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Las TICs aplicadas a la Educación un problema social de la tecnociencia (página 2)


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La razón por la cual es posible apreciar tantas facetas diferentes de la ciencia es porque ella constituye un fenómeno complejo cuyas expresiones históricas han variado considerablemente. Por eso las definiciones de ciencia resultan escurridizas y a veces inalcanzables.

Tecnología.

La tecnología no es un artefacto inocuo. Sus relaciones con la sociedad son muy complejas. De un lado, no hay duda de que la tecnología está sujeta a un cierto determinismo social. La evidencia de que ella es movida por intereses sociales parece un argumento sólido para apoyar la idea de que la tecnología está socialmente moldeada.

Según Price (1980) "Definiremos la tecnología como aquella investigación cuyo producto principal es, no un artículo, sino una máquina, un medicamento, un producto o un proceso de algún tipo".

Existen dos definiciones de tecnología, una restringida y otra general. En la primera se le aprecia sólo en su aspecto técnico: conocimiento, destrezas, herramientas, máquinas. La segunda incluye también los aspectos organizativos: actividad económica e industrial, actividad profesional, usuarios y consumidores, y los aspectos culturales: objetivos, valores y códigos éticos, códigos de comportamiento. Entre todos esos aspectos existen tensiones e interrelaciones que producen cambios y ajustes recíprocos (Pacey 1990).

Tecnociencia.

El concepto de tecnociencia servirá para destacar los límites borrosos, indistinguibles y a veces inexistentes entre ciencia y tecnología.

El término tecnociencia es precisamente un recurso del lenguaje para denotar la íntima conexión entre ciencia y tecnología. Este no necesariamente conduce a cancelar las identidades de la ciencia y la tecnología, pero sí nos alerta que la investigación sobre ellas y las políticas prácticas que respecto a las mismas implementemos tienen que partir del tipo de conexión que el vocablo tecnociencia desea subrayar.

La estrecha relación entre ciencia, tecnología y sociedad

Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) es más que la mera yuxtaposición de esos tres conceptos. Se trata de una perspectiva o movimiento que pone el acento en la existencia de importantes interacciones entre ellos. A lo largo de la historia, la ciencia y la tecnología han tenido gran importancia en las formas de vida social (del mismo modo que, históricamente, las formas de vida social han sido también determinantes del desarrollo tecnocientífico), sin embargo ha sido en las últimas décadas cuando la interacción entre ciencia, tecnología y sociedad ha sido más intensa y ha comenzado a constituir un tema de reflexión sustantivo. La ciencia y la tecnología, para bien o para mal, condicionan a comienzos del siglo XXI las formas de vida humana en el planeta, incluso las otras formas de vida natural.

Ante esta situación se han dado actitudes radicalizadas y acríticas. Por un lado, hay quienes consideran a la ciencia y la tecnología como los verdaderos demonios de la modernidad.

La perspectiva CTS se enfrenta a la visión tradicional o concepción heredada de la ciencia, según la cual la actividad científica tiene como fin el descubrimiento de nuevos conocimientos sobre la realidad, con lo que sería objetiva y neutral. Para esta concepción, la historia de la ciencia consistiría en la acumulación constante de saberes de forma independiente de otros factores del entorno.

Por último, desde esos planteamientos la tecnología no sería más que la aplicación a la práctica de los conocimientos producidos por la ciencia. Por el contrario la perspectiva CTS defiende otra consideración de las relaciones entre ciencia y sociedad que podría ser resumida en las tres premisas y la conclusión del llamado silogismo CTS. La primera premisa afirma que la actividad tecnocientífica es también un proceso social como otros; la segunda pone de manifiesto los efectos para la sociedad y la naturaleza de la actividad tecnocientífica; la tercera premisa supone la aceptación de la democracia, y de ellas se deriva una conclusión final: es necesario promover la evaluación y el control social de la actividad tecnocientífica. En todo caso, en los enfoques CTS se dan dos tradiciones principales: una se centra en la primera premisa y la otra desarrolla más la segunda, aunque ambas comparten la conclusión del silogismo.

Ahora bien, no es ninguna verdad nueva afirmar que la ciencia moderna se haya vuelto inseparable de la acción sobre la naturaleza y la sociedad; por esta razón, no es nada extraño que actualmente se considere al conocimiento científico y tecnológico como el factor principal de la producción y el cambio social.

En otras palabras, se estima que el nivel de desarrollo de un país se encuentra en relación funcional con la propia capacidad científica y tecnológica, desembocando de esta manera en lo que se ha denominado la sociedad del conocimiento, consecuencia sobre todo de los logros alcanzados por la investigación científica y tecnológica. Pero en este proceso social de desarrollo con basamento en la ciencia y la tecnología ha emergido la concienciación progresiva del peligro, de los riesgos del proceso mismo, originado fuertemente por los efectos y consecuencias negativas, desastrosas y catastróficas contra la salud y la naturaleza de los propios sistemas tecnocientíficos, que supuestamente nos conducirían a una excelsa calidad de vida y bienestar social.

