar si el sujeto evaluado se encuentra o no dentro de los límites de normalidad establecidos. Para ello existen tablas y gráficas de crecimiento construidos a partir de estudios de mediciones en poblaciones sanas consideradas "normales o de referencia".
Las tablas y gráficas presentan datos según el sexo y la edad, y pueden estar expresados en términos de percentiles, % de Adecuación de la mediana o bien como Desviación estándar (o puntaje Z). Los límites de inclusión o puntos de cortes son diferentes para cada una de estas tres formas de expresar la antropometría y definen el valor límite a partir del cual un individuo se considera anormal, ya sea por déficit o por exceso.
Los tres sistemas que se emplean para presentar los indicadores de P/E; T/E y P/T con relación a la población de referencia se detallan a continuación: (98)
a)-Sistema de Percentiles: Lejarraga, define a los percentiles como puntos estimativos de una distribución de frecuencia que, ubican un porcentaje dado de individuos por debajo o por encima de ellos.
Se acepta numerar los centilos de acuerdo al porcentaje de individuos que existen por debajo de ellos y no por encima. Así el valor que divide a la población en un 95% por debajo y un 5% por encima es el percentil 95. Al evaluar un individuo se calcula su posición en una distribución de referencia y se establece que porcentaje de individuos iguala o excede.
b)-Sistema de Porcentajes de la Mediana o Porcentaje de Adecuación: Consiste en tomar el valor real del peso o de la talla de cada niño estudiado, dividiéndolo entre el valor de la mediana o percentil 50 de su peso o de su talla en niños de la misma edad y sexo de la población de referencia utilizada, expresado en porcentaje.
% de Adecuación de la Mediana =Valor de la medida x 100
Valor de la mediana
C-Sistema de las Puntaciones Z o de las Desviaciones Estándares: El sistema de puntaciones Z, expresa el valor antropométrico como un número de desviaciones estándares o puntaciones Z por debajo o por encima de la mediana de referencia. El cálculo de puntación Z consiste en comparar el valor antropométrico de un individuo con la distribución, utilizado como expresión, en cuanto a la diferencia entre el resultado individual y el promedio de la población como una fracción de la desviación estándar.
Puntaje Z= valor de la medida-valor de la mediana de referencia
Desvío estándar de la población de referencia
La OMS propone que el rango normal debería ser de +/- 2 desvío estándar de la mediana. Un cambio hacia cero indica mejoría del estado nutricional. (99)
Existen varias poblaciones consideradas como referencia. A nivel internacional y para la comparación del estado nutricional entre países, la OMS propone la utilización de datos provenientes de niños americanos del Nacional Center of Health Sastistics, conocidos como NCHS.
En nuestro país el comité de Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría, ha elaborado tablas y gráficas propias para la evaluación en el ámbito clínico del crecimiento y para focalizar intervenciones de asistencia alimentaria. (100)
8-2- Estatura Baja
Se considera un individuo de estatura baja, cuando la relación talla/edad está por debajo de 2 desviaciones estándar del promedio poblacional para su edad y sexo, o por debajo del percentil 3. (101) La clasificación de la talla baja es la siguiente:
A) Variantes Normales de Estatura Baja:
Estatura Baja Familiar: La herencia de talla es poligénica, los padres y los hermanos comparten la mitad de los genes del niño estudiado. La curva de crecimiento muestra casi siempre una talla normal al nacimiento, crecimiento insuficiente en los primeros años, para continuar posteriormente con una velocidad de crecimiento normal. La pubertad se inicia a la edad habitual y la talla final es baja, pero concordante con la carga genética familiar.
Retraso Constitucional del Crecimiento: Los niños presentan una talla de nacimiento normal, desaceleran su crecimiento después de los seis meses y crecen a una velocidad normal paralela a – 2 Desvíos Estándar. El inicio puberal es tardío, la talla final y desarrollo sexual son normales, pudiendo existir el antecedente familiar de retardo del desarrollo puberal.(102)
B) Estatura Baja Patológica Desproporcionada
Displasia Esquelética: La mayoría tiene malformaciones óseas evidentes. Afectan las extremidades y el tronco.
Raquitismo: Alteraciones del metabolismo del calcio y fósforo.
