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Cerebro y Sexo – Nueva Concepción de la Sexualidad Humana (página 2)

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Periodo estro o entrar en celos

En lo que respecta a los mamíferos ?con la excepción de los humanos modernos? los cambios fisiológicos asociados con el cortejo y el apareamiento permiten asegurar que éste tenga lugar durante un periodo limitado llamado estro, conocido también como «entrar en celos», al breve momento del ciclo reproductor de la hembra en que los óvulos son liberados por los ovarios y ésta es receptiva al apareamiento. La frecuencia y el momento del estro varían según la especie.

El estro suele estar programado de manera que el nacimiento tiene lugar cuando las condiciones del entorno son más apropiadas para el crecimiento de la cría, por ejemplo en primavera, cuando las temperaturas son relativamente suaves y las hierbas, los arbustos y los árboles echan sus hojas nuevas, proporcionando alimento para el desarrollo de la cría. Para que los animales no pierdan esa oportunidad, la selección natural ha favorecido el desarrollo de señales, tales como fuertes feromonas acompañado de la hinchazón de los genitales que se advierte en las hembras de mandriles y otros primates, que anuncian al macho cuándo una hembra se encuentra en estro o celo y está preparada para el apareamiento con fines reproductivos.

Los humanos somos una especie que después de la adolescencia estamos siempre en celo, por lo general nos vestimos para agradar y atraer, adoptamos posturas coquetas, proyectamos ilusiones e imágenes para conquistar.

El imperativo biológico es la transmisión de genes a través de la reproducción sexual. El sexo reproductivo en parejas genera variabilidad genética entre las descendencias que poseen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse.

Influencia del ciclo menstrual

La manera como una mujer mira al hombre está influida por las etapas del ciclo menstrual. Recientes investigaciones han permitido concluir que el rostro de una mujer se hace más simétrico durante la ovulación, que es el momento más fértil.

Cuando un óvulo no fertilizado baja del ovario por las trompas de Falopio al útero produce cambios hormonales en el rostro de la mujer. Un efecto es la retención de agua en los tejidos blandos de la cara que ayudan a suavizar ligeras asimetrías en el rostro. Por lo general los rostros simétricos son los que reconocemos como bellos; pues la simetría según la evolución, es señal de salud y buenos genes; es decir, que la belleza es un señuelo para hallar pareja.

En caso de duda las mujeres pueden tomarse dos fotografías al natural; es decir, sin nada de maquillaje; una, durante la menstruación y la otra durante la ovulación. Comparándolas encontrará que durante la ovulación el rostro se ve más simétrico; con mejor color de las mejillas y los labios; los ojos se ven más grandes y claros por tener pupilas más dilatadas; observe también las sutiles diferencias de las orejas y de la nariz.

Un consejo: Las fotos debe hacérselas tomar con maquillaje; porque con el maquillaje usted puede lucir más atractiva, más saludable y lista para procrear todos los días del mes. Bien usado es de gran ayuda para cubrir imperfecciones del rostro que puedan delatar señales de enfermedad, infertilidad o vejez. Pero cuando esté ovulando puede ahorrar maquillaje a la hora de tomarse las fotos.

Un detalle más, el gusto de las mujeres cambia también durante el ciclo menstrual. Mientras están ovulando los prefieren más masculinos, es decir con una fuerte quijada, frente grande, musculoso, movimientos ágiles y varoniles; indicadores de haber recibido una buena dosis de testosterona y de poseer buenos genes que garanticen hijos sanos; pero pasada la ovulación desean un hombre con algunos rasgos femeninos, que sugieren que es más familiar, tierno, cálido y honesto y por tanto más garantía de que ayude en la crianza de los hijos.

Los hombres son más atractivos en lo mejor de su etapa reproductiva, esto es, de los 20 a los 30 años. Ellos las prefieren con figura de reloj de arena que aparece cuando desarrollan senos y caderas anchas indicadores de un equilibrio hormonal correcto y apto para la procreación. Las mujeres que tienen problemas hormonales producen demasiada testosterona e insuficiencia de estrógeno y por eso tienen cuerpo amachado.

Cuando el hombre emite una hormona llamada svasti, activa en la mujer una hormona ubicada en sus glándulas mamarias que producen simpatía hacia él; pero si emite la hormona conocida como sauvástica, activa una hormona en los riñones de la mujer haciendo que se produzca el rechazo

Cuando una mujer emite feromonas procedente del lóbulo anterior o adenohipófisis, así sea joven y bella, inteligente de sobresalientes virtudes no atraerá al sexo opuesto cuya química no es la adecuada para sentirse atraído. Con razón dicen los incompatibles: «No hay química» «esa mujer no me mueve la aguja»

Las mujeres emiten principalmente feromonas de atracción; en cambio los hombres segregan hormonas reflejas de aceptación o de rechazo. Aunque para ser sinceros en mayor abundancia las de aceptación.

Actualmente los humanos no dependemos tanto del uso de las feromonas (aromas) para el apareamiento, porque el uso de los perfumes ha alterado el olfato primitivo.

La observación de que el sudor humano adquiere determinado olor sólo a partir de la pubertad, sugiere que las feromonas incrementan las interacciones sociales de los hombres con las mujeres a partir de la edad que se puede ser reproductivo

Una investigación en el año 1971 descubrió que las amigas íntimas que pasan mucho tiempo juntas o comparten el mismo cuarto sus ciclos menstruales se sincronizan o comienzan con una diferencia de un día o dos debido a la emisión de feromonas. Es sabido también que si se frota sudor de una mujer en el labio superior de otra, sus ciclos menstruales se sincronizan con uno o dos días de diferencia.

Química del amor

Hace apenas una década que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema límbico y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.

El Dr. Jack Nitschke un neurocientífico que investiga en la universidad de Wisconsin la química del amor dice: "Estamos tratando de cambiar la idea del amor, en cuanto a que es una noción prácticamente celestial, a una que en realidad tiene una base biológica en la que sea posible determinar verdaderamente cuáles son los fundamentos neurológicos de esta emoción positiva"

Los teólogos contemporáneos de Darwin decían que Dios había creado las flores de las plantas, las plumas de las aves, los ornamentos de las mariposas para inspirar la admiración y la devoción de los humanos; pero hoy sabemos a ciencia cierta que las plantas y los animales utilizan una variedad de señales visuales, auditivas y químicas durante el cortejo y el apareamiento. Los pavos reales son un clásico ejemplo de evolución que funciona a través de la selección sexual. Sólo los pavos fuertes, saludables y aptos para la procreación desarrollan la cola más larga con gran número de vistosas plumas y muchos ojos

Hoy se sabe que el amor como cualquier otra emoción posee un componente biológico detectable mediante análisis de la sangre y observación del cerebro bajo escáner. Cuando nos enamoramos estamos virtualmente locos porque se bajan los niveles de serotonina.

La dopamina, la feniltilamina y la norepinefrina que son los químicos responsables del insomnio, el anhelo, la euforia, la pérdida del apetito, y las fijaciones mentales son segregadas cuando estamos enamorados.

