El reto, y por ello esta formulación de "educación en la libertad", está en el reconocimiento de la libertad humana efectiva y en su progresiva apropiación, expansión y educación, porque la libertad es educable y tiene que ser educada para evitar quedarse en el capricho o en el conceptualismo. La educación en la libertad empieza con la exploración y el reconocimiento de las operaciones propias de ese nivel de nuestra estructura consciente e intencional en el que vamos enfrentando problemas y tomando decisiones para resolverlos… o no tomándolas. Ese nivel no es el empírico, en el que tenemos datos de nuestros sentidos o de nuestra conciencia; por tanto, no responde solamente a apariencias y a sensaciones o sentimientos espontáneos e indiferenciados.
Tampoco es el nivel de la inteligencia en el que pretendemos entender esos datos y, por tanto, no responde meramente a imágenes, interpretaciones o comprensiones personales. No es ni siquiera el nivel de la reflexión crítica donde tratamos de contrastar nuestras comprensiones, interpretaciones y opiniones con la realidad mediante procesos de verificación y reunión de pruebas; por ello, la toma de decisiones no responde tan sólo a lo que objetivamente consideramos que es o no así en la realidad. Sin duda, el proceso de toma de decisiones pasa o debería pasar y necesita o debería necesitar, para ser auténticamente humanizante de todos esos niveles previos:
1. datos y sensaciones,
2. imágenes y comprensiones,
3. reflexión y juicio. Pero no basta con eso, va más allá.
El proceso humano de toma de decisiones no puede, si pretende ser humanizante, quedarse en lo meramente sensible o en lo inteligible de una situación; ni siquiera puede quedar en lo razonable porque, en la realidad, cuando nos enfrentamos a un proceso de deliberación, valoración y decisión, lo que estamos buscando es lo elegible de una realidad determinada, lo elegible o deseable desde el punto de vista de nuestro deseo de vivir en permanente construcción:
¿Qué es lo deseable para seguir realizando a plenitud mi deseo de vivir humanamente?
Esto es lo que buscamos en un proceso de toma de decisiones, por más pequeño o nimio que pueda parecer (Martín López Calva), esta es la realidad a la que nos enfrentamos, el camino en la decisión del ser actual y del ser futuro en contraposición con el ser pasado, aprendiendo de las experiencias y cubriendo poco a poco aquellas expectativas de necesidad humana y de esencia existencial, en lo que se concierne como lazos primordiales de la personalidad humana y de la existencia humana en su desarrollo propio de su ser y el tiempo.
El ser y el tiempo
Martin Heidegger, analiza la existencia humana, ya que el hombre es el único ser capaz de preguntar acerca de sí mismo. El ser humano se encuentra existencialmente en el acto de decidir o elegir, por un lado a:
1. Nivel formal:
El ser humano se encuentra en cuanto tiene un margen de libertad de movimientos que lo posibilitan.
2. Nivel de contenido:
El ser humano se encuentra en cuanto él tiene que ser, tiene la tarea de tener que decidir y elegir (citado en http://www.ideasapiens.com/).
Nadie más que la persona misma es el responsable y beneficiario directo de la decisión que tome referente a la libertad de su vocación profesional e igual sobre su libertad humana en constante observación y aprendizaje de la realidad en su profesión como vida y elección. Su supuesto fundamental es la libertad humana, ser libre no es sinónimo de tener éxito, sino de poder elegir; La relación con el no ser es la condición más importante de la libertad, ya que el ser humano debe de luchar constantemente por la libertad no puede elegir, tiene que elegir. Adopta la concepción del tiempo de Heidegger, que se determina desde el futuro: el comportamiento presente del ser humano está determinado por un propósito, una meta, una intención situados en el futuro.
