Indice
1. Introducción2. Delfos4. La mitología de la época5. La dramática6. Estructura de la obra dramática7. Especies dramáticas8. Comedia9. Filosofía griega10. Organización política y social.11. Tipos de gobierno12. Las Artes13. La Arquitectura14. Pintura y escultura15. La literatura16. Economía17. La aparición de la moneda
1. Introducción
Por lo general, el estudio del genero Dramático, es tomado simplemente como una agrupación de determinadas obras literarias. Sin embargo el Teatro constituye una expresión artística que es independiente y autónoma.
La obra teatral y el texto dramático son el punto en común que tiene el teatro con la literatura.
La palabra drama es un vocablo con significación griega que comprende acción y representación, por lo cual su sentido completo sería ‘‘ ación representada". Pertenecen, por lo tanto, al Genero Dramático las obras literarias escritas en forma dialogada para ser representadas en un escenario, ante un público espectador, por medio actores que interpretan a los personajes del diálogo. Entonces decimos que los cuatro factores que dan vida al hecho teatral son: texto dramático, escenario o espacio teatral, actores y público.
El Hecho Teatral surge únicamente de la representación, en la cual a través de los cuatro factores ya nombrados, más el decorado y los efectos de iluminación, se traslada a la realidad escénica una obra dramática.
Este hecho tiene un aporte literario llamado texto dramático. Cuando en una obra el texto no tenga la capacidad de ser representado estamos hablando de una obra literaria; cuando esta puede llegar a ser representada, estamos hablando de una obra teatral.
Los orígenes del teatro están íntimamente relacionados con los ritos religiosos y la cultura occidental. A continuación veremos los puntos más impotentes que destacaron a esta época y de que manera están relacionados.
Un factor dominante del desarrollo de fines del siglo VII se halla en la religión.
Es difícil determinar el comienzo de la historia de la religión griega. Diríamos que esta tiene un aspecto sombrío. El politeísmo se corrige así mismo continuamente mediante la proliferación, y se expande en sus cultos más nuevos. Existen pruebas de que había profetas y santones más o menos profesionales, sea por derecho de nacimiento o por vocación y que desempeñaban un importante papel en la religión griega de aquella época.
También existían los santuarios con oráculos, pero su inmenso prestigio estaba solo en los comienzos. Aún así, es notable la riqueza de las ofrendas, tanto de Delfos como en Olimpia.
Vale la pena preguntarse por qué los dioses eran olímpicos. El nombre de Olimpia se cita en fecha temprana y en Homero se hace referencia ya al monte Olimpo como morada de los dioses. Este es visible desde el mar, y es admisible que la morada de los dioses se instalase en los confines septentrionales del mundo conocido.
Se puede afirmar que el politeísmo griego del siglo VII constituía un sistema de adaptaciones abierto y destartalado. No se creaban dioses nuevos con religiones misioneras, sino que había una constante receptividad para adoptar los dioses de los confines del mundo griego y una constante identificación de los dioses foráneos con los nombres ya existentes.
La decisión de enviar colonizadores y a que lugar enviarlos, la conducta a seguir en caso de una emergencia nacional, y hasta los asuntos legales y constitucionales, eran en ocasiones decididos por el oráculo. Eran cuestiones más políticas que religiosas, y este eventual poder de los oráculos sobre la política se mantuvo hasta el siglo IV. Tanto en Delfos como en Olimpia, las ofrendas de las familias dominantes y de los estados nacionales, eran muy ricas y se exhibían permanentemente en una especie de diplomacia estática, de competencia por el prestigio. Algunos de los torneos atléticos, por lo menos las carreras de caballos y carros, fueron deportes de reyes. En la medida en que durante el siglo VII se afianzaba la idea del templo como residencia gloriosa de la estatua de un dios al que se tributaba culto, las ofrendas en los grandes templos se convirtieron en una forma más de competencia entre los individuos ricos o naciones poderosas. El mapa de las ciudades que hacían las ofrendas más fastuosas en Delfos y Olimpia constituye una sugerente indicación de diversas facetas de la historia griega.
Delfos era un santuario de pastores situado en un antiguo emplazamiento micénico. Creció, durante el siglo VIII, en el lugar en que brotaba un impresionante manantial al pie de unos altos riscos. La totalidad del emplazamiento configura un teatro natural (el teatro artificial no fue construido hasta el siglo IV). Más de una ves se reconstruyó en el mismo punto el templo de Apolo, si bien no tenemos conocimiento de ningún templo de antes de fines de siglo VII o comienzos del siglo VI.Delfos se nos aparece como el santuario más impresionante de Grecia; el manantial es todavía abundante y el enclave sigue siendo un lugar de peregrinación.En Ión de Eurípides, un coro de peregrinos llega a Delfos y se maravilla ante los monumentos. La obra teatral comienza con una escena que es un largo monólogo. Ión, hijo bastardo de Apolo, ha sido criado como servidor del templo en el santuario de Delfos. Su misión consiste en barrer, regar y ahuyentar a los pájaros. La obra comienza al amanecer y esa escena, más que cualquier otra de la literatura griega, confirma que nos equivocamos al percibir en este santuario una atmósfera especial.
Los monumentos de aquí expresaban las rivalidades. Ambos bandos, en las grandes guerras del siglo V, alzaron allí monumentos conmemorativos de sus victorias. En las guerras persas este oráculo tubo un papel ambiguo. El rey Creso de Lindia había ofrecido su oro a más de uno de los santuarios de Apolo, y Delfos no se negaba a aceptar la presencia efectiva de los monarcas. Cuando la gran familia ateniense de los Alcménidas fue expulsada de Atenas, mantuvo su gran prestigio internacional reconstruyendo el templo de Apolo, allí, y compitiendo con sus caballos en los juegos olímpicos.
En Delfos el tesoro de Sifno compite aventajadamente con los de las principales ciudades griegas. Aquí había dieciséis edificios magníficos, cada uno de los cuales expresaba el prestigio de una ciudad-estado; fueron construidos para alojar las ofrendas al dios de Atenas. El templo no podía contener todas las ofrendas y las ciudades-estado preferían guardar sus tesoros en un solo lugar.
Algunas de las ciudades estaban gobernadas por reyes o tiranos. La riqueza no era, en sentido estricto para ser usada, pero su exhibición si era útil: suscitaba la benevolencia del dios, comprometía los favores del oráculo, era un factor de orgullo nacional y afianzaba la posición internacional de Atenas.
El oráculo de Delfos tenía un santuario de dimensiones bastante reducidas situado en la pronunciada pendiente de un relieve montañoso. Este
cobró importancia con rapidez durante el último período arcaico. Las ciudades griegas buscaron su consejo antes emprender expediciones colonizadoras y Delfos alcanzó renombre al establecerse allí los juegos píticos hacia 590 a. C.
Desde la esquina suroriental del recinto, la vía Sacra serpenteaba montaña arriba, pasando frente a los tesoros de la ciudades-estado griegas y los monumentos erigidos para recordar victorias y grandes acontecimientos, hasta llegar al templo, al propio oráculo y a la terraza superior.
En este remoto lugar, se amontonaron las obras maestras de muchas generaciones.
La expresión más característica de la religión griega arcaica es Olimpia. Asociada a una maraña de leyendas, Olimpia era un bosquecillo, un santuario al aire libre, con una docena o más de altares distribuidos entre los árboles, algunas peculiares reliquias sagradas, una riqueza en ofrendas, buen abastecimiento de agua y una gran extensión de tierra llana apropiada para celebrar competiciones atléticas. En la religión griega el deporte tenía una función semejante a la de la escultura. Era un despliegue de fuerza y habilidad de una cualidad animal que podía complacer a los dioses.