Al inundarse el cerebro de feniletilamina, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor que nos impulsa a repetir un comportamiento que nos proporciona placer), norepinefrina y oxitocina que además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, es un mensajero químico del deseo sexual, y de esta forma se dan todas las mezclas químicas del enamoramiento.

Los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, afirman que el cerebro de una persona enamorada contiene grandes cantidades de feniletilamina, responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos loquitos de amor.

Si no desea que se aprovechen de su adicción a la feniletilamina que produce el enamoramiento puede consumir una buena barra de chocolate; pues, se sabe que eleva los niveles de este neurotransmisor; otra alternativa aún más saludable es hacer ejercicios físicos para elevar de manera natural este neurotransmisor. .

Ser adicto al sexo y a las sensaciones producidas por el amor es similar a cualquier otra adicción. Amar por el placer de experimentar los cambios químicos que suceden, sin importar si el ser amado se merece nuestro amor, es una forma de adición como cualquier otra, con todas sus perjudiciales consecuencias.

Cuando hablé de la serotonina dije: Personas sanas, sin desorden siquiátrico o enfermedad médica cuando se encuentran muy enamorados comparten con el paciente siquiátrico una relación común a nivel del sistema serotónico. Shakespeare fue profético al decir: "El amor es sólo una locura" Hoy experimentalmente se sabe que la locura y el enamoramiento son químicamente similares.

El enamoramiento en la adolescencia es una locura temporal porque el organismo recupera los niveles normales de las sustancias que hacen parte de la química del amor. El mayor índice de separación matrimonial se da en las parejas que se casan demasiado jóvenes porque la decisión es más química que racional.

Si al estar frente a una persona sientes calor, pareces volar, tus pulsaciones se aceleran, tu estómago se hace nudo, sudan las manos, tiemblan las rodillas es porque esa persona logró impresionar a tu amígdala y a otros núcleos emotivos del cerebro que ha dado la orden a tus sentidos para que reaccionen a la posibilidad de apareamiento. Así el hipotálamo te ayude a controlar la situación bochornosa, la corteza prefrontal informa que estas enamorado, que inconscientemente deseas aparearte.

Un individuo bajo la influencia de la química del amor se siente tan atraído que desea estar con la otra persona así sea sólo para conversar, sonríe por todo, siente que sus palabras son románticas, su sonrisa es tierna y cautivadora, todo en la otra persona le parece agradable. El efecto de la química psico-sensorial-emocional-sexual de las feromonas ha hecho su trabajo. En muchos casos de nada sirve el consejo de los padres, parientes y amigos. Bajo el efecto de las feromonas y hormonas nada importa si es vieja o demasiado joven, ni el estado civil ni las condiciones sociales de la pareja. Prima la complacencia emocional y la satisfacción de placeres.

Los síntomas del enamoramiento son el resultado de complejas reacciones químicas muy similares en todos los humanos, así todos lo creamos único. La cirrosis es una enfermedad del hígado, el enamoramiento es una enfermedad transitoria del sistema nervioso autónomo que involucra el cerebro.

La expresión común entre los enamorados «hay química entre los dos» es muy acertada.

Neurofisiología de la atracción

La atracción comienza con la dilatación de las pupilas cuando miramos a alguien que nos resulta atractivo(a). Si se es correspondido el cerebro de ambos segrega dopamina y el sistema endocrino segrega adrenalina que lleva más sangre de lo normal al estómago causando esa sensación de mariposas; y al fluir más sangre por nuestros cuerpos nos sonrojamos, incrementándose el rojo de nuestros labios y mejillas.

¿Por qué nos atrae determinada persona? Antes de que una persona se fije en otra para entablar una relación amorosa ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de esa persona y no de otra. Algunos sexólogos (entre ellos John Money) afirma que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos infantiles. En otras palabras, los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar ya están en nuestro cerebro antes de entrar a nuestra romántica adolescencia.

La imagen del padre, de la madre, de un pariente muy querido o de cualquier otro ser amado del pasado, gravadas en nuestro cerebro, influye en la formación del patrón de las personas que nos resultan atractivas. También sucede que a un nivel inconsciente el cerebro percibe las feromonas o sustancias químicas invisibles, transpiradas por todos los mamíferos en edad productiva y porque identifica si la persona posee buen sistema inmunológico que garantice una prole sana. La voz y los gestos revelan el nivel de testosterona en el hombre o del estrógeno en la mujer que atraen, según las preferencias sexuales. A los hombres homosexuales les puede atraer percibir niveles elevados de testosterona, etc. Las experiencias infantiles ayudan a construir nuestros tipos ideales del amor. Los gustos de papá y mamá influyen en los nuestros.

En general las mujeres asocian rostros de quijada y frente grande; y cuerpos atléticos con fuerza para defender el hogar y genes sanos para la descendencia sana.

La atracción es también ansia de apareamiento caracterizada por entusiasmo y fijación mental con el recién conocido, incertidumbre y miedo por lo que pueda pasar en términos de formar pareja.

Advertencia: la atracción bioquímica dura de 2 a 3 años porque las neuronas del sistema límbico terminan por habituarse con la feniletilamina (la anfetamina natural) segregada durante la atracción y a partir de dicha fecha disminuye y es cuando las parejas empiezan a ver los defectos que sólo veían los parientes y amigos.

El padre de la frenología, el médico y anatomista alemán Franz Joseph Gall, a finales del siglo XVIII identificó el área del amor; eso explica porque los amantes se estimulan esa área mientras hacen el amor:

Responsabilidad maternal y paternal

El amor es una especie de demencia necesaria para la conservación de la especie humana, justificable cuando social y culturalmente no habíamos avanzado tanto. Hoy año 2007 las cosas deben ser diferentes. Debemos pensar en el futuro, física y mentalmente, de los hijos.

Es importante estar conscientes de la química del amor para saber distinguir entre necesidad de amar y de experimentar sexo o si en realidad estamos frente a una persona con quien deseamos tener hijos y permanecer juntos ojalá hasta que ellos estén adultos. Hay que saber si sólo estamos teniendo un buen sexo o en realidad sentimos apego.

En un programa de televisión de Discovery Health la antropóloga Helen Fisher dio la siguiente opinión: "Yo no uso la palabra amor porque para muchas personas hay diversos sentimientos y significados del amor. En cambio divido el amor en tres sistemas básicos de apareo-emoción. Ellos son: Lujuria, el ansia de satisfacción sexual; segundo, el Amor Romántico, la dicha y euforia del primer amor; y el tercer sistema de emoción?motivo en el cerebro es el Apego, ese sentido de calma, de paz y seguridad que depara una pareja permanente. Son sentimientos muy distintos. La Lujuria no es más que el afán de satisfacción sexual que puedes sentirla cuando vas conduciendo tu auto, lees un libro o ves una película, es un deseo, un impulso de apareamiento que evolucionó hace millones de años para impulsarte a buscar lo que hubiera. Pienso que entonces surgió el Amor Romántico para hacer que concentraras tu energía sexual en un solo individuo a la vez. Y ese Apego, ese tercer sistema emoción-motivo, evolucionó para permitir que toleraras ese individuo como pareja el tiempo suficiente para criar un hijo determinado"

Para la doctora Fisher las etapas del amor tienen base tanto en la química y fisiología del cerebro como en la psicología; porque a las emociones no les corresponde un único sistema en el cerebro, sino múltiples sistemas que mezclan entre sí procesos cerebrales y corporales; con lo que estoy totalmente de acuerdo.