Solo el ser humano está en situación de establecer una vinculación entre lo inexistente y sus acciones momentáneas; en esta comprensión de tiempo corresponde al pasado un significado que se determina a partir de un futuro, es decir, los sucesos del pasado son hechos y no pueden cambiar, pero al significado resulta el proyecto del instante sobre el futuro (Jean Sartre, citado en http://www.ideasapiens.com/). La fenomenología tiene por objeto de estudio los hechos mismos que se manifiestan en la realidad. Propiamente es una metodología para llegar al conocimiento de la esencia, despojando al fenómeno. La caracterización de la concepción humanista del hombre tenía por objetivo señalar la riqueza de la naturaleza del hombre, se sobreponen, se entrelazan y poseen una fuerte interacción, de tal manera que al pensar en una hay que tener siempre presente la realidad de las demás:
1. El hombre, como tal, sobrepasa la suma de sus partes. El hombre debe ser considerado como algo más que un resultado de la adición de varias partes y funciones.
2. El hombre lleva acabo su existencia en un contexto humano. Su naturaleza se expresa en su relación con los otros seres humanos.
3. El hombre es consciente La conciencia forma parte esencial de su ser.
4. El hombre tiene capacidad de elección. La conciencia hace al hombre, no mero espectador, sino participe de sus experiencias.
5. El hombre es intencional. La intencionalidad es la base sobre la cual el hombre construye su identidad.
El hombre tiene características que parecen inherentes a su especie, es capaz de expresar toda clase de sentimientos amargos y asesinos, impulsos anormales, deseos extravagantes y antisociales, así como también es digno de confianza, cuya característica tiende hacia el desarrollo, la diferenciación, las relaciones cooperativas, cuya vida tiende fundamentalmente a moverse de la dependencia a la independencia; cuyos impulsos ha sabido a armonizar en un complejo y cambiante patrón de autorregulación. De esta manera un individuo es verdaderamente y profundamente miembro único de la especie humana y no un descubrimiento que despierta horror (Freud, citado en http://www.ideasapiens.com/).
Teoría de la personalidad
Dentro de la disciplina psicológica el desarrollo del estudio de la personalidad se ha caracterizado por una atención cada vez mayor a la relación existente entre la teoría y la conceptualización. Durante el periodo de su infancia, el individuo posee los atributos siguientes:
a) El marco de su referencia interna es su experiencia.
b) Actualiza su organismo.
c) Reacciona ante su realidad, de acuerdo con lo que conoce.
d) El individuo se porta como un todo organizado.
e) Su experiencia va acompañada de un proceso continuo de valoración.
f) Busca sus experiencias.
Desarrollo del yo
Una vez que existe la simbolización, se da cuenta de que existe y de que actúa, describiéndose como experiencia del yo. La interacción entre organismo y medio da como resultado una conciencia de que forma parte del campo de la experiencia total.
La noción de Yo se desarrolla y se exterioriza, se desarrolla también lo que se ha llamado necesidad de consideración positiva. Ya que al satisfacer una necesidad se va cubriendo de una gran experiencia, llevándolo hacia una tendencia de actualización (http://www.ideasapiens.com/), actualización que en gran parte de la existencia humana nunca termina, pues siempre se está en constante lucha con la parte del tener sentido en la vida, de que todas las cosas que sucedan siempre tengan una base para verificar, situación importante en la vida humana, pero igual no todo en la vida es ciencia, se encuentra la existencia, la esencia y el valor del Ser, una persona encaminada a la verdad, pero sin dejar de ver la realidad existencial.
Identidad profesional y el tener sentido
Por lo visto mucho de lo que vivimos tiene bases totalmente científicas, pero realmente que es lo que hacemos con nuestra parte humana ante la lucha de nuestras metas, pues las simples ideas que tienen sentido también pueden conducir al conocimiento.
El rigor científico de lo que deber ser un profesionista está allí, en los libros, para quien quiera pasear con la veracidad y sólo con la veracidad.
Pero recordemos que en ocasiones el ser humano igual piensa con otras partes del cuerpo que no son el cerebro. La intuición, la improvisación, son formas de creación y de conocimiento que usamos todos los días.
