La guerra marca la impronta de las primeras décadas de existencia independiente hasta que las presiones del naciente mercado mundial promueven el proceso de modernización y consolidación capitalista en la década del 70, proceso en el que se consolidan los Estados nacionales en el cono sur americano.
La acumulación de capital en la década de 1870 fue retomada por parte de los hacendados, los tradicionales y aquellos producto de la nueva emigración británica, alemana y vasco francesa, y se reforzó a partir del alambramiento de los campos lo que posibilitó la eliminación de los pequeños propietarios, poseedores y agregados así como disminuyó la necesidad de peones y puesteros. El cambio social produjo el aumento de la marginación y con él, el del bandidaje: el uso de la fuerza física del ejército permitió asegurar la tranquilidad de la campaña durante este proceso y reprimir las inquietudes sociales que el mismo generó.
El alambramiento consolidó las relaciones capitalistas en el campo uruguayo, permitió el aumento de la productividad de la explotación pecuaria y un incremento en la producción por la mera existencia regular de mayores stock, todo lo que redundó en un aumento de las exportaciones en volumen físico a partir de 1876 hasta su estancamiento en la primera década del siglo XX. Uruguay retoma sobre esa base el crecimiento económico a partir de ese año que se extenderá, con breves interrupciones, hasta la crisis de 1890, complementado en el desarrollo del transporte interno y una módica industria sustitutiva.
Puede considerarse entonces que en 1876 Uruguay había entrado definitivamente en la zona de influencia británica en un contexto de paz regional. Por una parte Brasil había perdido buena parte de su fuerte influencia en los asuntos del Plata, sus problemas internos (que culminarían con al caída del imperio y la instauración de la República en 1889) concentraban su atención y su economía se retrasaba a la par que dependía crecientemente de las importaciones de Estados Unidos de sus rubros exportables, especialmente el café. Por la otra Argentina priviligeaba sus relaciones con el Viejo Continente, al ser en mayor medida que Uruguay una próspera abastecedora de productos agropecuarios (a la carne y el cuero se agregaban los cereales) a Europa.
Entre 1876 y 1890, se aunaron la alta rentabilidad del sector ganadero, pilar de la economía uruguaya exportadora de bienes primarios pecuarios, con una fuerte inversión en maquinarias e infraestructura para generar altas tasas de crecimiento, de acuerdo a lo que predice la teoría clásica. La rentabilidad de la estancia creció por el doble motivo del aumento de la producción y la baja de los costos generada por el progreso técnico (introducción de la maquina de esquilar), el alambramiento (disminuyendo la cantidad de peones necesarios para cuidar un rebaño) y la mejora del transporte (eliminando troperos y carreteros) que implicaron una población desocupada y una caída del salario real.
Estos dos últimos factores, que aumentaron la composición orgánica del capital sin una fuerte contrapartida en la disminución de costos laborales y agravado desde el punto de vista de la rentabilidad por el aumento de los salarios reales, contribuirán a la depresión que se desencadena en 1913 a partir de la crisis financiera internacional y la concomitante disminución de la demanda de productos primarios en los mercados europeos. La caída de los precios implicó una brusca disminución de la riqueza generada por el sector ganadero, que alcanzó casi el 50% entre 1913 y 1916. El volumen de las exportaciones, pilar del modelo agroexportador, se estancó durante los años de la primera guerra mundial aunque los precios internacionales subieron durante el conflicto. Recién en 1925 la ganadería podrá superar los niveles que tenía antes de la crisis.
La disminución de los ingresos de las exportaciones pecuarios volvió a demostrar la dependencia del resto de los sectores de la economía uruguaya de esos ingresos: la crisis contrajo un 15% el producto industrial y esto a pesar de las leyes proteccionistas del primer batllismo, la agricultura sufrirá una menor caída y una más rápida recuperación.
La crisis trajo aparejada, en un mecanismo que no por repetido merece dejar de ser comentado, una fuerte desocupación y la brusca disminución de los salarios reales que llegan a reducirse un 31,5% entre 1912 y 1917. No disponemos de datos acerca del capital físico que permita evaluar la destrucción del mismo en el período.
El estancamiento de la producción en volumen físico del país llega hasta 1923. Sin embargo el aumento de los precios internacionales de los productos primarios durante la guerra, la baja inversión del período previo y la disminución del salario real generaron los excedentes que permitirían con su reinversión una nueva (y corta) fase de crecimiento que compensa y supera (en poco) las caídas ocurridas durante la crisis. Esta etapa de crecimiento se extiende hasta 1930, el año posterior al crack financiero de Wall Street y el comienzo de la Gran Depresión norteamericana, que generara una crisis de alcance mundial.
La ganadería tuvo un crecimiento lento y menor que el resto de los sectores de la economía, lo mismo ocurrió con el volumen de sus exportaciones. La aplicación creciente de un nuevo modelo tecnológico en la agropecuaria de los países desarrollados y el aumento del proteccionismo aplicado por estos, condujo a la sobreproducción y a la baja de los precios. El período de posguerra, y especialmente desde 1922, registra una fuerte caída de los precios de los productos primarios que sólo pudo ser compensado con una mayor extracción de ganado. Pero esto tenía un límite, ya que la tasa de procreo y crecimiento de los animales, depende de las posibilidades de alimentación de la pradera natural. Por un lado ya no había nuevas tierras, como ocurría en Argentina, para ampliar la dotación de pradera existente. Por otro a las deficiencias en la alimentación por falta de forrajes se agregó la lentitud en la implementación de medidas sanitarias y de mejoras técnicas en el manejo del ganado.
El estancamiento ganadero también disminuyó su peso en la generación de riqueza del país, pasando de un 55% del PBI en 1900 a un 33% en 1930.
Los excedentes producidos por el sector agropecuario en este período fueron apropiados por las clases poderosas, pero a diferencia de los períodos anteriores, hubieron de compartirla con la creciente clase media urbana, europea en buena parte por inmigración y europeizante por estilo de vida.
Los sucesivos gobiernos, bajo la influencia del pensamiento y acción de José Batlle y Ordoñez, orientaron la transferencia de parte del excedente agropecuario sin cambiar las estructuras agropecuarias, con un notable incremento de las funciones del Estado que se expresó tanto en su papel protagónico con la fundación de empresas estatales en diversos sectores claves de la economía como en un fuerte aumento del gasto público, que se multiplicó por cuatro a la vez que se triplicaba el número de funcionarios. De esta forma, ampliando sus funciones y mejorando la calidad de la enseñanza y la salud pública, acompañó las demandas de conocimiento y generó las condiciones que permitieron el desarrollo industrial.
Pero hacia la década del veinte las dificultades comienzan a plantearse: se produce un cambio estructural en la oferta mundial de productos primarios y caen los precios como ya se comentara. La decadencia irreversible del Imperio Británico, principal destino de la producción uruguaya y origen de capitales inversores en el país, su sustitución progresiva por los Estados Unidos en la hegemonía del mundo capitalista y la crisis que conmueven la base del sistema en 1929 cierran una fase histórica de perfiles propios para el Uruguay y que hemos denominado agroexportador por ser éste el sector dinámico de su economía, responsable de su crecimiento y de sus crisis.
Síntesis de la Sección
En el sistema económico en que vivimos, sistema capitalista que emergiera desde la época feudal y se consolidara en su fase industrial a partir del siglo XVII, la producción de bienes y servicios creciente en el largo plazo es motivada por la búsqueda de beneficio de los empresarios, quienes producen mercaderías a partir de otras mercaderías (materias primas, maquinarias y fuerza de trabajo) que luego comercializan.
El sistema se estructura sobre la base de una clase trabajadora mayoritaria que vende su fuerza de trabajo, a cambio de un salario, a un pequeño grupo de la sociedad propietario de los medios para producir. Este pequeño grupo se apropia bajo la forma de beneficio o utilidades del excedente generado por el trabajo de aquellos a quienes contrata, dicho excedente es la diferencia entre el valor de lo que el trabajador produce y el salario que se le paga.
