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La didáctica como estrategia para fortalecer el valor de la conveniencia


Partes: 1, 2

  1. Identificación del Problema Sociopedagógico
  2. Fundamentos teóricos
  3. Desarrollo Moral
  4. Reflexiones para el Docente
  5. Fundamentos Filosóficos
  6. Fundamentos Pedagógicos
  7. Fundamentación Legal
  8. Desarrollo de la planeación de acciones para la solución del problema socio pedagógico
  9. Evaluación y análisis de los resultados
  10. Bibliografía

Identificación del Problema Sociopedagógico

La critica realidad por donde atraviesa el mundo entero, producto de los profundos y constantes cambios que se reflejan en el aspecto económico y financiero de los pueblos, donde el individuo de hoy en día se encuentra con un cúmulo de situaciones adversas, bien sea a nivel económico, social, político y cultural, dan origen comúnmente a la alteración o decrecimiento de la practica de los valores en la sociedad, aspectos que se evidencian en el aumento de los niveles de pobreza, disminución de la calidad educativa, deterioro de la salud, destrucción del medio ambiente, tensiones en las relaciones interpersonales, desigualdad social, violencia, corrupción y hasta la perdida de identidad, entre otros.

En los países de Latinoamérica, podría decirse que la situación es aun mas aguda, ya que aunado a los problemas antes descritos se suma la perdida creciente y progresiva de identidad y la dependencia científica y tecnológica de los países desarrollados. Este panorama que se exhibe, requiere ser asimilado y enfrentado para tratar de algún modo, solventar la situación presente, entre los que cabe destacar las actividades educativas de cada país, en virtud de ser la educación uno de los aspectos mas importantes de toda sociedad, debido a que a través de ella se puede lograr transformaciones positivas, siempre y cuando su orientación ideológica y filosófica lo estimulen.

Por lo tanto, es necesario contar con sistemas educativos sustentados en valores y actitudes para permitir el desarrollo completo de las personas y proporcionar la posibilidad de convivencia en igualdad de condiciones a toda la población, así se ofrece sentido y armonía a la vida del hombre. Es decir, la calidad de la educación no esta solo en el lograr individuos que aprendan mas, sino también que obtengan preparación individual basada en la aprehensión de estrategias, medios o mecanismos para enfrentar problemas relacionados con su conocimiento, desenvolvimiento social y valores, tanto éticos como morales, que le permitan una convivencia armónica con su medio.

Venezuela, como parte del mundo que cada vez se globaliza mas, no escapa a los problemas antes descritos, donde actualmente se observa esta situación, el deterioro social puesto de manifiesto en la baja que han sufrido los valores, reflejado en la corrupción que arropa todos los niveles de la sociedad, falta de solidaridad, irrespeto a los derechos humanos, tasa elevada de criminalidad reflejada en los distintos medios comunicacionales, entre otros.

Ante esta situación y carencia de valores, es imperativo replantearse nuevos criterios ajustados a la realidad, entre lo que cabe destacar la urgencia de reorientar el actual sistema educativo, no se puede seguir igual, con planteamientos desvinculados de la realidad, que atienden lo superficial del ser humano. Hoy, se asiste a una crisis de valores, y en este sentido la educación esta llamada a jugar un papel importante, porque a través de ella se puede hallar el camino más idóneo para la formación integral de las nuevas generaciones.

De acuerdo a esto, Escobar (2000), expresa: "la verdadera escuela, la escuela de todos los hombres es la vida". (p. 178). En tal sentido, es necesario contar con un sistema que de respuesta al para qué, de la educación, con trasfondo de la enseñanza a vivir, donde se imponga constantemente la calidad de la educación, con la aplicación oportuna de un conjunto de actitudes y valores en cuanto a directrices para la conducta, tanto individual como social, siendo el sentido y finalidad de esa escuela, la vida en su totalidad.

La realidad del actual sistema educativo venezolano, tiene sus raíces en la aplicación de teorías de aprendizaje de conocimientos acumulados. Teorías que lejos de contribuir con una práctica de participación, se traduce en el incremento de vicios de repitencia de contenidos, del apuntismo, situación que conduce en gran medida a la formación de individuos con un alto grado de preparación académica, pero, a su vez convertidos en seres sin iniciativa ni creatividad. Este compromiso debe ser abordado desde la educación formal y no formal, para posibilitar un cambio, sin embargo la institución educativa no es el único agente responsable de la educación de los valores. Las practicas educativas familiares, los medios de comunicaciones y el propio contexto socio-político, ejercen igualmente un papel muy relevante.

