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Literatura… desde el Exilio

Enviado por Norma Heredia


    1. A modo de introducción
    2. Literatura desde el exilio
    3. Uruguay
    4. Argentina
    5. Bibliografía Utilizada

    Para que pueda "Ser" he de ser otro,

    salir de mi, buscarme entre los otros,

    los otros que no son si yo no existo,

    los otros que me dan plena existencia.

    Octavio Paz

    "A modo de introducción"

    Hay palabras que pueden ser muy significativas y otras que no, es una realidad, también es cierto que esta significación de la que hablo, cobra mas fuerza y entra sin dudarlo en el terreno de lo "fundante" cuando permanece, entonces nos da la bella posibilidad de contemplarla como rehén del tiempo, como quien mira desde un balcón y se llena la mirada con la gran complejidad, que provoca sin lugar a dudas " la expresión del ser humano de lo que atesora y es capaz de dar hacia el mundo que lo rodea" .

    En estas líneas quiero profundizar una palabra LITERATURA que viene a ser hoy, el motor de este trabajo y la fuente, por así decirlo, de la que me voy a atrever a recoger de una de sus vertientes, solo unas pocas y cristalinas obras para contrastarlas en su historia y reflexionarlas en un contexto especial.

    Puedo comenzar conceptualizándola y decir que es un término que designa un acto peculiar de la comunicación humana y que podría definirse, según la palabra latina que le da origen, como arte de escribir, escritura, alfabeto, gramática, conjunto de obras literarias. Pero litteratura deriva a su vez del latín litterae, letras, caracteres, escrito, obra literaria. Lo que no se puede olvidar nunca es que es un arte cuyas manifestaciones son las obras literarias, es decir, "creaciones artísticas expresadas con palabras, aun cuando no se hayan escrito, sino propagado boca a boca", según la definición de Rafael Lapesa. Esta importante aclaración permite considerar como literatura todas las obras anteriores a la invención de la imprenta y, sobre todo, las que no se han transmitido por escrito sino oralmente, es decir, el amplio cuerpo del folclore, los cuentos tradicionales, los chistes y hasta los proverbios que corren en boca del pueblo. La singularidad de la obra literaria, en comparación con otras manifestaciones artísticas como una escultura, cuadro o composición musical, es que su materia prima son las palabras y las letras, es decir, el lenguaje, del que todas las personas se sirven para expresarse.

    La literatura, entendida como producto elaborado del lenguaje, influye también en la conciencia que los hablantes tienen de su propia lengua. Recoge los usos de la calle pero cada escritor, a su vez, mediante su manera singular de combinar las palabras, de transgredir incluso la sintaxis normativa, estimula (como otras artes) una nueva percepción del mundo.

    La literatura, en tal sentido, aun guiándose por sus propias leyes de composición, no puede desprenderse de los cambios sociales, del contexto histórico que le ha dado origen ni de las demás áreas del conocimiento humano.

    Este es el punto justo donde quiero terminar lo que he querido llamar Introducción, generosamente dejo al criterio común dirimir este asunto, si ha sido mas que eso o menos, en fin, ahora será cuestión, en un paso posterior, de rumiar las vertientes de esta gran fuente que es la Literatura misma, centrándola en una época y escritores determinados, para desembocar en la conclusión oportuna de la misma.

    "Literatura desde el exilio"

    Conforme a la promesa que hice en líneas anteriores y en virtud de lo interesante que me ha parecido hablar y adentrarme con todo en estos pasajes, no puedo, aunque quisiera obviar esta intención de ponerlos a tono y llevarlos si se quiere hasta hace algunos años, y en torno a esto les propongo una imagen muy linda, que nos puede ayudar mucho y es simplemente la de "un niño que para saltar un charco de agua, da tres pasitos hacia atrás, como tomando impulso, finalmente lo cruza y continua su camino". La propuesta será, volver unos pasitos hacia atrás, pero no para quedarnos, sino para que el ejercicio de "hacer memoria" nos proyecte hacia un futuro tal vez mucho mas fecundo.

