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Los programas universitarios con adultos mayores y el desarrollo local pinero

Enviado por Clara Lig Long


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Programas universitarios de adultos mayores y desarrollo sociocultural
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Resumen

Con el propósito fundamental de educar a los adultos mayores, en aspectos relacionados con la vejez y promover en entre sus familiares y la población la cultura del envejecimiento, la cultura gerontológica en el año 2002, en la Isla de la Juventud, se iniciaron los programas universitarios con mayores. El proyecto educativo Universidad del Adulto Mayor, más recientemente denominado Cátedra de Estudios sobre la Adultez Mayor,

A lo largo de esta primera década los propósitos fundacionales de dichos programas fueron superados, en un dialéctico y progresivo proceso de la investigación acción, revisión bibliográfica, observación participante, entre otros métodos de la investigación cualitativa, emergieron distintos enfoques teóricos y reconceptualizaciones referidos a la actividad pedagógica que posibilitaron se fueran transformando el currículo, los adultos mayores, sus familiares y los profesores. Este trabajo tiene como objetivo exponer cómo con el proceso de desarrollo curricular de los programas universitarios de adultos mayores se va insertando el contenido gerontológico a la cultura pinera como manifestación del desarrollo local, cuyo resultado esencial es que los adultos mayores van dejando de ser espectadores silenciosos del desarrollo sociocultural pinero.

Palabras claves: adulto mayor, educación de adultos mayores.

ASTRACT

In the year 2002 the University of Medical Sciences in the Island of Youth began the educational project Elder Adulthood, more recently denominated Adult's Department of University Studies in Elder Adulthood, with the fundamental purpose of educating the eldest adults, their relatives and the population, as such, in the aspects related with the age, promoting in this way the culture of aging, the gerontology culture.

Along the first decade the initial purposes of these programs were overcome, in a dialectical and progressive process of the investigation action, bibliographical revision, participant observation, among other methods of the qualitative investigation, different theoretical focuses and re-conceptualizations referred to the pedagogic activity that facilitated that the curriculum, the eldest adults, their relatives and the professors were being transformed. The objective of this work is to expose how with the process of curricular development of the eldest university programs of adults, the gerontology contents are being inserted into the pinera (regional) culture as a manifestation of the local development which essential result is that the elder adults stopped being silent spectators of the pinero socio-cultural development

Key words: elder adult, elder education of adults

Introducción

La sociedad que no cuida de sus niños no tiene

derecho al futuro. La sociedad que no cuida a

sus ancianos no tiene derecho a la historia.

Anónimo

En el año 2002 la Facultad de Ciencias Médicas en la Isla de la Juventud comenzó el proyecto educativo Universidad del Adulto Mayor, posteriormente denominado Cátedra Universitaria del Adulto Mayor y más recientemente Cátedra de Estudios sobre la Adultez Mayor, con el propósito fundamental de contribuir a la educación de los adultos mayores, sus familiares y la población en general en aspectos relacionados con la vejez, promoviendo así la cultura del envejecimiento, la cultura gerontológica, como un conocimiento social de alto contenido moral, ético y valorativo, desde una enfoque de desarrollo.

Inicialmente el colectivo multidisciplinar de profesionales que actuaban como profesores, de los adultos mayores se propuso que el conjunto de saberes recogidos en el programa de estudio para ellos diseñado lograra como objetivo fundamental que los propios adultos mayores, sus familias y la sociedad pinera llegaran a comprender que:

  • durante el transcurso de la vida se van produciendo modificaciones en los órganos y sistemas que conforman al ser humano los cuales, en mayor o menor medida, repercuten en la capacidad de adaptación de las personas a las exigencias del medio ambiente;

  • a ese conjunto de cambios morfológicos, psicológicos, bioquímicos y funcionales que se originan en los seres vivos al paso del tiempo los especialistas le denominan envejecimiento, un proceso natural que se acompaña de pérdidas y ganancias, en el ámbito familiar y en los roles sociales;

  • el envejecimiento es un proceso progresivo, inevitable por el cual transitan todos los seres humanos vivos, se inicia con el nacimiento y se desarrolla a lo largo de todas las etapas de la vida, por eso se comienza a envejecer mucho antes de llegar a la vejez;

  • la vejez es una etapa más del ciclo de la vida, por ello merecer ser vivida activamente, envejecer es diferente a enfermar;

  • cada persona concibe, afronta y significa, o sea vive de manera muy particular su envejecimiento (envejecimiento diferencial), de ahí su desigual connotación y significado personal, es decir, lo que puede ser bueno para un adulto mayor no lo es necesariamente para otro.