Olimpia no fue un santuario de peregrinación como Delfos: tenía escaso poder político o religioso. Era un lugar de encuentro, como lo era también, por supuesto Nemea y el Istmo, los otros centros deportivos internacionales. En Olimpia hubo un oráculo de Gea y también, más tarde, uno de Zeus, pero éste pronto enmudeció.
Su monumento central no fue construido hasta el siglo V: el colosal templo de Zeus, de forma, que todavía no ha sido restaurada, y que es más impresionante en sus ruinas que cualquiera de sus rivales mejor conservados. Algunos escritores antiguos dijeron de esta estatua que añadía algo a la comprensión humana de los dioses.
El altar de Zeus estaba echo con las cenizas de sus antiguos fuegos; finalmente se convirtió en una gran construcción con gradas y un núcleo centra alto, pero, dado que no era más que cenizas solidificadas, en la Edad Media fue arrastrado por las inundaciones del Alfeo.
Las inundaciones que anegaron Olimpia han conservado fragmentos dispersos de valiosas obras, así como pocos monumentos históricos. Algunos trofeos salvados de esto fueron las esculturas de los frontones del templo de Zeus; lo más importante de ellas es su fuerza y su belleza.
La expresión insondable de Apolo, desgraciadamente realzada por una limpieza inapropiada de la superficie del mármol, posee una inmensa energía. No se trata de una imagen de culto con una sonrisa benigna, sino del dios de la mitología. En varias de estas estatuas es posible percibir los comienzos del retrato del carácter y de las emociones humanas.
En Olimpia hubo un gran número de estatuas de victorias; posteriormente hubo estatuas políticas, y la mayoría de los artistas más notables del mejor período trabajaron allí. Sin embargo, de todas estas obras de arte, casi solo se han conservado las bases con sus inscripciones y la oreja de un toro de bronce.
Entre las pruebas más significativas sobre los griegos arcaicos se cuentan numerosos fragmentos de la literatura escrita, las ciudades en que comenzaban a vivir, sus leyes e instituciones y el ámbito geográfico, siempre en expansión, de sus actividades. Delfos se hallaba oculto entre las montañas y Olimpia era una ciudad sagrada sin población permanente.
El templo de Zeus es el monumento de una transición social; fue el primer acto de afirmación de la primera democracia de la Élide y es interesante que se construyera en Olimpia y no en Elis.
La Gran Diosa Madre es la representación cretense de la naturaleza. Y será en la célebre montaña de Creta, el monte Ida, donde nacerá Zeus, el padre de los dioses.
A medida que avanzan los siglos se van estructurando y unificando las distintas creencias de los distintos pueblos griegos. Desde Homero y Hesíodo los dioses tienen forma y hasta costumbres humanas. Hay en la mitología griega (que es la historia de sus dioses, héroes y creencias) tres como grupos, en que ser enmarcan los grandes dioses, o divinidades de los cielos y de los infiernos, los dioses menores y héroes o semidioses. Y, como dominándolo todo, el Hado o Destino, al que hasta los dioses deben acatar. Del caos primitivo surgieron varios elementos: la tierra, el sol, el tiempo, la luz, etc. El tiempo (Cronos), que había asesinado a su padre el cielo(Urano), resolvió devorar a sus hijos para evitar que les sucediesen. Pero, engañado por su esposa la Tierra (Gea), no supo que un hijo (Zeus) escapaba a su voracidad. El nuevo Dios, que pasó su infancia en el monte Ida, en Creta, tuvo que luchar contra los titanes, que intentaban escalar el Olimpo, y venciéndoles, se instaló definitivamente en dicho monte de Tesalia. Otros dioses celestes eran Hera, hermana y esposa de Zeus, y sus hijos: Hermes, mensajero de los dioses y Dios del comercio, Artemisa, diosa de la luna y de la casa, y Apolo, dios del Sol, de la luz y de la música, que estaba acompañado por las nueve Musas (diosas de las letras, las artes y las ciencias sociales), cuya mansión preferida era el monte Parnaso. Dios del mundo subterráneo era Hades, nombre también del lugar donde moraba y al que se conocía, asimismo, con el sobrenombre de Plutón; reinaba sobre los muertos. Entre los Dioses menores se pueden enumerar los siguientes: Poseidón, soberano de las profundidades marinas; Anfitrites, Tetis, los tritones y las nereidas. Las divinidades terrestres, Deméter, Diónisos, Pan, los silenos, los sátiros y las ninfas.
El culto a dioses y héroes revestía diversas formas. La más general tenía lugar en los templos, considerados como vivienda del Dios. Pero también a través de actos míticos y profanos, como los Misterios de Eleusis, donde se cree que hasta se enseñaban doctrinas monoteístas en pugna con la religión oficial; el oráculo o presagio, sobre todo del templo de Apolo, en Delfos, donde la tradición imponía consultar al Dios sobre el porvenir de acontecimientos importantes, siempre por intermedio de la pitia o pitonisa; y los juegos, deportivos o religiosos.
Los griegos creían vehementemente en el valor del deporte como entrenamiento, particularmente para la guerra. La guerra antigua y los deportes tienen mucho en común Se pensaba que el éxito en los grandes festivales atléticos (alrededor de 500 a.C.) demostraba categoría y que añadía gloria al prestigio de una familia; posteriormente quizá sólo prestigiaba a un individuo y al estado. Los deportes griegos eran competitivos, frecuentemente sangrientos y en ocasiones repugnantes y mortales. Pero su disciplina era severa y la violación de las reglas se castigaba duramente. Al principio, en Olimpia las viejas competencias tenían un significado ritual, pero hacia el siglo V a.C. este significado se había perdido por completo. Por otra parte la posición del ganador nunca fue más prestigiosa que a fines del siglo VI y comienzos del V. Cierto número de relatos conservan la creencia popular de que estos hombres eran héroes, superhombres semidivinos, cuyas simples estatuas eran capaces de realizar milagros
Integran el género dramático las obras literarias escritas en forma dialogada, en prosa o en verso, con la finalidad de ser representadas en un escenario ante un público espectador, por medio de actores que interpretan a los personajes que intervienen en el diálogo
La dramática es el único género no exclusivamente literario: las acotaciones que indican movimientos, expresiones faciales, gestos, tono de voz, etcétera, no forman parte del texto literario.
Es decir, la dramática tiene una faceta literaria: el texto teatral, lo que dicen los personajes; y otra que es espectáculo: la actuación, la escenografía.
Elementos del hecho teatral
Lo dicho anteriormente nos indica que los elementos que conforman el hecho teatral son múltiples, aunque no todos poseen la misma jerarquía o trascendencia. Algunos, incluso, son de importancia secundaria.
Texto dramático: Es el aporte literario al hecho teatral. Normalmente es sobre él que se estructura la representación.
Actores: Dan vida a los personajes del texto dramático, a quienes ceden su voz, su alma y sus sentimientos.
Espacio teatral: Es el espacio físico donde se desarrolla la representación. No exige, forzosamente, un escenario preparado y modelado a tal efecto.
Público: El hecho teatral es un fenómeno eminentemente social. La plenitud del hecho teatral se produce a través de la compenetración entre actores y público en un mismo estado anímico. Sin embargo, puede pensarse en un hecho teatral en el cual los actores se desdoblen en actor y espectador a la vez
Director: Estudia la obra en su totalidad y coordina el funcionamiento del elenco teatral.