    Desde la década del 70 y hasta comienzos del 80, diversos países de América latina han padecido y en el sentido hondo de la palabra un sin fin de hechos trágicos, aterradores e inhumanos, una lucha constante de encontrar el verdadero camino hacia la democracia con el riesgo de la vida misma se enfrentaba a personajes siniestros llenos de poder, con un sistema de procedimiento espantoso escondido detrás de tres palabras… "orden y seguridad nacional" . Los acontecimientos han demostrado históricamente, que estos gobiernos, están mas propensos a defender sus intereses que los derechos humanos y que no tienen ningún empacho en violarlos cuando estos se encuentran en peligro.

    La historia de América Latina está plagada de opresiones y represiones, de gobiernos de facto, y de otros que aunque supuestamente democráticos se comportaban como verdaderas dictaduras. En este contexto nadie podía negarse a sí mismo que las cosas no estaban bien, desde el exilio, con miedo y en muchas ocasiones la terrible sensación de la impotencia e incertidumbre, muchos de los nuestros han sabido plasmar y enriquecer la literatura en una actitud de completa denuncia y consternación ante los hechos, desde afuera y con el corazón en el pueblo.

    URUGUAY: En las elecciones del 28 de noviembre de 1971, el candidato colorado Juan María Bordaberry y su contrincante blanco obtuvieron casi los mismos votos, pero en febrero de 1972 la Junta Electoral proclamó presidente a Bordaberry. Entretanto, la violencia de los Tupamaros , se había incrementado, siendo frecuentes los secuestros y atentados. Tras una ola de arrestos en 1971, unos 150 tupamaros escaparon en dos fugas masivas. En abril de 1972, el Congreso declaró el estado de guerra interno y suspendió las garantías constitucionales, mientras que una fuerza de 35.000 policías y soldados se lanzó a la busca y captura de la guerrilla. El estado de guerra se levantó el 11 de julio, aunque las garantías constitucionales permanecieron suspendidas hasta 1973. Los militares toman el poder en febrero de 1973, durante esos tres años los militares ampliaron su control sobre la mayoría de las instituciones, estableciendo una represiva dictadura militar. Asimismo, lanzaron una fuerte campaña represiva contra los elementos izquierdistas del país: miles de personas fueron arrestadas y centenares de ellas ejecutadas o torturadas; muchos uruguayos se exiliaron, mientras que otros pasaron largos años en prisión o se dieron por desaparecidos. Entre ellos se encontraba Mario Benedetti, escritor, natural de Paso de los Toros, en el departamento de Tacuarembó. Ha sido profesor de literatura en su país, donde colaboró en el semanario Marcha. Sufrió exilio en Buenos Aires, Lima, La Habana y España, y supo de sobra hasta qué punto los imperativos locales, los problemas cotidianos de su país, forman por así decirlo un primer círculo vital en el que debe obrar e incidir como escritor. Y lo hace desde la poesía.

    "Hombre que mira que el cielo"

    Mientras pasa la estrella fugaz, Acopio en este deseo instantáneo

    Montones de deseos hondos y prioritarios

    Por ejemplo que el dolor no me apague la rabia,

    que la alegría no desarme mi amor,

    Que los asesinos del pueblo se traguen

    sus molares caninos e incisivos y se muerdan juiciosamente el hígado que los barrotes de las celdas se vuelvan azúcar

    o se curven de piedad y mis hermanos puedan hacer de nuevo el amor y la revolución

    "Hombre que mira su país desde el Exilio"

    País verde y herido comarquita de veras, patria pobre

    país ronco y vacío tumba muchacha sangre sobre sangre.

    País lejos y cerca ocasión del verdugo los mejores al cepo

    país violín en bolsa o silencio hospital o pobres artigas.

    País estremecido puño y letra calabozo y praderas

    país ya te armaras pedazo por pedazo pueblo mi pueblo,

    país que no te tengo, vida y muerte cómo te necesito,

    país verde y herido comarquita de veras

    Patria pobre.

    Tal vez les pase lo que a mí cuando confronto estos versos e instintivamente los llevo a su raíz social, tal vez nos pase lo que su autor quiere que pase, cuando se hace voz de "un hombre que mira" , es decir, lo importante es que seas un hombre o una mujer que mire, para terminar después, desde el lugar donde miras, leyendo los últimos versos de su libro "Trece Hombres que miran" donde se puede sentir y hacer algo mas que mirar… desde el lugar que nos toque dirigir la mirada, por supuesto.