C) Estatura Baja Patológica Proporcionada de Inicio Prenatal
Retraso Intrauterino de Crecimiento: Se considera a los niños con peso al nacer por debajo de 2 desvió Standard para la edad gestacional. Las causas mas frecuentes son cromosomopatías, infecciones fetales, consumo materno de alcohol, drogas, gemelaridad, enfermedad vascular materna y alteraciones placentarias.
Síndromes Dismorficos con Talla Baja Proporcionada: El crecimiento se realiza por debajo del tercer percentil desde el nacimiento hasta la edad adulta, con edad ósea normal.
Cromosomopatías: La mayoría origina retraso de crecimiento intrauterino. La más importante por su frecuencia, por acompañarse a veces solamente de talla baja como signo único y por ausencia de retraso mental, es el síndrome de Turner.(103)
D) Estatura Baja Proporcionada de inicio postnatal
Hipopituarismo: Deficiencia congénita de hormona de crecimiento. Puede ser idiopática, hereditaria o por defectos embriológicos. El retraso de crecimiento es evidente y la velocidad de crecimiento en el primer año de vida es de 4cm. /año.
Hipotiroidismo: Produce un grave retardo de crecimiento y desarrollo óseo y neurológico.
Exceso de Glucocorticoides: Iatrogénico. El retraso en talla es habitualmente la primera manifestación y luego aparecen obesidad, hipertensión arterial, etc.
Enanismo Psicosocial: Niños con grave retardo de crecimiento, adecuado aporte nutricional, con alteración a nivel hipotalámico.
Enfermedades gastrointestinales: Celiaquía, enfermedad de Crohn (retraso de crecimiento en adolescentes).
Enfermedades cardiopulmonares: Como cardiopatías congénitas, asmas intensa.
Anemia Crónica
Enfermedades Renales: Aquellas con afección de las estructuras tubulares e intersticiales
Desnutrición: A nivel mundial la desnutrición es la causa más común de retraso de crecimiento. Asociado a la desnutrición calórica – proteica puede existir un déficit de micronutrientes, siendo la carencia de zinc causa de retraso no solo en talla sino también puberal. (104)
8-3-Crecimiento Compensatorio
El crecimiento compensatorio es un fenómeno biológico, frecuente en el ser humano y que puede comprobarse a través de mediciones periódicas y regulares a lo largo de la vida, puede ocurrir en la talla, el peso o en otras mediciones.
El crecimiento compensatorio es la aceleración del crecimiento, que ocurre en niños que han tenido retraso del crecimiento por alguna causa. Una vez que esa causa desaparece, se presenta una aceleración brusca del crecimiento, seguida de una lenta desaceleración, llevando así a la recuperación del crecimiento. (105)
Los mecanismos íntimos que producen este proceso no son bien conocidos, pero pueden explicarse sobre la base del impulso genético del crecimiento celular. Las posibilidades de que un niño presente o no crecimiento compensatorio luego de una injuria dependen de:
a) La naturaleza del daño: Infecciones graves o leves.
b) La duración del Daño: A mayor tiempo de duración de la enfermedad o carencia, menor es la posibilidad de presentar crecimiento compensatorio.
c) La Edad del Niño: Las posibilidades son menores cuanto mayor sea el niño.
d) El Potencial Individual del Niño: El crecimiento está determinado por características individuales y genéticas.(106)
El fenómeno de crecimiento compensatorio es llamado también canalización del crecimiento, como si hubiera un impulso que frente a cada desviación de la curva de crecimiento por fuera de su canal normal, llevará al niño a recuperar el canal que le corresponde.
9-PROBLEMAS NUTRICIONALES MÁS FRECUENTES EN LA EDAD ESCOLAR
9.1-Desnutrición
En la última década, Latinoamérica ha tenido un crecimiento económico negativo, repercutiendo sus efectos en los indicadores de calidad de vida, tales como educación, salud y nutrición. En Argentina, este crecimiento negativo se tradujo en una crisis de carácter social acompañado de un incremento en el precio de los alimentos y una disminución en el consumo de los mismos, ocasionando alteraciones nutricionales en los grupos más vulnerables de la población (preescolares y escolares), viéndose afectado el crecimiento físico, el estado nutricional y la composición corporal.
La situación nutricional de la población Argentina, en especial de la infantil, se caracteriza por la existencia de sectores que padecen deficiencias nutricionales que se traducen en desnutrición aguda, o mayoritariamente en desnutrición crónica definida como baja talla para la edad. (107)
El déficit de crecimiento, tanto en peso como en estatura, representa un problema de salud pública en los países en desarrollo, pudiendo considerar la evaluación de grupos vulnerables como un indicador de vigilancia de las condiciones de vida de una población.
