La salud sexual y reproductiva según sus actores en un distrito de Arequipa, Perú (página 4)
Enviado por Alejandro Vela Quico
La mayoría de los entrevistados no la acepta pero reconocen que debe ser regulada por instituciones de gobierno como el municipio y el sector salud, ya que dicha actividad es un factor de riesgo para contraer enfermedades de transmisión sexual especialmente en SIDA. En este sentido se firma que "es una realidad que tiene nuestro distrito y debe ser regulada, vigilada y las trabajadoras sexuales deben tener atención integral… constituye un actividad que refleja una actitud que denigra la dignidad de una persona especialmente cuando estas tienen una posición marginal en la sociedad", "en esta actividad el ser humano se convierte en objeto siendo sujeto, se trata del sexo como simple materia inerte"
También se la cuestiona por la desnaturalización de las funciones que cumple el sexo en la sociedad, que genera problemas de salud personal, familiar y es un trastorno para la salud pública. La prostitución desnaturaliza en parte las funciones orgánicas genitales y ocasionan enfermedades y además los lugares donde se realiza se constituyen en focos de violencia social.
Algunas concepciones vinculan la prostitución al carácter hedonista de las personas, en el sentido de que el hombre sería el único animal que usa el sexo para su diversión ya que el resto sólo lo utilizan para la procreación.
Algunos de los entrevistados no sólo la reconocen sino que también la acepta indicando que el tema es "parte inherente de las civilizaciones", "el trabajo sexual es parte de una sociedad", "es un mal que no se podrá erradicar, lo que se debe garantizar es el control sanitario". Este asunto se convierte en una condición básica para su aceptación, ya que con estas medidas de higiene y protección adecuadas no existen problemas para su ejercicio. Joani: Creo que la prostitución hay que aceptarla, no estigmatizarla, por el contrario es necesario el control de los riesgos y la educación sexual, o sea que se trata de un problema social que es imposible eliminarlo, lo que hay que hacer es regular y controlar la clandestinidad.
ACTITUDES HACIA LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
En términos generales se acepta la necesidad de que existan derechos sexuales y reproductivos, donde no existan diferencias entre el hombre y la mujer y su ejercicio pleno está relacionado con las capacidades que tienen para desenvolverse en la familia y sociedad, especialmente con el grado de educación alcanzado y la posición económica que tienen. Además de ello, existe una vinculación con las responsabilidades o deberes que se derivan de los derechos que se reconocen. Entre los principales que propone el personal de salud son los siguientes:
Goce pleno y sin miedo de su sexualidad.
Procreación de manera libre y sin trabas.
Tener el número de hijos que quiera y cuando quiera. A elegirlos.
La planificación de su familia y a usar los métodos anticonceptivos.
Aborto.
Acceso a la información completa y veraz en los establecimientos de salud.
Atención con respeto a su autonomía en los establecimientos de salud y con respeto a su condición de paciente.
Privacidad en la atención a su salud sexual y reproductiva.
Privacidad de y en sus relaciones sexuales.
Decidir con libertad sobre su sexualidad.
Respeto a su dignidad como sujeto libre de ataduras.
Rehusar tratamientos y procedimientos.
Decidir que pareja tener y cuantas.
Decidir cuando y como tener relaciones sexuales.
Conocimiento pleno del sexo en la pubertad y adolescencia.
Decidir sobre el inicio de sus relaciones sexuales.
Comunicación directa con su pareja.
Consulta inmediata y con la confidencialidad del caso.
Además se proponen algunos específicos para los varones:
Decidir si quieren ser padres o no.
Derecho de género igual que las mujeres.
A no aceptar la vasectomía.
A la evasión para prevenir el estrés.
Se indica que al hablar de derechos, también debe hacerse sobre los deberes, ya que existe una alto grado de desconocimiento y analfabetismo, se observa que casi siempre tienen más hijos los más pobres y que por ello, a la manera de circulo vicioso estás familias estarán en desventaja y afrontarán mayores y más complicados problemas de salud. Se acepta también que es necesario ejercer con libertad y responsabilidad la sexualidad.
