Determinar si el Sistema Jurídico de Puerto Rico protege los derechos de las personas menores de edad (página 2)
Enviado por Marcos Jim�nez
Por el contrario es muy relevante este estudio ya que se va a determinar que la función social que busca el Derecho Agrario no se aplica en los temas de sucesiones; ya que inclusive en el anteproyecto del Código Procesal General que se presentó con respecto a los procesos de naturaleza agraria, únicamente se hace mención en tres artículos del mismo, el procedimiento para tramitar las sucesiones.
Además luego de esta investigación se contará con un inicio o una pauta para que se determine la necesidad de modificar la ley en este sentido y además se agregue que el Poder Judicial pueda o deba capacitar especialistas que realicen los estudios técnicos necesarios con el fin de entregar la parcela o fundo a los herederos que califiquen lo más pronto posible y con ello se cumpla la función social y además una justicia pronta y cumplida.
Caso contrario se va a producir un atraso en la tramitación, ya que el Juzgado debe de enviar las piezas necesarias al IDA y una vez que este realice el estudio que le corresponde, debe de indicar al Juzgado, quien o quienes son los candidatos idóneos para que hereden la parcela, produciendo de esta forma un atraso innecesario. Sería más expedito que el Poder Judicial cuente con los especialistas, los cuales sean una especie de peritos y se puedan nombrados mediante un listado, ya que el plazo para que rindan el informe correspondiente, es menor y se pueda tener una mayor confiabilidad. Además de que sea más expedito tener el mismo incorporado al expediente principal. Al producirse el atraso que se indica las partes del proceso se van a ver afectadas y por ende el tramite engorroso.
DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿Cómo determinar si la regulación del Trabajo infantil en Costa Rica, se aplica conforme a derecho?
1.5. OBJETIVOS
1.5.1. OBJETIVO GENERAL
Determinar si en nuestro Sistema Jurídico en realidad se protege los derechos de las personas menores de edad.
1.5.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1) Se encuentran debidamente regulados los derechos de las personas menores de edad en nuestro sistema jurídico.
2) Se aplica en forma correcta la regulación de los derechos de las personas menores de edad.
3) Identificar si a la hora de tramitar un proceso donde se encuentra involucrada una persona menor de edad se le da la importancia del caso y se plica la regulación en forma más beneficiosa para la persona menor.
1.6. DEFINICIÓN DE VARIABLES
Para Hernández Sampiere, Roberto (2001:75)
"Una variable es una propiedad que puede variar y cuya variación es susceptible de medirse"
Cada Variable del estudio debe tener un nombre, que se exprese por medio de una frase explicativa breve, el la que hay términos que implícitamente sugieren que existe variación: grado o nivel de cantidad.
Es corriente que los nombres dados a las variables contengan aspectos que pueden ser objeto de polémica, aquí es donde adquiere importancia lo que se denomina "definición de las variables "
CAPITULO II
MARCO TEORICO
2.1. Definición de persona menor de edad
2.1.1 Código de la niñez y la adolescencia
Artículo 2° del código de la niñez y la adolescencia Definición: "Para efectos de este Código, se considera niño o niña a toda persona desde su concepción hasta los doce años de edad cumplidos, y adolecentes a toda persona mayor de doce años y menor de dieciocho. Ante la duda, prevalecerá la condición de adolecente frente a la de adultos y la de niños frente a la adolescencia."
Artículo 85.-Vaides de la relación laboral. "Entendiéndose plenamente valida la relación valía la relación laboral o el contrato de trabajo suscrito entre le empleador y el trabajador adolecente, a partir d los quince años de edad."
Artículo 94. "Prohíbase el Trabajo de las personas adolescentes en minas y canteras, lugares insalubres y peligrosos, expendios de bebidas alcohólicas, actividades en las que su propia seguridad o la de otras personas estén sujetas a la responsabilidad del menor de edad; asimismo, donde se requiera trabajar con maquinaria peligrosa, sustancias contaminantes y ruidos excesivos."
2.1.2. Código de trabajo
Artículo 87.- Queda absolutamente prohibido contratar el trabajo de las mujeres y de los menores de dieciocho años para desempeñar labores insalubres, pesadas o peligrosas, en los aspectos físico o moral, según la determinación que de éstos se hará en el Reglamento. Al efecto, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tomará en cuenta las disposiciones del artículo 199. También deberá consultar, con las organizaciones de trabajadores y de empleados interesados y con las asociaciones representativas de mujeres, la forma y condiciones del desempeño del trabajo de las mujeres, en aquellas actividades que pudieran serles perjudiciales debido a su particular peligrosidad, insalubridad o dureza.
Sin perjuicio de otras sanciones e indemnizaciones legales, cuando les ocurriere un accidente o enfermedad a las personas de que habla el párrafo anterior, y se comprobare que tiene su causa en la ejecución de las mencionadas labores prohibidas, el patrono culpable deberá satisfacer al accidentado o enfermo una cantidad equivalente al importe de tres meses de salario.
2.1.3. Definición de trabajo infantil y adolecente.
No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se considera positiva. Entre otras actividades, cabe citar la ayuda que prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio familiar o las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero de bolsillo. Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia; les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
Con base en lo dispuesto por el Código de la Niñez y la Adolescencia se entiende por trabajo infantil aquel trabajo o actividad económica que es realizada por niños o niñas, es decir personas menores de 15 años de edad, cualquiera que sea su condición laboral (trabajo asalariado, trabajo independiente, trabajo familiar no remunerado, y otros), impidiéndoles desarrollarse dignamente, restringiendo su participación y derecho a la educación, y causándoles perjuicios en su salud física, moral y espiritual.
