Policía comunal como modelo para el control de los factores criminógenos en el Estado Aragua (página 3)
Enviado por Nohelia Yaneth Alfonzo Villegas
Precisamente el tratamiento adecuado del delito depende en primer término de la efectividad y precisión en el diagnóstico de los factores negativos que serán neutralizados con el quehacer preventivo. Este diagnóstico criminológico debe ser entendido como la localización y caracterización de los problemas más acuciantes y de incidencia más significativa en el desarrollo de la criminalidad, localización que debe realizarse a través de instrumentos investigativos de entidad socio-criminológica, tales como: entrevistas a expertos, encuestas opináticas, encuestas a sujetos preventivos, observación participante y no participante, entre otros. El Diagnóstico Criminológico también puede ser conceptualizado como el conjunto de factores criminógenos que van a permitir una definición exacta de la situación criminógena en un territorio determinado y en un específico período de tiempo.
Los factores criminógenos en sí mismos no producen criminalidad; su influencia se expresa en que facilitan la existencia de la delincuencia, contribuyen a su auge. El conjunto de factores (criminógenos y anticriminógenos) constituye un peculiar fondo del desarrollo social que afecta a la delincuencia. Sin este resulta difícil imaginarse un análisis profundo y múltiple de este fenómeno. Por eso el conocimiento de todo el entramado de factores sociales, a través del diagnóstico criminológico, constituye la piedra angular de la prevención, el punto de partida que permite conocer para después actuar.
Precisamente las Estrategias Preventivas de Intervención Social solo podrán ser elaboradas y llevadas a término con perspectivas exitosas, sobre la base del conocimiento científico de la realidad criminógena comunitaria. Si contrariamente a lo que se propugna, se parte para la prevención, de supuestos falsos basados en valoraciones subjetivas desprovistas de sustento científico o se estructura a partir de acercamientos intuitivos a la realidad; se puede afirmar que la acción preventiva será ineficaz y contraproducente, pues desconocerá la realidad criminógena, solo caracterizable a tenor con estudios científicos de diagnóstico.
El diagnóstico criminológico como instrumento de conocimiento de la realidad puede ser concebido para su utilización en diferentes niveles de valoración, desde el más general (macro-sociedad) hasta el más singularizado (la personalidad o individuo); precisamente en un nivel intermedio entre los arriba citados se encuentran la valoración particularizada del microambiente o comunidad. Sin pretender desvalorizar la importancia innegable del nivel societal y el nivel individual, se dirige la atención al micro-medio social en el que interactúan los grupos formales e informales que rodean al individuo, por cuanto es en este entorno social donde debe desarrollarse con más énfasis el trabajo social, como variante indispensable de la prevención primaria de la delincuencia, la antisocialidad y la marginalidad.
La comunidad (microambiente) es el escenario natural y sociocultural más inmediato donde se desarrolla el hombre, es una agrupación o conjunto de personas que interaccionan entre sí más intensamente que en otro contexto, operando en redes de comunicación, intereses y apoyo mutuo. Todas las características de este medio, desde las materiales hasta las espirituales, y especialmente las instituciones que lo integran (familia, escuela, grupos informales, entre otros) matizarán de manera indeleble la formación de los individuos que en ella habitan.
Esta concepción responde al enfoque histórico-social de desarrollo de la personalidad, que explica a esta última, como un concepto socio-histórico individual sujeto al medio social que lo engendra y desarrolla. De lo anterior se deduce que la personalidad no puede ser comprendida al margen de la realidad social que caracteriza sus condiciones histórico-concretas de existencia.
La personalidad como fenómeno basa su proceso formativo en la cantidad y en la calidad de la información y en el ejemplo de quienes la transmiten, por lo que la comunicación socio-psicológica es uno de los aspectos más importantes en las relaciones sociales entre las personas. Esta comunicación, por su forma, está constituida por las relaciones interpersonales y sus vínculos con las más variadas actividades y costumbres; lo que indica la importancia de dirigir la atención al microambiente del individuo. Así como a su dinámica para descubrir y neutralizar los factores negativos o perniciosos que en el ámbito comunitario pueden incidir en la desfavorable formación de la personalidad, factor determinante en la comisión de conductas criminales.
En el marco del microambiente social transcurre la mayor parte de la vida del ser humano y de hecho este entorno puede determinar, a partir de su mal funcionamiento, la introducción de valores, cuyo contenido hace que se vaya conformando un proceso diametralmente opuesto a la correcta socialización, proceso que generará una malformación social, traducida en una actitud antisocial del individuo. Esta situación se produce por una disfuncionalidad del micromedio o comunidad, que posee problemas en sí mismo y en su estructuración, generando la aparición de elementos negativos de la personalidad (características criminológicas) de sus miembros; elementos que en determinado grado de profundidad y firmeza, pueden configurar una psicología antisocial.