En relación a algunos temas de la salud sexual y reproductiva, los entrevistados tienen las siguientes posiciones:
– SIDA y tratamiento gratuito
Expresaron su acuerdo con el tratamiento gratuito del SIDA y ello como responsabilidad del Estado y el gobierno de turno, especialmente porque se trata de un problema de salud pública y la incidencia de casos se viene incrementando, pero tendría mayor eficiencia destinar recursos para desarrollar acciones de prevención y de promoción de un ejercicio sano del sexo.
Un importante grupo de profesionales opina que el derecho como tal existe y que los medicamentos son caros y no están al alcance de la mayoría ya que la enfermedad se presenta con mayor incidencia en grupos menos favorecidos económicamente, además se trata de un grupo social al que se le reconoce un estado especial de vulnerabilidad y de riesgo para los otros ciudadanos. También se dan razones morales o de compasión como por ejemplo "son seres humanos que piensan, sienten y necesitan apoyo"
Otros profesionales plantean un pensamiento relativista en el sentido de que si bien existe el derecho como tal y la obligación del gobierno de asistencia, su cumplimiento estaría condicionado a la disponibilidad de financiamiento del Estado, específicamente el Ministerio de Salud o EsSalud. En todo caso es necesario dar prioridad a quienes más lo necesitan y estos son los niños afectados por la enfermedad. Las atingencias anteriores se basan en la preocupación de que asignar recursos estatales para tratar la enfermedad en los adultos, puede estimular la promiscuidad y las relaciones sexuales no seguras. Luego, el derecho al tratamiento gratuito no les asistiría al 100% de los pacientes con SIDA.
– Uso de la "píldora del día siguiente"
Una minoría de los entrevistados consideran que no es aceptable el uso de la denominada "pastilla del día siguiente" por cuanto en realidad su mecanismo de acción provoca un aborto y, desde otro punto de vista, porque la sociedad y las autoridades deben estimular y premiar las conductas sexuales responsables y maduras, de manera tal que no se necesite hace uso de este tipo de intervenciones para remediar fracasos en este campo.
La mayoría de entrevistados acepta el uso de este "método" pero con carácter de excepcional ya que reconocen que la mayoría de parejas se descuidan en la protección al momento de tener relaciones sexuales. De existir riesgos a la salud por una gestación, la "pastilla del día siguiente" es necesaria e indispensable".
También su uso se justificaría en los casos de violaciones, pero no como método anticonceptivo regular ya que se sabe que puede producir alteraciones en la fisiología del aparato genital femenino. Lo importante del método es que permite evitar embarazos no deseados, pero insisten en su uso restringido a casos de emergencia como su nombre lo indica y prevenir complicaciones posteriores.
Muy pocos aceptan este método reconociéndolo como un derecho amplio que le asistiría a las mujeres para decidir si quiere o no estar embarazada.
– No violencia del esposo
Todos rechazan la violencia familiar del esposo y afirman que debería ser sancionada, pero encuentran que aún no existen los canales legales adecuados, además de que no existe en la mujer una cultura y un ejercicio pleno de sus derechos sexuales y por el contrario, su comportamiento refleja un estado de pasividad y sumisión.
La mayoría de los profesionales reconocen que en el distrito existe la violencia ejercida por el esposo y ello de diversas maneras, tanto psicológicas como físicas, pero los argumentos que utilizan para rechazarla se orientan por el lado de una especie de imperativo categórico en el sentido de "todos tienen derecho a ser bien tratados y respetados", "nadie tiene derecho a agredir ni ser agredido", o en un sentido genérico, en contra de la violencia ya que está no es buena para nadie o que la violencia conduce a más violencia.
Los profesionales de la salud también reconocen la violación sexual dentro del matrimonio en el distrito y ello debido a la cultura del machismo que existe y que se presenta especialmente cuando ella no está de acuerdo y es tomada por la fuerza o cuando ya no existen sentimientos de afecto. Este tipo de violación que es silenciosa la rechazan ya que consideran que el matrimonio no implica sujeción de la mujer al marido sino más bien, la relación mutua de entrega voluntaria y placer.
