- Resumen
- Consideraciones generales
- Situación problémica
- Diseño Metodológico
- Análisis y Discusión de los resultados
- Conclusiones
- Referencias Bibliográficas
- Anexos
Resumen
La discapacidad auditiva en el adulto mayor es un problema de salud, que se incrementa, con importantes repercusiones funcionales y psicológicas. El objetivo de la siguiente investigación fue determinar el comportamiento del estado afectivo en pacientes ancianos hipoacúsicos con el uso de prótesis auditiva en el Hospital Docente "Comandante Pinares" de San Cristóbal en el período de enero del 2010 a Junio del 2011. Para esto Se realizó un estudio observacional, analítico de cohorte y prospectivo, cuyo universo estuvo constituido por pacientes mayores de 60 años, realizándoles una evaluación audiológica y test de Yesavage antes y después del ajuste de prótesis auditiva que nos permitió conocer su evolución posterior. El procesamiento estadístico se llevó a efecto mediante el Chi-cuadrado de Pearson (x2) para determinar asociación entre variables. La investigación demostró que se alcanza reversibilidad de la depresión con el uso de prótesis auditiva y se recomienda revitalizar el programa de atención a la discapacidad auditiva en el adulto mayor.
Palabras claves: discapacidad auditiva, adulto mayor, estado afectivo.
Consideraciones generales
1.1 La Hipoacusia.
La hipoacusia es la disminución del nivel de audición por debajo de lo normal, lo cual constituye un motivo habitual de consulta y es especialmente frecuente en la población anciana, donde la principal causa es la presbiacusia, en la cual los factores hereditarios y ambientales (ruidos) son su principal etiología. (1)
En la actualidad se estima que un tercio de la población mundial y el 75 % de los habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de sordera o pérdida auditiva causada por exposición a sonidos de alta intensidad. La Organización Panamericana de la Salud refiere una prevalencia promedio de hipoacusia del 17 % para América Latina. En los Estados Unidos de América, la pérdida auditiva inducida por exposición al ruido de origen industrial es una de las enfermedades ocupacionales más frecuentes. En Europa se estima que alrededor de 35 millones de personas están expuestas a niveles de ruidos perjudiciales. (2)
La hipoacusia es un problema de salud que se incrementa, conjuntamente con el avance de la civilización, origina trastornos como la incapacidad para la comunicación personal, reduce la calidad de vida del ser humano y su socialización, fenómeno este conocido como socioacusia. (3)
En Cuba la incidencia de esta enfermedad oscila entre el 25% en los mayores de 65 años y el 80% en los mayores de 80. Con frecuencia, da lugar a situaciones de minusvalía con importantes repercusiones físicas y psicológicas. (4)
En los ancianos hipoacúsicos se pueden encontrar síntomas no auditivos entre los que se destacan: hipertensión arterial, taquicardia, taquipnea, hiperacidez, disminución del apetito. Además interfiere en la comunicación hablada, puede causar distracción y mayor propensión a sufrir accidentes en el hogar, disminución en el desempeño familiar, incremento del nivel personal de estrés, irritabilidad y alteraciones del sueño. (5)
Entre las acciones planteadas en los Objetivos, Propósitos y Directrices (OPD) para incrementar la Salud de la Población Cubana se encuentran las encaminadas al diagnóstico y tratamiento oportuno de las enfermedades, conservando la calidad de vida del paciente. (6)
La hipoacusia para su mejor diagnóstico requiere de la valoración de toda la información disponible, desde la anamnesis, la exploración clínica, acumétricas y los datos obtenidos en mediciones audiométricas. (1,2,4)
Muchos pacientes con hipoacusia se benefician de procedimientos médicos o quirúrgicos, pero la amplia mayoría tiene trastornos auditivos que no pueden corregirse con estos métodos y para ellos está indicada la rehabilitación mediante prótesis auditivas. En la mayoría de los casos se trata de hipoacusias neurosensoriales. (5)