Todo adolescente, hombre o mujer, antes de hacer el amor sin protección contra embarazo debe responderse con absoluta sinceridad: ¿Verdaderamente la amo o lo amo o estoy respondiendo a una necesidad biológica? Antes de responderse recuerde que como adolescente tiene un cerebro cuya corteza prefrontal, la encargada de tomar sabias decisiones, no está plenamente desarrollada y perfectamente conectada al cerebro emocional o sistema límbico. También debe tener presente que el amor con apego es una fuerza inspiradora y la más profunda expresión como humanos; y que la simple atracción o deseo sexual es un impulso primitivo y usted es mucho más que un primate que no quiere exponerse a contraer el sida o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual y traer hijos sin las más mínimas garantías de ser bien criados y educados.

Mi recomendación si no se está con una pareja estable: sin condón ni pío hasta que sea un adulto y cuando ya lo sea hasta cuando esté frente a la persona con un alto cuociente de compatibilidad como para decidirse a tener sus hijos, antes no, por favor.

Amigo lector adolescente permítame hacer una recomendación más, basada en mi experiencia personal. Como desde muy joven me percaté de que el impulso sexual nubla la razón, empleé la siguiente técnica para saber si estaba frente a la mujer con quien debiera tener hijos. Como es común, en ocasiones disgusté con algunas de mis novias y puse fin a la relación sentimental. Durante la separación mi instinto y energía sexual me acosaba para la reconciliación, pero una pizca de razón me decía que no valía la pena regresar, que existían factores de incompatibilidad que hacían difícil una relación de largo plazo, que fueran garantía para mantener juntos después del advenimiento de los hijos. Con algunas fue muy difícil tomar una decisión racional, porque hubo un buen sexo. Para evitar volver a la cama con quien no me llenaba plenamente, razoné de la siguiente manera: estoy consciente de mi necesidad fisiológica de dar salida al semen, de satisfacerme sexualmente, entonces me masturbo y eyaculo, descargo toda mi energía sexual que pueden afectar mi buen juicio para tomar una decisión más cerebral que peneal (o clitoral en caso de las mujeres). Les cuento que en muchas ocasiones me dio resultado y logré alejarme sin ser esclavo de mis simples deseos carnales. Y así logré mantenerme soltero sin hijos hasta los 39 años. Actualmente tengo 4 hijos, sin alejarme un solo día de ellos y de mi esposa con quien aspiro y deseo estar hasta que la muerte nos separe.

Lujuria y apareamiento

Cuando les hablé de los lóbulos cerebrales les advertí que los adolescentes (hombres y mujeres) aún no tienen un cerebro completamente desarrollado. Para decirlo claramente, en la adolescencia la corteza prefrontal no se halla completamente desarrollada y conectada, está incompleta, lo que explica el carácter impulsivo en estos años, el preocuparse por el hoy y el mañana sin importar el futuro, porque ejerce predominio la amígdala. La buena y completa conexión entre la amígdala y la corteza prefrontal nos ayuda a regular nuestras emociones, pero esta conexión no se completa si no hasta cuando se termina la adolescencia y comienza la adultez.

En otras palabras, la naturaleza nos prepara para un apareamiento temprano incrementando la testosterona en los chicos y el estrógeno en las chicas, que dan el aspecto masculino y femenino respectivamente, pero con un cerebro sin desarrollarse y conectarse por completo.

La testosterona y el estrógeno incrementan el deseo sexual en los chicos y en las chicas respectivamente, hasta tal punto que nublan la razón. Se sabe que los hombres violadores sexuales cometen esta aberrante conducta durante las edades que experimentan mayores niveles de Testosterona.

Rita Carter en su maravillosa Obra EL NUEVO MAPA DEL CEREBRO, dice: "Infinidad de estudios psicológicos han enseñado que la gente metida en el torbellino de esta tormenta hormonal se separa de la realidad más de lo normal, sobre todo cuando se trata de hacer evaluaciones acerca de la persona a quien aman. Es muy sabido que son ciegos a los defectos del otro y excesivamente optimistas en cuanto al futuro de la relación. Visto con frialdad, el amor romántico es una forma de locura inducida químicamente y una base desastrosa para la organización social, como bien demuestra el índice de divorcios en el mundo occidental"

O como dijo el griego Antífanes quien vivió entre los años 388 y 311 antes de nuestra era: "Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado"

Si después de que pasa el efecto químico del sexo y del amor, la incompatibilidad no es tan grande puede sobrevivir la relación gracias al advenimiento de la segunda fase llamado apego. De lo contrario, al sentirse cada vez menos enamoramiento se incrementa la insatisfacción, la frustración, el odio y la inevitable separación o desapego de la que hablaré después. El logro de un matrimonio feliz y de una vida familiar en armonía, sin conflictos ni tensiones perjudiciales es fuente de salud física, mental y social.

Apego

Apego es una sensación de calma y seguridad que se logra cuando la relación amorosa logra su anhelada estabilidad. En esta fase el cerebro incrementa la producción de endorfinas (la Morfina Natural), la oxitocina y la vasopresina, que por lo general se inicia cuando la pareja empiezan a cuidar el primer hijo.

Si desea saber el grado de apego debe descubrir que tan alto es el cuociente de compatibilidad con su pareja. Como hombre he tenido bien claro tres factores para tener una relación estable con mi esposa. Ellos son: uno, ser económicamente responsable; dos, emocionalmente estable; tres, sexualmente complaciente. Estos tres factores se deben cumplir en igualdad de importancia. Fallar en cualquiera de ellos pone en peligro la estabilidad de la relación conyugal. Por ejemplo, un hombre puede ser económicamente responsable, emocionalmente estable, pero si es un pésimo amante, sexualmente hablando, la pareja está en peligro de disolución; un hombre puede ser súper buen amante, ser económicamente responsable pero si es un mujeriego infiel, la unión conyugal tambalea hasta que se rompe; un hombre puede ser fiel, es decir emocionalmente estable y además es sexualmente complaciente, pero económicamente es irresponsable, es un mantenido, es un vago improductivo, tarde o temprano se da la separación. ¿Cómo logro cumplir con los tres factores? La respuesta es simple: Vivo AMPM. Ya lo entenderá cuando decida vivir AMPM. Una mujer que convive con un hombre que cumple los tres factores mencionados está dispuesta a complacerlo en todo.

Una pareja que vive AMPM fácilmente logra afinidad y similitudes en los demás factores: ideas religiosas, políticas, hábitos, gustos: música, fiestas, etc. el cuociente de compatibilidad se eleva a 10 sobre 10.

