.Los gauchos eran considerados como inadaptados a un régimen cuyos dirigentes desprecian al hombre de campo, o les son indiferentes; sólo les interesaba su valor como votantes. El no presentarse a votar en la última votación provocó que el Juez lo tomara entre ojos y por eso Fierro, junto con otros gauchos, fue llevado a la frontera a pelear. Sufren constantemente de maltratos de todo tipo: no les dieron armas porque el coronel se las agarró todas, aunque no hicieran nada les daban cada cepiada – castigo del cepo – que los dejaba enfermos, eran estaqueados – castigo que consistía en atar con cuero crudo las manos y los pies a cuatro estacas, para luego dejar secar al sol – y lo peor de todo fue que los llevaron engañados: nunca lucharon contra los indios (Fierro comenta que estos traspasaban la frontera cuando querían) sino que hacían trabajos en chacras para el coronel. Además de vivir en la pobreza, sin ropas decentes, con hambre y bajo el constante abuso de autoridad de sus superiores, Martín Fierro no recibe un salario por su trabajo en la frontera. La situación presenta tantos puntos negativos que el gaucho decide huir. La continua huída va a durar tres años, sembrado de penalidades sin cuento. Pobre y desnudo, regresa a su rancho, que ha sido destruido. Las desgracias que Fierro vivió mientras estuvo en la frontera parecían acompañarlo a donde fuera: le llega el rumor de que su mujer se fue con otro hombre y sus hijos estaban trabajando en algún campo sin abrigo y sin casa. También descubre que el Juez no cumplió con su promesa de cuidar los bienes de su mujer y que a un vecino le vendieron la hacienda para pagar arrendamientos.
Las penalidades no han terminado: ahora Fierro comienza a ser perseguido al ser considerado un vago. Entonces se revela y se torna "malo", frecuenta las pulperías, se emborracha y, pendenciero, en una pelea mata a un negro. Más adelante, mata a otro hombre que lo provocó a él. Acá es cuando comienza una vida fuera de la ley, perseguido por la policía. Exhausto, pero valiente, lucha hasta la extenuación, hasta conseguir la admiración del sargento de policía Cruz, a quien escucha con atención y, compadecido de él, le cuenta a su vez, su historia; y así ambos, por ser dos almas gemelas, deciden marchar a tierra de indios. Ambos personajes han perdido todo y tienen que volver a encontrar el rumbo en sus vidas. No tienen motivación en su vida porque no tienen un objetivo que alcanzar y no saben que puede ocurrir a continuación. Es cierto que nadie sabe lo que le depara el futuro pero si sabemos que es lo que nos gustaría que suceda. Sin embargo, Fierro deja de desear, deja de soñar, deja de planificar su vida y se deja llevar. Varios años después se enteró por boca de un viejo amigo que el juez de paz que lo buscaba ya había muerto, que sus crímenes ya habían quedado en el olvido y que el gobierno ya no lo buscaba. Al reflexionar acerca de esto Martín Fierro, se da cuenta que por culpa del juez de paz, había perdido 10 años de su vida, que no son pocos para quien ya llega a viejo. Pero por suerte luego de enterarse de esto logra reencontrarse con sus hijos, quienes les cuentan sus historias, y le hacen saber que su esposa murió en la miseria. Estos hechos lo desconciertan aún más y es entonces cuando Fierro se da cuenta de que ya no le queda más por hacer más que aconsejar a sus hijos para que no repitan sus mismos errores.
Hernández nos ha dejado en el poema mismo, y en su correspondencia, irrefutables testimonios de que el poema tenía una intencionalidad social. El Martín Fierro encierra grandes verdades políticas, arrancadas natural y lógicamente de la vida cotidiana, más específicamente de nuestro pasado histórico,: como ser, la falta de educación, pésima organización judicial y militar, deficiencia en la policía rural y, sobre todo, profundo resentimiento en el pueblo de la campaña contra clases urbanas por su abuso de fortuna, de autoridad e ilustración.