Es tal su riqueza y su utilidad que difícilmente podrán ser desplazadas por la ciencia. Tenemos entonces que aprender a movernos en varios mundos simultáneos. Son senderos de conocimiento que, en ocasiones, se complementan y en otras se contradicen.
¡Somos nosotros los que tenemos que optar!
Allí está la gran diferencia, el aprender tanto por igual de los libros pero enseñar más por la vida, logar que esos libros sean parte de una escuela, la escuela de la vida que nos forme y eduque hacia una identidad en nuestra profesión.
Identidad y profesión
El concepto de identidad puede ser definido por diferentes disciplinas:
1. Filosóficamente, el origen del concepto de identidad se expresa en los antiguos griegos como el resultado de una cierta tendencia de la razón a reducir lo real a lo idéntico.
2. El diccionario de la Real Academia Española, lo define como calidad de idéntico hecho de ser una persona o cosa, la misma que se supone o se busca.
3. La psicología aporta definiéndola como el conjunto de rasgos o cualidades que se le atribuyen a los otros y que sirven para describirlos, por lo tanto, para identificarlos, designándose la identidad como la imagen que los demás se forman de alguien o algo.
La identidad también puede definirse como la diferenciación del ser, en relación a otros de los cuales queremos separarnos, distinguirnos. La búsqueda de la identidad genera crisis y conflictos, los cuales son o deben ser el motor de los cambios en los pensamientos colectivos, como procesos de enriquecimiento de esa identidad. Sin esos conflictos, es difícil que se produzcan los cambios que se desean alcanzar (T, Dornell, et al, citado en http://tsocial.ulagos.cl/).
El crecer puede ser visto como proceso o como resultado. Como resultado tiene que ver con el cumplimiento de las tareas de desarrollo de una determinada edad, que incluye siempre alcanzar los niveles de independencia, seguridad y desarrollo intelectual que la misma requiere. Como proceso, el crecer nos lleva a considerar toda la dinámica de vínculos, vivencias personales y condiciones sociales que articulan la vida de una persona en un contexto dado.
El crecer se puede entender como el proceso de conformación de una identidad determinada o la configuración de la personalidad a través del enfrentamiento de las contradicciones que la cotidianidad nos va creando en determinadas condiciones socioeducativas.
En su crecimiento, el sujeto va elaborando una situación personal independiente y responsable, estableciendo vínculos y compromisos sociales más complejos; este camino conlleva un necesario aprendizaje constante de roles y un enfrentamiento activo de conflictos y obstáculos al desarrollo. El crecer ha sido definido, más sintética y operativamente, como "un proceso continuo de pérdidas y adquisiciones" (Cucco, M. 1993, citado en http://personales.com/).
Si estas pérdidas y adquisiciones se dan a través de un reaprendizaje de la realidad y favorecen el cumplimiento de las tareas del desarrollo, nos conducirán a una situación independiente y socialmente responsable que nos da los recursos para enfrentar las contradicciones de la vida cotidiana y alcanzar una identidad personal adecuada.
El concepto de profesión a mi parecer basándome en la experiencia que he tenido como estudiante no es otra cosa que un oficio al que las personas se dedican habitualmente, que sirve como medio de vida y eventualmente como forma de realización personal.
Una profesión que se ha decidido y que si se cuestiona si en la orientación la toma de decisión es exclusivamente vocacional o de vida desde una perspectiva holistica, lo que decida y haga la persona le afecta de una forma o de otra en todos los aspectos de su vida.
Más aún, se subraya que las decisiones no son súbitas o espontáneas, sino que se conforman lentamente, muchas veces de manera inconsciente, y se argumenta que con experiencia y madurez el contacto con la realidad hace que el individuo tome decisiones mejores y más informadas (Krumbolz, 1994, citado en Sánchez Escobedo).
A lo cual representa de gran importancia el poder abrirnos a la observación en sí de todo lo que representa la vida y la profesión que hemos elegido, el considerar todos los aspectos no como partes independientes sino como partes totales de lo que representa una vida y una profesión o mejor dicho de una identidad en el éxito profesional.