1.2 Prótesis auditivas o audífonos. Tipos.
Las prótesis auditivas o audífonos son dispositivos electrónicos que permiten la amplificación del sonido. Existen 4 tipos de audífonos de conducción aérea: retroauricular, intrauricular (en la concha del pabellón auricular), intracanal (dentro del CAE) y CIC (completamente en el canal). La elección de uno u otro tipo depende de las necesidades de cada paciente, por tanto las indicaciones son individualizadas. En ancianos se utilizan más los retroauriculares, ya que tienen menor destreza manual y van a realizar mejor el mantenimiento, mientras que en personas jóvenes se utilizan más los intracanales y los CIC. Los audífonos han sufrido importantes avances en los últimos años con sistemas programables digitalmente, así como circuitos que reducen el ruido ambiental y mantienen los sonidos sin llegar a estar sobreamplificados. (8)
Las prótesis auditivas son definidas como un sistema amplificador de alta fidelidad que actúa sobre el estímulo sonoro convirtiendo la señal eléctrica en sonido. (17)
Los audífonos se clasifican según el modo de presentación de la señal acústica en Audífonos de conducción aérea y Audífonos de conducción ósea.
Según el lugar de colocación se clasifican en:
1 Audífono de caja o bolsillo: Actualmente en desuso.
2 Retroauricular: Se coloca detrás de la oreja. Consiste en dos partes: el propio audífono y el molde fabricado para que se adapte en el oído. Los audífonos retroauriculares tienen tamaños y formas distintas. Cubren pérdidas que exceden los 70 dB. Los controles para el usuario están situados en la parte superior del audífono.
3 Audífonos Intrauricular: Se acopla a la entrada del CAE. Una de las características de este modelo es que los componentes electrónicos del audífono están ubicados en la carcasa que se lleva en el oído. Una de sus desventajas es que es bastante pesado. Cubre para pérdidas auditivas de leves a severas.
4 Audífono Intracanal: Ocupa solamente el conducto auditivo externo. Estéticamente es el más perfecto. Son menos visibles que el intraauricular, favorecen la recepción sonora, son de fácil colocación y cubren una ganancia de alto nivel.
5 Audífono CIC o Peritimpánico: Este modelo se lleva profundamente en el canal auditivo. El audífono cuenta con un pequeño hilo de extracción fijado a la carcasa para que el usuario lo pueda extraer fácilmente del oído.
Los audífonos cuentan con tecnología análoga, digital y 100% digital.
Las prótesis digitales pueden ser programadas mediante el tratamiento digital de la señal, con lo que se consigue una gran flexibilidad a la hora de modificar el perfil independiente.
A la hora de elegir el tipo de audífono que nuestro paciente necesite es importante
tomar en cuenta los siguientes aspectos para una mejor adaptación.
1 Grado de pérdida auditiva.
2 Tipo de pérdida auditiva.
3 Edad del paciente.
4 Estado físico.
5 Disposición del paciente.
1.3. El envejecimiento y cambios en el sentido del oido.
El envejecimiento individual no es un fenómeno exclusivo de las sociedades modernas, sino que ha estado presente en todas las etapas del desarrollo social, siendo de interés para la filosofía, el arte y la medicina en todas las épocas, sin embargo durante el presente siglo, asistimos a una situación singular, más y más personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de vejez y que convierte al envejecimiento poblacional en unos de los retos más importantes de las sociedades modernas.
Con la edad cambian varios aspectos perceptibles en el cuerpo humano. La sensibilidad auditiva también cambia con la edad, siendo frecuente la pérdida de cierta capacidad para oír los tonos más agudos (hipoacusia). De ahí que las personas mayores pueden considerar que la música del violín ya no suena tan emocionante como cuando eran jóvenes; también, al no percibir la tonalidad aguda de la mayor parte de las consonantes cerradas, pueden pensar que los demás están murmurando. (10) Estas alteraciones se justifican al estudiar que con el envejecimiento ocurren cambios en el sentido del oído como son:
Oído externo: Alteraciones del tamaño, forma, flexibilidad.
Oído medio: Disminuye la elasticidad del tímpano. Degeneraciones artríticas en las articulaciones de los huesos que transmiten el sonido.
Oído interno: Degeneración de las estructuras vasculares y celulares.
Las principales causas del déficit auditivo en los adultos mayores son:
1 Aumento de la vellosidad del oído externo.
2 Aumento de la producción de cerumen.
3 Disminución de la elasticidad de la membrana timpánica.
4 Presbiacusia: La cual se define como una alteración degenerativa dentro del sistema auditivo en función de la edad, con la secuela de pérdida auditiva progresiva; esta pérdida funcional forma parte del conjunto de los procesos de envejecimiento que afectan todos los sistemas orgánicos (5).