Sin embargo los excedentes generados en la producción manejada por el empresario individual no son para su único provecho: debe compartir buena parte del excedente con aquellos que le facilitan o posibilitan la realización del proceso de producción, su posterior comercialización y la retención de parte de los excedentes resultantes. El excedente se reparte con otros empresarios locales o extranjeros (de los sectores financieros y comerciales) y se consume socialmente (para el mantenimiento y reproducción del orden social) y personalmente (con proporciones variables de productos suntuarios.) El consumo personal agregado de una economía se completa con el que realizan los trabajadores, a partir de sus salarios, para subsistir.
A su vez los beneficios que obtiene el empresario están enmarcados por dos límites: por un lado el que impone la competencia entre las empresas (nacionales e internacionales según el grado de apertura de la economía) que tienden a disminuir los precios de venta reales (exceptuadas momentáneas situaciones de monopolio o de algún grado de poder de mercado que todo empresario busca), por el otro el que dicta que hay un mínimo salario a pagar a los trabajadores, básicamente dado por la necesidad de su mantenimiento y reproducción con las cualificaciones y capacidades que las técnicas de producción en uso demandan y con los usos y costumbres que una sociedad dada en un momento histórico determinado tiene.
El modelo matemático básico formaliza este análisis y de él se extrae como conclusión que la tasa de crecimiento es directamente proporcional a la tasa de beneficio, multiplicada por la fracción de excedentes que no es consumida (social o personalmente) sobre los excedentes totales. El modelo permite también encontrar expresiones para las distintas variables y sus tasas de variaciones: producto bruto, capital constante, mano de obra empleada.
La intención del empresario de aumentar sus beneficios a través de la disminución de sus costos y la necesidad de batir a sus competidores, hace que continuamente mejore sus técnicas de producción y adopte nuevas tecnologías y sistemas de gestión. En ese sentido desde los orígenes del sistema, la división de tareas y la especialización, tanto en el ámbito interno de la empresa como en el ámbito externo en el sector industrial y en la economía nacional y aún en la inserción internacional, han sido una fuente importante de ganancia de productividad laboral y disminución de costos. Pero fundamentalmente la mecanización de los procesos productivos, que implica la sustitución de capital variable (mano de obra actual) por capital constante (mano de obra pre-datada), es el mecanismo por el cual el empresario busca abaratar sus cost El sostenido crecimiento de la ganadería, actividad productiva fundamental, ocurrió luego de la liquidación de la economía pre capitalista (vigencia de los derechos de propiedad en el campo, implantación del alambrado, expulsión del gauchaje y asentamiento de la mano de obra asalariada) y se debió a la coincidencia de dos conjuntos de factores:
en lo interno, las condiciones naturales (suelo, clima), la reducida población y las bajas exigencias en materia de capital y de nivel tecnológico, ambos factores escasos en Uruguay, determinaron que el sector ganadero extensivo pudiera producir en condiciones de competencia con el exterior.
en lo externo, el desarrollo de la navegación transatlántica, la mejora de los métodos de conservación de la carne por el desarrollo de la refrigeración y el aumento de los niveles de consumo de la población europea resultado de la expansión económica.
Entre 1875 y 1929 se generó un importante volumen de excedentes, cuya apropiación se repartió entre el capital extranjero y el nacional: entre estos últimos los grandes propietarios rurales y los comerciantes montevideanos, con una porción menor para el Estado para su rol de mantenimiento y reproducción del orden social. La clase capitalista rural reinvirtió en el mismo sector agropecuario buena parte de sus excedentes, lo cual fue complementado por inversiones extranjeras (principalmente británicas) dirigidas a aprovechar y facilitar la exportación de productos pecuarios, posibilitando el transporte de la producción primaria desde el interior para su comercialización hacia el exterior. El crecimiento de la ganadería facilitó en el período analizado un incipiente desarrollo industrial y de algunos sectores agrícolas, que reforzaron el crecimiento económico general, pero que fueron en última instancia fuertemente dependiente de ella.
Pero el crecimiento se agotó al estancarse la ganadería, sector económico que cumple con la dinámica del sistema descrito en el modelo clásico. La tasa de beneficio decreció por la disminución de los precios internacionales del producto comercializado y por el aumento de la composición orgánica del capital al interior del sector. El gran crack de 1929 en Estados Unidos produjo una onda expansiva que arrastró al mundo, ya con problemas económicos propios, a una crisis global. La multiplicación de la oferta de productos primarios más la decadencia del principal cliente, Gran Bretaña, cierra una fase histórica del capitalismo uruguayo. La fase que sigue es el objeto del tercer capítulo de la próxima sección.
SECCIÓN II:
II.1 La dinámica de la acumulación de capital
El dinámico proceso capitalista se caracteriza por la búsqueda de beneficios de sus actores dominantes: los empresarios.
Pero este crecimiento en el largo plazo ha sido el resultado de períodos de fuerte aumento de la producción de bienes alternándose con períodos de importante decrecimiento, períodos estos últimos que denominamos crisis o depresiones. Estas crisis llamados ciclos económicos son fases claves del ascendente y oscilante espiral de generación de riquezas.
¿Por qué se generan estas crisis si todos los empresarios están buscando incrementar sus negocios para aumentar sus ganancias? ¿Por qué en la historia del capitalismo los períodos de rápida expansión se alternan cíclicamente con períodos de recesión? ¿Son las crisis inevitables?
La variable clave que explica las fluctuaciones cíclicas es la ganancia de los empresarios, el indicador que es el hilo conductor del proceso de crecimiento y crisis es la variación en la tasa de beneficio de los empresarios.
La búsqueda de pequeños costos totales lleva al empresario a cambiar la técnica de producción invirtiendo en maquinaria. Esta inversión por una parte reduce la mano de obra necesaria para obtener el producto final. Por la otra aumenta el capital constante utilizado en un monto menor que la mano de obra ahorrada por período (por esto logra un ahorro de costos) pero el total de la inversión es mayor que el monto de mano de obra ahorrada por período. Esto incrementa entonces el capital que el empresario debe adelantar para realizar la producción.
Si el empresario es el pionero en adoptar la nueva técnica de producción obtendrá beneficios extras mientras el precio de venta se mantenga. Pero el precio de venta del producto cae al generalizarse la técnica y disminuir los costos de todos los productores, con lo que el margen disminuye para todos, incluso con respecto a la situación original.
A partir de esas se hace el siguiente ciclo económico
En una primera etapa, cuando la técnica empleada es rudimentaria, la mano de obra (capital variable) utilizada es alta en relación con las maquinarias (capital constante) que se disponen. En estas condiciones, la intensificación en el uso de maquinarias permite un aumento de la productividad que aumenta los beneficios en valor absoluto y la tasa de beneficio. Esto incrementado al ser reinvertido amplía la repetición del proceso de producción, usando en esta etapa más mano de obra total aunque sea menor por unidad producida.
Esto implica una mayor cantidad de capital constante en relación con el capital variable. Y este crecimiento del capital constante, maquinaria y materias primas, es más rápido que el incremento del capital variable por lo cual se tiende a reducir la masa laboral con respecto al capital constante utilizado.
las ganancias continúan aumentando pero a una velocidad cada vez menos con respecto al capital que el empresario debe adelantar, las ganancias provienen de los excedentes producidos por el trabajador que son mayores con mayor productividad laboral, pero las mejoras de productividad siguen una tasa decreciente: a mayor productividad las mejoras en forma porcentual son menores.
Pero la mayor inversión de capital necesaria, como se ha comentado, termina haciendo descender la tasa de beneficio y el beneficio mismo. Esta disminución puede ser momentáneamente contrarrestada por el abaratamiento de las mercancías.