Se considerará igualmente trabajo infantil cuando el niño o niña lleva a cabo tareas domésticas excluyentes, equivalentes a una actividad económica.
El Código señala que el trabajo adolescente es aquel trabajo o actividad económica que es realizada por adolescentes mayores de 15 años y menores de 18 años, y que están bajo un Régimen Especial de Protección por su condición de persona en desarrollo.
Por trabajo infantil y adolescente peligroso, se entiende aquel trabajo o actividad económica realizada por personas menores de 18 años que por su naturaleza o por las condiciones en que se realiza, se caracterice como nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
2.2. Características del problema.
Las razones son múltiples:
Marginación social y extrema pobreza: la familia en general carece de las condiciones necesarias de subsistencia y hace que los niños trabajen para mantener la economía familiar. Esta situación solo puede resolverse con una decidida voluntad estatal de desarrollar a la nación y proteger la familia.
Redes de explotación infantil: múltiples redes del crimen organizado trabajan en todo el planeta para usar a los niños y niñas en sus propósitos económicos, como la mendicidad y la prostitución.
Conflictos armados: en situaciones desastrosas de orden público, los niños y las niñas son víctimas de todo tipo de abuso.
Por presión del grupo de pares: algunos niños y adolescentes trabajan por acompañar a sus amigos, sus ganancias son utilizadas para cubrir sus propias necesidades, pero por el gusto de manejar dinero se van quedando mayor tiempo en las calles, adaptándose a las vivencias de la calle.
2.3. Noción de trabajo infantil
En algunas sociedades, la integración de los niños en la vida social y laboral puede producirse de forma tan gradual que no se distingan las diferentes fases. En otras, el paso de la infancia a la etapa adulta está marcado por ciertos ritos y obligaciones sociales, o por el hecho de alcanzar una edad determinada. En los instrumentos internacionales suele ser la edad lo que define la niñez; es decir se considera "niños", a los efectos de derechos y protección, a todas las personas menores de 18 años (Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y Convenio de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, núm. 182) y se establece la edad mínima para el empleo en quince años (Convenio de la OIT sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138).
No todos los tipos de trabajo son perjudiciales para los niños. Desde la más tierna infancia, muchos niños colaboran en las tareas domésticas, hacen recados o ayudan a sus padres en el campo o el negocio familiar. A medida que crecen, realizan trabajos ligeros o aprenden oficios tradicionales importantes. De ese modo, adquieren habilidades y actitudes que necesitarán más adelante como trabajadores y miembros útiles de la comunidad. Bajo una estricta supervisión, los trabajos ligeros pueden ser una parte esencial del proceso de socialización y desarrollo de los niños, ya que les permiten aprender a asumir responsabilidades y enorgullecerse de sus propios logros. Aunque estos trabajos pueden entrañar riesgos, no son lo que suele entenderse por trabajo infantil.
Se considera trabajo infantil aquel que por su naturaleza o intensidad.es perjudicial para la escolarización de los niños o perjudica su salud y desarrollo. Lo que preocupa son las consecuencias para los niños a los que se les niega su infancia y un futuro, que trabajan a una edad demasiado temprana, que trabajan muchas horas a cambio de un salario exiguo, que lo hacen en condiciones nocivas para su salud y para su desarrollo físico y mental, que están separados de su familia o que no tienen acceso a la educación. Ese trabajo infantil puede causar daños irreversibles al niño y es contrario no sólo a la legislación internacional sino también, normalmente, a la nacional.
2.4. Magnitud del problema
Con base en la información de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) llevada a cabo en julio de 2002 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) sobre trabajo infantil y adolescente, se estima que 127,000 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad – un 10.7% de la población total en esas edades -, son parte de la fuerza de trabajo. De ellos, 50,151 tienen menos de 15 años, edad mínima legal para trabajar.
La PEA infantil y adolescente está integrada por 36,231 mujeres que representan el 28.5% de la fuerza de trabajo en esas edades y 90,846 hombres, representando el 71.5%. La distribución – rural/urbano muestra una clara concentración en el área rural, con el 66.1% de los niños, niñas y adolescentes trabajadores. En el área urbana, por su parte, se ubican el restante 33.9%.
En ocupaciones no calificadas trabajan tres de cada cuatro personas menores de edad, aunque entre los de mayor edad se incrementa la importancia relativa de las ocupaciones semi-calificadas. Las mujeres presentan una mejor calificación ocupacional que los varones, y también las áreas urbanas que brindan una mayor diversidad ocupacional que las rurales.
Se dedicaban a la actividad agropecuaria más de la mitad de las personas trabajadoras menores de 15 años (56.6%) y un tercio de los adolescentes (33.5%) y más intensamente en el área rural. Le seguían en importancia las actividades comerciales y de reparación de vehículos y enseres en ambos grupos atareos (22%). Las actividades comerciales y de servicio doméstico en hogares tenían particular importancia entre las mujeres.
La cantidad de horas trabajadas por las niñas, niños y adolescentes ocupados es creciente con la edad, alcanzando para el grupo atareo de 5 a 9 años 5 horas semanales; para el grupo de 10 a 14 anos. 14 horas y para el grupo de 15 a 17 años 32 horas. Más del 40% de los adolescentes trabajan más de las 36 horas por semana autorizadas por la legislación laboral. Entre los varones es superior el número promedio de horas trabajadas.