A tenor con lo anterior es enorme la relevancia que adquiere el diagnóstico criminológico en el nivel comunitario, por cuanto permite detectar los factores criminógenos que atentan contra el desarrollo armonioso y la sana formación de la personalidad. Esos elementos negativos del funcionamiento microambiental deben buscarse en los grupos sociales que estructuran este nivel y funcionan como entidades socializadoras de la personalidad; por ejemplo: la familia, la escuela, las relaciones de grupos informales, entre otros. Todos los que de una manera u otra interactúan con el individuo influyendo en su educación. De estos factores uno de los más importantes suele ser la familia, institución social que es el mediatizador inicial y más duradero de la relación sociedad-individuo.
Las relaciones familia-comunidad poseen carácter interactivo. Con el cumplimiento de su función formadora de los nuevos miembros, la familia interactúa con el medio social, haciendo aportes o generando problemas que se reflejarán socialmente a largo o mediano plazo. En una visualización negativa del funcionamiento familiar se pueden referir a dos aspectos negativos fundamentales, tales como: el ejemplo de los padres y la educación. En ambos casos los miembros menores de la familia sufren graves consecuencias formativas, se tornan pesimistas, agresivos, inseguros, indiferentes. Sus necesidades, intereses, sentimientos e ideales se resquebrajan y deforman, entorpeciendo la influencia positiva y constructiva que otros componentes del micromedio pueden ejercer sobre ellos.
Los padres funcionando como modelos de conducta, poseen una amplia significación en la formación de los hijos. Las relaciones inadecuadas de los miembros adultos del núcleo familiar, tales como: discordias, antagonismos, celos, agresividad, generan males incalculables en los futuros ciudadanos; pues de hecho sobreviene la ruptura afectiva, la degradación moral y el entronizamiento de la violencia como medio expresivo.
De otra parte una educación inadecuada en el seno familiar puede llevar al desarrollo de rasgos negativos, como consecuencia por ejemplo, de la satisfacción inmediata y desmedida de las necesidades y demandas materiales de los niños y adolescentes o su insuficiente satisfacción, o de la liberación de funciones en el colectivo doméstico, entre otras.
La familia constituye así el factor primario e inicial más importante del microambiente social, aunque se rechaza la posición consistente en absolutizar el factor familiar como determinante en la formación o deformación de la personalidad; pues el nivel y celeridad de los cambios sociales actuales inclinan a considerar también muy importantes otras agencias socializadoras, como por ejemplo, la escuela.
En el presente análisis merece mención especial el contexto escolar. Con el desarrollo físico y psicológico del menor se amplían sus vínculos con otras personas, ya las relaciones salen del estrecho marco familiar y se extienden al grupo de compañeros de aula, entre otros. El trabajo escolar juega un rol importante en la formación del individuo, pero resulta imprescindible que en estrecha combinación con la enseñanza, la escuela logre educar; entendiéndose esta educación como la formación en los alumnos de cualidades morales indispensables para el logro de una adecuada conducta que fluya a favor de los principios e intereses de la sociedad que les correspondió vivir.
El inadecuado funcionamiento de la escuela como entidad socializadora en el nivel microambiental, resulta un aspecto primordial a caracterizar por el diagnóstico criminológico comunitario, por la relevancia de este factor en la formación de los individuos y en la posible configuración de una orientación antisocial de la personalidad. Este significado expresado con anterioridad, lleva a atribuirle a la escuela la importancia preventiva que merece, y por ende la existencia de una imperiosa necesidad de diagnosticar perennemente esta institución, en la búsqueda de elementos disfuncionales que afecten la dinámica comunitaria.
El rol del maestro y la escuela resulta vital en el desarrollo comunitario, ya que participan activamente en la formación de valores, ideales y normas de conducta, al igual que la familia; influyendo ambos en el establecimiento de aspiraciones y proyectos vitales del futuro adulto. Lo que debe cuidarse es la coherencia, complementación y reforzamiento de esas influencias educativas de ambos factores (familia y escuela), porque de entrar en contradicción, el conflicto de influencias desmejoraría la estabilidad del proceso formativo personológico.
Por tanto, el contexto comunitario representa el entorno inmediato donde el hombre se desarrolla; y en consecuencia su correcto funcionamiento o no, posee una profunda significación preventiva, pues sus factores estructurales y funcionales (familia, escuela, grupos informales.) representan las entidades socializadoras más importantes en la formación de los seres humanos. De funcionar negativamente alguno de ellos, deformará a esas personalidades, posibilitando una afectación conductual de esos individuos en su comportamiento futuro dentro de la comunidad.