Podría decirse que los objetivos del canto de Fierro son aquellos que José Hernández enumera en su carta al editor Zoilo Miguens, que precede a la primera parte del Martín Fierro. En esta carta, él relata la pésima situación en la que vive el gaucho de la época por su exclusión de la sociedad y su consecuente marginalización; Hernández explica a Miguens que Fierro es el `prototipo' de gaucho. Ese gaucho, víctima de no haber sido educado, y bestia por ello, es el que piensa, siente y expresa su dolor e inquietudes, siendo el personaje de Fierro su portavoz y mayor exponente.
Fierro, tal como se mencionó anteriormente, es un gaucho perseguido por la autoridad (situación legal) e ignorado por la sociedad (situación social).
Hernández, a través del personaje de su autoría realiza una crítica a la pérdida de libertad, independencia económica, libre albedrío, espíritu señorial, condición de hombres libres, establecimiento en la tierra que los vio nacer y que ellos ayudaron a independizar. Reprueba la persecución que reciben y el maltrato que se les da a los gauchos injustamente, y la manera de intentar conseguir el progreso del país. Porque una de las políticas que se tomo para acelerar el progreso del país fue fomentar inmigración de extranjeros cultos y la exterminación de aquellos que, como los gauchos, carecían de una formación académica y eran considerados vagos y, por ende, impedían el crecimiento nacional. Lo correcto hubiese sido educar a quien no habían recibido educación. Sin embargo, se buscó la manera fácil de solucionar el problema y eso es a lo que a punta Hernández pues Sarmiento practicaba una política antigauchesca ilegal e inhumana. El progreso era la ley de la época, signo de éste tiempo e impulsó a nuestro país a tratar de imitar a los países potencias modelos, buscándose así conseguir el máximo de ese progreso a toda costa, sin importarles que a quienes se estaba combatiendo eran los nativos habitantes del país.
Otra de los aspectos criticados por Hernández es el egoísmo por parte de las autoridades, las cuales protegían únicamente sus propios intereses, consiguiendo de esta manera lo más conveniente para ellos mismos. Los defensores de la cultura gauchesca sostienen que si la tierra que se le conquista al indio, favorece a toda la República, es injusto que el gaucho sea el único en pelear por ella, cuando ni siquiera se queda con una parte de la tierra. Por eso, los hombres de esta ideología niegan al gobierno, el derecho de vender las tierras públicas, proponiendo que sean divididas y entregadas gratuitamente a los que la trabajen. Dándole no solo la posibilidad al gaucho, de trabajar la tierra sino también de convertirse en un hombre del progreso como el resto de la sociedad. Pero Mitre, Avellaneda y Sarmiento, no hicieron caso a los pedidos gauchescos y venden las tierras públicas, a las autoridades porteñas y fundan en forma definitiva el gran grupo. No sólo se ve un mal trabajo hecho por el gobierno sino que predomina el mal ejercicio de la justicia, el cual tiene origen en la propia sociedad. En esta, los Jueces de paz ejercían, por lo general, un poder abusivo. La ley, de su arbitraria en muchos casos, era aplicada por ellos según conveniencias personales. "La justicia es muy severa, suele rayar la crueldá" este es el motivo a lo largo de toda la obra de Hernández. Señala incluso más adelante que los ricos se evaden fácilmente del accionar de la justicia, cosa que no ocurre con los desposeídos.
También realiza una protesta a la pérdida de valores en una sociedad, lo cual conlleva al cambio de roles de la misma: a partir de ahora, la admiración a lo tradicional y a la tierra y la defensa de la libertad son llamadas Barbarie y a los héroes que arriesgan su vida por esa libertad se los llama bandidos.
Además de tratar los problemas más comunes de la época (la persecución que sufre el gaucho, la vida de privaciones en la frontera lejos de su familia y su rebeldía frente a esta injusticia hasta lograr la libertad que tanto anhela), Martín Fierro también habla del vínculo con los hijos, de las distintas posturas que la mujer podía tomar en la época, y de los diferentes tratos que recibían por parte de los hombres, de las borracheras y las consecuencias (malas) que traen, del paso fugaz de la vida y lo poco que se aprovecha la misma, la amistad, y nos demuestra que las experiencias nos hacen ser quienes somos y son fundamente para las decisiones que tomemos, pero que siempre es posible darnos cuenta de nuestro error, cambiar y, de alguna manera, repararlo.