Su etiología es incierta y aunque hay varios factores que puedan influir en la alteración de la audición tales como: herencia, exposición al ruido, infecciones, trauma o ototóxicos, el envejecimiento de los tejidos toma el primer lugar. Se considera que cuando menos cinco diferentes procesos de envejecimiento contribuyen al patrón general de la presbiacusia:
Perturbación conductiva del oído medio (después de los 80 años).
Pérdida de elasticidad e incremento en la fricción interna en la membrana basilar, daría el patrón de pérdida gradual de tonos agudos. (otros tejidos presentan también los mismos cambios).
Pérdida de unidades sensoriales.
Anormalidades químicas o metabólicas que pueden presentarse tras cambios vasculares. Pérdida de neuronas en el sistema nervioso central, particularmente si hay una grave arteriosclerosis. (11)
El problema que han tenido los sordos durante mucho tiempo es que se consideraba que las hipoacusias cocleares no tenían tratamiento. En parte es cierto, no tienen tratamiento médico o quirúrgico que pueda curar su enfermedad, es decir, el paciente que es sordo por una lesión coclear, seguirá siendo sordo, pero sí pueden tener un tratamiento rehabilitador, el que nos permitirá lograr la percepción de la voz humana y diversos sonidos intentando recuperar un nivel auditivo similar o semejante al normoyente, consistente en prótesis auditivas. (16)
La sordera o hipoacusia, en personas de edad avanzada, un fenómeno fisiológico; en ciertos aspectos totalmente normal y por ello motivo de preocupación a nivel personal, familiar y del entorno social.
1.4. El déficit auditivo en la actualidad.
El estimado global de la OMS en el 2005 determinó que 278 millones de personas (4.6%) tenían Déficit Auditivo moderado o severo, 364 millones tenían un Déficit Auditivo leve. De estas cifras el 80% viven en países con ingresos bajos y medios (en vías de desarrollo). El déficit auditivo está catalogado en la actualidad como una epidemia oculta.Se plantea que para el 2015 los niveles en las tasas de incidencias actuales de la hipoacusia se duplicaran por envejecimiento poblacional dado su mejor identificación. (4)
Los estudios sociales de discapacidad en nuestro país han determinado una Tasa de discapacitados auditivos de 0,21 por cada 100 habitantes.
En Cuba existe un programa nacional de atención a la discapacidad auditiva en el adulto mayor que abarca el nivel Comunitario, Institucional y Hospitalario.
Entre sus objetivos están:
1. Mejorar la calidad de la atención de las personas con discapacidad auditiva.
2. Desarrollar actividades de educación para la salud en la prevención del déficit auditivo.
3. Fortalecer el pesquisaje auditivo.
4. Realizar el diagnóstico y tratamiento médico-protésico y rehabilitador en la población de adultos jóvenes y adulto mayor.
5. Fortalecer los vínculos con Higiene del Trabajo que permitan realizar acciones para prevenir, diagnosticar y tratar la Discapacidad Auditiva inducida por ruido.
6. Mejorar la interrelación con el MINED y la ANSOC.
7. Desarrollar actividades de capacitación, acreditación e investigación. (4)
Quienes padecen pérdida de audición, en sus diversas formas tienen ciertas limitaciones al no poder oír la palabra hablada, o si la oyen, no la entienden, participan solo de la conversación que va dirigida directamente a ellos perdiendo muchos detalles, al perderse los contactos auditivos casuales se percata de su importancia en la vida en comunidad y en la participación grupal.
El adulto mayor con déficit auditivo tiene que hacer frente a una serie de problemas psicológicos debido a la deficiente Interpretación de los sonidos del lenguaje, solo "oye lo que quiere oír" tiende a participar cuando la conversación es lenta o cuando el tema le es muy conocido provocándole indiferencia progresiva hacia el mundo exterior.
La sordera o hipoacusia, en personas de edad avanzada, un fenómeno fisiológico; en ciertos aspectos totalmente normal y por ello motivo de preocupación a nivel personal, familiar y del entorno social.
Si tenemos presente la evolución demográfica, caemos en la certeza que este problema, es de cada día mayor, cuya causa la encontramos en la mayor longevidad que se presenta. (5)
1.5.El estado afectivo en el adulto mayor.