    "Hombre que mira a otro hombre que mira"

    …Vos mirás como inmóvil y te miro mirar

    Somos dos conjeturas incomodas fraternas

    No entendemos un pito de esta infame justicia

    De esa fábrica de odios que propone el olvido.

    A lo mejor te vino la infancia en un destello

    Sentiste la sesera esa insensible

    Pensaste el corazón ese impensable

    Pero ni así te acostumbraste a esa saña piadosa

    A esa masacre tan emputecida

    Así que no aflojaste ni un suspiro

    Y te seguiste asombrando te seguiste

    Yo te miro mirar como inmóvil

    pero claro la cosa no se arregla

    Con miradas ojeadas o vistazos

    que tal si nos arremangamos vos y yo.

    En la actualidad Mario Benedetti, alterna su residencia entre Madrid y Montevideo, desarrolla una intensa actividad en el periodismo y en recitales poético-musicales junto a intérpretes como Nacha Guevara y Joan Manuel Serrat.

    CHILE

    Tan solo seis meses después nuestros vecinos chilenos entraban en un tiempo muy crudo e inexplicable, era el 11 de septiembre de 1973, los militares tomaron el poder mediante un golpe de Estado, pereciendo el presidente actual Salvador Allende en la defensa del palacio presidencial. (La opinión generalizada es que Allende se suicidó durante el asalto al palacio de la Moneda). A partir de ese momento, se estableció una Junta Militar encabezada por el general Augusto Pinochet Ugarte que suspendió inmediatamente la Constitución, disolvió el Congreso, impuso una estricta censura y prohibió todos los partidos políticos. Paralelamente una parte de América se empañaba, rápidamente, como vaciar tinta sobre un libro y arruinar lo que se estaba escribiendo, entonces la desesperación por parar ese "derramamiento", puede traducirse en gestos concretos de apoyo, en la denuncia tajante y perturbadora de la palabra.

    Por esos años rondaba la sensibilidad y el compromiso de Pablo Neruda, poeta, chileno desde siempre, considerado una de las máximas figuras de la poesía escrita en lengua española durante el siglo XX. Su primer libro, cuyos gastos de publicación sufragó él mismo con la colaboración de amigos, fue "Crepusculario" (1923). Al año siguiente, su obra "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" se convirtió en un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares) y lo situó como uno de los poetas más destacados de Latinoamérica, años mas tarde fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1971. Llamado a veces "el poeta de la humanidad esclavizada", escribió poemas en los que reclamaba reformas sociales. Activo político, fue senador del Partido Comunista de 1945 a 1948 y, más tarde, de 1970 a 1972, embajador de su país en Francia.

    Es muy curiosa y a la vez reveladora las instancias en las que vivió la situación de su país, si bien es cierto Neruda muere 12 días después del golpe, puede parecer que son pocos días, que no le alcanzó al poeta para entender lo que pasaba, que verdaderamente no estuvo exiliado, que no se fue a ningún lado, todo les indicaría un paso en falso, en lo que he venido manifestando. Pero, si me dejan, les puedo hablar de una situación existencial que nos puede ocurrir, la de sentirnos "exiliados", en nuestro propio suelo, en nuestro pago, la cruda e inmanejable sensación interior de aislamiento en la propia tierra, debido a las circunstancias sociales que manejan de alguna manera nuestro espacio vital y lo modifican del modo mas tajante y cobarde.

    Pablo Neruda había sido un trabajador incansable en favor de su pueblo, tal es así que un año antes de su muerte, ya nombrado embajador en París, viaja a la URSS y en el mes de octubre es nombrado Miembro del Consejo Consultivo de la UNESCO , elegido por la Conferencia General, por un período de cuatro años. En el mes de noviembre regresa a Chile donde es homenajeado por su pueblo en el Estadio Nacional.