En la actualidad con la reforma educativa Venezolana se pretende abordar esta situación a través de la transversalidad, en tal sentido Oraison, (2008) señala: "Los temas transversales pretenden, pues proporcionar una herramienta para aproximar el currículo a la vida" (p. 33). Con esta acción el quehacer educativo se encuentra comprometido con la realidad del individuo plasmada en el día a día de quienes tienen que cohabitar en un espacio sector o comunidad.

Estos temas ejes o enseñanzas transversales, poseen una vertiente cognoscitiva y otra de índole afectiva, donde se conjugan conocimientos e información con los valores, las decisiones, los sentimientos y las actitudes, en tal sentido, utilizar los ejes transversales como mecanismo para la reeducación de los valores constituye una propuesta de cambio de paradigma, que significa un cambio de orientación, de mirada, de metodología, de construcción de un pensamiento social, critico, de finalidades educativas.

Pues, parte de la crisis que cómo país padecemos es, precisamente, la falta de una práctica de valores, cuyas características de universalidad y homogeneidad persistente, redunden en una mejora en nuestra calidad de vida. La escuela, en ese sentido, juega un rol fundamental pues como agente reproductor y socializador de los valores presentes en la sociedad, se convierte en el espacio donde se puede empezar el cambio que tantas veces se ha pregonado pero que aún permanece como una utopía: Donde se produzca el tránsito de una sociedad autocrática, intolerante y dogmática a una sociedad democrática, tolerante y crítica.

La educación es la base fundamental que sostiene el desarrollo de los pueblos e impulsa el progreso de la raza humana, educarse es apropiarse de conocimientos, conductas, costumbres, principios y valores. El hombre contemporáneo, busca sentido a su existencia y esa búsqueda lo lleva a plantearse interrogantes, tales como: ¿Quien soy? ¿Hacia donde voy? ¿Qué significado tiene vivir para mí? La respuestas a tales interrogantes son sus valores y estos forman parte de su filosofía. Los valores son modelos de realización personal los cuales se intentan fortalecer a lo largo de la vida, modelos que nunca llegan a agotarse, es decir que permanentemente están siendo revisados y modificados.

Los mismos se fundamentan en las normas o reglas de una sociedad y suelen ser socialmente compartidos aunque también pueden ser individuales de manera tal que, una persona puede valorar positivamente elementos que para otro ciudadano carece de valor. Se valoran comportamientos, creencias, actitudes, ideales psicológicos, necesarios para una óptima convivencia entre los miembros de la familia y en general de los habitantes de un país, estos ayudan a diferenciar el bien del mal y a poner en práctica una formación cívica, ética y moral.

La educación escolar no puede estar concebida solamente como la trasmisión de meros conocimientos, sin tener en cuenta el respeto hacia el alumno, demostración de afecto, solidaridad, interés por sus dificultades, escuchar sus planteamientos. En otras palabras, apoyarlos y ayudarlos a sobrevivir emocionalmente para no llevarlos hacia caminos de desesperación impulsándolos a la agresión de su propia humanidad.

La educación debe estar comprometida con los valores. La función de la escuela no debe limitarse a la presentación de alternativas de valor, sino de comprometerse a una educación basada en valores morales que supongan la comprensión y adquisición de conceptos y formas de actuar de acuerdo con los valores sociales de responsabilidad, participación, respeto, justicia, los cuales deben concluir en el desarrollo de una moral autónoma que conlleve a una verdadera actitud democrática por lo tanto los fines de la educación no deben limitarse a instruir y a desarrollar el conocimiento, sino que deben contribuir al desarrollo de la persona en forma integral.

Los valores son modos ideales de existencia por los cuales se optan y consecuentemente se cree en ellos. Pertenecen al ámbito de las creencias arraigadas de la personalidad del ser humano, son los referentes que prescriben el comportamiento o la forma de actuar de las personas consigo mismas y su medio social. Se debe tener bien presente es que los valores morales no están escritos en libros ni fijados en folletos, sino que estos nacen en el interior de cada persona y sobre todo se aprende de las experiencias cotidianas. Los valores orientan y son la base de los objetivo.

Al considerar la educación como pilar fundamental en la formación moral del individuo y de la sociedad, es preciso trabajar en función de modificar las condiciones actuales que presentan la misma, y que ha venido arrastrando innumerable desaciertos y resistencia a los cambio. Esta situación se gesta desde la escuela básica hasta la media y diversificada donde se refleja la carencia de una elevada autoestima y una falta de respeto por los demás.

