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Estrategia educativa dirigida a reforzar el valor responsabilidad en los atletas masculinos de beisbol (página 2)


Partes: 1, 2, 3

1.- Tener en cuenta las características socio-psicológicas de los niños atleta (Caracterización Socio-psicológica). En la determinación de este sistema de condiciones psicológicas y pedagógicas, el entrenador y el niño atleta son sujetos activos y se considera al rol de cada uno como un subsistema, que entra en interacción mediante el subsistema de actividad y comunicación. Se puede apreciar que en cada uno de los subsistemas hay diferentes condiciones representadas por números, las cuales se encuentran en determinada interrelación dentro de cada subsistema. Lo anterior se basa en los criterios de Bermúdez (1996) y Ortiz (2002) acerca de la estructuración sistémica de condiciones psicológicas y pedagógicas relacionadas con el rol del entrenador, del niño y de los procesos de actividad y comunicación.

Se parte de que el entrenador utiliza un método general para dar cumplimiento al objetivo formativo de un determinado tema, pero la forma en que lo hace un niño atleta es distinta a la forma en que lo hace otro. En tal sentido, el entrenador debe tener en cuenta las características socio–psicológicas del grupo de niño atletas, la situación social en que viven, su medio familiar y las normas de conducta en las cuales se desarrollan.

Además, el entrenador debe efectuar los ajustes o adecuaciones correspondientes a los contenidos que se desarrollan, aprovechar sus potencialidades educativas y llevar al entrenamiento aquellos contenidos o núcleos básicos del conocimiento que sirvan de modelo o paradigma axiológico a imitar por los niños atletas, es decir, lo que el atleta no puede dejar de saber, de sentir y de ser.

En correspondencia, con el entrenamiento deportivo que se desarrollen con el niño atleta deben organizarse de forma tal que se tenga en cuenta la relación de lo afectivo, lo cognitivo y lo conductual de manera sistémica y en función de la formación de valores.

Mediante el método cada niño atleta manifiesta algunos rasgos de su personalidad en formación, tales como sus gustos, valoraciones, vivencias e intereses. De ahí la importancia que el entrenador tenga una caracterización certera de cada uno de sus niños atletas.

En la organización del proceso de entrenamiento para el trabajo desde el punto de vista didáctico-metodológico de los valores, es necesario tener en cuenta los distintos períodos evolutivos del niño atleta como condición indispensable para alentar la formación de cualidades que en esta etapa se encuentran sólo en estado latente, pero de las cuales depende el fruto de este período educativo.

Este período el niño atleta adquiere una ampliación de potencialidades para la asimilación consciente de los conceptos científicos y desarrollar la abstracción, cuyos procesos lógicos (comparación, clasificación, análisis, síntesis y generalización, entre otros) se favorecen tanto en el área cognoscitiva como en la afectiva. Aquí se organiza el proceso de proyección de la personalidad, distintos autores plantean que entre los 9 y 10 años el niño inicia la adolescencia y para cuya estructuración y desarrollo requiere, por supuesto, que se consideren también las múltiples características individuales y socio-psicológicas de los niños con el objetivo de crear y cultivar las cualidades psíquicas de la personalidad.

En esta etapa, el estudio constituye la base de su motivación, su actividad principal la cual ocupa la mayor parte del tiempo del niño atleta; modifica esencialmente los motivos de su conducta, al crear nuevas fuentes para el desarrollo de sus potencialidades cognoscitivas, afectivas y morales. El niño atleta adquiere algunos hábitos importantes del nuevo régimen y establece relaciones cordiales con el entrenador y sus compañeros de equipo.

Sin embargo, aunque el juego debe ocupar menor interés para el niño atleta, este desempeña un papel importante para el desarrollo de las orientaciones valorativas del atleta: unidad de los componentes afectivos, cognitivo y conductual.

En estas edades los niños están psicológicamente preparados para comprender claramente las normas de conductas y cumplirlas, pero depende en gran medida del sistema de métodos y recursos empleados para su cumplimiento, es por eso que aquellas actividades lúdicas que lo lleven a la participación y el dinamismo propician un mejor desarrollo. Al respecto José Martí en su artículo Músicos, poetas y pintores exalta que "las cualidades esenciales del carácter, lo original y enérgico de cada hombre, se deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en una mirada" (Martí, 1997; 92)

El niño atleta ya tiene una experiencia anterior y traen por lo general interiorizado un conjunto de normas, hábitos y valoraciones del mundo que les rodea. El desarrollo de la responsabilidad se va a caracterizar por la aparición gradual de un conjunto de puntos de vista, juicios y opiniones propias sobre lo que es responsabilidad. El docente necesita conocer esto, ya que a partir de ahí es que puede efectuar realmente un trabajo diferenciado, creativo y acorde con las particularidades de cada atleta y del equipo, pues estos criterios que se inician empiezan a incidir en la regulación de sus comportamientos.

Es necesario diseñar una estrategia de trabajo metodológico coherente e integradora en la institución deportiva, en la que deben estar implicadas todas las actividades del proceso entrenamiento y las acciones de todos los factores. El fortalecimiento de la responsabilidad se logra durante todo el proceso, no ocurre en un momento del mismo, sino en cada uno de sus componentes. Es una cualidad cuya formación abarca un largo período de tiempo, esto no puede lograrse mediante los esfuerzos de un solo entrenador, sino que se requieren acciones coordinadas de todo el colectivo de entrenadores que trabaja con el niño atleta.

El perfeccionamiento de los métodos contribuye a fortalecer la responsabilidad de los atletas, pero esto no resulta suficiente, sino que es necesario emplear los métodos de enseñanza en forma de sistema, con una concepción didáctica desarrolladora.

2.- Fundamentarse en modelos axiológicos y elaborar ideas vivas acerca de los hechos, procesos y fenómenos que permitan aprovechar las potencialidades educativas del contenido de enseñanza (Personificación del Objeto).

Para que el contenido objeto de asimilación se convierta en una herramienta para el fortalecimiento de los valores tiene que ser significativo para él, tiene que estar relacionado con sus intereses. En este sentido, en el plano escolar es fundamental para Silvestre que el alumno encuentre el valor de lo que estudia, conozca y aprecie la utilidad en sí y el valor social que puede tener, lo que le facilitará la comprensión de la importancia del conocimiento que se propone adquirir, propiciando que éste adquiera un sentido para él (1996: 51).

La institución deportiva está encargada de propiciar la reflexión valorativa en los planos ético y político-ideológico, y explotar todas las potencialidades del conocimiento, así como de las motivaciones de los niños atletas.

El empleo de los modelos axiológicos refuerza y a la vez complementa el valor que adquiere para el niño atleta una obra literaria, la palabra del entrenador que le habla acerca de la historia del deporte, de la cultura de los pueblos y de la cotidianidad, además de operar con ese contenido y aplicarlo.

Desde el punto de vista pedagógico se coincide con el criterio aportado por Barrio acerca del modelo axiológico, visto como "aquel personaje, real o ficticio, o bien una acción llevada a cabo por ese personaje que representa un ideal alcanzable y que exterioriza cualidades que debemos y podemos alcanzar (1997: 210). Es alguien que motiva a reconocerse y compararse parcialmente con él, no en su totalidad porque sería falso y metafísicamente imposible.

Los modelos axiológicos que se le ofrecen al niño atleta deben propiciar una incipiente formación de valores desde las primeras edades. Cada modelo axiológico según Tomaschewski debe tener como fundamento la elaboración de ideas vivas acerca de los hechos, procesos y fenómenos de la realidad; vista como aquella idea que el escolar adquiere de forma real, palpable y que se sustituye por la explicación creativa, clara y emotiva del maestro (1978: 65); lo que constituye un fundamento para la formación de valores.

Muchas veces uno de los recursos que se utiliza es despertar la idea necesaria en el niño atleta mediante la descripción viva por parte del entrenador y estimular así su capacidad imaginativa. Esto puede ser posible cuando el niño atleta entiende las palabras del entrenador, y éste le describe manifestaciones de la realidad que él conoce y relaciona con estas palabras. En correspondencia con lo anterior, el entrenador debe:

  • 1 Explicar expresivamente los hechos, procesos y fenómenos mediante relatos que deben contener palabras que relacionen a los niños atletas con los mismos.

  • 2 Permitir que los niños atletas observen los hechos directamente en la realidad o mediante películas, testimonios, reproducciones, modelos y textos.

  • 3 Brindar la oportunidad a los niños atletas de observar y relacionar lo observado con las actuaciones diarias de los seres humanos, los fenómenos y procesos que se dan a diario.