Estudios realizados en Latinoamérica revelan la relación directa existente entre el nivel socioeconómico y la talla de la población, lo que pone de manifiesto la importancia que tiene una adecuada nutrición durante los primeros años de vida sobre la estatura final del individuo, por lo que la talla del niño de siete años, se ha sugerido como un indicador global de la historia social y por lo tanto nutricional de la comunidad.
Las mayores prevalencias de déficit nutricional en los países de América Latina se registran en el indicador talla para la edad (T/E), correspondiendo este el proceso adaptativo conocido como "homeorresis". La talla para la edad representa un indicador antropométrico de inequidad social y refleja epidemiológicamente las condiciones en que se han criado los niños, es decir, el déficit en este indicador sugiere el resultado de un proceso lento de subalimentación repetido en los primeros años de vida, asociado con factores genéticos y ambientales, pobres condiciones socioeconómicas y culturales de la población e infecciones, productos del deterioro general de la calidad de vida y cuyas consecuencias pudieran ser reversibles. (108)
Según un informe del CESNI en el año 2006, el 20% de los niños no se alimenta adecuadamente, como consecuencia directa de la pobreza y marginación.
La baja estatura, como resultado de la desnutrición crónica, se asocia con una reducción de la masa corporal magra, deficiencia de la masa muscular, retraso en el crecimiento, poblaciones con tallas cada vez más bajas, obesidad en edades muy tempranas, masa ósea baja a comienzos de la edad adulta (pudiendo originar osteoporosis en los periodos de postmenospausia, como así también, baja capacidad de trabajo). (109)
Los niños pueden estar desnutridos de acuerdo a la relación entre talla y edad, pero a la vez registrar un peso normal en relación a la talla. Así, a primera vista parecen "gordos y bajos ", lo que no quiere decir que estén bien nutridos.
En los niños mayores de dos años se registra el mayor índice de desnutrición crónica, y todos ellos presentan un peso normal de acuerdo a su talla. Este es el tipo de desnutrición que caracteriza a países como Argentina. (110)
La desnutrición infantil en Argentina, que afecta especialmente a las provincias del Norte, es resultado de un cóctel en que se combinan el aumento de la pobreza extrema, el analfabetismo, la baja cobertura de saneamiento ambiental y las históricas falencias e inequidades de las políticas de salud, que se traducen en una deficiente atención materno- infantil. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la palabra "desnutrición" se utiliza para referirse a varias dolencias relacionadas con la ingesta de uno o mas nutrientes, (por ejemplo, proteínas, yodo o calcio) y caracterizada por un desequilibrio entre el aporte de nutrientes y energía y las necesidades del organismo para su crecimiento y desarrollo.
En el periodo que transcurre entre la gestación y los dos primeros años de vida, el déficit de nutrientes indispensables deja secuelas generalmente irreversibles. Los niños en crecimiento tienen altas necesidades de energía y proteínas y son más vulnerables a las infecciones, debido a la mala alimentación, los chicos sufren perdida de peso y quedan expuestos a un riesgo muy alto de enfermedades infecciosas por ejemplo la diarrea, que a su vez agravan el cuadro de desnutrición, más tardíamente se manifiesta un déficit en la talla y un retardo en el desarrollo intelectual.
9.2-Retardo del crecimiento lineal.
La expresión retardo del crecimiento lineal describe un proceso de fallo para alcanzar el potencial de crecimiento en talla. El índice utilizado para medirlo es talla para la edad. Los factores asociados con el retardo del crecimiento lineal son:
Efectos de la Edad: Si un insulto o noxa, suficiente como para retardar el crecimiento se produce luego que la mayor parte del crecimiento ha ocurrido, no tendrá efecto discernible. De la misma forma, si este insulto opera sólo por un tiempo corto, es poco probable que produzca secuelas, a menos que cambie en forma permanente la expresión genética. El momento de ocurrencia y la cronicidad son características importantes que condicionan el efecto de los factores de riesgo. El periodo intenso de crecimiento lineal está entre los 3 y los 12 o18 meses de edad en la mayoría de las poblaciones, en algunos países continua durante el tercer año de vida pero con menor magnitud. Este retardo ocurre en la infancia temprana debido a que los requerimientos son mayores en relación al peso corporal, que en cualquier tiempo posterior. La velocidad de crecimiento es máxima, por lo cual la oportunidad de que ocurra retardo es también máxima. La dificultad de cubrir las necesidades nutricionales relacionadas con la baja densidad energética y de nutrientes de los alimentos complementarios, y la alta incidencia de infecciones contribuyen a limitar el crecimiento de los niños pequeños. El efecto de la edad solo puede ser evaluado en estudios de tipo longitudinal.