Elementos escénicos: Contribuyen (decorado, escenografía, luces, efectos sonoros) a crear la ilusión de realidad y dar vida al texto dramático.
Autor del texto: Es el creador del texto dramático que se convertirá en espectáculo teatral al ser representado.
6. Estructura de la obra dramática
1) Externa
a) Actos: Señalados por la caída del telón de boca.
b) Escenas: Marcadas por la entrada o salida de un personaje.
c) Cuadros: Son cambios de lugar en el escenario mediante la variación de luces que iluminan diversas partes del espacio teatral.
d) Acotaciones: Indicaciones acerca de la escenografía, vestuario, luces, actitudes de los personajes y de los gestos que corresponden o sus palabras o silencios.
2) Interna
a) Exposición o presentación: Carácter de los personajes y planteo del conflicto.
b) Medio o nudo: Los personajes se definen y a situación o conflicto se agudiza.
C) Desenlace: El planteo se define feliz o desdichadamente
Los orígenes del teatro están íntimamente relacionados con la danza y los ritos religiosos en la mayoría de las culturas. En la cultura occidental, el teatro se inició en Grecia, en e¡ culto en honor del dios Dionisios, y tomó dos formas bien definidas: tragedia y comedia,
Drama
Lo característico del drama es ser expresión de los contrastes y contradicciones de la vida humana: por ello puede haber presencia de la muerte, del humor, de la pasión, del mal, de la alegría, de la bondad, etc. El drama no excluye ningún elemento o circunstancia humanos.
Drama es el nombre que conviene a la mayoría de las obras importantes del teatro moderno. Entre los clásicos se utilizó el nombre de tragicomedia para referirse a las obras que no se ajustaban a alguna de los dos tipos básicos: tragedia o comedia.
La música puede formar parte de cualquier hecho teatral. Sin embargo, existen obras en las que lo musical se integra de tal manera con el texto dramático, que ambos forman un todo unitario.
Las especies más importantes en el teatro musical son:
Ópera: Obra musical para teatro íntegramente cantada que apareció en Italia a principios del siglo XVII. Con frecuencia su argumento se basa en obras literarias (Otelo, Hamlet, Sigfrido, El barbero de Sevilla…).
Opereta: Tipo de ópera de carácter ligero y alegre, a menudo de un solo acto y con diálogo hablado.
Zarzuela: Versión española de la opereta; tiene partes habladas y suele ser de carácter popular y costumbrista, en contraste con el carácter más cortesano y frívolo de la opereta
Tragedia
Los orígenes de la tragedia griegas se remontan a épocas de las cuales no se conservan testimonios fidedignos, pero se han formulado varias teorías que se basan en argumentos o evidencias de muy variada índole, con frecuencia se trata de relacionar el posible origen del teatro con festividades, ceremonias o ritos vinculados al culto de los dioses, héroes o los muertos y en especial a Dionicios, dios de la vida silvestre y el vino.
Aristóteles conjetura que procede del ditirambo, pieza coral en honor de Dionicios, y que solía contar con pasajes narrativos destinados a referir hechos o hazañas de dioses o héroes; por lo tanto, esta parte narrada se convirtió en un diálogo, de modo tal que determinado episodio sería presentado mediante un coloquio dramático, configurándose así una rudimentaria pieza teatral.
La tragedia es la creación característica de la democracia ateniense. Las características externas de su presentación ante las masas son de índole democrática, pero su contenido – centrado en las leyendas heroicas con su visión trajiheroica de la vida era aristocrática.
Al examinar la organización de los elementos que componen la tragedia griega, Aristóteles añade ciertas características, partes ó efectos que fueron reiterados por la critica.
A juicio del autor de poética, la creación escénica en su forma más elevada era una mimesis o "imitación" de hechos y emociones verosímiles, en tanto que su objetivo apunta a una catarsis o "purificación" de las pasiones del auditorio. La acción se iba desenvolviendo a lo largo de una serie de peripecias o cambios de situación, hasta culminar en el desenlace. Según Aristóteles, el personaje trágico debía exceder las cualidades del hombre común; a causa de ello un criminal o un usurpador deliberado no podía ser protagonista satisfactorio.
Las principales causas de perturbación o desorden en los asuntos de hombres y semidioses, según se advierte en las piezas conservadas, eran una desmesura, hibrys.
Además el célebre filósofo destaca que la tragedia es más verdadera que la historia, por cuanto presenta situaciones concretas vinculadas causalmente para ilustrar principios universales, en vez de registrar una noticia abstracta sobre los sucesos mediante un encadenamiento que parece puramente casual y arbitrario.
Algunos autores y creadores de la tragedia griega fueron:
Esquilo:
De familia ateniense, participó a lo largo de su vida en los principales acontecimientos militares y políticos de Atenas. Esquilo es el verdadero creador de la tragedia, a la que dio dimensiones literarias y sociales .
A excepción de los persas, que es la única tragedia griega basada en un tema contemporáneo, todas las obras de Esquilo tratan temas referentes a los héroes y a los dioses. Se han conservado siete: La trilogía de la orestíada, Los persas, Las suplicantes, Los siete contra Tebas y Prometeo encadenado.
Sófocles:
Continuador de Esquilo, con quien contenido en concursos, vivió en el siglo de Pericles. Se trata de un autor longero y de gran fecundidad (compuso alrededor de un centenar de tragedias).
Trata temas semejantes a los de su antecesor, centrando sede en las relaciones entre el hombre y los dioses.
Se conservan siete tragedias subastas: Ayax, Antígona, Edipo Rey, Las Traquinias, Electra, Filoctetes y Edipo en Colona.
Llevó a su madurez el género trágico tratando con habilidad extraordinaria la psicología de los personajes.
Eurípides:
Hombre cultivado y escénico, algo más joven del Sófocles, fue ajeno a la vida pública de su tiempo. La obra de Eurípides se distingue de la de sus precursores por estar centrada en los problemas humanos y calar hondamente en el espíritu del hombre y en sus características.
Han superado hasta nosotros un drama satírico, El Cíclope, y 17 tragedias basadas en hechos legendarios. Las más notables son Las Troyanas, Hécuba, Helena, Andrómaca (Leyenda de Troya), Electra, Orestes, Ifigenia en Aulide (Leyenda de los Átridas), Medea, Hipólito (Leyendas Áticas), Las Bacantes (Leyenda Tebana) y Alcestes (Leyenda de Hércules).
Los especialistas dividen el caudal íntegro de la comedia griega clásica en tres períodos
1) comedia antigua cuyo máximo exponente es Aristófanes;
2) comedia "media", que de hecho es una etapa de transición; 3) comedia "nueva" representada por la obra de Menandro.
La diferencia más tajante que se puede establecer entre la comedia "antigua" y la "nueva" además de un factor tan decisivo como la desaparición del coro- es que mientras en la primera el argumento no suele ser más que un pretexto que permite enhebrar una serie casi ininterrumpida de situaciones farsescas, ridículas, o descabelladas cuyo objetivo primordial es satirizar con tono jocundo y desenfadado diversos aspectos do la actualidad; en la segunda, en cambio, el interés y la trabazón de la línea argumental predominan sobre la comicidad de las escenas, de modo que en definitiva su atractivo primordial se centra en una anécdota bien narrada.