Internet y educación

Los objetivos iniciales de Internet fueron académicos, de manejo de información especializada y de investigación, hoy en día éstos se han visto opacados por una ola enorme de nuevos servicios y una gran demanda por mejores tecnologías para el procesamiento de datos, video y sonido, todo con el fin de satisfacer las necesidades de los nuevos mercados de entretenimiento, negocios y telecomunicaciones (Arnold and Arnold, 1997).

Es evidente que existen usos y mercados para el Internet que no son necesariamente académicos. La mayoría de los usuarios lo emplean para consultar correo electrónico (e-mail), acción que ha reducido en proporciones alarmantes el empleo del correo postal tradicional, y que amenaza seriamente la tradición de intercambiar notas personales por escrito.

Mucha gente navega en la búsqueda de información de diversa índole. Entre los usos no académicos destacan la búsqueda de entretenimiento, la transferencia e intercambio de archivos e información, la creación de espacios virtuales para realizar negocios, y en menor medida para usos empresariales.

El mercado de internet tiene un gran tamaño (cercano a los 70 millones de usuarios en todo el mundo, la gran mayoría menores de 30 años), de forma que la información especializada crece a una velocidad muy alta, y cabe decirlo, descontrolada (Arnold y Arnold, 1997). Sin una manera efectiva de regular la colocación de nueva información y de verificar la veracidad de sus contenidos, numerosos sitios contienen información mal estructurada, distorsionada o incluso falsa.

Otra de las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías, es crear entornos de aprendizaje que ponen a disposición del estudiante una amplitud de información y con una rapidez de actualización. Valga como ejemplo de lo que decimos, el progresivo aumento de hospedajes de páginas web, el incremento de revistas virtuales, o los servicios que progresivamente se están ofreciendo que van desde el comercio al por menor de bienes tangibles, a los de ocio y turismo, los de telemedicina o teleformación.

Las TICs y la cultura

La informática impone tecnología y comercialización como una evolución necesaria en todos los campos donde la información se procesa, transmite y acumula. La cultura es la expresión de una forma de ser, de hacer y pensar de una comunidad. Es el vínculo de identidad no visible entre los que pertenece a esa comunidad con profundas raíces históricas. Pero la cultura es algo viviente como los pueblos, interacciona, permite la creación, se acumula, se transmite, se expresa. La cultura es información vivida por un pueblo y sus procesos que la transforman, acumulan y transmiten. De aquí que el problema de la cultura no sólo sea preservarla, sino continuar generándola, el transmitirla y dar acceso a todos los miembros a sus expresiones.

Internet es la principal TIC a la que estamos expuestos. Pero hay muchas otras que poco ha poco nos van invadiendo, gracias al poder de las telecomunicaciones y la electrónica. ¿Cuándo fue que perdimos nuestra intimidad y nuestro espacio personal en pos de la información instantánea? Ahora le toma unos pocos segundos a nuestros jefes o compañeros de trabajo encontrarnos, ya sea en la oficina, nuestro hogar o nuestras vacaciones. Casi no hay escondite al que no tenga alcance el espectro electromagnético.

Podemos intercambiar imágenes, video y sonido en tiempo real con quien sea, donde sea y cuando sea. El profesor, el párroco o el cinéfilo pueden dar fe de lo molesto que es ser interrumpidos (en la clase, el sermón o la película, respectivamente) por un teléfono sonando o brillando, y un individuo que le da lo mismo contestar en voz alta, que salirse a contestar su "mensaje urgente". Lo urgente se ha vuelto instantáneo, y no hace distinciones con lo banal y lo cotidiano. Ante la necesidad de más información, más rápida, más instantánea, el cibernauta actual se aburre ante un libro, le pierde interés a la educación formal y no encuentra que hacer cuando las baterías se han agotado.

Por lo regular, dentro de la mayoría de las sociedades, asociamos a la cultura con aspectos históricos, literarios, artísticos e incluso deportivos. Muy pocas veces consideramos al desarrollo tecnológico y científico como una manifestación de la cultura. "La ciencia no es cultura", habían llegado a aseverar los editores de algunas publicaciones culturales de habla hispana; lo mismo se podía aplicar para la técnica. Sin embargo, es interesante notar como hoy en día, con el auge de las TICs y su entrada en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, muchos de dichos espacios impresos y electrónicos de difusión de la cultura han incorporado en alguna sección o columna, a la ciencia y la tecnología, ya sea en su forma más aplicada o en sus aspectos más básicos.