3.- Integrar los componentes afectivos, cognitivo y conductual en forma de sistema (Integración Sistémica).

En el proceso de formación de valores, lo cognitivo, lo afectivo y lo conductual no tienen existencia independiente. Cada componente debe existir en relación con el otro y debe estar presente en los demás. Los tres deben constituir un sistema.

La relación entre lo cognitivo y lo afectivo se materializa de manera objetiva cuando, por ejemplo, el entrenador relata cuentos, historias, pasajes de la vida cotidiana o hechos extrapolables, es decir, que se puedan llevar a la cotidianidad. Estas actividades se realizan sobre algo que el niño atleta pueda imaginarse, con palabras tales que logre relacionar con ideas ya conocidas por éste.

En este sentido, el desarrollo de la afectividad en los niños atleta está estrechamente relacionado con la adquisición de conocimientos. La estimulación de los sentimientos, estados de ánimos y comportamientos constituyen sólo un aspecto del problema, pues los niños atletas no deben ser educados para que se conviertan en personas sentimentales, sino personas sensibles ante los estímulos de carácter social y humano, respondientes a un determinado contexto. Por ejemplo, la responsabilidad no debe ser cultivada de forma abstracta, carente de contenido social, pues no ayudaría a formar personas firmes, sólidas en sus convicciones sociales

El estado emocional positivo que se crea en el niño atleta se refuerza por la atmósfera emocional y de trabajo que existe en el área deportiva; mediante las técnicas participativas y juegos que utiliza el entrenador; en la dedicación y la alegría que le imprime a su labor pedagógica y por la forma en que reconoce y estimula el esfuerzo de cada uno.

Cuando se organiza y dirige la actividad curricular en función de la formación de valores, de manera que los niños atletas participen activamente en todos los momentos de este proceso, se pone de manifiesto la activación de los tres componentes: el afectivo, el cognitivo y el conductual.

De esta forma los conocimientos adquieren significación, el niño atleta se interesa por profundizar y ampliar cada vez más sus ideas y desarrolla así la motivación hacia lo desconocido, hacia los sentimientos y valores que son transmitidos en el transcurso de la actividad.

Este interés que se manifiesta con la motivación, la reflexión y participación activa trasciende los marcos de la escuela, mueve el niño a la búsqueda constante de materiales de estudio para ampliar, profundizar y relacionar los conocimientos entre sí, así como intercambiar ideas con los compañeros y los padres acerca de alguna duda surgida en la realización de una tarea determinada.

La actividad cognoscitiva está relacionada con todos los aspectos de la personalidad humana, y en este caso los componentes intelectuales y afectivos no se presentan solamente como elementos indispensables para la realización exitosa de la actividad cognoscitiva, sino que al mismo tiempo constituyen momentos de la misma donde se desarrollan. La afectividad debe constituir un estímulo que mueva al niño hacia la búsqueda y la adquisición del conocimiento, hacia un comportamiento adecuado y al interés por la actividad que realiza.

El entrenador debe orientar su labor formativa para que, con su ejemplo y la creación de un adecuado sistema de actividades, sitúe a los niños atletas en condiciones que propicien la formación y desarrollo de conocimientos, intereses, motivaciones que conduzca a comportamientos adecuados mediante los contenidos que se enseñen.

En este sentido, el deber de cumplir con las tareas que les son asignadas y el derecho a participar en la toma de decisiones, reflexiones y críticas mediante las diferentes actividades que se programan, permite al entrenador orientar su conducta hacia una actitud consciente; los niños atletas podrán encontrar de un modo pensado los medios para alcanzar los fines de la acción, así como superar las dificultades y los obstáculos.

Condiciones que se relacionan con el subsistema actividad-comunicación:

Zilberstein (1999) ha planteado la necesidad de tener en cuenta el intercambio de opiniones y la discusión abierta y respetuosa, lo cual desarrolla los procesos de interacción social que se dan en los grupos y favorece la formación de valores morales en los escolares. También se coincide con los criterios aportados por Habermas y Freire en su concepción de comunicación (diálogo), acción y reflexión.

En el proceso de formación de valores se requiere un alto grado de interacción entre los niños, el entrenador y el contenido. En esta interrelación sujeto-sujeto, …se abren múltiples posibilidades para el traslado de los procedimientos de unos a otros, para que se produzca la ayuda de uno a otro, para propiciar que encuentre el error cometido en la tarea y lo rectifiquen, para saber cómo piensan, cómo se comportan, cómo actúan ante los demás (silvestre, M., 2000;74).

De ahí que se deban utilizar todas las formas y posibilidades de activación de las mentes y de los corazones de los niños atletas como son los juegos y las técnicas participativas que lleven al descubrimiento, mediante las conversaciones individuales y colectivas; el debate grupal, donde tengan que fundamentar y defender sus puntos de vista y decisiones; la realización de tareas que respondan a un objetivo común; trazar metas alcanzables; valorar y analizar en el momento oportuno el por qué y para qué se efectúan las diferentes actividades, qué obtuvo éxito y qué no, y ser capaces de tomar a tiempo las medidas oportunas, lo cual es básico para fortalecer la formación de valores en los niños atletas

Es precisamente en este proceso de socialización donde los valores son aprendidos. La interiorización motivación al de la conducta se produce en un proceso interactivo niño – docente, niño – niño y niño – objeto axiológico. En la medida en que las nuevas y futuras generaciones, como sujetos de la sociedad, hayan internalizado el valor en un alto grado, en esa misma medida están mejor creadas las condiciones para que el sistema social se encuentre fuertemente integrado y que los intereses de la colectividad y de los individuos que la constituyen coincidan.

En el proceso entrenamiento los niños atletas entre sí y con el entrenador deben mantener un nivel de comunicación que garantice la identificación de cada niño con el contenido y el aprovechamiento de sus potencialidades axiológicas que este ofrece. En este proceso de actividad y comunicación se deban cumplirse las condiciones siguientes:

4.- Situar al niño en una posición de conflicto que lo lleve a la reflexión y a la polémica (Debate Axiológico).

Se coincide con el criterio de Medina cuando plantea hay que superar […] la enseñanza del conocimiento y convertir el salón en un escenario de disputas apasionadas en el que se debate la vida como un tema de interés con rasgos históricos y científicos […]. Hay que traer la vida cotidiana a la clase y llevar la clase a la vida cotidiana de nuestros condiscípulos […]. Ellos miden el tiempo de su existencia con el reloj de sus necesidades y ocupan con su quehacer el espacio de sus conflictos, porque han aprendido que éstos son el motor que dinamiza la vida. Hay que educar, entonces, en el conflicto (1997: 180).

En el entrenamiento es necesario crear un ambiente que sitúe al niño atleta en una posición de conflicto que estimule la reflexión y la polémica. Es necesario utilizar el conflicto de manera constructiva y desarrollar el contenido con un enfoque polémico. Es importante la formación de un pensamiento flexible, que los lleve a emitir juicios y valoraciones acerca de su entorno, que sean capaces de solucionar esos conflictos o por lo menos criticarlos y de esta forma provocar una reacción de compromiso con la realidad a partir de determinadas exigencias morales, del deber, la responsabilidad, entre otras (Chacón, N., 1999: 2).

El entrenador debe provocar la reflexión en el niño atleta, así como el cuestionamiento y la insatisfacción acerca de un modo incorrecto o correcto de actuar o pensar de alguna persona, con vistas a la formación y transformación cualitativa de la conducta cotidiana de éstos. En este sentido, se aprecia la necesidad de confrontar sus puntos de vista (los del escolar), confrontación de su auto-imagen con la valoración de los demás (Chacón, N., 1999: 2).

Hay que estimular un comportamiento activo y transformador de la realidad, estimular de una manera especial la corrección y transformación de la conducta de las personas que le rodean, impulsar la movilidad y el cambio de lo existente, de lo tradicional y convencional, así como el cuestionamiento constante. Es cierto que el niño va a opinar de algo que se supone no conoce; sin embargo, las vivencias, los intereses y las intuiciones de los niños con frecuencia son sorprendentemente útiles si, por supuesto, se les permite exponerlos. Pero sobre todo, el grado de compromiso es mucho mayor (Álvarez, C., 1999: 145). El docente debe apoyar y estimular el enfrentamiento a los obstáculos que impiden la concreción de las ideas nuevas y la búsqueda de las vías para eliminarlos consecuentemente.

5.- Utilizar actividades que lleven al descubrimiento (Indagación Axiológica).

En el proceso entrenamiento tanto el niño como el docente pregunta, indaga e investigan. Las actividades teóricas, teóricas-prácticas y prácticas son muy importantes para la auto-educación.