Los sentimientos de comodidad y seguridad del apego deben ser complementados con los de la pasión amorosa y sexual. El apego es conexión con otro humano que debe consolidarse con el tiempo. Formar pareja debe ser esencial para las mujeres y apropiado para los hombres.

En este manual doy muy buenas sugerencias para ser sexualmente complaciente sin tener que ser un súper hombre.

El apego es una forma de adicción a las emociones que nos proporciona la pareja; por eso cuando la otra persona deja de proporcionarlas el síndrome de la abstinencia nos provoca desapego.

La monogamia es una solución social para una exigencia biológica. En cierta época y región, en la antigüedad, los hombres decidían con quien casarse y las mujeres no tenían más opción que aceptar. Esto era una aberración vista desde la teoría de la selección natural.

En otras etapas de la evolución, la escogencia de pareja para los machos fue una competencia y para las hembras una elección. La hembra al producir pocos óvulos al año se vuelve exigente a la hora de escoger pareja, mientras que los hombres por producir millones de espermatozoides tienen más tendencia a la promiscuidad. Unos investigadores observaron que ante la invitación de hacer sexo, los hombres daban un sí inmediatamente; en cambio, las mujeres siempre dijeron que no y eso teniendo en cuenta que en el experimento, ambos invitadores eran muy atractivos.

Desapego y divorcio

Esto fisiológicamente se explica porque los receptores cerebrales de las endorfinas del apego pierden sensibilidad después de los tres años y es por ello que las estadísticas de divorcio indican que la mayoría de ellos se producen alrededor del cuarto año de matrimonio y también son más frecuentes en los cónyuges jóvenes sin hijos o solo uno. La infertilidad es también un factor de desapego y hasta de divorcio.

Por el sexo y las emociones se atraen los humanos y deciden formar parejas. Por el sexo y las emociones de que gozan las parejas estables se vive feliz. Cuando desaparece el deseo sexual lo que antes era hermoso, ya después es feo, quien antes era esposa, esposo, ya después es un traidor y enemigo. Por el sexo y las emociones se triunfa o se fracasa en la vida. Por el sexo y las emociones nacen las amistades, y también se terminan.

Mientras no se logre equilibrio en el manejo del sexo y del amor se es inconstante en los propósitos. Conocer la química del sexo y de las emociones nos proporciona continuidad de propósitos y vivir AMPM es ante todo plantearse propósitos de mediano y largo plazo.

Cuando un hombre es estimulado sexualmente con las feromonas de una mujer en la calle, llega a su casa excitado, pero como su mujer no ha sido la que ha causado dicha excitación, el marido no encuentra una respuesta sexual en igual proporción y es entonces cuando él cree que su compañera es fría e indiferente a sus deseos. Si el hombre es consciente de este fenómeno sabrá que necesita estimular un poco más a su mujer.

El hombre que desconoce que es víctima de unas feromonas altamente excitables es capaz de abandonar a su mujer e hijos, tirando por la borda todo lo construido durante varios años.

Mi sugerencia: no permitamos que las feromonas de las mujeres de la calle se apoderen de nuestros centros pensantes y destruyan nuestro hogar. Hagamos del sexo fiel un culto a nuestro Dios interior. ¡Sólo el uno para el otro!

Muchos animales también se emparejan de por vida y se ven agobiados cuando se los separa de sus parejas y de sus crías. Para que entienda mi preocupación por la maternidad y paternidad responsable explicaré el comportamiento de los ratones de pradera y qué efecto tiene en la paternidad la inyección de vasopresina y testosterona en los ratones de montaña que abandonan sus crías.

Te amaré como un ratón de Pradera

«Te amaré como un ratón de pradera y cuando tengamos hijos me inyectaré altas dosis de oxitocina, vasopresina y de testosterona antes que dejarte y abandonar nuestros hijos»

Esta debe ser la promesa que todas las parejas humanas deben hacerse en el momento de contraer matrimonio o asumir una relación de largo plazo. A estas alturas del partido evolutivo la comunidad científica no tiene la menor duda de que somos animales racionales; y por lo tanto los aspectos neuroquímicos del sexo entre los humanos no son de nuestra exclusividad y muy por el contrario las similitudes con el resto de animales son muy grandes. En este orden de ideas los investigadores han encontrado que el paralelismo entre los hábitos sexuales y sociales de los ratones de pradera y los de los humanos es notoriamente parecido.

Los que estudian por años a los ratones de pradera han observado que muchas de las características conyugales de los humanos responsables, buenos padres y esposos, están presente en este roedor del tamaño de los ratones domésticos. Por ejemplo, los ratones de pradera son monógamos y se unen de por vida, los humanos también tenemos la intención de permanecer unidos en matrimonio hasta que la muerte nos separe; así tristemente tengamos que divorciarnos en años posteriores. Las parejas de ratones de pradera con crías comparten el mismo nido y participan proporcionalmente en los cuidados parentales; así también los humanos compartimos el mismo hogar y nos preocupamos, por igual, madres y padres (obviamente los responsables) en el cuidado de nuestros hijos.

En el otro extremo comparativo están los ratones de montaña que no son monógamos ni se entregan a la crianza de la prole. La hembra del ratón de montaña abandona con frecuencia a sus crías entre 8 y 14 días después del parto.

Múltiples pruebas de laboratorio muestran que los ratones de pradera y de montaña comparten un fundamento genético parecido, pero son distintos en sus personalidades sociales porque difieren de manera notable en la distribución de los receptores de la oxitocina y la vasopresina en sus organismos.

Los pocos ratones de montaña que son más maternales y paternales es porque la pauta del enlace de la oxitocina se parece a la del ratón de pradera. En otras palabras, las diferencias en la distribución de los receptores de la oxitocina y la vasopresina entre los ratones de pradera y de montaña marcan la diferencia en sus respectivos comportamientos sociales y conyugales.

Los investigadores han separado los miembros de parejas de ratones de pradera y después de acercarlos tras semanas de separación han observado que vuelven a juntarse; no así los ratones de montaña.

Los criadores han observado que después de que el ratón de pradera macho ha copulado con una ratona, se vuelve celosamente agresivo con los demás machos con el propósito de conservar su pareja; y que muy por el contrario los ratones de montaña machos no se muestran celosos después del apareamiento.

La mayoría de los miembros de las parejas humanas después de tener relaciones sexuales se manifiestan posesivos y celosos frente a los intrusos emocionales, muy similar al comportamiento de los ratones de pradera; y salvo excepciones de promiscuidad de algunas personas, en su mayoría las parejas humanas prefieren disfrutar de la intimidad con el compañero o compañera elegida antes que con un extraño.

El nivel de vasopresina sube bastante en los ratones de pradera cuando son padres, volviéndolos protectores y agresivos ante cualquier amenaza. Cuando se administra la oxitocina a ratas se vuelven más maternales y cuando se ha bloqueado la segregación se produce una inhibición significativa de dicho comportamiento.

En las madres humanas la oxitocina se segrega en el torrente sanguíneo durante el parto y la crianza. Obviamente la oxitocina es solo un eslabón en una cadena compleja de reacciones neuroquímicas para el comportamiento materno humano y que la conducta materna comienza desde el momento que la mujer se entera que está embarazada.

