La evaluación institucional en la Universidad Central de Venezuela. Dificultades y efectos. 1994-2000
Enviado por Lermit Rosell Puche
- Resumen
- Introducción
- Planteamiento del Problema
- Marco teórico
- Consideraciones Generales
- Definición de Conceptos
- Marco metodológico
- Teorización
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias bibliográficas
- Anexos
Resumen
En este estudio se analiza cuál es el balance que tienen un conjunto de personas claves que estuvieron involucrados en los procesos de Evaluación Institucional instrumentados en la Universidad Central de Venezuela, en el periodo que va desde 1994 al 2000, época en la cual, se implantaron en Venezuela y en la mayor parte de Latinoamérica, distintas iniciativas de Evaluación Institucional, como herramienta de la gestión universitaria. De igual manera, esta tesis examina el impacto que a nivel personal e institucional desencadenaron estos procesos, en los sujetos participantes y en la estructura administrativa y académica de la Universidad Central de Venezuela.
Teniendo como referente la metodología que propone la Teoría Fundamentada de Corbin y Strauss (2002), en esta tesis se indagan las razones por las cuales los procesos de Evaluación Institucional, intentados en la Universidad Central de Venezuela en el periodo 1994-2000, carecieron de sostenibilidad en el tiempo, elemento indispensable para poder alcanzar los objetivos propuestos en materia de calidad.
Para el análisis de la sostenibilidad se utilizaron tres categorías, que agrupan a priori, diferentes motivos por los cuales no se mantuvieron en el tiempo los procesos de evaluación intentados. Dichas categorías, tienen que ver con factores exógenos a la universidad, factores endógenos propios de la organización y estructura de la misma y factores inherentes a las especificidades de las dinámicas de implantación de los procesos de Evaluación Institucional, que se intentaron en el periodo de estudio.
El estudio supuso la realización de once entrevistas semiestructuradas a directores de Escuelas de la Facultad de Medicina, a autoridades de la U.C.V. y a expertos en el área de Evaluación Institucional venezolanos, escogidos en base a que todos cumplían con la condición de ser informantes claves para la investigación. Las preguntas de las entrevistas centraron su atención en las razones que, a juicio de los consultados, explican las debilidades que en materia de sostenibilidad exhiben estas experiencias y en el impacto personal, organizacional e institucional, generados por los procesos de Evaluación Institucional, con los cuales estuvieron vinculados.
El análisis realizado pone de manifiesto que el peso de los factores endógeno, es determinante al momento de explicar la falta de sostenibilidad de los procesos de Evaluación Institucional, que fueron instrumentados en la Universidad Central de Venezuela en el periodo seleccionado. Igualmente se constata, que el impacto suscitado por estos procesos ha sido variable.
A partir del análisis y de las conclusiones obtenidas, nos permitimos plantear un conjunto de recomendaciones, a nuestro juicio de utilidad, para la gestión académica administrativa de futuros procesos, que busquen la garantía de la calidad para nuestras instituciones universitarias.
Palabras claves:
Evaluación Institucional, Gestión Universitaria, Transformación Universitaria, Teoría Fundamentada, Evaluación de Impacto.
Introducción
Durante el siglo XX, la educación superior venezolana vivió distintos procesos de transformación, que alteraron las características convencionales de una universidad, que bien entrado el pasado siglo, aún conservaba varios de los rasgos derivados de su origen colonial, entre ellos su marcado énfasis en la formación de élite.
En efecto, tales procesos de transformación fueron consecuencia de distintos factores, entre los que se destacan los procesos macroestructurales que experimentara la economía nacional a partir de la consolidación de la industria petrolera, el incremento en la cobertura de atención escolar y las presiones de sectores sociales medios y bajos por conquistar mejores condiciones de vida. Razones por las cuales la educación superior venezolana se transformó en una educación más accesible y diversificada, como resultado de la instrumentación de dos políticas que dominaron la agenda de este sector: la masificación y la diversificación.
Estos cambios no ocurrieron exclusivamente en el sistema de educación superior venezolano, pues por sus matices y peculiaridades también se pueden advertir marcadas similitudes a lo largo de Latinoamérica, en lo que respecta a los distintos procesos del sector superior en su conjunto.
Importa destacar también, que estas transformaciones fueron a su vez inducidas y legitimadas por organismos internacionales y acuerdos económicos, hechos entre países autodenominados desarrollados, con intereses muy específicos en todas las áreas: social, política y, sobre todo, en la económica financiera.