2) Cada estrofa del Martín Fierro es un pequeño poema independiente que posee valor por sí mismo, sin que sea necesario el sentido de las estrofas anteriores o posteriores. Por otro lado, cada estrofa se articula con las otras, constituyendo un tono armónico. Sin embargo, resulta fácil descomponer el poema en sus diferentes unidades fundamentales y montarlo de nuevo, confiriendo diferente orden a las estrofas que se suceden en cada uno de los cantos. Por lo tanto, cada una de las unidades métricas es un pequeño poema cerrado que tiene todos los elementos suficientes para transferir a los lectores, o a quien lo oyere, toda la emoción que el escritor se propuso comunicar.
Las estrofas se pueden colocar donde sea necesario por su significado o donde convenga. Además pueden cantarse sueltas, acompañadas de acordes de una guitarra. Cosa que cualquier cantante argentino de la actualidad puede hacer. De aquí las variantes en las numerosas ediciones respecto a su orden, al ser poemas minúsculos separados del contexto. Por lo general José Hernández utiliza la sexteta, estrofa creada por el mismo que rima: a-b-b-c-c-b con ocho sílabas en cada verso. Se trata de una variante de la sextilla y que algún tratadista bautizó con toda justicia hernandiana.
Pero también hay cuartetos especiales (consonancia en los versos pares), como por ejemplo en la Ida, canto VII y en la Vuelta, cantos 27 y 28 en cuartetos propiamente dichos. En los dos últimos cantos de la Vuelta alternan sin orden alguno la cuarteta y la redondilla. Así mismo, hallamos formas de romance asonantado en la palabra llana en la Vuelta, cantos 11, 20, 29 y 31; formas romanceadas en algunas sextetas, cuartetas dobles y una singular estrofa de diez versos.
Desde el punto de vista del contenido, en la composición de las estrofas el autor sigue el siguiente esquema: el tema es planteado en los versos iniciales; los centrales preparan para la conclusión que se nos ofrece en los dos versos finales, muy acertados, en general, para la composición, y para la recopilación de sentencias y refranes. Se ha dicho con razón que cada estrofa es una auténtica síntesis de lo filosófico, lo ingenioso, lo poético y lo vernáculo.
Martínez Estrada, uno de los grandes tratadistas del Martín Fierro, ha señalado una serie de anomalías a la disposición métrica general. Anomalías que no solo no desentonan sino que dan mayor belleza al poema; incluso a veces descuida el ajuste de las rimas para ofrecernos versos de contenido superior al que pudieran tener otros en los que la rima fuera exacta, conseguida a base de suprimir palabras que el autor cree intocables, por otras. Hernández sólo utilizaba el romance para acercarse al valor narrativo de la prosa, excepto en este caso, en que prefiere su sexteta, que por ser de su creación cree, tener todo el derecho en enmendarla por la necesidad poética del propio poema.
Martín Fierro introduce en la literatura una serie de recursos muy novedosos, los cuales intentan reproducir la característica forma de hablar de los gauchos. Gracias al uso de estos se logra crear el efecto de la ignorancia y la carencia de cultura del gaucho. Creía cumplir así el objetivo sociopolítico que se había propuesto. Por eso el pueblo supo reconocerse a si mismo hablando en su propio estilo intransferible, pero elevado al mismo tiempo a la máxima tensión de su eficacia expresiva.
Para transcribir con exactitud el sistema lingüístico del pueblo había que respetar las frecuentes sinalefas, tal como este las pronunciaba, y ser fiel a la ley de acentuación del pueblo discordante con la impuesta en el Diccionario y la Gramática de la Real Academia Española. El lector deberá respetar la acentuación de José Hernández, si quiere gustar plenamente del poema.
Sin embargo, nuestro autor se atreve a modificar las grafías más que las fonéticas. Así tiende a cambiar las s por las c equivalente al sonido de la z española, y aunque conserva el castellano llevado por los conquistadores en el siglo XVI, resulta comprensible en su conjunto para un lector español de la actualidad, si bien se le escapan expresiones y palabras concretas que resultan esenciales para la mejor interpretación del verso y la estrofa, así como paladear mejor su arte. Por otra parte, nuestro autor intercaló muchas expresiones y formas de expresión suyas, pero no de los gauchos, lo que dificulta más la comprensión.