Los pacientes con déficit auditivo suelen afrontar problemas de comunicación que se explican por la afectación en la interpretación de los sonidos agudos, se malinterpretan los mensajes fácilmente, se hace mas difícil la comunicación no verbal (gestos o expresiones) porque centran su atención en los labios del otro y no suelen atender otras señales y al no entender, las personas en esta situación pueden volverse recelosos y desconfiados, tienden a estar de mal humor y a aislarse.
La dificultad para recibir los mensajes o su percepción alterada, dificultan la vida social del individuo y al deteriorarse la comunicación, favorece el aislamiento y origina una mayor tendencia hacia la depresión, la cual es la misma sin importar si la aparición de la sordera es súbita o gradual. (15)
La depresión recoge la presencia de síntomas afectivos, sentimientos o emociones: tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, sensaciones subjetivas de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida, aunque en mayor o menor grado, siempre están también presentes síntomas cognitivo, volitivo o incluso somáticos. Se podría hablar de una afección global de la vida psíquica, haciendo especial énfasis en la esfera afectiva. (19).
La depresión constituye uno de los síndromes psiquiátricos mas frecuentes e incapacitantes entre la población geriátrica. Los trastornos depresivos aumentan con la edad ya que en la vejez concurren una serie de factores que pueden favorecer la aparición de este trastorno, como la pérdida de salud que acontece con la edad, condicionando un deterioro funcional con tendencia a la dependencia física y pérdida de autonomía.
No existe una única causa conocida de la depresión, mas bien parece ser el resultado de la combinación de factores genéticos, bioquímicos y psicológicos. (20)
No todas las personas con enfermedades depresivas padecen los mismos síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas pueden variar según la persona y su enfermedad en particular; no solo los médicos sino también los pacientes suelen tener dificultades para identificar los síntomas: los más comunes son sentimiento de tristeza, pérdida de interés en las actividades que antes se disfrutaban, ausencia de sentimientos y actividades placenteras, además de incomodidades físicas que no se alivian ni siquiera con tratamiento, como malestares persistentes, dolores de cabeza o problemas digestivos. Los dos síntomas mas importantes para el diagnóstico son los sentimientos de tristeza y la pérdida de interés en las actividades que antes se disfrutaba (20). La depresión senil tiene una serie de rasgos diferenciadores como son: menor presencia de síntomas psíquicos como la tristeza y mayor presencia de síntomas corporales.
La tristeza y el bajo estado de ánimo pueden manifestarse en el anciano como apatía y retracción y ser predominantes quejas somáticas diversas que obligan a realizar pruebas en busca de otras enfermedades, que por otra parte son muy frecuente en estas edades. A veces estos síntomas corporales constituyen verdaderos cuadros hipocondríacos con temores y preocupaciones excesivas. Algunos síntomas propios de la depresión pueden ser muy llamativos en el anciano como la pérdida de peso por falta de apetito el insomnio o aparición de ideas delirantes y en los cuadros graves verdaderos cuadros psicóticos.
Los ancianos con mucha frecuencia padecen enfermedades en los que la depresión puede ser un síntoma más de dicha enfermedad. (21)
Los trastornos depresivos pueden ser primarios, cuando no hay otra causa que esté provocando este trastorno; o secundarios, cuando están provocados por otras afecciones, como por ejemplo: la depresión que aparece en el curso de una enfermedad crónica. (22)
En tanto que existen muchos instrumentos para medir la depresión, el Test Geriátrico de Depresión de Yesavage, ha sido probada y utilizada extensamente en la población de personas mayores. Es un cuestionario breve en el cual se le pide al individuo responder a 15 preguntas contestando sí o no respecto a cómo se sintió durante la última semana de la fecha en que se administró dicho cuestionario. Una puntuación entre 0 a 5 se considera normal, 6 a 10 indica depresión leve y 11 a 15 indica depresión severa.
En estudios en los Estados Unidos se ha encontrado que la Test de Yesavage tiene una sensibilidad del 92% y una especificidad del 89% cuando se evalúa contra criterios diagnósticos. La validez y confiabilidad de la herramienta han sido apoyadas, tanto mediante la práctica como la investigación clínica.
