Queda así demostrado que cuando los cristianos primitivos leían las profecías mesiánicas, entendían por "Israel" no a la nación natural, sino al cuerpo de cristianos de todas las razas que compartían la fe en Cristo y guardaban la misma esperanza. De modo que el argumento de Walvoord no se sustenta en las evidencias bíblicas.
23. La postura pretribulacional, al contrario que el postribulacionismo, no confunde términos generales como elegidos y santos, que se aplican a los salvados de todos los tiempos, con términos específicos como iglesia y los que están en Cristo, que se refieren a los creyentes de este tiempo solamente.
Walvoord intenta asumir el tema como un problema semántico. Sin embargo, que el término de "iglesia" se aplica al Israel antiguo se comprueba por la Septuaginta, que emplea "iglesia" para referirse a la congregación de Israel (ej. ?????s?? ?s?a??, 1 Crón. 13:2). La Vulgata emplea también el término "iglesia" para referirse a la congregación de Israel (ej. ecclesiæ Israhel, 1 Re. 8:14).
Es por eso que autores como John Wesley, Albert Barnes, Adam Clarke, John Gill, Matthew Henry, Jamieson, Fausset & Brown, Isaac Newton y muchos otros no dudan en hablar de la "iglesia judía" para referirse al Israel del antiguo pacto.
No hay ninguna confusión aquí: el pueblo de Dios, tanto en tiempos de Noé, como en tiempos de Moisés y en tiempos de Pablo, es aquel que tiene la ley de Dios escrita en su corazón (Jer. 31:33; Heb. 8:10). Observemos bien que Pablo demuestra que la profecía dada por Jeremías se aplica a la iglesia cristiana, precisamente el pueblo del nuevo pacto. Pero Jeremías no habla de "iglesia", sino de "la casa de Israel". ¿Cómo podría la iglesia suscribir el nuevo pacto, si Jeremías no habla de la iglesia sino de Israel? Sin duda el concepto de "Israel" que Pablo tenía es muy diferente del que tiene Walvoord.
Doctrina de la Inminencia
24. La interpretación pretribulacional enseña que la venida de Cristo es de por sí inminente.
El hecho de que lo enseñe, no significa que sea cierto. Lo que hace Walvoord aquí es una falacia del tipo circular, petitio principii, circulus in probando, non-sequitur: "esta doctrina es verdadera, porque nosotros creemos en ella" (!). ¡Pero eso que dice creer, es precisamente lo que debe probar!
Por el contario, Pablo les indica a los tesalonicenses: "Os rogamos, hermanos, que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor" (2 Tes. 2:1,2, Biblia de Jerusalén).
La segunda venida de Cristo, aunque está cerca, no es inmediata. Es una venida mediata, pues será precedida por otros eventos que la anunciarán como heraldos del nuevo día. Cristo es claro al indicar que habrá señales previas al día del Señor y que anunciarán su cercanía: "De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas" (Mat. 24:32,33). Antes de la llegada del verano en Judea, se observan los renuevos en las higueras que anuncian la proximidad del estío. Del mismo modo, antes de la llegada del día del Señor, deben ocurrir las señales descritas en Mateo 24 y Lucas 21.
La interpretación "postribulacionista" no desvirtúa en lo más mínimo la cercanía de la segunda venida, simplemente reconoce que, antes de que suceda, deben producirse las señales de los tiempos que anunciarán la gloriosa manifestación de nuestro Señor.
La idea de la inminencia ha llevado a muchos evangélicos pretribulacionistas a sufrir de una verdadera pre-pretribulación, esto es, una angustia anterior al tiempo de angustia, ante la incertidumbre de que el "rapto secreto" pueda estar ocurriendo en cualquier momento sin que ellos estén preparados y deban ser "dejados atrás". La alarma de esta paranoia se ha disparado, por ejemplo, ante noticias de personas desaparecidas. La escritora evangélica Emma Moore Weston, siendo testigo de los efectos de la teoría del "pretribulacionismo" en la comunidad evangélica, denuncia: "Millones de cristianos sinceros han aceptado estas ingenuas teorías como verdad, sin saber ni dónde se originaron ni qué propósito tenían. Han lisiado a la iglesia y la manía de establecer fechas ha sido desastrosa".[39]
La doctrina de la "inminencia" dice que el arrebatamiento no será precedido de ninguna señal, sino que será repentino y cuando nadie se lo espere. Ante esta incertidumbre, es comprensible que los "pretriubulacionistas" estén "preatribulados" por no saber lo que ha de suceder, ni cuándo. No es de extrañar, pues, que se esfuercen por establecer fechas para el "rapto secreto", en la búsqueda de algún alivio para su incertidumbre.
Afortunadamente, no es así con el Israel de Dios, al que se le envían estas poderosas palabras de aliento y esperanza:
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que aquel día os sorprenda como ladrón.
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día;
no somos de la noche ni de las tinieblas.
Por tanto, no durmamos como los demás,
sino velemos y seamos sobrios.(1 Tes. 5:4-6).
25. La exhortación de consolarse con la venida del Señor (1 Tes. 4:18) es muy significativa en la visión pretribulacional y especialmente contradicha por la mayoría de los postribulacionistas.
Falso. Walvoord descontextualiza las palabras de Pablo sin justificación. Pablo no les dice a los cristianos que se consuelen porque han de ser raptados, sino porque sus seres queridos han de resucitar. "Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza", demostrando con esto que se refiere a los cristianos afligidos por parientes fallecidos (1 Tes. 4:13). Pablo les aclara que, aunque los incrédulos no tengan esperanza de resurrección, no es así con los cristianos, "Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él", explica Pablo y, tras resumir los eventos de la segunda venida y la resurrección, llega a su lógica conclusión: "Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras" (vers. 17). Dicho de otro modo: "No os aflijáis por vuestros muertos, porque Dios los resucitará; consolaos con estas palabras".
