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Mini biografía y cartas de Mons. Arias Blanco (página 2)


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Insistimos, asimismo, en una institución nacional de "Prestaciones Familiares" . Este subsidio otorgado a los padres de la clase trabajadora en relación con el número de hijos que están a su cargo, debe ser suficiente para que, de hecho, pueda ayudar eficazmente a los gastos de alimentación, vestido, escuela y otros análogos de dichos hijos.

Mediante las referidas Prestaciones Familiares desaparecerá la amenaza de miseria que angustia a muchas familias, al tener varios hijos. Al mismo tiempo cesará en buena parte el triste espectáculo de los niños abandonados por dificultades económicas y por las consecuencias de la miseria. Y si se exige, como hay que exigir, la asistencia a la escuela como condición indispensable para que los padres puedan percibir el correspondiente subsidio por tal concepto, se habrá encontrado entonces, a la vez, un remedio eficaz contra el ausentismo escolar. Deben también prolongarse las Prestaciones Familiares durante el período de aprendizaje y de estudios, para fomentar los centros de Formación Artesanal y técnica que tanto necesitamos.

3.- LA CULTURA OBRERA

En efecto, el trabajador debe interesarse en adquirir la necesaria cultura y en mejorar por todos los medios que estén a su alcance. Se comprende que se requiere voluntad de hierro y heroico sacrificio para sentarse en los bancos de una escuela después de la diaria fatiga. Sin embargo, es la condición indispensable para que el hombre de trabajo pueda progresar y alcanzar condiciones más favorables ante las incesantes oportunidades que se le ofrecen de mejorar su labor, y su mismo nivel de vida, tanto material como espiritual; por eso, especialmente los que carecen de toda instrucción, deben procurar aprender a leer y a escribir por medio de los eficaces métodos que tanto facilitan el aprendizaje, y que pronto, según lo han prometido las autoridades del ramo, se difundirán mediante una amplia campaña de alfabetización en toda la República.

4.- LAS ARTES Y OFICIOS

Además de la lectura y escritura, han de procurar, asimismo nuestros trabajadores, no limitarse a las obras o tarea comunes, que no requieren especialización alguna, sino aprender a perfección algún arte u oficio determinado. Quienes no saben ninguno son los que con mayor frecuencia carecen de trabajo, y aumentan el angustioso número de los desocupados.

Es justo, pues, que los obreros, de modo particular los jóvenes, no desperdicien la ocasión de adquirir el debido conocimiento de alguno de estos oficios o artes, antes indicados, que se les presentará muy pronto, al funcionar las nuevas escuelas artesanales que, de acuerdo con el plan de los ministerios respectivos, se abrirán próximamente.

5.- LA VIVIENDA HIGIENICA Y SANA

Como medida encaminada a elevar el ambiente material y moral del obrero y del pueblo en general, aplaudimos también ampliamente la campaña recientemente emprendida contra el rancho y demás viviendas insalubres tanto en el campo como en las ciudades, y deseamos que nuestros venerables párrocos y demás sacerdotes cooperen con el mas decidido entusiasmo en una labor de amplias proyecciones sociales, interesándose en que las mencionadas viviendas sean sustituidas con casas unifamiliares, en cuanto lo permitan la condiciones locales. Ojalá se estudie la forma de lograr que los inquilinos de las urbanizaciones obreras lleguen a ser a su debido tiempo los propietarios de esas viviendas, dándoles para ello las mayores facilidades.

Desgraciadamente las veces en que se ha enfrentado el problema de las urbanizaciones populares no siempre se han tenido en cuenta las exigencias más elevadas de los destinados a ocupar las casas obreras, tales como parques, teatros, cines, para la honesta recreación de los vecinos, dispensarios, escuelas y otros edificios análogos, y lo que es más sensible aún, los mismos templos, cosas estas que es de esperarse no serán olvidadas en lo sucesivo. Sion embargo, es de justicia reconocer aquí que en las últimas etapas el Banco Obrero ha logrado en gran parte corregir tales fallas.

6.- CONTRA EL ALCOHOLISMO Y EL JUEGO

No podemos menos de mencionar ahora la necesaria lucha que se impone contra los males más frecuentes que afectan a nuestro mundo obrero. Entre ellos, citamos en primer término el alcohol, hermano de la miseria y compañero del crimen, al cual conduce, embruteciendo al individuo y haciéndole olvidar los más sagrados deberes. Ni dejaremos tampoco de elevar nuestra voz contra el juego, que con tan lamentable frecuencia hace perder al hombre los recursos logrado con el sudor de su frente, recursos que en vano esperará la necesitada familia del individuo entregado a tan insaciable vicio.

Advertiremos de paso que es vergonzoso que una nación dotada de tantas riquezas como Venezuela se empeñe en sostener en buena parte sus institutos asistenciales a base de loterías; de sorteos semanales y de carreras de caballos, que contribuyen a que se descuide el ahorro, insustituible base de riqueza y prosperidad, tanto en el individuo como en la sociedad de que forma parte.