De ahí, la relevancia de la detección de esos elementos microambientales negativos, pues estructuran la cadena causal delictiva y antisocial; en este sentido pueden ser situaciones criminógenas: (a) modelos inadecuados en la familia, (b) degradación moral familiar, (c) agresividad familiar, (d) deficiente y permisiva educación de niños y jóvenes, (e) abandono o pobre atención material a los niños y jóvenes, (f) problemas organizativos de la escuela, (g) carencia o deficiencias en la formación moral y cívica de la escuela, (h) existencia y fuerte influencia de grupos informales negativos, (i) predominio del clima de violencia en el barrio, (j) altos índices de alcoholismo en la comunidad, (k) carencia de vida cultural en la comunidad.
Con la información que brinda un correcto diagnóstico criminológico salen a la luz los principales problemas, aparece la información empírica fiable sobre la comunidad y personas objeto de estudio, información que funciona como herramienta imprescindible en la elaboración de los programas de prevención social del delito y la antisocialidad.
Afirma Antilla (2006) que los años recientes han sido marcados por el advenimiento de la crisis de inseguridad. El crecimiento cuantitativo del delito arribando hasta cotas desconocidas en el país. Agravado aún más por sus transformaciones cualitativas en una criminalidad oportunista.
Por su parte, Romero (2006) señala que la violencia en el caso venezolano se ha convertido en uno de los principales problemas sociales. Se observa un notable aumento de la tasa de homicidios y el relativamente bajo incremento de la tasa de lesiones y entre el aumento de la tasa de robo, y el descenso de la tasa de hurtos, evidenciándose el carácter violento de la acción delictiva. La alta prevalencia de los delitos violentos condiciona la vida pública y privada.
En este contexto de anomia social caracterizado por las profundas contradicciones sociales y la crisis económica y política, constituye el factor propiciatorio de respuestas alternativas y particulares frente a la delincuencia. La población se arma, se socializa en precauciones rutinarias de carácter individual o actúa colectivamente. Cada persona o grupo responde según sus condiciones sociales, económicas, y culturales porque estas definen la percepción del riesgo, del impacto real o potencial de la violencia delictiva, e igualmente como vivirla y enfrentarla en la cotidianidad.
En este sentido, el cierre o amurallamiento de espacios residenciales, la contratación de vigilancia privada formal o informal, el porte de armas, las conductas de inhibición, los comités de seguridad vecinales, no son sino respuestas de autodefensa desarrolladas en forma individual o colectiva. Así las respuestas están relacionadas con fines particulares y no societarios, referidos a propósitos más concretos: la protección contra el delito. En consecuencia, corresponden a un tipo de control social instrumental, que por otra parte, no consigue asidero teórico dentro de las concepciones tradicionales.
Al respecto, Romero (2006) expresa que tal conducta de involucramiento de la población a motus propio en tareas de autoprotección, no hace posible lograr verdaderas alternativas de organización, por cuanto en ausencia de un proceso de construcción de ciudadanía, se reproduce la fragmentación, mediante la acción arbitraria y violenta hacia cualquier otro considerado peligroso. De allí, que se hace necesario sumar esfuerzos entre la policía y la comunidad, realizando un trabajo organizado y coordinado, y es en este contexto que nace la policía comunal, la cual en el Estado Aragua está arrancando con un plan piloto en seis comunidades, aspecto a desarrollar en el siguiente capítulo.
CAPITULO III
LA POLICÍA COMUNAL COMO MODELO PARA EL CONTROL DE LOS FACTORES CRIMINÓGENOS EN EL ESTADO ARAGUA
Este capítulo que constituye el cierre de esta investigación documental relaciona los dos aspectos desarrollados precedentemente como lo son: la policía comunal y los factores criminógenos, y los estudia bajo la perspectiva que el primero, es decir, la policía comunal sea un modelo para el control, de los segundos, es decir, los factores criminógenos, en el Estado Aragua.
Al respecto, Portugal (2005) señala que no existe una taxonomía general que permita identificar rasgos uniformes vinculados a las características que asume la inseguridad o distinguir tipos de sociedades que presenten el problema en forma exclusiva, siendo en definitiva una condición que comparten cada vez más un gran número de países en todo el mundo.
En ese sentido se abre una nueva dimensión frente al tema de la delincuencia, que incluyen procesos sociales distintos a los que determinan la actividad delictiva, lo cual implica revertir la noción de una sociedad vista como víctima pasiva del azote criminal y pasar a observar los procesos y capacidades de la sociedad civil para efectuar acciones preventivas.
Asimismo, las sociedades contemporáneas que han tematizado las condiciones sociales de incremento de las tasas de criminalidad, la elevación de la tasa de temor, en términos de inseguridad colectiva han planteado la necesidad de enfrentarla, son todas sociedades complejas y urbanas, lo cual obliga a adoptar puntos de observación suficientemente amplios y relacionales que permitan incorporar una diversidad de variables y considerar simultáneamente la multiplicidad de interacciones entre las diferentes estructuras de la sociedad actual.