En ninguna parte dice Pablo que se consuelen con el "rapto secreto".
26. La exhortación de aguardar "la manifestación gloriosa" de Cristo (Tito 2:13) pierde su significado si la Tribulación debe intervenir primero. En ese caso los creyentes deben aguardar las señales.
Falso. Pedro dice que "nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2 Pe. 3:13). El hecho de que esperemos los cielos nuevos y la tierra nueva, no significa que su cumplimiento sea inminente. Es más, el propio dispensacionalismo también aguarda los cielos nuevos y la tierra nueva, y sin embargo cree que primero deben venir la gran tribulación y el milenio. De modo que Tito 2:13 no establece ninguna "inminencia".
27. La exhortación de santificarnos en vista del regreso del Señor tiene más significado si Su venida es inminente (1 Juan 3:2-3).
Falso. Cristo enseña que antes de su segunda venida vendrá la gran tribulación, y que ante esta tribulación, los cristianos deben erguir sus cabezas y esperar la salvación que vendrá en las nubes del cielo. Nada de esto podría hacerse si los cristianos hubieran de ser raptados de manera sorpresiva y trasladados al cielo antes de la tribulación.
28. La iglesia es exhortada uniformemente a buscar la venida del Señor, mientras que a los creyentes en la Tribulación se les instruye a buscar las señales.Corrección: la Biblia nos exhorta a que busquemos las señales de la venida del Señor, porque no sabemos el día ni la hora de esa venida. "Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas" (Mat. 24:33). "Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios" (Luc. 21:29-31). Se nos manda a mirar las señales, porque no sabemos el día y la hora de su venida, pero las señales nos indicarán que está cercano, a las puertas. La inminencia de la segunda venida será cuando las señales así lo indiquen.
Obviamente, si los cristianos están en el cielo para el momento en que ocurren las señales, las advertencias de Cristo pierden todo significado.
La obra del Espíritu Santo
29. El Espíritu Santo como reprensor, contenedor del mal, no puede ser sacado fuera de este mundo a menos que la Iglesia, la cual el Espíritu posee, sea transpuesta a la misma vez. La Tribulación no puede empezar sin que esta reprensión sea movida. (2)
(2) Abundando sobre el tema de que el Espíritu Santo será removido de la tierra, hay que aclarar ciertos puntos. El Espíritu Santo seguirá en la tierra, pero no como es ahora con la Iglesia. Al ser removida la Iglesia, lo que el Espíritu Santo hacía no lo hará porque ya no está la Iglesia. Pero sí hay que aclarar que estará presente, ya que guiará a los 144,000 testigos, y se menciona que ellos serán sellados por el Espíritu. Por lo tanto, para que los testigos puedan llevar el Evangelio, el Espíritu los guía. (Apoc. 7:4)
¿El Espíritu Santo sacado "fuera de este mundo"? ¿Dónde dice eso? Pablo dice que será "quitado de en medio" (2 Tes. 2:7), es decir, puesto a un lado para dar paso al hombre de pecado. Sin embargo, con mucha dificultad podrá significar eso sacarlo "fuera de este mundo". Walvoord se ve obligado a forzar estas palabras para que digan que el Espíritu Santo va a ser "sacado fuera" de este mundo.
Pero obsérvese cómo Walvoord vuelve a contradecirse: por un lado plantea que el Espíritu Santo será "sacado fuera de este mundo", y dice que la tribulación no podrá empezar hasta que el Espíritu Santo sea sacado. Pero luego, en la nota 2, corrige sus palabras y dice que en realidad "estará presente" para guiar a los 144.000. Pero entonces, ¿cómo puede decirse que el Espíritu será "sacado fuera de este mundo" cuando en realidad continuará con su obra de guía aquí? No es posible defender la doctrina del "rapto secreto" sin incurrir en contradicciones insalvables como ésta.
30. El Espíritu Santo como retenedor debe ser sacado fuera del mundo antes de que se revele "aquel inicuo" que domina el período de la tribulación (2 Tes. 2:6-8)
Como vemos, la posición futurista niega que el papado sea el anticristo, y con esto se derrumba toda la exposición profética de los últimos tiempos: el sellamiento, la marca de la bestia, la lluvia tardía, el fuerte pregón, el zarandeo, las plagas, etc.
Walvoord fracasa es este argumento, al pretender que el hombre de pecado todavía esté siendo retenido; y al pretender que "quitar de en medio" significa "sacar de este mundo", premisas ambas que no tienen el menor apoyo bíblico.
31. Si la expresión "no vendrá sin que antes venga la apostasía" (RV 1960) se tradujera literalmente "antes que venga la partida", esto mostraría claramente la necesidad de que el Rapto tenga lugar antes del principio de la Tribulación.
Walvoord explica que si la palabra "apostasía" de 2 Tes. 2:3 se tradujera "partida" o "alejamiento", eso permitiría "la posibilidad de traducir 2 Tesalonicenses 2:3 a efecto de que la partida deba «venir primero», es decir, que el rapto de la iglesia debe ocurrir antes de que se revele el hombre de pecado".[40]
Nuestro autor fundamenta esa "posibilidad" en el hecho de que versiones como las de William Tyndale, Miles Coverdale y Geneva Bible traducen "partida" o "alejamiento" en vez de "apostasía" en 2 Tes. 2:3. Cierto que lo hacen, pero, ¿de qué alejamiento se trata? La Geneva Bible nos lo aclara en una nota marginal: "Un alejamiento asombroso de la mayor parte de la fe".[41] Esto es porque el verbo "apostatar" empleado por Pablo significa "defección de la fe, un acto de rebelión imperdonable contra Dios y su verdad. El pecado de apostasía resulta del abandono de la doctrina y conducta cristianas".[42] Nunca significa "arrebatamiento" ni mucho menos "rapto secreto".