    En ese momento la cosa ya estaba casi "en llamas", el conflicto era inminente y creo él lo habrá intuido, hasta podría decir que su corazón no pudo aguantar mas que doce días después de que todo era una triste realidad. Pero no quiero alejarme ni siquiera un tramo de lo que he venido marcando hasta hora, es por eso que junto a la ayuda de otra chilena como Isabel Allende, y una palabras del mismo poeta, profundizaremos tal vez un poco mas y de un modo diferente, si se quiere, "el recuerdo como forma de rescatar, lo rescatable, lo que construye, lo que verdaderamente infiere en el corazón y lo hace que apunte a una nueva percepción de vida". Porque por un lado la vida y la muerte de Pablo Neruda planteo un significado muy hondo y se instauro en el terreno de lo memorable, de lo que no se puede olvidar, de lo que se tiene que atesorar como un generador de nuevas utopías, de nuevos caminos de lucha a través del "arte de escribir asumiendo un compromiso político", (que no es lo mismo que ser un escritor comprometido). Entonces, en torno a esto me pareció sumamente importante la descripción que hace Isabel Allende sobre los últimos momentos del poeta y la intención de poner entre líneas lo relevante que puede llegar a ser la perdida de "la voz del pueblo", de la denuncia constante en contra de la injusticia, de las palabras tiernas que animan la tarea de todo un nación que quiere resistir, ante todo, para pasar luego al horrible silencio y a la dura realidad que traen las ausencias. Y por ultimo la importancia de leer esto en un presente distinto y la posibilidad de jugarse por crear un futuro muy diferente.

    "El poeta agonizó en su casa junto al mar. Estaba enfermo y los acontecimientos de los últimos tiempos agotaron su deseo de seguir viviendo. La tropa le allanó la casa, dieron vueltas sus colecciones de caracoles, sus conchas, sus mariposas, sus botellas y sus mascarones de proa rescatados de tantos mares, sus libros, sus cuadros, sus versos inconclusos, buscando armas subversivas y comunistas escondidas, hasta que su viejo corazón de bardo empezó a trastabillar. Lo llevaron a la capital. Murió cuatro días después y las últimas palabras del hombre que le cantó a la vida, fueron ¡los van a fusilar!, ¡los van a fusilar! Ninguno de sus amigos pudo acercarse a la hora de la muerte, porque estaban fuera de la ley, prófugos, exiliados o muertos. Su casa azul del cerro estaba medio en ruinas, el piso quemado y los vidrios rotos, no se sabía si era obra de los militares, como decían los vecinos, o de los vecinos, como decían los militares. Allí lo velaron unos pocos que se atrevieron a llegar y periodistas de todas partes del mundo que acudieron a cubrir la noticia de su entierro. . . .

    La gente iba en silencio. De pronto, alguien gritó roncamente el nombre del Poeta y una sola voz de todas las gargantas respondió ¡Presente! ¡Ahora y siempre! Fue como si hubieran abierto una válvula y todo el dolor, el miedo y la rabia de esos días saliera de los pechos y rodara por la calle y subiera en un clamor terrible hasta los negros nubarrones del cielo. ! Poco a poco el funeral del Poeta se convirtió en el acto simbólico de enterrar la libertad!.

    "Presente…Ahora y Siempre", tal vez sientan que no fue poco lo que le quedo a Chile de su poeta luchador, que aun la "palabra" o mejor dicho su palabra toca a fondo las tierras de cualquier buen escritor que contemple su suelo, aunque le toque hacerlo desde afuera o desde casi dentro como lo vivió Neruda, en fin, lo que importa es lo que se escribe y el hacerse cargo de ello tendrá que ver con el compromiso del que ya hemos hablado.

    Y para terminar con este país y su referente, unas palabras que proponen un olvido sano, un olvido que ayuda, que hace bien, podría decir y otro que no es bueno, porque no construye nada, porque entierra todo, porque esconde… esa es su tarea.

    NO HAY OLVIDO (SONATA)

    Si me preguntáis en dónde he estado debo decir "Sucede". Debo de hablar del suelo que oscurecen las piedras, del río que durando se destruye: no sé sino las cosas que los pájaros pierden, el mar dejado atrás, o mi hermana llorando. Por qué tantas regiones, por qué un día se junta con un día? Por qué una negra noche se acumula en la boca? Por qué muertos?

    Si me preguntáis de dónde vengo, tengo que conversar con cosas rotas, con utensilios demasiado amargos, con grandes bestias a menudo podridas y con mi acongojado corazón.

    No son recuerdos los que se han cruzado ni es la paloma amarillenta que duerme en el olvido, sino caras con lágrimas, dedos en la garganta, y lo que se desploma de las hojas: la oscuridad de un día transcurrido, de un día alimentado con nuestra triste sangre.