Hernández no era un poeta cuidadoso ortográficamente, pero gran cantidad de fallos hay que señalarlos no por su ineptitud, sino por el deseo de acercarse más al hombre de campo, deseo que plantea en todo el poema. Esta circunstancia casi no se da en cuanto a la sintaxis. Las construcciones se ofrecen en forma directa, a semejanza de lo que hacen las gentes sencillas, y las diferencias son más por fonética sintáctica o introducción del complemento de objeto indirecto.
Entre estos "errores" podemos citar:
Tendencia a la diptongación indebida: "Pues en tales ocasiones
A ayudarle a los piones
Caiban muchos comedidos"
Cambio de vocales: "Mas, los mesmos que el carancho
Siempre estaba sobre el rancho
Espiando a la polecía"
Cambio de lugar (metátesis): "Pues naides ha de cantar
Cuando este gaucho cantó"
Simplificación de los grupos consonánticos etimológicos: "Y anunque yo por mi inorancia
Con gran trabajo me esplico"
Cambio de consonantes: "Lo haremos pitar del juerte,
Mas bien dese por dijunto"
Desaparición de las consonantes intervocálicas o finales particularmente la d:
"Y sentao junto al jogón
A esperar que venga el día"
Vulgarismos: "Ansí lastimao y todo,
Lo amarran codo con codo
Y pa el cepo lo enderiezan"
Yeísmo: "En la güeya del querer
No hay animal que se pierda…"
Cambios en la acentuación: "Por siguro tengaló;
Pues naides ha de cantar
Cuando este gaucho cantó."
Uso de diminutivos y aumentativos: "Yo soy toro en mi rodeo
Y torazo en rodeo ajeno"
Hace uso, además, de otros recursos novedosos, como ser el voseo, el cual es propio de Sudamérica. Con ayuda de este, Martín Fierro demuestra una intención ofensiva.
"Vos sos un gaucho matrero-
Dijo uno, haciéndose el güeno.
-Vos mataste un moreno"
También resultan normales las formas arcaicas, cosa que recuerda a la lengua de los conquistadores. El canto sigue idéntico proceso al de las hablas rústicas.
"Ansina, pues, conociendo
Que aquel mal no tiene cura"
Finalmente, recurre al uso de otros dos tipos de recursos literarios, a través de los cuales se busca reflejar la mezcla de culturas que daban vida al gaucho, ya que este personaje histórico surgió gracias a la unión de distintas culturas y razas. Estos son:
Americanismos: "Tal vez como cimarrón
En una cueva lo tiran"
Indigenismos: "No podía competir yo;
En mi rancho se pegó
Lo mesmo que un saguaipé"
Hernández también hace uso de las sentencias camperas, es decir dichos que comparan cosas o definen verdades, en lenguaje sencillo y usando los actos de los animales. Con estos intenta mostrarnos el grado de sencillez al que llegaban los conocimientos y vocabulario del gaucho, pero eso lo contrapone con una excelente capacidad de razonamiento, las cuales lo llevan a exponer grandes verdades. Así, el lector puede apreciar que, a diferencia de lo que creían las autoridades de la época, los gauchos no eran ningunos ignorantes, sino que eran personas sumamente sabias aunque sencillas que de lo que carecían era de medios para expresarse correctamente. Son ejemplos:
"Es de la boca del viejo de ande salen las verdades""Mujer y perra parida no se me acercan ninguna"
Lo curioso, que es una de las cosas que hace esta obra tan especial, es que pese a estar redactado con un vocabulario sencillo, que no es el habitual para la mayoría de las personas, y narrar una historia situada hace más de cien años atrás, su mensaje sigue teniendo repercusiones en la actualidad y la gran mayoría de los lectores del siglo XXI sostienen que el relato no es antiguo, sino contemporáneo pues los problemas que narra son muy similares a los de la actualidad. El esfuerzo que Hernández dedicó a su obra cumbre fue muy grande ya que el nunca tomó a Martín Fierro como individuo, ni se detuvo en el grupo gaucho. Ha traspasado las coordenadas de lugar y de tiempo para, situándolo así en un plano universal.