Efectos del Peso al Nacer: El bajo peso al nacer es un marcador importante de retardo de crecimiento lineal, cualquiera sea el mecanismo de acción; una baja provisión de nutrientes críticos durante el embarazo, limitará el crecimiento luego de un cierto periodo de depleción, que como tal debe ser prevenido y considerado como un factor de riesgo con peso propio, se debe destacar que el riesgo de baja talla es también doble o triple en los niños cuyo peso al nacer se encuentra en la categoría insuficiente (2500-2999 gr.). El riesgo poblacional atribuible para este grupo es mayor que para los niños con bajo peso.
El Efecto de los Nutrientes Individuales: Los requerimientos nutricionales para el tratamiento del retardo del crecimiento lineal, han sido establecido, pero no hay recomendaciones tan claras para la prevalencia del retardo del crecimiento lineal o para promover el crecimiento compensatorio en talla. Existen en la literatura numerosos reportes de beneficios sobre el crecimiento con suplementación de nutrientes individuales, pero persiste una gran inconsistencia entre los hallazgos que pueden explicarse en parte por el hecho de que ocurren simultáneamente déficit de varios nutrientes en los niños con retardo de crecimiento lineal, en el pasado las carencias de energía y proteínas han sido los condicionantes mas probables para explicar las fallas del crecimiento. (111)
9.3-Consecuencias funcionales del retardo de crecimiento.
El retardo del crecimiento lineal, produce alteraciones funcionales generalizada en una amplia gama de dimensiones biológicas, conductuales y sociales en niños y adultos de países en desarrollo.
Algunos de estos correlatos tales como un pobre rendimiento escolar no son el resultado directo de la falla de crecimiento sino, que reflejan causas compartidas, mientras que otros tales como masa corporal magra reducida en el adulto indudablemente lo son. La reversibilidad del retardo de crecimiento es una cuestión de gran importancia científica y de Salud Publica.
El retardo del crecimiento lineal, es una de las condiciones resultantes de eventos que ocurren en la infancia temprana y que una vez presentes, permanecen de por vida, no hay crecimiento compensatorio en la infancia tardía y la adolescencia como algunos autores podrían esperar.
El retardo crecimiento lineal puede ocurrir por dos mecanismos: Primero, una maduración retardada durante la adolescencia y tasas de crecimiento acelerada durante la infancia; la conclusión es que la prolongación del periodo de crecimiento pueden revertir parte del retardo inicial, dependiendo del grado de retraso en la maduración. En relación al segundo mecanismo, la mayoría de los estudios realizados en niños que continúan viviendo en el mismo ambiente, muestran que los grados marcados del retardo que ocurren en la infancia temprana generalmente permanecen en la adultez.
Diferentes estudios sobre riesgos poblacionales, han demostrado claramente que las categorías leve a moderada de desnutrición , son las que más contribuyen al retardo del crecimiento lineal, no se sabe cuales son las consecuencias funcionales menos extremas del retardo de crecimiento longitudinal, en un contexto como el de nuestro país, por otra parte los efectos del retardo de crecimiento temprano sobre el aprendizaje y la conducta pueden no revertirse completamente a partir de las condiciones que producen crecimiento compensatorio, así la estrategia preferible debe ser una intervención oportuna de prevención del retardo de crecimiento y de sus alteraciones funcionales asociadas, una intervención mas tardía puede tener solo un efecto limitado. (112)
CAPÍTULO III
Antecedentes del tema
El estado nutricional de los niños escolares es uno de los aspectos relevantes en los análisis de situación de salud. Dicho estado puede ser considerado, por un lado, como un reflejo de las condiciones de vida, el desarrollo humano, la seguridad alimentaria y la salud de los niños y, por otro, como un indicador de riesgo (vulnerabilidad) de desarrollar episodios agudos/ severos de desnutrición y otros daños a la salud. La desnutrición crónica que se refleja en el retraso del crecimiento entre los niños en edad escolar, es la forma más frecuente de desnutrición de la región de las Américas. (113)
Numerosos estudios se han realizado en poblaciones escolares, para analizar aspectos referidos a su estado nutricional, educación y situación socioeconómica. Dentro de estos estudios podemos mencionar los siguientes:
En 1994, en la Provincia de Salta, se realizó el primer censo de talla de escolares de primer grado, con la colaboración del Ministerio de Salud Pública, Ministerio Bienestar Social, Instituto Nacional de Investigaciones Nutricionales, Universidad Nacional de Salta, y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF-Argentina). Los objetivos perseguidos entonces, fueron conocer el estado de nutrición de la población infantil que asistía a primer grado, identificar áreas prioritarias según prevalencia de deterioro nutricional y ofrecer un instrumento para diseñar programas sociales, teniendo en cuenta las prioridades. El censo de talla se realizó en todos los establecimientos educativos de la provincia, ya sean privados o públicos, urbanos o rurales al que asistían niños de primer grado. Para ello se categorizó a la talla de los alumnos en Normal, Baja y Muy Baja.