En el ámbito mundial, cada nación tiene sus propios valores, pero también existen unos valores que son calificados de universales, tales como: la libertad y el amor a la patria. Así mismo, las personas y los grupos familiares poseen valores particulares, los cuales por lo general coinciden con los establecidos tácitamente por la sociedad, en el caso contrario deberían ser transformados para adaptarlos a la comunidad.

Y en Venezuela los valores morales antes se consideraban algo primordial para cada uno de los habitantes. En la actualidad ya no es lo mismo debido de a que los tiempos han cambiado, anteriormente la palabra dada era un compromiso. Hoy día es común observar como los ciudadanos dentro de la comunidad se ofenden entre si, no hay respeto por la dignidad humana.

El Estado Monagas no esta exento de la problemática generada por la dinámica social, especialmente en los niños, niñas y adolescentes, los cuales son eminentemente prácticos, comprometidos con la acción, poco respetuoso de las normas, contrario a la autoridad impuesta y amantes de la libertad.

La educación básica esta comprometida con los valores éticos- morales, con la finalidad de diseñar un individuo integral en una sociedad compleja y contemporánea donde convergen diferentes interpretaciones de la historia colectiva y viven diferentes culturas con distintas dimensiones, la profundización de la perdida de valores a obligado al Estado Venezolano a establecer correctivos, entre ellos se ha tomado uno que beneficia enormemente a la colectividad pues se trata de preparar a los individuos en y desde la escuela a través de la introducción de la formación mediante un instrumento curricular que se denomina ejes transversales.

Los ejes transversales constituyen una pieza fundamental para la practica pedagógica al integrar "el ser", "el hacer" "el saber" y "el convivir" para orientar el proceso enseñanza-aprendizaje. Los valores se hacen presentes en el aula mediante los temas transversales, estos temas transversales van a responder a realidades o necesidades que tienen una muy especial relevancia para la vida de las personas y la construcción de la sociedad.

En el diseño curricular, la educación en valores se encuentra en los objetivos de enseñanza generales, esta educación es abierta y flexible, es abierta porque cada profesor en su escuela la define y una vez tomada la decisión debe ir en el PEI (Proyecto Educativo Institucional), Los valores también se muestra en los contenidos actitudinales por ello se encuentran en cada sesión de aprendizaje. Como se mencionó anteriormente los temas transversales entran de lleno en la educación en valores, hablar de temas transversales es hablar de valores y debe estar expresado en el PEI como los objetivos generales de la etapa, estos temas transversales van a responder a problemas en el ámbito social y requieren una respuesta educativa.

De allí, la necesidad de reflexionar sobre lo siguiente: ¿Qué esta pasando con los valores de la juventud?, ¿Cuáles son las causas porque estos atributos se estén perdiendo?, ¿Qué alternativa ofrece la escuela como formadora de ciudadanos modelados en valores?, ¿Estarán los directivos dispuestos a conocer y desarrollar la practica pedagógica basada en los valores?, ¿Esta el docente preparado para enfrentar esta crisis?, ¿A que sujeto están dispuestos a educar en valores?, ¿Cuáles valores educar?, ¿Esta el nuevo diseño curricular adaptado al ritmo actual?. El problema antes planteado es motivo de profunda reflexión, lo que motiva a abordar esta investigación, con el propósito de construir estrategias didácticas para que los niños y niñas pongan en práctica los valores.

Fundamentos teóricos

Antecedentes

Este trabajo está basado en la revisión de bibliografías, en las cuales se pueden mencionar autores, que ya han realizado estudios sobre el tema, los cuales servirán de gran utilidad, puesto que las investigaciones ofrecen la realidad de las instituciones educativas y brindan políticas que sirven de apoyo al desarrollo de la investigación.

Marín, F. (2007) en su investigación titulada "Acciones pedagógicas para la promoción y desarrollo de los valores para la paz en la escuela" para optar al título de Magíster en Gerencia Educativa en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador – Instituto Pedagógico de Maturín, concluyó: Las Expectativas de los docentes con respecto a la educación y desarrollo de los valores para la paz en la Educación Básica, se relaciona con los principios morales e integridad cultural y regional de la elaboración de programas para la enseñanza de los valores.

Esta situación se evidencia en la forma como se distorsionan los patrones culturales por influencias externas, generando conductas negativas en el desarrollo moral de niños y jóvenes, sobretodo en los medios de comunicación, en el entorno y en la familia se transmiten antivalores que alteran el desarrollo social y moral.