Incluso las modas se han modificado y no es raro hallar ropas que incorporan espacios para los distintos dispositivos electrónicos, mochilas que incluyen reproductores de audio y video-juegos e incluso electrodomésticos capaces de conectarse a la red cuando algún producto escasea y pedirlo en nuestro lugar, para que nunca falte nada. Los libros se han digitalizado y pueden ser llevados como e-book en una PDA, copiando aquellas partes que nos interesan y avanzando rápido con el mousepad en aquellas partes que no.

Se publica en medios electrónicos la nueva información antes que en los medios impresos (libros o periódicos). Libros y revistas electrónicas se están convirtiendo en artículos de uso común entre todos los usuarios, siendo una amenaza real para la industria editorial tradicional. Por eso, y aun cuando podemos seguir considerando a los libros y materiales impresos como el principal vehículo de transmisión del conocimiento y la información (Cox, 1997), las tendencias marcan el uso y comercialización de materiales mixtos (libros acompañados de un CD-ROM o DVD).

La generación del Internet es joven, y esto es entendible ya que la tecnología nació en la década de 1970. Esta generación ha convivido con computadoras desde su infancia y les es muy natural el uso de la red. Por lo tanto consideran a las tecnologías de la información importantes en sus vidas pues hace la búsqueda de información fácil y económica, hacen mucho más eficientes y sencillos sus trabajos y facilitan las telecomunicaciones. Muy pocos han aceptado que Internet puede hacerlos más flojos, irritables o que ha afectado en alguna medida su capacidad de interacción social.

Además, la brecha que esta nueva tecnología de la información está abriendo entre aquellos con acceso a ésta y quienes no lo tienen, genera un abismo cultural más grande entre países desarrollados y no desarrollados. El control de la información por parte de solo unos cuántos, crea un nuevo tipo de discriminación y desigualdad social.

La tendencia actual indica que la información será el vehículo de intercambio en los distintos mercados globales de este siglo, tendencia que la sociedad está adoptando de diversas formas (Méndez y Ramírez, 1996). La moneda de intercambio para la generación cyberpunk es la información.

En estas épocas, la sociedad de la información vive un auge que hubiera sido difícil de predecir varios años antes. Simultáneo a la creación diaria (por miles) de sitios de Internet con contenidos variados, millones de nuevos usuarios en todo el mundo han ido incorporando a sus hábitos cotidianos la consulta (navegación) de información, al alcance de un simple "clickeo" en sus teclados. Y ya que la mayoría de la información está en inglés, se están creando nuevos logismos, nuevas expresiones, nuevos lenguajes.

Educación y Sociedad

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) constituyen una de las fuerzas renovadoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y debemos considerarlas un elemento clave para el desarrollo futuro de la educación, además de ser un elemento que no sólo afecta a docentes y alumnos, sino también a padres, administradores de centros educativos y demás componentes de la comunidad educativa. Nos estamos centrando, eso sí, en las posibilidades de las TIC en el ámbito de la enseñanza reglada y en las nuevas formas de aprender en un ambiente tecnológico multimedia.

Desde una perspectiva de educación intercultural, la incorporación de las TIC en la educación (y todas sus posibilidades: herramientas sociocognitivas, interactividad, mediación) puede significar la comprensión de la interdependencia, reciprocidad y respeto a la diferencia de culturas, siempre que se ejercite una educación para la comprensión y de actitud abierta ante la diversidad.

Nuestros alumnos nacen en una cultura en la que todo es clicable, y como profesores debemos saber integrarnos en el mundo de nuestros alumnos. Sin embargo, todos debemos ser conscientes de que la introducción de las TIC no significa aprendizaje sin esfuerzo.

Actualmente asistimos a un gran debate sobre la efectividad de las TIC como medios didácticos, partiendo de la aceptación generalizada de que pueden resultar recursos facilitadores siempre y cuando sean bien utilizados. En este sentido, se trata de la utilización de las TIC desde una perspectiva enriquecedora, que mejore el proceso de enseñanza-aprendizaje, y que ayude a lograr los objetivos previstos dentro del sistema educativo donde todos tengan acceso a las TICs.

Sin embargo, aunque se están realizando notables esfuerzos para aumentar la presencia física de la tecnología en los centros educativos, es evidente que todavía no resulta suficiente: solamente se ha llegado a un número determinado de centros, y los recursos que estos pueden destinar a su adquisición son limitados, lo que evidencia que las TIC se dan en una situación de desigualdad (social, territorial, género…) y pueden contribuir a acentuarla o no: desigualdad de acceso (económica, técnica) y de uso (cultural).