Se trata en lo esencial de generar una actitud positiva frente al compromiso que cada niño atleta y el entrenador deben asumir en relación con el contenido axiológico visto desde una perspectiva en la que prevalece el sentido de la búsqueda y la pertinencia del mismo, que son en gran medida lo que estimula la formación del valor.

El niño atleta debe aprender a escuchar al entrenador, a expresar lo que piensa de forma coherente. En ese trabajo el entrenador desempeña un papel importante por cuanto una vía para formar el valor, por ejemplo el valor responsabilidad, es demostrarles la importancia que tiene para su vida y motivarlos a investigar acerca de las actitudes de las glorias deportivas de su país.

Para favorecer, por ejemplo, la formación de la responsabilidad es necesario que el niño atleta, dirigido por el entrenador, aprenda a asimilar los modelos axiológicos presentados mediante el descubrimiento de sus cualidades, rasgos, características, los aspectos positivos y negativos, así como la posibilidad real y tangible de imitarlos. Esto implica que el entrenador debe:

  • Guiar a los niños atletas en el proceso de descubrimiento con el fin de que puedan aprender a debatir y a argumentar sus ideas acerca de la responsabilidad.

  • Dominar las técnicas del trabajo en grupo, en función de utilizar de una manera adecuada las diversas actividades que elabore.

  • Ser un integrante más del grupo y mantener relaciones cordiales, tiernas y amistosas con los niños atletas, que despierten sentimientos, curiosidad por el conocimiento del deporte de su país, así como interés en la investigación de las acciones de glorias deportivas de su patria.

Relación entre las condiciones psicológicas y pedagógicas referidas al subsistema de Actividad-Comunicación:

Estas tres condiciones se interrelacionan, por cuanto la posición de conflicto que lleve al niño atleta a la reflexión y a la polémica favorece la interiorización y socialización del contenido axiológico y ésta lleva al niño atleta al descubrimiento, mediante la utilización de técnicas participativas y juegos.

La posición de conflicto que estimule la reflexión y la polémica se produce cuando el entrenador utiliza técnicas participativas que lleven al descubrimiento, las cuales a su vez, provocan la apropiación conductual por parte del niño atleta, la que propicia el debate axiológico, la reflexión y la participación.

Por otro lado, cuando el entrenador crea un ambiente que estimule la reflexión y la polémica en los niños, los incita hacia el descubrimiento de potencialidades axiológicas de determinado objeto valorado.

6.- Interiorizar y socializar el contenido axiológico (Apropiación Conductual).

En el atleta se crean condiciones para planificar y cumplir acciones en el plano interior, así como el desarrollo de la reflexión, que permite analizar de un modo racional y objetivo sus propios juicios y actos en correspondencia con el proyecto y condición de la actividad.

Este es un aspecto fundamental que debe tener presente el entrenador en la educación de los niños atletas y específicamente en la formación de valores, como núcleo que orienta la conducta y determina sus actitudes, por lo que debe de ser capaz en cada contenido que analice de propiciar la suficiente información y participación para que cada niño atleta logre el conocimiento de éste de una manera lo más objetiva posible y sobre todo establecer las relaciones de este contenido con la vida; pero este proceso de interiorización y socialización es en correspondencia directa con lo que vive a diario; solo así tendrá significación, valor para sí y podrá luego socializarlo al resto del grupo.

NIÑO ATLETA

7.- Tener un determinado nivel de conocimiento acerca de los valores y las vías principales para formarlo (Conocimientos Previos).

El proceso de formación de valores se organiza, por lo general, a partir de conocimientos ya adquiridos por e niño atleta, la comprensión de esta preparación es necesaria para no concebir a ciegas el proceso formativo, lo que lo convierte en un requisito que debe cumplir el entrenador para lograr una concepción adecuada de este proceso.

Es imprescindible enfrentar a los niños atletas a situaciones concretas donde tengan que demostrar mediante sus conocimientos, sus expresiones y su conducta, lo correcto a hacer, donde tengan que asumir una posición al respecto a partir de comprender a plenitud qué es lo qué deben conocer acerca de cada valor, cómo deben de manifestarse desde el punto de vista afectivo y cómo comportarse ante determinadas situaciones para demostrar que han asimilado ese valor.

Es de gran ayuda para el niño atleta conocer los contenidos antecedentes que deberá poseer para tener éxito en el proceso de formación de valores e incorporar nuevos indicadores y buscar el vínculo que existe tanto con los precedentes como con los nuevos que adquiere.

Para poder cumplir con esta condición los niños atletas deben haber asimilado determinados conocimientos necesarios acerca de los valores que se trabajan en el combinado deportivo, comprender a plenitud qué es lo qué deben conocer acerca de cada valor, cómo deben de manifestarse desde el punto de vista afectivo y cómo comportarse ante determinadas situaciones para demostrar que han asimilado ese valor, y es precisamente el entrenador quien tiene esa valiosa información, por lo que debe transmitirla a sus discípulos.

Sobre la base del contenido antecedente se debe llevar al niño atleta a que encuentre en el nuevo contenido aquellas propiedades o cualidades que son esencial que asegure que el objeto sea un modelo axiológico.

El niño atleta debe modificar el objeto axiológico, elaborar nueva información, enriquecer los conocimientos con aportes personales, detectar nuevos conflictos, encontrar vías no conocidas de resolverlos, que permitan la transformación de su forma de pensar y actuar.

Desde el punto de vista metodológico, es importante que el niño atleta descubra el significado de lo que aprende; conozca y aprecie la utilidad y el valor social que tiene ese conocimiento, lo que facilitará su comprensión y propiciará que éste adquiera un sentido para él.

8.- Actuar como un participante activo y protagonista de cada acción (Activación Valorativa).

El valor que el niño atleta le asigna a un objeto determinado depende en gran medida de la relación afectiva que establece con éste, y esta relación afectiva depende a su vez del modo en que el entrenador destaque la significación que posee el objeto para el niño atleta y promueva un enfoque personológico y reflexivo, centrado en el atleta, que favorezca un cambio cualitativo en las normas de conducta de éste.

9.- Implicarse en su propio proceso de formación de valores (Motivación Intrínseca).

De esta manera, la realización por el niño atleta del control consciente de su comportamiento, constituye una exigencia para el logro de la formación de la personalidad acorde con los principios que rigen la sociedad cubana.

Por ejemplo, para desarrollar en el niño atleta la necesidad de favorecer la formación del valor responsabilidad es imprescindible que adquiera conciencia de su papel como sujeto en formación, su compromiso en el proceso, que sienta la necesidad y la satisfacción por la formación de dicho valor, así como que aprenda a reflexionar, valorar, que conozca cómo enfrentarse por sí solo a determinada situación.

En el niño atleta se crean condiciones para planificar y cumplir acciones en el plano interior, así como el desarrollo de la reflexión, que permite analizar de un modo racional y objetivo sus propios juicios y actos en correspondencia con el proyecto y condición de la actividad.

Este es un aspecto fundamental que debe tener presente el entrenador en la educación de los niños atletas y específicamente en la formación de valores, como núcleo que orienta la conducta y determina sus actitudes, por lo que debe de ser capaz en cada contenido que analice de propiciar la suficiente información y participación para que cada atleta logre el conocimiento de éste de una manera lo más objetiva posible y sobre todo establecer las relaciones de este contenido con la vida; pero este proceso de interiorización y socialización es en correspondencia directa con lo que vive a diario; solo así tendrá significación, valor para sí y podrá luego socializarlo al resto del grupo

De ahí que sea imprescindible enfrentar a los niños atletas a situaciones concretas donde tengan que demostrar mediante sus conocimientos, sus expresiones y su conducta, lo correcto a hacer, donde tengan que asumir una posición al respecto. El entrenador debe estimular el análisis, el razonamiento, la argumentación y la obtención de conclusiones, al promover un enfoque personológico y reflexivo, centrado en el niño atleta, que favorezca un cambio cualitativo en las normas de conducta de éste.

La revelación de la utilidad del contenido debe llevar al niño atleta a comprender para qué lo estudia, lo que favorecerá su interés y motivación y posibilitará que se encuentre la significación que tiene en sí y el sentido que para él posee, lo que es objeto de su formación.

Una condición esencial para que el niño atleta fortalezca sus valores es el carácter activo con que él asuma su proceso de formación y desarrollo. Es básico explicar a los niños atletas que deben tener una determinada actitud para el aprendizaje y la educación: el atleta debe saber que de él se espera una colaboración para el fortalecimiento de sus valores. Un aspecto importante en esta dirección, es que el entrenador propicie la realización por el niño atleta de actividades de control y valoración, por parejas y colectivas, así como la autovaloración y el autocontrol, lo que le permitirá conocer sus errores y aciertos, de una manera objetiva y consciente.