De allí emerge la necesidad de reivindicar la práctica pedagógica orientada en la promoción, fomento y afianzamiento de los valores, ya que en la medida que los estudiantes posean y pongan en práctica valores, podrán afrontar las situaciones que se presentan en el ambiente escolar de una mejor manera, dejando de lado los comportamientos violentos y los conflictos estudiantiles, canalizando los problemas con el fin de buscar soluciones, y no de crear otros problemas que afecten la armonía y la paz que debe reinar en la escuela, para que sea más efectivo el proceso de enseñanza aprendizaje.

Amaíz, E. (2008) realizó una investigación para la UGMA – Núcleo Maturín, titulada "Factores incidentes en la pérdida de valores en estudiantes de Educación Media Diversificada y Profesional. Caso: Unidad Educativa Benjamín Briceño Marten, Santa Bárbara, Estado Monagas". Expresa: La escuela pocas veces propicia actividades relacionadas con la promoción, fomento y desarrollo de los valores, lo que ha generado un alejamiento de los miembros de la comunidad, y por ende, descuidando la función socializadora de la escuela.

Además, afirma que en cuanto al fortalecimiento de los valores de identidad nacional se observó como conducta prioritaria, el izamiento de la bandera en la institución, olvidando otras actividades que se consideran de vital importancia para la identificación y consolidación de los estudiantes como venezolanos. Esta investigación está relacionada con el tema de estudio, porque si los jóvenes en edad escolar desconocen o no poseen los valores reconocidos como universales, mostraran en la institución comportamientos inadecuados o violentos.

Fundamentos Teóricos

¿Qué es un Valor?

Un valor es: algo que los seres humanos tenemos internalizado, pues es constitutivo de nuestra esencia. Un valor es algo que tiene la fuerza para movilizarnos, para impulsarnos a actuar de determinada manera, incluso sin razonar. Si en la calle corremos a socorrer a un anciano que se cayó, lo hacemos motivado por un valor: solidaridad, cooperación, respeto.

Un valor es, entonces, una propiedad de las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale. Un mismo objeto (persona o cosa) puede poseer varios tipos de valores, por ejemplo, un coche puede ser útil además de bello. El valor es pues captado como un bien, ya que se le identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso. El mal es, entonces, la carencia o la ausencia de bien. Se llama mal al vacío, es decir, a lo que no existe.

Los valores valen por sí mismos, se les conozca o no. Van más allá de las personas, es decir, trascienden, por lo que son y no por lo que se opine de ellos. Todos los valores se refieren a las necesidades o aspiraciones humanas. Las personas buscamos satisfacer dichas necesidades. Los valores físicos, como el afecto y la salud, así como los valores económicos, el poseer una existencia con un mínimo de confort, satisfacen en gran medida estas necesidades básicas.

Importancia de los Valores.

Pensamos que debemos partir de nuestra propia realidad, una de las conclusiones del Informe General de la Comisión Nacional de Seguridad Ciudadana, enuncia y señala de manera terminante la parte de responsabilidad que le correspondería al sistema educativo del país, respecto del estado de violencia y el clima de inseguridad que afecta a la ciudadanía nacional. Se expresa textualmente:

"Fracaso de la política de prevención y difusión de valores en la escuelas públicas. El riesgo más próximo para las grandes ciudades peruanas es el establecimiento de una cultura juvenil violenta". Una de las manifestaciones preocupantes en el comportamiento de la juventud y otros segmentos de la población, se configura en el imaginario colectivo como una aguda crisis de valores.

Corrupción desenfrenada en las altas esferas políticas (con esto se hace especial alusión a lo ocurrido en la última década del siglo XX), ascenso de la criminalidad, violencia juvenil, las barras bravas, terrorismo, narcotráfico y drogadicción, protestas violentas con atropello de los derechos ciudadanos, proclividad a la anarquía, impunidad, etc.

La crisis de valores es un fenómeno cuyas causas no son directamente imputables sólo al sistema educativo del país, por muy deteriorado que se le encuentre a la calidad de la educación que imparte, particularmente en las instituciones públicas. Las causas del fenómeno en mención tienen una raigambre social muy compleja. Para hablar con propiedad sobre este asunto sería conveniente y necesario realizar una investigación rigurosa en un segmento representativo de la población.

Definitivamente la sociedad Venezolana en los últimos tiempos ha experimentado cambios vertiginosos, la "globalización", la revolución tecnológica (Internet, cable, celular, etc.) la libre competencia, hace que nuestra calidad de vida sea cómoda y podamos elegir lo que nos conviene de acuerdo a nuestros intereses. Pero cabría reflexionar, será de manera uniforme para todas las personas, ¿Qué hay de la situación "moral"?