Se da la circunstancia de que la no disponibilidad de una máquina (el ordenador) y una conexión (Internet) suponen una barrera radical, pero, si esa barrera se supera, se abren enormes posibilidades, hacia una acción diversa y potencialmente más igualitaria, más que con otros medios.

Sumado a esto, es evidente la necesidad de una alfabetización digital para los profesores que les permita explotar estas nuevas herramientas tecnológicas. No sólo se trataría de conocer las aplicaciones y su funcionamiento, el profesor debe ir cambiando su papel paulatinamente: de transmisor de conocimientos debe pasar a facilitador o mediador del aprendizaje, con tareas específicas antes, durante y después de la instrucción. Lógicamente el papel del alumno también tendrá que cambiar: su participación activa en el aprendizaje es fundamental, con una disposición positiva hacia el aprendizaje. Ahora el problema pedagógico no consiste en la transmisión de información por parte del docente a los alumnos, ya que éstos últimos pueden acceder directamente a ella. Los docentes tendrán que dar sentido a esta información, conseguir que los alumnos apliquen metodologías activas y que desarrollen el sentido crítico (búsqueda de información relevante y veraz, creatividad, resolución de problemas…), personalizadas (tratamiento de la diversidad) y que fomenten el trabajo cooperativo.

Propuestas de solución

Las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones no vienen a reemplazar a las tecnologías tradicionales, y crear un entorno virtual donde sólo tenga cabida lo digital y lo analógico sea despreciado. Las denominadas nuevas tecnologías vienen a estar en estrecha relación con las tecnologías que pudiéramos considerar como tradicionales, y a crear con ello una nueva galaxia de tecnologías donde todas puedan participar en alguna medida de forma conjunta con el proyecto que se persiga.

La tecnología debe ser accesible para profesores y alumnos, y en este sentido no es suficiente con la creación de aulas de informática, sino de acercarnos al concepto de informática en el aula. De este modo la tecnología estará de verdad al alcance de aquellos docentes que quieran incorporarla a la práctica diaria, se convertirá en un elemento más, integrado en los procesos de enseñanza aprendizaje.

Por otra parte es hora de que se le preste la debida atención al hecho que de la tecnología de punta sea accesible por toda la sociedad, incluyendo como es lógico a países desarrollados y subdesarrollados.

Se hace necesario entonces:

  • Potenciar aprendizajes relevantes e integrales: duraderos, cognitivos y vitales, profundos y con sentido personal y social, tanto en el presente como en el futuro como ciudadanos/as adultos/as.

  • Promover un aprendizaje crítico y una cultura y acción transformadora, en relación con los objetivos sociales de igualdad, libertad y solidaridad, mediante la participación social y el fortalecimiento de lo público y lo colectivo.

  • Insertar el uso de las TIC en una pedagogía diferente a la habitual, preocupada no sólo por la transmisión pasiva y/o la destreza técnica, evitando usar las TIC sólo como medio novedoso o con finalidad en sí mismas

  • Tener en cuenta la desigualdad social y territorial, que las TIC pueden aumentar (por ejemplo, si el acceso a Internet favorece el aprendizaje en un área, pero unas personas lo tienen en el hogar y otras no); el objetivo igualitario ha de ser fundamental y permanente, tanto en la forma de usar las TIC en la educación como en la pelea por su democratización social.

  • Utilizar las TIC relacionando críticamente lo `real´ y lo `virtual´, de tal forma que se enriquezcan ambos contextos.

Conclusiones

El desarrollo alcanzado por las TICs en los últimos años ha provocado que cada vez más se introduzca esta tecnología en los procesos cotidianos de la sociedad actual. La humanidad debe aprovechar las ventajas que esto puede traer pero sin descuidar nunca que las personas necesitan el intercambio mutuo, la comunicación directa, la interrelación con otras personas. El uso excesivo de los chat, correo electrónico, teleconferencias hace que los seres humanos estén en constante relación con las maquinas y debemos prevenir que en el futuro esta practica no se generalice.

La participación en grupos virtuales nos permite interactuar con personas con nuestros propios intereses donde sea que estén ubicados físicamente, pero se llegó a la conclusión de que Internet contribuye a reducir el círculo social y afecta al bienestar psicológico, desplazando la actividad social y reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más débiles.

El impacto de la TIC podría describirse, entonces, como un evento en nuestro particular ambiente humano, un cambio en el entorno, una intrusión en nuestro ambiente que cambia la estructura (los componentes) de las relaciones entre el interior y el exterior de los humanos y, como consecuencia, cambia también el patrón de relación; es decir, cambian las calidades y las categorías de los sucesos, de los acontecimientos, que tienen lugar entre los humanos, cambian los humanos porque cambian sus interacciones.

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Autor:

Ing. Orlando Martínez Hernández

"Año 2010"

UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RIO

"HERMANOS SAIZ MONTES DE OCA"

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