Hipótesis de los posibles puntos de vista por donde abordar originalmente el Martín Fierro
1. "Es indiscutible que el Martín Fierro intenta dejar un mensaje final o cumplir un rol en la sociedad, buscando modificarla para bien. Hay por lo menos cuatro "misiones" que se le pueden vincular al libro: la búsqueda de justicia e igualdad social para la época ya que estas no existían, la representación de todos aquellos que sufren, no sólo en Argentina sino en toda Latinoamérica, del subdesarrollo y antidesarrollo, la divulgación de enseñanzas de un modo sencillo o ser una especie de "cable a tierra" para los autoridades, recordándoles que deben pensar en el pueblo al momento de desempeñar su cargo"
2. Los datos a tener en cuenta, y sobre los cuales se debe investigar, son:
– ¿Es el Martín Fierro un elemento para conseguir la justicia e igualdad social carentes en la época?
– ¿Es el Martín Fierro un símbolo que representa no sólo la falta de desarrollo de los distintos países latinoamericanos sino también en retroceso en el desarrollo?
– ¿Es el Martín Fierro un elemento que se encarga de transmitir conocimientos de la vida cotidiana de un modo fácil y entretenido que esté al alcance de todos?
– ¿Es el Martín Fierro un medio para recordarle a los gobernantes que están gobernando para el bien de todo y no pura y exclusivamente para ellos mismos?
3. El primer dato es cuestionable. Es cierto que Hernández hace una crítica a la sociedad y política usadas en la época, pero nunca lo hace explícitamente. Él se limita a narrar las atrocidades vividas por los gauchos en esa época, revelando así los secretos que ocultaban las luchas contra los indios en la frontera:
65
De los pobres que allí había
A ninguno lo largaron,
Los más viejos rezongaron,
Pero a uno que se quejó
En seguida lo estaquiaron,
Y la cosa se acabó.
66
En la lista de la tarde
El jefe nos cantó el punto
diciendo: -Quinientos juntos
Llevará el que se resierte;
Lo haremos pitar del juerte,
Mas bien dése por dijunto-.
[…]
67
Al principio nos dejaron
De haraganes criando sebo,
Pero después… no me atrevo
A decir lo que pasaba…
!Barajo!… si nos trataban
Como se trata a malevos.
[…]
69
Porque todo era jugarle
Por los lomos con la espada,
Y aunque usté no hiciera nada,
Lo mesmito que en palermo,
Le daban cada cepiada
Que lo dejaban enfermo.
70
!Y que indios, ni que servicio;
Si allí no había ni cuartel!
Nos mandaba el Coronel
A trabajar en sus chacras,
Y dejábamos las vacas
que las llevara el infiel.
[…]
73
Más de un año nos tuvieron
En esos trabajos duros;
Y los indios, le asiguro
Dentraban cuando querían:
Como no los perseguían,
Siempre andaban sin apuro
A través de estas estrofas, se puede ver el cruel maltrato que recibían injustamente los gauchos y también es obvio que ir a pelear contra los indios a la frontera era una excusa para poder aniquilar a los indios y gauchos rápidamente. De esta manera, intenta lograr que la población tome conciencia de lo que pasaba en el país, ya que explícitamente – a través de manifestaciones o escritos en defensa de los gauchos – no lo podría conseguir porque sería censurado y perseguido (que de hecho le pasó). Por eso, Martín Fierro es una herramienta que busca conseguir la igualdad y la justicia social, porque la concientización (que es lo que el libro hace) es una manera de luchar.
Pese a que hay grandes diferencias, es posible la comparación entre Fierro y la población latinoamericana sometida al subdesarrollo y al antidesarrollo pues hay entre estos una gran similitud: son subestimados. Los gobiernos y autoridades se aprovecharon y aprovechan, tanto del gaucho como de la población latinoamericana. En el caso del gaucho abusaban de la sencilla vida que llevaba, mientras que en el caso actual abusan del poder que el pueblo les otorgó al elegirlos democráticamente. En ambas situaciones se considera a la población lo suficientemente ignorante (aunque no es así) y se hace con el país lo que se quiere, buscando únicamente el beneficio de los gobernantes. Esa es la causa principal del subdesarrollo y antidesarrollo que se da en Argentina y en Latinoamérica, y fue la causa de las persecuciones y maltratos que recibieron Fierro y los gauchos. Sin embargo, la sencillez (en el caso del gaucho) y la tolerancia (en el caso de la situación actual) no indican ignorancia o inocencia como para no darse cuenta de la realidad. Esto se puede ver claramente en la estrofa 70 del libro de Hernández donde Fierro comenta que los indios entraban cuando querían y ellos no podían hacer nada para impedirlo porque se encontraban limpiando o trabajando en la chacra del Coronel.
