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Orgullo, soberbia, vanidad, arrogancia espiritual y humildad (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

  • EL ORGULLO es uno de los factores que más contribuyen a los desórdenes mentales y emocionales. El orgullo atormenta y destroza al hombre, consume y vacía su alma y cuerpo de toda energía. El orgulloso está distorsionado mental y emocionalmente.

  • EL ORGULLO se resiente ante la corrección ó la sugerencia con la actitud de: Yo sé lo que estoy haciendo, nadie me tiene que decir lo que debo hacer, dése cuenta con quién está hablando. Pero Proverbios 1:5 dice: "El entendido adquiría consejo".

  • EL ORGULLO hace muy difícil decir: ¡Estaba equivocado, lo siento! (Lv.26:40-41). El orgullo justifica los errores y equivocaciones para proteger  el Yo. Una señal de fuerza y nobleza es reconocer que somos humanos y que cometemos errores, pero una persona orgullosa es débil y necesita vindicarse a si misma y quiere tener siempre la ultima palabra. Job encontró fallas en Dios,  pero ninguna en él, y se hizo más justo que Dios. Job dijo que prefería morir antes que cambiar de parecer (Job 27:2-6;35:2).

  • EL ORGULLO no olvida una ofensa. ¡La humildad la deja pasar! "Honra (del hombre) es pasar por alto la ofensa" (Pr.19:11). Una persona orgullosa exige vindicación y justicia para si misma. El orgullo demanda una disculpa por pequeñas ofensas y a la vez, hace muy difícil que el ofensor pida perdón.

  • EL ORGULLO hace difícil el perdonar. El orgullo reflexiona en  las  ofensas  y habla extensamente de ellas. ¡Me duele! y hace saber a todos lo sucedido.

  • EL ORGULLO está tan centrado en el YO, que es supersensible a sus propias heridas, pero muy insensible a las heridas de otros y no se da cuenta cuando hiere a otros (uno puede herir a otro y ser insensible)

  • EL ORGULLO  es la fuente de la rebelión, desafío y venganza. Satanás en su orgullo quería estar a la cabeza y cuando no logro sus propósitos, se volvió desafiante y vengativo. Desde entonces él ha hecho todo lo posible para apartar de Dios a todos los habitantes del cielo y de la tierra. El orgullo ha hecho a Satanás locamente celoso de todas las posiciones de liderazgo. El socava la autoridad a todo nivel.

  • EL ORGULLO  es independiente e insensible con actitudes como esta;  "Yo no te necesito a ti,  ni a nadie más. Yo puedo hacerlo a mi manera,  conmigo basta y sobra; nadie me dice a mí lo que debo hacer". (ICo.10:12; Pr.18:12). la humildad dice: "Por favor ayúdeme, no tengo todas las respuestas, en realidad necesito sus consejos y sus oraciones no lo lograría sino fuera por usted!".

  • EL ORGULLO  hace al hombre complicado y muy técnico. Los hombres con humildad están libres de luchas y contiendas. La humildad sosiega las guerras y luchas internas. Rendirse es la palabra clave para la paz. La paz  llenará nuestras almas al someternos a Dios y apreciar y escuchar a nuestros hermanos en Cristo (Pr.13:10; Stg.4:6-10).

  • EL ORGULLO  causa que uno endurezca su corazón. Un corazón orgulloso es  duro y lleno de pleito y resistencia. Faraón endureció su corazón vez tras vez (Ex.8:15). Píde a Dios que te dé un corazón de carne, un corazón que no se  resista.  Recuerde que un corazón duro se opone a Dios y a su gracia (Stg.4:6; 1P.5:6; Pr.3:34; Sal.138:6; 2Cr.36:11-13).

  • EL ORGULLO trae engaño, hace pensar al hombre que puede hacerlo mejor que todos los demás, incluyendo a Dios. "Profesando ser sabios y se hicieron necios" (Ro.1:21-22; Gá.6:3;Ro.l2:3; 1 Co.8:2).

  • EL ORGULLO  es una de las razones principales por la que una persona no puede llevarse bien con los demás. Por el orgullo la gente no puede  afrontar  las situaciones de la vida. El orgullo no puede manejar las ofensas, y no puede soportar que se le contradiga. "No puedo más, voy a volverme loco"; a menudo es dicho por personas que no logran sus caprichos. Satanás no pudo salirse con la suya y desde hace tiempo él ha venido atormentándose con malos sentimientos. Pero las personas que han experimentado la humildad genuina son capaces de manejar las situaciones. ¡Su espíritu es libre!

  • EL ORGULLO es la  razón principal  de  las  discusiones. (Pr.13:10). Únicamente por el orgullo viene la contienda. Los hombres sabios son flexibles, gentiles, razonables y capaces de respetar los deseos y puntos  de vista  de otros sin comprometer sus convicciones.

  • EL ORGULLO es la razón por la cual no podemos quebrantarnos delante de nuestros hermanos y delante de Dios. Para algunos, quebrantarse delante de Dios o delante de los hermanos es una señal de debilidad, pero no es cierto. La persona débil es aquella que se ha endurecido. A causa del orgullo Zedequías rehusó escuhar la palabra de Dios y rendirse a ella. Tuvo miedo de ensuciar su reputación causando que Jerusalén fuera quemada y sus hijos sacrificados (Jer.38:17-23, 2 Cr.36:11-13).

  • EL ORGULLO  es la razón principal de la desunión. Por naturaleza el el  hombre busca promoverse a si mismo y a sus ideas: "Porque todos buscan lo suyo propio (intereses), no lo que es Cristo Jesús"  (Fil.2:21). En una ocasión Dios habló a cierta iglesia y le dijo: "En el lugar bajo hay unidad donde ustedes pueden estimar a otros más que a sí mismos".  (Fil.2:3; Ro.12:10).   

  • EL ORGULLO es la razón por la que la gente cree ser mejor que otros (Dt.17:20). El orgullo es también la razón de jactarse y fanfarronear  (Jer.9:23-24).  El orgullo (que es el engaño) hace pensar a la gente que son extraordinarios y únicos, tal vez por su éxito, algún don especial ó talento. Pero.. ¿Por qué hemos  de mirar a otros por encima del hombro? Todo lo que poseemos nos ha  sido  dado por Dios (Jn.3:27;  1Co.4:7; Dt.8:17-18). Aun el apóstol Pablo  era vulnerable al orgullo, a pesar de ser lleno del Espíritu y haber tenido la experiencia de morir al pecado (Compara Romanos 6:6 con 2Corintios l2:7).

  • EL ORGULLO  resiste la Palabra de Dios y está pronto a decir que otros están "fuera de orden" o son "falsos"  (Jer.43:2). Los orgullosos acusaron a Jeremías de profetizar falsedad. El orgullo, por lo tanto, destruye el discernimiento. La iluminación es fruto de la humildad (Mt.11:25)

  • EL ORGULLO hace a la persona creerse infalible. El engaño y las falsas ideas vienen del orgullo. El orgullo trae el pecado de la presunción. Hay personas que dicen que nunca han cometido errores. ¡Pero esto es engaño y orgullo! Nuestra actitud debería ser: "Es tan fácil para mi mente y mis emociones distorsionar lo que tú tratas de decirme, por favor gobierna mi ser, te necesito en cada momento Señor" (Jn.5:19,30).