Alguno de los entrevistados afirmó que no tiene evidencia o que no ha observado este tipo de fenómeno en su práctica profesional.
– Escolar gestante y estudios regulares
Se reconoce el derecho de la gestante escolar a continuar sus estudios de manera regular, no obstante que la gestación en si, puede ocasionar dificultades, así como que el propio entorno de sus compañeros, profesores y autoridades educativas no sea favorable, ya que se caracteriza por un doble patrón de comportamiento, de aceptación o conmiseración por delante y de rechazo por detrás. Además se plantea una alternativa conciliadora que consiste en suspender los estudios durante el tiempo de embarazo y continuarlos cuando éste termine.
Se afirma que el embarazo en una colegial "no debe ser una limitación para lograr una educación adecuada en el campo de la familia, el escolar y social", "pero la sociedad las margina", "el embarazo no es problema para educarse", "la educación es un derecho", "tiene derecho a continuar con su educación pero en otro horario para evitar ser estigmatizada por compañeros y profesores", "pero necesita apoyo fundamentalmente familiar", "el embarazo no es una enfermedad".
DEMANDA DE ATENCIÓN EN SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
La demanda de atención se identifica en cuatro campos claramente diferenciados y sin que se establezcan diferencias importantes entre ambos sexos. Se reconoce que la intervención debe darse de manera mínima en los tres niveles siguientes: usuarios, padres de familia y profesores y ello, por un equipo multidisciplinario donde deben participar sexólogos y psicólogos, aceptando que estos profesionales no forman parte del personal de staff nombrado con que cuentan los establecimientos de salud existentes en el distrito.
a) Enfermedades de Transmisión Sexual: Especialmente en el hombre que sufre de gonorrea, sífilis, chancro y otras que requieren adecuado tratamiento y consejos para su vida sexual. Las mujeres presentan un conjunto de problemas más de carácter ginecológico en los que dominan las enfermedades producidas por los diferentes tipos de flujo vaginal, entre los que están las enfermedades de transmisión sexual. La infección por el VIH y el SIDA merecen especial consideración ya que la percepción es que el problema se está incrementando en el distrito y las acciones que se hacen para prevenir y controlar no son suficientes.
b) Planificación Familiar y Salud Reproductiva: Paternidad responsable debido a los casos de embarazos no deseados por falta de uso de métodos anticonceptivos. Se considera que se debe incidir con mayor cantidad y diversidad de recursos la motivación para el uso adecuado y permanente de los métodos anticonceptivos seguros y desde la pubertad de manera tal que las primeras relaciones sexuales no sean de riesgo. El campo en el que la demanda esta atendida con una cobertura optima es la de la maternidad, vale decir el control de la gestación y las inmunizaciones en esta etapa de la vida, así como la atención del parto, del puerperio y del recién nacido. En el distrito se cuenta con un centro de referencia para este tema que es el Centro de Salud de Zamácola.
c) Dificultades en las Relaciones Sexuales: Los principales problemas están constituidos por la impotencia sexual, inhibiciones por traumas de carácter psicológico, insatisfacción sexual, frigidez, eyaculación precoz, dolor en el coito sexual y falta de apetito sexual. También inseguridad en las relaciones y la falta de capacidad reproductiva o infertilidad. Autoestima y creación de valores especialmente por los maestros, profesionales de los municipios y del sector salud. Se reconoce que en este campo no existe el personal profesional idóneo para atender la demanda y que por esta razón la problemática permanece oculta. No hay psicólogos y profesionales de la salud capacitados en sexología.
d) Educación Sexual: La temática que se debe tratar es amplia y debe tener carácter integral. Se considera el desarrollo evolutivo de la sexualidad que debe impartirse en los colegios, explicar los riesgos del inicio precoz de las relaciones sexuales; creación de escuelas para padres, educación sexual en colegios por profesores bien informados El tema de los derechos existentes en este campo es importante y se los debe inculcar desde la niñez ya que existe un notorio desconocimiento de estos derechos en la familia. Temas de carácter cultural y social como la homosexualidad, machismo, alcoholismo y violencia se deben abordar con la familia, en los colegios, en la iglesia y desde la niñez.