A lo largo de esta primera década los propósitos fundacionales de dichos programas fueron superados. En un dialéctico y progresivo proceso de la investigación acción, revisión bibliográfica, observación participante, entre otros métodos de la investigación cualitativa, emergieron distintos enfoques teóricos y reconceptualizaciones referidos a la actividad pedagógica que posibilitaron se fueran transformando el currículo, los adultos mayores, sus familiares y los profesores, los cuales en su desempeño profesional pedagógico devinieron en educadores de adultos mayores, en geroeducadores. Este trabajo tiene como objetivo exponer cómo con el proceso de desarrollo curricular de los programas universitarios de adultos mayores se va insertando el contenido gerontológico a la cultura pinera como manifestación del desarrollo local, cuyo resultado esencial es que los gerontes van dejando de ser espectadores silenciosos del desarrollo sociocultural pinero.

Desarrollo

Aunque desde el año 1978 tiene por nombre Isla de la Juventud -en reconocimiento a los grupos de jóvenes que en varios contingentes llegaron en diferentes momentos históricos para contribuir al desarrollo local, respondiendo al llamado de la Revolución– la segunda isla, en cuanto a extensión territorial de archipiélago cubano, no escapa al progresivo proceso de envejecimiento poblacional. En ella como en otros lugares del país los procesos migratorios, de conjunto con otras variables demográficas evidencian un franco proceso de envejecimiento. Sin embargo, el envejecimiento en grupos de la población pinera según los momentos del arribo de cada contingente y su condición de doble insularidad, acentúan la necesidad de complementar los programas nacionales de desarrollo socioeconómicos con alternativas endógenas que hagan un uso adecuado de los recursos internos, en función del desarrollo local.

De esa manera, en el empeño de construir un mundo mejor, la sociedad pinera recuerda que no puede prescindir de la experiencia individual de aquellas personas de 60 y más años de edad, los adultos mayores, que mantienen su capacidad para orientarse rápidamente en el presente, utilizando los conocimientos adquiridos, así como la experiencia personal y ajena, de hechos pasados irrepetibles. En tal sentido ha sido y sigue siendo importante que la sociedad, como parte de su cultura, tenga conciencia que al avanzar la edad ciertas características vitales de las personas inevitablemente se modifican. Unas disminuyen o se pierden, mientras que muchas otras se pueden conservar y algunas incrementar y hasta pueden aparecer otras nuevas si se dan las condiciones para ello. De ahí la necesidad social de identificar las potencialidades de los adultos mayores y oportunidades para su desarrollo.

Los avances en el campo de la Sociología del Envejecimiento, ciencia aún en construcción, ofrecen el conocimiento científico para comprender que el sistema social existente es el que brinda las condiciones para que a nivel de toda la sociedad cada ser humano se pueda seguir desarrollando en la adultez mayor. Para el proyecto social de la Revolución Cubana, donde la equidad y justicia social son pilares esenciales, esa y otras aportaciones teóricas de muchas otras disciplinas, sugiere utilización de las potencialidades de todos los ciudadanos y oportunidades comunitarias para el desarrollo local, lo que notablemente contribuye a la modificación de la imagen social negativa de la vejez, que aún predomina en la sociedad pinera. En la medida en que unas y otras se articulen a los intereses económicos, culturales y sociales de las comunidades, a través de los cuales ejercerán mayores efectos sobre la vida cotidiana de las personas, orientando sus elecciones, decisiones y juicios, será posible elevar la participación social.