He aquí, pes, un mal cuya extirpación reclama el concurso no solo de las Autoridades, sino de cuantos se interesan por el auge y bienestar de nuestro sano y laborioso pueblo.

7.- LOS BENEFICIOS DE LA LEY DEL TRABAJO

Recordaremos, asimismo, la necesidad de ampliar en forma equitativa los beneficios de la Ley del Trabajo, en la cal existen fallas lamentables.

Es de justicia que las prestaciones sociales que contempla la expresada Ley para los trabajadores de empresas privadas, se extiendan también a los empleados y obreros de los organismos públicos, pues constituye una especie de contrasentido el que un patrono como el Estado, que cuenta con mayores recursos, se desentienda, con el solo sueldo, de sus servidores y funcionarios.

No podemos tampoco olvidar a nuestras amadas hijas, las empleadas domésticas, a las cuales han de llegar también las prestaciones sociales, como el mismo Seguro Social Obligatorio.

Finalmente, sería de desear que pronto acabe de implantarse, entre nosotros el seguro de vejez, del cual se ha venido hablando y que aliviaría la carga familiar del trabajador y le proporcionaría la calma y tranquilidad a que puede aspirar un ser racional para sus últimos días.

8.- EL PROBEMA AGRARIO

Para el logro de la Justicia social es indispensable que se tome en a debida cuenta a los campesinos de Venezuela. Sería, por tanto, una obra altamente laudable que se proporcionase a los expresados campesinos parcelas fértiles para sus siembras. Si logramos que cada familia campesina sea propietaria de la tierra que trabaja, y que ésa sea lo suficientemente extensa, acondicionada y productiva, el agricultor no se verá obligado a irse a la ciudad, y podrá en esta hora de riqueza, disfrutar del bienestar a que tenemos derecho todo los venezolanos.

De todos conocida es la obra admirable que la Iglesia ha llevado a cabo en la República hermana de Colombia a través de la famosa Radio Sutatenza. Con alegría les participo que hemos decidido apoyar y patrocinar la creación de una obra similar en nuestra Patria, a fin de que a los habitantes de nuestros campos les llegue una educación fundamental. No solo se les enseñará a leer y escribir, sino que se les indicará la forma de llegar a un nivel de vida superior. Mejoramiento en a vivienda, alimentación, cultivos, comunicaciones, son, entre otros, los objetivos hacia cuya consecución por parte de los campesinos ayudará la obra en referencia.

UNA PALABRA A LOS PATRONOS

Queremos ahora recordar a los patronos cristianos que no solamente no han de impedir el éxito de las justas reivindicaciones a que nos hemos referido, ni mirarlas con recelo; sino que además están en el deber de facilitar el logro de las mismas y colaborar en que sea una realidad la promoción obrera. Mucho daño pueden hacer a la Iglesia los que, cubriéndose con el nombre de católicos, quebrantan las exigencias de la justicia social.

En cambio vemos con alegría el despertar de muchas conciencias con respecto al problema aludido y la sincera preocupación de muchos patronos católicos que se brindan a colaborar en una obra de tanta trascendencia para la Iglesia y la Patria.

Profunda satisfacciòn nos ha causado la acogida que recibió de parte de muchos hombres de negocio, la sugerencia que el 25 de Enero hicimos al "dirigirnos a las personas económicamente posibilitadas para rogarles que no cerraran en los momentos actuales sus empresas, sino, antes bien, abrieran a ser posibles otras nuevas, con el objeto de dar trabajo y ocupación a los necesitados". Reiteramos ese ruego y repetimos que "será esa una obra de Religión y de Patria que no dejará sin la debida recompensa Aquel que no olvida ni un vaso de agua dado en su nombre".

EL COMUNISMO

No olvidemos que el más encarnizado enemigo de todo orden social cristiano, el comunismo ateo, trata sin descanso de infiltrarse por todos los medios posibles en el mundo del trabajo. Es oportuno recordar aquí las frases del Papa Pio XI " Es evidente que en semejante doctrina (la comunista) no hay lugar para la idea de Dios, no existe diferencia entre espíritu y materia, ni entre cuerpo y alma, ni sobrevive el alma a la muerte, ni por consiguiente puede haber esperanza alguna en una vida futura. El comunismo es por naturaleza antirreligioso, considera a la religión como el opio del pueblo porque los principios religiosos que hablan de la vida de ultratumba desvían al proletariado del esfuerzo por realizar el paraíso soviético que es de esta tierra" (Tomado de la Encíclica "Divini Redemtoris")

Queremos también reproducir otras frases del mismo Sumo Pontífice " El comunismo de hoy, de modo más acentuado que otros movimientos similares del pasado, contiene en sí una idea falsa de redención. Un pseudo ideal de justicia, de igualdad y fraternidad en el trabajo penetra toda su doctrina y toda su actividad de cierto falso misticismo, que comunica a las masas halagadas por falaces promesas, un ímpetu y entusiasmo contagioso, especialmente en un tiempo como el nuestro, en el que la defectuosa distribución de los bienes de este mundo ha causado una miseria casi desconocida" (pio XI, "Divini Redemptoris)

Por tanto no podemos combatir esta doctrina totalitaria con un anticomunismo exclusivamente negativo, sino colaborando eficazmente con todo lo que signifique elevación y mejoramiento de nuestros trabajadores. Estos a su vez, no han de dejarse arrastrar por las falaces promesas de quienes pretenden arrebatarles, además de la fe cristiana, la propia dignidad y libertad.