Cuando los investigadores inyectaron vasopresina en el septum lateral de los machos de ratón de pradera, observaron que pasaban más tiempo con sus crías y muy por el contrario si inyectaban sustancias antagonistas de la vasopresina; también observaron que aparece testosterona para regular la síntesis de vasopresina y que estas dos sustancias eran responsable del incremento de la agresividad de los ratones de pradera con los de afuera y muy amistosos con sus crías y propensos a cuidarlas.

Como ya sabemos que nuestra capacidad para entregarnos al sexo, al amor, cuidar de nuestros hijos y permanecer unidos conyugalmente tiene fundamento biológico; entonces, propongo que las oficinas de bienestar familiar no sólo deben obligar a los padres a que respondan económicamente si no que también les inyecten las dosis necesarias de oxitocina, vasopresina y testosteronas que los hagan buenos padres y a las madres desprendidas de sus hijos sean inyectadas con oxitocina. Cuando éramos cavernícolas ambos alimentábamos y cuidábamos a nuestros hijos de los depredadores. Hoy sabemos que la presencia del padre y la madre en la crianza de los hijos proporciona mejor desarrollo cerebral para los niños.

Preferencias hetero y homo sexuales

Dios creó a los humanos de carne, hueso, sangre, órganos genitourinarios y de desechos orgánicos, y generosamente nos dotó no de uno sino de cinco sentidos. No conforme en su infinita generosidad nos dotó de órganos sexuales reproductores altamente excitables placenteramente

El humano (hombre o mujer) debe actuar durante el acto sexual como un organismo total y no como un animal concentrado única y exclusivamente en sus genitales. Los humanos, a diferencia de los animales, deben involucrar mente, corazón, todos los sentidos y los órganos genitales en el acto sexual, sin inhibiciones y sin límite de tiempo.

Hablar de satisfacción sexual implica hablar de orgasmo masculino y femenino, eyaculación masculina y femenina, punto G masculino y femenino, según recientes investigaciones científicas que, revisando bien la historia de la medicina, no son tan recientes.

No todos los humanos viven satisfechos sexualmente; existen hombres impotentes y mujeres frígidas. No todos los humanos tienen las mismas preferencias sexuales; los hay heterosexuales, bisexuales y homosexuales.

Los supremos placeres de la carne y de los sentidos encuentran su mayor expresión en la satisfacción sexual con o sin cópula, con o sin amor, acompañados o solo mediante masturbación. Pero obviamente debemos hacerlo con responsabilidad física y mental frente a nosotros mismos, frente a la sociedad y frente a nuestro Dios interior.

Sentir placer y dar placer es un derecho tanto de hombres como de mujeres con sus cónyuges bien sean esposos o simplemente amantes. Un humano satisfecho sexualmente está en paz consigo mismo y con el mundo.

Satisfacer los placeres de la carne y de los sentidos con prudencia y moderación es tan necesario como el alimento para la supervivencia y el bienestar del cuerpo y las actividades espirituales para nuestra alma.

En términos generales y en condiciones normales somos concebidos por placer y para la perpetuación de nuestra especie nacemos para el placer. El universo entero es el producto de la energía creadora sexual. Todos, animales, plantas y humanos, somos hijos del sexo.

La abstención sexual genera daños en los órganos sexuales por atrofia a mediano o largo plazo

Es tan evidente que hombres y mujeres fuimos encarnados para el placer que todos los sentidos y los órganos sexuales internos y externos, dirigidos por el cerebro, participan en el orgasmo humano.

La expresión: «hacer el amor» no me parece exacta, literalmente hablando, porque el amor no se hace. Me parece más acertado decir: disfrutar del acto sexual. Una cuestión muy distinta es disfrutar del acto sexual con o sin amor. Si el amor verdaderamente se hiciera, muchos preferirían comprarlo hecho para no sufrir remordimientos, resultado de una educación represiva, prohibitiva.

Al acto sexual se le denomina de diferentes maneras: copular, tirar, culiar, follar, dependiendo de la región o país. En el acto sexual puede haber o no, penetración. El acto sexual no necesariamente implica copular, por ejemplo dos mujeres lesbiana que realizan el acto sexual llegando inclusive ambas al orgasmo ellas no requieren copular, ellas no necesitan de penetración. Muchas mujeres que gustan masturbarse, logran el orgasmo, preferentemente, estimulando el clítoris. Ojo, mis queridos hermanos del sexo masculino si dos mujeres pueden proporcionarse placer masturbándose recíprocamente, sin penetración, entonces, por qué se preocupan tanto por el tamaño de sus penes. Sean recursivos: también tienen manos, boca y lengua. Es triste saber que hay hombres que sufren de vergonzola, es decir, vergüenza por el tamaño de la verga o pene, que les impide disfrutar de una vida sexual plena. En el 99.99% es una preocupación puramente mental. Otros sufren de penelolítis, porque todos sus fracasos se lo atribuyen a Penelo, y se olvidan que también tienen lengua, dedos en las manos y en los pies, nariz, etc.

¿Por qué reducir el acto sexual a los pocos minutos que dura la cópula? El instinto erótico bien administrado nos puede hacer mejores humanos.

Me es difícil concebir un paraíso terrenal sin amor, con o sin sexo. Y una vida sexual satisfactoria plena con o sin amor.

Clímax u orgasmo

Como orgasmo normalmente se conoce a la culminación del acto sexual mediante la liberación de la tensión de los órganos genitales y demás músculos que participan en una experiencia sexual copulativa o mediante la masturbación.

Copular es la acción de penetrar el Pene. Seguramente el nombre de pene, en español, para el miembro viril del hombre derive de esta acción (la de pene-trar)

El acto de copular es el más placentero, noble y hermoso de todos los actos, porque para la mujer significa tener al hombre que desea dentro de sí y para el hombre es una forma culminante de aceptación por parte de la mujer que desea. Dios Padre Espiritual así lo quiso para nuestra multiplicación. Él dispuso que la mujer lubricara sus áreas genitales y el Pene se pusiera erecto para hacer posible la penetración y así permitir el acto sublime de la cópula. La práctica de la cópula, con o sin intención de procrear, es un acto placentero para que nos resulte atractivo realizarlo.

El gran sexólogo Kinsey define clímax: "descarga explosiva de tensiones neuromusculares en el apogeo de la actividad sexual"

Neurofisiología del orgasmo femenino y masculino

El momento de lograr el orgasmo tanto en el hombre como en la mujer se le conoce en mi tierra natal como «venirse» seguramente porque el orgasmo masculino y femenino va acompañado de la eyaculación o emisión del semen en el caso de los hombres y de fluido prostático en el caso de las mujeres.

Las próstatas tanto masculinas como femeninas se irrigan más de sangre y otras sustancias parauretrales durante los encuentros sexuales. Así como lo lee, al tener la mujer uretra también tiene glándulas parauretrales, llamadas así por rodear la uretra, y en una porción de ésta reciben el nombre de próstata por ser el lugar donde se produce un líquido que reacciona positivamente ante el antígeno prostático específico. Ya explicaré este fenómeno fisiológico común para ambos sexos.