A partir del final de la década de los sesenta hasta los años ochenta, se indujeron estos procesos de masificación y diversificación de la educación universitaria, como parte de las políticas de sustitución de importaciones aplicadas en Venezuela y en la mayoría de los países latinoamericanos y al crecimiento de sectores medios y populares que aspiraban mejorar sus condiciones de existencia, por citar sólo dos de factores más relevantes. Estos cambios provocaron que los diferentes Estados asumieran un rol fundamental en la educación superior, el rol de Estado Benefactor promoviendo el gasto social, lo cual se reflejó en el proceso de masificación para el ingreso de nuevos estudiantes a la educación superior.
En un segundo momento, producto de las presiones fiscales que arreciaron en estas economías, los países asumen las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y aplican las denominadas políticas de Ajuste Estructural, que supusieron tanto la preponderancia de lo privado, como la disminución del gasto público el cual había aumentado sustancialmente con las políticas desarrollistas de las décadas inmediatas anteriores.
Se dio de esta manera, un proceso de privatización de la educación y la proliferación de instituciones de distinta índole, que en muchos casos carecían de los requisitos mínimos para garantizar la calidad educativa.
Para mediados de los años noventa y como resultado también de las políticas neoliberales que perseguían la racionalización del gasto público, se comenzaron a instaurar procesos de Evaluación Institucional, extrapolados de la gestión privada hacia la gestión pública. Dentro de ese esquema, se empezaron a implantar procesos de control de la calidad, como reflejo del cambio de modelo económico del Estado, lo cual presionó a las instituciones públicas a aplicar procesos administrativos de la gestión privada, donde la garantía de la calidad y los conceptos de eficiencia y eficacia, pasaron a tener amplia resonancia en el sector público.
Sin embargo y como se analizará a lo largo de este trabajo, la lógica administrativa de la búsqueda de la calidad organizacional, choca indefectiblemente con la estructura tradicional de la universidad pública, cuya organización y procesos de toma de decisiones están centralizados y excluye tradicionalmente a actores importantes de la comunidad universitaria. Este hecho tuvo en Venezuela su más patente ejemplo, por ser una de las naciones de los países de la región, en la que la Evaluación Institucional, no llegó a ser implantada como modelo de gestión, como se pretendía.
En cuanto a los procesos de masificación y diversificación registrados en Venezuela entre mediados y finales de siglo pasado, ellos provocaron una alteración substantiva en la composición social del alumnado que ingresaba, lo que suscitó, entre otras consecuencias, la aparición de una variedad enorme de nuevas instituciones privadas y públicas de diferente índole.
Sin embargo, a diferencia de lo que se advierte en distintas experiencia nacionales que se llevan a cabo en forma simultánea en otros países de la región, en Venezuela este proceso se verá acompañado de una notoria debilidad en lo referente al desarrollo e institucionalización, en el plano legal y formal, de una cultura de Evaluación Institucional y garantía de la calidad, de las cuales aparentemente aún carecemos.
En otras palabras, los procesos que permitieron el acceso a miles de jóvenes venezolanos a universidades e institutos universitarios, ocasionaron y siguen generando, notorias debilidades en la garantía de calidad que se mantenía frágilmente en las otrora instituciones de élite, gracias entre otros factores, al efecto demostración que produce el valor de la reputación como garantía de calidad.
Esta deficiencia cuyo impacto se incrementó en el tiempo, aunado a la experiencia internacional acumulada en las últimas décadas en materia de reformas de los sistemas nacionales de educación superior, inducen y comprometen, tanto al Estado como al subsistema de educación superior conformado por universidades y otras instituciones educativas del país, a impulsar distintas iniciativas, destinadas a instaurar sistemas integrales de Evaluación Institucional.
En tal sentido, se debe resaltar que los procesos de evaluación para las universidades nacionales, a partir de Agosto de 2009, se establecen claramente como obligatorios con la entrada en vigencia de la nueva Ley Orgánica de Educación, (LOE), cuyo articulado refleja la necesidad de habilitar mecanismos de aseguramiento de calidad a través de procesos de Evaluación Institucional.
No obstante, es importante destacar que a pesar de que en Venezuela, la reglamentación correspondiente a la L.O.E., ni las normas ni las especificaciones necesarias para orientar la implantación de los procesos de evaluación, no han sido desarrolladas; tal situación no ha impedido que algunas instituciones en el ambiente nacional, por razones e intereses de diferentes índole, hayan impulsado procesos de Evaluación Institucional.