LA PAZ SOCIAL

Antes de terminar quiero hacer un nuevo llamamiento a la paz y a la concordia social entre patronos y obreros, y al mutuo entendimiento para la mejor marcha del país en esta hora crucial de nuestra vida política. Por esto, hemos visto con suma complacencia el acuerdo trascendental que últimamente, en presencia de la Honorable Junta de Gobierno, se celebró entre los mas altos representantes de organizaciones del capital y del trabajo.

Y a ustedes queridísimos trabajadores, les recomiendo encarecidamente que en sus luchas, su actitud sea siempre una actitud digna, sin violencias ni odios; y que en todo momento se imponga su responsabilidad en el trabajo y una esmerada capacitación profesional.

Lleno de esperanza en el porvenir, elevamos las mas rendidas preces a la Excelsa Patrona Nacional, Nuestra Señora de Coromoto, y a San José Obrero, rogando por la felicidad y bienestar de nuestros trabajadores y por toda la nación venezolana, a fin de que mantengan siempre por alto el puesto de honor que le corresponde entre los pueblos de Continente.

Estas Letras Pastorales serán leídas en todas las iglesias de la Arquidiócesis el Primer Domingo después de recibidas, y se publicarán en ADSUM y en el Diario Católico "La Religión".

Dadas, firmadas , selladas y refrendadas en Caracas, a los veintiséis días del mes de Abril de mil novecientos cincuenta y ocho.

Mons. Dr. Rafael Arias Blanco.

Palabras del excelentísimo sr. Dr. Mons. Rafael Arias Blanco, Arzobispo de Caracas en el programa de televisión "Vida y destino" correspondiente al sábado 25 de enero de 1958

ARMONIA Y PAZ SOCIAL

Amados Televidentes:

No podía faltar la voz del Arzobispo e Caracas en esta hora crucial de a Patria.

En la carta Pastoral que dirigimos a nuestra querida Grey el día primero de Mayo de 1957, con motivo de la Fiesta de San José Obrero, después de hablar de la obligación que incumbe a la Iglesia de abordar los modernos problemas sociales a la luz del Evangelio y de las enseñanzas pontificia, y de exponer algunos punto concretos de la realidad venezolana, recordábamos la necesaria colaboración del elemento obrero con las otra clases de la sociedad, en vistas a un mundo mejor, en el cual cada ciudadano pueda vivir como persona humana y como verdadero hijo de Dios. Y añadíamos, según el pensamiento del Santo Padre felizmente reinante, que no es en la violencia en donde hemos de encontrar la salvación y la justicia, sino en una transformación o evolución social sana y armónica. Bien sabido es que la violencia destruye en lugar de edificar, enciende pasiones en vez de calmarlas, acumula odios y ruinas en vez de hermanar más y más a los hijos de una misma Patria y lanza a los hombres a la dura necesidad de reconstruir lo derribado sobre los escombros de la discordia. Por esto, solo una evolución progresiva y discreta, adaptada a la naturaleza humana, e inspirada en la equidad y en la justicia, puede trocar en plausible realidad las honestas y legítimas aspiraciones del pueblo.

Las actuales circunstancias invitan a insistir por unos momentos en esta parte de nuestra enseñanza pastoral de entonces, que obtuvo por la misericordia divina, el eco mas resonante en todos los confines de la Patria venezolana, y fuera de ella. No olvidemos que , al lado de todo noble y legítimo derecho de que puede y debe disfrutar la ciudadanía, hay siempre una serie de obligaciones y deberes, ya se hable simplemente de comprensión ciudadana y de respeto a las instituciones, ya de estrictos preceptos de caridad y de justicia.

Recuerde nuestro querido pueblo venezolano que no es esta la hora de la represalias, contrarios al perdón cristiano, que hemos de otorgar generosamente si queremos ser perdonados, según nos enseña la Oración Dominical, sino el momento de la paz, de la armonía y de la convivencia de todos los venezolanos así como de los extranjeros que se acogen a nuestra generosa hospitalidad.

Es el tiempo favorable y propicio para pedirle a la Santísima Virgen de Coromoto, como les decía el Sumo Pontífice en el día memorable de la coronación de la preciosa efigie," que la Caridad de Jesucristo triunfe y reine en las relaciones entre nuestros semejantes, haciendo llegar en todos los ámbitos del país, los beneficios del progreso y de un razonable bienestar, a fin de que reconociendo todos los venezolanos la maternidad espiritual de la Virgen Guanareña, se sientan hermanos en Jesucristo, e hijos de un mismo Padre que está en los cielos; y demuestran con su conducta noble y patriótica que quieren y pueden vivir en paz, dando así al mundo de hoy, agitado por el odio y por la violencia, el ejemplo de una república modelo que sabe disfrutar de los beneficios de la civilización y de la fraternidad cristiana."