Todo parece indicar que la sociedad contemporánea ha alcanzado un estado donde más que nunca la construcción social de la realidad y la acción colectiva poseen una creciente multiplicidad de puntos de emergencia y estructuración. Por cuanto, la sociedad sigue incrementando su nivel interno de complejidad, mediante el desarrollo de la autonomía funcional de los diversos sistemas parciales que la constituyen.
Al mismo tiempo que se multiplican y diversifican las demandas sociales, haciendo necesario superar las tradicionales formas de coordinación social, pues no existiría ya ninguna estructura o dispositivo, que en forma centralizada, pueda elaborar respuestas con sentido único y generalizables en todo el sistema social, y menos aún proveer soluciones integrales concebidas, planificadas, implementadas y controladas por un sólo agente, institución o grupo social.
Como consecuencia de lo anterior, ya no es posible encarar los problemas que afectan a la sociedad compleja desde una sola estructura de toma de decisiones, o de intercambio económico en el mercado, o exclusivamente desde un punto de vista educativo o religioso.
En este sentido, la policía comunal propugna una prevención situacional, es decir, un conjunto de medidas no penales tendientes a eliminar o reducir las ocasiones que en numerosos casos propician la comisión de un delito, tales como la instalación de cerraduras, alarmas, entre otros, teniendo como base que el delito resulta en gran medida de elecciones influenciadas por aspectos concretos e inmediatos de las situaciones en que puede encontrarse un infractor potencial y sus efectos puedan apreciarse en el corto plazo.
Asimismo, el modelo de policía comunal propicia la prevención social, a través de intervenciones no penales sobre delincuentes potenciales orientadas a suprimir o atenuar su propensión criminal. Según, Rico (2008) este enfoque se basa en las clásicas teorías etiológicas del delito, según las cuales la acción criminal se explica por la existencia de diversos factores anteriores a su perpetración: familia, escuela, empleo, frecuentación de otros delincuentes, pertenencias a bandas criminales, papel de los medios de comunicación, consumo excesivo de alcohol y otras drogas, y sus resultados, aunque sólo se pueden apreciar en el mediano y largo plazo, ofrecen perspectivas más sólidas y duraderas.
En este sentido, Rico (ob cit) señala que a menudo los resultados obtenidos mediante la actividad policial son de difícil medida. Especialmente, en cuanto a las funciones policiales, por su variedad (prevención mediante el patrullaje, represión gracias a la investigación criminal, control de tráfico, presentación de numerosos servicios a la comunidad). En general, los resultados obtenidos por la intervención policial, sobre todo en materia de prevención, son a menudo invisibles y consisten en que ciertos hechos no ocurran.
Si se conoce la realidad de cada barrio o sector donde el clamor público demanda reiteradamente seguridad y mejoras de la convivencia vecinal, en este sentido, la Policía del Estado Aragua cuenta con un grupo de profesionales formados como policías comunales, que se encargaran de realizar, primeramente el diagnóstico comunitario, la articulación con los Consejos Comunales y la puesta en marcha del plan de acción en prevención a la criminalidad y a la violencia.
El epicentro de violencia conocido en este, como el lugar espiral de homicidios, lesiones, ventas de drogas, robos, entre otros, extendiéndose a otros sectores. Se pretende intervenir a través de la puesta en práctica de la policía comunal, con la finalidad de minimizar sus expresiones a través de acciones cívicas, charlas dirigidas para prevenir la violencia intrafamiliar, las drogas y cualquiera otra manifestación delictual. Todo aunado a talleres de capacitación encaminado a conocer el proceso de la responsabilidad penal del adolescente, conjuntamente con la comunidad. También se debe impulsar los proyectos presentados por las comunidades a través de los consejos comunales.
El servicio de policía comunal es un modelo que propugna el afianzamiento de los valores comunitarios de organización y compromiso que le haga partícipe en la conformación de una comunidad modelo. Así como la concientización al ciudadano sobre la importancia de adoptar comportamiento con bases en principios y valores cívicos, éticos y sociales. Al igual, que el fomento de mecanismos de interacción social entre el sector público y privado con el fin de unificar esfuerzos que beneficien la comunidad en el logro de su propia seguridad, a la par de estrechar los vínculos de amistad, solidaridad, participación y compromiso de la comunidad con su policía.
Hasta ahora la policía de Aragua se había limitado solamente a cumplir funciones de seguridad, prevención y orden público, y algunos intentos de estrategias para el acercamiento con las comunidades en municipios y parroquias, utilizando para ello lo tradicional del patrullaje vehicular y a pie. Pero sin la existencia de una política de verdadero acercamiento hacía las comunidades, donde los vecinos participen tanto en las políticas de prevención como de actuación.