Un común denominador está constituido por la necesidad de capacitar al personal profesional de la salud para que sea competente en el abordaje de la problemática de la sexualidad existente entre las parejas y familias del distrito. Además se requiere destinar recursos para dotar de equipos e infraestructura adecuada para el abordaje de estos temas, ya que en la actualidad ello no existen.
Balance de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en Cerro Colorado
1. ESTADO ACTUAL DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
La diversidad de conceptos sobre el significado de salud sexual y reproductiva, si bien se explican por la heterogeneidad cultural y social de los entrevistados, marcadas están además por sus experiencias personales y laborales. Ratifica la presunción de que éste es un tópico donde circulan valores y tensiones de poder; que son poco abordado en la formación de las personas, ya sea desde el ámbito familiar como en el social.
En la concepción de la salud sexual y reproductiva, tanto en los miembros de las organizaciones de base o comunales, como en los representantes institucionales y el personal de salud, predomina un enfoque centrado en la condición biológica y natural, teniendo mayor énfasis los aspectos reproductivos y patológicos, sin dejar de lado elementos relacionados a madurez, responsabilidad, formación espiritual, hasta elementos relacionados como la respuesta estatal, a través de los servicios de salud, para explicar los determinantes de estas situaciones de salud o sociales.
Los profesionales de la salud frecuentemente han explicitado su posición al respecto parafraseando aquella definición de salud que se encuentra señalada en los documentos oficiales, que se difunden en la formación académica o en los eventos institucionales, como la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD 94) o la Cuarta Conferencia Mundial de Mujeres Beijing (95), demostrando así que existe una difusión y manejo conceptual actualizado que los ubica como un actor coherente en este tema controversial a causa de los intereses dogmáticos de quienes se esfuerzan en mantener un posición confesional al tratar este tópico.
Lo señalado anteriormente es un avance, pero también es evidente que en ninguno de los grupos en estudio se aprecia claridad respecto a la estrecha relación que existe entre salud (y dentro de ella la salud sexual y reproductiva) y sexualidad, aspecto inherente a las personas y que marca las diferencias entre los humanos y los otros seres vivos, que está presente durante todo el transcurso de su vida, desde el momento de la concepción hasta la muerte.
Desde un enfoque integrador, no es posible soslayar la referencia al placer y bienestar como elementos necesarios y trascendentales para entender lo que significan la salud sexual y reproductiva en el marco de la sexualidad. Se entiende que este perfil debe quedar explícito en la mira de rescatarla de los enfoques biomédicos, que hacen perder de vista también valiosos componentes como los afectivos, placenteros y comunicacionales, que deben existir en las personas al ejercer su sexualidad.
Junto a ello, trasuntar los límites de la esfera biomédica o biologista equivale a plantear que la salud sexual y reproductiva, junto con la misma sexualidad, son derechos inalienables, propios de su dignidad humana, como son el derecho a la vida, a la libertad, a la educación, al trabajo, entre otros.
La percepción sesgada sobre el significado de la salud sexual y reproductiva se aprecia también al abordar el señalamiento de la problemática que se vive en el distrito. Por un lado, existe consenso para destacar que las relaciones precoces y el embarazo en adolescentes les preocupan, al decir de los entrevistados, básicamente en la medida que afectan a un grupo poblacional con expectativas de desarrollo en el futuro. Los determinantes involucran la responsabilidad que le compete a la familia, la sociedad y al Estado, en la formación y educación de sus miembros y a la influencia de la cultura machista y autoritaria, factores que si bien es cierto intervienen en su génesis, no pueden ocultar que los adolescentes atraviesan una época de inquietud y curiosidad por conocer su dimensión propia en el ejercicio de su sexualidad, agregando a ello los factores de desconcierto social que los ubica indefensos para encontrar salidas en su realización personal y social.