En Hechos 21:21 se emplea la palabra "apostasía" en su forma verbal: "Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres". Se detecta inmediatamente la relación directa que tiene la apostasía con la doctrina. Sería absurdo pretender que se trate de un alejamiento espacial; mucho menos de un "rapto secreto".
Jack van Impe, un dispensacionalista que cree en el rapto secreto, reconoce que "la traducción usual (apostasía) indica un tiempo de alejamiento de la fe (2 Tes. 2:3) y de rebelión contra Dios (1 Tim. 4:1-3; 2 Tim. 4:1)".[43] Es por eso que algunas versiones traducen en 2 Tes. 2:3 "la rebelión contra Dios" (Dios Habla Hoy; Nueva Versión Internacional; La Palabra de Dios para Todos).
Ninguno de los traductores que han vertido "partida" o "alejamiento" ha entendido que se esté hablando del viaje de los redimidos al cielo, sino de la apostasía, del hijo de perdición que pervierte la doctrina cristiana con enseñanzas falsas y prácticas paganas. Incluso John Darby, promotor del dispensacionalismo en el siglo XIX, traduce en su Biblia "apostasía", y en su comentario la entiende como tal. Y Thomas Constable, otro ardiente abogado del "rapto secreto", entiende también que se refiere a un alejamiento doctrinal y no a un viaje secreto al cielo.[44]
De modo que si Pablo estuviera hablando de un "alejamiento" de la iglesia, en realidad lo que estaría haciendo es predecir su apostasía, no su reunión con nuestro Señor.
Así, ni siquiera traduciendo apostasía como "partida" o "alejamiento" se gana nada en favor del pretendido "rapto secreto".
Ningún "intervalo" entre el Rapto y la Segunda Venida
32. De acuerdo con 2 Corintios 5:10, todos los creyentes de este tiempo deben aparecer antes del juicio ante el trono de Cristo en el cielo, un evento nunca mencionado en los detallados relatos conectados con la segunda Venida de Cristo en la tierra.
2 Cor. 5:10 no dice eso. Simplemente declara que todos seremos juzgados ante el tribunal de Cristo, pero no establece el momento para ello.
En cambio, 1 Pe. 4:17 sí declara que los santos serán juzgados antes que los que no obedecen el evangelio de Dios. Sin embargo, ni en 1 Pedro ni en ninguna otra parte de la Biblia dice que esto vaya a suceder "entre el rapto y la segunda venida".
Si tomamos en cuenta la profecía de Daniel 8:14 y la proclamación del tercer ángel (Apoc. 7:14), notamos de inmediato que el momento del juicio para el pueblo de Dios comenzaría al término de los 2300 días. Desde 1844, el pueblo adventista ha proclamado al mundo que "la hora de su juicio ha llegado". Un juicio para la casa de Dios, ejecutado antes del juicio para las naciones.
33. Si los veinticuatro ancianos de Apocalipsis 4:1-5:14 representan a la Iglesia como muchos comentaristas creen, sería necesario el rapto y la recompensa de la Iglesia antes de la Tribulación.
Sobre la identidad de los veinticuatro ancianos, no hay un acuerdo universal como para justificar de buenas a primera el "rapto secreto". Walvoord vuelve a especular.
Por otra parte, leemos acerca del Cristo resucitado: "Cuando subió a lo alto, llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres" (Ef. 4:8, NVI). Otras versiones traducen: "llevó multitud de cautivos" (Versión Moderna); "llevó muchos prisioneros" (La Biblia en Lenguaje Sencillo). Esto quiere decir que en la ascensión de nuestro Señor fueron traspuestos muchos de los santos que dormían, lo cual coincide con el registro del primer evangelio: "y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos" (Mat. 27:52,53). ¿Hemos de creer acaso que fueron resucitados tan sólo para ser dejados y volver a morir? ¿Hemos de creer que fueron levantados en vano, que fue una resurrección para muerte y no para vida?
Si hemos de ser consecuentes con la lógica y el buen sentido, concluiremos que los 24 ancianos son hombres que antes fueron cautivos de la muerte, y que fueron resucitados y llevados al cielo con Cristo. Con lo que se resuelve el planteamiento de Walvoord.
34. La venida de Cristo por Su esposa debe tomar lugar antes de la Segunda Venida a la tierra para la fiesta de las bodas (Apoc. 19:7-10)
Falso. Apocalipsis 19 no establece ningún rapto ni una "primera" segunda venida previa a otra "segunda" segunda venida de Cristo. Tampoco se hace eso en ningún lugar de la Escritura.
35. Los santos de la tribulación no son trasladados en la segunda venida de Cristo pues siguen con ocupaciones comunes como labrar y hacer casas, y procrearán niños (Isa. 65:20-25). Esto sería imposible si la transposición tomara lugar en la Segunda Venida a la tierra, como los pretribulacionistas enseñan.
Por "los santos de la tribulación" Walvoord entiende aquellos judíos y gentiles que no fueron "raptados", pero que atraviesan la gran tribulación y llegan al milenio. Él plantea que "Si la iglesia es trasladada antes del periodo de tribulación, hay bastante tiempo para una nueva generación de creyentes que lleguen a existir de fondo judío y gentil que califiquen para la entrada al reino milenario en la segunda venida de Cristo".[45]
Él es claro al decir que los judíos del milenio son "israelitas todavía en la carne, no trasladados ni resucitados".
Pero esta conclusión no cuenta con el menor apoyo en las Escrituras, sino que es el resultado de interpretaciones erróneas y especulaciones sin fundamento. En el "pretribulacionismo", un error engendra otro, y de esta manera se construye el armatoste doctrinal del falso profeta.