1.2.- El valor Responsabilidad y el Programa de Enseñanza del Béisbol en atletas.

Los niños atletas de hoy serán los continuadores de la obra revolucionaria, los que asegurarán el mantenimiento de la independencia e identidad, y por eso, estimular al máximo la formación de valores, en particular la responsabilidad, constituye un problema de primer orden para la sociedad y del combinado deportivo. En tal sentido en los entrenamiento de béisbol tienen como objetivo: "contribuir a la formación integral de la personalidad del niño atleta y fomentar desde las primeras categorías la interiorización de conocimientos, formas de pensar y comportamientos, acorde con el sistema de valores; con énfasis en la formación de un niño atleta patriota, revolucionario, responsable, solidario y laborioso, este trabajo es realizado en coordinación directa con los entrenadores deportivos.

El valor es visto desde el punto de vista filosófico como la realidad ideal por cuya participación las cosas adquieren cualidades que nos hacen estimarlas diversamente. Su jerarquización forma la escala de valores: económicos, vitales, intelectuales, estéticos, éticos y religiosos (Enciclopedia Microsoft Encarta, 2000).

Según Frondizi,R. el valor es la cualidad estructural que tiene existencia y sentido en situaciones concretas […], que se apoya doblemente en la realidad, pues la estructura valiosa surge de cualidades empíricas y el bien al que se incorpora se da en situaciones reales (1968: 167). En el Diccionario Filosófico de Rosental y Ludin se plantea que los valores son las "propiedades de los objetos materiales y de los fenómenos de la conciencia social (1973: 477).

Los valores se deben formar, trasmitir, estimular desde las edades más tempranas, mediante alternativas que orienten al sujeto a plantearse juicios, valoraciones, que estimulen la crítica, la participación, la motivación y actuación como resultado de lo aprendido.

Velásquez, E. afirma que un valor es aquella cualidad que contiene o es asignada a un objeto, sujeto o acción y gracias a ella, los sujetos se inclinan hacia aquello que consideran mejor, útil, bueno, dependiendo de su concepción del bien (1999: 59).

Como se aprecia, en las definiciones dadas anteriormente, la mayoría de los autores coinciden en que el valor constituye una cualidad del hombre que refleja la significación que tiene el objeto para el sujeto que valora, al reflejar una dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo. También se concuerda en que los valores sólo son posibles formarlos en la relación sujeto-objeto y en la relación sujeto-sujeto, es decir, en la actividad práctica, en las relaciones sociales entre los hombres, en la relación entre la actividad y la comunicación, como base del desarrollo de la personalidad del sujeto.

Sólo si el sujeto refleja al objeto que le satisface y se orienta afectiva y motivacionalmente hacia él, convierte a ese objeto en un valor. Si se tiene en cuenta que los objetos existen independientemente del sujeto, entonces éstos se convierten en valores en la misma medida en que el sujeto entra en relación con ellos.

El sujeto tiene necesidades cognitivas y afectivas. En su interacción con un determinado objeto o persona él descubre cómo se relaciona con sus necesidades. Surge entonces la conducta hacia ese objeto, persona o institución, en dependencia de cómo esa realidad satisface o frustra sus diversas necesidades. El valor es el objeto de la conducta y es un motivo de la actividad y en esa integración lo afectivo, lo cognitivo y lo conductual resultan de gran importancia.

En este trabajo se asume la definición de valor planteada por Barrera, J. en la que afirma que el valor "expresa una significación personal, subjetiva, afectiva o intelectiva; así, sólo es valor y aparece algo como valor cuando ha entrado en relación con el hombre, con sus necesidades, con sus búsquedas (1996: 156).

El valor responsabilidad se comienza a formar desde el hogar, pero es en la escuela y el combinado deportivo el lugar por excelencia para realizar su formación en nuestros niños. Ellos deben ser capaz de involucrar a la familia y a la comunidad.

En el proceso entrenamiento se dan todas las condiciones para favorecer la formación de la responsabilidad, este cobra especial significación en dicho proceso en las áreas deportivas puesto que se inculca, se enseña y se demuestra. Por ello, cada entrenador, desde su programa, además de enseñar resuelve tareas educativas. El contenido de los programas constituye una poderosa fuente para la formación de sentimientos y valores.

Los trabajos hasta ahora referenciados reflejan la labor de sociólogos, filósofos, psicólogos y pedagogos encauzados a fortalecer el trabajo formativo, fundamentalmente, en y a través del combinado deportivo y formar la personalidad del futuro ciudadano que responda a una realidad histórica que le ha tocado vivir.

Las propuestas anteriores no profundizan en la formación de valores en atletas de Béisbol categoría 9-10 años, en particular en el fortalecimiento del valor "responsabilidad" mediante el empleo de actividades en la vida del área de entrenamiento, en la familia y la comunidad como un escenario donde todos estos elementos e incluso, otros, son objeto de estudio a la hora de buscar una solución al complejo problema del proceso educativo.

La formación de valores morales aparece en el programa como un contenido educativo (objetivos formativos) a cuyo tratamiento se le concede extraordinaria importancia. Existen diferentes vías para dar cumplimiento a esta labor en la escuela, entre las que se encuentran: el Sistema de Preparación Político-Ideológica al cual se le da salida mediante los turnos de reflexión y debate que se organizan con todos los dirigentes institucionales, colectivos de profesores y con cada grupo estudiantil, dosificados según el nivel de enseñanza. En este empeño el Ministerio de Educación instrumentó por Resolución Ministerial No. 90/98 los lineamientos para fortalecer la formación de valores, la disciplina y la responsabilidad ciudadana desde la escuela.

En la primera dirección del lineamiento queda referido, con claridad que la formación de valores no es una asignatura o tarea más, que tal como ya se ha valorado al analizar el trabajo político ideológico se debe ver a través de todo el proceso de entrenamiento, siendo responsabilidad de todos los entrenadores que cada una de sus clases, independientemente de la habilidad que expliquen o el nivel con que trabajen, tengan presente o materialicen esta intención.

El objetivo esencial del referido Programa de formación de valores es contribuir, mediante su aplicación práctica, a reforzar la formación de un grupo de valores, considerados fundamentales por todos los factores involucrados en este propósito y que tienen dentro de su encargo social, tan alta misión.

El documento expresa que se abarca solo una parte del sistema de acciones que deberán tener lugar en la sociedad cubana en la dirección económica, como sustento indispensable de nuestro caro empeño de conquistar toda la justicia; en la dirección jurídica, para fortalecer y perfeccionar las normas que aseguran un enfrentamiento adecuado a la indisciplina, ilegalidad y corrupción que se oponen al cultivo de los valores.

Por lo que en la formación de valores morales se deben utilizar todos los medios con que cuenta la escuela, la familia y el área deportiva. El desarrollo del entrenamiento y el resto de las actividades deben favorecer y fortalecer la acción educativa en la formación de los valores en general, y de la responsabilidad en particular, con el fin de preparar mejor al niño atleta, alcanzar una mayor significación social y estar en mejores condiciones para enfrentarse a las influencias espontáneas positivas o negativas del medio en que vive y se desarrolla.

Principios generales en que debe basarse la formación de valores desde el área deportiva.

Utilizar al máximo el entorno social en que se desenvuelve el niño atleta; exaltar la significación socialmente positiva de la realidad; asumir una posición crítica ante la significación negativa; atender a los valores en sistema; identificar los componentes de cada valor; lograr plena unidad de lo cognitivo, lo motivacional-afectivo y volitivo, la instrucción y la educación; motivar sobre la base de lo emocional para lograr que las cosas tengan sentido para el atleta; profundizar en el conocimiento por la vía de los sentimientos; cultivar el amor como esencia del valor y resultado de la síntesis de conocimientos y sentimientos ya que solo se ama lo que se admira, con esto el valor se convierte en auto objetivo y cumple su función movilizadota; lograr la unidad entre sentimiento, pensamiento y actuación; relación entre conocimiento y valor; considerar la experiencia práctica del atleta, vivencias, trayectoria, legado familiar, condiciones sociales en que desarrolla su actividad; lograr el protagonismo de los niños atletas y el grupo en el proceso; carácter colectivo de las actividades, donde prime la comunicación, confianza y colaboración; acercar los modelos a los niños atletas donde el paradigma debe ser alcanzable por él; evitar sobrecargas, superposiciones, formalismos y esquematismos; hacer coincidir los valores individuales con los sociales y lograr un control permanente y sistemático de la marcha del proceso, que incluya el autocontrol y la autovaloración.