En cuanto a la categoría de ocupación, el trabajo familiar no remunerado es predominante entre los menores de 15 años, las mujeres y los residentes del área rural.
Las niñas y los niños trabajadores de 5 a 9 años perciben mensualmente en promedio 05,243 (US$15), la cuarta parte del ingreso de los de 10 a 14 años (020,886/US$58). El ingreso mensual de los adolescentes de 15 a 17 años es sensiblemente superior al de los dos grupos anteriores: en promedio es de 06,667 (US$130).
La incidencia de pobreza es superior en los hogares que tienen personas menores dedicadas a actividades económicas que en aquellos que teniendo personas en las mismas edades económicamente inactivas.
El motivo por el cual trabajan más de la mitad de las personas menores de edad ocupadas, es para ayudar en los gastos del hogar o colaborar en el negocio familiar. Dicha proporción es similar para ambos grupos atareos, ambos sexos y para la zona urbana y rural.
Entre los trabajadores infantiles y adolescentes la deserción educativa alcanza un 44.1% y un 51.7% de los que trabajan y estudian lo hacen con rezago. Ello marca un fuerte contraste con la baja proporción de desertores (6.9%) y rezagados (26.6%), entre aquellos de 5 a 17 años de edad que son económicamente inactivos. La deserción era superior entre los varones y en el área rural, en tanto que la sobre edad lo era entre las mujeres y en el área urbana.
Según lo declarado en los propios hogares, entre las causas de la deserción, más de la mitad están motivados por problemas de acceso o de integración al sistema educativo y en segundo lugar, alrededor de un 40%, las razones dadas son relacionadas a carencias de orden económico.
2.5. Causas del trabajo infantil
El trabajo infantil es básicamente, uno de los síntomas de un problema subyacente de pobreza generalizada y desigualdad social. Pero es también una causa de ella y, en ese contexto, se perpetúa a sí mismo. La pobreza es un mal con profundas raíces y las catástrofes naturales, los desastres provocados por el hombre (la guerra y los conflictos civiles), el analfabetismo, la falta de poder y la ausencia de opciones viables, exacerban aún más las privaciones a las que se ven sometidas familias necesitadas que se ven obligadas a hacer trabajar a los niños. Sin embargo, la pobreza no es el único factor que influye en el trabajo infantil ni justifica todos los tipos de trabajo y de servidumbre.
Si los padres pasan penurias, pueden pensar que los ingresos a corto plazo y las habilidades que adquirirán los niños en el trabajo superan las ventajas de la educación a largo plazo. La educación de niños pobres puede resultar onerosa, inaccesible, de poca calidad o ser considerada irrelevante. Muchas familias dependen del trabajo de las niñas en el hogar para que los adultos puedan trabajar en el exterior.
Los niños pueden decidir trabajar porque saben que su familia necesita dinero o debido a la influencia de amigos y compañeros con los que se reúnen en la calle o en otros lugares.
Existe demanda de mano de obra infantil porque los niños suelen ser dóciles, obedientes, más baratos que los adultos y se puede prescindir fácilmente de ellos si las necesidades de personal fluctúan. No es necesario realizar inversiones a largo plazo en seguros o seguridad social y podría percibirse el trabajo infantil poco costoso como un elemento importante para las industrias que quieren tener una ventaja competitiva en los mercados nacionales e internacionales. Los niños están des protegí dos, no tienen poder y no defienden sus derechos como trabajadores. A menudo, las industrias que requieren mucha mano de obra trabajan con tecnología rudimentaria y se basan en actividades laboriosas o repetitivas durante muchas horas, prefieren utilizar niños. Persiste el mito de que en determinadas industrias, como las de tejido de alfombras o recogida de flores, se necesita a niños porque sus pequeños dedos son muy hábiles, aunque se ha demostrado que no siempre es verdad. El trabajo infantil persiste porque la legislación vigente no se aplica de manera estricta y porque los esfuerzos sociales y políticos no son contundentes.
2.6. EL DERECHO INTERNACIONAL
2.6.1 Tendencias históricas en la legislación y las políticas sobre trabajo infantil
Aunque varios de los convenios y las recomendaciones de la OIT sobre trabajo infantil e inspección del trabajo datan de los comienzos de la OIT misma, se consideraba entonces que la edad mínima para trabajar en varios sectores era, más bien, un aspecto técnico de las condiciones de empleo y no un problema social importante. A partir del decenio de 1970, se fue abriendo paso entre los Miembros de la OIT la convicción de que:
• La infancia es un periodo de la vida que debe dedicarse no al trabajo, sino a la educación y al desarrollo.
• El trabajo infantil por su propia naturaleza o debido a las condiciones en las que se realiza, suele menoscabar las posibilidades de que los niños se conviertan en adultos productivos, capaces de ocupar su lugar en la comunidad.
• El trabajo infantil puede comprometer la imagen actual de un país y su productividad a largo plazo pues esa fuerza laboral futura no tiene acceso a la educación.
• El trabajo infantil no es algo inevitable y se puede avanzar hacia su reducción, e incluso su erradicación, si existe voluntad política para-combatirlo.