La desocupación aumenta y luego disminuye la demanda de bienes de consumo por el menor poder de la población. Los trabajadores son indispensables para el empresario ya que son quienes administran sus energías y habilidades para la producción de bienes. La desocupación implica la disminución de trabajadores que cobran un salario y tienen poder de compra.
Disminuye el salario real, producto del aumento de la desocupación y de políticas específicas de los gobiernos. La rentabilidad aumenta al disminuir los costos de mano de obra, aun cuando los precios de los productos hayan disminuido
Consecuencias de las crisis y recuperación
Las crisis es un importante método de ajuste de desequilibrios propios de un sistema que consiste en la búsqueda de ganancias individuales.
Los efectos de la crisis son variados pero todos ellos restituyen rentabilidad a los negocios, lo que conduce a un nuevo período de crecimiento:
a) Por primera parte del crecimiento podríamos mencionar que en el período de crisis los empresarios no invierten, ya que no hay rentabilidad. Y el capital a pesar de su depreciación y mejora de la rentabilidad, con el tiempo se ha ido desgastando con lo que es necesaria una reposición.
b) Por otra parte quiebran los empresarios menos competitivos, por diversos factores ya sea por sus técnicas, capacidad financiera o baja de precio. La desaparición de estos empresarios deja cuota de mercado para los que continúan, que ven aumentada su escala y como consecuencia, su rentabilidad.
c) Por tercera parte, disminuye el salario real, producto del aumento de la desocupación y de políticas específicas de los gobiernos. La rentabilidad aumenta al disminuir los costos de mano de obra, aun cuando los precios de los productos hayan disminuido.
d) Como cuarta parte tenemos el cambio de marco constitucional, debido a que el Estado deberá tomar medidas de emergencia dada la gravedad de la situación que se traducen en un aumento de rentabilidad de las empresas, ya sea catalizando la baja del salario real ya comentada, ya sea transfiriendo recursos por medio de incentivos, baja de impuesto, etc. a los empresarios.
e) Por quinta y última parte, de la crisis surgen nuevas técnicas de producción, en búsqueda de cambios para mejorar la rentabilidad. Incorporando procesos productivos que no se habían tomado en cuenta antes de la crisis. Encontrando ahora su oportunidad al haberse desgastado buena parte de las maquinarias existentes y al haber cambiado el marco institucional.
La fase expansiva impulsa el crecimiento de la economía en la medida de que el circuito de producción se repite y se amplía constantemente, a la vez que la búsqueda de una mayor ganancia implica cambios de técnicas que conllevan inversión y aumentan la productividad, creando así con el paso del tiempo las condiciones para una nueva crisis.
En resumen, la tasa de ganancias es el hilo conductor de la explicación del crecimiento y de la crisis. Obteniéndose en esta fase del ciclo un descenso gradual en el reinicio de la tasa de beneficio.
En las etapas de crecimiento los salarios reales se elevan, debido a que el aumento del uso de maquinarias (capital constante) intensifica el proceso laboral por lo que las necesidades de consumo de los trabajadores se incrementan, debido al mayor desgaste físico y a las necesidades educativas que las nuevas técnicas de producción conllevan
Esta reducción la logra el empresario no sin exacerbar las luchas de clase y con la intervención del Estado a su favor, como veremos en la siguiente sección.
La crisis en la historia del capitalismo
El capitalismo ha vivido períodos de expansión extensos quebrados por profundas crisis: el análisis de estos períodos de crecimiento y los cambios que produjeron las crisis permitirán una mejor comprensión de los fenómenos antes descriptos. Esto es válido para los países hoy desarrollados, la globalización del capitalismo hace que estas etapas sean iguales para el resto de los países.
Entre 1760 y 1800 se conoció un periodo de larga expansión, es una época en donde los comerciantes empiezan a invertir en talleres donde el trabajo se divide en distintas tareas. La división del trabajo y la especialización de los trabajadores aumentan su productividad, incrementando fuertemente la generación de excedentes. La inversión en maquinaria es importante, tratándose aún de herramientas de trabajo con poco cambio de tecnología con respecto al período anterior: es el período de la manufactura. Desde sectores precapitalistas, el campo especialmente en el período considerado aunque también los artesanos de la ciudad, se provee de la mano de obra que constituirá el nuevo proletariado
Entre 1800 y 1848 la crisis abarca, en un largo período caracterizado por la intranquilidad social derivada de la situación de miseria a la que fueron llevadas la masas proletarias, explosiones sociales facilitadas por la nueva concentración en ciudades propias del proceso de industrialización en talleres. Mientras que en el continente europeo esta crisis es principalmente agrícola, es únicamente en Inglaterra donde es posible hablar de una crisis del sistema capitalista ya que es sólo en ese país donde en ese período el nuevo sistema era predominante en la generación de riquezas y en la vida económica.
La destrucción de sectores precapitalistas, el descenso de los salarios reales, el cambio del marco institucional y la implementación de nuevas técnicas de producción que estaban latentes, propician la salida de la crisis.
Desde 1848 hasta 1873 se caracterizó por el aumento del tamaño de las unidades empresariales lo que permitió economías de escala y especialización. Con el tamaño creció la integración vertical, se expandieron los mercados domésticos y se propulsó la exportación, muchas veces facilitada mediante el uso de la fuerza y la creación de imperios coloniales receptores de los productos terminados y proveedores de materia prima. Las nuevas tecnologías de producción, basadas ya no en las herramientas manuales de la etapa anterior sino en maquinaria industrial de gran porte, fueron a la vez causa y consecuencia de este aumento enorme de los tamaños de las empresas.
El crecimiento de esta época de oro para el capitalismo condujo a una depresión de veinte años desde 1873 y que tuvo su punto más alto entre 1890 y 1893, al final de la cual los precios habían caído un 70% y la tasa de quiebra de empresas se había duplicado, crisis grave y global al punto de que fue llamada "la gran depresión", perdiendo su denominación sólo ante una crisis aún mayor: la iniciada en 1929.
Ahora el período de crecimiento se extiende desde 1893 a 1929 y en él se desarrolla la lucha entre las potencias industrializadas por asegurar ( u obtener nuevas) colonias y mercados (los primeros para asegurarse el suministro de materias primas para sus industrias, los segundos para poder colocar la producción siempre creciente resultado de la acumulación de capital ampliada), lucha que culmina con la Primera Guerra Mundial. Las empresas de mayor porte dejan, en alto porcentaje, de ser dirigidas por sus propietarios y familiares y se crean los niveles gerenciales con una mayor profesionalización. A su vez la división del trabajo entra en una fase superior con la difusión del taylorismo y la "forma científica de dirección", se crean las líneas de producción con trabajo homogeneizado en sus niveles de capacitación. Continúa, de esta forma, la mecanización de la producción y se obtienen enormes aumentos de productividad.
La gran crisis de 1929, iniciada en Estados Unidos pero global en su alcance, se extiende hasta 1941. La quiebra de empresas y la desocupación alcanza valores récord, la pobreza se extiende por todos los países a la vez que disminuyen dramáticamente los salarios reales. La crisis se vio potenciada por una especulación financiera sin precedentes que propulsó el precio de las acciones en la década del 20 e hizo eclosión en el día negro del 29 de octubre.
La expansión iniciada en 1941 (aunque sus reales efectos se visualicen en la posguerra debida a la enorme magnitud del conflicto bélico) continuará hasta 1973. Se le ha denominado la "edad de oro del capitalismo" debido a su duración y a las tasas de crecimiento logradas. Las empresas líderes adquieren una escala internacional y la organización de las mismas es multinacional, pero aún no globalizada sino multidoméstica.
