Como ya se dijo el concepto de marginalidad surge en los años sesenta, pero en las ciencias sociales cubanas no fue utilizado en esa época por un problema de concepción. En ese momento se consideraba que la marginalidad era un producto del sistema capitalista, y que por lo tanto en un sistema socialista no debía haber marginalidad. Es por esto que este concepto desapareció por mucho tiempo de la producción teórica cubana. En los últimos años, cuando se vio que la erradicación de estos problemas no había concluido, y que después de mantenerse en estado latente, algunos de ellos se agudizaban nuevamente con la crisis de los años noventa, se empezó a hablar del tema, pero usando términos como economía informal, informalidad, no se hablaba de barrios marginales sino de barrios que no tenían condiciones, pero realmente estos conceptos no aportaban nada.
Es por eso que la socióloga cubana Mayra Espina manifiesta que:
el haber omitido esa categoría del pensamiento social cubano ?por decreto prácticamente? representa una desventaja grande. Esa supresión estuvo asociada a un padecimiento de nuestro socialismo, consistente en un enfoque de civilización hiperprogresivista, según el cual el éxito de la llegada al poder de una revolución socialista suponía o creaba la ilusión de la progresiva desaparición de la marginalidad, como por encanto. Se trata de la teoría del derrame hacia abajo, como resultado de la incorporación de los diversos grupos sociales a las opciones nuevas que se creaban. Éste fue un enfoque erróneo, determinista y mecanicista del socialismo.
Según los diagnósticos de sus estudios de estructura social, y particularmente sobre las desigualdades, desde hace varios años se afronta la creciente emergencia de la marginalidad en Cuba. La fuente de este fenómeno resulta ser una combinación bastante complicada de herencia, de persistencia de prácticas, que no pueden ser la mezcla de cuatro elementos explosivos, que inevitablemente conllevan la expansión de la marginalidad. Dentro de estos encontramos en primer lugar la crisis, en segundo la reforma económica que se diseña para gestionar esta crisis, en tercero el impacto que tiene este proceso en la subjetividad de la persona y por último el fenómeno de automarginación que se está dando hoy, a lo que han dado en llamar <<deslizarse por los intersticios>>?[4].
Algo relacionado también con esto es la ausencia, en los medios masivos, en la TV, o en la prensa escrita de amplia difusión, de una referencia a estos problemas. En la base de esta ausencia ha estado la idea de que hablar sobre estos problemas contribuiría a reproducirlos. Por ejemplo, antes del triunfo de la Revolución existía lo que se llamaba la crónica roja, lo mismo en la colonia, que en la República. Sobre todo en los años cincuenta la crónica roja fue muy espectacular, muchas veces se vendían los periódicos porque anunciaban un crimen. Después del triunfo de la Revolución la crónica roja despareció, en primer lugar porque era una sección muy comercializada y además porque ponía la figura del criminal en un primer plano, lo hacía personaje protagónico, y cuando se presenta un personaje de esta forma es posible que otros quieran imitarlo. Esto puede ser así en determinados casos, pero también habría que ver si, cuando hay condiciones en la sociedad para que ella irrumpa, realmente la marginalidad se deja de reproducir porque no se conozca.
En relación con esto actualmente la televisión, por ejemplo, está insistiendo mucho sobre el problema de las drogas y de sus consecuencias, y lo está haciendo desde un punto de vista científico, con exposiciones de personas que están bajo tratamiento, que han sido drogadictos. Tal vez este sea uno de los caminos. Cuando se trata de dar una visión de estos problemas en órganos de difusión masiva es importante la definición de lo que se va a hacer y cómo se va a hacer. En este sentido lo importante sería pensar de qué forma estos conocimientos se socializan para que puedan transmitirse por los medios, para que tengan un fin educativo, para que contribuyan a crear bases en la sociedad para un cambio.
La profesora María del Carmen Zabala plantea que debemos entender la marginalidad como un fenómeno multidimensional, que comprende diferentes aspectos que en su interacción implican la limitación o ausencia de integración social[5]
De acuerdo con Gisela Arandia, Promotora Cultural de la UNEAC en La Habana, la marginalidad es una forma de cultura que no está asociada necesariamente a problemas económicos. Es también una visión del mundo, una manera de vida, que expresa un cierto dolor, pero sobre todo una imagen pobre de sí mismo[6]
La autora con este concepto se refiere, según se puede entender, a la marginalidad como el estado anímico o de autoestima de las personas, del valor que estas tienen de sí.
El sociólogo Juan Valdés Paz alude que los rasgos que acompañan el proceso de la marginalización se pueden resumir en: las dificultades de la vivienda, los flujos migratorios, el incremento de la desigualdad y de la pobreza, las diferencias culturales, la discriminación, los problemas de la exclusión social, los cambios de la subjetividad y en los valores y la desorganización familiar[7]Aspectos que no eximen a Cuba de su presencia, pues con el paso de los años y las crisis por las que ha pasado y está pasando se visualizan cada vez más.