Sobre la base de las piezas conservadas de Aristófanes se puede deducir que la comedia antigua constaba por lo menos de tres partes que estaban a cargo del coro y de un número un tanto indeterminado de pasajes que correspondían a los actores. Las partes corales eran. 1) párodos o entrada del coro, – 2) agón o disputa entre dos grupos antagónicos que suele finalizar con la definitiva derrota de uno de los rivales; 3) parábasis, pasaje en que el coro encaraba al auditorio en forma directa y prácticamente solía convertirce en el portavoz del autor, quien utilizaba dicho recurso como medio para hacer conocer sus opiniones personales; por lo demás cada una de estas partes tenía sus metros y su ritmo musical propios que por regla general nunca se modificaban; intercalada entre esas partes había una serie de episodios dialogados compuestos en el mismo metro yámbico utilizado en la tragedia, y por fin la comedia solía finalizar, por lo menos en Aristófanes, con una procesión nupcial, un gran festín o cualquier otro tipo de regocijo popular y colectivo que daba pie a una escena de gran impacto sobre los espectadores y que posiblemente conservaba cierto vinculo con las viejas procesiones características del comos rústico.
Se dice que los griegos crearon lo que nosotros llamamos pensamiento. Somos herederos, no podemos pensar sino como ellos nos enseñaron a pensar.Y al dedicarnos a la ciencia o a la especulación filosófica, no hacemos otra cosa, por más que lo intentemos, que continuar esa actitud frente a la realidad que los viejos griegos fueron los primeros en practicar e instaurar.
La filosofía griega constituyó el fundamento de toda la especulación filosófica posterior en el mundo occidental. Las hipótesis intuitivas de los antiguos griegos presagiaron diversas teorías de la ciencia moderna, incluso muchas de las ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han sido incorporadas a la doctrina moral cristiana. Las ideas políticas desarrolladas por los pensadores griegos han influenciado a muchos líderes políticos a lo largo de la historia.
La fecha de iniciación de la filosofía griega podría ubicarse en el florecimiento de Tales de Mileto, quien predijo el eclipse del año tercero de la olimpíada 48 (28 de mayo del 585 a.C.).La de su finalización, en el año 529 d. C., cuando Justiniano, el emperador cristianode Bizancio, "olvida" renovar los permisos para que las escuelas filosóficas puedan continuar funcionando en Atenas.
La historia de esta filosofía se puede dividir en dos momentos, un primero, marcadamente ontológico, donde prima la preocupación por el ser, y un segundo, postaristotélico, de caracteres eudemonológicos.
Sócrates
Del que no tenemos ningún libro pero que conocemos a través de Platón, su discípulo en cuyos diálogos representa, Fundamenta su filosofía en la búsqueda de principios que guíen al hombre, fundando el intelectualismo moral, que influirá en toda la filosofía occidental.
A pesar de surgir en la época de los Sofistas presenta unos planteamientos distintos:
- No cobraba por sus enseñanzas.
- No le gustaba hacer largos discursos como los Sofistas, sino diálogos, ya que éstos admiten cuestiones, observaciones,…
- No cree en el escepticismo ni en el relativismo, sino que persigue el ya nombrado intelectualismo moral.
La obra de Sócrates se reduce a 2 aspectos:
- Crítica al relativismo moral sofista. Para hacer frente al relativismo la palabra no tiene valor de verdad, Sócrates afirma que la palabra o el lenguaje no significa cosas concretas o determinadas, sino que se refieren a un concepto universal, no a cosas existentes. Es muy importante, pues es la primera vez que aparece el concepto de lo universal. Por tanto, la justicia, la virtud,… no tienen sentido pleno al no reducirse la palabra a cosas concretas.
- Creación del intelectualismo moral. Si ya había negado el escepticismo y el relativismo, Sócrates tiene que introducir una nueva forma de entender la verdad. Afirma que sin el conocimiento no existe la virtud: solamente el que sabe es justo. Como explicar entonces el hecho de que en ocasiones el ignorante actúe rectamente, con justicia, mientras que el sabio no. Para Sócrates existen 2 tipos de conocimiento:
De estas formas de conocimiento Sócrates sostiene que la más importante que tiene el hombre es la Poiesis, ya que le permite producir, crear.
La felicidad para Sócrates surge cuando podemos realizar la virtud, la justicia, y para alcanzarla necesitamos conocerla.
El método Socrático para llegar al conocimiento es la mayéutica, arte de alumbrar espíritus. Distinguimos:
- IRONÍA. Mediante una serie de preguntas confunde al interlocutor, le lleva a la contradicción y le conduce a aceptar su ignorancia. ("Sólo sé que no sé nada")
Después de aceptada su ignorancia, hace descubrir al interlocutor las verdades que lleva en sí. Les insta para que piensen y generen los conceptos morales universales, y, por tanto, válidos para todos.
Platón
Platón nació en el seno de una familia aristocrática en Atenas. Su padre, Aristón, era al parecer, descendiente de los primeros reyes de Atenas. Perictione, su madre, estaba emparentada con el legislador del siglo VI a.C. Solón. Su padre murió cuando aún era un niño y su madre se volvió a casar con Pirilampes, colaborador del estadista Pericles.
De joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se desilusionó con los gobernantes de Atenas. Más tarde se proclamó discípulo de Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: la obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y más preguntas. Aunque se trata de un episodio muy discutido, que algunos estudiosos consideran una metáfora literaria sobre el poder, Platón fue testigo de la muerte de Sócrates durante el régimen democrático ateniense en el año 399 a.C. Temiendo tal vez por su vida, abandonó Atenas algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia y Egipto.
En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada como la primera universidad europea. Ofrecía un amplio plan de estudios, que incluía materias como astronomía, biología, matemáticas, teoría política y filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado.
Ante la posibilidad de conjugar la filosofía y la práctica política, Platón viajó a Sicilia en el año 367 a.C. para ser tutor del nuevo gobernante de Siracusa Dionisio el Joven. El experimento fracasó. Platón regresó a Siracusa en el año 361 a.C., pero una vez más su participación en los acontecimientos sicilianos tuvo poco éxito. Pasó los últimos años de su vida dando conferencias en la Academia y escribiendo. Murió próximo a los 80 años en Atenas en el año 348 o 347 a. C.
Platón fue un gran discípulo de Sócrates que crea su escuela en Atenas y que fue a su vez maestro de otros grandes filósofos como Aristóteles.
Su obra más importante son los diálogos, entre los que destacan: Fedon (inmortalidad del alma), Timeo (Generación del Universo), República (Teoría de las Ideas), Sofista, Gorgias,… La enseñanza mediante diálogos la copia de su maestro Sócrates, y es a través de dicho personaje donde generalmente expone sus ideas.
Todos los filósofos griegos admiten la existencia del alma, aunque hay fundamentalmente 2 planteamientos:
- El alma como principio de vida. De esto se desprendería que: todos los seres vivos tienen alma, perece al morir los seres y que está unida substancialmente o naturalmente al cuerpo.
- El alma como principio de conocimiento. Por el contrario, si atendemos a esta postura, el alma sería propia únicamente del hombre, eterna o inmortal y unida accidentalmente o de manera antinatural con el cuerpo.
De estas 2 concepciones Platón elige la 2ª.
Para Platón existen 2 ámbitos:
- Mundo o ámbito físico ("aiszetos on"): Mutable, perecedero, engañoso, falso,…
- Mundo o ámbito de las ideas ("ontos on"): Lo realmente "real", inmutable, eterno, simple,…
De acuerdo con estas nociones el alma pertenece al muno de las ideas mientras que el cuerpo pertenece el ámbito físico.