    He aquí violetas, golondrinas, todo cuanto nos gusta y aparece en las dulces tarjetas de larga cola por donde se pasean el tiempo y la dulzura.

    Pero no penetremos más allá de esos dientes, no mordamos las cáscaras que el silencio acumula, porque no sé qué contestar: hay tantos muertos, y tantos malecones que el sol rojo partía, y tantas cabezas que golpean los buques, y tantas manos que han encerrado besos, y tantas cosas que quiero olvidar.

    Pablo Neruda

    ARGENTINA

    Exactamente 2 años y 6 meses, posterior al maldito genocidio chileno, nuestro país entraba en un momento histórico y político muy confuso, arbitrario, y sumamente sanguinario e inhumano. Ustedes saben, al menos eso creo, que la violencia fue puesta como un modelo de sociedad, tanto en Argentina como en todo el continente, a través de la aplicación de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional. Tal vez hoy quedan algunas dudas de los hechos, tal vez hoy en algunos lugares el olvido sea el periódico de curso o se tejan todavía "por ahí " estas fatídicas doctrinas, sin embargo hoy es posible escribir y apuntar con la palabra, directo al corazón de la infamia y la mentira que llenan el presente y así madurar en actitudes concretas lo que nos propone en esta frase Ernesto Sabato "El hombre que no tiene memoria es como una hoja seca que esta dispuesta a que cualquier viento se la lleve".

    Tras repetidas crisis gubernamentales y un fallido intento de rebelión de las Fuerzas Aéreas en diciembre de 1975, una Junta Militar dirigida por el comandante en jefe del Ejército, teniente general Jorge Rafael Videla, tomó el poder el 24 de marzo de 1976. La Junta Militar disolvió el Congreso, impuso la ley marcial y gobernó por decreto. Durante los primeros meses posteriores al golpe militar se mantuvo la actividad terrorista de algunos grupos de izquierda, pero se aplacó después de que el gobierno de Videla lanzara su propia campaña terrorista contra los opositores políticos. La oposición era una palabra clave en esos tiempos, mas que clave, era una palabra muy innombrable porque después de la toma de poder en Argentina, miles de personas fueron detenidas por el gobierno. Muchos fueron hechos prisioneros sin juicio, torturados y asesinados, sin que aún se conozca el paradero de sus restos… Y por supuesto…"los exiliados" por la dictadura.

    En este contexto la voz de los argentinos hace una base fuerte en escritores y a la vez periodistas, entre otros que han marcado una deslumbrante riqueza literaria enmarcada en un fervor plenamente social. Digo esto porque seria casi imposible hablar en un solo trabajo de las obras que pueblan este tiempo y sobretodo de sus creadores, entonces por mi parte solo quiero referirme a las obras y a la situación vivida en clave de Exilio, por escritores como Juan Gelman y Rodolfo Walsh .

    Juan Gelman (1930- ), poeta y periodista argentino, nacido en Buenos Aires, perteneciente a la generación del 60, inauguró una especie de ‘antipoesía cargada de ternura, ironía, dolor, junto con audaces innovaciones formales que, hasta mediados de la década del setenta, dejarían una marca inconfundible en los nuevos poetas de Buenos Aires. Su primera obra publicada, "Violín y otras cuestiones", recibió inmediatamente el elogio de la crítica. Considerado por muchos como uno de los más grandes poetas contemporáneos, su obra delata una ambiciosa búsqueda de un lenguaje trascendente, ya sea a través del "realismo crítico" y el intimismo, primeramente, y luego con la apertura hacia otras modalidades, la singularidad de un estilo, de una manera de ver el mundo, la conjugación de una aventura verbal que no descarta el compromiso social y político, como una forma de templar la poesía con las grandes cuestiones de nuestro tiempo. Fue obligado a un exilio de doce años por la violencia política estatal, que además le arrancó un hijo y a su nuera, embarazada, quienes pasaron a formar parte de la dolorosa multitud de "desaparecidos".

    Creo que el haber sido obligado al exilio en su situación cobra un sentido mas profundo y doloroso. Y no quiero dar vueltas para manifestarles las palabras de un escritor comprometido con la vida, ajeno a todas las formas de violencia y arraigado al amor en todas sus traducciones. Un hombre que se dispone a responder sobre lo que denuncia, sobre lo que elige, sobre lo que piensa. Pero que no esta dispuesto a dejarse caer en una "amnesia buscada y alimentada en el tiempo", porque el dolor (desgraciadamente) se lo impide, entre otras cosas.