Walvoord se equivoca al citar Isaías 65 para demostrar que durante el milenio la tierra será habitada, pues el profeta declara que eso ocurrirá después de que sean creados "nuevos cielos y nueva tierra" (vers. 17). Y la creación de los nuevos cielos y tierra nueva ocurrirá después del milenio (Apoc. 21:1), no durante la tribulación ni durante el milenio.
Vuelve a fallar la hermenéutica "pretribulacionista".
36. El juicio de los Gentiles después de la Segunda Venida (Mateo 25:31-46) indica que tanto los salvados como los no salvados están en sus cuerpos naturales. Esto sería imposible si la transposición tomara lugar en la Segunda Venida.
La confusión de Walvoord está en creer que, durante el milenio, habrá gente viviendo en la tierra. Walvoord debió probar con la Biblia que habrá habitantes en la tierra durante el milenio, antes de ofrecer su razón Nº 36 para creer en el "rapto secreto".
Cuestiona Walvoord la validez del "postribulacionismo" en razón de que:
Si la traslación toma lugar después de la tribulación, se les plantea una pregunta muy seria a los postribulacionistas: ¿Quiénes poblarán la tierra durante el milenio? Las Escrituras especifican que, durante el milenio, los santos construirán casas y tendrán hijos y tendrán una vida normal y mortal en la tierra. Si todos los creyentes son trasladados y todos los creyentes llevados a muerte, no habrá nadie que pueda poblar la tierra y cumpla las Escrituras.[46]
Es evidente que Walvoord no leyó bien Isaías, pues lo que allí se describe claramente ocurrirá cuando sean creados los "nuevos cielos y nueva tierra" (vers. 17), lo cual se ubica después del milenio (Ap. 21:1).
Leemos en Apocalipsis 19 que los redimidos estarán en la Nueva Jerusalén (vers. 6), mientras que los inicuos estarán muertos (vers. 21) y no llegarán a vivir hasta después del milenio (Apoc. 20:5). En tal razón podemos concluir que, durante los mil años, la tierra estará completamente deshabitada y desolada. Tal como lo describe Jeremías:
Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira. Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo (Jer. 4:23-27).
En esa tierra desolada, deshabitada, desértica, estará Satanás sin nadie a quien poder engañar. Estará confinado a este "abismo" durante mil años.
Los redimidos estarán en sus cuerpos mortales hasta el último día, y serán transformados "en un abrir y cerrar de ojos", cuando suene la trompeta (1 Cor. 15:52). Los inicuos, por su parte, nunca dejarán de tener sus cuerpos naturales, hasta que el fuego no deje de ellos ni raíz ni rama. Pero todo esto ocurre, evidentemente, cuando veamos y oigamos a Cristo venir con poder y gran gloria.
Por otro lado, la teoría de Walvoord acerca del rapto y la resurrección, unida a otras doctrinas como la inmortalidad del alma y la conciencia en la muerte, genera situaciones escatológicas muy curiosas. Pongamos el ejemplo de Lázaro, el hermano de María y Marta a quien nuestro Señor resucitó. La vida de Lázaro, si las premisas dispensacionalistas fueran ciertas, habría de atravesar por una verdadera odisea antes de poder alcanzar la felicidad prometida. Lázaro nació en Betania, donde vivió con un cuerpo mortal, padeció necesidades, se enfermó y finalmente murió. Al morir, según la creencia evangélica, el "alma" incorpórea de Lázaro fue directa al cielo para encontrarse con la perfecta felicidad junto a su Dios. Pero esta felicidad celestial duró sólo cuatro días, pues Cristo lo resucitó, sustrayéndolo así de la perfecta paz y felicidad que ya había encontrado, y lo trajo de vuelta a este mundo sórdido, con su mismo cuerpo corruptible y mortal, a seguir padeciendo lo que ya había dejado de padecer. Tras esta resurrección, especula Walvoord, con el tiempo Lázaro muere por segunda vez: "Él fue restaurado a un cuerpo mortal, y a su debido tiempo, mientras se hacía viejo, puede presumirse que murió de muerte natural y regresó a la tumba".[47]
Al morir de nuevo, el "alma" incorpórea de Lázaro regresa por segunda vez al cielo, donde ha estado desde hace dos mil años gozando nuevamente de la felicidad inefable junto a Dios. Pero no estará así para siempre, sino que en cualquier momento deberá ser resucitado de nuevo y traído a la tierra antes de la gran tribulación, cuando será revestido de un cuerpo perfecto e inmortal. Pero una vez estrenando su cuerpo preparado para la eternidad, esa tampoco será su estadía definitiva en la tierra, sino que apenas durará aquí unos segundos, pues tan pronto salga restaurado de la tumba, será "raptado" y llevado por tercera vez al cielo.
¿Será esa su situación definitiva para siempre allá? "¡No!", grita el "pretribulacionismo". Lázaro estará en el cielo sólo siete años, mientras dure la gran tribulación. Después de eso, deberá venir con Cristo por tercera vez a la tierra para "disfrutar" el milenio. Decimos "disfrutar", entre comillas, porque debemos tomar en cuenta que la escena con que Lázaro se encontrará en la tierra distará mucho de ser un paraíso: el mundo entero destruido e infestado de cadáveres putrefactos por todos los lugares; todas las edificaciones hechas añicos; sólo restos inservibles de lo que antes fue nuestra civilización. Asumamos, sin embargo, que la tierra desolada y vacía se convierte en el paraíso gracias al esmero de los industriosos judíos, a pesar de todos los problemas que haya para hacerlo, y que Lázaro, junto con los redimidos, finalmente podrá disfrutar de las riquezas y exquisiteces que el dispensacionalismo promete.
Pero si creíamos que Lázaro por fin ha encontrado su estadía feliz y definitiva en la tierra, Walvoord se nos adelanta para corregirnos: no se quedará así para siempre, sino solamente durante el milenio. Después de eso, deberá ser llevado por cuarta vez al cielo, donde por fin podrá pasar la eternidad, ya sin interrupciones ni sobresaltos.