Países como Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, Perú y Brasil, entre otros han constituido unidades dentro de la Policía denominadas Policía Vecinal que permite que la sociedad organizada contribuya en el suministro de la información, y por ende la prevención y control delincuencial, siempre bajo los lineamientos y supervisión de la organización.
Estas experiencias incipientes de acercamiento comunitario pueden venir acompañadas de actividades de protección familiar hacia la ciudadanía. Es por ello, que la Policía del Estado Aragua ha implementado de conformidad con lo previsto en las leyes, la Policía Comunal, a través de un plan piloto en seis (06) comunidades, según se muestra en el cuadro 5, a continuación:
Cuadro 5
Distribución Plan Piloto Policía Comunal estado Aragua
Municipio | Parroquia | Comunidades | No. Funcionarios |
Girardot | Los Tacarigua | San Vicente | 64 |
Mariño | Saman de Guere | Saman de Guere | 16 |
Costa de Oro | Ocumare de la Costa | Ocumare de la Costa | 10 |
Ribas | Las Mercedes | La Mora | 10 |
Zamora | Los Bagres | Valles de Tucutunemo | 10 |
Camatagua | Carmen de Cura | Carmen de Cura | 8 |
Fuente: Elaborado por el Investigador (Ramírez, 2009) con base a información suministrada por la División de Participación Comunitaria de la Policía de Aragua
Este plan piloto conlleva la implementación de la Policía Comunal en el estado Aragua, como un servicio policial orientado a servir a la comunidad y dentro de los principios de participación, transparencia y corresponsabilidad, el cuál está fundamentado en un modelo de policía donde ésta debe interactuar con la comunidad para crear estrechos lazos con la misma, lograr la confianza necesaria para generar una retro-alimentación e implique la prestación de un servicio policial efectivo, transparente, oportuno, y el manejo de información.
Este plan piloto actualmente en ejecución realizará las siguientes actividades: (a) diagnóstico comunitario, encuesta victimización y percepción policial local: coordinado con (INE – UNEFA – GN – C.S.O.P.E.A). Dicho plan piloto tendrá una evaluación de los resultados que permitirá verificar la efectividad de la trilogía a construirse entre la comunidad, las instituciones y la policía.
Lo que se persigue con este plan piloto de policía comunal en el estado Aragua es la seguridad comunitaria, lo cuál se aspira se vea reflejado en la reducción de crímenes, reducción del miedo por el crimen, y reducción en el comportamiento anti-social. En la medida en que la policía contribuya con la seguridad de la comunidad y la comunidad se involucre en su propia seguridad, conformando un binomio en que ambos actores sean parte del proceso.
En virtud de ello, y tal como se señaló en los capítulos precedentes, una de las herramientas bases del modelo de servicio de policía comunal para el control de los factores criminógenos, está centrada en el diagnóstico, en el cual se tendrá en cuenta, los aspectos mencionados en el Cuadro No.6 a continuación.
Cuadro No. 6
Diagnóstico
Aspectos A diagnosticar | • Extensión territorial. • Cantidad de población residente y foránea. Registrando personas que han sido víctimas de delitos. • Miembros y participación de los consejos comunales: comité de seguridad integral y comité de prevención integral. • Registro de grupos. • Delitos que afectan a la comunidad, incluye información sobre los días de la semana y horarios de mayor incidencia delictiva, objetivos y lugares mayormente afectados por la delincuencia. Delitos pendientes a esclarecer o por determinar en los cuerpos investigativos. • Posibles autores y organismos de seguridad participantes. • Registro de Bandas / pandillas, líderes delictivos y familias involucradas en hechos delictivos. • Causas y condiciones que generan y facilitan las actividades delictivas, conductas desviadas e infracciones de la disciplina social. • Centros turísticos y de gran afluencia de personas. • Instituciones donde estudien o trabajen personas que gocen del beneficio penal. • Otros lugares de interés (instituciones educativas, licorerías, parques, bancos, etc.) • Objetivos económicos y sociales, como agencias de protección privadas o estatales. Sistemas de circuitos cerrados de televisión u otros medios técnicos de vigilancia, fundamentalmente con alcance al entorno. • Viviendas, depósitos, galpones u otros donde se posean antecedentes de actividades delictivas como: drogas, contrabando, depósito ilegal de armas de fuego, etc. • Situación del tránsito y orden público en general. • Deben agregarse todas las problemáticas que afecten el orden y la tranquilidad de la comunidad. |
Fuente: Elaborado por el investigador (Ramírez, 2009)
Los datos e informaciones que recopila la policía comunal requieren de una observación sistemática, y constituirán la base esencial para formular los planes o medidas periódicas que logren enfrentar con efectividad y eficiencia la situación de seguridad ciudadana del área de responsabilidad. Aunado a esto, el servicio de policía comunal cuenta con un Red de Información Primaria, cuyas funciones se observan en el cuadro 7, a continuación:
Cuadro 7
Red Información Primaria
Funciones |
• Observar las áreas y lugares determinados para detectar causas y condiciones que facilitan la ocurrencia de los delitos y faltas. • Recabar información sobre las personas o grupos de riesgo delictivo de la comunidad. • Detectar tempranamente los asuntos que requieren de alguna intervención social y policial. • Ubicar a los ciudadanos que son interés de aprehensión por cuerpos de policía. |
Fuente: Rico (2008)
El Servicio de La Policía Comunal y el trabajo de prevención
En función de la prevención, el trabajo del servicio de la policía comunal esta encaminado en cuatro aspectos fundamentales: (a) garantizar el cumplimiento de la ley y de las políticas públicas que rigen la labor de prevención, (b) realizar acciones encaminadas a evitar la ocurrencia de conductas inadecuadas en las personas y de otras expresiones que afecten la tranquilidad y seguridad de la comunidad, (c) contribuir a la educación y formación de la población, fomentándoles hábitos adecuados de convivencia social, y (d) mantener una interacción oportuna, respetuosa y de corresponsabilidad con la población y las instituciones.