La Test de Yesavage no es un sustituto para una entrevista diagnóstica por profesionales de salud mental. Es una herramienta útil de detección en el entorno clínico para facilitar la evaluación de la depresión en los adultos mayores. (23)
En el adulto mayor la utilización de prótesis auditiva le proporciona mejor comprensión del lenguaje, seguridad personal, mantención de la habilidades cognitivas y sociales, evita el aislamiento social, le permite hacer uso de sus capacidades auditivas y funcionales así como la integración laboral. (46)
Situación problémica
En los últimos años ha aumentado la esperanza de vida y la convivencia con los factores de riesgos (ruidos) que conllevan a la hipoacusia en la población anciana, de esta problemática no están exentos los pacientes atendidos en la consulta de Audiología del Hospital "Comandante Pinares" del municipio San Cristóbal, con un registro de 773 pacientes discapacitados auditivos, de los cuales el 17% están constituidos por pacientes mayores de 60 años, sin embargo se desconoce las funciones físicas que determinan su capacidad de vida independiente, así como, la evaluación de su estado afectivo antes y después del tratamiento rehabilitador, esto nos motiva a la realización de esta investigación, planteándonos la siguiente interrogante: ¿Cómo se beneficia el estado afectivo de los senescentes hipoacúsicos con el uso de prótesis auditivas?.
Para dar respuesta a esta interrogante valoramos que en el adulto mayor es típico el deterioro de la capacidad auditiva para las frecuencias altas (las consonantes en el habla), mientras que se conserva la audición para frecuencias bajas (las vocales) por lo que refieren que ¨oyen sin comprender¨. La dificultad para recibir los mensajes o su percepción alterada, dificultan la vida individual y social al deteriorarse la comunicación y favorece el aislamiento y originando una mayor tendencia hacia la depresión. Debido a todo esto, hay cambios importantes que acompañan a la pérdida de audición que producen un trastorno psicológico que es más grave que la misma dificultad en la comunicación. , por lo que se realiza un estudio antes y después del tratamiento rehabilitador, mediante el test de Yesavage para evaluar el estado afectivo. Este test constituye un instrumento de fácil aplicación y demostrada eficacia, lo que nos permitió realizar un diagnóstico certero de cómo la hipoacusia constituye un factor etiológico en la aparición de la depresión y la resolucion de la misma en el adulto mayor con el uso del tratamiento rehabilitador.
Hipótesis.
Con la instalación de prótesis auditiva en ancianos discapacitados hipoacúsicos desaparecen los síntomas auditivos, se modifica su estado anímico, incidiendo de forma positiva en la vida individual y familiar, así como su incorporación a la sociedad.
Objetivos.
El objetivo general de esta investigación fue determinar el comportamiento del estado afectivo en pacientes ancianos hipoacúsicos con el uso de prótesis auditiva en el Hospital Docente "Comandante Pinares" de San Cristóbal en el período de enero del 2010 a Junio del 2011.
Los objetivos específicos fueron: caracterizar los ancianos hipoacúsicos por edad y sexo; analizar la asociación entre el nivel escolar, el rol en la comunidad y la intensidad de la hipoacusia con el estado afectivo de los pacientes; determinar los principales síntomas auditivos y su comportamiento después del tratamiento; y evaluar el estado afectivo de los pacientes después de tratamiento.
Diseño Metodológico
5.1 Aspectos Generales del estudio.
Se realizó un estudio observacional, analítico de cohorte y prospectivo a pacientes hipoacúsicos con requerimiento de prótesis auditiva.
5.2 Universo y muestra.
El universo de estudio estuvo constituido por pacientes atendidos en la consulta de Audiología del Hospital General Docente “Comandante Pinares´´ con el diagnóstico confirmado de hipoacusia neurosensorial en el período de enero 2010 a junio 2011, con los siguientes Criterios.
Criterios de inclusión:
1. Edad mayor de 60 años.
2. Desear participar en la investigación.
3. No retraso mental.
4. Presentar una hipoacusia post locutiva.
Criterios de exclusión:
1. Pacientes menores de 60 años.
2. No desear participar en la investigación.
3. Ser portador de retraso mental.
4. Presentar una hipoacusia prelocutiva o perilocutiva.
5. Negación a la utilización de prótesis.
6. Presentar una hipoacusia central.
7. No resultados auditivos con los modelos de prótesis en existencia.
La muestra estuvo constituida por 65 pacientes que cumplieron los criterios necesarios para la investigación a los cuales se le realizó un modelo de recolección de datos primarios, (Anexo II) que registró los datos generales del paciente (edad, sexo, nivel escolar, rol en la comunicación), estudio audiológico completo consistente en una anamnesis (presencia de acufenos, algiacusia, diplacusia, trastornos de discriminación), otoscopia acuametría, resultados audiométricos y pruebas especializadas para ajuste con la instalación de prótesis auditiva TF 70V PM, 775 PPI y 90V PPIII según necesidades y requerimientos de los pacientes, así como la aplicación de test psicométrico: Test de Yesavage (Anexo IV), antes de iniciado el tratamiento y con una reevaluación de esta misma encuesta a los 3 meses, permitiéndonos evaluar el estado afectivo de los pacientes.
5.3 Operacionalizacion de las variables.
Para alcanzar el primer objetivo, caracterización de los pacientes, según sexo y edad se analizaron las entrevistas individuales, y para la mejor comprensión de la operacionalización de variables se confeccionaron las siguientes tablas.
Para analizar la asociación entre el nivel escolar, el rol en la comunidad y la intensidad de la hipoacusia con el estado afectivo de los pacientes se utilizaron los siguientes criterios
Rol en la comunidad: El anciano suele estar jubilado y es una persona no activa, pero tiene más posibilidades de aportar sus conocimientos y realizar nuevas tareas comunitarias. Su papel gira alrededor de dos grandes actividades: la actividad laboral y las tareas comunitarias, tales como asociaciones, sindicatos, grupos políticos. El hecho de envejecer modifica el rol que se ha desarrollado, pero no el individual.
Cuantificación de la pérdida auditiva: Se notifica mediante el audiograma, resultado obtenido al realizar la audiometría.
Audiometría: Umbral mínimo de intensidad para cada frecuencia, que permite confeccionar un gráfico anotando los datos en un sistema de accisas y ordenadas.
Estas variables fueron registradas mediante la entrevista y el estudio audiológico de los pacientes.
Para determinar los principales síntomas auditivos y su comportamiento después del tratamiento, se midieron las variables: síntomas.
Síntoma: Sensación subjetiva de fenómenos anormales, patológicos que acompañan una enfermedad y que "caen con" la enfermedad. Pueden ser subjetivos, cuando son accesibles tan sólo al examen introspectivo y objetivos, cuando son sustraídos por la observación médica. Para obtenerlos se realizaron entrevistas individuales a los pacientes, confeccionándose la siguiente tabla.
Para evaluar el estudio del estado afectivo de los pacientes después de tratamiento se utilizo el test de Yesavage.
5.4 Procesamiento estadístico.
Los datos se obtuvieron de la revisión de las historias clínicas audiológicas y las encuestas individuales y fueron reflejados en una base de datos confeccionada en Excel 2007, a partir de la cual se tabularon con la distribución de frecuencia y de contingencia según los objetivos propuestos.
Para cumplir los objetivos propuestos se resumió la información y se introdujo en una base de datos. Se confeccionaron tablas de contingencias y gráficos utilizando como estadígrafo fundamental el Chi-cuadrado de Pearson (x2) para determinar asociación entre variables, el coeficiente de contingencia para el grado de asociación y el porcentaje para realizar los análisis, todo con un nivel de significación de alfa igual 0.5.
5.5 Análisis bioético.
Dada la necesaria participación directa de los sujetos de investigación en el desarrollo de la misma y teniendo en cuenta el cumplimiento de los principios estipulados en el Código de Nuremberg (1947) y la Declaración de Helsinki (1964, 1975, 1983, 1989), la cual contiene las Recomendaciones a los Médicos en la Investigación Biomédica en Seres Humanos y cumpliendo con los principios de la ética médica, solicitamos el consentimiento informado explícito (ver ANEXO 1) de los pacientes, de ser tomados como miembros de una investigación, luego de ser informados correctamente sobre qué, por qué y para qué hacemos el estudio, y decirle que es libre de elegir su participación en la misma. Los datos obtenidos solo serán usados con fines científicos, guardando estricta confidencialidad de los mismos.
Análisis y Discusión de los resultados
A continuación se analizan los resultados de la investigación realizada, exponiéndose su discusión en tablas y gráficos.
Gráfico 1. Distribución según el sexo de los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años del HGDCP enero 2010 – junio 2011.