¿Tienen sentido todas estas peripecias cósmicas? ¿Puede entenderse este vaivén, estas subidas y bajadas de la tierra al cielo y del cielo a la tierra de alguien que a veces es persona, a veces fantasma? Sobre todo, ¿puede sustentarse con la Biblia?
Pero allí no acaban las dificultades escatológicas del "pretribulacionismo". Para Walvoord, el pasaje de Apocalipsis 6:11 resulta un dilema que, de nuevo, debe resolver con la especulación ante la falta de evidencias bíblicas. Walvoord lee que las almas de los mártires reciben vestiduras blancas, y concluye que estas almas deben de tener cuerpos físicos que puedan llevar esas vestiduras. "El hecho de que lleven ropas casi exigiría que tengan un cuerpo de alguna clase", declara.[48] Para resolver el dilema, él simplemente supone que deben tener un cuerpo. Pero aclara: "No es el tipo de cuerpo que los cristianos tienen ahora, esto es, un cuerpo de tierra; ni es el cuerpo de la resurrección de carne y huesos del que Cristo habló después de su propia resurrección. Es un cuerpo temporal preparado para su presencia en el cielo, pero reemplazado por su cuerpo eterno de resurrección dado al momento del regreso de Cristo".[49]
Así, mientras la Biblia establece que hay dos tipos de cuerpos: el terrenal –que es corruptible y mortal, y el celestial –que es incorruptible e inmortal (1 Cor. 15:42-53), el "pretribulacionsimo" enseña que hay un tercer tipo de cuerpo: ¡el desechable!
37. Si la transposición tuviera lugar en conexión con la Segunda Venida a la tierra, no habría necesidad de separar las ovejas de las cabras en un juicio subsiguiente, pero la separación habría tenido lugar en el mismo acto de la transposición de los creyentes antes de que Cristo en realidad ubique su trono en la tierra. (Mateo 25:31)
Muy al contrario, si la traslación de los santos tuviera lugar antes de la segunda venida, no habría necesidad de esperar a la segunda venida para separar las ovejas de las cabras, pues dicha separación ya habría tenido lugar en el "rapto" preadvenimiento. Pero la profecía es inequívoca en cuanto al momento en que habrá de ocurrir dicha separación: "cuando el Hijo del hombre venga en su gloria" (Mat. 25:31).
Obsérvese que el versículo 34 establece claramente que la traslación de los santos al reino ocurre justo cuando Cristo venga (no antes), al decirles: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo". ¿Qué sentido tendría en ese momento llamar a los santos a que entren en el reino, si ya ellos llevan varios años de estar bien instalados allá? Así, la teoría del "rapto secreto" se contradice nuevamente.
38. El juicio de Israel (Ezequiel 20:34-38), el cual ocurre subsiguiente a la Segunda Venida, indica la necesidad de reunir Israel. La separación de los salvos de los no salvos en este juicio obviamente toma lugar en algún momento luego de la Segunda Venida y sería innecesario si los salvados ha sido previamente separados de los no salvos por la transposición.
Falso. La profecía de Ezequiel 20 está enmarcada en el retorno de Israel de la cautividad babilónica. Como toda promesa dada a Israel, esta profecía está condicionada a la obediencia o desobediencia de Israel. La regeneración espiritual que Dios deseaba llevar a cabo entre los cautivos no se realizó, por la dureza de corazón de los judíos. Si estos propósitos se hubieran cumplido, y si los repatriados que volvieron con Zorobabel hubieran sido personas de renovada vida espiritual, la historia subsiguiente de Israel habría sido muy diferente.
Es por esa dureza de corazón de los judíos que Jehová clama duramente: "Si no quieren obedecerme, ¡vayan y adoren a sus ídolos malolientes! Pero no sigan profanando mi santo nombre con sus ofrendas y sus ídolos apestosos" (vers. 39, NVI). Los ancianos que fueron a consultar a Ezequiel indudablemente estaban entre aquellos hacedores de maldad, por la forma dura en que el profeta se dirige a ellos (Ez. 20:32). La profecía del retorno, pues, estaba condicionada a la obediencia del pueblo. Y aunque finalmente Dios los libró de la cautividad, aun así la nación de Israel no respetó el pacto.
Así Jehová trata de explicar la cautividad a causa de los pecados de Israel, y condiciona su liberación en razón de su fidelidad y obediencia.
En cuanto al paso de los israelitas bajo la vara, Adam Clarke lo explica de la siguiente manera: "Esto alude a la costumbre de diezmar las ovejas. La tomo de los rabinos. Las ovejas eran todas marcadas; y el pastor se paraba delante de la puerta del corral, donde sólo podía pasar una oveja a la vez. Tenía en su mano una vara mojada en bermellón; y mientras salían, las contaba una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve; y cuando salía la décima, la marcaba con la vara y decía «ésta es la décima», y era apartada para el Señor".[50] (Comp. Lev. 27:32; Jer. 33:13).
Si lo que pretende Walvoord es relacionar Ezaquiel 20 con Mateo 25, desesperado como anda por la falta de evidencias para su teoría, fracasa irremediablemente, porque en ambas profecías se describen acontecimientos distintos. En Ezequiel 20 se refiere exclusivamente a los judíos de tiempos de Ezequiel, en tanto en Mateo 25 se incluye a todas las naciones en el tiempo del fin. En Ezequiel 20 se mencionan sólo ovejas, en tanto en Mateo se incluyen los cabritos. En Ezequiel no se da ningún juicio final, pero en Mateo el juicio final es el tema.