Tales intentos, que de manera aislada se encuentran en varias instancias del sistema nacional, han tenido su expresión más palpable entre las universidades autónomas, experimentales y algunas universidades privadas.
Dichos esfuerzos han alcanzado diferentes niveles de desarrollo, de hecho, algunos han logrado culminar con un ciclo evaluativo completo, mientras otros se han quedado en alguna fase de lo planificado, sin resultados aparentes.
Sin embargo, independientemente de los logros que pudieran advertirse, un común denominador los caracteriza: ha sido en la práctica una tarea a contracorriente, una iniciativa que se tolera pero no se le ha dado la relevancia que merece; esta situación limita sobremanera el impacto de sus resultados finales.
Dentro de este marco se abordan en este trabajo de forma sistemática, las razones que esgrimen los actores involucrados en los procesos de Evaluación Institucional implantados a lo largo de las últimas décadas en la Universidad Central de Venezuela, que puedan servir de explicación a la falta de sostenibilidad y al reducido impacto que han tenido tales evaluaciones, en la modificación de las formas de acción universitaria. En otras palabras, este estudio busca explicar el por qué han sido infructuosos los intentos de contar con un sistema de evaluación continuo y cíclico de las funciones básicas universitarias y de la calidad de su gestión educativa.
El lapso que abarca esta indagación, de 1994 al 2000, fue seleccionado en primera instancia porque durante los años noventa, fue el momento en el cual la Evaluación Institucional se propuso como mecanismo de la garantía de la calidad institucional y como instrumento para la transformación universitaria, no sólo en Venezuela, sino además como una herramienta de gestión en la mayoría de los países Iberoamericanos.
De igual forma, las políticas públicas para el sector de la educación superior por parte del Estado Venezolano, comienzan a tomar forma a finales de la década de los años noventa y se concretan por primera vez en el documento Políticas y Estrategias para el desarrollo de la Educación Superior en Venezuela 2000-2006, presentado por el entonces Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
En segunda instancia, motivado a un interés personal por este ámbito disciplinario que ha impulsado al autor del presente trabajo, a estudiarlo y a participar como facilitador y asesor en algunos procesos de esta índole en la U.C.V. De hecho, la experiencia y las relaciones adquiridas durante este tiempo, facilitaron la realización de las entrevistas, el acceso a documentos y brindaron la posibilidad de recoger una información inédita ofrecida por personas claves, responsables directas de los intentos de evaluación planificados.
Entre tales experiencias se ha seleccionado como caso de estudio, una de las más acabadas con que cuenta la Universidad Central de Venezuela en materia de Evaluación Institucional. Se trata de la experiencia desarrollada por la Comisión de Evaluación Institucional nombrada en el año 1998 por el Consejo Universitario de esta universidad y que propuso la Evaluación del Desempeño de los Directores de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, en su función directiva, en el lapso comprendido entre los años 1996-1999, en el marco de una de las iniciativas de la comisión y por solicitud del decano de turno de la referida Facultad de Medicina.
En relación con el presente estudio, es importante señalar que a pesar de las debilidades que a lo largo del mismo se encuentran, se considera que el proceso en sí mismo y de acuerdo a los niveles de ejecución, ofrece un ámbito para la investigación evaluativa como aquí se propone, muy rico en experiencias que promete arrojar entre otros elementos, cuál y a qué nivel ha sido el impacto generado por la evaluación, en un grupo de personas involucradas directamente como sujetos de la misma, además en un ámbito único para evaluar la sostenibilidad del proceso y arrojar luces acerca de las posibles causas de su ausencia.
Igualmente, el período seleccionado, además de haber sido profuso en intentos de evaluación en diferentes instancias de la universidad, es también un período de cambios profundos en las relaciones entre la Universidad, el Estado y la Sociedad.
Este hecho pone en la palestra el asunto de la Misión de las Universidades Autónomas, las cuales han hecho de contrapeso pendular a las propuestas emanadas del Estado.
Es así, como las distintas autoridades universitarias han podido interpretar la Misión de la Universidad, dependiendo de las tendencias políticas y sociales de los gobiernos de turno y de las suyas propias, amparados en una interpretación de la autonomía universitaria y en la libertad que supuestamente brinda ésta, para establecer a discreción el rumbo a seguir para cumplir con la Misión expresada en la Ley de Universidades de 1970.