Como consecuencia de ello, en 1973 se aprobó un nuevo e importante convenio sobre trabajo infantil: el Convenio sobre la edad mínima (núm. 138). En él se solicitaba a los Estados Miembros que diseñaran y siguieran políticas nacionales que asegurasen la abolición efectiva* de todas las formas de trabajo infantil y estableciesen edades mínimas de admisión al empleo. Sin embargo, esto ha resultado ser una labor difícil que ha encontrado mucha resistencia en razón de intereses comerciales y de presiones del mercado, así como de la indiferencia moral y las actitudes culturales tradicionales.
A fin de ayudar a los países a superar esos obstáculos, la OIT inició, en 1992, el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil {IPEC). El IPEC presta una amplia asistencia técnica y en materia de políticas a los países que están adoptando medidas contra el trabajo infantil. La experiencia del IPEC en relación con la explotación y el abuso más salvaje de los niños en determinadas actividades, condujo a la idea de que había que dar prioridad a las actividades tendentes a eliminar el trabajo infantil, concentrándose primero en las peores formas; al mismo tiempo que se perseguía el objetivo más amplio y más a largo plazo de reducir el trabajo infantil en todas sus formas.
Esto, junto con la creciente sensibilización acerca de los derechos de los niños en el decenio de 1990, culminó en 1999 con la aprobación unánime del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil (núm. 182) de la OIT. Dicho Convenio ha conseguido un elevado número de ratificaciones en un tiempo récord y ha impulsado la ratificación también del Convenio núm. 138. Los Estados Miembros están adecuando la legislación interna a las disposiciones de esos convenios.
La UNICEF ha desarrollado un conjunto de criterios básicos para determinar si el trabajo infantil es explotador. Define que el trabajo infantil es inapropiado si:
es con dedicación exclusiva a una edad demasiado temprana,
se pasan demasiadas horas trabajando,
el trabajo provoca estrés físico, social o psicológico indebido,
se trabaja y se vive en la calle en malas condiciones,
el salario es inadecuado,
el niño tiene que asumir demasiada responsabilidad,
el trabajo impide el acceso a la escolarización,
el trabajo mina la dignidad y autoestima del niño (como el esclavismo y la explotación sexual),
impide conseguir un pleno desarrollo social y psicológico.
La Convención sobre los Derechos de la Infancia, firmada en 1989 por todos los países excepto la Islas Cook, Somalia, Omán, Suiza, los Emiratos Árabes Unidos y EUA, obliga a los gobiernos a proteger a los niños de "la explotación económica y de realizar ningún trabajo que pueda ser peligroso o interferir en la educación del niño, o que sea peligroso para la salud física, mental o espiritual del niño o para su desarrollo social."
Cerca de 50 países han ratificado la Convención 138 de la OIT sobre edades mínimas para trabajar, que establece normas más rigurosas que la convención anterior. Establece que 15 años es la edad mínima aceptable en países industrializados, y 14 años en los demás países. Permiten que los niños hagan trabajos suaves a los 13 años en países industrializados y a los 12 en países más pobres. Prohíbe el trabajo que pueda amenazar la salud, la seguridad o la moral para niños menores de 18 años.
La explotación infantil es al mismo tiempo consecuencia y causa de la pobreza, aunando todas las miserias.
Agotamiento para vivir y trabajar, analfabetismo, enfermedades y malnutrición, envejecimiento precoz. Es el momento de romper esta espiral, que muchos se obstinan en considerar como una inevitable 'fase de crecimiento de las sociedades en vías de desarrollo'.
Pero el trabajo infantil no es todo igual. La misma UNICEF hace una nítida diferenciación entre dos tipologías de niños que trabajan:
a) Aquellos que dentro de las familias campesinas o artesanas trabajan para ellas mismas y por la situación de pobreza, la falta de infraestructura o la ausencia de garantías sociales necesitan de los brazos infantiles. El niño puede trabajar algunas horas al día e ir a la escuela o en otros casos puede que trabaje todo el tiempo, pero no se puede hablar de explotación sino sólo de miseria.
b) Aquellos en que son explotados por un patrón externo, muchas veces una multinacional.
Igualmente se puede distinguir entre los casos menos graves -el trabajo durante algunas horas al día, en sectores que no perjudican la salud o el crecimiento- y aquellos más graves, es decir el trabajo a tiempo completo y en condiciones insalubres.
2.6.2. Sus causas
La globalización económica crea lazos entre distintas economías nacionales, con lo cual la incidencia del trabajo infantil en países del Sur se hace más patente en los países industrializados. Al mismo tiempo, el proceso de globalización que permite al Norte ser consciente del trabajo infantil que se da en el Sur también pone presión a las economías y estructuras sociales de los países del Sur, intensificando de esta forma el problema del trabajo infantil.
Es evidente que existe una relación entre el trabajo infantil y la pobreza, puesto que los niños que trabajan son casi exclusivamente pobres. Pero la pobreza no es la causa del trabajo infantil; el hecho de que la proporción de trabajo infantil varíe dramáticamente entre países de niveles similares de desarrollo económico lo demuestra. En China, por ejemplo, ha habido muy poco trabajo infantil en las últimas décadas, según fuentes diplomáticas de EUA, porque tomaron la decisión política de mandar los niños a la escuela. Lo mismo ha ocurrido en el estado Kerala, en la India, que lo ha prácticamente abolido. De estos dos ejemplos se deduce que el trabajo infantil sólo puede existir si es tratado como aceptable cultural y políticamente.