Lejos de mancillar los triunfos logrados con actos impulsivos que repugnan a la conciencia cristiana, todos deben prestar la mas amplia cooperación a las legítimas autoridades, inspiradas en los mejores deseos en bien del país, y contribuir con su ordenada conducta cívica al total restablecimiento de la normalidad y de la paz, que es fuente copiosa de prosperidad y de progreso.

Llevados de ese anhelo, nos complaceos en invitar muy cordialmente a la Acción Católica, a las Asociaciones de Apostolado Seglar, a los miembros de las Asociaciones religiosas y a los fieles en general a colaborar con el más decidido entusiasmo en la saludable tarea de lograr las más completa pacificación y armonía ciudadana.

Siendo, como decíamos en la refería pastoral del Primero de Mayo del 57, el desempleo una de las causas de malestar moral y material en muchas familias, no es de dudarse que la Junta de Gobierno habrá determinado abrir con urgencia nuevas obras públicas, con el fin de proporcionar el honesto sustento a muchos desocupados. Esta es una necesidad grave, atendido al lamentable precedente de años anteriores, en que solamente en Mayo o Junio solían empezar los trabajos públicos.

Del mismo modo queremos dirigirnos a las personas económicamente posibilitadas para rogarles que no cierren en los momentos actuales sus empresas, sino ante, antes bien, abran a ser posible otras nuevas con el objeto de dar trabajo y ocupación a las necesitados. Será esa una obra de Religión y de Patria que no dejará sin recompensa Aquel que no olvida ni n vaso de agua dado en su Nombre.

En el dia de mañana se hará una colecta extraordinaria a favor de las víctimas de los trágicos acontecimientos de estos días. Nuestros Venerables Párrocos, Rectores de Iglesias y demás sacerdotes visitarán asimismo los hospitales y organizarán comisiones de socorros, para llevar una palabra de aliento a los heridos así como la voz de la condolencia a los familiares de los que, en los sucesos mencionados, rindieron la jornada de la vida.

Finalmente, hemos dispuestos que en todas las iglesias y capillas de la Arquidiócesis se celebre el próximo martes, 28 de Enero, un funeral por los caídos en las sangrientas jornadas a que hacemos referencia. El correspondiente a la Santa Iglesia Metropolitana lo oficiaremos personalmente, de Solemne Pontifical, el miércoles 29, con oración fúnebre, que pronunciará el Ilustrísimo Mons. Francisco A. Maldonado.

Quiera el Cielo escuchar los fervientes votos que elevamos en estos momentos por la tranquilidad e Venezuela, y concedernos que reine siempre entre nosotros la paz y la concordia de los espíritus, como fruto regalado de la caridad y de la justicia, según el lema de Nuestro Santísimo Padre el Papa "Opus iustice, pax": La obra de la justicia es la paz.

Mons. Dr. Rafael Arias Blanco

Discurso de Mons. Arias contra el comunismo

OCTUBRE DE 1958

. Saludo Inicial

Yo, Dr. Rafael Arias Blanco, por la Gracia de Dios y la Sede Apostólica, Arzobispo de Caracas a Nuestro muy Venerable Señor Dean y Cabildo Metropolitano, Clero y fieles de la Arquidiócesis, salud y bendición en Nuestro Señor Jesucristo.

INVJTACION A CELEBRAR LA FIESTA DE CRISTO REY

El pasado 20 de Octubre les recordaba que el Domingo 26 es la Fiesta de Cristo Rey, es el el Día de la Acción Católica y les indiqué que se tuviera en los templos la correspondiente predicación sobre el Apostolado Oficial de la Igesia y qe se practicasen, en fin, los actos piadosos acostumbrados en los años anteriores.

EL AVISO CONTRA EL COMUNISMO

A tales disposiciones, que no dudamos habrán de ser cumplidas fielmente, quiero añadir un aviso que juzgo de primordial importancia en las presentes circunstancias. Nos referimos a la propaganda de quienes desconocen por sistema no solamente el Reino de Cristo sino también todo orden espiritual y divino. Aludimos a la intensa campaña actual del comunismo, enemigo de toda idea sobrenatural, por más que se empeñe en declarar que respeta la religión católica de la mayoría de los venezolanos.

No se dejen engañar, amados hijos. La Iglesia Católica condena al Comunismo, porque el Comunismo despoja al hombre de su libertad y de su dignidad de ser racional y lo considera como una simple rueda, o pieza insignificante en la maquinaria del Estado. En los pises sometidos al yugo marxista el individuo humano está desprovisto del derecho de asociación, está desprovisto del derecho al sufragio, y carece de prensa libre; está desprovisto casi diríamos del derecho de pensar por cuenta proia, está desprovisto del derecho de cambiar de sitio o de residencia y de trabajo. Bien es conocida es del mundo entero la prolongada tiranía que desde el año 1917 hasta hoy han venido sufriendo los pueblos uncidos a tan remendó yugo y los millares de víctimas inocentes qe han sido sacrificadas en Rusia, Hungría y en otras acciones por el odio marxista, son las más terribles masacres que han presenciado los tiempos modernos.