Para implementar acciones de educación en valores se deberán tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • 1 La labor de formación de valores ha de realizarse de manera conscientemente organizada, con estudiada intencionalidad;

  • 2 Debe primar el diálogo abierto, sincero, argumentado, que coadyuve a conocer al otro y a respetarlo mediante la mutua comprensión;

  • 3 Realizarla de forma diferenciada persona a persona, cara a cara, sobre la base del ejemplo, la persuasión, por lo que deben utilizarse argumentos objetivos y creíbles;

  • 4 Los factores principales deben sentir la necesidad de cumplir acciones y que las enriquezcan permanentemente;

  • 5 Creación y existencia de un clima afectivo, propiciando que el sujeto se sienta aceptado, que se trabajen aún más los sentimientos y las emociones;

  • 6 Las influencias educativas deben realizarse de forma sistemática y cohesionada;

  • 7 Integración de las organizaciones e instituciones;

  • 8 Alcanzar niveles superiores de calidad en la preparación y superación política e ideológica;

  • 9 Reforzar la función afectiva y educativa de la familia, a partir de su preparación y adquisición de conocimientos, hábitos y habilidades para una convivencia armónica y una mejor orientación y atención a los hijos, erradicando cualquier manifestación de violencia que pueda existir.

1.3.- Estrategia: una aproximación a sus peculiaridades como resultado científico de la investigación educativa.

Un análisis etimológico permite conocer que la palabra estrategia proviene de la voz griega stratégós (general) y que, aunque en su surgimiento sirvió para designar el arte de dirigir las operaciones militares, luego, por extensión, se ha utilizado para nombrar la habilidad, destreza, pericia para dirigir un asunto. Independiente de las diferentes acepciones que posee, en todas ellas está presente la referencia a que la estrategia sólo puede ser establecida una vez que se hayan determinado los objetivos a alcanzar.

El campo semántico asociado a este concepto resulta ser amplio y prolífero y en él se mezclan múltiples nociones solapadas en un mismo paquete procedimental. En no pocas oportunidades se tiende a la utilización de disímiles palabras (política, táctica, técnica, práctica, experiencia, entrenamiento, procedimiento, entre otras), para hacer referencia a las estrategias lo que trae como consecuencia disímiles problemas de interpretación.

Un primer acercamiento permite considerar que es obvia la relación existente entre estrategia y política. Al respecto resultan en extremo interesantes los planteamientos del Héroe Nacional cubano Martí en sus obras completas señaló que: "Estrategia es política (…) y (…) política es el arte de asegurar al hombre el goce de sus facultades naturales en el bienestar de la existencia (…) es sobre todo arte de precisión". (Obras completas, 1975: 248 y 386).

Y como si quisiera establecer un juego de palabras con las ideas anteriores Paulo Freire (1972: 45) sentenció: La política más que discurso es estrategia y táctica. Al estudiar en el mapa general del sistema educativo cuáles puntos pueden ser tocados y reformados (…) hay que estar muy lúcido con relación a táctica y estrategia, parcialidad y totalidad, práctica y teoría".

Las anteriores consideraciones permiten entrar en otro orden de relación, el que se establece entre táctica y estrategia. Para María Rodríguez y Alvarina Rodríguez (2006: 3) la consulta en la bibliografía especializada sobre el particular permite arribar a las siguientes consideraciones:

  • 1 Las estrategias son consideradas a un nivel macro o global; mientras las tácticas se instauran en una dimensión micro o específica.

  • 2 Las tácticas suelen verse como modos de ejecución o procedimientos seguidos para la consecución de una finalidad. Se considera la existencia de tácticas generales, especiales o particulares y combinadas.

  • 3 La estrategia es valorada como la interrelación de un conjunto de tácticas, mientras que estas últimas constituyen cada uno de los eslabones o procedimientos que la componen.

El uso del vocablo estrategia comenzó a invadir el ámbito de las Ciencias Pedagógicas aproximadamente en la década de los años 60 del siglo XX coincidiendo con el comienzo del desarrollo de investigaciones dirigidas a describir indicadores relacionados con la calidad de la educación. El análisis de múltiples criterios e interpretaciones que aparecen en la literatura pedagógica sobre esta temática ha permitido discernir que el término estrategia se utiliza, entre otros, para:

  • 1 Identificar una actitud que constituye la base fundamental del proceso de dirección de los diferentes niveles hasta llegar a la escuela, la cual da una nueva orientación a las dimensiones táctica y operacional en el mediano y corto plazo (enfoque estratégico, dirección estratégica, planeación estratégica).

  • 2  Nombrar el resultado de la elaboración personal de cada sujeto a partir de las relaciones que establece (con los objetos del conocimiento, las interacciones con los demás miembros del grupo y las acciones de dirección, orientación y estimulación del docente) (Márquez Rodríguez, 2000: 7).

  • 3 Referirse a la intencionalidad de las acciones dirigidas al mejoramiento del aprendizaje de los/las estudiantes, y el diseño de planes flexibles de acción que guíen la selección de las vías más apropiadas para promover estos aprendizajes desarrolladores teniendo en cuenta la diversidad de los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje y la diversidad de los contenidos, procesos y condiciones en que éste transcurre. (Castellanos Simons, 2003: s.p)

  • 4 Designar una forma particular de resultado de la investigación educativa el cual puede abarcar diferentes variantes tipológicas.

De ahí que el autor del presente trabajo define que una estrategia lo conforma "(…) un conjunto de acciones interrelacionadas para el cumplimiento de objetivos estratégicos (…)".

En un sentido amplio la dirección estratégica aparece concebida como el plan que señala sentido y acciones a seguir en una organización para el cumplimiento de los objetivos que se hayan fijado de acuerdo con las condiciones actuales y futuras que ofrezcan una posición ventajosa. Una aplicación al terreno pedagógico permite considerarla como el proceso orientado hacia el mantenimiento de un equilibrio dinámico entre la organización y ejecución de los trabajos educativos mediante una constante búsqueda de posibilidades y recursos para adaptar las necesidades y operaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje con el cambio de los estudiantes y su entorno.

La concepción estratégica de la dirección exige a su vez, la existencia de tres enfoques que se interrelacionan y complementan de forma dialéctica: el enfoque de sistema está referido a la concatenación de elementos que actúan desde dentro del sistema y sus relaciones con el entorno, el de contingencia se remite al reconocimiento del combinado deportivo como sistema abierto sobre el que actúan fuerzas y tendencias que condicionan su interrelación con el entorno y el de cambio es la orientación permanente hacia el mejoramiento continuo.

Por su parte la planeación estratégica se concibe como una forma de dirección participativa que involucra a todos en la planificación, ejecución y control de las transformaciones necesarias en el proceso de enseñanza aprendizaje o en sus actores para adaptarse a las exigencias del medio; mientras que el enfoque estratégico es concebido como "una actitud extrovertida, voluntarista, anticipada, crítica y abierta al cambio". (Rodríguez F., 1999:92).

Para ello resulta imprescindible abordar algunas de las conceptualizaciones que se hacen sobre el particular, a partir de tres criterios seleccionados de la profusa bibliografía sobre el tema para propender al establecimiento de regularidades.

  • 1 "(…) Toda estrategia transita por una fase de obtención de información (puede tener carácter diagnóstico), una fase de utilización de información y una fase de evaluación de esa información, además como su nombre lo indica, debe tener un margen para ir redirigiendo las acciones". (Ruiz, 2001: 151).

  • 2 "La estrategia establece la dirección inteligente, y desde una perspectiva amplia y global, de las acciones encaminadas a resolver los problemas detectados en un determinado segmento de la actividad humana (…)". Se entienden como problemas "(…) las contradicciones o discrepancias entre el estado actual y el deseado, entre lo que es y debería ser, de acuerdo con determinadas expectativas (…)" que dimanan de un proyecto social y/o educativo dado. Su diseño implica la articulación dialéctica entre los objetivos (metas perseguidas) y la metodología (vías instrumentadas para alcanzarlas).(González Hernández /y/ otros, 1998: 39-40)

  • 3 "Entendemos por estrategia cierto ordenamiento de las acciones en el curso de la resolución de un problema en el cual cada paso es necesario para el siguiente. Estas secuencias de acciones están fuertemente orientadas hacia el fin a alcanzar. La persistencia en un procedimiento o su cambio está también relacionado con el éxito logrado en la consecución de un fin. Que exista un encadenamiento de acciones orientadas hacia un fin no implica un único curso de los procedimientos; sino que las repeticiones, marchas y contramarchas atestiguan las múltiples decisiones que el sujeto adopta en el intento de resolver el problema. Frente al mismo objetivo es posible desarrollar diferentes estrategias". (Casávola, Horacio /y/ otros, 1999:27).