La economista cubana Ángela Ferriol afirma que muchas veces la marginalidad se expresa en la ausencia o escasez de lo que se ha dado en llamar capital social, es decir, falta de calificación, de cultura. Por supuesto, igualmente se relaciona con la falta de vínculos productivos; son grupos que no tienen tierras, acceso a créditos, ni siquiera viviendas, y por tanto no tienen una vía que les permita acceder a ese capital social. También se hace énfasis en las condiciones precarias de vida, promiscuidad, violencia intrafamiliar y la creación de patrones de comportamiento determinados[8]
También plantea que la marginalidad supone un sistema económico social en el que rigen determinadas normas, intereses y prejuicios, cuyo funcionamiento es, en parte, la causa del proceso mismo. La marginalidad es un defecto social, no individual, por lo que es responsabilidad de la sociedad tratar de resolverlo o aminorarlo[9]
Para Mayra Espina la definición de lo marginal entraña una relación de poder, que culturalmente excluye a otro, y que define lo que es legítimo, normal, correcto.
En los últimos tiempos ha habido un énfasis interesante, en el campo de la sociología, que trata la marginalidad no sólo en cuanto a la noción de una economía de subsistencia, de sobrevivencia, sino también de resistencia. De algún modo, el que ha sido marginado construye una manera alternativa de sobrevivir porque no le queda más remedio que se convierte en una forma de resistencia. Esta manera se caracteriza también por vincularse fundamentalmente a partir de redes informales, por una ausencia de civilidad, códigos alternativos muy fuertes, propios de una contracultura. La propia Revolución Cubana ha sido un proceso de subversión de estas normas y de esa cultura dominante, que dio al traste con el límite de lo que es marginal y lo que no es[10]
Enrique Ubieta expresa que la marginalidad existe en Cuba fundamentalmente como reproducción de valores socio-familiares, alimentados sin duda por una insuficiencia de recursos materiales que repercute en la vida espiritual.[11] Esto se observa cotidianamente en el cubano, fundamentalmente en el obrero.
Este autor expresa también que la marginalidad en Cuba no es un concepto que se asocie indefectiblemente a la calidad de la vivienda, no obstante cuando esta es crítica en un sentido integral incide de manera importante en el desentramiento (sic) de las personas. El hacinamiento conlleva diferentes grados de insalubridad y de hábitos que sustentan o propician conductas amorales y la autopercepción de no pertenencia (o de una pertenencia limitada a grupos <<cerrados>>) y la búsqueda de caminos socialmente no aceptados, condicionan en el individuo una actitud marginal. Explica que no debe olvidarse que existe una marginalidad estrictamente asociada a las condiciones materiales de vida. Pero que no debe omitirse que en un nivel social más amplio, a pesar de los esfuerzos del país, la cultura de la marginalidad recibe el abono de la pobreza (del subdesarrollo), acentuada por el recrudecido bloqueo que nos impone nuestro enemigo histórico. Esa cultura de la marginalidad encuentra factores propiciantes en la insuficiencia general de la electricidad, en la disminución drástica del transporte público, en el hacinamiento en ciertas zonas residenciales de la ciudad y en la inadecuada higiene que prevalece en ellas.[12]
Entre las situaciones que pueden considerarse actualmente como marginales se pueden apreciar algunos elementos que no estaban presentes en la década de los sesenta. El fenómeno de la marginalidad se asociaba básicamente a los habitantes de las zonas periféricas de las grandes ciudades, las llamadas <<villas miserias>> o <<balsas de pobreza>>, caracterizadas por su precarización extrema; hoy esta realidad no se encuentra tan demarcada territorialmente, sino mucho más expandida a lo largo y ancho de las ciudades. Otro aspecto relacionado con la marginalidad que también ha emergido es el de las migraciones, sobre todo en el sentido rural-urbano, y la formación de zonas en la periferia de las grandes ciudades[13]
Los procesos socioeconómicos y políticos de globalización actuales y las tendencias de desregularización han favorecido la marginalidad en muchos sentidos (no solo el económico), dando lugar a un incremento de la segmentación de la vida social. En tanto que se trata de un concepto relativamente complejo, la definición de marginalidad está ligada al sistema político y socio-económico. La marginalidad no se restringe a una región o sociedad particular en el mundo ni a una escala específica.