Por tales razones, el proceso de envejecimiento poblacional e individual, y sus diferentes interpretaciones teóricas como acontecimiento social, han tenido sus efectos en los programas universitarios de adultos mayores en el contexto de la Cátedra de Estudios sobre Adultez Mayor (CEAM) de la Facultad de Ciencias Médicas de la Isla de la Juventud. Han conducido al reconocimiento explícito de la diversidad, la heterogeneidad, la dimensión ecológica del envejecimiento individual y social, la longevidad satisfactoria y la diferenciación interna de la población envejecida, entre otros aspectos; han obligado a la consideración psicopedagógica de la desigualdad de las representaciones, prácticas y configuraciones identitarias de la vejez, y con ello a una mayor personalización del currículo en los programas universitarios de adultos mayores, teniendo como resultado una mayor satisfacción de los gerontes participantes en dichos programas. Todo lo cual se va incorporando paulatinamente al discurso social como elementos intangibles del patrimonio cultural.

Programas universitarios de adultos mayores y desarrollo sociocultural

Basadas en las preferencias, costumbres, tradiciones y en las múltiples y dispares necesidades siempre crecientes de los adultos mayores, las transformaciones curriculares en los programas universitarios de adultos mayores, sucedidas a lo largo del tiempo, generaron cambios conceptuales y prácticos. Así la actividad pedagógica se trocó en actividad gerontagógica que ha contribuido al desarrollo local pinero, particularmente al desarrollo socio-cultural, el cual se asocia al desarrollo pleno de la personalidad de los gerontes, al derecho de participación de cada uno de ellos y la facilitación de espacios para su ejercicio.

Poco es el margen para dudar de la contribución de los programas universitarios de adultos mayores al desarrollo sociocultural, si se tiene en cuenta que, como dijeran Yuni, J.A. (s/f) y otros investigadores, la cultura no se reduce a producciones materiales que testimonian el modo en que los seres y grupos humanos se relacionan entre sí y con el mundo; esa cultura material es la cara visible, observable, tangible de las producciones y productos que permiten el intercambio en una colectividad social; cultura es además el entramado de significados y valores compartidos que sostienen el orden simbólico de un grupo; se traduce en creencias, rituales, lenguajes, prácticas, sistemas especializados de símbolos y signos.

Añade ese autor, con el que coincidimos, ese entramado de significados regula los intercambios de los sujetos y los grupos dentro de la sociedad; les ofrece los medios y las herramientas para que -de forma individual y colectiva- puedan elaborar y asignar sentidos a las diferentes construcciones que los adultos mayores, y en general los seres humanos, inventan para sostener su vida. En su naturaleza compleja, la cultura es el medio por el cual se produce la humanización; es el incesante proceso individual y colectivo de representación y simbolización por medio del cual los seres humanos elaboran significados que les permiten comprender y apropiarse del mundo, de la vida; es también la que a través de diferentes productos (materiales y simbólicos) expresa esa condición humana, la pertenencia a un grupo y el dominio de las herramientas que la misma cultura les proporciona como medio de expresión.

Se ese modo, la cultura del envejecimiento, fomentada mediante los programas universitarios de adultos mayores, se incorpora a la cultura pinera estimulando su desarrollo. Como toda cultura ha promovido y sostiene ideales que configuran imágenes de lo deseable, en este caso referidas al envejecimiento, la gerocultura o cultura gerontológica. Cuyas imágenes móviles y cambiantes movilizan la imaginación individual y colectiva al servicio de la re-creación de significados individuales y colectivos que permitan capturar el sentido de lo posible, lo deseable y lo esperable en la adultez mayor. Significados individuales y colectivos que van sustentando las nuevas y diferentes visiones que los adultos mayores recrean del mundo, de la vida, que se articulan en sus deseos y en la reconfiguración de su identidad, sus rutinas, rituales y modos de organización variables según el contexto pinero donde habiten y el proceso histórico concreto por el cual transiten.

Los programas devenidos productores de cultura, a través de diferentes productos (materiales y simbólicos) han logrado que los adultos mayores expresen su condición humana, la pertenencia a un grupo y el dominio de herramientas, a veces olvidadas en el tiempo, que la misma cultura les ofrece como medio de expresión, de comunicación y de integración social.