La prevención policial en la comunidad tiene dos formas principales de expresarse, las cuales están en concordancia con el grado de aparición o desarrollo de las manifestaciones negativas de las personas y estas son, la prevención temprana o anticipada y la prevención inmediata, las cuales se explican el en el cuadro 8 a continuación.
Cuadro 8
Tipos y Métodos de Prevención
Tipos |
Prevención anticipada: Es la que se realiza ante la aparición de indicios primarios que pueden conducir a la persona a manifestaciones de conductas negativas. Estos indicios pueden presentarse de diversas formas; deserción escolar, deserción laboral de jóvenes y adultos aptos para ello, alteraciones leves del orden, deambular a cualquier hora del día, violencia intrafamiliar, entre otros. |
Prevención inmediata: Es la que se realiza ante el conocimiento de una manifestación de conducta negativa de la persona, con el objetivo de impedir o evitar que adquiera una connotación agravada. Para cada una de las situaciones antes mencionadas se aplicarán diferentes métodos de control y vigilancia con la participación de todos los entes que se requieran para influir positivamente en la conducta y evolución de las personas. Es importante detectar debidamente las causas y condiciones que provocaron las irregularidades en el comportamiento de los ciudadanos o ciudadanas. Juega un papel determinante en esta labor de prevención integral en las comunidades, el Comité de Prevención Integral, las escuelas, los centros laborales, las instituciones, la Policía comunal y la propia población. A todos les corresponde ejercer la influencia educativa suficiente, capaz de transformar los patrones de conducta adquiridos por las personas, que ocasionaron la aparición de comportamientos negativos e incorrectos. |
Métodos |
El Servicio de la Policía Comunal en su labor de prevención utilizará cuatro métodos fundamentales: Observación: Persigue el objetivo de registrar y conocer de forma clara y objetiva el comportamiento de la persona y dominar con oportunidad las causas que pueden estar influyendo en la modificación de su comportamiento. Persuasión: Esta dirigido a convencer y disuadir a la persona sobre cuestiones relacionadas con la conducta. Resulta importante la conformidad o admisión por el ciudadano o ciudadana de los asuntos que se le plantee. Puede desarrollarse mediante conversaciones de forma individual o con la presencia de familiares o personas que pueden tener una influencia positiva sobre el individuo en cuestión. La realización de charlas o conversaciones en el seno del Comité de Prevención puede ser un método a emplear de cierto compromiso social. Coerción: Se aplica a la persona que por sus características tengan una mayor proclividad a la comisión de delitos y por lo general, ha sido persuadida con anterioridad en una o dos oportunidades, sin apreciarse una asimilación positiva en el resultado de esas acciones. Este método podría ejecutarse mediante las formas siguientes: realizarle por parte de la policía una llamada de alerta, sostener una conversación educativa. Estimulación: Consiste en estimular de forma individual la evolución positiva de la persona en cuanto a su comportamiento. El Servicio de la Policía Comunal debe tener una observación planificada sobre las personas que por sus características y circunstancias son de riesgo delictivo y por lo tanto, pueden crear un ambiente de conflictividad en la comunidad. El objetivo esencial de este trabajo, es contribuir a que las personas con algún nivel de riesgo, mantengan un adecuado comportamiento social, y facilitar su reinserción a los principales valores de convivencia, como son el humanismo, la solidaridad, la paz y el bien, entre otros. |
Fuente: Rico (2008) modificado por Ramírez (2009)
Pueden existir en la comunidad, lugares o zonas que por sus características requieran de una atención priorizada por parte del servicio de la policía comunal. En estos casos, la actuación debe ejecutarse de forma planificada, apoyándose en la labor permanente del núcleo policial o comunal, y cuando la situación creada pueda rebasar su capacidad, solicitará – por el canal de mando que corresponda – apoyo a otros órganos especializados o de mayor posibilidad de intervención. En el caso del plan piloto de policía comunal del estado Aragua, apoya su plan de acción, siguiendo los pasos señalados en la figura 1, a continuación:
La División de Participación Comunitaria de la Policía de Aragua (2009) señala que a través de la implementación del Plan Piloto de Policía Comunal en el estado Aragua, se tiene como meta a mediano y a largo plazo lograr los efectos sobre el contexto social en el que opera la policía, que se muestra en el Cuadro 9 a continuación:
Cuadro 9
Efectos de la Policía Comunal sobre el Contexto Social