Ernel González, profesor del departamento de Sociología de la Universidad de La Habana, explica que el tema de la marginalidad en Cuba remite, en el contexto actual, al problema de la crisis. Esta ha acentuado los problemas que históricamente existían en la sociedad. Uno de ellos es el de los grupos sociales que están en una situación de desigualdad. Se entienden los problemas de la marginación urbana como derivados de la pobreza, que comprende los de la vivienda. La participación cultural, alimentación insuficiente, educación, servicios sociales, posibilidades reales de movilidad social y de acceso efectivo a los mecanismos institucionalizados y de poder; todos los relacionados con la vida social de los marginados..[14]
Los elementos de la marginalidad que en el análisis de la novelística de Guillermo Vidal Ortiz
Como se ha podido apreciar a través de cada una de estas definiciones, en toda sociedad existen personas marginadas, es decir, que son apartadas y no son tomadas en cuenta por esta; y otras que se automarginan, o sea, aquellas que no están conformes con el medio en el que viven y se apartan de la sociedad o que se encuentran en una determinada situación y por miedo a ser rechazados por otras personas se marginan ellos mismos de la sociedad o de un grupo determinado. Personas de este tipo son representadas por medio de personajes en la literatura, principalmente en la narrativa. En Cuba muchos autores de novelas y cuentos han abordado el tema como Ramón de Palma, Cirilo Villaverde, José María Heredia, Anselmo Suárez y Romero, José Antonio Echevarría, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Ramón Mesa, Miguel de Carrión, Carlos Loveira, Luis Felipe Rodríguez, José Antonio Ramos, Alejo Carpentier, Enrique Serpa, Enrique Labrador Ruiz, José Lezama Lima, José Soler Puig, Dora Alonso, Edmundo Desnoes, Jaime Sarusky, Lisandro Otero, Guillermo Cabrera Infante, Leonardo Padura, Amir Valle, Arturo Arango, Francisco López Sacha, Reinaldo Montero, Abel Prieto, Senel Paz, entre otros. Por lo que, teniendo en cuenta lo antes analizado se pensó en un primer momento utilizar los nueve círculos del infierno de Dante para colocar en ellos a los marginales que aparecen en la novelística de Guillermo Vidal, pero para sorpresa estos excedían los fosos creados por el genial florentino y es por ello que se decidió crear nuevos círculos, trece exactamente, número contradictorio de suerte para algunos y anunciador de tragedias para otros, trece círculos que se han denominado, respetuosamente, Los "divinos" círculos de Guillermo:
Primer círculo: Salud.
Subnormales.
Discapacitados físicos.
Locos.
Mendigos.
Enfermos de cáncer.
Enfermos de lepra.
Enfermos de Sida.
Enfermos que no pueden pagar la atención médica.
Segundo círculo: Adictos.
Drogadictos.
Alcohólicos.
Tercer círculo: Delincuentes.
Ladrones.
Prófugos de la justicia.
Presidiarios o reclusos.
Psicópatas (asesinos, violadores).
Cuarto círculo: Marginados raciales.
Quinto círculo: Marginados por migración.
Inmigrantes.
Emigrantes.
Sexto círculo: Marginados etáreos.
Ancianos.
Séptimo círculo: Marginados sexuales.
Homosexuales.
Prostitutas.
Octavo círculo: Marginados económicos.
Pobres.
Hacinados.
Noveno círculo: Marginados laborales.
Desempleados.
Sub-salariados.
Décimo círculo: Marginados políticos.
Personajes en contra del sistema político.
Chivatos.
Onceno círculo: Marginados educacionales.
Personajes de bajo nivel cultural.
Personajes privados de la educación.
Duodécimo círculo: Marginados geográficos.
Marginados rurales.
Marginados regionales.
Tredécimo círculo: Los que se quedan en casa.
Personajes privados de esparcimiento.
Amas de casa.
Fueron analizadas siete de las novelas escritas y publicadas por este importante autor cubano:
1. Matarile (1993) resultó finalista del Premio de la Crítica de ese año.
2. El quinto sol (1995) obtiene el Premio Nacional novela breve Hermanos Loynaz. (Esta novela no se analiza, pues fue imposible ficharla.)
3. Las manzanas del paraíso (1998) alcanza el Premio Internacional Casa Teatro de República Dominicana, publicada por la editorial Plaza Mayor.
4. Ella es tan sucia como sus ojos (2001).
5. Los cuervos (2001) es galardonado en el concurso Dulce María Loynaz.
6. El amo de las tumbas (2002).
7. La saga del perseguido (2003) resulta Premio Alejo Carpentier.
8. El mendigo bajo el ciprés (2004).
Sígase al poeta, adéntrese en el infierno.
El tratamiento que le da Guillermo Vidal a la marginalidad en su novelística
La novelística de Guillermo Vidal generó un importante número de personajes marginados y automarginados salidos, tanto de la fértil imaginación del autos como de la vida real.
Es por ello que en sus historias se encuentra una gran gama de personajes con esta condición y que no se alejan de la realidad cotidiana de Cuba antes y después del Triunfo de la Revolución:
Los que se refieren a personas con graves problemas económicos, con un estado de pobreza que los lleva al hacinamiento y a poseer muy bajo nivel educacional, pues por lo general, en la época en que los enmarca, no cuentaban con la educación gratuita, están delimitadas las clases sociales y además, tienen que pagar su atención médica.
Ejemplos:
Octavo círculo: Marginados económicos (pobres).
"- Hoy los oí discutir.
[…].
– Por causa de unos zapatos que ella quería comprarse.
– Le diré que en esta casa no hay dinero más que para comer y con la costura y el tejido, válgame Dios, qué se habrá creído la muy zorra.