En el interés de lograr la reinserción de los gerontes a la vida social activa y en el marco de la investigación-acción, desde un enfoque holístico, que incluyó la observación participante entre otros métodos de la investigación cualitativa, ha resultado evidente que es posible lograr la inserción de los adultos mayores a la vida sociocultural activa, cuando ello se trabaja intencionadamente. Para lo cual fue necesario, además, insistir en la capacitación de los educadores en la comprensión de la necesaria reconceptualización del currículo, teniendo en cuenta no solo los componentes no personales definidos en los programas universitarios, sino también los personales considerando las características biopsicosociales de la adultez mayor y los atributos de un geroeducador.

Consecuentemente la actividad pedagógica con los adultos mayores cuya intención no es reponer la escolaridad inalcanzada en etapas anteriores de la vida, devenida en gerontagógica fue replanteando sus fines. Para precisar que su propósito es lograr activar en los adultos mayores los recursos necesarios para estimular su desarrollo intelectual, emocional y social, es decir, el desarrollo de modo holístico (biológico, psicológico, social y espiritual), el desarrollo personal que posibilite su reinserción activa a los procesos de desarrollo de su localidad. La redefinición de ese propósito generó otras, que ha servido para engrosar la cultura del envejecimiento con nuevas aportaciones teóricas y prácticas.

De esa manera, se introdujo en la esfera de la cultura gerontológica el concepto actividad gerontagógica desarrolladora, entendida como el proceso que abarca el conjunto de acciones formativas que en situación gerontagógica de interacción, con criterios de horizontalidad y participación realizan los geroeducadores y los adultos mayores -los geroeducandos-, y que por su diseño y conducción asegura las condiciones para el desarrollo personal de los adultos mayores, que les permite conocer mejor el mundo en que viven, comprender los problemas de la contemporaneidad, sus desafíos, tanto en lo social como en lo tecnológico y participar, en la medida de sus posibilidades, en los cambios que se producen en su localidad.

La actividad gerontagógica desarrolladora, además implica un sistema actividad – comunicación interactivo, autorreferencial gratificante, que propicia la movilización de las potencialidades y recursos personales del adulto mayor en función del desarrollo, los que transferidos al ámbito de las relaciones sociales cotidianas, contribuyen a su transformación en una persona capaz de encontrar su continuidad existencial, dando un nuevo sentido a las experiencias interactivas de su entorno en una proyección trascendente de la vida.

Por las particularidades referidas, dicha actividad reafirma a los adultos mayores como sujetos de derecho a una educación que potencie al máximo su desarrollo como personas, condición que no se pierde por el hecho de cumplir años de edad. Esa reafirmación social y autoreafirmación personal les ayuda a insertarse e influir en los procesos socionaturales en que están inmersos. Por otra parte, al propiciarles que hagan uso pleno de las capacidades identitarias del ser humano, expresión de humanismo y respeto a su condición humana, incide favorablemente en la calidad de sus vidas.

De ese modo, en el transcurso de la actividad gerontagógica desarrolladora los temas contenidos en los programas universitarios de adultos mayores, se diversificaron, trascendiendo el espacio físico de la Cátedra llegaron a la comunidad, desde las voces de los propios adultos mayores. De forma análoga, con estrategias personalizadas, se logran resultados directos y perceptibles que proporcionan a los adultos mayores, además de satisfacción, sentido de pertenencia a un grupo, beneficios y entretenimiento, incentivos para continuar aprendiendo a:

  • ser, a vivir consigo mismo: para conocerse, autoestimarse y autovalorarse, para construir la propia identidad, actuar con autonomía, juicio y responsabilidad personal en las distintas situaciones, identificar sus potencialidades y elaborar nuevos proyectos para esta etapa de la vida;

  • conocer, a hacer, a afrontar la vida: para ampliar la cultura general y los conocimientos que alimenten su curiosidad, para reaprender y actualizarse en la sociedad del conocimiento; desarrollar las capacidades y habilidades para enfrentar nuevas situaciones, colaborar y desenvolverse en diferentes contextos; emprender el fomento de una actitud proactiva e innovadora, haciendo propuestas y tomando iniciativas;

  • convivir y a comunicarse con los otros: desarrollando la comprensión y valoración del otro, la percepción de las formas de interdependencia, mejorando las relaciones humanas, respetando los valores del pluralismo, la comprensión mutua y la paz; siendo una persona socialmente activa y participante creativa de la comunidad, aprovechando los recursos y espacios disponibles.