El embarazo precoz y el inicio de las relaciones sexuales, en un medio como el nuestro, polariza posiciones por las tensiones culturales y religiosas, por las consecuencias sociales y biológicas que trae. La práctica sexual en los adolescentes está sujeta a estigmatización por los estereotipos y prejuicios imperantes. Pero nuestro medio es contradictorio, entre lo prescriptivo social y las prácticas, entre la moral y la práctica real, entre lo oficial y lo real. Esta duplicidad diversa se oculta porque su transparencia podría llevar a develar a los actores sociales y sus intereses, que sostienen estos enfoques y prácticas.
Negar que es inevitable, natural y normal, la avidez por vivir la experiencia sexual en los adolescentes a partir de argumentos moralistas trasnochados e ineficaces, es intentar arrebatar el disfrute de la sexualidad, la apropiación y legitimación del cuerpo; aspectos inherentes al ser humano cualquiera sea su edad, la actitud contraria alienta el fundamentalismo religioso y moral; en decisiones personales, que son tipificados como derechos sexuales y reproductivos.
Las enfermedades de transmisión sexual incluidos el VIH y SIDA, son mencionadas como frecuentes en la problemática planteada, debido a malos hábitos higiénicos y profilácticos de las mujeres y a prácticas infieles de los varones, probablemente asociados a cierta naturaleza sexual del varón y a "fallas" de las esposas; explicaciones que reeditan estereotipos de género en la población al no abordar los comportamientos sexuales en el contexto de la apropiación del cuerpo de la mujer por el varón a manera de una mercancía, que práctica sexo con varias parejas y sin cuidado de contraer dichas enfermedades.
Esta discriminación de género, desde la perspectiva de los entrevistados, se aprecia también al identificar como problema el desconocimiento sobre métodos anticonceptivos de parte de las mujeres quienes, desde su enfoque, se convierten en las principales responsables de utilizar medios para regular su fertilidad. Al margen que pudieran tener o no acceso a ellos o que sea un derecho de las mujeres. La maternidad voluntaria, resulta necesario precisar, que es un derecho para ambos, hombres y mujeres, como una responsabilidad inherente a la adopción de conductas sexuales placenteras, conscientes, responsables y libres, que redunden en el bienestar de uno mismo y de los demás.
La lectura de la violencia sexual como problema es alentador en la perspectiva de un acuerdo social para enfrentarla y de soporte frente a dicha situación, aunque en las versiones de los representantes de las instituciones de salud no estuvo explícito como problema. Se percibe con ello que la violencia sexual está siendo de preocupación externa al ámbito familiar, no sólo por la creciente visibilidad de dichos hechos, sino porque lo relacionan directamente con abuso, humillación e injusticia hacia las mujeres, incluso dentro de la relación conyugal.
La identificación del aborto como problema en el distrito, es visible en las percepciones de los representantes de instituciones y de salud, más que en los miembros de las organizaciones de base, lo que induce a pensar que podría estar este tema aún siendo de manejo casi privado por las mismas mujeres que viven el drama de embarazos no deseados y cuyas soluciones son generalmente clandestinas. Lo especial es que en la señalización de las causas se asocian a la ausencia de educación sexual, a las dificultades económicas, la irresponsabilidad de los varones, entre otros; pero no se hace alusión a la decisión autónoma de la mujer de someterse a un aborto en toda circunstancia, porque sería su derecho.
Es de destacar que en todos los grupos estudiados se hace alusión a problemas de índole sexual en la práctica de los varones y en la relación de pareja; respecto a lo primero se plantean un abanico de percepciones que destacan dificultades en el funcionamiento y la respuesta sexual, llegando incluso a citarse insatisfacción sexual, y sobre lo segundo, se hace mención a las interferencias que imposibilitan la comunicación que debería estar presente entre los miembros de una pareja que comparten sentimientos y vínculos afectivos.