Walvoord descontextualiza las palabras de Ezequiel 20 y las relaciona con el milenio, aunque lo que dice el profeta se refiere a la cautividad babilónica y el regreso a Israel. No hay en todo Ezequiel 20 ninguna referencia al juicio final.
Arrebatamiento y Segunda Venida
39. En el momento del Rapto los santos se reúnen con Cristo en el aire, mientras que en la Segunda Venida, Cristo regresa al Monte de los Olivos para reunirse con los santos en la tierra.
Falso. En Zacarías 14 no dice que ese evento sea la segunda venida. Como vemos en Zacarías 14:3, en ese momento Jehová "peleará con las aquellas naciones". ¿Cuándo ocurrirá ese combate final? Después del milenio, según nos lo dice Juan:
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apoc. 20:8-10).
Es evidente que, si ese combate final en el que Dios destruye definitivamente a sus enemigos ocurre después de los mil años, no puede tratarse de la segunda venida de Cristo.
¿Por qué el Apocalipsis no menciona a la Jerusalén terrenal? Si en verdad hay cabida para la restauración del Israel según la carne, ¿por qué Juan ve a la santa ciudad, la Jerusalén que está "arriba", y no ve la Jerusalén de abajo? Muy sencillo: porque la vieja Jerusalén estaba destruida para cuando Juan tiene la revelación, y no volverá a ser restaurada. No importa qué innovaciones políticas, religiosas o sociales imponga la actual nación israelí: nunca volverá a ser la antigua Jerusalén donde nuestro Señor fue crucificado.
40. Al momento del Rapto el Monte de los Olivos no cambia, mientras en la Segunda Venida éste se divide y se forma un valle el este de Jerusalén (Zacarías 14:4-5).
Walvoord no ofrece evidencias bíblicas de lo que afirma. Mientras no se ofrezcan tales evidencias, de nada sirve hacer una afirmación como ésta, pues vale tanto como afirmar la idea contraria sin ninguna demostración. La profecía de Zacarías 14 se refiere al establecimiento del reino de Dios en la tierra, lo cual ocurre después del milenio.
41. En el Rapto los santos vivientes son transpuestos, mientras los inicuos son traspuestos en conexión con la segunda venida de Cristo a la tierra.
¿Traspuestos los inicuos a dónde? ¿Serán tomados de la tierra para ser traspuestos a la tierra? No tiene sentido. La única trasposición de los inicuos será al lago de fuego, pero eso ocurrirá después del milenio, cuando Satanás sea suelto de su "prisión" (Apoc. 20:15). 42. En el Rapto los santos van al cielo, mientras en la Segunda Venida a la tierra los santos se mantienen en la tierra sin transposición.
Nadie irá al cielo antes de la segunda venida, pues la promesa de Cristo es que "vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Juan 14:3).
43. En el momento del Rapto la tierra no es enjuiciada y continúa en pecado, mientras en la Segunda Venida el mundo es juzgado y justicia es establecida en la tierraFalso. De nuevo faltan las pruebas de esta declaración. La teoría del "rapto secreto" implica que Cristo vendrá a darles la recompensa sólo a algunos justos, en tanto dejará a los inicuos para que hagan a sus anchas durante siete años más, al tiempo que otros justos (los judíos) tendrán una segunda oportunidad. Así, mientras los santos trasladados estén felices y contentos en el cielo recibiendo su galardón, los pobres judíos estarán en la tierra siendo perseguidos, torturados y descuartizados por el enemigo. Pero la segunda venida tiene como propósito dar a cada uno conforme a sus obras, tanto a justos como a injustos (Mat. 16:27). No dice que vendrá a dar nuevas oportunidades a los hombres, sino a traer un veredicto y una sentencia.
44. La traslación de la iglesia es vista como la liberación antes del día de la ira, mientras que la Segunda Venida es seguida por la liberación de aquellos que han creído en Cristo durante la Tribulación.
Walvoord y los dispensacionalistas pueden declarar esto todas las veces que quieran, que mientras no ofrezcan evidencias sólidas, no tendrá ningún valor doctrinal.
45. El Rapto es descrito como inminente, mientras que la Segunda Venida es precedida por signos definitivos.
Falso. El arrebatamiento ocurre para que los santos estén con su Señor. Por lo tanto, antes de ser librados deben ocurrir los eventos que precederán la segunda venida.
46. La transposición de los creyentes vivos es una verdad revelada en el Nuevo Testamento, mientras que la Segunda Venida con sus respectivos eventos es una doctrina prominente en ambos Testamentos.
¿Y eso en qué ayuda a la hipótesis "pretribulacionista"? Absolutamente en nada. El Antiguo Testamento no enseña el milenio, ni la marca de la bestia, ni gran parte de lo que está anunciado en el Apocalipsis. Mucho menos enseña tal idea como el "rapto secreto". Ni en el Antiguo Testamento, ni en el Nuevo.
De lo que se trata es de demostrar razones bíblicas que permitan corroborar la teoría del "rapto secreto", pero tales razones todavía no aparecen.
47. El Rapto concierne solo a los salvos, mientras la Segunda Venida trata tanto con los salvos como con los que no lo son.
El traslado es para los santos y el lago de fuego para los inicuos. Nada de esto ayuda a demostrar que vaya a haber un "rapto secreto", ni dos segundas venidas, ni dos primeras resurrecciones, todo lo cual es absolutamente antibíblico.
48. En el Rapto Satanás no es atado, mientras que en la Segunda Venida Satanás es atado y enviado al abismo.
Falso. Cuando los santos son arrebatados, los inicuos son reducidos al polvo, y la tierra queda deshabitada. Es entonces cuando Satanás queda "atado" por una cadena de circunstancias: al no haber persona viva en la tierra, no tiene a quién engañar, y queda aislado del resto del universo durante mil años.
49. Ninguna profecía sin cumplir está entre la Iglesia y el Rapto, mientras que muchas señales deben de cumplirse antes de la Segunda Venida.