De ahí que para María Rodríguez y Alvarina Rodríguez (2006: 18) pueda deducirse que las estrategias:

  • 4 Se diseñan para resolver problemas de la práctica y vencer dificultades con optimización de tiempo y recursos.

  • 5 Permiten proyectar un cambio cualitativo en el sistema a partir de eliminar las contradicciones entre el estado actual y el deseado.

  • 6 Implican un proceso de planificación en el que se produce el establecimiento de secuencias de acciones orientadas hacia el fin a alcanzar; lo cual no significa un único curso de las mismas.

  • 7 Interrelacionan dialécticamente en un plan global los objetivos o fines que se persiguen y la metodología para alcanzarlos.

Según las autoras antes citadas (2006: 20) la valoración de los juicios apuntados permite entrar a considerar los rasgos que caracterizan a la estrategia como resultado científico, entre los cuales no deben dejar de estar presentes los que a continuación se señalan:

  • Concepción con enfoque sistémico en el que predominan las relaciones de coordinación, aunque no dejan de estar presentes las relaciones de subordinación y dependencia.

  • Una estructuración a partir de fases o etapas relacionadas con las acciones de orientación, ejecución y control, independientemente de la disímil nomenclatura que se utiliza para su denominación.

  • El hecho de responder a una contradicción entre el estado actual y el deseado de un objeto concreto ubicado en el espacio y en el tiempo que se resuelve mediante la utilización programada de determinados recursos y medios.

  • Un carácter dialéctico que le viene dado por la búsqueda del cambio cualitativo que se producirá en el objeto (estado real a estado deseado), por las constantes adecuaciones y readecuaciones que puede sufrir su accionar y por la articulación entre los objetivos (metas perseguidas) y la metodología (vías instrumentadas para alcanzarlas), entre otras.

  • La adopción de una tipología específica que viene condicionada por el elemento que se constituye en objeto de transformación. Esta última categoría resulta esencial a los efectos de seleccionar cuál variante utilizar dentro de la taxonomía existente.

  • Su irrepetibilidad. Las estrategias son casuísticas y válidas en su totalidad solo en un momento y contexto específico, por ello su universo de aplicación es más reducido que el de otros resultados científicos. Ello no contradice el hecho de que una o varias de sus acciones puedan repetirse en otro contexto.

  • Su carácter de aporte eminentemente práctico debido a sus persistentes grados de tangibilidad y utilidad. Ello no niega la existencia de aportes teóricos dentro de su conformación.

Las cuestiones referidas anteriormente para De Armas Ramírez y otros (2001: 20) condicionan la presencia de los siguientes elementos en la conformación de las estrategias:

  • Existencia de insatisfacciones respecto a los fenómenos, objetos o procesos educativos en un contexto a ámbito determinado.

  • Diagnóstico de la situación.

  • Planteamiento de objetivos y metas a alcanzar en determinados plazos de tiempo.

  • Definición de actividades y acciones que respondan a los objetivos trazados y entidades responsables.

  • Planificación de recursos y métodos para viabilizar la ejecución.

  • Evaluación de resultados.

En este sentido, Gómez Álvarez (s.f.: 3-4) señala, que la metodología para aplicar el enfoque estratégico a la solución de un problema debe incluir los siguientes pasos:

1. Esclarecer el problema.

2. Determinación del fin y las áreas que intervienen en la realización del conjunto de actividades.

3. Diagnóstico de la realidad y de las posibilidades de los sujetos de la educación.

4. Determinación de las alternativas o variantes a utilizar.

5. Selección y planificación de la alternativa pedagógica.

De Armas Ramírez y otros (2001: 21) proponen como pasos de esta metodología y que deben constituir puntos de referencia obligados para definir la organización que debe tener una estrategia en los marcos de un trabajo científico los aspectos siguientes:

? Introducción-Fundamentación. Se establece el contexto y ubicación de la problemática a resolver. Ideas y puntos de partida que fundamentan la estrategia.

? Diagnóstico- Indica el estado real del objeto y evidencia el problema en torno al cual gira y se desarrolla la estrategia.

? Planteamiento del objetivo general.

? Planeación estratégica- Se definen metas u objetivos a corto y mediano plazo que permiten la transformación del objeto desde su estado real hasta el estado deseado. Planificación por fases de las acciones, recursos, medios y métodos que corresponden a estos objetivos.

? Instrumentación– Explicar cómo se aplicará, bajo qué condiciones, durante qué tiempo, responsables, participantes.

? Evaluación- Definición de los logros obstáculos que se han ido venciendo, valoración de la aproximación lograda al estado deseado.

No obstante lo apuntado es necesario precisar que, independiente de los elementos manejados, los cuales constituyen una orientación de marcado carácter metodológico que permite organizar el proyecto estratégico, este resultado se caracteriza por la existencia de tres fases en las cuales están contenidos las cuestiones que han sido mencionadas, a saber:

  • 1 Fase de obtención de la información o diagnóstica.

  • 2 Fase de caracterización del momento deseado, de programación-implementación, o de ejecución.

  • 3 Fase de evaluación.

El estudio de múltiples conceptos de tipologías estratégicas ha permitido conformar estrategias pedagógicas, estrategias didácticas, estrategias educativas, estrategias metodológicas y estrategias escolares.

Conclusiones parciales del primer capítulo.

En este trabajo se le da lugar a una estrategia educativa entendida como la proyección de un sistema de acciones a corto, mediano y largo plazo que permite la transformación de los modos de actuación de los niños atletas para alcanzar en un tiempo concreto los objetivos comprometidos con la formación, desarrollo y perfeccionamiento de sus facultades morales e intelectuales.

También se analizaron los antecedentes históricos y los fundamentos teóricos sobre los cuales se sustenta la estrategia educativa para reforzar el valor responsabilidad, por lo que mediante la consulta de varias bibliografías, permitió precisar y asumir los conceptos primordiales implicados en esta investigación.

Se definieron los indicadores que se asumen para la evaluación de la estrategia educativa para reforzar el valor responsabilidad, sobre la base de los conocimientos, relacionados con la influencia que ejerce sobre la manera de actuar y comportarse los niños en la sociedad.

Después de analizar los antecedentes históricos y los fundamentos teóricos se está en condiciones de abordar la propuesta de la estrategia educativa dirigida a reforzar el valor responsabilidad.

CAPITULO II

Estrategia educativa dirigida para reforzar el valor responsabilidad en los niños atletas de nueve y diez años desde el contexto de la comunidad

En el presente capítulo se pretende hacer un acercamiento al diagnóstico del objeto de investigación a partir del estudio de la realidad del proceso de entrenamiento en los niños atletas de Béisbol el cual se desarrolla en el Combinado Deportivo a la luz de un enfoque axiológico. En el primer sub-epígrafe aparece las variables de trabajo y aparecen los resultados obtenidos a través de varios instrumentos aplicados a los atletas y entrenadores deportivos, todos en función de conocer en qué medida se propicia en el entrenamiento, los presupuestos de dicho enfoque axiológico, luego

2.1 Diagnóstico inicial para el desarrollo de la estrategia realizado en el mes de septiembre de 2009.

Para poder incluir las acciones educativas dirigidas a reforzar el valor responsabilidad se realizó la medición diagnóstico para establecer los índices iniciales que mostraron estos niños atletas. Fueron encuestados y observados 16 atletas de Béisbol en la categoría 9-10 años del Combinado Deportivo # 1 Colombia.

En correspondencia con lo anterior en la variable de trabajo se proponen las siguientes dimensiones e indicadores del valor responsabilidad para los niños atletas de Béisbol categoría 9-10 años:

  • 1. Dimensión cognitiva: Se expresa en el conocimiento, expresiones verbales e información del niño atleta sobre el valor en cuanto a esencia, rasgos, vinculación con otros valores, y el significado de lo que representa para ellos la apropiación de ese valor.

Indicadores:

? El atleta en las intervenciones que realiza se acerca del conocimiento del valor (Dominio del valor).

? Aporta argumentos sólidos, certeros de la vida cotidiana o experiencias personales (Intervención activa).

? Los modelos personales que propone son dignos de imitar a través de una precisión clara de lo que es la conducta. (Congruencia en su acción).

? Identifica las normas de la legalidad socialista, del combinado deportivo y el área deportiva.

  • 1. Dimensión afectiva: Se manifiesta en el grado de implicación personal del sujeto con el valor, el estado emocional que demuestra en la valoración que realiza, el modo con que expresa sus sentimientos y proyecciones, además del significado que alcanza para el sujeto la propiedad social.