. La forma normal de hacer negocios cuenta con el Estado como gran regulador, con un peso creciente en la economía, y a su vez el poder del Estado es utilizado por los empresarios privados para mejorar su rentabilidad
El crecimiento inexorablemente lleva a la crisis, que comenzará en 1973 y que, para algunos autores se extiende hasta 1990. A la depresión se le suma la inflación, en un fenómeno inédito en el capitalismo y que destroza el sistema keynesiano.
Los sectores dominantes de los países desarrollados, luego de las crisis del petróleo de 1973 y 1980 comienzan a cambiar las condiciones del sistema económico mundial con el objetivo de lograr la recuperación de la rentabilidad de sus empresas, principalmente multinacionales.
a partir de 1992 mediante la combinación de una profunda reconversión tecnológica y de gestión que elevó la productividad de la mano de obra y mejoró la utilización de los activos (donde, obligado es decirlo, el mercado cedió lugar a la creciente planificación de las empresas, siguiendo el modelo japonés), un abaratamiento del costo de las materias (y en especial el petróleo, el precio de las materias primas no petroleras se recuperaron en la segunda mitad de la década del 80 luego de una prolongada reducción, para volver a disminuir en los 90) y la contención de los costos laborales de la mano de la tercerización y subcontratación así como de la fragmentación geográfica de los procesos productivos para explotar ventajas de localización.
La década de los 90 es coincidentemente, pero no por casualidad, la del avance de la globalización que define un nuevo perfil en el sistema económico mundial: se refuerza la apertura comercial, se liberaliza el flujo de capitales a niveles nunca antes alcanzados, las empresas multinacionales pasan a constituir la unidad básica de la economía mundial con los países compitiendo en el otorgamiento de incentivos y beneficios fiscales para atraer sus inversiones.
: la expansión genera los elementos que llevarán a la crisis y la crisis realiza los cambios que permiten la expansión. Doscientos años de capitalismo muestran que el resultado total ha sido de un fuerte crecimiento económico aún cuando cada nueva crisis haya sido más profunda y grave que la anterior. Y el hilo conductor que nos permite explicar las fases y su alternancia es la tasa de ganancia, la rentabilidad de los empresarios: su existencia asegura la reproducción ampliada de la producción, su caída genera la depresión de la economía y lleva a cambios en el sistema, forzados por las crisis, para retomar la rentabilidad perdida.
II.2 Modelo ampliado de ciclos económicos
La dinámica del crecimiento
La economía del sistema capitalista, a diferencia de los sistemas que la precedieron, presenta una gran dinámica que sólo puede ser descripta mediante modelos donde el cambio en el tiempo tiene una gran importancia. Los economistas clásicos distinguieron los diferentes procesos dinámicos que caracterizan la economía capitalista y que podemos describir en las tendencias históricas, las fluctuaciones de crecimiento y crisis y la formación de precios en la economía.
Las tendencias históricas se relacionan con las trayectorias a lo largo del tiempo de las principales variables que explican la creación de riqueza y su distribución, de las cuales las principales son la tasa de beneficio y de crecimiento.
La dinámica de los ciclos cortos[13]ciclos de inventarios de 3 a 5 años resultantes de los ajustes del desequilibrio de oferta y demanda sobre una trayectoria de crecimiento endógenamente generada por la tasa de beneficio, y de los ciclos medianos del orden de una década producto de los ajustes entre la oferta y la capacidad instalada, están fuera del alcance del presente trabajo que se concentra, como ya se ha comentado, en las tendencias y dinámicas del sistema en el largo plazo.
Aunque la tendencia secular es a la baja, la tasa de beneficio a largo plazo traza ciclos en su evolución que son el origen de fases expansivas y fases depresivas de la economía, en cada una de las cuales la tasa de ganancia dibuja ciclos más cortos y de menor altura. . El modelo matemático que se presenta a continuación da cuenta de esta dinámica.
Un modelo de ciclos económicos basado en la tasa de beneficio
El estudio matemático de la economía capitalista que aquí se presenta se realiza por etapas, comenzando por el modelo básico más sencillo y que por tanto asume una cantidad importante de supuestos fuertes e introduciendo progresivamente los elementos que acercan el modelo a la realidad del sistema. Los sucesivos modelos se ocupan casi exclusivamente del problema del crecimiento, inicialmente con una única técnica de producción, incorporando luego el progreso tecnológico y las condiciones de viabilidad para el cambio de técnica de producción. Al estudiar el comportamiento que sigue para su inversión consideraremos que adelanta el capital constante y el pago de los salarios lo realiza al final del período de producción por lo que su tasa de beneficio es:
b= S/K (1)
Introduciendo la tasa de obtención de excedentes y reordenando la ecuación:
bK=S=mwL
El progreso técnico en el sistema económico actual es sesgado en cuanto a que está dirigido al ahorro de mano de obra para reducir los costos de producción, incrementando el capital constante utilizado. Este progreso técnico lo podemos incorporar por medio de las productividades laborales y del capital:
( = Y/L
( = Y/K
De dónde:
g=Y"/Y
L"/L=g-(
K"/K=g-( (3)
A partir de cierto momento de la evolución del capitalismo los incrementos relativos de productividad laboral son menores que los incrementos relativos de la productividad del capital constante necesario para lograrlos:
((( > (((
De la expresión (8), aplicando logaritmos, derivando y sustituyendo por las expresiones (9):
b"/b+(g-()=(g-()
b"/b=((-() (4)
Obsérvese que de las expresiones han desaparecido la tasa de obtención de excedentes y el salario real, esto es debido a que se han considerado en el desarrollo modelo como constantes cuya derivada con respecto al tiempo es nula. Además los salarios reales han fluctuado con el crecimiento y las crisis, como ya se ha descrito. Ambos supuestos serán analizados una vez resuelto el problema básico.
Como
K"=I,
tenemos:
g- (=I/K=(I/B)(B/K)=(b (5)
Donde ( es la proporción de los beneficios ahorrados (y reinvertidos) por los empresarios y B son los beneficios de los empresarios, o de otra forma, los excedentes S generados.
Aplicando logaritmos y derivando la expresión (5):
g"/(g-()=b"/b
Sustituyendo (9) resulta:
g"=((-()g-((-()(=F(g) (6)
Hemos obtenido una ecuación diferencial autónoma lineal no homogénea, ya que el tiempo no juega un rol explícito en la misma (sí implícito, dado que la tasa de crecimiento de la economía depende del tiempo.) Pasaremos a resolverla para estudiar el comportamiento de las soluciones, su existencia y estabilidad.
La solución general de la ecuación lineal homogénea asociada es:
Donde go es una constante positiva que puede ser determinada a partir de una condición inicial o un valor conocido de la tasa de crecimiento en un momento dado. Una solución particular de la ecuación no homogénea es constante, surge de igualar F(g) a 0, y dado que ( es distinto de:
g=(
La solución general es entonces:
El modelo básico se desarrollará considerando que toda la producción de un país o sociedad dada en un período determinado se ha agregado en un sólo producto. Esta agregación puede ser hecha sobre una base monetaria con lo cual la suposición de la teoría se acerca a la realidad del sistema capitalista En las economías reales se suele utilizar el Producto Bruto Interno (PBI) como indicador agregado de la producción. Como hemos argumentado en el primer capítulo de esta sección, el PBI no se corresponde con la real producción de un país: al no distinguir entre actividades productivas e improductivas.
Estos factores, cuyo análisis se efectuara en el capítulo I de esta sección, son
a) la destrucción de capital constante en épocas de crisis,
b) el aumento de la obtención de excedentes del trabajador por la extensión de la jornada o la intensificación del trabajo y
c) la disminución del salario real.
De la ecuación (7) surge que g es mayor que ( ya que el primer término de la suma del miembro de la derecha es positivo. Recordando la ecuación (2):
K"/K=g-(
Se concluye que en todo momento K"es positivo, por lo que el modelo no refleja la disminución de capital constante que ocurre durante las crisis. Cuando deja de invertir el capital disminuye al menos por depreciación y desgaste, por lo que K"debe ser negativa en esos momentos.