1. Disminución de los índices de crímenes violentos en las seis comunidades donde se lleva a cabo el plan piloto. | 1. Aumentar la efectividad policial en materia preventiva e investigativa con respeto de dichos crímenes, en las zonas consideradas de mayor conflictividad, razón por la cual se escogieron para el desarrollo del plan piloto. |
2. Disminución de los niveles de temor al delito por parte de los ciudadanos integrantes de las seis comunidades donde se lleva a cabo el plan piloto. | 2. Dichos resultados se intentan obtener a través de la mejora en las políticas de seguridad y el acceso a los servicios de atención a las víctimas, dando a conocer información precisa respeto a los riesgos existentes. |
3. Que se incremente el nivel de confianza en la policía del estado Aragua, y en las demás instituciones del estado que cooperan en las acciones de este plan piloto, arriba mencionadas. | 3. Se pretende incrementar el nivel de confianza público sobre la base de una investigación severa de situaciones de corrupción, la ejecución de programas de acercamiento a la población que consultan consultas y cooperación entre la policía y la población. |
Fuente: Rico (2008) modificado por (Ramírez, 2009)
En este sentido, la División de Participación Comunitaria de la Policía de Aragua (2009) manifiesta que el plan de acción de la Policía Comunal está constituido por tres líneas: prevención, disuasión y atención a la comunidad. En cuanto a la prevención, se distinguen cuatro ámbitos específicos de acción: tratamiento de factores criminógenos, gestión comunitaria, gestión interinstitucional para la resolución de problemas y educación para la convivencia. De estos los más significativos para el presente estudio lo constituyen: el tratamiento de factores de riesgo y la gestión comunitaria.
-El tratamiento de los factores criminógenos implica la necesidad de identificar los problemas de orden físico y social de las comunidades, a tal fin se llevará a cabo un levantamiento de información a través de un censo puerta a puerta en las jurisdicciones donde se lleva a cabo el plan piloto de la policía comunal en el Estado Aragua.
-La gestión comunitaria está sustentada sobre la noción de movilización comunitaria, que es promovida desde la policía comunal para la generación de alianzas que permitan potenciar la capacidad de asociatividad entre comunidad y policía. Algunas de estas estrategias orientadas hacia la gestión comunitaria, han sido los frentes de seguridad local y la formación y capacitación de líderes comunitarios a través de talleres.
-Los primeros, orientados a potenciar la colaboración y autoprotección de los vecinos a través de alarmas vecinales e intercambio de números telefónicos; los talleres, en tanto, se han centrado en la formación de líderes en materia de seguridad, con conocimiento de las funciones de la policía y de las acciones preventivas que pueden tomar los ciudadanos.
La segunda línea del Plan de Acción, la disuasión, comprende dos ámbitos específicos de acción: mediación de conflictos, para promover mecanismos de conciliación entre los vecinos y disuasión al infractor, basada en el patrullaje policial permanente.
La tercera línea del plan, procura la atención de la comunidad, a través de la recepción de quejas, reclamos y sugerencias, como partes de los servicios que presta la policía comunal. Para el logro cabal de tales líneas plasmadas en el plan de acción de la policía comunal requiere de una presencia significativa en el territorio, que le permita a la policía el conocimiento efectivo de las necesidades de la comunidad, lo cual supone incrementar a mediano y a corto plazo, el número de efectivos policiales que hacen vida en la comunidad.
De allí, que se puede sintetizar que la implementación del modelo de policía comunal para el control de los factores criminógenos en el Estado Aragua, se llevará a cabo a través de tres ejes centrales: (a) transformar el cuerpo policial en una organización abierta a la consulta y colaboración con la comunidad, (b) mejorar la eficiencia y efectividad del servicio policial, respetando los derechos ciudadano y del estado de derecho, (c) mejorar la seguridad pública mediante la reducción de los niveles de la delincuencia, del desorden y de la inseguridad.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
De la investigación realizada, en respuesta a los objetivos específicos de la misma, se pudo concluir lo siguiente:
En cuanto al primer objetivo específico: Indagar sobre los fundamentos teóricos y legales de la Policía Comunal. Existen fundamentos teóricos de la Policía Comunal, entre los cuales destacan:
-Que el servicio de policía comunal puede ser entendido como una modalidad preventiva enfocada en la educación, que desde un nivel político territorial primario busca coordinar los planes o programas de seguridad en conjunto con la comunidad, además de contrarrestar los factores sociales generadores de violencia, y transformar la percepción de seguridad en el espacio geohumano comunal en función de la participación ciudadana.