Corrección: muchas señales deben de cumplirse antes de la segunda venida, mientras que ninguna profecía anuncia el "rapto secreto".
50. Ningún pasaje que trata con la resurrección de los santos en la Segunda Venida menciona la transposición de los santos vivientes al mismo tiempo.
Traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tes. 4:14-17).
Conclusiones
La teoría del "rapto secreto" es una historieta. Su fundamentación teórica deja importantes vacíos epistemológicos, que los dispensacionalistas como Walvoord se ven obligados a rellenar usando la imaginación. En lugar de sustentarse en evidencias bíblicas verificables, la interpretación dispensacionalista se fundamenta principalmente en inferencias y suposiciones, aparte de interpretaciones forzosas como la de las expresiones "apostasía" (2 Tes. 2:3), "yo te guardaré de" (Apocalipsis 3:10), "seremos salvos de la ira" (Romanos 5:9) y "quitado de en medio" (2 Tes. 2:7).
Para ser una doctrina tan fundamental para los últimos tiempos, es extraño que las Escrituras no hayan dibujado sus facciones detalladamente, sino que el "pretribulacionista" deba reinterpretar cada pasaje y añadir suficientes dosis de imaginación y especulación para poder llegar a ella.
En estas circunstancias, la única manera en que el "pretribulacionismo" puede esbozar su escatología, es alterando el orden de los tiempos proféticos, como cuando divide las 70 semanas de Daniel 9; y como cuando divide de la segunda venida de Cristo en una "primera" segunda venida y en otra "segunda" segunda venida; y como cuando divide la primera resurrección en una "serie de resurrecciones". Todo esto lo hace sin más evidencia que la mera especulación, ni más fundamento que la arbitrariedad.
Pero es, como toda falsa doctrina, una enseñanza de consecuencias terribles para la fe y la eternidad. Al partir de premisas erróneas, sus conclusiones llevan a otros errores que terminan por socavar las doctrinas bíblicas.
Cuando uno lee estas fábulas sin base bíblica, se detecta de inmediato que el fin del enemigo es desvirtuar la doctrina para estos últimos tiempos, a objeto de que las almas no estén apercibidas de lo que realmente ha de acontecer. Las consecuencias de esto son evidentemente terribles, pues ¿cómo podremos prepararnos para lo que viene, si no sabemos lo que viene? Si tomamos en cuenta que para el dispensacionalismo todavía no se ha manifestado el hombre de pecado, entendemos que Satanás intenta desviar su atención de modo que no estemos preparados para el sellamiento, y de esta manera no podamos afrontar la gran tribulación que se avecina.
El dispensacionalismo pervierte la profecía bíblica tal como fue esbozada por los héroes de la Reforma protestante. Doctrinas fundamentales como la segunda venida visible y audible de Cristo, el remanente conformado por la última generación de cristianos, el arrebatamiento de los santos simultáneamente con la segunda venida, y la identificación del papado como el anticristo u hombre de pecado, fueron verdades defendidas ardorosamente por los reformadores, y que hoy han sido heredadas por la fe adventista. Los evangélicos, por su parte, han abandonado por completo estas doctrinas genuinamente protestantes para sustituirlas por los planteamientos futuristas del dispensacionalismo. Ante esto, la autora Emma Moore Weston advierte a la comunidad evangélica:
La gente necesita saber que las principales diferencias en las enseñanzas de la segunda venida no vienen de la Biblia misma, sino de estas fabricaciones deliberadamente introducidas para combatir la Reforma y causar problemas. ¡Y lo han logrado! A esta decepción se añade que la vida de Scofield se ha guardado en secreto porque desacreditaría, si no es que destruiría, su enseñanza.[51]
Nada de lo que ha enseñado el dispensacionalismo puede sustentarse con la Biblia. Nada de lo que ha prometido consigue evidencias ni en las Escrituras ni en los hechos. En vista de estas graves fallas, el teólogo metodista Vic Reasoner, ha decretado la muerte del dispensacionalismo asegurando que: "Nada podrá revitalizar la vieja teoría y ha muerto dejando una hueste enfurecida de expectativas proféticas y un superávit inmenso de libros y gráficos obsoletos".[52]
Personalmente considero peligroso prestar atención a doctrinas de demonios como ésta. Para mí, querer sacar luz de las tinieblas no es más peligroso que buscar comida en un basurero. Podrá valer eso para quien, ante la falta de alimentos, se vea obligado a saciar su hambre con la primera cáscara que encuentre entre los desechos, pero no así para quienes hemos sido bendecidos con alimento sólido (Heb. 5:14).
Datos del autor:
Giovanni Cabrera
Lugar de Nacimiento: Maracaibo, Estado Zulia (Venezuela)
Profesión: Historiador
Cargo: Profesor Ordinario de la Universidad del Zulia (Venezuela)
[1] OTAS The Biblicist, http://www.biblicist.org/bible/fifty.shtml.
[2] John Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 20, http://www.bible.org/page.php?page_id=5688.
[3] Walvoord, The Thessalonian Epistles, cap. 4, http://www.bible.org/page.php?page_id=5583.
[4] Archibald Robertson; Alfred Plummer, A Critical and Exegetical Commentary on the First Epistle of St Paul to the Corinthians, p. 465, citados en Dr. Constable’s Bible Study Notes, Sonic Light, http://www.soniclight.com/constable/notes/pdf/1corinthians.pdf. (Énfasis añadido).
[5] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 17, http://www.bible.org/page.php?page_id=5685.
[6] Ídem. (énfasis añadido).
[7] Walvoord, Revelation, http://www.jimandpatsanders.com/pages/Bible%20Knowledge%20Commentary/Revelation.htm. (Énfasis añadido).