La tasa de beneficio, ahora en proceso de recuperación, supera el umbral de rentabilidad r exigida (y la tasa de crecimiento supera el valor (r) por lo que el empresario comienza a invertir en maquinarias y cambios de técnica, poniendo en marcha la economía al incrementar la demanda. Las inversiones se producen con un retardo T* (que no tiene por qué ser igual que el retardo anterior) lo que hace que la tasa de crecimiento sea mayor que el umbral mínimo, se cumple la ecuación (13) pero en donde la constante go ha sido sustituida por una constante g2 que se puede calcular en forma similar a la g1 y a partir de este último valor. A partir de allí se repite el ciclo de crecimiento y crisis.
El modelo reproduce entonces la tendencia general del sistema a la caída de la tasa de beneficio y a la detención, en el largo plazo, del crecimiento, cesando la reproducción ampliada. También da cuenta de los ciclos de crecimiento y crisis, a partir de supuestos acerca del inventario de capital constante.
A la evolución del empleo, ella se sigue del hecho que su tasa de variación, según la ecuación (2) es igual a la tasa de crecimiento menos la tasa de productividad laboral. Como esta última es positiva (en el modelo se ha supuesto constante), se deduce que la tasa de evolución del empleo es menor que la tasa de crecimiento en la economía capitalista atravesando por distintas fases. . En las crisis se acelera la caída del empleo por la resta algebraica de una tasa de crecimiento negativa menos un valor positivo.
El modelo caracteriza con sencillez el comportamiento de la economía capitalista aún cuando no sea una perfecta descripción de la compleja realidad del sistema. Al igual que el modelo básico se basa en el comportamiento de la tasa de beneficio, pero diferenciándose de los planteamientos keynesianos no requiere una función de inversión externa al esquema de reproducción del capital, aunque sí utiliza una función escalonada de la productividad del capital.
II.3 Uruguay: economía primaria con industrialización sustitutiva (1930-1973)
Introducción
Uruguay: economía primaria agro exportadora se caracteriza por capitales de moderada escala, empresas con bases familiares y organización en plantas fabriles mecanizadas Los países de estas regiones, y en particular Uruguay, incrementaron su comercio internacional con los países europeos; fueron destinatarios de una fuerte inversión en actividades destinadas a producir para los mercados de los países industrializados. Las oportunidades de inversión se presentaron tanto en la industria para la exportación como en el desarrollo de la infraestructura necesaria para llevarla a cabo. La expansión capitalista lleva a la búsqueda de nuevos mercados y a la confrontación bélica. Todas las economías que compartían una base monetaria común (oro, plata o mixto) estaban ligadas a un nivel mundial de precios por su compromiso con la convertibilidad.
El rápido crecimiento se agota a mediados de los años 50, en el marco de la continuidad del estancamiento de la producción ganadera que limitó el modelo desarrollado al ser la fuente casi exclusiva de las divisas necesarias para la importación de los elementos utilizados por la industria, momento a partir del cual se iniciará un proceso de fuerte divergencia en los valores de producto por capital con los países desarrollados.
En este capítulo, a diferencia del capítulo correlativo de la sección I donde el foco del análisis era el crecimiento económico positivo, examinaremos en detalle este período de la historia uruguaya para poner en relieve los elementos que lo caracterizaron en su fase crítica.
Caracterización del capitalismo mundial en la época.
El casi medio siglo que siguió a la profunda crisis iniciada en Estados Unidos en 1929 presenta, a escala global, dos períodos bien delimitados: de 1930 a 1945 se sufrió a escala casi mundial la Gran Depresión y la destrucción de capital físico y humano que significó la Segunda Guerra Mundial.
La profundidad y prolongación de la crisis llevó a los países desarrollados a adoptar una serie de medidas fuertemente proteccionistas que tenían por finalidad aislar las economías nacionales de las fluctuaciones de las balanzas de pago, posibilitando la adopción de políticas monetarias y fiscales compensatorias. El volumen físico de las exportaciones cayó un 25% entre 1929 y 1933 y los precios en más de un 30%. No todo el descenso se debió a la política comercial de los países desarrollados: muchos países del resto del mundo comenzaron una política de desarrollo. Pero además el comercio internacional disminuyó, quizás en forma más determinante que la política comercial de los países desarrollados y la industrial del resto, por la contracción de la demanda en los países ricos como consecuencia de la crisis.
Estados Unidos ya no dependía de los productos europeos, debido al rápido desarrollo logrado en los años de la primera posguerra, lo que exigió un ajuste de las relaciones comerciales europeas entre sí y con sus proveedores de productos primarios de las zonas templadas. Esto obligó a los Estados de los países de menor desarrollo, perjudicados por estos cambios, a intervenir en las cuestiones económicas transformando el patrón de crecimiento del sur del continente americano.
Los años de crisis económica política después eliminaron inmensa cantidad de vidas e instalaciones, la destrucción de capital humano y físico creó las condiciones para reajustar las dimensiones del sistema capitalista y fue la base para una nueva fase de crecimiento que durará hasta 1973. Entre 1945 y 1953 se reorienta el sistema internacional en el ámbito institucional, como ha ocurrido luego de cada crisis importante, lo que permitirá el comienzo de la llamada "edad de oro" del capitalismo.
El sistema monetario internacional que se desarrolló en la posguerra, acordado en Bretton Woods, acabó basándose en el dólar como moneda de respaldo. El sistema establecía cambios fijos entre las monedas de los diferentes países industrializados pero, a diferencia de su antecesor el patrón oro, permitía modificar las paridades cambiarias frente a casos de grave y continuado deterioro de la balanza de pagos. El volumen de comercio de bienes manufacturados aumentó con mayor rapidez que el comercio de productos primarios debido a la recuperación de la Europa industrial y a la implementación de avances técnicos en su producción. Los países productores de bienes agropecuarios se vieron favorecidos inicialmente con la guerra de Corea que elevó el precio de las materias primas.
El final de la guerra de Corea y las crisis del petróleo de los años 70 la economía de los países desarrollados logró un enorme auge. El GATT y la competencia provocada por la guerra fría redujeron las barreras al comercio de productos manufacturados entre los países industrializados ampliando sus mercados. . Alrededor de 60 de las 100 principales innovaciones realizadas entre 1945 y 1970 se debió a compañías norteamericanas, más de 25 a empresas europeas. . A la vez aumentó la dependencia de los países no desarrollados de la transferencia de tecnología desde los países avanzados, tecnologías adecuadas al sistema industrial que lo catalizaba pero no necesariamente ajustados a las condiciones de los países subdesarrollados.
La división internacional del trabajo de principio de siglo fue siendo sustituida por otra, en la que los países industrializados conservaron no ya el monopolio mundial de la producción industrial, cuyas ramas de menor contenido tecnológico cedieron crecientemente a países con altas dotaciones de mano de obra, sino el de las actividades industriales con mayor dinamismo: las de fabricación de bienes de producción y de bienes finales con aplicación de alta tecnología. Concomitantemente fueron ganando peso, de forma progresiva (aunque no homogénea), las exportaciones de productos industriales de países en desarrollo.
Tanto Europa como Estados Unidos siguieron una política de protección y subsidios al sector agrícola que contrastó con la liberalización del comercio de bienes manufacturados.
La crisis de la economía uruguaya
El crack de los años 30, generada en Estados Unidos pero con alcance casi global, y la posterior disminución y cambio de estructura del comercio mundial, golpeó a un Uruguay ya envuelto en crecientes problemas derivados de la crisis del modelo agroexportador primario que describiéramos en la primera sección de este trabajo. La crisis en Uruguay tuvo los elementos comunes a las depresiones del sistema económico capitalista con sus peculiaridades históricas.