Momentos previos y durante el orgasmo, la respiración se hace más pesada por el incremento del ritmo del corazón y la tensión muscular. La vagina se alarga y se ensancha segregando al mismo tiempo un líquido lubricante que permite al pene entrar y salir con facilidad y placer. El clítoris sobresale porque se pone erecto, los labios vulvares se agrandan, los pezones se endurecen y los senos se agrandan un poco.

El color de los labios vulvares cambia después del orgasmo, el cuerpo femenino vuelve gradualmente a recuperar su estado normal, es decir, que los músculos se relajan, la respiración vuelve a ser calmada y serena, el clítoris entra dentro su capucha (similar al prepucio del pene), la presión sanguínea baja, el ritmo del corazón desacelera y vuelve a su estado normal.

El orgasmo de la mujer varía en intensidad de una mujer a otra y en la misma mujer en diferentes momentos dependiendo de qué tantas zonas erógenas son estimuladas por el o la amante y de las circunstancias anímicas y exteriores. Las sensaciones de las mujeres van más ligadas a sus sentimientos respecto a la pareja sea esta un hombre u otra mujer.

En un mayor porcentaje el orgasmo de las mujeres es clitoral; últimamente muchas han logrado percatarse del punto G y lo están explorando placenteramente; son pocas las que su orgasmo es exclusivamente vaginal y quien lo creyera que algunas están logrando el orgasmo con preferencia mediante cópula anal.

Toda mujer tiene derecho al orgasmo. La que no lo logra puede tener su origen en cualquiera de las tres causas o todas ellas: trastornos sicológicos, alteración orgánica o circunstancias externas inadecuadas; por ejemplo, hacerlo en un sitio desagradable, poco confortable que imposibilite la necesaria concentración y tranquilidad.

Para la mujer es más fácil lograr el orgasmo simultáneamente con el hombre. Por funcionamiento fisiológico y aspectos anatómicos es más fácil para la mujer continuar con el coito o cópula después de haber logrado el orgasmo; por lo tanto es recomendable que el hombre sea caballero y permita que ella lo logre primero antes de él eyacular.

En el hombre el orgasmo se da en dos etapas: en la primera, se producen una serie de contracciones de la próstata que estimula las vesículas seminales para la producción del semen y en la segunda fase, suceden una serie de contracciones espasmódicas en la uretra, la próstata y los músculos de la base del pene que producen la expulsión o eyaculación del semen. Durante el orgasmo o eyaculación se eleva la presión arterial, se acelera el ritmo de la respiración, se incrementan las palpitaciones, se tensionan los músculos abdominales y los testículos se contraen y se elevan.

El semen contiene los espermatozoides necesarios para la fecundación del óvulo de la mujer, mientras que lo eyaculado por las mujeres no contiene espermatozoides pero si contiene antígeno prostático específico; por eso se sabe que sí es un fluido diferente a la orina y a cualquier otra lubricación genital. Ya profundizaré con evidencia científica.

Es importante advertir a las jovencitas y jovencitos que la mujer puede quedar embarazada sin que haya logrado el orgasmo; así que no tiene sentido dejar de disfrutar del sexo como método anticonceptivo.

Zonas erógenas

Las zonas erógenas son las partes del cuerpo que producen placer y excitación sexual cuando se estimulan. Indudablemente la principal zona erógena de los humanos es el cerebro, dependiendo de las conexiones neuronales de aceptación o de rechazo respecto de cualquier área del cuerpo será o no una zona erógena. Por ejemplo, para muchos homosexuales el ano es una importante zona erógena, mientras que para algunos heterosexuales es zona prohibida y no permiten que se las estimule ni siquiera por sus esposas. Teniendo en cuenta los posibles bloqueos cerebrales de rechazo por determinada zona del cuerpo, es acertado decir que las zonas erógenas prácticamente son las mismas tanto en hombres como en mujeres, teniendo en cuenta las pocas diferencias anatómicas.

En realidad todo el organismo en cuerpo, mente, alma y corazón deben participar en el acto sexual. La piel del humano, hombre o mujer, en su totalidad es zona erógena, porque contiene miles de terminaciones nerviosas sexualmente excitables.

De hecho cuando practicamos el acto sexual la presión sanguínea, el ritmo respiratorio, la secreción genital y salival, los impulsos nerviosos por la médula espinal, el sistema nervioso central y periférico, los órganos preceptores de los sentidos, las ramificaciones sensoriales de los músculos, las glándulas productoras de hormonas (testículos en el hombre, ovarios en las mujeres), la congestión sanguínea genital, anal y uretral, se alteran y participan en el acto sexual, porque fuimos encarnados para el placer.

Tanto las mujeres como los hombres pueden obtener satisfacción sexual de varias maneras. Las mujeres vía masturbación directa o indirecta del clítoris, mediante copulación vaginal y anal o a través de la estimulación del llamado "Punto G" o próstata femenina, por sólo nombrar algunas formas de satisfacción sexual que bien pueden obtener solas con consoladores y vibradores o con parejas del mismo o del otro sexo. Algo similar ocurre con los hombres teniendo en cuenta las pocas diferencias anatómicas presentes en los sexos.

Para el humano es de mucha utilidad a la hora de realizar el acto sexual, tener un buen conocimiento de los órganos sexuales y sus funciones que lo hagan diferente de los animales que copulan instintivamente por muy poco tiempo.

No hay que perder de vista que el humano es un ser pensante, por lo tanto en el acto sexual él debe involucrar no sólo sus sentidos y sus órganos genitales, sino también sus pensamientos y sentimientos.

Es tan evidente que fuimos encarnados para el placer que todos los sentidos y los órganos sexuales cumplen funciones fisiológicas, pero también proporcionan placer.

Zonas erógenas similares en ambos sexos

Es importante advertir que al iniciarse el desarrollo del feto en el útero o matriz los humanos inician anatómica y fisiológicamente siendo mujeres y por lo tanto algunos órganos o bien se desarrollan o se estanca su desarrollo.

Los genitales comienzan a desarrollarse en el feto a partir del segundo mes; pero sólo después del tercer mes empieza la diferenciación de acuerdo a si va a ser hombre o mujer el nuevo humano. Es decir que entre la quinta y 11 semanas los genitales son idénticos en el feto independientemente de que vaya a ser hembra o macho. El óvulo posee sólo 23 cromosomas X, en cambio el espermatozoide puede contener 23 cromosomas X o Y. Si el óvulo es fecundado por un espermatozoide con 23 cromosomas X el bebe será una niña y si es fecundado por cromosomas Y, el bebe será un niño. Es fácil recordar: iguales cromosomas:(X y X) niñas; diferentes cromosomas (X y Y) niño.

Si la nueva criatura va ser un niño, a partir de la doceava semana el clítoris comienza a crecer hasta formarse el pene; la protuberancia labial inicia su descenso hasta convertirse en la protuberancia escrotal o testículo, y el pliegue uretral se prolonga por el interior del pene.