Sugiere que la vida es una oportunidad para desarrollar el máximo de las potencialidades hacia una realización exitosa, de satisfacción y felicidad, para este autor, la diferencia entre los individuos exitosos y quienes no lo son, depende de la "claridad al fijarse el objetivo de tener éxito y de decidir con perseverancia y tenacidad, nunca darse por vencidos" (Martínez del Río, 1996, citado en Sánchez Escobedo), muchas veces el cual se ve truncado por no haber sabido escoger de manera correcta el objetivo, de no haber reflexionado de forma concreta y objetiva de los pensamientos y habilidades en los cuales la persona se siente vinculada a lo que se le suele conocer como el tipo de personalidad, pero teóricamente cuáles son estos aspectos que remencionan para determinar que un persona o bien una personalidad sea más acorde a determinada profesión, estos aspectos son los que se supone los tipos que representan resultados comunes de maduración personal en nuestra cultura. Se describe a cada tipo en función de un modelo teórico creado con varios objetivos en mente:
a) delinear únicamente el esqueleto de las experiencias que llegan a conformar un tipo particular de persona,
b) mostrar cómo la experiencia de la persona conduce a una disposición especial y cómo dicha disposición lleva a una amplia gama de conductas humanas,
c) proporcionar modelos teóricos que se conformen con los testimonios viejos y nuevos que se tiene acerca de los tipos. (John Holland).
"Ser la persona que uno realmente es"
Implica también otras características, una de ellas que quizá ya haya sido señalada de manera implícita es que el individuo comienza a vivir una relación franca, amistosa e íntima con su propia experiencia (Carl Rogers), y que esto surge cuando las personas ya después de haber iniciado la profesión se van topando con diversas experiencias que fortalecen y declinan la adversidad del hombre que se forma para tener con una base y educación de la información errónea, y no para ser una persona, que implique eso mismo, el ser, alguien que camine en la vida aprendiendo de las experiencias que esta brinda en una existencia pura y singularmente humana del ser más que alguien informado de la vida y no de alguien formado para la vida.
Solo así podemos decidir con auténtica libertad qué queremos ser y por qué queremos ser lo que queremos y podemos ser frente a los otros (Reyes-Heroles), una persona no solo centrada en una experiencia con la vista en una sola dirección, sino alguien con una visión humanista en su profesión.
La visión holística es, entonces, inteligencia, percibe la realidad independientemente de toda norma, es una percepción creadora que tiene la capacidad de penetrar lo desconocido.
En esta visión no existe separación entre lo observado y el observador, y sólo puede venir a una mente que está abierta, indagando, viva; una mente que tiene espacio y está en silencio (Gallegos Nava), dentro de lo cual lo esencial es la inmediata flexibilidad del profesionista para abrir su mente a otras realidades de la vida, aceptar y aprender de las otras realidades unificadas de otros profesionistas y lograr con ello una identidad profesional fuerte y madura creada en una vida dentro de una educación consciente.
El puente de la educación consciente
La educación holista es un viaje a través del puente de la libertad, desde un estado de relativa dependencia conductual inconsciente hasta un reconocimiento de la responsabilidad, de la interconexión de todo y del propósito humano dentro de esa totalidad.
El viaje educativo a través del puente es totalmente necesario para ser miembros responsables de la familia humana, es un proceso transformador de la vida basado en un profundo cambio de la conciencia, el despertar espiritual y cultural.
Al nacer entramos al puente de la vida y dependemos de nuestros padres u otras personas para nuestra supervivencia: es un estado de no autonomía.