-Que la policía comunal, a los fines de brindar respuesta novedosa a los ciudadanos, atendiendo permanentemente las necesidades individuales y colectivas en materia de seguridad ciudadana, mediante la prevención, disuasión y la articulación de estrategias institucionales y socio comunales. Su vínculo con los consejos comunales constituye el lazo primario para fomentar la confianza y aumentar la cooperación y la participación ciudadana, para así disminuir el problema de la inseguridad. Su propósito fundamental es atender la seguridad de las comunidades y resolver las problemáticas delictuales, bajo un criterio de anticipación a todos aquellos factores que generan el delito en cualquiera de sus manifestaciones, tanto en el contexto rural como urbano.
Igualmente, existen fundamentos legales de la Policía Comunal en Venezuela, la cual está establecida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), y son desarrollados en las siguientes leyes: Ley Orgánica para la Seguridad de la Nación (2002), Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana (2003) Ley Orgánica del Poder Público Municipal. (2005), Ley de los Consejos Comunales (2006) y el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional (2008), cuyas normas dejan claramente establecida la intención del legislador en cuanto a las características de la policía comunal, entre las cuales destacan: (a) enfocada al servicio a la población con mejor capacidad de atender la demanda local de seguridad, (b) mayores niveles de participación y control social, (c) capacidad y eficacia para dar respuesta a nuevas, complejas y más peligrosas formas de la delincuencia organizada mediante grupos pequeños especializados, coordinados y con sistemas de inteligencia y (d) promoción de soluciones alternativas a los problemas de convivencia social mediante la participación local.
Con respecto al segundo objetivo específico: Definir los factores criminógenos en el contexto jurídico, se pudo concluir que estos son el caldo de cultivo en el que se ve inmerso el sujeto a través del tiempo, el lugar y las circunstancias hasta que en un momento dado uno o varios de ellos, bajo la decisión de la voluntad y libertad individual, producen el paso al acto delictivo, y que a más factores acumulados sobre un individuo o una sociedad, mayores posibilidades de incremento de la criminalidad individual o colectiva.
En este sentido, con base a lo investigado, y a la experiencia policial del autor, se puede señalar que los factores criminógenos más resaltantes en el estado Aragua, específicamente en las zonas donde se adelante el plan piloto de policía comunal son: (a) (b) desintegración familiar, (c) falta de valores, (d) educación deficiente, (e) alcoholismo, (f) drogas, (g) tráfico de armas, (h) prostitución, (i) pobreza, (j) mala vivienda, y (k) medios de comunicación.
Por último, en cuanto al tercer objetivo específico: Estudiar la importancia de la Policía Comunal como modelo para el control de los factores criminógenos en el Estado Aragua, se puede concluir que con bases al estudio de los fundamentos teóricos y legales de la policía comunal, y la definición de los factores criminógenos en el contexto jurídico, que se considera a la policía comunal un modelo viable y novedoso para el control de los factores criminógenos en el estado Aragua, y como tal se implementó un plan piloto, que permitirá conocer la efectividad del modelo.
Recomendaciones
Con base a las conclusiones establecidas se presentan las siguientes recomendaciones:
A la Asamblea Nacional
Realizar acciones para que se promulgue la Ley del Estatuto de la Función Policial, la cuál permitirá complementar y desarrollar los principios previsto en Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional (2008), que contempla entre otros aspectos, el Servicio de Policía Comunal, objeto de la presente investigación.
A los Cuerpos de Policía de Venezuela
Para que den fiel cumplimiento a lo establecido en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional (2008) implementando el Servicio de Policía Comunal en su jurisdicción.
A la Policía de Aragua
Para que haga seguimiento y evaluación del plan piloto de Policía Comunal, y asimismo extienda su aplicación a otras comunidades.
A los estudiantes de Derechos, Abogados, Investigadores
A realizar estudios, investigaciones complementarias sobre esta temática de actualidad y de importancia e interés para todo el colectivo.
Establecer una línea de investigación en el área de seguridad ciudadana.
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Autor:
Frank Ramírez V.
Nohelia Yaneth Alfonzo Villegas
Maracay, Junio 2009
Trabajo Especial de Grado para optar al título de Abogado
Republica Bolivariana De Venezuela
Universidad Bicentenaria De Aragua
Vicerrectorado Academico
Facultad De Ciencias Politicas Y Juridicas
Escuela De Derecho
San Joaquin De Turmero – Estado Aragua
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