Platón está influido en el concepto de transmigración de las almas de los Pitagóricos, para los que el alma es algo que al morir el cuerpo se transmite a otro ser. Según Platón las almas pertenecieron al ámbito de las ideas donde estuvieron en contacto con ésta (en mayor o menor medida, de ahí que haya una jerarquía de almas: las almas más virtuosas fueron las que estuvieron más en contacto con las ideas superiores de virtud, justicia, …). En un momento dado estas almas se unen con un cuerpo para purificarse de una forma temporal; a través de la información de los sentidos que el cuerpo le suministra de la realidad física, burda imitación del de las ideas, el alma "recuerda" estas ideas: es la anamnesis o teoría del recuerdo.
Para Platón existen en el hombre 3 almas, o tres partes de una misma alma (nunca lo dejó claro), que son:
- Alma racional (razón). Destinada al conocimiento de las ideas. Es la superior, y, parece que quiso decir, aunque tampoco está claro, que es la única inmortal. Le dio una localización física en la cabeza y una virtud, la prudencia.
- Alma irascible (fortaleza). Voluntad, fortaleza o ánimo del hombre para superar los problemas y alcanzar las finalidades. Según Platón está situada en el pecho y tiene la virtud de la fortaleza.
- Alma concuspicible (apetito). Es la más baja del hombre. Está constituida por sus deseos y necesidades básicas. Está situada en el vientre y tiene la virtud de la templanza.
Gracias a estas 3 virtudes se controla el cuerpo, y a la vez el alma racional controla las otras 2.
Platón representó estas almas en el mito de Fedro como un auriga (el alma racional) tirado por 2 caballos, uno blanco noble, dócil y fuerte (alma irascible) y otro negro, rebelde, perturbador, insurrecto,… (alma concupiscible).
Aristóteles
Nacido en Estagira (Macedonia), hijo de un médico de la corte real, se trasladó a Atenas a los 17 años de edad para estudiar en la Academia de Platón. Permaneció en esta ciudad durante aproximadamente 20 años, primero como estudiante y, más tarde, como maestro.
Tras morir Platón (c. 347 a.C.), Aristóteles partió para Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba un amigo suyo, Hermias, al cual sirvió como consejero y con cuya sobrina e hija adoptiva, Pitia, contrajo matrimonio. Tras ser capturado
y ejecutado Hermias por los persas (345 a.C.), Aristóteles se trasladó a Pella, capital de Macedonia, donde se convirtió en tutor de Alejandro (futuro Alejandro III el Magno), hijo menor del rey Filipo II. En el año 336 a.C., al acceder Alejandro al trono, regresó a Atenas y estableció su propia escuela: el Liceo. Debido a que gran parte de las discusiones y debates se desarrollaban mientras maestros y estudiantes paseaban por el Liceo, este centro llegó a ser conocido como escuela peripatética. La muerte de Alejandro (323 a.C.) generó en Atenas un fuerte sentimiento antimacedonio, con lo que Aristóteles se retiró a una propiedad familiar en Calcis, en la isla de Eubea, donde moriría al año siguiente.
Obras
Al igual que Platón en sus primeros años en la Academia, Aristóteles utilizó muy a menudo la forma dialogada de razonamiento, aunque, al carecer del talento imaginativo de Platón, esta modalidad de expresión no fue nunca de su pleno agrado. Si se exceptúan escasos fragmentos mencionados en las obras de algunos escritores posteriores, sus diálogos se han perdido por completo. Aristóteles escribió además algunas notas técnicas, como es el caso de un diccionario de términos filosóficos y un resumen de las doctrinas de Pitágoras; de estos apuntes sólo han sobrevivido algunos breves extractos. Lo que sí ha llegado hasta nuestros días, sin embargo, son las notas de clase que Aristóteles elaboraba para sus cursos, delimitados con gran esmero y que cubrían casi todos los campos del saber y del arte. Los textos en los que descansa la reputación de Aristóteles se basan en gran parte en estas anotaciones, que fueron recopiladas y ordenadas por sus editores posteriores.
Entre sus textos existen tratados de lógica, llamados Organon (‘instrumento’), ya que proporcionan los medios con los que se ha de alcanzar el conocimiento positivo. Entre las obras que tratan de las ciencias naturales está la Física, que recoge amplia información sobre astronomía, meteorología, botánica y zoología. Sus escritos sobre la naturaleza, alcance y propiedades del ser, que Aristóteles llamó "primera filosofía", recibieron el nombre de Metafísica en la primera edición publicada de sus obras (c. 60 a.C.), debido a que en dicha edición aparecían tras la Física. A su hijo Nicómaco dedicaría su obra sobre la ética, llamada Ética a Nicómaco. Otras obras esenciales son Retórica, Poética (que se conserva incompleta, véase Teatro y arte dramático) y Política (también incompleta).
Métodos
Quizás debido a la influencia de su padre, que era médico, la filosofía de Aristóteles hacía hincapié sobre todo en la biología, frente a la importancia que Platón concedía a las matemáticas. Para Aristóteles, el mundo estaba compuesto por individuos (sustancias) que se presentaban en tipos naturales fijos (especies). Cada individuo cuenta con un patrón innato específico de desarrollo y tiende en su crecimiento hacia la debida autorrealización como ejemplo de su clase. El crecimiento, la finalidad y la dirección son, pues, aspectos innatos a la naturaleza, y aunque la ciencia estudia los tipos generales, éstos, según Aristóteles, encuentran su existencia en individuos específicos. La ciencia y la filosofía deben, por consiguiente, no limitarse a escoger entre opciones de una u otra naturaleza, sino equilibrar las afirmaciones del empirismo (observación y experiencia sensorial) y el formalismo (deducción racional).
Una de las aportaciones características de la filosofía de Aristóteles fue la nueva noción de causalidad. Los primeros pensadores griegos habían tendido a asumir que sólo un único tipo de causa podía ser explicatoria; Aristóteles propuso cuatro. (El término que usa Aristóteles, aition, ‘factor responsable y explicatorio’, no es sinónimo de causa en el sentido moderno que posee esta palabra.)
Estas cuatro causas son: la causa material (materia de la que está compuesta una cosa), la causa eficiente o motriz (fuente de movimiento, generación o cambio), la causa formal (la especie, el tipo o la clase) y la causa final (objetivo o pleno desarrollo de un individuo, o la función planeada de una construcción o de un invento). Así pues, un león joven está compuesto de tejidos y órganos, lo que constituiría la causa material; la causa motriz o eficiente serían sus padres, que lo crearon; la causa formal es su especie (león), mientras que la causa final es su impulso innato por convertirse en un ejemplar maduro de su especie. En contextos diferentes, las mismas cuatro causas se aplican de forma análoga. Así, la causa material de una estatua es el mármol en que se ha esculpido; la causa eficiente, el escultor; la causa formal, la forma que el escultor ha dado a la estatua (Hermes o Afrodita, por ejemplo), y la causa final, su función (ser una obra de arte).
En todos los contextos, Aristóteles insiste en que algo puede entenderse mejor cuando se expresan sus causas en términos específicos y no en términos generales. Por este motivo, se obtiene más información si se conoce que un escultor realizó la estatua que si apenas se sabe que la esculpió un artista, y se obtendrá todavía más información si se sabe que fue Policleto el que la cinceló, que si tan sólo se conoce que fue un escultor no especificado.