– También discutieron porque ella quiere ir a ese baile del Ranchón.
– Le diré a esa mal nacida lo que hacen las mujeres decentes, que es estarse tranquilas en sus casas en espera de sus maridos, aunque sea el orate de mi hijo" 16
"Me llevó hasta una especie de casucha de interiores, una casa de madera y techo de zinc de un rojo de herrumbres y unos asientos de madera fabricados al descuido, una sala pequeña con el piso de semento agrietado y unas cortinas de tela de saco pintarrajeadas de amapolas inmensas, me dijo que perdone la pobreza."17
Enfermos que no pueden pagar la atención médica.
"Muy mala Asunción y este dolor ahí que no se me quita, iremos donde el doctor Puente por si con un tratamiento va y te pones buena, anda ve por el doctor, pero con qué le íbamos a pagar, pues no lo sé, pero a lo mejor nos fía ese Santo". 18
También aparecen, como una constante en todas sus novelas, individuos alcohólicos dentro de una o varias familias a las que hace referencia. De ellos dice claramente cómo son rechazados, primero que todo, por su seno familiar y luego por todo aquel que le rodea.
Se refiere en varios momentos a través de los personajes a los que consumen drogas, pero no es algo en lo que se detenga mucho, sólo hace alusión al consumo, no a las consecuencias sociales que ello acarrea. Esto se puede evidenciar en franmentos como:
Segundo círculo: Adictos.
Alcohólicos.
"Y mi padre borracho.
El viejo siempre estuvo borracho y sin hablar de nada.
Mirándolo a uno desde su borrachera infinita.
Desde allí me dice quihubo Toño". 19
"En un momento me di cuenta de que yo pude ser el viejo.
Lo terrible es que el viejo me estaba mirando hasta que
dejó de mirarme y su vista se clavó en el suelo.
Entonces murmuró cosas.
Y yo pensé si yo fuera el viejo murmuraría esas cosas.
Viviría solo en una casucha en el Rubí.
Colaría alcohol de bodega.
Me lo tomaría.
Me emborracharía y cuando ya estuviera bien borracho
volvería a emborracharme.
Y no me bañaría casi.
Ni comería comidas decentes.
Ni sabría quiénes eran los beatles.
Ni me importaría un carajo.
Ni me importaría que todo está bajo racionamiento.
A cualquiera le daría mi libreta, cómprame los mandados.
Y ese cualquiera que cogería la mitad de los mandados.
Y yo no protestaría.
Ni sabría qué es protestar". 20
De igual forma no deja de existir, en varias de sus ficciones, la difícil vida en las cárceles, reclusos y criminales envueltos en situaciones de robos y asesinatos.
Tercer círculo: Delincuentes.
Psicópatas (asesinos).
"El hombre que se hace llamar Alberto Suárez, gritaba en la comisaría la maté porque la amo, todavía manchada de sangre la camisa de salir, quien declaró al carpeta que la culpa había sido de ella por no aceptarlo delante de todo el mundo. Que después le había suplicado que volvieran y ella le había dicho 'Alberto estás loco' y entonces la había violado, desgarrándole las ropas sin que ella hiciera otra cosa que mirar al techo con sus ojos llenos de odio. Que como no podía soportar la mirada de odio decidió matarla con el cuchillo de carnicero que él había comprado hace unos días". 21
Presidiarios.
"No tengo modo de acercarme pues las tías no querrán verme, aquel tipo había llegado hasta allí sólo para […], decirme que con ciertas amistades podía pasar una nota, […], era un tipo muy raro con cara de picar a cualquiera, con cara de perro apaleado, de sufrimiento, acaso se sentía incómodo en la calle." 22
Reclusos.
"Al sali aquella mañana me detuvieron con un escándalo de sirenas y policías, se indignaban y querían golpearme y la gente que se aglomeró me gritaba que no merecía vivir y cuando sonreí para agradecerlo se mostraron más furiosos, gentes que nunca me habían visto me gritaban sin contemplación". 23
En el caso de los sesinatos en ocasiones son realizados por accidente, sin la intención verdadera de cometer este hecho; ejemplo de esto es un prófugo de la justicia que mata a un niño de pocos años con su camioneta, y por el hecho de ser un niño, los que presenciaron los hechos lo culparon y huye despavoridamente hasta que llega el momento en que es rechazado también por su mujer y tiene que irse lejos de su familia, de sus hijos aún pequeños y no volver a ser considerado el mismo hombre honesto de antes. El encontrarse lejos de su familia, perseguido por la policía y otras personas, que estaban tras una recompensa que ofrecía la familia del niño por su captura, lo lleva a convertirse en un hombre que se esconde de todo y de todos, y en un alcohólico. Este ejemplo se encuentra en la novela La saga del perseguido.