[8] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 12, http://www.bible.org/page.php?page_id=5680. (Énfasis añadido).
[9] Ídem. (Énfasis añadido).
[10] Ibíd., cap. 13, http://www.bible.org/page.php?page_id=5681.
[11] Ibídem, cap. 17, http://www.bible.org/page.php?page_id=5675.
[12] STEM Publishing: The writings of J. N. Darby: Notes on the Apocalypse gleaned at lectures in Geneva, 1842, p 68. http://www.stempublishing.com/authors/darby/PROPHET/05008_13F.html.
[13] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 13, http://www.bible.org/page.php?page_id=5681.
[14] Ron Daniels, Study Notes: Revelation 13:11-18, http://www.rondaniel.com/library/66-Revelation/Revelation1311.html.
[15] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 6, http://www.bible.org/page.php?page_id=5674.
[16] Ídem.
[17] Ibíd., cap. 16, http://www.bible.org/page.php?page_id=5684.
[18] Ibíd., cap. 8, The seventh seal and the beginning of the trumpets, http://www.bible.org/page.php?page_id=5676.
[19] Walvoord, The nations in prophecy, cap. 13, Armageddon and the second coming of Christ, http://www.bible.org/page.php?page_id=5714.
[20] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 16, The vials of the wrath of God, http://www.bible.org/page.php?page_id=5684.
[21] Ídem. (Énfasis añadido).
[22] Walvoord, The doctrine of Millennium, http://www.bible.org/page.php?page_id=5485.
[23] Ídem.
[24] Walvoord, Millennial Series: Part 23: Premillennialism and the Tribulation, http://www.bible.org/page.php?page_id=5470.
[25] Philip Schaff, History of the Christian Church, vol. 1, cap. 6:39, Christian Classic Ethereal Library, http://www.ccel.org/s/schaff/history/1_ch06.htm.
[26] Josefo, Guerras, libro 6, cap. 9:3, Christian Classic Ethereal Library, http://www.ccel.org/j/josephus/works/ant-6.htm.
[27] Walvoord, Millennial Series: Part 23: Premillennialism and the Tribulation, http://www.bible.org/page.php?page_id=5470.
[28] Walvoord, The Thessalonian Epistles, cap. 4, http://www.bible.org/page.php?page_id=5583.
[29] Walvoord, Daniel: The Key to Prophetic Interpretation, cap. 9, Bible.org, http://www.bible.org/page.php?page_id=5660.
[30] Urías Smith, Las Profecías de Daniel, p. 175, http://ourworld.compuserve.com/homepages/clt4/da-d09es.htm.
[31] Walvoord, Millennial Series: Part 23: Premillennialism and the Tribulation, http://www.bible.org/page.php?page_id=5470.
[32] Walvoord, Matthew: Thy kingdom come, cap. 24, The Signs of the End of the Age http://www.bible.org/page.php?page_id=5628.
[33] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 3, http://www.bible.org/page.php?page_id=5671.
[34] Cyrus Ingersoll Scofiled, Bible Reference Notes, en Gén. 1:28, CrossWalk.org, http://bible.crosswalk.com/Commentaries/ScofieldReferenceNotes/srn.cgi?book=ge&chapter=001.
[35] Peoples, Glenn, El Papel de la Ley Bíblica en el Gobierno Contemporáneo: La Teonomía en el Diálogo Evangélico, cap. 13, "El dispensacionalismo y la ley", Universidad de Otago, Nueva Zelanda, 2003, http://www.contra-mundum.org/castellano/peoples/Disp_Ley.pdf.
[36] Miguel Muñoz, Avances en los estudios del dispensacionalismo, Tegucigalpa, junio de 2003, TodasLasNaciones.org, http://todaslasnaciones.org/recursos/manuscritos/dispensacionalismo.pdf.
[37] Ídem.
[38] Tim Warner, Progressive Dispensationalism, en Pristine Faith Restoration Society, http://www.pfrs.org/pd/index.html.
[39] Emma Moore Weston, Analyzing Scofield, The Gospel Truth, http://www.gospeltruth.net/scofield.htm.
[40] Walvoord, The Rapture Question, edición revisada, 1979, Zondervan, p. 68 (Libros Google).
[41] 1560 Geneva Bible, The Digital Christian Library, http://www.thedcl.org/bible/gb/2thess.pdf.
[42] "Apostasy", Baker's Evangelical Dictionary of Biblical Theology, StudyLight.org, http://www.studylight.org/dic/bed/view.cgi?number=T44.
[43] "Apostasy", Jack Van Impe's Dictionary of Prophecy Terms, CrossWalk.com, http://bible.crosswalk.com/Dictionaries/JVIProphecyDictionary/jvi.cgi.
[44] Thomas L. Constable, Notes on 2 Thessalonians, edición 2007, Dr. Constable’s Bible Study Notes, SonicLight.com, http://www.soniclight.com/constable/notes/pdf/2thessalonians.pdf.
[45] Walvoord, Premillennialism and the Tribulation—Part IV: Pretribulationalism (continued) http://www.bible.org/page.php?page_id=5472.
[46] Idem.
[47] Walvoord, The Thessalonian Epistles, cap. 4, http://www.bible.org/page.php?page_id=5583.
[48] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ, cap. 6, The beginning of the great day of God’s wrath, http://www.bible.org/page.php?page_id=5674#P812_348919.
[49] Ídem.
[50] Adam Clarke, Commentary on the Bible, Ez. 20:37, http://www.godrules.net/library/clarke/clarkeeze20.htm.
[51] Emma Moore Weston, Analyzing Scofield, http://www.gospeltruth.net/scofield.htm.
[52] Vic Reasoner, The obituary of Dispensationalism: 1830-1988, Fundamental Wesleyan Fellowship & Press, http://www.fwponline.cc/v9n1/v9n1reasoner.html.
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