Para los adultos mayores compartir saberes con la comunidad y, para ésta recibirlos y ofrecerles oportunidades de desarrollo, es un proceso mutuamente enriquecedor para la convivencia social y con una amplia gama de resultados intelectuales y prácticos para proteger y mejorar el medio ambiente, el patrimonio cultural y sus propias condiciones de vida, en correspondencia con la armonización de la diversidad de recursos personales de los adultos mayores y de los recursos socionaturales de su entorno.

A los diez años de iniciado en la Isla de la Juventud el desarrollo de los programas universitarios para y con adultos mayores, la sistemática y sistémica transformación curricular ha posibilitado se amplíen los objetivos de dichos programas; se comprobó que los mismos incrementan la cultura general de la población pinera, ya que han contribuido a:

  • Modificar la imagen negativa de la vejez que tienen los adultos mayores, la familia y la sociedad pinera.

  • Elevar la calidad de vida del adulto mayor, a partir de un proceso autogestionado.

  • Promover cambios en el estilo de vida del adulto mayor y sus familiares.

  • Estimular las potencialidades cognitivas, comunicativas y creadoras, a través de acciones socioculturales con base participativa que facilitan la inserción a la vida sociocultural de su comunidad y el reconocimiento individual y social de esas potencialidades.

Esas transformaciones, sustentada básicamente en los trabajos de Lev Semiovich Vigotsky (1987), Teresa Orsoa Fraiz (2001), José A. Yuni y Claudio Urbano (2008), en los presupuestos de la Educación Popular, han dado respuesta a las necesidades siempre cambiante de los adultos mayores y han sentidas por ellos como favorables. Las mismas posibilitaron la determinación de aspectos metodológicos generales esenciales, para ser desarrollada durante los encuentros semanales por todos los participantes en los programas universitarios de adultos mayores:

Aspectos metodológicos generales:

1. La creación de un ambiente psicosocial calido, de respeto y confianza.

2. El refuerzo del sentido del "nosotros" en los participantes (los adultos mayores y los

profesionales).

3. La claridad, flexibilidad de los objetivos y cientificidad de las acciones a ejecutar para darles cumplimiento, en correspondencia con el diagnóstico y su seguimiento.

5. La identificación de las necesidades y la orientación para su satisfacción.

6. El refuerzo de las valoraciones positivas.

7. La estimulación de la participación, desde las posibilidades reales, como derecho y deber cívicos.

Dada la heterogeneidad de los adultos mayores y de los grupos que ellos fueron espontáneamente conformando, y teniendo en cuente el desarrollo progresivo en los objetivos de los currículos, fue imperioso realizar el diagnóstico contextualizado individual y grupal. Durante el mismo emergieron aspectos importantes: desconocimiento sobre esta etapa de la vida y de las potencialidades individuales; pobre motivación e implicación en la elaboración de proyectos vitales; sentimientos de limitación, déficit y enfermedad; inseguridad e inhibición; poca reflexión cognitiva y metacognitiva; dificultades de convivencia y de autoestima, crisis de identidad; necesidad de socialización e intercambio, de recuperación del reconocimiento social y de elevar calidad de vida, entre otros.

Mediante al diagnóstico y su seguimiento, fue posible conocer, reflexionar y actuar como partes del mismo proceso investigativo y llegar a precisar aquellos aspectos más generales a educar y estimular, de forma individual y colectiva con más o menor énfasis, en dependencia de las características personológicas de cada geronte y de su estado de bienestar subjetivo.

Aspectos más generales a educar y estimular:

  • Memoria.

  • Autoestima.

  • Autocontrol.