Se advierte no sólo la poca profundidad en el tratamiento de la sexualidad como un aspecto vivencial, natural y necesario; que guarda estrecha relación con la realización y el bienestar de las personas, sino que además se ofrece como una expresión de la débil identidad sexual de la mujer, quien frente al varón es más vulnerable y limitada en encontrar la satisfacción, el gozo y el placer, como ser sexuado que es, sin temores ni culpas; como expresión de la discriminación que sufre en todas las esferas.
Una autoestima disminuida en el campo del ejercicio de su sexualidad impactará negativamente en el campo de la salud por lo que existe un correlato mucho más negativo para la mujer que para el varón, que son subregistradas en las estadísticas de las enfermedades y daños que afectan su salud y desarrollo como persona, por lo que probablemente tampoco es tratado en forma abierta y dándole la importancia que merece si se trata de establecer que la sexualidad es inherente a la persona.
El derecho sexual y reproductivo como facultad de las personas para hacer lo que conviene a los fines de su bienestar y felicidad, sin lesionar los fines de los otros, no tiene asidero en los relatos obtenidos. Existen expresiones que permiten entrever que existen identificados derechos, pero que son sólo eso: declaraciones, ya que no hay de manera visible, organización social que los promueva y apoye ni institución formal que los asuma. Uno de los campos en que existe un desarrollo con perspectivas alentadoras para su control, es frente a la violencia sexual, especialmente por un trabajo sensibilizador antiguo que han hecho muchas organizaciones, especialmente de carácter privado, así como también por condena que de ella hace la Iglesia, como institución influyente en el campo de la sexualidad y reproducción.
La principal tensión se identifica en el espacio de la relación entre el sexo que tiene como función principal la perpetuación de la especie o el sexo como fuente de placer y felicidad y los conceptos éticos y actitudes morales derivadas de dicha relación. Una complementación entre ambas concepciones se vislumbra incipientemente en algunos actores. Uno de los campos específicos de la tensión señalada se presenta en el contenido y metodología del derecho a la información, comunicación y educación sexual y reproductiva. Los sesgos en este campo son evidentes donde se denota una propuesta de limitar al máximo la información, de racionalizarla, del énfasis en su carácter disciplinador moral y legitimador de la moral dominante.
También es posible definir como tensión observable, los nuevos roles que viene asumiendo la mujer, especialmente la que trabaja y sostiene su hogar que la lleva a cierta confrontación con el poder del marido y el carácter de las propias organizaciones sociales; en un escenario en el que la cultura del machismo y autoritarismo, es todavía hegemónica y escasamente cuestionada.
Una tensión incipiente, pero no por ello débil, es la que se viene produciendo entre el personal profesional conciente de su rol educador y promotor de la salud integral, con las limitaciones de todo orden que le presenta la institución donde labora, ya sean en salud o educación. Desde aquella que se va configurando entre la capacidad y posibilidad de repuesta a los problemas y la disponibilidad material de insumos críticos, hasta la que significa cuestionamiento severo a las políticas de Estado en este campo. Pero es necesario sugerir que en algunos casos, esta apreciación de las limitaciones materiales, puede ser sólo una justificación para la inacción.
2. PERSPECTIVAS EN LA PROMOCIÓN DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
La perspectiva con mayor contenido está relacionada a la educación, información y comunicación en este campo, la misma que para tener resultados favorables a la sexualidad y reproducción, como fuentes primarias de realización personal, debe tener el carácter de integral, metodologías participativas y dinámicas y que contengan aprendizajes significativos que se inician desde lo valioso o importante para las personas, pero que como tal y aún, conteniendo el carácter señalado, tendría sus propias limitaciones, ya que la problemática es mucho más compleja y la connotación existencial que tiene está, básicamente producida por relaciones entre hechos que no se pueden definir con exactitud.