Contuvo elementos que la diferenciaron de otras crisis y que reconocieron por un lado la extrema vulnerabilidad de una economía basada en la exportación de productos primarios y por el otro la necesidad (y conveniencia para los interesados) de desarrollar alternativas rentables de inversión para los excedentes ganaderos.
Por la vía de las regulaciones se empezó a promover una industrialización sustitutiva de importaciones cualitativamente distinta a la que se desenvolvió hasta 1930.
El crecimiento total, de la mano del rápido desarrollo industrial, se aceleró a partir de la segunda mitad de la década del 30 hasta la crisis del 39, para retomar con fuerza el sentido positivo a partir de 1944 y hasta 1957, lo que hizo crecer la economía (medida por el Producto Bruto Interno con todas las observaciones ya planteadas) a una tasa del 3,7% anual acumulado.
La ganadería se mantuvo prácticamente estancada durante el período (lo que condujo al estancamiento a largo plazo del sector agropecuario, dado que prácticamente toda la superficie explotable del país se vincula a la producción ganadera) y sujeta a las oscilaciones de precios resultantes de las distintas fases por las que atravesó el mundo desarrollado como fuera descrito en la primera parte de este capítulo. El avance tecnológico es viable cuando la adopción de nuevas técnicas de producción, en este caso por los empresarios agropecuarios, incrementa los beneficios o excedentes obtenidos en cada período de producción, como hemos analizado y modelizado en los capítulos anteriores.
La ganadería extensiva practicada en Uruguay implica bajos costos de producción, donde el principal y casi exclusivo capital constante es la tierra y es muy baja la utilización de capital variable. Todavía en 1986 solamente 1,2% de las superficies de explotación ganadera consistía en praderas permanentes, 1,4% en campos fertilizados y 0,7% de forrajes anuales.
El crecimiento industrial del país se financió fundamentalmente con capitales nacionales debido a que, además de la razón anteriormente anotada, las inversiones de las grandes multinacionales se dirigieron a otras áreas del mundo. Las corporaciones norteamericanas estuvieron absorbidas por actividades altamente rentables: la economía de guerra 1939 – 1945, la reconversión industrial de la posguerra, la reconstrucción europea, entre otras. Complementariamente, al capital nacional le era difícil acceder a esas mejores posibilidades de ganancia.
Los excedentes nacionales se volcaron a la inversión industrial, impulsando el crecimiento, al amparo de las medidas proteccionistas que la situación internacional permitía y que aumentaban la rentabilidad de los sectores industriales.
. Entre 1945 y 1955 se produce el período de mayor crecimiento industrial, aumentando la ocupación de mano de obra en un 45% y la producción un 97%, lo que muestra un intenso incremento de la productividad laboral. El papel impulsor del crecimiento lo desempeñaron industrias dinámicas tales como maquinaria, electrotecnia, petróleo, metálicas básicas y química, aunque el crecimiento de las industrias dirigidas a bienes de consumo también fue importante.
Las nuevas ramas industriales que se instalaban utilizaban medios de producción importados y no generaban avance tecnológico en el tejido de empresas nacionales. En algunos casos se trataron de filiales de empresas manufactureras norteamericanas y europeas. Esta tendencia al cambio de composición de las importaciones, por el doble efecto de la sustitución de bienes de consumo finales y el incremento de los bienes de capital, es coincidente con el hecho de que los países desarrollados crecientemente derivaron (conscientemente y por la propia dinámica del sistema capitalista) la producción de bienes de bajo contenido tecnológico hacia terceros países, reservándose la fabricación de bienes de alta tecnología entre los cuales se encuentran los medios de producción.
A partir de 1955 en Uruguay, coincidentemente con el fin de la guerra de Corea, el proceso de acumulación industrial llevó a un exceso de capacidad y capital constante en el sector industrial no exportador. El proceso de crecimiento industrial, y el consumo de la población al acceder a un mejor nivel de vida como resultado de ese proceso, implicaron un aumento considerable del volumen de importaciones.
Las grandes reservas acumuladas durante la guerra permitieron al Estado, donde el grupo de industriales nacionales tenía una representación superior a su capacidad económica con relación a los sectores ganaderos, retardar y graduar la inevitable crisis a que las contradicciones del sistema lo arrojaban.
A finales de los años 50, durante la década de los 60 y hasta principios de los 70, punto final del período considerado en este capítulo, la producción total del país se estancó y el crecimiento económico fue apenas un 0,6% anual, una cifra menor a la tasa natural de crecimiento de la población. Uruguay llegó entonces a fines de los 50 con una producción global totalmente estancada. Los sucesivos gobiernos se vieron obligados a recurrir al Fondo Monetario Internacional, con quien se firmó un primer acuerdo en 1960. Hasta ese año Uruguay había mantenido relaciones formales con los organismos internacionales pero había rechazado sus recomendaciones sobre la economía. Pero entre 1960 y 1972 se firmaron 6 cartas de intención, aumentando además la influencia económica y financiera (y política) norteamericana.
. La tasa de inversión bruta se situó apenas por encima del 10%. La inflación comenzó a crecer gradualmente hasta llegar a valores superiores a los tres dígitos en 1968. Las tasas de desempleo, a pesar de ser amortiguadas por una fuerte migración que se inició en la primera mitad de los años 60 y que involucró hasta 1975 al 11% de la población total, alcanzaron valores del 8% inédito para el país luego de la Segunda Guerra Mundial.
Con ello se propiciaba el advenimiento de un reajuste en la base económica que incluyó una reinserción internacional de la economía uruguaya, en el marco de los cambios que desde los países desarrollados se impulsaban para retomar la detenida acumulación de capital, y la aparición de nuevos grupos de poder dentro de la clase dominante, dando lugar a una nueva fase de crecimiento y acumulación.
II.4 Síntesis de la Sección
Una característica fundamental del sistema económico en que vivimos es la continua ampliación del alcance de su funcionamiento: por una parte expande la producción de bienes y servicios, la cantidad y variedad de los mismos, en las zonas donde el capitalismo ya está insertado mientras que por otra, continuamente incorpora nuevas zonas de economías atrasadas a su pujante sistema económico. Nos estamos refiriendo aquí a las crisis profundas del sistema, que ocurren en períodos más largos que aquellas de mayor frecuencia debidas a ajustes de inventarios para compensar demandas y ofertas o capacidad instalada y oferta.
El hilo conductor del crecimiento es la búsqueda de los empresarios de incrementar sus beneficios y más específicamente su tasa de ganancia. En la sección I hemos visto que el empresario incorpora progresivamente nuevas técnicas de producción que implican mayor inversión en capital constante y menor trabajo actual, con la finalidad de bajar sus costos para obtener mayores ganancias y para competir. Y en la medida que la tasa se reduce cada vez es menos conveniente reinvertir en la producción: llega un momento en que dadas las pocas posibilidades de obtener un retorno para la inversión el dinero se retiene en colocaciones bancarias o crece la inversión financiera especulativa que es ahora más rentable o se envía el capital al exterior en busca de mayor rentabilidad o seguridad, por lo que desaparece la inversión productiva. Cae la demanda de inversión y con ella la de consumo.
La disminución de la demanda, la de inversión y la de consumo, provoca la pérdida de rentabilidad de otras empresas que no estaban inicialmente afectadas por la crisis, se produce una caída de los precios y de los volúmenes comercializados que disminuye los beneficios de estas industrias y aumentan la gravedad de la crisis. Si la economía en cuestión es la de un país importante en los mercados mundiales, la caída de su demanda aparejará un efecto recesivo sobre otros países que verán disminuir sus volúmenes y precios de exportación.
. Quiebran los empresarios menos competitivos, provocando la destrucción y venta de capital constante. La desaparición de estos empresarios deja disponible cuota de mercado para los que continúan, que ven aumentada su escala y como consecuencia, su rentabilidad. Disminuye el salario real aumentando la rentabilidad de los empresarios, producto del aumento de la desocupación y de políticas específicas de los gobiernos.