Otra forma de marginalidad continuamente presente en su novelística es la homosexualidad, tanto la que aparece desde la niñez como la que surge en las personas ya adultas, que la han mantenido reprimida hasta que algo o alguien les hace "definirse" sexualmente, o el hombre que es llevado en contra de su voluntad a esa condición en la cárcel por aquellos que han impuesto la ley del más fuerte y son convertidos en verdaderas mujeres. Esto es narrado de forma bastante cruda en Las manzanas del paraíso. En el caso de los niños, cuenta cómo son apartados y maltratados por sus compañeritos de la escuela y cómo estos se mofan de su condición. Este ejemplo se evidencia en Los cuervos y en La saga del perseguido.
Séptimo círculo: Marginados sexuales.
Homosexuales.
"A las y diez, ellos hablaban de este mundo loco donde hay tantos que son aunque no lo parecen, y también de los bujarrones que hay, muy disimulados y algunos son choferes, militares, maestros, albañiles, mecánicos y sonríen de ese mundo oculto que nadie parece notar, pero ellos sí notaban, ellos que se sentían aún más libres."24
"Voy por la misma calle que de niño transité unos muchachos le cantan a otro a Indalecio le dicen Oliviaaaaaaaaa, porque es puuuuuta y lo cogieron en latiiiiiiica y se deeeeeja y ahora le dicen Oliiivia igual que la esclaaaaava, es un muchacho de ojos grandísimos y está furioso y lanza piedras a todas partes, los otros se reían y se esconden tras las mismas columnas de siempre". 25
"En tercero trajeron al Regil al gordo Rogelio con la misma cara de zonzo y la voz de maricona, desde su llegada ellos se rieron jeje, con su uniforme tan nuevecito y tan planchado como las niñas así y todo en el receso le dijeron ven y juega con nosotros y él dijo no gracias, los muchachos le dijeron ah, no quieres jugar con nosotros y él que lo dejaran que estaba algo enfermo, yo les dije déjenlo al pobre y se rieron y dijeron miren al novio". 26
Otras novelas en las que se evidencia lam homosexualidad es en Matarile y Ella es tan sucia como sus ojos.
En El amo de las tumbas, aborda la temática de los violadores fundamentalmente, mostrando el interesante caso de un bibliotecario que al perder de golpe a su familia en un accidente (esposa e hijos) le parece ver a su cónyuge en otras mujeres, por lo que a partir de esto comienza una persecución constante, que le lleva a cometer la violación de estas mujeres, convirtiéndose en un hombre solitario que por el día trabaja como un individuo más de la sociedad y por las noches deambula por las calles oscuras en busca de su presa. Su primera víctima queda en un estado de discapacidad física debido a que él intentó asesinarla al ella decirle que sabía quién era él. Al saber sus padres que su hija quedaría en una silla de ruedas y sin conocimiento alguno de su existencia comenzaron a lamentarse todo el tiempo, lo que llevó a las personas que los visitaban a alejarse de ellos y de su hija, que ya no sería la misma de antes.
Tercer círculo: Delincuentes.
Psicópatas (Violadores).
"No saben que existo, yo existo, yo esa bestia que arrastró a esa primera mujer a la desdicha, porque para los otros soy una bestia, me buscarían a partir de entonces, indagarían hasta la saciedad, alguien encontraría en horas de la madrugada el cuerpo de Greyvis, cuando yo aún no sabía su nombre, Gleyvis F., para los desgraciados que me buscan yo soy ese animal suelto, un perfecto criminal que ha tenido el descaro de golpear un par de veces la cabeza de su víctima contra la piedra". 27
"Ahora no era el servil bibliotecario que atendía usuarios, esta vez éramos ella y yo en la noche y su estúpido modo de acordarse, maldita, digo y es un golpe seco contra la roca, apenas un movimiento y todo habrá concluido, otro mas y la sangre oscura y pegajosa comienza a manar, su cabeza suena como un coco, quizás no sea feliz esta imagen". 28
Se refiere en breves momentos a aquellos individuos que deambulan por las calles de la cuidad, que por su aspecto y capacidad mental son llamados locos o mendigos, y cómo por esta razón son rechazados por todo aquel que se los encuentra frente a frente.
Primer círculo: Salud.
Locos.
"– me gritan desde las casas, me apedrean, me huyen, se divierten, me salen al paso, me hacen preguntas idiotas que les diga un número, repiten que los locos son brillantes para darles el número de la lotería que escuchan clandestinamente.
— se lamentan porque me he puesto dos camisas y ando volteando la secundaria para ver que me falta por comer". 29
Subnormales y mendigos.