  • EL ORGULLO es lo opuesto al amor. El amor es totalmente desinteresado (1Co.13). Pero el orgullo busca sus propios intereses. "¿Qué hay para mí aquí?" El orgullo solo piensa en si mismo.  ¡YO! Si el orgullo es lo opuesto al amor, entonces el orgullo también genera el odio.

  • EL ORGULLO es un enemigo de Dios, el orgullo resiste a Dios. El orgullo desafía a Dios y a su voluntad. El orgullo es independiente y se aparta de Dios. El orgullo y la dureza de corazón van de la mano. Siempre  que  alguno endurece su corazón, es porque tiene un corazón orgulloso. Dios odia el orgullo y nosotros también debemos odiarlo (Pr.6:16-17; 8:13; 1 Jn.2:16-17). Dios no puede bendecir un corazón orgulloso y duro. El dolor y el sufrimiento tienen el propósito de destruir el orgullo y la dureza, para que así Dios pueda bendecirnos.

  • EL ORGULLO no nos permite vencer a Satanás,  Satanás es muy orgulloso. Si somos como él y actuamos como él, no tenemos poder alguno sobre él. La humildad y ser como el Cordero es la clave para tener autoridad sobre el orgulloso (Satanás). Cuando un creyente o predicador comienza a jactarse se aparta de la cobertura de Dios, Satanás lo atrapa y el hombre cae. Elías se burló, pero aun quedaba una reina por vencer. Satanás obró a través de  esta mujer para  amedrentar a Elías, y hacerlo huir (1 R.18:27; Pr.16:18; 18:12; 29:23)

  • EL ORGULLO no reconoce el amor. Puede destruir matrimonios, amistades, noviazgos, familias porque no es capáz de decir: perdóname, me arrepiento, tomé mal una determinación, te amo. Por eso el orgulloso sufre mas en su alma que a quienes le ha causado dolor. El orgulloso antepone el amor por su propios intereses. 1 Corintios dice: "El amor es sufrido, es benigno; El amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. No se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser… Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres. Pero el mayor de ellos es el amor"

  • ¿Existe entonces alguna duda del por qué Dios resiste a los orgullosos y soberbios?

    Recuerda: ¡EL ORGULLO RESISTE A DIOS!

    Al respecto el sacerdote Larrañaga escribió acerca del orgullo:

    "A la mayoría de las personas no les interesa lo que se es sino COMO ME VEN, la imagen más que la realidad. Y así, el hombre de la sociedad se lanza a participar en la carrera de las apariencias, es el típico juego de quién causa mejor impresión.

    El mundo es un inmenso estadio en el que el orgullo de la vida juega el gran match de las etiquetas, formas sociales, exhibiciones económicas para competir por la imagen social; combate en el que a los hombres no les interesa ser ni siquiera tener sino aparecer. La mayoría de las tristezas del hombre nacen a causa de esa imagen que quiere proyectar a los demás. Su imagen está a tal punto identificada con su persona que si su imagen se ve amenazada sienten una verdadera angustia, porque muerta su imagen ellos tendrán la sensación de haber muerto. 

    Frecuentemente antes que nadie les diga nada ya están dando explicaciones sobre su conducta para preservar su efingie.  Tienen pavor a la crítica, los reparos que se hacen a sus ideas ellos la interpretan como un ataque contra sus personas. Si son heridos en su figura se sienten amenazados en toda su existencia. 

    No es posible la paz interior ni el amor fraterno con tales circunstancias. Gran parte de nuestras energías son quemadas en el altar de los sueños irreales. Porque lo importante para la mayoría de las personas no es el realizarse sino el que me vean realizado; que la opinión pública me considere triunfante y vencedor; y así, subidos al potro de la mentira vamos cabalgando sobre mundos irreales temerosos y ansiosos: De la mentira de la vida ¡ Líbranos Señor !"

    Una vez creada esa imagen para impresionar a los demás, la persona orgullosa necesita mantenerla constantemente, por lo tanto, se ve forzada a actuar todo el tiempo y termina agotada nerviosamente.

    El orgulloso nunca se baja del escenario y termina estresado. Tal vez ya está cansado de mostrarse así, pero para él la fama lo es todo, entonces se encuentra atrapado por su propia creación. Este tipo de afectación se da por sobre todas las cosas en la farándula. En el caso de la moda, el orgullo está ligada a la vanidad.

    • La moda: Ésta está muy ligada a la imagen. Las personas son capaces de vestir o hacer cualquier cosa a cambio de estar en onda, sea lo que sea. Hasta son capaces de salir a la calle con un gallo embalsamado en la cabeza si es que la moda así lo exige.

    Por el orgullo pagamos los más altos precios. Para sobresalir se suelen echar mano de diferentes recursos según la ocasión o de acuerdo a sus posibilidades:

    • a) Vestirse de forma extravagante. De una manera que llame la atención. Por el tipo de vestido, por sus colores. Hay algunos que parecen un semáforo.

    • b) El muchacho fanfarróan. Por su pinta, por su moto, por su físico, porque se comporta como si fuese rambo. etc… Hoy el hombre compite con la mujer para ver quién se ve más coqueto.

    • c) La mujer provocativa. Hay mujeres que no solo son lindas o que tienen un hermoso físico, sino que además son concientes de su belleza física. De las mismas, son pocas las que pueden evitar el ser excesivamente coquetas. Siempre están vestidas de una forma para llamar la atención. Porque en el fondo la persona orgullosa desea ser adorada, quiere que se le rinda culto a su persona porque inconscientemente se creen diosas.

    • d) Por su forma de hablar. En voz alta. Utilizando una fonética jactanciosa para aparentar alto nivel social o económico. Esto es apreciable en los llamados "barrios altos de la sociedad". Utilizando términos rebuscados. Usando groserías, etc… "La verdadera grandeza es como un río. Cuanto más profunda es, menos ruidosa".

    • La Autosuficiencia: Da la impresión de que se las sabe a todas. Que nadie puede enseñarle algo. El orgulloso acostumbra a decir: "cuando tu saliste yo ya estoy de vuelta". Alguien replicaba a esta frase diciendo que está de vuelta pero porque nunca salió. Por otra parte el orgulloso quiere dejar la imagen que conoce todos los secretos de la vida, el amor, el sexo, etc..

    Creer enteramente en uno mismo no solo es un pecado, es también una debilidad. Creer absolutamente en uno mismo es tener una fe histérica y supersticiosa. "¿Conoces a alguien sabio en su propia opinión?. Hay más esperanza del necio que de él". Proverbios 26.12.