Todos los anatomistas están de acuerdo al afirmar que durante el proceso embrionario de los humanos en el vientre de la madre, durante las primeras semanas de formación, el conducto uretral, vaginal y anal son uno solo y son abundantes en nervios sexualmente excitables y que sólo se divide, semanas después, en protuberancia labial y escrotal, en uretra femenina y masculina, en clítoris y pene y el ano continua su formación sin ninguna diferenciación entre los sexos. Por lo tanto es obvio deducir que anatómicamente el ano y la uretra es zona erógena para ambos sexos, pero dependerá de las conexiones cerebrales que se hagan en la niñez, adolescencia y adultez y; en las características cerebrales que predispone para las preferencias sexuales. Ya veremos las pocas diferencias cerebrales que predisponen a determinada preferencia sexual.

La única diferencia notoria entre el hombre y la mujer es el útero o matriz por lo demás las similitudes son muy grandes. Por ejemplo, los hombres tienen tetillas y las mujeres tetas; ellos tienen pene y ellas clítoris, el punto G en ambos es la próstata con la diferencia que en la mujer se estimula vía vaginal y en el hombre vía anal. Conclusión, todos partimos de la misma materia prima, haga cuenta que usted coge dos bolas de barro y moldea inicialmente dos cuerpos humanos y luego le da características masculinas y femeninas.

Muy en las profundidades del inconsciente, todos somos bisexuales, aunque nuestro objeto de satisfacción sexual sea heterosexual para algunos. El clítoris y el pene, la vagina y el ano, la próstata femenina y masculina sirven para lo mismo: el placer sexual.

A las mujeres les fascina la estimulación oral (bucal) del clítoris y a los hombres del pene. Tanto el clítoris como el pene logran erección durante la excitación sexual y recuperan su flacidez terminado el encuentro sexual; algo similar sucede con las glándulas parauretrales o próstata de ambos. Millones de hombres homosexuales y bisexuales disfrutan de copula anal tanto como millones de mujeres que han explorado y aceptado esta zona erógena.

En otro lugar de este manual también explico las sutiles diferencias en la constitución hormonal que le permite concluir que ambos sexos son andróginos, tenemos de ambas hormonas, pero no todos somos homosexuales ni travestís o hermafroditas. En gran parte lo que determina la preferencia sexual es la proporción de las hormonas femeninas y masculinas; pero en general todos los humanos, hombre o mujer, estamos hechos de la misma materia prima. En conclusión no existe hombre ciento por ciento hombre ni mujer ciento por ciento mujer.

Veamos un poco de anatomía uretral para confirmar que en ambos sexos el orgasmo es también prostático.

Uretra masculina y femenina

La uretra es el conducto por el que fluye la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción (orinar). La función de la uretra es excretora en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales de la próstata hasta el exterior.

La uretra en el hombre mide unos 20 cm de largo, y se extiende desde la vejiga hasta el extremo final del pene; en el estado de erección aumenta su longitud.

Debido a esta longitud el sondaje urinario masculino es más difícil que el femenino. En este largo recorrido, la uretra masculina tiene distintas porciones que son:

Uretra prostática o próstata es una estructura glandular que rodea la uretra del hombre en la zona situada enfrente y por debajo del cuello de la vejiga. Su función consiste en producir un líquido que se mezcla con los espermatozoides producidos en los testículos y con líquido procedente de las vesículas seminales, para formar el semen. Con frecuencia, la próstata se inflama de forma aguda o crónica, produciendo malestar y descarga uretral. La alteración más frecuente en la próstata es el aumento crónico de tamaño, o hipertrofia. Aparece en los últimos años de vida y es la causa más habitual de la dificultad para orinar y de la retención de orina. En los casos más graves es necesario extirparla mediante cirugía; esta operación se denomina prostatectomía. El cáncer de próstata es una forma frecuente de cáncer en los ancianos, y está aumentando su incidencia en jóvenes.

Uretra membranosa: Es una corta porción de uno o dos centímetros a través de la musculatura del suelo de la pelvis que contiene el esfínter uretral externo, un músculo esquelético que controla voluntariamente la micción. La uretra membranosa es la porción más estrecha ubicada entre la próstata y la siguiente porción; y en ella desembocan los orificios de las glándulas de Littre.

Uretra esponjosa: Se llama así porque se encuentra en el interior del cuerpo esponjoso del pene, un conducto eréctible que recorre toda la cara ventral del pene. Tiene una longitud promedio de unos 14 a 18 centímetros dependiendo del largo del pene que finaliza en el meato urinario u orificio por donde sale el semen o la orina al exterior.

La uretra de la mujer es un conducto de unos 4 o 5 cm de longitud que parte de la vejiga, próximo a la pared anterior de la vagina, y termina en el vestíbulo detrás del clítoris. El meato urinario u orificio por donde sale la orina o el fluido que eyacula en el momento del orgasmo queda entre el clítoris y la entrada de la vagina.

Algunos urólogos creen que esta corta longitud de la uretra femenina explica la mayor susceptibilidad de infecciones urinarias en las mujeres.

El término de próstata femenina ha sido incluido recientemente en los manuales de medicina de la histología que es el estudio de los tejidos y de las células; para llamar al conjunto glandular integrado por glándulas uretrales, parauretrales y conductos de Skene; que muchos urólogos simplemente denominan glándulas parauretrales por encontrarse alrededor de la uretra.

En los manuales de anatomía e histología impresos en años anteriores dan cuenta de glandes de Skene considerado sin mayor importancia por ser muy pequeño si se le compara con la próstata masculina. La próstata femenina tiene un peso de 5 gramos y un volumen de la quinta parte o un cuarto del volumen de la próstata masculina. Tiene la misma histología (glandes, canales y músculos lisos), el mismo antígeno prostático específico; la misma patología (inflamación prostática), que la del hombre. En la mayoría de las mujeres la próstata está situada a lo largo de la corta uretra y termina en el meato urinario por donde sale la orina y el líquido orgásmico durante la eyaculación femenina.

Eyaculación femenina

Eyacular, es un verbo aplicable a todo líquido expelido a presión; pero por lo general es asociado casi exclusivamente con la emisión del semen en los hombres. Por eso, la expulsión enérgica de un líquido en la mujer en el momento de obtener el orgasmo puede recibir la denominación de eyaculación femenina. Así como lo lee, las mujeres también eyaculan. El líquido de la eyaculación femenina es bastante menos espeso que el semen, aunque más viscoso que el agua o la orina; con una consistencia mucosa y de coloración ligeramente blanquecina. Muchas mujeres creen haberse orinado porque desconocen este fenómeno fisiológico bastante evidente en un alto porcentaje de las mujeres que logran merecidos orgasmos.

Un alto porcentaje de mujeres afirman tener emisión de líquido en el momento de tener un orgasmo. Los sexólogos y urólogos sostienen que ese fluido emitido puede ser debido a incontinencia urinaria o simplemente "eyaculación femenina orgásmica". De una mujer a otra existe gran variación de la cantidad de líquido emitido (entre unas pocas gotas hasta 30 ml) y en la dirección de la emisión hacia el exterior por el meato urinario o retrógradamente hacia la vejiga.