"También una mujer negra con las pasas flechadas y llena de mugre por todas partes que dormitaba en un banco se le veían los muslos llenos de escamas la gente la miraba diciendo pobrecita pero nadie hizo nada por aquella mujer, luego un tipo con cara de retrasado pidió algo de dinero por favor cooperen para una medicina, mostraba una receta que decía fenobarbital alguien dijo que efectivamente le daban ataques de epilepsia y quedaba en el suelo después de echar espumarajos por la boca era un infeliz dijo aquel hombre y la gente cooperó un poco con algunas monedas, no todas, porque había quienes no les importó un huevo aquel tipo, más bien pensarían que así y todo era alguien que vivía de su desgracia". 30
Como un brochazo hace mención a la prostitución, no es algo que describa con todos los detalles y situaciones en que pueda encontrarse una prostituta, sólo se refiere con más profundidad en un caso que aparece en La saga del perseguido, una mujer llamada Aída que es sacada de este mundo por el protagonista de la novela (el prófugo), quien la conoce visitando un prostíbulo. Al comenzar una nueva vida en pareja y en familia está siempre temerosa de que la gente sepa de su pasado y de lo que pueda pensarse de ella.
Séptimo círculo: Marginados sexuales.
Prostitutas.
"?Una puta es una puta ? dice el habanero cuando se entera?, no sabía que el ahorro de él era para eso, nunca se sabe ? y ríe y se pregunta adónde habrán ido. ? Se han ido a ese otro pueblo para que nadie sepa.
? La gente siempre sabe o no sabe o no le importa.
? Puede que sean felices así y todo.
? y que ella no sea una puta por el resto de sus días.
? Hay quien la verá como cuando lo era, deberían irse más lejos.
? Donde quiera pueden saberlo." 31
Hace referencia a las prostitutas también en otras novelas como El mendigo bajo el ciprés y Los cuervos.
En muchos momentos alude a personas que por vivir en el campo o en provincia no son tenidos en cuenta por aquellas que son de la ciudad o de la capital y cómo, igualmente por esto, no llegan a ser grandes músicos o escritores reconocidos en todo el país, ¿y por qué no en el mundo?.
Duodécimo círculo: Marginados geográficos.
Marginados regionales.
"Los locos que vienen armando rollo, […], pero entonces todo sería de lo más tranquilo, sin tanto ruido […] ni tanta mosquita muerta ni chivatas ni putas de a peso, entonces sería de caché estar en la biblioteca con ese olor de bibliotecas municipales". 32
"Presentaba a cantantes de la municipalidad que casi siempre eran seres frustrados con sus ropitas municipales y el pelo encanecido por los años". 33
Marginados rurales.
"A lo lejos las mismas casuchas vecinales, hechas de cualquier modo por gentes apuradas por cobijarse y hacer esa vida que les pareciera normal, los caminos vecinales y la vulgaridad y el azoro de las gentes acostumbradas a vivir en el campo, al margen de la civilización y de las modas o de los adelantos de la comunicación o de las artes, no quería que su hijo viviera prisionero de aquel sitio, pero esperaba el momento propicio o simplemente se dejaba ir, para que sucediera algo que los catapultara para siempre". 34
Otros marginados que afloran en sus tramas son los negros, pero no con mucho acento. Ejemplos de esto se encuentran en Las Manzanas del paraíso, Ella es tan sucia como sus ojos, Los Cuervos y El mendigo bajo el ciprés.
Cuarto círculo: Marginados raciales.
"Y supuse que unas viejas gruesas con carteras de charol negro han pasado bien cerca en el momento, asustadas.
Y después han cruzado la calle para entrar a la iglesia.
Que ya una ni puede salir a la calle por estos condenados negros, padre.
Que esos negros la emprendieron con unos jóvenes muy finos, padre.
Que los negros eran cualquier cosa con esos ojones y esas bembas, padre.
Que a hendijeros no hay quien les gane, padre. Ni ha ladrones.
Que las cárceles están llenas de negros, padre.
Y que sólo sirven de músicos y deportistas los mejorcitos padre."35
También se evidencian en El mendigo bajo el ciprés y Ella es tan sucia como sus ojos los ancianos que son apartados sólo por haber llegado a una determinada edad y por ello los menosprecian.
Sexto círculo: Marginados etáreos.
Ancianos.
"Uno vuelve la vista a esos viejos con sus piernas lucias al sol, esos que gargajean al piso sin el menor escrúpulo, no podía escribir un libro donde no hable de esos viejos cargantes, esos a quienes nadie quiere, ni siquiera la familia si es que tienen y pasan una gran parte de sus vidas a la espera." 36
Las personas que migran, principalmente los que lo hacen de Cuba hacia los Estados Unidos, por ser su enemigo constante desde hace tanto tiempo y en el mismo país para el que se fueron, por ser latinos; los que están en contra de la revolución aunque continúan viviendo en el país y los que sí se van de éste; individuos, que por ser delatores, están siempre siendo rechazados por todo aquel que le rodea, son ejemplos que aparecen en El mendigo bajo el ciprés, Ella es tan sucia como sus ojos y en el último caso además en Las Manzanas del paraíso.
Quinto círculo: Migración.
Emigrantes.
"Una tarde a mi regreso, me encontré a mis tíos de lo más excitados y me mostraban un trozo de papel que enseguida comprendí que era el telegrama de aviso para la salida definitiva del país.
[…]
En el barrio no hacían más que comentarlo y ciertos vecinos comenzaron por negarles el saludo." 37
Emigrantes.