    • La Invulnerabilidad: Siempre da la imagen de ser alguien imbatible e invencible. Aunque se esté muriendo por dentro, nunca se mostrará débil impotente o necesitado ante los demás, minimiza cualquier aflicción o dolor que esté soportando, pierde así la oportunidad de ser ayudado. A quienes le rodean el orgulloso y soberbio les da la impresión de que nunca necesita de nada ni de nadie. "El orgulloso nunca pide consejos, jamás pierde una discusión, nunca pide perdón. Para él sería una terrible humillación y lo considera una muestra de debilidad. Alguien dijo que: "Los cementerios están llenos de personas que creían que sin ellos el mundo no podría andar"

    • Demanda y exige permanentemente: Un espíritu orgulloso es un espíritu exigente, nos referimos a que de una manera intensa y tenaz reclama y demanda: Atención, Respeto, Privilegios, Felicidad, Derechos. Exige y demanda que: Sus hijos cumplan con sus propias expectativas. Los vecinos sean como él quiere que sean. El conflicto se solucione de la manera que el espera. Aquello que tanto le molesta desaparezca de inmediato. Que su dolor se termine ¡YA!, Que se sus planes y sueños se hagan realidad en tiempo y forma como él desea. Quienes le rodean se amolden a sus gustos.  Es decir, espera que todo el universo cumpla sus deseos y expectativas, que todo y todos se adecuen a sus demandas. Todos tenemos derechos y obligaciones pero debido a su óptica deformada, el orgulloso sólo sabe de derechos y desconoce sus obligaciones. Por tal motivo una persona orgullosa fácilmente se convierte en una persona controladora, que termina manejando a los demás. Está tan obsesionada con que todos sean como él quiere que sean, que tiende a dominar a quienes le rodean, los anula reprimiendo toda naturalidad y espontaneidad, ante su presencia nadie tiene el derecho de ser como es, él orgulloso se cree con el derecho absoluto de imponer su propio estilo y opiniones. No solo le arruina la vida a los demás, ya que esa sed intensa de exigir demandar y reclamar todo a todos le arruina la vida a él mismo, ya que en realidad nada le satisface, hace que nunca quede conforme.

    Dios aborrece al orgullosos (Proverbios 16.5) y los resiste (Santiago 4.6).El orgulloso terminará mal. (Proverbios 16.18) Aprendamos de Jesús: Mateo 11.29. Dios nos libre y quebrante para no caer en este sutil pecado.

    Para reflexionar:

    • ¿Eres incapaz de pedir perdón aunque reconoces que debes hacerlo?

    • ¿No aceptas trabajos humildes y pones excusas para no hacerlos?

    • ¿Culpas de tus fracasos, probklemas, sufrimientos, penas a otras personas?

    • ¿Haces cosas importantes solo para agradar a Dios o para que te vean?

    Para recordar:

    Debes recordar que el orgullo y la soberbia son enemigos poderosos de tu paz interior e impiden enfrentar a tus mecanismos de defensa y enemigos de tu mundo interior. "El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco" (Prov. 8:13).

    O R A C I Ó N 

    Señor Jesús todo mi ser te alaba, te bendice y muestra gratitud eterna por tu sacrificio de redención de nuestras faltas. Por ese amor a tus criaturas, Hijo de Dios y Señor nuestro, te suplico que me liberes del orgullo, de mi prepotencia, de cualquier forma de arrogancia, de la vanidad, de ese exceso de estimación propia que me convierte en una persona indolente, autosuficiente y creyéndome superior a los demás. Te ruego que tu poder destruya las cadenas que me atan a la altivez y a todo apetito desordenado de ser preferido/a a otros. Hazme libre de la satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás. Confío en que escucharás mis ruegos y mis pedimentos, pues arrepentido/a como estoy de mis actitudes y acciones, atenderás a este corazón contrito.

    Amen y amen, amen

    Por favor sigue rezando y pregunta al Señor si estás justificado/a. Permíteme compartir una parábola que Jesús contó:

    "A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido." Lucas 18:9-14

    ORACIÓN

    "Oh Jesús mío, ayúdame a evitar el pecado del orgullo, cuando hablo en Tu Nombre. Perdóname si alguna vez menosprecié a alguien en Tu Santo Nombre. Ayúdame a escuchar, Jesús, cuando Tu voz habla y lléname de Tu Santo Espíritu, para que así pueda discernir, la verdad de Tu Palabra cuando llames a la Humanidad. Amén."

    La soberbia

    Inspirado por la necesidad que tenemos de erradicar la Soberbia de nuestras vidas, me permito hacer esta reflexión, con el propósito de que nos ayude a localizar su origen en nuestra vida y así poder trabajar en la humildad, tal como nos lo pide Jesús.

    Definición del concepto:

    Existen tres términos relacionados: amor propio, orgullo y soberbia. Para distinguirlos podemos tener en cuenta que la soberbia es más grave que el orgullo y el orgullo que el amor propio, aunque bien pudieran ser sinónimos, ya que la soberbia, el orgullo y el amor propio se manifiestan normalmente bien compenetrados.

    • 1. Del latín superbia, la soberbia es definida por la real Academia Española como "el apetito desordenado de ser preferido a otros". El concepto puede asociarse a la altivez, el engreimiento, la presunción y la petulancia.

    • 2. Estimación excesiva de sí mismo con menosprecio de los demás.

    • 3. Característica personal que implica la constante y permanente autoalabanza.

    • 4. Actitud de constante autoadmiración que hace que la persona en cuestión deje de considerar los derechos y necesidades de aquellos que la rodean al considerarlos inferiores y menos importantes.

    • 5. Pasión desenfrenada por uno mismo. Una actitud que consiste en la propia adoración, en la idolatría personal.

    En el punto número cinco de la definición dije que: "La soberbia se puede definir como la pasión desenfrenada por uno mismo. Una actitud que consiste en la propia adoración, en la idolatría personal". Esta definición marca la diferencia con el orgullo que como dije anteriormente, el orgullo es: Exceso de estimación propia y de los propios méritos, por el cual se cree uno superior a los demás. Vanidad. Satisfacción personal que se experimenta por algo propio o relativo a uno mismo y que se considera valioso y, persona que tiene un alto concepto de sí mismo y confía en todo lo que hace porque tiene la certeza de que puede hacer todo bien y que no hay nadie mejor que él. Para ilustrar major la diferencia a mis alumnos del colegio le diría que, "en una escala del 1 al 10, el orgullo puede llegar al 8 en cambio la soberbia al 10 coeficiente dos porque, el soberbio tiene una pasión desenfrenada por si mismo. Una actitud de adoración e idolatría personal. Nunca la persona soberbia podrá reconocer su error aunque en ello -literalmente- le costase su vida".

    En nuestra lengua española podemos apreciar que existe una similitud entre ambos términos y que es muy fácil de confundir, sin embargo, se puede diferenciar la soberbia del orgullo porque, el orgullo, puede referirse al sentimiento valioso que se manifiesta por algo que uno hizo, como un trabajo o un esfuerzo. Es lo que señale anteriormente como "orgullo positivo" de que hablan los psicólogos. Sentir esto -señalan los clínicos- no es malo en sí mismo, pero cuando el reconocimiento es excesivo, el sentimiento resulta negativo. En psicología se denomina "narcisismo" a la manifestación exagerada de estos síntomas. 