  • Autovalidismo.

  • Procesos lógicos del pensamiento.

  • Lenguaje.

  • Atención.

  • Imaginación.

  • Discriminación auditiva.

  • Sensopercepción.

  • Control visomotor.

  • Motricidad fina.

La sinergia originada durante la actividad gerontagógica desarrolladora, incorporó la comprensión del aprendizaje grupal en los adultos mayores y del grupo como recurso gerontagógico contribuyente a la configuración de las formaciones psicológicas propias de esta etapa del curso de la vida. Ello implicó prever el empleo de procedimientos interactivos para propiciar la participación de todos y el despliegue de la inteligencia cristalizada, en un clima emocional de respeto y gratificaciones mutuas que clarificó las relaciones interpersonales, las relaciones sociales como una dimensión de la realidad ambiental.

Por procedimientos interactivos, fueron interpretados como aquellos que propician interacciones sucesivas y recíprocas, el intercambio consciente e inconsciente de ideas, actitudes, opiniones y vivencias afectivas, entre los participantes en la realización de una tarea conjunta, en un ambiente de colaboración. Esas interacciones sucesivas y recíprocas entre los gerontes, se concretan mediante diversas herramientas interactivas.

Se definen como herramientas interactivas aquellos elementos del acervo cultural e histórico de un grupo atareo, que valorizan sus códigos de comunicación, tradiciones, valores, necesidades, sus potencialidades y las oportunidades de su contexto social más próximo y que son utilizados por el geroeducador como instrumento o conjunto de instrumentos gerontagógicos con fines educativos predeterminados.

Herramienta utilizadas por la Cátedra de Estudios sobre Adultez Mayor:

El fomento de la cultura del envejecimiento (cultura gerontológica) mediante los programas universitarios, ha favorecido la construcción de un cuerpo conceptual, que como elementos nuevos de esa cultura poco a poco se incorporan al patrimonio de la comunidad científica. En lo social ha promovido, desde la cultura del trato, mejores relaciones interpersonales, la búsqueda de estímulos que activen la concientización de los adultos mayores de sus propias potencialidades, de su progreso y desarrollo personal.

A partir de propiciar la autonomía y autodeterminación y favorecer una transformación activa, constructiva y creadora en íntima interrelación con el compromiso y responsabilidad social, desde la conciencia cívica que siempre a caracterizado a los adultos mayores cubanos, protagonistas de las gestas históricas de la Revolución Cubana, los programas universitarios movilizan todo un espectro de acciones y sentimientos humanos en su autodesarrollo constante apreciado por la familia y la comunidad.

Desde lo cultural y lo educativo los programas universitarios van incorporando la cultura del envejecimiento entre los gerontes. Empero, todavía se dificulta la concertación adecuada de la labor de la Cátedra con las familias de la totalidad de los adultos mayores y los pobladores de las comunidades donde habitan, contextos de relaciones interpersonales en los cuales ellos desarrollan y perfilan su existencia, de ahí que aún persisten actitudes sociales, ideas y expresiones entre los pineros referidas a los viejos, como las que se relacionan a continuación que denotan la necesidad de un trabajo más integrado Cátedra-familia-comunidad para elevar la cultura gerontológica del todo el pueblo:

  • ¡Oye eso!, por qué este viejo no se retira ya; él está chochando, cree que sabe más que nadie. (Hay una subvaloración del conocimiento experiencial y de las potencialidades de esa persona).

  • Ellos han vuelto a ser niños. (Incomprensión de la adultez mayor como una etapa más del ciclo vital en la cual el proceso de desarrollo tiene sus peculiaridades que la hacen diferente de las etapas anteriores).

  • No te preocupes yo puedo ir por ti a darle la clase a los adultos mayores, recuerda que tengo muchos experiencia en el trabajo con niños y jóvenes. (Educadores que no diferencian el modelo de formación en la adultez mayor de los utilizados en etapas anteriores de la vida; su preparación para llegar a ser un geroeducador es insuficiente).

  • No viste lo que piensan los abuelos de eso. (Se desconocen cuáles son las proyecciones futuras de los adultos mayores).