Por ejemplo, frente a la ausencia de una buena calidad de vida, hace que muchas personas, intenten valerse de cualquier medio para cubrir su necesidad o fin trazado, interfiriendo en la vida de las personas, cometiendo delitos, ¿Quién es responsable? ¿Es tarea de la escuela o de la sociedad? Nos parece que ambas convergen y se nutren recíprocamente una de la otra. Porque el desarrollo de la personalidad en el individuo, el proceso de socialización, aparece obviamente desde los primeros años de vida y en casa, pero esto se consolidará en el día en que ingrese a la escuela donde reforzará, aprenderá o modificará lo aprendido.

El asunto en realidad es complejo, en nuestros niños y jóvenes parte de su aprendizaje se da través de la imitación, durante los últimos diez años hemos sido testigos de la corrupción en las más altas esferas gubernamentales, violación de derechos humanos, inestabilidad laboral, pobreza extrema, insensibilidad de la población, violencia a través de la prensa escrita y hablada. Parece que aún nuestro país no tiene la brújula, que nos oriente a buscar nuestros objetivos para alcanzar el desarrollo nacional, en todos sus aspectos.

Es por ello que la importancia de los valores radica, en la construcción de una cultura de paz, el fortalecimiento de la identidad nacional, la formación de una ciudadanía competente, capaz de ser el protagonista principal de la construcción de una sociedad genuinamente democrática, todo esto y mucho más, es responsabilidad cardinal del sistema educativo.

Es obvio que no vamos a insertar los valores como un curso más, dentro del currículo porque estos se practican, como manifestamos anteriormente es un trabajo conjunto de la comunidad educativa, de su organización estratégica, de sus actividades: las actividades extracurriculares, charlas preventivas (drogas, embarazo precoz, violencia familiar), talleres de habilidad social, sexualidad, hábitos de estudios, etc.

Clasificación de los Valores

Se entiende por valor moral todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona, completa. El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al ser hombre.

Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de la violencia o el cometer un fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con honestidad, el buscar la justicia, le perfeccionan. El valor moral te lleva a construirte como hombre, a hacerte más humano. Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen basándose en mérito. Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que lo hacen más humano, por ejemplo, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad como persona.

Para lograr comprender plenamente los valores morales debemos analizar la relación que éstos guardan con otro tipo de valores. Siendo el ser humano el punto de referencia para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad para perfeccionar al hombre. Un valor cobrará mayor importancia en cuanto logre perfeccionar al hombre en un aspecto más íntimamente humano:

  • Valores infrahumanos: Son aquellos que sí perfeccionan al hombre, pero en aspectos más inferiores, en aspectos que comparte con otros seres, con los animales, por ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la fuerza, la agilidad, la salud.

  • Valores humanos inframorales.- Son aquellos valores que son exclusivos del hombre, ya no los alcanzan los animales, únicamente el hombre. Aquí encontramos valores como los económicos, la riqueza, el éxito, por ejemplo. La inteligencia y el conocimiento, el arte, el buen gusto. Y socialmente hablando, la prosperidad, el prestigio, la autoridad, etc.

  • Valores Instrumentales.- Son comportamientos alternativos mediante los cuales conseguimos los fines deseados.

  • Valores Terminales.- Son estados finales o metas en la vida que al individuo le gustaría conseguir a lo largo de su vida.

Características.

Cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos a las cosas materiales, espirituales, que permiten al hombre realizarse de alguna manera. Se dice también, que la finalidad del hombre en el mundo es alcanzar la felicidad. Para ello una de las cosas que debe hacer la persona, es la valoración de su vida y establecer jerarquías de importancia. Así se dará cuenta que algunos valores serán sacrificados por otros de mayor grado. Entonces se convertirá en la carta de presentación "moral" del individuo. Por otro lado, se refiere también a las necesidades (satisfacción de las mismas) o aspiraciones humanas y su clasificación se da de la siguiente forma:

  • Necesidades primarias.- Son las necesidades fisiológicas que todo ser humano tiene que satisfacer, por ejemplo: el alimento, el vestido, la vivienda, la educación, etc.

  • Valores económicos.- El hombre siempre busca su comodidad, a través de una estabilidad laboral por ejemplo, precisamente para cubrir sus necesidades básicas.

  • Necesidades de seguridad.- Se refiere al temor de pasar desapercibido, relegado por los demás, todos nosotros en el fondo buscamos aceptación del grupo social.