    El psiquiatra y catedrático Enrique Rojas, en un studio que ha realizado acerca de la soberbia y el orgullo, es bastante claro en su exposición, de esta manera, y a la luz del conocimiento científico, anexo parte de su documento:

    Dice:

    La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. Señala además que, la soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia y que es fuente y origen de muchos males de la conducta y es ante todo una actitud que consiste en adorarse a sí mismo: sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un entusiasmo que es idolatría personal

    Mas adelante Rojas señala que hay dos tipos de soberbia:

    • 1. La una que es vivida como pasión, que comporta un afecto excesivo, vehemente, ardoroso, que llega a ser tan intenso que nubla la razón, pudiendo incluso anularla e impedir que los hechos personales se vean con una mínima objetividad.

    • 2. La otra es percibida como sentimiento de forma más suave que podríamos llamar orgullo.

    Por otra parte, -acota- la soberbia es más intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base. El balance propio saca las cosas de quicio y pide y exige un reconocimiento publico de sus logros y que tienen una deformación de la percepción de la realidad de uno mismo por exceso por lo que dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño.

    Rojas continúa su explicación diciendo que hay una gradación entre dos estirpes: soberbia-orgullo que van de más a menos intensidad, tanto en la forma como en el contenido. Entre la soberbia y el orgullo hay matices diferenciales, aunque sus características se repiten como denominador común. Se puede resumir así: apetito desordenado de la propia valía y superioridad. Es una tendencia a demostrar la superioridad, la categoría y la preeminencia que uno cree que tiene frente a los de su entorno. En general estos dos conceptos se manejan como términos sinónimos, aunque se pueden apreciar algunas diferencias interesantes. 

    • 1. La soberbia es más cerebral, se da en alguien que objetivamente tiene una cierta superioridad, que realmente sobresale en alguna faceta de su vida. Hay una evidencia por la que puede ser tentado por la soberbia, no necesitando del halago de los otros y haciendo él mismo su propio y permanente elogio de forma clara y difusa, rotunda y desdibujada, a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella. Sus manifestaciones son más internas y privadas, aunque pueden ser observadas por una atmósfera grandiosa que él crea sobre su persona y además, a través de sus máscaras; hay arrogancia, altanería, tono despectivo hacia los demás, que se mezclan con desprecio, desconsideración, frialdad en el trato, distancia gélida, impertinencia e incluso, tendencia a humillar. Otras veces, esas máscaras son de una insolencia cínica, mordaz, con un ritintín de magnificencia que provoca en el interlocutor un rechazo frontal.

    • 2. El orgullo es más emocional. Es una alta opinión de uno mismo mediante la cual la persona se presenta con una superioridad y un aire de grandeza extraordinario. Puede ponerse de manifiesto en circunstancias positivas. En esos casos dimana de causas nobles y puede ser hasta justo. El orgullo de ser un buen cirujano, un buen padre, un excelente poeta, ser de una región concreta de un país… Todo esto está dentro de unos límites normales. Puede encuadrarse en el reconocimiento a una labor bien hecha. 

    Continúa señalando el psiquiatra Rojas que se pueden distinguir dos modalidades clínicas de la soberbia, entre las cuales cabe un espectro intermedio de formas soberbias.

    • 1. Una es la soberbia manifiesta que es notarial y que se la registra a borbotones, con una claridad absoluta, lo cual suele ser poco frecuente. Hay petulancia y presunción.

    • 2. La otra es la soberbia enmascarada, que es la más habitual y que se camufla por los entresijos de la forma de ser y que es más propia de las personas inteligentes y teniendo un sentido amplio y desparramado que asoma, se esconde, salta y bulle y revolotea por su mundo personal. ¿Cuáles son estos síntomas? Rojas las resume esquemáticamente: 

    • Aire de suficiencia y engreimiento que refleja un bastarse a sí mismo y no necesitar de nadie. Engreimiento lleva al hábito altanero. 

    • La borrachera de sí mismo tiene su génesis de una zona profunda e íntima donde se elabora esa superioridad. Las manifestaciones más relevantes son: susceptibilidad casi enfermiza para cualquier crítica con un cierto fundamento; gran dificultad para pasar desapercibido; tendencia a hablar siempre de sí mismo, si éste no es el tema central de conversación, enseguida decae su interés en la participación y el diálogo con los demás; desprecio olímpico hacia cualquier persona que aflore en su cercanía y de la que se pueda oír alguna alabanza. Esta embriaguez puede disfrazarse de los más variados ropajes. 

    • 1. La soberbia entorpece y debilita cualquier relación amorosa. Cuando alguien tiene un amor desordenado a sí mismo como el descrito, es difícil darse a otra persona y poner los sentimientos y todos sus ingredientes para que esa relación se consolide. Esto hace casi imposible la convivencia, volviéndola insufrible, pues reclama pleitesía, sumisión, acatamiento y hasta servilismo. No podemos olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo.

    • 2. En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse. 

    Entre la soberbia y el orgullo hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa. 

    Freud puso de moda el término narcisismo, recordando a la planta del narciso, que crece a orillas de los estanques y se mira en el espejo que el agua le ofrece.

    Termina diciendo Rojas que: Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

    La soberbia en las Sagradas Escrituras.

    Mi interés es hacer un análisis de la soberbia desde el punto de vista cristiano, de esta manera, centraré mi estudio en lo que dice la Palabra de Dios expresada fundamentalmente en la Biblia.

    La soberbia es el más grave pecado contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo. El hombre se hace autónomo desconociendo su condición de creatura.

    • 1. Números 15:30 "Más la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo".

    • 2. Proverbios 16:18 "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu".

    • 3. Isaías 2:11 "La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día".

    • 4. Proverbios 15:25 "Jehová asolará la casa de los soberbios …"

    La soberbia fue el primer pecado que se cometió en los tiempos inmemoriales con Satanás que se reveló contra Dios llevandose consigo a otros ángeles, y el mismo, ya en el tiempo del hombre, lo llevó al primer pecado de rebeldía, de autonomía, de auto dependencia, de autodominio. Es lo que Dios nos hace ver en su palabra desde el capítulo 3º del Génesis. La soberbia está a la raíz del pecado original y por eso es la fuente y raíz de todos los pecados, y es por lo tanto la puerta para todo otro pecado. La soberbia es fuente de muchos delitos; por eso se ora a Dios el Señor: "Guarda a tu siervo también del orgullo no sea que me domine; entonces seré irreprochable, libre de delito grave" Sal 19:14.

    Vanidad, vanagloria, sobre autoestima, ostentación, hipocresía, jactancia, celos, violencia, rencores, prepotencia, son algunos de los vicios que engendra la soberbia. Mientras más se tenga en el corazón es mayor fuente de pecados.