Al respecto, se aborda el asunto de la Misión de la Universidad como parte de la hipótesis que justifica, como factor negativo y preponderante, la falta de sostenibilidad de los procesos de Evaluación Institucional, ante el hecho expresado por los entrevistados, de una falta de claridad o más bien de excesiva laxitud en la interpretación de la Misión de la Universidad Central de Venezuela, hecho éste que queda evidenciado en la información recogida y analizada.
Otro aspecto a considerar del presente estudio, es el Marco Teórico, donde se abordan los principales métodos de Evaluación Institucional conocidos, buscando con ello de asociarlos a la hipótesis reseñada a lo largo de estas páginas relativa a la falta de sostenibilidad en el tiempo de estos procesos, que deviene de la misma dinámica de planificación y/o estructura de estos métodos. Igualmente se abordan en el Marco Teórico de este estudio, los antecedentes internacionales, nacionales y los desarrollados específicamente en la U.C.V.
Desde el punto de vista teórico y metodológico, esta investigación está sustentada epistemológicamente sobre la base teórica del Paradigma de la Construcción y Transformación Critica, tomando como punto de apoyo la Teoría Fundamentada, desarrollada por Strauss y Corbin (2002), de esta manera se recoge y analiza cualitativamente la mayor parte de la información.
En relación a la selección de la Teoría Fundamentada y de su método, ésta obedece a que lo que se investiga, la falta de sostenibilidad de los procesos de Evaluación Institucional en la Universidad Central de Venezuela y el impacto que estos intentos tuvieron, no han sido investigados anteriormente. Las respuestas que dilucidan la pregunta original de investigación, se encuentran entrelazadas a la experiencia no revelada de sus actores principales.
Mientras que el análisis de los datos, a través de las diferentes etapas del método, es de tipo mixto. Para tal fin se han utilizados preponderantemente técnicas cualitativas en la investigación, sin embargo como apoyo metodológico y en función de la confiabilidad de los resultados, se han aplicado técnicas cuantitativas de tipo estadístico de manera complementaria.
Finalmente, se exponen una serie de conclusiones y recomendaciones, que van dirigidas a evidenciar las dificultades y efectos que tuvieron los procesos de Evaluación Institucional intentados en la Universidad Central de Venezuela en el período estudiado, todo ello con el propósito de recoger lecciones que sean de utilidad para su instauración futura.
Indudablemente se presentaron dificultades a lo largo del desarrollo de la investigación, entre otras se encuentra el objeto mismo de estudio de la tesis. Al tratarse de una investigación que aborda el asunto de la Evaluación Institucional la disposición de algunos entrevistados a ofrecer información, no fue acogida con mucho entusiasmo. Este hecho generó deserciones y tiempos muy largos de espera en referencia a la realización de las entrevistas pautadas.
Por otro lado, la utilización de una metodología cualitativa para el desarrollo del estudio, encuentra dificultades en lo referente a la escasa difusión y falta de parámetros específicos para la recolección y análisis de los datos. Aunque sin lugar a dudas las metodologías cualitativas abordan el hecho investigativo, desde una perspectiva más holística e integradora, a sus herramientas les falta desarrollo. Esta realidad genera resistencia entre algunos investigadores ya que su utilización depende mucho del ingenio e innovación del investigador, lo que ofrece mucha tela para cortar en referencia a la confiabilidad de los resultados.
Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido y de las dificultades encontradas, creemos que los resultados obtenidos no han perdido vigencia. Todavía hoy en el 2012, la situación en referencia a la falta de sostenibilidad de los procesos de Evaluación Institucional en la Universidad Central de Venezuela, sigue igual. Se han intentado en el último lustro nuevos procesos, utilizando otros modelos de gestión diferentes y más actualizados, no obstante el impacto real en la garantía de la calidad y la transformación universitaria, no son palpables.
Planteamiento del Problema
¿Por qué en Venezuela, los intentos hechos por el Estado y por las Universidades Nacionales, Experimentales y Privadas para establecer sistemas integrados y continuos de Evaluación Institucional, han sido infructuosos, en función de su mantenimiento en el tiempo?
¿Qué es lo que sucede en nuestro caso venezolano y específicamente en la Universidad Central de Venezuela, que a diferencia inclusive de otras universidades similares autónomas en el continente y otros sistemas nacionales y regionales de educación superior en otros países, no hemos podido establecer un sistema propio, ni a nivel particular ni mucho menos a nivel nacional, a pesar de los intentos?