La fase expansiva impulsa el crecimiento de la economía en la medida de que el circuito de producción se repite y se amplía constantemente, lo que implica mayor inversión, más trabajo y más consumo, a la vez que la búsqueda de una mayor ganancia implica cambios de técnicas que conllevan inversión y aumentan la productividad, creando así con el paso del tiempo las condiciones para una nueva crisis. Las fases de expansión (1760-1800, 1848-1873, 1893-1929, 1941-1973) se alternaron con depresiones de similar duración (1800-1848, 1873-1893, 1929-1941, 1973)
El modelo matemático básico de la sección I es ampliado ahora para incluir la dinámica de crecimiento y crisis antes descripta, las ecuaciones diferenciales que lo definen tienen en la tasa de beneficio el hilo conductor. . A los períodos de tiempo en que la tasa de ganancia es menor que un valor que un valor mínimo, que surge de comparar alternativas de riesgo y rentabilidad, y donde la inversión se detiene le corresponde una fase depresiva o crisis, cuyo análisis ha sido el objeto de este capítulo.
En el modelo presentado la salida de la crisis se produce por un aumento de la productividad del capital debido a la depreciación de los medios de producción (recuérdese que la inversión ha cesado por falta de rentabilidad), la destrucción física del capital de las empresas que van a la quiebra y la concentración y centralización de empresas, todo lo cual comienza a recuperar la tasa de beneficio de las empresas.
Uruguay desde principios de los años 30 cambió su estructura económica con la aparición de una industria protegida, principalmente sustitutiva de importaciones, que impulsó el crecimiento a la vez que mantenía una base ganadera en proceso de estancamiento. De la conjunción de este problema y la situación mundial, que determinó que los países desarrollados, enfrascados primero en graves crisis económicas y luego en una conflagración mundial, disminuyeran o dejaran de suministrar productos industrializados, surgió la posibilidad de desarrollar una industria propia donde ubicar los excedentes con rentabilidad por lo cual un proceso similar de sustitución de importaciones tuvo lugar en muchos países del ahora tercer mundo.
Entre 1945 y 1955 se obtuvieron altas tasas de crecimiento en la economía nacional. El proceso de acumulación generó un exceso de inversión en capital constante, específicamente capacidad industrial, sin desarrollar en el caso uruguayo una industria propia de medios de producción por lo que la dependencia de la tecnología extranjera se incrementó. Tras prolongados años de crisis, los mecanismos restauradores del capitalismo comenzarían a actuar para dar paso a una tímida recuperación y posterior fase de crecimiento. Numerosos sectores económicos vieron disminuidos u obsoletos sus medios de producción, muchas empresas quebraron aún cuando conservara el país sus potenciales ventajas absolutas en algunos sectores. Un nuevo marco institucional, económico y estructural junto a la fuerte disminución del salario real, surgido al cabo de varios años de intensas luchas sociales implicó la elevación de la tasa de beneficio.
SECCIÓN III
1. El papel del estado en el crecimiento económico
La relación entre la economía y el Estado
Actualmente el rol del Estado es asegurar la obtención de beneficios a la empresa, permitiendo la acumulación de capital y retención de de excedentes en manos privadas; ya que el capitalismo es un nuevo sistema que no tiene acceso a los medios de violencia para imponerse a la fuerza de acuerdo a sus intereses, además existen dos dimensiones (política y económica) y en determinados momentos chocan, de tal modo que la sociedad económica está formada por varios elementos por esos los resultados no se pueden explicar de forma aislada. Históricamente el Estado ha sido fundamental en la creación del mercado nacional, a partir de los mercados locales existentes y esta intervención a lo largo de la historia ha ido creciendo por la necesidad de favorecer un sistema cada vez más complejo.
Aunque hay quienes apoyan la idea de que se debe disminuir la intervención del estado en los sistemas capitalistas, pensando en el beneficio de los empresarios, ya que no tendrían que utilizar su excedente de ganancia en gastos sociales, la participación del Estado en la sociedad capitalista tiene sus límites, y generalmente es el Estado hace alianzas con grupos dominantes para aumentar sus beneficios mediante un crecimiento económico.
Factores que soportan el crecimiento económico
La educación (tanto de los trabajadores como de los científicos y profesionales universitarios) es crucial en el progreso técnico y contribuyen al desarrollo interno de la economía, ya que la búsqueda de beneficios motiva la investigación y el desarrollo de nuevos métodos de producción y productos, generándose así un mayor nivel educativo. Por eso antiguamente los países desarrollados se encargaban de la mayoría de las manufacturas mundiales, mientras que los países en desarrollo se encargaban de la producción y exportación de productos primarios y materias primas, pero gracias a la división internacional de trabajo se ha generado un progreso tecnológico y las cosas han cambiado.
La estructura del mercado, asegurar la libre competencia, eliminando monopolios y oligopolios. El empresario busca utilizar el progreso técnico (investiga nuevas técnicas, invierte en maquinaria y capacitación) para disminuir costos y vencer la competencia, ganado así mayor participación en el mercado, la libre competencia perpetua la necesidad de invertir en tecnología, lo cual potencia el crecimiento económico.
Las políticas de Estado para el crecimiento
El Estado a través de dichas políticas influye en la generación de excedentes y en su distribución, hay políticas que tienden a fomentar el ahorro, la inversión y a disminuir el consumo social improductivo, tales son claves para lograr el crecimiento productivo, siempre que las políticas monetarias, cambiarias y fiscales vayan de la mano con el objetivo de crecimiento económico. Tanto así, que el proceso de industrialización conlleva a un mejor nivel de vida de la población.
La forma de conducir el proceso de apertura comercial es fundamental para el crecimiento a largo plazo, las políticas comerciales requieren de análisis estructurales de competencia y mercados internacionales, temas como la tasa de cambio son decisivos, la posición competitiva del país determinaría los resultados en el comercio internacional.
2. Modelo especifico para cada factor
Introducción
El capitalismo es un poderoso mecanismo de acumulación de riquezas en forma de medios de producción, ya q la concentración de beneficios para los empresarios crean las condiciones para el masivo incremento de fabricas, maquinarias, etc. El cambio técnico en la sociedad capitalista es endógeno.
Este cambio endógeno se puede categorizar de dos formas: "learning by doing" en este caso el nivel de instrucción de los trabajadores influye en el volumen y calidad de las innovaciones; la otra categoría es "sector R&D" aquí se requiere un grupo de personas con alta capacitación.
Cambio técnico endógeno con "learning by doing"
Anteriormente se defino la productividad del capital como la relación entre la producción agregada y el stock de capital constante:
Considerando este proceso en la productividad del trabajo, vemos que crece no solo por la introducción de nuevas técnicas de producción, sino por acumulación de capital constante.
Las ecuaciones básicas que describen el movimiento del sistema son, de igual forma que en los modelos anteriores:
K"=I (7)
S=wL"+I (8)
Para facilitar el análisis de la expresión sustituimos el excedente creado en la producción en función de la tasa de obtención de excedentes e introducimos la composición orgánica del capital, dividiendo numerador y denominador por wL:
Este resultado es coherente con el hecho de que refuerza la tendencia del sistema hacia el aumento de la productividad del sistema, sin incrementar el capital constante.