Aristóteles creía que su noción de las causas era la clave ideal para organizar el conocimiento. Sus notas de clases son una impresionante prueba de la fuerza de dicho esquema.
10. Organización política y social.
Para llegar a entender la organización política y social de la antigua Grecia, es necesario interpretar el significado que ellos daban a la palabra Polis.
Como no tenemos una palabra equivalente, la traducimos como ciudad-estado. Pero es una mala traducción porque no se parecía mucho a una ciudad y era mucho más que un estado.
Sin una clara concepción de lo que era la pólis y de lo que significaba para los griegos, es completamente imposible comprender adecuadamente la historia, el pensamiento y las realizaciones de los helenos.
En un principio la estructura política habría sido una organización tribal, con reyes menores y mayores, como Aquiles y Agamenon respectivamente. Ellos integraban un consejo regular donde se trataban los asuntos de interés común. El rey no era un déspota que gobernaba con la autoridad de un dios como eran los faraones en Egipto.
Cuando reyes y reinos desaparecieron se formaron gran cantidad de polis independientes en aquellas partes ocupadas por los helenos: Creta, Jonia, las islas, el Peloponeso, Grecia central, sur de Italia y Sicilia, y para ir de una a otra era necesario navegar bajo condiciones difíciles, de un día a una semana. Eran una enorme cantidad de unidades políticas independientes y autónomas y muy a menudo estallaban guerras entre ellas; sin embargo muchas tenían un pacto de amistad con la ciudad del continente que las había fundado. No había gobierno nacional, pero todas las ciudades tenían miembros de la anfictionía, organización que cuidada del templo Delfos y de ves que cuando dirimía una disputa entre ellas. Todas competían en los juegos olímpicos y hablaban un idioma común.
Estas polis eran pequeñas, generalmente con menos de cinco mil ciudadanos; contando además sus esposas, hijos y esclavos se llegaría a un número de treinta mil habitantes como máximo. De hecho, solo tres polis tenían más de veinte mil ciudadanos: Siracusa y Acragas (Agrijento) en Sicilia y Atenas.
Los griegos, en muchas oportunidades estuvieron separados, sin embargo eran capaces de sumar sus esfuerzos ante un peligro que los afectara a todos, como lo hicieron ante los persas o para la asistencia a los juegos olímpicos.
También existían otros elementos que unían a estas partes, el hecho de una conciencia helénica, que por más distantes que se encontraran, sus intenciones de ser una raza superior los unía para imponer su cultura a los demás.
La religión fue muy importante para la cohesión entre estos grupos, y los juegos olímpicos eran el espacio para practicarla ya que estaban dedicados al dios Zeus.
El griego común en estos siglos primitivos era granjero y muy rara vez poseía un esclavo.
Los soldados griegos solían prestar servicio como mercenarios, lo que les daba oportunidad para conocer otras tierras. Todos los puertos de Mediterráneo eran visitados por los marinos griegos, quienes competían ventajosamente con los fenicios.
Cada polis tenía ejercito y gobierno propios. Aunque para nosotros resulte difícil de comprender, estas polis funcionaban como países soberanos. Para ellos que conocían un gran estado cómo el Imperio Persa, ese tipo de organización les parecía muy conveniente, para los bárbaros.
La razón de esta organización, aunque muchas teorías tratan de explicarla, tal vez sea que así les gustaba vivir a los griegos.
Un nuevo código, no tan estricto, fue grabado en las columnas de las plazas públicas para que todo ciudadano conociera sus derechos. Las reformas de Solón crearon una democracia.
En el incierto periodo de la invasión Doria, los habitantes de cualquier valle o isla podían verse obligados a luchar por su territorio. Por ello era necesario un punto firme, las simas de una colina defendible en algún lugar de la llanura. Esta, la Acrópolis (ciudad alta), fue fortificada, era la residencia de las autoridades y llego a ser el lugar de la Asamblea y el Santuario. Debido a la protección conseguida, la zona adyacente a la base de la colina era frecuentemente el emplazamiento de la ciudad. Entre las acrópolis de mayor renombre destacan la acrópolis por excelencia, es decir, la de Atenas, Acrocorinto en Corinto y Cadmea en Tebas.
En ciertas ciudades se levantaban muros más bajos, cuando la acrópolis ya no era útil como bastión militar, y se utilizaban como emplazamiento para templos y edificios públicos como el erario. A la ciudadela de la antigua Atenas se la denomina tradicionalmente la Acrópolis. Construida en una colina de piedra caliza aproximadamente a 150 metros de altura, domina la ciudad y guarda los restos de algunas de las muestras más admirables existentes de la arquitectura clásica, tales como el templo dórico llamado Partenón; los Propileos, un enorme pórtico de mármol en el oeste y entrada principal a la Acrópolis; el Erecteion, un templo famoso por sus excepcionales detalles jónicos y por su pórtico de cariátides, y el templo de Atenea Nike.
Así comenzaba a construirse la ciudad que creció debido al natural desarrollo económico. Cuando queda superada la economía domestica, y se producen mercancías para la venta, se establece el mercado.
El griego prefería vivir en la ciudad o en la aldea, caminar asta su ocupación y pasar sus ocios conversando en la ciudad o en el ágora (plaza). Así el mercado se convierte en un mercado-ciudad, situado naturalmente al pie de la Acrópolis. Este llegará a ser el centro de la vida comunal de la gente.
Este vivaz e inteligente pueblo griego pudo vivir durante algunos siglos con el sistema de la polis, que satisfizo y desarrolló su genio, en lugar de ser absorbido en la densa masa de un dilatado imperio, que habría sofocado su crecimiento espiritual. Los griegos suponían por lo común que la polis tuvo su origen en el deseo de justicia, ya que solo estaba seguro de obtenerla, si podía declarar sus ofensas a la polis (pueblo) entera.
Es difícil entender hoy lo que entendían los griegos como estado a través de la polis. Para nosotros el estado es algo abstracto, enorme, solo identificable a través de símbolos. Pero todo griego conocía la polis, pues estaba allí, completa ante sus ojos. Podía ver los campos que le brindaban su sustento, podía ver cómo la agricultura, el comercio y la industria marchaban acordes entre sí; conocían las fronteras. La vida integral de la polis y la relación entre sus partes era mucho más fácil de abarcar, debido precisamente al pequeño tamaño. Los asuntos públicos tenían una inmediatez y una concreción que para nosotros resultan extraños.
La polis, en su origen "la ciudadela", puede significar tanto como "toda la vida comunal, política, cultural, moral y económica".
También la religión estaba vinculada a la polis. Los dioses olímpicos eran adorados por los griegos en todas partes, pero cada ciudad tenía sus cultos particulares de estos dioses. Además cada polis tenía sus dioses locales menores.
O sea que, a pesar del panhelénico sistema olímpico, y a pesar del espíritu filosófico que hacía imposible para los griegos la existencia de los dioses puramente tribales puede afirmarse con seguridad que la polis es una unidad independiente tanto en su aspecto religioso como político.
También la polis es el medio por el cual la Ley es satisfecha sin provocar el caos. La justicia publica reemplaza a la venganza privada. Los derechos de la autoridad se concilian con los instintos de la humanidad. La polis significaba así un modelo de vida civilizado, y es el único marco en que el hombre puede realizar plenamente sus aptitudes espirituales, morales e intelectuales.