    La Igleia Católica habla de la soberbia como uno de los siete pecados capitales.

    Dice así: "Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante para todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados".

    El Catecismo señala: Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a san Juan Casiano y a san Gregorio Magno. Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Estos son: Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.

    Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás como siete: vanagloria (orgullo-soberbia), avaricia, glotonería, lujuria, pereza, envidia, ira. 

    El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás "un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal".   

    Algunas actitudes y posiciones que nos conducen a la soberbia:

    • El sentido de identificación es que permite identificarnos con alguien, algo y nos da un sentido de pertenencia. Con cada "etiqueta" que nos agregamos afianzamos ese sentido de identidad.

    • El Sentido de posesión nos hace "dueños" de algo o alguien: bienes materiales muebles e inmuebles o bienes inmateriales como el sentirse dueño de la verdad absoluta.

    • El sentirse superior, nos hace creer que tenemos más privilegios que los demás, mas sabiduría, más conocimiento, más santidad, etc.

    • El creer que tenemos derechos sobre algo o alguien, a veces estos derechos son dados por el medio en que vivimos, la sociedad…

    • El sentirse indispensable, único que sin nosotros nada funciona correctamente…

    La soberbia en el corazón:

    Un lugar llamado corazón, es el sitio donde se definen todos los sentimientos. A través de ellos llegamos a alcanzar estados de emoción como en una cuerda floja. Y cuando la cuerda se tensa demasiado, corremos el riesgo de partirnos también el alma.

    Hablando de nuestro cuerpo físico, el corazón es lo principal de nuestra vida, por eso las Escrituras nos dice que debemos cuidarlo ya que ahí se puede radicar lo más perverso. Jeremías 17:9 "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" Lo perverso que puede radicar en nuestro corazón es la "soberbia", esta puede llegar a convertirse en una barrera que impida aceptar la corrección de Dios. La soberbia ensucia tanto al corazón que impide aceptar un consejo, o una opinión, es como un murro que hace que no reconozcamos la dirección de Dios. Además, la soberbia nos puede llevar a la jactancia. Santiago 4:16 "Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias".

    Las Sagradas Escrituras son muy claras en cuanto se refiere al pecado de la soberbia. Veamos algunos versículos:

    • 1. Malaquias 4:1 "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa…"

    • 2. Proverbios 28:25 "El altivo de ánimo suscita contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará".

    • 3. 2 Samuel 22:28 "Porque tú salvas al pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos".

    • 4. Jeremías 50:32 "Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante…"

    • 5. Lucas 1:51 "Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones".

    • 6. Isaías 13:11 "Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes".

    Formas de evitar la Soberbia:

    La única forma de evitar la soberbia es practicando asiduamente la humildad, la tolerancia, el amor fraterno y la unidad en Cristo. En Mateo 11:29-30 nos dice: "Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera."

    Debemos tomar conciencia que tal como Satanás nos ha estudiado y conoce cuando y donde tentarnos, así también nosotros debemos prepararnos para la batalla, aprendiendo de cada caída, analizando cada vez que caemos en tentación, analizando los "por qué", cuando, donde, como, que pensamientos y sentimientos precedieron al pecado.

    "Hijo, actúa con dulzura en todo lo que hagas, y te querrán más que al hombre generoso. Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y alcanzarás el favor del Señor. Porque grande es el poder del Señor, pero son los humildes quienes le glorifican. No pretendas lo que te sobrepasa, ni investigues lo que supera tus fuerzas. Atiende a lo que se te encomienda… No te preocupes por lo que supera a tus obras, porque ya te han enseñado más de lo que alcanza la inteligencia humana…las especulaciones desviaron a muchos, y las falsas ilusiones extraviaron sus pensamientos. Corazón obstinado mal acaba, y el que ama el peligro en él sucumbe. Corazón obstinado se acarrea fatigas, y el pecador acumula pecado tras pecado. La desgracia del orgulloso no tiene remedio, pues la planta del mal ha echado en él sus raíces. El hombre prudente medita los proverbios, un oído atento es el anhelo del sabio" Eclesiastico 3:1-31

    Sea cual sea su agravio, no guardes rencor al prójimo, y no actúes guiado por la soberbia puesto que ésta es "Odiosa al Señor y a los hombres, para ambos es un delito la injusticia. La soberanía pasa de una nación a otra, a causa de las injusticias, las violencias y el dinero. ¿De qué se enorgullece el que es tierra y ceniza? ¡si ya en vida su vientre es podredumbre! La larga enfermedad desconcierta al médico, y quien hoy es rey mañana morirá. Y cuando un hombre muere, recibe como herencia lombrices, bichos y gusanos. Principio de la soberbia es alejarse del Señor, apartar el corazón del Creador. Porque principio de la soberbia es el pecado, el que se aferra a ella difunde iniquidad. Por eso el Señor les infligió asombrosos castigos, y abatió a los soberbios hasta aniquilarlos. El Señor derribó del trono a los poderosos, y en su lugar hizo sentar a los sencillos. El Señor arrancó la raíz de los soberbios, y en su lugar plantó a los humildes. El Señor arrasó los territorios de las naciones, y los destruyó hasta los cimientos de la tierra. A algunos los arrebató y destruyó, y borró de la tierra su recuerdo. No está hecha la soberbia para el hombre, ni la violencia para el nacido de mujer" Eclesiastico 10:7-18

    Utilidad de la virtud de la humildad para evitar el vicio de la soberbia

    Tomás de Aquino define la humildad como "una virtud moral: no es ni intelectual ni teológica". La humildad, igual que la paciencia, es una virtud moral. Tomás opina que los hombres hipócritas ocultan su falsedad bajo la elegancia de su vestimenta. Por el contrario, los hombres nobles de corazón se muestran tal y como son debido a que "la humildad es el fundamento del edificio espiritual". Es decir, proporciona un soporte firme para la estructura del edificio de la interioridad humana: "fundamentalmente la virtud no consiste en las cosas exteriores, sino en la elección más interior de la mente", porque en último término el hombre virtuoso elige el bien entre toda una serie de alternativas que tienen su razón de ser en el don de la libertad.

    En efecto, como Tomás mismo indica, la virtud de la humildad es tan importante que su existencia "supone la conservación y fundamento de las otras virtudes en su ser".

    Además, escribe el dominico que "la humildad es alguna disposición para el libre acceso del hombre en los bienes espirituales y divinos". Es decir, es un camino abierto hacia aquello que está más allá de nosotros mismos; la soberbia nos encierra en nuestra propia vanidad, nos impide ver más allá de lo material; en cambio, la humildad amplia la perspectiva de nuestro horizonte vital. Sin embargo, a diferencia de la soberbia que persigue el elogio, "la humildad aleja al alma del deseo desordenado de cosas grandes contra la presunción".