  • Necesidades sociales.- Es cuando un núcleo familiar no es suficiente para el desarrollo de la persona, por lo que tendemos a formar nuevos grupos de pertenencia (proceso de socialización a través del colegio, de la universidad, instituto, trabajo, etc.)

  • Necesidades de autorrealización.- Se refiere de encontrar un sentido a la vida, luchar por ideal. Estas pueden satisfacerse por medio del cultivo de la ciencia, el arte, la moral y la religión.

Dentro de las características principales que poseen los valores, encontramos las siguientes:

  • Independientes e inmutables.- Son lo que son (originales) y no cambian. Ejemplo: la justicia, la belleza, el amor, entre otros.

  • Absolutos.- Son aquellos que no están condicionados a ningún hecho social, histórico, biológico o individual. Por ejemplo: la verdad o la bondad.

  • Inagotables.- No existe ninguna persona que no agote la nobleza, la bondad, el amor, la sinceridad.

  • Objetivos.- Los valores se les da tanto a las cosas como a las personas, independientemente de que se las conozca o no. Para los hombres es necesario descubrirlos para que vaya formando su personalidad, para la sobrevivencia de su propia vida.

  • Subjetivos.- Tiene importancia para la persona en específico de acuerdo a sus intereses.

Tanto los jóvenes, como los adultos, se enfrentan a un mundo de problemas y decisiones que reflejan la complejidad de la vida del hombre. En estas decisiones están en juego los valores como fuerzas directivas de acción. Éstos con frecuencia entran en conflicto; en parte por la poca claridad del sistema de valores de la sociedad y la desorientación de la existencia humana. La tarea de educar y, con ello, la de educar en los valores, no queda circunscrita al ámbito escolar. Familia y sociedad son espacios sociales fuertemente comprometidos en esta responsabilidad.

Hay una primera concesión de esta amplia responsabilidad que afecta a la persona del educador. Si el educador en la escuela ha de contribuir a que el hombre se descubra a sí mismo, descubra el mundo y su profundo significado, no es indiferente el concepto de hombre y de mundo que tenga. Y más que el concepto, más que la visión intelectual, importa su actitud valorativa de los demás hombres y de su inserción en el mundo; lo que él sea y el modo, incluso, de autoconocerse, constituye la aportación fundamental al proceso de autorrealización del alumno.

Pero la educación no se reduce a la realización profesor-alumno. En el marco de la escuela como institución se da una interacción constante entre la estructura, la organización y la metodología didáctica. Estos conllevan a juicios de valor y convierten a estos medios en vehículos decisivos de esquemas de valoración y de adhesión a determinados valores.

¿De qué Hablamos Cuando Hablamos de Valores?

Un valor es algo que los seres humanos tenemos internalizado, pues es constitutivo de nuestra esencia. Un valor es algo que tiene la fuerza para movilizarnos, para impulsarnos a actuar de determinada manera, incluso sin razonar. Si en la calle corremos a socorrer a un anciano que se cayó, lo hacemos motivado por un valor: solidaridad, cooperación, respeto.

Hay distintos tipos de valores. No todos son éticos. Hay valores sociales, políticos, económicos, profesionales, éticos. Y aquellos que llamamos éticos, son aquellos valores sencillamente humanos, aquellos que, al menos así lo suponemos; todas las personas los debemos poseer por la sencilla razón de ser humanos.

¿Cómo Determinar Aquellos Valores Sencillamente Humano?

Una educación laica ¿debe comprometerse con estos valores para la formación del carácter auténticamente humano? Entre otros. Todos son derechos inalienables, es decir, las personas nunca pueden ser privadas de ellos. La reflexión sobre los valores plantea la pregunta acerca de si es posible reconocer valores universales. En la actualidad, la discusión es amplia y existen varias propuestas al respecto. El escepticismo declara imposible una fundamentación de valores universales. El relativismo considera que los valores dependen exclusivamente de la circunstancia psico-histórico-culturales. El etnocentrismo y el fundamentalismo toman lo particular como universal.

Al hablar de valores universalmente validos, hacemos referencia a aquellos valores que sintetizan la historia de la civilización y la del pensamiento humano, que se resume en los llamados derechos fundamentales. Estos derechos, citados en la Declaración universal de los derechos humanos de 1948, se fundamentan en que por la sola condición de ser humanos a toda persona le asisten ciertos derechos. ¿Los derechos humanos están guiados por normas y valores que reconocen los hombres, valores universales, es decir, pora todas las culturas y todos los tiempos? ¿De dónde emanan estos valores? ¿De la ética? ¿Hay una o muchas éticas?