De esos y otros tremendos cargos contra el comunismo tenemos el mas elocuente y claro testimonio en el histórico discurso pronunciado en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, en la sesión del 26 de Febrero de 1956, por el propio Primer Secretario actual de dicho Partido. En ese discurso se admite abiertamente que hubo en aquel infortunado país, por parte de Stalin, represión en masa por medio de la maquinaria del Gobierno y no solo contra los enemigos de Lenín, sino también contra los mismos elementos que habían sido los pilares del sistema comunista. En ese discurso se afirma asimismo que Stalín inventó el cómodo concepto de "Enemigo del Pueblo" empleado después por los seguidores del marxismo, y que ese término se adujo con frecuencia como única prueba contra todo aquel qe no estuviera de acuerdo, por cualquier motivo, con el sucesor de Lenín en el poder. Consta en el referido discurso que en la época de Stalin hubo en Rusia arrestos en masa, deportaciones de miles de personas, innumerables ejecuciones sin juicio alguno y que esos hechos crearon un clima de inseguridad y de desesperación en el mundo soviético.. Sin embargo, el mismo Secretario General, Nikita Kruschev, que había denunciado esas atrocidades en Febrero de 1956, en Octubre de ese mismo año mandó a masacrar al Pueblo húngaro que luchaba por independizarse de los soviéticos.

Ante tales detalle, y otro muchos que omitimos para hacer breve este mensaje, nos preguntamos ¿Cómo podrían los comunistas de libertades ciudadanas?, ¿cómo compaginar esas libertades con los millones de presos deportados a Siberia y con los fusilamiento de Pozdam y Budapest?, ¿Cómo demostraría el marxismo qe existen en la Unión Soviética la Liberad de Prensa y que se ejerce allí el derecho al sufragio y demás derechos que son elementales en una verdadera democracia? ¿podrán sostenerse las afirmaciones halagüeñas de los dirigentes comunistas frente a las tristes realidades de Rusia y demás países sometidos a su órbita? Y ¿No manifiestas estas duras realidades el mas absoluto desprecio por el ser hmano y por sus mas elementales derechos? ¿Cómo podría el comunismo darnos unas libertades y unas condiciones decentes de vida por las cuales no siente interés alguno, en despiadado intento a dictadura del proletariado, que ejercen en realidad no los obreros son los jefes máximo del Partido y que es la practica más férrea e implacable de toda las dictaduras?

Reciente son todavía la impresiones del periodista venezolano que visitó la unión Soviética hace algunos meses con motivo del Campeonato Mundial de Tiro en Moscú En las gráficas y reportajes que envió dicho periodista y que publicaron algunos diarios de la Capital, aparecen las mujeres trabajando en los mas duros y penosos oficios de los hombres y se dan asimismo informes de la manera de vida corriente entre la gente del pueblo, muy diferentes de las qe suelen aducir las fantásticas versiones acerca del supuesto Paraíso de los trabajadores.

Igualmente repudia la Iglesia con energía al comunismo por lo falso y engañoso, porque, como indicamos antes, ni aún en el orden puramente material puede dar a los pueblos la felicidad y el bienestar que les ofrece. Sabido es que ningún país del mundo ha aceptado el comunismo espontáneamente, sino que en todas partes se ha impuesto por el engaño, por la fuerza y por la violencia, pisoteando los derechos primordiales de la persona humana y desconociendo los inmutables principios de la ética y la verdad.

Finalmente, la Iglesia reprueba el comunismo, y lo repetimos una vez más enfáticamente, porque el comunismo es por su misma naturaleza ateo, y considera a la religión, según la conocida frase de Marx, como "el opio del pueblo". Consecuente con esta idea, el marxismo no se contentó con destruir alguna que otra iglesia, sino que en los países donde le ha sido posible desarrollar su programa, ha arrasado multitud de templos y convertido otros en almacenes y en diversos usos profanos, ha sacrificado a innumerables sacerdotes y religiosos y ha tratado de acabar con todo vestigio de la fe cristiana.

Los creyentes pues no pueden aceptar las doctrinas marxistas. " Como católicos no soy, ni puedo ser comunista" dijo el Presidente de la Junta de Gobierno a los reporteros que le interrogaron a ese respecto. Y en verdad, el que quiera seguir las normas de la Santa Madre Iglesia no puede en manera alguna admitir el ideario de quienes rechazan toda fe e idea religiosa.

Así pues, aun cuando sobre el comunismo se habló en la Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Venezolano, en el mes de Enero del presente año, y en nuestra Carta Pastoral del Primero de Mayo último y del año anterior, queremos resumir aquí en forma breve los principios que han de tener presentes los católicos en referencia a las doctrinas marxistas. Esos principios son los siguientes:

PRIMERO

El comunismo es esencialmente materialista y anti-cristiano por mas que a veces sus dirigentes manifiesten que no combaten a la Religión. Por tanto, no les es lícito a los católicos inscribirse en el Partido Comunista, ni prestarles apoyo, ni mucho menos votar por los comunistas.