Esta necesidad sentida y no cumplida, de instaurar sistemas de Evaluación Institucional se ve reflejada en las opiniones de profesores universitarios investigadores y promotores de la gestión universitaria que opinan, por ejemplo, que en las universidades nacionales "pese a esfuerzos aislados en el caso de algunas escuelas e incluso cátedras, en desarrollar procesos de evaluación los logros han sido muy limitados debido a la resistencia al cambio tradicional en nuestras instituciones." (Hanmdan, 1995, p.149).
De igual manera, Camperos (2000), expresa que en los últimos cuarenta años, en la UCV, "se han desarrollado acciones orientadas a instaurar procesos sistemáticos de Evaluación Institucional o de algunas de las funciones o tareas, sin embargo, estos procesos han sido de alcances muy limitados y puntuales". (p.13).
Por ello, cabe preguntarse, ¿Cuáles son los factores que han influido, para que todavía en la Universidad Central de Venezuela no tengamos sistemas continuos de Evaluación Institucional?
Se propone entonces, un análisis de los factores desencadenantes de la carencia de sostenibilidad de los procesos intentados en la UCV., y una evaluación del impacto producido en lo personal, organizacional e institucional, producto de los intentos de evaluación realizados.
De alguna u otra manera, la mayoría de las experiencias y en especial la seleccionada como objeto de estudio para esta investigación, cumplieron en diferentes fases con los objetivos propuestos. Lo que no se ha podido lograr es que alguna de ellas se mantenga en el tiempo y que además se conozca, aparte del cumplimiento de objetivos propuestos, qué impactos han producido en la comunidad universitaria y en los procesos académicos administrativos.
En torno a lo antes expuesto, González, (2000) define la sostenibilidad como: "la capacidad autónoma de mantener ciertas acciones del proyecto una vez eliminados los apoyos externos". (p.38)
Por otro lado, asumiremos la definición de evaluación de impacto presentada por González (2000), como aquella que: "implica un estudio de los efectos conseguidos más allá de los objetivos propuestos". (p.38).
Al respecto, la evaluación ex post de impacto que se propone, hace un análisis de efectos y resultados del proyecto, después de haber sido ejecutado y finalizado. Tiene en cuenta no sólo los resultados del proyecto y los efectos a corto plazo, sino que pondrá énfasis en los efectos que se han dado en el mediano y largo plazo sobre la población, sean positivos o negativos, esperados o inesperados.
A partir de este análisis, pretendemos dar respuesta a dos problemas específicos. Por un lado conocer científicamente y con rigurosidad metodológica, dónde se encuentran los nudos que han imposibilitado la sostenibilidad de las propuestas en el tiempo, extrayendo de la investigación una información inédita y fundamental para la posible instauración de algunos procesos de mejora de la calidad institucional en el futuro.
Mientras que por otro lado, se pretende determinar si existen o no, logros que no fueron planificados en los procesos de Evaluación Institucional como por ejemplo, la creación de una cultura de evaluación, desarrollo de normas y procedimientos, capacitación de recurso humano; elementos todos, que de alguna manera con su aparición podrían haber facilitado, la ulterior instauración de procesos de evaluación exitosa.
La construcción de esa cultura de evaluación debe permitir la reflexión permanente sobre el papel de la universidad en la sociedad, la promoción sistemática de la innovación y la consolidación de nuevos modos de gestión y de relación con la comunidad. En este sentido, la evaluación pasa a ser un instrumento estratégico para la actualización constante de la universidad.
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Evaluar los procesos de Evaluación Institucional en la Universidad Central de Venezuela, como mecanismos de aseguramiento de la calidad institucional, en el periodo 1994-2000.
Objetivos Específicos
1. Analizar la sostenibilidad de los procesos de Evaluación Institucional en la Universidad Central de Venezuela en el periodo 1994-2000.
2. Evaluar el Impacto de los procesos de Evaluación Institucional en la Universidad Central de Venezuela desde la perspectiva individual e institucional, en el periodo 1994-2000.