En el gráfico 1 se muestra la distribución según el sexo, donde hay un predominio del sexo masculino con 42 pacientes (64,6%) sobre 23 femeninas (35,4%). Teniendo en cuenta que para muchos la hipoacusia no es un trastorno genético ligado al sexo, lo que haría esperar una relación de prevalencia de 1:1, para la mayoría de los autores de las bibliografías revisadas plantean que existe predominio del sexo masculino sobre el femenino. (1, 5, 46, 58)
Si analizamos que a partir de los 40 años la coclea es más vulnerable a los sonidos de alta intensidad, sucediéndose una serie de variaciones patológicas a nivel del órgano de corti por sensaciones acústicas desagradables o la acción de vibraciones acústicas de 90 db o más (ruidos), las cuales son producto del desarrollo industrial donde se alcanzan los niveles más elevados en fábricas, fundiciones, metalúrgicas, centrales azucareros, banco de pruebas de motores, carpinterías, etc,, donde la mayoría de los puestos de trabajo ocupados por hombres, sumado a la falta de recursos en años anteriores y carencia actual de cultura en la utilización de medios de protección (orejeras contra el ruido) es fácil de comprender que este sexo es el más afectado al realizar un estudio de los trastornos auditivos.
Tabla I: Distribución por grupos etarios de los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años. HGDCP, enero 2010 – junio 2011.
Grupos etéreos | No | % | ||
60-69 | 33 | 50,8 | ||
70-79 | 24 | 36,9 | ||
80 y + | 8 | 12,3 | ||
Total | 65 | 100 |
En la tabla I se muestra el predominio del grupo etario de 60 a 69 años con un (50,8 %) para ambos sexos seguido del grupo 70 a 79 años con un (36,9 %) y luego le siguen los de 80 años y más que representaron solo el (12,3 %). En la bibliografía consultada se plantea que la discapacidad auditiva es sumamente frecuente, afecta a un tercio de los sexagenarios, dos tercios de los septuagenarios y tres cuartas partes de los mayores de 80 años. (15 ) En Cuba la incidencia de esta enfermedad oscila entre el 25% en los mayores de 65 años y el 80% en los mayores de 80 (). El resultado de este estudio no se corresponden con la bibliografía consultada ni con los registros de pacientes hipoacúsicos en el servicio de audiología de nuestro centro, pues la muestra fue de pacientes que acudieron a consulta en el periodo bajo estudio. El adulto mayor en edades comprendidas entre los 60 a 69 años casi siempre asiste solo a consulta, mientras a medida que aumenta la edad, generalmente deben ser traídos por familiares con los riesgos de subvaloración al enfermo.
Tabla II: Asociación del nivel de escolaridad con estado afectivo antes del ajuste de prótesis en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años. HGDCP, enero 2010 – junio 2011.
En la tabla II se observa que el (41,5%) del grupo estudiado cursó secundaria, grupo que predomina, seguido de (24,6 %) para primaria, (23,1 %) para pre-universitario, el (6,2 %) es universitario y solo un (4,6 %) subescolarizado.
En esta misma tabla se muestra que existe un predominio de la depresión leve, 39 pacientes (60%), seguido de depresión establecida (29,2%), y solo 7 ancianos hipoacúsicos registraron un estado afectivo normal.
En el estudio estadístico encontramos que la asociación entre nivel escolar y su estado afectivo no es significativa. Aunque es de destacar que sí existe una correspondencia con la bibliografía estudiada, la cual refleja en un estudio realizado a 116 pacientes con un resultado idéntico en el comportamiento del nivel escolar con el de esta investigación, dando como significativo el bajo nivel escolar, un factor de riesgo de la depresión. (47-50) Si tenemos en cuenta que en los pacientes con perdida auditiva disminuye o se pierde la comunicación social y si se añade un déficit intelectual, es más difícil la búsqueda de soluciones y la aparición de un estado anímico deprimido.
Tabla III: Asociación del Rol en la comunidad con el estado afectivo antes y después del uso de prótesis auditiva en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años. HGDCP, enero 2010 – junio 2011.