Indicadores:

? Adquiere algún sentido para sí las historias narradas que se proponen en las actividades. (Demuestra empatía).

? Muestra disposición y determinado nivel de compromiso con la actividad; es decir, coopera, fomenta la iniciativa y la capacidad de diálogo (Satisfacción por la actividad).

? En la valoración que realiza asume con facilidad los errores cometidos o se resiste al cambio (Flexibilidad).

? Evidencia sentimiento de identificación y compromiso por el cuidado de los bienes del combinado deportivo, los jardines, el huerto, el material escolar, las instalaciones deportivas y los instrumentos de trabajo.

  • 2. Dimensión actitudinal: Se refiere al modo en que el niño atleta manifiesta en la práctica su comportamiento personal, la manera de dirigir sus acciones, lo que realiza para acercarse al modelo o ideal que pretende alcanzar. Constituye una revelación externa de los conocimientos y afectos relativos a la responsabilidad, donde se muestran acciones observables.

Indicadores:

? En las valoraciones que realiza demuestra una actitud exigente y justa (Crítico y autocrítico).

? Logra dominar y controlar la situación ante las opiniones y comportamientos diferentes a los suyos. (Autorregulación de la conducta).

? Participa activamente y muestra disciplina, conciencia, eficiencia, calidad, rigor en las tareas del combinado deportivo, la familia y el área deportiva propone en todo momento.

  • Protege el área deportiva, los jardines, el huerto, el material escolar, las instalaciones deportivas y los implementos deportivos.

Al realizar la encuesta a dichos niños atletas durante los entrenamientos se obtuvieron los siguientes resultados (Tabla 1 Anexo # 2):

En cuanto a la dimensión cognoscitividad que poseen los niños atletas del valor responsabilidad se evidenció que seis (37.5%) niños atletas consideran el compromiso contraído ante sí mismo como un componente de la responsabilidad, siete (43.8%) consideran el compromiso con la familia, cinco (31.3%) reconocen el compromiso con el colectivo y cuatro (25%) declaran el compromiso con la sociedad. Además, entre diez (62.5%) y doce (75%) no cuidan la propiedad social y el medio ambiente, cinco (31.3%) se consideran disciplinados, trece (81.3%) no piensan en el factor consciencia, doce (48%) cumplen con los deberes dentro del área, nueve (36%) en el combinado deportivo y ocho (32%) en la casa y realiza las tareas que se le asignan.

En el análisis del conocimiento y respeto a la legalidad socialista se aprecia que 4(25%) atletas lo cumplen y con respecto al cumplimiento de las normas administrativas establecidas en las áreas y del combinado deportivo siete (43.8%) son consecuentes con ellas, lo que evidencia un gran desconocimiento de la definición de responsabilidad.

Al observar a los atletas, respecto a la dimensión afectiva, sólo siete (43.8%) de los niños atletas dominan y controlan la situación ante las opiniones y comportamientos diferentes a los suyos y cinco (31.3%) tienen disposición y nivel de compromiso con la actividad, cooperan y fomentan la iniciativa y la capacidad de diálogo.

En la dimensión actitudinal, cuatro (25%) niños atletas se comportaron disciplinado, tres (18.8%) niños atletas evidenciaron conciencia de la importancia de lo que realizaban, cinco (31.3%)niños atletas mostraron ser eficientes, cuatro (25%) se distinguieron por realizar con calidad la actividad y seis (37.5%) demostraron rigor en las tareas asignadas, siete (43.8%)niños atletas asumen la crítica y la autocrítica como poderoso instrumento de autorregulación moral, cinco (31.3%) propician un clima de compromiso, consagración y nivel de respuesta a las tareas asignadas, ocho (50%) manifiestan un modo de participación democrática, donde se sienten implicados en los destinos del deporte, seis (37.5%) respetan, defienden y fomentan la propiedad social sobre los medios de producción y cinco (31.3%) cuidan el medio ambiente (Tabla # 2 anexo 4).

Al aplicar la encuesta a los entrenadores de béisbol se obtuvo como resultados que siete (100%) de los encuestados consideran importante la educación en valores en el entrenamiento deportivo, cuatro (57.1%) de los entrenadores le dan salida al trabajo político-ideológico en los entrenamientos, cinco (71.4%) desarrollan la educación en valores con mayor frecuencia en la parte inicial de la clase, dos (28.6%) lo hacen a través del tratamiento al contenido y uno(14.3%) lo hace al final del entrenamiento. Además, dos (28.6%) consideran que contribuyen a la educación en valores a través de revelar la significación del conocimiento para el niño atleta, cinco (71.4%) lo hacen a través de la actividad práctica de los niños atletas y uno (14.3%) considera que lo hace a través de la actividad y la comunicación y siete(100%) valoran que fuera del entrenamiento también se contribuye a la educación en valores en los niños atletas, pero no saben cómo realizarlo.(Tabla # 3 anexo 6).

Al concluir la medición inicial se observa que los niños atletas no manifiestan conocimiento del valor, no aportan argumentos sólidos, certeros de la vida cotidiana o experiencias personales, modelos personales dignos de imitar por una conducta responsable, ni identifican las normas de la legalidad socialista, del combinado deportivo y el área deportiva.

Además, muestran poca disposición y bajo nivel de compromiso con las actividades realizadas, son poco disciplinados, baja eficiencia y calidad en las tareas asignadas, así como poco cuidado y protección al medio ambiente y la propiedad social.

Al realizar la encuesta a dichos familiares se obtuvieron los siguientes resultados (Tabla 7 Anexo # 12):

Al realizar la encuesta a dichos niños atletas durante los entrenamientos se obtuvieron los siguientes resultados (Tabla 7 Anexo # 12):

En la pregunta # 1los 16 familiares consideran importante la formación de valores en dichas edades para (28.6%) el desarrollo futuro.

En la pregunta # 2 referida ala formación de valores en el hogar siete (43,7%) se refirieron a la laboriosidad, seis (37%) a la honestidad y tres (18,7%) a la responsabilidad, resumiendo que la respuesta dada por los encuestados se pudo constatar el mayor por ciento a la laboriosidad.

En la pregunta # 3 los familiares el 100 % de los familiares expresa que se forman valores en el hogar es donde comienza la educación.

En la pregunta # 4esta referida a los momentos que se le educa en los valores en el hogar cinco (31,3%) expresa al levantarse tres (18,7%) al acostarse, seis (37%) en la mesa y dos (12,5%) en todo momento durante el día.

En la pregunta # 5 se tiene encuesta la actividad que desarrolla el valor responsabilidad diez (62,5%) se inclinaron por los estudios, cuatro (25%) actividades comunitarias, dos (12,5%) por la practica del deporte, lo que se aprecia no se tiene en cuenta la fundamental para el desarrollo de este valor.

Al resumir este instrumento se pudo constatar que la familia en general conoce que el valor existe, pero no como educar este valor en el hogar para una mejor formación de los niños donde se incluye lo deportivo.

2.2.- Estrategia educativa dirigida a reforzar el valor responsabilidad en los niños atletas de béisbol.

  • 1 Introducción-Fundamentación.

La sociedad contemporánea exige al Deporte la formación multilateral y armónica de la personalidad de las nuevas generaciones, que transita por un enfoque axiológico y de sistema entre los contenidos que desarrollan los programas de preparación del deportista; no obstante, el estado actual en la formación de los atletas masculinos de béisbol 19-10 años del Combinado Deportivo # 1, del municipio Colombia no es el deseado para que estos puedan desempeñarse eficientemente.

Múltiples resultados científicos examinados por el autor, manifiestan pertinencia de un reforzamiento del valor responsabilidad en los niños atletas con respecto a la contradicción planteada, pero durante las indagaciones realizadas en los Combinados Deportivos del municipio Colombia se manifiesta, que para dar respuesta a esta problemática tan compleja, se han implicado criterios metodológicos empíricos con escasos antecedentes históricos de cómo hacerlo, de cómo llevar a vías de hecho en las condiciones niños atletas el enfoque axiológico de los colectivos entrenadores y de los niños atletas, y de cómo lograr que la preparación del deportista se convierta en un proceso que integre a los entrenadores deportivos en un trabajo conjunto para acometer el estudio y transformación de la formación y educación de los niños atletas, lo que apunta a la necesidad de una estrategia educativa sustentada en y por el programa de preparación y otros referentes importantes que encauce el ordenamiento metódico y consciente de un reforzamiento del valor responsabilidad como el que se propone.

  • 2 Valoración general del valor responsabilidad a partir del diagnóstico.