Según la Fundación Internacional por los Derechos Laborales, en muchos países hay una fuerte tradición de tolerar el trabajo infantil, que se combinan a menudo con prejuicios hacia poblaciones aisladas. El resultado es la expansión de trabajo infantil entre algunos grupos étnicos pobres. De forma similar, actitudes discriminatorias hacia mujeres y chicas pueden reforzar la voluntad de los padres de mandar sus hijas a prostituirse o a servir en casas.
Donde la educación es obligatoria, disponible y entendida como importante, la proporción de trabajo infantil es más baja.
Los factores de pobreza, tradiciones culturales, prejuicios hacia grupos étnicos, religiosos o raciales, discriminación de las chicas, acceso inadecuado a la educación y búsqueda de mano de obra dócil por parte de los empresarios, han existido desde hace siglos. Lo que es nuevo ahora es la globalización económica.
Este factor contribuye a incrementar el trabajo infantil debido a la competencia en el mercado global, que hace que todo el mundo busque bajar los costes de producción. Hay otras formas, menos obvias pero igualmente importantes, en que la globalización contribuye al incremento del trabajo infantil.
Las exportaciones agrícolas baratas hacia el Sur y la promoción de la agricultura orientada a la exportación en estos países han removido la estructura social de comunidades rurales en todo el planeta. Apoyándose en la violencia, la coerción y a veces en fuerzas de mercado impersonales, los propietarios de las plantaciones han sacado muchas familias rurales de sus tierras, dejándoles con pocas opciones económicas. Algunos han cogido trabajo en las plantaciones, donde se suelen emplear también a los hijos; algunos se han ido a suburbios, donde los niños pueden buscar trabajo para ayudar a sus familias; y algunos han mandado a sus hijos a las ciudades a que ganen dinero para la familia.
Durante los años 80 hubo grandes cambios en el sector agrícola del Brasil. Grandes plantaciones se mecanizaron más y más y se incrementó su grado de dedicación a la exportación, y la tierra se concentró cada vez más en pocas manos de grandes empresas agrícolas. Los trabajadores de las plantaciones y los pequeños agricultores expulsados de sus tierras se juntaron con los grupos de trabajadores temporales que se conocieron como "bóias frias" o "volantes". Dado que los ingresos de muchas familias disminuyeron considerablemente, estas fueron empleando a los hijos. Hoy, una buena proporción de los niños que trabajan en Brasil son bóias frias.
En el sureste de Asia, la urbanización y el empobrecimiento de las economías rurales son factores importantes que empujan a las familias a vender a sus hijas a la prostitución. El incremento en prostitución infantil está ligado al crecimiento del turismo sexual, una manifestación especialmente amarga de la globalización.
A nivel macroeconómico, la imposición por parte del BM y el FMI de PAEs ha fortalecido muchas de las tendencias que contribuyen al trabajo infantil. Se ordena a los gobiernos que promocionen las exportaciones y recorten el gasto público como condición para seguir recibiendo préstamos. En muchos casos los recortes son en educación. Sin embargo, en años recientes, el BM ha reconocido la importancia de la educación y la sanidad y ha instado a los gobiernos a mantener programas en estas áreas, así como inversiones en capital humano. Preguntado acerca de la influencia de los PAEs en el recorte de prestaciones sociales y de gastos públicos, el economista del BM Peter Fallon dice que "se ha dicho que en uno o dos países los PAEs han incrementado la incidencia del trabajo infantil. Pero eso es difícil de justificar, porque no se puede saber lo que pasaría en otro caso. Podría haber más trabajo infantil de no seguir los PAEs." El BM también ha instado a los gobiernos a mandar a los niños a la escuela. Pero incluso cuotas bajas hacen que algunas familias no puedan mandar a los niños a la escuela, y éstos frecuentemente trabajan. Fallon dice que el BM orienta sus consejos más bien a la enseñanza secundaria y postsecundaria, y que para atacar el problema del trabajo infantil hay que atacar la enseñanza primaria.
2.7. En que trabajan los chicos
La mayoría de los niños que trabajan a tiempo completo lo hacen en el sector agrícola comercial, pero hay niños trabajando en multitud de sectores: servicio doméstico, , minería, pesca de gran profundidad (buceadores), construcción, material deportivo, calzado deportivo, equipamiento quirúrgico, cerillas y pirotecnia, carbón vegetal, fábricas de cristal y cerámica.
En la India: esclavizados, en canteras, en el campo, servicio doméstico, picking rags en las calles, alfombras, saris de seda, cigarrillos "beedies", joyería de plata. Artículos de piel (incluyendo calzado y material deportivo), alfombras de lana tejidas a mano, piedras preciosas sintéticas y naturales, diamantes, prostitución, restaurantes, trabajo doméstico, teterías y moteles.
2.7.1. Minas de carbón en Colombia
Los pasillos de las minas son bajos y estrechos, así que los propietarios (habitualmente los padres de los trabajadores) encuentran en los niños los trabajadores de tamaño ideal. Encorvados y con dificultades para respirar, los niños cargan pesados sacos de carbón a sus espaldas. Están expuestos a altos niveles de polvo, con riesgo de lesiones y enfermedades pulmonares. Se estima que son centenares de chicos.
2.7.2. Pelotas de fútbol
Buena parte del material deportivo del mundo se produce con trabajo infantil. En Pakistan, el mayor exportador de pelotas de fútbol (provee más del 60% del mercado estadounidense), por ejemplo, hay más de 7.000 niños de menos de 14 años que cosen pelotas, cobrando 0,6 dólares por pelota; incluso los niños más mayores no pueden coser más de 3 o 4 pelotas en un día.