"Muchos se fueron después de ese barrio, la mayoría se iban del país tan obstinados que estaban." 38
Décimo círculo: Marginados políticos.
Personas en contra del sistema político.
"Andan con cualquier elemento, de seguro hasta enfermas deben estar con sus caras muy lucias y el culo muy sucio, […], tú las ves a ellas ahora de un lado para otro con sus uniformes nuevecitos y horribles que a quién se le ocurrió uniformarnos, […], aquí todo lo quieren uniformar para que todo el mundo fuera igual pensara igual, […] y todo lo que dice en el periódico ellas lo creen […] ellas siempre con la cochina dialéctica para justificar el mierdero que hay para seguir en sus cumbanchas con queridos antes no era así pero no se los digo porque nada más de mirarlos te das cuenta que te miran como diciendo miren esas viejas fainas y a ellas que no le fueran a pasar los años." 39
Décimo círculo: Marginados políticos.
Chivatos.
"Apareció un ahorcado con un letrero que dice lo ahorcamos por chivato." 40
Una palabra recurrente en sus escritos es cáncer, enfermedad que no describe con detalles ni cómo las personas son marginadas por padecerla, pero es un vocablo que nunca falta en ninguna de sus novelas. De igual forma alude al SIDA, enfermedad que, por lo que escribe en un momento determinado en El amo de las tumbas, hasta los que ya están muertos le temen; y un caso de lepra que sí manifiesta con todo el temor y horror que esta provoca.
Primer círculo: Salud.
Enfermos de cáncer.
"El señor de al lado es un muerto de hace muchos años y ha muerto de cáncer después de lo que la nota de prensa escribió como una larga y penosa enfermedad." 41
Enfermos de SIDA.
"Ahora el señor suspira y dice que su amigo está en la fila del fondo al lado de una bella dama que ha muerto de SIDA. El amigo se lamenta, pero de repente se da cuenta de que ahora no existe el temor al contagio ni a la muerte porque ahora están muertos ya no habrá nada que los mate." 42
Enfermos de lepra.
"Recluido en habitaciones alejados de todo sufrí el deterioro creciente de mi cuerpo que se llenaba de pústulas, me podría en vida y los sacerdotes desde lejos me rociaban el agua bendita y yo rugía en mi encierro, nada podía hacerse, jamás volvería a ser el de antes y suspiraba por aquellos momentos en que hacía una vida feliz, aún recuerdo […], el terror con que veía a cada momento cómo la lepra avanzaba, pestilente y tenaz, como un castigo." 43
Los problemas laborales como, bajos salarios y desempleo, son tomados en cuenta por él, aunque no en gran medida. Ejemplos de estos se aprecian en Los cuervos
Noveno círculo: Marginados laborales.
Desempleados.
"Las piernas me dolían de buscar trabajo en medio del frío, algunas veces murmuraban pobre mujer, supongo que les daría lástima verme con aquella ropa un abrigo miserable que allá sería todo un lujo, pero acá con sólo las ropas ellos saben cuánto puedes gastar." 44
Sub-salariados.
"Habla de que lo que se gana en el trabajo no alcanza para vivir; de los negocios que ha tenido que inventar la gente para ver si se gana un dinerito extra." 45
Siempre está presente esa mujer ama de casa que tiene que atender al marido y a los hijos, trabajar sin reposo y no tiene derecho al descanso y la posibilidad de salir a la calle a divertirse en una fiesta y a recrearse en sentido general.
Tredécimo círculo: Los que se quedan en casa.
Amas de casa.
Personas privadas de esparcimiento.
"? Hoy los oí discutir.
? […].
? Por causa de unos zapatos que ella quería comprarse.
? Le diré que en esta casa no hay dinero más que para comer y con la costura y el tejido, válgame Dios, qué se habrá creído la muy zorra.
? También discutieron porque ella quiere ir a ese baile del Ranchón.
? Le diré a esa mal nacida lo que hacen las mujeres decentes, que es estarse tranquilas en sus casas en espera de sus maridos, aunque sea el orate de mi hijo." 46
"? El difunto me llevaba poco a fiestas, los hombres en la calle, las mujeres junto a la radio para oír las novelas."47
Como se ha podido apreciar Guillermo Vidal trata la marginalidad en sus novelas de una forma tal, que utiliza hechos como los que pueden suceder en la realidad de cualquier sociedad en el mundo, aunque él se va generalmente a situaciones que ocurren o pueden ocurrir en su ciudad natal, Las Tunas, también en La Habana y Santiago de Cuba (lugares que formaron parte de su vida) o en cualquier parte del país en la sociedad cubana. En algunos momentos lo hace de una manera bastante cruda y siempre acorde con la realidad social, pues cada situación que presenta la puede vivir en carne propia cualquier persona del mundo y de este país.