    Conclusión:

    Hoy es un buen día para arrepentirnos de cualquier arrogancia, soberbia, orgullo o altivez espiritual con la que hayamos ofendido a Dios y a nuestros hermanos en la fe.  Delante de los ojos de Dios, su iglesia urgentemente necesita arrepentirse. Si no aceptamos la Palabra de Dios como reprimenda, entonces Dios mismo nos quebrantará y dará permiso a Satanás para zarandearnos. Y nosotros no queremos eso, definitivamente.

    ANEXOS

    Algunos versos bíblicos sobre la soberbia y humildad

    Salmo 138:6 "Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos".

    Isaías 2:11 "La altivez de los ojos del hombre será abatida y la soberbia de los hombres será humillada; … ".

    Isaías 13:11 "… abatiré la altivez de los fuertes".

    Isaías 5:15 "… serán bajados los ojos de los altivos".

    Proverbios 22:4 "Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová".

    Proverbios 5:5 "… porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes".

    Proverbios 11:2 " Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; más con los humildes está la sabiduría".

    Isaías 29:19 "Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová y aún los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel".

    Isaías 66:2 "… pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiemble a mi palabra".

    Mateo 11:29 "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para nuestras almas".

    Proverbios 22:4 "Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová".

    Proverbios 3:34. "Ciertamente El escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará gracia".

    Proverbios 15:33 "El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; y la honra precede la humildad".

    Proverbios 16:18-19 "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios".

    Proverbios 29:23 "La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra".

    Proverbios 21:4 "Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos son pecado.

    Isaías 57:15 "Porque así dice el Alto y Sublime, que vive para siempre, cuyo nombre es Santo": Habito en lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos".

    Proverbios 16:5 "Abominación al Señor es todo el que es altivo de corazón; ciertamente no quedará sin castigo".

    Salmo 25:8-9 "Bueno y recto es el Señor; por tanto, El muestra a los pecadores el camino. Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino"

    Salmo 40:4 "Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el Señor su confianza, y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad".

    Salmo 19:13 "Guarda también a tu siervo de pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí. Entonces seré integro, y seré absuelto de gran transgresión".

    Mateo 11:29 "Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para vuestras almas"

    1 Samuel 2:3 No multipliquéis hablando grandezas, altanerías; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y á él toca el pesar las acciones.

    Proverbio 13:10 Ciertamente la soberbia parirá contienda: Mas con los avisados es la sabiduría.

    Proverbio 15:25 Jehová asolará la casa de los soberbios: Mas él afirmará el término de la viuda.

    Santiago 4:10 Humillaos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará.  

    Lucas 14:11 Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.

    Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley

    Filipenses 2:3-5 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros; Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en el Cristo Jesús.

    Santiago 4:6 Mas él da mayor gracia. Por esto él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a los humildes.  

    1 Pedro 5:5-7 Igualmente, jóvenes, sed sujetos a los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos pues debajo de la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo, echando toda vuestra solicitud en él; porque él tiene cuidado de vosotros.  

    Oración

    Padre Celestial te ruego y suplico que nos perdones por haber pecado contra ti, con orgullo y soberbia. Te pido y suplico que prepares el corazón de todos los cristianos que están leyendo esta reflexión y que nos lleves a ese lugar, de arrepentimiento en polvo y ceniza, y que nos des otra oportunidad más de servirte en humildad, sumisión, obediencia, acatamiento de Espíritu, fidelidad, dependencia, prudencia y mansedumbre sujetos siempre a tu voluntad, a tu palabra y a tu Espíritu Santo.  Te pido y suplico que lleves este escrito a muchas personas de tu pueblo que están siendo piedra de tropiezo, y que redarguyas sus corazones, para que se arrepientan de su pecado de orgullo y soberbia, y entonces sí, inunde a tu gente como torrentes de agua viva. En el poderoso nombre de Jesucristo nuestro Señor, amen.

    La vanidad

    edu.red

    La vanidad es la necesidad de envolver la verdadera esencia de la persona bajo una capa deslumbrante de algo que no existe, con lo que se engaña a sí mismo a los demás. El engaño es la manifestación más profunda de la persona vanidosa y es al tiempo no querer darse cuenta de que no se tiene nada de lo que se está ofreciendo; es la dificultad de discernir lo que se siente de verdad e incluso quién es uno mismo.

    La vanidad es la presentación de una buena imagen; brillar en el mundo, el afán por el éxito, ser más brillante que los demás, vivir según el principio de que se logran recompensas por lo realizado. El pecado de la vanagloria es una visión distorsionada de la realidad que reza "vales por los triunfos que logras y eres lo que has logrado".  Es la convicción que la valía como persona depende sobre todo de los éxitos profesionales y del estatus social. Es la identificación no con lo que uno es, sino con lo que uno hace.

    Definición conceptual

    • 1. Vanidad, del latín vanitas, es la cualidad de vano (vacío, hueco o falto de realidad, sustancia o solidez). Este adjetivo está vinculado a lo insustancial, la arrogancia, la presunción y el envanecimiento.

    • 2. La vanidad se define como la creencia excesiva en las habilidades propias o la atracción causada hacia los demás. Es un tipo de arrogancia, engreimiento, una expresión exagerada de la soberbia.

    • 3. Cosa que solamente sirve para mostrar riqueza, lujo o poder y que carece de valor moral.

    • 4. Engreimiento, cualidad de la persona que tiene orgullo propio y afán de ser admirado excesivos.

    • 5. Frivolidad cualidad de lo que no tiene contenido, utilidad o justificación. Los programas sensacionalistas son pura vanidad.

    • 6. Cosa que carece de valor moral y solo sirve para ostentar.

    • 7. La vanidad es una manifestación de la soberbia y la arrogancia.

    • 8. En algunas enseñanzas religiosas se la considera como una forma de idolatría, en que la persona en función de sus deseos y actos mundanos rechaza a Dios en su vida cotidiana.

    • 9. Friedrich Nietzsche escribió lo siguiente al respecto: "La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo".

    Sinonimos:

    Presunción, engreimiento, envanecimiento, jactancia, vanagloria, soberbia y orgullo.

    La forma de vida de una persona vanidosa:

    La persona vanidosa se siente superior al prójimo, ya sea desde un punto de vista intelectual o físico. El vanidoso no duda en destacar su supuesta capacidad cada vez que puede, menospreciando al resto de la gente.

    En este sentido, la vanidad encubre un sentimiento de inferioridad y el deseo de ser aceptado por el otro. Al hacer gala de sus virtudes, el vanidoso intenta demostrar que no es menos que nadie (lo que en realidad siente) y espera el aplauso y la admiración de quienes le rodean.

    Una buena forma de comprender qué es la vanidad se encuentra en el mito de Narciso. La versión más conocida de esta historia señala que Narciso era un joven enamorado de sí mismo. Un día, al ver su hermoso rostro reflejado en un lago, se queda absorto y embelesado, incapaz de apartarse de la imagen. Finalmente Narciso muere (suicidándose, ahogándose o por no poder separarse de su reflejo, según la versión) y en el lugar crece una hermosa flor que tiene ese nombre.