Con el soporte de Robert Reich, antiguo secretario de estado para el trabajo de EUA, y de otros políticos, la CIOSL y ONGs para los derechos laborales lanzaron una campaña en junio de 1996 para asegurar que "los niños no jugarán más con pelotas hechas por niños empobrecidos en la otra parte del mundo". El primer objetivo era la FIFA, que ponen su sello en las pelotas de alta calidad, incluidas las que se usan en ligas profesionales. Se pidió a la FIFA que no pusiera el sello en pelotas hechas con trabajo infantil. La campaña consiguió rápidamente publicidad, gracias a la Copa de Europa; miles de jóvenes jugadores pidieron a la FIFA y otras instituciones del mundo del fútbol que se eliminara el trabajo infantil de la fabricación de pelotas de fútbol. Después de negociar con varias organizaciones sindicales, la FIFA anunció en agosto que pediría a todos sus afiliados que se adhirieran a un código laboral como condición para usar el sello de la FIFA. El código prohibe el uso de mano de obra infantil y otras prácticas laborales explotadoras. El control del cumplimiento del código se dejó en mano de organizaciones sindicales internacionales. A principios de 1997, dos asociaciones de fútbol de EUA subscribieron al código de la FIFA.
Estando bajo un intenso escrutinio las condiciones laborales de las plantas donde se cosen sus zapatillas deportivas, Nike y Reebok rápidamente se quisieron asegurar de que las pelotas de fútbol que se producen con sus marcas no se hacían con trabajo infantil. En noviembre de 1996 Reebok anunció que sus pelotas llevarían la inscripción "Garantizado: hecha sin trabajo infantil" para la primavera de 1997. El mismo mes, Nike y una firma pakistaní abrieron una planta para coser pelotas de fútbol en la que no se iba a usar mano de obra infantil.
Ahora se está intentando extender la campaña a pelotas para todos los deportes. También se intenta lanzar una fundación para educar y rehabilitar a los niños que dejen de trabajar haciendo pelotas. Las mismas organizaciones también trabajan para eliminar el trabajo infantil de los deportes olímpicos, con la Campaña Aros Libres.
2.7.3. El turismo y la infancia prostituida
Cada día aumenta el número de niños y niñas prostituidos en todo el mundo. Desde hace siete años, ecpat (end child prostitution and trafficking coordina esfuerzos para erradicar esta lacra.
Tailandia, 1993. Un grupo de turistas franceses, algunos de ellos hombres solteros. Cuando uno de ellos le comenta a otro que se va a buscar una niña prostituta, el compañero se siente ultrajado. Tienen una fuerte discusión pero, a despecho de esta, el primer hombre decide irse con la niña. El segundo hombre denuncia el hecho a la policía y hace arrestar a su compatriota.
De un tiempo a esta parte, los casos de abusos, de prostitución y de pornografía infantil han aparecido constantemente en los medios de comunicación. ¿Es que antes no existía esta explotación? Siempre se ha abusado de la infancia, pero probablemente nunca se había llegado a un nivel de comercialización tan feroz y global como el de hoy en día.
En Asia, los occidentales ayudaron a crear el negocio de la prostitución infantil. Algunos burdeles datan de la guerra de Vietnam o están situados alrededor de algunas bases militares de los EE.UU. Mas de un millón de niños y niñas son esclavos sexuales en Camboya, India, Filipinas, china,Tailandia, Taiwan y otros países. El desarrollo económico del sudeste asiático no ha ayudado a reducir esta plaga, continua habiendo miseria y cuando no es la propia gente del país la que compra o rapta a los niños/as para la prostitución, son los propios niños los que, para sobrevivir, se ofrecen en cualquier esquina.
El principal flujo de turistas ávidos de sexo infantil proviene de países económicamente desarrollados (Europa occidental, América del norte, Australia, Nueva Zelanda, Japón y estados del Golfo Pérsico) y se extiende por los países más pobres del sudeste Asiático, África, América Latina y el Caribe. Algunos países de Europa del Este, desde la caída del telón de acero, están empezando a atraer turistas sexuales y a exportar niños/as prostituidos/as hacia las zonas vecinas.
Ya sea por medio de Tour-Operators que explícitamente preparan viajes con oferta sexual de menores incluida o bien por libre, el usuario de la prostitución infantil busca la impunidad que le ofrece el ejercicio de esta actividad en el tercer mundo. Otros son sencillamente viajeros que por miedo al SIDA se van con niños y niñas; piensan que no están contagiados porque son muy jóvenes, cuando esta es una creencia absolutamente errónea . Vía Internet también, los explotadores sexuales han encontrado un potente medio de comunicación para intercambiar pornografía infantil o para informarse sobre nuevos "destinos turísticos".
2.7.4. Té y plátanos para lejanos consumidores.
¿Cuantos muchachos/as mueren cada año manipulando pesticidas en las plantaciones? Es raro que la noticia de la muerte de muchachos/as intoxicados en las plataneras de Centroamérica, por ejemplo, llegue a los periódicos.
En Bangladesh, Nepal y la India son la plantaciones de té, las que más incorporan trabajo infantil. En Assan el 70% de la mano de obra, horarios enormes y reducidos pagas. Esta situación genera altísimos beneficiosa las multinacionales del té y a sus socios locales.