Tres eran los tipos de gobierno en las ciudades griegas: la oligarquía, la democracia y la tiranía. La oligarquía era el gobierno de unos pocos (o sea de los más actos por su riqueza, sabiduría y patriotismo). La democracia era el gobierno del pueblo. La tiranía, el gobierno de un solo hombre. Estas tres formas de gobierno solían sucederse consecutivamente.
Así, los atenienses pobres se hallaban descontentos con la democracia de Solón. Más que el derecho al voto les interesaba disponer de dinero.
Pisístrato hombre hábil y rico, se puso al frente de ellos y se convirtió en un tirano. Para los griegos, un tirano no era necesariamente un gobernante injusto, sino más bien un dictador mantenido en el poder por un partido político o, como sucedió muchas veces en Sicilia, por creer en el ejército.
Algunos tiranos fueron buenos gobernantes, como Pisístrato, cuya política trajo paz y prosperidad. Fundó colonias, dio ayuda a poetas y escultores y convirtió a Atenas en el centro intelectual de Grecia. A su muerte, en 527 a de J.C., le sucedieron sus hijos Hipias e Hiparco. Pero el amor de los atenienses por la libertad había crecido, al mismo tiempo que se había desarrollado la ciudad. Hiparco fue asesinado en 514, e Hipias desterrado cuatro años después.
Los griegos eran individualistas. Ponían sus intereses personales y los de su partido político por encima del bienestar del estado. Pero ese mismo espíritu fomentaba la democracia, por que sólo dentro de esa podía el individuo participar realmente en el gobierno.
Entre 560 y 546 a de J.C., Creso, rey de Lidia en Asia menor, había conquistado todas las ciudades jonias, con excepción de Mileto. Creso respetó a los griegos, tal como lo hicieron más tarde los romanos. Envió presentes al templo de Delfos, y habló griego en su corte de Sardes. Entonces comenzó a extenderse la influencia griega.
Al oriente se encontraba el país de los guerreros persas. Bajo su rey, Ciro, derrotaron a los Meros y atacaron el imperio Babilonico. Luego dirigiéndose al oeste, vencieron a Creso. Las ciudades Jonias trataron de resistir y pidieron ayuda a Esparta; pero esta se negó a auxiliarlas.
Ciro se apoderó de todas las ciudades que eran incapaces de colaborar en la defensa común. Ocupó la ciudad fenicia de Tiro y se sirvió de la flota fenicia para conquistar las islas del egeo.
En 499 a de J.C. los jonios se revelaron y lucharon contra el yugo persa durante cinco años. Pero en 494 a de J.C. cayó Mileto, la ultima ciudad griega libre que quedaba en Asia.
Dodona
Dodona es el emplazamiento de un antiguo y misterioso oráculo de Zeus (se supone que el más antiguo), en el confín noroccidental del mundo griego clásico. Está situado cerca de la frontera actual de Grecia y Albania, unos cuantos kilómetros al interior, al pie de los montes Pindo. Según Homero, sus sacerdotes no se lavaban los pies y dormían en el suelo. Interpretaban los ruidos que hacía el "viento en una gran encina. Existen muchas pruebas de la gran actividad en tiempos del bronce tardío, pero nada evidencia la continuidad del culto. Eso no debería extrañarnos. En la época de Homero, Zeus estuvo entronizado allí junto a una diosa llamada Dione. También sé celebraban ciertos cultos a una diosa subterránea y existían extrañas creencias acerca de unos cerdos sagrados.
Los edificios de Dodona fueron escasos y pobres hasta la época helenística; la mayoría de las ruinas que se conservan son muy hermosas y su origen es tardío. Lo más notable es el teatro, construido después de la muerte de Alejandro Magno, en tiempos de Pirro, rey del Epiro, recientemente restaurado. Sobre el teatro se encuentra la acrópolis amurallada. En la parte inferior había un estadio, cuyo extremo redondeado se puede distinguir en el centro de la fotografía.
Se supone que Ulises visitó Dodona, pero era un viajero famoso, Parece ser que la mayoría de los que consultaban al oráculo eran gentes sencillas: acudían a él con más frecuencia desde zonas cercanas y del remoto norte que del centro de la Hélade. El núcleo del santuario era el árbol sagrado.
Eleusis
Eleusis, donde se hallaba el santuario de Deiméter, está situada en la costa al este de Atenas, en lo que fuera un idílico paraje campestre, actualmente ocupado por industrias. Fue un emplazamiento micénico y arcaico temprano; la continuidad del culto es perfectamente posible, incluso probable. Pero nada Sabemos de una posible Deméter micénica. La mayoría de sus santuarios se encuentran esparcidos por los campos de toda Grecia.
Atenas se anexiono Eleusis a comienzos de los tiempos históricos. El Telesterion, o templo de Deméter, es bastante representativo de los edificios del lugar con su complicada historia de reconstrucciones, desde Micenas hasta la época romana.
Sin lugar a dudas puede afirmarse que fue la actividad cultural en la que los griegos alcanzaron su mayor brillo y genialidad. Si bien es cierto que recibieron numerosos elementos de culturas anteriores, cretenses y orientales entre otras, tales elementos fueron sustancialmente superados, de modo que cabe afirmar que el arte heleno fue una creación típicamente original.
Sus manifestaciones se destacan ante todo por su extremado humanismo: tiene por objeto la glorificación del hombre como la más excelsa de todas las criaturas. Incluso en la representación de los dioses, echan mano a proporciones y formas humanas.
Además, expresaban los supremos ideales griegos de equilibrio mesura, orden y moderación, resaltando en todo la sencillez, exenta de todo tipo de exageraciones, de acuerdo con el aforismo heleno: "nada con exceso".
También cabe acotar que las creaciones artísticas griegas sirvieron de modelo durante siglos y aun hoy en día se respetan sus cañones, considerados de permanente vigencia.
El mundo les debe a los griegos algunos de los edificios más bellos que jamás se hayan levantado, apreciándose en ellos, como sus valores más destacados, la sencillez de su ornato y la armonía de sus líneas. Ellos fueron los creadores de los tres estilos clásicos que son seguidos aun en la actualidad:
· El DÓRICO de formas severas aunque de suma elegancia sé caracteriza por sus columnas bajas, estriadas y rematadas con capiteles lisos.
· El JÓNICO se distingue por las columnas más altas y delgadas, estrías menos profundas y capiteles con volutas y espirales
· El CORINTIO, finalmente, más exuberante, de columnas más altas aún y capiteles en forma de cestas, con hojas y flores de acanto. Muy poco usado por los griegos, será el estilo favorito de los romanos.
Entre los más hermosos edificios que nos han dejado los antiguos griegos figuran:
· El Partenón en la Acrópolis de Atenas, de estilo dórico, dedicado a Atenea, diosa protectora de la ciudad, se destaca entre todos por su esbeltez y la armonía de sus líneas. Algunos de sus frisos, obras del gran Fidias, están expuestos en varios museos de Europa.
· El Erecteán, también en Atenas, de estilo jónico, destinado a guardar los tesoros de la ciudad, luce su tribuna de cariátides, estatuas de doncellas utilizadas como columnas.