Similar tratamiento y resultados se obtienen al considerar otra ventaja dinámica derivada del crecimiento y fuertemente relacionada con la anterior, considerada de gran relevancia por los economistas clásicos, cual es la economía de escala. La mayor escala de producción es causa y consecuencia del crecimiento económico, con anterioridad se ha hecho referencia a las economías de escala internas y externas a una empresa. La economía de escala induce a cambios técnicos que implican un aumento de productividad laboral. Por esto una manera de modelar su influencia es considerando que la tasa de crecimiento de la productividad es de la forma:
(12)
Donde ( es la tasa de aumento de productividad debida a la introducción de nueva tecnología y ( es un factor de proporcionalidad positivo que representa la influencia de la economía de escala a través de la tasa de crecimiento económico[14]
Por lo tanto la tasa de crecimiento del capital variable es:
Las ecuaciones básicas que describen el movimiento del sistema son, de igual forma que en los modelos anteriores:
K"=I (7)
S=wL"+I (8)
Utilizando (13) y (6):
K(g-()=S-wL * [(1-()g-(]
Despejando la tasa de crecimiento de la economía:
Cambios técnicos con un sector productor de medios de producción
El estudio realizado de la influencia de este sector en el crecimiento de una economía, se atiende al productor de maquinarias (sector 1) y al productor de bienes de consumo (sector 2). En el primer caso, utilizando la técnica más rentable, requiere de L1 unidades de trabajo y un el inventario de capital constante K1 formado por el valor de todos los medios de producción que sobreviven al tiempo t, el cual se deprecia en ( años (o en forma equivalente a una tasa (=1/( por año.) El excedente creado en este sector por los trabajadores es S1. El sector produce bienes de capital por un valor X, de los cuales X1 son comprados por el empresario del sector 1 y X2 por el empresario del sector 2.
El sector 2 requiere de L2 unidades de trabajo y un capital constante K2 formado por el valor de todos los medios de producción que sobreviven al tiempo t, el cual se deprecia en ( años, siendo el excedente producido S2. El sector produce bienes por un valor Y que son consumidos por los trabajadores del sector 1 y del sector 2 de acuerdo al costo salarial wL1 y wL2 respectivamente, siendo w el salario de los trabajadores.
La suma de L1 con L2 es L, el total de unidades de trabajo aportadas por todos los trabajadores (no desempleados). Igualmente el total de bienes de capital de que dispone esta sociedad es:
K= K1+K2 (15)
Y el excedente total es:
S=S1+S2
Las ecuaciones que representan la producción en cada sector industrial son:
X= wL1+(K1+S1
Y=wL2+(K2+S2 (16)
Obsérvese que dado que los productos manufacturados son diferentes, las industrias utilizan técnicas también diferentes y por tanto es de esperar, con probabilidad casi unitaria, una diferente composición orgánica en cada rama.
Los empresarios reinvierten todas sus ganancias, o sea que no consumen (o su consumo total es pequeño frente al consumo total de los trabajadores por lo que se puede despreciar en una primera instancia) y no hay otros sectores no productivos que consuman el excedente generado en la producción.
La tasa de beneficio en ambos sectores tiende a ser iguales, en caso de existir libertad de movimiento de capitales entre las ramas, e igual a la tasa de beneficio de la economía:
(18)
Lo que implica que para cada rama el excedente generado no coincide con el beneficio apropiado por el empresario de la rama, excepto bajo la extraordinaria circunstancia de igual composición orgánica de capital en ambos sectores. Para ver esto introduzcamos la tasa de obtención de excedentes, la que asumimos igual en los dos sectores:
Los beneficios para el sector 1 serán:
También se ha de apreciar en estas ecuaciones, que el sector con mayor composición orgánica (en la práctica el sector 1 de medios de producción) es quien se queda con una parte mayor de los excedentes, bajo forma de beneficio, que los que genera en su proceso de producción.
Basta indicar que para que los beneficios sean diferentes a los excedentes obtenidos en cada rama (son mayores en la productora de bienes de capital y menores en la de bienes de consumo) los precios de los bienes producidos deben ser diferentes al valor agregado en cada uno de los sectores.
La tasa de crecimiento de los medios de producción y de consumo es respectivamente:
Plantearemos ahora el balance de medios de producción, utilizando la inversión neta, y la ecuación que describe la aplicación de los excedentes:
K"=K"1+K"2= I (22)
S=S1+S2= wL"+I=w(L"1+L"2)+I (23)
Sustituyendo en las ecuaciones de producción y de crecimiento, las ecuaciones que describen el sistema económico son:
K1g1+K2g2=I
I= S-w(L1g1+L2g2)
Obsérvese que si g1=g2=g se obtienen las mismas ecuaciones que para el modelo básico de un sector y por lo tanto igual resultado para la expresión de la tasa de crecimiento por lo que se pueden extraer las mismas conclusiones, siendo la principal que el crecimiento de la economía depende de la tasa de obtención de excedentes de los trabajadores (y del porcentaje del excedente que es reinvertido por los empresarios, como se puede deducir de igual manera que en el modelo básico ampliado.)
Pero la realidad económica capitalista es la del caos y la descoordinación del sistema ("desproporción"), punto este que trataremos de modelar a continuación introduciendo el progreso técnico de igual forma que se ampliara el modelo unisectorial anterior, siendo (0, correspondiente a la productividad de la fuerza de trabajo: y"/y = (
Denominando nuevamente g a la tasa de crecimiento de la economía en general y recordando las definiciones de las tasas de crecimiento de cada sector, se obtiene:
Obsérvese que dado los signos de las tasas de crecimiento de las productividades del capital y de la mano de obra, se tiene:
g1 > g > g2
Por lo que el sector productor de maquinarias es más dinámico que el sector productor de bienes de consumo.
Sustituyendo las expresiones de las tasas de crecimiento sectoriales (24) en las ecuaciones (22) y (23) que describen el movimiento del sistema:
K1(g-()+K2(g-() = S-wL1(g-()-wL2(g-()
Efectuando operaciones e introduciendo los valores agregados para la economía del capital constante y variable,
K y wL: Kg-(K1-(K2 = S-(wLg-wL1(-wL2()
Reagrupando términos similares:
(wL+K)g = S+(wL1+K1)(+(wL2+K2)(
Despejando la tasa de crecimiento de la economía:
(25)
Ecuación que nos indica que la tasa de crecimiento de una economía depende de los excedentes obtenidos (y reinvertidos) y de las tasas de crecimiento de la productividad laboral y del capital.
La expresión (25) se puede escribir considerando la tasa de beneficio de la economía definida por la expresión (12):
La expresión obtenida para la tasa de crecimiento en este modelo de 2 sectores es similar a la calculada para el modelo con un sólo sector; que es:
A pesar de la similitud con la expresión de la tasa de crecimiento para el modelo de un sólo sector, obsérvese que es una expresión más compleja que permite visualizar con mayor claridad que la tasa de crecimiento económico depende del peso que en la economía tienen los sectores productores de maquinaria y de bienes de consumo
Una expresión equivalente se obtiene introduciendo en (22) los beneficios de los empresarios de cada sector:
Y de la expresión (18) de la tasa de beneficio de la economía: wL+K = S/b
Combinando las expresiones obtenemos la tasa de crecimiento en función de la proporción de los beneficios de cada sector con respecto a los excedentes generados:
(26)
La apertura comercial
La competencia internacional se visualiza igual que la interna, en base a los precios relativos determinados por los costos de produccion, las empresas con menores costos de produccion lideraran la competencia.
Se puede mantener la terminología utilizada hasta el momento, dada la similitud de significados, las ecuaciones se aplican a una empresa productora de bienes y en particular el empresario utiliza una técnica de producción que busca minimizar sus costos totales, de acuerdo a la ecuación:
Y= wL+(K+S
Para tener en cuenta los precios relativos introduciremos un cambio menor en la notación, por lo que Y denotará el volumen físico producido mientras que p será el precio de venta para ese productor:
pY= wL+(K+S
Una forma equivalente de escribir esta ecuación es recordando que los excedentes son los beneficios del empresario por lo que si b es la tasa de beneficio:
S = b (wL+K)
Sustituyendo y agrupando términos:
pY = (1+b) wL + ((+b)K (27)
Obsérvese que la expresión (27) depende ahora de la cantidad de trabajo directo que requiere la técnica, de la maquinaria utilizada y de la tasa de beneficio.
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