2.7.5. Agricultura comercial
El esfuerzo físico requerido para cortar, cosechar y cavar en granjas o plantaciones pobremente mecanizadas puede ser abrumador. En las plantaciones de azúcar del Brasil, por ejemplo, los niños cortan cañas con machetes, una tarea que les pone constantemente en riesgo de mutilarse. Constituyen un tercio de la mano de obra y se ven involucrados en un 40% de los accidentes laborales.
Los pesticidas significan un grave peligro para los niños que trabajan en plantaciones, a los que son especialmente sensibles por estar en una etapa de crecimiento. Según un estudio citado por la OIT, en áreas rurales hay más muertes infantiles causadas por los pesticidas que por todas las demás enfermedades propias de la infancia juntas.
2.7.6. Entre la basura y el tráfico.
Ochenta millones de niños trabajan en las calles. En la periferia de Manila son doce mil, escalando las montañas humeantes de la basura para rescatar cualquier residuo útil. Lo mismo ocurre en las calles y en los basureros de muchas otras ciudades del Tercer Mundo. Un trabajo extremadamente arriesgado desde el punto de vista sanitario que atrae el desprecio sobre quien lo realiza. Otros venden periódicos, limpian cristales, parabrisas o son limpiabotas. Muchos en Asia hacen de animales de carga, transportando mercancías y personas sobre carritos, explotados por sus propietarios.
La motivación del Banco Mundial al promocionar la sericultura es crear lugares de trabajo, aliviar la pobreza y ayudar a grupos desventajados. Pero al no controlar ni restringir el uso de esclavitud infantil, lo que ha conseguido el Banco Mundial es potenciar una industria que descansa sobre la esclavitud infantil en todos los pasos de los procesos productivos. En las dos principales etapas, el devanado y el trenzado de la seda, de los niños que trabajan que no son hijos de los propietarios son esclavos un 100%. En Karnataka puede haber unos 100.000 niños esclavos.
Los niños pueden empezar a trabajar a los 5 años, ganando 10 rupias como mucho y sufriendo riesgos laborales y amenazas de abusos por parte de los empleadores.
Human Rights Watch ha pedido al Banco Mundial que deje de dar préstamos a la industria de la seda hasta que el gobierno indio aplique el Acta sobre (la Abolición de) la Esclavitud y empiece un proceso para identificar, liberar y rehabilitar los niños esclavos. También le ha pedido que implemente urgentemente programas que garanticen que los niños van a la escuela, puesto que esta es la única forma de romper el ciclo de la esclavitud.
El Banco Mundial niega que sea responsable ni cómplice del problema de la esclavitud infantil en la India. Durudee Sirichanya, una portavoz del Banco, dice que "El tema del trabajo infantil es complejo, puesto que en algunas áreas es esencial para la supervivencia de la familia. […] El Banco ha intentado crear el entorno adecuado para desalentar el trabajo infantil."
2.7.7. Industria de ladrillos en Camboya
Los niños usualmente trabajan con las manos desprotegidas, y a veces descalzos. A menudo se cortan y se les caen ladrillos a las manos y a los pies. Algunos trabajan con maquinaria pesada y muchos se cortan las manos o los dedos con las máquinas. Más de la mitad de los niños entrevistados por el Asian-American Free Labor Institute dijeron estar en deuda con su amo. La mayor queja era el cansancio.
2.7.8. La pesadilla de los juguetes
En la etiqueta estará escrito MATTEI, LEGO o CHICCO, pero el 80% de los juguetes de todo el mundo se fabrican en China (donde el propio Ministerio de Trabajo se muestra preocupado por la situación de los niños/as), en Tailandia e Indonesia. Niños y niñas que durante doce horas al día se encuentran en contacto con materiales plásticos inflamables, en ambientes sofocantes, sin casi comida y durmiendo en campamentos-guetos.
En el año 1933, dos fábricas de juguetes ardieron en Tailandia y China. Hubo centenares de víctimas, entre ellas multitud de niños/as. Contra los juguetes de procedencia hindú existe la campaña de boicot TOYCOTT CAMPAIGN (TOY=juguete).
2.8. El trabajo infantil en el tercer mundo
2.8.1 África
El 17 por ciento de la población activa en África son niños de entre 4 y 15 años. Los pequeños suelen desempeñar funciones de pastoreo o de vigilancia del ganado, incluso en época escolar, con la consiguiente repercusión negativa en su educación.
El estudio realizado por la OIT en Ghana indica que los niños de la calle, que se encuentran principalmente en los núcleos urbanos y no tienen lugar fijo de residencia, trabajan por su cuenta o para operadores de distintas actividades del sector informal. En Accra, la capital, el 88 por ciento de los niños de la calle no asiste a la escuela. El 96 por ciento son migrantes. Son niños que vagan de un sitio a otro, duermen en el exterior de edificios o tiendas en colchones de cartón o de paja y comen alimentos poco nutritivos que compran en la calle con sus escasos ingresos. Su jornada de trabajo empieza a las 4:30 de la mañana. Lustran zapatos, portean bultos, venden géneros diversos, mendigan…
2.8.2. Latinoamérica
En 1990 trabajaban en la región 7.300.000 menores entre los 10 y los 14 años. En San Salvador y otras ciudades brasileñas del estado de Bahía viven y trabajan aproximadamente 3.000 niños.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) apuntó, por su parte, el pasado mes de marzo, que en Haití existen entre 250.000 y 300.000 menores que trabajan como empleados domésticos en condiciones de semiesclavitud. Las tres cuartas partes de estas modernas cenicientas son niñas.