    A la persona vanidosa le gusta el halago, la alabanza y el reconocimiento de los demás. Es una persona que muestra un paquete con un envoltorio hermoso, llamativo y hasta deslumbrante, pero que solo es un envoltorio, ya que cuando se abre no contiene nada, está vacío. El envoltorio no es sino un engaño, puesto que no corresponde a lo que se encuentra en el interior. La vanidad es la manifestación de rasgos de segundo orden que se convierten en el primer elemento de la realidad.

    El tipo de personas dominadas por el pecado de la vanidad son camaleónicas, ambiciosas, competitivas y adictas al trabajo. Es por ello que generalmente están enamoradas de su propia imagen, lo cual les lleva aestar constantemente preocupadas por la manera que se muestran a los demás, ya que la imagen es un elemento clave de su personalidad narcisista. Se puede incluso proyectar una imagen triunfante cuando en realidad se está viviendo un auténtico fracaso. Se puede estar viviendo un baile de disfraces con el convencimiento de que el disfraz es la realidad.

    Consecuencias del pecado de la vanidad

    La persona vanidosa vive una lucha constante de competitividad en la que o se gana o se pierde. La vida es una lucha donde hay que ganar y para ello todos los medios son válidos. El éxito es su gran fascinación.  El fracaso es una realidad que no puede hacer parte de la vida de estas personas, porque nada es más trágico que el fracaso.

    Debido a su facilidad para adaptarse a las expectativas de su entorno, cautivan a los demás. Aunque muy a menudo su adaptación al entorno tiene como propósito conseguir sus objetivos personales; es por ello que se les llaman personas camaleónicas.

    Las personas vanidosas pueden fácilmente llegar a la cima del poder, ser gerentes de empresas, banqueros, presidentes de gobierno y directores de multinacionales que están toda su vida ocupadas en trepar por la escala del éxito. Esto se convierte en el único contenido de su vida, ya que todo lo que no corresponde a escalar, no es importante para estas personas. Este es su pecado pero al tiempo su enfermedad, ya que muchas veces llegar a la cima  se convierte en el valor más importante de su vida y la única razón de vivir.

    Posiblemente la consecuencia más importante de una persona vanidosa es su adicción al trabajo, incluso se siente incómoda si está inactiva.

    Las personas dominadas por el pecado de la vanidad, se dejan absorber completamente por su profesión, su papel social o sus proyectos y se convierten en una esponja sedienta que nunca tiene suficiente agua.

    A las personas vanidosas les cuesta admitir sus equivocaciones debido a que eso sería reconocer sus fracasos, por lo que en sus momentos de debilidad la mentira se convierte en su forma de esconderlos. La crítica es algo muy amenazador, ya que les destruye la máscara que esconde la realidad.

    La vanidad desde el punto de vista cristiano-catolico:

    De acuerdo a la teología Cristiana clásica, la vanidad consiste en depositar la confianza en forma excluyente en las cosas mundanas, lo que hace que el hombre no necesite de Dios.

    Desde este mismo punto de vista, la vanidad hace que el hombre sienta que no necesita a Dios. Se trata de una especie de auto-idolatría: el vanidoso rechaza a Dios ya que se tiene a sí mismo. La vanidad, de hecho, es uno de los pecados capitales.

    Evagrio Póntico cerca del año 375 creía que había ocho tentaciones terribles para el alma, y la vanidad era una de las más letales. Evagrio advirtió que la vanidad "corrompía todo lo que tocaba y la denominó un tumor del alma lleno de pus que al alcanzar la madurez se descompone en un desagradable desastre".

    En 590, el papa Gregorio Magno reexaminó la lista y redujo los pecados a siete. Anteriormente, Evagrio las había denominado "tentaciones", pero el papa cambió el nombre por el de "pecados" y proclamó que eran mortales. Para el papa Gregorio, la vanidad era el peor de los siete pecados capitales, el que contiene la semilla de todo el mal. Él escribió: La vanidad es el comienzo de todos los pecados junto con la soberbia.

    Vanidad en las Sagradas Escrituras.

    Como ya he señalado, desde el punto de vista cristiano, la vanidad es una forma de vanagloria, y la vanagloria se basa en el orgullo. La vanidad, es el orgullo basado en cosas vanas y, por cosa vana entendemos que es todo aquello que se tiene por valioso pero que en realidad desvía de lo que en verdad vale. Lo vano nos apega a una falsa imagen del hombre, medido por sus riquezas, fama y poder mundano. Lo vano carece de solidez en relación a la vida eterna: "Despreciaron sus decretos y la alianza que hizo con sus padres y las advertencias que les hizo, caminando en pos de vanidades, haciéndose ellos mismos vanidad, en pos de las naciones que les rodeaban, acerca de las que Yahveh les había ordenado: No haréis como ellas" II Reyes 17:15

    Vanidad, vestimenta inmodesta y maquillaje.

    "El adorno de las cuales no ha de ser por de fuera con los rizos del cabello, ni con dijes de oro, ni gala de vestidos. La persona interior escondida en el corazón es la que debe adornar con el atavío incorruptible de un espíritu de dulzura y de paz, lo cual es un precioso adorno a los ojos de Dios. Porque así también se ataviaban antiguamente aquellas santas mujeres [y hombres] que esperaban en Dios, viviendo sujetas a sus maridos. Al modo que Sara era obediente a Abrahán, a quien llamaba su señor: de ella sois hijas vosotras, si vivís bien y sin amedrentaros por ningún temor." (1 Pedro 3:3-6)

    La autoridad divina de la palabra de Dios exige que siempre se vistan humildemente, no usando vestimenta apretada que muestran sus senos ni su trasero ni mostrando demasiada piel que lleva a la tentación y que también se abstengan (eso no significa que no lo puedan usar moderradamente) de usar cualquier clase maquillaje, joyas y accesorios para no dar un mal ejemplo o tentar a su prójimo en lujuria carnal y pecado. Porque a cada una de las personas que han tentado con su apariencia inmodesta exigirá que Dios ejecute su venganza justa sobre ustedes ¡ya que la tentaron a tener pensamientos lujuriosos!.

    Nota:

    Hay mujeres que con sus escotes dejan ver hasta sus pezones o el pantalón incrustado en el trasero, esta práctica es la criticada por la iglesia. De la misma manera, un maquillaje decente no es criticado por la iglesia, lo que se critica es a las mujeres que se ponen una "capa" de maquillaje y se pitan los ojos como mujer vulgar. Con ello me refiero a mujeres que venden su cuerpo.

    Brígida Birgersdotter, conocida como Santa Brígida de Suecia (Skederid, actual municipio de Norrtälje, Uppland 1303 (Qué alegría para mí que es una santa sueca. Que conste, este es un orgullo positivo.) Decía en aquella época que "todo aquel que usa maquillaje o vestimenta inmodesta será atormentado especialmente por cada una de las personas que lo han visto durante toda su vida, a menos que se enmienden antes del momento de su muerte, lo cual es, triste decirlo, imposible de saber cuándo será. ¡Eso puede ser miles y miles de personas que ejecuten venganza sobre ustedes en el infierno por toda la eternidad! ¡Qué horror! Eso, claro está, significa que no pueden ir y bañarse en público ya que ¡eso sería aún más inmodesto e inmoral!"