Conforme crecemos, empezamos a aprender cómo cuidarnos a nosotros mismos y comenzamos a viajar de un estado de dependencia a uno de independencia. El proceso que va de la dependencia a la independencia significa recorrer la mitad del puente educativo; es un proceso cuyo éxito depende de una educación cuidadosa en el niño y el adolescente y en el que la confianza juega un papel crucial:
"la confianza es la actitud de disponibilidad y total apertura del niño hacia el adulto; cuando un niño pierde la confianza, sus posibilidades educativas se ven seriamente disminuidas, su capacidad de aprender se limita".
Por ello, es muy importante no engañar al niño ni traicionarlo cuidando siempre que no pierda su confianza. Ésta evoluciona en el proceso educativo de uno mismo hacia los demás y la vida en general; es nuestro primer soporte de un buen aprendizaje (Gallegos Nava), será esta misma confianza y madurez que nos enfocara en la vida y dará los recursos necesarios para vivir y experimentar la profesión actual o futura.
Las experiencias que en la vida se obtienen en relación con lo antes mencionado, respecto al decidir por nosotros mismos una profesión acorde a las expectativas que cada persona tiene de lo que fue, es y será su vida.
Es bien sabido que no todas las cosas serán perfectas. ¿Cómo podrían serlo? Todavía estamos en el camino. Aunque haya elegido usted a un maestro y siga las enseñanzas con la mayor sinceridad posible, a menudo se encontrará con dificultades y frustraciones, contradicciones e imperfecciones. No sucumba a los obstáculos ni a minúsculas dificultades; con frecuencia no son más que las emociones infantiles del ego.
No permita que le impidan ver el valor esencial y perdurable de lo que ha elegido. No permita que la impaciencia le haga renunciar a su compromiso con la verdad (Sogyal Rimpoché), gran parte de esta vida, experiencia, conocimiento y sobre todo base para decir de manera objetiva y a la vez subjetiva que el ahora individuo que sale a la realidad no del mundo sino de su propio mundo que abre sus puertas a la vida de la educación, a la educación diaria de una identidad profesional.
Reflexiones
"Si tienes la mente vacía, siempre está dispuesta para cualquier cosa; está abierta a todo. En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la del experto pocas"
Susuki-Roshil.
"El hombre no es solamente capaz de lograr la liberación estética o la creatividad artística sino que su principal obra de arte es su propia vida"
Bernard Lonergan.
Gracias
REFERENCIAS
• Fundación Televisa. El libro de los valores, ¿tienes el valor o te vale? Edit. Televisa, México, 2005, pág. 126.
• Gallegos Nava, Ramón.. Educación holista, pedagogía del amor universal. Edit. Pax México, México 1999, págs. 50-52..
• Holland, John. La elección vocacional, teoría de las carreras. Edit. Trillas, México, 1975, 1ª edición, pág. 26.
• http://personales.com/bolivia/sucre/icombolivia/motiva.htm
• http://tsocial.ulagos.cl/ensayos/trabajos/trabajo%grupal.doc
http://www.ideasapiens.com/psicologia/cognitiva/tercera%20fuerza_%20psic_%20hu manista.htm
• López Calva, Martín. Educar la libertad, más allá de la educación en valores. Edit.
Trillas, México, 2001, 1ª edición. págs. 72-73.
• Reyes-Heroles, Federico. Conocer y decidir. Edit. Taurus, 2003, México, 1ª edición, págs. 100-101 y 218.
• Rogers, Carl. Psicología. Edit. Paidos, Argentina, 1961, pág. 157.
• Rimpoché Sogyal. Saber vivir, saber morir. Según la sabiduría tibetana. Edit. Urano, España, 1994-1996, págs. 93-94.
• Sánchez Escobedo, Pedro Antonio, et al. Teoría y práctica de la orientación en la escuela, un enfoque psicológico. Edit. Manual moderno, México, 2003, pág. 83 y 93- 94.
• Uri Geller, et al. Despierta tu capacidad para sanar, curar con la mente. Edit. Integral, España, 1999, págs. 122 y 189.
Autor:
Antonio Reyes Loría Barrero
Asesora: Edith Araceli Aguiñaga Santoyo
Valladolid Yucatán, Febrero 2006
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