La información relevada fue analizada por el Instituto Nacional de Investigaciones Nutricionales, utilizando programas de software desarrollados por UNICEF. Los estándar utilizados como patrón de referencia nacional, fueron los elaborados por H. Lejarraga y G, Orfila. El patrón de referencia internacional correspondió al Nacional Center For Health Statistics (NCHS) adoptado por la OMS. Los resultados que más se destacarón en esta investigación, son los siguientes: en cuanto la categoría de talla para la edad, en los escolares de 5 años representó el mayor porcentaje de alumnos con talla normal, y menores valores de tallas bajas y muy bajas. A medida que aumentaba la edad, aumentaba el porcentaje de déficit, lo que estaría indicando cronicidad. Según el estado nutricional por sexo las niñas presentaron un porcentaje menor de déficit que los varones.
Se observó una marcada diferencia de talla baja y muy baja en los niños de escuelas publicas; en ellos los niveles de déficit son más elevados especialmente en la categoría de talla muy baja, cuya prevalencia era cuatro veces mayor que la existente en los alumnos de escuelas privadas. En el Municipio de Capital, el 86,2% de los escolares tenían talla normal, el 8,9% tenían talla baja y el 4,9% talla muy baja. (114)
Maria del Carmen Torres, en su tesis previa a la obtención del título de Licenciada en Nutrición en el año 2002, analizó el perfil socioeconómico y nutricional de escolares repitentes del barrio Castañares de la Ciudad de Salta. La investigación fue de tipo descriptiva y transversal, realizando un estudio alimentario y socioeconómico, evaluación del estado nutricional y la investigación de antecedentes nutricionales registrados en historias clínicas del centro de salud del mismo barrio.
El grupo en estudio estuvo constituido por 107 escolares, de ambos sexos y con edades que oscilaron entre los 7 y 15 años, los mismos eran repitentes de EGB 1, EGB 2 y primer año de EGB3, pertenecientes a los 3 establecimientos educativos del barrio Castañares. La valoración antropométrica se llevó a cabo por medio de Circunferencia Braquial, la ingesta alimentaria se determinó a través de un Recordatorio de 24 horas del día anterior y Frecuencia de Consumo de alimentos, analizando posteriormente la Adecuación de macro y micronutrientes como Calorías, Proteínas, Calcio, Hierro, Niacina, Tiamina, Riboflavina, Vitamina C y A. Los antecedentes antropométricos de las historias clínicas brindaron información sobre el estado nutricional hasta los 2 años de edad, de sólo 9 niños, del resto de los escolares no se encontraron datos. Para determinar el nivel socioeconómico se clasificó a la población en 6 estratos sociales; esta información se complemento con el nivel de instrucción de los padres, constitución del núcleo familiar, promedio de hijos por familia e índice de hacinamiento. El análisis de los resultados permitierón describir el perfil del grupo en estudio, surgiendo así las siguientes características más sobresalientes:
Predominio de estado nutricional deficientes (28,17% y 13,89% en escolares de 7 a 10 y de 11 a15 años, respectivamente) y en riesgo nutricional (25,75% y 27,78% en la población de 7 a 10 y de 11 a15 años de edad, respectivamente)
Ingesta alimentaria deficiente en calorías y micronutientes (Calcio, Hierro y Vitaminas del complejo B).