Justificación
El esfuerzo realizado por las distintas comisiones de Evaluación Institucional y de transformación universitaria, entre los años 1994 y 2000 en la Universidad Central de Venezuela, no debe pasar desapercibido. El hecho de que no se hayan cumplido quizá con los objetivos primordiales de las mismas, como era el de crear un sistema integrado y continuo de Evaluación Institucional para la UCV, no significa que no se hayan aportado elementos importantes y útiles para el desarrollo futuro de otras propuestas que busquen satisfacer la necesidad de mejorar nuestra calidad institucional.
Al respecto, es importante señalar que la Evaluación Institucional se debe caracterizar como un proceso continuo y cíclico, a tal efecto, Cortázar (2002), afirma que: "El carácter cíclico de la Evaluación Institucional permite corroborar en el tiempo el impacto e intensidad de las mejoras así como el grado de compromiso y de responsabilidad que tiene las instancias en la consecución de metas" (p.53).
Esta característica cíclica, se convierte en la carencia más significativa de los procesos de evaluación que se han tratado de implantar en la universidad. Por lo que determinar cuáles son las causas de este problema justifica ya por si sólo esta investigación.
Habida cuenta de que si partimos del conocimiento aportado por autores venezolanos que afirman de alguna manera, que un sistema integrado de evaluación para la Universidad Central de Venezuela, nos permitiría conocer mejor a nuestro entorno, ese entorno cambiante al cual y según algunos estudios: Hernández, (1996), Núñez, (2002), Rodríguez, (1998), Castellano, (1990), Hamdan, (1995); no estamos respondiendo a cabalidad, dejando un vacío que impide afirmar que somos comprobadamente una universidad de calidad.
La debilidad que muestra la Universidad Central de Venezuela al no poseer un sistema integrado de gestión, como por ejemplo uno de Evaluación Institucional, que garantice procesos de gerencia que desarrollen la capacidad institucional de asegurar la mejora continua de la calidad académica, de investigación, de uso racional y oportuno de los recursos financieros y que además fomente una cultura de evaluación sana y el vínculo constante con las necesidades de desarrollo del país, puede conducir a la primera casa de estudios en Venezuela, a una continua degradación de su Misión y por ende de su relevancia institucional.
Estos problemas han sido resumidos por Arrien (1997), cuando se refiere a las características más resaltantes de las universidades latinoamericanas: "En resumen, se trata de: una escasa calidad de los procesos y resultados, reducida equidad, y problemas de eficiencia." (p.449).
Por otro lado, en el Plan de la Calidad para las Universidades Españolas[1]se afirma que:
La Evaluación Institucional abarca a la totalidad de la institución, si bien puede afrontarse, en virtud de la magnitud y volumen de la institución en fases sucesivas aunque sin perder de vista que son notas distintivas de la misma globalidad (medios materiales y personales, funcionamiento, resultados…), la implicación de todos sus agentes y la atención tanto al valor como al mérito de las acciones que lleva a cabo la institución.
Esta perspectiva de globalidad, resume los diferentes aspectos que deberían ser tomados en cuenta para la garantía de la calidad institucional de las universidades nacionales y que hasta ahora y a pesar de los intentos, no se ha logrado instrumentar.
No se debe dejar de considerar que el corresponsable de fomentar e instituir procesos de evaluación en el sistema de educación universitaria, como lo es el Estado Venezolano, intentó a través del antiguo Ministerio de Educación Superior y de la Oficina de Planificación del Sector Universitaria. (OPSU), implantar el Proyecto de Mejoramiento de la Calidad y de la Equidad de la Educación Superior Venezolana, en el cual se inscribe el Sistema de Evaluación y Acreditación (SEA). (Cuadernos OPSU, #1. 2001).
El referido proyecto planteó dentro de sus propósitos:
Concebir e instrumentar una cultura evaluativa en y de las Universidades venezolanas y garantizar estándares de calidad en todas ellas.
Estimular en las universidades venezolanas la búsqueda de la excelencia; reconocerla y certificarla en sus diferentes programas y carreras.
En este contexto y en vista del fracaso consecutivo de dos intentos por implantar este sistema por parte del Estado como ha sucedido, consideramos que un estudio como el que se propone, permitirá recabar información relevante y pertinente para el logro de los propósitos señalados por el SEA, al reconocer cuáles son las fortalezas y debilidades presentes en nuestras prácticas cotidianas y como superar los obstáculos que afectan el desempeño institucional.