SEGUNDO

Les está prohibido a los católicos leer, publicar y difundir periódicos, libros, diarios, hojas volantes y demás escritos que defiendan el comunismo y colaboren en esas publicaciones.

TERCERO

Los católicos que libremente y a sabiendas se inscriban en el Partido Comunista y publiquen o difundan libros y diarios marxistas, no pueden ser admitidos a los Santos Sacramentos.

CUARTO

Además, los fieles que profesen la doctrina comunista, materialista y anti cristiana y sobre todo los que defienden y propagan sus doctrinas, cometen acto de excomunión por esencial manera reservada a la Sede Apostólica.

CONCLUSION

Por tanto , recomendamos encarecidamente a los padres de familia que no olviden el ineludible debenr en que están de dar a sus hijos una educación ciudadana integral y de vigilarlos con diligente solicitud, ya que por inexperiencia los jóvenes pueden ser fácil presa de la hábil propagada marxista.

Recodaremos una vez mas que el "caldo de cultivo" del Comunismo han sido evidentemente las injusticias sociales, creada por una concepción utilitaria y anti cristiana de la vida, y que, por tanto, no basta un simple anti comunismo , sino que es preciso y urgente insistir en el conocimiento y en la práctica de la Doctrina Social de la Iglesia, según decíamos en las cartas Pastorales del año 57 y 58, a las cuales nos remitimos. No olvidemos tampoco la oración por los que han sido alucinados por las falacias marxistas a fín de que recapaciten sobre el paso en falso que han dado creyendo a la vez encontrar en tan malsanas doctrinas la solución de los problemas que aquejan a la sociedad en la hora presente.

No se dejen seducir, amados hijos, por vanas palabras, según la expresión del Apóstol San Pablo " No tengan parte alguna con los enemigos de la fe cristiana" antes bien recurran con amor y confianza Santísimo Salvador del mundo, en los actuales momentos en que espera la Santa Iglesia al nuevo Pontífice Supremo que habrá de regirla, y pídanle que acelere la deseada hora del retorno de la sociedad humana hacia EL, tras los errores y extravíos de nuestros tiempos.

.. Estas Letras Pastorales serán leídas en todas las iglesias de la Arquidiócesis el Primer Domingo después de recibidas, y se publicarán en ADSUM y en el Diario Católico "La Religión".

Dadas, firmadas , selladas y refrendadas en Caracas, a los veinticuatro días del mes de Octubrel de mil novecientos cincuenta y ocho

Mons. Dr. Rafael Arias Blanco

Cuarta carta de Mons. Rafael Arias Blanco a los obreros

1959

SALUDO INICIAL

De nuevo la Fiesta de San José Obrero nos proporciona la grata oportunidad de enviar un cordial saludo a nuestros amadísimos obreros que, a imitación del Padre Adoptivo de Jesús, ganan honradamente el propio sustento y el de los suyos y contribuyen a la vez con generoso esfuerzo al auge de la economía nacional.

Es ésta, queridos trabajadores, la cuarta vez que dirijo a ustedes mi palabra pastoral con motivo del Día del Trabajo. Les hablaba en 1956 del carácter religioso que quiso dar el Papa Pio XII, de feliz memoria, al expresado Día, al señalarlo por especial manera con una Fiesta dedicada al Santo Carpintero de Nazaret. En la Carta Pastoral de Mayo de 1957, ampliamente difundida dentro y fuera de la República, examinamos las condiciones infrahumanas en que se encuentra una inmensa masa de nuestro pueblo. Aludíamos allí a los salarios insuficientes y a otras fallas e injusticias sociales y entre los diversos medios de hacer frente a esa situación, proponíamos que se estableciese entre nosotros el Salario Vital Obligatorio y un Sistema Nacional adecuado de Prestaciones Familiares.

Sobre algunos de esos tópicos hicimos hincapié el pasado año 1958 y habremos de insistir asimismo en la presente oportunidad, aunque enfocado el problema desde un punto de vista distinto. En efecto, después de contemplar en las referidas ocasiones la realidad de nuestro medio social, creemos oportuno esta vez recordar algunos de los derechos fundamentales de la persona humana, considerados, por decirlo así, en función del vasto y complejo mundo del trabajo.

DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS OBREROS

1.- El derecho al matrimonio y a un Salario Justo

Mencionaremos en primer término el derecho que tiene el obrero a constituir su propio hogar santificado por el Sacramento del Matrimonio y bendecido con una familia alegre y numerosa. Ninguna Ley Humana podría quitarle ese derecho natural, ni debe tampoco el obrero cristiano rehuir el mencionado sacramento, o profanarlo, acrecentando la plaga de las uniones ilícitas y divorcios, causa frecuente de la inestabilidad social y de la corrupción de costumbres.

Ahora bien, los jóvenes trabajadores se encuentran a menudo, al tratar de fundar un hogar cristiano, con serias dificultades económicas, que dimanan principalmente de la escasez de los salarios, de la penuria de viviendas sanas y al alcance de sus posibilidades monetarias, y de otras análogas circunstancias. Si, al fín, se realiza el matrimonio, no es raro que las familias obreras miren con cierta angustia el nacimiento de un nuevo hijo, por las razones indicadas. En efecto, según una reciente encuesta de la Juventud Obrera Católica (JOC), la mayor parte de los trabajadores a quienes se hizo dicha encuesta, ganaban salarios insuficientes para alimentar y educar a una familia, aún siendo esta poco numerosa.