!Y que indios, ni que servicio;
Si allí no había ni cuartel!
Nos mandaba el Coronel
A trabajar en sus chacras,
Y dejábamos las vacas
que las llevara el infiel.
Se deja así ver que lo de los indios fue una excusa que le dieron a los gauchos, y a la población, para exterminarlos pero ellos no eran tontos y sabían lo que en verdad ocurría. En cuento a Latinoamérica, se puede comprobar si se analiza el caso del gobierno contra el campo, que tuvo lugar estos últimos meses en nuestro país. El gobierno intento aprovecharse del campo, aumentando las retenciones pero nunca dio una explicación del por qué del aumento. El constante aumento de distintos servicios, hizo que este fuera el punto límite: al pueblo se le acabó la paciencia y decidió manifestarse, demostrando así que no son ignorantes y que están hartos de que los subestimen. Quizás el gobierno tenía la razón, pero al pueblo no le gustó que se aprovechen de ellos.
A través de recursos técnicos que presentan errores ortográficos y de sentencias camperas, se logra simplificar conocimientos que seguramente dichos por filósofos o cualquier persona que entre en la categoría de "culta" sería muchos más complejo, aunque la idea seguiría siendo la misma. Así se logra la transmisión de conocimientos a personas de educación escasa o nula. Además, el hecho de presentarlo en verso y con rima lo hacen más entretenido para quien lo lee, es una manera didáctica de transmitir conocimiento a aquellos que no tienen formación. Son ejemplos los consejos que Fierro da a sus hijos:
Bien lo pasa hasta entre Pampas
El que respeta a la gente-
El hombre ha de ser prudente
Para librarse de enojos-
Cauteloso entre los flojosModerado entre valientes.
El trabajar es la leyPorque es preciso alquirir-
No se expongan a sufrirUna triste situación-
Sangra mucho el corazónDel que tiene que pedir.
Debe trabajar el hombrePara ganarse su pan;
Pues la miseria en su afánDe perseguir de mil modos-
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán
[…]
Respeten a los ancianos,El burlarlos no es hazaña-
Si andan entre gente estrañaDeben ser muy precavidos-
Pues por igual es tenidoQuien con malos se acompaña.
La cigüeña cuando es viejaPierde la vista, -y procurar
Cuidarla en su edad madura
Todas sus hijas pequeñas-Apriendan de las cigüeñas
Este ejemplo de ternura.
Si les hacen una ofensa,
Aunque la echen en olvido,
Vivan siempre prevenidos;
Pues ciertamente sucede-
Que hablará muy mal de ustedes
Aquel que los ha ofendido.
Acá se pueden observar rimas y todo tipo de recursos técnicos: tendencia a la diptongación indebida, cambio de vocales, metátesis, simplificación de los grupos consonánticos etimológicos, vulgarismos, yeísmo, etc. También notamos que gracias al uso de todas estas cosas la lectura se hace sumamente llevadera y es fácil recordar estos consejos. Podemos asegurar, entonces, que el gaucho fue el bardo de la pampa.