  • El cuarto del viejo es para ustedes; los viejos no tienen vida sexual; pero.. si tu te vas para la calle quién busca el pan. (Se valoran indebidamente los derechos de los adultos mayores; en ocasiones se les hacen victimas de la violencia).

  • No que va, ella no puede hacer eso, ya ella está muy vieja. (Se daña la autoestima, su vulnera la capacidad de decidir y la autodeterminación de la geronte, con actitudes de victimización, de sobreprotección y tutela).

Nos obstante las dificultades, también se aprecian resultados alentadores.

Resultados más notables de la aplicación de los programas universitarios con adultos mayores:

  • Las personas reconocen la adultez mayor como una etapa del curso de la vida que merece ser vivida activamente.

  • Progresivamente los adultos mayores se ubicaron en un nivel cualitativamente distinto del desarrollo personal.

  • Las relaciones interinstitucionales en la atención al adulto mayor en la comunidad se modificaron notablemente.

  • La identificación de las potencialidades de los adultos mayores permitió a los líderes del barrio utilizar ese conocimiento para la realización de actividades que tributaron al desarrollo de la comunidad.

  • Se logró el reconocimiento social del barrio a sus adultos mayores.

  • La participación de los adultos mayores en distintas acciones comunitarias, tales como: la reinserción laboral, contratas, asesorías laborales, Club del Danzón, Círculos de Abuelos, Taller del Grabado, Cursos cortos, Club de Computación, Tertulias y Peñas Culturales, entre otras, se incrementó notablemente.

  • El acervo cultural de la población pinera se va enriqueciendo, de forma gradual y sostenida.

Adultos mayores como productores culturales.

a) Los adultos mayores se articularon a un grupo de discusión e intervinieron elaborando juicios prácticos, a partir de situaciones concretas que mostró la recuperación del estado de capacidad para movilizar sus recursos personales en la búsqueda de soluciones alternativas a sus problemas vitales fundamentales, vinculados con la adaptación y transformación de sus contextos relacionales.

b) Otros expusieron sus opiniones utilizando la técnica DASPI (Decir- Aprendizajes- Sentimientos-Planes o proyectos- Insatisfacciones) en los talleres de reflexión:

DECIR: Pudimos expresar lo pensado y lo sentido, algo que ya pocas veces podemos hacer; todo ha sido muy útil y de calidad; fue muy agradable; el curso nos ayudó a ver la vida diferente; es mejor aprender todo esto antes de jubilarnos.

APRENDIZAJES LOGRADOS: Enfrentar con optimismo esta etapa de la vida; que se puede lograr la armonía en la convivencia; la importancia del respeto al otro; que tenemos cosas para brindar y debemos hacerlo y que también debemos estar prestos a recibir; aprendimos a exigir nuestros derechos.

SENTIMIENTOS: De alegría y esperanza; agradecimiento por poder escucharnos los unos a los otros; ansiedad porque llegue el día de estos encuentros con nuevos amigos; orgullo de lo vivido y deseos de seguir viviendo y sentirnos útiles y capaces de aprender cosas nuevas.

PLANES y PROYECTOS FUTUROS: Practicar ejercicios diariamente; darnos tiempo para nosotros mismos; disfrutar de excursiones, paseos y visitas; colaborar en proyectos que permitan nuestro desarrollo; ayudar a mi comunidad en tareas que me proporcionen nuevas alegrías.

INSATISFACCIONES: Que nuestra asistencia no fue siempre buena; que al inicio teníamos penas de decir nuestras preocupaciones, pero superamos ese error; no contar con una pizarra, ni con materiales para leer después; los locales no siempre tienen el mobiliario adecuado para las actividades.