He aquí porque la Doctrina Social de la Iglesia exige del Patrono una remuneración justa, mediante la cual pueda el obrero atender a la subsistencia propia y de la familia, y a la educación de los hijos. Por esto deseamos vivamente que sea pronto entre nosotros una feliz realidad la vigencia de la ley referente a las Prestaciones Familiares, presentada a las Càmaras Legislativas Nacionales para su estudio y aprobación en las sesiones ordinarias del presente año.

2.- EL DERECHO A LA VIVIENDA SANA

Es evidente que el derecho al Matrimonio y el deber de sostener a la familia y de educar a los hijos implica a su vez en el honesto trabajador el derecho a una vivienda decente y saludable.

Desgraciadamente, entre nosotros, el rápido crecimiento de la población y la afluencia de los habitantes de los pueblos del interior y de los campos a la Capital y a otras ciudades importantes, aguijoneados por la falta de trabajo y halagados por ilusorias promesas, han contribuido a agudizar el problema de la vivienda. De ahí proviene en gran parte la proliferación de ranchos en nuestros medios urbanos, carentes de las condiciones mas elementales que exige la morada de un ser racional.

He aquí, pues, algo contrario a la mente de la Iglesia y a las buenas tradiciones católicas, que miran a la habitación de la familia a la vez como Santuario, hogar, escuela, taller y albergue, según las diversas funciones de la familia, las cuales difícilmente podrán ejercerse en las casas que no reúnan las condiciones necesarias.

Urge, pues, una acción conjunta de todos los elementos de buena voluntad en el país para acabar con el rancho insalubre e inhumano, y contrario, por ende, a la verdadera vida de familia. Es menester que se tomen las convenientes medidas a fin de evitar la especulación en la venta de terrenos y en los alquileres. Es preciso, además, que el Instituto Nacional de Vivienda (INAVI) , de acuerdo con las conclusiones elaboradas en el Congreso celebrado últimamente en Maracay, facilite préstamos a bajo interés y a largo plazo, a las instituciones que se dedican a la construcción de habitaciones con fines de interés social y sin miras lucrativas. De igual manera es de desearse que el expresado instituto colabore asimismo al incremento de las construcciones particulares concediendo al efecto algunas facilidades, y estimulando de ese modo, la inversión de capitales en el expresado ramo de la vivienda.

En fin, es menester que los propietarios usen sus derechos en forma equitativa y humana, y que a su vez los patronos cooperen eficazmente en procurar una vivienda sana y decente a sus trabajadores.

3.- EL DERECHO AL TRABAJO

Siendo el trabajo el medio normal con que cuenta el obrero para proveer a la manutención y demás gastos de la familia, como al cuidado y educación de los hijos, ha de encontrarlo, por la ley natural, todo el esté en condiciones de trabajar. Es lógico que, al deber del trabajo corresponda igualmente en el individuo el derecho de utilizarlo como medio para atender a la subsistencia propia y de los suyos.

Por desgracia, se diría que el desempleo es ya una enfermedad endémica con las naturales y lamentables consecuencias de ociosidad, desaliento, miseria, y malestar social, que crean un terreno propio para el desarrollo de las ideas extremistas. No podemos menos de desear que funcione con mayor efectividad y cuanto antes, la oficina de Empleo el Ministerio del Trabajo, que obtenga mediante las respectivas encuestas, el conocimiento preciso y el número exacto de los verdaderos desempleados a fin de ayudarles con el conveniente Seguro Social de desempleo, de ubicarlos sucesivamente en la industria, en el comercio y demás servicios de la comunidad y de prepararlos también profesionalmente, según los diversos casos, mediante períodos de formación acelerada en centros adecuados.

Es, por tanto, necesario incrementar la industrialización en el país, con el objeto de abrir nuevas fuentes de trabajo, no solo en las capitales, sino también en los pueblos del interior. Hacia la solución del problema o problemas a que nos referimos, debe encaminarse asimismo la Reforma Agraria que dote de fértiles tierras a los campesinos que carezcan de ellas, que se les provea irrigación a dichas tierras y que se establezca además una red de modernos medios de transporte. Por esto esperamos que sea pronto introducida en el Congreso Nacional la ley correspondiente que contemple en forma satisfactoria la expresada reforma, la cual tendrá, sin duda, las más beneficiosas proyecciones en toda la Nación.

Es también de urgencia que el Gobierno Nacional siga desarrollando su vasto plan de Obras Públicas, con el objeto de combatir la desocupación y de ejecutar vastas realizaciones de interés colectivo y productora a la vez de ingresos para el erario púbico.