Otro aspecto a considerar es la reciente aprobación en el 2009, de la nueva Ley Orgánica de Educación por parte de la Asamblea Nacional, donde la Evaluación Institucional adquiere status relevante de Ley Orgánica, lo que otorga el carácter obligatorio a la instauración, en el sistema de educación superior, a los procesos de Evaluación Institucional. Así se establece en diferentes artículos como por ejemplo los que tienen que ver con los principios rectores de la educación universitaria:
Artículo 33: La educación universitaria tiene como principios rectores fundamentales los establecidos en la Constitución de la República, el carácter público, calidad y la innovación, el ejercicio del pensamiento crítico y reflexivo, la inclusión, la pertinencia, la formación integral, la formación a lo largo de toda la vida, la autonomía, la articulación y cooperación internacional, la democracia, la libertad, la solidaridad, la universalidad, la eficiencia, la justicia social, el respeto a los derechos humanos y la bioética, así como la participación e igualdad de condiciones y oportunidades. En el cumplimiento de sus funciones, la educación universitaria está abierta a todas las corrientes del pensamiento y desarrolla valores académicos y sociales que se reflejan en sus contribuciones a la sociedad.
En este artículo, se reafirma lo establecido en la Constitución vigente en el artículo 103, que expresa que:
Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde la maternal hasta el nivel medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado universitario. A tal fin, el Estado realizará una inversión prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas. El Estado creará y sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso, permanencia y culminación en el sistema educativo. La ley garantizará igual atención a las personas con necesidades especiales o con discapacidad y a quienes se encuentren privados de su libertad o carezcan de condiciones básicas para su incorporación y permanencia en el sistema educativo. Las contribuciones de los particulares a proyectos y programas educativos públicos a nivel medio y universitario serán reconocidas como desgravámenes al impuesto sobre la renta según la ley respectiva.
De igual manera, en el artículo que aborda las leyes especiales de la educación universitaria, se incluye como parte del conjunto de textos normativos a ser incorporados, el referente a la evaluación y acreditación de los integrantes de la comunidad universitaria.
Artículo 35: La educación universitaria estará regida por leyes especiales y otros instrumentos normativos en los cuales se determinará la forma en la cual este subsistema se integra y articula en lo relativo a:
4. La evaluación y acreditación de los miembros de su comunidad, así como de los programas administrados por las instituciones del sistema.
De igual manera, el Artículo 45, que se refiere específicamente a la Evaluación Institucional expone que:
Los órganos con competencia en materia de educación básica y educación universitaria, realizarán evaluaciones institucionales a través de sus instancias nacionales, regionales, municipales y locales, en las instituciones centros y servicios educativos, en los lapsos y periodos que se establezcan en el reglamento de la presente Ley.
Finalmente, también se debe destacar, que en la Constitución de 1999, se expresa claramente en el artículo 109, que "las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y administración eficiente de su patrimonio bajo el control y la vigilancia que a tales efectos establezca la Ley" , aquí se establece la potestad del Estado de fijar los mecanismos de control y evaluación de las Universidades.
CAPÍTULO I
Marco teórico
El Asunto de la Misión de las Universidades Públicas en Venezuela
La Misión institucional de una universidad pública en Venezuela debe atender las políticas públicas que desde el Estado se establezcan para el subsector de la educación universitaria. Estas políticas deberían originarse de los lineamientos constitucionales y de las diferentes leyes orgánicas y especiales para el sector.
En cuanto a la política pública en el sector de la educación universitaria, ésta se transforma y cristaliza en la praxis, a través de acciones diarias que deberían reflejarse en la docencia, en la investigación, en la extensión universitaria, en la prestación de servicios, en la preservación y estimulo de la identidad nacional, en la formación ciudadana, en la comunión con nuestros valores. Todas estas funciones son parte de la responsabilidad que como institución universitaria pública, autónoma y solidaria, tenemos con el país.
Para lograr estos objetivos, cada acción planificada dentro de las universidades, debe apuntalar sin contradicciones, al logro ulterior de la Misión institucional.
Esto es cierto para las distintas funciones tradicionales de las universidades, es decir: las acciones que se deban tomar en relación a la docencia, la investigación, la extensión y la gestión administrativa, deben llevarse a cabo en concordancia con la Misión que el Estado haya fijado para ellas.
Sin embargo, existen vacíos e intereses de por medio que logran que la sintonía que debiese existir entre el Estado y la Universidad para lograr objetivos comunes en la actualidad, no exista.