El patrón dietetico de consumo habitual fue de leche, huevo, carne de vaca, zapallo, zanahoria, cebolla, tomate, papa, manzana, banana y naranja. Entre los cereales predominó el consumo de arroz y fideos. Se encontró bajo consumo de legumbres como porotos y lentejas.
Nivel socioeconómico desfavorable, prevaleciendo el estrato social muy bajo.
Regular nivel de instrucción de los padres.
Familia de tipo nuclear (padre, madre e hijos).
Mayor proporción de familias con hacinamiento.(115)
Carolina Méndez, Licenciada en Nutrición, en Junio del 2002 llevó a cabo una investigación sobre la situación nutricional de escolares en la escuela N° 25 de Villa Cava, partido de San Isidro, provincia de Buenos Aires, con el objetivo de conocer el perfil antropométrico y sus posibles determinantes para planificar estrategias de intervención. Se realizarón mediciones de peso y talla en estudiantes de 1er, 4to y 7mo año. Luego de la evaluación inicial, se seleccionó una submuestra con el total de niños de 4to y 7mo año con diagnósticos de sobrepeso, estos datos se los apareó con una muestra aleatoria de chicos con peso normal, con el fin de indagar aspectos vinculados a la ingesta de alimentos, a la actividad física y al nivel de instrucción de los padres.
Se definió el estado nutricional según el índice de masa Corporal (IMC) para la edad y según el puntaje Z. La ingesta alimentaria se realizó a través del método de recordatorio de 24 horas, y se analizó de acuerdo al porcentaje de adecuación a las recomendaciones según la edad y el sexo. La actividad física se estudió según la frecuencia e intensidad.
Dentro de los resultados más relevantes, cabe destacarse, que el 18,9% de los niños medidos presentó sobrepeso y el 2,7% obesidad, mientras que la prevalencia de baja talla fue de 15, 3% y el 14,4 % respectivamente. Se observó una estrecha relación entre el sobrepeso y obesidad con consumo hipercalorico, sedentarismo y bajo nivel de instrucción de los padres. (116)
Debido a la situación de crisis que atravesó nuestro país entre 2001 y 2002, la Cruz Roja Alemana y su contraparte de Argentina, con el apoyo de la Oficina Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO), plantearón la necesidad de realizar una investigación diagnóstica que permitiera conocer el estado nutricional y las condiciones de vida de la población infantil en situación de pobreza de las provincias del norte argentino. Por tal motivo el equipo técnico conformado por: Lic. Andrés Bolzán, Dr. Raúl Mercer, Lic. Violeta Ruiz, Lic. Josette Brawerman, Lic. Gerardo Adrogué, Lic. Noelia Carioli y Lic. Cristina Cordero, en noviembre del 2003 realizó una evaluación nutricional antropométrica de la niñez pobre del norte argentino, el universo de análisis fueron hogares bajo la línea de pobreza (según la definición del INDEC) con al menos un hijo entre 6 meses y hasta 6 años de edad viviendo en el hogar, evaluados durante setiembre a noviembre de 2003. La cobertura geográfica alcanzó a las zonas urbanas y semiurbanas (más de 10.000 habitantes) en las nueve provincias del norte argentino: Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y Misiones.
El indicador talla /edad fue el más afectado en Santiago del Estero y Tucumán donde mantenían las mayores prevalencias de retraso lineal, superiores al 30%, lo que probabilísticamente supera al menos en un 20% el valor teórico esperado.
Por su parte, Catamarca mostró la menor prevalencia del conjunto; Misiones en el NEA, continuó siendo la provincia de mayor prevalencia de baja talla, cercana al 30%, mientras que Formosa y Corrientes seguían en segundo lugar con cifras muy cercanas al 20% por sobre el valor esperado. Se registraron diferencias significativas entre grupos de edad, con mayores prevalencias de acortamiento en los menores de 2 años, que en conjunto mostrarón una mediana de puntaje z de – 0,83 contra -0,68 para los mayores de esa edad. Así, las prevalencias estandarizadas de acortamiento alcanzarón el 30% en el primer grupo y el 24% en el segundo. No hubo diferencias estadísticamente significativas según sexo. Por lo que se concluyó que el problema prevalente de desnutrición infantil en las provincias del norte argentino con hogares en situación de pobreza estaba signado por la desnutrición crónica o acortamiento. Este fenómeno se refleja en los valores z de talla/edad que tienen signo negativo en todas las provincias. (117)
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