En el helenismo la epopeya de Alejandro señaló el comienzo de una nueva etapa en la historia de la cultura antigua. El contacto entre orientales y griegos hizo surgir a poco una nueva forma de civilización con la combinación de elementos de ambos mundos. Esta nueva cultura, conocida con el nombre de helenística, se extendió desde ese entonces hasta el comienzo de la era cristiana y pronto resultaron sus diferencias con la anterior corriente clásica en arquitectura, la simplicidad de los antiguos órdenes dórico y jónico desapareció remplazada por edificios lujosos de líneas complicadas, en los que los adornos de flores y animales sustituyen a la clásica figura humana. Con estas características se destacan varias construcciones, algunas de ellas, por sus proporciones y fastuosidad, se hallan incluidas entre las maravillas del mundo antiguo, como el Faro de Alejandría, el Altar de Zeus en Pérgamo, y el Mausoleo de Halicarnaso, tumba del sátrapa Mausolo.
Aún cuando nos consta que también fue muy cultivada por los chilenos, son muy escasas las muestras que han superado hasta nosotros. La historia ha rescatado los nombres de Polignoto, Zeuxis y Parrasio, como los más celebrados pintores de la antigüedad Helena.
Pese a que durante el período oscuro las decoraciones pintadas tendían a recibir influencias internacionales, los estilos, en principio. eran regionales. Aun así, las diferencias entre ellos eran menores que las existentes en los estilos que aparecerían a continuación; sin duda, la caída de los modelos micénicos fue tina característica común. Un estilo
submicénico similar surgió aisladamente, y por similares causas, en un lugar tan alejado como Sicilia si bien con menos desarrollo posterior. En el siglo VIII la pintura y la cerámica se convirtieron en un arte grandioso en la Grecia continental. Las enormes vasijas de formas ampulosas que se hicieron entonces para los cementerios atenienses tenían la altura de un hombre o más. Sus decoraciones sobrias e intrincadas, en las que se alternaban las zonas de color tostado y la pintura en negro, estaban ejecutadas siguiendo esquemas Vigorosos y completos. La contención y el rigor de los dibujos geométricos tempranos, más simples y vigorosos, constituyó una lección importante durante generaciones, y tal vez siglos: en esta ocasión no fue olvidada. La pintura Griega nunca abandonó del todo la tensión y la organización formal y geométrica de los siglos X y IX. Dentro de sus límites formales, el arte Griego del siglo VIII poseyó un vigor asombroso fecundo.
Las grandes estatuas de piedras son monumentos funerarios a personas concretas u ofrendas a los dioses. Las esculturas de atletas desnudos que llenaban los santuarios al aire libre, donde se realizaban los juegos, eran a un tiempo retratos y ofrendas. La gran cerámica decorada de la madurez del período geométrico, el siglo VIII, representa los monumentos funerarios de ateniense ricos y poderosos; en ningún otro lugar alcanzaron tales vasijas de igual tamaño ni tan espléndido diseño. Se creyó que pertenecían a una época caracterizada por los carros de guerra, pero los carros sólo poseen un carácter heráldico en el arte ateniense temprano; por lo que sabemos, no se usaban durante el período oscuro. Vale la pena detenerse en este punto, puesto que ha habido una tendencia a considerar las escenas funerarias de estas vasijas como muy primitivas, como un eco del mundo heroico por Homero.
A los griegos se les debe la creación de los grandes estilos literarios cultivados aún en nuestros días. La poesía épica se inicia con la IIíada y la Odisea.
La poesía Lírica aparecen en la edad de oro y reconocen entre sus mejores representantes a Alseo y a la poetisas Safo, ambos de Mitilene, en Asia Menor y a Píndaro de Tebas, el más afamado de los poetas helenos y cantor de los vencedores en los juegos olímpicos.
Las Obras didácticas, finalmente, encuentra su mejor expresión en la Teojonía de Hesíodo, de la época arcaica, cuyo conocimiento resulta indispensable para la comprensión de la religión y la vida en la Grecia primitiva.
La lengua Griega, procedente del Indoeuropeo, fue muy apta, por su dulzura, para todos los géneros literarios, conservando además gran unidad, a pesar de sus muchos dialectos, aunque en este aspecto solo se destacaron el eolio, jonio y dorio. Sus orígenes, en Jonia, son obscuros, aunque parece claro que los poemas homéricos, primeros monumentos de la literatura griega, responden a una tradición literaria antigua. La poesía didáctica con Hesíodo (800 a. C.), y todavía más los distintos géneros de la lírica, alcanzaron gran auge en estos primeros tiempos. La poesía elegíaca se desarrolló con Tirteo y Teognis, la satírica con Arquiloco, en cuya pluma brilló el yambo, la amatoria con la poetisa Safo (a quien se atribuye el uso por primera vez, de la llamada estrofa safica), etc. Sobresalen, así mismo, como líricos. Anacreonte, que cantó los placeres de la mesa y del amor, y cuya fama ha sido eclipsada por la de las poesías anacreónticas (compuestas, en el s. II, a imitación de él, aunque sin su buen gusto y moderación), y Alceo, cantor de la patria, la guerra y la lucha política, aunque también tocó los temas del amor y del vino, genero importante, en el que sobresalieron Simonides de Ceos, Alcmán, Estesícoro, Teognis y, en la época clásica. Píndaro, fue el coral (poesías para ser cantadas por un coro), en el que admiramos epinicios u odas triunfales, trenos, ditirambos, epitalamios, peanes e himnos. En La edad clásica la poesía lírica alcanza su cumbre en Píndaro cuyas poesías más conocidas son sus odas, en las que canta las excelencias de los Juegos Olímpicos. Pero sobre todo adquiere Importancia el teatro con tres poetas trágicos de máxima importancia: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
La Grecia Arcaica: El poder de los "Aristoi"
La época arcaica se caracteriza por el fortalecimiento de la aristocracia (los aristoi, que significa la mejor gente) que desplaza la monarquía.
El oikos: una unidad autárquica
El aristoi se caracterizaba por ser dueño de un oikos. Este se basaba en la producción de lo necesario para la vida de sus integrantes.
Los oikos: producían trigo, molían harina, fabricaban pan etc. Sin embargo, había cosas que no podían producir, por ejemplo los metales para fabricar armas, herramientas, etc.
Del trueque a la economía mercantil
Hasta el siglo VII antes de Cristo la economía griega se basó en la agricultura y la cría de ganado.
Antes de esa época el comercio era limitado ya que se basaba en el trueque de productos de consumo de los mercados locales. Posteriormente con el inicio de la colonización, los griegos comenzaron a mirar hacia el mar abriendosé a nuevas perspectivas comerciales en competencia con los fenicios.
Generalmente se acepta que la invención de la moneda tuvo lugar en el Reino Lidia, donde se encontraba con abundancia el electrón (aleación natural de oro y plata) La invención puede fecharse hacia el 680 a. C y fue adoptada rápidamente por las aristocracias mercantiles de las ciudades de la costa de Asia Menor.
En Grecia, donde no había oro ni plata, la situación era distinta. Se us6 como patrón el hierro en forma de asadores (obeloi) y 6 asadores unidos formaban un dracma. Sin embargo, en un mundo más intercomunicado por la colonización, la moneda se extendió con rapidez, sobre todo por el descubrimiento de minas de plata en España.
Con la aparición de la moneda, la historia antigua experimenta un notable cambio: la economía monetaria. Así, los griegos, al perfeccionar el invento surgido en Lidia, pudieron desarrollar un formidable comercio mediterráneo.
Trabajo enviado y realizado por: Marcos Mineo 16 años Estudios primarios en la Escuela Normal José Manuel Estrada – Olavarría. Estudios secundarios en la Escuela de Educación Técnica Nº2 Luciano Fortabat – Olavarría. mmineo[arroba]uol.com.ar