Hay palabras valorativas, como justicia, solidaridad, igualdad, libertad, que a través del tiempo y de las distintas culturas no pueden significar algo tan distinto. Según Victoria Campos: "los valores básicos son, ciertamente, abstractos y formales, pero no tanto que no podemos tomarlos como criterios y pautas de conducta. La ética se funda también en la historia, y porque es así, sabemos algo de ella y de sus contenidos. Los valores fundamentales deben serlo en cualquier parte y en cualquier cultura".

El Hombre, Centro de los Valores

Los valores no existen sin el hombre, que con ellos está en disposición de dar significado a la propia existencia. El centro o el "lugar" de los valores es el hombre concreto que existe con los demás en el mundo para realizar su propia existencia. Las cosas adquieren valor en la medida en que se insertan en este proceso de humanización del hombre.

  Esta condición del encuentro con los valores reclama una actitud educativa en la que de nuevo hay que reconocer el lugar central del hombre en la constelación de los valores, reconocimiento que nos conduce de inmediato a la esfera de la libertad humana. Y, ¿no es éste el terreno educativo por excelencia? La educación en y para la libertad, eje de la educación en los valores. La perspectiva que se abre a partir de aquí es inmensa: actuar humanamente no supone sólo llegar a juzgar que un valor es valioso; supone también —con palabras de Dondeyne— ponerse al servicio de ese valor promoviéndolo para mí y para los demás por medio de gestos concretos y eficaces, dándole así al mismo tiempo un sentido a la vida y haciendo propio este sentido".

Toda la acción educadora se encamina a provocar un proceso que viene marcado por acciones tales como optar, preferir y adherirse a un sistema de valores. La libertad —la educación de la libertad— constituye el hilo conductor. En esta investigación se formulan elementos que recogemos ahora como coordenadas de enmarque de una educación para la libertad bajo el enfoque de los valores.

La libertad y el En-Sí del Valor

El en-sí constitutivo del valor impulsa en parte a la adhesión a él una vez descubierto. Las características de "sentido", "significado" y "valor" incluyen la de ser transpersonal, es decir, la de situarse más allá de la individualidad intrapersonal.

La libertad desde el marco situacional. La "situación" vivida por el sujeto que valora, la "situación" que rodea la misma realidad valorable y la "situación" ofrecida por el carácter del acto mismo de valoración. Elementos integrantes de lo situacional son factores diversos como el momento psicológico del sujeto, el conjunto de sus percepciones y creencias, las cualidades de sus grupos de pertenencia, la configuración del sistema social en que se desenvuelve, etc. Ante estas realidades cobra fuerza la expresión de Mounier: "Mi libertad no es sólo un surgir; está ordenada, o mejor aún, invocada".

La libertad en el entorno comunitario

La condición de la intersubjetividad ya vista como dimensión ontológica de la comunicación de valores. Los valores no están exclusivamente en la línea del tener y poseer, sino también en la de dar y en la de reconocer a los demás. La dimensión intersubjetiva se expresa también en el hecho de que los valores presentan la exigencia de comunicarse. Al educador se le plantea de nuevo responsabilidades insoslayables ante la vivencia de los valores desde el "nosotros". Veamos brevemente dos importantes cuestionamientos que implican divergencia, pero que son susceptibles de integración.

– El educador debe promoverlos en sí y en su mundo circundante a través de "gestos concretos y eficaces". Cada hombre en formación ha de ser libre de optar por su propio sistema de valores.

– Crear un orden de valores que permita reconocer el rostro del hombre es una importante propuesta de "humanidad" que exige de la acción educativa un serio compromiso con la historia que también nosotros, educadores, construimos.

El ámbito afectivo y el proceso de valoración

La importancia de la educación de los valores se plantea la urgencia de encontrar medios adecuados para llevar adelante este objetivo fundamental del quehacer educativo. Desde la perspectiva de la educación de los valores nos parece un aspecto que hay que recuperar y potenciar, pues sin duda todo el proceso de valoración implica el desarrollo de este ámbito afectivo. El proceso por el que un fenómeno o valor va integrándose progresiva y definitivamente en la vida del individuo es denominado internalización. Señalaremos algunas etapas de este proceso expresado en la obra de Bloom, Taxonomía de los objetivos de la educación: ámbito de la afectividad.