    "La mujer no se vista de hombre, ni el hombre se vista de mujer; por ser abominable delante de Dios quien tal hace." (Deut 22:5).

    Las mujeres no deberían vestirse ni actuar como hombres, porque esto es una abominación ante los ojos de Dios. Dios creó a la raza humana con dos géneros, con la intención que cada uno tuviese su propio lugar en la Creación. Los hombres y las mujeres no fueron hechos para que se comportasen o vistiesen de la misma manera. Parte de la belleza de la raza humana se encuentra en las diferencias entre los hombres y las mujeres.

    Nota:

    La mujer que usa pantalones o jeans, es aceptado por la iglesia con la salvedad, -como antes he dicho- estos no se incrusten en el trasero pues el objeto de ello es llamar la atención a los varones, es provocarlos e incitarlos a que uno tenga pensamientos morbosos pues, al codiciar a una mujer con el pensamiento, es pecado de adulterio. (Estaré siendo muy exagerado?. No, la Biblia claramente lo dice que el hombre que mire a una mujer para poseerla, ya ha cometido adulterio)

    Cada uno de nosotros vivimos dentro de una sociedad más grande. Cada uno estamos influenciados por la cultura que nos rodea. Sin embargo, la sociedad y la cultura a menudo nos enseñan cosas falsas, lo cual nos alejan de Dios. La mayoría de las mujeres (por lo menos en la sociedad y cultura Occidentales) se visten y actúan muy parecido a los hombres. Ellas buscan los mismo papeles en la sociedad, la familia y la Iglesia. Están siguiendo una enseñanza popular de nuestra cultura hoy, que las mujeres y los hombres están hechos para tener los mismos papeles, y especialmente que las mujeres están hechas para tomar los papeles que anteriormente tenían únicamente o principalmente los hombres. Están exhibiendo su adherencia a esta enseñanza al vestirse como hombres. Esta enseñanza de nuestra cultura es contraria a las enseñanzas de Cristo.

    Nota:

    Particularmente considero que las mujeres y los hombres tenemos los mismos derechos, no hay diferencias en cuanto a sus capacidades intelectuales y laborales, de tal manera, una mujer si puede ocupar cargos que antes solo estaban destinado a los hombres y de la misma manera, un hombre puede tener una profesión que antes estaba dedicada a las mujeres. Lo que si debemos considerer que, el hecho de ocupar cargos antes vedados, la mujer no se pierda la feminidad y el hombre no pierda su varonilidad.

    Dios quiere que los hombres y las mujeres actúen y se vistan de acuerdo a su género y al lugar que Dios les ha dado a cada uno en la Creación. La vestimenta y los peinados son expresiones del pensamiento, comportamiento y actitud de cada uno. Las mujeres no están hechas para comportarse como hombres por lo tanto, no deberían vestirse ni arreglarse como hombres. Y viceversa.

    "No penséis que yo he venido a destruir la doctrina de la ley ni de los profetas: no he venido a destruirla, sino a darle su cumplimiento. Que con toda verdad os digo que antes faltarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse perfectamente cuanto contiene la ley, hasta una sola jota o ápice de ella. Y así, el que violare uno de estos mandamientos, por mínimos que parezcan, y enseñare a los hombres a hacer lo mismo, será tenido por el más pequeño, esto es, por nulo, en el reino de los cielos; pero el que guardare y enseñare, ése será tenido por grande en el reino de los cielos." (Mt 5:17-19).

    Leamos cual era el pensamiento del Padre Pío al respecto:

    Acostumbraba a rehusar escuchar la confesión de mujeres que usaban pantalones o un vestido inmodesto.

    El Padre Pío tenía fuertes puntos de vista sobre la moda femenina en cuanto a vestidos. Cuando comenzó la locura de la mini falda, nadie se atrevía a ir al monasterio del Padre Pío vestida con tal moda inapropiada. Otras mujeres no venían en mini faldas sino en faldas que eran cortas. El Padre Pío también se disgustaba mucho con esto.

    El Padre Pío no toleraba faldas apretadas ni vestidos cortos o con escotes bajos. También prohibía que sus hijas espirituales usaran medias transparentes. Sacaba a las mujeres del confesionario, aún antes que entraran, si discernía que sus vestidos eran inapropiados. Muchas mañanas sacaba a una tras otra. También tenía puesto un rótulo en la puerta de la iglesia que declaraba: "Por deseo explícito del Padre Pío, las mujeres deben entrar en su confesionario usando faldas que lleguen a por lo menos ocho pulgadas (20 cm) por debajo de las rodillas"

    El Padre Pío censuraba a alguna mujeres con las palabras, "Vete y vístete." A veces agregaba: "¡Payasos!" El no le daba pase a nadie, ya sea que fuesen personas que conocía o que veía por primera vez, o hijas espirituales de mucho tiempo. En muchos casos, las faldas estaban muchas pulgadas debajo de la rodilla pero aún así ¡no eran suficientemente largas para el Padre Pío! Los niños y los hombres también tenían que usar pantalones largos, si no querían que los sacaran a patadas de la iglesia. (De la Vida del Padre Pío, tomado de: http://www.santos-catolicos.com/santos/padre-pio.php)

    Anexos:

    Versículos bíblicos acerca de la vanidad

    • 1. Proverbios 31:30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.

    • 2. 1 Samuel 16:7: Y Jehová respondió á Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho, porque Jehová mira no lo que el hombre mira, pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón.

    • 3. Jeremías 4:30: Y tú, destruída, ¿qué harás? Bien que te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas, menospreciáronte los amadores, buscarán tu alma.

    • 4. 1 Timoteo 4:8: Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

    • 5. Mateo 6:1-7: Mirad que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, Para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, él te recompensará en público. Y cuando ores, no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago. Mas tú, cuando ores, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público. Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles, que piensan que por su parlería serán oídos.

    • 6. Eclesiastés 5:10: El que ama el dinero, no se hartará de dinero, y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

    • 7. Eclesiastés 2:11: Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacer las y he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu, y no hay provecho debajo del sol.

    • 8. Gálatas 5:16-26: Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia de la carne. Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne: y estas cosas se oponen la una á la otra, para que no hagáis lo que quisieres. Mas si sois guiados del Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley. Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias. Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu. No seamos codiciosos de vana gloria, irritando los unos á los otros, envidiándose los unos a los otros.

    • 9. 2 Pedro 2:18: Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huído de los que conversan en error.

    • 10. Santiago 1:22-27: Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se consideró a sí mismo, y se fué, y luego se olvidó qué tal era. Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.

    • 11. Eclesiastés 6:12: Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?

    • 12. Eclesiastés 2:21: Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda á hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.

    • 13. Eclesiastés 1:2: Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, vanidad de vanidades, todo vanidad.

    • Partes: 1, 2, 3, 4
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