Y con la técnica COSTO vs BENEFICIO señalaron:

COSTO

BENEFICICIO

1. Hicimos tiempo para venir.

2. Dejamos de hacer cosas en casa.

3. Algunos teníamos que caminar mucho.

1. Aprendimos a afrontar la vejez.

2. Recuperamos el deseo de vivir y somos útiles.

3. Ampliamos nuestra cultura general.

4. Mejoramos el estado de ánimo y las relaciones personales.

5. Actualizamos conocimientos y aprendimos cosas nuevas, como la computación.

6. Recordamos mucho de lo olvidado.

7. Conocimos sobre nuestro organismo, psiquis y a proceder ante la vejez.

8. Aprendimos a previenen enfermedades, hábitos nocivos y trastornos conductuales.

9. A evitar la polifarmacia y la automedicación.

10. Establecimos nuevas relaciones. Hicimos nuevos amigos.

11. Ahora podemos influir positivamente en la familia y el entorno.

12. Nos incorporamos a la vida sociocultural del territorio. Somos personas más cultas.

13. Aprendimos a participar como promotores de salud del territorio y a ver las bellas de nuestra ciudad.

14. Sabemos cuáles son nuestras potencialidades y cómo usarlas.

15. Mejoramos nuestra calidad de vida.

16. Somos más participativos y abiertos.

c) Adultas mayores egresadas de la Cátedra, autogestionaron su incorporación al Taller de Grabado El Pinero para aprender las técnicas del grabado. Una vez dominada la técnica estuvieron en condiciones de realizar dos exposiciones colectivas.

d) Los adultos mayores promueven una ética de la solidaridad y compromiso en el intercambio entre las generaciones. En las clases de Computación conscientizaron que cada persona tiene algo para dar y algo que recibir. Ellos expresaron que: "Cada generación puede y debe enseñar y comunicar sus saberes." . Se pudo apreciar que las actuales generaciones de mayores tanto en el plano personal como social aprenden a socializar su experiencia individual y colectiva como un modo de lograr su reconocimiento por el aporte realizado a la comunidad, y como estrategia que les permitirá reintroducir sus saberes existenciales en la dinámica del intercambio intergeneracional.

Conclusiones

Durante la ejecución de los programas universitarios, la actividad gerontagógica desarrolladora y las nociones derivados de esa definición se van imponiendo, a instancias de los propios adultos mayores los cuales incorporan a su patrimonio cultural la vivencia de relaciones interpersonales de colaboración, ayuda mutua y de convivencia respetuosa; experiencias de aprendizajes gratificantes, de trabajo grupal cooperado, que refuerzan positivamente sus autorreferentes (autoestima, autoimagen, entre otros) y que los motivan a autogestionar cómo integrarse y mantener su participación en las actividades que tributan al desarrollo local, desde sus reales posibilidades.

En las condiciones actuales de la sociedad pinera, el interés por crecer sobre las adversidades climáticas y geográficas hacen urgentes y necesarios los esfuerzos individuales y colectivos para generalizar aquellas experiencias de vida que han demostrado su sostenibilidad en el tiempo. Los programas universitarios han evidenciado que cuando se tienen en cuenta las potencialidades individuales y colectivas, la participación de todos en los procesos que tributan al desarrollo local es una posibilidad real que debe ser aprovechada a favor de la cohesión social y en beneficio del proyecto socioeconómico de la Revolución Cubana.

Bibliografía

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  • 4. Orosa Fraíz, T. La Tercera Edad y la Familia. Una mirada desde el adulto mayor. Editorial Félix Varela. La Habana. Cuba, 2001

  • 5. Vigotski, L. S. Historia de las funciones superiores. Editorial Científico Técnica. La Habana. Cuba, 1987

  • 6. Yuni, J.A., Urbano, C. Envejecimiento y género: perspectivas teóricas y aproximaciones al envejecimiento femenino. Revista Argentina de Sociología (Año 6) 2008. N210 – ISSN 1667-9261

  • 7. Yuni, J.A. (s/f). Envejecimiento y cambio cultural: tramas y configuraciones emergentes. En: joseyu@yahoo,com.ar

 

 

Autor:

Dr. C. Clara Lig Long Rangel.

Profesora Auxiliar e Investigador Agregado.

Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesora de Pedagogía. Coordinadora de la

Cátedra de Estudios sobre Adultez Mayor (CEAM)

Institución: Facultad de Ciencias Médicas Isla de la Juventud. Cuba.