Aquí debemos destacar la ausencia de un enfoque cultural de la sexualidad y reproducción, incluso en los sectores profesionales e intelectuales, pues se piensa siendo un campo biológico, moral y formativo; son la medicina, la iglesia y la familia; los responsables de su intervención. Al plantear el asunto como un campo cultural, las tensiones se pueden plantear entre universalismo o relativismo, entre heteronomía o autonomía de las conductas sexuales y reproductivas, además de otras más específicas como dominación y voluntad, democracia o autoridad.
Uno de los campos con perspectiva propia es la real posibilidad de construir alianzas entre personal de salud motivado, comprometido y adecuadamente capacitado, con cuadros dirigentes de las organizaciones sociales de mujeres, algunos medios de comunicación y actores especiales de instituciones como le gobierno local para potenciar el concepto y la práctica de la sexualidad y reproducción como derecho humano inseparable de la felicidad y salud mental, para construir la democracia en el análisis y alternativas y la tolerancia a los heterogéneo y diverso en el marco de respeto al derecho ajeno y crear escenarios efectivos para la afirmación de identidad en este campo que por su connotación tiene carácter básicamente existencial.
Cualquier perspectiva para promover la salud sexual y reproductiva con algún grado de éxito, encontrará en algún momento la confrontación con pensamientos religiosos y conservadores muy arraigados; las estrategias frente a ello deben provenir del respeto mutuo, la tolerancia y creatividad individual y colectiva de personas y grupos que entienden de manera integral el tema de la sexualidad en su realidad.
Uno de los ejes de confrontación seguramente estará en el campo de la comunicación social, frente a sus mensajes por un lado liberales, pornográficos y morbosos, y otros represivos e intimidatorios.
1. En los diferentes actores sociales del distrito de Cerro Colorado de Arequipa, los derechos sexuales y reproductivos no son reconocidos como tales, no tienen información de ellos, no están incorporados como temas o problemas que deban ser atendidos o alcanzados; aunque se reconoce que deben promoverse. Predomina una percepción biológica y positivista de la salud sexual y reproductiva, definida como ausencia de enfermedades en esas áreas. El estado de salud sería establecido por el control en los servicios o profesionales de salud. Hay gran postergación del placer como componente del bienestar pleno.
2. En relación a la atención de la salud sexual y reproductiva en el distrito de Cerro Colorado, éste se da con un enfoque biologista; principalmente referido a los aspectos reproductivos, con gran ausencia de los asuntos de la salud sexual de la mujer y el varón. Los servicios de salud son exclusivamente para la etapa reproductiva, no hay una activa oferta de atención a los varones. Existen adecuada cobertura de servicios de salud, y los indicadores oficiales relacionados a la salud de la mujer, en general son positivos. Existe un incipiente reconocimiento en el personal de salud de algunos temas de la salud sexual, pero encuentran limitaciones formales, administrativas y materiales para su atención.
3. Las concepciones, expectativas y actitudes hacia la salud sexual y reproductiva en los personajes claves de los Servicios de Salud, de las instituciones públicas y en las organizaciones comunales; están también orientados a aspectos biológicos, la prevención de enfermedades como las ETS y SIDA; pero en el campo de la sexualidad, tienen un enfoque moral, con fuerte presencia de una cultura religiosa, machista y autoritaria. Estos temas se ven postergados en la comunidad por razones quizá principalmente culturales, de timidez, de vergüenza y desconocimiento.
4. De la mayoría de problemas y temas de la salud sexual y reproductiva, se tiende a responsabilizar más a la mujer. Algunos asuntos como la infidelidad o el acceso a la prostitución, se culpabiliza al varón; pero lo justifican también por cierta naturaleza masculina que busca más las relaciones sexuales. También se afirma que en el seno del hogar es donde se forman los principales valores; pero que los padres no saben cómo hacer la educación moral de sus hijos e incluso suele haber violencia y alcoholismo en los hogares; a lo que se suma la influencia perniciosa de la pornografía y libertinaje en los medios de comunicación.