Conclusiones
Una vez terminado este trabajo investigativo sobre el tratamiento que da Guillermo Vidal a la marginalidad en su novelística, pueden ser tenidas como conclusiones las siguientes:
1. El autor Guillermo Vidal Ortiz, cuyas novelas comienzan a aparecer en la década de los años noventa, convirtió un tema escabroso y tabú en el centro de su obra y lo hizo con acierto, lo cual no es sólo notable por sus múltiples premios y publicaciones, si no por el magisterio que ejerció sobre generaciones de escritores jóvenes y el éxito editorial de sus libros.
2. Dentro de la marginalidad es difícil encontrar una arista no explotada por Vidal, lo que dio origen a una galería de personajes memorables que estarán por siempre en la historia de la literatura cubana como el Toño de Matarile.
3. Desde Matarile, su primera novela, Guillermo Vidal incrementa considerablemente el espectro de personajes marginales en sus tramas.
4. La marginalidad se pone de manifiesto a través de la novelística de Guillermo Vidal de trece formas distintas, pero centra más su atención en los alcohólicos y los homosexuales.
5. Las novelas de Guillermo Vidal abordan cada caso de marginalidad en total consonancia con la realidad social de Cuba y el mundo.
Notas y referencias
Colectivo de autores franceses y cubanos. La Historia y el oficio de historiador. La Habana, Cuba. Ediciones IMAGEN CONTEMPORANEA y editorial Ciencias Sociales, 1996, p. 258.
2 Choren, S. Marginalidad. . (02/11/2005).
3 VALDÉS PAZ, Juan. Controversia; ¿Entendemos la marginalidad? Revista Temas. Cuba. (27): 69-96. Octubre-diciembre. 2001. p. 72.
4 Valdés Paz, Juan. Op.cit., p. 82-83
5 Ídem, p. 71.
6 Ibíd., p. 70-71
7 Ibíd., p. 72.
8 Ibíd., p. 86-87.
9 Ibíd., p. 71.
10 Ibíd., p. 72.
11 Ibíd., p. 73.
12Ubieta Gómez, E. Ensayos de identidad. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 1993, p. 180.
13 Ubieta Gómez, E. "Notas para un estudio de la marginalidad en Cuba." _ En Revista Contracorriente No. 4, Abril- junio. Cuba, p. 72.
14 Valdés Paz, Juan. Op.cit., p. 76
15 Ídem., p. 80-81.
16 Guillermo Vidal Ortiz: Las Manzanas del paraíso. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2002, p. 13.
17 ________________: El amo de las tumbas. Las Tunas, Editorial Sanlope, 2003, p. 87.
18 ___________________: La saga del perseguido. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 2003, p. 83.
19 ___________________: Matarile. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 1993, p. 90.
20 Ídem., p. 91.
21 ________________: Las Manzanas del paraíso. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2002, p. 34-35.
22 ___________________: Los Cuervos. España, Edita Diputación de Córdoba y Delegación de Cultura, 2001. p. 33.
23 ___________________: La saga del perseguido. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 2003, p. 151.
24 ___________________: Las Manzanas del paraíso. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2002,p. 86.
25 ___________________: Los Cuervos. España, Edita Diputación de Córdoba y Delegación de Cultura, 2001, p. 65.
26 ___________________: La saga del perseguido. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 2003, p. 25.
27 ________________: El amo de las tumbas. Las Tunas, Editorial Sanlope, 2003, p. 21.
28 Ídem., p. 22.
29 ___________________: Matarile. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 1993, p. 38.
30 ___________________: Los Cuervos. España, Edita Diputación de Córdoba y Delegación de Cultura, 2001, p. 82.
31 ___________________: La saga del perseguido. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 2003, p. 36.
32 ___________________: Ella es tan sucia como sus ojos. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 2001, p. 113.
33 ________________: El amo de las tumbas. Las Tunas, Editorial Sanlope, 2003, p. 11.
34 ___________________: La saga del perseguido. La Habana, Cuba, Editorial Letras Cubanas, 2003, p. 43.
35 ___________________: Las Manzanas del paraíso. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2002, p. 88.
36 ___________________: El mendigo bajo el ciprés. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 2004, p. 168.
37 Ídem., p. 116.
38 ___________________: Ella es tan sucia como sus ojos. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 2001, p. 109.
39 Ídem., p. 114.
40 ___________________: Las Manzanas del paraíso. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2002, p. 57.
41 ________________: El amo de las tumbas. Las Tunas, Editorial Sanlope, 2003, p. 12.
42 Ídem., p. 13.
43 Ídem., p. 126-127.
44 ___________________: Los Cuervos. España, Edita Diputación de Córdoba y Delegación de Cultura, 2001, p. 117.
45 ___________________: Ella es tan sucia como sus ojos. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 2001, p. 124.
46 ___________________: Las Manzanas del paraíso. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2002, p. 13.
47 Ídem., p. 14.
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Autor:
Lic. Lisbeth Sánchez Rodríguez
Licenciada en Estudios Socioculturales por la Universidad de Holguín. Su línea investigativa versa principalmente con relación a análisis literario sociológico. Actualmente trabaja en la Dirección Provincial de Cultura de Las Tunas, Cuba
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