En cuanto a la opinión de Subieta, su enfoque del Martín Fierro es muy metafórico, muy abstracto. No hay nada en el texto que nos permita comprobar lo que él sostiene. Sin embargo, cuando se analiza el contexto social en el que ocurre la historia del gaucho, queda claro que con las persecuciones y los maltratos a los gauchos e indios, se busca exterminarlos para así fomentar el ingreso de población extranjera y culta. La clase social gaucha estaba, para éste entonces, condenada a muerte por la falta de compasión de los gobiernos llamados "civilizados y cultos", cuyas ideologías principales fueron Mitre y Sarmiento. A eso apunta el autor boliviano: con la crítica implícita que se hace en la obra (la cual fue tratada anteriormente) se busca demostrar que de nada sirve beneficiar sólo a los extranjeros y olvidarse de la población nativa. Es malo para el país, tanto social como política y económicamente. Por eso, Martín Fierro funciona como un cable a tierra que recuerda a los gobernantes que el pueblo es lo primordial, mostrando las posibles consecuencias que traería hacer lo contrario. Entre las consecuencias es posible citar el presente rebelde que vive nuestro gaucho.
Conclusión
A partir del anterior análisis y las pruebas presentadas, se puede afirmar que la hipótesis es correcta. El Martín Fierro deja muchas enseñanzas, las cuales tienen distintos enfoques. Todas son aceptables. Algunas, como ser, la primera y la cuarta, son cuestionables, porque no se encuentran pruebas para confirmarlo concretas. Sin embargo, Hernández deja entrever en sus versos el mensaje. Las similitudes con nuestra época actual nos enseñan que la actitud de los gobernantes frente al pueblo, como se observa en el segundo y cuarto, no se altera durante el transcurso del tiempo. Pero también se puede ver que hay personas que luchan para cambiar esto, ya sea haciéndoles frente a las autoridades o divulgando conocimientos a la sociedad, como Fierro lo hizo.
Pese a haber sido escrito hace más de cien años, las enseñanzas y el mensaje final continúan intactos, porque nada ha cambiado. Lamentablemente, falta una personalidad como la del gaucho de la historia que se anime a demostrar que el pueblo no es tonto y que quiera hacer respetar sus derechos y obligaciones. Una personalidad que debe ser rebelde pero honesta, salvaje pero afectuosa, inocente pero con mucha sabiduría; una personalidad defensora de sus derechos y de los de su grupo, buscando a través de sus luchas la igualdad social y la justicia, que les recuerde a los gobernantes para que rol han sido designados.
4) Veo similitudes con Fierro si se considera que ambos eran bardos. Don Segundo Sombra se encargaba de divulgar la sabiduría colectiva a través de relatos junto al fogón. Fabio Cáseres, el protagonista, resalta la capacidad que tenía para contar cuentos diciendo que era admirable pues esta lo hacía aún más prestigioso. Fierro transmitía sus conocimientos, logrados gracias a la experiencia de vida que tuvo, a través de payadas las cuales dedicaba a sus hijos con el objetivo de que no cometieran sus mismos errores.
"Aprovecha la ocasiónEl hombre que es diligente-Y téngalo bien presente,Si al compararla no yerro-La ocasión es como el fierroSe ha de machacar caliente"
Canta Martín Fierro a sus chicos, diciéndoles así que no dejen pasar el tiempo. El momento para hacer lo que queremos es uno y hay que aprovecharlo, porque sino se hace en el momento exacto después ya habrá perdido motivo.
Mientras que Don Segundo Sombra recomienda:"Miseria es eso de andar con el corazón zozobrando en el pecho y la memoria extraviada en un pozo de tristeza, pensando en la injusticia del destino, como si éste debiera ocuparse de los caprichos de cada uno. El buen paisano olvida flojeras, hincha el lomo a los sinsabores y endereza la suerte que le aguarda con toda confianza puesta en su coraje", diciéndonos con esto que una vez que perdimos la oportunidad de hacer algo ya no tiene sentido lamentarnos por nuestro error, sino que hay que seguir adelante y luchar para que en la siguiente oportunidad las cosas nos salgan como nosotros queremos.
A ambos les gusta aconsejar a personas más jóvenes que, por lo tanto, han vivido menos y saben menos de lo que la vida les depara. Con esto buscan lograr un futuro mejor, no sólo para las personas que aconsejan sino para todo el mundo ya que intentan lograr que de a poco a todos les llegue el mensaje de cómo lograr un lugar mejor, porque los consejos que dan son universales, es decir, no son para una persona en particular. Cualquiera que los escuche y los quiera poner en práctica contribuirá a mejorar la política, la economía y la sociedad de todos los seres humanos.
Autor:
Amira J. Kollrich
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