    A continuación, sus palabras…

    "Pienso, sin embargo, que estos poemas sobre todo son la culminación o más bien el desemboque de Citas y Comentarios, dos libros que compuse en pleno exilio, en 1978 y 1979, y cuyos textos dialogan con el castellano del siglo XVI. Como si buscar la esencia, hubiera sido mi obsesión. Como si la soledad extrema del exilio me empujara a buscar raíces en la lengua, las más profundas y exiliadas de la lengua. Yo tampoco me lo explico…"

    Es un poco difícil dar una explicación a ciertas cosas, tal vez porque vivir emparentado con la soledad fuera un estado de vida que puede esperarse en el exilio.

    En torno a esto seria importante rescatar dos cosas, por un lado descubrir la inclinación que plantean las obras con sus creadores en pleno exilio y la "búsqueda" que propone Gelman como protección a la mediocridad de alrededores o de muy lejos.

    Un poco de su poesía…

    qué lindos tu ojos y más la mirada de tus ojos y más el aire de tus ojos cuando miran lejos

    en el aire estuve buscando: la lámpara de tu sangre sangre de tu sombra tu sombra sobre mi corazón del libro Dibaxu

    El pájaro se desampara en su vuelo

    quiere olvidar las alas subir de la nada al vacío

    donde será materia y se acuesta

    como luz en el sol

    Es lo que no es todavía

    igual al sueño del que viene y no sale

    Traza la curva del amor

    con muerte va

    de la coincidencia al mundo

    se encadena a los trabajos de su vez

    Retira el dolor del dolor dibuja

    su claro delirio con los ojos abiertos canta incompletamente del libro Incompletamente

    Reconozco que las palabras del poeta son el resultado de sentir en carne propia, como tantos de nosotros, que le falta algo, que el exilio no solo lo destino a mirar desde lejos la tierra, sino que lo condeno a vivir "incompletamente" , situación en la que nunca hubiera querido estar sino fuera escritor, por supuesto.

    Seguidamente tres renglones de intensidad…

    "Si me dieran a elegir, yo elegiría este amor con que odio,

    Esta esperanza que come panes desesperados,

    Aquí pasa señores, que me juego la muerte."

    Juan Gelman

    Creo firmemente que esa es la clave del que escribe, estar dispuesto a las respuestas, saber que es lo que se juega, que esta dispuesto a perder y sencillamente saber que ahora, a diferencia de Gelman, si puedo elegir.

    Rodolfo Walsh (1927-1977), narrador, cronista y dramaturgo argentino, nacido en la provincia de Río Negro. Trabajo como periodista casi toda su vida, la obra de Walsh abarca diversos géneros en los cuales se advierte un común interés por la denuncia social y la investigación de casos escandalosos y criminales de la vida política y sindical de su país, siempre en relación con diversos matices del realismo social y psicológico.

    En 1950 se casa con Elina Tejerina, quien será la madre de sus dos únicas hijas: María Victoria (muerta luego de un combate con las Fuerzas Armadas en 1976) y Patricia, actual dirigente política.

    Posteriormente la militancia: entre el ‘70 y el ‘73 en el Peronismo de Base y después en la agrupación Montoneros. Esos fueron los tiempos de enseñar periodismo en villas miseria y de la edición del "Semanario Villero", de la enorme cantidad de cintas grabadas a los "compañeros" de la Villa 31 para escribir el boletín. De seguir investigando, de seguir escuchando. Porque si en algo se centró el trabajo de Walsh fue en eso, en escuchar, para poder luego decir, y que se escuche.

    Finalmente la clandestinidad, la vida del intelectual comprometido, escondido… y las cartas… , única manera de comunicar.

    La última de ellas, es sin dudas una obra maestra del periodismo y el coraje . Fue la "Carta de un escritor a la Junta Militar", iniciada tres meses antes de su asesinato y enviada en diez copias dactilografiadas con carbónico a diferentes medios y organismos de su país e internacionales.

    Tan solo me voy a atrever a recoger algunas palabras de esta carta tan significativa…

    "La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión…"

    "El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades…"

    "En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron…"

    "Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad Argentina…"

    "Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido…"

    "Porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.

    Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles…"

    Buenos Aires, 24 de Marzo de 1977

    Podríamos detenernos un momento y preguntarnos sobre las veces que escribimos una carta, ese ejercicio que también forma parte de la literatura, esa tarea que parece tan común, tan cotidiana. Pero pensemos otra vez en la veces que escribimos una carta similar a esta, con tanto realismo, con tanta consternación, con tanta "libertad" a pesar de las circunstancias. Entonces este pequeño entrenamiento mental puede ser el inicio de adoptar una certeza que nos puede ayudar "para todo el viaje", y es la de estar convencidos que no es fácil escribir y comprometerse al mismo tiempo, hablar y arriesgarse en simultaneo, no hay que engañarse… Ni mucho menos engañar.

    Casi un mes posterior a esta carta asesinaron a Rodolfo Walsh en la vía pública y aún no se sabe que fue de su cuerpo acribillado, aunque se presume pasó a integrar parte de las aguas del Río de la Plata.

    En este mismo año, la Comisión Argentina de Derechos Humanos denunció ante la ONU al régimen militar, acusándolo de cometer 2.300 asesinatos políticos, unos 10.000 arrestos por causas políticas y la desaparición de entre 20.000 y 30.000 personas, muchas de las cuales fueron asesinadas y sepultadas en tumbas anónimas.

    "Si la historia la escriben

    los que ganan eso quiere

    decir que hay otra historia…

    Quien quiera oír que oiga"

    Estoy totalmente convencida que hay otra historia, la que se escribe en cada familia, en las calles, en las villas, en las mejores ciudades, en los paises sub-desarrollados, en Irak, en Santa Fe, en las cárceles…en el exilio, por eso estos países, estos autores, estas poesias, estas palabras.

    Ya en el ultimo tramo de este trabajo siento que es imposible no hablarles de la importancia que tiene que tener para toda la sociedad y para el mundo entero, la valiente, enorme y saludable tarea de "hacer Memoria", pero hacerla como sociedad, que lo individual vaya sumando, es decir, que lo hagan los del norte y los del sur, todos y cada uno, porque existe lo que llama Raquel Doso, en su relato histórico y psicoanalítico sobre historia y memoria, un concepto clave que nos ayuda mucho:

    "La memoria colectiva ha constituido un hito importante en la lucha por el poder conducida por las fuerzas sociales. Apoderarse de la memoria y el olvido es una de las máximas preocupaciones de las clases, de los grupos de los individuos que han dominado y dominan las sociedades históricas. Los olvidos, los silencios de la historia son reveladores de estos mecanismos de manipulación de la memoria colectiva…"

    La memoria es nuestra herramienta si queremos construir, renovar o arrancar de raiz a todo aquella situación o a personas que propongan muerte, escondida detrás de un buen disfraz de aparente solidaridad. Necesitamos una memoria que no entienda de negociaciones oscuras, de intereses personales, de proyectos a corto plazo, de arreglos a medias, de silencios comprados, de miradas indiferentes.

    Necesitamos una memoria que sepa sumar, que contagie compromisos concretos, que abra espacios para todos, que proyecte y anime hacia el futuro…

    Necesitamos personas que con memoria puedan desarrollar tal vez la mirada de horizonte y la invitación de Benedetti a "arremangarse" después de mirar.

    Necesitamos que escritores como Neruda, Benedetti, Gelman y Walsh, entre otros, sean incansablemente mucho mas que un ejemplo de escribir y dar testimonio de ello, en el exilio o casi exiliado, en fin, tal vez no importe el lugar desde donde se manifieste, desde donde se denuncie (aunque tenga que ver con algunos aspectos), lo esencial es adonde llega y que provoca. Esa es la tarea y la preocupación de un buen escritor.

    Ya en ultimas instancias vuelvo sobre la gran significación que tienen las palabras en cada terreno que se estudie y la fidelidad que necesitan ellas para no dar marcha atrás en lo que como pais venimos escribiendo…tal vez para que en un tiempo no muy lejano, seamos muchos los que podamos repetir las palabras de Walsh en su carta…"fieles al compromiso que asumimos hace tiempo de dar testimonio en momentos difíciles…".

    Bibliografía Utilizada:

    Norma Heredia