El estado real del valor responsabilidad en los atletas masculinos de béisbol 9 -10 años del Combinado Deportivo # 1, del municipio Colombia evidencia: insuficiente conocimiento del valor por lo que manifiestan bajo compromiso contraído ante sí mismo, con la familia, con el colectivo y con la sociedad, poco cuidado de la propiedad social y el medio ambiente, son indisciplinados, baja consciencia e incumplimiento con los deberes dentro del área deportiva, del combinado deportivo, de la casa, insuficiente cumplimiento y respecto con las normas administrativas establecidas en las áreas deportivas y la escuela.

Además, los niños atletas manifiestan poco dominio y control de la situación ante las opiniones y comportamientos diferentes a los suyos y tienen poca disposición y nivel de compromiso con la actividad, por lo que cooperan y fomentan la iniciativa y la capacidad de diálogo a un nivel bajo.

Por otro lado, son insuficientes las propuestas de resultados científicos dirigidas a reforzar el valor responsabilidad en los niños atletas en edades tempranas y el programa de preparación del deportista no manifiesta explícitamente como desarrollar labor tan importante.

Fundamentación de la estrategia.

Actuar estratégicamente en la educación del valor responsabilidad, a partir del combinado deportivo, desde el contexto comunitario, supone tener en cuenta las condiciones concretas que permiten su seguimiento y perfeccionamiento.

En tal sentido, Moreno C. y M. Clariana (1995; 13) plantean que estrategia es

"una guía de acciones que hay que seguir en condiciones específicas".

La estrategia para la educación del valor responsabilidad del combinado deportivo # 1 desde el contexto comunitario se concibe mediante:

La caracterización del combinado deportivo, desde el contexto comunitario para la educación del valor responsabilidad.

Las potencialidades que ofrecen los directivos, entrenadores deportivos con que se cuenta en los combinados deportivos.

Así se define dicha estrategia, que consta de las fases siguientes:

1. Fase de preparación.

2 Fase de ejecución de acciones.

3. Fase de evaluación de los resultados.

Y se propone como Objetivo General: Reforzar el valor responsabilidad en los niños atletas de béisbol a partir del combinado deportivo, desde el contexto comunitario.

La estrategia que se propone reconoce el papel rector de sus objetivos, el enfoque sistémico entre sus componentes, el entrenador como agente principal de cambio y el papel de la familia y la comunidad para alcanzar el resultado deseado; así como el papel protagónico de los niños atletas del combinado deportivo. Agentes que deben asumir un rol activo y transformador, a partir de las condiciones creadas para que se produzcan los cambios que se requieren, externos e internos, en el logro del éxito en esta importante problemática.

Se favorece también el proceso de transformaciones que tiene lugar hoy en el combinado deportivo, por cuanto dentro de sus propósitos está elevar los niveles en las relaciones con la familia, por lo que esta se convierte en partícipe del proceso que tiene lugar en el combinado deportivo, e insertando también en ello a los diferentes factores de la comunidad, así como en lo relacionado con los valores de la personalidad socialista y se proponen acciones que contribuyen a la educación de la responsabilidad.

De singular importancia es la valoración de las situaciones concretas de los combinados deportivos con que se trabaja, que una vez diagnosticadas se procede a la caracterización de las mismas, para poder adecuar el accionar a seguir, a partir de las condiciones específicas de cada lugar.

La estrategia posee los siguientes componentes:

Principios filosóficos, psicológicos, culturales y sociológicos.

Objetivos: Generales y específicos por etapas.

Contenido: Sistema de acciones a ejecutar por etapas.

Evaluación: Valoración sistemática del proceso, auto evaluación y control.

Sugerencias metodológicas.

Principios que sustentan la estrategia.

El tratamiento metodológico de la educación del valor responsabilidad a partir del del combinado deportivo, la familia y la comunidad, constituye un problema de gran complejidad, por cuanto requiere también del sustento de otras ciencias que lleven a una interpretación más exacta de esta problemática. De acuerdo con tal idea, y en consecuencia con el método materialista dialéctico que se asume, es que se considera necesario integrar como fundamento de la propia estrategia, principios filosóficos, psicológicos y sociológicos

Principios Filosóficos: Un primer momento de aproximación a los fundamentos generales del objeto en la presente investigación revela a la filosofía dialéctico-materialista como su base teórica y metodológica.

Este planteamiento parte del hecho de que el sustento filosófico de la institución deportiva es la filosofía dialéctico-materialista y como el combinado deportivo, desde el contexto comunitario en la educación del valor responsabilidad constituye parte del proceso de entrenamiento deportivo, que se desarrolla combinado deportivo, él debe estar fundamentado e interpretado a la luz de los principios de la filosofía dialéctico-materialista, los cuales adquieren su forma específica en este campo.

La filosofía dialéctico-materialista exige que los fenómenos no se interpreten, estudien y analicen unilateralmente, si no objetivamente, de forma íntegra y multilateral. Este principio indica que en el estudio del objeto de esta investigación es necesario tomar en cuenta el entorno donde vive y se desarrolla el niño atleta, su ambiente deportivo, familiar y comunitario, así como las particularidades individuales de cada uno de los factores con que se interactúa, entre otros aspectos.

El principio de la concatenación universal de los fenómenos: Requiere el enfoque sistémico para lograr los resultados más objetivos en el estudio del objeto, así la educación del valor responsabilidad a partir del combinado deportivo, la familia y la comunidad debe complementarse con otros estudios realizados en este sentido, igualmente con el análisis de las particularidades de cada factor educativo, a partir de los resultados obtenidos en el estudio diagnóstico de esta investigación.

El principio del Historicismo: Implica examinar el fenómeno estudiado en su desarrollo. En relación con ello, Lenin, V.I. señaló: "Lo más seguro en cuestiones de ciencias sociales es (…) no olvidar la conexión histórica básica, examinar cada cuestión desde el punto de vista de cómo surgió el fenómeno en la historia, de cuáles son las fases del desarrollo por las cuales el fenómeno ha pasado y, desde esta perspectiva de su desarrollo, examinar qué ha devenido en la actualidad dicha cosa". (Tomado de C.A. del MINED, 1984; 68).

La consideración de este principio requiere realizar el estudio del objeto en el de cursar de su historia, en su surgimiento y evolución, a partir de lo cual se proyectan las acciones concretas a realizar para garantizar la continuidad en su desarrollo.

Los principios psicológicos y sociológicos de la educación del valor responsabilidad a partir del combinado deportivo, desde el contexto comunitario coinciden con el enfoque de la filosofía dialéctico-materialista como fundamento teórico general.

Principios Psicológicos: Dentro de los principios psicológicos de mayor incidencia se encuentran:

El principio de la relación de lo afectivo y lo cognitivo; éste tiene una especial significación por cuanto a partir de él se desarrollan las formaciones psicológicas más complejas de la personalidad que regulan de forma consciente y activa su comportamiento, ya sea en función predominantemente inductora (es a la que pertenecen los fenómenos psíquicos que impulsan, dirigen y orientan la actuación del hombre: necesidades, motivos, intereses, emociones, sentimientos) o en función predominantemente ejecutora: (a la que pertenecen los fenómenos psíquicos que posibilitan las condiciones en que transcurre la actuación del hombre: sensaciones, percepciones, pensamiento, hábitos, habilidades).

El nivel de desarrollo que alcance esta relación constituye una particularidad que distingue a la personalidad como el producto más acabado de la psiquis del hombre.

Es un principio teórico metodológico fundamental que evidencia a la personalidad como sujeto activo que se autodetermina y posee una relativa autonomía en su medio, lo cual debe ser tomado muy en cuenta por los entrenadores, familia y miembros de la comunidad en esta estrategia, por cuanto en la medida en que ellos sean capaces, con su ejemplo y preparación, de motivar a los niños atletas, conocer sus necesidades, provocarles emociones, despertar sus sentimientos, podrán entonces contribuir a la educación en este caso de la responsabilidad en los educandos, logrando que ello perdure en sus modos de actuación.

El principio de la comunicación y la actividad: Teniendo en cuenta los fundamentos teóricos de este trabajo, es imprescindible dejar sentado éste como uno de los principios de la estrategia.

La personalidad posee un carácter activo, ella se forma y desarrolla en la actividad, proceso en el que se produce una transformación mutua objeto sujeto, sujeto-objeto, mediante la comunicación.

Así, entre todos los factores que participan en la realización de acciones de la estrategia, se debe lograr un clima favorable de comprensión y entendimiento, sobre la base de objetivos comunes a alcanzar y con una orientación adecuada por parte del entrenador, de manera esencial.

Partes: 1, 2, 3
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