En algunas mujeres es tan poquito el fluido que llegan a pensar que ellas no eyaculan; otras sencillamente el líquido eyaculado se dirige retrógradamente hacia la vejiga muy similar a lo que le sucede a algunos hombres cuando eyaculan semen.

La presencia de habituales marcadores del líquido seminal masculino como el antígeno prostático especifico (PSA), el ácido cítrico y la fructosa encontrados en la orina de algunos hombres han permitido diagnosticar que su eyaculación se dirige retrógradamente hacia la vejiga.

Recientes investigaciones permiten afirmar que las glándulas uretrales, parauretrales y conductos de Skene que integran el conjunto glandular llamado recientemente "próstata femenina" también segregan líquido seminal con la diferencia que éste no contiene espermatozoides, pero sí antígeno prostático especifico. Hay quienes creen que el líquido emitido por las mujeres en el momento del orgasmo por no contener espermatozoides y desconocerse su utilidad para la procreación no debe considerarse como eyaculación femenina. Criterio que no comparto.

Por el efecto gravitacional hay posiciones sexuales que favorecen la eyección de fluido en el orgasmo hacia el exterior o hacia la vejiga. Así por ejemplo, mujeres tanto heterosexuales como lesbianas afirman que cuando logran el orgasmo cabalgando sobre su pareja experimentan mayor humedad hacia el exterior por ser una postura que favorece la acción de la gravedad. En la posición de la mujer boca arriba, es posible que el esfínter vesical se relaje con las contracciones orgásmica y con la fuerza de la gravedad empuje la secreción hacia la vejiga.

Para saber si las mujeres efectivamente eyaculan y no es que se orinen en el momento de lograr el orgasmo basta con analizar en un laboratorio el líquido eyaculado para ver si contiene antígeno prostático específico de la próstata femenina.

Al analizar la orina antes y después del orgasmo de las mujeres que afirman no eyacular, los investigadores han encontrado que efectivamente la orina postorgásmica contiene antígeno protático especifico, similar al líquido seminal masculino elaborados por las glándulas uretrales de ellos.

Después de realizar un enzimoinmunoanálisis (AxSYM System) para la detección de PSA, se ha observado que el 75% de las muestras de orina de la mujeres que afirman eyacular presentan niveles de PSA (sigla en inglés del antígeno prostático específico) en la orina postorgásmica, no detectables en la orina preorgásmica.

Son muchas las mujeres que por no percibir la eyaculación propiamente dicha suelen creer que al lograr el orgasmo experimentan una mayor sensación de humedad genital, pero pruebas de laboratorio demuestran que este excedente de humedad contiene PSA no contenido en la lubricación producida por la excitación durante el acto sexual antes de lograr culminarlo con el clímax u orgasmo.

Dentro del ámbito de la sexología científica las opiniones al respecto no están unificadas; pero vale la pena leer a renombrados científicos por la Internet escribiendo en Google: uretra femenina, próstata femenina o eyaculación femenina y allí podrá leer abundantes informes científicos que le permitirán sacar sus propias conclusiones. Recomiendo leer "Aportaciones al estudio de la eyaculación femenina" escrito por el médico, psicólogo y sexólogo Cabello, F

Algunas investigaciones, señalan que la mayoría de las mujeres (60%) expulsan un líquido durante el orgasmo, aunque no lo hagan a presión (es decir, sin eyaculación), como un rezumado más intenso del habitual. Es decir, que con el orgasmo añaden humedad a la que ya existía por la excitación. Son menos las mujeres que eyaculan verdaderamente; es decir, que expulsan el líquido a presión: tan sólo un 6% lo hace de un modo más o menos regular, más otro 13% que afirma haber eyaculado alguna vez en su vida. Son cantidades dignas de tenerse en cuenta pues demuestran que casi un 80% de las mujeres encuestadas emiten un líquido durante el orgasmo, lo que coincide bastante bien con la vieja idea popular sobre el tema. En cuanto a los niveles del ácido cítrico presentes en el líquido seminal masculino es mayor en el hombre por ser la próstata de mayor tamaño que la de las mujeres y depende en gran medida de la dieta ingerida por la persona. Con respecto a la fructosa, algunos científicos informan no haberla encontrado en el eyaculado femenino ni en la orina pre y postorgásmica; pero todos coinciden en haber encontrado antígeno prostático específico.

Algunas mujeres cuentan que cuando alcanzan un orgasmo después de bastante tiempo de abstinencia sexual (lo mismo que el hombre), la cantidad de eyaculado es enorme, y que en orgasmos sucesivos va disminuyendo hasta llegar a desaparecer, lo que podría corresponderse con el vaciamiento sucesivo de la estructura diverticular.

Hay algo de lo que no se está seguro es si el incremento de PSA acontece como consecuencia de la excitación o si es imprescindible alcanzar el orgasmo para la producción del mismo. Zaviacic y Whipple (1990), afirman que de las diez mujeres de su muestra que eyaculan cantidad detectable, 1/3 emite líquido durante una rápida estimulación, otro tercio sin alcanzar el orgasmo, y el tercio restante en el momento del orgasmo, tras unos 15 minutos de estimulación. Este fenómeno fisiológico es parecido al líquido seminal expulsado por el hombre mucho antes de eyacular el semen.

Otros estudios señalan que al menos dos mujeres de cada cinco (40%) cuentan expulsar un líquido cuando alcanzan el orgasmo durante la masturbación por estímulo del clítoris. Y entre aquellas mujeres que afirman haberse encontrado el punto G en el interior de su vagina, la gran mayoría (82%) dice que eyacula un fluido durante el orgasmo producido mediante la masturbación. Que la existencia de esa secreción se evidencie mejor durante la masturbación podría obedecer a dos razones. Una, que es más fácil que pase inadvertida en el coito al camuflarse entre el resto de las secreciones locales producidas por la excitación durante el contacto sexual. Otra, que los orgasmos son más intensos en la masturbación, lo que facilitaría que el líquido eyaculado se expulsara al exterior con mayor fuerza, y que al no existir la interferencia del pene, la eyaculación se vería mejor.

Esto de la eyaculación femenina no es algo nuevo; pues, ya Aristóteles y posteriormente Hipócrates hablaba de semen femenino, años más tarde el médico Galeno defendió la existencia de un líquido seminal femenino. De Graaf (1672), postulaba la existencia de la "próstatae" femenina o "corpus glandulosum" que, según él, segregaba un jugo que hacía a la mujer más libidinosa. En 1950 el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, "padre", del famoso punto G del cual hablaré a continuación afirmaba que la eyaculación femenina salía por el meato urinario, procedente de glándulas "de Littré", situadas en la cara interna de la uretra femenina; o de las glándulas parauretrales, que rodean al meato urinario y que algunos urólogos para darse a comprender mejor llaman la "próstata" femenina.

El trabajo de Ladas, Whipple y Perry sobre el punto G en 1982, fue el que más contribuyó a la difusión social del tema, generándose una nueva etapa en la investigación de la respuesta sexual femenina.

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