Las familias del campo, demasiado pobres para mantenerlos, envían a estos niños a familias conocidas e incluso allegadas de la ciudad, que se comprometen a facilitar su educación, alojamiento y alimentación a cambio de trabajo doméstico. Pero estas promesas se tornan, casi siempre, en explotación. Un 75 por ciento de estos domésticos infantiles no saben leer o escribir. En muchos casos, son huérfanos. Tienen que trabajar todo el día, pero no ganan nada y se alimentan de restos. Frecuentemente no duermen en camas, sino en el suelo, y, en el caso de las niñas, pueden sufrir abusos sexuales.
Un 80% de ellos sufre trastornos de estómago o dolores de cabeza como consecuencia de su aislamiento emocional, según los psiquiatras. Muchos parecen retardados física y psíquicamente, sin que lo sean. De hecho, una vez liberados de su situación e integrados en una comunidad pueden convertirse en los mejores alumnos de la clase. Ese trabajo es el destino que espera al 70 por ciento de la población menor de 18 años. Es decir, casi al 40 por ciento de los haitianos. La edad de los menores sometidos a semiesclavitud se sitúa entre los 11 y los 14 años y el 75 por ciento son niñas, según Unicef.
Los restaveks son cada vez más jóvenes a causa del empobrecimiento del país. Puede llegar a tener sólo 5 ó 6 años y cada vez trabajan para familias más pobres, con ingresos que normalmente no superan los 250 dólares al año y que no pueden satisfacer siquiera sus propias necesidades.
2.8.3. Asia
La OIT calcula que el 11 por ciento de la población de Asia está conformada por niños entre 4 y 15 años. Aunque en África la población laboral infantil es, en conjunto, más numerosa, la India sigue siendo un caso paradigmático en este terreno. Los menores de este país que trabajan, generalmente en condiciones muy duras, son unos 44 millones.
Los factores más determinantes del trabajo de menores en la India parecen ser la pobreza y el analfabetismo . El porcentaje de hogares en los que hay menores que trabajan aumenta de forma directamente proporcional al nivel de analfabetismo de los pueblos, en especial en el grupo de edad comprendido entre los 10 y los 14 años.
Los niños de la India trabajan en pequeñas factorías, hostelería, depósitos de petróleo, talleres de joyas, fábricas de alfombras y de cerillas.
En Sri Lanka se han dado casos, en los últimos años, de niños que han denunciado a sus empleadores por malos tratos. Las leyes de este país prohíben emplear niños menores de 12 años y a los que tengan entre 12 y 14 años durante el horario escolar. En 1995 se puso en marcha una campaña de sensibilización contra el trabajo infantil que propició la recepción de más de 2.000 denuncias en los 3 primeros meses (antes no se registraban más que entre 10 y 15 al año).
Sin embargo, pocos empleadores fueron condenados con el debido rigor. Ninguno fue a parar a la cárcel. En realidad, quienes salieron perdiendo fueron los niños: fueron enviados de vuelta con sus familias, en muchos casos demasiado pobres para mantenerlos, o a una institución de acogida. Algunos niños decidieron volver con el empleador denunciado.
El Servicio de la Policía para el Cuidado de los Niños de Sri Lanka estima que en este país existen unos 400.000 niños entre 5 y 14 años que trabajan para vivir, la mayoría como empleados domésticos el éxodo de alrededor de medio millón de mujeres que trabajan como domésticas en Oriente Medio explica, en parte, el acceso de los menores a este sector-.
2.8.4. La India, gigante del trabajo infantil
Junto a tener uno de las mayores tasas de analfabetismo en el mundo, la India tienen el mayor número de trabajadores entre cuatro y catorce años. El gobierno habla de diecisiete millones, la OIT de cuarenta y cinco millones, pero Swani Aquivesh del Frente de Liberación del Trabajo Forzado, admite que en el año 1994 había más de sesenta millones. Una ley de 1986 prohíbe a los menores de catorce años los trabajos más peligrosos o nocivos y reglamenta el resto. Pero la escasez de medios, la disgregación de las unidades productivas informales y la corrupción obstaculizan los controles. El Asia Labour Monitor, calcula que los muchachos pertenecientes a familias rurales sin tierra, producen cerca del 20% del PIB, en sectores como la agricultura, minería, hornos, fabricas textiles, de cerillas, sederías, de fuegos artificiales y en el gigantesco sector infantil urbano (transporte de cargas, comercios pequeños,…). Al menos cinco millones son esclavos, forzados a no poder abandonar el puesto de trabajo a pesar de no recibir paga, por deudas contraidas por su familia o porque los padres han recibido un anticipo sobre este trabajo.
El Tribunal Supremo hindú considera como esclavo todo el trabajo de los niños/as, no sólo porque no pueden elegir, sino porque no reciben el salario mínimo legal. A la India se le acusa, como a otros países, de practicar en sus exportaciones una competencia desleal basada sobre esta explotación.
2.8.5. Brasil, tierra de explotadores y explotados
La octava potencia económica mundial, tiene una renta per capita de 4900 dólares, gran cantidad de recursos y treinta y cuatro millones de pobres…..No nos podemos sorprender, es el país, quizás, más injusto del mundo, con un 2% de sus habitantes que controlan el 60% de la tierra, mientras los jornaleros trabajan diez horas diarias los siete días de la semana.
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