Aceptación de un valor

Implica la asignación de mérito o valor a una realidad de bien, donde el valor puede venir bien por la reflexión personal o vivencia, o por el camino de la creencia, dándose la aceptación del testimonio a juicio de otro. "Sólo cuando la elección es posible, cuando hay más de una alternativa de la cual escoger, decimos que puede surgir un valor. Y sólo puede surgir un verdadero valor cuando se ha meditado y considerado cuidadosamente cada alternativa, y sus consecuencias, entre un cierto número de alternativas".

La Preferencia por un valor: Implica no sólo un grado mayor de aceptación de un valor determinado, sino incluso que el individuo esté tan comprometido con él como para buscarlo, desearlo o intentar obtenerlo. El Compromiso: Este nivel se define como "convicción" y certeza de la firme aceptación afectiva de comportamiento o conducta derivados de la aceptación y preferencia por un valor. Raths dice que "cuando se han realizado o recorrido las fases anteriores, entonces estamos dispuestos a afirmar públicamente nuestros valores y luchar por ellos".

Organización

La tarea de la educación en este nivel será la de relacionar unos valores con otros, comparándolos y buscando el lugar que ocupen en la organización o jerarquía. Este sistema se elabora progresivamente para someterlo a constantes cambios al incorporarse los nuevos valores.

Caracterización

El carácter indica idea de profundidad, de interiorización o actualización de conciencia. Una persona puede caracterizarse por un valor o sistema de valores cuando llega a un proceso de interiorización y dedicación a un valor. El alcance de este objetivo puede considerarse como la realización de la vida como unidad.

Enfoque de la Educación en los Valores

La educación de los valores es actualmente una de las áreas educativas más interesantes y conflictivas; es un campo que exige una profunda reflexión y discusión. Como respuesta a esta necesidad percibida con urgencia por algunos educadores, han surgido diversas corrientes y métodos bajo el nombre genérico de "educación humanista".

Este tema ha atraído el interés de profesores, alumnos, psicólogos, sociólogos, filósofos y expertos en política científica. A pesar de esta enorme corriente de búsqueda en amplios sectores educacionales, tenemos que reconocer que el tema está en periodo de gestación, y aun los mismos términos "valores" y "valoración" están en proceso de ser clarificados para llegar a un lenguaje común más o menos aceptado de manera universal.

Tipología de enfoques para una educación en los valores

  • 1. Inculcación

  • 2. Desarrollo moral

  • 3. Análisis

  • 4. Clarificación y

  • 5. Aprendizaje para la acción

Al describir a continuación cada uno de los enfoques, intentamos señalar el papel que cada uno puede jugar como Estrategia metodológica al servicio de la educación de los valores.

Inculcación

El objetivo de este enfoque es infundir o internalizar determinados valores que son considerados como deseables. Si el sujeto de la educación ha de ser el protagonista de su libertad hemos de salvar, en cualquier caso, que sea él quien descubra los valores y opte libremente por ellos. Son varios los métodos utilizados para la inculcación de valores: el del refuerzo y propuesta de modelos.

La combinación del refuerzo con la propuesta de modelos es un medio excelente de inculcar valores. Si el modelo es reforzado positivamente, los observadores de la conducta presentada como modelo tienen más probabilidades de actuar de modo semejante y, en consecuencia, de adoptar ese valor. Esta estrategia puede utilizarse intencionada y sistemáticamente para inculcar valores deseables.

Desarrollo Moral

Este enfoque se basa en las tesis e investigaciones de los profesores J. Piaget y L. Kohlberg, y se ocupa del desarrollo cognoscitivo estimulando a los alumnos para que sean capaces de desarrollar modelos más complejos de razonamiento moral a través de pasos secuenciales.

La teoría del desarrollo moral utilizada por Kohlberg se describe en tres niveles y seis pasos: 

Niveles

Pasos

A. Preconvencionales 

1º Orientación al castigo y la vigilancia  2º Orientación relativista instrumental

B. Convencionales 

3º Orientación a la conformidad interpersonal  4º Orientación "a la ley y el orden"

C. Postconvencionales 

5º Orientación legalista hacia el control social  6º Orientación al principio ético universal

  Estos niveles se corresponden con los consiguientes pasos que marcan un proceso de desarrollo moral. Kohlberg parte siempre de una orientación en desarrollo, y plantea que es necesario seguir una secuencia de pasos. Kohlberg indica que el exponer a los alumnos a niveles superiores de razonamiento los estimula a alcanzar el paso siguiente superior del desarrollo moral. Esta teoría aporta un aspecto importante a la educación de valores.

Partes: 1, 2
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