Es obvio que, para facilitar el incremento de la industria nacional, hemos de preferir para nuestro uso los productos venezolanos, que son a la vez estimables fuentes de ingreso para la economía del país y poderoso estímulo de proficua labor y medio de vida para nuestros trabajadores. Los patronos, empero, no deben olvidar la función social de la empresa moderna. Al efecto, debe remunerarse al obrero justa y equitativamente, y en mayor escala al aumentar los beneficios de la producción que con su esfuerzo contribuyen a desarrollar,

Por otra parte los consumidores de los productos están en su legítimo derecho al exigirlos de buena calidad, a un precio justo y en ventajosas condiciones. Solamente de esa manera las industrias nacionales contribuirán al bienestar colectivo y al abaratamiento de la vida, y ayudando, a la recuperación económica que está en los deseos de todos.

4.- EL DERECHO A LA CULTURA

Siendo los hijos natural prolongación de los padres, tienen éstos el derecho y el sagrado deber de educarlos y de escoger oportunamente, la escuela en que han de beber las primeras luces de la cultura humana.

A pesar del extraordinario esfuerzo del Gobierno Nacional, de las actividades de la Iglesia y de la iniciativa particular a ese respecto y aún tomando en cuenta la actual construcción de nuevas escuelas oficiales, estamos todavía lejos de poseer los suficientes planteles de instrucción primaria para todos los niños venezolanos.

Atendida, pues, la falta lamentable de los referidos planteles, creemos que el Estado Venezolano obtendrá ventajas ayudando a las escuelas privadas con equitativos y razonables subsidios. Esas Escuelas, provistas de una ayuda económica oficial podrían extender su radio en el campo de la educación y, con gastos muchos menores, ayudarían al Gobierno a solucionar el problema escolar, como se ha hecho en otros países. En efecto, ese tipo de colaboración con la educación privada es corriente Bélgica, Holanda, Francia, Inglaterra, Chile, Canadá, Trinidad, Antillas Neerlandesas, y hasta en la India, y en otras naciones.

De igual modo es absolutamente indispensable multiplicar las escuelas profesionales y técnicas, en que los jóvenes trabajadores puedan aprender un oficio o trabajo calificado que favorezca su promoción, y al desarrollo de esa iniciativa oficial deberían colaborar por singular manera los establecimientos o empresas que requieren obreros calificados.

5.-EL DERECHO A LA SEGURIDAD ECONOMICA

Por último citaremos el derecho del Obrero a cierta estabilidad en el trabajo, asi como a la seguridad social frente a los riesgos de vejez, muerte, invalidez y desempleo, que todavía no están contemplados por nuestro Seguro Socia Obligatorio, cuya reforma se estudia actualmente.

El Seguro debe extenderse además a todos los obreros, así como a los empleados domésticos, trabajadores a domicilio, trabajadores agrícolas y demás que, en forma análoga, presten servicio útiles a la comunidad. Esperamos asimismo se llegue a la aprobación del proyecto de Seguro Social para el empleado Púbico, del cual se ha hablado últimamente.

En indispensable, en fin, que el Seguro Social Obligatorio se humanice mediante una reforma audaz, de modo que procure a los trabajadores el apoyo y la confianza a que tienen derecho, al coadyuvar con su labor a la prosperidad económica del país.

CONCLUSION

Todos los beneficios que acabamos de señalar y a los cuales poseen legítimo derecho nuestros amados obreros, se pueden perfectamente lograr en el seno de una sociedad cristiana bien organizada, en la que imperen la caridad, el orden y la justicia social, sin que el individuo tenga que convertirse en una simple pieza en la maquinaria del Estado, ni renunciar, como en los países sometidos al yugo del comunismo ateo, a la propia libertad, tanto física y moral, como política y religiosa, dentro de los razonables límites que marcan a las actividades humanas, las enseñanzas de la fe y las legítimas conclusiones de la razón.

La Doctrina Social de la Iglesia está por la promoción colectiva de la clase obrera, y pide que los trabajadores tomen las responsabilidades que les corresponde en la `planificación de la economía nacional. Por nuestra parte, hemos de insistir, amados trabajadores, como les decía el año pasado, en que luchen contra el alcoholismo, hermano de la miseria y compañero del crimen, contra el juego, en que tantos salarios se disipan, y contra la imprevisión y el abandono, origen de numerosos males.

Quiera el cielo, por la intercesión de la Excelsa Patrona de Venezuela, Nuestra Señora de Coromoto, bendecir en la Fiesta del Padre Adoptivo de Jesús, a toda la población obrera venezolana, y concederle., junto con la prosperidad material que cabe esperar de un trabajo constante y ordenado, la abundancia de dones celestiales con que ha de recompensar el Dador de todo bien al trabajador cristiano, como el Divino Obrero de Nazaret, a una vida útil y laboriosa-

Estas Letras Pastorales serán leídas en todas las iglesias de la Arquidiócesis el Primer Domingo después de recibidas, y se publicarán en ADSUM y en el Diario Católico "La Religión".

Dadas, firmadas , selladas y refrendadas en Caracas, a los veinticinco días del mes de Abril de mil novecientos cincuenta y nueve

Mons. Dr. Rafael Arias Blanco

 

Enviado por:

M.SC. Jesús Rodriguez Dominguez

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Partes: 1, 2
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