En esta falta de sintonía se tiene como corresponsable en la relación al Estado, ya que no ha podido hilvanar desde lo constitucional hasta lo reglamentario, por lo menos hasta ahora, la Misión a la que deben atender las universidades autónomas, respetando sus características particulares, pero especificando claramente sus aportes a la construcción del socialismo que se propone.
Más bien, en la actualidad, la supuesta Misión se recoge de manera genérica en diferentes estamentos legales. En la Constitución vigente, los artículos 102 y 109, hablan del compromiso de las universidades con el país y es así como se establece por ejemplo en el artículo 102 que:
La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en el proceso de transformación social.
Por otro lado, en el artículo 109, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se establece que a través del reconocimiento de la autonomía universitaria, se le permite a:
Los profesores, profesoras, estudiantes, egresados y egresadas de su comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para el beneficio espiritual y material de la Nación.
Tales artículos, que a nivel constitucional, definen supuestamente la Misión de la Universidad Pública Venezolana y según quién los interprete, servirían para justificar la formación de individuos por ejemplo, para una economía de mercado o para desde otra perspectiva, individuos que apuntalen un desarrollo social de acuerdo con la lógica socialista.
Por ejemplo, se dice en el artículo 102, que los egresados de nuestras universidades participen en la "transformación social". Pero es que hay diferentes interpretaciones que se pudieran dar, en referencia a lo que se quiere con esta transformación social y de cómo se debe conseguir.
También, en el artículo109 de la misma Constitución de 1999, se propone que el egresado de nuestras universidades debe dedicarse a "la búsqueda del conocimiento, para el beneficio espiritual y material de la Nación". Pero qué tipo de conocimiento, ¿el producto de la investigación básica o el de la investigación aplicada? ¿Del conocimiento producto del interés del investigador o el de las necesidades de las comunidades? ¿El conocimiento indexado o el que se origina de los problemas de las comunidades y del quehacer diario? ¿El conocimiento para la economía de mercado o para la colectivización de los medios de producción y el rol protagónico de los ciudadanos?
Por otra parte, y en la Ley Orgánica de Educación vigente aprobada en el año 2009, en su artículo 32, expone que las instituciones de educación universitaria:
Tiene como función la creación, difusión, socialización, producción, apropiación y conservación del conocimiento en la sociedad, así como el estímulo de la creación intelectual y cultural en todas sus formas. Su finalidad es formar profesionales e investigadores o investigadoras de la más alta calidad y auspiciar su permanente actualización y mejoramiento, con el propósito de establecer sólidos fundamentos que, en lo humanístico, científico y tecnológico, sean soporte para el progreso autónomo, independiente y soberano del país en todas las áreas.
Este artículo de igual manera y en el sentido antes expuesto, del dilema entre Estado o Mercado, deja un margen demasiado amplio para las interpretaciones de la Misión institucional de la Universidades Públicas, ya que por ejemplo el concepto de "progreso autónomo", por sí mismo y dentro de las universidades autónomas, seguramente tendrá muy diferentes interpretaciones, como queda demostrado cuando por ejemplo, se habla de lo que significa autonomía universitaria, concepto homólogo al de "progreso autónomo, independiente y soberano del país", y cuya interpretación está hoy por hoy, en el medio de la crisis universitaria venezolana.
Por otro lado, la Ley de Universidades de 1970, establece que:
Artículo 2. Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales.
Artículo 3. Las Universidades deben realizar una función rectora en la educación, la cultura y la ciencia. Para cumplir esta misión, sus actividades se dirigirán a crear, asimilar y difundir el saber mediante la investigación y la enseñanza; a completar la formación integral iniciada en los ciclos educacionales anteriores; y a formar los equipos profesionales y técnicos que necesita la Nación para su desarrollo y progreso.
Estos artículos aluden de manera directa a la Misión de las universidades, cuando establece que la misma es la de colaborar con su "contribución doctrinaria al esclarecimiento de los problemas nacionales", por un lado y cuando establece que se debe formar a los equipos profesionales y técnicos que necesita la nación para su "desarrollo y progreso".
Una Misión así establecida, genéricamente para todas las universidades, ha permitido toda una gama de interpretaciones, que a conveniencia específica de distintas autoridades universitarias en el tiempo, ha provocado un cambio de rumbo constante que inclusive ha llegado a ser en algunas gestiones rectorales, por ejemplo en la Universidad Central de Venezuela, totalmente opuesta, según la interpretación que se le dé a, por ejemplo, el concepto de desarrollo o al de progreso.
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