La valoración social podría definirse como el proceso que pretende estudiar la relación entre el anciano y el entorno o estructura social que le rodea. La sociedad valora sólo al hombre activo, aquel que es capaz de trabajar y generar riquezas. El anciano suele estar jubilado y es una persona no activa, pero tiene más posibilidades de aportar sus conocimientos y realizar nuevas tareas comunitarias. Su papel gira alrededor de dos grandes actividades: la actividad laboral y las tareas comunitarias, tales como asociaciones, sindicatos, grupos políticos. El hecho de envejecer modifica el rol que se ha desarrollado, pero no el individual. (51)
Después de haber realizado esta valoración conceptual podemos analizar la tabla III donde se observa la asociación entre el Rol en la comunidad y el estado afectivo de los pacientes hipoacúsicos antes y después del tratamiento rehabilitador, valorando que antes del tratamiento del total de la muestra , 58 pacientes (82,2%) se encontraban deprimidos, de ellos 43 presentaban rol en la comunidad mientras que 15 (23,1% ) no presentaban vínculos comunitarios activos, demostrándonos la repercusión social que tiene la discapacidad auditiva, pues está directamente vinculado con la capacidad de relación del individuo mediante el lenguaje hablado. Después del uso de prótesis solo 17 pacientes (26,1%) mantuvieron un estado anímico deprimido, con 4 ancianos (6,1%) con Rol comunitario y 13 (20%) con ausencia del mismo. Este resultado de permanencia de 4 ancianos que mantuvieron su depresión obedece a la posible presencia de otras causas que pueden desencadenar la misma.
Encontramos estadísticamente significativa la asociación entre el Rol en la comunidad y el estado afectivo, demostrándose que en ancianos hipoacúsicos sin tratamiento protésico a mayor interacción social, mayor es el riesgo de aparición de la depresión. Mientras, que una ves que comienzan el tratamiento rehabilitador pueden oír y entender las palabras, participar en la conversación que va dirigida a ellos y al resto de los individuos normoyentes sin perder detalles, permitiendo la vida en comunidad, la participación grupal, así como la incorporación laboral.
Gráfico 2: Síntomas Auditivos presentes antes del ajuste de prótesis auditiva en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años, HGDCP enero 2010 – junio 2011.
El gráfico 2 muestra la sintomatología que acompaña la perdida auditiva antes y después del uso de prótesis auditiva, observándose que antes , el trastorno de discriminación estuvo presente en la totalidad de la muestra (100 %), seguido de acufenos en 45 pacientes para un (69.2 %), y algiacusia en 39 para un (60 %) , solo en 3 pacientes (4.6%) se aquejaron de diplacusia, es significativo señalar que después del tratamiento rehabilitador todos estos síntomas, tan molestos para el paciente, remitieron, excepto en solo 3 pacientes (4.6%) del total de la muestra estudiada, correspondiéndose con la bibliografía revisada. (52-57)
Quienes padecen pérdida de audición, en sus diversas formas tienen ciertas limitaciones que muchas veces no son consideradas por las personas que conviven con ellos, no pueden oír la palabra hablada, o si la oyen , no la entienden , participan solo de la conversación que va dirigida directamente a ellos, pierden muchos detalles de la conversación, en esto influye no solo la discapacidad auditiva si no también la sintomatología reflejada en este gráfico y todo esto desaparece con el uso de la prótesis auditiva lo que valida su efectividad, beneficio y aceptación por pacientes y familiares.
Tabla IV: Asociación entre la intensidad de la hipoacusia y el estado afectivo en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años, HGDCP enero 2010 – junio 2011.
El estimado global de La OMS en el 2005 determinó que 278 millones de personas (4,6%) tenían Déficit Auditivo moderado o severo, 364 millones tenían un Déficit Auditivo leve. (4) Siendo especialmente frecuente en la población anciana, provocando afectación en el estado psíquico. (15)
En la tabla IV se observa un predominio de la hipoacusia profunda (43,15%) seguido de la hipoacusia severa para un (32,3%), con una alta significación estadística entre la intensidad de la hipoacusia y el estado afectivo de los pacientes, con C=0,62, evidenciándose que cuanto mas profunda es la perdida auditiva mayor es la posibilidad de depresión, debido a su incapacidad de comunicación con la familia y la sociedad, se aíslan y se sienten inútiles apareciendo este trastorno afectivo , concordando lo antes expuesto con la literatura revisada.
Tabla V: Evaluación del estado afectivo antes y después del uso de prótesis auditiva en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años. HGDCP enero 2010 – junio 2011.
Página siguiente |