5. Entre el personal de salud su enfoque está muy definido por su formación profesional y los lineamientos de política del sector, cuyas concepciones son biologistas y asistenciales expresados en los programas oficiales, además muchas de sus concepciones sobre los problemas y sus explicaciones, son semejantes a los de la comunidad, lo que sugiere la comunicación social entre ambos actores.
6. En los actores institucionales el enfoque es diverso, de acuerdo al rol institucional. Se observa que tienen concepciones más radicales y conservadoras, con gran influencia de la iglesia católica, sugiriéndonos que cumplen un rol legitimador y de reserva de los valores oficiales y dominantes. En general se reconoce que los temas de la salud sexual y reproductiva son importantes en la calidad de vida y que tienen impacto en la conducta social, así como también es un indicador del nivel de desarrollo de la educación y bienestar de la población. Las actitudes hacia algunos temas de la salud sexual y reproductiva como la prostitución, homosexualidad, anticoncepción de emergencia y otros, son en general conservadores. Se destaca la actitud de autoexcluirse de los profesores, para las tareas de formación y educación en los estudiantes, aduciendo limitaciones de tiempo y escasa formación.
7. Las diferentes posiciones expresarían también la diversidad social y cultural presentes en el distrito de Cerro Colorado; pero es unánime el reconocer como una estrategia importante a la educación sexual y la información; pero se tiene objeciones y dudas sobre quién debe darla y sobre el contenido para las diferentes etapas del desarrollo. Esta educación pone énfasis en aspectos orgánicos y funcionales de la sexualidad y reproducción y es percibida como una panacea para todos los problemas, como metodología sugieren la transmisión de información y le asignan un rol disciplinador de la moral y conducta sexuales, especialmente dirigida a los adolescentes.
8. En última instancia, las mayores responsabilidades sobre la salud sexual y reproductiva, se dirigen al Estado y a algo ambiguo como es la sociedad o el sistema, a quienes exigen que asuma medidas desde las educativas a las represivas, para evitar los problemas encontrados. En este nivel, los actores institucionales, a pesar que son parte de la institucionalidad del Estado, se muestran pesimistas para asumir las tareas de educación o control.
9. Frente al aborto es casi unánime el rechazo, argumentando que afecta una vida humana a la cual hay que respetar, igual concepto tienen sobre la anticoncepción de emergencia. La homosexualidad es rechazada definiéndola como una conducta anormal y perniciosa para la juventud. La prostitución, a pesar que le reconocen riesgos en el contagio de ETS y SIDA, así como afectar la estabilidad familiar, la perciben como inevitable y con afectos preventivos sobre otros riesgos mayores. En muchos de los argumentos se percibe un criterio proveniente de la formación religiosa dominante. La legalización del aborto, de la anticoncepción de emergencia o el tratamiento gratuito del SIDA, por ejemplo, perciben que estimularía la irresponsabilidad social y moral en las personas.
10. El rol del Gobierno Municipal Distrital en la promoción de la salud sexual y reproductiva, es deseable y viable, desde un punto de vista formal como desde las necesidades objetivas de la población. El trabajo Municipal está caracterizado por el énfasis en la infraestructura, el ornato y eventualmente acciones de seguridad y control en zonas donde se ejerce la prostitución. La posibilidad de que este nivel de Gobierno asuma un rol más social y educativo, de promoción de la salud sexual y reproductiva en especial, fue recibido con gran interés por todos los actores sociales, pero aún predomina el enfoque de que los temas de la salud deben ser principalmente atendidos por los servicios de salud y sus profesionales.
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Autor:
Alejandro Vela Quico
Médico cirujano, licenciado en Antropología, doctor en Medicina, magíster en Salud Pública, magíster en Filosofía, profesor principal de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de San Agustín UNSA y profesor de postgrado de la Universidad Católica Santa María UCSM, Arequipa Perú.
Coautores: Ismael Cornejo Roselló Dianderas, Marta Patiño Díaz, Mercedes Neves Murillo
Arequipa, Perú, agosto 2011
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